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Caso 1, cliente grosero (agresivo)

María tiene una tienda de productos de belleza, el día sábado le vendió un tratamiento
para el cabello a una clienta recurrente; que no pidió asesoramiento para poder identificar
qué clase de producto ere el acorde a sus necesidades. A los dos días, dicha clienta vuelve
al negocio de María, gritando e insultado tanto a María como a sus empleadas, diciendo
que el producto que había comprado empeoro el estado de su cabello.

Como es una cliente grosera, María de manera calmada y cortes se acerca a ella, y le
pregunta cuál es el problema con el tratamiento que adquirió de su tienda. Después de
ver el producto y rectificar las necesidades de su clienta, esta le aconseja le muestra otro
tratamiento que tiene una mayor afinidad con lo que estaba buscando, y le explica porque
el producto que ella había adquirido no era el mejor en su caso. La cliente al escuchar las
razones por la que el tratamiento no produjo la acción que ella esperaba en su cabello, se
calma. María para asegurarse que la cliente vuelva a su negocio y quede satisfecha con sus
servicios, le cambia los productos y la clienta se va con una actitud diferente a la que había
llegado.

Caso 2, cliente dudativo (se le dificulta tomar decisiones)

Alonso, se divorció luego de estar casado por más de 15 años. Su mujer era quien siempre
le compraba la ropa. Luego de separarse, Alonso debe comprar un traje nuevo para una
reunión importante con las directivas de la empresa donde es gerente. Alonso no sabe
nada de moda, ni identificar las prendas que le favorezcan. En la tienda de ropa, la
encargada de entenderlo es Amelia.
Después de pasarle más de 5 trajes diferentes a Alonso, Amelia se dio cuenta que él es un
cliente dudativo, así que Amelia de manera prudente y amable se acerca a Alonso y
empieza a ayudarlo en escoger un traje que le favorezca. Asesorándole en el estilo, color y
corte que más le acentúa. Después de la ayuda de Amelia, Alonso escoge un traje, y se va
feliz por la compra que acaba de realizar, sintiéndose seguro de que fue el traje ideal para
la reunión.

Caso 3, cliente apresurado (con mucha prisa)

Juliana trabaja como recepcionista en el principal hotel de su ciudad. Una mañana llega un
empresario con mucha prisa por dejar sus cosas en su habitación, porque tiene que acudir
a una reunión con un cliente importante. Su habitación aún no se encuentra lista, porque
se esperaba su llegada a las 4 de la tarde, pero llego a las 2 P.M.

Juliana, viendo lo tenso y la prisa que tenía el empresario, le comento con su habitación
no estaba lista, pero que para evitar que perdiera su reunión o que tuviera que cargar con
sus pertenencias, le ofreció guardar su maleta en la oficina del personal, hasta que el
estuviera en la reunión o que su habitación estuviera lista. El cliente más tranquilo y
sereno se fue a su reunión.

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