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FUERTES Y GRAVES ELEMENTOS DE CONVINCCIÓN

“Un juez debe pensar en la ley y no en el ambiente de los casos que juzga. La prisión
preventiva está siendo utilizada para poner una pena anticipada cuando no se
justifica”
– Julián López, abogado de “Los Carlos”.

La sentencia recaída en el Exp. 502-2018-HC/TC, declaró fundado el hábeas


corpus de Ollanta Humala y Nadine Heredia
Fundamento 141: «Más allá del juicio mediático, y más allá de la gravedad de los
cargos, los jueces deben recordar que tener ante sí un procesado, es interactuar,
en principio con una persona inocente, porque la protege la presunción de inocencia
y que, en tanto tal, merece el tratamiento que corresponde esa condición».

4. Sentencia Plenaria Casatoria 01-2017/CIJ-433

La sentencia plenaria casatoria 01-2017/CIJ-433 establece como grados de


sospecha:

 Para la emisión de la disposición de diligencias preliminares solo se


requiere sospecha inicial simple, para «[…] determinar si han tenido
lugar los hechos objeto de conocimiento y su delictuosas, asi como
asegurar los elementos materiales de su comisión, individualizar a las
personas involucradas en su comisión y dentro de los limites de la ley,
asegurarlas debidamente» (art. 330.2 CPP).
 Para la expedición de la disposición de formalización de la
investigación preparatoria se necesita sospecha reveladora, esto es,
«[…] indicios reveladores de la existencia de un delito, que la acción no
ha prescrito, que se ha individualizado al imputado y que si fuera el caso,
se han satisfecho los requisitos de procedibilidad […]» (art. 336.1 CPP).
 Para la formulación de la acusación y la expedición del auto de
enjuiciamiento se precisa sospecha suficiente, vale decir, «[…] base
suficiente para ello» o «[…] elementos de convicción suficientes para solicitar
fundadamente el enjuiciamiento del imputado» [art. 344 1) y 2) literal d CPP].
 En lo que refiere a la prisión preventiva, para pronunciar dicha medida
coercitiva personal se requiere sospecha grave, es decir, «fundados y
graves elementos de convicción para estimar razonablemente la comisión de
un delito, que vincule al imputado como autor o participe del mismo» (art.
268.a CPP).

En orden al nivel o intensidad de la sospecha, cabe afirmar lo siguiente:

 La sospecha inicial simple –el grado menos intensivo de la sospecha–


requiere, por parte del fiscal, puntos de partida objetivos, es decir, un
apoyo, justificado por hechos concretos -solo con cierto nivel de
delimitación- y basado en la experiencia criminalística, de que se ha
cometido un hecho punible perseguible que puede ser constitutivo del
delito. Para incoar diligencias preliminares solo se precisa de la posibilidad
de la comisión de un hecho delictivo.
 La sospecha reveladora para la disposición de formalización de
investigación preparatoria –el grado intermedio de la sospecha– en cuanto
imputación formal de carácter provisional, consiste en la existencia de
hechos o datos básicos que sirvan racionalmente de indicios de una
determinada conducta, mediante la presencia de elementos de convicción
con determinado nivel, medio, de acreditación para incoar un proceso
penal en forma y, en su día, servir de presupuesto necesario para la
acusación y la apertura del juicio oral.
 La sospecha suficiente, idónea para la acusación y para la emisión del
auto de enjuiciamiento –el grado relativamente más sólido de la
sospecha– en la evaluación provisoria del hecho exige, a partir de los
elementos de convicción acopiados hasta el momento, una probabilidad
de condena (juicio de probabilidad positivo) -que esta sea más probable
que una absolución. Estos es, que consten datos de cargo, desfavorables
al imputado y que prevalezcan respecto de los datos que lo favorezcan o
de descargo, que fundan el progreso de la persecución penal.
 La sospecha grave, propia para dictar mandato de prisión preventiva –el
grado más intenso de la sospecha, el más fuerte, en términos de nuestro
Código Procesal Penal, que la sospecha suficiente y que resulta necesaria
para la acusación y el enjuiciamiento–requiere de un alto grado de que
están presente todos los presupuestos de la punibilidad y la
perseguibilidad (alto grado de probabilidad de una condena). Esta es una
condición sine qua nom de la adopción y mantenimiento de esta medida
de coerción personal.
 El elemento de convicción ha de ser corroborado por otros elementos de
convicción o cuando por si mismos es portador de una alta fiabilidad de sus
resultados, y además ha de tener un alto poder incriminatorio, esto es,
vincular al imputado con el hecho punible.
 Esta exigencia probatoria, sin duda será superior que la prevista para el inicio
de actuaciones penales pero inferior al estándar de la prueba establecido
para la condena: descarte de duda razonable. No se exige por ello, prueba
plena de la autoría ni una definitiva calificación jurídica de la conducta, sino
únicamente la existencia de indicios o elementos de convicción fundados y
graves de la comisión de una actividad delictiva y de los demás presupuestos
de punibilidad y perseguibilidad y a partir de ellos de su responsabilidad
penal.

El juicio de imputación judicial para la prisión preventiva exige un plus material


respecto a los dos anteriores niveles de sospecha, pues debe contener un elevado
índice de certidumbre y verosimilitud acerca de la intervención del encausado en el
hecho delictivo. La expresión sospecha grave debe ser interpretada en sentido
cuantitativo, es decir, denotando un grado de intensidad mayor que la precedente,
que permitan ya sostener desde un principio, aunque provisionalmente, que la
persona inculpada es responsable del delito.

Alto grado de probabilidad y sospecha grave. Expediente 350-2015-13

La sospecha grave requiere de un alto grado de probabilidad de que el imputado ha


cometido el hecho punible y de que se presentan todos los presupuestos de la
punibilidad y de la perseguibilidad. El juicio de imputación debe contener un elevado
índice de certidumbre y verosimilitud sobre la intervención del encausado en el
hecho delictivo. La superación de este nivel es necesario para la imposición de la
prisión preventiva.

Para la adopción de la prisión preventiva no se exige certeza sobre la imputación,


sino un alto grado de probabilidad de la ocurrencia de los hechos, mayor al
requerido tanto para formular la acusación como para permitir el auto de
enjuiciamiento, y lógicamente la disposición de formalización y continuación de
investigación preparatoria, la cual debe sustentarse con toda la información
oralizada y acopiada hasta ese momento. He allí la razón de fundados y graves
elementos de convicción, que debe constituirse sobre cada uno de los elementos
típicos del delito que se investiga.

Para sustentar una sospecha grave que fundamente la imposición de una prisión
preventiva se requiere que la configuración de la organización criminal se encuentre
claramente delimitada y su existencia acreditada -en alto grado de probabilidad-. Es
más, siendo la organización criminal un delito de mera actividad, requiere que los
indicios aportados reconstruyan la existencia de la misma y la vinculación de cada
imputado con ella. Los elementos de convicción pueden manifestarse
independientemente o como inferencia de los delitos cometidos.

Para efectos de la valoración de la declaración de un colaborador eficaz, se debe


tener en con sideración el artículo 481-A, concordante con el artículo 158.2 del
Código Procesal Penal; es decir, si el Ministerio Público incorpora como elemento
de convicción la declaración de un colaborar para solicitar una medida coercitiva
personal, esta debe ser corroborada en el procedimiento especial y sustentada
debidamente por el Ministerio Público al momento de formular su requerimiento,
correspondiendo a la autoridad judicial darle el merito atinente al caso concreto.

Si no ha sido corroborada la declaración del colaborador eficaz en forma debida y


legal, esta no puede ser empleada como un fundado y grave elemento de convicción
que sustente una medida cautelar personal, y siendo este el elemento de convicción
principal no reúne el carácter de gravedad exigido indispensable para sustentar la
prisión preventiva.

La interposición de un habeas corpus tampoco acredita peligro de obstaculización,


aún si se dirige a anular una declaración, toda vez que, de no tener la razón, no le
será concedida ni amparada en la respectiva sede constitucional.

Por otro lado, no basta solamente la inconcurrencia del investigado a las citaciones
policiales a declarar para dar por acreditado el peligro de obstaculización. Si bien
es obligatoria la concurrencia del investigado a la citación a declarar (acto en el que
puede hacer uso de su derecho a la no autoincriminación), ello deviene en
discrecional en tanto que la declaración del investigado constituye un acto de
defensa.

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