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La poesía del 39 hasta los 70

Tras la guerra, Unamuno, Machado y Lorca han muerto, y Miguel Hernández escribe desde la cárcel.

Poesía de los años 40 (poesía testimonial):


Los poetas exiliados, como Alberti, Salinas, Cernuda y Juan Ramón Jiménez encuentran más libertad para escribir
lo que piensan, lejos de la censura del régimen franquista. El tema más común en su poesía es la añoranza de
España, aunque también escriben sobre el país que les acoge.
En España, los poetas se dividen en dos grupos opuestos:

Poesía arraigada:
Sus autores comparten un hondo sentimiento religioso. Publican sus poemas principalmente en las revistas
Escorial y Garcilaso, que gozan del apoyo del régimen franquista.
Su poesía es sencilla y ofrece una visión positiva del mundo.
Destacan Luis Rosales (La casa encendida) y Leopoldo Panero (Canto personal).

Poesía desarraigada:
Surge como contrapunto de la anterior, a raíz de la publicación de Hijos de la ira de Dámaso Alonso y de Sombra
del paraíso de Vicente Aleixandre. Publican sus poemas principalmente en la revista Espadaña, fundada por
Victoriano Cremer y Eugenio Nora.
Su poesía es desgarradora, lejos de toda armonía y serenidad.

Poesía de los años 50 (poesía social):


En esta época los poetas abandonan el tono pesimista y la angustia existencial, para buscar una poesía
comprometida que denuncie el autoritarismo y las injusticias.
Utilizan un estilo directo, sencillo y coloquial.
Destacan Gabriel Celaya (Cantos íberos), Blas de Otero (Pido la paz y la palabra) y José Hierro (Cuanto se de mi).

Poesía de los años 60 (poesía del conocimiento):


En esta época, surge un grupo de autores que cultivan una poesía más personal e intimista, convencidos de que
emplear la poesía como arma política no ha sido eficaz. Su desacuerdo con el mundo se manifiesta a través de
un cierto escepticismo.
Mantienen el tono coloquial, pero depuran y cuidan mucho más el lenguaje.
Destacan Ángel González (Áspero mundo), Claudio Rodríguez (Conjuros) y Jaime Gil de Biedma (Compañeros de
viaje), José Ángel Valente (La memoria y los signos).

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