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Monasterio Invisible Noviembre PDF
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BETHLEMITAS
Hijas del Sagrado Corazón
de Jesús del Sagrado Corazón de Jesús
Provincia
La liturgia en este día nos invita a reconocer que el Reino de Dios está entre nosotros y
que de nuestro estilo de vida depende ser signos visibles y confiables para las nuevas
generaciones, las certezas creadas desde nuestro encuentro personal con el Señor, nos
llevarán a ser reflejo de lo que Él en su bondad ha trazado para cada una de nosotras en
la historia Bethlemita.
El número 166 del Documento Final del Sínodo «Los jóvenes, la fe y el discernimiento
vocacional» dice así:
«Debemos ser santos para poder invitar a los jóvenes a serlo. Los jóvenes han
clamado por una Iglesia autentica, luminosa, transparente y alegre: ¡solo una
Iglesia de los santos puede cumplir con estas peticiones! Muchos de ellos lo han
abandonado porque no han encontrado la santidad, ¡sino la mediocridad, la
presunción, la división y la corrupción… la Iglesia en su conjunto debe realizar un
cambio de perspectiva decisivo, inmediato y radical! Los jóvenes necesitan santos
que forman otros santos, lo que demuestra que «la santidad es el rostro más bello
de la Iglesia» (Gaudete et exultate 9).
Hay un lenguaje que todos los hombres y mujeres de todos los tiempos, lugares y culturas
pueden entender, porque es inmediato y luminoso: es el lenguaje de la santidad.»
Te alabamos Señor en esta mañana por tu bondad, por llamarnos a estar en tu presencia,
vivir en comunidad y realizar la misión con la alegría de saber que es en Tu nombre. Los
salmos que proclamamos sean una ofrenda agradable para Ti. Con fervor iniciemos
nuestra oración de la mañana.
Nos unimos ante la presencia del Señor para elevar nuestra acción de gracias por la
jornada vivida y cada una de las acciones realizadas con amor y alegría. Gracias por el
don de nuestra vocación y el de la fraternidad, nos sentimos agradecidas por toda la
bondad y gracia y nos comprometemos a ser siempre fieles siervas para el crecimiento del
Reino.
Seguimos pidiendo por que lleguen nuevas jóvenes que lleven en alto la antorcha del
Carisma y la espiritualidad Bethlemita, de la Reparación, que deseamos siga permeando
y tocando los corazones de quienes están a nuestro lado. Por eso Hermanas, si queremos
colaborar con el Señor ayudando a los jóvenes para que respondan a su llamada, el
Documento Final del Sínodo es muy claro en los medios y recursos que habría que
emplear. Dice así el número 110:
ORACIÓN VOCACIONAL
Invocación al Espíritu Santo
(Se entregará a cada Hermana un más (+) en donde ellas puedan escribir durante
la oración la petición al Señor de entregar más de cada una en su entrega y amor
al Señor)
¡Quiero darme +”
“El carisma es siempre nuevo y joven, comunica la Buena noticia de Dios, renueva
nuestras vidas y renueva nuestra comunidad; es de donde se abren siempre nuevos
caminos, métodos creativos y otras formas de expresión, signos más elocuentes,
palabras cargadas de renovado significado para el mundo joven” (DCXXIIICG,
pág94)
Darnos más para amar más y hacer más por el crecimiento del Reino, que está entre
nosotros, debemos llevar a todos al Señor e iniciar con una cultura vocacional que nos
haga decir siempre en todo cuanto hacemos: SEÑOR, QUIERO DARME +.
Padre Celestial,
Tú que nos moldeas en el vientre de nuestra madre
y nos creas con un papel concreto en la construcción de Tu Reino:
Concédenos la gracia para descubrir el más (+) en nuestra vida,
el camino en el que usemos los dones que nos has dado
para Tu mayor gloria.
Despierta en nuestros corazones el deseo de seguir Tu voluntad
y de responder con generosidad y valentía
al reconocer que Tú nos conoces mejor que nosotros mismos.
Nota: Hermanas, una vez más recordemos que el Monasterio invisible es una
oportunidad para elevar nuestras oraciones al Señor pidiendo por el aumento de
las vocaciones y de revisar nuestra respuesta vocacional. Todo el material está
sujeto a cambios de acuerdo al contexto de cada comunidad y lo que ustedes vean
que es oportuno para vivir esta experiencia con alegría y fervor.
Gracias por todo cuanto realizan en bien de la Pastoral Juvenil Vocacional. Dios
las bendiga en todo.