Universidad Pedagógica Nacional

Estudiante: Natalia Chavarro

Asignatura: Evaluación
Profesora: Clara Quinche

UNA REFLEXIÓN EN RELACIÓN A ESTRUCTURAS DE PODER DENTRO DE

LA DISCIPLINA: Los Medios del Buen Encauzamiento, por Michel Foucault &
Película, The Corist.
A través del documento Los medios del buen encauzamiento, elaborado por

Foucault, permiten reflexionar acerca de cómo los intereses de aquellos quieren mantener el

control de cada individuo dentro de una estructura social recurre a acciones poco humanas

como la individualización para el mantenimiento del control, y que además las mecánicas

de control en relación directa con la disciplina, no se limitan a la coacción, sino a instancias

más profundas como la coerción, los individuos se vuelven sujetos calculables cuando se

entiende cómo dominarlos e instruirlos para que ellos no asimilen un estado de control, sino

de vivencia naturalizada de la que son participes sin comprender cómo son afectados.

En ese sentido, quisiera traer a mención la película Los Coristas, dirigida por

Christophe Barratier, una película que permite reflexionar acerca de cómo el poder y la

disciplina se preocupa cada vez menos por los estados de humanización, por los sujetos y

particularidades emocionales, pues la necesidad de generar poder y control exige recurrir a

acciones como la homogenización. En el caso del internado los niños son altamente

vulnerables, puesto que, vienen de familias disfuncionales o son huérfanos y demás, cando

el individuo tiene tantas falencias emocionales se deja llevar con facilidad por la ira o la

tristeza, pues es una de las expresiones que les permite defenderse del exterior, es así que

los sujetos se pueden volver con facilidad dóciles y manipulables.

En ese orden, quisiera mencionar la siguiente cita “La disciplina “fabrica”

individuos” (Foucault, 2002, p. 175), el acto de subordinar es fácil ante agentes débiles;
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construir disciplina suprime acciones complejas como las emociones, por eso la disciplina

se vuelve en gran medida una acción poco humanizada, porque busca normalizar, que es a

fin de cuentas un estado que quita la diferencia, que un individuo igual al otro sin

determinar particularidades. Un ejemplo claro de los esfuerzos homogeneizadores y que

vuelve a cada sujeto calculable es el examen, entendiendo que “es el individuo tal como se

le puede describir, juzgar, medir, comparar a otros y esto en su individualidad misma; y es

también el individuo cuya conducta hay que encauzar o corregir, a quien hay que clasificar,

normalizar, excluir, etc” (Foucault, 2002, p. 189). Como individuo, es débil y comprensible

dentro de parámetros establecidos por el poder, limitados por la disciplina y manipulables

por la verdad que se le es plasmada como normal.

Es así, que a modo de conclusión es interesante ver la manera en la que tener el

control y homogenizar dentro de la correccional responde a intereses individuales, del

rector Rachin, pues realmente es más sencillo controlar lo conocido que aquello que genera

retos, y si todos los pequeños de la institución se comportan y piensan de la misma manera

mantener el control será una tarea en exceso sencilla, por esa razón suprimir necesidades

individuales como los modos de pensamiento creativos, innovadores, además de las

emociones, creará complicaciones, porque entre más libre sea el individuo, más difícil se

hará la tarea de comprenderlo para así disciplinarlo. Es así, que la tarea es reconocer las

diversidades, recurrir al mecanismo de la creatividad y las capacidades, como lo logra el

maestro Mathieu, quien entiende que esos niños son seres humanos, que necesitan de la

humanidad del otro que los reconoce desde sus capacidades individuales y que

normalizarlos no creará más que seres eficientes pero vacíos.

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Bibliografía
Foucault, Michel. 2002. [1975]. Los medios del buen encauzamiento. En Vigilar y castigar.
Siglo XXI. Buenos Aires. pp: 175-198.