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El caso Sagaray y la pena de muerte en Venezuela

Reflexiones sobre filosofía, derechos humanos, derecho penal y política criminal

Por: Fernando M. Fernández1

“Es mejor y más satisfactorio liberar a un millar de culpables


que sentenciar a muerte a un solo inocente”.
(Maimónides1, 1135-1204).

“Con frecuencia se han castigado con la pena de muerte actos inocentes…


El último grado de perversidad consiste en escudarse
con las leyes para cometer injusticias”.
“Voltaire2, (1694-1778)

RESUMEN: En este artículo se analiza el caso del ciudadano Dwight Sagaray,


quien está siendo sometido a un proceso penal en Kenia, por la presunta
comisión de un homicidio en contra de una Diplomática venezolana en la sede
de la representación venezolana. Se analizan las implicaciones filosóficas,
jurídicas, de política criminal y de derechos humanos que se ven ocasionadas
por la posible condenatoria a muerte de esta acusado. Se concluye en la
necesidad de aplica la doctrina abolicionista que ha tenido el Estado venezolano
desde 1864, fecha en la cual el país abolió la pena de muerte de forma absoluta
para todos los delitos; así como también que Venezuela cumpla con los
Tratados Internacionales que ha suscrito en materia de derechos humanos.
ABSTRACT: This article describes the case of Mr. Dwight Sagaray, who is being
subjected to a criminal trial in Kenya for allegedly committing murder against a
Venezuelan diplomatic in the headquarters of the Venezuelan delegation. This
article analyzes the philosophical, legal, criminal policy and human rights
implications that are caused by the possible condemnation of this defendant to
death. It is concluded on the need to apply the abolitionist doctrine that the
Venezuelan State has had since 1864, the date on which the country abolished
the death penalty absolutely for all crimes; also Venezuela must aply the
international treaties that it has signed in human rights
Palabras clave: Penas, pena de muerte, derechos humanos, derecho penal,
política criminal, filosofía, Sagaray, tratados internacionales, Kenia, Venezuela,
constitución, principio de legalidad, persona humana, derecho a la vida.
Keywords: Penalties, death penalty, human rights, criminal law, criminal policy,
philosophy, Sagaray, international treaties, Kenya, Venezuela, constitution, rule
of law, human person, right to life.
ÍNDICE: I. Introducción II. Los hechos y el Derecho III. La pena capital en
Venezuela IV. Los derechos humanos en la Constitución de 1999 V. Kenia y la
pena de muerte VI. La abolición de la pena de muerte en el mundo VII. ¿Qué
son las penas? VIII. Delitos pecados y vicios IX. Legítima defensa X. Vindicta
Privata XI. Justicia primitiva XII. El ius puniendi. XIII. Los derechos humanos y el
Estado XIV. La pena de muerte en la actualidad. XV. ¿Qué debería hacer el
Estado venezolano en el caso Sagaray? NOTAS Y BIBLIOGRAFÍA

1
El Abog. Prof. Fernández ha sido profesor invitado en diferentes universidades venezolanas en cursos, seminarios, Diplomados,
postgrado y pregrado sobre Derechos Humanos, Derecho Penal Internacional, Derecho Penal Económico (Criminal Compliance) y
Derecho Penal Comparado. Actualmente es Profesor Invitado en el IESA, UCV y UMA. Ha sido Senior Fulbright Scholar-in-Residence
en John Jay College of Criminal Justice; International Visitor en Hunter College, Lewis & Clark College, Oklahoma State University; y
Distinguished Clinical Professor en Richmond University y Nova Southeastern University (Estados Unidos); conferencista invitado en la
Universidad Carlos III (España) y Javeriana (Colombia). Ha publicado 14 libros sobre los temas de su especialidad, más de 40 papers
especializados y centenares de artículos de opinión relacionados. De forma permanente dicta conferencias, cursos y talleres para ONG,
empresas y cámaras de comercio nacionales e internacionales. Es activista de Derechos Humanos y consultor externo de varias ONG.
Dirige el Monitor de Derechos Humanos.

1
I. Introducción

Este ensayo fue incluido en la publicación "Venezuela: Ilusión, realidad o ficción" que
patrocina la Fundación Venezuela Positiva, eficientemente dirigida por el Dr. Heraclio Atencio
Bello. En dicha publicación el artículo salió sinb notas ni bibliografía por un problema de espacio,
según informó el Editor. En esta oportunidad, se publica el artículo completo.

En el presente ensayo planteo una reflexión sobre el tema de la pena de muerte como el
principal problema filosófico y jurídico del derecho penal sustantivo, los derechos humanos y la
política criminal venezolana, a partir del caso del ciudadano y ex Diplomático Dwight Sagaray
(“Sagaray”), quien podría ser el primer venezolano condenado a muerte desde la segunda mitad del
siglo XIX cuando la pena máxima fue abolida por el Decreto de Garantías, dictado por Juan
Crisóstomo Falcón (1863) lo que luego fue constitucionalizado por vez primera en el mundo
(1864). Las únicas excepciones ocurrieron durante los gobiernos de Antonio Guzmán Banco y
Cipriano Castro, como veremos más adelante. Ese hito histórico que ha caracterizado y prestigiado
a Venezuela por más de un siglo ha sido trastocado a partir del caso in conmento.

Las primeras preguntas que se deben hacer en torno a este cambio de 180 grados de la
tradición jurídica venezolana son: ¿Se trata solamente de un cambio de la política criminal
venezolana sobre la abolición de la pena de muerte? ¿Por qué el Estado venezolano tomó la
decisión de abandonar a Sagaray a la posibilidad de ser condenado a la pena de muerte en un país
extranjero, con otra cultura y una tradición jurídica distinta? ¿Se trata de un tema de ignorancia de
la historia de la pena de muerte en Venezuela y su importancia para los derechos humanos y la
civilización? o, más bien ¿es un caso de desprecio al derecho a la vida de un venezolano? ¿Es un
caso de indiferencia moral? Son interrogantes sobre los cuales es difícil dar una respuesta
conclusiva por carecer de la información básica, habida cuenta del silencio que han mantenido las
fuentes de información oficiales sobre el tema. Lanzaré algunas reflexiones buscando dar respuesta
a lo siguiente: ¿Es Sagaray un homo sacer o un chivo expiatorio? ¿Es un ser matable o sacrificable?
¿Cuáles son las bases filosóficas, históricas y jurídicas de la condición a la que se ha sumido a
Sagaray? y, por último ¿Cuáles son los hechos? ¿Qué hizo y dejó de hacer el Estado venezolano?
¿Qué puede ocurrir en Kenia? ¿Qué se debería hacer para paliar la situación y garantizar el derecho
a un juicio justo3?

La indiferencia moral ha sido definida por Zaffaroni de esta manera: "Tanto la atención
científica como la comunicación social no pueden hacer otra cosa que concentrarse sobre campos
limitados y, por ello, irremisiblemente, pierden de vista o dejan en segundo plano lo que queda
excluido de su foco de atención. En el caso de la comunicación social esto genera la llamada
indiferencia moral: todos saben la exietencia de hechos atroces, pero se omite cualquier acto al
respecto, no existe desinformación, sino negación del hecho4"

Este cambio radical de la política criminal tradicional de Venezuela es un precedente que


podría tener consecuencias aún peores para Sagaray de ser condenado y, además, es de suma
gravedad para las instituciones jurídicas y diplomáticas del país. Esta situación involutiva cambia de
forma total lo que había sido, hasta ahora, la tradición filosófica y jurídica, la evolución histórica y

2
diplomática del Estado venezolano, centrado en la protección de la persona humana frente a la pena
máxima. Además, este caso sienta las bases de una nueva doctrina del Estado venezolano en
perjuicio de cualquier venezolano, diplomático o no, que sea acusado por cualquier delito grave
castigado con pena de muerte en cualquier parte del mundo. En tal sentido, no se activarían los
mecanismos constitucionales de garantía y protección legal de los derechos humanos de cada
venezolano en el exterior que sea sometido a una acusación penal de esta naturaleza.

La condena a muerte de Sagaray podría ocurrir en Nairobi, capital de Kenia5 en el caso en


el que se le acusa de ser el homicida de la Encargada de Negocios de Venezuela en Kenia y
Diplomática de carrera, ciudadana Olga Fonseca, también venezolana, en la sede de la Embajada de
Venezuela6 en ese país africano.

Es importante debatir a fondo el tema de la pena de muerte. Ya hay un venezolano


abandonado a su suerte por el Estado venezolano y en franco peligro de ser condenado y ejecutado
en suelo extranjero, juzgado en otro idioma y en un país con costumbres, tradiciones y sistema
jurídico distinto al venezolano: ¿cuál será el próximo avance en retroceso de esta política criminal?
¿Qué decir ante a esta involución jurídica? El peligro de una regresión histórica de tipo mayúsculo y
de hundir al país en el abismo puede acontecer si no se genera una amplia información y discusión
acerca de sus riesgos, amenazas, peligros, inconveniencia e inutilidad, al igual que otras formas de
violación de derechos humanos que se han asociado a formas de expiación o de penas informales
frente a hechos delictivos, como ha sido el caso de la tortura y tratos crueles y degradantes. Así, la
aplicación de la pena de muerte, sus ritos, preparación y ejecución final no sería sino una forma
extrema de tortura, maltrato y degradación a un ser humano, independientemente de que sea
culpable o no de lo que se le acusa.

El presente papel de trabajo tiene como objetivo dar a conocer mis puntos de vista
personales y actualizar el trabajo que escribí hace algunos años a raíz de la condenatoria a muerte
de Timothy McVeigh7. Lo retomo en estos momentos ante el riesgo de que el condenado sea un
venezolano e independientemente de que sea culpable o no de los hechos por los que se le acusa.
También, he querido divulgar algunos datos que pueden servir de aclaratoria a dudas que existen
sobre la pena de muerte, y llenar vacíos en la discusión e información que existen acerca de este
delicado tema. También es necesario expresar mi franca y abierta oposición a cualquier sugerencia
que surgiere sobre la reimplantación de la pena capital en Venezuela, por lo que aspiro que sean
desestimadas de forma definitiva y de que surja en Venezuela un movimiento social que se oponga
a la pena de muerte en todo caso e instancias.

Todavía es de ingrata recordación que el 11 de junio de 2001, ejecutaron a McVeigh en los


EUA, debido al atentado donde fueron muertas 168 personas inocentes, quienes fueron víctimas de
su odio contra el gobierno americano. Su ejecución fue presenciada por sobrevivientes de la
tragedia que causó su acto ominoso y fue la noticia del momento. McVeigh no se arrepintió ni pidió
clemencia. Su expreso deseo era morir8. El gobierno federal fue quien pagó los gastos de una
muerte anhelada y planificada. La ejecución de McVeigh fue muy polémica9 en su momento y
demuestra que la pena de muerte no disuade a los delincuentes: puede ser un estímulo para que un
suicida se lance al delito y sea el Estado quien ejecute su plan autodestructivo. Esa es la paradoja.

3
A manera de aclaratoria, declaro que no conozco de vista, trato ni comunicación al Sr.
Sagaray. Tampoco sé si es culpable o no culpable. Presumo su inocencia, como mandan la
Constitución y mis principios. Ignoro, además, el estado de la causa y cual es su paradero personal.
Sin embargo, no puedo dejar de conmoverme por su indefensión, soledad y debilidad jurídica.
Tampoco dejo de preocuparme frente al acto injusto que es este giro de 180 grados de la política
criminal abolicionista de la pena de muerte a una visión permisiva, aun cuando sea aplicada por otro
Estado. Estas reflexiones son un alegato en defensa del derecho a la vida, no solo la del Sr. Sagaray
sino de todo ser humano que sufra el riesgo de ser juzgado, condenado y ejecutado. Por último,
ruego a Dios por que no sea condenado a muerte ni aplicada la sentencia, de ser condenatoria.

II. Los hechos y el Derecho

A pesar de que aun se carecía de pruebas contundentes sobre la participación culpable de


Sagaray en el homicidio de la Sra. Fonseca, el Estado Venezolano procedió a retirarle la inmunidad
diplomática que le correspondía según la Convención de Viena de Relaciones Diplomáticas10, sin
haber dado explicaciones formales del porqué se hacía ni haber condicionado al gobierno de Kenia
que el juzgamiento del sospechoso, si fuere encontrado culpable, no podía conducirle a la pena de
muerte, a condenatoria a perpetuidad o a sufrir tortura y tratos crueles o degradantes, impidiéndole
toda posibilidad de protección de la Constitución, las leyes venezolanas y los Tratados
Internacionales en Derechos Humanos suscritos por Venezuela en lo aplicable al ex-diplomático.

Por las pocas informaciones11 obtenidas por algunos medios de comunicación interesados
en el caso, se ha sabido que el Estado venezolano tampoco ha brindada asistencia alguna a Sagaray
como corresponde por su condición de venezolano, y de forma independiente a su participación o
no en el homicidio o en un supuesto tráfico de drogas, dado que se trata de un país donde ni siquiera
se habla el castellano, existe otra cultura, posee un sistema jurídico diferente al nativo y existen
graves y sistemáticas violaciones de los derechos humanos, como se verá más adelante.

Lo alarmante del caso es que el Estado venezolano puso en riesgo la vida de un venezolano,
renunció a su jurisdicción y, por tanto a su soberanía, al permitir que se allanara la inmunidad
diplomática de la sede de su Embajada y la residencia oficial, al desaplicar de hecho la Constitución
y las leyes venezolanas de procedimiento en un caso de su completa competencia, como es la
prohibición absoluta de aplicación de la pena muerte a sus nacionales.

i. Marco filosófico de la pena de muerte

La pena de muerte es un tema filosófico de primer orden desde el juicio y condena a Sócrates12
de Atenas a sufrirla, según la acusación que contra él hicieron por los crímenes de impiedad contra
los Dioses de Atenas e intentar corromper a los jóvenes, así como introducir nuevos Dioses. El
crimen de impiedad era una forma de blasfemia antirreligiosa castigado con la pena máxima dentro
de la jerarquía del Derecho Penal ateniense; era un delito de desacato contra la religión y los Dioses
que se debían venerar (de “laesa venerationis”) insoportable para la moral y las leyes de entonces.
Para Sócrates, en palabras de Platón13, no se puede cometer una injusticia para contrarrestar otra
injusticia. Así las cosas, se produjo en este Diálogo (Critón) el alegato de mayor importancia para la

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abolición de la Ley del Talión, porque si partimos de la premisa según la cual un delito es injusto,
no se puede castigar del mismo modo con otro acto injusto (la oscuridad no se aclara con más
oscuridad ni la sed se aplaca con dejar de beber agua). Dicho argumento mantiene su vigencia y es
uno de los más claros en cuanto a la abolición de la pena de muerte para todos los delitos, incluidos
los más atroces como el genocidio14 y los crímenes de lesa humanidad. La narración de todo el
evento desde el juicio, la prisión y la autoejecución15 de la pena de muerte de Sócrates es uno de los
pivotes de la filosofía occidental y parte esencial de la historia de la humanidad.

En aquel entonces, a finales del Siglo V a.C. (Sócrates nació16 en el año 470 a. C. y murió en el
399 a. C.), cuando se le condenó a muerte, esta se ejecutaba por mano propia del condenado, no
existía el concepto de verdugo. Sócrates bebió el veneno (cicuta) de forma estoica junto a sus
amigos con lo cual pasó a la historia como un ejemplo ético de gran envergadura y trascendencia
histórica; su fama ha permanecido hasta nuestros días.

Platón en Las Leyes17, fue partidario de la pena de muerte, para aquellos casos de crímenes
inaceptables como el robo a los templos, considerado como un crimen contra los dioses y el
derrocamiento o golpe de Estado, el cual considera como un crimen contra la ciudad.

Aristóteles, Séneca, San Agustín, Santo Tomás, Rousseau, Montesquieu, Locke, Kant, Hegel,
Marx y Schmitt, entre muchos, fueron partidarios de la pena de muerte18. Fue a partir de Beccaria19,
principalmente, Voltaire20, Bentham, Romilly21, Carrara22, entre otros, cuando se abrió un debate
abolicionista en la Europa occidental e ilustrada, el cual tuvo incidencia sobre todo a partir de los
Siglos XIX y XX con la constatación del uso masivo e industrializado de este castigo contra
millones de personas durante los totalitarismos socialistas, nazi y fascistas, cuando se hizo uso de
los recursos del Estado para intentar exterminar naciones enteras, entre otras víctimas
multitudinarias.

ii. Estado de Derecho y pena de muerte

A los fines de poder entender la gravedad de la decisión tomada por el Estado venezolano de
abandonar a Sagaray a su suerte ante la posibilidad muy próxima de ser condenado a muerte, creo
necesario analizar lo que significa en cuanto a la vulneración del derecho a la vida y a la violación
de la prohibición absoluta de aplicar penas de muerte a venezolanos. El Estado de Derecho en la era
de la globalización y de doctrina de los derechos humanos se apoya en cuatro fundamentos o
principios esenciales: (a) legalidad; (b) constitucionalidad; (c) convencionalidad y (d) Principio en
pro del ser humano, de humanidad o pro homine.

a) Principio de Legalidad: es el más básico y tradicional de los apoyos del Estado de


Derecho. El filósofo Luigi Ferrajoli23 divide este principio sobre bases históricas y advierte
que hay un principio de mera legalidad, que se caracteriza por el principio establecido por
Feuerbach (1801) Nullun crimen nulla poena sine lege y que fue acogido por el Código
Penal vigente (artículo 1 que dice: “Nadie podrá ser castigado por un hecho que no
estuviese expresamente previsto como punible por la ley, ni con penas que ella no hubiere
establecido previamente”. El Código Penal venezolano no prevé ni permite la aplicación de
la pena de muerte para delito alguno. Sin embargo, el moderno principio lo denomina este
5
autor como principio de estricta legalidad penal que reza: nulla poena, nullun crimen, nulla
mensura sine lege praevia, escripta, publica, stricta et certa, el cual desarrollaré más
adelante. a todo evento, lo que hizo el Estado venezolano viola ambos principios y es, por
tanto, una decisión ilegal.

b) Principio de Constitucionalidad: El moderno Estado de Derecho supera la legalidad, tanto


la mera como la estricta, y apoya su fundamento en la Constitución. La Constitución
venezolana establece el Estado Constitucional, Democrático y Social, de Derecho y de
Justicia, como la forma de legitimar el poder político y jurídico de la República. La
Constitución dice: (i) “Artículo 2: Venezuela se constituye en un Estado Democrático y
Social de Derecho y de Justicia, que propugna como valores superiores de su ordenamiento
jurídico y de su actuación, la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la
democracia, la responsabilidad social y en general, la preeminencia de los derechos
humanos, la ética y el pluralismo político”. Esto es, se abandona el paradigma basado en el
axioma hegeliano de la preminencia del Estado, considerado como un bien jurídico. Así, los
derechos humanos pasan a ser los bienes jurídicos prioritarios en todo conflicto jurídico o
tensiones entre las prerrogativas del Estado y los derechos humanos; a todo evento, deben
prevalecer estos. La tutela jurídica de esta fórmula constitucional es obligatoria para todo
funcionario, sea judicial, militar, policial o administrativo. (ii) El artículo 3 constitucional
determina como un fin esencial del Estado “la garantía del cumplimiento de los principios,
derechos y deberes consagrados en esta Constitución”. Esta afirmación tajante despeja de
forma categórica cualquier duda sobre el principio de preminencia de los derechos
humanos. Así, el Estado tiene como meta final que justifica su existencia el cumplimiento
de los derechos constitucionales, fundamentales o humanos: son lo mismo. (iii) El artículo
7 constitucional reza así: “La Constitución es la norma suprema y el fundamento del
ordenamiento jurídico. Todas las personas y los órganos que ejercen el Poder Público están
sujetos a esta Constitución”. (iv) El artículo Artículo 337 de su texto sobre los Estados de
Excepción permite la restricción temporal de las garantías consagradas en su texto, salvo las
referidas a los derechos a la vida, prohibición de incomunicación o tortura, el derecho al
debido proceso, el derecho a la información y los demás derechos humanos intangibles. En
fin, la Constitución prohíbe de forma absoluta y categórica la aplicación de la pena de
muerte. En consecuencia, la decisión del Estado venezolano de abandonar a Sagaray para
que sea juzgado y, posiblemente, condenado a muerte en Kenia es inconstitucional.

c) Principio de Convencionalidad24: En el mundo globalizado ya no basta que las


Constituciones sean la base fundamental de la legitimidad del poder jurídico y político del
Estado. Ahora, en el Estado post moderno y en pleno auge de la globalización, las
Convenciones, Pactos, Tratados y Estatutos que tutelan los derechos humanos, se integran
al derecho interno de los países y también forman parte de esa amplia base en cual se apoya
el ejercicio de las instituciones jurídicas. Los pactos deben cumplirse: pacta sunt servanda.
El Título III y los artículos 19, 23 y 31 de la Constitución son claros y precisos al admitir
como un todo al conjunto de Tratados, Pactos y Convenciones de derechos humanos
habidos hasta 1999 y por haber luego de esa fecha. Dicha fórmula abierta también es
perfecta, porque acepta de manera directa su aplicación en el derecho interno de forma
preferente cuando la ley nacional sea menos progresiva que cualquiera de los Tratados, sean

6
mundiales o regionales. De paso, el resto de los artículos referidos a los derechos humanos:
civiles, sociales, políticos, ambientales, educativos, culturales e innominados, quedan
tutelados por dichos instrumentos.

(i) En el ámbito regional, la Convención Americana de Derechos Humanos25, la cual


rige en Venezuela según normas expresas constitucionales incluso durante la
declaratoria del Estado de Excepción26, a pesar de su denuncia27, establece el
derecho a la vida y una serie de restricciones a la aplicación de la pena de muerte,
de esta manera:

Artículo 4. Derecho a la Vida 1. “Toda persona tiene derecho a que se respete su


vida. Este derecho estará protegido por la ley y, en general, a partir del momento
de la concepción. Nadie puede ser privado de la vida arbitrariamente. 2. En los
países que no han abolido la pena de muerte, ésta sólo podrá imponerse por los
delitos más graves, en cumplimiento de sentencia ejecutoriada de tribunal
competente y de conformidad con una ley que establezca tal pena, dictada con
anterioridad a la comisión del delito. Tampoco se extenderá su aplicación a delitos
a los cuales no se la aplique actualmente. 3. No se restablecerá la pena de muerte
en los Estados que la han abolido. 4. En ningún caso se puede aplicar la pena de
muerte por delitos políticos ni comunes conexos con los políticos. 5. No se
impondrá la pena de muerte a personas que, en el momento de la comisión del
delito, tuvieren menos de dieciocho años de edad o más de setenta, ni se le aplicará
a las mujeres en estado de gravidez. 6. Toda persona condenada a muerte tiene
derecho a solicitar la amnistía, el indulto o la conmutación de la pena, los cuales
podrán ser concedidos en todos los casos. No se puede aplicar la pena de muerte
mientras la solicitud esté pendiente de decisión ante autoridad competente”.
(Subrayado mío)

Asimismo, el Protocolo28 a la Convención Americana sobre Derechos Humanos, firmado y


ratificado por Venezuela29, que dice:

“LOS ESTADOS PARTES EN EL PRESENTE PROTOCOLO;


CONSIDERANDO: Que el artículo 4 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos reconoce el derecho a la vida y restringe la aplicación de la pena de
muerte…”

(ii) De la misma forma, en el plano global, el Pacto de Derechos Civiles y Políticos30


consagra el derecho a la vida y restringe la aplicación de la pena de muerte

“Parte III Artículo 6 1. El derecho a la vida es inherente a la persona


humana. Este derecho estará protegido por la ley. Nadie podrá ser privado
de la vida arbitrariamente. 2. En los países en que no hayan abolido la pena
capital sólo podrá imponerse la pena de muerte por los más graves delitos y
de conformidad con leyes que estén en vigor en el momento de cometerse el
delito y que no sean contrarias a las disposiciones del presente Pacto ni a la

7
Convención para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio. Esta
pena sólo podrá imponerse en cumplimiento de sentencia definitiva de un
tribunal competente. 3. Cuando la privación de la vida constituya delito de
genocidio se tendrá entendido que nada de lo dispuesto en este artículo
excusará en modo alguno a los Estados Partes del cumplimiento de ninguna
de las obligaciones asumidas en virtud de las disposiciones de la
Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio. 4.
Toda persona condenada a muerte tendrá derecho a solicitar el indulto o la
conmutación de la pena de muerte. La amnistía, el indulto o la conmutación
de la pena capital podrán ser concedidos en todos los casos. 5. No se
impondrá la pena de muerte por delitos cometidos por personas de menos
de 18 años de edad, ni se la aplicará a las mujeres en estado de gravidez. 6.
Ninguna disposición de este artículo podrá ser invocada por un Estado Parte
en el presente Pacto para demorar o impedir la abolición de la pena capital”.
(Subrayado mío)

Como un desarrollo posterior, destaca el Segundo Protocolo Facultativo del Pacto


Internacional de Derechos Civiles y Políticos, destinado a abolir la pena de muerte
31
cuyo Preámbulo dice:

“Los Estados Partes en el presente Protocolo, Considerando que la


abolición de la pena de muerte contribuye a elevar la dignidad humana y
desarrollar progresivamente los derechos humanos,

Recordando el artículo 3 de la Declaración Universal de Derechos


Humanos, aprobada el 10 de diciembre de 1948, y el artículo 6 del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos, aprobado el 16 de diciembre
de l966,

Observando que el artículo 6 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y


Políticos se refiere a la abolición de la pena de muerte en términos que
indican claramente que dicha abolición es deseable,

Convencidos de que todas las medidas de abolición de la pena de muerte


deberían ser consideradas un adelanto en el goce del derecho a la vida,

Deseosos de contraer por el presente Protocolo un compromiso


internacional para abolir la pena de muerte”.

d) Principio en pro del ser humano, de humanidad o pro homine32: La persona humana, su
dignidad, sus derechos y deberes, deben ser el centro de las leyes, las constituciones, y los
Tratados internacionales en derechos humanos. El derecho a la vida es un mandato y un
deber civilizatorio del cual hablaba el iusnaturalismo, pero luego introducido en el
ordenamiento jurídico, por lo tanto, positivado; previsto en la Declaración Universal de los
Derechos Humanos33, y en la Declaración Americana de los Derechos Humanos34. Ello

8
permite a las víctimas de abusos poder ejercer sus derechos en sede nacional o internacional
e impide que los estados se extralimiten. Matar a un ser humano, en aplicación de la pena
de muerte es un homicidio, aun cuando sea un Estado que lo realice35. En consecuencia, la
decisión del Estado venezolano de abandonar a Sagaray para que sea juzgado en Kenia
viola el principio de humanidad, o sea, es un acto inhumano.

Como puede verse con las citas y comentarios anteriores, la decisión del Estado venezolano de
abandonar a Sagaray para que sea juzgado en Kenia viola los principios de mera legalidad penal, de
estricta legalidad penal, de constitucionalidad de convencionalidad y de humanidad. Es una rareza
en el mundo democrático globalizado que esto haya ocurrido y un atentado contra la civilización y
el progreso. Desde este punto de vista es una alteración de la historia jurídica de Venezuela y un
retroceso jurídico inaceptable e injustificable.

iii. Sagaray: ¿Homo sacer o Chivo expiatorio?

Este caso arroja muchos nuevos datos sobre la forma en la cual el Estado venezolano se ha
desprendido de su responsabilidad nacional e internacional de tutelar a un venezolano que sea
condenable a sufrir la pena de muerte. En tal sentido, hay que preguntarse si se trata de una
"víctima sacrificable" según la teoría del chivo expiatorio de René Girard36 o por el contrario se
trata de un homo sacer, es decir, alguien matable por cualquiera37, sin importar a nadie, aquél que ni
siquiera es sacrificable, quien es insignificante, que es nadie o nada, como diría Giorgio Agamben38,
cuando definía el argumento de su libro: “Protagonista de este libro es la nuda vida, es decir, la vida
a quien cualquiera puede dar muerte, pero que es, a la vez, insacrificable del homo sacer… una
oscura figura del derecho romano arcaico en que la vida humana se incluye en el orden jurídico
únicamente bajo la forma de su exclusión (es decir, e la posibilidad absoluta de que cualquiera le
mate)…39”

También podría ser considerado como un nuevo Damiens, cambiando lo cambiable, según la
cita que hizo Foucault de su ejecución40. Lo extraño es que, en lugar de ser esto un "escándalo" en
términos girardianos, observo que a pocos venezolanos les importa, salvo a sus familiares
inmediatos quienes sí han expresado su intenso dolor41, así como tampoco hay un consenso de
ningún sector para culpabilizarlo y victimizarlo como chivo expiatorio. En fin encaja más la idea
del homo sacer que la de un chivo expiatorio.

Pero, ¿qué es un chivo expiatorio? Girard responde: “… la expresión chivo expiatorio designa,
en primer lugar, la víctima del rito descrita en el Levítico42; en segundo lugar, todas las víctimas de
ritos análogos existentes en las sociedades arcaicas y denominados, asimismo, ritos de expulsión, y
por fin, en tercer lugar todos los fenómenos de transferencia colectiva no ritualizados que
observamos o creemos observar a nuestro alrededor”. Esta transferencia no ritualizada que teoriza
Girard de creación y sacrificio de chivos expiatorios se obtiene en Venezuela a partir de la violación
de hecho, y ahora de Derecho, de los derechos humanos. Así las cosas, mimetizando las órdenes
superiores o lo que se ha entendido de ellas “los perseguidores piensan que actúan bien, creen que
actúan por la justicia y la verdad, para salvar a su comunidad43”. Hoy día, el sistema procesal penal
venezolano no es un sistema jurídico pleno de garantías y principios en beneficio de los ciudadanos:
ahora forma parte del Derecho Penal del Enemigo44 (Jakobs, 2003), con menos garantías jurídicas y

9
protectoras de los derechos humanos y penas draconianas. También con un régimen penitenciario
dantesco. Todo ello es un caldo de cultivo para que se realice el sacrificio de las víctimas.

Rousseau45 decía: "… todo malhechor, al atacar el derecho social, se convierte por sus delitos en
rebelde y traidor a la patria; deja de ser un miembro de ella al violar sus leyes. Entonces, la
conservación del Estado es incompatible con la suya; es preciso que uno de los dos perezca, y
cuando se da muerte a culpables menos como ciudadano que como enemigo. los procedimientos, el
juicio son las pruebas y la declaración de que ha roto el pacto social y, por consiguiente, de que ya
no es miembro del Estado… porque un enemigo así no es una persona moral, es un hombre y
entonces el derecho de guerra consiste en matar al vencido". Como quiera que en Venezuela no
existe formalmente la pena de muerte desde 1863 ni puede hacerse sacrificio físico alguno de seres
humanos, el proceso penal y la condena a una cárcel es la vía sustitutiva de esta manifestación.

III. La pena capital46 en Venezuela

i. La abolición

Venezuela fue el primer país abolicionista47 de la pena de muerte para todos los delitos en
1863 mediante el decreto de garantías48 que emitió el Presidente triunfante de la Guerra Federal el
Mariscal Juan Crisóstomo Falcón49. Cabe mencionar que el Código Penal de 1863, promulgado por
el Presidente José Antonio Páez tipificó la pena de muerte por fusilamiento para el delito de
parricidio50 calificado, lo cual duró solo 4 meses y nunca se puso en práctica. La constitución de
186451 consagró esta prohibición de forma definitiva y absoluta, lo cual ha sido reiterado en las
diferentes constituciones que Venezuela ha tenido. La reclusión de por vida, indefinida o perpetua,
comúnmente llamada “cadena perpetua” y todo trato inhumano o degradante están prohibidos
también de forma absoluta y terminante. Sin embargo, de forma contradictoria, se mantiene la pena
de presidio52, ya abolida en la mayoría de los países occidentales, debido a que comporta la
realización de trabajos forzados, el aislamiento celular y la interdicción civil, con lo cual se
equipara a la pena capital de muerte civil. La pena máxima aplicable en Venezuela es de 30 años de
prisión.

Desde 1863 la regla de la política criminal y la doctrina constitucional venezolanas ha sido


la defensa del derecho a la vida, como derecho humano principal y requisito para que existan, se
ejerzan y se reconozcan los demás derechos humanos. Esa política criminal del Estado venezolano
fue causada por la constatación de la injusticia e inutilidad de la pena de muerte luego de la Guerra
Federal y de la Guerra de Independencia, cuando fueron ejecutadas muchas personas. Por tanto, este
paso trascendental y pionero de Venezuela es considerado un hito histórico dentro de la
cronología53 de eventos y documentos relativos a la pena de muerte en el mundo.

Como paréntesis vergonzosos de esta política criminal abolicionista, reiterada y sostenida


durante estos años, debemos citar los casos patéticos del fusilamiento del General Matías Salazar54
ordenado por el Presidente Antonio Guzmán Blanco y el también fusilamiento del General Antonio
Paredes55, en tiempos de Cipriano Castro. Un antecedente a estos lamentables hechos fue el
fusilamiento de Piar56. Como puede verse, las motivaciones políticas y militares que ocasionaron

10
estos fusilamientos ponen en evidencia el gran riesgo que suelen tener los enjuiciados de ser
condenados a muerte por motivaciones subjetivas y hasta personalistas. Este es otro argumento en
contra de la pena de muerte.

Así las cosas, desde entonces y hasta el presente caso de Sagaray, el Estado venezolano
había tenido una posición radical en defensa del derecho a la vida y la dignidad humana al punto de
juzgar en Venezuela casos como el de la voladura del avión cubano57, acto terrosita cometido en
aguas internacionales, pero cuya jurisdicción podían haber reclamado Barbados, Cuba, Trinidad y
Tobago, Guyana y Venezuela, sin embargo, privó la jurisdicción de Venezuela58.
Tan radical es la política criminal venezolana que la legislación penal tiene prohibido extraditar a
extranjeros que puedan ser condenados a pena de muerte o a cadena perpetua en país extranjero. Así
lo estableció de forma clara, inequívoca y contundente el artículo 6 del Código Penal venezolano:
“… No se acordará la extradición de un extranjero acusado de un delito que tenga asignada en la
legislación del país requirente la pena de muerte o una pena perpetua…”

ii. La pena de muerte en las constituciones de Venezuela

Tal como hemos visto, la pena capital se abolió solo para los delitos políticos en la Constitución
de 1857 (art. 98). Este mismo texto prohibió la aplicación de penas crueles e infamantes (art. 109).
Lo más importante de esta Constitución fue la abolición de la esclavitud (art. 99).

1. El derecho a la vida se estableció expresamente en el Decreto del 16 de Agosto de 1863


sobre los derechos individuales y las garantías de los venezolanos, con este texto: “Juan C.
Falcón, General en Jefe, Presidente de la República, considerando: Que triunfante la
revolución deben elevarse a canon los principios democráticos proclamados por ella y
conquistados por la civilización, a fin de que los venezolanos entren en el pleno goce de sus
derechos políticos e individuales, decreto. Artículo 1°: Se garantiza a los venezolanos: 1°
La vida: Queda en consecuencia, abolida la poena de muerte y derogadas las leyes que la
imponen…”
2. Consecutivamente, la Constitución de 1864 (art. 14), de la siguiente manera: TÍTULO III
Garantía de los venezolanos. Artículo 14: "La Nación garantiza a los venezolanos: 1° La
inviolabilidad de la vida, quedando abolida la pena capital, cualquiera que sea la ley que la
establezca".
3. La Constitución de 1874 rezaba así: (art. 14) “La Nación garantiza a los venezolanos: 1° La
inviolabilidad de la vida, quedando abolida la pena capital cualquiera que sea la Ley que la
establezca”.
4. Fórmula que es repetida en los mismo términos en el artículo 14 de la Constitución de 1881
5. La Constitución de 1891, ídem.
6. La Constitución de 1893, ídem.
7. La Constitución de 1901, ídem.
8. La Constitución de 1904, ídem.

11
9. La Constitución de 1909 agregó en su artículo 23 un complemento muy importante a la
derogatoria de toda ley que la establezca y extiende la prohibición de la pena de muerte a
quien “sea cual fuere la autoridad que la ordene”;
10. La Constitución de 1914, artículo 22.1 repite la frase anterior.
11. La Constitución de 1922, ídem.
12. La Constitución de 1925 cambia el articulado (art. 32) así: “La Nación garantiza a los
venezolanos: 1° La inviolabilidad de la vida, sin que por ninguna ley ni por mandato de
ninguna autoridad se pueda establecer ni aplicar la pena de muerte”
13. La fórmula anterior es repetida textualmente en la Constitución de 1928
14. Lo mismo ocurre en la Constitución de 1929.
15. Igualmente en la Constitución de 1931.
16. Idéntica fue la Constitución de 1936.
17. También lo fue la Constitución de 1945.
18. Se mantiene con cambios de forma en la Constitución de 1947, pero en el artículo 29 de su
texto.
19. La Constitución de 1953 traslada la misma garantía al artículo 35.
20. La Constitución de 1961 cambió el artículo (58) y la redacción así: “El derecho a la vida es
inviolable. Ninguna ley podrá establecer la pena de muerte ni autoridad alguna aplicarla”.
21. La Constitución de 1999 es inequívoca al prohibirla, considerando por vez primera los
derechos humanos como derechos constitucionalizados y el derecho a la vida como el
primero de los derechos civiles, así: “Capítulo III De los Derechos Civiles Artículo 43. El
derecho a la vida es inviolable. Ninguna ley podrá establecer la pena de muerte, ni
autoridad alguna aplicarla. El Estado protegerá la vida de las personas que se encuentren
privadas de su libertad, prestando el servicio militar o civil, o sometidas a su autoridad en
cualquier otra forma”.

De esta manera, Venezuela se convirtió en el primer país del mundo en establecer en su


Constitución una política criminal abolicionista de la pena de muerte para todos los delitos. Tal
disposición ha sido repetida con algunas pequeñas variantes de forma inequívoca durante 21 textos
constitucionales, hasta el presente. Bajo este mandato constitucional, pacífico y reiterado en dichos
textos es que se ha mantenido la jurisdicción extraterritorial de los tribunales penales venezolanos.
Así, el artículo 4, ordinal 5° del Código Penal venezolano dice así: “Están sujetos a enjuiciamiento
en Venezuela y se castigarán de conformidad con la ley penal venezolana: …Los empleados
diplomáticos, en los casos permitidos por el Derecho Público de las Naciones, de conformidad con
lo que establece la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela”. Este principio de
extraterritorialidad de la jurisdicción venezolana debió ser la norma aplicada para juzgar los hechos
cometidos en la sede de la Embajada de Venezuela en Kenia. Las razones son varias y concurrentes:
(i) los hechos ocurrieron en la sede de la Embajada venezolana, considerada parte del territorio
Nacional; (ii) la víctima era venezolana; (iii) el acusado es venezolano; y (v) el Derecho Público
de las Naciones lo permite.

IV. Los derechos humanos según la Constitución de 1999

12
El Artículo 19 de la Constitución venezolana establece el deber que tiene el Estado y las
autoridades de garantizar “… a toda persona, conforme al principio de progresividad y sin
discriminación alguna, el goce y ejercicio irrenunciable, indivisible e interdependiente de los
derechos humanos. Su respeto y garantía son obligatorios para los órganos del Poder Público de
conformidad con la Constitución, los tratados sobre derechos humanos suscritos y ratificados por la
República y las leyes que los desarrollen”. Dentro de su teoría del deber perfecto, Kant afirmó que
“a todo deber corresponde un derecho59”,

Lo anterior quiere decir que todos los Tratados Internacionales suscritos y ratificados por
Venezuela forman parte del derecho interno venezolano, lo cual resuelve favorablemente el debate
sobre una supuesta “supra-constitucionalidad” de tales instrumentos. Con esta cláusula los Tratados
Internacionales forman parte del ordenamiento jurídico venezolano con efectos directos en la
legislación interna, por lo que deben ser aplicados, respetados y garantizados por todas las
autoridades nacionales, quienes están obligadas constitucionalmente, además del compromiso
internacional surgido de la correspondiente Ley Aprobatoria del Tratado y la consecuente
ratificación del mismo ante el organismo internacional del cual emana (ONU, OEA, etc.)

• El derecho a la vida en Venezuela, la pena de muerte, penas a perpetuidad e


infamantes

La Constitución venezolana es categórica en su artículo 43 cuando consagra el primero de los


derechos civiles y dice: “El derecho a la vida es inviolable. Ninguna ley podrá establecer la pena de
muerte, ni autoridad alguna aplicarla. El Estado protegerá la vida de las personas que se encuentren
privadas de su libertad…” Esta norma imperativa y vinculante es elocuente. Se trata de un mandato
claro y contundente dirigido a las autoridades para que respeten y garanticen de forma absoluta e
incondicionada el derecho humano a la vida. Es un derecho fundamental que corresponde a todo ser
humano, dada su condición y sin discriminación alguna por su raza, nacionalidad, etnia, religión,
creencias, sexo o conducta. El derecho a la vida es el principal entre todas los derechos humanos y
fundamento y requisito para que existan los demás derechos, tal como la ha caracterizado de forma
magistral PROVEA60.

Intrínseco al derecho a la vida es la libertad personal. Así, las penas perpetuas e infamantes son
igualmente proscritas por la Constitución, de esta forma: Artículo 44. “La libertad personal es
inviolable; en consecuencia: La pena no puede trascender de la persona condenada. No habrá
condenas a penas perpetuas o infamantes. Las penas privativas de la libertad no excederán de treinta
años”.

La dignidad de la persona humana, inherente al derecho a la vida, es igualmente protegida por


la Constitución: el artículo 46.1 constitucional dice así: “Toda persona tiene derecho a que se
respete su integridad física, psíquica y moral, en consecuencia: 1. Ninguna persona puede ser
sometida a penas, torturas o tratos crueles, inhumanos o degradantes...”

V. Kenia y la pena de muerte

13
El sistema jurídico61 de Kenia es totalmente diferente al venezolano y, aun cuando firmó y
ratificó el Pacto de las Naciones Unidas de Derechos Civiles y Políticos, no ha firmado ni ratificado
los Protocolos de dicho instrumento, de los cuales, el pertinente es el Segundo Protocolo62 destinado
a abolir la pena de muerte en el mundo. Además, en el Examen Periódico Universal (EPU) que
realiza el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (“ONU”) dio
una respuesta general (no aceptó) la recomendación que se le hiciera de firmar dicho Protocolo63.
En conclusión, no hay garantía alguna de que pueda realizarse un juicio justo a Sagaray.

La situación64 de Kenia está bajo estudio del Fiscal ante la Corte Penal Internacional. Kenia
firmó y ratificó el Estatuto de Roma65 y, en consecuencia, es un Estado Parte a la CPI. Al
convertirse en un Estado Parte, Kenia aceptó la jurisdicción de la Corte66 sobre los crímenes de
guerra, los crímenes de lesa humanidad y los casos de genocidio que se cometan en su territorio o
por alguno de sus ciudadanos y, por ende, aceptó la posibilidad de que el Fiscal investigue hechos
que no están siendo investigados ni procesados por las autoridades nacionales. Ésta es la primera
vez que el Fiscal utiliza sus poderes de “motu proprio” para iniciar una investigación sin que la
situación sea referida por un gobierno o por el Consejo de Seguridad de la ONU (CSNU)67.

A pesar de que Kenia68 se encuentra en la lista de países considerados por AI como


“abstencionistas en la práctica”, pero no la abolido legalmente y se sigue imponiendo en
sentencias69 judiciales, preocupa el hecho de que Sagaray pueda ser condenado a pena de muerte,
siendo esta una pena que aun se mantiene en la legislación keniana para delitos como el homicidio.
En el mejor de los casos, sería procedente una conmutación por cadena perpetua, castigo que es
también violatorio de derechos humanos dado que no permite la revisión del caso ni penas
alternativas a la privación de la libertad.

El informe de 2013 sobre la pena de muerte en el mundo70, elaborado por Amnistía


Internacional, dice lo siguiente:

“De Kenia se recibió información sobre al menos 11 condenas a muerte, entre ellas
algunas por delitos no letales como el robo de vehículo con violencia o intimidación
en las personas. Sin embargo, la cifra real posiblemente era muy superior, y las
ONG han informado que, sólo en 2012, se habían impuesto 575 condenas de
muerte.75 Suscita gran preocupación que se haya condenado a muerte en juicios sin
garantías a personas indigentes acusadas de delitos punibles con la pena capital,
dado que con frecuencia la calidad de la asistencia letrada de oficio es muy mala.
El Código Penal tipifica como delitos punibles con la muerte el asesinato, la
traición, el robo con violencia, el intento de robo y el compromiso bajo juramento
para cometer un delito punible con la muerte. Aunque el Tribunal de Apelación
declaró en 2010 que la pena de muerte preceptiva por asesinato era inconstitucional,
el Tribunal Supremo ha dictado con posterioridad resoluciones contradictorias
sobre este particular.76 En octubre, otra sala del Tribunal de Apelación resolvió que
debía seguir imponiéndose la pena de muerte preceptiva mientras el Parlamento no
decidiera modificar la legislación.77

14
El Comité contra la Tortura, tras examinar el informe de Kenia en mayo, manifestó
que seguía preocupado por la incertidumbre jurídica generada tras las dispares
sentencias dictadas por el Tribunal Superior y por el elevado número de condenas a
muerte, en particular por delitos menores. Señaló que más de 1.600 personas
seguían condenadas a la pena capital, a pesar de la iniciativa presidencial de
conmutar más de 4.000 penas de muerte en 2009.78”.

Aunque desde 1987 no se ha llevado a cabo ninguna ejecución en Kenia, los tribunales
locales continúan condenando a personas a la pena de muerte, lo que podría constituir un peligro
de trato cruel, inhumano y degradante para Sagaray, lo cual también prohíbe la Constitución
venezolana. Diversos mecanismos regionales y de la ONU han reconocido que algunos aspectos
del uso de la pena de muerte constituyen tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes,
particularmente en relación con las condiciones de reclusión de los condenados a muerte, la
angustia de estar condenados, la amenaza constante de ejecución y el secreto que rodea al uso de la
pena de muerte, que afecta a los condenados y a sus familias. En caso de que fuese condenado a
muerte y luego conmutada la pena a cadena perpetua, también debió ser aplicable el derecho penal
venezolano.

VI. La abolición de la pena de muerte

El 10 de octubre71 de cada año se celebra el Día Internacional contra la Pena de Muerte72.


Se trata de una campaña mundial para abolir dicha atrocidad al cambiar las leyes que la permiten.
Muchos activistas y organizaciones de derechos humanos como Amnistía Internacional73 se han
pronunciado en contra de tales ejecuciones74. De otra parte, el Estatuto de Roma de la Corte Penal
Internacional es el instrumento de mayor importancia que señala el sendero de erradicación de la
pena de muerte en el mundo. Como es sabido, los peores hechos punibles, como son el genocidio,
los crímenes contra la humanidad, los crímenes de guerra y la agresión, a pesar de su carácter
oprobioso, no serán castigados con la pena de muerte.

Mientras exista pena de muerte como sanción penal a las personas, todo Estado que la
contemple o aplique es homicida: matar es matar y, de paso, es matar a sangre fía, como dice
Amnistía Internacional: "Al aplicar la pena de muerte, el Estado da muerte a un ser humano de
forma premeditada y a sangre fría…75"Especialmente grave es cuando se trata de una forma de
realizar persecuciones políticas, raciales, nacionalistas, religiosas, étnicas, por orientación sexual o
de cualquier otro tipo. También cuando es producto del error judicial, bien porque sea un error de
hecho o de Derecho. Igualmente, el argumento es el mismo cuando el acusado es condenado por
causa de una confesión obtenida bajo tortura, extorsión o por miedo aun cuando haya sido inocente
de los hechos.

Las razones por las cuales la ONU, la OEA y las diferentes Organizaciones No
Gubernamentales se han lanzado en una campaña a favor de la abolición de la pena de muerte para
todos los delitos, está en que nunca se ha podido probar su utilidad76 y eficacia en la disuasión de
los criminales y la prevención del delito. De otro lado, los errores de tipo judicial y el prejuicio han
puesto en evidencia que muchas veces son condenadas personas inocentes, con retraso mental y

15
hasta menores de edad. La consecuencia de estas ejecuciones por error o mala fe han demostrado lo
irreparable de una muerte equivocada.

Mucho se ha destacado que la pena de muerte es irreversible. Han sido tantos los errores,
abusos e injusticias cometidos y, como efecto, ejecutadas tantas personas por ineptitud judicial o
mala fe, persecuciones, torturas y odio, que quizás ese sea el argumento de mayor peso para
abolirla. Sin embargo, ¿qué pasa cuando el culpable ha confesado su crimen y pide que lo maten?;
¿de qué sirve la pena de muerte cuando se le aplica a un suicida?; ¿ello no será un incentivo para
otros suicidas?; ¿pueden los gobiernos subsidiar una muerte deseada y planificada?; ¿de qué sirve la
pena de muerte?; ¿cuál es su utilidad?; ¿quién se beneficia? La realidad es que no tengo respuestas
para todas las interrogantes. Sin embargo, es necesario hacer un alto y reflexionar, tal como lo hizo
Beccaria en su tiempo: “… No es, pues, la pena de muerte derecho, cuando tengo demostrado que
no puede serlo, es sólo una guerra de la nación contra un ciudadano, porque juzga útil o necesaria la
destrucción de su ser… No es útil la pena de muerte por el ejemplo que da a los hombres de
atrocidad. Si las pasiones o la necesidad de la guerra han enseñado a derramar la sangre humana, las
leyes, moderadoras de la conducta de los mismos hombres, no debieran aumentar este fiero
documento, tanto más funesto cuanto la muerte legal se da con estudio y pausada formalidad.
Parece un absurdo que las leyes, esto es, la expresión de la voluntad pública, que detestan y castigan
el homicidio, lo cometan ellas mismas, y para separar a los ciudadanos del intento de asesinar
ordenen un público asesinato…”77

Algunas personas desconocen la imposibilidad constitucional de reinstaurar la pena de


muerte en Venezuela. Dicha propuesta se hizo pero no prosperó en el seno de la Asamblea Nacional
Constituyente venezolana de 1999, por lo que fue excluida. Sin embargo, la idea de restablecer la
pena de muerte sigue latente y podría ser relanzada en una mejor oportunidad para sus partidarios.
Si esa proposición llegare a ser una realidad, el marco jurídico venezolano daría un vuelco regresivo
de 180° a la situación existente desde 1864, cuando Venezuela abolió de forma total su aplicación
para todos los delitos.

VII. ¿QUÉ SON LAS PENAS?

i. Definición

Las penas constituyen una de las respuestas del Estado frente a las infracciones a las
prohibiciones que establecen las leyes. Son ellas la expresión de la máxima violencia permitida y
posible en un Estado de Derecho y de Justicia. Una pena es la última ratio o razón, luego de agotar
los mecanismos educativos, administrativos, persuasivos, morales y éticos para impedir un delito.
Sólo el Estado puede establecerlas en su política criminal e imponerlas, previos una acusación
formal y explícita de un delito, según una ley previa, un juicio justo y objetivo, realizado por jueces
imparciales, autónomos e independientes, mediante el debido proceso y en aras de un juicio justo.
El derecho penal moderno y la criminología no consideran a las penas como un castigo, solamente.
Se trata de la imposición de sanciones legales, establecidas previamente al hecho, aplicadas
exclusivamente por el Estado, con el deliberado propósito de impedir nuevos hechos delictivos y
procurar la rehabilitación y reinserción social del delincuente. Así, la aplicación de penas justas y

16
resocializadoras incluyen el cumplimiento preciso y exacto de los derechos humanos. Se trata de un
hito civilizatorio de claros efectos prácticos.

La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 178978 estableció en su


artículo 8 el principio de legalidad penal: "La Ley sólo debe establecer penas estricta y
evidentemente necesarias, y tan sólo se puede ser castigado en virtud de una Ley establecida y
promulgada con anterioridad al delito, y aplicada legalmente".

La tipificación de hechos punibles llamados delitos, el establecimiento de penas y la imposición de


las mismas por un delito cometido por cualquiera es un monopolio y exclusividad del Estado en su
política criminal. En eso consiste el principio de tipicidad, una de las bases fundamentales de la
seguridad y certeza jurídicas. Nadie, salvo éste, puede imponer penas a alguna persona. Dentro del
Estado, solo los jueces penales están autorizados para imponer las penalidades. Esta exclusividad
impide que otro tipo de jueces y de funcionarios apliquen penas jurídicas mediante proceso alguno.

ii. Principio de estricta jurisdiccionalidad penal

Según el principio de estricta jurisdiccionalidad penal prevista en la teoría del Garantismo


79
Penal , solo el juez penal puede juzgar los hechos punibles y aplicar las penas por los delitos
tipificados en el Código Penal80, dentro de los límites del debido proceso establecido
constitucionalmente, el procedimiento penal y los Tratados internacionales en Derechos Humanos.

Para poder establecer la responsabilidad de quien realiza un acto punible es imprescindible realizar
un procedimiento penal de investigación y de juicio. Solo así se puede establecer la culpabilidad del
sujeto y establecer la correspondiente pena a ser aplicada, al axioma que subyace resto es el
principio de “no hay pena ni culpable si no hay un juico previo81” (nulla poena et nulla culpa sine
iudicio). Pero, para evitar que el juicio sea una cacofonía entre la sentencia y la acusación, es
menester que lo que se impute (el hecho y el Derecho) esto debe ser probado durante el juicio de
forma fehaciente, clara e inequívoca, sin dudas razonables ni de otra índole. Así las cosas, las
probanzas y las contrapruebas deben ser expuestas, verificadas, refutadas y analizadas de forma
empírica, científica y lógica, sin contaminación alguna. El axioma reza: “de no haber pruebas, el
juicio es nulo” (nullum iudicium sine probatione). De la misma forma, la única forma de precisar la
responsabilidad penal del sujeto bajo juicio, es mediante la determinación de su culpabilidad en el
hecho (nulla poena sine crimine et sine culpa).

iii. Principio de estricta legalidad penal:

El principio de estricta legalidad penal exige que las penas deben estar claramente
establecidas en leyes previas, conocidas por todos, donde se tipifican los delitos, las penas y las
medidas coercitivas de forma previa, cierta, pública, escrita y estricta (nulla poena, nullun crimen,
nulla mensura sine lege praevia, escripta, publica, stricta et certa). Este principio se basa, entre
otros, en la certeza con la que han sido escritos los delitos y las normas penales. Conociendo lo
prohibido se hace más fácil prever la conducta permitida. No conocer lo prohibido favorece incurrir
en esa conducta, por elemental ignorancia. En consecuencia, se previene el error de prohibición

17
mediante una legislación penal clara, inequívoca y cierta; igual ocurre con el error de tipo y de
prohibición, que es una forma de error de Derecho por ignorar qué dice la norma penal y qué
conducta prohíbe de forma expresa.

Así se justifica el dogma que afirma que no existe delito, tampoco pena ni medida si no está
en la ley escrita, que sea estricta, pública, previa a los hechos y cierta, es decir, inequívoca que es la
fórmula latina que han usado los maestros del derecho penal antes mencionada es un dogma
jurídico. En tal sentido, la certeza inequívoca (valga la redundancia) es uno de los puntos axiales
sobre los cuales debe construirse una Constitución y un Código Penal. La certeza de saber lo que
está prohibido, es lo que le permite al ciudadano inocente, saber y hacer lo que es permitido. La
primera regla de la libertad es saber qué hacer frente a las consecuencias de una conducta. Si se
ignora qué conductas están prohibidas y sancionadas penalmente de forma excepcional, se dificulta
el conocimiento de lo que es permitido, que es la norma general. En definitiva, la falta de certeza en
materia penal, es el principal freno de la libertad humana. Los inocentes de delitos requieren saber
con precisión qué se puede hacer o no hacer. Igualmente, las víctimas necesitan saber cuando y
como han sufrido en impacto de un delito.

Las principales formas en las cuales se ha violado el principio de estricta legalidad penal
han sido (a) la analogía, tal como se usó en el artículo 16 del Código Penal de la Unión Soviética
durante el estalinismo82 la facultad otorgada al juez de incriminar conductas que no están definidas
y penadas en la ley, siempre que se halle definida y penada una figura delictiva similar (análoga);
(b) los tipos penales abiertos, tal como existieron en la Alemania Nazi desde cuando se reformó el
Código Penal en 1935 para afirmar que eran delitos, no solo las conductas previstas expresamente,
sino también aquellas que herían el sano sentimiento del pueblo83. Lo mismo ocurre con la
Constitución de Cuba y su definición amplia y subjetiva de la peligrosidad84; y (c) el tipo penal en
blanco, mediante la técnica de reenvío a normas sublegales y órdenes, el complemento del tipo
penal que define la conducta prohibida.

iv. Máxima violencia legal permitida:

Filósofos como Kant y Hegel han justificado la pena como un mal85 que se aplica a quien ha
violado la ley penal. Se trata de una restricción de derechos a quien ha cometido un delito. Se
admite técnicamente que es un mal necesario, permitido por la ley pero con diversas restricciones
que impidan la arbitrariedad, la venganza, el maltrato y la injusticia. También es ampliamente
sabido que su uso puede conducir al abuso y a la violación de derechos humanos, lo cual es un
hecho notorio constatable en la historia de las cárceles del mundo y, especialmente, de Venezuela.
Dado que se trata de la máxima violencia posible permitida al Estado por la ley, es importante
recalcar que las penas no es una retribución pes se y deben aplicarse en su mínima expresión, es
decir, que las penas sean cada vez menores en las leyes y en su aplicación, pero siempre atendiendo
a un fin resocializador, de forma tal que se impida que el sujeto condenado cometa otros delitos
nuevamente.

El artículo 272 constitucional es categórico en materia de la aplicación de las penas y el


funcionamiento del sistema penitenciario:

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“El Estado garantizará un sistema penitenciario que asegure la rehabilitación del interno
o interna y el respeto a sus derechos humanos. Para ello, los establecimientos
penitenciarios contarán con espacios para el trabajo, el estudio, el deporte y la
recreación, funcionarán bajo la dirección de penitenciaristas profesionales con
credenciales académicas universitarias, y se regirán por una administración
descentralizada, a cargo de los gobiernos estadales o municipales, pudiendo ser
sometidos a modalidades de privatización. En general, se preferirá en ellos el régimen
abierto y el carácter de colonias agrícolas penitenciarias. En todo caso las fórmulas de
cumplimiento de penas no privativas de la libertad se aplicarán con preferencia a las
medidas de naturaleza reclusoria. El Estado creará las instituciones indispensables para
la asistencia postpenitenciaria que posibilite la reinserción social del exinterno o
exinterna y proporcionará la creación de un ente penitenciario con carácter autónomo y
con personal exclusivamente técnico”. (Subrayado mío)

v. Función y fines de la pena:

Para que las penas cumplan con la función ejemplarizante que se les asigna, de tipo
preventivo, de rehabilitación y resocialización, es menester que sean oportunas e inmediatas al
hecho cometido. Esa es la condición indiscutible de la eficacia de su función y propósito. Un
sistema penal es eficiente, cuando aplica las penas legales de forma contingente y proporcionada al
delito que se sanciona. La justicia tardía es una injusticia. Igual lo es la desproporción y la
venganza, disfraces con los que a veces se cubre la injusticia. En tal sentido, un mal aplicado por el
Estado no resuelve al mal del delito cometido. Ferrajoli86 ha sido muy claro al demostrar la
inutilidad dela teoría retribucionista.

Decía Beccaria87 que “…Uno de los más grandes frenos del delito no es la crueldad de las
penas, sino la infalibilidad de las mismas, y, por consiguiente, la vigilancia de los magistrados y la
severidad de un juez inexorable, virtud útil que, para serlo, debe ir acompañada de una legislación
mitigada. La certidumbre de un castigo, aunque éste sea moderado, siempre causará más impresión
que no el temor de otro más terrible al que vaya unida la esperanza de la impunidad, porque los
males cuando son ciertos, aunque sean pequeños, asustan siempre el ánimo de los hombres, y la
esperanza, don del cielo que a todos se extiende, aleja siempre la idea de los males mayores, sobre
todo cuando aumenta su fuerza la impunidad que otorgan con frecuencia la avaricia y la
debilidad…”

En frontal oposición a Beccaria88, Kant justificó la Ley del Talión y la pena de muerte con
un fin meramente retributivo, nunca en bien del delincuente a quien se aplica. Así las cosas, Kant
escribió: “… Sólo la ley del talión (ius talionis) puede ofrecer con seguridad la cualidad y cantidad
del castigo, pero bien entendido que en el seno de un tribunal (no en un juicio privado)… Pero, si ha
cometido un asesinato, tiene que morir. No hay ningún equivalente que satisfaga a la justicia… Por
consiguiente, todos los criminales que han cometido el asesinato, o también los que lo han ordenado
o han estado implicados en él, han de sufrir también la muerte…89” En tal sentido, la teoría del
talión es puramente retribucionista y no tiene valor científico alguno, tal como lo argumenta
Roxin90.

19
En todo caso, el tema de las penas y, en particular, el de la pena capital, no es un asunto
pacífico de universal aceptación. Uno de los principales argumentos en los cuales se basa el
Derecho Penal es, justamente, el de evitar siempre la impunidad del delito y, todo delito, siempre
debe tutelar un bien jurídico determinado. Así, el bien jurídico tutelado por la norma penal
trasciende el mero interés de la víctima del delito, lo cual no es por ello insignificante o
intrascendente. Por bien jurídico se entiende lo que atañe al universo de habitantes de un país donde
rige un determinado ordenamiento constitucional. Los derechos humanos constituyen el bien
jurídico por excelencia del Derecho Penal y, dentro de ellos, el bien jurídico fundamental es el
derecho a la vida, el cual es, también, el requisito básico para que existen todos los demás derechos
humanos.

Francisco de Miranda91 (1794) dijo sobre la impunidad lo siguiente: “Existe un crimen, o en


la impunidad de un gran culpable o en la persecución de un inocente. De todas la maneras de matar
la libertad, no la hay más asesina, para una República, que la impunidad del crimen o la
proscripción de la virtud. Deja de existir la sociedad allí donde un miembro del cuerpo social
insulta con la impunidad a la justicia”.

Todo parece apuntar hacia integrar una posición mixta92 que recoja cada uno de los aspectos
esenciales relacionados con los fines de la pena, tanto retributivos, pero en grado mínimo y
proporcional, como preventivos y de resocialización. Uno de los objetivos básicos es evitar la
impunidad del delito y que este vuelva a repetirse en afectación de los bienes jurídicos que tutela el
Derecho Penal. En fin, todo debe buscar el punto medio justo de la virtud, como diría Aristóteles,
evitando el exceso o el defecto, los cuales siempre son viciosos: "… Llamo término medio de una
cosa al que dista lo mismo de ambos extremos, y éste es uno y el mismo para todos; y en relación
con nosotros, al que ni excede ni se queda corto, y éste no es ni uno ni el mismo para todos…93"

VIII. Delitos, pecados y vicios

i. La antigüedad y los tiempos modernos:

En la antigüedad los delitos se confundían con los pecados y eran definidos por las
religiones y la moral. Durante la Inquisición94, los principales delitos están los que se cometían
contra la Fe. En tal sentido, la herejía, la blasfemia, la apostasía y demás manifestaciones contra las
revelaciones y dogmas de la Iglesia merecían las mayores penas. Depende de la visión del mundo
de cada cultura o nación en un determinado momento histórico para definir qué cosa debe castigado
penalmente con la muerte. Con el tiempo, el Derecho Penal ha servido como único receptor de los
delitos. La religión se ha ocupado de los pecados y la moral de los vicios.

Sin embargo, por razones culturales diversos países con Estados teocráticos confunden con
frecuencia estas categorías, tal como ocurre con el Islam y la pena de muerte por lapidación95 para
el adulterio96 y la homosexualidad, por ejemplo, establecida en el Corán97, lo cual es producto de
aplicar revelaciones divinas para establecer delitos98 en lugar de sistemas racionales para tipificar
hechos punibles en materia penal. En un país como Venezuela no es posible esta confusión, debido
a la separación que existe entre el Estado y las religiones.

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Todos los textos sagrados y legales de la antigüedad, asirios, babilonios, mesopotámicos,
egipcios, griegos, romanos y judíos contemplaban la pena de muerte para delitos contra sus Dioses
y el Estado; también contra la vida, así, el homicidio se castigaba con la Ley del Talión99: “ojo por
ojo, diente por diente”. Sin embargo, tratar de aplicar un castigo igual por el daño sufrido mediante
la analogía era un intento de tarifar y “racionalizar” la venganza, generalmente peor que el delito
sufrido.

Es a partir de Jesús de Nazaret, cuando la vida humana y los principios del perdón, la misericordia y
la redención adquieren un valor fundamental en la consideración de la pena capital. Para Jesús, el
delincuente y el pecador son seres humanos falibles a ser redimidos y a ganar mediante la fe para la
vida eterna. La férrea condena cristiana del delito y el pecado está prevista en función de la
redención de la naturaleza herida previamente: “quien esté libre de pecado, lance la primera
piedra…”

En el Evangelio según San Juan100 hay un relato de Jesús sobre la lapidación101 “… y Jesús
se fue al monte de los Olivos. Y por la mañana volvió al templo, y todo el pueblo vino a él; y
sentado él, les enseñaba. Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en
adulterio; y poniéndola en medio, le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto
mismo de adulterio. Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. (A) Tú, pues, ¿qué
dices? Más esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía
en tierra con el dedo. Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: Aquel que esté libre
de pecado, que arroje la primera piedra. E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo
en tierra. Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los
más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio.

Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los
que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te
condeno; vete, y no peques más. Juan 8:1-11. San Agustín citó este hecho en “… el Discurso 13,
pronunciado como comentario al salmo 2, Agustín afronta la cuestión del juicio y de cuantos están
en la necesidad de juzgar a los otros para ejercer la justicia. Los jueces deben estar animados del
temor a Dios para ejercer rectamente. Luego, Agustín trae al tema el episodio de Jesús, llamado a
juzgar a la adúltera (Jn 8, 10ss.) y afirma: «En el condenar, no llegar hasta la muerte, de modo tal
que castigando el pecado, no haga perecer también al hombre. No llegar hasta la muerte, de modo
que si uno se arrepiente, no sea puesto fuera…» [Discurso 13, 8 (PL XXXVIII, 110-111)]. Como se
ve, Agustín se muestra aquí contrario a la pena de muerte. Será siempre posible imitar a Cristo que
perdonó a la adúltera, aunque se desprecie su pecado102”. San Agustín fue quien introdujo la
doctrina del derecho de intercesión103 de los obispos para interceder en favor de los condenados a
muerte y pedir la conmutación de dicha pena.

El cristianismo, sin embargo, no estuvo exento de debates teológicos104 muy intensos y


profundos sobre la pena de muerte, desde muy temprano, siendo la era contemporánea,
particularmente, luego del papado de Juan Pablo II105, la más firme y decisiva oposición a la pena
de muerte por cualquier motivo.

21
ii. Dogmas vs. la razón:

En general, los prejuicios, los dogmas religiosos y políticos han sido desencadenantes de los
procesos más crueles de muerte y exterminio. La forma de justificar tales atropellos contra la vida
ha sido la de usar las leyes penales para imponer los castigos extremos. Con el avance de la razón y
el desarrollo de la humanidad, se observa un proceso progresivo de eliminación de la pena de
muerte: en la base de todo se encuentra la educación y conciencia acerca de los derechos humanos.

iii. Blasfemias, inquisición e intolerancia:

En la antigüedad clásica, la blasfemia se castigaba con la muerte. Por eso murió Sócrates,
considerado el hombre más sabio de su era. Para los judíos, varios siglos más tarde, la blasfemia se
castigaba de igual forma: por eso murió Jesús en la cruz. La infidelidad religiosa fue castigada por
el inquisidor Torquemada con la hoguera: varios miles de sentenciados fueron quemados por sus
creencias religiosas (judíos, judaizantes, moros) de lo cual han surgido muchos mitos y la llamada
Leyenda Negra de la Inquisición106. Igual hicieron las religiones protestantes y así siguen haciendo
algunos fundamentalistas en el mundo moderno, especialmente en varios países musulmanes.

iv. De la guillotina al genocidio:

También las luchas políticas han dado origen a situaciones terribles: así ocurrió con la
Revolución Francesa y la imposición del Terror107, donde unas 40.000 personas en la guillotina,
empezando por la realeza, los nobles y varios ricos burgueses, hasta alcanzar a su principal
impulsor, el propio Robespierre, quien también fue ejecutado. La raza, la condición social y la
condición de débiles en un sistema político determinado, es la única condición para recibir tal
sentencia: el caso de las víctimas del nazismo a mediados de siglo y, más recientemente, el
genocidio en Yugoslavia, Ruanda-Burundi y muchos otros lugares, han encontrado su base en la
aplicación de penas que acaban con la vida humana. Una cosa conduce a la otra.

v. El democidio108, el politicidio109 y la pena de muerte:

Democidio110 significa matar al pueblo de forma intencional. Un democida es quien mata a


su propio pueblo. El democidio solo lo puede cometer quien tiene el poder para hacerlo. Se trata de
un hecho cometido por quien gobierna una nación. El politicidio es causar la muerte por las ideas
políticas de la víctima. En tal sentido, el politicidio se puede considerar como un crimen de lesa
humanidad, tal como lo tipifica el Estatuto de Roma.

El democidio es una categoría socio criminológica. No tiene rango jurídico, todavía. Los
democidios específicos que han sido tipificados se prevén en el Estatuto de Roma de la Corte Penal
Internacional. El crimen de genocidio y los crímenes de lesa humanidad son variantes concretas y
específicas de la conducta democida, también del politicidio. Un democidio no tiene que ser
sistemático, como lo debe ser toda forma genocida o de lesión a la humanidad. Puede producirse
una masacre aislada y no planificada del pueblo o de parte de este y eso sería un democidio.

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Los móviles más comunes de los democidios sueles ser políticos, clasistas, religiosos,
nacionalistas, étnicos, territoriales y de género. Destacan, sin embargo, los democidios de clase
social y los políticos. Entre ellos, los cometidos en el Siglo XX por los gobiernos socialistas de la
URSS (Unión Soviética), China, Camboya, Burma, Cuba y otros contra los "enemigos de clase", es
decir, los "burgueses". Esos gobiernos pudieron durar décadas gracias, entre muchos otros factores,
al uso político de la pena de muerte y al terror masificado. Varios de ellos también cometieron
genocidios, como ha sido el caso del Holodomor111 de la URSS en la era de Stalin contra los
ucranianos. Sobran ejemplos. El democidio cometido por Hitler contra el pueblo alemán de religión
judía también forma parte de este concepto. Lo mismo ocurrió contras comunistas, homosexuales,
socialdemócratas, personas impedidas, enfermos terminales y ancianos, por ser "indeseables" e
"indignos de vivir".

Quien quiera profundizar en este tema debe leer la obra del Profesor Rummel112 sobre el
democidio. Cito un párrafo traducido por mí de parte de su trabajo: " El término Democidio tiene
como finalidad definir la muerte de un pueblo causado por el gobierno de la misma forma como lo
es el concepto de homicidio: matar a un individuo en la sociedad nacional. Aquí la intencionalidad
(dolo) es esencial. Esto también incluye la intencionalidad práctica. Si un gobierno causa la muerte
a través de una indiferencia temeraria y perversa a la vida humana, la muerte sería también un
democidios (culposo). Si por negligencia de una madre deja a su bebé mueren de desnutrición, esto
es un asesinato… El asesinato de cualquier persona o personas por un gobierno, incluido el
genocidio, politicidio y asesinatos en masa113".

vi. Crímenes de odio114:

En Venezuela no existe el tipo penal del delito de odio. Técnicamente, un crimen por odio
es generalmente definido como un hecho en el que el delito está motivado, en todo o en parte, por el
odio, los prejuicios o las falsas presunciones acerca de la raza, el sexo, la edad, el género, la
discapacidad o la orientación sexual de la víctima, entre otros atributos de la víctima. En la base de
toda discriminación, exclusión, genocidio o crimen de lesa humanidad hay delitos de odio. Sin
embargo, hay una inmensa cantidad de estos delitos que no se denuncian115.

Los crímenes de odio suelen empezar por los abusos de la libertad de expresión contra
miembros de un grupo minoritario, entendido éste como menor en número o poder. Por lo general,
son débiles jurídicos, físicos, económicos o políticos. El sujeto activo del delito forma parte de los
poderosos.

El delito de odio es diferente a los delitos de desacato, cometidos contra poderosos, en la


visión estatista y protectora de funcionarios de nuestra legislación penal. En fin, el delito de
desacato es una protección de los dueños del poder.

Un ejemplo de delitos de odio es el tema de los ancianos: decirle viejo a un anciano no es


malo en sí mismo, dado que suele ser un apelativo cariñoso (viejo mi querido viejo, decía el
cantante Piero en una famosa canción) salvo cuando se utiliza como sarcasmo, intolerancia, burla y
evidente desprecio. Los ancianos son parte de la población humana que más ha sufrido los ataques

23
verbales y físicos de quienes detentan el poder y de quienes defienden regímenes totalitarios e
intolerantes de los débiles.

En la Alemania Nazi se practicó la eutanasia como política de Estado, en los conflictos


bélicos, son parte del contingente más numeroso de víctimas civiles. Por su parte, aquel que nacía
con alguna discapacidad física o mental, lo cual ha sido excusa para el llamado aborto selectivo o
eugenésico y la eutanasia. También los nazis legalizaron estas formas de aniquilación, con lo cual
pudieron hacer "limpieza de la raza" y poner en práctica conductas genocidas y criminales contra la
humanidad. Los griegos antiguos fueron famosos por la limpieza social al matar a estas personas.

En los Estados Unidos, el Presidente Obama dicto una ley el 29 de octubre pasado que
"honra la memoria de Matthew Shepard, un homosexual asesinado en 1998, y de James Byrd, un
afroamericano que también fue asesinado ese mismo año en circunstancias separadas por
supremacistas blancos. El 16 por ciento de los 12 mil crímenes de odio reportados en la última
década en USA son motivados por la orientación sexual de la persona, según el Departamento de
Justicia. Desde 2007 se denunciaron siete mil 624 crímenes de odio, con un aumento del 40 por
ciento de víctimas hispanas, que representan el 61.7 por ciento del total de ese tipo de crímenes,
según la Oficina Federal de Investigaciones (FBI)".

En fin, el delito de odio es una forma extrema de intolerancia y violencia física o verbal que
se expresa contra los más débiles en número, en fuerza, en capacidad física o mental, en derechos,
en riqueza, en raza, en etnia, en nacionalidad, en religión, en política, etc., que debe ser erradicado
de nuestra cultura.

IX. Legítima defensa

i. Defensa de la vida

El ser humano reacciona instintivamente frente a la agresión. El primer hecho natural de


todo ser humano es la vida. La vida es el derecho más básico, es el requisito esencial y primario de
todos los demás derechos humanos. Conservar todo su ciclo, desde el inicio al final natural, sin
discriminación ni preferencias algunas es el mandato de la Constitución venezolana. Frente a esa
realidad biológica de la naturaleza humana, que es innegable, han surgido criterios jurídicos que han
otorgado validez legal a tales situaciones naturales. De ahí surge el derecho a la defensa de la propia
vida, derechos y bienes, que es considerada legítima, siempre y cuando sea proporcionada a la
agresión y no quede más remedio que ejercerla. Cualquier violencia fuera de proporción o
innecesaria, podría ser un delito o un abuso del derecho de defensa.

ii. Autojusticia:

La venganza no es instintiva ni persigue la legítima defensa, que permite la conservación de


la propia vida. Es una reacción emocional, posterior al impulso natural de defensa. La diferencia de
la venganza con la legítima defensa es notable en la civilización occidental: aquella está prohibida
por la ley. Ejercer la venganza (vindicta privata), que es hacer justicia por mano propia, se
encuentra prohibida legalmente y se le considera un delito.

24
iii. Linchamientos:

Una de las manifestaciones perversas de la justicia privada son los linchamientos, cuyo
nombre deriva del nombre de Charles Lynch116, quien preconizó el siglo XIX en los EUA la
aplicación de ejecuciones sumarias en la horca de los cuatreros. Tal práctica se extendió al Ku Klux
Klan en su lucha racista contra los negros, con la perversa comisión de diversos y lamentables
homicidios.

Pero son los pogromos117 contra los judíos en Rusia y gran parte de Europa los episodios de
linchamientos más denigrantes y terribles que expresan la intolerancia y los crímenes de odio más
detestables

Desde finales de los años 80’s en Venezuela se han suscitado diversos incidentes de esta
naturaleza, en los cuales turbas enfurecidas han "linchado" a supuestos azotes de barrios. Los datos
objetivos de esta situación señalan que, en su mayoría a individuos solitarios, indigentes,
alcohólicos o personas indefensas ante la turba. Algunas veces han sido inocentes. La prensa no ha
destacado linchamientos de jefes de banda, mafia o pandilla de las que suelen "azotar" los barrios.

En Venezuela, la justicia privada118 es un delito. Si se comete otro delito, mediante la


ejecución del acto de venganza, será de la misma gravedad que aquél. Los linchamientos parten del
delito llamado agavillamiento, es decir, ponerse de acuerdo dos más personas para cometer un
delito, también es otro delito autónomo del anterior. En otras palabras, nada justifica la venganza ni
la autojusticia o ejecuciones extrajudiciales119. Un crimen no se combate con otro crimen.

X. Justicia primitiva

Nadie sabe como empezó, exactamente, la justicia en el origen de los tiempos. Se piensa
que la primera forma de justicia que se ha identificado en la humanidad ha sido el mito de la horda
primitiva120, según la cual las sociedades perseguían las ofensas deforma violenta y sin
contemplaciones. La organización social de la muta121 permitía hacer justicia como si se tratase de
una cacería.

i. Lex talionis

Justicia retributiva: con los Estados incipientes, la Ley del Talión (lex talionis) fue la
versión originaria del impulso de justicia humana, según la interpretación de la ley divina: "ojo por
ojo, diente por diente...". Se trata de una visión analógica, retributiva y elemental de la justicia,
según la cual se debe castigar un mal con otro mal igual. Así las cosas, en la antigüedad los
crímenes atroces se castigaban con atrocidades iguales, y hasta peores. El fundamento del Código
de Hammurabi, el Antiguo Testamento de la Biblia y el Corán, entre otros textos antiguos ha sido el
de devolver el golpe con uno igual. Sin embargo, lo hecho no puede ser deshecho122 con una pena
igual al delito que la causó.

La Ley del Talión parte del siguiente silogismo: todo el que mata a otro también debe ser
matado. José mató a Pablo, en consecuencia, José también deberá ser matado. El problema surge

25
con otro tipo de delitos distintos al homicidio. El violador, ¿deberá ser violado? el ladrón ¿robado?
el que hiere ¿será herido igual? y así sucesivamente… Los musulmanes cortan la mano al ladrón.
¿Esto es igual? obviamente no, el Talión suele ser desproporcionado, ilógico, cruel y absurdo. Es
una venganza que procura atacar el odio con odio, violencia con violencia, crueldad con crueldad,
muerte con muerte, injusticia con injusticia, lo cual produce una intensificación y perpetuación del
hecho que se quiere proscribir.

La evolución de la humanidad y la cultura generalizada de los derechos humanos han


cambiado esto radicalmente. La Ley del Talión está en extinción. La mayoría de los países
desarrollados la han erradicado desde hace mucho. Sin embargo, aún persisten leyes. Doctrinas,
dogmas y prácticas que se apoyan en esta idea primitiva y retributiva.

XI. El Ius puniendi

i. En el Estado moderno:

La creación del Estado moderno trajo como punto esencial de su legitimidad y justificación
histórica, eliminar la violencia privada, mediante su prohibición y castigo, como fórmula de
asegurar su monopolio en manos del Estado: único ente capaz de establecer prohibiciones legales y
aplicar los castigos penales, en ejecución del mandato que le dan los ciudadanos, como medio para
asegurar la paz social y la seguridad personal. Así las cosas, de la venganza privada, se pasó a la
venganza pública, en manos del Estado, de forma exclusiva y excluyente.

Hobbes (1651) explicó el derecho de castigar123 que tiene el Estado. Esto es, el ius puniendi,
el derecho a penar124. El derecho de castigar es la facultad que tiene el Leviatán125 para imponer
sanciones a todos aquellos que violen el pacto social, es decir, que infrinjan la ley, que es la
expresión escrita de la voluntad general. En la ley están las exigencias fundamentales para que
tenga vida y coherencia ese pacto social indispensable para la supervivencia humana. Por eso, el
Estado monopoliza el derecho de castigar126: El Estado le arrebató al ser humano la capacidad de
castigar las ofensas que sufren. Con ello se eliminó la vindicta privata, que no es sino la arcaica y
originaria manera en que los hombres cobraban las afrentas, mediante la venganza, tomando la
justicia por mano propia127. Hobbes entendió que, de continuar así, la subjetividad de hasta donde
llegaba la justicia y de cómo debía aplicarse, podría ser fuente de destrucción de la sociedad
humana debido a la guerra. Hobbes percibió, por ello, la capacidad del Estado de canalizar y
monopolizar los castigos en representación de las víctimas de las afrentas. Así surge el derecho
penal, la política criminal, que constituyen la capacidad del Estado para reprimir el delito. La
pregunta es: ¿por qué el Estado venezolano (Leviatán) renunció a sui soberanía?

Según Locke (1690) El establecimiento legal de los castigos128 y su ejecución son formas
básicas de la expresión política del Estado, cuyo poder ha sido conferido por los hombres. De ello
se desprende que donde no existe esa capacidad, no hay poder político. De forma lacónica, Locke
sintetiza su pensamiento como sigue: “Considero, pues, que el poder político es el derecho de dictar
leyes bajo pena de muerte y, en consecuencia, de dictar también otras bajo penas menos graves, a
fin de regular y preservar la propiedad, y ampliar la fuerza de la comunidad en la ejecución de
dichas leyes y en la defensa del Estado frente a injurias extranjeras. Y todo ello con la única
26
intención de lograr el bien público”. En fin, el desplazamiento del poder soberano del Estado
venezolano para aplicar las penas que prevén sus leyes a otro Estado (Kenia) evidencia una nueva y
muy diferente forma sacrificial sin mojarse las manos de sangre.

ii. Monopolio de la violencia legal y de las armas:

Por lo anterior, el Estado moderno y democrático monopoliza la violencia legal, por lo que
solo él puede establecer las conductas prohibidas y cuales son las lesiones no permitidas a los
bienes jurídicos que debe tutelar el Derecho Penal, lo cual se logra mediante la promulgación de
leyes y Códigos. Corresponde al Estado formar las policías para asegurar el orden público, con
respeto de los derechos humanos. Así mismo, le corresponde hacer la acusación penal mediante el
Ministerio Público y juzgar por medio del Poder Judicial. Finalmente, le toca al sistema
penitenciario la ejecución de las penas y el logro de la rehabilitación. Eso conforma una visión
utilitaria del derecho de castigar o ius puniendi, a cargo del Estado. Pero, dentro de los límites que
impone el respeto y la garantía de los derechos humanos.

Así como el Estado monopoliza la violencia legal y las sanciones penales, de la misma
forma controla las armas. En tal sentido, los Estados modernos crean las fuerzas armadas y las
policías como instrumentos para lograr la defensa de la paz, otro bien jurídico que tutela el Derecho
Penal. Para lograr ese propósito se prohíbe a los ciudadanos portar armas no autorizadas
expresamente.

iii. Excesos del ius puniendi

A pesar de ser un avance que el Estado aplique las leyes penales, la forma en que este lo ha
hecho ha superado los horrores de la justicia privada. Los casos de la Alemania Nazi y los sucesos
de Bosnia Herzegovina son demostraciones de los excesos a los cuales puede llegar la violencia del
Estado, si no existe un ordenamiento jurídico que limite el poder de la organización estatal. Los
Tratados Internacionales sobre Derechos Humanos persiguen ese fin. Las nuevas constituciones lo
hacen de forma clara para sus pobladores. En ese sentido, lo relativo a los derechos humanos de la
nueva constitución venezolana es un buen ejemplo de consagración de los derechos humanos.

XII. Los derechos humanos y el Estado

i. Superación de la vindicta pública:

La moderna concepción del derecho penal persigue la realización de la justicia y la garantía


plena de los derechos humanos mediante la aplicación del debido proceso y un juicio justo en la
búsqueda de la verdadera responsabilidad de quien cometió el hecho delictivo, es decir, de quien
violó de forma grave un bien jurídico tutelado por el Derecho Penal. A su vez, las modernas
técnicas del tratamiento penitenciario han enseñado que la verdadera función de la pena es la
rehabilitación y la reinserción social, por esa razón, el énfasis en la abolición de la pena de muerte
se ve realimentado por la alternativa de rehacer la vida de quienes han cometido un delito y, sobre
todo, impedir que esté en capacidad de cometer otro hecho igual o parecido.

27
ii. La responsabilidad de los Estados:

Uno de los rasgos de la modernidad es que los Estados están obligados a responder por sus
actos con relación a los derechos humanos. En tal sentido, los organismos internacionales y de
integración regional se han visto impulsados a velar por su cumplimiento. El tema de la pena de
muerte y su abolición va ganado terreno de forma progresiva.

No obstante lo anterior, el Estado venezolano va en sentido contrario. En lugar de afianzarse y


progresar en la tutela de los de derechos humanos y dar cumplimiento a su constitución y las
obligaciones internacionales ha denunciado la Convención Americana de Derechos Humanos, con
lo cual las posibles víctimas de tales violaciones perderán el derecho a acceder a esa instancia
internacional, que solo actuaría subsidiariamente, es decir, que cuanto el Estado haya incumplido
con su deber jurisdiccional en el campo interno y deje los derechos de las víctimas totalmente
insatisfechos.

iii. Gobiernos y gobernantes:

La democracia moderna se concibe como la menos mala de las formas de gobierno, lo cual ha
ido progresando activamente en el mundo y se ha venido imponiendo por su estrecha relación con la
garantía de los derechos humanos. También los gobernantes han visto derrumbarse antiguos
conceptos que permitían una serie de abusos de poder contra la humanidad, como ha sido el caso de
la eliminación doctrinaria de la inmunidad de los Jefes de Estado por acusaciones de graves
violaciones de los derechos humanos. Un ejemplo a mencionar es la responsabilidad personal de
Jefes de Estado en el Estatuto de Roma que crea la Corte Penal Internacional, donde no existen
inmunidades para altos cargos oficiales.

XIII. La pena de muerte en la actualidad.

• La abolición y los Tratados Internacionales:

Tal como hemos visto, desde el principio de la humanidad se aplicó la pena de muerte. Fue
en el siglo XIX cuando se empezó su erradicación, como fórmula lógica que se derivaba del
concepto humanístico del derecho a la vida, que provenía de la Ilustración y la herencia
revolucionaria de la Independencia de los EEUU, la Revolución Francesa y la Independencia
Venezolana, países pioneros en materia de constituciones escritas en los que se consagraban los
derechos fundamentales del hombre.

Como hemos visto, el primer país del mundo en disponer su abolición en un texto
constitucional fue Venezuela, en 1864. Luego lo hizo San Marino. Posteriormente, Costa Rica,
también la eliminó. En el Siglo Veinte, 67 países la abolieron, especialmente, a partir de la
Declaración Universal de los Derechos Humanos, en 1948. La Carta Europea de los Derechos
Humanos de finales del siglo pasado erradicó para siempre dicha pena de Europa. Es de esperar que
el Siglo Veintiuno se caracterice por la total erradicación de la pena de muerte de la faz de la tierra,
a pesar de la oposición de países musulmanes, algunos del Caribe y de corte fundamentalista
(Israel) o comunista.

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Amnistía Internacional lleva un seguimiento permanente sobre el tema de la abolición e la pena
de muerte y la firma más ratificación de los Tratados Internacionales129:

(i) Segundo Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos

"Hoy en día son 81 los países que han confirmado su compromiso legal e internacional de
abolir la pena de muerte al firmas y ratificar el Segundo Protocolo Facultativo del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP), "… adoptado por la Asamblea General de
las Naciones Unidas en 1989, es un tratado de ámbito mundial que establece la abolición total de la
pena de muerte, pero permite a los Estados Partes mantenerla en tiempo de guerra si hacen una
reserva a tal efecto en el momento de ratificar el Protocolo o adherirse a él. Todo Estado que sea
Parte en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos puede convertirse también en Estado
Parte de este Protocolo.

Estados Partes: Albania, Andorra, Argentina, Alemania, Australia, Austria, Azerbaiyán, Bélgica,
Benín, Bolivia, Bosnia Y Herzegovina, Brasil, Bulgaria, Canadá, Cabo Verde, Chile, Chipre,
Colombia, Costa Rica, Croacia, Dinamarca, Ecuador, El Salvador, Eslovaquia, Eslovenia, España,
Estonia, Filipinas, Finlandia, Francia, Gabón, Georgia, Grecia, Guinea-Bissau, Honduras, Hungría,
Irlanda, Islandia, Italia, Kirguistán, Letonia, Liberia, Liechtenstein, Lituania, Luxemburgo,
Macedonia, Malta, México, Moldavia, Mónaco, Mongolia, Montenegro, Mozambique, Namibia,
Nepal, Nicaragua, Noruega, Nueva Zelanda, Países Bajos, Panamá, Paraguay, Polonia, Portugal,
Reino Unido, República Checa, Rumania, Ruanda, San Marino, Serbia, Seychelles, Sudáfrica,
Suecia, Suiza, Timor Oriental, Turquía, Turkmenistán, Ucrania, Uruguay, Uzbekistán, Venezuela y
Yibuti. Países que lo han firmado pero no lo han ratificado: Angola, Madagascar, Santo Tomé y
Príncipe.

(ii) Protocolo de la Convención Americana sobre Derechos Humanos

El Protocolo de la Convención Americana sobre Derechos Humanos Relativo a la Abolición de


la Pena de Muerte, adoptado por la Asamblea General de la Organización de los Estados
Americanos en 1990, establece la abolición completa de la pena de muerte, pero permite a los
Estados mantenerla en tiempo de guerra si hacen una reserva a tal efecto en el momento de ratificar
el Protocolo o adherirse a él. Todo Estado Parte en la Convención Americana sobre Derechos
Humanos puede convertirse también en Estado Parte de este Protocolo.

Estados Partes: Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica, Ecuador, Honduras, México, Nicaragua,
Panamá, Paraguay, República Dominicana, Uruguay y Venezuela
(total: 13).

(iii) Protocolo número 6 del Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y
las Libertades Fundamentales, referente a la abolición de la pena de muerte

El Protocolo número 6 del Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y
de las Libertades Fundamentales (Convenio Europeo de Derechos Humanos) referente a la
abolición de la pena de muerte, adoptado por el Consejo de Europa en 1982, establece la abolición

29
de la pena de muerte en tiempo de paz. Sin embargo, los Estados Partes pueden mantenerla «por
actos cometidos en tiempo de guerra o de peligro inminente de guerra». Todo Estado Parte en el
Convenio Europeo de Derechos Humanos puede convertirse también en Estado Parte de este
Protocolo.

Estados Partes: Albania, Alemania, Andorra, Armenia, Austria, Azerbaiyán, Bélgica, Bosnia y
Herzegovina, Bulgaria, Chipre, Croacia, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, España, Estonia,
Finlandia, Francia, Georgia, Grecia, Hungría, Irlanda, Islandia, Italia, Letonia, Liechtenstein,
Lituania, Luxemburgo, Macedonia, Malta, Moldavia, Mónaco, Montenegro, Noruega, Países Bajos,
Polonia, Portugal, Reino Unido, República Checa, Rumania, San Marino, Serbia, Suecia, Suiza,
Turquía y Ucrania
(total: 46). Países que lo han firmado pero no lo han ratificado: Federación Rusa (total: 1).

(iv) Protocolo número 13 del Convenio Europeo de Derechos Humanos

El Protocolo número 13 del Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y
de las Libertades Fundamentales (Convenio Europeo de Derechos Humanos) referente a la
abolición de la pena de muerte en cualquier circunstancia, adoptado por el Consejo de Europa en
2002, establece la abolición de la pena de muerte en cualquier circunstancia, incluidos los actos
cometidos en tiempos de guerra o de peligro inminente de guerra. Todo Estado Parte en el
Convenio Europeo de Derechos Humanos puede convertirse también en Estado Parte de este
Protocolo.Estados Partes: Albania, Alemania, Andorra, Austria, Bélgica, Bosnia y Herzegovina,
Bulgaria, Croacia, Chipre, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, España, Estonia, Finlandia, Francia,
Georgia, Grecia, Hungría, Irlanda, Islandia, Italia, Letonia, Liechtenstein, Lituania, Luxemburgo,
Macedonia, Malta, Moldavia, Montenegro, Mónaco, Noruega, Países Bajos, Portugal, Reino Unido,
República Checa, Rumania, San Marino, Serbia, Suecia, Suiza, Turquía, Ucrania (total: 43). Países
que lo han firmado pero no lo han ratificado: Armenia, Polonia (total: 2)".

XIV. ¿Qué debería hacer el Estado venezolano en el caso Sagaray?

Lo que exigen los estándares internacionales es que las autoridades venezolanas actúen de
forma inmediata y ejerzan sus facultades consulares para vigilar que las autoridades judiciales del
Estado de Kenia cumplan con sus obligaciones internacionales y garantice:

- La realización del debido proceso y un juicio justo a los acusados, especialmente a Sagaray,
según los más altos estándares de los derechos humanos
- La presunción de inocencia y el debido proceso legal, ajustado al Derecho Internacional de
los Derechos Humanos
- Abstenerse de recurrir a la aplicación de la pena de muerte como forma de sanción en caso
de ser comprobada la responsabilidad de los implicados en el delito, especialmente en el
caso de Sagaray.
- El derecho del/los detenidos a no ser sometidos a cadena perpetua u otras formas de tortura
o tratos crueles, inhumanos y degradantes. En todo caso, solicitar que, si se encontrare
culpable al Sr. Sagaray la pena a ser impuesta no supere los 30 años de prisión

30
- La colaboración de las autoridades venezolanas en la investigación del caso, especialmente
de la defensa púbica y asistencia de traductores calificados.

Además, en caso de que fuere condenado, el Estado venezolano debería solicitar la extradición
o traslado del Sr. Sagaray a los fines de que cumpla su pena en Venezuela hasta el límite máximo
permitido por la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y el Código Penal. Si no
hubiere tratado de extradición o de cooperación judicial y cumplimiento de condenas entre
Venezuela y Kenia, deberían aplicarse los principios generales de Derecho Internacional y de
Derechos Humanos, en virtud de la defensa del derecho a la vida y a la integridad física y mental.

Ojalá que el propósito de abolición y total erradicación de la pena de muerte en el mundo sea
realizable pronto. También que Sagaray no sea condenado a muerte. Es mi deseo personal.

NOTAS Y BIBLIOGRAFÍA:

1
Ver: http://www.quintadimension.com/televicio/index.php?id=246
2
Voltaire (François Marie Arouet): Diccionario filosófico. Prólogo de Fernando Savater. Ediciones temas de hoy. Madrid,
2000. Pag. 508.
3
AMNISTÍA INTERNACIONAL: Manual de Amnistía Internacional: Juicios Justos. EDAI. Madrid, 2014. Segunda edición.
Índice: POL 30/002/2014
4
ZAFFARONI, Eugenio Raúl: El crimen de Estado como objeto de la criminología. En:
http://www.bibliojuridica.org/libros/6/2506/4.pdf
5
La República de Kenia queda situada en el este de África. Es un país integrado por diferentes culturas y etnias (40),
recientemente independizado de la corona británica (12 de diciembre de 1963). El inglés y kiswahili o suajili son las lenguas
oficiales que coexisten con diversos idiomas indígenas. “La economía de libre empresa y cierto clima de tolerancia política
hicieron de Kenia uno de los países africanos más estables tras su independencia de la Corona británica en 1963. Pero en
los últimos tiempos la corrupción ha actuado como fuerza erosionadora de esa estabilidad y el gobierno, presionado por los
sectores reformistas, se vio obligado a implantar un sistema pluripartidista a finales de la década de 1990. Los principales
obstáculos al progreso son el alto crecimiento de la población, la escasez de suministro eléctrico y la ineficacia en la gestión
de sectores clave”. Ver: http://nationalgeographic.es/viaje-y-culturas/paises/guia-kenia “Protestantes (incluyendo
Anglicanos) 38%, Católicos 28%, creencias aborígenes 26%, Musulmanes 7%, y otras
nota: la mayoría de los kenianos son cristianos, las estimaciones del porcentaje de la población que adhiere al islam o a
creencias indígenas varía extensamente” Ver: http://go.hrw.com/atlas/span_htm/kenya.htm
6
Los hechos y los antecedentes se pueden resumir de esta manera: la Encargada de Negocios fue estrangulada dentro de
la sede de la Embajada de Venezuela en Nairobi, Kenia, y las primeras indagaciones sobre el hecho realizadas por la
policía keniana hacía aparecer a Sagaray, quien fungía de Primer Secretario para entonces como uno de los sospechosos
del hecho. La diplomática fue hallada estrangulada en la residencia diplomática el 26 de julio de 2012, 15 días después de
llegar a Kenia para encargarse de la legación, luego de haberse detectado un posible tráfico de drogas y de piedras
preciosas por medio de la valija diplomática. También habían fuertes tensiones laborales dentro del personal de la
Embajada. La diplomática fue amarrada con un cable en el cuello, que fue apretado con un alicate hasta causarle la muerte.
La justicia keniana ha acusado a siete personas por el caso, entre ellos a Sagaray, que fue liberado bajo fianza pero tiene
prohibido salir de Kenia. Todos los inculpados han negado los cargos.
7
FERNANDEZ, Fernando M: Pena de muerte, suicidio express. En: http://www.talcualdigital.com/ediciones/2001/06/20/f-
tal.asp?pv=f-p23.htm&st=f-p23s1.htm , Ver también: Mc Veigh y la pena de muerte:
http://ulpiano.org.ve/revistas/bases/artic/texto/RDUCAB/57/UCAB_2002_57_536-445.pdf , Reflexiones sobre el derecho a la
vida En: https://es.groups.yahoo.com/neo/groups/tjusticiauniversal/conversations/topics/330
8
“… Sin embargo, los abogados del condenado, quien repetidamente manifestó su deseo de morir y se resistió a los
intentos de apelación, afirmaron que discutirán el tema con su cliente y sólo entonces decidirán si pedirán un aplazamiento
de su ejecución programada para el próximo 16 de mayo en Terre Haute (Indiana)…” APLAZAN EJECUCIÓN DE TIMOTHY
MCVEIGH. En: http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-519698 . Ver también:
http://escritoconsangre1.blogspot.com/2008/03/timothy-mcveigh-bombardero-de-oklahoma.html
9
“… REACCIONES. EL CONSEJO de Europa consideró que la ejecución de McVeigh era lamentable, patética y errónea y
que demostraba la inutilidad de la pena capital como sanción disuasoria, aportando a ese individuo la notoriedad que
buscaba cuando cometió ese crimen atroz. AMNISTÍA INTERNACIONAL calificó el hecho como "un fracaso del liderazgo en

31
derechos humanos en los niveles más altos del gobierno de Estados Unidos ha permitido que la venganza triunfe sobre la
justicia. EN LA INTERNET la ejecución de McVeigh, provocó un áspero debate sobre la pena de muerte. Para algunos
defensores de la pena capital, la muerte del terrorista resultó muy sencilla para un hombre que reconoció su papel en la
muerte de 168 personas. Pero otros dijeron que al haber concedido a McVeigh su deseo de morir, el sistema judicial
colaboraba a crear una especie de mártir antigubernamental. LOS PRINCIPALES DIARIOS de E. U. entre ellos THE NEW
YORK TIMES criticaron en sus editoriales de ayer el despliegue de la ejecución de McVeigh dada por los medios de
comunicación pues en su concepto el terrorista fue puesto como un mártir…” OKLAHOMA ALIVIADA POR EJECUCIÓN DE
MCVEIGH. En: http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-492303 .
10
Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, 18 de abril de 1961
Entró en vigor el 24 de abril de 1964. En: http://www.oas.org/legal/spanish/documentos/convencionviena.htm
11
A continuación algunas de las pocas referencias que han realizado periodistas venezolanos, lo cual tiene un enorme
mérito a juzgar por la distancia, la diferencia idiomática y el secretismo oficial.

http://www.elmundo.com.ve/noticias/actualidad/noticias/dwight-sagaray-no-podra-salir-de-kenia.aspx#ixzz2ZgS0DNzM
DANIELA MEJÍA. Cronología: Asesinato en la embajada venezolana en Kenia - See more at:
http://www.codigovenezuela.com/2012/11/noticias/global/cronologia-caso-de-la-embajada-venezolana-en-
kenia#sthash.hvLpg4eJ.dpuf
http://www.codigovenezuela.com/2012/11/noticias/global/cronologia-caso-de-la-embajada-venezolana-en-
kenia#sthash.hvLpg4eJ.dpuf

http://www.eluniversal.com/internacional/120808/venezolano-en-kenia-se-expone-a-pena-de-muerte-por-asesinato
http://www.paginadigital.com.ar/articulos/2003/2003sept/noticias13/43316-10.asp
http://www.ultimasnoticias.com.ve/movil/webtopicdetallemovil.aspx?idTopic=868916
asesinato de la embajadora Olga Fonseca la Encargada de Negocios de la legación venezolana en Kenia.
libertad bajo fianza a Dwight Sagaray
http://www.ultimasnoticias.com.ve/noticias/actualidad/mundo/dwight-sagaray-no-podra-salir-de-kenia.aspx#ixzz2fzFHAa5O
http://www.quepasa.com.ve/index.php?option=com_content&view=article&id=22164:dan-libertad-a-acusado-de-matar-a-
diplomatica-venezolana-en-kenia&catid=41:noticias&Itemid=56
http://www.ultimasnoticias.com.ve/contenedormultimedia/abogada-de-dwight-sagaray.aspx Abogada y amiga de D. Sagaray
17-04-2014
Familiares de D. Sagaray 17-04-2014 http://www.ultimasnoticias.com.ve/contenedormultimedia/familia-de-dwight-
sagaray.aspx
Denuncian tráfico de drogas en Embajada en Kenia 17-04-2014 http://www.el-nacional.com/mundo/dwight_sagaray-
embajada-homicidio-kenia-narcotrafico-olga_fonseca-venedwight_sagaray-emzuela_0_312568905.html
http://www.el-nacional.com/mundo/embajada-homicidio-kenia-narcotrafico-Sagaray-venezuela_0_313168862.html
http://www.el-nacional.com/mundo/Testigo-embajada-venezolana-Kenia-traficaba_0_312568825.html
Fianza a Sagaray http://www.talcualdigital.com/nota/visor.aspx?id=85713&tipo=AVA
http://www.el-nacional.com/mundo/embajada-homicidio-kenia-narcotrafico-Sagaray-venezuela_0_313168862.html
Denuncian narcotráfico en la Embajada de Venezuela
Testigo asegura que la embajada venezolana en Kenia traficaba drogas
http://frentecomuncubano.blogspot.com/2012/07/diplomatico-venezolano-en-kenia.html
http://www.laverdad.com/sucesos/41614-embajada-venezolana-en-kenia-traficaba-drogas.html
http://amnistia.me/profiles/blogs/sagaray-coore-peligo-de-ser-condenado-a-muerte
http://amnistia.me/profiles/blogs/venezuela-envi-abogado-acusador-a-kenia-contra-sagaray
http://amnistia.me/profiles/blogs/justicia-keniana-cierra-v-as-para-liberaci-n-de-sagaray
http://www.reportero24.com/2012/08/kenia-dwight-sagaray-se-expone-a-pena-de-muerte-por-asesinato/

12
Platón: Apología de Sócrates. En: http://www.academiasocrates.es/socrates/apologia.php
13
Platón: Critón. En: http://www.bibliotecasvirtuales.com/biblioteca/OtrosAutoresdelaLiteraturaUniversal/Platon/Criton.asp
14
“La palabra genocidio es un híbrido compuesto por el griego genes, que significa raza, nación o tribu, y el latín cide que
significa matanza. Los hechos de la vida europea en los años 1933-45 motivaron la creación de dicho término y la
formulación de un concepto legal de la destrucción de grupos humanos…” LEMKIN, Raphael: El genocidio como un crimen
bajo el Derecho Internacional. En: Revista American Journal of International Law (1947) Volumen 41(1):145-151. Ver:
http://www.raoulwallenberg.net/es/holocausto/articulos-65/genocidio/genocidio-crimen-derecho/
“… En línea con este pensamiento, este autor (Lemkin) presentó una propuesta en la Conferencia Internacional para la
Unificación del Derecho Internacional, llevada a cabo en Madrid en 1933, para declarar la destrucción de colectividades
raciales, religiosas o sociales como un crimen bajo la ley de las naciones (delictum iuris gentium). Ya se había concebido la
creación de dos nuevos crímenes internacionales: el crimen de barbarie, consistente en el exterminio de colectividades
sociales y el crimen del vandalismo, consistente en la destrucción de obras culturales y artísticas de estos grupos. La
intención era declarar estos crímenes punibles en cualquier país en el cual se capturara al culpable, independientemente de
la nacionalidad del criminal o del lugar en donde fuera cometido el crimen. Esta propuesta no fue aceptada...” Ver:
http://www.raoulwallenberg.net/es/holocausto/articulos-65/genocidio/genocidio-crimen-derecho/

32
El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española entiende por genocidio, “(Del gr. γένος, estirpe, y -cidio).
1. m. Exterminio o eliminación sistemática de un grupo social por motivo de raza, de etnia, de religión, de política o de
nacionalidad”. Hay que destacar que incluye la motivación política, lo cual está excluido del tipo penal. Ver:
http://buscon.rae.es/drae/srv/search?val=genocidio

15
OCTAVA PARTE Últimos momentos en la vida de Sócrates “A mí me llama ya ahora el destino, diría un héroe de
tragedia, y casi es la hora del encaminarme al baño, pues me parece mejor beber el veneno una vez lavado y no causar a
las mujeres la molestia de lavar un cadáver… ahora ¡qué noblemente me llora! Así que, hagámosle caso, Critón, y que
traiga alguno el veneno, si es que está triturado. Y si no que lo triture nuestro hombre… Al oírle, Critón hizo una señal con la
cabeza a un esclavo que estaba a su lado. Salió éste, y después de un largo rato regresó con el que debía darle el veneno,
que traía triturado en una copa. Al verle, Sócrates le preguntó: -Y bien, buen hombre, tú que entiendes de estas cosas,
¿qué debo hacer?
-Nada más que beberlo y pasearte - le respondió - hasta que se te pongan las piernas pesadas, y luego tumbarte. Así hará
su efecto. Y, a la vez que dijo esto, tendió la copa a Sócrates. Tomóla éste con gran tranquilidad, Equécrates, sin el más
leve temblor y sin alterarse en lo más mínimo ni en su color ni en su semblante, miró al individuo de reojo como un toro,
según tenía por costumbre, y le dijo: -¿Qué dices de esta bebida con respecto a hacer una libación a alguna divinidad? ¿Se
puede o no? -Tan sólo trituramos, Sócrates - le respondió - la cantidad que juzgamos precisa para beber. -Me doy cuenta -
contestó -. Pero al menos es posible, y también se debe, suplicar a los dioses que resulte feliz mi emigración de aquí a allá.
Esto es lo que suplico: ¡que así sea! Y después de decir estas palabras, lo bebió conteniendo la respiración, sin
repugnancia y sin dificultad. Hasta este momento la mayor parte de nosotros fue lo suficientemente capaz de contener el
llanto; pero cuando le vimos beber y cómo lo había bebido, ya no pudimos contenernos. A mí también, y contra mi voluntad,
caíanme las lágrimas a raudales, de tal manera que, cubriéndome el rostro, lloré por mí mismo, pues ciertamente no era por
aquél por quien lloraba, sino por mi propia desventura, al haber sido privado de tal amigo. Critón, como aún antes que yo no
había sido capaz de contener las lágrimas, se habia levantado. Y Apolodoro, que ya con anterioridad no había cesado un
momento de llorar, rompió a gemir entonces, entre lágrimas y demostraciones de indignación, de tal forma que no hubo
nadie de los presentes, con excepción del propio Sócrates, a quien no conmoviera. Pero entonces nos dijo: -¿Qué es lo que
hacéis, hombres extraños? Si mandé afuera a las mujeres fue por esto especialmente, para que no importunasen de ese
modo, pues tengo oído que se debe morir entre palabras de buen augurio. Ea, pues, estad tranquilos y mostraos fuertes. Y,
al oírle nosotros, sentimos vergüenza y contuvimos el llanto. El, por su parte, después de haberse paseado, cuando dijo que
se le ponían pesadas las piernas, se acostó boca arriba, pues así se lo había aconsejado el hombre. Al mismo tiempo, el
que le había dado el veneno le cogió los pies y las piernas y se los observaba a intervalos. Luego, le apretó fuertemente el
pie y le preguntó si lo sentía. Sócrates dijo que no. A continuación hizo lo mismo con las piernas, y yendo subiendo de este
modo, nos mostró que se iba enfriando y quedándose rígido. Y siguióle tocando y nos dijo que cuando le llegara al corazón
se moriría.
Tenia ya casi fría la región del vientre cuando, descubriendo su rostro -pues se lo había cubierto -, dijo éstas, que fueron
sus últimas palabras: -Oh Critón, debemos un gallo a Asclepio. Pagad la deuda, y no la paséis por alto. -Descuida, que así
se hará - le respondió Critón -. Mira si tienes que decir algo más. A esta pregunta de Critón ya no contestó, sino que, al
cabo de un rato, tuvo un estremecimiento, y el hombre le descubrió: tenía la mirada inmóvil. Al verlo, Critón le cerró la boca
y los ojos. Así fue, oh Equécrates, el fin de nuestro amigo, de un varón que, como podríamos afirmar, fue el mejor a más de
ser el más sensato y justo de los hombres de su tiempo que tratamos”. En:
http://www.cayocesarcaligula.com.ar/grecolatinos/platon/fedon.html
16
BRUN, Jean: Sócrates. Presses Universitaries de France. En:
http://books.google.es/books?id=g2aUdhJqaRYC&pg=PA21#v=onepage&q&f=false
17
Platón: Las leyes. Francisco Lisi (tr.) Madrid: Gredos, 1999.

18
"Santo Tomás de Aquino (1225-1274) era también partidario de la pena capital: "Otros aseguraron que con este
mandamiento el matar a un hombre quedaba prohibido de manera absoluta. Y afirman que son homicidas los jueces que,
de conformidad con las leyes, pronuncian sentencia de muerte. (...) pueden lícitamente matar quienes lo hacen por mandato
de Dios, porque entonces es Dios el que lo hace." Escritos de catequesis. Santo Tomás de Aquino. >> fragmento ampliado.
Rousseau (1712-1778), en su obra El Contrato Social, exponía: "Todo malhechor, atacando el derecho social, conviértese
en rebelde y traidor a la patria (...) La conservación del Estado es entonces incompatible con la suya; es preciso que uno de
los dos perezca." A partir del siglo XVIII, serán también partidarios de la pena de muerte, entre otros, los filósofos
Montesquieu (1689-1755), Emmanuel Kant (1724-1804), Hegel (1770-1831) y Jaime Balmes (1810-1848)…" Amnistía
Internacional (España, Grupo de Cataluña): Historia de la pena de muerte En:
http://www.amnistiacatalunya.org/edu/es/historia/pm-defensa.html

19
“La pena de muerte tampoco es útil por cuanto le ofrece a la sociedad, un ejemplo de crueldad. Cuando las inevitables
guerras han enseñado a derramar sangre humana, las leyes cuyo objetivo es suavizar las relaciones sociales y crear un
trato humano entre todos los ciudadanos, no deben repetir y multiplicar esos ejemplos de crueldad” BECCARIA, Cesare: De
los delitos y de las penas (1764). Alianza Editorial. Madrid, 1968. Capítulo 28. Citado en:
http://www.amnistiacatalunya.org/edu/2/pm/pm-cites-c.beccaria.html

33
20
“Con frecuencia se han castigado con la pena de muerte actos inocentes. Esto hicieron en Inglaterra Ricardo III y Eduardo
IV, mandando que sus jueces sentenciaran a dicha pena a los sospechosos de no ser adictos al partido de dichos
monarcas. Eso no son procesos criminales; eso son asesinatos que cometen asesinos privilegiados. El último grado de
perversidad consiste en escudarse con las leyes para cometer injusticias”. Voltaire, OP. Cit. Pág. 508.
21
Sir Samuel Romilly fue un reformista inglés (1757-1818) que logró la eliminación de la pena de muerte para diversos
delitos, entre otros, los cometidos por carteristas (picking pockets). En esa época en Inglaterra se castigaba con la pena
capital a 224 delitos. Ver: ARROYO ZAPATERO, Luis: La experiencia de la abolición de la pena capital en Gran Bretaña.
Universidad Complutense. En: http://penademuerte.files.wordpress.com/2009/07/la-experiencia-de-la-abolicion-de-la-pena-
de-muerte-en-gran-bretania-luis-arroyo-zapatero1.pdf
22
"… Ya hoy no es sostenible la legitimidad de la pena de muerte, pues las condiciones actuales de los pueblos cultos… ya
no hacen tener como necesidad material la muerte del enemigo social…" CARRARA, Francesco: Programa de derecho
criminal. Parte general. Tomo II. Editorial Temis. 1991. Pág. 102.
23
FERRAJOLI, Luigi. Derecho y Razón, Teoría del garantismo penal. Trotta, tercera edición, 1998. Ver también del mismo
autor: Principia Iuris. Teoría del Derecho y la democracia. 3 Tomos. Editrorial Trotta. Madrid, 2011.
24
AYALA CORAO, Carlos: Del diálogo jurisprudencial al control de convencionalidad. Editorial Jurídica Venezolana.
Caracas, 2012.
25
Ver http://www.oas.org/dil/esp/tratados_B-32_Convencion_Americana_sobre_Derechos_Humanos.htm
26
De los Estados de Excepción… Artículo 339. “El Decreto que declare el estado de excepción, en el cual se regulará el
ejercicio del derecho cuya garantía se restringe, será presentado, dentro de los ocho días siguientes a su promulgación, a la
Asamblea Nacional, o a la Comisión Delegada, para su consideración y aprobación, y a la Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia, para que se pronuncie sobre su constitucionalidad. El Decreto cumplirá con las exigencias, principios y
garantías establecidos en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y en la Convención Americana sobre
Derechos Humanos. El Presidente o Presidenta de la República podrá solicitar su prórroga por un plazo igual, y será
revocado por el Ejecutivo Nacional o por la Asamblea Nacional o por su Comisión Delegada, antes del término señalado, al
cesar las causas que lo motivaron. La declaratoria del estado de excepción no interrumpe el funcionamiento de los órganos
del Poder Público”.
27
El impacto de esta denuncia es muy grave y viola de manera contundente el texto constitucional. “Retirarse la Corte es
imposible sin afectar la Convención que la crea y la Comisión, que son las instancias del sistema regional de protección en
materia de DH en toda América. Pero lo más grave es que se destruiría la unidad jurídica de la Nación y el proceso de
adaptación a la Convención (“convencionalidad”) que se debía producir al igual que viene produciéndose en el resto de
países latinoamericanos”. Ver: FERNÁNDEZ, Fernando M.: Impacto constitucional y legal del supuesto retiro de la Corte
En: http://www.derechos.org.ve/2012/09/11/impacto-constitucional-y-legal-del-supuesto-retiro-de-la-corte/ . La razón es muy
sencilla: los DH constituyen un sistema y, como tal, sus partes integrantes son interdependientes, simbióticas,
complementarias entre sí e indivisible en el cual todos los componentes están imbricados de forma indisoluble y perfecta.
28
Venezuela firmó dicho Protocolo el 09/25/90 y lo ratificó el 04/06/94 y consignó la firma al 07/09/94. Ver
http://www.oas.org/juridico/spanish/firmas/a-53.html
29
Ver el texto completo en: http://www2.ohchr.org/spanish/law/ccpr.htm
30
Suscrito el 24/06/69 y ratificado el 10/05/78. Ver:
https://treaties.un.org/Pages/ViewDetails.aspx?src=TREATY&mtdsg_no=IV-4&chapter=4&lang=en
31
Venezuela firmó este Protocolo el 07/06/90 y lo ratificó el 22/02/93. Ver: http://www2.ohchr.org/spanish/law/ccpr-death.htm
32
“… El Principio Pro Homine debe entenderse como la aplicación preferente de la norma más favorable a la persona
humana. El Dr. Pedro Nikken, ex Presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos al referirse a la
interpretación de los tratados con arreglo al objeto y al fin indica que existe la tendencia a una protección progresiva de las
convenciones protectoras de los derechos humanos previlegiándose la protección de los derechos de las personas así
expresa que, “..el artículo 31.1 de la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados conduce a adoptar la
interpretación que mejor se adecué a los requerimientos de la protección de los derechos de la persona. Si recordamos,
además, que el interés jurídico tutelado por esos instrumentos no es, la menos directamente, el de los Estados partes, sino
el del ser humano, nos encontramos con una tendencia a aplicar los tratados en el sentido en que mejor garantice la
protección integral de las eventuales víctimas de violaciones de los derechos humanos. Esta circunstancia otorga a la
interpretación y aplicación de las disposiciones convencionales una dinámica de expansión permanente”. En: COTO, Luis:
LOS PRINCIPIOS JURIDICOS EN LA CONVENCION AMERICANA DE DERECHOS HUMANOS Y SU APLICACIÓN EN
LOS CASOS PERUANOS. Ver: http://principios-juridicos.tripod.com/
33
"Artículo 3. Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona". En:
http://www.un.org/es/documents/udhr/

34
34
"Artículo I. Todo ser humano tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona". En:
http://www.oas.org/es/cidh/mandato/Basicos/declaracion.asp
35
AMNISTÍA INTERNACIONAL: Cuando es el Estado el que mata. Edai. Madrid, 1989
36
GIRARD, René: Veo a Satán caer como el relámpago. Editorial Anagrama. Barcelona, página 206.
37
Algo así como la fatwa en el caso de Salman Rushdie. Ver: http://www.jornada.unam.mx/2014/02/14/cultura/a04n1cul
38
AGAMBEN, Giorgio: Homo sacer, el poder soberano y la nuda vida. Editorial Pre-Textos. Valencia, 1998.
39
AGAMBEN, Giorgio: Op. cit. pág. 18
40
"1. EL CUERPO DE LOS CONDENADOS Damiens fue condenado, el 2 de marzo de 1757, a "pública retractación ante la
puerta principal de la Iglesia de París", adonde debía ser "llevado y conducido en una carreta, desnudo, en camisa, con un
hacha de cera encendida de dos libras de peso en la mano"; después, "en dicha carreta, a la plaza de Gréve, y sobre un
cadalso que allí habrá sido levantado [deberán serle] atenaceadas las tetillas, brazos, muslos y pantorrillas, y su mano
derecha, asido en ésta el cuchillo con que cometió dicho parricidio, quemada con fuego de azufre, y sobre las partes
atenaceadas se le verterá plomo derretido, aceite hirviendo, pez resina ardiente, cera y azufre fundidos juntamente, y a
continuación, su cuerpo estirado y desmembrado por cuatro caballos y sus miembros y tronco consumidos en el fuego,
reducidos a cenizas y sus cenizas arrojadas al viento". "Finalmente, se le descuartizó, refiere la Gazette d'Amsterdam.2 Esta
última operación fue muy larga, porque los caballos que se utilizaban no estaban acostumbrados a tirar; de suerte que en
lugar de cuatro, hubo que poner seis, y no bastando aún esto, fue forzoso para desmembrar los muslos del desdichado,
cortarle los nervios y romperle a hachazos las coyunturas...
"Aseguran que aunque siempre fue un gran maldiciente, no dejó escapar blasfemia alguna; tan sólo los extremados dolores
le hacían proferir horribles gritos y a menudo repetía: 'Dios mío, tened piedad de mi; Jesús, socorredme.' Todos los
espectadores quedaron edificados de la solicitud del párroco de Saint-Paul, que a pesar de su avanzada edad, no dejaba
pasar momento alguno sin consolar al paciente."
Y el exento Bouton: "Se encendió el azufre, pero el fuego era tan pobre que sólo la piel de la parte superior de la mano
quedó no más que un poco dañada. A continuación, un ayudante, arremangado por encima de los codos, tomó unas
tenazas de acero hechas para el caso, largas de un pie y medio aproximadamente, y le atenaceó primero la pantorrilla de la
pierna derecha, después el muslo, de ahí pasó a las dos mollas del brazo derecho, y a continuación a las tetillas. A este
oficial, aunque fuerte y robusto, le costó mucho trabajo arrancar los trozos de carne que tomaba con las tenazas dos y tres
veces del mismo lado, retorciendo, y lo que sacaba en cada porción dejaba una llaga del tamaño de un escudo de seis
libras.
"Después de estos atenaceamientos, Damiens, que gritaba mucho aunque sin maldecir, levantaba la cabeza y se miraba. El
mismo atenaceador tomó con una cuchara de hierro del caldero mezcla hirviendo, la cual vertió en abundancia sobre cada
llaga. A continuación, ataron con soguillas las cuerdas destinadas al tiro de los caballos, y después se amarraron aquéllas a
cada miembro a lo largo de los muslos, piernas y brazos.
"El señor Le Breton, escribano, se acercó repetidas veces al reo para preguntarle si no tenía algo que decir. Dijo que no;
gritaba como representan a los condenados, que no hay cómo se diga, a cada tormento: '¡Perdón, Dios mío! Perdón,
Señor.' A pesar de todos los sufrimientos dichos, levantaba de cuando en cuando la cabeza y se miraba valientemente. Las
sogas, tan apretadas por los hombres que tiraban de los cabos, le hacían sufrir dolores indecibles. El señor Le Breton se le
volvió a acercar y le preguntó si no quería decir nada; dijo que no. Unos cuantos confesores se acercaron y le hablaron
buen rato. Besaba de buena voluntad el crucifijo que le presentaban; tendía los labios y decía siempre: 'Perdón, Señor.'
"Los caballos dieron una arremetida, tirando cada uno de un miembro en derechura, sujeto cada caballo por un oficial. Un
cuarto de hora después, vuelta a empezar, y en fin, tras de varios intentos, hubo que hacer tirar a los caballos de esta
suerte: los del brazo derecho a la cabeza, y los de los muslos volviéndose del lado de los brazos, con lo que se rompieron
los brazos por las coyunturas. Estos tirones se repitieron varias veces sin resultado. El reo levantaba la cabeza y se
contemplaba. Fue preciso poner otros dos caballos delante de los amarrados a los muslos, lo cual hacia seis caballos. Sin
resultado.
"En fin, el verdugo Samson marchó a decir al señor Le Breton que no había medio ni esperanza de lograr nada, y le pidió
que preguntara a los Señores si no querían que lo hiciera cortar en pedazos. El señor Le Breton acudió de la ciudad y dio
orden de hacer nuevos esfuerzos, lo que se cumplió; pero los caballos se impacientaron, y uno de los que tiraban de los
muslos del supliciado cayó al suelo. Los confesores volvieron y le hablaron de nuevo. El les decía (yo lo oí): 'Bésenme,
señores.' Y como el señor cura de Saint-Paul no se decidiera, el señor de Marsilly pasó por debajo de la soga del brazo
izquierdo y fue a besarlo en la frente. Los verdugos se juntaron y Damiens les decía que no juraran, que desempeñaran su
cometido, que él no los recriminaba; les pedía que rogaran a Dios por él, y recomendaba al párroco de SaintPaul que rezara
por él en la primera misa.
"Después de dos o tres tentativas, el verdugo Samson y el que lo había atenaceado sacaron cada uno un cuchillo de la
bolsa y cortaron los muslos por su unión con el tronco del cuerpo. Los cuatro caballos, tirando con todas sus fuerzas, se
llevaron tras ellos los muslos, a saber: primero el del lado derecho, el otro después; luego se hizo lo mismo con los brazos y
en el sitio de los hombros y axilas y en las cuatro partes. Fue preciso cortar las carnes hasta casi el hueso; los caballos,
tirando con todas sus fuerzas, se llevaron el brazo derecho primero, y el otro después.
"Una vez retiradas estas cuatro partes, los confesores bajaron para hablarle; pero su verdugo les dijo que había muerto
aunque la verdad era que yo veía al hombre agitarse, y la mandíbula inferior subir y bajar como si hablara. Uno de los
oficiales dijo incluso poco después que cuando levantaron el tronco del cuerpo para arrojarlo a la hoguera, estaba aún vivo.
Los cuatro miembros, desatados de las sogas de los caballos, fueron arrojados a una hoguera dispuesta en el recinto en

35
línea recta del cadalso; luego el tronco y la totalidad fueron en seguida cubiertos de leños y de fajina, y prendido el fuego a
la paja mezclada con esta madera.
En cumplimiento de la sentencia, todo quedó reducido a cenizas. El último trozo hallado en las brasas no acabó de
consumirse hasta las diez y media y más de la noche. Los pedazos de carne y el tronco tardaron unas cuatro horas en
quemarse. Los oficiales, en cuyo número me contaba yo, así como mi hijo, con unos arqueros a modo de destacamento,
permanecimos en la plaza hasta cerca de las once.
"Se quiere hallar significado al hecho de que un perro se echó a la mañana siguiente sobre el sitio donde había estado la
hoguera, y ahuyentado repetidas veces, volvía allí siempre. Pero no es difícil comprender que el animal encontraba aquel
lugar más caliente." FOUCAULT, Michel: Vigilar y Castigar. México, Siglo veintiuno. 1976, pp. 11 y 12.
41
Ver: Familiares de D. Sagaray 17-04-2014 http://www.ultimasnoticias.com.ve/contenedormultimedia/familia-de-dwight-
sagaray.aspx
42
El autor se refiere al rito sacrificial de Isaac por parte de su padre Abraham.
43
GIRARD, René: Ob. cit. Pág. 167.
44
JAKOBS, Günther y Juan Cancio Melía: Derecho penal del ciudadano y derecho penal del enemigo. Editorial Civitas.
Barcelona, 2003.
45
ROUSSEAU, Jean Jacques: El contrato social o Principios de derecho político (1762). Editorial Tecnos. Madrid, pág. 34-
35.
46
Se entiende comúnmente por pena capital la pena de muerte física. Sn embargo, es necesario recordar con Carrara, que
no es la única dado que la muerte civil también es una pena capital. CARRARA, Francesco: Op. Cit. Pág. 100.
47
FERNÁNDEZ, Fernando M.: Por la abolición de la pena de muerte en el mundo En: http://amnistia.me/profiles/blogs/por-
la-abolici-n-de-la-pena-de-muerte
48
Venezuela abolió en 1863 la pena de muerte para todos los delitos mediante el Decreto de garantías expedido por el
presidente Juan Crisóstomo Falcón que decía así: “DECRETO de 16 de agosto de 1863 sobre los derechos individuales y
las garantías de los venezolanos. JUAN G. FALCÓN, General en Jefe, Presidente de la República, considerando: Que
triunfante la revolución deben elevarse á canon los principios democráticos proclamados por ella y conquistados por la
civilización, á fin de que los venezolanos entren en el pleno goce de sus derechos políticos é individuales, decreto; Art. 1°
Se garantiza á los venezolanos: 1° LA VIDA: queda en consecuencia abolida la pena de muerte y derogadas las leyes que
la imponen…”. Ver:
http://www.anhvenezuela.org/admin/Biblioteca/Textos%20Historicos%20de%20Venezuela/Decreto%20de%20garantias%20
expedido%20por%20Falcon%20(1863).pdf y http://www.venelogia.com/archivos/7772/
4949
“… El final de la guerra (Federal) no es resultado de un triunfo inequívoco de las armas federales en combate, sino
producto de un arreglo político. El Pacto de Coche, firmado en abril de 1863, tiene como propósito poner fin a los
enfrentamientos armados e impedir que el proceso de disolución social y política que había generado el conflicto cobre
mayores proporciones. Falcón es designado Presidente Provisional. Entre sus primeros actos de gobierno está la firma del
Decreto de Garantías el 18 de agosto de 1863, máximo logro de la Guerra Federal. El documento consagra los principios de
la práctica democrática cuya vigencia y pertinencia, aun en nuestros días, son inobjetables. Se garantiza al venezolano el
derecho a la vida, a la propiedad, a la inviolabilidad del hogar, el secreto de la correspondencia, la libre expresión del
pensamiento, la libertad de instrucción, el derecho al sufragio universal, el libre derecho de asociación y la igualdad ante la
ley…” Ver la interesante biografía de QUNTERO, Inés: Juan Crisóstomo Falcón ¿antihéroe de la Federación? En:
http://www.analitica.com/bitblioteca/iquintero/falcon.asp
50
Código Penal de 1863 "… Al efecto, el numeral 1. del artículo 1º, estableció: ―Artículo 1º.- Al que mata a su padre, madre
o hijo, sean legítimos, naturales o simplemente ilegítimos, o cualquiera otro de sus ascendientes o descendientes legítimos,
o a su cónyuge, se castiga como parricida: 1. Con la pena de muerte, si ejecuta el delito con alguna de las circunstancias
siguientes: 1) Con alevosía. 2) Por precio, recompensa o promesa remuneratoria. 3) Por medio de inundación, incendio o
veneno. 4) Con premeditación conocida. 5) Con ensañamiento, aumentando deliberadamente el dolor del ofendido" En:
TAMAYO, José Luis: LA CODIFICACIÓN PENAL EN VENEZUELA: ANÁLISIS HISTÓRICO JURÍDICO. Tesis doctoral UCV.
Doctorado en Ciencias, mención Derecho. 2011. Pág. 60 y ss. Ver:
http://saber.ucv.ve/jspui/bitstream/123456789/3487/1/T026800002815-0-tesisdoctoral29tamayojl-000.pdf
51
Así, la Constitución de 1864 abolió la pena de muerte para todos los delitos por vez primera en la historia del derecho
constitucional venezolano y del mundo. Este fue su texto: “TÍTULO III Garantías de los venezolanos Artículo 14º La Nación
garantiza a los venezolanos: 1º La inviolabilidad de la vida, quedando abolida la pena capital, cualquiera que sea la ley que
la establezca”. Ver:
http://www.anhvenezuela.org/admin/Biblioteca/Textos%20Historicos%20de%20Venezuela/Constitucion%20Federal%20%20
(1864).pdf y http://constituciones1864-1893.blogspot.com/2008/08/3_5283.html
52
Código Penal venezolano: Artículo 12 La pena de presidio se cumplirá en las Penitenciarías que establezca y reglamente
la ley. Dicha pena comporta los trabajos forzados dentro o fuera del respectivo establecimiento, conforme lo determine la
ley, la cual fijará también el tiempo que haya de pasar el reo en aislamiento celular. En todo caso, los trabajos serán

36
proporcionales a las fuerzas del penado, a quien, en sus enfermedades, se cuidará en la Enfermería del establecimiento o
en locales adecuados, con la debida seguridad.

Artículo 13 Son penas accesorias de la de presidio: 1. La interdicción civil durante el tiempo de la pena. 2. La inhabilitación
política mientras dure la pena. 3. La sujeción a la vigilancia de la autoridad por una cuarta parte del tiempo de la condena,
desde que ésta termine.
53
AMNISTÍA INTERNACIONAL: Historia de la pena de muerte. Cronología. En:
http://www.amnistiacatalunya.org/edu/es/historia/pm-cronologia.html
1700 a.C. Código de Hammurabi. Aparece por primera vez la Ley del Talión.
1250 a.C. Los Diez Mandamientos. El quinto, "No matarás".
621 a.C. Código de Dracón (Atenas). La pena de muerte se aplica para múltiples delitos, incluso robos menores.
590 a.C. Código de Solón. Suavización del Código de Dracón, disminuyen los delitos en los que se aplica la pena capital.
450 a.C. Ley de las Doce Tablas (Roma). Como todos los códigos y leyes de la época, incluye la pena capital.
427 a.C. Diodoto convence a la Asamblea de Atenas para que no ejecute a los rebeldes de Mitilene.
399 a.C. Muerte de Sócrates, condenado a ingerir la cicuta.
33. Crucifixión de Jesús de Nazaret.
65. Séneca es condenado a suicidarse.
303. Persecución de Diocleciano contra los cristianos (la mayor de las distintas persecuciones contra los cristianos durante
los tres primeros siglos de nuestra era).
313. Edicto de Milán. Libertad religiosa en el Imperio romano, fin de las persecuciones.
392. Fin de la libertad religiosa bajo Teodosio el Grande. Inicio de las persecuciones contra los paganos.
1252. Inocencio III: "Ad stirpanda" (regulación de la tortura judicial).
1273. Tomás de Aquino: "De duobus praeceptis charitatis et decem legis praeceptis" (dentro de "Escritos de catequesis", a
favor de la pena de muerte).
1431. Muerte en la hoguera de Juana de Arco, condenada por herejía.
1498. Promulgación en Colonia del "Malleus Maleficarum", un manual para inquisidores.
1516. Tomás Moro: "Utopía" (contra la pena de muerte).
1533. Atahualpa es condenado al garrote por Pizarro.
1536. Decapitación de Ana Bolena, la segunda mujer de Enrique VIII de Inglaterra.
1553. Miguel Servet muere en la hoguera en Ginebra.
1572. Matanza de San Bartolomé (asesinato en masa de hugonotes durante las Guerras de religión de Francia).
1600. Muerte en la hoguera de Giordano Bruno.
1762. Rousseau: "El contrato social" (a favor de la pena de muerte).
1764. Beccaria: "Tratado de los delitos y las penas" (contra la pena de muerte).
1764. Voltaire: "Diccionario filosófico" (contra la pena de muerte).
1786. Código criminal de Toscana (abolición de la pena de muerte por Leopoldo I, luego restablecida).
1787. Código penal austriaco (abolición de la pena de muerte, luego restablecida).
1791. Robespierre defiende la abolición de la pena de muerte.
1792. Funciona por primera vez la guillotina en Francia
1793-1794. Periodo del Terror en Francia: 40.000 personas son ejecutadas.
1808. Ejecuciones y represión contra los españoles alzados frente a la invasión de Napoleón.
1808. Constitución de Bayona: abolición del tormento en España.
1832. Abolición de la horca en España, quedando el garrote como método común de ejecución.
1836. Un informe de la Criminal Law (Inglaterra) dice que la desaparición de la pena capital para determinados delitos no
aumenta este tipo de delitos.
1846. El entonces territorio de Michigan (Estados Unidos), es la primera jurisdicción del mundo en abolir definitivamente la
pena de muerte para el delito de asesinato.
1863. Venezuela se convierte en el primer país en abolir de forma definitiva la pena de muerte para todos los delitos (los
siguientes países en abolirla fueron San Marino en 1865 y Costa Rica en 1877).
1890. William Kemmler es el primer ejecutado en la silla eléctrica (en Estados Unidos).
1927. Ejecución de Sacco y Vanzetti en Massachusetts.
1932. Abolición de la pena de muerte en España (restablecida en 1934).
1939-1940. Según Alexandr Soljenitsin (en "Archipiélago Gulag") mueren fusiladas cerca de un millón de personas en la
Unión Soviética.
1940-1945. Genocidio nazi. Ejecución de entre 14 y 22,5 millones de personas, judíos en mayor medida (también gitanos,
homosexuales, deficientes, población polaca y rusa...).
1945. Harry Truman, presidente de los Estados Unidos, condena a muerte a la población civil de Hiroshima y Nagasaki.
1946. Ejecución de las sentencias (mediante ahorcamiento) dictadas durante los Juicios de Nuremberg contra los altos
responsables nazis.
1948. Ejecución de las sentencias (mediante ahorcamiento) dictadas contra los altos responsables nipones durante la
segunda guerra mundial.
1966. Naciones Unidas: Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (el artículo 6 establece limitaciones y
salvaguardas en relación a la pena de muerte "en los países en que no hayan abolido la pena capital").
1971. Naciones Unidas. La Asamblea General afirma que "el principio objetivo que se ha de buscar con relación a la pena
de muerte es restringir progresivamente la cantidad de delitos por los que se puede imponer la pena capital, con la finalidad
de acabar aboliendo esta pena".
1972. El Tribunal Supremo de los Estados Unidos anula la pena de muerte (restablecida en 1976).
1975. Últimas ejecuciones en España.

37
1976. Abolición de la pena de muerte en Portugal.
1977. Amnistía Internacional: Declaración de Estocolmo (sobre la abolición de la pena de muerte).
1978. Abolió la pena de muerte en la Constitución española (excepto en la legislación militar en tiempos de guerra).
1978. Un estudio de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos afirma que no existen pruebas sobre los
eventuales efectos disuasorios de la pena de muerte.
1981. Abolición de la pena de muerte en Francia.
1981. Amnistía Internacional: Declaración sobre la participación del personal de la salud en la pena de muerte (revisada en
1988): "la participación del personal de la salud en ejecuciones constituye una violación de la ética profesional".
1982. Charles Brooks es el primer ejecutado mediante inyección letal (en Texas).
1982. Protocolo número 6 del Convenio Europeo de Derechos Humanos (referente a la abolición de la pena de muerte en
tiempos de paz).
1984. El Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas adopta las "Salvaguardas para garantizar la protección de los
derechos de los condenados a la pena de muerte" (contempla el derecho del condenado a recurrir a un tribunal superior, a
solicitar el indulto o la conmutación de la pena; prohíbe la aplicación de la pena de muerte a los menores de 18 años en el
momento de cometer el delito).
1987. Abolición de la pena de muerte en Alemania.
1989. Naciones Unidas: Segundo Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, destinado a
abolir la pena de muerte.
1990. Protocolo de la Convención Americana sobre Derechos Humanos Relativo a la Abolición de la Pena de Muerte.
1994. Abolición de la pena de muerte en Italia (1997, Sudáfrica; 1998, Reino Unido y Canadá; 1999, Ucrania).
1995. Abolición de la pena de muerte en la legislación militar española.
2002. Protocolo número 13 del Convenio Europeo de Derechos Humanos (referente a la abolición de la pena de muerte en
cualquier circunstancia).
2002. Creación de la Coalición Mundial contra la Pena de Muerte (integrada por organizaciones nacionales e
internacionales de derechos humanos -entre ellas Amnistía Internacional-, colegios de abogados, sindicatos y autoridades
locales y regionales).
2004. Abolición de la pena de muerte en Grecia y Turquía.
54
"… En febrero de 1870 volvió a unirse Matías Salazar con el general Antonio Guzmán Blanco en la marcha hacia el
centro. Al llegar a Caracas, Salazar tiene que hacerlo en son de guerra para enfrentar la resistencia de los “azules”.
Ascendió a segundo jefe del ejército guzmanista y segundo delegado a la Presidencia de la República. Todo un general.
Pero fue desairado por la primera dama, doña Ana Teresa Ibarra de Guzmán Blanco, quien se negó a bailar con el general
Matías… Lo persiguen y lo hacen prisionero el 29 de abril de 1872 en las serranías de Nirgua. Lo llevan a Tinaquillo y
Guzmán designa un Consejo de Guerra integrado por sus amigos generales, compañeros de andanzas, y que preside el
general Julián Castro. Sus amigos lo degradan y sentencian a muerte. Dicen que Guzmán Blanco quería dar una lección.
Un mensaje a sus otros generales. Ninguno otro invitó a bailar a doña Ana Teresa…". Ver: CONSALVI, Simón Alberto: Los
fusilamientos políticos en Venezuela: El general Matías Salazar (II). En: http://runrun.es/historia/20248/los-fusilamientos-
politicos-en-venezuela-el-general-matias-salazar-ii.html
55
"… Ramón J. Velásquez relató el episodio de esta manera: "En la popa, al pie de la escalera que conduce de los
camarotes a la cubierta, hacia la banda de estribor, hallábase el pelotón que iba a ejecutar a los presos. (…) Paredes se
acercó a ellos con la mayor naturalidad y al pretender dar el frente hacia los soldados, éstos hicieron fuego sobre los
prisioneros" . Los cadáveres echados al río, fueron rescatados por unos campesinos aterrados. Cien años después, quizás
sea conveniente no sólo recordar a Paredes, sino rescatar los episodios que dieron origen a una guerra a muerte declarada
e implacable…" CONSALVI, Simón Alberto: El fusilamiento del general Antonio Paredes. BOLETÍN DE LA ACADEMIA
NACIONAL DE LA HISTORIA -http://www.anhvenezuela.org/boletin.php?cod=10. Ver:
http://libertadpreciadotesoro.blogspot.com/2009/01/el-fusilamiento-del-general-antonio.html

56
"… Después del 19 de abril de 1810, Piar se vinculó a la armada patriota. A la caída de la Primera República se refugió
en Trinidad. A las órdenes del general Santiago Mariño, desarrolla su carrera militar en el Oriente. Combatió contra Boves y
contra otros jefes españoles. En 1817 fue ascendido a General en Jefe. En el Congresillo de Cariaco se dividió el mando
único de Bolívar, y Piar apoyó la decisión. Fue despojado de todo mando por órdenes del Libertador. Capturado en Aragua
de Maturín fue conducido a Angostura. Un Consejo de Guerra designado por Bolívar lo condenó a muerte por
insubordinación, deserción, sedición y conspiración. Fue fusilado el 16 de octubre de 1817. Era un general de piel oscura,
de gran valor y popularidad entre las tropas. Bolívar tenía el poder de conmutarle la pena". En: CONSALVI, Simón Alberto:
Los fusilamientos políticos en Venezuela: El general Manuel Piar (I). Ver: http://runrun.es/historia/19806/los-fusilamientos-
politicos-en-venezuela-el-general-manuel-piar-i-por-simon-alberto-consalvi.html
57
Ver sentencia en la que se acuerda la extradición de Luis Posada Carriles, en:
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/scp/Mayo/E05-0188.htm.htm
58
Ver: http://es.wikipedia.org/wiki/Vuelo_455_de_Cubana
59
KANT, Inmanuel (1797): La metafísica de las costumbres. Editorial Tecnos. Madrid, 1989. Pág. 233.
60
PROVEA (Programa de Educación y Acción): El derecho a la vida. marco teórico y metodológico básico. En:
http://www.derechos.org.ve/pw/wp-content/uploads/Vida.pdf

38
61
Kenia posee un sistema jurídico mixto que mezcla el inglés de common law con la ley islámica.
62
Segundo Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP)
El Segundo Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, relativo a la abolición de la pena
de muerte, adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1989, es un tratado de ámbito mundial que
establece la abolición total de la pena de muerte, pero permite a los Estados Partes mantenerla en tiempo de guerra si
hacen una reserva a tal efecto en el momento de ratificar el Protocolo o adherirse a él. Todo Estado que sea Parte en el
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos puede convertirse también en Estado Parte de este Protocolo. En:
http://www.amnesty.org/es/death-penalty/ratification-of-international-treaties
63
Ver: http://www.upr-
info.org/database/index.php?limit=0&f_SUR=88&f_SMR=All&order=&orderDir=ASC&orderP=true&f_Issue=All&searchReco=
&resultMax=25&response=&action_type=&session=&SuRRgrp=&SuROrg=&SMRRgrp=&SMROrg=&pledges=RecoOnly
64
Kenia: 5ta. situación ante la Corte Penal Internacional. Ver http://iccnow.org/?mod=kenya&lang=es En:
http://amnistia.me/profiles/blogs/kenia-situaci-n-ante-la-corte-penal-internacional
65
Ver: www.amnesty.org y www.amistia.org.ve [2] Ver: www.worldcoalition.org [3] FERNÁNDEZ, Fernando M.: Los
crímenes previstos en el Estatuto de Roma. En: www.iccnow.org/espanol/documentos
66
Casos y situaciones : Desarrollos de la Corte en relación con otros países. La Corte abrió formalmente investigaciones en
ocho situaciones: la República Democrática del Congo, Uganda del Norte, Darfur (Sudán), República Centroafricana, Libia,
Kenia, Costa de Marfil y Mali. La Fiscalía de la CPI también está analizando información de diversos países de todo el
mundo para determinar si es necesario iniciar investigaciones. De acuerdo con las declaraciones públicas y oficiales de la
CPI, la Fiscalía está examinando al menos ocho situaciones en cuatro continentes: entre ellas Afganistán, Colombia, la
remisión de Comoras,Georgia, Guinea, Honduras, Corea del Sur y Nigeria. Hasta el momento, la Fiscalía ha publicado los
resultados de sus exámenes preliminares sobre los presuntos crímenes cometidos en Palestina, Irak y Venezuela. Ver:
Desarrollos de la Corte en relación con otros países. En: http://iccnow.org/?mod=developments
67
Ver: Ver http://iccnow.org/?mod=kenya&lang=es
68
“Kenia mantiene la pena de muerte por asesinato, robo a mano armada y la traición. Aunque Kenia ha sido parte en el
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP), desde 1972, se ha firmado ni ratificado el Primer Protocolo
Facultativo del PIDCP permite el derecho de petición individual, ni el Segundo Protocolo Facultativo del PIDCP objetivo a la
abolición de la pena de muerte. Kenya ratificó la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Derechos de 1992 y el
Protocolo de la Carta Africana sobre el establecimiento de la Corte Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos en
2004. En 2009, el presidente Kibaki conmutó las penas de todos los condenados a muerte en Kenia. La decisión afectó a
más de 4.000 presos en Kenia y se piensa que es uno de, si no, la mayor conmutación de penas de muerte en todo el
mundo…” Traducción libre del resumen aparecido en: The death penalty projet. Ver:
http://www.deathpenaltyproject.org/where-we-operate/africa/kenya/
69
“Un tribunal de Kenia ha condenado a un trabajador de un resort hotel a muerte tras declararlo culpable de estar en una
banda que asesinó a un turista británico y secuestraron a su esposa.,,” Ver: David y Judith Tebbutt: Kenya impone la pena
de muerte. En: http://www.bbc.com/news/uk-23497627
70
Amnistía Internacional: Condenas a muerte y ejecuciones 2013.
http://www.amnesty.org/en/library/asset/ACT50/001/2014/en/de5f86fc-1d8c-4cc3-85c2-0e6b4098ca1d/act500012014es.pdf
Publicado en 2014 por Amnistía Internacional. Secretariado Internacional
Peter Benenson House. 1 Easton Street. London WC1X 0DW. Reino Unido. © Amnesty International Publications 2014.
Edición en español a cargo de: CENTRO DE LENGUAS DE AMNISTÍA INTERNACIONAL. Valderribas, 13. 28007 Madrid.
España. www.amnesty.org
71
FERNÁNDEZ, Fernando M.: Por la abolición de la pena de muerte: “El 10 de octubre se celebró en el mundo entero el
Día Internacional contra la Pena de Muerte (ver: http://www.abolition.fr/ecpm/index.php ). Se trata de una campaña para
abolir dicha atrocidad al cambiar las leyes que la permiten. Nuestro aporte consiste en una reflexión sobre el tema a partir
del caso del venezolano de Dwight Sagaray, quien podría ser condenado a muerte en Kenia, en un caso en el que se le
acusa del presunto homicidio de una diplomática venezolana…” Ver: http://amnistia.me/profiles/blogs/por-la-abolici-n-de-la-
pena-de-muerte
72
Ver: http://www.abolition.fr/ecpm/index.php
73
“AMNISTÍA INTERNACIONAL (Sección Venezolana) SE PRONUNCIA CONTRA LA PENA DE MUERTE EN CUBA Y EL
RESTO DEL MUNDO: Amnistía Internacional ha calificado la pena de muerte como un cruel asesinato cometido por el
Estado (Ver: Cuando es el Estado el que mata. EDAI. Madrid, 1989). Amnistía Internacional repudia la aplicación de la pena
de muerte y rechaza cualquier justificación que intente legitimarla o adoptarla… El Siglo XXI deberá alcanzarse la total
erradicación del peor, el más desproporcionado, inútil y cruel castigo aplicado por el Estado por hechos delictivos”. En:

39
http://www.tuabogado.com/venezuela/hemeroteca/archivo/241-amnistia-internacional-seccion-venezolana-se-pronuncia-
contra-la-pena-de-muerte
74
Ver: http://www.amnistiacatalunya.org/edu/es/historia/pm.html
75
AMNISTÍA INTERNACIONAL: Error capital: la pena de muerte frente a los derechos humanos. EDAI. Madrd, 1996. Pág.
12.
76
Bentham, filósofo del Utilitarismo, fue quien identificó con mayor claridad la inutilidad de la pena capital, incluso en
momentos en los cuales dicha pena se aplicaba en público, bajo argumentos de ser disuasoria en la mente de quienes la
veían aplicar. “… Estos trágicos espectáculos traerán consigo graves incidentes, en donde la población que asiste al
espectáculo comienza a sufrir desmayos y convulsiones mortales. Debemos señalar que esta cruel justicia y las espantosas
relaciones suyas que se exponen, son el verdadero fundamento de aquella antipatía que se forma contra las leyes y lo
ministros que las imponen. La población sentirá despecho hacia la normativa y la autoridad, facilitando la multiplicación de
los delitos y favoreciendo la impunidad de los culpables. Bentham reflexiona sobre ello, haciendo un llamado de alerta y al
mismo tiempo, una crítica al rol de bienestar social que deben cumplir los gobiernos: "Un gobierno que quiere conservar
estas atroces penas, no puede alegar más que una sola razón para ello; y es que él ha hecho tan desastrada la condición
habitual de los pueblos, que ya no es posible contenerlos con moderadas penas" En: MONTEVERDE SÁNCHEZ,
Alessandro: La pena de muerte y sus aplicaciones técnicas en el pensamiento de Jeremías Bentham. Rev. estud. hist.-
juríd. no.35 Valparaíso nov. 2013. En: http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0716-
54552013000100023&script=sci_arttext#footnote-18051-1
77
BECCARIA, Cesare: De los delitos y de las penas (1764). Alianza Editorial. Madrid, 1968. Capítulo 28. Citado en:
http://www.amnistiacatalunya.org/edu/2/pm/pm-cites-c.beccaria.html
78
Ver: http://www.conseil-constitutionnel.fr/conseil-constitutionnel/root/bank_mm/espagnol/es_ddhc.pdf
79
"La hipótesis teórica en que se basa es la existencia de un nexo indisoluble entre garantía de los derechos
fundamentales, división de poderes y democracia. Sólo un derecho penal reconducido únicamente a las funciones de tutela
de bienes y derechos fundamentales puede, en efecto, conjugar garantismo, eficiencia y certeza jurídica. Y sólo un
derecho procesal que, en garantía de los derechos del imputado, minimice los espacios impropios de la discrecionalidad
judicial, puede ofrecer a su vez un sólido fundamento a la independencia de la magistratura y a su papel de control de las
ilegalidades del poder…" FERRAJOLI, Luigi: Derecho y razón. Op. Cit. Pág.10.
80
El artículo 202 constitucional define los Códigos como leyes que reúnen sistemáticamente una materia. En Venezuela
este principio se ha relajado de forma desproporcionada y extrema, habida cuenta de la legislación penal que consta de
caso 1.000 delitos tipificado en unas 90 leyes penales. En todo caso, la Parte General del Código Penal reúne los principios
básicos por los cueles esas leyes deben regirse, en concordancia con la Constitución y los Tratados Internacionales sobre
Derechos Humanos.
81
“… El presupuesto de la pena debe ser la comisión de un hecho unívocamente descrito y denotado como delito por la ley
y la hipótesis de acusación, de modo que resulte susceptible de prueba o de confutación judicial según la fórmula nulla
poena et nulla culpa sine iudicio… FERRAJOLI. ob cit. en: http://es.scribd.com/doc/3667573/LUIGI-FERRAJOLI-
DERECHO-Y-RAZON
82
El artículo 16 del Código penal soviético de 1922 mediante el cual se podían aplicar penas por hechos que fueran
similares a delitos que estuviesen tipificados. Esta norma fue abolida el 25 de diciembre de 1958, gracias a los “Principios
de la legislación penal” que incorporó algunas reformas de importancia en la URSS y Republicas federadas. Ver: KOS-
RABCEVICZ, Ludwig: La reforma del derecho penal en la Unión Soviética. En:
http://www.juridicas.unam.mx/publica/librev/rev/indercom/cont/36/el/el4.pdf
83
“En la Alemania Nazi fue instaurado un principio similar a partir de la reforma del artículo 2º del Código Penal por la ley
del 28 de junio de 1935. Dicho artículo quedó redactado de la siguiente forma:
“Será castigado quien cometa un hecho que la ley declara punible o que merezca castigo según el concepto básico de una
ley penal y según el sano sentimiento del pueblo (gesundes Wolksempfinden). Si ninguna ley penal determinada puede
aplicarse directamente al hecho, éste será castigado conforme a la ley cuyo concepto básico corresponda mejor a él”.
Según la interpretación oficial de esta norma hecha por Leopold Schaefer, el juez que conozca de un delito debe disponer
de la facultad de franquear los límites de la ley escrita, convirtiéndose, de este modo, en “aliado comprensivo del legislador”.
La referencia al “sano sentimiento del pueblo” en que se basaban los jueces alemanes, constituye una idea vaga e
imprecisa tanto como la “conciencia revolucionaria” o “socialista”, de la que se valía el juez ruso para aplicar el Código
Penal soviético…” Ver: ROJAS, Ricardo: Cuba: El uso de la Ley Penal como un instrumento de control social. En:
http://www.elveraz.com/articulo742.htm
84
Esto supone que la propia Constitución impone un tipo penal excesivamente abierto, al modo del estado de peligrosidad
de los regímenes totalitarios antes examinados. Por su parte, el artículo 1º del Código Penal dispone entre sus objetivos:
“contribuir a formar en todos los ciudadanos la conciencia del respeto a la legalidad socialista, del cumplimiento de los
deberes y de la correcta observancia de las normas de convivencia socialista”. La segunda parte de este artículo ordena
que a estos efectos, el Código “especifica cuáles actos socialmente peligrosos son constitutivos de delito y cuales
conductas constituyen indicios de peligrosidad, y establece las sanciones y medidas de seguridad aplicables en cada

40
caso”… Ver: ROJAS, Ricardo: Cuba: El uso de la Ley Penal como un instrumento de control social. En:
http://www.elveraz.com/articulo742.htm
85
Esta polémica concepción fue “desarrollada por Kant y Hegel cuya fundamentación de la pena pública, fue la base que
permitió la sistematización de la teoría del delito, (elaborada a partir de la teoría de las normas de Binding) concibe al delito
como al negación del derecho, y a la pena, como al negación de la negación, como anulación del delito, como
reestablecimiento del derecho, entiende que al superación del delito es el castigo…” En:
http://www.congreso.gob.pe/historico/cip/materiales/extorsion/Teorias_pena_investigacion.pdf
86
FERRAJOLI, Luigi: El derecho penal mínimo. En:
http://www.derechopenalenlared.com/docs/ferrajolielderechopenalminimo.pdf
87
BECCARÍA, César: Tratado de los delitos y de las penas.
http://www.antorcha.net/biblioteca_virtual/derecho/beccaria/indice.html
88
“En cambio, el Marqués de Beccaria por el sentimentalismo compasivo de un humanitarismo afectado (compassibilitas),
ha sostenido que toda pena de muerte es ilegal porque no podría estar contenida en el contrato civil originario; pues en ese
caso cada uno en el pueblo hubiera tenido que estar de acuerdo en perder su vida si matara a otro (del pueblo); pero este
consentimiento es imposible porque nadie puede disponerm de su vida. Todo esto es sofistería y rabulismo…”. KANT,
Inmanuel (1797) : La metafísica de las costumbres. Editorial tecnos. Madrid, 1989. Pág. 171.
89
KANT, Op. Cit. Págs. 167 y 168.
90
"No obstante, la teoría de la retribución ya no se puede sostener hoy científicamente… La idea de que se pueda
compensar o suprimir un mal (el delito) causando otro mal adicional (el sufrimiento de la pena), solo es susceptible de una
creencia o fe, a la que el Estado no puede obligar a nadie desde el momento en ya no recibe su poder de Dios, sino del
pueblo…" ROXIN, Claus: Derecho Penal. Parte general. Editorial Civitas, Madrid. 1997. Pág. 84
91
Cita de las memorias de Francisco de Miranda en: QUINTERO, Inés: El hijo de la panadera. Editorial Alfa. Caracas, 2014.
Pág. 93.
92
"Las teorías mixtas o unificadoras o de la unión, que antes fueron absolutamente dominantes y que todavía hoy son
determinantespara la jurisprudencia, consisten en una combinación de las concepciones discutidas hasta ahora". En:
ROXIN, Claus: OP.Cit. Pág. 93.
93
ARISTÓTELES: Ética nicomáquea. Libro II N° 6. Naturaleza del modo de ser. Editorial Gredos. Madrid, 1985. Pág. 169.
94
Ver: Delitos juzgados por el Tribunal de la Inquisición. En: http://www.congreso.gob.pe/museo/inquisicion/delitos-
juzgados1.pdf
95
"Lapidación La ejecución por lapidación suele llevarse a cabo estando el condenado enterrado hasta
el cuello o inmovilizado por algún medio. La muerte puede ser causada por lesiones en el cerebro, por asfixia o por una
combinación de lesiones. Como una persona puede soportar golpes fuertes sin perder el conocimiento, la lapidación suele
producir una muerte lenta.
En Irán, uno de los países que incluyen la lapidación en su legislación penal, el procedimiento está concebido para asegurar
que la muerte no se produce a causa de una única pedrada. El artículo 119 del Código Penal Islámico de Irán (Hodoud y
Qisas) establece: «En la pena de lapidación, las piedras no deben ser tan grandes que la persona muera al primer o
segundo golpe; tampoco deben ser tan pequeñas que no se puedan
definir como piedras». Un presunto testigo ocular de una lapidación en Irán describió así su experiencia: «El
camión depositó un gran montón de piedras grandes y pequeñas junto al erial, y luego dos mujeres vestidas de blanco y
con la cabeza tapada por un saco fueron conducidas al lugar [...] la lluvia de piedras que cayó sobre ellas las dejó
convertidas en dos sacos rojos [...]. Las mujeres heridas cayeron al suelo y los guardias revolucionarios les golpearon la
cabeza con una pala para asegurarse de que estaban muertas». En agosto de 1997, Zoleykhah Kadhoda fue lapidada en
público en Irán. Tras certificarse su muerte fue trasladada al depósito de cadáveres. Sorprendentemente, cuando ya estaba
en el depósito se reanimó, por lo que fue trasladada a un hospital, donde parece ser que su estado mejoró. AI no ha logrado
averiguar qué fue de ella a partir de entonces". En: AI. Error capital La pena de muerte frente a los derechos humanos. Op.
Cit. Pág. 87

91 “Las personas casadas que cometen adulterio son condenadas a muerte por lapidación, y aquellas que no están
casadas son punibles por flagelación. Si un hombre soltero comete adulterio con una mujer casada, o viceversa, el casado
será lapidado y el soltero flagelado”. En: Sami A. Aldeeb Abu-Sahlieh: Las sanciones en el derecho musulmán y su
influencia en el derecho de los países árabes. Sistema de control penal y diferencias culturales. Anuario de Derecho Penal
2010. Pág. 13. En: http://perso.unifr.ch/derechopenal/assets/files/anuario/an_2012_08.pdf
97
“En el derecho musulmán, las sanciones están previstas en el Corán, que es la principal fuente del derecho, sobre todo
en la parte medinesa que fue revelada después de la creación del Estado islámico entre los años 622 y 63. Las sanciones
son difíciles de encontrar en el Corán, ya que este no está dispuesto en orden cronológico o temático, sino según la
dimensión de los capítulos. Para encontrarlas es necesario contar con una tabla analítica jurídica del Corán. Además del
Corán, se encuentran las colecciones de la Sunna de Mahoma, que relata sus palabras, acciones y gestos. La Sunna de

41
Muhammad es la segunda fuente del derecho; se impone a los musulmanes, en virtud del Corán: «Obedeced a Alá y al
Enviado. No le volváis la espalda [...] Alá no ama los in2eles que no creen en él!»; y «Quien obedece al mensajero de Dios
obedece a Dios».” En: Sami A. Aldeeb Abu-Sahlieh. Op. Cit. Pág. 4.
98
“… Los juristas musulmanes clásicos distinguen dos categorías de delitos: – Los delitos punibles con «penas fjas» (had)
previstos por el Corán o la Sunna de Mahoma. Esta categoría incluye los siguientes delitos: hurto, asalto, insurrección
armada, adulterio, acusación de adulterio, consumo de bebidas fermentadas, apostasía y agresión contra la vida o la
integridad física. Las penas previstas para sancionar estos delitos se aplican siguiendo condiciones estrictas que varían
según las escuelas. Estos delitos son imprescriptibles. – Los delitos punibles con «penas discrecionales» (ta’zir). Esta
categoría incluye los delitos antes mencionado, en ausencia de una de sus condiciones. También incluye los delitos no
previstos en la primera categoría. Si se cumplen las condiciones de un delito, el culpable no puede obtener la gracia
(revisión de la pena, total o parcialmente, o conmutación en una pena más leve). Esto se deriva del versículo coránico:
«Esas son las leyes de Dios ¡No las violéis! Y quienes violen las leyes de Dios serán los opresores». En: Sami A. Aldeeb
Abu-Sahlieh. Op. Cit. Págs. 4 y 5.
99
Ver: http://www.philosophica.info/voces/pena_de_muerte/Pena_d
100
http://es.wikipedia.org/wiki/Evangelio_seg%C3%BAn_Juan
101
http://es.wikipedia.org/wiki/Lapidaci%C3%B3n#cite_note
102
Citado por: GARCÍA, José Juan: La pena de muerte. En:
http://www.philosophica.info/archivo/2011/voces/pena_de_muerte/Pena_de_muerte.html#toc10
103
“… Fue San Agustín quien introdujo la figura jurídica de la intercesión episcopal (intercessio episcopalis). Con el pasar
del tiempo se convirtió en un “verdadero derecho de intercesión”, que permitía al papa o al obispo del lugar interceder de
oficio en favor de los condenados a muerte para obtener una conmuta de pena. Por tanto, con toda tranquilidad se puede
decir que Agustín ha sustancialmente aceptado la pena de muerte como derecho del Estado, y al mismo tiempo ha bregado
por una humanización de las penas, por una cierta superación de la necesidad de la sociedad de recurrir a la pena capital.
Lícita en principio, pero más bien de excluir a la hora de la praxis [García 2010: 117]…” GARCÍA, José Juan: La pena de
muerte. En: http://www.philosophica.info/archivo/2011/voces/pena_de_muerte/Pena_de_muerte.html#toc10
104
Ver el muy interesante análisis y recuento histórico del debate teológico que hace GIUDICE, Hernán: Argumentos
racionales y bíblicos sobre la pena de muerte en la patrística. En: http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0049-
34492011000100017&script=sci_arttext
105
“… En el mensaje navideño de 1998, Juan Pablo II pedía que «la navidad refuerce en el mundo el consenso sobre
medidas urgentes y adecuadas para detener la producción y el comercio de armas, para defender la vida humana, para
desterrar la pena de muerte…» [Mensaje Urbi et Orbi en la solemnidad de la navidad, 25-12-1998]. En la misma línea, el
discurso de Juan Pablo II en Saint Louis, EE. UU. en 1999: «Renuevo el llamamiento que hice en estas navidades, con
vistas a un consenso que permita abrogar la pena de muerte, tan cruel como innecesaria» [Homilía en Trans World Dome,
de Saint Louis (27-1-1999)]…” Citado por: GARCÍA, José Juan: La pena de muerte. En:
http://www.philosophica.info/archivo/2011/voces/pena_de_muerte/Pena_de_muerte.html#toc10
106
Ver: Mitos y verdades de la Inquisición. En:
http://www.rtve.es/television/20131021/mitos-verdades-inquisicion/771820.shtml
107
Ver: http://www.berdichev.org/jewish_history_4.htm , http://www.herodote.net/5_septembre_1793-evenement-
17930905.php y http://calenda.org/189936
108
RUMMEL, R.J: Death By Government. Transaction Publishers, 1997. Accesible en:
http://www.hawaii.edu/powerkills/NOTE1.HTM
109
HARFF, Barbara. Genocide Politicide, Integrated Network for Societal Conflict Research (INSCR), University of Maryland
110
FERNÁNDEZ, Fernando M.: ¿Qué es un democidio? En: http://amnistia.me/profiles/blogs/que-es-un-democidio
111
Holodomor: Matanza por hambre, que fue la hambruna producida por Stalin, no por la naturaleza, más grande que se
conoce hasta ahora. Este hecho fue producido por las órdenes de Stalin y al accionar de la URSS contra los Kulaks de
Ucrania y el proceso de colectivización de la economía llamado deskulakización que consistía en la eliminación de esta
forma de organización económica y social tradicional existente en ese país desde hacía siglos, que consistía en pequeñas
formas de dominación “burguesa” de campesinos ricos propietarios de tierras sobre los pobres campesinos siervos. Los
cálculos más modestos hablan de 7 millones de ucranianos muertos por padecimiento de hambre. Hay quienes hablan de
12 millones. En todo caso, no hay estadísticas que confirmen con precisión alguna los extremos citados, por causa el
secretismo de la URSS y la inaccesibilidad de los archivos secretos soviéticos. Para mayor información, ver: BRUNETAU,
Bernard: El siglo de los genocidios. Alianza Editorial. Madrid, 2006, Págs. 153 a 168.
“El Holodomor fue una de las tragedias humanas por hambre más grandes en la Historia. Durante este genocidio murieron
más de 9 millones de personas. Entre las víctimas se contabilizaron 7 millones de ucranianos, 1 millón de norcaucásicos y 1

42
millón de kazakos. Además la hambruna afectó hasta un total de 40 millones de personas en toda la URSS…” En:
http://www.eurasia1945.com/acontecimientos/crimenes/holodomor-genocidio-en-ucrania/
Ver también: http://www.holodomor.org.uk/ ; http://celaforum.nuevamayoria.com/DATA/es/noticia.051125.php ;
http://www.infobae.com/2014/05/06/1562211-el-holodomor-cuando-rusia-asesino-7-millones-ucranianos ;
http://www.eurasia1945.com/acontecimientos/crimenes/holodomor-genocidio-en-ucrania/
112
http://www.hawaii.edu/powerkills/NOTE1.HTM
113
RUMMEL R.J.: Death by government. Definition of democide. En: https://www.hawaii.edu/powerkills/DBG.CHAP2.HTM
114
FERNÁNDEZ, Fernando M.: Crímenes de Odio: forma extrema de intolerancia que debe erradicarse. En:
http://amnistia.me/profiles/blogs/crimenes-de-odio-forma-extrema
115
Casi un 90% de los delitos de odio en Europa no se denuncian. Ver
http://http://sociedad.elpais.com/sociedad/2014/07/11/actualidad/ 14... y
http://http//sociedad.elpais.com/sociedad/2014/07/11/actualidad/1405071261_649617.html
116
“Un linchamiento es la ejecución sin proceso legal por parte de una multitud, a un sospechoso o a un reo. Puede
producirse sin llegar a causar la muerte a la víctima, aunque esa suele ser la intención inicial de la agresión. La palabra
tiene su origen en el vocablo inglés lynching, al parecer originado a partir del apellido irlandés Lynch. Existen dos teorías al
respecto. La primera, que se debe a James Lynch Fitzstephen, alcalde de Galway (Irlanda) en el siglo XV, quien se hizo
famoso cuando en 1493 hizo ahorcar a su propio hijo tras acusarlo del asesinato de un visitante español1 2 . La segunda
teoría se refiere a Charles Lynch, juez del estado estadounidense de Virginia en el siglo XVIII, quien en 1780 ordenó la
ejecución de una banda de conservadores (tories) sin dar lugar a juicio…” En: http://es.wikipedia.org/wiki/Linchamiento
117
“Pogromo es una palabra rusa que designa un ataque, acompañado de la destrucción, el saqueo de los bienes , el
asesinato y violación , cometida por un sector de la población en contra de otro . En la moderna historia pogromos rusos
han sido perpetrados contra otras naciones (armenios, tártaros) o grupos de habitantes (intelectualidad) . Sin embargo,
como un término internacional, la palabra " pogromo " se emplea en muchos idiomas para describir específicamente los
ataques acompañados de saqueos y derramamiento de sangre en contra de los Judíos en Rusia. La palabra designa más
particularmente los ataques llevados a cabo por la población cristiana contra los Judíos entre 1881 y 1921 , mientras que las
autoridades civiles y militares se mantuvieron neutrales y, ocasionalmente, siempre que su apoyo secreto o abierto. Los
pogromos tuvieron lugar en períodos de grave crisis política en el país y estaban vinculados a la agitación social y la
incitación nacionalista en Europa del Este…” Traducción mía tomada del original en:
http://www.jewishvirtuallibrary.org/jsource/judaica/ejud_0002_0016_0_15895.html Ver también:
http://www.berdichev.org/jewish_history_4.htm
118
FERNÁNDEZ, Fernando M.: Crímenes, delitos y faltas vigentes en Venezuela. Edit. Livrosca/ Baker & McKenzie.
Caracas, 2003.
119
El año pasado Cofavic monitoreó 392 casos de presuntas ejecuciones extrajudiciales: "75% de las víctimas eran
menores de 25 años". Ortega advierte un fenómeno: "Tanto en grupos tradicionalmente vulnerables como en otros que no
lo son, como los policías, la tendencia a convertirse en víctimas va creciendo. Si revisamos las cifras del Ministerio Público
encontramos que de 2006 a 2010, 93% de los casos de denuncias por violaciones a los derechos humanos terminaron en
sobreseimiento o archivos fiscales. Nada más en 2011, 97% de las denuncias terminaron así". Y asoma conclusiones: "El
aumento de la impunidad en general y en violaciones de los derechos humanos está ligado al déficit institucional. La
anomia, la desaparición progresiva del Estado y la impunidad inciden en el aumento de la violencia". Un aumento que no se
conoce del todo porque sí hay una "cifra negra": la poca estadística oficial y la que manejan las ONG's no incluyen los casos
considerados como "enfrentamientos policiales" o en investigación. De modo que los asesinados son muchos másVer:
http://amnistia.me/profiles/blogs/potencia-homicida-2 Por Oscar Medina
120
“… El mito de la horda primitiva descrito por Freud en Totem y tabú (1912-13) es el siguiente: en el origen existía una
horda en la que un macho jefe reinaba sobre sus hijos y tenía el monopolio de las mujeres. Los machos jóvenes se
rebelaron y mataron al macho viejo. En el après-coup, los remordimientos y el temor invistieron a este viejo jefe con el
nombre de padre y, correlativamente, a los jóvenes con el nombre de hijos. Tras el asesinato del padre, los hijos comieron
su cuerpo, comida canibálica que después se perpetuaría en la comida totémica, donde la víctima consumida es un
animal…” EN: http://www.tuanalista.com/Diccionario-Psicoanalisis/5598/Horda-primitiva.htm
121
“Existen cuatro diferentes formas en que la muta puede aparecer: 1. Muta de caza.- su objetivo es ir en contra de un
animal, ya que lo quieren como una presa y dependiendo de ésta es el comportamiento de la muta. 2. Muta de guerra.- ésta
va en contra de otra muta de hombres a la cual atacan. 3. Muta de lamentación.- cuando fallece algún integrante de la muta,
todos se reúnen en un estado de luto. 4. Muta de multiplicación.- se forman porque el mismo grupo decide que necesitan
ser más. Se representa en forma de danzas en un sentido mítico…” En: http://www.buenastareas.com/ensayos/Masa-y-
Poder/1430417.html
122
“Porque nadie castiga a los malhechores –sostiene (Platón) en el Protágoras– prestando atención a que hayan
delinquido, a no ser que se vengue irracionalmente como un animal. El que intenta castigar, con razón, no se venga a causa
del crimen cometido –ya que no se puede lograr que lo hecho sea deshecho–, sino con vistas al futuro, para que no se obre
mal nuevamente, ni este mismo ni otro, al ver que éste sufre su castigo. Y el que tiene ese pensamiento piensa que la virtud

43
es enseñable, pues castiga a efectos de disuasión, de modo que tienen semejante opinión cuantos castigan en público o en
privado.” En: COFRÉ LAGOS, Juan Omar: La dimensión filosófica y moral de la pena. Valdivia, Revista de Derecho. Vol XII.
Diciembre 2001. Ver: http://mingaonline.uach.cl/scielo.php?pid=S0718-09502001000200008&script=sci_arttext
123
“...Es manifiesto por eso que el derecho de la república (esto es, de aquél o aquellos que la representan) a castigar no se
funda sobre ninguna concesión o regalo de los súbditos......” Véase Hobbes, Thomas: Op. Cit. Págs. 386.

“...Una pena es un mal inflingido por la autoridad pública a quien ha hecho u omitido lo que esa misma autoridad
124

considera una transgresión a la ley. A fin de que la voluntad de los hombres esté por ello mismo mejor dispuesta a la
obediencia...” Véase Hobbes, Thomas. Op. Cit. Pág. 386.
125
El título original de la obra fue Leviathan, or the Matter, Form and Power of a Commenwealth, Eclesiastical and Civil.
París, 1651. Dicha obra fue escrita en esa ciudad francesa, debido a su huida del gobierno de Oliver Cromwell. Véase:
Hobbes, Thomas. Enciclopedia Hispánica. Enciclopedia Britannica Publishers, Inc. México, 1990. Tomo 8.

“...Con lo cual no se le concedió, sino que se le abandonó a él (estado) ese derecho (de castigar) y sólo a él...” Véase:
126

Hobbes, Thomas. Op. Cit. Pág. 387.


127
“...De la definición de pena deduzco, en primer lugar, que ni las venganzas privadas ni las injurias de hombres
particulares pueden considerarse propiamente penas, porque no proceden de autoridad pública.” Véase Hobbes, Thomas.
Op. Cit. Pág. 387.
128
En: LOCKE, John: Segundo Tratado sobre el Gobierno Civil. Traducido por Carlos Mellizo del original The Second
Tratise of Civil Government. An Essay Concerning the True Original, Extent and End of Civil Government (1690), editado por
Alianza, Madrid, 1996, el cual es la versión póstuma al autor en 1764.
129
Ver: http://www.amnesty.org/es/death-penalty/ratification-of-international-treaties y
https://www.amnesty.org/download/Documents/ACT5079552018SPANISH.PDF

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