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la Tecnología y
de la Innovación
Economía de
la Tecnología y
de la Innovación
Gabriel L. Yoguel
Carpeta de trabajo
Diseño original de maqueta: Hernán Morfese
Procesamiento didáctico: María Inés Silberberg / Marina Gergich
ISBN: 978-987-1782-81-9
Bibliografía obligatoria
Actividades
Para reflexionar
Índice
Introducción
Aspectos generales del curso .........................................................11
Problemática general del campo ..................................................11
Objetivos del curso .....................................................................11
Organización del curso ...............................................................12
Tecnología e innovación: visión general de la materia....................12
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3.4. Características estilizadas del nuevo paradigma intensivo
en información ................................................................................67
3.5. La etapa actual del progreso técnológico ...................................68
3.6. Innovaciones organizacionales ..................................................74
8
6.4. El tamaño de los agentes: un elemento condicionante
de la capacidad innovativa .............................................................131
6.4.1. La capacidad innovativa de los agentes,
la inserción externa, el dinamismo en el mercado y la característica
de los productos elaborados.....................................................132
6.4.2. El tamaño de los agentes: un elemento condicionante
de la capacidad innovativa........................................................133
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Introducción
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Esta teoría parte de una concepción de la firma según la cual los agentes
económicos son sujetos que actúan con un criterio maximizador de ingresos
o minimizador de costos. Estos agentes toman sus decisiones en un marco
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dediquen sobre todo a lo que ocurría en los mercados, concentrando los Coase considera co-
estudios en el sistema de precios como factor de coordinación de las ac- mo visión neoclásica
aquella según la cual la em-
tividades económicas, dadas la tecnología y las preferencias de los consu- presa es una unidad indife-
midores y por tanto desechen el rol de las organizaciones y la importancia renciada que interactúa en
el mercado con consumido-
clave de la estructura institucional de la producción. Dado que se ignora res y oferentes de factores
lo que ocurre entre el momento de compra de los factores y de venta de de producción. En ese es-
la producción, la empresa pasa a constituir una caja negra, lo cual resul- quema, la empresa es toma-
dora de precios y el merca-
taba llamativo debido a que el modo como los recursos son empleados de- do y el sistema de precios
pende de cómo las organizaciones manejan sus negocios, es decir de lo se convierten en el único
mecanismo asignativo de
que ocurre dentro de la organización antes de que existan transacciones recursos del sistema.
en el mercado de los productos elaborados. Coase se interroga por lo tan-
to acerca de para qué serviría el empresario como coordinador de activi-
dades si en el modelo neoclásico los precios constituyen el único elemen-
to coordinador del sistema. En su crítica, considera que el mercado no de-
be ser visto sólo como precios y cantidades transadas, sino especialmen-
te como un conjunto de arreglos institucionales. Por otro lado, en el inte-
rior de la empresa los trabajadores se desplazan y ejecutan acciones no
por cambios en el sistema de precios relativos sino porque cumplen órde-
nes estipuladas en los contratos que se establecen. En este sentido, se Éstos establecen las
obligaciones del fac-
pregunta por qué los economistas neoclásicos como Clark, Knight y tor a cambio de la remune-
Robertson introducen la organización como cuarto factor productivo (ade- ración que se les fija, es de-
cir se establecen los límites
más del trabajo, el capital y la tierra) si los coordinadores del sistema son a los que se somete el sumi-
los precios. Y, más aún, ¿por qué la coordinación es función de los pre- nistrador.
cios en un caso y de los empresarios en otro? Con relación al rol coordi-
nador del empresario, Coase coincide con Dobb en que “el empresario de-
sempeña el papel de célula de un gran organismo, casi totalmente incons-
ciente del papel que juega en su conjunto”.
Según Coase, el empleo del mercado y del sistema de precios implica
costos tales como la necesidad de i) descubrir los precios relevantes, ii) es-
tablecer contratos, iii) realizar inspecciones, efectuar acuerdos en caso de
disputas debido a la existencia de incertidumbre y a la necesidad de prede-
cir las necesidades de los consumidores.
Esos “costos de transacción” en las compras-ventas efectuadas a través
del mercado justifican la existencia de la empresa, en especial cuando los
costos internos de coordinación son menores a los costos de transacción. Según Coase, el úni-
co campo de la eco-
Para autores como Williamson, para quien la empresa constituye un con- nomía en el que se empleó
junto de “agentes interactivos, recursos, información y rutinas que aparece desde los inicios el concep-
to de costo de transacción
como un medio de organización de las actividades económicas”, la dicoto- es el relativo a la evolución
mía existente en la organización de las transacciones adquiere la forma de y el uso del dinero. Así, el
una interacción entre jerarquía y mercados. uso del dinero como medio
de cambio tiene su explica-
La distinción entre el mercado como no planificado y la empresa como ción en los elevados costos
planificada necesita especificarse porque puede tender a sobrevalorar la de transacción existentes en
una economía de trueque,
consideración de las empresas como conjuntos jerárquicos en los que los en la que cada agente tiene
subordinados se limitan a poner en práctica las decisiones de la jerarquía. que disponer de tiempo pa-
Así, el contraste entre autonomía de los agentes e igualdad en los mercados ra encontrar un demandante
y un oferente específicos.
por una parte y la subordinación y jerarquía en la empresa por la otra corre
el riesgo de oscurecer la discrecionalidad real del agente y las ambigüeda-
des de las relaciones en el interior de la firma (principal-agente), dado que
la empresa es concebida como una suma de contratos: “una vez concluidos
los contratos la mayor parte de los agentes son requeridos para que actúen
bajo la dirección de sus superiores jerárquicos”. Por lo tanto, no actúan
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reales. Su conclusión más fuerte es que se necesita más investigación em- Con respecto al
pírica vinculada con los contratos y sus costos. comentario de
Williamson de que Coase
Golberg (citado por Puterman) sostiene que mientras en el mercado el in- no señalaba los factores de-
tercambio es anónimo, en la empresa –concebida como una institución so- terminantes de la elección
de la empresa por sobre la
cial que ha desarrollado normas específicas (cultura y rutinas) con el paso coordinación del mercado,
del tiempo- es “relacional”. El establecimiento de reglas o normas para go- responde que “las interrela-
bernar la evolución futura apunta a disminuir los riesgos y las incertidumbres ciones que gobiernan la
combinación mercado-je-
asociadas con esa relación. A su vez, Puterman sostiene que el proceso de rarquía son extremadamen-
mercado asegura una asignación óptima de recursos sólo hasta el punto en te complejas”.
el que las características de los insumos son conocidas por todos los que
concurren al mercado. Si, por el contrario, las características de los insumos
pueden ser mejor conocidas a través de su utilización y/o si la información
sobre los mismos se comunica pobremente a través del mercado por racio-
nalidad acotada, información imperfecta, la asignación de recursos por una
organización que los controla durante un período puede conducir a una utili-
zación mas eficiente de los mismos.
La falta de relevancia empírica de la teoría neoclásica para explicar los
cambios producidos en la estructura productiva derivó también en nuevos de-
sarrollos que -en el marco de la nueva teoría del comercio internacional y de
la teoría del crecimiento- cambiaron algunos de los supuestos del modelo
neoclásico estándar. Así, por ejemplo, Grossman y Helpmann (1991) desa-
rrollan una teoría del crecimiento que endogeiniza el progreso técnico en la
función de producción y que muestra que la posibilidad de interacción estra-
tégica entre agentes, las actividades de investigación y desarrollo, la existen-
cia de economías de escala y los procesos de aprendizaje resultan centrales
para la creación de ventajas competitivas y para explicar el patrón de espe-
cialización de los agentes en el comercio exterior. A partir de un esquema de
equilibrio general, consideran que las decisiones de los agentes de invertir
en investigación y desarrollo y los beneficios de las innovaciones asociadas En ese marco teóri-
co, el proceso de ge-
con ellos dependen de las condiciones de funcionamiento del conjunto de neración de conocimientos
mercados. Así, el proceso de acumulación de conocimiento genera endóge- se limita a los desarrollados
en laboratorios de investi-
namente las ganancias de productividad que sostienen el crecimiento. gación y desarrollo forma-
les.
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dado el nivel de salarios y uno de los precios se determinan los k-1 pre-
cios y la tasa de beneficio.
Esto le permitió a Sraffa construir un sistema productivo en el que el
tratamiento del capital no sea agregado y en el que se rompe con la linea-
ridad insumo-producto tradicional. La segunda cuestión alude a que dado
que en la producción de mercancías pueden intervenir todas las mercan-
cías, es difícil diferenciar cuáles son insumos y cuáles productos y por lo
tanto se hace difusa la idea de “costo de producción”. La primera cues-
tión implica que en un sistema económico el capital debe pensarse en tér-
minos desagregados y compuesto por mercancías que a su vez requieren
trabajo acumulado en diversos momentos del tiempo y mercancías. Por lo
tanto, cualquier mercancía puede ser descompuesta en cantidades de tra-
bajo que corresponden a fechas distintas. Cada uno de estos términos –el
trabajo correspondiente al período 1, 2, 3, 4, 5, etc. - se capitalizan con
tasas de beneficio acumuladas durante los períodos que correspondan (1,
2, 3, 4 ó 5). En ese sentido, el valor de un determinado bien de capital en
un momento dado del tiempo es la sumatoria de valor del trabajo acumu-
lado (tiempo de trabajo multiplicado por el salario medio), correspondien-
te a distintos períodos, con la tasa de beneficio que corresponda. Por lo
tanto, al aumentar la tasa de beneficio del sistema y por lo tanto disminuir
la tasa de salario, el valor de una mercancía sufrirá tirones en distinta di-
rección: aumentará el valor relativo del trabajo correspondiente a períodos
más antiguos y disminuirá relativamente el valor de los términos corres-
pondiente a trabajos más recientes. Esto explica lo que en la literatura
neorricardiana se denomina recambio de técnicas que se contrapone a la El recambio de téc-
nicas consiste en la
idea neoclásica de un ordenamiento perfecto del conjunto de técnicas de posibilidad de que una téc-
más intensivas en trabajo a más intensivas en capital a medida que el sa- nica intensiva en capital -es
decir, utilizada cuando los
lario se va elevando con relación a la tasa de beneficio. salarios relativos son eleva-
Por lo tanto, el precio relativo entre dos mercancías puede ir cambiando dos- pueda ser nuevamente
continuamente al variar la distribución del ingreso, es decir la relación en- usada cuando los salarios
relativos son bajos. Esto es
tre la tasa de salarios y la tasa de beneficios. De tal forma, al aumentar la posible debido a que el ca-
tasa de beneficio se incrementaría el precio relativo de las mercancías en pital no puede ser concebi-
do como un agregado ho-
las que la relación de medios producción a trabajo sea mayor al promedio mogéneo. Por el contrario,
y disminuirían aquellas en las que esta relación sea inferior a la media. Co- es heterogéneo y su valua-
mo dice Sraffa, si los precios relativos no variaran, existirá déficit en las ción requiere de precios que
a su vez dependen de la dis-
primeras industrias y superávit en las segundas. La única mercancía que tribución del ingreso, o sea
no requeriría aumentos o bajas de precio es aquella que utiliza una relación de la relación entre benefi-
cios y salarios.
equilibradora de trabajo a medios de producción y que esa relación se re-
pitiera en todas las mercancías necesarias para producir las mercancías
necesarias para producir esta mercancía. Como es evidente, esa mercan-
cía no existe y sólo puede tratarse de una construcción teórica.
En suma, si bien estas teorías tienen un tratamiento desagregado de
los bienes de capital, no incluyen en forma explicita el conocimiento y el
desarrollo de procesos de aprendizaje como elementos determinantes del
sistema.
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dirección del cambio técnico?; iii) ¿de qué depende la proporción de cambio
técnico?
Uno de los elementos diferenciadores en sus teorías reside en que no es
posible tener acceso al conocimiento técnico existente como si fueran libros
de una biblioteca. Los agentes tienen un conocimiento muy imperfecto so-
bre las técnicas productivas que no utilizan; más aún, si las empresas son
llevadas a cambiar una técnica productiva por otra llevan a cabo un proceso
de búsqueda sin ninguna certeza de poder encontrar una mejor que la utili-
zada. A lo sumo pueden partir de la premisa de que “el mejor modelo proba-
bilístico para la búsqueda se obtiene bajo el supuesto de que la probabilidad
de encontrar una técnica superior depende del tiempo invertido en la bús-
queda”. En los modelos desarrollados por Nelson y Winter, las firmas desa-
rrollan una búsqueda estocástica (probabilística), mientras que el mercado
selecciona conductas, no siempre las mejores. Es decir que no sólo existen
fallas en la búsqueda –que es la manera en que opera normalmente el mer-
cado-, sino también fallas en la selección.
En los modelos desarrollados i) la población de empresas tiene ciertas
variables de estado (cantidad de capital, estado de la técnica utilizada, es-
fuerzos de investigación y desarrollo, etc.), ii) existen ciertos postulados de
conducta relativos a las actividades de investigación y desarrollo y iii) ciertas
condiciones que vinculan los precios de los factores y de los productos con
la demanda de factores y la oferta de producto. Dadas estas condiciones,
las firmas efectúan búsquedas de cambio tecnológico de naturaleza proba-
bilística, incierta e impredecible.
En uno de los modelos desarrollados bajo esas premisas por Winter, se
suponen reglas de transición entre dos períodos que cumplen las siguientes
condiciones: i) las empresas que tienen beneficios se expanden sin cambiar
los métodos de producción, ii) las no rentables se contraen cuando cambian
la técnica y las que tienen ganancia no cambian. Dadas estas reglas, el pro-
ceso converge a ganancia 0 para todos los agentes y a un proceso de estan-
camiento.
En otro modelo, Nelson, Winter y Schuette parten de las siguientes pre-
misas: i) las empresas conservan las técnicas producidas si la tasa de be-
neficio sobre el capital es superior a un nivel considerado adecuado; ii) si la
tasa cae por debajo de ese nivel las empresas buscan nuevas técnicas o imi-
tan a otras empresas; iii) las empresas adoptan una nueva técnica si la ta-
sa de beneficio esperada es superior al nivel medio considerado adecuado;
iv) las empresas invierten sus ganancias netas de reparto de dividendos; v)
existe libre entrada; vi) los salarios son determinados por el modelo, es de-
cir, son endógenos. Sobre la base de estos supuestos, se efectuaron diver-
sas simulaciones en computadoras modificando algunos de los parámetros
iniciales. Las simulaciones se efectúan sin acudir a función de producción al-
guna para los agentes y los cursos de acción alternativos que se simulan de-
penden de las condiciones paramétricas iniciales.
En otros modelos, se supone que la búsqueda de nuevas técnicas no es
el resultado de situaciones adversas sino la consecuencia de prácticas ruti-
narias. En el marco de situaciones iniciales heterogéneas, no necesariamen-
te las mayores inversiones en R&D están asociadas a mejores resultados.
Los resultados de la búsqueda son a lo sumo probabilísticos. Como se verá
en próximas unidades, ésta parece ser una cuestión clave en el desarrollo
de nuevos métodos de medición y evaluación de las actividades innovativas
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Referencias Bibliográficas
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Existe una amplia literatura que considera que junto con la globalización y
la tercera revolución industrial centrada en las tecnologías de la información
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res culturales, la explicación más aceptable parece ser otra. El dilema que
enfrentaba el Japón en la posguerra -ausente en la mayor parte de los paí-
ses desarrollados de occidente- era cómo obtener ganancias distintas a
las derivadas de las economías de escala típicas de la producción en ma-
sa cuando la demanda era reducida y con fuertes variaciones en sus es-
pecificaciones. El desafío enfrentado por el Japón residía, por lo tanto, en
cómo otorgar flexibilidad a los puestos de trabajo para que se pudieran
ajustar a las oscilantes condiciones y especificaciones de la demanda.
La flexibilidad buscada llevó, entre otros aspectos, a otorgar una mayor
autonomía de los trabajadores en el proceso de trabajo. Esa autonomía,
por su parte, exige un conocimiento general y amplio de los procesos pro-
ductivos y un involucramiento importante en la minimización de los defec-
tos y en la maximización de las mejoras.
El desarrollo de este proceso requirió, por lo tanto, alejarse del esque-
ma taylorista que limitaba la actividad de los trabajadores a repetir movi-
mientos definidos por otros y dejaba la capacidad de pensar al personal
especializado, y del esquema fayolista, que transformaba cada sección o
departamento en unidades con lógicas propias y aisladas. Este nuevo pa- Fayol concentró su
atención en las fun-
radigma de gestión centrado en la flexibilidad, la polivalencia y la motiva- ciones de la dirección de la
ción de los trabajadores, que comenzó en el Japón de la segunda posgue- empresa y realizó un traba-
jo complementario al de
rra, fue adecuado más adelante al nuevo paradigma tecnológico de la mi- Taylor. Sus estudios se cen-
croelectrónica. tran en la necesidad de pro-
La cooperación asociada a estas nuevas formas de organización de la ducir una separación estric-
ta de funciones y en la ne-
producción y de la gestión es la consecuencia de la aplicación del calculo cesidad de fragmentar las
económico en la fábrica. Es decir, en cada uno de los agentes que inter- tareas, lo que se manifiesta
en una estricta jerarquía.
vienen en un determinado proceso productivo se incorpora la idea de que
sus ingresos dependen de los resultados económicos y del comportamien-
to agregado de la empresa en la que trabajan. Como resultado, en el
Japón de la posguerra, enfrentando la resistencia de los trabajadores, se
eliminan los sindicatos por rama - predominantes en la mayor parte de los
países, cuya actividad influía no en una empresa específica sino de todo
un sector- y se imponen sindicatos por empresa y mercados internos de
trabajo. De esa forma, las heterogeneidades presentes en el interior de
una rama se manifestaron en negociaciones y convenios muy disímiles y
en rotaciones muy reducidas del personal. En ese marco, el involucramien-
to negociado tenía una contrapartida económica para los involucrados.
2.4. El Sistema Toyota. Resumen de sus elementos constituyentes Esta sección se basa
en Coriat (1992),
Pensar al revés, Siglo XXI.
Como hemos visto, en el Japón de los años ‘50/’60 fue objetivo cen-
tral responder al desafío de aumentar la productividad en un contexto de
estancamiento de las cantidades producidas, esto es, cómo producir pe-
queñas cantidades de numerosos modelos de productos. Con posteriori-
dad, a este objetivo se agregó adicionalmente cómo hacer frente a au-
mentos de la demanda sin aumentar al personal empleado.
Una visión abarcativa de las propuestas y transformaciones que consti-
tuyen los métodos japoneses de producción conocidos como Ohnismo (a
partir de la experiencia de Ohno, ingeniero en jefe de la fábrica Toyota,
quien desarrolló e implementó los cambios organizativos), o bien Toyotismo
o Sistema Toyota, debe tomar en cuenta dos instancias complementarias:
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a) por un lado, las nuevas propuestas organizativas a nivel del taller o fá-
brica, y b) por el otro, las modalidades particulares de vinculación entre fir-
mas, y, muy especialmente, entre las empresas madres y sus empresas
proveedoras y subcontratistas.
De este modo, una de las contribuciones centrales de la escuela japo-
nesa de gestión de la producción reside en que la misma ha sabido com-
binar innovaciones referidas a la organización interna de la producción,
con innovaciones relativas a las relaciones entre las firmas. La innovación
organizacional intrafirma se conjuga con innovaciones organizacionales
en las relaciones interfirmas, reforzando recíprocamente la eficiencia de
cada una (Coriat, op. cit.).
El contexto histórico japonés, en el que se desarrolló el toyotismo, re-
conoce varias fases:
d) la cuarta fase fue la extensión del método Kan Ban a los subcontra-
tistas.
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a. La fábrica:
• Producción en el momento preciso:
- El método Kan Ban
• Autonomatización y autoactivación de la producción:
- Desespecialización y polivalencia del obrero
- Tiempo compartido
a. La Fábrica
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II. La dirección por los ojos implica concebir una organización general de
la producción que permite hacer visible todo lo superfluo, todo lo que se pue-
da aligerar: “hace visible el desarrollo del proceso de producción al hacer po-
sible una visualización de cada uno de los acontecimientos susceptibles de
producirse” (exceso o falta de insumos, interrupción o disminución de la ve-
locidad del flujo por problemas de distinto tipo, etcétera).
La dirección con los ojos viene asociada a un conjunto de tableros, infor-
maciones e indicadores que precisan los operarios en cada puesto para to-
mar decisiones, entre ellas pedir ayuda y/o detener la línea de producción.
Ello se materializa en lo que se denomina el Andon, que consiste en un indi-
cador luminoso suspendido sobre la línea. Está en verde si todo marcha
bien; si un trabajador pide ayuda aparece la luz amarilla; y si es necesario
detener la línea, se enciende la luz roja. De esa forma, a lo largo de la fábri-
ca y en las distintas secciones de las líneas, que como veremos son en U,
el Andon muestra diversos colores.
Esta gestión de la calidad en los puestos, a partir de dispositivos auxilia-
res de autonomatizacion (Poka Yoke), que permiten la detención de una má-
quina cuando se presenta el riesgo de un defecto de fabricación, parte de
la hipótesis de que los tiempos de trabajo deben incluir los costos de la no-
calidad. Esta concepción no estaba presente en el taylorismo. Por lo tanto,
esta técnica permite que el trabajador priorice la forma de ejecución de la ta-
rea que asegure mejor calidad, configurando el conjunto de herramientas
que convergen a los sistemas de calidad total.
A través de la combinación de la fábrica mínima y de la dirección por los
ojos se conforma un nuevo tipo de fábrica: la fábrica “delgada”, transparen-
te y flexible; las ganancias de productividad no son extensivas, como en el
método fordiano, sino que se buscan “en el interior”.
A partir de estos elementos iniciales, Coriat plantea lo que ha dado en lla-
marse los dos pilares del ohnismo: 1) la autonomatización y autoactivación,
y 2) el justo a tiempo y el método Kan Ban.
1. Autonomatización y autoactivación
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Hacer o comprar (make or buy, faire ou faire faire) , that is the question!
La relación entre firmas en la sociedad japonesa –en todas las etapas y
prácticamente en todas las dimensiones– es una coexistencia particular de
cooperación y competencia (tanto en el momento de selección de socios, co-
mo en el de ejecución de los contratos y en el de renovación de los mismos).
Ello, para la empresa subcontratista, es a la vez el resultado de un conoci-
miento (savoir-faire) técnico necesario para la fabricación de los productos
demandados por la firma madre, y de un savoir-faire organizacional, que le
permite captar las demandas y las señales emitidas por la empresa emiso-
ra de órdenes.
Las dos dimensiones conforman lo que se ha dado en llamar el savoir-fai-
re relacional, específico. La relación es, por lo tanto, “un proceso de apren-
dizajes y de acumulación (que mejora progresivamente su eficacia), y, por lo
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tanto, no es inmediatamente transferible. Cambiar de subcontratista o de fir-
ma madre significa destruir un capital de savoir-faire acumulado” (Coriat,
1992).
La renta relacional se produce a partir de los beneficios específicos “de
grupo” que surgen como consecuencia de las relaciones de cooperación en-
tre proveedores y empresas dadoras de órdenes. “Se pueden concebir estos
beneficios como derivados de una cuasi-renta relacional, en el sentido en
que está generada por la incomparable eficiencia informacional de las rela-
ciones contractuales formadas en el seno de un grupo de co-contractuantes”
(Aoki, 1988, citado por Coriat, op. cit.). La solución japonesa (subcontrata-
ción de una parte importante de la producción) es más eficiente y menos
costosa en información, sobre todo cuando las firmas deben operar en con-
textos cambiantes. Permite a la vez beneficiarse de las ventajas clásicas de
la integración (contando con una red de proveedores especializados y fácil y
rápidamente adaptables a los cambios en los pedidos), sin tener que sopor-
tar los costos y rigideces propios de la integración. Esta cuasi-integración se
traduce por el hecho de que las empresas contratistas disponen de amplios
márgenes de maniobra en la conducción de sus operaciones, y son fuerte-
mente estimuladas para desarrollar sus propias innovaciones.
Un conjunto de conceptos se concatenan en esta propuesta: la existencia
de un savoir-faire relacional específico; una estructura de subcontratación en
cuasi-árbol; una cuasi-renta relacional. La firma-red que surge a través de la
externalización y la contractualización de partes importantes de su actividad
combina los beneficios de una fuerte centralización y una capacidad de adap-
tación más rápida, descentralizando la iniciativa de las respuestas.
El tema siguiente que surge en esta relaciones es cómo se reparten los
mayores beneficios entre las firmas participantes. En Coriat, op. cit., se pre-
senta una tipología de situaciones de relaciones de fuerza entre la firma ma-
dre y las subcontratistas, y de diversas estrategias dinámicas de comporta-
miento de los agentes, en función de su posición inicial en la negociación
(productos banalizados o no banalizados, concepción del diseño por la firma
madre o por la subcontratista, numero de proveedores).
Volvamos ahora a las mayores ganancias en productividad que se alcan-
zan con los nuevos métodos de organización de la producción, con el así lla-
mado principio de la automatización flexible. Varios temas centrales se de-
baten en torno a la misma:
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“economías de organización” y cuáles son los soportes nuevos de pro-
ductividad en relación con las generaciones anteriores de técnicas de
organización?
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Lecturas obligatorias
Boyer, R. (1998), Hybridization and models of produc-
tion: geography, history and theory, CEPREMAP, CNRS,
E.H.E.S.S., No. 98, diciembre.
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Lecturas recomendadas
Piore, M. y C. Sabel (1984), The Second Industrial Divi-
de, Basic Books, Nueva York.
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Referencias bibliográficas
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Como señalan Lastres y Ferraz (1999), existen tres elementos que carac-
terizan el desarrollo de un nuevo paradigma:
i) amplias posibilidades de aplicación,
ii) demanda creciente, y
iii) disminución creciente del costo unitario de producción.
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vi) nuevas habilidades que influyen sobre la cantidad y calidad de los tra-
bajadores y requieren adaptaciones importantes en las actividades de
capacitación profesional y
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A mediados de los ‘60 y a Los drásticos cambios producidos en las tecnologías de la información y de
poco de haberse inventado el la telecomunicación y las vinculaciones entre las mismas constituyen un claro
proceso de producción de
circuitos integrados, Gordon ejemplo de la relevancia adquirida por la economía del conocimiento en el de-
Moore, uno de los fundado- sarrollo de ventajas competitivas de los agentes. En primer lugar, deben des-
res de Intel, propuso la si-
guiente ley empírica (luego tacarse las profundas transformaciones -varios órdenes de magnitud- produci-
conocida como la Ley de das en los tres componentes de las tecnologías de la comunicación: el trans-
Moore): el número de tran- porte (ancho de banda), el procesamiento (capacidad del computar) y el alma-
sistores por procesador, que
se duplica cada 18 meses, da cenamiento (la cantidad de memoria).
una idea aproximada de la Así, por ejemplo, en los últimos tres años se producen cambios significati-
capacidad de procesamiento
y/o almacenamiento de datos vos en las tecnologías de fibra óptica que permiten aumentar en dos órdenes
del chip. Esta ley se ha veni- de magnitud (un factor de 100) la información transportada a través de fibra,
do cumpliendo a lo largo de a partir de la tecnología DWDM (dense wavelength division multiplexing), en la
los últimos 35 años, aunque
más recientemente la dupli- que por cada fibra pueden pasar hasta 100 longitudes de onda. Haciendo un
cación se produce cada 24 paralelismo, esta tecnología sería equivalente a que por una cañería de agua
meses. Por ejemplo, el nú-
mero de transistores de un pudieran circular 100 chorros distintos de líquido en forma independiente ca-
Intel X86, el chip más común si sin modificar la infraestructura existente. Cambios aún mayores se produ-
usado por las PC pasa de 29 cen en los últimos 30 años en la velocidad de procesamiento y en la capaci-
mil en 1978 a 7,5 mi-
llones en 1997. dad de almacenamiento de la información, con incrementos de 10 a 100 ve-
ces superiores a los anteriores y dramáticas reducciones en los precios de
El cociente de precio procesamiento y almacenamiento de datos.
sobre performance pa-
ra microprocesadores y me- En los últimos 4 ó 5 años se produce además un acelerado reemplazo de
morias ha venido mejorando la actual infraestructura de transmisión telefónica (circuit switched networks)
aproximadamente 50% por
año en los últimos 30 años. por la tecnología de Internet (packet-switched).
La emergencia y el vertiginoso crecimiento de Internet en los ‘90 y los
procesos de desregulación de los mercados de telefonía aceleraron
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del sistema educativo, que no genera una oferta adecuada a las nuevas
“competencias” demandadas y de la organización de la sociedad, que re-
quiere de nuevas regulaciones y de un diseño de políticas que permita con-
trabalancear las tendencias a la creciente desigualdad y heterogeneidad so-
cial (población activa desplazada de sus puestos en las próximas décadas,
creciente asimetría entre las demandas educativas de la población y la ofer-
Como se desarrollará
ta del sector privado, etc.). También se producen cambios radicales en la for- en la próxima sec-
ma en que se desarrollan los procesos de industrialización. Así, hace 100 ción, estas cuestiones cons-
años la industrialización requería una infraestructura física masiva, materia- tituyen una preocupación
para el comité de asesora-
les y equipamientos que eran amortizados en décadas. Actualmente, a par- miento del presidente de los
tir de Internet y la economía de los servicios, el costo de infraestructura tien- Estados Unidos en las tec-
nologías de la información,
de a reducirse dramáticamente, desaparecen las barreras geográficas y la constituido por las empresas
distancia se convierte en un factor irrelevante. Una consecuencia de este más destacadas en el área de
proceso es la externalización (outsourcing), extendida a todo el mundo, ten- estas tecnologías y con un
peso decisivo de las locali-
dencia que es aprovechada por las empresas de Silicon Valley y por ciertos zadas en el SV(PITAC,
países, como la India, Israel, Taiwán e Irlanda, lo que permite desarrollar President Information
Te c h n o l o g y A d v i s i n g
fuertes vinculaciones mutuas. Además, estos países han formado personal Committee, 1999).
altamente capacitado que participa de la dinámica del SV en ciertas áreas -
como software, hardware, comunicaciones-, como contratados o empleados
de compañías locales y/o, a partir de sus propias compañías, como provee-
dores de compañías locales.
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Ahora bien, ¿qué impacto tienen las nuevas tecnologías sobre la produc-
tividad promedio de la economía?
En efecto, uno de los temas centrales y más debatido en las distintas
escuelas teóricas con relación con el cambio tecnológico es su importancia
para el logro de mayores productividades en la economía. Alrededor de este
tema, uno de los interrogantes actuales reside en lo que ha sido llamado la
“moderna paradoja de la productividad”, esto es, la comprobación de que en
una época como la presente, caracterizada por la introducción masiva de
nuevas tecnologías y por un proceso de rápida e intensa innovación tecnoló-
gica, se verifican simultáneamente reducidas ganancias en productividad.
Analizando esta problemática, P. A. David (1991) subraya la importancia
de mantener un adecuado marco de largo plazo para discutir las vinculacio-
nes entre la revolución informática y el crecimiento de la productividad, to-
mando en consideración la naturaleza contingente y path-dependent del pro-
ceso de transición de un régimen tecnoeconómico a otro. Si se realiza una
analogía entre la introducción del motor eléctrico (la revolución de la dínamo)
en las fábricas norteamericanas a fines del siglo XIX, y las modernas TICa,
ella muestra sus semejanzas con relación a la dinámica de su amplia difu-
sión, sus mejoras incrementales y su confluencia con otras tecnologías com-
plementarias, señalando que entre la introducción de una nueva tecnología
y la verificación de sus efectos económicos plenos media un tiempo de
aprendizaje, y de innovaciones e inversiones complementarias. Por lo de-
más, los efectos sobre la economía dependen de muchas circunstancias, en-
tre ellas del contexto macroeconómico y de la rapidez de cambios institucio-
nales y culturales. David propone el término “presbicia tecnológica” para
connotar la “enfermedad” o desvío de los analistas, que enfocan su atención
en el punto de llegada del proceso y no en el viaje a ese punto de llagada,
perdiendo de vista la complejidad y la contingencia histórica del proceso de
cambio tecnológico, e ignorando que no existe automaticidad en la imple-
mentación de un nuevo paradigma tecnológico.
Desde esta perspectiva histórica, postula David, no hay, en rigor, actual-
mente una paradoja de la productividad. Sin embargo, en esta discusión no
hay que olvidar que en el transcurso del tiempo necesario para el pleno pa-
saje de un paradigma a otro se verifican redistribuciones de beneficios y con-
centraciones de rentas y beneficios en favor de las empresas innovadoras.
Hemos visto que entre los principales rasgos del nuevo paradigma tec-
noeconómico se encuentran modificaciones profundas en las formas de
organización empresarial, esto es, el desarrollo de innovaciones organiza-
cionales. Éstas se entienden de una forma amplia, incluyendo la imple-
mentación de nuevas formas de gestión empresarial, transformaciones en
la estructura de la firma, nuevas orientaciones estratégicas, nuevas for-
mas de articulación y coordinación intra y extra empresariales. Los siste-
mas de producción just-in-time (JIT), de “gestión de la calidad total” (total
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Lecturas obligatorias
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Lecturas recomendadas
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genera a nivel individual. Para que pueda ser aprovechado, socializado y cir-
cular por la organización requiere ser explicitado y transferido mediante un
proceso de conversión, a lo largo del cual se crea el conocimiento de la or-
ganización. Esta reconversión también se produce entre el conocimiento co-
dificado y el tácito.
El eje central de la transformación planteada por Nonaka se asienta en la
contraposición entre conocimiento tácito y codificado, denominado por él
“explícito”. En primer lugar, el conocimiento de los agentes tiene que ser so-
cializado y, sin cambiar de calidad, tiene que ser compartido por muchos
agentes que integran el grupo originario. Entonces, se puede transformar en
codificado (externalización) para que pueda circular también fuera del grupo
originario e integrarse con otros conocimientos del mismo género (combina-
ción). Por último, los conocimientos codificados necesitan ser re-contextuali-
zados, a través de su internalización en los grupos y en los individuos que
deben actuar.
Un punto clave del trabajo de Nonaka es la definición de la dialéctica de
los cuatro procesos de conversión del proceso de conocimiento y la forma
organizacional que la posibilita. Estos cuatro procesos son: i) la conversión
del conocimiento tácito en otro conocimiento tácito denominada fase de “so-
cialización del conocimiento”; ii) la conversión del conocimiento tácito en co-
dificado denominada fase de “externalización del conocimiento”; iii) la fase
de combinación del conocimiento codificado y iv) la fase de conversión del
conocimiento codificado en tácito, denominada “internalización del conoci-
miento”. Junto con el desarrollo de estos procesos (socialización, externali-
zación, combinación e internalización) Nonaka plantea una forma organizati-
va que se aparta tanto de los esquemas jerárquicos top-down, que se basan
sólo en el predominio de conocimientos codificados, como de su opuesto,
bottom-up, que se sustenta sólo en la importancia asignada a los conoci-
mientos tácitos.
La socialización es un proceso mediante el cual se comparten e intercam-
bian experiencias y opiniones y se difunde el conocimiento tácito entre más
individuos, a través de la “observación, imitación y experiencias empíricas”,
operando por medio de equipos y de “espacios de interacción” . En este sen-
tido, apunta a compartir experiencias entre más agentes para que éstos pue-
dan circular su conocimiento tácito e incorporar el de otros. En esta fase se
crea nuevo conocimiento tácito a partir de compartir modelos mentales y ha-
bilidades técnicas. En el proceso de socialización no sólo importa “hacer jun-
tos”, sino también la reflexión acerca de lo que están haciendo y de las di-
námicas sociales y técnicas que rigen las conductas colectivas en un contex-
to específico. La esfera de relaciones en que se desarrolla la socialización
se ubica en los mecanismos de auto-referencia de la organización, entendi-
da como sistema. En este marco se pueden utilizar los trabajos de P. Senge
(Senge, 1990; Senge y Sterman, 1992) sobre el efecto palanca que las es-
tructuras profundas producen en las acciones y performances de un cierto
contexto organizacional. Este proceso de socialización tambien incluye las in-
teracciones informales entre los que desarrollan los productos y los clientes.
La externalización constituye el proceso de conversion del conocimiento
tácito en codificado a partir del reiterado uso de metáforas, analogías, mo-
delos, hipótesis y conceptos que permiten expresar las experiencias empíri-
cas en términos de conceptos abstractos. Esta fase desempeña un rol im-
portante en el proceso de transformación de la naturaleza del conocimiento.
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Dado que casi todos los in- información, ii) no disponer de las competencias mínimas necesarias o iii) no
dicadores de intensidad del tener los conocimientos tácitos mínimos para apropiarse de los conocimien-
conocimiento hacen referen-
cia a la educación formal y a tos codificados-, entonces el desigual acceso a los conocimientos codificados
los esfuerzos de R&D, se ge- también puede constituir un elemento diferenciador de conductas.
nera una imagen sesgada de
la economía de aprendizaje y Este argumento es reforzado por Lall (1995), según el cual la creación de ven-
no se refleja la importancia tajas competitivas no sólo requiere manejar la tecnología en un sentido estático
de los procesos incrementa- –llegar a los niveles fijados por los manuales– sino desarrollar procesos de apren-
les de innovación a lo largo
de la organización. En ese dizaje (con curvas no predecibles), que permiten a las firmas lograr mejoras de
sentido, captar el desarrollo productos y procesos, introducir cambios en la organización y aumentar la com-
del conocimiento codificado
y tácito, no centrado en uni- plejidad de los encadenamientos con el sistema local. La creciente importancia
dades específicas de R&D, del conocimiento tácito es sostenida también por Ernst y Lundvall (1997), según
requiere partir de indicado- los cuales incluso para operacionalizar el conocimiento codificado (interpretación
res alternativos de tipo cuali-
tativo y cuantitativo y de la de manuales de ingeniería y diseño, introducción de conocimiento científico y de
idea de que la capacidad in- management de tipo genérico, especificación de los criterios de aseguramiento
novativa está difundida a lo
largo de la organización de la calidad, etc.), la organización también requiere conocimientos tácitos que
(Lassini, 1992). Un avance se manifiestan en las rutinas organizacionales y en la experiencia colectiva de
en esa dirección se desarro- grupos específicos de la empresa en R&D, gestión, producción y marketing. En
lló en la Argentina en
Boscherini y Yoguel (1996), consecuencia, el desarrollo de competencias tácitas en el interior de la firma con-
Boscherini et al. (1997), forma activos intangibles difíciles de transferir, puede tener un efecto positivo so-
Rearte y Lanari (1997) y
Moori-Koenig y Yo- bre la performance y por lo tanto puede transformarse en una barrera a la entra-
guel (1997). da al mercado para los agentes que no poseen ese tipo de saberes.
Según Nightingale (1996), dado que el desarrollo del conocimiento -embe-
bido en redes sociales- depende de la capacidad incorporada en los indivi-
duos (embodied) para reconocer similaridades, los elementos tácitos adquie-
Como señala Nigh- ren un rol clave. En esa dirección aprender no es acumular más información
tingale, el “conoci-
miento tácito es vital para sino reconocer comportamientos y conexiones entre las memorias, lo que de-
entender el significado de la pende de los conocimientos acumulados con la experiencia y de la capacidad
palabra ‘cortar’ en senten-
cias como a) cortar una tor- automática que los individuos tienen para vincular experiencias a éstos.
ta y b) cortar el pasto. Si En ese marco, algunos autores sugieren que el grado de interrelación que
bien la palabra cortar es alcanzan los conocimientos codificados y tácitos influye decisivamente sobre
usada en la misma forma en
a) y b), lo que se asocia con la eficiencia alcanzada en el proceso de aprendizaje de la firma. A su vez, es-
cortar varía en cada contex- tos procesos de aprendizaje, que se generan en sectores con desigual gra-
to. Así, en cada caso la pa-
labra cortar tiene un signifi- do de desarrollo tecnológico, no sólo involucran actividades de capacitación
cado que depende del cono- e investigación y desarrollo formales, sino que incluyen además un conjunto
cimiento experimental acu- de actividades de capacitación y de desarrollo informales de los cuales los
mulado previamente (táci-
to), que a la vez difiere en- agentes no siempre son conscientes (learning by doing, learning by interac-
tre distintos sujetos. Es de- ting, learning by producing). Estos procesos de aprendizaje de distinto tipo
cir, el significado de cortar
está más asociado al cono- se van acumulando a lo largo del sendero evolutivo de los agentes y se ma-
cimiento tácito previo que nifiestan en la construcción de activos tangibles e intangibles que resultan
al que se desprende de la clave en el proceso de competencia. Sin embargo, estos activos no son eter-
palabra aislada”.
nos, dado que deben ser contrastados en el proceso competitivo. Mientras
algunos se degradan y se “devalúan” por no alcanzar los umbrales mínimos
requeridos en el mercado, otros emergen como ganadores y van configuran-
do los elementos del patrón tecnológico predominante.
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personales, de tener dominio sobre la tecnología (Scans, 1992, citado por La gestión de infor-
Mertens, 1996) de diagnosticar y de seleccionar opciones entre un conjunto mación alude a la ca-
pacidad de los recursos hu-
disponible de alternativas. A diferencia de las tradicionales calificaciones de manos para buscar, evaluar,
los recursos humanos, que podían validarse a partir de la certificación de la procesar, interpretar y co-
municar información; la
formación, las competencias sólo pueden ser validadas en situaciones labo- comprensión sistémica ha-
rales específicas (Novick et al., 1998). ce referencia a la capacidad
Como señala Mertens (op. cit.), se demanda del trabajador una compleja de comprender interpela-
ciones complejas, entender
estructura de atributos, entre los que destacan la capacidad para asumir ma- y diseñar sistemas; el domi-
yores responsabilidades, la posibilidad de comunicar y de resolver proble- nio tecnológico se mani-
fiesta en la capacidad para
mas, la disponibilidad de habilidades mentales y manuales, y la capacidad de seleccionar y adaptar tecno-
aprender, entre las cuales esta última es un elemento clave debido a la ma- logías, y las relaciones in-
yor complejidad de los sistemas de innovación. En esa dirección, Ducatel terpersonales a la capacidad
para poder interactuar con
(1998) sostiene que las “competencias” requeridas en el proceso de trabajo recursos humanos dentro y
incluyen: i) la capacidad para manipular modelos mentalmente; ii) la compren- fuera de la organización,
trabajar en equipo, enseñar
sión del funcionamiento y de la interacción existente entre las máquinas; iii) y aprender.
la posibilidad de deducción estadística, iv) la comunicación oral y visual; v) la
responsabilidad individual del proceso de trabajo y del producto; vi) la habili-
dad para efectuar juicios, y vii) la habilidad para combinar cuestiones técni-
cas y de negocios. En lo que este autor denomina el triángulo del proceso de
aprendizaje interactúan el conocimiento académico, el vocacional y el experi-
mental, lo que requiere una fuerte vinculación entre el proceso de trabajo y
el sistema educativo, proceso en general poco frecuente. Es decir, en un es-
cenario en el que el trabajo se ha tornado cada vez menos observable y que
en gran parte ocurre en la cabeza del trabajador (Hanser, 1995, citado por
Novick et al., 1997), las competencias laborales integran nuevos saberes bá-
sicos, técnicos, comportamentales e intelectuales (Novick et al., 1997). Es interesante notar
que en el caso lati-
En el proceso de desarrollo de competencias, la firma puede apropiarse noamericano existen dos
y/o generar conocimientos tácitos a partir de mecanismos de cooperación tendencias que van en la di-
rección contraria a la plan-
que contribuyen a su circulación, y/o por una organización particular del pro- teada. Por un lado, la pri-
ceso de trabajo que permite y estimula la circulación, apropiación y genera- marización de la estructura
ción de conocimiento tácito. Entonces, la capacidad de las firmas para dar productiva está asociada
con una menor demanda de
respuesta al aumento de las presiones competitivas depende de la combina- recursos humanos califica-
ción de los conocimientos codificados y tácitos que se procesan en su inte- dos. Por otro, la flexibilidad
externa del mercado de tra-
rior. Por lo tanto, la potencialidad para desarrollar ese proceso depende de bajo conspira contra el de-
las competencias iniciales de la firma y de su trayectoria previa, de los gra- sarrollo de competencias en
dos de libertad de patrones tecnológicos, del ambiente local, de su perte- el sentido planteado.
nencia a networks en los que estos procesos ocurran y de la forma en que
organiza el proceso de trabajo y la producción
Sin embargo, el aprendizaje que la firma realiza a partir de los conoci-
mientos codificados y tácitos puede arrojar resultados positivos o negativos, Las fallas en la selección
generándose un proceso de destrucción creativa en el que algunas firmas de conductas constituyen
generan respuestas que le permiten mantenerse en el mercado, otras desa- un elemento clave que
suele ser tenido en cuenta
parecen y también puede ocurrir que se creen nuevas firmas. En un contex- en la formulación de polí-
to de multiplicidad de respuestas y existencia de grados de libertad, el mer- ticas que apunten a la crea-
ción de los mecanismos
cado selecciona conductas de manera imperfecta, y por lo tanto no siempre necesarios que las
sobreviven los mejores (Nelson, 1991). minimicen.
La generación y circulación de conocimientos en el interior de la firma
constituye un proceso complejo cuya intensidad depende de: i) la necesidad
de resolver problemas concretos en situación de incertidumbre, lo que esti-
mula la demanda de soluciones no codificables; ii) del grado de complejidad
técnica de los equipos de trabajo; iii) del tipo de competencias básicas de
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Lecturas obligatorias
Cocco, G. (1999), “A nova qualidade do trabalho na era
da informacao”, en Lastres y Albagli (eds.), Informaçao e
globalizaçao na era do conhecimento, Editorial Campus.
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Lecturas recomendadas
Acs, Z. y Audretsch, D. (1988), “Innovation in large
and small firms: an empirical analysis”, American Eco-
nomic Review, Vol. 78, N° 4, septiembre.
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Referencias Biblográficas
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Introducción
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Como consecuencia, la competitividad (Bianchi, y Miller, 1994; Coriat, 1993). En efecto, la creciente
las estrategias de di- importancia que comienzan a asumir los factores “no precio” de la competitivi-
ferenciación de producto,
de segmentación de la de- dad (calidad, servicios de venta, adaptación al cliente, capacidad de diseño,
manda, de mejoras incre- etc.), la segmentación de los mercados y el acortamiento del ciclo de vida de los
mentales de productos y
procesos, de desarrollo de productos replantea el proceso innovativo e involucra nuevos agentes y modali-
nuevas modalidades de or- dades operativas. La formación de redes, la cooperación empresarial y el conjun-
ganización, de vinculación to de interfases que se van formando entre los agentes e instituciones involucra-
con el mercado y de bús-
queda integral de calidad dos (universidades, centros de servicio empresarial, centros de investigación,
adquieren un rol clave para etc.) adquieren una creciente importancia para el desarrollo de procesos inno-
las firmas.
vativos.
En este contexto, además de la creación de nuevos productos y procesos, las
actividades innovativas involucran acciones de naturaleza más amplia y también
incluyen las actividades orientadas al desarrollo de la calidad y las mejoras y de-
sarrollos acumulativos de tipo incremental que, en el curso del tiempo, son in-
corporados a los productos, a los procesos productivos, a las modalidades de
organización y de comercialización. A su vez, los conocimientos firm-specific y los
procesos informales de aprendizaje e interacción (learning by doing, by using, by
interacting, by producing) en el interior de la firma comienzan a ser considerados
fuentes relevantes en el desarrollo de las actividades innovativas. Por lo tanto,
se revalorizan en los mercados los resultados de las actividades innovativas rea-
lizadas por las PyMES y se pone en discusión el rol central de las empresas gran-
des en la producción de innovaciones. Además, en ese marco, se complejizan
los contenidos de las actividades innovativas, aumenta la importancia de los as-
pectos informales e incrementales y, por tanto, se pone en discusión la eficacia
de las formas tradicionales de medición de los procesos innovativos. En este
sentido, en los últimos años se viene desarrollando una polémica acerca de las
limitaciones de los indicadores tradicionales (gastos en I&D, número de paten-
tes, etc.) para medir los rasgos informales e incrementales que crecientemente
caracterizan el proceso de innovación de las firmas.
En ese marco, el debate acerca de los métodos de medición y la relevancia del
tamaño de los agentes en el desarrollo de las actividades innovativas se ve afec-
tado por fuertes ambigüedades que aluden tanto a la definición del tamaño de los
agentes como a las teorías explicativas y por tanto a los métodos utilizados para
dar cuenta de la relevancia del fenómeno. Esta situación se remonta a más de 40
años, cuando Kustnetz (1962) señalaba que la mayor dificultad para llevar a cabo
un debate residía en la falta de mediciones de insumos y productos del proceso de
innovación. Si bien actualmente existen múltiples bases de datos sobre gastos en
I&D y número de patentes correspondientes a diversos sectores productivos, los
datos se manejan a nivel muy agregado, lo cual, como se sostendrá en esta uni-
dad, dificulta el testeo de hipótesis de diferenciación de conductas de los agentes,
implícitas en las conceptualizaciones neoschumpeterianas discutidas en la Unidad
1. Como se recordará, según estas tesis, los agentes económicos –que tienen ra-
cionalidad acotada, actúan y toman decisiones con información imperfecta y se
mueven en un escenario con incertidumbre no modelable– reaccionan de distinta
forma frente a shocks exógenos y se diferencian en forma continua del resto de los
agentes que concurren en los mercados en los que actúan a partir de la construc-
ción de activos tecnológicos derivados de procesos de aprendizaje, tanto formales
como informales. Desde esta perspectiva teórica, es de esperar importantes dife-
rencias en las capacidades tecnológicas de los agentes, tanto de diferentes secto-
res como intrasectoriales. Por lo tanto, la aplicación de los indicadores habituales
a datos sectoriales dificulta la medición de las hipótesis neoschumpeterianas.
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Grandes empresas
Neumáticos
Agroquímicos
Maquinaria general
Maquinaria para alimentos
Aceites
Lácteos
Molienda de maíz
Acumuladores
PyMES
Escalas y balanzas
Equipos electrónicos de computación
Caucho sintético
Instrumentos de control
Productos químicos derivados de la madera y de la goma
Cobre primario
Controles industriales
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cuales cada uno de ellos tiene mayor eficiencia y aquellos en los que puede
predominar la interacción y/o la presencia simultánea de ambos. En ese sen-
tido, estudios efectuados en los Estados Unidos (Rothwell y Dosdgson,
1994) muestran que en la industria de semiconductores y de sistemas CAD
los inventos iniciales y la actividad innovativa se llevan a cabo en firmas gran-
des, mientras que los aparatos que utilizan semiconductores y los sistemas
CAD fueron difundidos por nuevas firmas pequeñas y medianas de base tec-
nológica, creadas específicamente para cumplir ese rol. Por el contrario, en
la industrias de biotecnología el grueso de las ideas y de la actividad innova-
tiva correspondió a las nuevas firmas PyMES de base tecnológica, mientras
que la comercialización de los nuevos productos fue realizada básicamente
por firmas grandes.
Como bien señalan Acs y Audrestch (1998), estas conclusiones se deri-
van de estudios que utilizan indicadores proxy de las actividades innovativas
desarrolladas por las firmas, centrados en general en la medición de inputs,
como los gastos de investigación y desarrollo, o en instancias intermedias,
como la obtención de patentes de fabricación o el producto innovativo, en el
que se basan las conclusiones de su estudio.
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requiere de umbrales mínimos de competencias que no todos los agentes lo-
cales poseen y que no es posible adquirir sin el desarrollo de un proceso evo-
lutivo de creación y destrucción de rutinas y convenciones (Gregersen y John-
son, 1996).
Finalmente, la interconexión de estos elementos se manifiesta en que
el proceso innovativo requiere generar conocimientos específicos como re-
sultado de un proceso de aprendizaje que involucra aspectos formales e
informales. A su vez, el aprendizaje depende de las competencias inicia-
les de las firmas aunque también influye sobre ellas, dado que las compe-
tencias no son recursos estáticos sino dinámicos, que tienen capacidad
de aprendizaje y de continuo feed-back. Además, el carácter idiosincrásico
(firm-specific) de las competencias se explica por su dependencia de la es-
tructura organizacional heredada. Por último, en el sentido mencionado an-
teriormente, el ambiente puede actuar como un homogeneizador de con-
ductas y en cierto sentido puede socializar las capacidades y las culturas
organizacionales, modelando la amplitud de la franja de opciones disponi-
bles para las empresas.
Desde esta perspectiva teórica, y partiendo de la idea de que los agentes
económicos toman sus decisiones con racionalidad acotada, imperfecta infor-
mación e incertidumbre no modelable, dados los elementos micro y el ambien-
te, es de esperar que existan diferencias significativas en las capacidades y
en los comportamientos innovativos de las empresas. Por lo tanto, esta pers-
pectiva analítica requiere una base empírica que pueda ser testeada a nivel
de firma. En consecuencia, muchos de los estudios planteados en la unidad
anterior, que evalúan las diferencias innovativas a nivel sectorial, agregan lo
que desde la perspectiva neoschumpeteriana debería estar desagregado.
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Factor Ponderación
Así, cada uno de los factores -del cuadro anterior- que componen el índi-
ce de capacidad innovativa se estima en términos absolutos utilizando una
variable cuantitativa no continua cuyo recorrido –determinado exógenamen-
te– está comprendido entre un nivel mínimo (1) y un nivel máximo que en la
mayor parte de los casos equivale a 5. En el apéndice metodológico se ex-
plicita la forma de construcción de cada uno de los seis factores y las pre-
guntas efectuadas en el trabajo de campo.
A continuación se explicita la forma de construcción de cada uno de los
factores componentes del indicador de capacidad innovativa, diferenciando
entre aquellos asociados con el desarrollo de competencias, el producto in-
novativo y la circulación del conocimiento codificado y tácito.
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1. Inexistente.
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A cada firma se le asigna un nivel de capacidad innovativa que resulta Como se apreciará, en algu-
nos casos la variable adopta
equivalente al promedio ponderado de cada uno de los 6 factores conside- valores comprendidos entre
rados. Este indicador agregado tiene un rango de variación comprendido en- 1 y 4, lo que determina que
tre 1 (valor mínimo) y 4.5 (valor máximo), Finalmente, a efectos de construir el nivel máximo po-
sible sea inferior a 5.
una taxonomía de firmas de desigual capacidad innovativa se construyeron
5 clases a partir de los valores extremos de la distribución y un intervalo es-
timado como la diferencia entre los extremos dividida por cinco. El indicador de capa-
cidad innovativa fue
En suma, a cada firma se le atribuye algún valor comprendido entre 1 y 5 estratificado en 5 grupos.
para cada uno de los 6 factores considerados, lo que da como resultado una Sin embargo, en los cuadros
presentados en la próxima
variable continua. Para distribuir las firmas del panel por nivel de capacidad sección y a efectos de estili-
innovativa se seleccionaron 5 grupos, considerando como intervalos de cla- zar el análisis se considera
se la diferencia entre el valor máximo y el mínimo dividido cinco. Este proce- el nivel 5 como de máxima
capacidad innovativa, los
dimiento tiene importantes implicaciones en la determinación de los grupos niveles 3 y 4 como interme-
de capacidad innovativa estimados. De esta manera, a diferencia de las de- dios y los niveles 1 y 2 co-
mo de capacidad innovativa
terminaciones exógenas que surgen de considerar intervalos fijados como reducida.
proporción de la distribución (ie: el 20% de las firmas de mayor y de menor
capacidad), las proporciones están en función de la amplitud de las diferen-
cias existentes entre las firmas de mayor y menor capacidad innovativa. En
ese sentido, la construcción de los estratos es independiente de la forma
que adopta la distribución del indicador.
Debe señalarse por último que en el diseño de los indicadores los traba-
jos citados parten de la idea de que los datos relevados son mucho más con-
fiables cuando se analizan intervalos de clase en lugar de variables de tipo
continua, lo que se explicaría por dos razones. Por un lado, en las firmas me-
dianas y pequeñas la conducción y la propiedad están en general unificadas
en la figura del dueño, por lo que el empresario-propietario maneja un volu-
men de información muy superior al de los directivos de empresas mas gran-
des, que tienen una mayor delegación de funciones. A ello se suma el hecho
de que los agentes operen con racionalidad acotada e imperfecta informa-
ción y que por lo tanto sus ideas sobre las variables fundamentales que com-
ponen cada uno de los 6 factores son aproximadas.
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Hipótesis 4. El tamaño de las firmas constituye una variable que está po-
sitivamente asociada al desarrollo de la capacidad innovativa de las fir-
mas sólo en los ambientes en los que las externalidades son menores,
lo que implica que cuando el sistema local tiene un mayor grado de desa-
rrollo la facturación no determina el nivel de capacidad innovativa de las
firmas. Sin embargo, hay que enfatizar que a pesar de que el ambiente
local puede, en los casos positivos, favorecer el desarrollo de las capaci-
dades innovativas de los agentes, las diferencias en el sendero evolutivo
tienen importancia. Por lo tanto, es de esperar que incluso en las áreas
más virtuosas existan fuertes diferencias en el desarrollo de las capaci-
dades innovativas de los agentes.
Hipótesis 5. El dinamismo de las firmas es relevante para determinar su
capacidad innovativa en los ambientes con mayor grado de desarrollo y
no es determinante es los sistemas locales menos desarrollados.
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Así, sólo el 2.5% de las firmas pueden ser caracterizadas como de eleva-
da capacidad innovativa, y su proporción es más elevada en las áreas de ma-
yor desarrollo relativo -Mar del Plata y Rafaela- (véase Rearte et al., 1998, y
Boscherini et al., 1998) que en las pertenecientes al área de menor desa-
rrollo relativo (Tres de Febrero) y al panel de exportadores PyMES localizado
en el Polo Metropolitano. Asímismo, el 58.7% de las firmas del panel tienen
capacidades innovativas reducidas. En ese grupo mayoritario de agentes el
aseguramiento de la calidad, el desarrollo de los procesos de capacitación,
los grupos informales de desarrollo y la presencia de ingenieros y profesio-
nales técnicos, el desarrollo de nuevos productos y la cooperación tecnoló-
gica formal e informal con otros agentes adquieren una importancia mínima.
Esta proporción de firmas de reducida capacidad innovativa es significativa-
mente mayor en los ambientes de menor desarrollo relativo, alcanzando a
casi tres de cada cuatro firmas en Tres de Febrero.
Esta escasa proporción de firmas de mayores capacidades endógenas no es
el resultado del tipo de indicador utilizado. Así, un trabajo reciente cuyo ob-
jetivo era la evaluación de la conducta tecnológica de las firmas desde el co-
mienzo de la apertura llega a un resultado similar trabajando con distintos
indicadores para un panel de 1.531 firmas (Yoguel y Rabetino, 1998).
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Estos resultados son coherentes con la primera hipótesis del trabajo: la ca-
pacidad innovativa esta asociada con el tamaño de los agentes.
Sin embargo, en el interior de cada uno de los grupos de tamaños consi-
derados existe una fuerte heterogeneidad de capacidades innovativas, lo
que pone de manifiesto que la asociación entre ambas variables está media-
da por otros factores. Así, a pesar de que entre las firmas de mayor tamaño
predominan las de capacidad innovativa más elevada, también existen casos
ubicados en los niveles medio y bajo: casi dos tercios de las firmas de ma-
yor tamaño pertenecen al grupo de capacidad innovativa media mientras que
alrededor del 15% pueden ser caracterizadas como de capacidad innovativa
reducida. A su vez, si bien más del 70% de los agentes con ventas inferio-
res a 1 millón de pesos anuales pertenecen al grupo de capacidad innovati-
va reducida, alrededor de un quinto son de capacidad innovativa media.
Debe notarse además que la asociación existente entre tamaño y capaci-
dad innovativa no se manifiesta de igual forma en los 6 factores que la de-
terminan. Así, por ejemplo, entre las firmas más grandes del panel los fac-
tores con mayor proporción de agentes en los niveles más elevados son la
capacitación y los esfuerzos de aseguramiento de la calidad. Por el contra-
rio, en los factores que evalúan el peso de los nuevos productos en la fac-
turación, el grado de alcance de las actividades de desarrollo y el grado de
cooperación tecnológica, la mayor parte de las firmas alcanza el nivel más
reducido.
En el caso de las firmas con menor nivel de facturación anual, la mayor
parte de los agentes se concentra en los niveles más reducidos de cada fac-
tor. En el otro extremo, la proporción más elevada de firmas que pertenecen
a las categorías de mayor nivel corresponden a los factores “peso de inge-
nieros en el equipo de desarrollo” y “capacitación”.
Alrededor del 37% de las firmas del panel tuvieron una performance posi-
tiva desde el comienzo de la convertibilidad, lo que se manifestó en un au-
mento de las ventas no sólo en la etapa expansiva del plan (1991-1994), si-
no además en el período que incluye la crisis de la economía mexicana en
1995. Por el contrario, alrededor del 34% de las firmas tuvieron caídas en sus
ventas durante el período. En ese contexto, la performance de las firmas de
mayor capacidad innovativa es claramente superior a la de las que se encuen-
tran en una situación opuesta, lo cual se evidencia en que la totalidad de las
firmas de elevada capacidad innovativa registraron aumentos en ambas fases
del plan de convertibilidad y sólo un cuarto de las firmas de reducida capaci-
dad innovativa tuvieron una dinámica positiva. Esta situación se aprecia cla-
ramente cuando se evalúa la proporción de firmas de distinto grado de dina-
mismo que pertenece a los tres grupos de capacidad innovativa. Así, el 83%
de las firmas que tuvieron la performance más negativa pertenecen al grupo
de reducida capacidad innovativa y cerca de la mitad de las firmas de mejor
dinamismo pertenecen a los grupos de capacidad innovativa media o eleva-
da. Por último, el 58% de las firmas que tuvieron una conducta procíclica tam-
bién pueden ser categorizadas como de capacidad innovativa reducida.
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Lecturas obligatorias
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Lecturas recomendadas
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pone en tela de juicio a los SNI, en un proceso que erosiona las especifici-
dades nacionales y conduce en el largo plazo a convergencias de estructu-
ras, culturas e instituciones. Los estudios llevados a cabo por autores como
Freeman, Johnson y Lundvall, Porter y otros se oponen a estas visiones.
Porter (1990) sostiene que el rol de los estados nacionales sigue hoy tan
fuerte como en el pasado y que es esencial para estimular e impusar las ven-
tajas competitivas. En efecto, más allá de algunos productos y procesos que
pueden considerarse ampliamnete globalizados, estos autores sostienen
que son muchos más los productos y servicios para los que las diferencias
nacionales de gustos, cultura, clima, regulaciones, son importantes.
Por lo demás, y a pesar de los avances de la “globalizacion” y de la ma-
yor internacionalización de las actividades innovativas, algunos autores sos-
tienen que las actividades tecnológicas de las firmas siguen, en general,
concentradas en sus respectivos países de origen (Archibugi y Michie, 1995;
Patel, 1995).
Reforzando estos argumentos, Freeman (op. cit.) sostiene que los estados
nacionales, las economías nacionales y los sistemas nacionales de innova-
ción son aún dominios esenciales para el análisis económico y político, muy
en particular en los casos de los PED (países en desarrollo), en los que las
trayectorias para alcanzar los desarrollos tecnológicos de los países industria-
lizados requieren de un fuerte contexto regulatorio e institucional nacional.
Lundvall (1992b), uno de los autores que tempranamente desarrollaron
el tema, señala, sin embargo, que la focalización en el ámbito nacional co-
mo eje de los sistemas de innovación puede ser cuestionada desde varias
perspectivas: algunos países no son homogéneos desde el punto de vista
cultural, social y de distribución espacial de los recursos; el grado de cen-
tralización o descentralización política varía entre distintos países, con lo que
la importancia relativa de las economías regionales o locales dentro de ca-
da país es diferente. De esta forma, en países “multinacionales” -como
Bélgica, Canadá o Suiza-, o federales -como Alemania, los Estados Unidos, el
Brasil o la Argentina- podría llegar a ser cuestionable hablar de un sistema
“nacional” de innovación si los marcos institucionales, sociales, y culturales
difieren significativamente entre regiones. Por otro lado, el peso aparente-
mente creciente de los “sistemas regionales de innovación” (SRI), distritos
industriales, clusters y otras formas de sistemas locales también contribuye
al debilitamiento de lo “nacional” como eje analítico y espacial privilegiado.
El fenómeno de la globalización, sin embargo, cuestiona la entidad na-
cional de los sistemas de innovación. Este proceso se expresa en el rol cre-
ciente de las empresas transnacionales (ET) en la producción y el comercio
internacionales, en las redes (networks) que se entablan entre empresas de
distintos países –que pueden debilitar las articulaciones del sistema nacio-
nal de innovación con empresas nacionales–, y en la mayor apertura de las
economías nacionales a los flujos globales de mercancías, capitales y tecno-
logía. Aunque los implicaciones de este fenómeno recién comienzan a mani-
festarse, tanto en los países desarrollados como en los países en desarro-
llo, es importante el debate acerca del papel de las ET en el futuro sende-
ro de desarrollo de las economías y sobre el margen de maniobra y los ins-
trumentos más adecuados de política tecnológica en el nuevo escenario.
Al respecto, en un reciente estudio en el que analizan las actividades in-
novativas de las grandes corporaciones en los países de la OCDE, Patel y
Pavitt (1998) llaman la atención sobre las crecientes tensiones que están
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sufriendo los SNI debido al aumento de los desequilibrios entre las deman-
das de los sistemas tecnológicos y lo que la ciencia puede ofrecer. Según es-
tos autores, esos desequilibrios resultan del efecto combinado de: i) la libe-
ralización del comercio internacional; ii) las desiguales tasas de desarrollo
tecnológico de los distintos países; iii) las crecientes presiones competitivas,
y iv) el aumento de la variedad de campos de conocimiento tecnológico po-
tencialmente útil. Estos desequilibrios, que históricamente afectaban a las
grandes empresas de los países pequeños, comienzan a sentirse, bajo diver-
sas formas, en Alemania, el Japón y el Reino Unido. En El Reino Unido, por
ejemplo, los tradicionales lazos que existían entre la base científica y las em-
presas nacionales en la industria de la electrónica virtualmente han desapa-
recido para ser reemplazados por lazos más complejos con firmas extranje-
ras. En rigor, señalan Patel y Pavitt, no puede hablarse de globalización de
las actividades tecnológicas de las grandes corporaciones sino de “triadiza-
ción”, aludiendo a Europa, los Estados Unidos y el Japón. Reforzando argu-
mentos presentados anteriormente, estos autores subrayan -a partir de la ex-
periencia de países con fuerte desarrollo tecnológico- que el cambio tecno-
lógico en países atrasados (catching up countries) requiere algo más que la
transferencia de equipos de producción y habilidades productivas: requiere
asímismo la realización de inversiones deliberadas en las actividades de ge-
neración y mejora de tecnologías, tales como control de calidad, entrenamien-
to, ingeniería de producción y desarrollo de actividades de I&D. En efecto, co-
mo destacan estos autores, es creciente el reconocimiento de académicos y
de funcionarios de que los principales beneficios económicos de la investiga-
ción básica no residen en el conocimiento codificado sino en el desarrollo de
habilidades de investigación, de técnicas de resolución de problemas y en la
pertenencia a redes internacionales de investigación. En esas redes se exter-
naliza el conocimiento tácito, se producen efectos de socializacion y se espe-
cifica (internaliza) el conocimiento codificado. Esto, que es particularmente
aplicable a los PED, está siendo altamente cuestionado por las fuerzas que
impulsan las nuevas condiciones regulatorias: liberalización, desregulación,
privatizaciones y achicamiento del Estado, crecimiento de la competencia. Co-
mo conclusión de su estudio, y refiriéndose a los paises de la OCDE, Patel y
Pavitt señalan que: i) los sistemas nacionales de innovación van a incluir cre-
cientemente relaciones entre la base científica local y firmas extranjeras, y ii)
que el crecimiento relativo de los lazos corporativos con centros extranjeros
científicos y tecnológicos de excelencia puede explicar los crecientemente es-
pecializados patrones de actividades tecnológicas nacionales.
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Lecturas obligatorias
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Lecturas recomendadas
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Introducción
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mano de obra calificada que prevalecían en los ‘70?; iii) ¿cuál es el papel
del Sistema Nacional de Innovación y de los Sistemas Locales en el nuevo
contexto?
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Lecturas obligatorias
Gutman, G. (1999), “Trayectorias y demandas tecnoló-
gicas de las cadenas agroindustriales en el Mercosur
ampliado: oleaginosas”, Resumen ejecutivo Nº 3
www.procisur.org.uy/proglobal.htm
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Lecturas Recomendada
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Referencias Bibliográficas
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