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Identidad Metodista y Educación1

Luis de Souza Cardoso


ALAIME

Primeramente, en el nombre de ALAIME y mío personalmente quiero saludarles,


saludar al Obispo Samuel Aguilar y las autoridades de la Iglesia Metodista de Perú,
saludar la Directora Eliana Rodríguez y en su persona todos los demás dirigentes y
educadores metodistas de Perú. Así mismo agradecer la invitación que me hizo llegar
Mis. Eliana. Lamentablemente no me fue posible estar presente con ustedes
personalmente, pero esperamos que los medios tecnológicos puedan contribuir para
nuestro contacto y charla de esta tarde de domingo.

Me fue solicitada una charla sobre la Identidad Metodista y Educación. Es de facto un


tema muí importante y que me agrada mucho reflexionar. Estoy precisamente por
este tiempo trabajando in mi tesis de doctorado en educación, por la Universidad
Metodista de São Paulo, estudiando el sistema universitario Metodista de Brasil y su
primera universidad, la Universidad Metodista de Piracicaba (UNIMEP), y este tema
es parte de mis investigaciones.

Debemos decir inicialmente que la educación fue un terreno fértil para el metodismo,
desde el comienzo del movimiento, en el siglo XVIII en Inglaterra.

Por lo tanto, debemos llevar en cuenta la tradición temprana del movimiento


metodista y el pensamiento y practica de John Wesley y los primeros metodistas,
como un aspecto importante en nuestra tradición eclesial y educativa, o sea en
nuestra identidad como educadores y educadoras, como iglesias y escuelas
metodistas de hoy.

Para conocer un poco más de esto tema, que voy llamar “marcas de la identidad
metodista” para la tarea educativa, vamos revisitar la historia de John Wesley y los
primeros metodistas.

 John Wesley llegó a la Universidad de Oxford en 1720 y fue acepto como


estudiante en el Christ College. Allí se graduó en teología en 1724 y tres años
después obtuvo el título de Magister Artium (lo que equivale a una maestría). En
esa misma universidad fue también fellow en el Lincon College, profesor de Griego,
Lógica y filosofía. Su vida estuvo vinculada a la Universidad de Oxford por lo
menos hasta 1751 (31 años), como el mismo registra en su diario, viviendo “inter
sylvas académicas” (usando la célebre expresión del pesador Romano, Horácio).

 Fue en esto contexto que se desarrolló el famoso Club Santo, en la Universidad de


Oxford, cuando por primera vez surge la expresión “Metodistas”, para referirse a

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Conferencia en el Encuentro de Educadores Metodistas de la Iglesia Metodista del Perú, en 15/02/2015.

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los métodos utilizados por los miembros del dicho grupo para estudios bíblicos,
meditación, oraciones, ayunos, etc.

 Wesley estuvo abierto a las influencias del Iluminismo Inglés y eso influenció en su
visión de mundo, en la cual estaba presente la necesidad de la educación, razón
por qué el mismo se esforzó en crear espacios informales y formales de educación.

 También, la concepción eclesiológica que desarrolló John Wesley veía la Iglesia


fundamentalmente en su dimensión pública y esencialmente educadora. Para el
existe una interpenetración recíproca entre misión y educación. Así en la tradición
wesleyana no se puede apartar la Iglesia y la Escuela. A pesar de instituciones
distintas (la primera tiene su centro en la fe y la segunda tiene su centro en la
duda metódica), para Wesley ambas debía caminar juntas.

 Wesley siempre pensó que educación y religión debería andar de manos dadas, así
como fe y conocimiento, sabiduría y ciencia, gracia y diligencia en los estudios. Eso
fue expresado claramente en la célebre poesía del himno compuesto por Charles
Wesley, su hermano, para la inauguración de la Kingswood School, la primera
escuela metodista fundada en 1748, y hasta hoy día en funcionamiento.

 Dice la poesía del himno:


Unir la par hace tanto tiempo separados,
El conocimiento y la piedad vital:
El aprendizaje y la santidad combinados,
La verdad y el amor,

 Fe y conocimiento: para Wesley un debería fornecer los elementos para la buena


comprensión del otro. La religión debería fornecer los horizontes y las bases para
la educación, no se perder en una ilustración orgullosa y autosuficiente; el
conocimiento debería fornecer condiciones para la religión no se afondar en la
ignorancia, igualmente orgullosa y autosuficiente.

 La Iglesia evangelizando la Escuela y la Escuela Educando la Iglesia.

 Una religión centrada en la Biblia tendría que ser una religión educadora. John
Wesley veía el Padre como educador, veía el maestro que enseñaba y la iglesia en
su función educadora, que debería aliar conocimiento y fe; para él, Jesucristo era
el modelo para el predicador, para el misionero y para el maestro – la didáctica y la
pedagogía de Jesús.

 Wesley predicaba la necesidad de “desarrollarse la salvación” (work out the


salvation). Cuidar de la “alma y del cuerpo” implicaba en educación y salud, como
cuidados para la salvación, es decir, modos de desarrollar la salvación. Para Wesley
estos cuidados de salvación no eran acrecimos al evangelio, sino más bien eran
parte esencial de él. Educar y celar por la salud eran componentes integrantes
para la buena comprensión y para la buena práctica de la salvación. La educación,
por lo tanto, como ya decimos, tenía en Wesley un aspecto soteriológico.

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 Él desarrolló eses dos aspectos, salud y educación, en el movimiento metodista, y
especialmente en relación a la educación podemos resaltar:

1. Fue pionero en la educación popular en Inglaterra, con sus escuelas dominicales,


salones de lectura para el pueblo, los libros populares (se atribuye a Wesley la
creación y difusión amplia en el Inglaterra del siglo XVIII del libro de bolsillo – los
pocket books). Una edición antigua de la Enciclopedia Británica registró que
nadie ha hecho más por la educación del pueblo británico en el siglo XVIII do
que John Wesley.

2. Fue pionero en la salud popular, través de la publicación de libros populares para


cuidados de salud del pueblo; fue pionero en la electroterapia (de acuerdo con
los anales de la medicina del siglo XVIII) y también pionero en implantar el
primero ambulatorio médico gratuito en Londres; su manual de salud popular
llegó a más de 50 ediciones.

3. Escribió un numero sorprendente de obras educativas (gramáticas de diversas


lenguas, incluso el griego y el hebreo, diccionarios, libros de historia de la
Inglaterra, libro de lógica, etc.) y se interesó por obras de su época sobre la
educación, como las de Comenius (la Didáctica Magna), John Locke
(Pensamientos sobre Educación) y Rousseau (Emílio, o sobre la Educación).

4. Wesley no solamente leyó y discutió, como también siguió y enseñó algunos de


los principios educativos de John Amos Comenius (educador moravo tcheco del
siglo XVII, autor de la conocida Didáctica Magna, precursor de la pedagogía
moderna y que quería la enseñanza harmónica sobre Dios, la naturaleza y las
artes). Wesley también visitó y quedose impresionado por las instituciones
educacionales protestantes moravas en Alemania.

5. Fundó y dirigió por mucho tiempo una revista de teología, llamada “Revista
Arminiana”, escribió cerca de 42 mil sermones y 200 libros sobre varios asuntos.

6. Insistió en que sus predicadores deberían dedicarse a los estudios, no solamente


en obras de religión, pero también en literatura clásica, por lo menos cinco horas
al día – conocimiento general era para él algo esencial para bien comprender y
enseñar la religión;

En sus cartas se encuentra una que el envió a uno de sus predicadores, chamado
John Trembath, que no tenía el habito de estudiar y leer. Wesley le exhorta
severamente diciendo:

“Lo que te ha hecho daño en gran manera en el pasado, y temo que al día de
hoy, es la falta de lectura. He conocido a pocos predicadores que leyeran tan
poco, (como tú) y tal vez, por descuidarlo, has perdido el gusto por eso. Por
ende, tu talento al predicar no aumenta. Es el mismo que hace siete años atrás.
Es vivo, pero no profundo; hay poca variedad; no hay guía o norte en el
pensamiento. Solo la lectura puede suplir esto, con meditación y oración diaria.
Tú te haces daño a ti mismo grandemente al omitir esto. Nunca se puede ser un
predicador profundo sin ella, no más que un cristiano completo. ¡Oh! ¡Comienza!
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Arregla alguna parte del día para el ejercicio privado. Tal vez adquieras el gusto
que no tienes; lo que es tedioso al principio será placentero luego. Te guste o no,
lee y ora diariamente. Es por tu vida; no hay otra manera; de lo contrario serás
frívolo (ligero) todos tus días, y un predicador muy superficial. Haz justicia a tu
propia alma; dale tiempo y los medios para crecer. No te hagas pasar hambre ya.
Toma tu cruz y seas un cristiano completo. Entonces todos los hijos de Dios se
van a regocijar (no a lamentar) por ti, y en particular los tuyos.” (Carta a un
amigo. Los trabajos del Rev. John Wesley – Londres, 1813, 49).

7. Wesley insistió que sus predicadores deberían ser también educadores – en cierta
ocasión llegó mismo a enfatizar delante de la conferencia, que aquel que no
pudiera realizar la obra educativa junto al pueblo no debería ser predicador
metodista;

8. Creó la famosa Biblioteca Cristiana, compuesta de 50 volúmenes, una obligación


de lectura para todos los predicadores metodistas de su época.

9. Él publicó incansablemente, libros traducidos y adaptados para uso del pueblo,


además de los salones populares de lectura ya mencionados;

10. Creó escuelas primarias, secundarias y de nivel universitario en varias partes del
Reino Unido.

Poco después de su experiencia del corazón ardiente, de 24 de mayo del 1738,


Wesley declaró que su propósito era el de “instruir a las personas y confirmar
aquellas que se había convertido”. Es sumamente interesante el facto de Wesley
poner en primero lugar la “instrucción”, o sea, la educación, lo que también nos
refuerza su visión de importancia de la educación.

Su primero proyecto educativo fue del final de 1739, cuando compró la Foundery,
em Londres, una antigua fundición de cañones, en la cual creó salones de aulas para
atención a niños pobres y sin acceso a otras escuelas.

En 1744, en la primera Conferencia Metodista, Wesley propuso la discusión en base


a las celebres tres preguntas: Qué enseñar? Cómo enseñar? Y qué hacer? Primero,
la doctrina que sería enseñada, segundo el método por el cual esa doctrina sería
enseñada y tercera punto, cómo conducir la práctica de esa doctrina. Se puede
hacer un paralelo con el método de la educación en Paulo Freire, el método de la
liberación, del Ver, Juzgar, Actuar.

En 1748 el crea la Kingswood School con el objetivo de ser escuela para los hijos de
los mineros de Bristol, los hijos de los predicadores metodistas y a los “amigos de los
metodistas”, como el menciona. Era una institución paga por aquellos que podían
pagar y con becas a los que no tenían condiciones económicas para pagar. Fue en
esa escuela que Wesley trabajó algo que está se discutiendo mucho en los días de
hoy, la llamada educación permanente o educación por toda la vida. Decía Wesley:
Es fundamental que el hombre aprenda continuadamente…

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Otro aspecto importante que aún no mencionamos y que está en la base misma de
esa identidad metodista en educación, tiene que ver con la fuerte influencia que
John Wesley y sus hermanos y hermanas recibieran de su madre Susanna Wesley.
Una mujer muy preocupada con la educación de sus hijos y de los niños de modo
general. Ella propia escribió libros didácticos para uso en la educación de infantes,
por ejemplo: La Exposición del Credo de los Apóstoles, la Exposición de los Diez
Mandamientos, Las Conferencias Religiosas Explicadas para mis Hijos, etc…

Wesley también se preocupó con el bautismo de infantes, asociando el sacramento a


la educación o al modo como ayudar en la edificación del carácter para que los niños
pudieran desarrollarse en la salvación. Los niños necesitaban, según el, una unidad
en la comprensión de la salvación, que incluía cuidados de salud, adecuada
alimentación y educación, y creía que eran, desde la infancia capaces de
experimentar la “genuina religión”. El también escribió libros de oración y himnarios
para uso exclusivo de los infantes.

Bien, con tantos aspectos de la vida y obra de John Wesley y del movimiento
metodista que tienen que ver con la educación, debemos nos preguntar: por qué
Wesley incluyó la educación en la esencia del metodismo?

Debemos decir que esta opción por la educación no se trató de una predilección u
opción circunstancial. Para Wesley en la esencia de la religión bíblica y en la esencia
de la salvación misma, está las condiciones para bien entender el Evangelio y bien
desarrollar la salvación y eso tiene que ver con la educación.

Para Wesley los cuidados con salud y educación eran considerados momentos
soteriológicos fundamentales. Los metodistas deberían saber muy bien que la salud
y la educación y el socorro social no son apenas acrecimos a la tarea central de la
predicación, pero sí dimensiones esenciales de la misión misma de Dios y de la
Iglesia en perspectiva wesleyana.

Wesley desarrolla una visión soteriológica, sobre la salvación, donde la educación es


parte indispensable en el proceso de salvación del ser humano. Eso tiene resonancia
en las más avanzadas teorías de la educación, que afirman que la educación es algo
emancipadora del ser humano, liberadora, esperanzadora en los conceptos, por
ejemplo de Paulo Freire.

Así, nosotros metodistas son herederos de Wesley y del movimiento metodista del
siglo XVIII, que llegó a los Estados Unidos de América y de allí para Latino América y
otras partes del mundo, llevando siempre esa herencia de la Iglesia, la Salud y la
Educación.

En América Latina, la primera escuela metodista fue fundada en 9 de Febrero del


1874, en la Ciudad de México, el Instituto Mexicano Madero, después trasladada para
Puebla, donde funciona hasta hoy y fue la origen de la Universidad Madero (UMAD).

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En la secuencia poco tiempo después fue creado el Colegio Metodista de Rosario,
Argentina. Esa escuela dio origen a la Universidad del Centro Educativo
Latinoamericano (UCEL).

También en Brasil, en 1881, el Colegio Metodista de Piracicaba (El Colegio


Piracicabano), del cual se originó la primera Universidad Metodista fundada en
América Latina, la Universidad Metodista de Piracicaba (UNIMEP), creada en 1964 y
reconocida por el gobierno en 1975.

La Iglesia Metodista posee en América Latina 5 Universidades – UCEL, Argentina;


UNIMEP y UMESP, Brasil; UNIMET, Costa rica; UMAD, México. También en fase final
de creación y implantación la UNIMEB, de Bolivia. Sabemos que está en desarrollo un
proyecto de Universidad Metodista en Panamá y también que hay mucho interés en
crear una Universidad Metodista en Perú, desde hace algunos años.

Hoy son cerca de 120 instituciones educativas metodistas en América Latina, en 18


países de nuestro continente, con un total alrededor de 110 mil estudiantes. Estas
instituciones están nucleadas en ALAIME, la Asociación Latinoamérica de
Instituciones Metodistas de Educación, que se fundó en 1997, en una Asamblea en
Santiago de Chile.

En el año de 2004 el Consejo Directivo de ALAIME aprobó la creación del “Día de la


Educación Metodista en América Latina”, que se celebra precisamente al día 9 de
Febrero, fecha de creación de la primera escuela Metodista en Latinoamérica.

ALAIME, que tiene su sede ejecutiva en Montevideo, Uruguay, fue la primera


asociación continental de Instituciones Metodistas. Hoy se conoce por lo menos más
tres grandes asociaciones continentales, APAMEI, para Asia y Pacífico, basada en
Corea del Sur, una asociación en África, basada en Zimbabue y una asociación en
Europa, basada en Alemania.

Considerando el mundo todo, la educación metodista alcanza cerca de 775


instituciones, presentes en más de 70 países, en todos los continentes. Estimase que
estudian en esas instituciones cerca de 1,5 millón de alumnos. IAMSCU – la
Asociación Internacional de Escuelas, Facultades y Universidades Metodistas es la
asociación en nivel internacional.

Estas asociaciones promueven la integración y el intercambio entre las instituciones


metodistas de sus respectivas áreas.

Desde la fundación de Kingswood Scholl por John y Charles Wesley, em 1748, son
más de dos siglos e medio de educación metodista en nuestro mundo. La educación
metodista es un acto de amor, que procura alcanzar y desarrollar el ser humano en
su integralidad, cuerpo, mente y espirito. La visión educativa pionera de John
Wesley, impregnó el movimiento metodista hasta hoy día y doquiera estén los
metodistas somos llamados a llevar el templo y la escuela, la iglesia y la educación,
la fe y el conocimiento, la espiritualidad y la ciencia, buscando, como dijo Charles
Wesley, unir las dos hace tanto tiempo separadas.
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Eso es parte de nuestras marcas de la identidad metodista, olvidarse de eso o
intentar negarla es verdaderamente matar el metodismo.

Nuestros maestros metodistas, las escuelas metodistas, las facultades, seminarios y


universidades metodistas tienen un llamado de Dios, para impactar el mundo en sus
lugares. Impactar con la educación que crea ciudadanos críticos, éticos y conscientes
de sus deberes para el desarrollo humano, el cuidado con la vida, la sanidad del
medio ambiente, el combate a la corrupción, la construcción y mantenimiento de la
democracia y la libertad, para que verdaderamente podamos generar un proceso de
transformación y de salvación para la humanidad.

La educación metodista podrá hacer mucho, siempre cuando esté conectada y


comprometida con el proyecto de vida abundante de nuestro Señor Jesucristo y el
Reino de Dios. Y cierro por aquí, dejando una breve definición de Educación
Metodista que la encontramos en el documento intitulado “Directrices para la
Educación Metodista” de la Iglesia Metodista de mi país, de Brasil, que dice:

“La educación en la perspectiva cristiana, como parte de la Misión, es el proceso que


tiene por objetivo ofrecer a la persona y la comunidad una comprensión de la vida y
de la sociedad, comprometido con una práctica liberadora, que recrea la vida y la
sociedad, siguiendo el modelo de Jesús Cristo, y cuestionando los sistemas de
dominación y muerte a la luz del Reino de Dios."

¡Muchas gracias!

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Referencias Bibliográficas:

HEITZENRATER, Richard P. & WARD, W. R. (eds.). The Workes of John Wesley –


Journal and Diaries, III. v. 20, Nashville: Albingdon Press, 1991.
________________. Wesley e o povo chamado Metodista. São Bernardo do
Campo/Rio de Janeiro: EDITEO/Bennett, 1996.
IGREJA METODISTA. Diretrizes para a Educação da Igreja Metodista. In: Cânones da
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GUIMARÃES, André S. Elementos para uma epistemologia de inspiração wesleyana.
In: Revista de Educação do Cogeime. Ano 16, nº 30, 2007. p. 67-78.
JOSGRILBERG, Rui de S. Celebrar a educação na visão Metodista: a propósito dos 45
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______________. Notas para uma filosofia da educação de inspiração wesleyana. In:
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7
______________. Uma interpretación teológica de la acción educativa. In. In:
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NASCIMENTO. Amós. John Wesley, o Iluminismo e a educação metodista na
Inglaterra. In: Revista de Educação do Cogeime. Ano 12, nº 22. Piracicaba:
Cogeime, 2003. p. 89-104.

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