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Unidad Navojoa
UNIDAD DE COMPETENCIA I
MULTICULTURALISMO E INTERCULTURALIDAD
Alumnos:
Alejandra Durán Ruíz
Jesús Ricardo Espinoza Gutiérrez
Anel Flores Romero
Sergio Arturo Servín Verduzco
Bibiana Guadalupe Crúz Ríos
Una vez que respondas por escrito, continúa en este asunto y complementa tus
ideas con los siguientes puntos de reflexión: (Tómalos de tu análisis cultural de la
película: “1492: La Conquista del paraíso”).
3. ¿Qué papel ejercen las cartas para el análisis de esta primera etapa del
cuerpo del discurso sobre las cartas y diarios de Cristóbal Colon y las cartas
de relación de Hernán Cortes, basándonos en los exhaustivos estudios?
Las cartas Informan y narran sucesos y aspectos de la realidad pero también eran
consideradas un documento legal, pues implicaban una garantía de verdad.
8. ¿Qué explica Noé Jitrik (1983) sobre las nociones de reconstrucción de los
procesos exploratorios y reveladores de significados que se vinculan con el
presente?
Si bien la visión de América Latina como botín era común a todos los proyectos de
conquista española, quizás la mente de comerciante de Colón pensaba en un
mayor aprovechamiento de las riquezas; los colonos, con una larga trayectoria de
conquistas guerreras, veían en el saqueo y la rapiña su legítima recompensa. La
actitud de los colonos triunfó sobre el proyecto colombino y el resultado fue un
agotamiento acelerado de las riquezas materiales y de la población indígena. El
oro comenzó a escasear y los indios, sometidos a una brutal esclavización, a las
pestes traídas por los españoles frente a las cuales no poseían defensas, y a una
paupérrima alimentación, disminuyeron en cantidad -entre 1492 y 1514- de medio
millón a 30.000 individuos (Bonfil Batalla, 1990). Es este contexto de búsqueda de
recursos materiales y esclavos en el que se suceden las expediciones a tierra
firme.
La instauración de un orden colonial a partir del año 1520 marca también el origen
de la problemática actual de la cultura mexicana, extensible -salvando las
distancias- a toda América Latina. La superioridad que asumía el colonizador iba
más allá de la convicción en su "fe verdadera". Esto se ampliaba a una afirmación
de superioridad en todos los órdenes de la vida: aspiraciones materiales,
concepción del progreso, lo bueno y lo malo, aceptado y condenable. Hay dos
aspectos que destacan la diferencia entre ambos tipos de dominación (el dominio
español sobre los pueblos mesoamericanos por un lado y el dominio mexica sobre
los otros pueblos precoloniales por otro). En primer lugar la superioridad en
tecnología de guerra del imperio español, que no era un factor determinante en la
dominación entre los pueblos mesoamericanos precoloniales; el poderío se
manifestaba entre ellos en la cantidad de hombres que componían cada bando y
en una ventaja estratégica condicionada por el lugar geográfico que habitaban. En
segundo lugar, el sistema colonial de dominio lingüístico y religioso impuesto por
los españoles marca una diferencia sustancial con las formas de dominación que
se conocían en Mesoamérica: los mexicas no practicaron una política de
imposición lingüística ni religiosa sobre los pueblos vencidos.
Bonfil Batalla (B. Batalla, 1990) define como una esquizofrenia nacional que bien
puede extenderse a una esquizofrenia continental. La América imaginaria a que
hacemos referencia es la continuación, en los siglos XIX y XX, del proceso de
ficcionalización de la realidad latinoamericana en tanto negación persistente de los
grupos subalternos. Damos un último ejemplo, tomado de la historia de la literatura
uruguaya en el sentido "oficial" de esta expresión, se trata del Tabaré de Juan
Zorrilla de San Martín, erigido en "poeta de la patria" desde su Leyenda Patria. La
influencia de la caracterización de sus personajes en el imaginario uruguayo y la
necesidad de una literatura que cumpliera con la necesidad "fundacional" del
estado, en el contexto del siglo XIX, es analizada por María Inés de Torres en su
libro ¿La nación tiene cara de mujer? Mujeres y nación en el imaginario letrado del
siglo XIX (De Torres, 1995).
PARTE II
La alteridad implica que un individuo sea capaz de ponerse en el lugar del otro, lo
cual posibilita que pueda establecer relaciones con el otro; basadas en el diálogo y
la conciencia y valoración de las diferencias existentes. La alteridad puede
describirse en términos de relación del ser y del ente trascendente absolutamente;
en otro sentido: en términos de relación del ente, que no se deja aprehender en su
idea de ente separado, y del ser.
El reconocimiento del otro se ve por inercia; si una persona esta triste te pasa su
tristeza de igual manera si esta alegre. Pero no todas las personas son capaces
de sentir eso se necesita tener valores y algún sentimiento hacia la otra persona
para poder saber por lo que está pasando.
Para muchas personas el reconocer a otra persona se les hace difícil, pero el
reconocerse a ellos mismos se les complica aún más.