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Primer Boletín de la Sociedad Vegana

Donald Watson, 1944. Traducido por Luis Tovar.

Los recientes artículos y cartas en The Vegetarian Messenger acerca de la cuestión


del consumo de productos lácteos han puesto de manifiesto la innegable evidencia de que
la producción de dichos alimentos implica crueldad y explotación de la vida sintiente
desarrollada. La excusa de que no es necesario matar para obtener productos lácteos ya
no es sostenible por todos aquellos que conocen los métodos empleados en las granjas y
la dura competencia que incluso los granjeros más humanitarios deben afrontar si quieren
permanecer activos en el negocio.
Como lacto-vegetarianos hemos sabido durante muchos años que la industria
cárnica y la industria láctea estaban relacionadas y que en cierta forma se complementaban
la una con la otra. Sabíamos por tanto que el motivo basado en fundamentos morales para
rechazar sus productos era excepcionalmente fuerte y aguardábamos a que tarde o
temprano una crisis de conciencia nos liberara de ellos.
Para nosotros ya ha llegado ese momento. Habiendo seguido una dieta libre de
alimentos de origen animal durante periodos que van de unas pocas semanas en algunos
casos hasta varios años en otros, creemos que nuestras ideas y experiencias están
suficientemente maduras para servir como prueba de ello. La incuestionable crueldad
implicada en la producción de leche hace evidente que el lacto-vegetarianismo se encuentra
a medio camino entre el consumo de cadáveres y una dieta verdaderamente humanitaria y
civilizada, así que durante nuestra vida en esta tierra debemos intentar evolucionar lo
suficiente como para recorrer por entero ese camino.
Podemos ver claramente como nuestra civilización actual está basada en la
explotación de animales de la misma manera que las civilizaciones del pasado estuvieron
fundadas en la explotación de esclavos, y creemos que el destino espiritual del ser humano
conducirá a que en el futuro contemplaremos con horror el hecho de que el hombre se
alimentó de productos hechos con los cuerpos de otros animales.
Aunque sin una evidencia científica de ello, sospechamos que el gran impedimento
para el desarrollo moral del hombre está en su condición de parásito de otras formas de
vida animal. La investigación acerca de las propiedades inmateriales de los alimentos
apenas acaba de comenzar y no parece que los usuales métodos materialistas de
investigación puedan aclararnos mucho sobre ello. Pero, ¿acaso no sería posible que
eliminando todas las vibraciones animales de nuestra dieta descubramos el camino no
solamente hacia un modo de vida saludable sino también hacia un avance en nuestra
capacidad intuitiva y psíquica desconocida hasta el presente?
Se nos suele alegar habitualmente como crítica el que nuestra época no está
madura todavía para el cambio que proponemos. ¿Pero acaso alguna época estuvo madura
para un cambio sin que fuera preparada previamente para ello mediante la determinación
de algunos individuos? ¿Acaso Wilberforce esperó a que su época "madurara" antes de
empezar a combatir la esclavitud? ¿Acaso Edwin Chadwick, Lord Shaftesbury y Charles
Kingsley esperaron a que llegara un inexistente momento antes de intentar convencer a la
opinión pública sobre las ventajas de tener baños y aguas limpias? Solamente si hubieran
declarado su intención de envenenar a todo el mundo habrían podido encontrar una mayor
oposición.
Hay un evidente peligro en dejar la consecución de nuestros ideales a la posteridad,
porque la posteridad puede ser que ya no tenga nuestros ideales. La evolución puede ser
tanto regresiva como progresiva, de hecho, parece haber siempre una poderosa tendencia
a escoger el camino equivocado antes de que los cánones sean establecidos y las nuevas
visiones respetadas. Por este motivo hemos creado nuestro grupo, el primero de su
naturaleza, suponemos, en nuestro país o en cualquier otro.
ORGANIZACIÓN DEL GRUPO
Nuestros 25 miembros están amplia y lejanamente dispersos por lo que formar un
comité no resulta posible. Debido a la ausencia de voluntarios he tomado disposición de los
cargos de secretario, tesorero y auditor. Si esta para nada democrática organización
pudiera ofender a alguien, estoy abierto a sugerencias de cualquier tipo que me permitieran,
ya fuera intencionadamente o no, malversar los fondos disponibles con suscripciones de
¡un chelín al año!
Nuestro trabajo estará en principio limitado a la propaganda contenida en el boletín.
Se ha despertado un gran interés respecto de nuestros argumentos, y parece probable que
el boletín será ampliamente leído. Ya hemos recibido muchas peticiones de suscripción
para nuestros primeros cuatro números, y llegarán más cuando nos publicitemos. Mr. J. W.
Robertson Scott, editor de The Countryman, nos has escrito:
"Me encantaría saber el éxito que habéis tenido en convencer a consumidores de
que rechacen los productos lácteos. Siempre he sentido que el punto de vista vegetariano
se encontraba en una posición ilógica, ya que los huevos no pueden ser producidos sin
matar a los pollitos, ni los productos lácteos pueden ser económicamente rentables sin la
colaboración del matarife."
La claridad con la que los vegetarianos ven esta cuestión está bien reflejada en el
resultado de un reciente debate organizado por la Sociedad Vegetariana de Croydon
cuando fue aprobada casi por unanimidad la propuesta: "Los vegetarianos deben tener
como meta el eliminar todo producto lácteo". Si recordamos bien la votación fue de 30 votos
a favor y 2 en contra.
Nuestros miembros son pronunciadamente individualistas, no se intimidan
fácilmente ante la crítica y están llenos del espíritu de los pioneros, y estoy seguro de que
nunca permitirán que su revista degenere en un mero producto secretarial. Todos estáis
invitados a escribir algo periódicamente para hacer la revista interesante, útil y provocadora.
¿Qué os parece una serie de artículos (de alrededor de 600 palabras) con el título: "Mi
filosofía espiritual"? Artículos, cartas, recetas, dietas, artículos de prensa, sugerencias
acerca de cultivar, notas sobra el cuidado de niños, anuncios (gratis para los socios), todo
será bienvenido. Las cartas de aquellos que sean críticos con nosotros también serán
publicadas. Se trata de un trabajo verdaderamente pionero y si todos cooperamos veremos
con toda seguridad un avance en la práctica humanitaria, y quizás revelaremos verdades
nutricionales que de otro modo habrían permanecido inaccesibles.
Recordemos como gran parte de la investigación nutricional moderna ha sido
determinada por intereses establecidos y realizados en laboratorios de vivisección, por lo
que carecemos a propósito de datos concernientes acerca de las ventajas de una dieta libre
de productos de origen animal. Sabemos que los animales domesticados están casi todos
enfermos, por tanto el 99.9999% de la población consume los productos de esos cuerpos
enfermos, ¿cómo podemos llegar medir el efecto que tales alimentos están causando?
Miles de personas viviendo con una estricta dieta libre de productos animales durante
muchos años nos otorgarán datos de inestimable valor. ¡El Gobierno ha concedido
subvenciones para trabajos sociales de mucha menor utilidad!
BUSCAR UN NOMBRE
Debemos considerar cuidadosamente cual debe ser el nombre de nuestra
organización, el de nuestra revista y cómo deberíamos denominarnos a nosotros mismos.
"No-lactos" se ha convertido en un término coloquial, pero es un término negativo.
Además no explicita que también nos oponemos al uso de los huevos como alimento.
Necesitamos un nombre que sugiera el tipo de alimentación y, si es posible, que comunique
la idea de que excluyendo cualquier alimento de origen animal, la Naturaleza sigue
ofreciendo una abrumadora variedad entre la que elegir. "Vegetariano" y "frutariano" están
asociados con dietas que permiten los "frutos" (!) de vacas y aves, por tanto, parece que
debemos crear y utilizar un término nuevo y más apropiado. Como puede verse en este
primer número de nuestro boletín, he usado el título "Noticias Veganas".
Ése es el término que debemos adoptar, nuestra dieta será conocida como una dieta
VEGANA, y nosotros conocidos como VEGANOS. Las sugerencias al respecto de otros
miembros son bienvenidas. La ventaja de tener un nombre corto es bien conocida por
aquellos que como secretarios de sociedades vegetarianas han tenido que teclear ese
nombre ¡varias miles de veces al año!
NUESTRA RELACIÓN CON LOS LACTO-VEGETARIANOS
El objetivo de nuestra organización es establecer las condiciones para un cambio
que consideramos moral, saludable y lógico. Para ello manifestaremos abiertamente por
qué condenamos el consumo de productos lácteos y huevos. Estamos seguros de que
recibiremos críticas por ello. No nos importa si por ese motivo fallamos a la hora de
convencer a otros, sino que debemos pensar que es algo que debe importarles a ellos si,
en lo más profundo de sí mismos, saben que tenemos razón.
En todo caso, no debería haber animosidad entre nosotros y los "lactos". Aceptamos
que el lacto-vegetarianismo es un paso acertado dentro de la evolución dietética, y por esa
razón muchos de nosotros en el pasado empleamos gran parte de nuestro tiempo
trabajando por el lacto-vegetarianismo. Durante los últimos años las dos sociedades
vegetarianas nacionales han dedicado mucho espacio en sus revistas a esta cuestión sobre
el uso de productos lácteos, y tenemos razones para creer que le darán importancia a
nuestra labor y ocasionalmente informarán sobre ello. (Antes de formar nuestra
organización, se sugirió a la Sociedad Vegetariana el crear una sección específica como
parte de la Sociedad. Dicha sugerencia fue vista con simpatía por el Comité, quien sin
embargo decidió que todas las energías de la de Sociedad deberían seguir aplicándose a
abolir el consumo de carne, y que cualquier otro enfoque debería, por tanto, sentirse libre
de actuar como un cuerpo independiente).
La necesidad de probar que es posible vivir sin consumir productos lácteos es algo
muy importante a tener en cuenta por cualquier lacto-vegetariano. Resignarse uno mismo
al lacto-vegetarianismo como una solución satisfactoria al problema de la alimentación
significa aceptar los corrales y los mataderos como parte de un inevitable plan divino. ¡Eso
significaría también aceptar el espectáculo de un hombre adulto chupando las ubres de una
vaca como parte de un propósito digno y racional de la Naturaleza!
Sin necesidad de hacer proclamas sobre nuestra propia certeza, sentimos que nos
encontramos en una posición fuerte para criticar el lacto-vegetarianismo, porque lo peor
que podemos decir no es sino una repetición de la crítica que ya nos hicimos a nosotros
mismos. Por tanto, expresaremos la verdad tal como la vemos y sentimos, y a pesar de que
nuestros amigos lacto-vegetarianos rechacen nuestras ideas si quieren, deseamos que no
nos rechacen también a nosotros por comunicárselas.
ACERCA DE NOSOTROS MISMOS
Hasta donde sabemos, cada miembro de nuestro grupo ha rechazado el uso de
lácteos por razones éticas. Estamos al tanto de las teorías nutricionales predominante y al
ejercitar nuestra convicción moral encontraremos como refutar dichas teorías. Lo haremos
sin miedo porque sentimos que una filosofía moral combinada con un poco de sentido
común es una guía más racional que las teorías salidas de los laboratorios de vivisección.
Nosotros no aceptamos que para obtener una nutrición adecuada sea necesario el
transgredir nuestra conciencia. Ponemos en cuestión a cualquier nutricionista que alabe las
virtudes de las proteínas animales sin haber experimentado una dieta equilibrada libre de
dichas proteínas, ya que entonces no entendemos como puede ser capaz de realizar
semejantes juicios.
Sabemos que la anatomía del ser humano es indudablemente frugívora. Nos damos
cuenta de que el consumo de leche por parte de adultos es un absurdo que no se da en la
Naturaleza. Sabemos que podemos estar al menos igual de bien sin productos lácteos que
con ellos. Estamos al tanto de que al menos el cuarenta por ciento de las vacas padecen
de tuberculosis. Sabemos que la pasteurización permite a los productores vender leche con
varios días de antigüedad. Sabemos lo que ocurre con aquellos que consumen "nutritivas
proteínas de primera clase" recomendadas por nutricionistas ortodoxos: casi todos ellos
mueren de horribles y malignas enfermedades. ¡Que el cielo no asista si nuestra dieta nos
provocara algo similar a eso!
Aparte de decir: "Muy bien, gracias" cuando nos pregunten, consideramos que ahora
mismo es algo prematuro anunciar la ventaja fisiológica de nuestra dieta. Humildemente,
este secretario vuestro es capaz de recorrer 230 millas en bicicleta cada día, mientras que
hace años cuando se cebaba a sí mismo con leche y huevos ya estaba listo para irse a
dormir después de recorrer la mitad de esa distancia. También puede llevar a cabo sus
tareas durante diez horas al días sin sentirse fatigado a la mañana siguiente. Aunque
debemos tener cuidado con lo que digamos no sea que al resto del mundo le lleguen
noticias sobre nosotros y esperen encontrarse con robustos y musculosos gigantes de dos
metros inmunes a todas las enfermedades.
Que no nos sorprenda tampoco que hasta la más insignificante incidencia que nos
surja dentro de nuestra buena salud será visto a los ojos de los demás como una evidente
prueba de nuestra irresponsabilidad por no seguir una "dieta adecuada". Mientras que todas
las demás enfermedades que asolan a los miembros de la sociedad civilizada que sigue
una "dieta adecuada" no contarán para nada en su contra. ¡Tenemos que estar preparados
para hacer frente a las críticas! En nuestros momentos más reflexivos no debemos
alimentar el pensamiento de que hay grandes riesgos para la vida viviendo a base de
ensaladas, frutos, semillas y cereales integrales. Tampoco se nos puede considerar como
unos gigantes morales al elegir una dieta que tan obviamente nos favorece.
Suponiendo que algunos miembros seguramente desearán cartearse unos con
otros, nos proponemos publicar una lista con sus nombres y direcciones en nuestro próximo
boletín. Si algún miembro prefiere no ser incluido en la lista que nos lo haga saber.
Hemos oído que hace 40 años un especialista de Harley Street escribió un panfleto
en contra del consumo de lácteos ¿Algún miembro del grupo ha tenido noticia de su
publicación?
ACERCA DE AQUELLOS QUE NO ESTÁN TODAVÍA CON NOSOTROS
Reconocemos que el eliminar todos los productos lácteos crea algunas dificultades
personales que varían de magnitud según el individuo. También nos damos cuentas de que
el momento presente no es el más adecuado para semejante cambio, pero creemos que
llevando a cabo ahora la fundación de nuestro movimiento pronto muchos se nos unirán
buscando un "arma para la paz". Sabemos que hay una particular inquietud entre los
vegetarianos acerca del uso de cuajo en la elaboración de quesos, y en esto se muestra la
más manifiesta contradicción del lacto-vegetarianismo, por lo que sugerimos que hagan lo
mismo que hemos hecho nosotros y eliminen el queso de su dieta.
Nuestro amigo y compañero Dougald Semple nos cuenta que nunca le ha gustado
el queso, ¡por lo tanto no puede ser considerado como un "toque de gusto" esencial para el
cuerpo y la mente! Los siguientes pasajes extraídos de la editorial del último boletín de The
Vegetarian News no deja lugar para muchos argumentos:
"La mayoría de los vegetarianos son sin duda conscientes que el uso de cuajo de
ternero en la elaboración de queso ha presentado siempre un problema para cualquiera
con principios humanitarios, ya que se necesita matar al ternero para obtener el cuajo. En
la supuesta ausencia de un sustituto vegetariano para el cuajo algunos vegetarianos se
abstienen completamente del consumo de queso, excepto en ciertas variedades, mientras
que la mayoría de los vegetarianos toman su ración de queso habitualmente y tratan de
olvidar el incidente del cuajo de ternero en su elaboración."
¿Es correcto que las personas con conciencia moral gasten sus energías en tratar
de olvidar semejantes hechos?
Durante la guerra todos los huevos han desaparecido y se ha podido fácilmente
prescindir de ellos sin problema y sin ningún sentimiento de pérdida si uno piensa en el
hecho de que son en su mayor parte !fetos y menstruaciones! Eliminar la leche supone
indudablemente una mayor dificultad. La leche de almendras es un buen sustituto, aunque
no va muy bien para el té (!así que elimina el té y añade otros diez años a tu vida!).
Aquellos de nosotros que hemos vivido largos periodos sin lácteos podemos afirmar
que estamos sanos y fuertes; que disfrutamos de la comida como nunca y que una vez que
la nueva dieta ha comenzado, la visión y el olor de la leche desaparecen rápidamente de
nuestra mente.

67 Evesham Road,
Leicester.
24 de Noviembre de 1944
Donald Watson
Texto original en inglés: The Vegan News

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