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DIÓCESIS DE CÚCUTA

PASTORAL VOCACIONAL

HORA SANTA VOCACIONAL


MES DE SEPTIEMBRE
 Canto
 EXPOSICION DEL SANTISIMO:
V/ Bendito, alabado y adorado sea Jesús
en el Santísimo Sacramento del altar.
R/ Sea para siempre bendito y alabado.
V/ Mi Jesús sacramentado, mi dulce amor y consuelo.
R/ Quien te amara tanto que de amor por ti muriera.

 ORACION INTRODUCTORIA:

Dios Todopoderoso, en el nombre de Jesús, hoy venimos delante de ti para alabar tu


Santo Nombre y agradecerte tus bendiciones. Tú conoces nuestro corazón y traemos
ante ti una petición específica. Hoy queremos pedirte por toda la juventud que está
alejada de ti, por cada joven, hijo que han escuchado sobre tu Hijo Amado Jesús
rechazando la verdad. Permite que cada uno de ellos pueda tener una relación
contigo, que despierten la conciencia y vean lo que ofrece este mundo solo es
pasajero y que la verdadera plenitud de la vida está en ti.

Igualmente pedimos por aquellos jóvenes que aún no han escuchado de tu nombre y
del plan de salvación que ha trazado tu hijo amado, Jesucristo.
Derrama sobre nosotros sabiduría para llegar a ellos con palabras de amor y poder
llegar a sus vidas. Que puedan salir de ese estado negativo en el que se encuentran.
Te entregamos nuestros corazones para tu honra y gloria, Y podamos llevar tu
palabra a los jóvenes que hoy lo necesitan, te lo pedimos vehementemente, En el
nombre poderoso de Jesucristo, amén.

 MOTIVACIÓN:

Hermanos, en esta tarde de bendición, donde reconocemos el amor del Señor y nos
postramos frente a Él, pidámosle que ilumine nuestra vida y nuestro caminar, donde
hay dudas, inquietudes, necesidades, problemas, ansiedades etc. Para que así
podamos abrir espacio en el corazón para él habite en nosotros. Pero de igual
manera es momento para darle gracias a él por qué te tiene aquí, porque no te deja
solo, y te quiere tal como eres. Ahí en el silencio habla con él.
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PASTORAL VOCACIONAL

Canto vocacional

 LECTURA DEL EVANGELIO: (Lucas 18, 28-30)

"Dijo entonces Pedro: «Ya lo ves, nosotros hemos dejado nuestras cosas y te
hemos seguido.» Él les dijo: «Yo os aseguro que nadie que haya dejado casa,
mujer, hermanos, padres o hijos por el Reino de Dios, quedará sin recibir mucho
más al presente y, en el mundo venidero, vida eterna.»" Palabra del señor

 Para reflexionar

Cuenta una parábola de Jesús que el hijo “más joven” quiso irse de la casa paterna
hacia un país lejano. Pero sus sueños de autonomía se convirtieron en libertinaje y
desenfreno y probó lo duro de la soledad y de la pobreza. Sin embargo, supo
recapacitar para empezar de nuevo y decidió levantarse. Es propio del corazón joven
disponerse al cambio, ser capaz de volver a levantarse y dejarse enseñar por la vida.
¿Cómo no acompañar al hijo en ese nuevo intento? Pero el hermano mayor ya tenía
el corazón avejentado y se dejó poseer por la avidez, el egoísmo y la envidia. Jesús
elogia al joven pecador que retoma el buen camino más que al que se cree fiel pero
no vive el espíritu del amor y de la misericordia.

Jesús, el eternamente joven, quiere regalarnos un corazón siempre joven. La Palabra


de Dios nos pide: «Eliminen la levadura vieja para ser masa joven». Al mismo
tiempo nos invita a despojarnos del «hombre viejo» para revestirnos del hombre
«joven». Y cuando explica lo que es revestirse de esa juventud «que se va
renovando» dice que es tener «entrañas de misericordia, de bondad, humildad,
mansedumbre, paciencia, soportándose unos a otros y perdonándose mutuamente si
alguno tiene queja contra otro». Esto significa que la verdadera juventud es tener un
corazón capaz de amar. En cambio, lo que avejenta el alma es todo lo que nos separa
de los demás. Por eso concluye: «Por encima de todo esto, revístanse del amor, que
es el vínculo de la perfección».

Advirtamos que a Jesús no le caía bien que las personas adultas miraran
despectivamente a los más jóvenes o los tuvieran a su servicio de manera despótica.
Al contrario, Él pedía: «que el mayor entre ustedes sea como el más joven». Para Él
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la edad no establecía privilegios, y que alguien tuviera menos años no significaba


que valiera menos o que tuviera menor dignidad.

La Palabra de Dios dice que a los jóvenes hay que tratarlos «como a hermanos», y
recomienda a los padres: «No exasperen a sus hijos, para que no se desanimen». Un
joven no puede estar desanimado, lo suyo es soñar cosas grandes, buscar horizontes
amplios, atreverse a más, querer comerse el mundo, ser capaz de aceptar propuestas
desafiantes y desear aportar lo mejor de sí para construir algo mejor. Por eso insisto
a los jóvenes que no se dejen robar la esperanza, y a cada uno le repito: «que nadie
menosprecie tu juventud».

Sin embargo, al mismo tiempo a los jóvenes se les recomienda: «Sean sumisos a los
ancianos». La Biblia siempre invita a un profundo respeto hacia los ancianos, porque
albergan un tesoro de experiencia, han probado los éxitos y los fracasos, las alegrías
y las grandes angustias de la vida, las ilusiones y los desencantos, y en el silencio de
su corazón guardan tantas historias que nos pueden ayudar a no equivocarnos ni
engañarnos por falsos espejismos. La palabra de un anciano sabio invita a respetar
ciertos límites y a saber dominarse a tiempo: «Exhorta igualmente a los jóvenes para
que sepan controlarse en todo». No hace bien caer en un culto a la juventud, o en
una actitud juvenil que desprecia a los demás por sus años, o porque son de otra
época. Jesús decía que la persona sabia es capaz de sacar del arcón tanto lo nuevo
como lo viejo. Un joven sabio se abre al futuro, pero siempre es capaz de rescatar
algo de la experiencia de los otros. ( Exhortación apostólica postsinodal christus vivit)

SILENCIO: (pongamos en las manos de Jesús Sacramentado todas nuestras


intenciones, necesidades, angustias, tristezas, inquietudes… Momento de silencio)

 Canto: No adoréis a nadie, a nadie más que a Él…

 Preces. Llenos de alegría y gozo por sentirnos llamados a la gran misión de


anunciar la Buena nueva a todos los hombres, dirijamos al Padre nuestra
oración confiada.

- Por la Iglesia de Dios, para que ore siempre como Cristo nos enseñó,
roguemos al Señor. R/ Te rogamos, óyenos.
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- Por los consagrados, sacerdotes, religiosos y religiosa; para que encuentren


siempre tiempo dedicado a la oración, roguemos al Señor. R/ Te rogamos,
óyenos.
- Por los cristianos del mundo, para que la oración sea seguridad en las horas
de angustia y duda, roguemos al Señor. R/ Te rogamos, óyenos.
- Por la juventud, para que busque en la oración la fuerza y el camino de la
verdad, roguemos al Señor. R/ Te rogamos, óyenos.
- Para que sean muchos los que sientan la llamada a la vida sacerdotal,
religiosa y matrimonial; y nosotros sepamos ser ejemplo y modelo para ellos,
roguemos al Señor. R/ Te rogamos, óyenos.
- Por todos nosotros, para que en la oración busquemos espíritu de servicio a
los demás, roguemos al Señor. R/ Te rogamos, óyenos.

Oración: Oh Jesús, que con tu ejemplo nos enseñaste a unir nuestra vida a
la voluntad del Padre, para salvación del mundo: haz que seamos, por nuestra
oración, testigos de la fe y salvadores de nuestros hermanos. Tú, que vives y
reinas, por los siglos de los siglos. Amén.

Elevemos al Padre eterno, sustento de toda vocación, la oración que su Hijo,


Jesucristo, nos enseñó: Padre nuestro…

 Canto de adoración
 ORACIÓN LITÁNICA POR LAS VOCACIONES

Corazón Sacratísimo de Jesús, R/ dadnos sacerdotes santos.


Para afirmar y aumentar nuestra fe, R/ dadnos sacerdotes santos.
Para alentar nuestra esperanza, R/ dadnos sacerdotes santos.

Para hacer más fecunda nuestra caridad, R/ dadnos sacerdotes santos.


Para ayudarnos en la práctica de todas las virtudes, R/ dadnos sacerdotes santos.
Para que todas las gentes conozcan tu santa doctrina, R/ dadnos sacerdotes santos.
Para combatir el error y buscar la reconciliación, R/ dadnos sacerdotes santos.
Para cristianizar la sociedad, R/ dadnos sacerdotes santos.
Para sostener tu Iglesia, R/ dadnos sacerdotes santos.
Para enseñar las riquezas de tu Sagrado Corazón, R/ dadnos sacerdotes santos
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 Canto: “pescador de hombres”

V/ Bendito, alabado y adorado sea Jesús


en el Santísimo Sacramento del altar.
R/ Sea para siempre bendito y alabado.
V/ Mi Jesús sacramentado, mi dulce amor y consuelo.
R/ Quien te amara tanto que de amor muriera.

 ORACION PARA PEDIR A DIOS UN NUEVO OBISPO

Padre Misericordioso, que escuchas el clamor de tu pueblo, te pedimos que envíes a


nuestra Diócesis de Cúcuta un obispo según tu corazón, capaz de salir al encuentro
de todos con bondad y cercanía paternal; que ame a sus sacerdotes y fomente en
ellos la santidad y la fidelidad al ministerio; que reconozca en las munidades
religiosas y movimientos apostólicos la riqueza de los carismas; que ame y haga
sentir amados a los agentes de pastoral para que se llenen de un nuevo ardor
evangelizador y misionero; que sea para los niños y jóvenes un ejemplo a imitar;
para los enfermos y los desamparados un padre que auxilia, acompaña, reúne y
protege; y para toda nuestra Diócesis maestro y artífice de comunión.

Concédenos, por intercesión de la Santísima Virgen María y de San José, nuestro


patrono, que en nuestra Iglesia particular se dé una nueva primavera en donde la
alegría y el testimonio sean el distintivo del trabajo pastoral y una manifestación de
la presencia de tu Espíritu en medio de nosotros.

Te lo pedimos por Jesucristo tu Hijo, el Buen Pastor que da su vida por sus ovejas,
nuestro Salvador, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios,
por los siglos de los siglos. Amén.
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 Alabanza:
Bendito sea Dios.
Bendito sea su Santo Nombre.
Bendito sea Jesucristo verdadero Dios y verdadero Hombre.
Bendito sea el Nombre de Jesús.
Bendito sea su Sacratísimo Corazón.
Bendito sea su Preciosísima Sangre.
Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar.
Bendito sea el Espíritu Santo Consolador.
Bendita sea la Madre de Dios, María Santísima.
Bendita sea su Santa e Inmaculada Concepción.
Bendita sea su gloriosa Asunción.
Bendito sea el Nombre de María Virgen y Madre.
Bendito sea San José su castísimo esposo.
Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos.

 Señor danos sacerdotes.


 Señor danos muchos sacerdotes.
 Señor danos muchos y santos sacerdotes.

 Oremos

Oh Dios, que en este admirable sacramento nos dejaste el memorial de tu Pasión, te


pedimos nos concedas venerar de tal modo los sagrados misterios de tu Cuerpo y de
tu Sangre, que experimentemos constantemente el fruto de tu redención. Tú que
vives y reinas por los siglos de los siglos. R/ Amen.

Breve silencio… Bendición…

 RESERVA DEL SANTÍSIMO


 CANTO FINAL (Demos gracias al señor)

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