construcción histórica de los derechos

Hola a todos.

De las tres lecturas de la semana, identifico principalmente que la idea de los derechos humanos
es producto de una construcción histórica, de un esfuerzo de fundamentación política y que, en
retrospectiva, podemos considerar a los derechos humanos como un discurso ideológico,
paradójico y envuelto en diversas crisis.

Primero, como discurso ideológico de la naciente burguesía del siglo XVII, y que es necesario
tomar conciencia de la justificación teórica, en dos de los representantes más influyentes, Hobbes
y Locke. Como “hijos de su tiempo” ambos encuentran en el concepto de naturaleza humana el
punto de partida para legitimar su contractualismo. Sin embargo, ninguno expone qué es la
naturaleza humana, ya sea primordialmente malvada o benigna, pero si afirman que la solución a
todos los problemas que se generan en la sociedad pre-civil, es el contrato social que, de acuerdo
con ese velo de la ignorancia propio del liberalismo, nacemos iguales, libres y en potencia con
derecho de propiedad. Este discurso se volvió mito fundacional de una conciencia liberal, que no
sólo pretende sustentar a la sociedad capitalista, sino que se convierte en parte de la cultura.

Si la primera lectura nos muestra la construcción histórica, las posteriores se enfocan en las
narraciones actuales, por lo que llego al segundo punto, los derechos humanos producen múltiples
paradojas, las cuales surgen de contrastar el discurso hegemónico con diferentes fenómenos
sociales que ponen en crisis los conceptos básicos como su universalidad, pues son demasiado
generales y abstractos, están en constante conflicto con sus pretensiones morales y su estatus
legal, generando un ideal de humanidad que solo es alcanzable por un bajo porcentaje de la
población global.

Este desacoplamiento entre realidad y discurso al “pensar y practicar los derechos humanos en el
siglo XXI”, nos lleva a identificar las diversas crisis en las que se ha visto envuelto el discurso de los
derechos humanos. La tensión entre ideologías y proyectos del Estado moderno que afectaron las
relaciones entre ciudadano, comunidad y Estado. Posteriormente, a partir de tendencia
hegemónica de la globalización, se prescinde de la ciudadanía como eje y se produce una escisión
del principio de interdependencia de los derechos civiles y políticos respecto de loa económicos,
sociales y culturales, oscilando entre los mecanismos de dominación propios del capitalismo
produciendo una insuperable desigualdad.

Lo más interesante es que se empiezan a esbozar las características para un discurso alternativo
que deberá ser escéptico de la carga ideológica de los derechos y apoyarse en su potencial
emancipatorio.

Saludos.