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Marvi Yolanda Henao Pineda – 2171933

De pequeña crepería a empresa millonaria


Los protagonistas de esta historia son Beatriz Fernández y Eduardo Macías, quienes
se conocieron e iniciaron una relación mientras estudiaban Administración de
Empresas en el Colegio de Estudios Superiores de Administración en la ciudad de
Bogotá, Colombia, esta idea se le ocurrió a Beatriz, quien tuvo la oportunidad de viajar
con su padre a Europa y quedó fascinada con los pequeños puestos de crepes en las
calles de París, a finales de los 70, Guillermo Fernández, el padre de Beatriz, tenía un
negocio llamado “La Galería del Gourmet”, ubicado en una casona de la carrera 11
con calle 85 en Bogotá, en el que vendía productos exóticos como crema de
castañas, café Vienna, marañones Bazzini’z, brandy con sabor a melocotón, caviar
negro Romanoff y arenques, Beatriz le comentó a su padre la idea que venía dando
vueltas en su cabeza.

Emprendiendo sin experiencia, pero con muchas ganas

Entusiasmados, Beatriz y Eduardo comenzaron a adecuar el lugar para darle ese


aspecto de crepería francesa que los inspiraba, aunque ninguno de los dos tenía
conocimiento ni experiencia en la industria restaurantera, no se detuvieron frente a
este obstáculo y simplemente comenzaron aprovechando unas recetas de crepes de
la abuela de Eduardo, también, añadieron al menú waffles que encontraron en un libro
de recetas inglesas, helados, café y jugos, entre otras opciones, así nació el domingo
13 de abril de 1980 “Crepes & Waffles”.

En aquella época, en Colombia no era común el consumo de crepes ni de waffles, de


hecho, Eduardo comenta que, si hubiesen realizado una investigación de
mercados, posiblemente los clientes potenciales les habrían dicho que mejor
vendieran arepas o algo más típico del país, si bien, las crepes les quedaban muy
buenos, Beatriz admite que sus waffles no eran muy agradables, según cuenta la
emprendedora, quince días después de haber abierto por primera vez el negocio, llegó
al lugar una anciana y pidió unos waffles.

Beatriz y Eduardo quedaron sin palabras, pero reconocían que ella tenía toda la razón,
desde entonces, esa es la receta que la empresa usa para preparar los waffles con los
que han conquistado a millones de paladares.

Iniciando su proceso de expansión y consolidación en el mercado

Poco a poco el negocio empezó a crecer y a hacerse muy popular, hasta que ese
primer local les quedó pequeño. En 1983, Crepes & Waffles abre su segundo
local, ubicado en el Centro Internacional de Bogotá, en este nuevo local la barra de
madera se transformó en mesas individuales y comenzaron a ofrecer servicio
personalizado, durante los siguientes años, la compañía inició su expansión por el
territorio nacional abriendo locales en las ciudades de Cartagena, Cali y Medellín.

A medida que la empresa crecía, sus fundadores comenzaron a desarrollar planes


para apoyar a sus trabajadores y para retribuir a la sociedad, parte del éxito que
estaban logrando, pues ambos siempre han sido fieles creyentes de que el
emprendimiento debe ir de la mano con la responsabilidad social. En 1995, abren su
primer establecimiento fuera de Colombia, eligiendo a Quito, Ecuador como su nuevo
destino. Para ese momento, Beatriz y Eduardo sentían que tenían un enorme
compromiso con sus clientes, con sus trabajadores y con la sociedad, por lo que
decidieron conformar una junta directiva para que la empresa tuviera una visión más
amplia y pudiera seguir creciendo sin depender de ellos. “Hicimos un receso de 15
días para pensar qué queríamos de nuestra empresa”, dijo Eduardo en un foro
empresarial.

Luego de esos 15 días pensando, llegaron a la conclusión de que no querían ser los


más ricos ni los más grandes, sino que querían tener una empresa admirada por sus
restaurantes, por su comida, por su gente, por su responsabilidad social y por
absolutamente todo lo que hacían. Con una sólida estructura empresarial, un gran
propósito y mucha ilusión, Crepes & Waffles continuó sus planes de expansión
abriendo decenas de nuevos establecimientos cada año y llegando a países como
Panamá, Venezuela, México, Perú, Brasil, Chile y España, aunque eventualmente
tuvieron que cerrar en algunos de estos países debido a problemas administrativos.

Claves del éxito de Crepes & Waffles

Desarrollan nuevos sabores explorando ingredientes exóticos de las regiones de


Colombia y se reinventan para estar a la vanguardia en la industria gastronómica, si
hay una palabra que describa muy bien a esta pareja de emprendedores, esa es
justamente la palabra CREER, creyeron en ellos, en sus ideas, en sus talentos, en sus
trabajadores y en su manera de ver los negocios, comenta Beatriz que una de las
cosas más difíciles fue desafiar la academia y las teorías, para hacer empresa
siguiendo su intuición.

Si ambos se hubiesen dejado llevar por las teorías, seguramente habrían construido


un tipo de empresa completamente diferente, se ven a sí mismos y a sus trabajadores
como artistas que se complementan para ofrecer una obra de teatro en la que los
comensales son su público. Bajo esta premisa, la empresa no se esfuerza por ganar el
dinero de los clientes, sino su reconocimiento, sus aplausos y el que los recomienden
a otras personas, sus trabajadores son principalmente madres cabeza de
familia, muchas de ellas víctimas de violencia.

Todos sus trabajadores son apoyados a través planes de salud, educación y vivienda


diseñados para cuidarlos, capacitarlos y ayudarlos a crecer, además, la compañía
contribuye con diversos proyectos sociales y ambientales relacionados con agricultura
regenerativa, apoyo a comunidades campesinas y empoderamiento a la mujer, como
costumbre, siempre inician el día con un mensaje espiritual y palabras de aliento para
motivar a los trabajadores.

Una empresa comprometida con sus clientes, sus trabajadores y la sociedad

Actualmente, Crepes & Waffles se posiciona como una de las cadenas de restaurantes


más importantes y admiradas de Latinoamérica, con más de 190
establecimientos, más de 6 mil trabajadores y generando ingresos anuales por encima
de los $140 millones de dólares. Beatriz y Eduardo, por su parte, tienen 3 hijos
y, aunque se divorciaron en el año 2016, mantienen una buena relación y siguen
liderando su empresa con la misma convicción y pasión que los llevó a iniciarla. Se
rumoraba que la compañía estaba en venta debido a la separación de sus
fundadores, pero Beatriz desmintió esas afirmaciones con una canción de rap que se
hizo viral en Internet. Así se concluye la fascinante historia de Crepes & Waffles, una
compañía innovadora y responsable que nació gracias al ingenio y determinación de
dos jóvenes que creyeron en sus ideas, convicciones y talentos.
Considero que este emprendimiento fue muy arriesgado, pero a la vez valió la pena
haber asumido todos los riesgos que se podían presentar y que se presentaron a lo
largo del tiempo, ya que hasta el día de hoy “Crepes & Waffles” es una empresa
conocida en muchos países, además, esta historia nos enseña que a la hora de
montar un negocio, muchas veces no estamos completamente preparados para
hacerlo, no contamos con la información suficiente acerca del sector en el que nos
queremos desarrollar o tenemos muy poco conocimiento sobre el mercado al que nos
vamos a dirigir, pero todo eso no puede ser una limitación para nosotros porque a
veces, cuando queremos crear una empresa, debemos dejarnos llevar por la intuición,
creer en nuestro potencial y dejar a un lado el hecho de seguir tantas teorías al pie de
la letra.

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