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DIFUSIÓN VEGANA Por la abolición de la explotación animal

2 abril, 2017

LO QUE EL VEGANISMO
NO ES

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El veganismo es un tema que pareciera haber captado la atención


de diversos medios, por lo que ahora es más frecuente ver noticias
asociadas al tema. No es de extrañar, también, que sea objeto de
burlas que se sustentan en una de nición errónea, y que
parecieran confundir entre los planteamientos teóricos y las
prácticas de algunos veganos; es decir, que piensen que diversas
iniciativas o luchas son lo mismo simplemente porque ven a
personas denominadas, naturópatas, por ejemplo, decir que son
veganas. Así,  es normal que se generalice y achaque a todo el
movimiento lo que se ha visto en unas cuantas personas.

La mayoría de estos ataques   caricaturizan la postura a gusto de


sus detractores para luego criticarla a sus anchas. Pareciera,
entonces, que son necesarias ciertas explicaciones para saber
cuándo se está haciendo una crítica al veganismo propiamente
dicho o bien a la versión distorsionada que tienen del mismo.  Esta
entrada comienza enlistando y explicando por qué muchas de las
a rmaciones que acá contenidas no son constituyentes ni mucho
menos elementos centrales del veganismo. Hay que tener en
mente la diferencia entre lo que practican algunos veganos y lo
que se de ende desde el veganismo propiamente de nido.

Sobre esto, también sería pertinente aclarar que lo que aquí


expondremos no serán acusaciones que incurran en lo que se
denomina la “falacia del auténtico escocés”.  Evidentemente, un
millenial puede ser vegano, así como una persona naturópata
también puede serlo. Lo que queremos es precisar que según su
de nición, el veganismo no tiene nada que ver con estas
cuestiones. En este sentido, pareciera lógico terminar esta
entrada dando una de nición de lo que éste es. Y eso es,
exactamente, lo que haremos.

No es una iniciativa millenial

Criticar a los millenials está de moda. No falta el autodenominado


experto que tranquilamente se encarga de sentar cátedra de
cómo es y no es esa generación de jóvenes que “quieren cambiar
al mundo”. Son llamados millennials aquellos nacidos entre los
años 80’s y 1995. Se les describe como liberales, pertenecer a una
clase media, tener cierta dependencia a las redes sociales, el
internet y tener mucho sentido de lucha social, entre otras cosas
(Begazo y Fernández, 2015). Evidentemente, descripciones tan
bastas pueden caer en generalizaciones apresuradas.

Ahora bien, para determinar por qué la a rmación de que el


veganismo no es algo que surja de esta generación bastaría con
remitirse a la fecha en la que se funda la Primera Sociedad
Vegana. Y esto fue en 1944, es decir, 36 años antes de la
generación millennial. Este dato sería su ciente para dejar claro
por qué el veganismo no tiene origen en esta generación; aunque,
no sería de extrañarse las a rmaciones insistentes que intenten
vincularlos. Pero, de nuevo, esto se debe a desconocimiento de
aquello que se pretende criticar. Por supuesto, no se niega que
existan personas “millennials” ¿pero esto se debe a pertenecer a
esa generación? De ser así, personas de generaciones anteriores
que han adoptado el veganismo desde su creación  o actualmente
después de cumplidos los 40 o más años de edad, no serían
veganos por no ser millenials, por ello el veganismo no tiene
relación con ello.

No es una dieta

El veganismo no se limita al abandono del consumo de carnes y


derivados como los huevos, leche miel u otros. Por ello,
minimizarlo a lo que decidimos poner en nuestros platos y los
bene cios que se pueden obtener de ello es algo que resta
importancia a esta injusticia. ¿Por qué? Bueno, porque los
potenciales bene cios son un agregado: acá lo relevante sería
tener en cuenta que se hace por un rechazo a consumir aquello
que sea producto de explotar a animales no humanos.

Normalmente las personas suelen asociarlo con una dieta, ya que


en muchos casos se ve difundido erróneamente por ideas poco
acertadas o informadas en las cuales se tiende  confundir una
pequeña parte con el todo; esto es,  establecen que un ámbito de
aplicación del veganismo (la alimentación), es el veganismo como
tal. La dieta, generalmente, se re ere  al conjunto de sustancias
alimenticias que cada ser vivo consume habitualmente (Sabaté,
2005). En este sentido, es cierto que una alimentación
completamente vegetal, sería la dieta que sigue una persona
vegana. Pero esto no quiere decir que el veganismo sea una dieta.

La dieta completamente vegetal se reduce exclusivamente a la


alimentación que las personas veganas adoptan -y en algunos
casos no veganos también lo hacen por salud-. Esta postura
requiere un cambio en nuestra alimentación, pues, está claro que
constituye un aspecto importante si queremos ser acordes a los
principios del veganismo; pero ello no quiere decir qué se centre
en los alimentos únicamente.

No es un estilo de vida

El estilo de vida es un concepto que re eja la forma personal en


que el ser humano organiza su vida cotidiana. Al ser un término
tan abstracto resulta difícil llegar a un consenso a la hora de
de nirlo. Incluso, ha llegado a emplearse como modelo o patrón
de consumo como en las actividades, gustos o intereses, además
de verse fuertemente asociado a los ámbitos de salud para el
humano. (De la Cruz y Pino)

Por lo tanto son conductas adoptadas para favorecer y satisfacer


nuestras necesidades. El veganismo no es, ni gira en torno a
nosotros, no es sobre nuestro proceso o desarrollo personal
pues, es una lucha por la liberación animal, independiente de
nuestras preferencias, tendencias, el estilo de cada quién  o
hábitos frecuentes  que algunas personas deciden adoptar. Hay
casos en los que esto se hace patente; por ejemplo, cuando una
persona vegana “extraña” el sabor de determinado alimento de
origen animal, pero se niega a consumirlo porque tiene claro que
su obtención proviene de someter a otros individuos sintientes. Es
claro, en este caso, que es una decisión que no siempre coincide
con las preferencias personales.

Se puede tomar el hábito de la lectura, un estilo de vida saludable,


practicar yoga o adoptar el hábito de ejercitarse, estos serían
algunos ejemplos de estilos de vida, pero una posición ética que
pretende justicia y liberación para otros individuos no puede ser
reducida al punto de preferencias. Eso sería tan incoherente como
llamar a la lucha por los Derechos Humanos, un “estilo de vida”.

No es una secta

La más común de todas las críticas. No falta quien diga que el


veganismo es una secta e inmediatamente después de haberlo
hecho adopte una actitud autocomplaciente por haber creído que
lo refutaba. Generalmente, esta a rmación se hace para generar
rechazo asociando al veganismo con algo “oculto”, con prácticas
muy raras y abusos de todo tipo por parte de líderes o gurús
excéntricos. Claro, esto no quiere decir que no existan casos de
personas que han sabido aprovecharse del veganismo (o al menos
de algunas cosas que son propias del mismo) para lucrar y
satisfacer deseos megalomaníacos. Una descripción detallada de
esto puede leerse acá, por lo que no nos detendremos en esta
cuestión.

No es la cura de todos los males del mundo

En el intento de convencer a otras personas para que sean


veganas, algunos lo presentan como la auténtica panacea, la
solución a todos los problemas humanos habidos y por haber. Y
esto, siendo realistas no es así. Por ejemplo, es cierto que hay
evidencia que vincula una alimentación vegetal con una mejoría
para la salud humana y para el planeta. Pero también es verdad
que una alimentación que incluya productos de origen animal bien
plani cada puede ser saludable, además de que pueden haber
formas de explotación animal que le presten atención al impacto
ecológico de sus actividades. Que quede claro que acá no se está
promoviendo ni apoyando el consumo de animales; simplemente
señalamos que el veganismo se centra exclusivamente en los no
humanos y no pretende ser un remedio a los demás males de la
sociedad; si bien en muchos casos el veganismo comparte ciertas
similitudes con otras luchas, este no nació y no vela por ellas.
Pero, claro, de ello no se sigue que el veganismo sea incompatible
con ellas; lo que ocurre es que resulta incorrecto igualarlas puesto
que cada una tiene su razón de ser.

No es una moda new age

El movimiento New Age consiste en una red poco estructurada de


individuos y organizaciones que comparten una visión sobre una
nueva era de iluminación y armonía (La era de Acuario), y que
suscriben a una visión de mundo común. Esta visión de mundo es
el monismo (todo está constituido por una sola sustancia), el
pateísmo (todo es dios) y el misticismo (la experiencia personal
con lo “divino”). El eclecticismo (básicamente, se acepta cualquier
libro religioso; desde la biblia hasta lecturas budistas) y el
sincretismo religioso (combinar y sintetizar distintas enseñanzas
religiosas) y la dei cación a la humanidad (“la humanidad es dios”)
también son características de este movimiento (Rhodes, 1995).

¿Cómo encaja el veganismo en todo esto? Está difícil de decir,


especialmente porque éste cuestiona el antropocentrismo (visión
que pareciera tener cierta relevancia dentro del movimiento de la
New Age). Precisamente porque el antropocentrismo –una
manifestación del especismo- provoca que nos creamos con el
derecho para explotar a los animales de otras especies. Y no solo
eso, sino que en los diferentes textos dedicados a tratar la
cuestión de los Derechos Animales, no se hace ningún tipo de
mención a creencias propias de la New Age (como las ya
mencionadas) ni se busca algún tipo de “iluminación”. Decir que el
especismo es un prejuicio cuestionable e igual de injusti cado que
el racismo no es ninguna verdad propia de algún “iluminado”. A
menos que consideremos que no discriminar a otros por su color
de piel también es una verdad que solo se alcanza con la
“iluminación”. Y pareciera que este no es el caso.

No es un movimiento naturópata

La naturopatía, es un campo que estudia las propiedades y


aplicaciones de elementos naturales (vegetales, frutas, verduras,
etc, y el agua, tierra, sol y aire) para mantener y recuperar la salud,
así como el el retorno a un estilo de vida natural (Blessing, 2011).
También se de ne como un enfoque multidisciplinario al cuidado
de la salud que reconoce el poder innato del cuerpo para curarse a
sí mismo. La losofía naturopática también circunscribe el
tratamiento de las enfermedades a través de la estimulación,
mejora y apoyo de la capacidad inherente de sanar de cada
persona (Kayne, 2009).

¿Y qué tiene que ver esto con el veganismo? Pues nada, en


realidad. El veganismo no busca el retorno a un “estilo de vida
natural”, tampoco tiene que ver con dejar de explotar a otros
animales para exclusivamente mejorar nuestra salud o para
contribuir a la sanación de nuestro cuerpo. Si, puede haber
veganos que, por distintas razones, motivaciones e intereses sean
naturópatas o sean a nes a la naturopatía; pero esto no convierte
al veganismo en una postura naturópata, ni quiere decir que
ambos conceptos sean intercambiables.  Por estas situaciones al
principio se ha señalado que debe separarse las prácticas de los
veganos y el veganismo propiamente de nido.

Si has llegado a leer hasta acá, probablemente te estés


preguntando: ¿Si el veganismo no es nada de esto, entonces qué
es? Bueno, en realidad es bastante sencillo. El veganismo ha sido
de nido como la “doctrina en la que el hombre -ser humano–
debe vivir sin explotar a los animales” (1951). Por animales
entiéndase a aquéllos de otras especies. ¿Esta de nición tiene
algo que ver con las críticas que están en esta lista? Está claro que
no. Pero, aun así, siguen repitiéndose hasta el cansancio, como si
de tanto repetirlas se fuesen a volver ciertas.

Muchos de los malentendidos que incluimos acá pueden parecer


bastante absurdos, pero consiguen convencer a algunas personas
para que los crean sinceramente; logrando que estas
tergiversaciones les parezcan sensatas. Por ello, es de nuestro
interés que, para una mejor comprensión y comunicación del
veganismo, tengamos claras las cosas. Curiosamente,  mientras
redactábamos esta entrada nos dimos cuenta de que en realidad
aún quedan muchas críticas que, por cuestiones de extensión, no
han sido incluidas acá. Por lo tanto, más adelante se dedicará otro
espacio a abordarlas.

Referencias        

Begazo, J., y Fernandez, W. (2015). Los millennials peruanos:


Características y proyecciones de vida. Rev. de Investigación de la
Fac. de Ciencias Administrativas, 18(36)

Blessing, B. (2011). Pathways of Homoeopathic Medicine. Springer.

Carbajal, A. )2001). La dieta como modelo prudente y saludable.


Rev. Chilena de Nutrición.

Cross. L. (1951). Veganism De ned. Recuperado de:


http://www.candidhominid.com/2011/07/leslie-cross.html

Kayne, S. (2009). Complementary and Alternative Medicine.


Chicago: Pharmaceutical Press.

Rhodes, R. (1995). El movimiento New Age. EU: Zondervan


Publishing House

Sabaté, J. )2005). Nutrición Vegetariana. Toledo. Edibook

De la Cruz y Pino.  Estilo de vida relacionado con la salud. Facultad


de Ciencias del Deporte. Universidad de Murcia.

Rodriguez y Agulló. (1999) Estilos de vida, cultura, ocio y tiempo


libre de los estudiantes universitarios. Universidad de Oviedo.
Psicothema.

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PUBLICADO POR DIFUSIÓN VEGANA

Difusión Vegana es una iniciativa que surge con el


propósito de educar sobre veganismo en Costa Rica
y esclarecer conceptos básicos, partiendo del
enfoque abolicionista que rechaza toda forma de
explotación animal.
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