Está en la página 1de 7

Los llamados acuerdos plenarios optan por determinada doctrina u opción ideológica o

valorativa desde un enfoque jurídico, con el objeto de tener ciertos consensos. En Lima
el diez de setiembre del año dos mil diecinueve los jueces supremos de lo Penal,
integrantes de las salas penales permanente, transitoria y especial de la Corte Suprema
de Justicia de la República, reunidos en pleno jurisdiccional, de conformidad con lo
dispuesto en el artículo 16 del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder
Judicial, se pronunciaron respecto a la PRISIÓN PREVENTIVA, específicamente con
relación a los presupuestos procesales, así como a los criterios interpretativos
y relacionados con la práctica fiscal y judicial, doctrina legal que deberá ser acatada por
los órganos inferiores, al tratarse de un pronunciamiento vinculante. Explicaremos los
siguientes puntos analizados por el Pleno Jurisdiccional:

NECESIDAD DE UN ALTO GRADO DE PROBABILIDAD A


NIVEL DE SOSPECHA FUERTE O VEHEMENTE. -

Respecto al primer presupuesto se exige la verificación de graves y fundados elementos


de convicción, a nivel de sospecha fuerte o vehemente. Se exige también la
acreditación de un estándar probatorio alto “sospecha fuerte”, entendiéndose la sospecha
en términos técnico jurídico, como el grado de conocimiento intermedio de diferente
intensidad que permita concluir que el imputado es fundamentadamente sospechoso,
esto es, que exista un alto grado de probabilidad de que” luego va ser condenado”.
El estándar probatorio es particularmente alto, aunque no a nivel de sentencia
condenatoria, pero si incluso un grado más elevado al que se exige para acusar.
Establecen en el acuerdo: “Se ha de afirmar un JUICIO DE PROBABILIDAD sentado en
criterios objetivos sólidos o indicios consistentes, contar con un sistema coherente de
datos graves, precisos y concordantes y con un alto grado de confianza, consistencia,
fiabilidad y credibilidad, sin llegar, por cierto, al estándar de convencimiento más allá de
toda duda razonable.
Este alto grado de probabilidad requiere asumir con tal entidad o nivel de probabilidad de
que el imputado ha cometido el hecho delictivo – como autor o participe- y de que están
presentes todos los presupuestos de punibilidad y de la perseguibilidad”.

SOBRE EL NIVEL DE MOTIVACIÓN JUDICIAL. -

Respecto de la motivación de la resolución que impone prisión preventiva, se establece


que debe ser suficiente y razonable, cumpliendo los principios de exhaustividad y
congruencia. “No debe incurrir en abundancia expositiva, ni citas extensas y confusas de
lo que fluye de las fuentes de prueba, cantidad no es necesariamente calidad, y rigor
narrativo, así como de invocaciones doctrinarias sin mayor relevancia para el caso
concreto.” Exige la concisión y rigurosidad explicativa que justifiquen las conclusiones
fácticas de sospecha fuerte desde el derecho probatorio y jurídicas correspondientes.

Podemos resaltar la llamada de atención expresa respecto a la prohibición de


utilizar la prisión preventiva como mecanismo de presión para lograr confesión o
algún tipo de colaboración, señalándose textualmente: “en ningún caso podrá
adoptarse la prisión preventiva de forma instrumental, como modo de presionar al
imputado para obtener su confesión o algún tipo de colaboración, perdiendo así su
función cautelar y aseguradora de la prueba o como un modo de ganar tiempo para
investigar”.

RESPECTO AL JUICIO DE IMPUTACION – TIPICIDAD Y


ELEMENTOS DEL TIPO PENAL. -

Frente a algunas posiciones encontradas, la Corte Suprema establece que es ineludible


que el juicio de imputación ingrese al análisis de los elementos del tipo penal imputado,
esto es, que se realice en función a la alta probabilidad del delito, analizando las
categorías materiales: tipicidad, antijuricidad, culpabilidad y punibilidad.

Así como de los presupuestos procesales correspondientes. Es ineludible que el hecho


sea delictivo, que no carezca de tipicidad penal y que no se acredite la concurrencia de
alguna causa de exención o extinción de la responsabilidad penal. La PP supone un cierto
grado de desarrollo de la imputación, una probabilidad concreta de que el imputado haya
cometido el hecho punible. Es decir, no se incluirán aquellas imputaciones vagas e
imprecisas, donde no se lograba pasar el primer filtro de tipicidad penal, para asumir la
posición de la necesidad de alta probabilidad respecto a la presencia de los elementos
del tipo penal.

USO DE LAS DECLARACIONES DE POSTULANTES A


COLABORACIÓN Y COLABORADORES. -

De otro lado, la Corte Suprema se pronunció sobre el uso de las declaraciones de


postulantes a colaboradores eficaces y de colaboradores, reiterando la exigencia de
otras pruebas o medios de investigación que corroboren dichos testimonios,
conforme lo establece el art. 158 del CPP, señalando además que: “La declaración del
colaborador no debe ser la única relevante, sino que ha de estar corroborada por otros
medios – fuentes de prueba, es decir, no ha de ser la única fuente de prueba, pues se
requerirán datos externos de carácter objetivo, un respaldo en otros medios fuentes de
investigación o de prueba, distintas de la propia declaración del colaborador o
aspirante; además también es de rigor apreciar la credibilidad subjetiva del declarante,
su testimonio ha de ser fiable para lo cual se valorara la precisión, coherencia y
credibilidad del relato, así como la firmeza o persistencia mostrada durante el
procedimiento”.

Finalmente, en este extremo, señalan que se vulneraría el derecho de defensa cuando el


medio o fuente de investigación practicado con ausencia de la defensa ocupe un lugar
determinante en el juicio de sospecha grave, o sospecha fuerte o vehemente, sin ningún
elemento que lo corrobore.

LOS REQUISITOS PARA ORDENAR PRISIÓN PREVENTIVA:


DELITO GRAVE Y PELIGRO PROCESAL

Respecto del primero, se establece que se requerirá sospecha suficiente, un grado


inmediatamente inferior a la sospecha fuerte, pues el dato esta precedido de un dato
fuerte de pena elevada, a la que el imputado no es ajeno en cuanto a conocimiento y
riesgos, lo que desde ya legalmente constituye una situación constitutiva de riesgo de
fuga. En igual sentido, se debe comprender aquellas conductas vinculadas a la
criminalidad organizada, en grado de probabilidad preponderante (sospecha suficiente),
es decir, no alto grado de probabilidad, propio de la sospecha vehemente o fuerte.
 En cuanto al peligro procesal, considerado como el elemento más importante
para la validez de la prisión preventiva, analiza los dos peligros previstos en la
norma, peligro de fuga y peligro de obstaculización de la actividad
probatoria, estableciendo que se requiere la acreditación de uno de los peligros o
riesgo procesal concreto, puede ser uno u otro, o concurrir ambos al caso concreto.
Siendo la acreditación a nivel de alta probabilidad, sospecha fuerte.
 En cuanto al peligro de fuga, se reitera las tipologías establecidas en el art. 269
del CPP, en base a los datos del caso concreto evitándose las meras
presunciones. Reiterando que dicho riesgo procesal no puede desprenderse
únicamente de la pena previsible a imponer, señala textualmente: “(…) los
automatismos no son de recibo, este peligro no puede ser apreciado
esquemáticamente, según criterios abstractos, deben agregarse la naturaleza del
delito, sin perjuicio de analizar la entidad del aporte”.
 Sobre el peligro de obstaculización, nuevamente reitera la necesidad de contar
con datos objetivos y sólidos, no meras sospechas. Sostienen los Jueces
Supremos que no es legítimo invocar necesidades de la investigación de manera
general y abstracta; dicha justificación debe fundamentarse en un peligro efectivo
de que el proceso de investigación será impedido en libertad, se ha de valorar
capacidad y aptitud de influir en el hallazgo e integridad de los elementos de
convicción. Precisándose enfáticamente que están excluidos – como elementos a
tomar en cuenta para establecer este peligro –los actos derivados del ejercicio del
derecho de defensa del imputado o como respuesta a su falta de colaboración en
la investigación.
Destaca además un aspecto sustancial, esto es, que el inculpado no tiene la
obligación de aportar fuentes de investigación o de prueba que puedan
incriminarlo. Señalándose que “la verdad no se puede obtener a cualquier precio
(…) el antídoto contra este riesgo no está destinado a mermar el derecho de
defensa, no tiene el rol de instrumento de la investigación, de modo que el juez
estuviera facultado para hacer saber al imputado que va a ordenar su ingreso a
prisión en función a la actitud que adopte en el proceso de su disposición al
esclarecimiento de los hechos. No constituyen circunstancias de las que queda
deducir el riesgo de destrucción probatoria, por ejemplo, la complejidad de la
causa. Ello es así porque no denota en modo alguno el riesgo de destrucción
probatoria.
Respecto del plazo o duración de dichos peligros, analizan que en el caso del
peligro de obstaculización que este por lo general no se extiende en el tiempo
como el caso del peligro de fuga, pues es factible que pueda ser eliminado con la
utilización efectiva de medidas de protección, ocupación o incautación de bienes.
Por ende, el plazo de duración debe ser tendencialmente más breve y no
necesariamente igual que el correspondiente al peligro de fuga.

Sin embargo, en los casos de criminalidad organizada, por sus propias


características, el riesgo objetivo de obstaculización es más intenso desde un
primer momento y puede prolongarse consistentemente en el tiempo, tanto más si
el aseguramiento de fuentes de prueba puede ser difícil o complicado y
prolongado, en especial de las fuentes personales que requerirán, de ser el caso,
en función a las necesidades de protección, anticipación probatoria.

Respecto del plazo de duración de la prisión preventiva, acorde con el principio


de proporcionalidad, debe durar el tiempo necesario en función al cumplimiento de
los fines de la medida. Señalando que el Fiscal en caso de prisión preventiva
debe actuar de forma célere en la realización de actos de investigación,
precisándose que EL PRESO PREVENTIVO ES PRESUNTO INOCENTE.

Respecto de la aplicación temporal de leyes en el tiempo, por su implicancia


en el derecho a la libertad personal, debe aplicarse entre la norma que la regulo y
que decidió la medida y la norma posterior, la que es más favorable a la libertad
personal – aplicación retroactiva más favorable-
No puede considerarse como practica dilatoria el ejercicio de los derechos
procesales por parte del imputado, la actividad investigativa de la fiscalía ha de ser
diligente y ha de ser examinada a la luz de la complejidad del caso y de lo que en
efecto realizo.

ASPECTOS RELEVANTES SOBRE LA AUDIENCIA DE


PRISIÓN PREVENTIVA Y LA GARANTÍA DE DEFENSA.

La audiencia no es probatoria. No se actúan medios de investigación o de prueba.


No cabe su lectura ni un debate específico sobre su mérito probatorio, solo
alegación sobre su relevancia a los fines de la sustentación de la pretensión o de
la resistencia. En procesos simples obviamente el plazo de 48 horas para
audiencia resultaría razonable, no así para los procesos complejos o contra
organizaciones criminales, por lo que, en cumplimiento del derecho de defensa
procesal de exigencia de un plazo razonable para prepararla, cabe señalar un
plazo distinto, judicial que tenga en consideración el principio de cognición
limitada, propio de toda medida de coerción, y la máxima de aceleramiento
procesal, para su señalamiento, desarrollo y decisión.

El juez debe cuidar que el conocimiento de los cargos y de las fuentes – medios
de prueba sea efectivo, y debe garantizar un debate contradictorio que incida en
lo esencial y permita debatir lo nuclear de la pretensión fiscal y la resistencia de la
defensa. De igual manera, los Supremos señalan que no es aceptable que el
Juez consienta una exagerada y tendenciosa exposición de la pretensión y las
resistencias, más aún si, en el primer caso, esta se ha expresado por escrito y
fundamentadamente. De igual manera, señalan que ESTAS AUDIENCIAS,
SALVO CASOS EXCEPCIONALES, NO PUEDEN DURAR HORAS DE HORAS
(…) NO PUEDE CONTINUAR UNA DESNATURALIZACIÓN TAN DESMEDIDA
DEL TIEMPO DE INTERVENCIONES, y que implícitamente se aliente a la
desmesura y la confusión, se desnaturalice la claridad de los argumentos e
indirectamente se facilite un intercambio de agravios y calificaciones personales
entre la fiscalía y la defensa, el juez debe precisar el tiempo único que las partes
tienen.

RESPECTO DEL AUTO DE PRISIÓN PREVENTIVA

Este debe ser especialmente motivado, motivación reforzada o cualificada, y


además debe ser oral– no debe eludirse la documentación de la audiencia en el
acta, donde debe consignarse el argumento esencial, la base de la sospecha
fuerte, que riesgo procesal se afirma o descarta y en que se basa la decisión.

Por último, es necesario mencionar la doctrina legal vinculante: Los principios


jurisprudenciales que contienen doctrina legal deben ser invocados por jueces de
todas las instancias. (24 al 27, 34 al 55, 57 al 59, 67 al 71).

Considero que este instituto procesal consiste en la privación temporal de la


libertad ambulatoria de una persona, mediante su ingreso a un centro
penitenciario, durante el desarrollo de un proceso penal con el objeto de asegurar
los fines del mismo.

No obstante, eso no es todo. Debemos recordar que, al ser una medida cautelar
de carácter personal, la cual limita el derecho a la libertad ambulatoria, tiene que
tener legitimidad constitucional. La Corte Suprema, en ese sentido, nos indica que
esta se cumple solo si se observa los principios de intervención indiciaria y de
proporcionalidad, así como los presupuestos y requisitos que se encuentran
establecidos en nuestra norma procesal penal.

También podría gustarte