Está en la página 1de 5

PROGRAMA NACIONAL DE FORMACION “PSICOLOGÍA SOCIAL” Tray1/Trimy1

Introducción a la Formación Socio-Crítica I

TEMA 1: LA MODERNIDAD
INICIOS – CONSOLIDACIÓN - CONTEXTUALIZACIÓN - CONCEPTUALIZACIÓN

INICIOS DEL “CONTEXTO SOCIOPOLÍTICO CONTEMPORÁNEO”

El abordaje del contexto histórico en el que comienza a producirse la teoría socio política, nos lleva
a tomar en cuenta los cambios económicos, sociales, políticos, en el ámbito intelectual, que conocen un
desarrollo vertiginoso a partir de la segunda mitad del siglo XVIII, momento en el cual una serie de
revoluciones en el plano industrial y político impactaron el ámbito educativo. Dichos cambios fueron
precedidos por la emergencia de una nueva episteme, la burguesa o moderna, la cual constituyó una
matriz desde la cual se produjeron numerosos aportes filosóficos, desde los cuales se plantearon nuevas
posibilidades en torno a la producción del conocimiento científico, operando una ruptura con el
pensamiento cristiano feudal.
El surgimiento del mundo moderno estuvo ligado a una serie de transformaciones socio-
económicas y culturales que ocurren, a juicio de Romero (1989: 19) a partir del siglo XII y que estuvieron
ligadas al surgimiento de las ciudades y a la emergencia de la burguesía:
Pobló estas ciudades gente que adoptó un género de vida distinto al tradicional. Cada uno
abandonó los campos, dejó la gleba, dejó de ser un colono, se acogió a la ciudad y se transformó de pronto
en un hombre del burgo: un burgués.
Desde que aceptó esa nueva situación, casi física, la alteración en las condiciones de su vida fue tan
sustancial que merece ser designado como un hombre especial. Adquiere libertades de movimiento, de
matrimonio, de comercio, protegidas por estatutos que se dan los burgueses de cada ciudad. Desarrolla
actividades nuevas: comercio servicios, profesiones. El régimen de libertades crea las condiciones para que
hagan uso de su capacidad para desarrollar la riqueza, una riqueza dineraria y no raíz, como era
característica de los señores. (p.19) Esta praxis social propia del burgués se convertirá con el transcurrir del
tiempo, en una actitud ante la vida que se irá generalizando al conjunto de la sociedad; su misma aparición
constituye un cuestionamiento a las tradicionales ideas, valores y creencias del mundo feudo cristiano.
Con el surgimiento de la burguesía aparece una nueva forma de cognoscibilidad, que tiene su base
en la experiencia. Comienza a desarrollarse un deslinde entre la tradicional explicación causal de la
realidad basada en lo divino, en lo sobrenatural, y una causalidad basada en la naturaleza de la realidad. Se
produce un desglose entre la realidad natural o sensible, como realidad cognoscible y la irrealidad o
realidad sobre natural, la cual no es cognoscible por las mismas vías que la realidad natural
Este modo de conocer de la burguesía, no se refiere solamente a los progresos económicos o
políticos que pudiera lograr una clase social.
A partir del siglo XVIII van a darse una serie de cambios políticos en los cuales se pondrán de
manifiesto el conjunto de ideas que se desprenden de la matriz ideológica burguesa. Uno de ellos, la
revolución francesa, demostrará que la posibilidad de intervenir en el curso de la historia ya no está
limitado a un plan divino.
El hombre puede conocer, por intermedio de métodos que combinan intelecto y experiencia, las
leyes que explican la naturaleza y el ritmo de los cambios y llegar a establecer cómo podían intervenir los
hombres para controlar ese mecanismo y utilizarlo para sus fines

TRAY 1 / TRIM 1 Teorías y Problemas Sociopolíticos Contemporáneos


Msc. Aidee Villa de Rodas
PROGRAMA NACIONAL DE FORMACION “PSICOLOGÍA SOCIAL” Tray1/Trimy1
Introducción a la Formación Socio-Crítica I

CONSOLIDACIÓN DE LA TEORÍA SOCIO POLÍTICA EN LA MODERNIDAD

Un aporte importante, en cuanto al establecimiento de las bases teórico filosóficas de la sociedad civil
lo constituye la obra de John Locke (1632-1704).
Este filósofo inglés, desarrollo sus ideas en un contexto marcado por polémicas discusiones en torno a
la tolerancia religiosa y la libertad de culto. Fue partidario del principio de libre credo religioso como
derecho natural del individuo y se le considera el padre del liberalismo moderno. En este sentido, Locke
(1999: 59) establece la condición fundamental de la doctrina liberal: La libertad del hombre en sociedad
consiste en no estar sometido a otro poder legislativo que al que se establece por consentimiento dentro
del Estado, ni al dominio de voluntad alguna, ni a las limitaciones de ley alguna, fuera de las que ese poder
legislativo dicte de acuerdo con la comisión que se le ha confiado. (p.59)
Agrega el filósofo John Locke, que los hombres deben vivir de acuerdo a reglas fijas, dictadas por el
legislativo y que esas reglas sean comunes a cuantos forman parte de esa sociedad. En este sentido, nadie
puede estar sometido a una voluntad inconstante, insegura, desconocida y arbitraria de otro hombre.

Cabe destacar aquí un elemento trascendental del pensamiento y teoría de Locke:

 La generación de reglas igualmente aplicable a todos y la figura del consenso, del acuerdo entre
voluntades, de lo que resulta, que nadie se siente sometido a aquello que no ha convenido previamente.
Es este último factor, uno de los más representativos de la teoría política moderna, es decir, la idea
del pacto, convenio o contrato, que aceptan todos aquellos que conforman un cuerpo político, así como la
obligación de someterse a la mayoría y dejarse guiar por ella.
El ideal de Locke es producir hombres virtuosos, útiles y capaces en los diversos papeles que les
tocará desempeñar en la sociedad. El cultivo de las virtudes, entendiendo por éstas la capacidad del
individuo de actuar libremente, de no someterse a autoridad, poder o gobierno cuya fuente de origen no
sea otra que el libre consentimiento de formar a través de un convenio o pacto social una comunidad que
sea para él segura, pacífica y le permita el disfrute de sus bienes sin la amenaza de la violencia, es un
elemento central en la educación ; es decir, poder transmitir a las nuevas generaciones ese espíritu de
libertad, para que no se sometan a ninguna ley que vaya en contra de su voluntad y que vulnere el
principio natural de igualdad entre los hombres.
Por su parte, Charles Louis de Secondat, llamado también Señor de la Brède y Barón de
Montesquieu, introduce una noción de cardinal importancia −en sintonía con John Locke− en cuanto al
regimiento de las conductas políticas y sociales, como es la virtud política”, como virtud natural de la
república, la cual consiste en el amor a la patria y el amor a la igualdad.
En consecuencia, el hombre político sólo puede ser aquel que practica la virtud política; esto es, el
hombre que ama las leyes de su país y que obra por amor a ellas. Uno de los aportes más reconocidos del
pensamiento de Montesquieu, es el que se refiere al principio de la separación o división de poderes, como
ordenación y distribución de las funciones del Estado, el cual constituye el principio fundamental del
Estado de Derecho moderno.
De allí , que el pensamiento iniciado a fines del siglo XVII responde a las necesidades de una
burguesía que, frente a la arbitrariedad absolutista, busca la seguridad necesaria para su despliegue vital, a
la que encuentra en la doctrina del derecho natural.

TRAY 1 / TRIM 1 Teorías y Problemas Sociopolíticos Contemporáneos


Msc. Aidee Villa de Rodas
PROGRAMA NACIONAL DE FORMACION “PSICOLOGÍA SOCIAL” Tray1/Trimy1
Introducción a la Formación Socio-Crítica I

Es verdad que esta burguesía se vio obligada, en parte por la resistencia absolutista y en parte por
el impulso de las capas más radicales, a postular y a hacer la revolución y, por tanto, a disolver la política
en relaciones de poder.
Pero inmediatamente después de su victoria asumió la actitud conservadora por entender que el
orden político se sustentaba ya sobre bases firmes y definitivas. En resumidas cuentas, lo único que cabe
afirmar es que ambas concepciones han tenido distinta función según la situación histórica y la estructura
a la que se articulan.

CONTEXTUALIZACIÓN DE LA PROBLEMÁTICA SOCIOPOLÍTICA CONTEMPORÁNEA

Como podeos reflexionar, los proyectos socio políticos suelen transformarse dialécticamente
hablando− de una etapa de oposición (de crítica al orden existente) a la del ejercicio del poder, en la cual
adquieren un matiz conservador. Esta dialéctica del poder lleva, por un lado, al triunfo de una clase social
sobre el resto de aquellas que le acompañaron en su ascenso, ayudándola a desplazar al antiguo régimen;
y por otro, a que una vez producido el cambio, pudieran persistir las relaciones de desigualdad social y
política y el nuevo régimen comienza a mostrar también contradicciones cada vez más evidentes, entre lo
ofrecido a las masas en el proyecto de cambio originario y la realidad finalmente implantada.
Al estudiar el pensamiento filosófico de Marx, debemos reconocer que , en el Manifiesto del
Partido Comunista Marx, señala que la burguesía desempeñó un papel revolucionario al transformar las
relaciones de producción heredadas del mundo cristiano feudal y desarrollar las fuerzas productivas a
niveles antes desconocidos, enfatiza que estos progresos de la industria no significaron la eliminación de la
explotación y las condiciones de existencia marcadas por la desigualdad y la pobreza; es precisamente,
haciendo más sistemática y científicamente planificada esta explotación del trabajo, que se incrementa el
capital y con ello la brecha entre las clases, en este caso, entre la burguesía y el proletariado
Esta contradicción, que emerge de la realidad concreta, adquiere un carácter dialéctico que es
apuntado por el pensamiento socialista desde finales del siglo XVIII y a lo largo del XIX.
Desde sus inicios, el ideario socialista o comunista, fijará su atención en las condiciones de pobreza
y explotación que sufre la población en su conjunto, pero específicamente hablará de una clase: el
proletariado fabril, los trabajadores asalariados. Las transformaciones en el mundo de la producción,
impulsadas por el crecimiento de la técnica y la mecanización del trabajo, conducirán a un crecimiento del
proletariado en países como Inglaterra o Francia y con ello, a la conformación de organizaciones políticas
obreras, las cuales dieron vida a lo que empezó a calificarse desde el siglo XIX como un movimiento social
de la clase obrera.
En términos generales, y como ya se ha venido mencionando, la modernidad es un proyecto
histórico-cultural cuyas características giran en torno al bien común de la sociedad, un gobierno basado en
la voluntad del pueblo, igualdad en el goce de los derechos, libertad individual, leyes que garanticen el
respeto a la propiedad, entre otros. Teleológicamente, el orden y el progreso son los elementos que
orientan la cosmovisión moderna.
Como se puede ver , La propuesta socio-política anclada en el ideario socialista, aunque se produjo
dentro de la matriz ideológica moderna, tendió a establecer diferencias en cuanto al rol de la educación y
sus fines (liberación de la explotación, formación del individuo para el trabajo cuya finalidad no es generar
ganancias al capital privado) los cuales sólo podrían realizarse en el marco de profundas transformaciones
dadas en las relaciones de producción, lo que dejó a la educación concebida desde esta visión, como parte
del advenimiento de una futura sociedad distinta al capitalismo

TRAY 1 / TRIM 1 Teorías y Problemas Sociopolíticos Contemporáneos


Msc. Aidee Villa de Rodas
PROGRAMA NACIONAL DE FORMACION “PSICOLOGÍA SOCIAL” Tray1/Trimy1
Introducción a la Formación Socio-Crítica I

CONCEPTUALIZACIÓN DE LA MODERNIDAD Y LA PROBLEMÁTICA SOCIOPOLÍTICA

El concepto de modernidad política admite una variedad de significados, ya que sirve para definir
distintas cuestiones, tales como un periodo histórico de carácter revolucionario, desde la lógica del
pensamiento liberal, ubicado en las postrimerías del siglo XVII y todo el siglo XVIII, nombrado
metafóricamente como “siglo de las luces” en alusión al predominio de la razón en las mentalidades de las
elites intelectuales del momento, así como también un tiempo en la historia de las ideas políticas y
filosóficas de occidente distinguido por la hegemonía del pensamiento liberal-ilustrado y adjudicado como
“espíritu de la época”
De cualquier manera, por modernidad política se quiere destacar las transformaciones ideológicas
sucedidas en los imaginarios políticos de las elites de la época, con profundas repercusiones en la esfera de
las representaciones sociales, que terminarían por erosionar las premisas constitutivas de la sociedad de
antiguo régimen y su orden estamental de carácter excluyente, así como su sociabilidad política de tipo
absolutista y estático.
El proyecto de la modernidad formulado por los filósofos del Iluminismo en el siglo XVIII se basaba
en el desarrollo de una ciencia objetiva, una moral universal, una ley y un arte autónomo y regulado por
lógicas propias.
Al mismo tiempo, este proyecto intentaba liberar el potencial cognitivo de cada una de estas
esferas *…+ Deseaban emplear esta acumulación de cultura especializada en el enriquecimiento de la vida
diaria, es decir en la organización racional de la cotidianidad (Habermas, citado por Díaz Espinoza, 2013).
Según este autor, la modernidad implica la consecución de un sistema filosófico cuyo núcleo central
era la construcción paulatina de un nuevo tipo de sociedad, más acorde con los mandatos de la “naturaleza
humana” y su afán de libertad y progreso, de ahí su impulso de una ideología laica y secular que diera al
traste con la “sinrazón” de los dispositivos de control y dominación del pensamiento religioso oficial que
fungía, como vigilancia mental de los colectivos sociales para impedir su rebelión ante el sistema y, como
discurso de legitimación del orden establecido en el que se fundían, al mismo tiempo, lo político y
religioso.
Por ello la modernidad como programa filosófico, sobrepasa los dominios de lo especulativo y
erudito y se cristaliza en un proyecto político con productos muy concretos como: una teoría novedosa de
las formas de Estado y de gobierno que se querían implementar (Estado de Derecho y democracia), en
función de los intereses de la clase emergente (la burguesía); una “ciencia objetiva” de carácter
materialista que formulara, por un lado, explicaciones de base empírica y racional al funcionamiento del
universo, la naturaleza y la sociedad, cuestión que nunca pudo hacer satisfactoriamente el pensamiento
mágico-religioso y, por el otro, que impulsara desarrollos tecnológicos al servicio de la economía
capitalista, tal como la imprenta y la máquina de vapor.
Por último, una moral universal al servicio de una concepción particular del hombre y su dignidad
inherente, que más de dos siglos después se materializaría en la Declaración Universal de los Derechos
Humanos de 1948.
De modo similar, el programa filosófico de la modernidad necesitaba instrumentalizar su idea de la
condición humana en la dimensión moral e intelectual, para fraguar un individuo liberado de los dogmas
de fe que lo relegan en lo cotidiano a ser una suerte de marioneta de los designios divinos (providencia),
interpretados por los estamentos en el ejercicio del poder, al tiempo que potenciara al máximo su
capacidad crítica y creativa para lo cual la filosofía moderna ocuparía el sitial que históricamente ocupaba

TRAY 1 / TRIM 1 Teorías y Problemas Sociopolíticos Contemporáneos


Msc. Aidee Villa de Rodas
PROGRAMA NACIONAL DE FORMACION “PSICOLOGÍA SOCIAL” Tray1/Trimy1
Introducción a la Formación Socio-Crítica I

la religión católica o protestante según fuera el caso, con la diferencia de estar comprometida con la
educación y liberación total del hombre y su bienestar.
La modernidad deviene así, en un fenómeno regido por una racionalización y un proceso de
secularización de la vida cotidiana, emergiendo formas racionales de explicación que se superponen al
papel de la religión en la sociedad, reduciendo esta última a lo estrictamente privado. En este sentido,
Habermas entrega una especial atención al conocimiento teórico-filosófico como fundamento para la
transformación de la sociedad, ya que para el autor es en el mundo de la vida donde se produce la
conciencia colectiva (Díaz Espinoza, 2013: 1).
El afán en la promoción de la razón en su versión iluminista por parte de los modernos respondía al
hecho cierto de la “necesidad civilizacional” de descollar los efectos de la intolerancia acumulada por siglos
de supremacía del pensamiento religioso que, al decir de Voltaire (2007), había transformado a la mayoría
de los cristianos en una suerte de verdugos, tal como lo demostraban las torturas y las persecuciones
generadas por el tribunal inquisidor y las guerras religiosas, todo en detrimento de los Derechos del
Hombre.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Balaguera, E. (2001). América Latina. La Modernidad Difícil. Maracay: UPEL.

Bracho, J. (1997). El discurso de la inconformidad. Expectativas y experiencias en la


modernidad hispanoamericana. Caracas: CELARG.

DÍAZ ESPINOZA, Raúl. 2013. El proyecto filosófico de la modernidad y su crítica desde el exterior
constitutivo. Disponible en línea. En: http://www. revistascientificas. udg.mx / index. php /
CL / article/view/2787. Fecha de consulta: 18 de diciembre de 2016.

García, M. (1983). Medios y Política en las Sociedades Contemporáneas. Caracas:


Edigraph, C.A

TRAY 1 / TRIM 1 Teorías y Problemas Sociopolíticos Contemporáneos


Msc. Aidee Villa de Rodas

También podría gustarte