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Desarrollo psicológico

y educación
II. Psicología de la Educación

Compilación de
César Coll, Jesús Palacios y Alvaro Marchesi

Alianza
Editorial
Primera edición en "Alianza Psicología": 1990
Quinta reimpresión en "Alianza Psicología": 1993

Reservados todos los derechos. De conformidad con lo dispuesto en el art. 534-bis del Código Penal
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© de la compilación: César Coll, Jesús Palacios y Alvaro Marchesi


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Avda. Doctor Federico Rubio y Galí, 16. 28039 Madrid
Impreso en Lavel. Los Llanos, nave 6. Humanes (Madrid)
Printed in Spain
JUAN A. GARCÍA MADRUGA

Durante los años de hegemonía conductista en la psicología, los estudios en el


campo educativo se centraron, principalmente, en áreas como la programación y eva-
luación, la dinámica de grupos, la orientación y el desarrollo de la personalidad, que-
dando casi completamente abandonado el estudio del aprendizaje en el aula. Detrás
de esta minusvaloración del estudio del aprendizaje escolar estaba una concepción
reduccionista por la que el aprendizaje humano podía ser adecuadamente compren-
dido y explicado a partir de las leyes establecidas en el estudio del aprendizaje ani-
mal o, en cualquier caso, mediante investigaciones realizadas con tareas simples en
el laboratorio. Este es el contexto en el que Ausubel trata de desarrollar una teoría
cognitiva del aprendizaje humano en el aula partiendo, precisamente, de la crítica a
la aplicación mecánica en la escuela de los resultados encontrados en tareas no sig-
nificativas y en el laboratorio. Dos son, por tanto, las características más relevantes
de la obra de Ausubel: su carácter cognitivo, como queda puesto de manifiesto en
la importancia que en su concepción tiene el conocimiento y la integración de los nue-
vos contenidos en las estructuras cognoscitivas previas del sujeto; y su carácter apli-
cado, centrándose en los problemas y tipos de aprendizaje que se plantean en una
situación socialmente determinada como es el aula, en la que el lenguaje es el siste-
ma básico de comunicación y transmisión de conocimientos.
Con el progresivo auge de las concepciones cognitivas en psicología, la teoría de
la asimilación cognoscitiva de Ausubel ha ido alcanzando un puesto relevante en el
campo educativo, aunque su importancia y consideración haya sido mayor, quizás,

* Este capítulo está parcialmente basado en una conferencia pronunciada en el Simposio Psicología
del Aprendizaje y Desarrollo Curricular, celebrado en septiembre de 1986 en Oviedo y organizado por la
Subdirección General de Formación del Profesorado y la Dirección Provincial del Ministerio de Educa-
ción y Ciencia.
82 Juan A. García Madruga

internacionalmente que en los USA. Esta creciente valoración de la teoría de Ausu-


bel, centrada en el aprendizaje verbal significativo, no ha sido algo que se haya con-
seguido de una manera fácil, ni inmediata; sino en constante confrontación con las
concepciones conductistas, que en el campo educativo han ofrecido una notable re-
sistencia, y con las concepciones teóricas que, con amplia tradición e importante pre-
dicamento actual entre los docentes, ponen el acento en forma casi exclusiva en el
aprendizaje por descubrimiento. Estas últimas posiciones teóricas reclaman para sí
el calificativo exclusivo de progresista y de única alternativa al conductismo, al mis-
mo tiempo que han recibido el apoyo de investigadores cognitivos de la importancia
de Piaget y, sobre todo, de Bruner. Durante este período la teoría del aprendizaje
de Ausubel, formulada ya en los años sesenta (Ausubel, 1963, 1968), ha sufrido al-
gunos cambios, tendentes a ampliar y completar su perspectiva, que han sido debi-
dos a la colaboración de otros relevantes investigadores como Novak (Ausubel, No-
vak y Hanesian, 1978; Novak, 1977).
En este capítulo nos centraremos en la teoría de la asimilación cognoscitiva de
Ausubel analizando, con cierto detalle, su naturaleza y características. Asimismo,
analizaremos las implicaciones de esta teoría en la educación, fijándonos especial-
mente en los organizadores previos, y realizaremos una breve evaluación de la teoría
desde los presupuestos y resultados de la psicología cognitiva actual. Antes de nada,
en el próximo apartado, describiremos la clasificación de los aprendizajes escolares
que hace Ausubel.

1. Los tipos de aprendizaje: las dimensiones recepción-descubrimiento


y repetitivo-significativo

Al analizar los problemas teóricos vinculados a la definición del aprendizaje y la


naturaleza de éste, Ausubel (1963, 1968) observa que buena parte de la confusión
dominante al respecto puede deberse al hecho de que, con frecuencia, los psicólogos
han intentado incluir en un sólo modelo explicativo clases de aprendizaje cualitati-
vamente diferentes. Ausubel propone que para clarificar este tema, en lo que se re-
fiere al aprendizaje escolar, se establezcan dos distinciones que hacen referencia a
dos tipos diferentes de procesos o dimensiones que dan lugar a las cuatro clases fun-
damentales de aprendizaje que incorpora su teoría. La primera de las distinciones es
la que diferencia entre aprendizajes por recepción y aprendizajes por descubrimien-
to. La segunda alude a los aprendizajes significativos por oposición a los mecánicos
o repetitivos. Mediante estas dos dimensiones, consideradas como continuos y no
como compartimientos estancos, podemos caracterizar distintas actividades humanas
en las que se pone de manifiesto el aprendizaje (véase cuadro 1).
En el aprendizaje por recepción el alumno recibe los contenidos que debe apren-
der en su forma final, acabada; no necesita realizar ningún descubrimiento más allá
de la comprensión y asimilación de los mismos de manera que sea capaz de repro-
ducirlos cuando le sea requerido. El aprendizaje por descubrimiento implica una ta-
rea distinta para el alumno; en este caso el contenido no se da en su forma acabada,
sino que debe ser descubierto por él. Este descubrimiento o reorganización del ma-
terial debe realizarse antes de poder asimilarlo; el alumno reordena el material adap-
Aprendizaje por descubrimiento frente a aprendizaje por recepción 83

Cuadro 1. En esta figura se pueden ver representadas las dos dimensiones del aprendizaje, jun-
to con algunas actividades humanas más características situadas en diferentes posiciones dentro
de la matriz
APRENDIZAJE ¡ , Clarificación Instrucción Investigación
SIGNIFICATIVO de relaciones audio-tutorial científica.
entre conceptos. bien diseñada. Música o arquitectura
nuevas.

Conferencias o la Mayoría de la
mayoría de las «investigación»
presentaciones en o la producción
libros de texto. Trabajo en el intelectual
laboratorio rutinaria.
escolar.

Tablas de Aplicación de Soluciones de


APRENDIZAJE multiplicar, fórmulas para acertijos por
MEMORISTICO
r resolver problemas. ensayo y error.
APRENDIZAJE APRENDIZAJE POR APRENDIZAJE POR
RECEPTIVO DESCUBRIMIENTO DESCUBRIMIENTO
GUIADO AUTÓNOMO

Fuente: Novak, 1982, p. 96.

tándolo a su estructura cognoscitiva previa hasta descubrir las relaciones, leyes o con-
ceptos que posteriormente asimila. El aprendizaje significativo se distingue por dos
características, la primera es que su contenido puede relacionarse de un modo sus-
tantivo, no arbitrario o al pie de la letra, con los conocimientos previos del alumno,
y la segunda es que éste ha de adoptar una actitud favorable para tal tarea, dotando
de significado propio a los contenidos que asimila. El aprendizaje repetitivo se pro-
duce cuando los contenidos de la tarea son arbitrarios (pares asociados, números,
etc.), cuando el alumno carece de los conocimientos necesarios para que los conteni-
dos resulten significativos, o si- adopta la actitud de asimilarlos al pie de la letra y de
modo arbitrario.
Ausubel pone el acento en los aprendizajes significativos, poniendo su empeño
en la eliminación del aula, siempre que sea posible, de los aprendizajes repetitivos
o memorísticos tan característicos de la enseñanza más tradicional. Asimismo, Au-
subel considera evidente que la principal fuente de conocimientos proviene del apren-
dizaje significativo por recepción. El aprendizaje por descubrimiento y, en general,
los métodos de descubrimiento tienen una importancia real en la escuela, especial-
mente durante la etapa preescolar y los primeros años de escolaridad, así como para
establecer los primeros conceptos de una disciplina en todas las edades, y para eva-
luar la comprensión alcanzada mediante el aprendizaje significativo. Sin embargo, el
cuerpo básico de conocimientos de cualquier disciplina académica se adquiere me-
diante el aprendizaje por recepción significativo y es merced a este tipo de aprendi-
zaje, a través del lenguaje, como la humanidad ha construido, almacenado y acumu-
lado su conocimiento y cultura (Ausubel, Novak y Hanesian, 1978). Desde esta pers-
pectiva, la tarca del docente consiste en programar, organizar y secucnciar los con-
84 Juan A. García Madruga

tenidos de forma que el alumno pueda realizar un aprendizaje significativo, encajan-


do los nuevos conocimientos en su estructura cognoscitiva previa y evitando, por tan-
to, el aprendizaje memorístico o repetitivo.

2. La teoría de la Asimilación Cognoscitiva de Ausubel

Una vez establecidas las diferencias entre los distintos tipos de aprendizaje hu-
mano en función de los continuos recepción-descubrimiento y significativo-repetiti-
vo, Ausubel se propone desarrollar una teoría que explique el proceso de asimila-
ción que se produce en el aprendizaje significativo. Como ya hemos visto, para que
el aprendizaje significativo tenga lugar es necesario que los nuevos conocimientos
puedan ser relacionados de forma sustantiva y no arbitraria con lo que el sujeto ya
conoce y que éste adopte una actitud activa para establecer las mencionadas relacio-
nes. Tenemos, por tanto, que para que el aprendizaje significativo tenga lugar, tie-
nen que darse tres condiciones, una de ellas se refiere a los nuevos conocimientos
que se tratan de adquirir y las otras dos se refieren al sujeto:
1) Los nuevos materiales que van a ser aprendidos deben ser potencialmente sig-
nificativos; es decir, suficientemente sustantivos y no arbitrarios para poder ser rela-
cionadas con las ideas relevantes que posea el sujeto.
2) La estructura cognoscitiva previa del sujeto debe poseer las necesarias ideas
relevantes para que puedan ser relacionadas con los nuevos conocimientos.
3) El sujeto debe manifestar una disposición significativa hacia el aprendizaje,
lo que plantea la exigencia de una actitud activa y la importancia de los factores de
atención y motivación.
En estas tres condiciones se pone de manifiesto el rasgo central de la teoría de
Ausubel: el hecho de que la adquisición de nueva información que se da en el apren-
dizaje significativo es un proceso que depende en forma principal de las ideas rele-
vantes que ya posee el sujeto, y se produce a través de la interacción entre la nueva
información y las ideas relevantes ya existentes en la estructura cognoscitiva. Ade-
más, «el resultado de la interacción que tiene lugar entre el nuevo material que va a
ser aprendido y la estructura cognoscitiva existente es una asimilación entre los vie-
jos y nuevos significados para formar una estructura cognoscitiva más altamente di-
ferenciada» (Ausubel, Novak y Hanesian, 1978, pp. 67-68).
Este proceso de asimilación cognoscitiva característico del aprendizaje significa-
tivo puede realizarse de tres formas diferentes, mediante la subsunción o aprendizaje
subordinado, mediante el aprendizaje supraordenado y el combinatorio. Ausubel pos-
tula, tal y como lo hace la psicología cognitiva actual, que la estructura cognoscitiva
humana está organizada en forma jerárquica respecto al nivel de abstracción, gene-
ralidad e inclusividad de las ideas o conceptos. De esta manera, el aprendizaje su-
bordinado o subsunción se produce cuando las nuevas ideas son relacionadas subor-
dinadamente con ideas relevantes de mayor nivel de abstracción, generalidad, e in-
clusividad. Estas ideas o conceptos previos de superior nivel son llamadas inclusores
y sirven de anclaje para las nuevas ideas o conceptos. Existen dos tipos de aprendi-
zaje subordinado o subsunción: subsunción derivativa y subsunción correlativa. La
subsunción derivativa se produce cuando los nuevos conceptos tienen un carácter de
Aprendizaje por descubrimiento frente a aprendizaje por recepción 85

ejemplo o ilustración de los conceptos ya existentes o inclusores; es decir, pueden


ser derivados de forma relativamente fácil a partir de los inclusores ya existentes. No
obstante, el tipo de aprendizaje subordinado más frecuente se da cuando los nuevos
conocimientos son una extensión, elaboración, modificación o cualificación de los co-
nocimientos que ya posee el sujeto. Esta subordinación correlativa implica que los
nuevos conocimientos no pueden ser derivados de los conocimientos supraordenados
ya existentes o inclusores.
Además del aprendizaje subordinado o subsunción, que es la principal forma de
aprendizaje significativo, Ausubel postula la existencia del aprendizaje supraordena-
do y el combinatorio. En el aprendizaje supraordenado los conceptos o ideas rele-
vantes existentes en la estructura cognoscitiva del sujeto son de menor nivel de ge-
neralidad, abstracción e inclusividad que los nuevos conceptos a aprender. Este tipo
de aprendizaje se da cuando el sujeto integra conceptos ya aprendidos anteriormente
dentro de un nuevo concepto integrador más amplio e inclusivo. El aprendizaje com-
binatorio, por su parte, está caracterizado por el hecho de que los nuevos conceptos
no pueden relacionarse, ya sea de forma subordinada o supraordenada, con ideas re-
levantes específicas en la estructura cognoscitiva del sujeto. Por el contrario, estos
nuevos conceptos pueden ser relacionados de una forma general con la estructura cog-
noscitiva ya existente, lo cual hace que sea más difícil aprenderlos y recordarlos que
en el caso del aprendizaje subordinado o supraordenado. La teoría de la asimilación
de Ausubel sostiene que la interacción entre los nuevos conceptos y los ya existen-
tes se realiza siempre de forma transformadora y que el producto final supone una
modificación tanto de las nuevas ideas aprendidas, como de los conocimientos ya exis-
tentes.
Durante el curso del aprendizaje significativo tienen lugar dos procesos relacio-
nados de gran importancia educativa: la diferenciación progresiva y la reconciliación
integradora. A medida que el aprendizaje significativo tiene lugar, los conceptos in-
clusores se modifican y desarrollan, haciéndose cada vez más diferenciados. Este pro-
ceso de diferenciación progresiva produce una estructura cognoscitiva organizada je-
rárquicamente en la dirección arriba-abajo, con el consiguiente refinamiento concep-
tual, y un fortalecimiento de las posibilidades de aprendizaje significativo al aumen-
tar la densidad de ideas relevantes en las que se pueden anclar los nuevos conceptos.
Es este proceso de diferenciación progresiva el que explica la superioridad del apren-
dizaje subsuntivo respecto al supraordenado y aconseja la presentación, en el desa-
rrollo de una lección o una materia de un curso, de las ideas más generales e inclu-
sivas al principio de la misma. Asimismo explica, como veremos, la utilización de los
organizadores previos. Por su parte, el proceso de reconciliación integradora se re-
fiere a que, en el curso del aprendizaje significativo supraordenado o combinatorio,
las modificaciones producidas en la estructura cognoscitiva permiten el establecimien-
to de nuevas relaciones entre conceptos, evitando la compartimentalización excesiva
a la que los progrmas nos tiene tan acostumbrados.
Como hemos visto, la teoría de la asimilación de Ausubel sostiene que el apren-
dizaje significativo se produce al relacionar, al encajar las nuevas ideas con las ya exis-
tentes en la estructura cognoscitiva del sujeto. Este proceso de asimilación que ex-
plica el aprendizaje explica también el olvido, al considerar que éste se produce en
el momento en que las nuevas ideas o conceptos no pueden ser disociados de las
86 Juan A. García Madruga

ideas o conceptos que les han servido de anclaje. Según este tipo de asimilación, lla-
mada obliterativa, las nuevas ideas tienden a ser reducidas a los más estables signi-
ficados de las ideas ya establecidas, haciéndose espontánea y progresivamente menos
disociables de sus ideas-ancla, hasta llegar el momento en que se confunden con ellas
y se dice, entonces, que se ha producido el olvido.
Este proceso de olvido en el aprendizaje significativo, mediante asimilación obli-
terativa, pone de manifiesto una vez más las diferencias cualitativas entre el apren-
dizaje significativo y el repetitivo. Como hemos visto, la superioridad del aprendiza-
je significativo reside en el establecimiento de conexiones significativas entre los nue-
vos conocimientos y los ya existentes, prestándoles estos últimos su estabilidad; mien-
tras que en el aprendizaje repetitivo las conexiones son arbitrarias y meramente aso-
ciativas, estando más sujetas a los efectos de la interferencia. Además, después que
la asimilación obliterativa, es decir el olvido, ha ocurrido, los conceptos que han ser-
vido de anclaje para el aprendizaje significativo han adquirido una mayor diferencia-
ción y un mayor poder para establecer relaciones significativas con nuevos materia-
les. Por el contrario, en el aprendizaje repetitivo después del olvido no se produce
la misma intensificación de las posibilidades de nuevos aprendizajes (Ausubel, No-
vak y Hanesian, 1978, pp. 138 y 144).
La teoría de la asimilación de conocimientos de Ausubel es una concepción rela-
tivamente sistemática y completa de los aspectos psicológicos que subyacen a la asi-
milación de conocimientos en el aula. Quizás su principal valor consiste en su carác-
ter aplicado ya que, como veremos en el próximo apartado, conecta directamente
con los problemas que se le plantean al docente en su práctica cotidiana.

3. El aprendizaje verbal significativo en el aula: las exposiciones


y los organizadores previos

La teoría de Ausubel supone una contundente defensa del aprendizaje significa-


tivo por recepción y, por tanto, de los métodos de exposición, tanto oral como es-
crita. Ahora bien, eso no quiere decir que Ausubel considere que estos métodos es-
tén libres de peligros; por el contrario, considera que tradicionalmente los métodos
de exposición han sido mal utilizados. Entre los errores más comunes cometidos por
los docentes en la utilización del aprendizaje por recepción están:
1) El uso prematuro de técnicas puramente verbales con alumnos cognitivamen-
te inmaduros.
2) La presentación arbitraria de hechos no relacionados, sin ninguna organiza-
ción o principios explicatorios.
3) El fracaso en la integración de los nuevos conocimientos con los materiales
presentados previamente.
4) El uso de procedimientos de evaluación que únicamente miden la habilidad
de los alumnos para reproducir las ideas, con las mismas palabras o en idéntico con-
texto a aquél en que fueron aprendidas.
Todas estas prácticas docentes fomentan en el alumno la utilización de un apren-
dizaje repetitivo y no significativo. Por el contrario, Ausubel y sus colaboradores (Au-
subel, Novak y Hanesian, 1978, pp. 123-124) sostienen que el docente debe fomen-
Aprendizaje por descubrimiento frente a aprendizaje por recepción 87

tar en el alumno el desarrollo de formas activas de aprendizaje por recepción, pro-


moviendo una comprensión precisa e integrada de los nuevos conocimientos. Para
ello proponen:
1) La presentación de las ideas básicas unificadoras de una disciplina antes de
la presentación de los conceptos más periféricos.
2) La observación y cumplimiento de las limitaciones generales sobre el desa-
rrollo cognitivo de los sujetos.
3) La utilización de definiciones claras o precisas y la explicitación de las simi-
litudes y diferencias entre conceptos relacionados.
4) La exigencia a los alumnos, como criterio de comprensión adecuada, de la
reformulación de los nuevos conocimientos en sus propias palabras.
Estas recomendaciones para los docentes tienen como propósito asegurar una co-
rrecta comprensión de los nuevos contenidos por parte del alumno, es decir, en tér-
minos ausubelianos lograr una adecuada integración de los nuevos conocimientos en
la estructura cognoscitiva previa del sujeto. La idea clave es proporcionar o indicar
al alumno cuáles son los conceptos de mayor nivel de generalidad, los inclusores, que
deben ser activados para lograrlo. Esta es, precisamente, la función de una técnica
que se ha convertido en la más conocida de las aplicaciones educativas de la teoría
de Ausubel, y a la que vamos a dedicar el resto de este apartado: los organizadores
previos.
Según Ausubel (1978; Ausubel, Novak y Hanesian, 1978), los organizadores pre-
vios son un material introductorio de mayor nivel de abstracción, generalidad e in-
clusividad que el nuevo material que se va a aprender. Se diferencian, por tanto, de
los resúmenes o sumarios que son los conceptos de nivel más alto o macroestructura
de los propios contenidos en los que se ha omitido la información de detalle, pero
no son conceptos de mayor nivel que el nuevo material, como sucede en el caso de
los organizadores previos. Mediante la presentación de un organizador previo antes
de una lección o un texto, se trata de proporcionar un «puente» entre lo que el su-
jeto ya conoce y lo que necesita conocer para asimilar significativamente los nuevos
conocimientos. La función del organizador previo es proporcionar «andamiaje idea-
cional» para la retención e incorporación estable del material más detallado y dife-
renciado que se va a aprender. Dado que su función es servir de anclaje para los nue-
vos conocimientos es singularmente importante que estén expresados en forma lo
más familiar y sencilla, siendo fácilmente comprensibles por el alumno.
Los organizadores pueden ser de dos tipos, según el conocimiento que tenga el
alumno de la materia a aprender:
1) Organizador expositivo. Se emplea en aquellos casos en que el alumno tiene
muy pocos o ningún conocimiento sobre la materia. Su función es proporcionar los
inclusores necesarios para integrar la nueva información, procurando que éstos pon-
gan en relación las ideas existentes con el nuevo material, más específico.
2) Organizador comparativo. En este caso el alumno está relativamente fami-
liarizado con el tema a tratar o, al menos, éste puede ponerse en relación con ideas
ya adquiridas; en tales circunstancias, la función del organizador previo es propor-
cionar el soporte conceptual y facilitar la discriminabilidad entre las ideas nuevas y
las ya aprendidas, señalando similitudes y diferencias.
Una de las críticas más usuales a los organizadores previos es la falta de precisión
88 Juan A. García Madruga

y operacionalización en la definición de los mismos (Barnes y Clawson, 1975; García


Madruga y Martín Cordero, 1987). Esta crítica, no sin cierta base, ha sido contesta-
da por el propio Ausubel (1978) quien sostiene que el mayor grado de especificidad
que puede lograrse en la definición de los O.P. consiste en describirlos en términos
generales y proporcionar un ejemplo adecuado. Esto se debe a la propia naturaleza
de los O.P., dependientes siempre de las características del material, la edad del alum-
no y su nivel de familiaridad con la información que se le presenta. Partiendo de esta
idea y con las limitaciones que plantea, en el Anexo presentamos un organizador pre-
vio, así corno ejemplos de las principales formas y procesos del aprendizaje signifi-
cativo en una lección de historia sobre «El Antiguo Régimen» (Fernandez Corte,
1987).
La otra crítica fundamental a los O.P. pone en cuestión la eficacia de los mismos
en el aprendizaje y la retención a partir de investigaciones realizadas con textos. Así,
Barnes y Clawson (1975) en su revisión de los estudios realizados concluyen que los
O.P. no parecen ser una técnica que facilite el aprendizaje. No parece, no obstante,
que esta crítica sea correcta ya que como el propio Ausubel (1978) ha sostenido, la
mayor parte de estos estudios presentan serias limitaciones metodológicas, entre las
que cabría destacar el hecho de que en las pruebas de postest se utilizaran tareas de
reconocimiento o de recuerdo libre y no tareas de solución de problemas que son el
tipo óptimo de tareas para comprobar la eficacia del aprendizaje significativo.
Asimismo, los estudios más recientes de Mayer y otros autores (Dinnel y Glover,
1985; Mayer, 1979, 1983; Mayer y Bromage, 1980) parecen mostrar que la utiliza-
ción de organizadores previos a un texto produce, en determinadas circunstancias
que analizaremos, una mejora en los resultados del aprendizaje. Según Mayer (1979)
los resultados del aprendizaje dependerían de tres factores: recepción, disponibilidad
y activación. La recepción se refiere a si la información proveniente del medio es co-
rrectamente recibida o no, la disponibilidad a la existencia o no de conocimientos-
ancla en la estructura cognoscitiva previa del sujetos y la activación a si este conoci-
miento es adecuadamente activado para lograr la integración de los nuevos conoci-
mientos. La eficacia de los O.P. se debería a su influencia en la disponibilidad y en
la activación, proporcionando y activando los conocimientos-ancla necesarios para la
consecución de una asimilación significativa. Mayer (1979) ha señalado tres situacio-
nes en las que los O.P. no resultan útiles, al no facilitar la disponibilidad de un con-
texto asimilativo en la memoria o el uso activo de tal conocimiento durante el apren-
dizaje:
— Cuando el nuevo material a aprender contiene en sí mismo los conocimientos
pre-requisito, presentados secuencialmente en forma apropiada y tiende a facilitar el
aprendizaje activo por parte del alumno.
— Cuando el organizador no sirve adecuadamente para proporcionar el contexto
asimilativo, ni fomenta una activa integración de la nueva información.
— Cuando el alumno posee ya un conocimiento profundo de la información que
va a aprender y si tiene el hábito de utilizar estrategias adecuadas para integrar ac-
tivamente los nuevos conocimientos con los ya existentes.
Como vemos, la teoría de la codificación asimiladora de Mayer restringe el cam-
po de aplicación de los O.P. y, al mismo tiempo, proporciona un apoyo a la teoría
Aprendizaje por descubrimiento frente a aprendizaje por recepción 89

ausubeliana del aprendizaje significativo al traducirla al lenguaje de la psicología cog-


nitiva actual y, en particular, al de los modelos de la memoria.

4. A modo de conclusión: la teoría de Ausubel y la psicología cognitiva actual

La teoría del aprendizaje significativo de Ausubel que, con algún detalle, hemos
expuesto en los anteriores apartados, ha encontrado recientemente un importante
apoyo en la psicología de la comprensión y memoria del discurso. En este campo se
ha ido configurando, paulatinamente, una concepción teórica que sostiene que en la
comprensión del discurso se ponen de manifiesto un conjunto de procesos psicológi-
cos que actúan coordinadamente y que tienen como resultado la construcción de una
representación mental que incluye el contenido semántico, así como un modelo re-
ferencial o situacional del texto o discurso (van Dijk y Kintsch, 1983; García Madru-
ga y Martín Cordero, 1987; Johnson-Laird, 1983; Just y Carpenter, 1987). Como mu-
chos autores sostienen y la teoría del esquema ha mostrado (p. ej., Rumelhart, 1980),
la construcción de esta representación mental es fruto de la interacción entre el texto
y los diferentes tipos de conocimientos que aporta el sujeto y que son necesarios para
lograr una representación coherente e integrada del mismo. La importancia de la es-
tructura del texto se pone de manifiesto en el llamado «efecto de los niveles», por
el que las ideas más importantes, las proposiciones de nivel más alto, serán más pro-
bablemente recordadas, pasando más fácilmente a formar parte de la macroestructu-
ra del texto (Kintsch, 1974; Kintsch y van Dijk, 1978; Meyer, 1975). Por su parte,
los conocimientos del sujeto están almacenados en estructuras conceptuales, organi-
zadas jerárquicamente, que llamamos esquemas y que, una vez activados por la en-
trada sensorial, buscan el ajuste a los datos que están siendo procesados. Este pro-
ceso de comprensión, por tanto, se realiza en una doble dirección: de abajo a arriba,
es decir, a partir de los datos se activan determinados esquemas; y de arriba a abajo,
es decir, los esquemas actúan como hipótesis que deberán ser comprobadas con los
datos. La importancia del procesamiento arriba-abajo queda puesta de manifiesto en
la eficacia que la presentación previa del título tiene en la comprensión de un texto
ambiguo (p. ej., Bransford y McCarrel, 1975), al activar el esquema de nivel supe-
rior adecuado, el inclusor podríamos decir siguiendo a Ausubel, y permitir el comien-
zo del procesamiento arriba-abajo.
El proceso de comprensión del discurso se produce, por tanto, a partir de los co-
nocimientos previos que el sujeto posee y, dada la organización jerárquica de las es-
tructuras cognitivas, las ideas y conceptos de nivel más alto tienen una gran impor-
tancia en la codificación de los nuevos conocimientos y su posterior recuerdo. Estas
dos características generales de la comprensión del lenguaje coinciden con los dos ras-
gos principales de la concepción ausubeliana del aprendizaje verbal significativo lo
que, al fin y al cabo, no debe sorprendernos demasiado, ya que el aprendizaje sig-
nificativo se realiza a partir de la comprensión lingüística. De estas dos característi-
cas se extrae la secuencia en la organización de los contenidos, propuesta por Ausu-
bel, que consiste en diferenciar progresivamente los contenidos, yendo de lo más ge-
neral e inclusivo a lo más detallado y específico, estableciendo al mismo tiempo re-
laciones entre contenidos del mismo nivel para facilitar la reconciliación intcgradora.
90 Juan A. García Madruga

Esta secuencia coincide parcialmente con la organización del curriculum propuesta


recientemente por algunos psicólogos educativos como Reigeluth (1983), quien sos-
tiene una «secuencia de elaboración» que actuaría a la manera de un «zoom» foto-
gráfico, mediante el cual es posible pasar de una imagen global de una escena a los
detalles de la misma 2.
Ahora bien, a pesar del importante apoyo que las investigaciones sobre compren-
sión y memoria del discurso han supuesto para la teoría de la asimilación de Ausu-
bel, ésta plantea algunas limitaciones que es necesario mencionar. En primer lugar,
como algunos autores sostienen (p. ej., Reigeluth y Curtis, 1988), el aprendizaje ver-
bal significativo está ligado a la adquisición de conocimientos de tipo «declarativo»,
conceptual, mientras que la adquisición de conocimientos de tipo «procedimental»
exigiría una concepción teórica diferente. En segundo lugar, quizás la teoría de Au-
subel insiste demasiado en la necesidad de utilizar materiales introductorios de ma-
yor nivel de «abstracción, generalidad e inclusividad» que los nuevos conocimientos.
A veces, puede resultar más fácil y eficaz activar los conocimientos previos mediante
sumarios o esquemas de los contenidos que se van a presentar (García Madruga y
Martín Cordero, 1987). Por último, la utilización de los O.P. plantea algunas dificul-
tades provenientes del hecho de que para su correcta elaboración es necesario cono-
cer la estructura cognoscitiva previa de los sujetos, lo cual no es ni fácil ni sencillo.
En cualquier caso, siguiendo a Ausubel y a la psicología cognitiva actual, la tarea del
docente debe consistir en programar las actividades y situaciones de aprendizaje ade-
cuadas que permitan conectar activamente la estructura conceptual de una discipli-
na con la estructura cognoscitiva previa del alumno.

ANEXO
Aprendizaje significativo y Organizador previo a una lección de Historia sobre el Antiguo Ré-
gimen 3

Vamos a presentar en primer lugar un organizador previo en el que se puede observar


cómo además de reactivarse los conceptos de mayor nivel que ya han sido estudiados ante-
riormente y que van a servir de inclusores, se presentan conectados con ellos los conceptos
básicos en torno a los que va a estructuarse el tema: Monarquía Absoluta, Mercantilismo e
Ilustración. En realidad, es un tipo de O.P. a mitad de camino entre el organizador expositivo
y el comparativo, ya que además de presentar los inclusores trata de establecer semejanzas y
diferencias con conceptos previos ya conocidos por el sujeto.
«Vamos a estudiar un modelo de sociedad que existió en Europa Occidental durante los
siglos xvn y XVIII, que recibe el nombre de Antiguo Régimen. Aunque nosotros veremos las
características generales de este modelo, tenemos que tener en cuenta que en cada país pue-
den aparecer aplicaciones un poco distintas del modelo general. La denominación Antiguo Ré-
gimen se ha dado para marcar las diferencias existentes entre la Europa Occidental anterior a

2
Ver el capítulo 20 de este mismo volumen. !
3
Para una profundización que permita aclarar el sentido de este organizador previo y el análisis con-
ceptual que subyace al mismo y a las ilustraciones de las principales formas y procesos del aprendizaje
significativo, puede verse la publicación de donde están extraídos (Fernández Corte, 1987).
Aprendizaje por descubrimiento frente a aprendizaje por recepción 91

la Revolución Francesa y la que se constituirá después del período revolucionario que comien-
za en 1789.
Durante el Antiguo Régimen veremos la culminación de fenómenos que habían empezado
en siglos anteriores, como el fortalecimiento definitivo de la Monarquía que consigue unir en
la persona del rey todos los poderes. Este proceso había comenzado ya a partir del siglo xn
cuando los reyes empiezan a enfrentarse a la Nobleza Feudal con la que compartían tanto el
poder económico como el político; había dado un paso fundamental en los siglos xv y xvi,
pero en estos siglos aún necesitaban los reyes instituciones como las Cortes españolas o el Par-
lamento inglés, sobre todo para cubrir las necesidades económicas de la Monarquía. En estos
siglos que vamos a estudiar, toda esta dependencia se rompe y los reyes tendrán tanto poder
que se les llamará Monarcas Absolutos.
Si en los siglos anteriores eran los problemas económicos un elemento limitador del poder
real, ahora vamos a encontrarnos con un modelo económico que justamente pretende lo con-
trario: proporcionar a la Monarquía todos los recursos necesarios que le permitan la indepen-
dencia de los grupos sociales más poderosos económicamente. Nos encontraremos así con una
fuerte participación y control de la economía por parte del Estado. El interés de la Monarquía
está por encima de los intereses de los individuos. La grandeza de la Monarquía es la misma
cosa que la grandeza del país. Observaremos en estos siglos un gran aumento de la producción
agrícola, de la producción industrial y sobre todo de los intercambios comerciales entre países.
Este modelo económico recibió el nombre de Mercantilismo y está íntimamente unido a las
monarquías absolutas.
Pero el desarrollo económico de estos siglos enriqueció sobre todo a la burguesía, aquella
burguesía que desde el siglo xn veíamos dedicarse con tesón al comercio y a la artesanía y
que ahora tiene acumuladas cuantiosas riquezas. Sin embargo, la riqueza no era suficiente para
influir en las decisiones políticas de los monarcas que actúan sin tener en cuenta los cambios
económicos que se están produciendo. La Nobleza y el Clero, dueños aún de innumerables
propiedades, se aferran a sus privilegios e intentan obtener de los campesinos que trabajan sus
tierras nuevos ingresos que les permitan atender las necesidades crecientes.
Será precisamente de la burguesía y de algunos otros sectores descontentos de donde se
alzarán las voces de oposición a la Monarquía Absoluta, articulando esta oposición en un mo-
vimiento intelectual que recibe el nombre de Ilustración y que, como es lógico, será rechazado
desde el poder a través de posiciones que justifican el derecho de los reyes a gobernar de for-
ma absoluta apelando a la intervención divina.
Sólo la Revolución Francesa que comienza en 1789 solucionará los conflictos planteados,
abriendo camino a un nuevo modelo de sociedad que, con algunos cambios, ha llegado hasta
nuestros días.»
En este mismo contenido temático vamos a ilustrar los conceptos fundamentales del apren-
dizaje significativo ausubeliano. Dentro del aprendizaje subordinado, un ejemplo de subsun-
ción derivativa serían los distintos modelos de Monarquía Absoluta (Monarquía de Luis XIV
en Francia, Monarquía de Felipe IV en España, Monarquía de los Estuardo en Inglaterra,
etc.). Como ejemplo de aprendizaje subordinado correlativo tendríamos los conceptos de Cen-
tralización Administrativa, Fronteras, Ejército Permanente y Burocracia, que extienden y cua-
lifican el concepto ya conocido por los alumnos de Monarquía Absoluta.
En cuanto al concepto de aprendizaje supraordenado, puede ser ilustrado a partir de los
conceptos previos de Importación y Exportación que sirven de base para adquirir el concepto
más general de Balanza Comercial que incluye a ambos.
El caso del aprendizaje combinatorio plantea más dificultades a la hora de buscar ejem-
plos. Quizá los conceptos de Estructura y Cambio en diferentes materias como la física, las
ciencias naturales y la historia presentan ciertos rasgos generales comunes que permitirían un
aprendizaje combinatorio.
92 Juan A. García Madruga

Los conceptos de diferenciación progresiva y reconciliación integradora pueden ser ilustra-


dos volviendo al campo temático del Antiguo Régimen. Un ejemplo de diferenciación progre-
siva podría ser la mayor capacidad de adquisición significativa del concepto de Recaudación
de Impuestos en el Antiguo Régimen, una vez que han sido adquiridos previamente los con-
ceptos más generales de Centralización Administrativa y Burocracia. La reconciliación inte-
gradora podría ponerse de manifiesto en el establecimiento de conexiones entre conceptos de
carácter político, con otros económicos, sociales y culturales. Así podríamos establecer una
red conceptual entre los conceptos de: Renovación Agrícola, Manufactura, Burguesía, Racio-
nalismo y Parlamentarismo.

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