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SISON
FILOSOFÍA DE LA ECONOMÍA
I. METODOLOGÍA DE LA CIENCIA ECONÓMICA
C U A D E R N O S
EMPRESA Y HUMANISMO
I N S T I T U T O
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ALEJO G. SISON FILOSOFÍA DE LA ECONOMÍA I. METODOLOGÍA DE LA CIENCIA ECONÓMICA
CUADERNOS EMPRESA Y HUMANISMO Nº 46
INDICE
autores como J.S. Mill, W.N. Senior, J.E. como F. Knight y T. Veblen (Institucionalismo),
Cairnes, J.N. Keynes, A. Marshall y L. Robbins. los cuales, por sus premisas metodológicas
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Se denomina “verificacionista” en atención al básicas, quizás se acerquen más a plantea-
criterio establecido por el Círculo de Viena mientos austro-germanos que a los anglo-
para decidir sobre la verdad de las hipótesis americanos. Nuestro estudio prestará mayor
científicas. La segunda etapa se llama “falsa- atención a la unidad temática y a la afinidad
cionista” debido a la influencia que tuvo K. de respuestas a las interrogantes epistemoló-
Popper en los escritos de los teóricos de la eco- gicas que a la contemporaneidad histórica; sir-
nomía como T. Hutchinson, F. Machlup, M. viéndonos de ésta sólo en la medida en que
Friedman y P. Samuelson. La tercera y última facilite la comprensión de la génesis y el desa-
etapa ha cogido impulso de las teorías de las rrollo de aquélla.
revoluciones científicas post-popperianas, con- Por otra parte, en los libros publicados en
cretamente, aquellas elaboradas por T. Kuhn lengua alemana se debate fundamentalmente
(“paradigmas”), I. Lakatos (“programas de la concepción de la economía como ciencia cul-
investigaciones científicas”) y P.K. Feyerabend tural e histórica, con una dimensión ético-
(“anarquía metodológica”). política esencial. La puesta en escena de la con-
Esta clasificación, por supuesto, está sujeta a troversia corrió a cargo de M. Weber con su
muchas matizaciones y ha de tomarse con el ensayo sobre la Wertfreiheit en las ciencias
proverbial granum salis: por ejemplo, J.S. Mill sociales y en la política. Desde el comienzo,
no sólo antecede por casi un siglo a las figuras hubo una polarización de posturas entre
más destacadas del Círculo de Viena -por lo Gustav von Schmoller (la Escuela Histórica
que difícilmente le habría influido su criterio Alemana) y Carl Menger (la Escuela Austríaca).
“verificacionista” de verdad científica- sino Para Schmoller, la economía es ante todo una
que también insiste, con toda claridad, en que “economía política o nacional” (la Volkswirts-
la verificación a posteriori de una hipótesis chaftslehre), es decir, una ciencia histórica y
pertenece a la aplicación de una ciencia, y no a culturalmente determinada. Por tanto, es com-
la ciencia misma. Igualmente, se acusa la prensible sólo para aquellos que habitan el
ausencia de voces críticas tanto de la Escuela mismo ethos concreto, compartiendo los
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mismos valores y manejando los mismos sím- noción básica de la economía como actividad 5
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bolos. Menger, aun reconociendo la diferencia humana, explica como la libertad se manifiesta
entre la economía real-histórica y la teoría eco- en ella según un triple nivel: como apertura (el
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nómica “pura”, insiste en que la ciencia eco- hombre como una ser de necesidades, la satis-
nómica debería preocuparse primordialmente facción de las cuales, sin embargo, no está
de esta segunda vertiente, si es que aspira a ser garantizada de antemano), como capacidad
realmente ciencia, o sea, un saber universal. de elegir (la falacia detrás de toda suerte de
Esencial para la universalidad de la ciencia eco- determinismos junto con la peculiar vigencia
nómica es la progresiva racionalización y mate- de las leyes económicas) y por último, como
matización de los procesos de producción, dis- autodeterminación (el trabajo en cuanto
tribución, intercambio y consumo de bienes. proceso de humanización, los límites del homo
L.von Mises (Praxeología) y F. von Hayek oeconomicus y de su particular modelo de
también fueron formados en la tradición aus- racionalidad; el bienestar como fin de la eco-
tríaca, aunque más tarde introdujeron unos nomía y “materia mixta” entre ésta y la ética).
giros muy particulares al desarrollo metodo-
lógico de la ciencia económica. Proponemos, en resumen, elaborar una filo-
sofía de la economía que incorpore: una fun-
Ha habido varias tentativas de ingeniar una damentación antropológica, una conside-
síntesis superadora de la Escuela Histórica ración de sus implicaciones culturales, políticas
Alemana y la Escuela Austríaca: la de Walter e históricas y una clarificación del status epis-
Eucken, fundador de la Escuela de Friburgo, en temológico de la economía. De esa forma,
los años ‘40, y más recientemente, la de Peter esperamos contribuir eficazmente a la reso-
Koslowski, la Economía Etica (Ethische Oko- lución de los problemas antes citados -la falta
nomie) desde Hannover. Seguramente incluso de orientación o rumbo en la economía, así
la Economía Social del Mercado, tan citada en como su habitual malentendimiento con la
los documentos pontificios, se ha originado en ética, restando eficacia de la acción de ambas,
este suelo austro-alemán. etc.-. Pensamos que sería un elemento impres-
En lengua española, probablemente la única cindible para completar la formación de los
obra reseñable en este campo sea “Economía y interesados en la filosofía, en las ciencias eco-
Libertad” de Millán Puelles. A partir de una nómicas y empresariales, en las ciencias polí-
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ticas y sociales, así como para los profesionales reducción de la filosofía de la ciencia a una 6
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una indespejable duda o se queda en la sus- hipótesis de que el todo -las magnitudes eco- 7
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bien, una cierta clarificación y ordenación de sea Mark Blaug. Su libro The methodology of 8
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sus conceptos básicos -lo cual, es una función economics (2nd edition,
eminentemente filosófica-. Habría que fijar, en
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1992) es un punto de referencia obligatorio
primer lugar, el valor semántico de las palabras para cualquiera que desea iniciarse en esta dis-
que se emplean y los parámetros en los cuales ciplina. En dicha obra afirma inequívocamente
ese valor se mantiene. En segundo lugar, que en la metodología no se trata sólo de los
habría que establecer la recta ordenación de “métodos de investigación”, sino ante todo,
estos elementos “atómicos”; o sea, determinar de la relación de los conceptos y las proposi-
su uso apropiado: ¿con qué otros elementos se ciones con el mundo real. Estudia las vías por
pueden unir o separar para formar proposi- las cuales los economistas justifican sus teorías,
ciones significativas? Además, no todas las pro- así como las razones que ofrecen, al decan-
posiciones gramaticalmente correctas tienen el tarse por una teoría en lugar de otra. Una con-
mismo valor de verdad ni el mismo grado de dición de posibilidad para semejantes asertos
validez. Por un lado, están los axiomas que son es que se reconozca la distinción entre el len-
los primeros principios indemostrables, nece- guaje, por una parte, y el mundo real, por
sarios para cualquier ciencia. Y por otro, están otra.
los postulados -las proposiciones ya demos-
tradas- y las hipótesis -las proposiciones aún Pertenecen al ámbito del “lenguaje” todos
los elementos utilizados en el discurso eco-
por demostrar-. Por último, también es
nómico tales como los conceptos, los axiomas,
menester indicar cuáles son las reglas de
los postulados, los teoremas, las conclusiones
deducción aceptables, es decir, las normas que
particulares, las leyes universales, los modelos,
nos permiten pasar de una proposición a otra
los paradigmas, los programas de investi-
sin pérdida de verdad o de certeza. Estas son
gación, etc. Ciertamente, estos elementos del
las primeras tareas que a la filosofía de la eco-
lenguaje científico no son homogéneos ni
nomía, tomada como filosofía de la ciencia poseen la misma extensión ni el mismo grado
aplicada a la economía o metodología de la de exactitud. Las reglas son meros procedi-
ciencia económica, le vamos a encomendar. mientos o normas de operación convencio-
Probablemente la figura más señera entre nales adoptadas por las personas para alcanzar
los filósofos de la economía angloamericanos determinados objetivos (e.g. las ecuaciones
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interés compuesto de un préstamo). Una ten- estos dos ámbitos igualmente se presupone
dencia indica la marcha general -de aumento algún tipo de conexión entre ellos -o al menos,
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o de disminución- del valor de una propiedad se procede como si la hubieraporque de otra
de una cosa en el curso del tiempo. (Quizás forma, no sería en absoluto factible desarrollar
muchas de las ahora llamadas “leyes” de la la ciencia económica. Por último, también se
economía neo-clásica como la “ley de los ren- requiere una especie de criterio según el cual
dimientos decrecientes”, la “ley de la se decide que una teoría es mejor o peor, más
demanda”, o la “ley de Engel” sobre la asig- o menos acertada, más o menos ajustada a la
nación de la renta a los consumos, en realidad, realidad económica que otra.
no sean más que meras tendencias.) Se ¿Cómo debe ser la conexión que establece la
conocen las tendencias de las magnitudes eco- ciencia económica entre el lenguaje y el
nómicas mediante técnicas estadísticas apli- mundo real? Daniel Hausman (The Philosophy
cadas a la historia de un particular comporta- of Economics, 1984) señala dos alternativas
miento económico. Las leyes son propiedades aceptables. La primera es la “realista” donde
permanentes de cosas en unas condiciones la ciencia alcanza o descubre verdades acerca
bien definidas, y como tales, pueden conside- del mundo, no sólo en el sentido de proposi-
rarse como el “producto acabado” principal de ciones analíticas, puramente formales y nocon-
las ciencias. Un modelo consiste en la represen- tradictorias, sino también como explicaciones
tación idealizada o simplificada de unos de los diversos fenómenos, en este caso, eco-
objetos científicos y por eso, no puede generar nómicos. La segunda es la “instrumentalista”,
propiamente leyes. Y finalmente, una teoría es en la que lo único que se exige de una ciencia
un sistema de proposiciones unidas por una es que proporcione herramientas para hacer
relación de deducibilidad y unos presupuestos predicciones útiles y fidedignas. No importa
o premisas comunes. tanto que las teorías sean ni formal ni mate-
Por el “mundo real” se entiende la fuente rialmente (que “correspondan” a la realidad)
de las evidencias empíricas, las referencias con verdaderas como que sean prácticas; o sea, que
las que se cotejan la verdad y la falsedad, la funcionen. La astronomía ptolemaica, por
validez y la imposibilidad de los elementos del ejemplo, seguiría siendo científicamente ver-
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implícitas en las diferentes teorías científicas Para los propósitos de la metodología eco-
nómica -versión peculiarmente angloame-
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principales, ni tampoco el reflexionar sobre los
principios, métodos o resultados de las múl- ricana de la filosofía de la economía- lo más
tiples ciencias naturales y sociales. Simple- relevante consiste en estudiar sólo desde el
mente busca las reglas de acuerdo con las verificacionismo hasta el falsacionismo. La
cuales podría guiarse cualquier tarea científica razón por el corte a parte ante es que los
para ser reconocida como válida. Histórica- “padres fundadores” de la ciencia económica
moderna como Adam Smith, David Ricardo y
mente, el calificativo “moderno” se aplica a las
Thomas Malthus no sintieron ninguna nece-
doctrinas de la filosofía de la ciencia a partir
sidad ni de tematizar ni de justificar sus presu-
de aquella elaborada por el Círculo de Viena, puestos metodológicos; se dejaban llevar sin
el “verficacionismo”. más por los principios derivados de la mecánica
Una división casi canónica de las distintas clásica o la física newtoniana dominantes en su
etapas en la historiografía de la filosofía de la tiempo, los cuales, les parecían evidentes. La
ciencia moderna es la siguiente. En primer investigación científica comenzaba con una
lugar está el verificacionismo de los miembros observación supuestamente libre de cualquier
del Círculo de Viena, seguido por el operacio- prejuicio, seguía con una inferencia inductiva
nalismo de P.W. Bridgman, después el falsacio- a la formulación de leyes universales acerca de
los hechos hasta llegar, finalmente, por una
nismo de Karl Popper y finalmente, el período
inducción ulterior, a la elaboración de genera-
de las “revoluciones científicas”. Esta última
lizaciones más amplias o teorías. Se com-
época tiene como sus máximos representantes probaba el valor de verdad de las leyes y
a Thomas Kuhn (la teoría de la alternancia de teorías comparando sus consecuencias empí-
los períodos de “ciencia normal” y de “ciencia ricas con los hechos observados, incluido
revolucionaria” acorde con los cambios de aquellos en los que ellas mismas se basaban. El
paradigma), Imre Lakatos (autor de la pro- limite posterior se fija en el falsacionismo
puesta de una metodología basada en los porque a partir de entonces, todo indica a que
“programas de investigación científica”) y la filosofía de la ciencia se interese más por la
Peter K. Feyerabend historia, evolución, desarrollo o progreso de la
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ciencia que por la ciencia misma, es decir, por mundo” (Wissenschaftliche Weltauffassung) 12
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estado determinado de cosas, porque aluden a recíproca entre los signos de un lenguaje (sin- 13
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y la inteligencia, lo indicado por las pruebas blancos. Nunca podemos establecer que una 14
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teoría atribuída a Pierre Duhem y posterior- asesinato, por ejemplo, las dos hipótesis que se 15
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ciado del criterio); aparte de que en general, es una suerte de filosofía de la ciencia aplicada 16
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profesan un miedo mayor al aceptar una a la ciencia económica. Resulta que los prin-
falacia que al dejar de reconocer una verdad. cipios básicos de cada “escuela” metodológica
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Finalmente, para el pensador crítico-raciona- también sirven como criterio para agrupar a
lista la “última palabra” no tiene cabida en la los autores y establecer los distintos períodos
ciencia; antes bien, toda teoría es provisional y en el desarrollo del pensamiento económico.
sujeta a revisiones históricas. La verdad, por Antes de proceder con este cometido, vamos a
tanto, no tiene ninguna base material -ni aclarar qué designa la “Historia del pensa-
siquiera como una “correspondencia con los miento económico”. Tomaremos como punto
hechos” (Tarski)- sino que es simplemente una de partida la clasificación de los saberes eco-
“noción reguladora”, un “criterio operativo de nómicos diseñada por Schumpeter en la
progreso en verosimilitud”. “Teoría Económica”, la “Econometría” (la esta-
dística aplicada a las realidades económicas) y
la “Economía Aplicada”.
3. METODOLOGIA ECONOMICA E
La “Teoría Económica” se refiere a la parte
HISTORIA DEL PENSAMIENTO de las ciencias económicas que estudia los
ECONOMICO axiomas, proposiciones y teoremas que consti-
tuyen los modelos explicativos de la actividad
En los apartados anteriores, hemos visto la económica. Identifica los componentes funda-
peculiar perspectiva angloamericana con res- mentales del sistema económico y explica las
pecto a la filosofía de la economía así como las relaciones de unos con otros. La “Econo-
principales corrientes de la filosofía de la metría” originariamente era una ciencia
ciencia moderna. Se trata ahora en este epí- auxiliar o instrumental mentada para rela-
grafe de estudiar la resonancia que han tenido cionar las construcciones teóricas con la eco-
las diversas doctrinas de la filosofía de la nomía real. Era una rama especial de la esta-
ciencia en el desarrollo histórico del saber eco- dística dedicada la medición de las magnitudes
nómico. económicas. La “Economía Aplicada”, por su
Tal como la entienden los autores ingleses y parte, es la ciencia resultante de la “Teoría Eco-
norteamericanos, la metodología económica nómica” y la “Econometría”: describe la eco-
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nomía real tanto actual como pasada (“His- la metodología económica. Después habla- 17
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toria Económica”); y en cierto sentido, predice remos de una tradición de autores que
y prescribe pautas para un mejor funciona- comienza con Stuart Mill y pasando por Senior,
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miento de la economía en el futuro. Al con- Cairnes, John Neville Keynes, Marshall llega
trario, curiosamente, de lo que podría conjetu- hasta Robbins. Abarcan prácticamente todo el
rarse, la “Historia del Pensamiento Eco- siglo XIX; y desde la perspectiva metodológica,
nómico” pertenece más a la “Teoría Eco- un tanto anacrónicamente por ser anteriores a
nómica”, como su desarrollo diacrónico, que a la puesta en marcha del Círculo de Viena, se les
la “Historia Económica”. Si toda ciencia for- suele llamar “verificacionistas”. Brevemente
malmente constituida admite, por lo menos, nos referiremos al operacionalismo aplicado a
dos vías de aproximación -la sistemática y la la ciencia económica por teóricos como
histórica- la “Historia del Pensamiento Eco- Samuelson, por ejemplo; para finalizar con
nómico” corresponde a esta segunda. No se una valoración del impacto de las tesis falsa-
trata de analizar las distintas épocas históricas cionistas en las obras de Hutchinson, Machlup,
de una circunscripción geográfica alguna, sea Friedman y Simon, entre otros. Desde luego, el
una ciudad, un país, una región, etc., desde el desarrollo de la ciencia económica en el
punto de vista económico (e.g. Inglaterra ámbito angloamericano no ha sido tan recti-
durante la Primera Revolución Industrial), sino líneo como pudiera parecer en nuestro relato -
de estudiar la evolución de las doctrinas eco- constantemente había habido interferencias
nómicas tomando el tiempo como hilo con- tanto endógenas, el “institucionalismo”, como
ductor. “exógenas”, al estilo de las ideas austríacas-
mas nos parece que con vistas a la claridad, y
Nuestra discusión en paralelo de la metodo- siguiendo la práctica habitual de los metodó-
logía económica, por un lado, y de la historia logos, es mejor retomar el estudio de estas
del pensamiento económico, por otro, se desa- influencias en otro momento.
rrollará en cuatro etapas. En la primera consi-
deraremos a los “clásicos” y “padres funda- a) La pre-historia de la metodología eco-
dores“ de la ciencia económica moderna como nómica en el s. XVIII
Smith, Malthus y Ricardo; los cuales, no obs- En cuanto tematización del buen quehacer
tante, pertenecen todavía a la “prehistoria“ de científico, la metodología es siempre un saber
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reflejo o de segundo grado con respecto a retórica, por muy primitiva que ésta sea-; lo 18
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cualquier disciplina base de la que se trate. Del único es que sus principios metodológicos no
mismo modo que, por ejemplo, antes se están formalmente poseídos como tales. Los
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aprende a hablar que estudiar sistemática- presupuestos de su investigación científica en
mente las reglas de la retórica, primero se esta- una dimensión hasta entonces inédita de la
blecen los supuestos antropológicos y socio- realidad todavía no habían sido esclarecidos,
políticos de la economía (e.g. el “egoísmo ilus- sometidos a crítica y evaluados; aunque desde
trado” como norma del comportamiento luego ya se encontraban en funcionamiento.
humano y la “mano invisible” como meca- Para estos pioneros la ciencia económica era
nismo básico del mercado extensible a otras una ciencia natural más, al igual que la bio-
instituciones sociales, ambos atribuidos a logía o la geología. En las ciencias físicas se
Smith, la teoría malthusiana sobre el aumento procedía primero con la observación de fenó-
de la población y la escasez de los recursos ali- menos, después, se formulaba una hipótesis
menticios, la formulación ricardiana de la “ley experimentable, luego venía la comprobación
de rendimientos decrecientes”, etc.) y después de la hipótesis (una especie de reproducción
se reflexiona sobre validez de los mismos en su controlada de los fenómenos), y finalmente, se
función explicativa y predictiva de la vida eco- llegaba a la conclusión en la que la hipótesis o
nómica. Por eso, en el período de gestación de bien se confirmaba o bien se refutaba (la
la ciencia económica moderna en el siglo XVIII modificación de la hipótesis anterior constituía
las indicaciones metodológicas son comprensi- el punto de partida para reiniciar el proceso).
blemente escasísimas, y se les concede además, Asímismo en la ciencia económica. La obser-
casi gratuitamente, el estatuto de una verdad vación de la conducta humana individual y de
indubitable o una evidencia. las interrelaciones humanas en el ámbito de la
Este hecho, sin embargo, no significa que economía inducía a postular la presencia de
autores como Adam Smith, Thomas Malthus y “instintos” -unas “fuerzas”, tendencias o incli-
David Ricardo no tuvieran operativamente naciones innatas de las que surgen los movi-
ningún principio metodológico alguno -vol- mientos y las acciones de los hombres-. La
viendo al anterior ejemplo, incluso el bal- hipótesis que entonces se elaboraba consiste
buceo, el hablar más llano, está sujeto a una en la descripción de la pauta que esos instintos
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poseer riquezas (no sólo el dinero, como intensidad para conseguir un resultado deter- 21
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confrontación científicamente controlada con vez que se haya comprobado, claro está, la rec- 22
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paribus, etc.)- y sólo en este sentido han de ciencia positiva de economía política y su 23
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tomarse como verdaderas. De ningún modo correspondiente arte normativo. (2) Los
pretenden predecir con exactitud lo que de sucesos económicos pueden aislarse hasta
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hecho vaya a suceder. cierto punto de los otros fenómenos sociales.
En definitiva, existen únicamente dos vías (3) El método a posteriori, esto es, la inducción
mediante las cuales cabría refutar las leyes eco- directa de teorías a partir de hechos concretos
nómicas, según Cairnes: primero, con la es inapropiado para la ciencia económica. (4)
demostración de que los principios y las condi- El procedimiento a priori, según el cual se
ciones asumidas son irreales o no se aplican al comienza con algunos datos indispensables
caso bajo estudio; y segundo, por una lógica acerca de la naturaleza humana, es el más ade-
incorrecta, o sea, que una ley específica no se cuado. (5) Debido a que el homo oeconomicus
deduzca necesariamente del conjunto de pre- es una mera abstracción, la ciencia de la eco-
misas válidas. (Cairnes no parece estar cons- nomía política trata solamente de tendencias y
ciente de que ambos procedimientos son de no de hechos empíricos. (6) La confrontación
hecho irrealizables). Lo que nunca admitiría de las teorías generadas por la economía
como fundamento para la refutación de una política con los hechos sirve sobre todo para
tesis económica es su falta de correspondencia determinar su alcance o los límites de su apli-
con los fenómenos o los hechos. cación.
Cuando John Neville Keynes escribió su “The Al igual que Stuart Mill, J.N. Keynes puso al
Scope and Method of Political Economy” en servicio de la ciencia económica su fuerte
1891, la tradición Senior-Stuart Mill-Cairnes ya talante lógico, empeñándose en esclarecer el
estaba lo suficientemente forjada como para peculiar método de ésta, como una suerte de
poder intentar su reconciliación con las doc- “lógica aplicada”. Desde el comienzo se per-
trinas de Cliffe Leslie y John Ingram de la cataba de que a diferencia de las ciencias natu-
Escuela Histórica Inglesa (la cual, a su vez, era rales, la ciencia económica estudia fenómenos
deudora de la Escuela Histórica Alemana). Las que son a la vez más complejos y menos regu-
enseñanzas fundamentales de aquella tra- lares; y por consiguiente, sus conclusiones
dición, tal como las asimiló Keynes, son las carecen de la certeza y de la universalidad de
siguientes: (1) Es posible distinguir entre una las conclusiones de las leyes físicas. No obs-
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tante, puesto que los fenómenos económicos obra fundamental en lo referente a la meto- 24
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son objetos de la observación y del discurso dología se llama “An Essay on the Nature and
cotidiano -durante su época, la jerga eco-
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Significance of Economic Science” (1935).
nómica aún no se había escindido del lenguaje Define la ciencia económica como aquella que
común y seguía al alcance de cualquier estudia el comportamiento humano en cuanto
hablante mínimamente competente- todo el relación entre medios -incluido el tiempo-
mundo se sentía y se creía legitimado para pro- escasos y con usos alternativos y fines -los
nunciarse con autoridad sobre la materia. Sin
cuales son múltiples y susceptibles de una
duda, esta tendencia generalizada contribuía
ordenación según su importancia-. Amplía el
todavía más a la confusión reinante. Por
último, en las disputas sobre el método, aparte conjunto de supuestos a priori para dar lugar a
de la celosa exclusividad con que cada postura la multiplicidad y la jerarquía de fines (la teoría
defendía la suya, también atacaba a las demás del valor), la escasez y la polivalencia de los
por su ineficacia con respecto a metas que medios (afectados por la ley de rendimientos
jamás habían pretendido cubrir. decrecientes), y la necesidad por parte del
hombre -en cuanto agente económico- de
Por lo que se refiere al Methodenstreit
(“conflicto de métodos”) que entonces se elegir unos y renunciar a otros (i.e., fines o
libraba en el continente europeo, cuyos princi- usos alternativos de los medios sujetos a la ley
pales protagonistas eran Gustav von Schmoller de la utilidad marginal decreciente). Todos
de la Escuela Histórica Alemana y Carl Menger estos postulados se consideran indiscutibles,
de la Escuela Austríaca, J.N. Keynes se hizo par- como conocimientos inmediatos, bien porque
tidario de este segundo. Defendía el estatuto son verdades analíticas o porque son hechos
de la economía política como una ciencia empíricos elementales. La aplicación de las
“positiva” (descriptiva), abstracta y deductiva, reglas de deducción lógica a estos presu-
frente a los alemanes que abogaban por una puestos permiten llegar no sólo a explicaciones
ciencia “ética” (prescriptiva o normativa), rea- de los fenómenos económicos sino también a
lista e inductiva. predicciones de los mismos, aunque exclusiva-
El último eslabón en la cadena de econo- mente de cariz cualitativo o tendencial y nunca
mistas “verificacionistas” es Lionel Robbins. Su cuantitativo ni exacto.
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Como J.N. Keynes antes que él, Robbins por medio de la economía. El paralelismo 25
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lo que las cosas son en sí mismas -su esencia- fianza” que se deposita en una hipótesis, la 26
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contentándose más bien en sus investigaciones “certeza” con que se afirma, es una función de
con descubrir y operar con las propiedades su supervivencia en las múltiples oportuni-
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medibles de éstas. Para Samuelson una teoría dades que había habido para refutar o contra-
“operacionalmente significante” es aquella decirla con hechos empíricos y medibles. La
que versa sobre datos empíricos y que puede evidencia fáctica nunca puede confirmar una
en principio refutarse aunque sólo sea bajo hipótesis; sólo puede dejar de refutarla.
unas condiciones ideales. Si la operación Como resultado de un debate con Friedman
correspondiente a una hipótesis puede reali- acerca de la tesis de la irrelevancia de la con-
zarse, aunque sólo sea mentalmente, los formidad con la realidad de las premisas de
propios resultados de esa operación consti- una teoría para la validez de sus conclusiones y
tuyen la prueba -y la operación la compro- predicciones (en inglés, el “F-twist”),
bación- de esa hipótesis. Por dicha “operación Samuelson evolucionó metodológicamente del
comprobante” habría que entender tanto la operacionalismo al descriptivismo. Según esta
medición de magnitudes físicas como la nueva postura, una teoría no es otra cosa que
función predictiva de la hipótesis. la mejor descripción disponible, en algún
estado de desarrollo de la ciencia, de algo que,
Aunque utiliza los mismos términos que
en último término, rebasa la mera descripción.
Bridgman, Samuelson se separa del sentido
En realidad no significó ningún avance en el
originario de éstos, dotándolos más bien con
debate metodológico; antes bien constituyó
tintes falsacionistas. Samuelson se sirve del una declaración de insuficiencia y resignación,
operacionalismo para la validación de las hipó- un refugiarse en una teoría “caja negra” (o
tesis en la ciencia económica y no para la for- sea, la única explicación para un fenómeno es
mación de conceptos científicos, tal como era la ausencia de la misma).
el propósito de Bridgman. En realidad,
Samuelson es un falsacionista, a pesar de que d) El falsacionismo y la metodología eco-
emplee el lenguaje del verificacionismo. Una nómica del s. XX
hipótesis se rechaza cuando sus predicciones La aparición de dificultades intrínsecas en el
no se cumplen, y se admite tentativamente verificacionismo, algunas de las cuales se mos-
mientras que no haya sido falseada. La “con- traban irresolubles, fue la causa que empujó a
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hacia las tesis popperianas del falsacionismo. A que se ha formado y trabajado primero en
Cambridge y luego en la London School of Eco-
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partir de ahora el criterio de significatividad y
de validez científica de una teoría dejaría de nomics. Su libro “The Significance and Basic
ser su comprobabilidad empírica para ser susti- Postulates of Economic Theory”, publicado en
tuida por su “falsabilidad” o “refutabilidad 1938, introduce explícitamente por primera
fáctica”. Una tesis científica no es aquella que vez las tesis popperianas en el quehacer eco-
haya sido comprobado, las veces que sean, en nómico. Divide exhaustivamente las proposi-
ciones de la ciencia económica en dos cate-
casos concretos, sino aquella que admite ser
gorías: a) tautológicas o analíticas - las que no
falseada, aunque sólo sea por una instancia
prohiben ningún “estado de las cosas”, de
particular, en sentido contrario. carácter lógico-matemático; y b) empíricas o
Desde el punto de vista metodológico, el sintéticas - las que prohiben al menos algún
nuevo panorama económico consiste, por un “estado de las cosas” concebible, propias de
lado, en los “aprioristas” como von Mises, las ciencias naturales y positivas. Propone que
Knight y Robbins, por otro lado, en los “ultra- se reduzcan las teorías económicas estricta-
empiristas” como Hutchinson, y en una mente a aquellas que son empíricamente cons-
postura intermedia, los otros teóricos como tatables (b), o en todo caso, a aquellas que,
Friedman y Lange. Para los primeros, la ciencia mediante la deducción lógicomatemática, con-
cluyen en las anteriores. A diferencia del verifi-
económica es producto exclusivo de la razón,
cacionismo ingenuo del XIX, Hutchinson no
tan exacta y universal como las matemáticas;
cree que exista comprobación empírica
es una disciplina completamente axiomática alguna, técnicamente perfecta y definitiva;
en la que se deducen conclusiones a partir de simplemente quiere superar el problema de la
una serie de postulados no susceptibles de intersubjetividad, y piensa que el recurso a la
verificación ni de refutación empírica alguna. observación directa de los hechos es el camino
Los segundos, en cambio, se pronuncian en para ello. Como una garantía más de objeti-
contra del sistema hipotéticodeductivo y de vidad, insiste en que las teorías económicas
cualquier asunción o premisa no confrontada también sean directamente verificables con
directamente con la experiencia. independencia de las unas de las otras.
ALEJO G. SISON FILOSOFÍA DE LA ECONOMÍA I. METODOLOGÍA DE LA CIENCIA ECONÓMICA
Hay una ambigüedad sobre si el requisito de Estas interrogantes abiertas son las que le 28
CUADERNOS EMPRESA Y HUMANISMO Nº 46
verificación directa para las teorías económicas llevaron a Fritz Machlup a formular su pro- 38
con pretensiones de ser científicas debe exi- puesta de la verificación indirecta en polémica
girse de las premisas y asunciones, por una frontal con Hutchinson, a quien tildaba de
parte, o de las conclusiones y predicciones, por “ultra-empirista reacio” (Rejoinder to a
otra. Hutchinson parece referirse -y así le han Reluctant Ultraempiricist, Southern Economic
interpretado sus principales críticos, Machlup Journal, vol. 22, 1956). Previamente, ya había
entre ellos- a las “generalizaciones de alto escrito otro artículo respecto al problema de la
nivel” o las “asunciones fundamentales”. Un verificación en la ciencia económica (The
ejemplo de estas proposiciones es precisa- Problem of Verification in Economics,
mente la hipótesis del homo oeconomicus, Southern Economic Journal, vol. 22, 1955).
según la cual el hombre es capaz de ordenar Inicialmente, Machlup entiende la verifi-
jerárquicamente sus deseos y preferencias y cación como el proceso en el que se establece
aprovecharse de los medios y oportunidades a el valor explicativo o predictivo de las genera-
su alcance de modo que -dentro de unos lizaciones hipotéticas; se trata de ver si los
límites- los satisfaga óptimamente. El pro- hechos observados corresponden a las conclu-
blema ahora está en que la mayoría de tales siones que se han formulado acerca de ellos.
afirmaciones son, en realidad, o “definiciones La tarea de la verificación de una hipótesis se
disfrazadas” (tautologías que son ex hypothesi divide en dos partes. Primero, se deducen de
verdaderas y válidas) o asertos que, aun siendo ella y de su conjunción con las premisas fácticas
en principio comprobables, están formulados todas las posibles conclusiones. Segundo, se
deliberadamente de tal manera que impida su confrontan estas conclusiones con los nuevos
verificación. Otra dificultad aneja está en datos obtenidos de la observación de los fenó-
determinar hasta qué punto dicha verificación menos bajo estudio. La hipótesis se conside-
directa de alguna asunción fundamental -en el raría confirmada cuando se diera una corres-
caso de que llega efectivamente a hacerse- es pondencia razonable entre las conclusiones
independiente de la comprobación también deducidas y los fenómenos observados. Dicho
directa de las otras. de otra forma -y aquí se nota la peculiar
ALEJO G. SISON FILOSOFÍA DE LA ECONOMÍA I. METODOLOGÍA DE LA CIENCIA ECONÓMICA
influencia falsacionistabastaría con que la económica sea Milton Friedman, sobre todo en 29
CUADERNOS EMPRESA Y HUMANISMO Nº 46
considera “standard” o tentativamente válida ticado” muy propio de los estadísticos y econó- 30
CUADERNOS EMPRESA Y HUMANISMO Nº 46
en función de su historial predictiva en mul- metras. De acuerdo con esta tesis, ni la refu-
titud de ocasiones concretas. La evidencia tación ni la comprobación puede ser nunca
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empírica nunca acaba de confirmar una teoría definitiva. Lo máximo al que podemos esperar
y sólo se limita a no refutarla: esto es precisa- es descubrir, a partir de cantidades finitas de
mente lo que significa que la experiencia “conocimiento imperfecto”, cuál de entre las
“corrobore” una teoría. La última evidencia a hipótesis rivales es la que tiene la mejor razón
favor de una teoría es el hecho de no haber de probabilidad. Por último, está la ortodoxia
sido refutada. Finalmente, añade rasgos dar- actual compuesto por los seguidores de un
winianos a una base popperiana cuando dice “falsacionismo innócuo”. Estos teóricos de la
que el propio mecanismo de competencia economía tienen a su favor el haberse distan-
entre teorías rivales a través del tiempo se ciado lo suficiente, al menos por lo que al
encarga de que sobreviva la “mejor” teoría talante se refiere, de las ciencias naturales.
descriptiva y predictiva. Reconocen que en la ciencia económica a
Desde Friedman se ha avanzado muy poco menudo las proposiciones sirven no sólo como
en la metodología económica. Y esto es así en una explicación del comportamiento de los
su mayor parte por la difícil aplicación de las agentes sino también como norma pres-
teorías de “revoluciones científicas” en las ver- criptiva. Y al parecer, no les importa funcionar
siones de Kuhn, Lakatos y Feyerabend respecti- con esta ambigüedad, aunque saben de sobra
vamente, al procedimiento de la ciencia eco- que no hay absolutamente nada en la filosofía
nómica. El diálogo se ha llevado a cabo más de la ciencia moderna que les permita deducir
bien, hasta nuestros días, entre las diversas la naturaleza de un óptimo social a partir de
corrientes del falsacionismo. En primer lugar unos cuantos juicios de valor fundamentales.
está el “falsacionismo ingénuo” representado
por Richard Lipsey (An Introduction to Positive
Economics, 1963), según el cual basta una
prueba decisiva con resultados contrarios para
rechazar una teoría supuestamente científica.
En segundo lugar está el “falsacionismo sofis-
ALEJO G. SISON FILOSOFÍA DE LA ECONOMÍA I. METODOLOGÍA DE LA CIENCIA ECONÓMICA
basan las decisiones económicas está intrínse- El economista y filósofo social de la Univer- 32
CUADERNOS EMPRESA Y HUMANISMO Nº 46
camente ligada a las culturas, a un conjunto de sidad de Chicago, Frank Knight, explora tres
creencias que informan la actuación (apti- modelos diferentes para la ciencia económica.
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tudes, tendencias, hábitos) de individuos y El primero sigue el patrón de la física, donde
pueblos. se renuncia a explicar y simplemente se for-
El hecho económico es fundamentalmente mulan leyes estadísticas a partir de la obser-
un comportamiento humano; y por eso, no vación de los precios de los bienes económicos.
puede entenderse de espaldas a su contexto El segundo se concentra en la utilización de la
institucional, sociocultural e histórico. Las ciencia económica para controlar la vida social
necesidades y los deseos, los fines y las metas, en conformidad con los intereses ideológicos
los modos y los medios con los que se desen- (socialismo, fabianismo, liberalismo e incluso
vuelve la acción humana, incluso en su ver- el institucionalismo). El tercero considera el
tiente económica, son todas funciones de una hecho económico como un fenómeno esencial-
variable institucional, altamente compleja y mente histórico, y en consecuencia, bien
mudable. Por “institución” hemos de entender estudia el rumbo de los acontecimientos, bien
tanto los patrones de acción que se siguen casi valora los esfuerzos, los logros y los fracasos
inconscientemente como los organismos for- individuales dentro de un marco filosófico y
males de control promovidos por el estado. Se social (así Sombart y Weber).
aboga por el “holismo” en lugar del “indivi- Knight arguye que para comprender la con-
dualismo metodológico” o “atomismo”. Sólo ducta económica es insuficiente el recurso a
de esta manera, teniendo en cuenta los condi- causas naturales, como en la física. Lo que son
cionamientos institucionales, ganará la ciencia las fuerzas para la física, eso son los motivos
económica en realismo y dejará sus estériles para la conducta humana. En la ciencia eco-
especulaciones. El método a seguir es empíri- nómica, por tanto, se trataría de encontrar el
coinductivo, i.e., la descripción y el estudio de equilibrio de fuerzas, al igual que en la
la evolución de las instituciones hasta llegar a estática. (Por eso, en la formulación de las
las generalizaciónes pertinentes, y no hipotéti- “leyes económicas” es imprescindible el
codeductivo, a partir del postulado hedonista, recurso a la cláusula de caeteris paribus: el
como proponía el neoclasicismo. fenómeno descrito y predicho por la ley se
ALEJO G. SISON FILOSOFÍA DE LA ECONOMÍA I. METODOLOGÍA DE LA CIENCIA ECONÓMICA
cumpliría si y sólo si las condiciones previstas vidad económica (i.e. una noción de bienestar 33
CUADERNOS EMPRESA Y HUMANISMO Nº 46
no varían.) Tampoco es del todo adecuado la válida para todos se vuelve irrelevante);
referencia a los deseos e intenciones como si cuanto menos específico sea, mejor para la
38
fueran hechos o datos psicológicos absolutos. libertad.
Lo más importante para el esclarecimiento de Con posterioridad a Knight, en la década de
la conducta económica es su relación con los los 50, el gran abanderado de los valores en la
valores: la actividad económica “crea” valores. teoría y metodología económica fue el pro-
Los valores se distinguen de los deseos en que fesor sueco y recipiente del premio Nobel
carecen de objetos físicos claros. Los valores no Gunnar Myrdal (The Political Element in the
son de ningún modo “verificables” porque son Development of Economic Thought, 1954)
elementos intrínsecos para cualquier interpe- Afirmó que un discurso económico libre de
tación de la conducta humana como su fin o valores es un imposibilidad. El empeño en
meta. Los valores se sitúan incluso más allá de desarrollar asertos puramente facticos y ética-
las ideas, del conocimiento intelectual, y hasta mente neutrales, así como el esfuerzo por
ese punto son “irracionales”. No obstante, los separar netamente los elementos positivos de
valores “motivan”, en un sentido realísimo, las los normativos es un ejercicio futil de autode-
acciones. cepción. Recomendó -para mantener el ideal
Frente a la dicotomía entre una visión cien- de la “objetividad” en el análisis teórico- que
tíficopositiva (descriptiva) y otra político-nor- se expusieran los valores operantes a plena luz,
mativa (prescriptiva) de la economía, Knight que se hicieran conscientes y explícitas de
adopta una postura original informada por la modo que determinaran libremente la investi-
idea “trascendental” de una libertad absoluta. gación teórica. No veía objeción alguna a una
Mas que explicar lo que sucede u obligar a los ciencia social y económica “impregnada de
agentes económicos para que lo previsto valores” con tal de que estos valores de men-
suceda, los principios económicos tienen la cionaran claramente al principio, como parte
función de salvaguardar el ejercicio de la de los presupuestos metodológicos necesarios
libertad individual: una vez que ésta haya e inevitables para cualquier investigación.
quedado garantizada, se vuelve superfluo b) Crisis y agotamiento del discurso metodo-
cualquier intento de definir el fin de la acti- lógico en la ciencia económica
ALEJO G. SISON FILOSOFÍA DE LA ECONOMÍA I. METODOLOGÍA DE LA CIENCIA ECONÓMICA
Como hemos visto en los epígrafes ante- campo de batalla entre la escuela neoclásica y 34
CUADERNOS EMPRESA Y HUMANISMO Nº 46
libertad so capa de la noción del bienestar. Hay también por la escasa consistencia teórica del 35
CUADERNOS EMPRESA Y HUMANISMO Nº 46
económica, tenemos ahora que dar un paso Chicago: Chicago University Press, 1970 (2nd. 38
hacia atrás, cuando la filosofía de la economía ed.).
todavía no se había restringido a un mero LAKATOS, Imre. Proofs and Refutations. The
estudio de procedimientos formales y aún
Logic of Mathematical Discovery. Cambridge:
comunicaba con las otras ciencias humanas y
Cambridge University Press, 1976.
sociales. Para seguir y completar el relato de la
filosofía de la economía habría que investigar, The Methodology of Scientific Research Pro-
por tanto, la “otra” tradición con la cual la grams. Philosophical Papers (vols. I & II). Cam-
corriente angloamericana ha estado en cons- bridge: Cambridge University Press, 1978.
tante pugna: la Escuela Histórica Alemana y la POPPER, Karl R. The Logic of Scientific Dis-
Escuela Austríaca. covery. New York: Harper Torchbooks, 1959
(1965 reprint).
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38
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nomic Methodology in the Twentieth Century. NOTA BIOGRAFICA
London: Allen & Unwin, 19982.
Alejo José G. Sison es doctor en Filosofía. Ha
FRIEDMAN, Milton. Essays in Positive Eco- desempeñado su tarea docente en la Facultad
nomics. Chicago: Chicago University Press, de Filosofía y Letras (Pamplona) y en el Ins-
1953. tituto de Estudios Superiores de la Empresa
(Barcelona), ambas de la Universidad de
HAUSMAN, Daniel M.(ed.) The Philosophy of Navarra, así como en el Center for Research
Economics: An Anthology. Cambridge: Cam- and Communication en Manila, Filipinas. Es
bridge University Press, 1985. investigador del Seminario Permanente
HUTCHINSON, Terence. The Significance and Empresa y Humanismo. Su campo de interés y
Basic Postulates of Economic Theory (1938). estudio se ha centrado en la ética fundamental
New York: Augustus Kelley, 1965. -especialmente desde las claves proporcio-
nadas por la filosofía clásica griega-, en la ética
MACHLUP, Fritz. Methodology of Economics en el mundo de la empresa, y en las relaciones
and Other Social Sciences. New York: Academic entre la ética, la economía y la política en la
Press, 1978. sociedad contemporánea.