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Anexo 1.

Ejemplo de análisis del contexto

La Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948, plantea los derechos básicos que todo ser humano posee ya sea de carácter civil, político, social,
económico y cultural como un ideal común, por el que todos los pueblos y naciones deben esforzarse, a fin de que tanto los individuos como las instituciones,
inspirándose constantemente en ella, promuevan mediante la enseñanza y la educación, el respeto a estos derechos y libertades, y aseguren, por medidas
progresivas de carácter nacional e internacional, su reconocimiento y aplicación universales y efectivos, tanto entre los pueblos de los Estados Miembros como
entre los de los territorios colocados bajo su jurisdicción.

Dicha declaración plantea en su artículo 26 que “Toda persona tiene derecho a la educación”1, en donde el acceso a los estudios superiores será igual para todos,
en función de los méritos respectivos. Partiendo de este este derecho es necesario hacer un reflexión de la diferencia entre integración educativa que fue el
planteamiento vigente hasta el 2008 y el proceso de inclusión educativa que rige actualmente en Ecuador, ya que entre integración e inclusión existe una
diferencia diametral; en el proceso de integración, el estudiante con necesidades educativas especiales hace una educación regular con los apoyos necesarios
y sale de aula en las áreas que presenta mayor dificultad para ser apoyado, incluso con una programación totalmente diferenciada. En la inclusión el compromiso
de la institución es mayor puesto que, la misma tiene que dar respuesta a las necesidades educativas especiales del estudiante dentro del aula y el objetivo
consiste en lograr que más estudiantes ingresen al sistema y permanezcan en él, con una oferta de calidad reconocida e inclusiva.

La Inclusión Educativa es inherente al principio de Educación para todos, la cual demanda un cambio radical tanto en la forma de concebir y desarrollar la
educación en sus aspectos curriculares, como en la actitud de los maestros y maestras frente a los estudiantes, partiendo del hecho de que los servicios educativos
deben estar pensados para todos y que cualquier estudiante pueda participar en igualdad de condiciones a través de la mayor participación en el aprendizaje, en
las culturas, en las comunidades, y reduciendo la exclusión.

La Ley Orgánica de Discapacidades en su artículo 24 sobre educación inclusiva, plantea que el Ministerio de Educación promoverá una educación inclusiva2, al
igual que la Ley Orgánica de Educación Superior (LOES) declara el principio de pertinencia dentro de aquellos de los principios que rigen el sistema de Educación
Superior en el país. El Artículo 107 plantea textualmente que “(...) El principio de pertinencia y acceso consiste en que la educación superior responda a las
expectativas y necesidades de la sociedad, a la planificación nacional, y al régimen de desarrollo, a la prospectiva de desarrollo científico, humanístico y
tecnológico mundial, y a la diversidad cultural” (Ley Orgánica de Educación Superior, 2010), Así mismo, la Ley Orgánica de Educación Superior en su Artículo 4

1
Declaración Universal de Derechos Humanos. Adoptada y proclamada por la Asamblea General en su resolución 217 A (III), de 10 de diciembre de 1948.

2
Presidencia de la República del Ecuador. Ley Orgánica de Discapacidades. Quito. 2012
plantea el derecho a la Educación Superior que consiste en el ejercicio efectivo de la igualdad de oportunidades, en función de los méritos respectivos, a fin de
acceder a una formación académica y profesional con producción de conocimiento pertinente y de excelencia 3.

La UNESCO ha identificado cuatro elementos clave como definitorios en las prácticas de inclusión de los grupos en desventaja. El primero de ellos reconoce la
inclusión como un proceso y defiende la posición de que se debe contemplar la inclusión como una búsqueda interminable de mejores formas de respuesta a la
diversidad. El segundo elemento apunta al hecho de que la inclusión supone la identificación y retirada de barreras y, en consecuencia, implica recopilar, relacionar
y evaluar información para planificar mejoras en las políticas y en la práctica. El tercer elemento establece que la inclusión tiene relación con la presencia,
participación y éxito escolar de todos los alumnos mientras que el cuarto deja claro que la inclusión implica un énfasis especial en aquellos grupos de alumnos
que pueden estar en riesgo de marginación, exclusión o fracaso escolar y supone una responsabilidad moral de garantizar que se tomen las medidas necesarias
para garantizar la presencia, participación y éxito escolar en el sistema educativo de dichos grupos (UNESCO, 2003).

En el análisis de este contexto surgen interrogantes como: ¿cuántas universidades e instituciones superiores actúan en correspondencia con este artículo?
¿Cuántas universidades incluyen programas que favorecen el aprendizaje a estudiantes en situación de discapacidad?

El acercamiento de la universidad a una educación inclusiva y, en específico, a la aceptación de las diferencias, características y necesidades de las personas en
situación de discapacidad, se vuelve controvertido y su tratamiento tiene ajustes de superficialidad extrema aun cuando el discurso parte del reconocimiento de
que la diversidad social constituye un componente fundamental que merece ser revalorizado desde los puntos de vista académico y de gestión en las instituciones
de educación superior.

La Universidad inclusiva debe ser aquel lugar donde todos son aceptados y apoyados por todos para que tengan cubiertas sus necesidades educativas, la idea
debe ser replanteada de manera que se interiorice las necesidad del tránsito de una universidad basada en la evaluación de la competencia docente o la
asimilación de las competencias generales y específicas en los estudiantes, a una universidad donde se evalúe adicionalmente la cooperación entre pares para
favorecer la inclusión (estudiante – estudiante, docente – docente, docente – estudiante, etc.). De ello dependerá que el paso del estudiante en situación de
discapacidad por las aulas universitarias se convierta en un mecanismo importante de integración social o sea percibido, por él mismo y el resto del personal
universitario.

La sociedad actual, como sociedad de derecho, ha crecido en lo referente a la promulgación de leyes y normativas a favor de la inclusión y con la clara
intencionalidad de proteger a las personas con discapacidad como uno de los sectores tradicionalmente excluidos y más desprotegidos, por su masiva
representatividad y por la gran cantidad de recursos que se necesitan para garantizar plenos accesos a determinados ámbitos como las instituciones educativas.

3
Presidencia de la República del Ecuador. Ley Orgánica de Educación Superior. Quito. 2010.
Es la enseñanza la que debe adaptarse a las necesidades del estudiante, y no el estudiante a la norma. Para lograr el objetivo de la inclusión educativa en cualquier
nivel, incluido el superior se debe luchar contra las barreras construidas por la tradición escolar, mismas que se encuentran reforzadas por determinadas culturas
escolares, que tienden a limitar la presencia y las posibilidades de aprendizaje y participación de los estudiantes con discapacidad en condiciones de igualdad.

De acuerdo a lo anterior es importante que se cuente con un docente inclusivo sensible, que a través de la observación, actitud positiva, preparación básica en
cuanto a la parte académica y una permanente y sólida auto preparación, permita estar al tanto de las características evolutivas del grupo con el que trabaja, es
decir que conozca las estrategias y métodos de estudio, sea altamente motivador y empático ante la necesidades educativas especiales asociadas a la
discapacidad; debido a que esto constituye en sí mismo, una variable que condiciona significativamente la ubicación de los individuos dentro del entramado
social, pues determina las posiciones educativo – formativas, económicas, políticas y normativas para quienes la padecen y también, de manera estructuralmente
diferente, para quienes no. Las personas con discapacidad conforman la minoría del mundo más grande y en mayor desventaja 4.

Siendo una realidad, el hecho de que muchos modelos de evaluación externa a instituciones de educación superior en el mundo y en especial en Ecuador, sobre
todo los aplicados por el desaparecido Consejo Nacional de Evaluación y Acreditación (CONEA) y el actual Consejo de Evaluación, Acreditación y Aseguramiento
de la Calidad de la Educación Superior (CEAACES), se dedican más a la valoración del acceso y la inclusión en general desde términos minimalistas que constituyen
obligaciones establecidas por las normativas vigentes como lo son los acondicionamientos arquitectónicos y la eliminación de barreras de acceso al medio físico
(rampas, elevadores) así como otros indicadores relacionados con la cantidad de becas y los criterios de asignación penetrando menos en temas más sensibles
como lo son las adecuaciones curriculares, las garantías del pleno acceso a la información de los programas y materias, los ambientes de aprendizaje, las formas
y diferenciación en la evaluación, los acompañamientos, la preparación pedagógica del claustro para asumir el reto de la inclusión en el aula universitaria, etc5.

Es por ello que, las acciones que se desarrollen, con el fin de garantizar la calidad de la formación en los diferentes niveles, deben centrarse en la propuesta de
un sistema articulado de investigación – acción, capacitación, acompañamiento, seguimiento y control del proceso de enseñanza y aprendizaje con énfasis en el
desarrollo de competencias en el plano de la transformación de las prácticas pedagógicas de los docentes, dándoles la oportunidad de generar nuevas estrategias.

En este marco la Universidad Central del Ecuador y la Facultad de las Ciencias de la Discapacidad y Atención Pre hospitalaria y Desastres cuentan con la política
que garantiza el derecho a todos los estudiantes a recibir una educación superior de calidad que significa “formación científico – técnica y humanística, para estar
en capacidad de producir conocimiento, cultura y el ejercicio de una profesión (…), sin discriminación alguna ya sea personal o colectiva, temporal o permanente

4
Espinosa, C. Gómez, V. Cañedo, C. El Acceso y la Retención en la Educación Superior de estudiantes con Discapacidad en Ecuador. Revista Scielo. Vol. 5(6), 27-
38 (2012).
4
Espinosa, C. Gómez, V. Cañedo, C. El Acceso y la Retención en la Educación Superior de estudiantes con Discapacidad en Ecuador. Revista Scielo. Vol. 5(6),
27-38 (2012).
5
Universidad Central del Ecuador. Estatuto. Editorial Universitaria. Quito – Ecuador. Julio 2010.
, que tuviera por objeto menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos”6 y leyes y políticas gubernamentales que respaldan a las personas
en situación de discapacidad. Sin embargo a pesar de estos grandes avances para la intervención de la discapacidad en Ecuador, aún existen controversias e
inquietudes desde los puntos de vista social y legal, debido a que las estrategias de acceso, permanencia y graduación y el desarrollo de las políticas institucionales
aún son insuficientes e incipientes, lo que no permite contar con una verdadera inclusión de las personas con discapacidad a la educación superior.

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