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Si su niño tiene fiebre, el pediatra revisará para ver si hay alguna infección. Si
no hay fiebre y fue la primera convulsión de su hijo, el médico tratará de
determinar otras posibles causas preguntando si hay un historial familiar de
convulsiones o si su hijo ha tenido alguna lesión reciente en la cabeza.
Examinará a su niño y también puede ordenar pruebas de sangre, imágenes del
cerebro usando tomografía computarizada (escáner TAC), imágenes por
resonancia magnética - RMN (MRI, por sus siglas en inglés) o pruebas con un
electroencefalograma (EEG, por sus siglas en inglés), que mide la actividad
eléctrica del cerebro. Algunas veces se realizará una punción lumbar para
obtener una muestra de líquido lumbar que se puede examinar para buscar
causas de convulsiones como meningitis, una infección del recubrimiento del
cerebro. Si no se encuentra una explicación o causa para las convulsiones, el
médico puede consultar a un neurólogo pediatra, un pediatra que se especializa
en trastornos del sistema nervioso.
Recuerde...
Con todo y lo alarmantes como pueden ser las convulsiones, es un consuelo saber que la
probabilidad de que su niño tenga otra convulsión se reduce grandemente cuando crece.
(Solo 1 de cada 100 adultos tiene una convulsión alguna vez.) Infortunadamente,
todavía hay mucho desconocimiento y confusión respecto a las convulsiones, así que es
importante que los amigos y maestros de su hijo sepan sobre su condición.
Una crisis asmática puede cursar con tos, opresión de pecho, jadeo,
respiración sibilante y dificultades para respirar. Cuando una persona tiene
una crisis asmática, también puede presentar sudoración y/o sentir que se le
acelera el ritmo cardíaco. Si se trata de una crisis grave, la persona tendrá
que hacer grandes esfuerzos para respirar incluso estando sentada y
quieta. Es posible que no pueda decir más que unas pocas palabras seguidas
y tendrá que hacer frecuentes pausas para respirar.
Puesto que una crisis asmática puede poner en peligro la vida de una
persona, todas las crisis asmáticas requieren atención. Cuando una persona
tiene una crisis asmática puede necesitar una medicación de rescate contra el
asma (o de alivio rápido), ir al médico o, incluso, acudir a un hospital. El
hecho de disponer de un conjunto de resumidas en un plan de acción contra
el asma puede ayudarle a saber qué curso de acción necesita seguir.
Fomentar buenos hábitos para controlar la diabetes cuando el niño es pequeño puede
tener un impacto dramático en su control cuando crecen. Muchas comunidades también
tienen grupos de padres activos en los cuales los padres de niños con diabetes se pueden
reunir para hablar sobre inquietudes comunes. Pídale una recomendación a su médico.