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1.

EL ASMA

1.1. DESCRIPCIÓN GENERAL

El asma es una afección en la que se estrechan y se hinchan las vías respiratorias, lo cual produce
mayor mucosidad. Esto podría dificultar la respiración y provocar tos, silbido al respirar y falta de
aire.

Para algunas personas, el asma es una molestia menor. Para otras, puede ser un problema
considerable que interfiere en las actividades cotidianas y que puede producir ataques de asma
que pongan en riesgo la vida.

El asma no tiene cura, pero sus síntomas pueden controlarse. Debido a que el asma cambia con el
paso del tiempo, es importante que colabores con el médico para controlar tus signos y síntomas,
y para ajustar el tratamiento según sea necesario.

Síntomas

Los síntomas del asma varían según la persona. Es posible que tengas ataques de asma con poca
frecuencia, síntomas solamente en ciertos momentos, como cuando haces ejercicio, o síntomas en
todo momento.

1.2. LOS SIGNOS Y SÍNTOMAS DEL ASMA COMPRENDEN:

 Falta de aire

 Dolor u opresión en el pecho

 Problemas para dormir causados por falta de aire, tos o silbido al respirar

 Un pitido o silbido al respirar que puede oírse al exhalar (el silbido al respirar es un signo
frecuente de asma en los niños)

 Tos o silbido al respirar que empeora con un virus respiratorio, como un resfrío o influenza

Los signos que indican que probablemente el asma esté empeorando comprenden:
• Signos y síntomas del asma que son más frecuentes y molestos

• Aumento de la dificultad para respirar (se calcula con un medidor de flujo máximo, el cual
es un dispositivo que se utiliza para verificar el funcionamiento de los pulmones)

• Necesidad de usar un inhalador de alivio rápido con mayor frecuencia

• Para algunas personas, los signos y síntomas del asma se exacerban en ciertas situaciones:

• Asma provocada por el ejercicio, que puede empeorar con el aire frío y seco

• Asma ocupacional, desencadenada por irritantes en el lugar de trabajo, como vapores


químicos, gases o polvo

• Asma alérgica, desencadenada por sustancias que se encuentran en el aire, como el polen,
las esporas de moho, los residuos de cucarachas o las partículas de la piel y la saliva seca que
pierden las mascotas (caspa de las mascotas)

1.3. CUÁNDO CONSULTAR AL MÉDICO

Busca tratamiento de urgencia

Los ataques de asma graves pueden poner en riesgo la vida. Colabora con el médico para
determinar qué hacer cuando los signos y síntomas empeoran, y cuándo necesitarás tratamiento
de urgencia. Los signos de urgencia por asma comprenden:

Rápido empeoramiento de la falta de aire o del silbido al respirar

Falta de mejora, incluso después de usar inhalador de alivio rápido, como salbutamol

Falta de aire cuando haces la mínima actividad física

Consulta con el médico

Ve a ver al médico:

Si crees que tienes asma. Si tienes tos o silbido al respirar frecuente que dura más de algunos días
o si tienes cualquier otro signo o síntoma de asma, ve a ver al médico. Tratar el asma antes de
tiempo puede prevenir daño pulmonar a largo plazo y ayudar a evitar que la afección empeore con
el paso del tiempo.
Para controlar el asma después del diagnóstico. Si sabes que tienes asma, colabora con tu médico
para controlarla. Un buen control a largo plazo ayuda a que te sientas mejor en el día a día y
puede prevenir ataques de asma que ponen en riesgo la vida.

Si empeoran los síntomas del asma. Comunícate con el médico de inmediato si te parece que los
medicamentos no están aliviando los síntomas o si necesitas usar el inhalador de alivio rápido con
mayor frecuencia. No intentes resolver el problema tomando más medicamentos sin antes
consultar con el médico. El abuso de los medicamentos para el asma puede producir efectos
secundarios y empeorar el asma.

Para revisar tu tratamiento. Con frecuencia, el asma cambia con el paso del tiempo. Reúnete con
el médico regularmente para hablar sobre tus síntomas y hacer cualquier ajuste necesario al
tratamiento.

2. LA FIEBRE

¿Qué es lo que causa fiebre?

La fiebre o la temperatura corporal elevada puede ser causada por lo siguiente: Un virus. Una
infección bacteriana. Agotamiento por calor.

¿Qué es una fiebre?

La fiebre es una temperatura del cuerpo más elevada de lo normal. Una temperatura normal
puede variar de persona a persona, pero generalmente es alrededor de 98.6 ºF o 37ºC. La fiebre
no es una enfermedad. Por lo general, es una señal de que su cuerpo está tratando de combatir
una enfermedad o infección.

¿Qué grado de fiebre es peligroso?

Hay que aprender a tomarla de manera correcta y saber cuándo compromete la salud y es
necesario acudir al médico. Si supera 40ºC, se considera muy alta y peligrosa. Más todavía si a la
vez hay deterioro del estado general, sensación de ahogo y alteraciones de las constantes vitales o
del nivel de consciencia.

¿Cómo se puede quitar la fiebre?


• Si tú o alguien que cuidas tiene fiebre, sigue estos pasos para bajarla:

• Tómate la temperatura y evalúa tus síntomas. ...

• Quédate en cama y descansa.

• Mantente hidratado. ...

• Toma medicamentos de venta libre como paracetamol e ibuprofeno para reducir la


fiebre. ...

• Mantente fresco.

¿Cómo se cura la fiebre científicamente?

En caso de fiebre alta o baja que produce malestar, el médico puede recomendarte medicamentos
de venta libre, como paracetamol (Tylenol y otros) o ibuprofeno (Advil, Motrin IB y otros). Usa
estos medicamentos siguiendo las instrucciones de la etiqueta o las recomendaciones del médico.

¿Cuánto tiempo puede durar una persona con fiebre?

Con qué frecuencia se repite la fiebre y cuánto tiempo dura depende principalmente del tipo de
infección que la causa. La mayoría de los casos de fiebre causada por virus, dura entre 2 y 3 días,
pero en algunos casos puede durar hasta 2 semanas.

¿Qué pasa cuando tienes fiebre y sudas?

Cuando tenemos fiebre, normalmente sudamos. Esto se explica debido a que la temperatura de
nuestro cuerpo aumenta y se encuentra más alta de lo habitual ya que nuestro organismo está
luchando contra un agente invasor.

¿Qué consecuencias produce la fiebre muy alta?

Una temperatura corporal tan alta puede causar la disfunción y, en última instancia, el fracaso de
la mayoría de los órganos. Dicha elevación extrema puede ser causada por una infección muy
grave (como septicemia, malaria o meningitis), pero es más típica de un golpe de calor o tras el
consumo de ciertas sustancias.
¿Qué pasa si tengo más de 39 grados de temperatura?

En los demás casos, suele ser autolimitada y se trata por el malestar que produce en las personas
que la padecen. Niveles de temperatura alrededor de los 39°C producen malestar, aumento de la
sudoración, enrojecimiento facial, y en ocasiones mareos, naúseas, deshidratación y debilidad.

¿Cómo bajar la fiebre sin medicamentos?

Si se padece de fiebre, a pesar de tener escalofríos o sensación de frío, hay que procurar evitar
abrigarse en exceso. Opta por prendas ligeras y transpirables y cúbrete con una manta liviana. Así
tu cuerpo podrá estabilizar la temperatura. Evita que la estancia en la que te encuentres esté muy
fría o muy caliente.

3. CONVULSIONES

3.1. DESCRIPCIÓN GENERAL

Una convulsión es una alteración eléctrica repentina y descontrolada del cerebro. Puede provocar
cambios en la conducta, los movimientos o los sentimientos, así como en los niveles de
conocimiento. Si tienes dos o más convulsiones o tiendes a tener convulsiones recurrentes,
padeces epilepsia.

Existen muchos tipos de convulsiones que varían según su intensidad. Los tipos de convulsiones
difieren según dónde y cómo se producen en el cerebro. La mayoría de las convulsiones duran de
30 segundos a 2 minutos. Las convulsiones que duran más de cinco minutos constituyen una
emergencia médica.

Las convulsiones son más frecuentes de lo que crees. Pueden ocurrir después de un accidente
cerebrovascular, un traumatismo cerrado en la cabeza, una infección, como la meningitis, u otras
enfermedades. Aun así, muchas veces se desconoce la causa de la convulsión.

La mayoría de los trastornos convulsivos se puede controlar con medicamentos, pero el


tratamiento de las convulsiones puede tener un impacto significativo en tu vida cotidiana. La
buena noticia es que puedes trabajar con tu profesional de cuidado de la salud para equilibrar el
control de las convulsiones y los efectos secundarios de los medicamentos.

3.2. SÍNTOMAS

En las convulsiones, los signos y síntomas pueden oscilar entre leves y graves, y variar según el tipo
de convulsión. Algunos de los signos y síntomas de convulsiones son:

 Confusión temporal

 Episodios de ausencias

 Movimientos espasmódicos incontrolables de brazos y piernas

 Pérdida del conocimiento o conciencia

 Síntomas cognitivos o emocionales, como miedo, ansiedad o déjà vu

 Generalmente, los médicos clasifican las convulsiones como focales o generalizadas, en


función de cómo y dónde comienza la actividad cerebral anormal. Las convulsiones también
pueden clasificarse como de comienzo desconocido si no se sabe cómo se produjeron.

3.3. CONVULSIONES FOCALES

Las convulsiones focales se producen a causa de actividad eléctrica anormal en una parte del
cerebro. Las convulsiones focales pueden ocurrir con pérdida del conocimiento o sin ella:

Convulsiones focales con alteración de la conciencia. Estas convulsiones involucran un cambio o la


pérdida del conocimiento o conciencia. Puedes mirar fijamente en el espacio y no responder con
normalidad a tu entorno o realizar movimientos repetitivos, como frotarte las manos, mascar,
tragar o caminar en círculos.

Convulsiones focales sin pérdida del conocimiento. Estas convulsiones pueden alterar las
emociones o cambiar la manera de ver, oler, sentir, saborear o escuchar, pero sin perder el
conocimiento. También pueden provocar movimientos espasmódicos involuntarios de una parte
del cuerpo, como un brazo o una pierna, y síntomas sensoriales espontáneos, como hormigueo,
mareos y luces parpadeantes.

Los síntomas de las convulsiones focales pueden confundirse con otros trastornos neurológicos,
como migraña, narcolepsia o enfermedades mentales.
3.4. CONVULSIONES GENERALIZADAS

Las convulsiones que aparentemente se producen en todas las áreas del cerebro se denominan
«convulsiones generalizadas». Los diferentes tipos de convulsiones generalizadas comprenden:

Crisis de ausencia. Las crisis de ausencia, previamente conocidas como «convulsiones petit mal»
(epilepsia menor), a menudo ocurren en niños y se caracterizan por episodios de mirada fija en el
espacio o movimientos corporales sutiles como parpadeo o chasquido de labios. Pueden ocurrir en
grupo y causar una pérdida breve de conocimiento.

Crisis tónicas. Las crisis tónicas causan rigidez muscular. Generalmente, afectan los músculos de la
espalda, brazos y piernas, y pueden provocar caídas.

Crisis atónicas. Las crisis atónicas, también conocidas como «convulsiones de caída», causan la
pérdida del control muscular, que puede provocar un colapso repentino o caídas.

Crisis clónicas. Las crisis clónicas se asocian con movimientos musculares espasmódicos repetitivos
o rítmicos. Generalmente afectan el cuello, la cara y los brazos.

Crisis mioclónicas. Las crisis mioclónicas generalmente aparecen como movimientos espasmódicos
breves repentinos o sacudidas de brazos y piernas.

Crisis tonicoclónicas. Las crisis tonicoclónicas, previamente conocidas como «convulsiones de gran
mal» (epilepsia mayor), son el tipo de crisis epiléptica más intenso y pueden causar pérdida
abrupta del conocimiento, rigidez y sacudidas del cuerpo y, en ocasiones, pérdida del control de la
vejiga o mordedura de la lengua.

3.5. CUÁNDO CONSULTAR AL MÉDICO

Busca ayuda médica inmediata en los siguientes casos:

 La convulsión dura más de cinco minutos.


 La respiración o el conocimiento no retornan una vez que finaliza la convulsión.

 Se produce una segunda convulsión de inmediato.

 Tienes fiebre alta.

 Sufres agotamiento por calor.

 Estás embarazada.

 Tienes diabetes.

 Sufriste una lesión durante la convulsión.

 Si tienes una convulsión por primera vez, busca asesoramiento médico.

3.6. CAUSAS

Las células nerviosas del cerebro (neuronas) crean, envían y reciben impulsos eléctricos que les
permiten comunicarse entre ellas. Cualquier factor que altere estas vías de comunicación puede
provocar una convulsión.

La causa más frecuente de las convulsiones es la epilepsia. Sin embargo, no todas las personas que
tienen convulsiones tienen epilepsia. A veces, las convulsiones se producen por:

• Fiebre alta, que puede estar asociada a una infección, como la meningitis

• Falta de sueño

• Bajo sodio en sangre (hiponatremia) que puede ocurrir con la terapia diurética

• Medicamentos, como ciertos analgésicos, antidepresivos o terapias para dejar de fumar,


que disminuyen el umbral de las convulsiones

• Traumatismo craneal que provoca sangrado en una zona del cerebro

• Accidente cerebrovascular

• Tumor cerebral

• Drogas ilegales o recreativas, como las anfetaminas o la cocaína

• Consumo excesivo de alcohol en momentos de abstinencia o intoxicación extrema

COMPLICACIONES
Tener convulsiones en momentos determinados puede provocar circunstancias peligrosas para ti o
para otras personas. Podrías correr el riesgo de tener:

Caídas. Si sufres alguna caída durante una convulsión, puedes lastimarte la cabeza o romperte un
hueso.

Ahogo. Si tienes una convulsión mientras nadas o tomas un baño, corres riesgo de ahogarte por
accidente.

Accidentes automovilísticos. Una convulsión que causa la pérdida del conocimiento o del control
puede ser peligrosa si estás conduciendo un automóvil u operando maquinaria.

Complicaciones en el embarazo. Las convulsiones durante el embarazo pueden ser peligrosas


tanto para la madre como para el bebé, y ciertos medicamentos antiepilépticos aumentan el
riesgo de defectos al nacer. Si tienes epilepsia y planeas quedar embarazada, trabaja con tu
médico para que pueda ajustar tus medicamentos y controlar tu embarazo según sea necesario.

Problemas de salud emocional. Las personas que padecen convulsiones son más propensas a tener
problemas psicológicos, como depresión y ansiedad. Los problemas pueden ser resultado de
dificultades para lidiar con la enfermedad y de los efectos secundarios de los medicamentos.

4. CRISIS EPILEPTICA

4.1. Definición

Una crisis epiléptica es una alteración paroxística que se produce en una persona, de forma brusca
e inesperada y finaliza habitualmente de forma rápida, debida a una actividad anormal, súbita,
breve y transitoria, de las células más importantes que componen el cerebro: las neuronas.

Las crisis epilépticas son de comienzo repentino y duran habitualmente segundos o pocos
minutos. Durante la crisis epiléptica se puede perder el conocimiento, tener movimientos rítmicos
o no y la persona no se da cuenta de nada, o por el contrariopuede permanecer consciente
durante la crisis epiléptica y notar todo lo que le ocurre, como movimientos bruscos involuntarios,
rítmicos o no, o una sensación, pensamiento o emoción anormal.

4.2. CAUSAS
Las neuronas se comunican entre sí por impulsos que son parecidos a los impulsos eléctricos. Una
crisis epiléptica, se produce porque un grupo de neuronas más o menos amplio del cerebro
descargan impulsos “eléctricos” excesivos (la llamada descarga epiléptica), debido a cualquier
proceso que provoque un disturbio en el funcionamiento normal de esas neuronas e induzca
irritabilidad en las mismas.

Las neuronas se comunican entre sí por impulsos que son parecidos a los impulsos eléctricos. Una
crisis epiléptica, se produce porque un grupo de neuronas más o menos amplio del cerebro
descargan impulsos “eléctricos” excesivos (la llamada descarga epiléptica), debido a cualquier
proceso que provoque un disturbio en el funcionamiento normal de esas neuronas e induzca
irritabilidad en las mismas.

4.3. TIPOS DE EPILEPCIA

4.3.1. Crisis sintomáticas agudas o provocadas

En ocasiones, el proceso que produce un disturbio del funcionamiento y causa la crisis epiléptica,
es conocido pero aislado, como ocurre ante una intoxicación por drogas o por una bajada excesiva
de azúcar en la sangre y en el cerebro, y no tiene porqué repetirse, puesto que la causa ha sido
transitoria.

4.3.2. Crisis espontáneas

En otras ocasiones, las crisis epilépticas aparecen de forma espontánea, es decir, no son
provocadas por una causa inmediata y pueden tener tendencia a la repetición, que como ya
hemos comentado es lo que define a la epilepsia.

4.4. PREVENSION

Muchos casos de epilepsia secundaria a traumatismos se pueden prevenir haciendo uso de los
cinturones de seguridad en los vehículos y de cascos en las bicicletas y motos; poniendo a los niños
en asientos adecuados para coches y, en general, tomando las medidas de precaución necesarias
para evitar traumatismos y daños en la cabeza. Seguir un tratamiento después del primer o
segundo ataque también puede prevenir la epilepsia en algunos casos. Unos buenos cuidados
prenatales, incluyendo el tratamiento de la tensión alta e infecciones durante el embarazo,
pueden prevenir daños cerebrales durante el desarrollo del bebé, que conduzcan a una posterior
epilepsia u otros problemas neurológicos.
El tratamiento de enfermedades cardiovasculares, tensión alta, infecciones y otros trastornos que
puedan afectar al cerebro durante la madurez y la vejez también puede prevenir muchos casos de
epilepsia en adultos.

Según la OMS, las infecciones del sistema nervioso central son causas frecuentes de epilepsia en
las zonas tropicales. La eliminación de los parásitos y la educación sobre cómo evitar las
infecciones pueden ser eficaces para reducir la epilepsia en estos entornos.

Por último, identificar los genes implicados en muchos trastornos neurológicos puede ofrecer
oportunidades para un estudio genético y un diagnóstico prenatal que puede prevenir muchos
casos de epilepsia.

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