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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN


UNIVERSITARIA
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL ROMULO GALLEGOS
AREA DE CIENCIAS POLITICAS Y JURIDICAS
PROGRAMA MUNICIPALIZADO DE FORMACIÓN EN DERECHO
AULA TERRITORIAL ARAGUA-MARACAY
UNIDAD CURRICULAR
SECCIÓN 6

HISTORIA DE LA CRIMINOLOGÍA

TRIUNFADOR:
William Uzcátegui
CI: 11.704.339
0412-4777050

william.uzcateguib@gmail.com
FACILITADOR: Félix Requena

ABRIL 2023
HISTORIA DE LA CRIMINOLOGIA

PERIODO PRE-POSITIVISTA

Período preparatorio para la aparición de los clásicos, y luego la corriente positivista


dirige sus estudios al delincuente, a las causas y origen de la conducta criminal. Luego
de esa preparación surge la criminología como ciencia.
En esta etapa se destacan dos corrientes:
1) Científica, afirma que el determinismo de la conducta humana es base y
fundamento del Derecho Penal Clásico;
2) Política que hará nacer el Derecho Penal clásico a través de las obras de
Montesquieu, JJ Rousseau y Beccaria.
CESAR BECCARIA: En su obra “De los delitos y de las penas”, critica las leyes
imperantes que califica de “heces de los siglos bárbaros”. Dice: “el verdadero derecho
de castigar radica en la necesidad de defender las (libertades) convenidas, para el
sostenimiento de la comunidad política”.
Combatió la pena de muerte y sólo la admitió por excepción (anarquía, o seguridad de
Estado). Se opuso a la proscripción, la confiscación, las penas infamantes, la tortura,
el procedimiento inquisitivo. Sostiene que las leyes penales deben ser redactadas con
claridad y las penas equivalentes al mal causado, aplicadas por autoridades distintas
a las que intervinieron en su elaboración.
Afirmó que el robo es un delito cometido generalmente por la gente pobre y que es
mejor prevenirlos que penarlos. El temor a la pena debe surgir de la misma ley y no
del funcionario encargado de aplicarla. Su obra inspiró serias reformas en las leyes
penales. Catalina II de Rusia en la reforma de la Constitución, María Teresa de Austria
para abolir las torturas, Pedro Leopoldo de Toscana en la reforma penal de su país,
Luis XVI suprimió las torturas. La Revolución Francesa, acogió sus postulados en la
Declaración de los Derechos del Hombre y en los Códigos Penales de Francia.
La influencia de la obra de Beccaria produjo cambios en el Derecho Penal, haciéndolo
más humano y compasivo, más individualista y lo dulcificó, suavizando y humanizando
las penas.
ESCUELA CLÁSICA DE CRIMINOLOGÍA

El Derecho Penal se construye, de las ideas filosófico-político, a la labor científica y


son los científicos con tinte liberal los más sobresalientes. Italianos (Romagnosi)
ingleses (Bentham), y alemanes (Feuerbach). La Escuela de Derecho Penal Liberal
surgida en Francia defendía la libertad en diversos sentidos, como la Declaración del
26 de agosto de 1789, Las leyes no tienen derecho a prohibir nada más que las
acciones nocivas a la sociedad, asimismo, la ley debe ser igual para todos, lo mismo
cuando protege que cuando castiga.
Más tarde esta escuela es denominada Clásica por Ferri. Giovanni Carmignani y
Francisco Carrara, sistematizan el Derecho Penal, expresado en normas (Derecho
Positivo).
Esta escuela se desarrolló sobre la base de la Ilustración. Todo individuo, según sea
su potencial de comportamiento, está siempre en condiciones de comportarse de un
modo desviado, pero son condiciones específicas las que conducen al
comportamiento realmente desviado. El centro del análisis no está en el actor, sino en
el acto.
El aporte esencial y decisivo de esta escuela es la sentencia de Carrara “el delito no
es un ente de hecho, sino un ente jurídico”. Para que exista delito, tiene que haber
violación de alguna disposición de la ley penal.
En el siglo XVIII, se rechaza la autoridad divina como conductora del Estado. El
sistema de justicia criminal que imperaba a mediados del siglo XVIII, daba un poder
penal ilimitado al Estado; ejemplo: los jueces interpretaban las leyes arbitrariamente;
los juicios, las acusaciones y las sentencias eran secretas; no se daba derecho a la
defensa; la tortura era el medio lícito para arrancar la confesión, como reina de las
pruebas; los jueces definían la traición, creando a su arbitrio nuevos delitos; se
aplicaba pena capital a 250 delitos, entre ellos el de opinión (Voltaire); las ofensas
menores eran castigadas con la picota, azotes, estiramiento, el potro y la
desmembración; el ahorcamiento en público.
Los reformistas clásicos buscaron poner límite a los abusos que en nombre del
sistema criminal se cometían. César Beccaria con su filosofía penal, y John Howard
con su lucha de humanización penitenciaria, inician el movimiento de reforma en este
campo.

EL POSITIVISMO ITALIANO: La escuela positivista considera que existen


consideraciones biológicas (hereditarias generalmente) que predisponen a la
delincuencia, es por ello que se divide en tres tipos de Positivismo: Biológico,
Psicológico y Social.
CESAR LOMBROSO: Cesare Lombroso, considerado el padre de la Criminología,
elaboró una teoría sobre los tipos de delincuentes que sirvió como herramienta para
elaborar perfiles durante mucho tiempo.
A lo largo de la historia, las distintas corrientes de estudio en la Criminología han
buscado explicar el complejo fenómeno de la criminalidad. La preocupación por
entender los motivos que llevan a una persona a cometer un acto criminal ha hecho
que los expertos desarrollen teorías y definan posibles acciones preventivas e
intervenciones cuando ya se ha cometido el hecho; también a clasificar los tipos de
delincuentes o criminales.
La teoría de Cesare Lombroso, criminólogo y médico italiano que fundó la Escuela
Positivista criminológica, sostiene que la criminalidad está ligada a causas físicas y
biológicas. El criminólogo italiano defiende que un delito es el resultado de los
impulsos o tendencias innatas de una persona y que pueden observarse ciertos rasgos
físicos en los delincuentes habituales. Estos rasgos van desde asimetrías craneales
hasta la forma de la mandíbula o de las orejas.
Su obra también menciona factores externos como el clima, el grado de civilización,
la densidad de la población o la posición económica de la persona. Lombroso
condensó sus teorías sobre los rasgos criminales de las personas en el que se
considera el primer tratado sistematizado en esta área.
ENRICO-FERRI: El criminalista italiano Enrico Ferri resumió y sistematizó en
Sociología criminal (1900) sus ideas sobre criminología y derecho penal, diseminadas
anteriormente en innumerables monografías. En la introducción enuncia Ferri los
principios de la escuela criminal positiva; la gran escuela clásica de Beccaria y de
Carrara, afirma, se ha perdido en estériles especulaciones metafísicas, resumidas en
la fórmula carrariana de que el delito es un ente jurídico.
Pero, para el autor, los tiempos plantean una nueva exigencia, nacida de un fenómeno
cotidiano: el aumento de la delincuencia. Tal exigencia impone el estudio del
delincuente, tanto desde el punto de vista antropológico como del psicológico. Lo
mismo puede decirse respecto de las penas. La escuela penitenciaria de Howard ha
dirigido los métodos de Carrara hacia metas más humanitarias, olvidando sin embargo
la higiene criminal, esto es, la prevención de los delitos. Frente a ello, la escuela
positiva aplica el método experimental a la ciencia criminal, sin entender destruir con
esto los resultados de las escuelas anteriores, sino integrarlos y renovarlos. Así como
en la medicina la nueva dirección se ha desplazado del examen de la enfermedad al
del enfermo, así en la criminología lo ha hecho del delito al delincuente. Por tanto, al
problema de la disminución de la pena contrapone el de la disminución de los delitos,
y al estudio abstracto del delito como ente jurídico contrapone el estudio del delito
como fenómeno natural y social. Así, pues, ha de examinarse la actuación del
delincuente a la luz de varios factores: psicopatológicos, ambientales, hereditarios,
etc.
Expone primero Enrico Ferri los datos de la "Antropología criminal", que es la "historia
natural del hombre delincuente". Ella ha demostrado que el delincuente es "un salvaje
perdido en nuestra civilización", esto es, una variedad antropológica con existencia
propia que representa las razas inferiores, a causa de degeneración, retorno atávico
o desarrollo insuficiente. El hombre delincuente es estudiado bajo dos aspectos: el
orgánico y el psíquico. Del lado orgánico interesan los datos craneológicos y somáticos
(reacción fisiológica, sensibilidad al dolor, etc.) que son el fundamento de la herencia
criminal. Los datos psíquicos fundamentales son la insensibilidad moral y la
imprevisión.
El delincuente no es un tipo abstracto: presenta variedades que pueden clasificarse.
Hay que distinguir sobre todo al delincuente habitual del ocasional. A este propósito,
la estadística de la recidiva general y de la recidiva en las varias especies de crímenes
confirma indirectamente la observación de que, del número total de delincuentes, sólo
una parte presenta anormalidades individuales que la antropología ha revelado. Sobre
esta clasificación surge otra, más completa y específica, entre delincuentes "locos"
(afectos de imbecilidad moral, epilépticos, etc.), "natos" (los "salvajes" de que
acabamos de hablar), "habituales" (generalmente corrompidos sociales), "pasionales"
(temperamentos morales, pero hipersensibles) y "ocasionales" (que llegan a la
delincuencia por incentivos externos).
Se consideran después los datos de la estadística criminal. Tres son los factores que
influyen sobre la criminalidad de un pueblo dado: antropológicos o individuales, físicos
o cosmotelúricos, y sociales. Estos últimos determinan las variaciones estadísticas de
la criminalidad en el tiempo. De la acción combinada de estos factores se desprende
la ley de "saturación criminosa", según la cual en un ambiente social dado se comete
un determinado número de delitos. Las penas, tal como son aplicadas, ejercen por
tanto una influencia mínima sobre la criminalidad, influyendo psicológicamente sólo
sobre la clase social fundamentalmente honesta. Es preciso recurrir, por tanto, a
remedios de otro orden: a los "sustitutivos penales", o sea, a medios indirectos para
impedir las condiciones favorables a la criminalidad.
RAFAEL GAROFALO: Raffaele Garofalo (1851-1934) fue un jurista italiano experto
en criminología. Además, fue el primer autor en utilizar este término para referirse a la
ciencia de estudiar a los delincuentes, delitos y controles sociales pertinentes a un
crimen o a un potencial crimen. Sus posturas iban en contra de lo que se creía correcto
por parte de la Escuela Clásica de la criminología.
Llevó la contraria a las ideas de su maestro Cesare Lombroso, quien había sido
considerado el padre de la criminología en su momento. Garofalo difirió de la creencia
vigente a mediados del siglo XIX en la que se afirmaba que los crímenes tenían raíces
puramente antropológicas.
Según la teoría del autor, los crímenes combinaban la antropología con la psicología.
Sus aportes dieron una nueva visión de la delincuencia a los criminólogos y es
considerado uno de los autores más importantes de esta ciencia hasta el día de hoy.
Se tiene poco registro de la vida de este criminólogo, pero se sabe que Raffaele
Garofalo nació el 18 de noviembre de 1851 en Nápoles, Italia.
Dedicó su vida al estudio de las leyes y desarrolló la teoría positivista de la
criminología, en contraposición con las ideas tradicionales de la época.
Tras obtener su título de abogado estudió criminología con Cesare Lombroso, el
padre de esta ciencia. Según Lombroso, los factores principales que llevaban a
las personas a cometer crímenes eran antropológicos. Las ideas de Garofalo
fueron consideradas pertenecientes a la escuela positivista y combinó las de su
maestro con la psicología.
Garofalo trabajó como magistrado en el sistema judicial italiano, actuó como
senador de la república e incluso llegó a ser nombrado ministro de Justicia en
1903.
La práctica de Lombroso estaba estrechamente ligada a la ciencia. De hecho, fue
considerado un pionero de la criminología por conectar al crimen con las
evidencias científicas.
Sin embargo, Garofalo pensaba que un acto de violencia era considerado un
crimen cuando violaba la naturaleza humana. Tras dedicar su vida a la
criminología, Garofalo falleció en su ciudad natal el 18 de abril de 1934.
Aportes de Garofalo a la criminología:
El maestro de Garofalo consideraba que los atributos físicos (como el tamaño de la
mandíbula) estaban relacionados con la probabilidad de que una persona cometiera
un crimen. Veía esto como una influencia antropológica, pues pensaba que ciertos
atributos estaban atados a los pensamientos.
Garofalo estuvo de acuerdo con su maestro en muchas cosas. Una de estas era el
rechazo a los pensamientos tradicionales que definían a los criminales como “esclavos
de sus impulsos” y personas que no tenían control total de sus acciones.
Al haber actuado como miembro del sistema judicial italiano, entendió muchos de los
problemas que existían en la criminología y su tiempo como ministro le sirvió de base
para la presentación de sus ideas futuras.
Definición de un crimen:
Garofalo comenzó a definir la tendencia criminal de cada individuo como una violación
al estado natural de las cosas, más allá de una violación de las leyes en sí.
Según este concepto, consideró como un crimen a un acto determinado si este
rompía con una de dos condiciones naturales: la probidad, que es el estado
natural de una persona en el que mantiene su honestidad e integridad; y la piedad,
que en este caso se refiere a la compasión que puede tener el criminal por el
prójimo.
Además, introdujo otro concepto para referirse a delitos menores que no atentaran
directamente contra la integridad humana.
Estos actos eran considerados “violaciones técnicas de la ley” y, por tanto, el castigo
no era tan severo. Según este concepto, estos actos podían ser solucionados
mediante el empleo de multas o sanciones.
Sin embargo, Garofalo pensaba que los actos más graves debían ser castigados con
severidad, para proteger a la sociedad de un peligro latente.

LA ESCUELA SOCIOLÓGICA FRANCESA: La Escuela Francesa surge como una


reacción a las ideas de la Escuela Italiana Lombroso- Garófalo- Ferri; la cual trata de
explicar la conducta antisocial como consecuencia del medio que rodea al individuo,
rechazando el criterio biologista que impuso esta Escuela (el delito es hereditario). La
escuela se inicia en Francia y Bélgica; luego surgió en Inglaterra y Alemania. Su
máximo postulado era que el delito se correlaciona con la pobreza y otros factores
criminógenos, pero esto factores sociales no exime la responsabilidad penal del
individuo por el delito perpetrado. Su investigación es de tipo descriptivo. En otro
aspecto, la Escuela incorpora paulatinamente el elemento social, y se vuelve a
relativizar el concepto de delito. Así pues, en el siglo XIX encontramos un cambio,
comienzan a introducirse factores sociales dentro del discurso criminológico sostenido
por DURKHEIM. El delito se comienza a estudiar como un dato normal en la sociedad,
un elemento funcional al sistema e incluso considerado como motor de progreso
social, productor en virtud que el Estado para combatir el delito debe contratar policías,
fiscales, jueces, comprar patrullas y equipar edificios para la administración de justicia.
Además formulo la teoría de la conciencia colectiva, se refiere a las creencias
compartidas y a las actitudes morales, que funcionan como una fuerza unificadora
dentro de la sociedad; esta fuerza se encuentra separada y es generalmente
dominante, en comparación con la conciencia individual. Según esta teoría, una
sociedad, una nación o un grupo constituyen una entidad que se comporta como un
individuo global.
ALEJANDRO LACASSAGNE (Francia 1843-1924)
Se opone radicalmente a la tesis de Lombroso. El delincuente, no es un ser
predestinado a delinquir, no puede ser delincuente nato, es el medio social el que
permite y hace posible que se manifieste la conducta antisocial del individuo. Así pues:
1) la sociedad tiene los criminales que merece; 2) el medio social es el caldo de cultivo
de la criminalidad, 3) los caracteres antropométricos tienen una importancia escasa,
en virtud que la estatura de las personas no guarda relación con el crimen; pues el
delito se puede entrar en muchas personas de diferentes edades, color y estatura, por
consiguiente, es totalmente falsa, sólo estigmatiza al sujeto por lo que es.
Gabriel Tarde: (Francia 1843-1904)

Concebía a la sociología como basada en pequeñas interacciones psicológicas entre


individuos (a la manera de la química), donde las fuerzas fundamentales serían la
imitación y la innovación. Ello le permitió fundar su postulado: Teoría psicosocial de la
criminalidad y los factores de imitación; Tarde, afirma que el delito es un fenómeno de
imitación. El pensamiento criminológico de Tarde se basa en las Leyes de imitación y,
toma en cuenta los siguientes factores que inciden en ello:
1) La quiebra de la tradición moral basado en el cristianismo.
2) Desarrollo de las clases medias y bajas de la sociedad por el deseo universal de
superación social y por la demanda de comodidad y lujo.
3) Las clases superiores se convierten en clases menos seguras de sí mismos.
4) La clase media trata de imitar a la clase alta,
5) La clase baja imita a la clase media en busca de comodidades y lujos. Para Tarde,
el hombre imita y trata de imitar con métodos productivos. Por ejemplo: el éxodo
campo-ciudad crea individuos desarraigados con tendencias criminales, formación de
cultura desviada llamada también subcultura, que buscan acomodo en la ciudad.
En este sentido, la mafia es una subcultura que no puede adaptarse a los dictados de
la sociedad, por tanto, ellos conforman una sociedad propia, pero desviada hacia la
criminalidad. Como conclusión, la imitación es causa de criminalidad. No hay tipo
criminal, es la imitación la que lo lleva a cometer un delito. El choque de cultura puede
llevarlo también a la criminalidad. Para Tarde, los factores determinantes de la
conducta criminal provienen de la sociedad a través de la imitación.
ADOLFO QUÉTELET (Bélgica 1796-1874)
Afirmó que el delito tenía raíces en el entorno físico-social, utilizando mapas y datos
estadísticos busco medir las variaciones en el índice de la criminalidad; concluyó que
el delito guarda relación con la pobreza y otros factores criminógenos, la sociedad
encierra en sí misma los gérmenes de todos los crímenes que se van acometer; las
variaciones estadísticas ligadas a los actores sociales pueden variar, es decir los
crímenes disminuyen si las causas que las producen cambian.
LEY TÉRMICA DE LA DELINCUENCIA (QUÉTELET, 1833)
Estas leyes condicionaban la comisión de determinados actos delictivos a las
incidencias del clima, afirmando lo siguiente:
1) Los delitos contra los bienes y el patrimonio se cometen más en invierno que
en verano.
2) En el lado opuesto, encontramos que los delitos contra las personas se
producen más en verano.
3) Por último, en primavera, frecuentemente, se llevan a cabo mas delitos
sexuales.
Estos estudios valieron para lanzar una primera hipótesis: una relación lineal entre
agresividad y temperatura ambiente.

EL CONTRATO SOCIAL

La aparición del Estado es un logro definitivo para el logro de la felicidad, disfrute de


la libertad y de la igualdad. Para asegurar esos logros, JJ Rousseau encuentra la
solución en un contrato social, o sea, encontrar una forma de asociación que
defienda y proteja con la fuerza común, las personas y bienes de cada asociado, y en
virtud de esa fuerza común, cada uno al unirse a los demás, no obedezca más que
así mismo y quede tan libre como antes. El contenido de ese contrato es fijo (no
continente ni variable).
En ese acuerdo, los hombres constituyen el Estado, dando a éste sus derechos
naturales originarios, y el Estado se los devuelve convertidos en derechos civiles y
políticos. Los asociados son el pueblo, individualmente son ciudadanos, al someterse
a las leyes del Estado, serán súbditos.
El Estado protege y tutela los derechos individuales. Rousseau contrapone al Estado
feudal absolutista, un Estado ideal democrático. La ley es fruto y expresión de la
voluntad del pueblo, votada directamente por él. El pueblo es soberano, y la soberanía
es inalienable, imprescriptible e indivisible.
Rousseau afirmó, “que en un Estado bien organizado existían pocos delincuentes y
que el incremento del delito era prueba de desorganización social” estaba fallando el
contrato. Dijo: “todas las cláusulas de este contrato tácito se reducen a una sola”, a
saber: “La enajenación total de cada asociado con todos sus derechos, hecha a favor
del común”.
Rousseau en sus ideas expresa: “El hombre lleva en sí mismo su valor, que no le es
dado por el puesto que ocupa (rey o príncipe), sino por el simple hecho de ser hombre.
Y por esto que todos los hombres son iguales.

EL ESPÍRITU NUEVO:

A finales del siglo XVII se producen cambios de actitud frente a los hechos humanos,
que son abordados desde su problemática propia y no en relación a una realidad
divina (Dios).
Para ese momento, los hechos eran juzgados y apreciados en una óptica teológica,
regida por el Creador. Las normas morales estaban inscritas en la naturaleza humana;
la Sagrada Escritura era la palabra de Dios, era la doctrina de Dios revelada a los
hombres.
Surgen entonces los reformadores, intelectuales como Carlos de Secondat, Barón de
la Brede y de Montesquieu, filósofo que llega a la conclusión, que la historia de los
pueblos está sometida a un determinismo interno, ajeno a la providencia. Sobre Roma,
su grandeza y decadencia, se explica en que una nación se desarrolla, alcanza un
período de expansión y más tarde se degrada y degenera.
Montesquieu señala en su obra “Espíritu de las Leyes”, que el buen legislador debe
preocuparse más por prevenir el delito que por castigarlo, pues el espíritu de la ley,
debe ser el evitar el delito.
Hugo Grocio, elevó el derecho natural al rango de ciencia autónoma, desde lo cual se
enardeció la lucha por el Derecho Penal Público.
Hobbes, Spinoza y Locke, hicieron retroceder la idea de la pena como retribución
jurídica por mandato divino, por el de su fin, en la corrección o exterminio del criminal
y la intimidación de los otros.
En 1764, César Beccaria ataca la crueldad de la tortura, como práctica procesal para
obtener la confesión del acusado, exigiendo una reforma radical. Se derrumba el viejo
Derecho Penal, ya que las exigencias de Beccaria tuvieron eco en todos los países,
cambiando las estructuras penales. Ej., Luis XVI, suprimió las torturas de su
monarquía, y en la Constitución de 1789 en Francia se recogen las conclusiones de
Beccaria.
BIBLIOGRAFIA

https://www.lifeder.com/historia-criminologia/

https://urbeetius.org/wp-content/uploads/2020/06/10-29-1-RV.pdf

https://leyderecho.org/historia-de-la-criminologia/

https://www.estudiocriminal.eu/criminologia/

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