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José Luis Nolasco Robles

Controversia: enfoque conductista VS. el enfoque Psicosociolingüística

Enfoque conductista

Como antecedente de la corriente psicológica conductista, se encuentra el


planteamiento o la concepción realista de Aristóteles en relación con el conocimiento, que
sustituye el valor de los sentidos del hombre. Este postula que el ser humano es como una
tabla en blanco al nacer, por lo que todo conocimiento se obtiene del exterior al entrar en
contacto con el medio, las personas. Este pensamiento es contrario a lo postulado por Platón
(maestro de Aristóteles), para el cual, el conocimiento o las ideas fueron depositadas en
nuestra mente o nuestra alma[ CITATION Car \l 7178 ].

Se considera a John B. Watson, como el padre del conductismo. En sus inicios, esta
era más una filosofía metodológica pasiva que se relacionaba con investigaciones del
aprendizaje para inferirlas a los humanos. En esta corriente de pensamiento, la información
que llega del mundo exterior es contraria a los métodos de introspección y subjetivistas
usados en el siglo XX[ CITATION Car \l 7178 ]. Para Watson, el condicionamiento es el
paradigma experimental del conductismo, el cual tiene como características los siguientes
elementos:

• Se aprende asociando estímulos con respuestas.


• El aprendizaje está en función del entorno.
• El aprendizaje no es duradero, necesita ser reforzado.
• El aprendizaje es memorístico, repetitivo y mecánico y responde a estímulos.

John B. Watson (1878-1958), psicólogo conductista, menciona que el lenguaje


responde a los mismos principios que rigen tanto la organización muscular como visceral de
los organismos, siendo una cualidad exclusiva de los humanos; no conviniendo separar su
dominio de los otros niveles de abstracción, dado que siempre ocurren en forma colaborativa.

En cuanto a la adquisición del lenguaje, Mowrer (1954) expone que la asociación de


reforzadores positivos con la vocalización de los adultos a los niños hace que las voces de los
padres adquieran cualidades de reforzador secundario (es decir, de ser reforzantes por sí
mismas), lo que permite que los hijos desarrollen gradual sensibilidad a sonidos, oraciones,
sílabas y palabras.
Los modelos del conductismo que son más reconocidos son: el condicionamiento
clásico de Pavlov, el condicionamiento operante de Skinner y el condicionamiento vicario de
Bandura.

Podemos decir que el conductismo se caracteriza por las siguientes directrices:

1. Concepción asociacionista: el conocimiento se crea al relacionar los diferentes


acontecimientos de una situación con las consecuencias que este pueda dejar. Es lo
que podemos llamar como un estímulo y una respuesta.
2. Reduccionismo anti mentalista: la negación de los procesos y estados mentales ya
comentados. De este modo, se ve evidente el rechazo a las introspecciones, ya que la
considera como imprecisa.
3. Ambientalismo: todo principio motor de la conducta está fuera del organismo. Por lo
que el conocimiento es iniciado controlado por el ambiente.
4. Carácter pasivo del organismo: este responde a contingencias ambientales. El
aprendizaje deja de ser una cualidad intrínseca al organismo y es impulsada por el
ambiente.
5. La equipontecialidad: Las leyes del aprendizaje son igualmente aplicables a todos los
ambientes, especies e individuos. Se postula que existe una única forma desaprender:
la asociación.

Enfoque Psicosociolingüística

En 1989 fue presentado un cuadro de niños pequeños como aprendices de la


alfabetización, como resultado de los experimentos llevados a cabo con niños que estaban
entre 0 y 6 años[ CITATION Ber \l 7178 ]. Los rasgos descubiertos fueron los siguientes:

1. Casi todos los niños, en una sociedad letrada, comienzan a aprender a leer y escribir muy
tempranamente.

2. Las funciones de la alfabetización forman parte integral del proceso de aprendizaje.

3. La lectura y la escritura se desarrollan de manera concurrente e interrelacionada.

4. Aprenden la lectura y la escritura a través de un compromiso activo, construyendo la


comprensión del funcionamiento del lenguaje escrito.

Estos rasgos responden a investigaciones realizadas en hogares donde se observó que:


Si desde los primeros meses los niños han tomado contacto con materiales escritos,
juegos de letras, les han leído libros, a la edad de dos o tres años pueden identificar signos,
rótulos, logos y les gusta acercarse a los libros y experimentar con la escritura [ CITATION Ber \l
7178 ].

La alfabetización se desarrolla en la vida real donde la experiencia de los pequeños se


incorpora a actividades que tienen algún propósito más allá del aprendizaje de la lectura y la
escritura como tales: ven a los adultos leer el diario, las cartas, los prospectos; usar guías,
anotar llamados telefónicos; escribir listas de compras. Participan en juegos con instrucciones
escritas, en hacer una comida con una receta de cocina. Más que aprender la lectura y la
escritura como una habilidad abstracta, la aprenden en los aspectos funcionales de su
uso[ CITATION Ber \l 7178 ].

Se interesan por la lectura y la escritura al mismo tiempo que aprenden a hablar.


Cuando se les lee un cuento y se les pide que lo relaten, no lo repiten de memoria, sino que
reconstruyen su significado con palabras que difieren del texto. Cuando se encuentran con
materiales escritos diferencian dibujos de escrituras, desarrollan hipótesis con la intención de
comprender significados, estructuras y cadencias, aprender símbolos, relacionar el lenguaje
oral con el escrito. Los procedimientos difieren de los de los adultos, pero tienen su propia
lógica, cuando se adoptan sus propias perspectivas[ CITATION Ber \l 7178 ].

“La descripción de los niños pequeños como aprendices activos, como constructores
de la significación del lenguaje escrito es central en el concepto de alfabetización emergente.
Pero la nueva perspectiva en el desarrollo de la lectura y la escritura durante la primera
infancia también ha demostrado el papel clave que juegan los padres y otras personas letradas
como facilitadores del aprendizaje temprano de la alfabetización.”

Los niños aprenden mucho cuando los padres interactúan para alcanzar un objetivo en
esa actividad. La lectura interactiva de los cuentos tiene un poderoso efecto en el desarrollo
de la alfabetización y para promover la actividad independiente con los libros.

De sus observaciones se puede inferir que, en “una sociedad letrada”, “casi todos los
niños” inician el aprendizaje conceptual de la lectura mediante:

1. El uso de la lectura y la escritura con propósitos reales;


2. Las demostraciones espontáneas de los adultos que leen y escriben en su entorno;
3. Su interacción con los padres y/u otras personas letradas;
4. Sus propias exploraciones del material escrito.

En síntesis, ambas corrientes, corresponden y responden a una estructura social y cultural


de su época. Cada una intenta describir la manera en la que se da el proceso de adquisición
del conocimiento por parte de los niños y niñas.

Para la teoría conductista, es imprescindible el estímulo, el entorno, la repetición, la


memoria, … El niño, para poder aprender, debe tener un contacto directo con el objeto de su
conocimiento, poder tocar, sentir, oler y verlo. Por esto, el ambiente en el que este se
desarrolla es tan necesario para un bien aprendizaje.

La teoría o el enfoque psicosociolingüística, va a postular una manera muy diferente en la


que se puede aprender. Postula que esta se da en la cotidianidad de las vivencias de los niños
con sus padres, viendo lo que hacen los demás. Al ver a los demás, se sienten motivados a
hacerlo y no por imposición, no por estímulo o por las recompensas que puedan recibir a
cambio de aprender cualquier cosa.

Bibliografía
Braslavsky*, B. (s.f.). Las nuevas perspectivas de la alfabetización temprana. Lectura y Vida, 14.

Leiva, C. (s.f.). Conductismo, cognitivismo y aprendizaje. Tecnología en Marcha. Vol. 18 N.˚ 1., 67.

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