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No O. SILVESTRE
Autores
ABEI,ENRIQUE MARINO
M ~ R IGLAUDIA
A MAGLIO
DÉBORABURGOS
NORMAO. SILVESTRE
I H O I I S O N REUTERS
LA LEY
Silvestre, Norma Olga
ObligacionesINorma OIga Silvestre. - 28. ed. - Ciudad Au-
tónoma de Biienos Aires: La Ley, 2016.
9 6 0 ~ s .24x
; 17 cm.
ISBN 978-987-03-3106-3
Impreso en lu Argentino
Printed Ni A~jientincl
Tirada: 250
iSBN 978-987-03-3106-3
SAP 42003969
PRÓLOGO A LA PRIMERA EDICIÓN
Es nuestro deseo que esta segunda edición de Obligaciones cuente con aná-
loga respuesta de la tan generosa opinión doctrinaria, que la adquirida por la
primera publicación y, asiinismo, que resulte para el lector de suma utilidad.
Pág.
XI
XLIX
CAP~TULO
I
NOCIONES GENERALES
g 1. Emplazamiento dela materia .. .............................................
1.1. Derecho público y derecho privado .........................................................
1.2. Las obligaciones, el Derecho Civil y el Derecho Comercial ..................
g 2. Sistemas normativos locales e internacionaie
2.1. Código Civil, normas complementarias .
...................
2.2. Código de Comercio, normas modificatorias y complementarias .......
2.3. Unificación del Derecho de obligacione
2.4. Ley de Defensa de Consumidores o Us
2.5. Unificación del derecho privado internacional
2.5.1. ReglasUNIDROIT ........................................................................
2.5.2. Organización de las Naciones Unidas ........................ . ..........
2.5.3. Unión Europea
2.5.4. Mercosur
..
...............................
g 6. Obligaciones y Derecho de Familia . ...................................
g 7. Obligaciones y derechos intelectuales
Pág.
c) La sitiiación de deber jurídico del deudor 35
d) La respuesta institucioiial frente al incumplimiento del
36
37
f) Otras reacciones frente al incumplimiento ........................ 37
1.4. Tratamiento legislativo enla Ar ' 38
1.4.1. El Código Civil derogad 38
1.4.2. El Código Civil y Comer .............,.................... 39
5 2. Naturaleza jurídica de la obligación 40
40
41
2.2.1. Teorías subjetivista 41
2.2.2. Teorías objetivistas 42
2.2.3. Teorías moderna 42
a) Teoría del víncu 42
44
c) Teoría del "deber libre" .....................
............................... 45
45
46
46
46
46
47
47
g 4. Obligaciones y 47
4.1. Teorids uni arias o monis as 49
49
49
4.2. Postura dualista 50
50
52
52
52
53
53
53
54
55
55
56
56
56
57
57
57
58
a) Obligaciones propter re
b) La figura en el Código Civil derogado .
Pág.
c) El Código Civil y Comercial de la Nación ....................
..... 60
d) Breve noción sobre las características generales del insti-
,.+
63
65
66
2.3.3. Determinaci
5 l. Diferentes signific 93
1.1. Causafuent 93
1.2. Causafin 93
5 2. Las fuentes de 93
XVI NORMA O. SiLVESTllE (DiRtCIORA) ---
......................................
6.6.11. Cesión
6.7. Títulos valores
C A P ? ~ U LIVO(CONT.)
LA RESPONSABILIDAD CIVIL
5 1 Concepto de respo
2. Prelación normati
3. Función preventiva ............................ .
....... . .......................................................
3.1. Deber de prevención del daño . . . . ...................................
. , preventiva ......................................................................................
3.2. Accioii
3.3. Acción de reembolso
3.4. Prevención y precau
3.5. Principio precautori
S 4. Funciónpunitiv
4.1. La sanción
5 5. Función resa
8.6.4. La interpelació
8.6.5. La constitución
9.5.3. Formas
9.6. Rubros de la in
9.6.1. Muert
XIX
Pág
9.6.4. Interese 204
9.7. El daiio a intere 205
205
206
207
208
10.1. Funcioiie 209
209
210
.......
10.4. Breve síntesis de las teorías referidas a la causalidad .............. 210
10.41 Teoría de la equivaleilcia de las condiciones (o condiclio sine
211
211
211
211
10.5. La causalidad adecuada en el CCyCN. Cla
212
a) Orbita obligacional
b) Orbita extracoritra
c) Alcance de la exiini
Pág.
11.9.3. Imputabilidad de segundo grado 234
11.9.4. Culpa. Concepto y caracterizaciói 234
11.9.5. Apreciación de la culpa 235
11.9.6. Algunos supuestos de 238
11.9.7. Culpa civily culpa penal ................... . . ......
...... ..................... 239
11.9.8. Aplicaciones de responsabilidad por culpa . 239
.......
11.9.9. Dolo ...................... ............................................................. 240
11.9.10. El dolo en el CCyC 241
11.9.11. Pruebadel do1 242
11.9.12.Efectos del do1 242
1l.lO.Factores objetivo 242
11.10.1. Los factor 243
243
244
244
b).2. Orbita obligacional 245
.........................., 245
b).2.2. Situación actual de la obligación de seguri-
247
248
249
d) Abuso del dere 250
252
253
12. Responsabilidad Directa 254
12.1. Daños causados por acto 256
12.2. Pluralidad de responsable 258
259
259
13.2. Requisitos
..
261
13.3. El Código Civil y Comercial de la Nació 263
13.4. El principio común a a
vancia de la sustitución 263
13.5. Responsabilidad por el 266
13.6. Responsabilidad de otras personas encargadas 269
270
272
272
272
14.4. Las actividades rie 273
14.5. Legitimación pasiv 274
274
275
276
14.6. Reglasprocesales 276
14.7. Daños causados p 277
277
XXI
-
Pág
15.1. Antecedentes normativos ...
................................... 277
15.2. El problema de la relación causal y la legitimación pasiva ................... 278
15%. 1.a responsabilidad anónima en el iiuevo Código Civil y Comercial de
279
280
281
282
g 16. Responsabilidad de las personas jurídica 284
16.1. Sistema anterior al CCyCN 284
16.1.1. Las personas jur 284
. ..........,,.,,,,...........
,, 285
16.1.3. Caracterización de la falta de servicio en el derecho argenti-
no ............................
...
.......................... ...................................... 287
16.1.4. Extensión del resarcimiento ............................ ...... ............... 287
288
...................................... 288
16.2.2. Ley de Responsabilidad del Estado y sus funcionarios públi-
cos en el ámbito nacional 289
g 17. Responsabilidad de los establecimientos educati 290
291
17.2. Legitimación 291
17.3. Daños cubier os 293
17.4. Factor de atribu 293
17.5. Eximentes 294
294
17.7. Ambito material de aplicacióii de esta responsabilidad ....................... 294
17.8. Seguro obligatorio de responsabilidad civil 295
$ 18. Responsabilidad de los profesioiiales liberaie 295
29 6
297
...........,,,,,,.,.........., 297
298
$ 19. Responsabilidad por accidentes de tránsito 299
19.1. Algunos deberesy 300
300
301
301
303
304
305
305
305
b) Otros daños patri 305 .
306 ,
306
307
307
22.2. Transmisión de la acción indemnizatoria 307
22.3. Extinción de la acción indemnizatori 308
g 23. Relaciones entre la acción civil y penal ...............................
........................... 308
23.1. Principio general: independencia sustancial ................................y.... . 309
ni 1 NORMA O. SILVESTRE (DIRECTORA)
en el proceso civil
23.5. Influencia de 1
lidad y daño.................................................................................................
23.6. Excusas absolutoria
23.7. Impedimento de rep .....................................................
23.8. Sentenciapen
23.8.1. Excepcione
23.9. Efecto de cosa
CAPÍTULOV
MODIFICACIONES SUbJETIVAS N O EXTINTIVAS
3.1.2. Cesiónper
3.1.3. Cesi6n donación
3.1.4. Cesión en garant
3.1.5. Cesión fiduciaria
3.1.6. Prenda de crédito
3.1.10. Endos
3.2. Caracteres del ................................,.....
..............,..,...,,,,,,,...
4.5. Efecto
OBL~CACIONES xxiii
Pág.
4.5.1. Limitaciones al principio genera
4.5.2. Caso especial de la siibrogacióii
g 5. Trarismisión o cesión de deuda
5.2. Formas de transmisió
5.2.2. Asunci
C n p i T u L o VI
....,,,....................,...,,,
5.2.1. Obligaciones de dar ......................................................................
5.2.2. Obligaciones de hacer. El
5.2.3. Obligaciones &eno hacer
5.3. Efectos anormales de las obligaci
5.3.1. Naturaleza jurídica dela inde
a) Es una obligación nueva .. ..,........,....
XXlV NORMA O. SILVESTRE (DIRECTORA)
Pág.
b) Es una obiigación iegai secundaria, sanción por elincum-
piimient
c) Es la mis
5.3.2. Carácter subsidiario o no de la indemniiaciún ........................
6.12.5. Recursos
5 7. Acciones directas .................................................................................................
OBI.ICACIONES XXV
Pág.
.,
8.6. Otros mecanismos de ejecucion ........................ 381
8.7., Incidentes de la ejecución. Tercerías ..................... .
..................... 381
8.8. Ejecución colectiva por parte de los acreedores ........................ ..... .
. 382
ChPiruio VI1
EFECTOS AUXILIARES
g 1. El patrimonio del deudor como garantia común de los acreedores .............. 383
1.1. El nuevo conceoto de oatrimonio en el CCvCN ........................ .
. ....... 384
1.2. Fundamento del principio del patrimonio como garantía común ......
Limitaciones y excepciones al principio del patrimonio como garantía ......
2.1. Bienes excluidos de la garantia com
2.2. Limitaciones en leyes especiale
Acreedores (u crbditos) comunes y co
Acreedores (o créditos) con derecho de preferencia ......................... ......... .
.
4.1. Medios de garantía y preferencias. Distinción ................... .
.. ...........
4.2. Los privilegios en el Código Civil y Comercial de la Nación. Concep-
to ..................
..... ........................ .......................*......................................
4.2.1. Diferencia entre los privilegios y los derechos reales de ga-
rantía ................. . . ....... .............................................................
4.2.2. Fundamento de los privilegios
4.2.3. Caractere
4.2.4. El asiento
4.2.5. Subrogación
4.2.6. Superposició
4.2.7. Clasificación de los privilegios en el Código Civil derogado ..
4.2.8. Interpretación de la doble regulación en el Código Civil de
Vélez y en la Ley de Concursos y Quiebras ................................
4.2.9. El nuevo CCyCN. Camino a la
4.2.10. Clasificación de los privilegio
a) Clasificación de los privile
b) Los privilegios especiales.
C) Conflicto entre los acreedores con privilegio especial ......
Derecho de retenció
5.2. Caractere
5.3. Naturalez
6.3.9. Efectos
6.4.10. Efectos
OBLIGACIONES XXVIl
Pág.
6.4.11. La protección de los subadquirentes de buena fe y a título
..
.i' oneroso .. . . . . . . . . . . . . . . . . . 425
6.4.12. Acumulación de acciones. Prescripción ....................
............ 426
g 7. Preferencia de acreedores del causante y legatarios: Separación de patri-
427
7.1. Fundamento 428
428
7.3. Naturaleza jurídic 429
7.4. Sujetos beneficiad 429
429
429
7.7. Bienes sobre los que recae el derecho 430
7.8. Modo de efectivizarla 430
CAP~TULOVI11
EXTINCIÓN DE LAS OBLIGACIONES
A) NOCIONES
GENERALES Y PAGO
g 1. Concepto de pa
g 2. Naturaleza jurí
2.1. Teoria del act
2.2. Teoría del acto debid
2.3. Teoría del hecho jurí
2.4. Teorías ecléctica
........,,,.,.......................,.,,,,,,...............
3.2.2. Por disposición legal: casos de fraccionamiento autorizado..
3.3. Puntualidad
3.4. Localiza
.........,.............................,.....................
3.4.2. Falta de designación del lugar de pago
3.5. Propiedad de la cosa cuando se pretende constituir derechos reales.
Pág.
b).4.2. Oposición al pago por el deudor ................... 454
b).4.3. Oposición conjuiita de acreedor y deudor ... 454
b).5. Efectos del "pago" por tercero ..................................... 455
b).5.1. Entre tercero y deudor ................ . . . ......... 455
b).5.1.1. Asentimiento del deudor .............. 455
b).5.1.2. Ignorancia del deudor ................... 455
bL5.1.3. Onosición del deudor al naco .......
b1.5.1.4. La acción del pago con subroga-
A ., 456
ció 456
b).5.2. Efectos entre tercero y acreedor ................... 457
b).5.3. Efcctos entre deudor y acreedor ................... 457
4.2.2. Legitimación pasiva del pago ................................................... 458
a) El acreedor, sucesores universales o particulares ...........,,, 458
b) Representantes del acreedor ................................................. 458
c) El juez en caso del crédito embargado ................................. 459
d) Otros terceros habilitados para recibir ei pago ................... 459
460
461
d).3. Pago al acreedor aparente ............................................ 461
g 5. Gastos del pag 462
g 6. Prueba del pag 463
463
464
6.3. Medios de prue 464
6.4. Elrecibo 464
7. Efectos del pag 467
467
467
l . 1-1 ,,;ig<, C,"",. ;xC:L dc 1 .~.~i>li~,cll1.l,~ilii . . . .................................. 467
- 2 :>. VI .i > n r ~ ~ c i ~ i n ~ , i : ~ i i i í i i ~1,tcii;i i i i incio iiiv;li<i<, . . . ..
~ i : ~ : iilcl 468
7.2.3. El pago como acto de coiisolidación contractual ..................... 468
7.2.4. El pago coino elemento de interpretación del contrato ........... 468
7.3. Efectos incidentales ........ . ......................................................... 468
7.3.1. Derecho al reembolso de lo pagado por el tercero ................... 468
7.3.2. Repetición de lo pagado . " indebidamente ................................... 468
7.3.3. Restitución al acreedor de lo pagado a u n lercero.................... 468
.
7.3.4. Inooonibilidad del oaeo ...................
., ........ .. . ...................... 469
g 8. Imputacion del . pago- .
................... . . ................................................................. 469
8.1. Impiitación por el deudor .......................................................................... 469
8.1.1. Limites de oportunidad 469
8.1.2. Liinites de contenid 470
8.2. ¡,a denominada "imputación 470
8.3. Impiltación lega 472
8.4. Modificación de 472
8) PAGOPOR CONSIGNACI~N
473
474
474
2.2. Excepciona 474
2.3. Facultativo 474
474
475
OBLIGACIONES XXlX
Pág.
5.3. Entrega de un in
5.4. Cosasindetermi
5.5. Cosas pereceder
C A P ~ T ~ JIX
LO
OTROS MODOS DE EXTINCION
A) COMPBNSACI~N
g l . Concepto e importancia práctica
3.1.3. liomogen
Pág.
3.1.6. Embargabilida 489
489
490
3.3. Facultativa 490
491
. .. .. .... ..... 491
Imputación de la compensac' 492
493
C) N o v ~ c r ó ~
Efectos de la novació
D)D ~ c r EN
ó ~PAGO
OBLIGACIONES XXXI
Pág.
4.2. Gratuita u onerosa 513
513
514
514
515
515
515
517
G) IMPOSIBILIDAD DE CUMPLIMIENTO
519
519
519
520
2.3. Definitiv 521
521
522
524
524
525
526
526
ocio jurídico ....................
.......................... 526
2.3. L a moral, la equidad, la buena fe y el abuso de derecho ....................... 527
3.5. Conmutativos
g 4. Condicione
4.1. Hecho generado
4.2. Causativo de exc
537
537
538
539
540
J) P R ~ S C R I P CLIBBKAToRlA
I~N O EXTSNTSVA
El tiempo y las relaciones jurídica 540
540
Prescripción iiberatoria o extintiva. Conce 541
542
542
543
544
545
546
546
......,..,,..................,,..,,...,, 546
9.2. Otros casos expresamente previstos por el CCyCN . 548
549
9.3.1. Suspensión 549
549
legal 549
c) Causaies de suspensión previstas en el CCyCN .................. 550
c ) Suspensión por interpelación fehaciente .................. 550
c).2. Suspensión por pedido de mediación ........... . ......... 551
c).3. Otros casos especiales previstos .................... . ...... 552
c).4. Suspensión por matrimonio o unibii convivencial.. 552
c).5. Suspeiisión en tutela, curatela, responsabilidad pa-
renta1 y medidas de apoy 553
c).6. Suspensión entre person
dores o fiscalizadores .........
.................................... 553
c).7. Suspensión eii relación al heredero con responsabi-
lidad iimirada, por Los reclamos referidos a los bie-
nes del acervo hereditari 553
554
d) Gfecros de lasuspensió 554
1 Alcance sirbjetiv 555
9.3.2. inrerrupciói 555
.
ai Concento v, fundament
b) Causales interruptivas de la prescripción ...........................
555
555
S Interrnpci6ri por actividad del deiidor ...................... 555
OBLIGACIONES XXXI il
PQg.
b).2. Interrupción por actividad del acreedor ................... 556
:*
b).2.1. Interrupciói~por petición judicial ................ 556
b).2.2. Duración de los efectos interruptivos .......... 558
b).3. Interrupción por actividad común de acreedor y
~,
b).5. Causales interruptivas previstas en otras leyes ........
c) Efectos de la interrupció
c).. Alcancesubjetiv
g 10. Dispensa de la prescripción corrida
9 11. Cuestiones procesales ....................
...................................................................
11.1. Invocación de parte y principio iura nouitcuria ....................................
11.2. Oportunidad procesal parasu planteo cuando se opone como excep-
g 13. Caducidad de 1
C A P ~ T U LXO
CI.ASIFICACI~N
DE LAS OBLIGACIONES.
CKITERIOSGENERALES
l. Nociones generales. Relevancia de la tarea de clasificar ................... .
.........
g 2. Metodología delCCyC
g 3. Plan de estudio
g 4. Criterios de cla
CAPÍTULOX l
OBLIGACIONES CIVILES Y NATURALES
g l . Nociones previa
5.2. Su difere
XXXIV NORMA O. SiLVESTRE (DIRECTORA)
CAPÍTULOXII
..... ...,,.,,,..,,,.,,.,,
5 l. Nociones previas. Diversas categorías y subcategoríasC.CCCC.CCC
1.1. Obligaciones autónomas, o devínculo singular ....................
.............
1.2. Obligaciones interdependientes o conexas
1.2.2. Obligacionesinterd
g 2. Obligaciones principales y acceso
S 4. Fuentes de la accesoriedad
5 5. Quid del carácter accesorio de la deuda de responsabilidad .......
...........
6 6. Funciones de la accesoriedad ........
............... . .................................................
g 7. Diferentes especies de accesoriedad
7.1. Obligaciones accesorias
.
7.2. Obligaciones accesorias con relación al su'eto ......................... .
..,,.,
7.3. Derechos accesorios del acreedor
7.4. Otras posibles especies de acceso
g 8. Efectos de la accesoriedad. Principio gen
8.1. Aplicaciones del principi
g 9. Excepciones al principio gener
CAI'ÍTULO X I I I
O B L I G A C I O N E S PURAS Y SIMPLES Y MODALES
l. Nociones previa
.................................... ..
3.11.3. indivisibilida
b) Condición resolutor
b).i. Condición res
4.5. Caracter
4.6. Clasifica
Pág.
4.8.1. Efectos del plazo suspensivo o inicial.............
. .............. . ...,.,. 626
a) Plazo pendiente 626
627
627
627
627
5 5. Obligaciones con car 628
5.1. Concepto ..
..................................................................... 628
5.2. Caracteres del carg 628
5.3. Comparaciones 629
5.4. Ambito de aplicac 629
5.5. Clases de cargo: sim 630
5.5.1. Cargo condicional suspensivo y resolutorio . 630
a) Efectos del incumplimiento del cargo resolutorio ............. 531
b) Efectos del incumplimiento del cargo - susuensivo ............. 631
5.6. Cargo y contraprestación .......................................................................... 631
5.7. Cumolimiento del careov- ,transmisibilidad ........ . 632
5.8. Transmisión hereditaria 632
5.9. Tiempo de cumplimiento. Prescripción 632
. .
-
5.10. Afavor de auien debe cumolirse el careo .......................................... 632
5.11. Incumplimiento del cargo ................... ....................... 632
5.12. Límites de la responsabilidad del beneficiario gravado ..................... 633
5.13. Cargos prohibidos .............................................................. 633
CAPiTULO XIV
OBLIGACIONES DE DAR
5 l . Introducció
5 2. Diferencias
5 4. Obligaciones de dar cosas cierta
Pág.
b).2.4.1. Clases .............................................. 662
b).2.4.2. Régimenlega 663
b).2.5. I'érdida de la cosa: concept 664
h).2.6. Deterioro de la cosa: concepto ......... 664
b).2.7. Régimen legal: principio general 664
b).2.8. Supuestos de pérdida de la cosa ................... 665
h).2.9. Supuestos de deterioro de la cosa ................. 666
h).3. Efectos frente a terceros de las obligaciones de dar
cosas ciertas para transmitir o constituir derechos
reales .. ............................................. 666
h).3.1. Bienes inmuehles 667
Conflicto entre a 667
668
b).3.2. Bienes muebles .,.,,,.. 669
Bienes muebles registrables ..........
. ........... . 670
Bienes muebles no registrables .................... 670
671
674
674
674
c).2.1. Mejoras y gastos o expensas necesarias ...... 675
c).2.2. Mejoras de mero mantenimiento: no son
indemnizable 675
4.3. Régimen legal de los fr 676
c).4. Pérdida y deterioro de la cosa debida ........................ 676
4.5.3. Obligaciones de dar cosas ciertas con la finalidad de transfe-
rir el uso o la tenencia 677
677
OBLIGACIONESDE GENERO
(O DE DAR COSAS INCIERTAS)
g l. Concepto y clases
2. Concepto de género
g 3. Importancia de esta
g 4. Criterio de la doctrina y
5 5. Obligaciones de géner
OBLIGACIONES XXXIX
Pág.
5.4. Individualización de la cosa . .. ................. 684
5.4.1. A quién corresponde .
.............. .
......................... 684
5.4.2. Calidad de la cosa elegida: principio general y excepciones ..
.,e
684
5.4.3. Pago por error 685
5.4.4. Forma y modo 685
686
5.5. Efectos de las obligaciones de género 686
5.5.1. Antes de la elecció 686
5.5.2. Después de la elec 687
687
5.6.1. Concepto 687
688
c ~ ~ f l U I XVl
.0
b).1.2. La potestad
5.2. Caractere
5.3. Momento
5.4. Tasa de in
nales: la usura
5.5. Anatocismo
5.5.1. Concepto
5.5.2. Código Ci
5.5.3. Código Civil y Comercial de la Nación .........................
........ .
CAPiruI.0 X V I I
OBLlGAClONES DE H A C E R Y N O HACER
4.4. Prestacion
4.5. Prestacion
6.2. Clasifica
5 3. Fundamento
-
2.2. Obliaaciones de resultado ................... 765
766
4. Otras denom 766
767
5.1. Orígenes
. de a teoria 767
5.2. Evolución posterior e importancia actual de la distinción ................... 768
6 6. Alaunas
" criticas formuladas a la Dresente distinción .................................. 770
6.1. La distinci6n no es ontológ3ca, por cuanto toda obli~aciónes al iiiis-
ni0 iii.iiili,i c I r irlciiios y dc resiilidclo .................. ....................... . . . . . . U
:-
ti?. La distinciún e i ?xcrii\,ainciiie rieii1.i i j hrrtii&iics.......... . . ............ --1
6.3. La distinción llevaría a ampliar injustamente el ámbito de la respon-
sabilidad contractual objetiva ............ . . . ................ 771
6.4. La distinción privilegia ciertos sectores profesionales, típicos deudo-
res de obligaciones de medios ................... .
.. ..................... 771
6.5. ~a distinción sólo resulta aplicable a la órbita contractual .................. 772
6.6. La distincióii obedece a una cuestión de hechovno de derecho ........ 772
6.7. Nuestrapostura .............................. 772
g 7. Criterios para su determinacibn ...... .
... ................................... 773
g 8. Algunos supuestos de obiigaciones de inedioi y de resultado ........................ 774
g 9. Las obligacioiies de medio y de resultado en el CCyCN .................... . . . .... 775
CAPÍI'IJLOXIX
OBLIGACIONES ALTERNATIVAS Y FACULTATIVAS
g l. Introducción
5 2. Carácter ine
2.1.1. Alternat'
-
c) Con las obligaciones de género y las de género limitado ... 784
d) Con la cláusula pena
2.1.9. Caracteres
2.1.10. Concentra
2.1.11. Singularidad
OBLIGACIONES XLlll
Pág.
2.1.12. Naturaleza de cada prestació 785
..< 2.1.13. La elección ................................................................................. 786
a) Naturaleza jurídica de la elección ....................... . ... 786
b) Facultad de elección y derecho del consumo .................... 786
c) A quién corresponde ............................ .
.......................... 787
2.1.14. Obligacion
accesoria y principal
Pág.
1 Introducció 799
799
S 3. Lametodología del CCyCN 800
801
4.1. El Cúdigo Civil fra 801
4.2. La divisibilidad o i ...................................... 801
4.2.1. Divisibilid 802
802
Requisitos de la divisibilida
4.2.3. 803
Supuestos de obligacioiies
4.2.4. 804
S 5. Obligaciones indivisible 804
5.1. lndivisibilidadma 804
5.2. Indivisibilidad idea , convenciona o vo untarla ................................... 804
5.3. La indivisibilidad iega 804
805
5.4.1. De dar una cosa cier 805
5.4.2. De hacer, excepto si
805
De no hacer ...................................................................................
5.4.3. 806
Accesorias, si la principal es iiidivisible ....................................
5.4.4. 806
Otros casos de iiidivisibilidad ....................................................
5.4.5. 806
g 6. Efectos de la divisibilidad e indivisibilidad. M6todo a seguir 807
6.1. Efectos de la divisibilidad en las relaciones externas entre acreedores
807
807
808
6.1.3. Conse 808
808
808
809
809
810
810
811
811
811
811
811
811
6.1.4. Caso de solidaridad 812
812
812
812
b) Principio de prevenció 813
6.2.2. Consecuencias de la indiv 813
a) Exigibilidad de la presta 813
Pág.
a ) . Funcionamiento en la practica .
....... . . . . . 813
.,d 815
h) Cosa Juzgada
i) Muerte de un deudor o de un acreedor ................. . .........
6.3. Efectos de la divisibilidad e indivisibilidad en las relaciones internas ...
6.3.2. Norrnassubsidiari
5 7. Indivisibilidad impropia
CAPÍTULO XXl
OBLIGACIONES DE SUJETOSINGULAR O PLURAL
g l . Introducción ...
g 2. Diversos casos de pluralidad de suje
2.1. Pluralidad originaria y derivad
2.2. Pluralidad disyunta, conju
2.2.1. Pluralidad disyunt
2.2.2. Pluralidad conjunt
2.2.3. Pluralidad subsidia
3. Mancomunaciún. Concepto y clase
3.1. Concept
3.2. Element
3.3. T i ~ o de
s . . ................ .,.......... ......
3.4. Variantes posibles en la mancomunación .................... . ...... .
3.4.1. Obligación simplemente mancomunada con prestación divi-
3.8. Obligacione
3.8.1. Concep o
Pág.
a).2.4. Insolvencia, caso de renuncia relativa a la
.~
... solidaridad y de remisión parcial de deuda 849
a).2.5. Prescripción. Interrupción y Suspensión .... 850
a).2.6. Suspensión
a).2.7. Interrupción
un solo deudo
853
pagatorio .......... .
...
.................................... 853
a).1.3. Pago parcial 853
a).1.4. Otros modo
efectos: renuncia al crédito, novación, da-
Bibliografía
La presente obra se dedica al estudio de la relación juridica obligacional, es-
pecie dentro de los vínculos intersubjetivos regulados por el derecho, cuya ca-
racterística principal consiste en emplazar a un sujeto en la posición de exigir
de otro el cumplimiento de un deber jurídico específico, consistente en la rea-
lización de una conducta, comportamiento o prestación, patrimonialmente va-
lorable y dirigido a satisfacer un interés lícito. La obligación, como resultante de
ese tipo de relaciones, constituye una categoriajuridicafundamental, puesto que
aparece como una noción irreductible('), para luego exleriorizarse en variados
aspectos y concretas realizaciones, mediante numerosas relaciones obligatorias
parti~ulares(~).
Sea cual fuerela matriz quela genere, el análisis de la categoría debe realizar-
se de modo sistemático y unitario. Su nacimiento proviene de múltiples hechos
y actos que cotidianamente experimentamos los seres humanos, tanto en lo que
se ha dado en llamar el tráfico jurídico -cuya expresión inás frecuente estácons-
tituida por los contratos y cuasicontratos- como en las hipótesis de reparación
del dulio injustamente sufrido u otros supuestos derivados de diversos aconteci-
mientos -á los que el oiden juridico ~t&~avirtualidad para producirlas- entre
los que cabe poner de resalto las declaraciones unilaterales de voluntad o la res-
pues-ta ante &versus situaciones de enriquecimientosin causa.
La obligación genera un derecho subjetivo -o poder reconocido a favor de
un sujeto llamado acreedor- para exigir de otro sujeto -deudor, quien se en-
cuentra en situación de deber jurídico-- la realización de una conducta positiva
-entregar un objeto o desarrollar una actividad- o de una abstención. BI con-
tenido de la conducta será siempre patrimonial, aunque el interés que la motive
findarnenrrrm, principio sobre lo que se afianza y asegura un objeto determinado. Se trata de una
noción irreducrible, en cuya ausencia resuiraria imposible entender un orden jurídico cualquiera;
participan de esta definición las nociones de persona, supuesto jurídico, sanciún, deber jurídico,
derecho subjetivo, acci6n, elc. Se distingue de los conceptos jurídicos contingentes cn tanto estos.
últimos no son comunes a todos ios sistemas jurídicos, y pueden o no existir según se establezca en '
cierta época histórica y en deterininado oidenamienio normativo; p. ej., los conceptos de hipoteca, .'
enfiteusis, IR1si21g, etc6teia.
(2) Se ha distinguido la obligación -relaciún simpic, que describe ia correlación estática entre
crédito y deuda como situaciones jiiridicas coincidentes pero de signo contrario- de las relaciones
joridicas obligatorias -totales, intepraies que ligari a ambas partes como medio de iealizaci6n de
fines sociales en torno a unos intereses iícitos-, cuestión sobre la que volveremos a i referirnos a1
concepto de obligación y sii carácter de reiaci6ii jurídica simpic. Dirz-l~ic,~zizo,I,.uis, Fvndn~nenlos
de dereclio ciuilpairimonial, Tecnos, Madiid, 1970, p. 378, citado par BuEnils, ALBERTOj., Derecha de
daianos, I.lamrnuiabi, Buenos Aires, 2001, p. 158,Cap. V"0bjero de los actos juiidicos': ,,
L NORMA O. SiLVES?RF (DIRECTORA)
(3) Así lo expresa cl mensaje que, bajo el titulo "Fiindamentos'i ha elaburado la Comisión
integrada por los Doctores Ricardo Luis I.orenzetti, cprno Presidente y Elena Highron de Nolasco y
Aida Kemelmaier de Carlucci, en cumolimiento de los obietivos v alazos sciíaladas oor el dec. PEN
LOS AUTORES
NOCIONES GENERALES
1. Emplazamiento de la materia
El Derecho es ordenación de la conducta intersubjetiva. Regula los compor-
tamientos que los humanos nos dispensamos recíprocamente, como también los
que observamos respecto delos otros seres animados, de los objetos inanimados
y de los bienes en general. El sistema jurídico organiza la atribución de prerroga-
tivas de tales sujetos en relación a las esferas de derechos de otros y provee a la
satisfacción de sus intereses jurídicamente atendibles, sean éstos de naturaleza
individual o colectiva.
En la materia cuyo análisis estamos abordando, la persona y su coizducta son
los elementos centrales: configuran un prius respecto del ordenamiento jurídico
por cuanto la persona es una categoria ontológica y moral -no meramente his-
tórica o jurídica-. No es una creación del derecho positivo, aunque éste la dota
de significación jurídica, estructura su estatuto y determina su actuación en el
sistema de las normas que regulan lavida en común(').
1 , l . , , . , , .. , , , , S , , ,,:. .. . ~ I I ~. . , , . . b , .
. .. . . .,.. ,.1.:. .:..
...
iuitiii, r(imi.>ii.\r,..ei Y:t<Ict<l .?¡$,,, 11. :) P. ,au! +i? 8 . ~ ) .c , ;I~LY,,,!,;, ~ r . , ~ k~ t , t ~ c ~ w c . t l ~ ~
;)
(2) Mientras que en el derecho público predomina la normativa de carácter imperativo, eii el pri-
vado prevalece ia aiilo-composición de los intereses en conflicto y las remiaciones de carActer dis-
vositivo; esto es, que las normas vúbiicas actúan cn cl caso de no haber acuerdo o dis~osicióncon-
(4) Por ejemplo, las diferencias entre derecho público y derecho privado se desvanecen en el De-
recho Laboral v de la Seeuiidad Social. en el nue la relación -en iirinci~io- orivada entre trabaia-
vio relacionadas oor el derecho orit~ado- ante la desimaldad que se advierte en los hechos entre el
indisponibles.
(SI En lo aue hace a lamateria civil cste nuevo oaradiama imollcs el reco~ocirnieniode una comu.
lec, los derechos de iicideii«a colectiva, la tutela del niño, de las personas con capacidades diferen:
"En verdad, las normas constitucionales en materia civil, no son algo separado del
derecho civil, sino que conforman su infraestructura. De ahí que se habla con natura-
lidad de "civilizacibn del derecho constitucional" más que de "constitucionalización
del derecho civil': En definitiva, el derecho civil constitucional continuará siendo de-
recho comiin en sí mismo (a se stante, como dicen los italianos) para poder auxiliar
a las diversas ramas dei ordenamiento, aun cuando éstas en sus principios, bases e
instituciones propias, también se nutran de los principios constit~cionales(~).
En el campo específico del derecho de las obligaciones, este proceso de co-
rrelación entre principios constitucionales y de derecho privado, en tanto inci-
dencia recíproca de sus contenidos, se visualiza en la existencia de cláusulas ge-
nerales, principios generales del derecho como la buena fe, la protección frente
al daño injusto(g)y el abuso del derecho, la nueva configuración de la autonomía
privada sin las connotaciones liberales e individualistas decimonónicas, la revi-
sión del lugar asignado a la diligencia -o, agregamos, a los efectos de la falta de
ella- en las relaciones contractuales y los daños extracontractuales, la tutela de
los valores fundamentales de la persona humana(lO),la consagraciún constitu-
cional del derecho a un ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo hu-
mano("), la protección a los consumidores y usuarios de bienes y servicios, tanto
en su salud como la segnridad e intereses económicos, la información adecuada
y veraz, la libertad de elección y el trato equitativo y digno.
En suma, la Constitución Nacional es una norma jurídica y puede integrar
el contenido de un negocio jurídico, en tanto incide en el significado y en la am-
plitud de la autonomía privada(12),consagrando un concepto de orden público
diferente al tradicional del derecho civil (según art. 19, Código Civil derogado),
que debe ser interpretado como el valor de un estado democrático y promotor de
la justicia social.
(8) BUERBS,ALBERTOJ., "El futciro..y cit., p. 768. El autor explica que el derecho constitucional de
propiedad y a la libre empresa, deben ser concebidos en su dimensión social, lo que se sustenta me-
diante una interpretaciónfinaiista del ar?. 17 y su enlace con los arrs. 14,20y otros de la Constitución
Nacional argentina.
(91Desde hace ticmoo. varios anos antes de ia reforma constitucionai de 1994. se ha dicho aue el
da,etc..out no ~ u e d e nser ibieru de iniCrencias arbirrarias oábusivas íconi. va>os tratados inierna-
<.!<,ll;$i~. <,.:3 <'<,,.<I~!,,CC,,C .\:l:t"ti'%i i,,>l ~ ~ ~ t p ~,l',i- r air ,1 .~7 5 ir,c 221.
irlr<,,p<,:d<l<>>
, ueiairdiii.n rii c.1 Iprc,ir.nie tlrben
1 1 , t . < !ii<,i iiir el srl 4 1 ( S ) . i r d, livi.l.t<l?\ piir<liir!i>.i>, ~ i i <S<'
satisfacer las necesidades actuales, pero no comprometer las de las " neneraciones futuras, incluvkn-
dose asi la perspectiva inrergeneracional y el concepto de desarrollo sustentableo sostenible.Se trata
de intei.eses dc incidencia colectiva, supraindividuaies, difusos, de ciase 11 otros vocablos que pro-
curan definir ciertos ámbitos de tutela ~ i i esobrepasan la afectación tradicional a un sujeto sineu-
larmente concebido, para proyectarso a grupos diindividuos no individualizados, todo 1; que tiene
directa relacián con la legiiiinación paie accionar, que se concede, en tales casos, no súio ai afectado
directa, sino a organizaciones no gubernamentales, a ¡os defensores de¡ pueblo y al representante del
Ministerio ~ ú b i i c oFiscal.
(12) BUERES,ALBBRTOJ., "El fuluro...':cit., p. 769.
NOCIONES GENERALES 5
.
. , Comorende lo esoecificamente humano de sus relaciones, deianda dc lado las que
113) . .DOr es-
pecialidad, preparación, profesiún u objeto especial de su contenido (p. ej., ejercicio del comercio,
vinculación laboral, técnica de minería, etc.) permiten delimitar esferas de actuación que no son las
comunes de fado ser humano. Conf. CrEUeNTBs, SANTOS,Elementos de derecho civil. Paree ~encral,
tro de poder político que legisla para todo el territorio. En cuanto a los paises con organización fe-
derativa. hav casos como en la Areentina v el Brasil donde este tioo de normas son también únicas
y8.n utri~srupuriio, I n <ircuiiir:i<~"iier diler~i~rc. Ibl el c.<,(. ile lur I:.i,i<li % lliiiil<>,de Siiiii..iiii6iicd
cii qiie segun i i i ,i,ieiiin r~ii,iiiiiiiiinnlfc"rr:il. ciid,i e~r,iilii <IILIA'LI 1110(>1~11< fi.<i<cCi~il ilc.:~.tl<I~> 1/1!
~ é i c ocon , base también en iin sistema federal, existen dos ámbitos v el derecho civil puede ser de
~ J r d ~ l le<lk>rnl
er ii Iilial v <,ti rl Iirin.rr c;isi> se irgiil,~ ~ ~ ~ ~I (.C.¡
L . S ~ ~ I I C < ~ jmc ~ G .1. ,I<l.11.,li). (ti-
I ~ ~ >I:11.1
,,.3<1" c,, 1YLH ,i,,,. ia",l>iv" .,CV" <Y,l,,,> .,>
lt~,;l.lfi<.> !:,l,,li, c 3, t!I ",,~I>ll<, io~;,I<i<.i11.511,1~1 l.~,<lc:r.il c .1p,.
tal tlvi ~ : % i >Iuwu
. ~ a d ~ % c ~ ~laibvcicrd<
~ c i ~ I~Kd, C~cU V I I I ~ ;,m ,u lpc ~ p m c0.1. C IVII.Ft,( m.~d.>, In],, orla
orean&aciúnfederativa. desdc 1994riwe el Code Ciuildrr ~rrébec,&e se ins~iraeneldercchofrancés'.
raciones físicas v esoirituales de la persona humana y Las libertades. Entre las primcras se encuentran;
6
M
NORMA 0. SILVESTRE (DIIIECTOR.4)
erga ornnes), ielarivamente iiidisponiblis (podría admitirse algún supuesto de limitación transitoria
coma p. cj., una cirugía, <lileimplica una lesión fisica, consentida por el sujeto en miras de iin bien
superior como la curación de una enfermedad), extrapaliimonialcs [si bien no se tradiicen en valores
peciiniarios, en caso de ser lesionados, generan acción patrimonial dc rcsarcirni6nto) y de objeto inte-
rior (se disiineuen del sr<ietooue es la nersona considerada in tonim, cdtegoria nue los contiene, lo Que
6 1s. 18~01s..Hamniurabi, l1 ed., :iSrciinpresióii, Buenos Aires, t. 1-A, a. 113, Que cica a
.iwis~i.udencinl,
.
CIFUENTES,
SANTOS,"LOSderechos personatisinias: en &vicia del Aroioiariado, separaia370, 79/82.
NOCIONES GENERALES 7
profesión, a los actos de comercio legalmente calificados como tales y a las re-
laciones jurídicas derivadas de la realización de éstos. Esto es, en términos am-
plios, la.rama del derecho que regula el ejercicio del comercio por los distintos
operadores económicos en el mercado. La progresiva internacionalización de los
negocios y la necesidad de los poderes públicos de establecer un marco de pro-
tección de los consumidores y de mantenimiento de la estabilidad económica
y financiera ha venido dando lugar a lo que se conoce como el fenómeno de la
"publicización" del Derecho Comercial, consistente en que son cada vez más y
más normas de derecho público las que se entremezclan con normativa pura-
mente de derecho privado para salvaguardar ciertos intereses. Por ejemplo, la
normativa de supervisión y sanción en materia del sistema financiero, donde to-
das las sociedades operantes en él y las operaciones que en él se realizan están
fuertemente vigiladas.
En la mayoría de las legislaciones una relación se considera comercial y, por
tanto, sujeta al Derecho Comercial, si constituye un acto de comercio^'^, que
poseen tal categoiización intrínsecamente, aunque en muclios casos el sujeto
que los realiza no tenga la calidad de comeiciante; sin perjuicio de ello, también
puede considerarse comprendidos los actos llevados a cabo bajo la forma de em-
presa(''), regulando tanto su estatuto jurídico, como el ejercicio de la actividad
económica, en sus relaciones contiactuales que mantienen los empresarios en-
tre ellos y con terceros('D).
Existen cuatro características definitorias básicas del derecho comercial:
(16) El arr. 80 de¡ Código Comercial derogado, declaraba los considerados actos de comercio enge-
neral entre los que incluye la adquisición onerosa de cocas muebles o dcreciios sobre ella para iucrar
con su enajenación, las operaciones de cambio, banco, tiiuios circulatorios, seguros, sociedades, co-
mercio marítimo, entre otros.
(17) Cabe resaltar los iniiumerables esfuerzos ilevados a cabo por la doctiina comercialista para
definir el coiiccpio de empresa. En el orden laboral, el ati. 50 de la ley 20.744 estabiece que se trata de
"la organizacióii instrumental de medios personales, materiales e inmateiiales ordenados bajo una
dirección para ei logro de fines económicos o benéficos':
(18) Al igual que en el caso del Cód. Civil, el arr. 75, inc. 12, CN, asigna a la Nación competencia
'
legislativa para el dictado de las normas que comprenden el derecho comercial, sin perjuicio de su
aplicación mediante los tribunales y normas de procedimiento localcs. Eii otros ordenainirntos ju-
rídicos, especialmente cn el derecho anglosajón, no existe una visión unificada del "derecho comer-
ciar (corno tamooco ocurre con otras ramas del derecho), sino Queei obiero de su estudio se reparte
el $gente en la Argentina donde existe un Código Comercial que siive como piedra angular a todo
elsistema.
8 NORMA O SIIVLSTIIL (DIREClORA)
(19) Ante la importaiicia de los ncgocios llevados a cabo en el tráfico bancario y financiero, se
sostierieoueel derecho comercial tiene unasubdii~isi6n:el derecho bancario, auerigelasrelacio-
de los organismos comunes a esos comerciantes, las comisiones o entidades reguiadoras de sus
I actividades.
i
1
10--
- NORMA O.
- SILVESTRE (DIRECTORA) -
La reciente sanción de un nuevo Código que unifica los regímenes positivos
del derecho civil y comercial, derogando gran cantidad de esas leyes coinple-
mentarias y reformando integralmente todo el sistema dederecho privado, nos
ha llevado a reforinular el enfoque adoptado en la Primera Edición de esta obra,
partiendo ahora del nuevo texto en vigor, sin perjuicio de la referencia a sus ante-
cedentes normativos históricos -incorporados al abordar cada instituto, evitan-
do una referencia general inicial- sil interpretación doctriiiaria y la aplicación a
través de los precedentes jurisprudenciales previos a la reforma y los dictados a
partir de su vigencia, el 10 de agosto de 2015.
Veanios las características de los textos que antecedieron aludidos, comeii-
mndo por el Cód. Civil redactado por Ilalmacio Vélez Sarsfield y el Código de
Comercio, según el texto concebido por Vélez, reformado por Eduardo Acevedo,
que ha sido objeto de profundas modificaciones a lo largo del siglo y medio de
vigencia, para llegar a la legislación recientemente sancionada bajo el nombre de
Código Civil y Comercial de la Nación.
(20) Ellt~itreias aue cabe destacar la le\^ 11.723 de .urooiedad . inteleclual, la 13.512 de ~ i o o i e d a dho- . .
ii~.i.'.ill.>!: I'ii 1,) r . i i i i i i l > . i ~ < ~ . i e ~ ~ ~ g ~ . l . ~ ~ i i c ~ i i ~ ~ i i i : ~ ~:i.nii>~l J c d i v <. I~~ ri i~i i :i i i~, rn. n<dii<, i i~ii~. ~.> ! < l ,
,!M I:, i . i . . i , , . 8. c ~ i pi > . . i , i ! . i i : i i 0, r < ~ l / . ' r i i i i , ~i r# il.:lir re. .ilir8iciii.iiiii\ 1.1 1- R i i I <IC i.,,i,:i:~<:i,i.
,\ l..,.>. \f. 1.1 '-2.1 ,l, ;,,tlt<,, 7.. ,.l.,i,<l,,! l., 2'> ll.,l <i? i,,r:2 ,.,,,c. ,,l,,,b. lLt2.1 !l2l, ,ir ,,,,\,c;r,.
bilidad de la moneda nacional; la 24.441 de fideicomiso: la 25.248 de ieming; la 25.509 de superficie
forestal, entre otras.
(21) Lamásimporiaritepor la cantidad dc arriculosreforniados y la inclusión dcfiyrasque modi-
ficaron ~i~uiioscriteriosideaió~icos delCódinodeVL.lez,fue laolasmadaeneldecret0-lev 17.711168.
. . .
(241, Podemos citar. a mera titulo eiemvliíicativo. la lev 9643 de warranl. la 11.867 de transferencia
dc i<,iidi,d e ,<iniercio 1;. I:l.?hl dc )ir<vid;~ ;iiiude iii.iriiilt,i<,i i.3 LIIJJ: <leloopcm-
i i i n rcj;iilri>, la >i
I.i:>% 21;2ilc dc,irii*uilc l k i ~ i i i ~ i , i c i c ~ i clk,-L
1 i x ; i i . lnL1.17ri<Ii~<~ii~iilddciiiii;iiicivrdr, i a , JG'L deiiiaic.~r,
la 22.802 dc lealtad comerciai: la 73.576 de obliwYones nenociables; 6 24.064 de factura confoima-
Buenos Aires. Disertación ~ronunciadael 10 de anosto " de 1995. Citada oor JUNYBNT-RAS, FRAN-
cisco - Bourrro, M ~ u n i c i oReformas
, alderecho privado patrimonial en elProyeclo de Códigogo
Civil Unificado con el C ó d i ~ ode Comercio. Primera reflexiones y andlisis crilico, Errepar, Buenos
Aires, 2012, U. 7.
(201 Bueies señala aue cs claro uue ios códiaos aima~esno sonios "de laseniridad semín las con-
miten la incori~oraciónde normas cornr>lemeniarias,~ i i e s t oque así lo exke la realidad social': Pero,
sentado ello, cabe reafirmar sii valor pues dentro de sus aitículos estiin comprendidos "los dogmas,
las figuras técnicas y los conceptos fundamentaics (las bases) fruto de la tradición y del saber de los
juristas'! Ver BUERIXS,ALBERTO J., "El iuturo ...': cit., p. 766.
Código y las leyes especiales, postulados francamente regresivo~(~~),
incoheren-
t e ~ (y asistemáti~os(~~).
~~)
La admisión de la mentada descod@cación del derecho privado, tanto civil
como comercial, implicaría la aceptación de una suerte de derecho corporativo,
iin retroceso inaceptable para la ciencia política y jurídica actual. Esto no implica
desatender las diferencias que existen entre el desarrollo de las actividades mer-
cantiles -mayor dinamismo, creatividad, dimensión económica- y algunos
principios de derecho civil -especialmente en el sector de los derechos reales,
más estables y de difícil modificación-.
La tendencia que describimos se encuentra en franca retirada, resiiltando
clara prueba de ello que desde mediados del siglo veinte hasta el presente, se
han sancionado más de cuarenta Códigos en el derecho comparado, a los que
cabe añadir como parte del fenómeno re-codificado6 una serie de intentos de
condensar distintas legislaciones nacionales en instrumentos o reglas generales
de aplicación tvansnacioi~al(~~).
En el marco descripto, tanto en los distintos sistemas jurídicas nacionales
como en los que intentan regular la permanente expansión de los negocios pri-
vados entre sujetos de distintos países, la interacción creciente entxe normas y
principios de derecho civil y comercial -especialmente en el área de obligacio-
nes, contratos y darios- nos lleva a proponer un breve repaso por las denomina-
das tendencias un@cadoras.
(29) Se podría geiierar u11 derecho estatutario particular a la medida del grupo interesado en
cierto tipo de regulación, ai modo de ias corporaciones medievales. Cabe destacar qiie en la Fran-
cia anterior a !a cadificacihn existian ciento cuarenta costumbres que tenían fuerza de ley, todas
diferentes de modo tal que una persona que viajara en ese país "cambiaría de ley con la misma Cre-
cuencia que de cabaiio': Otras fuentes senalan que los regímenes vigentes en Francia en 1789 eran
366, por lo que, para que se desarrollara el mercado nacional, era necesario que hubiese un solo
derecho que resolviera la libre circulación de bienes, la propiedad, el desarrollo dela iniciativapri-
vada Y la protección de La confianza en e! imbito mercantil ICoiif. CIUROCALDANI. MI(;UELANGEL,
..
perplejo al ciudadano común frente a la proliferación de normas que seríaii de aplicacidn según el
tipo de relación que se suscite.
(31) E1 sisrcnia juridico de derecho privado ysus subsistemas deben ser concebidos de manera in-
tegral. partiendo de la nersona humana iio sbio como iin mero ceiirro de imoutación normativa. sino
Cteciienteinente es utilizada -a partir dc ia auiori&ad que surge de ios precedentes que determinan
su interpretación y aplicación jirdiciai- p a n tornar operativos Uertos derechos que aparecían como
meramente ptogramáticos. Pero la Carta Magna no puede reeiaplazar la iiccecaria codiricaciúi>,
que fija regias de aplicación general insoslayables a1 momento dc elaborar un estatuto particular.
(32)Vcr rnbs adelantelas reglas IJNIDROIT, entre otras.
-- - NOCIONES GENERALES 13
(33) Los argumentos del Poder EjecUtivo para abortar la normativa aprobada por el Congreso han
sido considerados inuosienibles. Ver PIZARRO, ...,
RAMÓN D. - VALLESPINOS,CARLOSG., In~tiluciunes
cii.. t. l. o. 124.
14 NORMA O. SILVESTRE (DIRECTORA)
(36) Conf. CS. H.270. XLIII, "Halabi, Ernesto c. PEN slinconstitucionalidad, ley 25.873, dec.
1563104slamvaro lev 16.986':
de los derechos reales, para asignarle una percepciún y contenido mas extenso.
NOCIONES GENERALES 1s
(40) El ámbito de las reiaciones jurídicas de consumo es más amplio que la relación contractual
individual entre un consumidor y un proveedor. Alcanza, además del consumidor "dirccto': al "in-
directo" -los integrantes del grupo familiar-, a los usuarios -destinatarios de servicios prestados
por entidades públicas o empresas concesionarias- e, incluye al "tercero expuesto a una relación de
consumo7 sujeto que no es ni consumidor ni usuario pero se encuentra en una situación particular
queloconecta con una relación de consumo. Asilo establece el art. 14 ley 24.240, publicada el 15 de
octubre de 1993, llamada de Defensa de Consumidores v Usuarios ILDCl. . .. la reforma introdu-
. seeún
cida poi ley26 631 piihlicaiki i.1 7 dc ;,br,l deZOUli. I:,is i<,fi>rrnscri r.1 tiirirno p,,rraiu ile rlirho ari 11,
inciii!t.la prutcccioii del ierceru ~q,t.e$tu
'
liberales can título universirario y matrícula otorgada por colegios profesionales, salvo en lo relativo
a la vublicidad de la oferta de tales servicios.
. . Dicho articulo consama el Derecho constitucional de los consumidoresviisuarios a la nrnrec-
(421 . ~ ~~~
ci(iii iie í i i síli:d, ~egiiriJacir. irireizica crui.iiiriiri>r <vi la rvl:,~iOii<le~ o n i i l i i i i i.,i i i cunio ;I iii,;, iiih,r
ii~aiiijnaileiii-<li ).veraz Ii i l i b t - r i i t < l ~ l ~ ~ ~yncoiirliciiiiit~srle
Ii~~~ihii iraror.qiiit;<ii\o, iligrio l.ir,Jii
cación para e1 consumo, etc. Asigna a las autoridades el deber de defenderla competencia evitando la
distorsión en los mercados y controlando los monopolios namrales o legales, proveyendo a la calidad
y eficiencia de Los servicios públicos, fomentando la actuaciónde lasas~ciaciinesde consumidores y
usuarios y organizando procedimientos eficaces vara la prevención y solución de conflictos.
NOCIONES GENERALES 17
144) Asilo disnone exnresamente el ari. 37 LDC,texto serún iev 26,631 de 2008, al disponer en el
(45) Conf. ari. 41, CN, que asigna a ia Nacibri la atiibuciúii de diciar las nuimas qlie contengan los
presupuestos mínimos de protecciúii riel ambiente (en todas sus expresiones) y a las provincias. las
necesarias para complementarlas. sin que aqu4ilas alteren las jiirisdiccioiies localcs. .~
18
-- NORMA O. SILVESTRE (DIRECTORA)
(46) Ver punto 1.4.del Cdpítuio 11, "M6todomen 1:undamentos del Anteproyecto de Cód. Civil y Co-
mercial de la Nncihn.
(47) Adeinis de la derogación general de ambos Códigos, el nuevo Código introduce modificacio-
nes en varias leyes de significativaimportancia como la de organización del Registro dc la Propiedad
iiimueble no 17.801,de Sociedades Comerciales no 19.550y la de Defensa del Consumidor no 24.240,
texto según ley 26.6'31. En este último caso, propone la sustitución delart. li considerando consurni-
dora la 'personafiica ojurídica que adquiere o utiliza, enformagratuita u onerosa, bienes o servicios
corno destinatario final,en beneficio orooio o de su pwoo familiar o sociail del mismo modo que lo
n6 al oiganiiador de un especticulo deportivo a reparar los daños sufridos por un cliofer que había
llevado a un fotózrafo a realizar la cobertura de un oartido de fútbolv. como consecuencia de distur-
obstante, se reconoció su derecho a reparación con asieiito cii su carácter de "tercero exoueslo a In
relacidn de consumo". No obstante ello; el criterio de "personas exp;est?s a las práctica; comercia-
les" es retomado por el an. 1096 del nuevo Código, aunquilimitado a los sujetos mencionados en n!
art. 1092. para la tutela de "consumidores" y "sujetos equiparados" frente a las "prdcticasabusivas'!
(4R) JUN~~PT-BA~ - BOR6TT0, Reformas ...,cit., ps. 83 y SS.
NOCIONES GENERALES 19
(49) Los reglamentos se aplican directamente en todos los Estados miembro, con dos conseciien-
cias principales: cualqiiiera puede hacer valer las disposiciones de un ieglamcnto y alegarlas direc-
tamente ante el juez, qiie debe aplicarlas de la misma manera en toda la Uni6n, lo que facilita ob-
viamente juzgar los coiillicros entre residentes en paises diierentes. En cambio, las directivas deben
transponerse, es decir, los Estados miciiibio dcben integrar sus principios, el1 i ~ r dcrerminado
i plazo,
a sus respectivas leyes nacionales aunque dándoles cierta libertad sobre los medios para llevarlo a
cabo. tasdirectivasno iieneii eliiiisinoefeclodirectoquelosreglamentos,enel sentido,de quenoori-
20 NORMA O. SILVESTRE (DIRECTORA) -
los Tratados, estos actos forman parte de las fuentes de un derecho comunitario
civil cuya aplicación debe contar con la cooperación entre los Estados miembro
-que mantienen sus ordenamientos nacionales- aclarando que, a diferencia
del derecho internacional clásico, dirigido principalmente a los Estados, el co-
munitario va dirigido también a particulares y empresas.
En materia de obligaciones contractuales en la Unión Europea, el Conve-
nio de Roma de 1980 -vigente para los paises miembros desde el 10 de abril de
1991- regula cuestiones sobre la ley aplicable a las obligaciones contractuales
y a los conflictos de leyes aplicables a los contratos. Este Tratado completó el
Convenio de Bruselas de 1968 sobre competencia de los tribunales sustituido
por el Reglamento Bruselas 1, vigente desde el 1de marzo de 2002. Dicha norma
dispone que, en determinados casos, los tribunales de varios Estados mierabro
pueden ser competentes para juzgar un asunto(50).
La clave del sistema establecido por el Convenio es el principio de autono-
mia de la uoluntad, que permite a las partes elegir libremente la ley aplicable
a su contrato. La libertad que se deja a las partes es considerable: pueden ele-
gir cualquier legislación aunque no presente ningún vínculo con el contrato;
también pueden modificar su elección inicial en cualquier momento. Cuando
las partes no determinan cuál será la ley aplicable a su contrato, éste se rige por
la Iey del país con e1 que el sujeto mantiene vínculos más estrechos. Se supone
que el contrato presenta vínculos más estrechos con el país en que la parte que
debe realizar la "prestación característica" tiene su residencia habitual, lo que
significa, en general, que el contrato de venta se rige por la legislación del país
donde el vendedor está establecido, y el contrato de servicios por la del lugar en
que está establecido el prestador de servicios. Se trata, sin embargo, de simples
presunciones, ya que el juez puede designar otralegislación si considera que ésta
presenta vínculos aún más estrechos con el contrato.
Al igual que el Reglamento "Bruselas 1'; el Convenio de Roma contiene nor-
mas especiales para proteger a las partes denominadas "débiles'; como los con-
sumidores y los trabajadores por cuenta ajena. Así, el simple hecho de que el
contrato indique que debe aplicarse una determinada legislación no puede pri-
var a un consumidor o trabajador de la protección de las normas obligatorias de
la ley que sería normalmente aplicable. Cuando las partes no prevén nada en
este sentido, el contrato de consumo está sujeto a la ley del país de residencia ha-
bitual del consumidoi; mientras que el contrato de trabajo se rige por la del país
ginan por si mismas, derechos y obligaciones para los particulares. Sin embargo, lasleyes nacionales
deben inrerpretarse teniendo en cuenta los principios de las directivas, aunque sean previas a éstas.
e ordcnamient~uridicokc los Estados
Los reelamentos y directivas comunitarios forman ~ a r l del 1
2.5.4.Mercosur
El Mercado Común del Sur fue creado por el Tratado de Asunción de 1991
y persigue el objetivo de consagrar, básicamente, un área de libre comercio de
bienes eliminando barreras arancelarias y no arancelarias para favorecer el in-
tercambio comercial y una unión aduanera en la que se aplique un arancel ex-
terno común frente a terceros países. Pero, además, según lo dispuesto por el
art. 10 de dicho Tratado, se propende a la armonización de legislaciones de los
países que lo integran, aspecto que debe tomar al derecho de las obligaciones y
de los contratos como prioritario, aunque no signifique unificación de sistemas
normativos. Esto implica, en una primera etapa, la adopción de reglas comunes
en materia de teoría general del contrato y de las obligaciones, la defensa del
consumidor, la responsabilidad por productos y servicios, la publicidad comer-
cial, el derecho de competencia, la propiedad industrial, etc. De la lectura de los
informes elaborados por las comisiones competentes designadas por la Secre-
taría Permanente, surge la aplicación por los tribunales nacionales de normati-
va comunitaria -no sólo en materia arancelaria o aduanera- sino también en
asuntos que afectan a derecho privado de cada país m i e m b r ~ ~ ~ ' ) .
3. Terminología
'
La denominación con que se designa la materia no es unitaria, dado que
suelen coexistir tres expresiones que se utilizan indistintamente: "Derecho de
obligaciones", "Derechos de crédito" y "Derechos personales': Entre las dos pri-
meras no existe una diferencia esencial, puesto que aparecen referidas al mismo
objeto, bien que contemplado desde puntos de vista opuestos: al referirse a las
obligaciones,se pone de relieve el aspecto pasivo de la relación jurídica, es decir,
el cumplimiento de un deber, lo que resulta más generalizado en la terminolo-
gía latina; por el contrario, si adoptamos la palabra "crédito'; más utilizada en la
doctrina germánica, destacamos el aspecto activo de la relación jurídica, el poder
que una persona ostenta sobre otra para exigir el comportamiento debido.
La expresión "derechos personales': acuñada por oposición a "derechos
reales"(s2),corre el peligro de llevar a confusión con los derechos inherentes a la
persona (derechos de la personalidad) y con el de derechos personalísimos. No
obstante ello, efectuada la advertencia y la preferencia que evidenciamos desde
el mismo título de ia obra, entendemos que las tres denominaciones pueden uti-
lizarse indistintamente sin mayores inconvenientes.
Ninguna de las dos es rigurosamente completa, en cuanto cada una atañe a
un aspecto de la relación juridica obligacional. Refiere exclusivamente a uno de
los dos polos de dichovínculo y no a la categoria en su conjunto. Otra posibilidad
hubiera sido jerarquizar la noción del vínculo o relación jurídica, pero también
en ese caso estaríamos refiriéndonos a uno de los presupuestos del instituto y no
a la categoria misma. En verdad, no existe una expresión que comprenda ambos
aspectos por lo que, al elegir el título para esta obra preferinlos, por su mayor
arraigo en nuestra tradición juridica y en el uso cotidiano: obligaciones.
(52) Asumiendo que estos últimos recaen directamentesobre las cosas y aquéllos se proyectan so-
hrelas conductas delas personas.
(53) G A ~ IEDMUNDO,
, Teorla general de los derechos reale* 2. ed. actualizada, Abeledo-Perrot,
BuenoSAires, 1980, p. 22, y sus citas eiilanota al pie no 13.
osible encontrar la diferencia, dado
s como una categoría independien-
un solo poder: el delpater
que le estaban sometidas.
nierefeiencia a >fXyn, no.
que la esferajurídica de la actuación
mprende la casa, lo animado y lo in.
0 s "n0son tnis que funciones'! &te
p
.-
--
. NOCIONES GENERALES 23
-
autor describe uria suerte de desvanecimientode la diferencia, al recordar que ante el incumplimien-
to de la pbligación, el acreedor se dirigia personalmente conira el deudor para cobrarse "de 41 y con
41. del mismo modo auesi fiera una cosa sobre la aue nudiern obtener un beneficio o utilidad'! Paia-
adquirente la posesión ~acificade la cosa y a defenderlo contra los terceros, p el, los ladrones, iun ,
dando el deber en una &te de earantia del antecesol.
-- .\"ir, :Ir dicha ii.? r i i viriiid iit4 >i..xi<i,, < t i c.%,., < I < ~ ! ~ i . i i i r i l , ! i i i i i c ~ i i i i i t'i .I?:kI<.i;>o<ir.t r 1.i-
.i.,J
por razón de una cosa o un hecho cualquiera, pero cuyo objeto o contenido será
siempre la conducta humanab
Más adelante, una vez delineados el concepto y la naturaleza jurídica de la
obligación, analizaremos más detenidamente estas relaciones de semejanza, di-
ferencia y las interrelaciones que se advierten entre la obligación y los derechos
reales.
(58) Bibiloni ensiianteproyecto de 1926, enlanota alart. 1016,criticalanorma por Uatarscde una
siinpie deJnici6n de pnlabrus. Busso, EDUARDO B., C6digo Civil anotado, t. 3. reedición, Ediar. Bue-
nos Aires, 1958, p. 52, coincntario al an. 498, quien luego de recorrer las distintas postiiras sobre el
alcance del concepto, señaia que en niiestro derecho es14 coiicehido en sentido amplio,es decir, toda
clase de derechos vinculados estrechaniente u un sujeto en forma que no se concibe su transmisión
por vía hereditaria o por acto entre ~ 4 ~ 0 s .
(59) LI.AMB~AS, JORGE J., Cddigo Ciuil anotado. Doctrina. Jurisprudencia, T. 2-A, Obligaciones enge-
ncrnl. Extinci6n de los Ohligriciones, reimpresión 1983, p. 22.
(60) MAYO,JORGE A., en BELLUSCIO. AUGUSTO C. (diti) - ZANNONI,EDUARUO A. (coord.), C6dip0
Ciuily leyes conzplemenlarius, contentado, anotad0.v concordado t. 2, In cd., Is reimpresiún, 1981.2s
'reimpresión, 1987 y 3"reimpresión1993, Astrea, Buenos Aires, p. 532, con cita de Cifueiitcsy Busso.
b) Los atributos de la personalidad -nombre, estado, patrimonio, domicilio,
capil~idad-(~').
- -
(64) MAYO,JORGBA. en BBI.LUSCIO,AUGUSTOC . - ZANNONI,EDUARDOA., Código..., cit., t. 2, p. 512
con cita de MouciisT, CARLOS Y ILIDAELLI.SIGPRIDOA., Derechos intekctuales, t. 1. Sudainericana,
Buenos Aires, 1957, p. 05.
1. Concepto de obligaciún
El vocablo ¿%&&@$p&¿) se utiliza, por una parte, para designar el-vinculoju-
ridico que une recíprocamente ai por lo meno~(~),-dos sujetos-a uno lo denomi-
namos acreedofiyal otro deudor?-. La palabra se utiliza también para designar al
contrato-que en realidad es fuente del vínculo- y. a l-d n texto legislativo
- refiere
al documento-instrumento material en el que se exterioriza- especialmente en
referencia a ciertos títulos que emiten las sociedades anónimas comercia le^(^)-.
En el lenguaje corriente, se utiliza indistintamente para designar al crédito y a La
deuda o, también, lisa y llanamente para referirnos a los deberes en general, sean
o no juridicos y estén dotados o no de patrimonialidad.
Se ha dicho que el concepto de obligación no es estrictamente privativo del
Derecho puesto que, como todas las grandes inslituciones jurídicas, muestra una
existencia anterior y más abarcativa que su ámbito de estudio. La idea de Ia obliga-
ción no se da, desde luego, en el mundo de la naturaleza sino en el de la conducta
humana; pero el Derecho sólo abarca una esfera de esa conducta: hay deberes
morales y sociales que carecen de recibo en la ordenación jurídica, comporta-
mientos humanos y zonas de actuación no preordenadas normativamente(').
Esto no quiere decir que las obligaciones -concebidas en sentido técnico1
jurídico- carezcan de significado moral y social, con cuyos ámbitos mantienen
una comunicación permanente puesto que, de lo contrario, la categoría quedaría
reducida a un mero formalismo desprovisto de significación y trascendencia. En
(1) Etimol<>gicamenre,la palabra obligar viene del larin obligare, que significa atal; sujetar o com-
orometeraue. a su vez. ha sido vinculado a la rdiz indoeuro~ealeie (arar). Se trata de u11 verbo com-
o alianza. Se considera tanbien que la palabra religión posee una etimología común, aunque más
compleja, proveniente del arcaismo lictores. En portugués tiene ei sentido de estar forzado hacia otro*
por el agradecimiento, de donde surge la palabra obrigado para dar las gracias o reconocer que uno
esta agradecido.
(2) El vínculo obiigacionai siempre supone como minimo la existencia de dos siijetos: cl activo
o acreedor y el pasivo o deudor. Tanto en el sector activo como en el pasivo el sujeto puede ser úni-
co o plural pero, para que consideremos la existencia de una obligaciún, siempre deberán coexistir
-cuando menos- iin cuieto distinto del otro en cada uno de los sectores.
1 rituios valores
(4) Conf H o n r i n i v ~ GIL,
~ z ANTONIO,Derecho de obligacrones, Cpura. Madiid, 1 9 8 3 : ~ 60
i
28 NORMA O SII.VLSTRF
.- (DIRLCTOUA)
cita de Ripert recuerda la iiiflueiicia del cristianismo enla construccihn del derecho moderno de las
obll~aciaiies,coneiem~iostales comolas teorías deia causa. eiabiiso de derecho. eldeber dereoaiar
no aconseja vincularla a las reglas de ninguna moral canfesional en particuiar, defendiendo ei "iai-
cisma del 1)eieclio natural: de modo tal que las realas de esa índole d a n comunes a tn~ior10s hnm-
por si mismo, unverdadero imperativo moral, donde no es ¡o mismo que afirmar que la abligaciin
e a tan sóio un deber moral.
de actuación, no crean obligaciones sino sólo estados objetivos o situaciones de
las que, bajo ciertas condiciones, pueden generaise relaciones jurídicas obliga-
cionales"). Por ejemplo, la iegla gentrica según la cual no eslícito provocar daño
injustificado a otro, le sigue una obligación en sentido técnico, cuando dicha re-
gla ha sido violada, que consiste en la reparación del perjuicio sufrido.
En ese sentido, el Código Civil derogado disponía en la primera parte del
art. 1109:
"Todo el que ejecuta un hecho, que por su culpa o negligencia ocasiona un dano a
otro, está obligado a la reparaaón del perjuicio. ::
El Código Civil y Comercial de la Nación en el art. 1716 prescribe:
"La violación del deber de no dañar a otro, o el incumplimiento de una obligación,
da lugar a la reparación del dano causado, conforme con las disposiciones de este
Código!'
Cualquiera que sea el criterio que se adopte, es evidente que la obligación
civibesun-debeciurídica,yno simplemente moral; en efecto, las obligaciones,es-
tán san(:ioiiadai por urxr lev del Esraclo, son iiirdios para asegiirar la rsrabilid:id
de los derechos, "riiardan relación roii la coiidiicra social de 1115 iiidii'iducls y su
incumplimiento da lugar a sanciones o eonsecuenciasde orden jurídico+
El ámbito de los deberes jurídicos es muy amplio y excede en mucho del con-
cepto de obligaciones civiles: quedan fuera de dicha denominación los debeles
consagrados en el Derecho de familia, como los que ataiíen a cónyuges o a pa-
dres e hijos, cuyo desconocimiento tiene consecuencias totalmente distintas a
las que se derivan de los incumplimientos ~bligacionales('~). De todos modos,
cabe apuntar que un mismo hecho -p. ej., la violación al deber de fidelidad en
el Cód. Civil derogado, o el incumplimiento de los deberes familiares de asis-
tencia- pueden dar lugar a la producción de diversos efectos juridicos, sin que
por ello deban confundirse entre si las normas sancionatorias aplicables. En los
ejemplos que citamos, podrán coexistir diversas sanciones civiles como la de de-
claración de culpabilidad en el divorcio en el régimen anterior, o responsabili-
dad penal por inasistencia al~mentariay, al mismo tiempo, acciones por daños
y perjuicios y por cumplimiento compulsivo de los deberes alimentarios. En los
deberes de familia, si bien existe un sujeto determinado que debe observar cier-
to comportamiento, éste no resulta patrimonialmente valorable, pudiendo ad-
vertirse, incluso, deberes derivados de las relaciones familiares -como el deber
de administración de los bienes de los hijos menores por el padre- que si bien
poseen un innegable interés patrimonial, la prestación que se brinda -la de ad-
ministrar- carece de dicho contenido.
Tampoco deben confundirse los deberes que emanan de las obligaciones..
con los que surgen de la aplicación de ciertas normas deDerecho público(") o las ,
pechados autores de delitos. Asi pues, e1 Derecho Penal se puede definii como el coiliunto de nor-
mas. pertenecientes al ordenami&~tojurídico de determinado estado, cuya finalidad Primordial es
regular conductas punibles, consideradas como delitos, con la aplicación de una pena.
(13)MAYO,J ~ R G E AenBErLuscro,
., A r i ~ u s ~ o- cZANNONI,
. EDUARDO A,, Cddigo...,cit., t. 2, p. 499.
(14) Debe tenersc uresente. nara su ouortunidad. e! debate doctrinario en orden a la naturaleza
1.3. Definicionespropuestas
De todo lo expuesto, podemos adelantar nuestro criterio en cuanto a las ca-
racterísticas esenciales que asume la obligación que se pueden resumir en: su
condición de relación jurídica, la vinculación entre un derecho subjetivo del
acreedor y un consecuente deber jurídico del deudor que consistirá en un com-
portamiento n prestación, que se exteriorizará e11 la entrega de una cosa o en la
realización de un hecho o en la abstención de un comportamiento especifica-
mente determinado, que siempre tendrá contenido patrimonial aunque, como
veremos, el interés que promueva dicha relación, pueda tener otras finalidades.
Nos proponemos realizar un breve recorrido por las definiciones propuestas,
para luego arribar a nuestra posición en la materia y el tratamiento legislativo en
el derecho argentino.
jurídica, los sujeros ligados por este vinculo bajo d criterio de bipolaridad como rasgo esencial y la
prestación; es decir, lo que debe pagar el deudor al acreedor.
(18) GIORGIANNI, E , obligación..., cit., ps. 23, 135y 137.,
M I C H E ~La
(19) El autor usa la expresión patrimonial en el sentido de bienes .suscepribles de apreciación
pecoiliaria.
(20) PurG PEFIA,FEDERICO, Tratado de derecho civil espatio!. Obligaciones Contratos, t. 4, V. 11,
2" ed., Revista de Derecho Privado, 1973.
(21) BOFF~BoGGERO, LUIS M., Tratado de las obligaciones, vol. 1, Bibliográfica Omeba, p. 8.
"Es una estrucfura juridica en que una o más personas determinadas o concretamen-
te dfserminables al momento del ciimplimiento, tienen derecho a exigir a otra u otras
igualmente determinadas o determinables la ejecución de una conducta, subsidia-
riamente la indemnización por los dafios ocasionados en caso de incumplimiento,
también subsidiarianiente la ejecución individual o colectiva del patrimonio del deu-
dor para el caso de incumplimieiito del deber de indemnizar y, sin defecto de ello, el
de hacer uso de las medidas preventivas, reparadoras, como garantia del cobro del
crédito':
d) Galli@*),anotando la obra de Salvat, propone reemplazar la palabra vinculo
por el vocablo situación, por cuanto reserva aquel término para los casos
en que existe voluntad coincidente y advierte que ello sólo ocurriría e n las
obligaciones de origen contractual. En las que se derivan de otras fuentes,
no habríavínculo, siendo que las obligaciones que emanan de los delitos, se
originan a manera de sanción. Asiniisiilo, considera qiie la coe~cibilidadno
debe ser incluida e n la definición como factor característico, aunque deba
considerársela dentro de los efectos respecto del acreedor.
Por nuestra parte entendemos que los vocablos vinculo o relación jurídica
no deben limitarse alos supuestos de enlace voluntario y pueden perfectamente
acoplarse a las situaciones e n que el enlace entre acreedor y deudor se deriva
de otras fuentes. La proposición de Galli quita el foco del instituto que se quiere
definir para colocarlo en las posibles fuentes que lo originan, lo que a nuestro
criterio, no es correcto.
En cuanto a la compulsión o coercibilidad, si bien entendemos que la posibi-
lidad de exigir su satisfacción aún contra lavoluntad del titular del deber jurídico,
es caracteristica de todo derecho subjetivo, en nuestra materia debe ser interpre-
tada como una virtualidad especial del vinculo o relación juridica obligacional.
a) Relaciónjuridica simple
Se ha a la obligación -relación simple, estática, descriptiva
del mero correlato entre el crédito y deuda como situaciones jurídicas coinci-
dentes pero de signo contrario- de las relacionesjuridicas obligatorias -totales,
integradoras que liga11a dichos sujetos con el fin de realización de determinados
fines sociales en torno a intereses lícitos-. Desde esta postura, aun admitiendo
que los términos son empleados comúnmente con sentido equivalente, la rela-
ción obligatoria aparececonlo una figura que debe ser examinada en oreen a su
causa fuente;~especialmente~cuandoesa fuente esun-acto juridicb. Así lo exige la
dinámica concerniente a la función que cumple y a la idea de coopeiacióil laten-
te en dicha obligación. Son ejemplos de ello la relación global entre comprador y
vendedor, locador e inquilino, asegurador y asegurado.
Esta diferenciación no obsta a que pueda sin esfuerzo analizarse por sepa-
rado cada obligación/rel~zciónjuridica simple, como integrante de esa relación
juridica total, individualizando cada situación de manera que pueda estudiarse
con mayor rigor los elementos que forman su estructura externa .--sujetos, obje-
to, vínculo-, su estructura interna -el estudio sobre el contenido del derecho
subjetivo o poder del acreedor- y hasta aquellos conformanies de su estructura
institucional -deuda y responsabilidad-.
Por lo tanto, cuando hablamos de la obligación podemos separar técnicd-
mente la situación de cada una de las partes y, al momento de elaborar el con-
cepto, referirnos a la relación juridica en la que se pone el acento en un solo de-
recho subjetiuo (la obligación indiuidual). Esto, inclusive, se ve con claridad en
ciertas obligaciones que son inexorablemente singulares como la de indemnizar
los daños y perjuicios(25).
Por lo expuesto, corresponde aludir a la categoría obligación como una re-
lación juridica simple, que aparece en el marco de relacionesjuridicas comple-
jas o totales -propias de los actos jurídicos que las engendran, especialmente
los contratos- donde se yuxtaponen derechos y deberes de dos o más sujetos.
En estos supuestos se aprecian las relaciones jurídicas simples en las tensiones
vitales del tráfico y se obtiene una relación juridica plural, integrada por varios
derechos subjetivos(z6).
(24) Diaz-Prciizo;Lurs, Fundamenios de derecho civil patrimonial, Tecnos. Madrid, 1970, p. 378,
citado par BUERBS, AI,BERTO J.? Derechodedaños cap. V: "Objeto de las actos jurídicos': Haminurabi,
(-8) HERNANDEZ GIL,ANTONIO, Derecho..., cil., p. 71 coi1 cita de GUASP,JAIME, "Derecho y exacti-
tud: e" Anuario deFilosojia del Derecho, V. ps. 109 y SS.
(29) HERNANDRZ GIL,ANTONIO, Derecho...,cit., p. 72.
amplio que lo utilizamos ahora(30)- está constituido por el universo de conse-
cuencias jurídicas a que está sometido el deudor en tanto ha asumido e1 debei
y que tienden a dotar de efectividad -eficacia- al derecho subjetivo del acree-
dor. Sin deber no hay obligación, pero el deber no es el único cauce de todas las
consecuencias posibles de su existencia, puesto que puede faItar la cooperación
espontánea del deudor. De todos modos, este concepto no puede quedar reduci-
do a la indemnización pecuniaria, lo que implicaría empequeñecer el concepto
de obligación.
La idea según la cual o el deudor cumple voluntariamente el deber o, de lo
contrario, con cargo a su patrimonio se indemniza al acreedor, es simplista e
incompleta: la responsabilidad refleja la total sanción que incorpora el ordena-
miento jurídico al incumplimiento del deber asumido. 1.a sanción no consiste en
hacer que necesariamente el deber sea observado por el obligado -su conducta
no es materialmente coercible- sino en poner en fiincionamiento un conjunto
de efectos jurídicos que son realizables mediante la adecuada intervención de
los órganos judiciales.
1.a responsabilidad, pues, en gran medida coincide con la ejecución forzosa.
Como dice Bueres,
"en defecto de cumplimiento espontáneo o pago, el derecho subjetivo del titular se
traslada al patrimonio del obligado. La actuación del derecho subjeiivo sobre el pa-
trimonio del deudor consistirá en el cumplimiento forzado, en especie si es factible,
o por satisfacción del derecho de crédito mediante el pago de una suma de dincro
equivalente':
Es que la ejecución forzosa se dirige a imponer, mediante una sentencia de
condena, los resultados a que tiende la obligación, es decir, satisfacer el interés
primario del acreedor.
(30) Ve1 en el Cip. IV (continuación) "La icsponsahilidad civil: los diqtintos significados otorgados
al vocablo responsabilidac(.
(31) BuEnEs, ALnEnTo J., ~ e r e c h..., p. 183, con cita de Diez-Picazo, Stammler, B c i ~yi Lareiiz.
o c~I.,
38 NORMA O. SII-VESTRE
- (UIKCCIORA)
íad de issolvcr iotal o paieialnieirte e1 contrato ci la otra parte lo incuinplc; e1 ait. 1084 requieie que
ese inciimpliinieiito debe ser esencial en atenciúii a la fiiialidad del contrato; el art. 1007 admite la
cxisiciicia de una cláusula resolutoria implícita en todos los contratos bilaterales.
(14)HrxNAziuei GIL, ANTONIO, Derecho..., cit., p. 79.
1351 El 1201, Cód. Civil, coilsveraba la llamada defensa o excepcihn de incumolimiento iercenlio
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iiln,.l . . , .il .lci,.rr~ii.i.~ii , i
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!,, ,, 1. .,.tp..b, , ,, L . a , , :, ,.l, 1 \~.,,,, 1 , l r,.\L, ..,, :,:..l,...i.lrI,::,.,lL, c , , . , : . , , , : i r , > , < I ~ , I . L I :
Ll de suspeiidcr el cumplimieiito'iiasia quc la otra cumpla u ofrezca cuinplir, por vía de accióii o de
delcnsalexcepcion.
(36) Pocos Códigos coniicnen raics defiiiiciones; p. ej., el de Guai6lniila y el de Filipinas la dclinen
corno "la necesidad jurídica de dar, Iiacer o no Iiacei algiina cosa"; el dc Polonia, conio "el hecho de
Comprometerse el deudor respecto del acreedor a efectuar una prestación'! En otros casos. sin dar
una definición, se pioporcianan alguiias de ias bases, tal el caso del BGR Alemán, que en el nuineral
LA O ~ ~ . I G A C I O N 39
241 enuncia "En virNd de la relación de obligación, el acreedor tiene derecho de exigir ai deudor una
prestación. La prestación puede consistir en una abstención': Ver CAZEAUX, PEDRON. -TRIGOREPRE-
SAS, F ó ~ i xA,, Derecho de las oblieaciones, 2* ed., l a reimaresióii aumentada v actiializada. Librería
~di'toraPlateise. La Plata, 1979, c15.
(37) 1.a definición legai propucsra reproduce Casi literalmente la inciuida por ios juristas Ramón
Daniel Pizarro v Carlos Gustavo Valies~inosen iina de sus más destacadas obras. Advertimos, emae-
40 -. NORMA O. SILVESTRE
-. (DIRECTORA)
(39) IVindscheid es reconocido como uno de los más sabresalienics exriositores dela tesis, v deiine
el derecho como notestad o seiiorio de la voluntad conferido oor el ardeiiamieiito iuridico: es decir
este mandato, piidienda o no utilizar los beirericius en 61 contenidos.ver cita de Busso, EDUARDOB.,
Cddib.o...,cit., p. 13. La critica se afinca en que tal ieoria no explica que ciertos derechos exisran cori
persigue al consagrarlos,siendo la utilidad -y no lavoluntad- es la sustancia del
derecho, al que se define como interésjurídicamentepr~tegido(~~) y las denomina-
das teorías mixtas, que critican a ambas y proponen alternativas s~peradoras(~').
independencia de la voluntad del sujetoy aun contra su valirntad (p. ej., los del niño, del demente, los
irrenunciables o de orden público, etcétera).
(40) IHBRING, RUDOLI:VON (citado por Busso, EDUARDO B., Códigoi.., cit., p. 131, senala que las
ideas devoluntad y d e p o d r r n o son suficientespara definir la esencia del derecho; la voluntad es ia
iuerzamotrizdei derecho. es ei medio por el cual el hombrellega a ggozarlo, pero no debe confundirse
consu~idturaleza,que es definida por elinterés yiinalidadcon que fue reconocido escinterés. Siiina
convención no satisface ningún interés, cs inericaz y no da lugar al nacimiento de deber alguno. ¡.a
sustancia del derecho es la utilidad y no la voluntad.
(41) Por ejemplo, Thon critica la idea del interés corno esencia lógica del derecho, dado que se
trata desu función práctica (Ver Busso, EDUARDO B., Código..., cit., p. 14). El derecho no es el interés ..
protegido sino la protección dispensada a un interés -agregarnos, digno de tutela según el oidena-
miento jurídico-.
(42) El principai exponente de esta ieoria fue Savigny, quien, eiirolado en ias teorias del poder
asignado a uinvoiuntad, distinguia este supuesta del tipico del derecho real; esto es, el señorio sobre
una cosa. Ver BUSSO,EDUARDO B., Cddiga..., cit. p. 15; i'itAnR0, 1 ) n b f ó ~D. - \!4'nrLEsPlNos,CARLOS G.,
Institucior~es...,cit., t. 1, p. 59.
(43) Se trataba de un acto formal de airihución de propiedad, en este casa, dc quien era el deudor
que incuinplia.
(44) P I ~ A R RUOM, Ó N D. - VALLESPINOS, CARLOS G . , hstituciones ...,cit., i. 1, p. 150.
42 NCRMA O. SILVESTRE --
--.-(DIRECTOIZA)
(45) Piz~nno,R A M ~D.N- VAILESPINOS, CARLOS G., Instituciones.., cit., 1.1. p. 62, Russo, EDIiARDo
B.. Códieo....cit... o. 17..
'(46) g u ~ s o i c c u e t d a ~ u
clefundamento histórico de la ieoriaseremontaai dei-rclioromanoprimi-
tivo. Los romanos oiiglnariamente !iablaban de nexum y obbligalio para designa1 la situación perso-
nal del hombre libre que. en razón de haber contraido una deuda, (iuedaba versonalniente someiido
:, .,
e,,, , , l . , < ~ , , . > V < , ! , . , , < , . , .i' la <¡?,l.,.>i><.,,:r,, .%l!V, ,i S ! , , , , < > <:ll<.
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iimiento de sil patrimonio en garantía del acreedor, por lo que, almenos por vía de inferencia, pade-
inos conciuir que tina cosa era ia deuda misma y otra el hecho de qiie, en razón de esa deuda, todo
el p8irimonio del deudor quedaba afectado en garantía (Busso, EnuAnDo H., Cddigo.., cit., p. 16).
De todos modos, su f~iniulaciúilmodeinii piovieiie del deieclio aIciii8n y alcair~ógran diíusión en
Italia, Francia, España y Argentiila, aunque no ha quedado exenta de criticas como las encabezadas
por Giosgianni.
(schuld) y la garantía o responsabilidad (ha@ng), que pueden presentarse jun-
tos pero también separados.
El simple débito o deuda>es el estado de puro deber que se inicia con el na-
cimiento de la obligación y se extingue cuando la misma es cumplida volunta'-
riamente por el deuda. En este momento obligacional, el deber del deudor se
define como un "estado de presión psicológica" en el cual el obligado se encuen-
tra bajo el efecto de la gravitación del ordenamiento juridico y de su conciencia
moral, con independencia de toda idea de coacción. Por su parte, el acreedor
se encuentra en un estado de legitima expectativa, definido como un "estado de
confianza jurídica" consistente en la esperanza de que se le pagará lo que se le
debe. En esta etapa el acreedor no podrá ejercer su poder de agresión patrimo-
nial sobre el deudor, pero sí podría adoptar medidas de "control de gestión" so-
bre dicho patrimonio, actuando sólo en casos en que se suscitaran hechos que
importaran minoraciones irregulares del patrimonio por vía de actos simulados,
fraude, etcétera.
La garantía o responsabilidades el elemento que entra en juego a raíz del in-
cumplimiento de la obligación. En este momento el ordenamiento juridico con-
fiere al acreedor el poder de actuar contra el patrimonio del deudor, ejerciendo
el predicho "poder de agresión patrimonial: que se materializa con las acciones
que el acreedor puede dirigir contra los hienes del deudor y se orienta a la satis-
facción del interés del acreedor ya sea por vía de ejecución forzada directa o en
especie-p. ej., con el desapoderamiento compulsivo del objeto debido- o bien
por viade equivalente dinerario, mediante el remate de bienes y el cobro del pro-
ducido de esas ventas forzadas.
Se propicia, así, la existencia de dos estadios distintos de la relación obli-
gatoria: uno estático (conservación) y otro dinámico (garantía). Si bien ambos
componentes deben estar ordinariamente presentes, puede concebirse que el
sistema juridico determine el desvanecimiento de alguno de ellos, admitiendo
una suerte de disociación de los lramos en que explican la relación obligatoria.
De ese modo, reconocen la existencia de supuestos de deuda sin responsabi-
lidad -aquellos casos de las denominadas obligaciones naturales como las que
comenzaron siendo plenamente exigibles pero perdieron la posibilidad de ser re-
clamadas judicialmente por presciipción- y otros casos de responsabilidad sin
débito -sería el caso de la fianza, en que el que presta su garantía personal no
estaría sometido al vínculo o el caso del tercero poseedor de un inmueble hipo-
tecado, que debe soportar la ejecución de la garantia o de deudas con
rrspo~~sol~ili~irrd I ~ , ~ej., lar ci~iitiuid;isp o r las iucit!cl;icle~d e it.\poiis;i-
I ~ I ~ ~ I I I I U-11.
bilid;icl 1iinit;ida o la art.ptaciu11clt! la licrencin co!i el Ilaiii;itlo 11rireficiodi?ii~ilrrz-
tario según el cual el heredero responde por las deudas del causante sólo hasta la .
concurrencia del valor de los bienes que ha recibido de la herencia-.
(47) Las i~ipi>tesis son coirectamente criticadas por Pizarn) y Vaiiespinos, quienes destacan que
el fiador es deudor, obligado accesoriamente por un tercero, pero deudor al iin, por lo que la deuda
ouede serle exieida. una vez eiecutados ¡os bienes dci deudor, mientras que el terceio voseedor su-
1 3 . iIt, l., ,,],r. . , i , i ! ,
i r i 1.1; c < i ~ i , z , .irsi< .c>inr>; < ~ i i , i .i i ? i , t i . i .1t 1.2 gíini.1i.i I!),rizc..ii.i \. r i i i ) i . r i i a l i t r
c,s,,,r;,,,1, ,,,,:, ,<~,p,,l,>:,i,,i!,l:,<l <;, cls.,,,,;, l',/ ,,,,\<, 14.,>,<;\ 0 \'.,, 8 , ,,a,\<>, e ,kl O.<>. 1,!<',12..
ciones...,cit., t. 1,p. 63).
44 NORMA O. SILVESTRL(DIRKCTOIW)
(491 Bucnos. ALBeRTo l., El obieto..., cit.. v. 33. Delmismo autor, "incumnlirniento de la ablieación e
recho subj,jetivodel acreedor, como unade las etapas o cúmuio de facultades qiic éste puede desplegar.
(50) La teoría es desarrollada en iVorma e regolifinali nel diritto y el ariiciilo de doctripa 11diritto
del creditore, citados poiBusso, EDUARDOR., Código....cit., t. 3, p. 19.
I
"La obligación es una relación jurídica en virtud de la cual el acreedor tiene el dere- Ii
i
cho a exigir del deudor una prestación destinada asatisfacerun interés licito y, ante el
incumplimiento,a obtener fnrzadamente la satisfacción de dicho interés'! 1
3. Caracteres de la obligación 1
1
La ielación jurídica obligatoria presenta los siguientes caracteres(5i): 1
3.1. Bipolaridad
Tal como se ha expuesto anteriormente, el derecho subjetivo de crédito que
posee el acrecdor puede ser visualizado como un polo activo del vínculo obliga-
cional, que se encuentra enlazado con el deber jurídico que pesa sobre el deudor,
a quien emplazamos en el polo pasiuo. El elemento que enlaza ambas situacio-
nes es el vínculo, que resulta al mismo tiempo el límite del poder asignado por el
ordenamiento normativo al acreedor y de la sujeción jurídica en que se encuen-
tra el deudor. Los protagonistas de ambos polos deben ser sujetos de derecho
distintos, con patrimonios diferentes, de suerte tal que si sobreviniera un suceso
por el cual ambos polos confluyeran en un mismo sujeto, la obligación se extin-
guiría por el modo denominado confusión (ari. 931 del nuevo Código).
3.2. Abstracción
Hemos dicho al comienzo de este capítulo que, a diferencia del deiecho roma-
no, en el que se desconocía la obligación como concepto en abstracto sino que se
desairollaban casos concretos de obligaciones como las derivadas de contratos u
otras instituciones,en el derecho moderno se pretende estudiar sistemáticamente
las múltiples situaciones fácticas que surgen de la realidad social -del trá$co ne-
gocial y de las numerosas situaciones generadoras de daño injusto- para arriba1
a conclusiones esiiucturales y funcionales, que resulten útiles a todos dichos su-
puestos. De tal suerte, la normativa e interpretación doctrinaria y jurisprudeiicial,
pueden responder eficazmente a las necesidades que surgen ante la aparición de
fenómenos cada vez más complejos.
3.3. Atipicidad 1I
Como consecuencia del punto anterior, es posible afirmar la existencia de una
categoría única, general, abstracta y universal de obligación, cuyos elementos es- t
tructurales y desarrollo funcional son analizados a lo largo de estas páginas, más i
allá de las obligaciones individualmente consideradas, algunas de las cuales po-
dril1 satisfacer la característica de tipi~idad(~*).
j
nado con u11 nombre rior la ley, como la compraventa, el arrendamiento, la sociedad, el testamento, i
sei. derogadas por los particulares por estar interesado en ellas el orden público; en segundo lugar, 1
por las ciáusuias librcincnte redactadas o estipuladas por los ageiites dentro de los límites legales 1
señalados a la voluntad piivada; en tercer lugar, por las reglas legales propias dei contrato de que se j
irata, que tienen por lo general un carácter supletorio de la voluntad de las partes; cn cuarto lugar,
1
por las reglas generales de los actos jurídicos y de los contratos,según el caso. Finalmente, en defecto i
de cláusula o escipulaciún expresa de norma propia del acto tipico de que se trate y de norma geric- 1l
3.4. Temporalidad
Las dbligaciones nacen para ser cumplidas iilmediatamente o en un tiempo
determinado o para que, luego de cierto tiempo en el cual el acreedor se abstiene
de reclamar su cumplimiento forzado, éste no resulte posible por extinción de las
prerrogativas que forman su derecho subjetivo.S u r a d n de ser económico-social
es, justamente, servir de vehículo para el intercambio de bienes y trabajo de las
personas, lo que difiere notablemente del derecho real, cuya vocación de perpe-
tuidad -sin perjuicio del cambio en la titularidad- es uua de sus características
esenciales.
3.5. Autonomía
La obligación es una categoría diferente de las distintas fuentes que pueden
generarla. La denominada causa-&ente es un elemento esencial de la obligación
y, conceptualmente se independiza de ella, cada vez que ella ha nacido. De todos
modos, se ha señalado con acierto que fincionalmenle la mentada autonomía
de la figura abstracta se diluye sensiblemerite, porque no alcanza por sísola para
poner en evidencia su plenitud juridica, sobie todo en materia contractual don-
de requiere necesariamente ser integrada con ésta(51).
'
4. Obligacioziesy derechos reales
En el capítulo ariterior hemos sostenido que tanto el Código derogado como
el actualmente vigente coinciden en distinguir las categorías denominadas dere-
chos reales y derechos personales o derechos de obligación. Cabe apuntar, empero,
que a la hora de contrapoiiei ambas categorías, buscando diferencias y conexio-
nes, se persigue un fin predominantemente didáctico(s4)toda vez que, como ve-
remos, existen interrelaciones profundas entre ambas.
El COd. Civil derogado no contenía definiciones ni de obligación ni de de-
recho real, pues el codificados, tal como lo decía expresamente en la nota al
art. 495, consideró que debía abstenerse de proporcionarlas por considerai-las
"impropias de un Código de leyes". No obstante, en el art. 497, sin dar propia-
mente un concepto o definición, introducía una postulación que nos permitía
tener por configurado el distingo, cuando menos indirectamente. DecíaVélez en
deatin%dad. dado queripe el nriiici~iodenominado alterum non hedere, seaún el cual no es iicito
la primera parte de dicho artículo que "a todo derecho personal corresponde una
obligación personal" e inmediatamente agrega: "No hay obligación que corres-
ponda a derechos reales'; lo que implica afirmar que derecho real es aquel al cual
no corresponde una obligación.
En la nota al art. 497 Vélez transcribía conceptos de O r t ~ l a n csobre
~ ~ ) el de-
recho personal (aquel en que una persona es individualmente sujeto pasivo del
derecho, de modo que da la facultad de obligar individualmente a una persona
a una prestación cualquiera, a dar, suministrar, hacer o no hacer alguna cosa) y
real (aquel en que ningune persona es individualmente sujeto pasivo del dere-
cho y confiere a su titular la facultad de sacar de una cosa cualquiera u n beneficio
mayor o menor).
Con más precisión aparece la definición de Demolombe, a cuyo texto adhe-
ría el codificador en la nota al Tít. N del Libro Tercero(56),transcribiéndola, que
dice asi:
"El derecho real es el que crea entre la persona y la cosa una relación directa e in-
mediata, de tal manera que no se eiicueiitran en ella sino dos elementos, a saber: la
persona, que es el sujeto activo del derecho y la cosa que es el ohjeto'!
En cambio,
"derecho personal es aquel que sólo crea una relación entre la persona a la cual el
derecho pertenece y otra persona que se obliga hacia ella por razón de una cosa o de
un hecho cualquiera, de modo que en esa relación se encuentren tres elemeiitos, a
saber: lapersonaqiie es elsujeto activo delderecho (el acreedor),la persona que es el
sujeto pasivo (el deudor) y la cosa o el hecho que es el ohjeto'!
El criterio sustentado aparece claramente enrolado en la denominada teoria
dualista, basada en la contraposición de dos conceptos completamente distin-
tos: derecho personal-derecho real. Opuestos a esta postura surgen otros autores
que, o bien pretenden unificar los derechos reales y personales o bien oponen al
mencionado dualismo otros criterios totalmente distintos. Desde ahora adelan-
tamos que, no obstante reconocer que existen algunas zonas en las que el dis-
tingo es menos evidente, pretendidas figuras intermedias o "zonas grises': nos
enrolamos en la postura dualista, tal como surge de la propia interpretación del
codificador.
En esa misma línea se enrola el CCyCN cuando establece en el Libro Tercero,
bajo la denominación "Derechos personales: el tratamiento en el derecho escri-
to argentino de las obligaciones, de los contratos y de todas las otras fuentes de
obligaciones. Más adelante, en el Libro Cuarto, regula lo atinente a los derechos
reales. El a r t 1882define el conceptode derecho real como el poder jurídico,&
(55) Vélez cita como fuentes de esta norma a Aubry ct Rau, Toullier, ~achariaey Marcad&.Nos pa-
rece útil reproducir la referencia a este último, quien emiica con mucha claridad aur "Cuando me
os sea personal; ella es común a todas; es paravas como para los otros, la consecuencia y correlació~i
de mi derecho real existente erza omnes. Esta necesidad general vkomún a todos aue corresoande a
(57) C A ~ A U XPEDRO
, N. - TRIGORF.I>RESAS,P ~ L IA,,
X mi-echo de las oúligaciones, Zz5cd., laieim-
presión aumentada y aciiiaiizuda. Librería Editora Ylaiensc, La l'lata, 1979, p. 39, con citasde Rogtiin,
" v,Michds.
Pianiol. Dcinomie
(58) C A Z E A ~PEano
X, N. - Tm~o REPRESAS, Pl31.1~A,, Derecho..., cit., p. 38 Con citas de Ortoian,,
VonThur, Marcad4 y otros. Es interesante la referencia que estos autores efectúan con la aguda ob- '
senraciún de Ganzález Palomino, quien en su obra La adiudicaciórz para pago de deudas define a la :
4.2.1. Semejanzas
Ambas categorías-se encuentran emplazadas dentro de los derechos patri-
moniales; es decir, integian el patrimonto -atributo de la personalidad de los
sujetos de derecho-. La semejanza es mayor cuando advertimos que algunos
derechos leales, como la prenda y la hipoteca, se constituyen sobre una cosa
ajena. Se desvanece en estos casos la relación fisica e inmediata entre un sujeto
y una cosa y, al igual que en los derechos personales, el titular del derecho lo
es sobre una entidad inmaterial o incorporal. Desde el otro lado, hay derechos
personales como los emergentes del contrato de locación de cosas, en los que el
titular obtiene -de modo similar al que si fuera el dueño- el goce y beneficio
inmediato sobre la cosa locada.
(60) Dosso, Eovmbo B., Cóaigo Ciuii anotado, t. 3, reedicióii, Ediar, Buenos+ires, 1958, p. 49,
13s. 26 y 27.
S2 NORMA O. SILVESIRE (DIRECTORA)
4.2.2. Diferencias
a) Objeto
El objeto de las obligaciones es la conducta del deudor -que denominamos
prestación- que favorece el interés del titular del derecho o, al menos, corres-
ponde a suvoluntad. Podrá tratarse de un hecho positivo (la entrega de una cosa
o la realización de un hecho o conjunto de hechos) o de una abstención (obliga-
ciones de no hacer). El objeto dc los derechos reales será solamente la cosa(").
b) Ejercicio
(61) El art. 2311 del Chdigo Civil derogado las definía como "objetos materiales susceptibles de
tener unvalor'!
(62) WINDSCHEID, Dirifto delle pandelle, vol. 1, p. 496, citado por CALGAUX, PEDRON. - TRIGO RE-
PRESAS, Fi:~lx~Z., Demcho...,cit.,D. 23.
t i . $ E~.iri.~i:.,iidii
:l iiinci.i>iii 'i. 11.3 .lic i i s i!ir cii o. <leri.iIbis. ~ > < . r ~ ~ i i i i1.1i l ~.icrir<igii
, iiii tivi,,-
> G CiUC :.
~ V ~ C , < $ ,,Id5 L U l Cll<3Vlll$tC"[< ~ > \ . . ~ > ~ < tic' 4 ~
~ $ ;l h 2 ~0~ ~ ~ l d<~I
, n ~l ~, lc ~ O~ dC ~ tnl
> r t,.l,.l .\OS l'$IlRc~>\
-TRIGORaPnesAs, F i ~ i A,,
x Derecho...,cit.,p. 30 y su ieiereiicia
c) Número de elementos
En SI derecho de obligación aparecen tres elementos -los sujetos, por lo me-
nos dos; el objeto, también llamado conducta o prestación y el vínculo o relación
jurídica, que enlaza las situaciones de aquellos sujetos-. En los derechos reales
son sólo dos: el sujeto o titular del derecho y el objeto, en principio una cosa y,
también los bienes -a tenor de la innovación propuesta por el nuevo Código-
cuando taxativamente así lo determine la ley.
d) Régimen legal
En los derechos personales predomina el principio de autonomía de lavo-
iuntad, aunque con los límites impuestos por las normas indisponibles o de or-
den público, la moral, las buenas costumbres y la buena fe. Este principio surgía
del art. 1197 del Cód. Civil derogado que textualmente disponía que
"Las convenciones hechas en los contratos forman para las partes una iegla a la cual
deben someterse como a la ley misma".
En el CCyCN el art. 959 introduce, bajo el título "Efecto vinculante" la si-
guiente estipulación:
"Todo contrato válidamente celebrado es obligatorio para las partes. Su contenido
s6lo puede ser modificado o extinguiao por acuerdo de partes o en los supuestos en
que la ley lo prevé...'!
agregando en el art. 960 la facultad de los jueces para "modificar sus estipulacio-
nes" cuando, a pedido de parte lo autoriza la ley o, inclusive de oficio, cuando se
afecta "de modo manifiesto" el orden público. En los derechos reales, a la inversa,
prevalecen las normas imperativas y se deja un margen estrecho a la autonomía
de la voluntad.
e) Creación y estructura
En los derechos personales la voluntad de los individuos es libre para dar
nacimiento a las más variadas relaciones jurídicas, por lo que se dice que son
ilimitados. El art. 1143 del Cód. Civil derogado ha instituido la categoría del con-
trato innominado con lo cual se permitía todo acuerdo lícito y posible entre las
partes, aunque no se encuentre dentro de los previamente creados y regulados
por la ley. Este carácter esencialmente libre y creativo que se advierte en los de-
rechos personales tiene como consecuencia que, especialmente en la materia
mercantil o comercial, el tráfico va generando nuevas figuras que carecen inicial-
mente de regulación legislativa, o son parcial o totalmente innovadoras sobre las
conocidas, para luego pasar a ser reguladas en un cuerpo escrito. Tales los casos
de los contratos de leasing,franchising,factoring,pdeicomiso, etc. Por otra parte,
el deber de reparar el daño injustamente sufrido -por violación al principio ge-
neral de no dañar- abre un amplio campo para el nacimiento de obligaciones
fuiidadas en el principio general de no dañar a otro sin justificación.
Los derechos reales, en cambio, sólo resultan fruto de la creación del legis-
lador, quien les otorga un nombre, regula los requisitos de constitucióii y deter-
mina el alcance de las prerrogativas y cargas qiie de ellos se derivan. Son taxa-
tivainente concebidos bajo el sistema de numerus clausus -catálogo cerrado,
limitado a las figuras creadas por la ley- por lo que los particulares iio pueden
54 NORMA O. SILVESTRE (DIRECTORA)
fl Oponibilidad
Los derechos reales son absolutos, es decir, oponibles erga oinnes, o sea, que
todos los miembros de la comunidad -considerados indeterminadamente-
deben respetar el poder que el titular del derecho real tiene sobre la cosa, inclu-
sive es oponible a los terceros que puedan invocar un interés legítimo respecto
de la cosa, siempre que se haya cumplido con la publicidad, en los casos que así
lo requiere la ley.
El art. 1893del CCyCN establece como requisito para la oponibilidad a terce-
ros interesados y de buena fe, la publicidadsuficiente. Seguidamente define como
tal a la inscripción registral(") -en el caso de inmuebles o muebles registrables
como automotores, aeronaves, embarcaciones- o la posesión -en el caso del
resto de las cosas muebles-.
(64)El tema de la inscrioción rezistral será abordado al analizar las denominadas oblieaciones de
cosa con fines de ejercer derechos reales sobre ella, es decir. la Oosesién,Y el tilulo; a sea, la iuente ~ r i e
aii8iia c inviste aitimlaidel Dader real sobrc la cosa (D.e¡., efcontrato aue lo emolaza en el cariciei
h) Persecución y preferencia
Se ha dicho que un rasgo típico del derecho real es la inherencia, es decir, que
queda como adherido a la cosa y la sigue, cualquiera que sean las mutaciones
que sobrevengan sobre su titularidad dominial, aunque éste circule de mano en
mano y se transmita a otros propietarios, sigue a la cosa, por lo que la tutela del
derecho real es siempre más enérgica y eficaz que la del derecho de crédito[G5).
(65) GATTI,EDMUNDO, Teoría general de los derechos reales, 2* ed. acruaiizada, Abeledo-Perror,
Buenos Aires, 1980, p. 69 que cita a Barassi.
(66) E" el C6digo derogado se citaban los casos de los arts. 31385 -posibilidad del locador de un
inmueble urbano o rural de embargar casas dei inquilino en poder de terceros para hacer efectivos
sus créditos por alquileres u otras causas derivadas del conrrato dc locación- y 3944 -derecho del .,
acreedor que ejerce derecho dc retención de un objeto (su abordaje será efectuado más adelante,
mas adelantamos que corresponde en derenninados casos al acreedor hasta que le sea abonado lo
oue seledebeenrazóndelobierorerenidolDardrec¡amaiiaresriru~¡<inde esemisnio obiero, cuando
derecho real, puede reivindicar el objeto contra todo poseedor: la que tiene un derecho personai no
ouede oerseeiiir sino a la oeisona oblieada a la acci6ii o a la ~rectación'!
dito ostente alguna de las categorías de privilegio o preferencia que la ley sumi-
nistra por razones de índole social 11otras'").
i) Función económico-social
Se ha dicho que el presupuesto sociológico de los derechos reales es el de
ser modos de adscribir bienes al servicio de su titular, asentándose, por lo tanto,
sobre el más radical conflicto de intereses que coloca en situación de pugna a los
miembros de un conjunto social. Su institución clave es la propiedad privada y,
por lo tanto, se trata de regular "las formas de distribuir las posibilidades de ntili-
zación de los bienes partiendo de la propiedad y a expensas de ella"(69).
Por su lado, el derecho de obligaciones atañe a la vida social, en su última
esencia la realidad de que parten y son coiicebidos existe al margen de cnslqnier
ideología. Las predeterminaciones político-económicas pueden influir en el
modo de configurarlos, pero en ningón caso es plausible su negación, porque
se trata de una estructura social ligada indisolublernente con la convivencia. Sin
relaciones de interdependencia de carácter obligacional no es imaginable la vida
social; ellas mnestran la irremediable rnarcha de los hombres hacia los demás,
cada persona pretende servirse de las actividades de otros y servir a los otros.
Esta función social no puede ser eliminada ni siquiera por la concepción más
individualista del derecho de obligación.
j) Prescripción
La prescripción es un instituto vinrulado con la adquisición y pérdida de
derechos por el transcurso del tiempo; de tal suerte, con la finalidad de consoli-
dar en el inundo jurídico situaciones fácticas que se mantienen estables durante
cierto lapso, el orden jurídico determina que el mantenimiento invariable de es.
tas situaciones sumado al paso del tiempo, produce mutaciones en la titularidad
sobre el derecho -adquisición- o la pérdida de la posibilidad de procurar su
cumplimiento forzado -extinción-. El instituto implica una diferencia entre
los delechos reales y personales ya que juega como modo de adquisición de los
reales que se ejercen por la posesión pacífica, no controvertida y sostenida, con
ánimo de ejercer el derecho real que no se tiene -prescripción adquisitiva o
usucapión- y como modo de extinción de las obligaciones -prescripción libe-
ratoria o extintiva- en el supuesto de inacción del titular respecto del uso de los
instrumentos o medios legales que el ordenamiento provee a los acreedores para
lograr el cumplimiento forzado ante la renuencia del deudor.
k) Existencia de la cosa
Los derechos reales se ejercen sobre cosas actualmente existentes; los dere-
chos personales comprenden el derecho a exigir el cumplimiento de una presta-
(68) Por ejemplo, los crcditos de los trabajadores, por obvias razones de utilidad social y pro-
tección delsalario.
(69) HERNANDBZGIL, ANTONIO,Der<<cho ...,Cit., p. 49. El autor destaca qiie la propiedad, entendida
como derecho real máximo, se i>resciitacomo la titularidad iuridicd que . oermite
. la total adscriocióii
.!r ik%, . <,~:,.,,,, .S! ,,: ,,,<1: . 8 I k ,>!. lk> ;,,l, ,u,,, ., V I , ' ~ . , , , L > ., l., ),!,,l,,<,!<,,l q,,, S . & \i<.,,l,.lk! < 2 l , \ , , i , , , d ,3,c
...
i . . . i r . . i i . \.. . !i.i,.t 1 . . ... 1., , ~ c . ~ . . t < . )>.n.i.i.l r:>ii:i:.! t ..i~!t.!.~>l.s .>:I".. ..i NI?: icii.i. GIL. .u i.iiriii;,
1 i i : i i i~,r1>., 11. 5 :..rii...ii .
dt.1 i r i i i i i . iic l>i,. l . : < . i < . i i .'.'.,i,i>iiiiu-..i.tli>i.i ,r.i*iiiil.. i,.ii i i i i : i i i .
las intermedias como las adscriptas a: concepto de piopiedadfinción.
ción y, en el caso en que ésta resulte ser la entrega de una cosa, puede no existir
en el presente, pudiendo contraer el deudor el compromiso de entregar una cosa
f~tur&@~).
4.2.3. Interrelaciones
Tal como se sostuvo anteriormente, en nuestro sistema es clara la separación
entre las obligaciones y los derechos reales. No obstante ello, algunos pasajes del
mismo cuerpo legal y la tarea de la doctrina y jurisprudencia, nos permiten es-
tablecer ciertos supuestos de íntima vinculación entre obligaciones y derechos
reales, sin que por ello pierdan las notas características que fueron descriptas en
los párrafos anteriores. Genéricamente se trata de supuestos en los que el ejerci-
cio del derecho real está precedido por o coexiste con obligaciones o cargas, del
modo que explicaremos a continuación.
170) V4lez. en la nota al Tít. IV del Libro Tercero del C6d. Civil decía textualmente: "Los derechos.
El derecho real supone necesariamente la existencia actual de la cosa a la cual se aplica, pues que la
cosa es el objeto directo e inmediato y no puede haber un derecho sin objeto; mientras que el dere-
cho pcrsonal, no teniendo en realidad por objeto sino el cumplimiento de un hecho prometido por
ia persona ohiipcia, no exige necesaiiarnei~tela existcnciz acíual dc la cosa a la cual dcha aplicarse'!
(71) Ver al respccto fa minuciosa regulacióii del nuevo Código Civil y Comerciai a partir del
art. 2650.
58
- NORMA O. SILVESTRE
--- (DIRECTORA)
-
formas establecidas . . tiene por finalidad transmitir o constiniir el derecho real, v modo su-
por iev. que
". .
iicieme. el actomateiial deenveeavr&xncidn deiobioto. , . denominado"tradici<in'!~oroti.olado,
cantramos formas originarias de adquisición, como la apropiación: es decir. la aprehcnsidn de cosas
en-
. . BUSSO. EDcJAnno B.. Códiro.... cit.. t. 3, o. 45. No obstante. este autor conciuve afirmando que
(751
<,> p r t ? > , ¡ / l l <l>l C 2 < ' h < \ l C l , O ~ ~ ~ ~/lrO/>l?7 ~ Ct t l~ > $ O~ < ' <>I ~ O<~ I V~< ~ ! C ~<U, d \ < l 11, "U? '<'<.<12?<,<¡,,
> L !??,, < ~ L l e!
; i r i 1 1'48 d<,l('ij<iigc (.tv:ldt.riil;.i,li,:cgiin rl aria t i i i .
i i d c,i;i~iiiii<ln :, .,rrcii lcztl.i iii,r < i i ~ l < l v ~,i<~ir.
,r
luridico aue sea. a¡ locación s;bsiste dumnte el tiempo convenido"vias que recaen sobre el adqui
rrnw di: iin iuiidu d r coi!irri.<. quirti, ;al ii;icv$ri. L , I T ~ < )di.he i J r i i r i l . ~ r IL<I;.. l i i \ iii.ii.i;;* lid>,r.l.c\ .liii
lialiia c<~ii:i;iid<ic! t,rialri>uiii? (Uiigiiid. a ! i 15:. i i i i l. (,iriiigu < r>i!icr,.i i i il<,ii,g3<iu)
( : o .\i ~ L S. I,r ~ ~ . x , , . l1.u
\ , A L ! " ~ , itl18 x l ~ ~ . , .di
~ ,:\td,Odt
,, < l a. < ~ ~ , 0 / ~<, v:c. <\ ; <> t < i ? l t 1.1 1: JI
siiilétrica para ios "derechos inherentes a la posesión, sean reales o personales. uue no comueten a
una omás~oeisonasdeterminadas, sino indeterminadamente al uoseedor de una& determinada'!
- .
(02) ~nzEa&x,
PEDRON. - TRIGO REPRESAS, De~eiha..,df., p. 46; PIZARIIO,U M Ó N D
11ÉL1X A.,
VALLESPINOS,CARLOSO., Compendio de obligaciones,l. 1, Ilammurabi, Buenos Aires, 2014, p. 68.
62 NORMA O. SiLVESTRE (DIRECTORA)
(83) Durante el régimen del C6digo derogado, so ha resuelto que los daños causados a un vecino a
raíz de íiluacioiies de la red de obras sanitarias, aunque la reforma de dicha red iiaya sido ejecutada
uor elantecesor del dominio. deben ser indemnizadas oor elsucesor. ouesse trata de una oblieaci6n
(84) Toullier y Zachariae citan en sus obras varios casos que caiifican de "obligaciones reales"
como los deberes uue iiicrimben al tercero aue es wuseedor de un bien hivoiecado aue es wersemi-
(85) Se trata de quienes utilizan una cosa en virtud de una relación de deperide~icia,seivicio, hos-
pedaje~ hospitalidad (art. 1911, CCyCN).
(86) Busso, E D U A ~ D B.,~ Código..., cit., t. 3, p. 46, n. 2, quien considera que en nuestro derecho
no existen, en verdad, hipótesis de recepción de ia categoría. Pizarro y Vallespinos ejempiiiican de
la siguiente forma: si el condómino de un inmueble (deudor) que adeuda a su condómino (acree-
dor) gastos de mantenimiento de la cosa común (agregamos, causufilenle dcl deber) rransinite su rie-
iecho de dominio a un tercero, jrrnio coi, la mencionada transmisión tarnhit~iienaspasa ladeuda; lo
mismo siicede conel crédito que ese acreedor -si Iiansmite su derecho a uii tercero- iiene con ese
condómino. Deuda y cr4dito están anexados al inmueble con cai.ácierpropter- irrn.
64 NORMA O. SILVESTRE (DIRECTORA)
(87) CAZEAUX, PEDRON. - TRIGOREPRESAS, WLIXA,, Derecho ..., cit., t. 1, p. 42. Busso coincide y
aclara que esto no es lo misma quc decir que el propietario o poseedor limitasu responsabilidad a la
cosa afectada por esta obligacidn. En efecto, el dcudor sigue obligado contodo sii patrimonio.
. , La deroeada
(88) " iev de Prooiedad Elorizontal decia: "La oblieacibn" aue tienen los nrooictarios
L .
de contribuir al pago de las expensas y prirnas de srgiiio total del edificio, sigue siempre al dominio
de sus respectivos pisos o departamentos en la extensión del art. 3266, C6d: Civil, aún con respecto
a las devenmdas antes dc sii adauisicion ...!: Remile al art. 3266, del Códieo " deroeado,
" . aue
. decía '!..el
sucesor particular no está obligado con su persona o bienes, por las obligacioiies de su autor, por los
ciiaics lo iepieseilia, sino coii la cosa iruiisi~,itida'!No se prevé iiiiigGii ripo de abandono iiberatorio
para estos deudores.
de esa pared. De tal modo, no podrá hacerlo si el muro sirve de sostén a
una construcción suya, pues de ese modo la estaría aprovechando. Tam-
poco podrá abandonarla y liberarse de la deuda, si los gastos en cuestión
los hubiere generado por un hecho ilícito suyo.
c) En la servidumbre:
Ari. 3023 del Cód. Civil derogado: preveía la facultad de abandono para
liberarse de los gastos de conservación de una servidumbre que se
hubieran pactado fueran a cargo del fundo siniente. El CCyCN, en el
art. 2176 no prevé dicha facultad de abandono, por lo que cabe interpre-
tar que ya no existe la misma, pues sería necesario una normd expresa en
ese sentido.
Art. 1956 del CCyCN: el duefio de la cosa perdida puede, sin perjuicio de
la recompensa liberarse de todo otro reclamo del hallador transmitién-
dole su dominio.
Lo expuesto ratifica que la facultad de liberarse de la obligación por el aban-
dono de la cosa, no resulta esencial para la conrtguración de la obligación prop-
ter rem, ni implica una suerte de limitación de la responsabilidad al valor de la
cosa sobre la que ambula la deuda. En verdad, la responsabilidad por la deuda
siempre es con todo el patrimonio del deudor -como veremos en el capitulo
"Efectos auxiliares" de esta obra-. Lo que existe es una situación en que, sólo
cuando la ley lo permite, el deudor queda liberado de la obligación, cumpliendo
una prestación alternativa: la entrega de la cosa -o parte de ella- al acreedor. A l
decir de 1,ópez de Zavalia se trata de una obligación~acultati~a~~~), instituto que
se abordará al tratar en esta obra la clasificación de las obligaciones.
En otros casos, en los que la norma no prevé expresamente esta forma de
liberación, el deudor enajenante sigue obligado con todo su patrimonio por las
deudas generadas durante su período de dominio o posesión; estas deudas tam-
bién alcanzarán al nuevo propietario o poseedor pero éste sólo responderá conla
cosa transmitida conforrne el art. 1937 del CCyCN, arriba transcripto.
En suma, salvo los casos en que expresameiite la ley prevea esta facultad de
liberarse abandonando la cosa a favor del acreedor, las obligaciones propter rem
involucran tanto a transmitente como adquirente. Ambos responden con todo su
patrimonio por las deudas generadas durante el período de su titularidad, pero
-y aquí aparece el carácter ambulatorio- el adquirente también responde por
las obligaciones generadas durante la titularidad anterior, con limite en la cosa
transmitida. La facultad de abandono sólo será posible si la ley lo autoriza y con
los estrictos alcances que ella disponga.
(84) PIZARRO,I U M ~D.U - VAI.LE~PINOS, CARLOS G., Inslituciones .., cit., t. 1, p. 86con citadeLópe2
de nivalfa. Brr~iirs,ALUERTOf., en "Brevesreflexiones...!: cit., 152, considera al abandono coino un
medio atípico para satisfacer el interés del acreedor ya que no consiste en ia presiaciún origiiiaria iii
el contravalor dinerario sino una suerre de daciói~en pago legal (al menos a veces).
derecho real sobre una cosa. Tal el caso de enajenación del inmueble arreiida-
do, con respecto al contrato de locación del mismo, celebrado con el anterior
propietario. También se cita el caso de la venta de un fondo de comercio en re-
lación con las deudas contraídas por el enajenante, en especial, los contratos de
trabajo. En estos casos, el obligado no podría liberarse abandonando la finca o el
fondo de c o i n e r c i ~ <Un
~ ~caso
) . parecido se da en referencia al contrato de seguro,
cuando se enajena la cosa que ha sido asegurada por los riesgos que ella pueda
suttir, pero en este supuesto las obligaciones del asegurador no existen en rela-
ción con cosa alguna de la que 61 tenga una titularidad o situación jurídica real o
pose~oria~~').
f ) Cargas reales
Entendemos que el nombre de cargas o gravarnenes reales debe reservarse
para designar el aspecto pasivo de los derechos reales sobre cosa ajena con rela-
ción al dominio sobre la cosa gravada y, por lo tanto, a su titular. En efecto, par-
tiendo del derecho real de dominio -el más completo conjunto de atribuciones
de uso, goce y disposición sobre la cosa-, el ordenamiento jnrídico nos provee
de varias figuras de menor alcance, que coexisten con el dominio. Por ejemplo,
el usufructo, el uso, la habitación, la servidumbre, la hipoteca, la prenda, el an-
ticresis, son "derechos reales" en cabeza de sus respectivos y, al mismo tiempo,
constituyen "cargas o gravámenes reales" para el propietario de la cosa sobre la
que esos derechos recaen. Por ejemplo, sobre una misma cosa coexisten el de-
recho real de dominio y usufructo: de un lado, el izudo propietario mantiene su
condición de titular de dominio, encontrándose ohligado a entregar el objeto al
usufructuario y a mantenerlo en el uso y goce pacifico de su derecho.
Estos dos aspectos, el activoy pasivo del derecho real, son expresamente con-
templados en materia de servidumbres, cuando se refiere a "servidumbre activa"
y "sérvidumbre pasiva". Toda servidumbre es activa, es decir, es un derecho real
desde el punto de vista del fundo dominante o del titular dominante y es pasiva;
o sea, es una carga o gravamen real desde el punto devista del fundo sirviente(g2).
(1) Hueliss, ALBERTO J., El objeto delnegociojuridico, Hamrnuiabi, Buenos Aires, 1986, p. 33.
(2) PIZAPRO, -
R A M ~D.N VALLBSPINOS, CARLOS G., Instilu~ionesde derecho privado Obligaciones,
t. 1, 1. ed., 2. reimpresión, 2006, Hammmabi, Buenos Aiies, p. 133. Bueres agrega que "ni el aconte-
cimiento que con respaldo en la ley da origen a tal relación obiigatoria, ni la ley cuando obra inrne-
diatamcnte en calidad de causa Iuentc se encuentiari inmersos in obligatione. Lógicameiite, que esto
último no contradice el hecho de que la obligación no puede contemplarse aisiada de sii fueiitt, de ..
forma abstracta, salvo que se lo haga con fines didácticos o técnicos'!
-
(3) AEranifiI,ATILIOA. - AMPAL,OSCARl. L ~ P ECABANA, Z HOBERTO M., Derecho de oblipciones '
i . Los sujetos
(6) Runn~S,AtBaRTo T., Elobjeto ...,cit., p. 34. El autor agrega que "uiia obligación sin compulsión
--es decir, siti eiclemeiito social-. no es una obligación (caso de la supuesta obligación natural). Pero
tia ~uriipu!siú,icsrá en e l v i n c ~ i o
que esindivisible y que se evidencia con el signo de la juridicidad,
tanto en ladeuda como eli la responsabilidad'.
(7)P1znnno,RXMÚN D. - VALLESPINOS, CAIILOs G., Insiitucbnes ...,cil., t. 1, p. 134.
ELEMENTOS ESTRUCTURALES 69
1.2. Requisitos
1.2.1. Capacidad
Para que la obligación seaválida, los sujetos deben tener capacidad de hecho
y derecho para ser acreedores o deudores. En cuanto a las personas de existencia
visible -o personas humanas- la capacidad de hecho es indispensable cuando
los sujetos pretenden realizar por si mismos los actos jurídicos necesarios para la
constitución de la obligación, pero su ausencia puede ser suplida por un repre-
sentante o asistente legal, resultando de aplicación las normas de los arts. 22 y SS.
del CCyCN.
La falta de capacidad de hecho provoca la nulidad relativa del acto constitu-
tivo de la obligación y, consecuentemente, de la obligación misma. En cuanto a
las incapacidades de derecho de las personas físicas('4)provocan la nulidad del
acto que, en principio, es absoluta.
Cabe aclarar que en el extenso campo de las obligaciones que nacen de la
responsabilidad civil extracontractual, si bien el sistema se estructura a partir de
los actos voluntarios de los individuos, se admite la hipótesis de ciertas obliga-
(12) Por ejemplo, la aceptaci6n de la sociedad unipcrsonai, de las sociedades entre cói~>%iges,
).
uiia m6s amplia concepci61ide la sociedadsocia ile otra sociedad y de las participaciones recfprocas.
(13) i'<ii ejemplo, las contempladas cii los aits. 1001 y 1002. C Q C N .
ELEMENTOS ESTRUCTLIRALES 71
1.2.2. Determinación
i) Actos por cuenta de tercero, como las compras efectuadas bajo la cláusula
"en comisión" o "por cuenia de persona a designar': muy frecuentes en ma-
teria inmobiliaria y comercial.
1.3.Auxiliares
El Código Civil y Comercial de la Nación incluye importantes innovaciones
acerca de la responsabilidad civil de ciertos sujetos por los hechos que prota-
gonizan quienes obran en virtud de las encomiendas que aquéllos les hubieran
suministrado. Por una parte, bajo el rótulo Xctuación de auxiliares. Principio de
equiparación: respondiendo a lo que se ha entendido como un clamor doctri-
na1(18), incorpora en forma expresa el principio general de la responsabilidad
obligacional por el hecho ajeno, cuestión no tratada en el Código Civil derogado
e incluida en todos los proyectos de reforma elaborados en el último cuarto de
siglo. En efecto, dice el art. 732:
'Xctuaci0n de auxiliares. Principio de equiparación. El incumplimiento de las perso-
nas de las que el deudor se sirve para la ejecución de la obligación se equipara al
derivado del propio hecho del obligado':
Posteriorn~ente,al tratar el capítulo de la Responsabilidad ciuil -primera de
las que nomina como Ohasfuentes de las obligaciones- en la Sección 6a que
regula la Responsabilidad por el hecho de terceros, introduce algunas modifica-
ciones al actual régimen del art. 1113primera parte del Cód. Civil, estableciendo
con carActer expreso el [actor de atribución aplicable en la especie y formulando
algunas precisiones sobre los requisitos que deben reunirse para que un princi-
pal responda por los hechos de sus dependiente^('^).
Ambas hipótesis se refieren a la controvertida cuestión acerca de cuándo y
por qué razones corresponde atribuir responsabilidad por incumplimiento y10
por daños a quien, a fin de satisfacer un interés propio, ha introducido a un ter-
cero a fin de satisfacer sus deberes prestacionales o, sin que tales coinpromisos
previos tuvieran lugar, ha encomendado a otro la realización de ciertas activi-
dades que dañan a terceros. El deber de responder aparece, por un lado, como
consecuencia de la inejecución -o ejecución defectuosa- de las obligaciones
asumidas, mientras que, por el otro, tiene origen en las conductas que resultan
perjudiciales a otros, cuando dichos actos acaecen en ejercicio o en ocasión de
dichas actividades.
Se trata de casos en los que un sujeto responde por el incuinpliiniento o por
los daños causados por un sujeto distinto, en una suerte de disociación entre el
obligado o responsable y el causante material del incumplimieilto o daño que, al
mismo tiempo, resulta responsable directo por las consecuencias derivadas de
su propia conducta.
(18) Ver Parellada, Calios A,, "Responsabilidad del deudor por el hecha de sus arwiiiares en ei ;
ámbito contractual: en Revista de Derecha de Daños, 2003-1. Responsabilidad del principal,
Rubinzai-Cuizoni. Dir. de Mossct Ituiraspe, Jorge y Lorenzetti, Ricardo L., 1" ed.. Santa Fe, 2003,
p. 131.
(19) SECCIdN 6". Responsabilidad por el hecho de terceros. Arl. 1753.- Responsabilidad dei prin-
cipal por el hecho del de~endiente."El principal responde objetivamente por los dañas que causen
los que están lbajo sil dependencia, a ias personas de las cuales se sirve para el ciirnpiimicnto de
sus obligaciones, cuando ei hecho daiioso acaece en ejercicio o con ocasibn de las funciones enco-
mendadas. La falta de discertiimiento del dependiente no excusa al principai. 1.a responsabilidad del
principal es concurrente con la del dependiente".
74-
- NOiZMA O. ZiI.VI?STRE (DIRECTORA)
- -
TOLSADA,
(20) YZQUIERDO M., La responsabilidad ciuilen eldmbito empresarial, p. 29; con referen-
cia a J tlonwirz,
~ ~ I ~ N E Z La imputación aldeudor del incumplimiento del contrato ocasionadoporsru.
aimiliares, Madrid, 1996. Citados por MARINO, AuaL E., "Responsabilidad obligacioiial por el hecho
ajeno'!En Reuisia deDerecho deUaño,, 2012-3. Proyecto de Cód. Civily Comercial, Rubinzal-Culzoni,
Santa Fe, 2012.1). 300.
(21) Resultará iii-eievaiile el carácter dependiente o ai~tóiiomodel que actúa.
(22) MnRri\.o,AREL E., "Responsabilidad obligacional ..'; cit., p. 300.
(23) No resulta admisible tal delegación en aquellas obligaciones en que la persona del obligado
Iia sido elegida paz razones especiales, las denominadas gcn4ricamenle obligaciones iniuitu persa-
noe.
- ELEMENTOS ESTKUCTIIRALES 75
S 2. Objeto
2.1. Concepto
Se ha dicho(2@ que pocas cuestiones dan lugar a tanta controversia y desen-
cuentrns terminológicos y conceptuales como la relativa al objeto de la obliga-
ción. Distintas líneas de pensamiento dividen hoy a los autores: por un lado se
sostiene que el objeto está dado por el comporiamiento debido por el deudor o
12411.a oblieacihn d e semridad ha sido definida como aquella en virtud de la cual una de las partes
taoor la levo bien sure; tácitamente del contrato (a travks de sii interpretación a partir del principio
dp i:, b t i , ~ i nit. \'vi V0yiir-z k i i ~ ~ i v i iHi i. ~ l r i l ~ i l1> r ol~ii;.i<iúii cit ,i,giiiid.id ,vi Siip.. I:api.cidl l.;, .
ie ~ it ! 1 i, I u ; h 1) .i\ 11>9i t r > i i ~iluil ~ . ~ l a&>\
~ i > r i i \iiclii, ,iililt,in<.tiii>.
." 5. 1 ! 1 V , : S 4 , t . , . I L ,,. J i i , d v 5 < l i l l ~ l la
l
evoiución histórica dcl instimto, partiendo de la concepcióh romana de obligación -marcadamente
personalista y resistente a la transmisihilidad de créditos y deudas- para Iriego ir admitiéndola en
la sucesi6n por causa de muerte -considerando que el heredero continuaba ia persona del causan-
te- y más tarde transitando por instituciones intermediaJ.hasta admitir ia absrracciór>conceptual y
funcional que significa un contrato de cesión de créditos, tal comolioy se lo concibe.
(26) PizAnRO, RAMÓN D. -VALLESPIN~S, CARI.OS G., Instituciones ...,cit., t. 1, p. 140.
j
76 N O R M A O SILVES TRI: (DIRECTORA)
1
1
prestación; otros, con distintas variantes, buscan emplazarlo en el bien debido,
en las cosas que se deben entregar en las obligaciones de dar o los servicios en
1
las obligaciones de hacer. Se destacan, también, ciertas posturas reuisionistas que
con matices diferenciales procuran llevar la cuestión a una suerte de amalgama 1
de componentes, con alcances variables.
En tal sentido, el art. 725 del Código Civil y Comercial de la Nación dice: 1
I
"la prestación que constituye el objeto de la obligación, debe ser material y juridica- I
De esta forma, el legislador toma partido por algunas de las diversas posturas
esgrimidas, que pasamos a revisar.
Sea que se trate de la obligación de dar una cosa -en cuyo caso, el objeto
será justamente el bien marerial que se entrega- o la realización de un hecho o
abstención -en cuyo supuesto el objeto se encuentra en la utilidad perseguida
por el acreedor(28)-, estas posturas conllevan -en el caso de las obligaciones de
dar- un desvanecimiento de las diferencias entre los derechos reales y persona-
les y parecen de difícil aplicación en las prestaciones de servicios, en las que las
cosas son, en todo caso, resultado de una actividad personal.
del acreedor, siempre estará oiesente en la obli~acióiiv Iiacia ella debe dirigirse siempre la actividad
que el mismo fiiialmente iio pueda obtenerse (obligaciones de medios, como las del mtdico quc no
puede -ni debe- aserurar la sanación del eilfermo). Con mavor int~nsidad.anareceii 10s deberes
su éxito, o procurar al acreedor cicrio resultado concreto con independencia de su eficacia o pro-
., .
curar al acreedor ei resuitadoeiicaz~rometido.En el ounto el CCvCN sinuelaaostura de Aiterini,
Ameal y L6pez Cabana (Derecho..., cit., p. 499), quienes distinguen dentro de las obligaciones de
resultado, a aquellas en que cl deudor se compromete a realizar una obrasingarantizar su efica-
. . - el resultado
cia -o. ei., la reaiizaci6n de una cxravacióii- de las que, además, no s6io aseauran
concreto sino también qiie ei producido de ese trabaja será además eficaz para el deudor -que de
dicha excavación se obtenga una cierta cantidad de petróleo-. El CCyCN cjemplifica con la cláu-
sula llave en mano o producto en marzo (art. 774, incs. b y c). No obstante los prestigiosos autores
citadosno creen quese trate de una summa divisio iurisporque en iavida negociaiias situaciones
presentan una gama de matices que no permiten el enrolamiento rígido en una ii otra categoría.
E L E M E N T O S ES'lI\IJClIJIIAl.ES 81
2.3. Requisitos
2.3.1. Posibilidad
2.3.2. Licitud
El objeto de la obligación debe resultar conforme al ordenamiento jurídico
integralmente considerado, al orden público de protección, la moral y las buenas
costumbres. No pueden serlo, pues, la realización de hechos ilícitos o reñidos
con la moral, las buenas costumbres, la libertad personal o de conciencia o que
tengan por finalidad perjudicar a terceros. Ante el supuesto de configurarse una
obligación que incluyera un objeto de este tipo, la invocación y prueba de la ile-
gitimidad del objeto pesa sobre el deudor que la alega. En este supuesto la alega-
ción de ilegitimidad de la prestación se traduce en una acción de nulidad del acto
jurídico creador de la obligación, que podría ser rechazada al deudor a causa de
su propia torpeza(40).
2.3.3. Determinación
La prestación debe estar determinada al momento de nacer la obligación o,
al menos, ser susceptible de determinación ulterior, resultando nula la ohliga-
ción que tenga un objeto absolutamente indeterminado. La determinación de
las obligaciones de dar cosas ciertas y de hacer es plena en su origen mismo; en
otras, encontramos una indeterminación inicial, que deberá ser superada hasta
el momento del pago, como p. ej., las obligaciones alternativas, las facultativas,
las de género, las de dar cantidades de cosas y las de dar sumas de dinero.
(40)No obstante, se ha planteado una diferencia para el caso en que la obligación no hubiera co-
menzado a ejecutarse, ya qiie a nadie se le puede reprochar que se arrepienta de llevar a cabo un acto
.
. de eiecoción. el deudor nodria aducir
oxohibido oor la lev. En ci caso en auc hubiera tenido orincioio
.., $1 .l,.!,,<, .,<.l,, . Y , ,,,!,.O<. l,.<., . , , , , . < V , . l , ~
11 \ l , , , > I ~ , i <\~,,oi ir,,,,,,<.,,, \Li(,i,\.<>( / . . , S , A \ . . , l . . C:, l . ' i> i Z i i
V I > , > iiiii,, I < . , \ i ~ i S$ 1 \ : t i , , ii,i\,.. I .,,., ,;o. I>,il,li,<,o>,<r ..,. l l . . > liii r;i1,, ,.,.,'<iici..*"i,i,c,?
tación, o prevén para el caso de incuiiipiimiento, una sanción pecuniaria sustitutiva como cliusula
penal. Coniuartimos la ciítica a esta nostura, dado aue la valoración de la, oatrimonialidad devende
de las circunstancias histórico-culturales de cierta comunidad y, por ende, una actividad -como la
.
artística y literaria- que resulte considerada durante siglos como exuapatrimoniai, y por ende, in-
susceutilrle de ser obicto de obliaación, en nueslra tiempo. .meden serio indiscutiblemente. Por otro
lado, ia aiiiunornia de la aoliinlat! sc encuentra limitada cii csta niatciia,'dado que no es posible que
las partes asignen una sanción pecuniaria por iiicumpiimiento a una prestación que no tiene conte-
nido patriinoniai.
ELEMENTOS ESTIIUCTIIRALES -. 83
5 3. Vínculo
El uinculo es el elemento no material que une ambos polos de la relación
jurídica obligacional y, por cierto, es el que mejor caracteriza a nuestro objeto
de estudio pues, a partir dc su configuraciún, operan los distiiitos efectos que el
sistema ha previsto(42).Al decir de Bueres
"dicho elemento enlaza alas dos partes, generando una siluaciónde la cual derivan el
poder jurídico del acreedoi y cori.elativo deber juridico del deudor"'"),
aclarando que esa situación se patentiza en los tramos ideales de deuda y respon-
sabilidad.
Este elemento es el módulo que permite precisar, cualitativa y cuantitativa-
mente, basta dónde llega el poder del acreedor y la consecuente limitación de la
libertad jurídica del deudor y no debe verse solamente como esto último, ya que
si bien el deudor es quien aparece en principio como el destinatario de los de-
beres y cargas, también el acreedor se encuentra requerido de prestar la debida
colaboración para que el plan prestacional pueda llevarse a cabo, teniendo en
cuenta los principios que hacen al ejercicio regular de los derechos y el principio
general de buena fe que deben acompañar a ambas partes durante toda la vida
de la obligación.
3.1. Características
El vínculo obligacional preseilta las siguientes características diszintivas que
nos llevan a identificarlo con contornos propios dentro de los vínculos jurídicos
en general:
1) Es compulsiuo, virtualidad que está presente en todos los vínculos obligacio-
nales pero pasa del estado de potencia a los hechos ante el supuesto de no
cumplimiento espontáneo, es decir, como sanción del derecho civil ante la
infracción del deber juridico del deudor. Esto se plasma en la posibilidad del
acreedor de promover la ejecución forzosa, mediante la actuación de la ins-
titucióii jurisdiccional, esto es, el órgano que el Estado provee no solaineilte
para dirimir los conRictos sobre los hechos o el derecho aplicable a una re-
lación, sino y fundamentalmente en este punto, para hacer cumplir contra
la voluntad del deudor, los mandatos que el acreedor puede exigir("). Com-
pulsión no es coacción o coerción, puesto que la libertad psicológica del d a -
-
(42) Pi%,z~iiO,R A h l ó ~D. VALL~~SPINOS,CARLOS ...,ch., 1. 1, p. 154.
G.. Insfituciol~es
(43) BUERES, ALneRTO J., Objeto...,cit., p. 36, que rechaza ia afiimació~ide L L A M B ~enA ~Cuanto a
que no constitiiiria un elemento de la obligación cli ia niedida en que lo sería de todo dereclio suh-
jetivo, respondiendo qiie si eii verdad ociirrc esto último por lógica canseciirncia, fainbiéi~la obli-
gación contienc este eleineiito; conf. Piznnno, R A M ~ ND. - VAI.I.ESPINOS, CARLOSG., Znstiluciones...,
Cit..t. l . D. 154.
., , .. . ,,,,:,,,, , , ! . , . , . ,. c 1 i ! ! . < . . . . , l . ' i :.:di i!
.,,ii':<".", "ti.¡, . ' 1 , , :t . ... i .A>..!.., ,. :. 3.1 . <iii 8 l.,, . , . . c . i: t.:.,
84 NORMA O. SILVESTRE (DIRECTORA)
dor se encuentra totalmente preservada, de modo tal que puede elegir entre
cumplir espontáneamente o El agente obra exento de toda coerción
humana exterior, aunque sabe que su libertad juridica se encuentra de alguna
forma afectada, por la presencia del poder de agresión patrimonial en caso de
incumplimiento. Cabe aclarar, finalmente, que esta característica del vínculo
obligacional no constituye un elemento autónomo de su estructura, sino que
resulta, como venimos diciendo, una virtualidad que, en estado de potencia,
se encuentra adosada al elemento vínculo y aparece para hacer efectivos los
poderes del acreedor.
2) Se analiza conforme la buena fe, cláusula o principio general de derecho, in-
troducido por el art. 9" del CCyCN, que luego se complementa con reglas
específicas aplicables a cada uno de los institutos regulados. En este caso,
el vínculo debe ser interpretado como la exigencia de un comportamiento
leal (buena fe objetiva) como también la creencia (buena fe subjetiva), lo que
incluye la delicada cuestión de la apariencia de derecho. Rige especialmente
en materia de celebración, interpretación y ejecución de los negocios jurídi-
cos engeneral, particularmente regulada respecto de los contratos (art. 1061,
CCyCN).
3) Se interpreta a favor del deudor de las situaciones en que existan dudas en
materia de contratos (art. 1068, CCyCN) Este artículo, incorporado por la re-
forma al cabo de una serie de disposiciones sobre hermenéutica contractual,
bajo el título "Expresiones oscuras: dispone que
"Cuando a pesar de las reglas contenidab en los artículos anteriores persisten las du-
das, si el contrato es a titulo gratuito se debe interpretar en el sentido menos gravoso
para el obligado y, si es a título oneroso, en el sentido que produzca un ajuste equita-
tivo de los intereses de las partes'!
4) Implica la protección de la parte más débil en la relación jurídica, particu-
larmente en el Derecho del Consumo, cuyo dispositivo tutelar de usuarios
y consumidores parte del presupuesto de desigualdad básica entre comer-
ciantes y consumidores, cuyo equilibrio se postula a partir de reglas que fa-
vorecen la posición de estos últimos(4G).
5) Contiene la prohibición de ejercer violencia física sobre la persona del deu-
dor en materia de obligaciones de hacer y no hacer, que no pueden ser ejecu-
tadas forzadamente en especie (art. 629, Cód. Civil).
6) Admite la unidad o pluralidad de vínculos; en algunas obligaciones encon-
tramos unidad de vínciilo -un sólo acreedor y iin solo deudor, caso que de-
nominamos "obligaciones de sujeto singularv-; en otros casos, puede haber
multiplicidad de uinculos por pluralidad de sujetos en uno o ambos polos de
la obligación -caso de "obligaciones de sujeto plural o mancomunadas': que
pueden ser de mancomunaciónsimple o de mancomunacidn solidaria-. Los
plimiento forzado en especie -tal como la obligación fue concebida-,el ciimplimiento por otro a
costa del deudor y la indemnización dinerariu.
(45) De lo contrario, el acta generador seria nulo por vicio de lavoluiitad.
(46) Esto genera, en verdad, un postuiado distinto al anteriormente referido del favor debitio-
ris, ya que en los actos de consumo quien se ve beneficiado por la interpretación, etc., es justa-
mente el acreedor a los bienes ofrecidas poi el comerciante.
ELEMENTOS ESTRUCIKJRALES 85
Otro tanto ocurre con esta virtualidad del vínculo obligacional, que no debe
ser interpretado como autónomo y separado de dicho elemento estructural, re-
mitiéndonos también en este punto a lo expuesto a tratar el vínculo.
La palabra "causa" era utilizada por el Código Civil derogado en la parte ge-
neral de las obligaciones en los arts. 499 a 502, para más tarde retomar la cuestión
cuando define al acto jurídico en el art. 944, al destacar los que denomina como
"fines inmediatos?
En cuanto a la primera de las normas, el art. 499 decía textualmente "No hay
obligación sin causa, sin que sea derivada de uno de los hechos, o de uno de los
actos lícitos o ilícitos, de las relaciones de familia o de las relaciones civiles'' -re-
dacción que rescata, con algunas modificaciones el art. 726 del CCyCN- es pacc
fico el criterio en la doctrina nacional en cuanto a que se refiere a la denominada
cazunfuente o simplementefuentes de las obligaciones, tema que será abordadu
en profundidad en la unidad siguiente.
v e n el caso de iiimuebles, ambos a la vez, se deben recíprocamente el deber de colaborar para la ce-
icbracióii de la escriturairaslativa del derecho ieal de dominio
86 NORMA O. SlLVES.rRE (DlRCCTOIU)
148) El análisis 3el histórico debate doctrinario solire la cuestión, iiuede consultarse en Pa~nno,
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EI.EMENTOS ESTRUCTURALES -- 87
bien por declaración expresa, bien mediante aceptación tácita. Estas razones deier-
minanres pueden referirse a resultados futuros o a hechos presupuestos. La causa es
algo subjetivoypsicológico porque se refiere ala representación mental que el agente
ha tenido de esos datos objetivos"(50).
Dentro de la voluntad como elemento del acto jurídico, podemos situar la
finalidad como íntimamente vinculada a la intención con la que los sujetos con-
curren a la celebración de un negocio jurídico, por lo que, aunque parezca obvio
decirlo, la causa-final resulta una noción completamente extraña a las obligacio-
nes que emanan de los hechos ilícitos -o de cualquier otra fuente extraña a los
actos jurídicos(51)-. Por lo tanto, corresponde afirmar que la causa:/in no es un
elemento esencial de las obligaciones, aunque sí de los actos o negocios jurídicos.
Todo acto o negocio jurídico tiene una causa-final, que es su razón de ser(52).
El vocablo había sido expresamente incluido por Vélez en el art. 944 del Código
Civil derogado:
"Son actos jurídicos los actos voluntarios lícitos, que tengan por fin irimediatn esta-
blecer entre las personas relaciories jurídicas, crear, modificar, transferir o aniquilar
derechos':
El CCyCN define el instituto en el art. 259 como
"el acto voluntario lícito que tiene por fin inmediata la alquisiciún, inodificación o
extinci61ide relaciones o situaciones jurídicas'!
1.a causa-jinal del acto jurídico es una noción separada claramente del ob-
jeto, al que hemos definido como conducta o prestación destinada a salisfacer
un interés licito. Atañe a los propósitos perseguidos por cada una de las partes -y
las dos en conjunto- al realizar el acto, extremos bien distintos de la noción de
objeto pues no tiene quever con la prestación o conducta prometida, sino con las
razones que determinaron a las partes a celebrar el acto.
El art. 281 del CCyCN define a la causa como
"el fin inmediato autorizado por el ordenamiento jurídico que ha sido determinante
de la voluntad. También integran la causa los motivos exteriorizados cuando sean
lícitos y hayan sido incorporados al acto en forma expresa, o tácitaniente si son esen-
ciales para ambas partes':
Seguidamente, bajo el rótulo Presunción de causa, el art. 282, CCyCN expre-
sa que
"Aunque la causa no esté expresada en el acto, se presume que existe mientras no se
pruebe lo contrario. El acto es valido aunque la causa expresada sea falsa si se fiinda
en otra causaverdadera'!
Más adelante, al regular la parte general de los contratos, el art. 1013 del
CCyCN ratifica el principio de Necesidad de Causa, dado que
debe) afirmandoque la causa-final indaxa porqué se debe. Por nuestra parte, pielerirnos:decir que la
pregunta a foimuiarse seria para quése La concurrido a formar el acto jilridico.
'!..debe existir en la formacióil del contrato y durante su celebración y subsistir du-
rante su ejecución. La falta de causa da lugai; según los casos, a la nulidad, adeciid-
ción o extinción del contrato':
En e1 art. 101.1 el CCyCN declara la nulidad del contrato cuando su causa
es contraria a la moral, al orden público o a las buenas costumbres o si ambas
partes lo han concluido por un nlotivo ilícito o inmoral común. Dejando a salvo
la situación en que una sola de ellas hubiera obrado por tales motivos ilícitos
o inmorales, resolviendo que quien así lo hiciera, no puede invocar el contrato
frente a la otra, pero ésta -la parte inocente- puede reclainar lo que ha dado,
sin obligación de cumplir lo que ha ofrecido.
Todos los actos jurídicos tienen causa-fin, sea que se dirija a crear obligacio-
nes, modificarlas, extinguirlas, a constituir o traiisferir derechos reales, a adoptar
disposiciones de última voluntad, etc. En los actos unilaterales, hay Una causa
única y en los bi o multilaterales, habrá tantas como voluntades constitutivas;
en los actos de fin común -como los negocios asociativos- hay ima finalidad
coincidente, pero tantas causas subjetivas como actos de adhesión al fin común
se hayan otorgado("),.
Efi todos los casos, hay una causa-fin primaria, inmediata que es el propósito
de que se concreten los efectos del acto jurídico celebrado, pero además pueden
existir razones más o menos personales, que pueden tener trascendencia sobre el
régimen del acto, siempre y cuando hayan sido decisivas para uno de los otorgan-
tes y que el interesado las haya enunciado como integrativas del resultado que se
esperaba obtener con la convención, de Furnia tal que le permitiera a la otra parte
que, al expresar su consentimiento para el acto, se colnprometía a cooperar con
la obtención de dicha iinalidad. Todo otro motivo, aun cuando subjetivamente
hubiera estado dentro de los propósitos del agente, no posee relevancia(5".
4.3.2. Punciones
La función fundamental de la causa-fin es doble: por un lado, contiene las ra-
zones por las cuales la obligación se justifica, de modo tal que la ausencia de esas
razonescoilduceadejarelvinculosii~efecto-o, agregamos, modificar algunasde
sus consecuencias-. Por el otro, contiene los elementos para apreciar si el acto es
lícito, auténtico y responde a los propósitos que tuvieron las partes al celebrarlo.
Su admisióri como elemento del acto jurídico permite, por ende, establecer
si dichos propósitos han sido verdaderos o simulados, morales o inmorales, líci-
tos o ilícitos o si han servido como contraprestacióil por una actividad ilícita, etc.,
y en los casos en que tales propósitos -ocultos o reprochables-- fueran cons-
tatados, permite al juzgador intervenir activamente en el acto juridico y dejarlo
sin efecto o descubrir el velo del acto simulado, permitiendo la visualización del
verdadero. Asimismo, la falta de causa-finai provoca la nulidad del acto jiirídico
porque no hubo obrar voluntario y, por ende, no existió el acto, o porque la vo-
luntad ha estado viciada y el acto juridico es inválido(55).
4.3.3. Fundamentos
Henios dicho ya que omitiremos en esta obra la referencia a la discusión
histórica entre causalismo clásico y anticausalismo, para centrarnos en la deno-
minada teoria sincrdtica o dualista de la causa-final, que agiutina los aspectos
objetivos y subjetivos estudiados por la doctrina más reciente. En tal sentido,
el significado de la causa-final aparece como la armoiiización de los fines que
el ordenamiento juridico ha previsto para rada categoría de negocio juridico y
también los móviles subjetivos de cada parte, cuando estos últimos están debi-
damente causalimdos.
un reajuste equitativo de las prestaciones. La teoría de la imnreukidn es, iustamente una de las apii-
binr ci acto. Ha icsullado de aplicación, eii nuestro mcdio, anrelos casos de devaluacióii abrupta del
sieno
" monetario areeiltino. frente a las obiioaciones
w
asumidas en moncda eai-anicia.
, . .neiniitiendo
a los obiigados a plantear la iescisi6n de ¡os coiitiatos de ejecución diferida o continuada, cuando
por efecto de dicha devaluación, sus prestaciones habían experimei>tadoun profundo desequilibrio.
Casas de Chamorro Vanasco. En el caso se aolicó dociiina de la frustración del iin del contiaro a la
demanda iniciada por incumplin~ientodel contrato de aparcería celebrado entie las partes, por coii-
siderar acreditada que la falta de a y a en el campo objeto del contiato irnpidih su exploiacián agro-
pecuaria. Paraarribara tal soluciónesindiferente queja falla deaguanose haya prolongadodiirante
toda la vigencia del contrato, pues la explotación ganadera exige conriniridad y regularidad en la pro-
visión de a y a para la subsisrencia de los animales.
(61) PIZ,\RRO, RAMOV D. - V.%I~LESPINOS, CAR~,OS G., InslihLcionrs...,Cit., t. 1, p. 179.
(621 BUSSO, EDUARDO B., CódiRo...,cit., t. 3, D. 154, n. 313, afirmando quese trataria deun z a o nulo
92 NORMAO. SI1.VESTRE (DIRECTORA)--
S
-- -
en cuenta por sus otorgantes. Bajo tales supuestos surge la teoría de los actos
abstractos que ha tenido amplio desarrollo en la doctrina germánica(r"?) y que
aceptada también para casos determinados en las legislaciones de tipo latino.
Debe advertirse que admitir la existencia de un acto abstracto no tiene un alcan-
ce absoluto puesto que ningún acto existe en el que para todos sus efectos deba
ser tratado como abstracto, sino que se admite sólo con carácter provisional a
efectos de defender la seguridad jurídica de terceros de buena fe que se hallan
vinculados a una relación no constituida por ellos.
En efecto, en los actos causados la carencia, ilicitod o falsedad de causa de-
termina su invalidez; en los abstractos esas circunstancias no juegan inicialmen-
te cuando el acreedor pretende el cumplimiento -es decir, el deudor no podría
invocarlas como defensas frente a la acción del acreedor- pero una vez que ha
pagado lo que se le reclamaba, puede accionar contra el acreedor para obtener la
restitución de lo pagado. Se señala que no se trata de que el acto abstracto carezca
de causa-$n -elemento de todo actojuridico-sino que lo relativo a ella no obsta
al éxito de un reclamo del acreedorfindado en un título supciente, lo que será
debatido con posterioridad e independientemente de aquel r e c l a m ~ ~ ~ ~ ) .
El art. 283 del CCyCN prevé la hipótesis al disponer que la inexistencia, fal-
sedad o ilicitud de la causa no son discutibles en el acto abstracto mientras no
se haya cumplido, excepto que la ley lo autorice. Se cita como ejemplo, el caso
del firmante de un tírulo circulaiorio comercial como un cheque, pagaré o una
accióri de sociedad anónima, especialmente ciiando son al portador, cuya nego-
ciación se efectúa en instrumentos en los que no consta la causa y su circulación
va a tener eficacia con prescindeiicia de eila. Tarnbién lo son las denominadas
garantías a primer requerimiento o demaizdu, que serán objeto de tratamiento
en el capítulo "Fuentes':
caracteristicas. se reconoce con amplitud la acción por eiiriqiieciniieiito sin causa, de ,nodo tal que
se facilite al deudor que cumple a parlir d e u n titula abstracto cor! defecto de causa-iin, la posibilidad
de obtener la restitiición de lo pagado, si demiiestia quc hubo iiila traslación de bienes desprovista
<leia~iiil. ) - H b ~ i i i l . ,iisc~li
C i ~ i i CKIXBRINI,i \ i . i ~ i <A. i.- LOPEZ <:AUANA, I l o l l B ~ - r OM.,Uereclio...,cit.,
p. 71, col1 cita del iiurneral a12 dcl Código alcmán.
(64) AL1.BRINlr ~ I L I A. O - A i i i ~ h i . OSCXR
, J. - I,ÓPAZ CARANA. R o u ~ l i 1 . 0 M., J:)CIBC~O ..., cit., p. 70.
CAUSA FUENTE DE LAS OBLIGACIONES
1.2. Causafin
Tambikn desde la lógica y como un postulado de la razón suficiente, todo
agente actlia para lograr un fin. En el campo del derecho, específicamente con
relación al acto juridico se habla de la causa fin para significar la razón de ser del
acto o el fin perseguido por el mismo(2)).El tema de la causafinal del actojurldi-
co, nada tiene que ver con la causa fuente de las obligaciones y es tratado en el
Cap. 111 "Elementos estructurales" de esta obra, descartandola corno elemento
de las obligaciones.
LAEAILLE, H~CTOR ~ 8 r e c h ocivil. Tratado de obligaciones, t. 2, 2' ed. acruslizada y ampliada pór N-
beno Bueresy Jorge Mayo, LaLey-Ediar, 2009, nos.1356 a 1380 bis., p. 9.55; I i c n ~ Á ~ ~ t z CANTONIO,
Jii,
Derecho de obligacionps, Ccura. Madrid, 1983,p. 223.
(7) BiisnBs, ALREI<TO I., "Lasfuentes..:: ctt,p. 82.
(8) BUERBS,ALBERTOJ.,"Las fiienles...':cit., p. 82; LAFAILLE, HBc~on,Derecho civil. Pala rlo..., cir.,
l. 2, p. 955; BUEI~I?S,ALBERTO J. - 1-1IGH.sON. EI.BN.4 1.. Código..., cit., t. 2-A, p. 20.
CAUSAFUENTE DE
~-LAS Ol\I.IGAClONES 95
-
El Código Civil derogado definía las fuentes de las obligaciones en el art. 499
diciendo
,.
"No h$y obligación sin causa, es decir, sin que sea deriva de uno de los hechos o de
uno de los actos lícitos o ilicitos, de las relaciones de familia,o de las relaciones civiles':
Este artículo realizaba una enumeración de las fuentes en forma ejemplifi-
cativa, refiriéndose a hechos o actos que correspondíaii a las relaciones civiles
(hechos y actos jurídicos, actos ilícitos, etc.); hechos o actos de las relaciones de
familia que engendran obligaciones (matrimonio, nacimiento de hijos, incapa-
cidades, muerte de alguno de sus miembros, etc.)("). Por eso se dijo que Véleí se
apartó de la terminología clásica utilizada en los códigos civil francés (art. 1370),
italiano de 1865 (art. 1097)y Código Civil español (art. 1089), que traían una enu-
meración de las cinco fuentes clásicainente admitidas (contrato, cuasicontrato,
delito, cuasidelito y la ley)(").
Los antecedentes más lejanos de las fuentes de las obligaciones se encuen-
tran en el derecho romano, El jurisconsulto Gayo, en las Institutas, realizó una
primera clasificación de las fuentes en: contrato y delito. Más tarde, eii otra obra,
algunos de ciiyos fragmentos aparecen en el Digesto, agregaba las uariue causa-
rumj%gurueo "varias especies de causa" que no encuadraban estrictamente ni
enla idea de contrato ni en la de delito, surgían de otro modo. En las Institutas
de Justiniano, se determinaron cuatro especies de obligaciones: las que nacen de
un contrato, o como de un contrato (cuasicontratos), de un delito, o como de un
delito (cuasidelito). Surgió así la noción autónoma de cuasicontrato, figura que
genera obligaciones aunque no exista voluntad de contratar (p. ej. en la gestión
de negocios ajenos)[") y de cuasidelito, que crea obligaciones resarcitorias aun-
que no haya existido en el agente la intención de dariar(12).
Transcurriendo el siglo XX, Pianiol observó que las obligaciones nacían del
contrato o de la ley. En el primer caso se trata de obligacio~iesnacidas del acuer-
do de voluntades entre acreedor y deudoil Los demás supuestos nombrados,
delitos, cuasidelitos, cuasicontrato, son obligaciones donde no interviene la vo-
com; cl acto ~oluiitariolicito al cual lalevieasiana losmismos efectos que al contrato, sin que exista
,.i11(.1<! , ! l. 3 l . k . .. . ! : . . L 1 , : t l : C . ! lillli I
l.,. c,,.,r,,, Ic,. ,o ,,L, ,],,<.lV t . ,,,,A\
,,~,,,,.),.,,r \>! .>l :?>t,>, !L. t k . 4 , . > < ) . :> 1.g.tI ., . >l .!>t:I!,.: l
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xiiiiiii:: ,~li.J,:.i.;i~ii>li t. . 11 ( ? 31:. I:??:.
bidoloasimilabaeiicuanto asusefectosalcontratodernutuo cnloielativo ulaobligacibnderestituir '.
quc surge de este último (ares. 786 a 788, Cúd. Civil derogado). La ciencia jurídica deniiestro tiempo .,
'
ha puiverizado la nocibn de ciiasicontraro, ya que se aplica a hcclios qiie no tienen una naturaleza
coiniín. Su atiilidad o n almín contrato es Duramente iiccirlenial v iior asvectos iieaativos. Pidnio! Iia
concepto de cnriqueciiiiieiito sin causa, como acoiitece con la gesti6n de inegncios, el empleo iitil, la
rcpctición del pago dc lo qiic iio se <le!>?,ctc6tei.a.
(12) ZAVNONI,EDUARDOA., en (%digo...,cit., t. 2, ps. 535/36; RUcRes, Ai.Bsni0 l., "Las iueiites ...'
cit., p. 77.
96 lNORMA 0.Sll.VESTilL (DIRECTORA)
luntad del deudor, por lo tanto son establecidas directamente por la ley(I3).Se
sostuvo que la clasificación comprensiva de cinco fuentes es superficial, su no-
menclatura viciosa y que además no corresponde a la realidad(14).Para Josserand
no existe más que una fuente obligacional, la ley, ya que si el contrato engendra
obligaciones, es porque la ley lo
Como vemos con la definición del art. 726, el nuevo cuerpo legal sigue las
orientaciones actuales expuestas en el texto, en sentido similar al Cód. Civil ita-
liano de 1942, sin nominar ni clasificar las posibles fuentes de obligaciones. Es-
tablece una fórmula general, abierta, diciendo que la obligación deriva de algún
hecho idóneo para producirla de conformidad con el ordenamiento jurídico.
No obstante esta fórmula general, más adelante, en el Libro Tercero, llamado
"Derechos Personales'; el Código Civil y Comercial regula en forma particular al-
gunas fuentes específicas, a saber:
-los contratos (arts. 957 a 1707).
En el título V bajo el titulo "Otras fuentes de las obligaciones" trata:
-la responsabilidad civil (arts. 1708 a 1780).
-la gestión de negocios (arts. 1781 a 1790).
-el empleo útil (arts. 1791 a 1793).
- el enriquecimiento sin causa (arts. 1794199)
-la declaración 'nilateral devoluntad (arts. 1800 a 1814)
-los títulosvalores (arts. 1815 a 1881).
(13) ZANNonl, Euu,inDO R., en Cbdigo cit., t. 2, p. 537; el mismo criterio que el apuntado en el
...o...,
texto sostiene Busso, E D U ~ R DB., O Código Civilanotado, t. 3, p. 76,'Ediar. 1949, quieri admite sólo dos
fueiiies, la ley y los actos juiidicos.
(14) BUSRES,i\~iri;~ao J., 'Las iiieiires..: cit., p. 78.
(15) Cnzanux, PBDRON. - TRIGO de ias obligaciones, t. 1, 21 ed., .1
É LUerecIz~
R S P R F S A S , ~ ~A., I~
reimpresiúii auriientada y actualizada, Libieria Edilora Platense, La Plata, 197g. p. 112.
obligacióri. Siempre la interpretación es la más favorable al deudor, a favor
desu liberación(r6).
b) Respecto de una obligación ya existente o probada su existencia, se pre-
sume que nace de fuente legítima mientras no se acredite lo contrario. Un
principio similar aparece en el art. 282 del Código Civil estableciendo para
el acto jurídico la presunción de la existencia de causa fuente. Para revertir
la presunción de la ley, es el deudor el que tiene la carga de la prueba de la
inexistencia de causa o que la obligación deriva de una causa no idónea para
obligarlo.
La prueba de la inexistencia, falsedado ilicitud de la causa, en principio está
vedada en el llamado "acto abstracto" o "negocio abstracto" (art. 283, CCyCN),
que es el acto juridico que funciona con coinpleta independencia de su causa.
Ello significa que la inexistencia, falsedad o ilicitud de la causa no son discutibles
mientras se haya cumplido el acto, excepto que la ley lo autorice. Par ejemplo, el
carácter abstracto de un título valor (cheque, pagaré); el portador legítimo puede
exigir el crédito o ejercitar el derecho incoiporado al título con independencia de
los actos o negocios que dieron lugar a su creación; el deudor no puede enentar
la ejecución del crédito contenido en el titulo con excepciones relativas ala causa
de la obligación. En tal sentido, el art. 544 del Código Procesal de la Nación esta-
blece que en los juicios ejecutivos no puede discutirse la legitimidad de la causa
de la obligación.
3.1. Contrato
Se encuentra definido en el art. 957 del CCyCN:
"Contrato es el acto jurídico merlianle el cual dos o más partes manifiestan su con-
sentimiento para crear, regular, modificar, transferir o extinguir relaciones jurídicas
patrimoniales'!
81contrato es un acto juridico bilateral y patrimonial que requiere de partes
con intereses opuestos, que acuerdan mediante una declaración de voluntad,
crear, regular, modificar, transferir o extinguir relaciones jurídicas patriinoniales.
El acuerdo o consentimiento resulta de la integración de la oferta de una parte y
la aceptación por la otra, y la manifestacióri de voluntad está dirigida a satisfacer
intereses o necesidades de las partes tuteladas por el ordenamiento jurídico. ,
Es un instrumento apto para la constitución de relaciones obligacionales; o ;
bien para transformarlas, p. ej., la novación (arts. 933 y SS.),o para transferirlas,
p. ej., la cesión de derechos (art. 1614), o para extinguirlas, p. ej., el pago por
entrega de bienes (art. 942 y SS.),la compeusacióil (art. 921 y SS.),el distracto~"'.
(16) MARQunz, Iosk R, en LORENZETII, Ricnnoo L. (dii), CZdigo Ciriiiy Comercialúe /a ikcidn co-
mentado, t. 5, Ilubinzai-Culzoni, 2015, ps. !7118.
(17) S T I G ~ T KZ O, R ~ NS. en T.oneNzs.rrr, Ilicnnoo L. (dir), Código...,cit., t. 5, p. 534.'
98 N0iW.A O. SIIYESTRE (DIRECTORA)
El contrato no es apto por si solo para constituir derechos reales en forma in-
mediata, sirve como titulo, pero el perfeccionamiento del derecho real sobre
inmuebles exige además la satisfacción del modo, que está dado por la tradición
(arts. 1750 y 1892)('81.
STIOI.ITL,
(18) NenLOREN7,Ii.ITI. RICARDO L. di^), Código...,cit.,t. 5, p. 534.
R C I R ~S.
RuEiitis, ALBERTO J. - HIGHTUN,ELENAl., Cód. Civil..., cit.. t. 2-A, p. 22; CAZEAUX,
(19) PEDRON. -
TRIGORti~nEsns, FBLIXA., Derecho de las oiliigaciunes, t. 1, 2 l ed., La teimpresión aumentada y actus-
iiíada, Librería Ediioia i'iatense, La Plata, 1979, p. 120.
(20) RUSSO, EDUARDOB., Código..., cit., t. 3, p. 111; LAEAILI~E, I~BCTOR,Derecho ci~il.Tratado de
obligacio~ies,t. 2, Zn ed. actualizada y anipliada por Alberto Riieies y Jorge Mayo, La Ley-Ediat 2009,
p. 959.
CAUSA FUENTE DE [.AS OGLiCACIONES 99
-
(21) Busires, A L ~ E R T OJ. Hr~li~ofi, EI.I:NAl., Crjd Cii~il ..., Cit., l . 2-A, p. 22.
(22) Eii cuanto a so natiiraleza jurídica PIzAIIRo, R A M ~ D. N - VAI.LESPIYOS,CARLOS ti.,inSliluCi0-
nes..., cit., t. 4, p. 183consideran qiie es iin supuesto dc obligaciones nacidas de la ley, ex legc
(23) H e i l n l Á N ~ t Gil.,
i ,ZNTONIO, »elecho de obligucioizer, Ceiira, Madrid, 1983, p. 256.
(24) I~~znnno, IIAMON U. - VALLI~SPINOS,CAIII.OS<;., i i i ~ l i i i ~ ~ i...,
o ~1.4~11.
~ e s illO.
(25) SPOTA,ALBERTO ti.,Instituciones de derecho civil. Ci,iili.uios, t . 9, Depali:i;i. 1581, p. 79.
(26) "Proyecto de Reformas del Código Civil de 1988. Fundameritos del Proyecto': Antecedenies
I'arlamentai~ios.año 1999, na7La 1.q. lluenos Aires, 1999.
i O0 - NORMA O. SII.VESTRI: (DIRECTORA)
3.5.3. Requisitos
- Capacidad. El gestor debe ser persona capaz, ya que actúa en su propio
nombre, asumiendo obligaciones.
- Que se trate de un negocio ajeno. En la generalidad de los casos se requiere
que el gestor se proponga hacer un negocio de otro, cuidar los intereses del do-
rninus y eventualmente obligal-lo.En el régimen del Código anterior se entendía
(27) S P ~ T : AI.!iEniO,
~, ..., t. 9. cit., p. 76; !'izanno, X A M Ú X U. - Vn.i.~ss~iios,
Iilsiitricioi~es CARLOSG.,
insliruciones..., cit., t. 5, p. 184.
(28) P ~ Z A R I ~R OA,M ~ ND. - VAI~LESPINOS, CARLOSG., Institucio>ies...,cit., t. 4, p. 185.
(29) SPOTA,ALBERTO, Instituciones.., t. 9, cit., p. 84.
CAUSA FUENTF DC LAS OllLiGAClONES -
.- 101
-
que si el gestor por error, pensando que era un negocio suyo, realizaba el negocio
de otro, no había gestión de negocios. En el nuevo Código por aplicación suple-
toria de las normas del mandato, se establece en el art. 1790, CCyCN, que aun
cuando el gestor crea realizar un negocio propio, si el dueño del negocio ratifica
la gestión se producen los efectos del mandato. Tampoco hay gestión, cuando el
gestor tiene intención de practicar un acto de liberalidad.
- Que lagestión haya sido conducida útilmente. Según art. 1705, párr. lo,es
menester que el negocio haya sido útilmente coriducido o la gestión útilmeii-
te emprendida para que surjan obligaciones del dueño del negocio para con e1
gestor. Se entiende que la conducción ha sido útil aunque por circunstancias im-
previstas no se haya realizado la ventaja que debía resultar, o que ella hubiese
cesado, p. ej., si una persona efectúa gestiones para el cobro de un crédito de un
ausente y a posteriori cuando el cridito ha sido reconocido, el deudor quiebra y
el créditono se cobra; o si una persona hace reparar la casa de otro que amenaza
ruina y después es destruida por un incendio o terremoto. El concepto de "utili-
dadyse determina según las circunstancias de persona, tiempo y lugar, que afec-
ten al dueño del negocio: p. ej., si está ausente, o si la gestión es urgente por pre-
sentar peligro los bienes. Se computa la "utilidad al inicio del negocio, aunque
luego haya desaparecido. Según S p ~ t a (el~criterio
~) para determinar la existencia
de conducción útil lo constituye una directiva objetiva: aquélla que no implique
una operación arriesgada, ajena a lo usual en el dueno del negocio, y otra sub-
jetiva, que impone al gestor la máxima diligencia, salvo casos de urgencia. Este
requisito de la conducción útil, muestra otra diferencia con el mandato, ya que el
mandatario puede llevar adelante un negocio que no implique un resultado feliz.
c) A repararle los daños que por causas ajenas a su responsabilidad, haya su-
frido en el ejercicio de la gestión (art. 1785, inc. c). En el Código derogado
según art. 2300, expresamente se eximia de esta obligación al dueño del
negocio.
prevén tres tipos de hechos que obligan al dueño del negocio por los actos
dos por el gestor: la ratificación, la asunción de las obligaciones del gestor,
echo, que el negocio haya sido útil para el dueño.
puede ser expresa o tácita. Es tácita en los casos del art. 371,
uier acto o comportamiento que signifique aprobación por parte del due-
ión el gestor queda liberado frente a los terceros, a menos que
a un tercero de buena fe (art. 1704), caso en el cual los terceros podrían
dueño y el gestor. La finalidad es proteger al tercero de buena
cualquier situación en la que resulte perjudicado como consecuencia del
cho realizado en el inarco de la gestión de negocios. La ratifi-
por el dueño equivale a un mandato y tiene efecto retroactivo
se inició la gestión.
onclusión de la gestión
efiere a ello el art. 1783:
oncluye: a) cuando el dueño le prohibe al ges-
embargo, puede continuarla, bajo su respon-
a por un interés propio; b) cuando el negocio
ramos que el inc. a) dispone que ante la oposición del dueño del ne-
odrá continuar la gestión, cuando lo haga por un interés
o y bajo su responsabilidad.
a figura del empleo útil se presenta frente a una persona que realiza un gas-
n interés total o parcialmente ajeno, sin ser gestor de negocios ni mandatario.
32) I.AFAILLB, HÉCTORDerecho civil. Tratado..., cil., l. 2, p. 572 no.1198; ZANNoNl, EBIIARDO,en
~1.LUscio.A i i ~ u s ~C.o- ZANNONI,EI>UARDOA,, Código...,cit., l. 2, p. 542; LLAMB~AS,JORGF. J., Códi-
..,cit., t. 2-A, cit., p. 407; PIZARRO,RAXBN D. .. VALLESPINOS,CARLOSG., Instituciones ...,cil.. t. 41,
21.y SS.; SPOTA,ALRBRTO, InstiNciones..., t. 9, cit., p. 97.
De ocurrir esto último se aplican las normas de la gestión de negocios o del man
dato. Están comprendidos en el empleo útil en general los gastos que un tercer
realiza en beneficio de determinadas personas, por ej., los gastos funerarios pa
dar sepultura a una persona. Tales gastos tienen que tener una relación razon
ble con las circunstancias de la persona y 10susos del lugar, como se establece e
el art. 1791, CCyCN. En este caso el reembolso corresponde contra los heredero
del difunto. Sin embargo, los gastos que excedan las circunstancias de las ve
sonas, como por ej., haber contratado un funeral muy costoso, de lujo par
persona de clase media, deben ser asumidos por quien hizo el gasto excesivo.
Otros ejemplos pueden ser gastos de vestimenta, asistencia médica, etc. E1
gasto que se realiza es comprensivo de un aporte de dinero en efectivo, corno e
el caso de los gastos funerarios, o puede tratarse del aporte de alguna presta
como puede ser la realización de trabajos en utilidad ajena(33).
Respecto de la persona que realizó el gasto nace una acción de reembolso
valor aportado contra el beneficiado, y se mide atendiendo a la utilidad que
ese momento obtuvo quien la aprovecha. El art. 1791 dice:
"Caractei-izacidn.Quien, sin sergestor de negocios ni mandatario,realiza ungasto, en
interés total o parcialmente ajeno, tiene derecho a que le sea reembolsado suvaior, en
cuanto haya resl~iladode utilidad, aunque después ésta llegue a cesar. El reenibols
incluye los intereses, desde la fecha en que el gasto se efectúa':
(36) P i z ~ n u oR, A M ~ D.
N -VALLT:SPINOS,
CARLOS G., Instituciones ...,cit., t. 4, p. 123.
(37) Disz-Plcnzo, Luis, Fundamentos...,cit., ps. 73/74.
(301 HERNANDEZC;IL, Derecho deoblieaciones ...,cit.. os. 262163.
ANTONIO,
(51) M U L L E EXI?~QUE
~, sin causa': en Acr~niui,
C., "Eii~ique~irniento ATrLlo A. - WAJNTRAUB,)A-
-
ViEn H. Picnsso, JunuM. (cuords.), hsliiucio,tcsN1derecho priimdo rnodmno. Problemasypmpues-
La?, Abekdo-Perrot,Buenos aires, 2001, p. 538.
(52) Mucren, ENniyue C., "Entiqriecirniento sin..!: cit., p. 539.
(53) MULLER,E~niyufrC., "Ei~riqueci~i~iel~to sin ...Y cit.,p. 540 y autoras citados eri nota 13.
(541 Aznn, ALDOM., "Errriqurdrnienio..: cit.,p. 52.
(55)AzAn, Arno M., "Enriqueci,niento . . .:cit., p. 52; Miirr,liR, E s i l i r j u i C., "Eniiquecirnierriosin..::
Cil., p. 542.
(56)Aznn, ALDO M , 'Enriquecimiento ',ni, p 55
1
ra recomponer el patrimonio lesionado a expensas de la günancia si11 causa
. El principio que veda el enriquecimiento a costa de otro, constituye una
a de cierre o clausura del ordenamiento juridico, que se aplica en caso de
a; constituye un remedio extremo para invocar sólo cuando la sitnación de
esequilibrio no piiede ser regulada por otro medio reconocido por la ley'"). Si
brecido puede o ha podido ejercitar una acción fundada en un contrato,
elito, en un cuasidelito, en un pago indebido o nacido de un derecho real,
rincipio de subsidiariedad impide el ejercicio de la acción de enriquecimien-
or igual razón, si la acción principal que correspondía al empobrecido ha
ripto, tampoco cabe ejercer la acción de enriquecimiento("). Se persigue
este requisito prevenir la desviación de la figura, con el fin de suplir o elu-
as normas del régimeri jurídico en general, por ej., utilizar la acción de enri-
ecimiento cuando se perdió la acción intentada por defectos de prueba o por
tricciones a los medios autorizados. Es improcedente cuando mediante esta
trina, se persigue lo que prohíbe el contrato o la ley[sg).
zarro y Vallespinos(") participan de la doctrina que admite la subsidiarie-
e la acción con carácter relativo, es decir que la acción de enriquecimiento
rocede si al tiempo de su articulación, el actor dispone de otra acción que
.mita tutelar ei mismo interés. Pero, ante la duda deberá estarse por el con-
de las acciones, pudiendo el interesado optar por una u otra vía o inclusi-
acumularlas. Esta posición es relevante, en los casos de enriquecimiento por
rusión en bienes ajenos. A~neal(~') en posición ininoritaria, sostiene que la
ción es autónoma y puede concurrir con otras, sin desquiciar con ello orde-
amiento juridico alguno, ni atentar contra el principio de seguridad.. Requerir
la acción pueda intentarse en forma residual, la convierte en un mecanismo
til, estéril y conduce a un oscurecimiento de su dinámica.
Los requisitos que se expresan en el texto son los que preconiza la doctrina
lásica. Pero hay que tener en cuenta, conforme lo haii advertido Pizarra, Valles-
inos y Mayo(G")con base en profnndizaciones de muy moderna doctrina alema-
a, espafiola e italiana, que los requisitos exigibles pueden variar, según se trate
el enriquecimiento obtenido por vía de "prestación" -llamadas condictiospor
restacióiz, o los enriquecimiento$ que derivan de intrusión o intromisión en bie-
es ajenos, llamadas condictios por intrusión en bienes o derechos ajenos.
En las primeras, la obtención del lucro en el demandado se produce en vir-
tud de una prestación o por vía de la misma, por ej., supuestos de pago sin causa.
Bn estos casos los requisitos son los tradicionales que se expresan en el texto.
--
(57) L61,ez Mesn, MnncaLo J., "El eni-iquecirriieiito sin causa. Sus requisilos y liinilaciones en el
Proyecto'; LALEY 2012-E, 1125
(58)MiIrLEn, ENnraue C., "Lniiqueciiilicnto sin..': cit., p. 545; LOPEZMESA,MnncBLo l., El enri-
queclnziento...,cit.
(59)
MESA,MaRcELo J., EIPnriqiiecimie~zlo...,cit.
. ., .
. , ALAR,ALDOM., "Enriuuecimiento ...':. cit., D. 56 v iurisnrud6ncia citada en nata 64: LOPEZ
(60) PizARRo, R A M ~D. N - VAI.I.ESPINOS,
CAI~LOS ü.,Institluciaiies...,cit., t. 4, ps. 113114.
. . AMI~AL,
(61) OSCAE.'"B~~riiliiecimiento sincausa, subsidiariedad o autonoinía d e la acción': en
BUERES,ALBERTO l. - KEMELMAJER DE CAKLI:CCI, A~DA (diis.), H~>sponsabllldc~d por h ñ o s en el ter-
cer rnilenio Hoinenaic ni pqfesor- docior Aiilio Anibai Alierini, Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1997,
p. 1074.
(62) P l z ~ i m oRAMÓW
, V. - VALLESPINOS,CARLOS G., Inrliluci0nes ...,cit., t. 4, ps. 87 y SS. y 127 y SS.;
MAYO, IORGEA,, "El enriqueciiniento obtenido mediante u n hecho iiicito': LA LEY 2005-C. 1018. '
En las "condictios por intromisión en derecho ajeno'; a una persona le
yen valores patrimoniales que legalmente no le corresponden, en virtud d
ber sido obtenidos mediante intrusión o invasión indebida en la esfera juri
ajena. Esta condictio, actúa como un mecanismo complementario de la
resarcitoria (de indemnización de daños) y se configura cuando el respo
ilc\pli+, de h;iIiri p;igi<lotodas las iii<li~i~iiiiiacii~~ie~ p~.rtii~ciiiti.;
- -rt%corilnr
que
(.ti c.1 jific~ode <I;iiiossolo i r iiidetii~~i~.atl -.
lo5 dtinob que siitr? el acli~r- ohtieiic i
iieri\,niio d r In iiitilisii>lle11 deiccho ;ijc.ilo "'
l i r i r+liiro k~ciliii~ilii~:~~,
t
Por ejemplo, en casos de usurpación de propiedad intelectual o industria
el demandado luego de pagados los daños al actor -precio de explotación de 1
obra-, podría tener otras ganancias no incluidas en el perjuicio efectivament
sufrido por el damnificado. A este respecto destacamos que en España, la ley 1d
1982, de protección al honor, a la intimidad familiar y a la propia imagen, pre
la reparación del daño moral a base de dos pautas, la gravedad de la lesión y
beneficio obtenido por el causante del daño.
En este último caso, ello no configura un rubro de la acción I-esarcitoria,sin
un beneficio que debe correlacionarse con los principios del enriquecimient
sin causa. Algo sirnilar ocurre con la Ley de Patentes española, art. 63, que re
conoce al titular del derecho de una patente, que resulta lesionado por la iisur
pación ilicita que ha realizado un tercero, además del daño emergente, el lucro
cesante fijado en base a los beneficios que el infractor ha obtenido por explotar
el
En estos casos de enriquecimiento sin causa por intromisión en los derechos
ajenos, no son exigibles el requisito de emprobrecimiento del actor, el de corre..
latividad entre éste y el enriquecimiento del demandado y el de subsidiariedad
de la acción.
Según Pizarra el nuevo COdigo Civil y Comercial podría dar cabida a las
condictiospor intromisión, pero para ello habría que dejar de lado el requisito de
la subsidiariedad de la acción.
(GB)AZAR,
. . ALDOM., z'E~liinliecii~iento.~ cit., v. 58.
' l l . , \ l . 1, / . . , : . . 1-1
~ ~ , ~ C~ ~ I! d ~ ~ 1 1 i n . i i i 1 ~ i < 1 . i t ~ 1133.
(711 1<11'1'1\ i i , ) , \l.\>(i E $ . o I . I . ' I i , ~ r i < / ! i r .,111, iIii~r;~
. -
cimiento Sin causa tiene iambién una faceta oreveniiva, cuando el deseinbolso todavía no sc ha hc-
Se dcia canítancia uue la aoelación de la a'tora -alexando s u e l a s sumas iecibidas tenían \u causa
. .
(74) 1 . 6 ~MESA, o E1 enriquecimiento..., cit.; AZAR,A1.uO M., "Enriquecimiento...': cit.,
6 ~ M n n c n ~ J.,
p. 59.
(75) PIZARRO,R A M ~D. - cit.. t. 4,p. 115.
CARLOSG., Instituciones..,
N VALLESPINOS.
enriquecimiento es más amplia y se presenta en cualquier situacióii en la que s
configuren sus requisitos de aplicación(7G),.
el pago sin causa legítima, incs. a) y d): en estos casos no existe la causa
de la obligación, o ésta dejó de existi~o la causa es inválida, etc.
el pago obtenido por medios ilícitos, inc. e): en este último caso e1 pago
causa, ya que solvens y accipiens revisten verdaderamente la calidad de
or y acreedor. Lo que ocurre es que el acto solutorio es sustituido por la uti-
ón de medios ilícitos, a través de un obrar doloso del acreedor, quien por
plo, incauta por la fuerza el objeto que le era debido, despojando del mismo
ontra su voluntad(81).
(102) R V E ~AS -
L B, E W ~ 1
O. NI<;IÍToN, ELENAi., Cdd. Civil..., cit.,t. 2-A, p. 26.
(103) C ~ n h ~ e t .D0~ A zGIISTAYO,
, en LO~ENZBTTI,RICARDO L. (dir.), Cddigo...,cit., t. 5, p. 604.
(104) P i z ~ n ~hM6N
o, CARLOSG., Instituciones...,cit., t. 4, p. 52.
D. - VALI.ESPINO:~,
(105) HenNANOEz Gil., ANTONIO, Derecho...,cit.. p. 248.
(106) AMEAI,, OSCARJ., "FoimtciOli del contrato': eii AMEAL, OSCAR J. a di^.) - TAMZI,S!LIIA Y
(coord.),Obligacionesy contratos en los ulbores del sigloXX1. Homenaje alprofesor Dr Roberto M. Ld-
pez Cabana, Abeledo-Perrot, Rueiias Aires, 2001, p. 526.
118 N O R M A O. SIIVESTRE IVIRLCI'ORA)
6.5.1. Concepto
1 Código Civil anterior trataba la institución en los arts. 2533 a 2538, Libro
tulo "Del dominio de las cosas y de los modos de adquirirlo" y dentro del
tu10 "De la apropiación'; de una manera muy limitada y circunscripta a la
ción del derecho a una recompensa que tiene el hallador de una cosa per-
, Con base en los arts. 2533 y 2536 la fuerza jurígena de la declaración uni-
1de voluntad del que ha ofrecido una recompensa, consiste en que el que
ó, puede reclamar la recompensa, aún en el caso que ignore que existe tal
miento("7).
Obligatoriedad de la promesa.
'M'r'ÍCULO 1803.-Obligatoriedad.El que mediante anuncios públicos promete re-
ompensar, con una prestación pecuniaria o una distinción, a quien ejecute deter-
ninado acto, cumpla determinados requisitos o se encuentre en cierta situación,
ueda obligado por esa promesa desde el momento en que iiega a conocimiento del
úbljco'!
Del artículo surge inequívocamente el nacimiento de una obligación por vo-
tad unilateral, cuando dice que el promitente queda obligado por esa pro-
sa, desde el momento en que llega a conocimiento del público. A diferencia
Código Civil derogado, se amplía mucho el objeto de la promesa, ya que no
limita al supuesto de cosas perdidas, sino que abarca diversas situaciones
quien ejecute determinado acto, cumpla determinados requisitos a se encuenire
en ciertasituación?Por ejemplo, se promete pagar determinada suma de dinero a
quien lleve a cabo cierta investigación; se anuncia un concurso para premiar una
obra literaria o artística instituyendo un premio para el concursante o triunfador;
o se ofrece una recompensa a quien realice u11 invento o 41 que aporte datos so-
bre un accidente ocurrido tal día y hora, etc. Se establece como requisito esencial
que la promesa se haga mediante ailuncios públicos.
b) Plazo de la promesa. Según el art. 1804 puede tener plazo, pero si no lo
tiene, no dura indefinidamente, caduca dentro del plazo de seis meses del último
acto de publicidad, si nadie comunica al promitente el acaecimiento del hecho o
de la siiuación prevista. lista es una diferencia con la recompensa ofrecida en un
concurso público, en que es esencial la fijación de un plazo.
6.6.1. Concepto
Estas garantías son conocidas con diferentes denominaciones, a primer r
querimiento, a primera demanda, abstractas, unilaterales, autónomas, car
fianza, boletos de garantía, cartas de crédito en espera('"). Se utilizan especi
inente en el tráfico internacional, sobre todos por países del tercer mundo, a
quirentes de bienes o comitentes en contratos de obra, para asegurar el cu
plimiento de las obligaciones que contraen(i2'). Son garantias bancarias,
accesorias o autónomás y aparecen como producto de n;evas realidades econó-
mico ilnancieras, la construcción de grandes obras, la importación de teciioloaía,
etcétrla. E
Normalmente implican una cadena de negocios coligados; no hay un con-
trato linico, sino un verdadero conjunta o complejo de conti-atos de naturaleza
diferente (contratos de obra pública, de sumiiiistro, de finariciamiento, de garan-
tía y conlragarrii~tía)('~~).
Son un instrumento en el cual, un sujeto denominado
garante, dotado de una sólida posición financiera, normalmente un banco o una
compañía de seguros, se obliga a realizar una prestación o a pagar un determi-
nado importe, a otro sujeto llamado Beneficiario, con el fin de garantizar la pres-
racicin que debe realizar un tercero, que es el deudor principal u ~ r d e n a n t e ( ~ ~ ~ ) .
Por ejemplo, un comprador de la Argentina celebra un contrato de adquisi-
ción de bienes o se~vlcios,una máquina, por ejemplo (deudor principal u orde-
nante), con una empresa de1 exterior (beneficiario). Esta relación es la llamada
relación base o contrato base. La empresa del exterior (beneficiario), para ase-
gurarse el cumplin~ientodel pago de los bienes adquiridos, solicita que el com-
prador de la Argentina (ordenznte) obtenga una garantía, que no sea accesoria
o subordinada a las obligaciones emergentes de la relación base, y por la cual, el
garante se compromete a cumplir las obligaciones del ordenante, o en su caso, a
egtregar una suma de dinero determinada a la empresa del exierior (beneficia-
rio), cualquiera que sea la causa por la cual no se ha verificado el cuniplimiento
de la obligación referida ('2a).
dicación del premio "Piaiieia de novel< porque iio sc curnplieron las ¡>asesy coliiliciones estableci-
das por la ediiorialcodemandada, esliecialmente en lo que concieriie a Ricardo Piglia por lapresen-
tación dc iü novela qiie detiib ser inédita.
(120) IJenominacioiics extrai<las<leAr;rcxrxi, AT~LIOA. - AMEAL, OSC.%A J. - L ~ P SCABAIW,
Z RO-
BERTO M., Derecho..., cit., p. 785.
(121) BuirnEs, Ai.nEnío J., "Linearnicntos generales o h ~ Gaiantías
e de la Ubiigación" en Derecho
d e d a ñ o s Hainmurabi, 2001, p. 406.
(122) KB&IELMAJeirns CAnr.ucc1,A i n ~"Las
, garantías a primera demanda: RDPyC no 2, p. 90.
(123) i<LMnr.MAlERDE CARI.UCCI,AÍDA, Lasgaiu>ztias...,cit., p. 94.
(124) ALiicnrA, H$croi?,"Las garantías abstractas o a primera denianda en el derecho modenio y
el1el proyecto dc unificación argenriiio'; RI)CyU, Deiialma 19R7, ps. ti87 y 680. La Cdrnara Internacio-
nal de Cnrnercio, eii cooperación con UNCiTRAL (Cumisióli de las Ndcioiie~Iliiidas sobre Derecho
Iniernacionai de Comercio) ha trazadii las "ilegias Uniformes para las coritratos de gaiarlria.',con vis-
tas ii asegurar uiiii<iimidad de la práctica internacional; JUNYEST-BAS,FRANCISCO - RORFÍI-FO, MAU-
nicio. R@ormus al derecho privado paaimonir<l en el Proyeclo de Cdd Civil iiii~@cndocon el Código
arante debe pagar a primera demanda, es decir que bastará la simple re-
ón del importador (beneficiariolempresa del exterior) para que el garaii-
pagar. El- garante deberá responder a esa primera demanda, sin poder
rse en las defensas o excepciones que pudiera tener el exportador (deu-
a garantía) para no haber cumplido con la obliga-
neralmente una renuncia a hacer valer cualquier
cia, validez o coercibilidad del vínculo garantido
rio y el deudor principal, al cual el garante permanece
Convexiiencia de la regulación
a conveniencia de su iegulacióil en el derecho interno, se emparenta con
enei normas uniformes acerca de siis características y concluir
a disputa sobre su validez. Por otro lado, se fomenta el desarrollo de un área
egocios, hoy internacionalmente muy usados. Además, las normas proyec-
as son compatibles con las reglas y convenciones internacionales existentes
bre la materia: "Reglas IJniformes Sobre Garantías a Demanda" de la Cámara
Comercio Internacional, y la Convención sobre Garantías Independientes y
rtas de Crédiio Contingente de la Comisión de las Naciones Unidas para el
cho Mercantil Internacional (uNCITRAL)('~~).
El texto del CCyCN dice:
"ARTÍCULO 1810.- Garantías unilaterales. Constituyen una declaración unilateral de
CARLuccr, A i n ~Las
(1441Ciiado oor KB&?~~Mhianni? ....
, ~nranlias cit., o. 101, nota 29
.N, ,,.
i * i
I : I . 111 \,,<,,<,,ll,, .iii, 1 'i,,.,, *,.
--N T E DE LAS OKLlGACIONES
CAUSA F U E 129
Pueden emitir esta clase de garantía las personas públicas; las personas ju-
dicas privadas en las que sus socios, fundadores o integrantes no respondan
imitadamente; en cualquier caso, las entidades financieras y con~pafiíasde se-
uros, y los importadores y exportadores por operaciones de comercio exterior,
a n o no parte directa en ellas. Tradicionalmente 10s sujetos que pueden emitir
ras garantías, son personas jurídicas públicas, estados, municipios, o de cier-
ta envergadura como bancos y compañías de seguros. Se excluyen las personas
--
(148) ALLIGRLA,WÉCTOR, LasgarantinsabslraclaS. .., cit., 1'. 693.
(149) ~ E G R I A1-~ÉCTOR,
, Laglimntia~ab.~tractas...,cit., P. 695
(150) ALEGRIA,HÉCTOH. La~gur~nríasabsl?act~s~.., cit., P. 697.
(151) LOS ejemplos con de KEMEI.MAJER DE CARI.UCCI, A ~ D A Lmgarnntias
, ..., cit., p. 123.
(152) KEMTLZIAJERDE CARI.UCCI, ALDA, Lasgaranti m...,cit., p. 124; acerca de la tutela judicial ex-
pedira y que debe coiicedcrsc en estos casos y su Fundamento. ver IUNGET-BAS .BORETTO,
Reformas al...,cit., p. 313.
(153) KEMELMATERDE CARLUCCJ. AIDA, ~asgnl.antias..,,cit., p. 134.
130 -- NORMA O. SilVESTRF (DIRECTORA)
6.6.10. La Forma
Según el art. 1812:
"Forma. Las garantías previstas en esta Sección deben constar en instrumento públi-
co o privado.
Si son otorgadas por entidades finaiicieraso compañías de seguros, pueden asuinirse
también en cualquier clase de instrumento particular':
En el caso de entidades financieras o coml-'añías de seguros, pueden constar
en otros instrumentos, télex, medios electrónicos u otros soportes(i56).
Las letras de cambio, pagarés, cheques, los títulos al portador en general son
ocumentos comerciales que llevan incorporada una obligación de pago. No son
n verdad obligaciones en sí mismas, sino documentos en que éstas se instru-
(158) KBMELMAJERDE CARLUCCI,AIM, I.asgaraniÍas ..., cit., p. p 142, comparte ia opiniún ncga-
taria. pero dcstaca que la jurisprudencia austriaca y hancesa mayoritarias, dan respuesta afirmativa,
Porque no se ha creado una obligaciún intuilu pcrsonae.
(1S9) ALEGRIA?HÉCTOR,Las garanliu ahs1mcta.s..., cit., p. 726; en el inismo sentido, ITEMELMAJER
DECARLUCCI,AiDA, Lasgaranlías..., cit., p. 142.
(160)ALEcnrA, HBcro~, Lasgaparrrntias abstractas...,cit., ps. 726177.
Lasgarantíasabstructns ...,cit., p. 727.
( ~ ~ ~ ) A I . E G RH$cl.o~,
IA,
(162) ALEGRIA, HÉcro~, ....
Las guranfias abstractas cit., p. 727.
mentan. E1 deudor está identificado desde el momento del nacimiento de la obli-
gación cambiaria, siendo acreedor quien posee el documento. (163)
En el CCyCN los títulos valores son tratados en los arts. 1815 a 1881 en el
Cap. 6. Por su ubicación metodológica pareciera ser una fuente independiente
de obligaciones, separada de la declaración unilateral de voluntad, de la cual se
ocupa el Cap. 5. Apoya esta idea el hecho de que en el Cap. 5 los supuestos par-
ticulares de declaración unilateral de voluntad son ubicados en secciones, no
encontrándose entre ellas los títulos valores. Así tenemos la sección 2s para la
"Promesa pública de recompensa: la sección 3a para el "Concurso pública" y la
sección 4a para las *Garantías unilaterales': Sin embargo, en los Fundamenms del
Proyecto de Código se expresa que la ubicación metodológica de los títulosvalo-
res es dentro de la Declaración Unilateral devoluntad.
-
(163)1'1z.wn0, ~ A M ~D.N VALLBSPINOS, CARLOS G., Instituciones...,cit., t. 4, p. 60.
'64) A~.ranixi,ATILIOA.- AMDAL. OSCAIIJ.- LÓPEZCABANA, ROBERTO M., Derechode...,cit., p. 784.
'~il~REs,ALBcRl'o -J. HIGIITON, E r a N ~ i .Cdd.
, Civil...,cit., t. 2-A, ps.25126; LAFAILLE, FiOCToR,
"'il.Truludo..., cit., r. 2, p. 961.
'so. R A l i 6 ~D. - V~I.I.PSPIYOS, CARLOS G., Ii?~lilii~ioi~es...,cit., t . 4 ~60;
. BUSSO,EDUARDO
c., t. 3, P. 104, 11317.
.(ariielitas dei Anrcpro)recto de C6digo Civil y Comerrlal dr la N a ~ i o n
I
6.8. La responsabilidad ciuil. Remisión
Entendida Gomo la obligación de reparar el daño injustainente sufrido por
onducta de otro se estudia en la continuación de este Capítulo dedicado a las
ntes, por destacar por su enorme trascendencia cuali y cuantitativa.
na de Ins rel;~rioiit,\il~iirr;~ciii;ilcs,
qiic. riiiiesrratl iii~i,\~:is
loiiii;i, (le cuiiritito,
U 1 1 1\ i l l l l l 1 11 1 1 1 - .~ ~ l ~ l l l]ill2t'il
~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ l l l
nuestro derecho no es u i ~ afuente autónoma de obligaciones que se diferencie de
- (168) R u ~ n s sAT.RERTO
, J. - H i ~ í r r o wELENA~.,
, Cód Ciuii...,cit., t.2-A, p. 27.
(169) Citado en B u e ~ E sAraaRTo
, J. - W I ~ I ~ T O N , l., Cúd.Civil...,cit., t. 2-A, p. 28, Ilota 71
Etslun
(170) ZANNON~, EDUARDO,en Bs~r.vscr0,AUGUSTO C. - ZANNONI, O Cúdigo..., cit., t. 2,
E ~ U A R DA,,
P. 550; CAZEAUX- TRIGOREPRESAS DEI.EC~O de...,Cit., V. 1, PS. 1231124.
1V (CONT.)
CAP~TULO
LA RESPONSABILIDAD CIVIL
1) CS, 51811986, "Santa Coloma Luis E. y otros c. Ferrocarriles Argentinos: Fallos: 306: 1160, pu-
licado en LA LEY, 1987-A, 442; JA 1986-N-624; ED, 1201651.En el Considerando 7 O dicho pronun-
ciamiento lider establece " Ciiar una suma oor daño moral con carácter meramente sanclonatorio -
or su menguado inonto- ineramcnte nominal y al renunciar cxpresamente y en forma aprloristica
mitigar de alguna manera -por imperfecta que sea- el dolor qiie dice comprender, la sentencia
pelada lesiona el principio dcl alterum non laedere que tiene raíz constinicional (arr. 19 de la Ley
ndamental) y ofende el sentido de justicia de ia sociedad, cuya vigencia debe ser afianzada por el
ibunal, dentro del marco de sus atribiiciones y en consonancia con lo consagrado en el Preámbiilo
la Carta Magna".
(2) Además del uroblema de la incorooración o no de la función aieuentiuacomo Darte del capitulo
" . .
tramo -deuda, estado de expectativa en que el deudo1 se encuenua constreñido pero aún no puede
se'r objeto de niedida de ejecución forzada- es Scguido por e! trama de responscbilidnd-entendida
ésta como la respuesta global del ordenamiento jurídico frente al suceso del incumplimiento obli-
gacioi~ai,io que determina en primer l u g a ~la ejecución forzada directa a en especie por el deudor.
"dar cuenta uno de sus actos"" lo que, en nuestro ámbito de estudio, implica
"hacerse cargo del daño que se ha causado". No obstante, al incluir en el Capí-
tulo 1, "Responsabilidad civil", del mencionado Título V, no sólo la reparación
sino también la prevención -y la sanción punitiva destinada a disuadir-, el
legislador se aparta de la concepción tradicional que requiere la existencia de
un durio para suscitar la responsabilidad, entendiendo por tal la respuesta del
ordenamiento jurídico que, a modo de sanción ciuil, impone a un sujeto la obli-
gación en sentido técnico de repararlo. Esto no aparece con igual claridad en
los deberes de prevención en los que el daño no se ha consolidado o la respuesta
punitiva., que no posee relación can el perjuicio, sino que procura aplicar un
castigo ejemplar.
El legislador responde afirmativamente al interrogante sobre si la prevención
y la punición integran o no la noción de responsabilidad("), como surge cle lo dis-
puesto por el art. 1708, CCyCN: "Funciones de la responsabilidad. Las disposicio-
nes cie este Título son. aplicables a la prevención del daño y a su reparación" (5).
En suma, a tenor de los Fundamentos expuestos por los autores del Anteproyecto
-que el Co~igresomantuvo sin modificaciones en este tema- "Desde el punto
de vista de la cantidad de casos y de la labor doctrinal, es notorio que la función
resarcitoria es prevalente. Esta puede ser una finalidad única y excluyente si el
bien protegido es, principalmente, el patrimonio ...(pero)... La necesidad de una
diversidad de finalidades se aprecia si se considera que en este Anteproyecto no
sólo se tutela el patrimonio, sino también la persona y los derechos de incidencia
colectiva...Es entonces la definiciDn do los derechos que se tutela11la que deter-
mina un sistema más complejo de funciones de ia responsabilidad. No hay una
jerarquía legal porque, como dijimos, varía conforme con los casos y bienes en
juego':
Otro pilar sobre el que se asienta la Reforma, en materia de reparación del
daño, es el de la unijicaciórz de losdmbitos de responsabilidad contractualyextra-
contractual. Se adopta la tesis -desarrollada por la doctrina y la jurisprudencia
durante décadas- de la unicidad del fenómeno de la ilicitud, lo cual -se acla-
ra en los Fundamentos- no implica homogeneidad, ya que subsisten algunas
(3) BUSTAMANTE ALS;NA, JOROE, ~eoi-ía Geneiul d&l respor~sabiiirladciuil, 3.d.. Abeledo-Perro6
Bs.As., 1980, p. 59; De ANGEL YÁcÜez, RIcARno, "Sobre ias palabras 'responder', 'responsable' y 'res-
ponsabilidad"'. RCyS, 2003-1
(4)Se trata de un vocablo ~olisémico,es decis uiie
,
.: >:,11< r . , < ~ i , < i . i , !<l., ~ ? > ~ l . ~ ~ ~.i<.,.d:l,,
i i i ~ t ' < . i c i ii s .AV ti! . l . . .
. . . ! , l vI,l
c i :
. nuede
.
. ! ; : 3 .
.~,,.
ser utilizado con distintos sienificados
~ . <.$~,<,!,<!? ? v ~ ~ : s l ,:,ll~r,<ct~, [S,.,
.
., ,
i,.,, t.:,, i,c.r.<,,,:,,
11li;:..i i i , 1:) ,i >l ~ i i i . . i i , i i l ~ . ,
j
para alguien del posible yeim cii un asunto determinado; cdvacidad existente en iodo sujeto activo ' !
conducta consistentes eri acciones positivas o de abstencióir para tales fiiies- o expostfacto -acae-
cido el dano, aplicando la clásica sanción resarcitoria. (Ver GALD6S. JORGE M., LOHBNZBT~, P,~RLO y
ZONIs, F~DERICO, comenl. al ait. 1708, eir i,oRr~zC.?Ti. IlrCARDO 1.. (di:.)., Código Civil y Coinexial
ed.. l. ir, p. 271, Rubiiizai-Cuizoni Editores, Santa 1%. 2015. En cuanto a
de /u ;i;ucid!i, cor?renludo, i'@
ia iunci011punitiva, es claro ~ U aparece
P Como iiiia variante de ia~>revencióniii~cuiadn con el efecto
disuasiiro que sc espera i<igíaicon la apiicaci6n de saiiciones ejcinplares.
funciona le^(^^. El incumplimiento, concepto abarcativo
cional y extracontractual o ~ q u i l i a n a ( tiene
~ ) , diferentes
texto finaimente aprobado por ei Congreso. No obslante, la denominada acción coleciiua iendieiije a
laprotección de derechos difusos -)r iailibiéii homogéneos-, 11a sido objeto de reiterada apiicacion
Por los nibunales y de reglarneiitación por las Acordadas CS 3212014 1' 1212016, esta úitima del 5 de
abril de2016
expresamente por el orden jurídico escrito, precedente a la reparación, toda vez
que ese tipo de bienes -los comunes- son sumamente difíciles de recomponer.
En este orden, atento a que se advierte que los incentivos para proteger ciertos
intereses son mínimos, se incorpora también la facultad judicial para aplicar
multas civiles o daríos punitivos. Siguiendo la línea argumenta1 expuesta por los
autores del Anteproyecto y mantenida por el legislador al aprobar el nuevo Códi-
go Civil y Comercial de la Nación, vamos a abordar las distintas funciones(9)que
se han concebido para la responsabilidad ciuil: preuenir -o función preuentiua
en sus expresiones preuención propiamente dicha, precaución y sanción pecunia-
ria disuasiwa- y reparar -o la clásica sanción resarcitoria-. En ambos campos,
se analizarán requisitos o presupuestos necesarios para que pueda admitirse la
aplicación de medidas de precaución o condena, lo que incluye el cumplimiento
compulsivo de deberes en general y obligaciones en sentido técnico. Dirigidas a
quien resultara, justamente, responsable.
§ 2. Prelación normativa
(9) Se han mencionada corno arras iuiiciones de la respoiisabilidad civil la demarcaloria -de-
iiniitación de las áreas de compoitainiento que interfieren ilíciramente e n la esfera de intereses de
otro-, la compcnrloria -propia de la hnción resarcitoria- la prevenliua -de act~iacidnantes dc
que el Liiirio ocurra-, ia admoniloria --entendernos, ejemplarizadora- y la sancio~~aíorin. Ver Lb-
pez H e R R f u . EDGARDQ.Manual de responsabilidad civil, 1" ed., l a reimpresión, Abcledo-Peirot,
Bs.As., 2013, p. 44.
'endo en consideración asimismo las normas propias o particulares de
a tipo contractual.
Las disposÍ'ciones contractuales, en caso de colisionar, prevaIecen por so-
bre las normas supletorias de la ley especial que, como señala ei inc. c), son
prevención del daño no es tarea exclusiva -y, desde nuestra óptica, tam-
co es la labor preponderante- de la responsabilidad civil. Existen numerosa
laciones de índole administrativa y de la legislación sustancial, especialmen
calizadas en los dispositivos de higiene y seguridad laboral, de la circulación
vehículos automotores y transporte de pasajeros, producción y comercializa-
n de productos, alimento
la construcción de edificios, entre
il ha sido interpretada por el legisl
o obstante, entendemo
tegre arinónicamente p
ncreción no pudiera evitarse o ya hubiera comenzado a desarrollarse, inte-
pir su prosecución o minimizar las consecuencias. Ello, no sólo desde una
rspectiva economicista -una mera comparación entre costos y beneficios glo-
les entre prevención y reparación- sino, más bien, desde un enfoque mioló-
o o ualorativo, poniendo el foco en ia injusticia que significaría admitir que el
recho permanezca en un insostenible estado de expectativa hasta que el daño
concreta y, recién allí, tomar intewención ex post facto, impulsando una su-
a vuelta al estado anterior que, en rigor de verdad, resulta imposible.
sto se visualiza con mayor énfasis en los daños sufridos porlas personas hu-
s. tanto en su esfera de intereses patrimoniales como extrapatrimoniales,y
én en la afectación negativa de bienes colectivos, cuya tutela eficaz -reite-
mos, atinente más a las medidas dictadas por los poderes públicos para regular
s actividadeshumanas- requiere conductas proactivasy políticas públicas ten-
entes a disminuir los riesgos generales, pero también resultará Útil la aplicación
e normas que guíen los comportamientos individuales para evitar la consuma-
on de los daños y, en su caso, a adoptar medidas disuasorias para quelos actores
vean inducidos a alinear sus comportamientos con los fines deseados.
(20)Sólo como ejeniplos podemos citar la abiindante normativa en materia de tránsito de auto-
motores, !as ieglas de seguridad e higiene labora! dictadas a partir de lo dispuesto por el art. 75 de la
Ley de Contrato de Trabajo, todo el subsistema del Cúdigo Alimentario Nacional, la reglamentacibn
lnunicipal sobre edificaciones, etcbtera.
crrnstancias, las medidas razonables para evitar que se produzca un daño o dismi-
izuirsu magnitudy no agrauar el daño, si ya se produjo (inc. c). El dispositivo legal
se completa con la denominada Acción preuentiua, prevista por los arts. 1711 a
1713, que constituye una tutela sustancial o material -se la llama también tu-
tela sustancial inhibitoria-, que es diferente -y se suma- a los instrumeiitos
que procuran de la justicia el dictado de pronunciamientos definitivos-senten-
cias- o cautelares -autos interlocutorios-, institutos clásicos y propios de los
códigos procesales locales.
(1 1) Ver entre otros, CS. 21/3/200~,'Ferreyra, Victor y otro c. Vicov S.4 sldañas y periiiicios':
k'alios: 321):695; "Bianchi, Isabel c. Pi.oviilcia de Buenos Aires y otros'; 7/11/2006, Fallos: 32934944,
6/3/2007, "Mosca, liugo c. Provincia de Buenos Aires g otros: Fallos: 330:563; "Ledesma, Marla Leo-
nor c. Metrovias SX: 1:allos: 331:819, etc. Se 1s Iiu considerado conia una "coiiva~artidadel derecho
~ ~~, ,. r-..,
(12) 1.a mayoría de ia Corte Siiprelna en el fallo "Mosca" la corisidera "la rnanima preociipaciónp: I
113) Galdós recuerda oiic en e¡ caso "Bianchi" se considció insuficiente como medida de oreven- i
circi;la con las puerms coriec~aineiitecenadas, cviiando que los ~asaierosno iiaien en liieares ~ e l i - i
d y el examen sobre las circunstancias particulares del
mbién conocida como tutela sustancial inhibitoria, tiene por objeto direc-
prevención del daño, procurando su titular el dictado de una orden judicial
ida a impedir (en caso de amenaza de lesión) o hacer cesar (si la actividad
.iva ya comenzó y es previsible su continuación). Se trata de una herramien-
protección judicial de carácter urgente, sustaiitivaimaterial, es decir, iio
salicautelar, cuyos requisitos pasamos a expone):(drt. 1711, CCyCN):
amenaza inininente de un dano injusto -sea su comienzo o su
(15) Con anterioridad a la saiici6n doi nuevo CCyCN se la consideró incluida en el derecho de
ndo y raigambre constitucional can asiento en el ait. 43, C.N., que permite el ampara contra ac-
s dl?li~spariiciiiaroso autoridades qiie en forma actual o irimiiiente lesionen, iestrilljali, alteren O
amenacen derechos y garantías reconocidas por la Coiisriliición; en el Cúd. Civil derogado, se la re-
conocía cn la parte del art. 1071 que habilitaba la acmación judicial cuando el acto abusivo aún no
había prodiicido daños pero seguramente los provocaría, o e! 1071 bis de protección a ia intimidad
0 el 2618 de molestias en las relaciones entre vecinos, el 79 de la ley 11.723de Propiedad Inteleciuai,
qiie autorizaba al juez a suspender actividades curno espectáculos públicos, le ley 23.592 de antidis-
ciimiiiación, el art. 21 de la ley 18.248del Nombre, algunos artícrllos de la ley 13.592 de Propiedad
Horizoiital, entre otros.
(16) CS, 7/8/1997. "Carnacho Acosta, Máximo c. Grali Graf SRC; publicado en [.A LEY, 1997-E,
652. y ED, 176-62,con nota de M O ~ L L AUGUSTO
O, M. "La tutela anticipada en la Corte Supreina': En
elcaso, se ordeiiú ia j>iovisióiide uliapibics!~al actor durante el proceso )'antes de hasentencia piin-
cipal h-ente a la urgencia y sinpilaridades del caso, cspeciairnenre lo atinente a la adecuada protec-
ción de ia integridad psicoíisica de las personas.
lar inilovativa). Las medidas cautelares son por lo general accesorias y dependen
del proceso principal (por ej., el embargo de bienes en el proceso de daños).
Los instrumentos o figuras típicas que componen la acción preventiva son:
Por un lado, las denominadas medidas autosatisfictivas, soluciones jurisdic
cionales urgentes, autónomas, despachables inaudita et altera pars, siempre q
exista una fuerte probabilidad de que los planteos formulados sean atendibl
por cuanto importan una satisfacción definitiva de los requerimientos de sus
postulantes, contiene una única pretensión que se agota-ensí misma (pore
destinada a la provisión de medicainentos ante la iniustificada negativa de u
obra social), y &mbiéii como medida cautelar antici~udadictada en el marco de
un proceso principal que, aunque provisoria y a las resultas del juicio de fondo
otorga la respuesta pretendida.
En suma, la diferencia entre la tutela inhibitoria -reiteramos, herramienta
stistaricialimaterial- y los mecanismos cautelares tradicionales, es que en estos
últimos se debe probar la verosimilitud eii el derecho y el peligro en la demora,
mientras que en aquélla que puede solicitarse en diferentes tipos de proceso, por
ej., amparos, hábeas data, acciones declarativas o procesos comiines de cono-
cimiento, lo que debe probarse es la amenaza sobre el bien a tutelar más una
situación de urgencia vinculada con la posible alectación definitiva e irreversible
a un interés jurídico muy relevante.
No han sido considerados requisitos para su procedencia ni la gravedad del
daño inminente -si bien es cierto que se configura con mayor frecueiicia en los
casos de protección de la persona huinana, su vida e integridad psicofísica-, ni
la concurrencia de un factor de atribución (subjetivo u objetivo) ni la naturaleza
de los derechos o intereses en juego, que pueden pertenecer al sector privado o
público. Procede contra actos de Los particulares o del Estado en todos sus nive-
les -administración centralizada nacional, provincial o municipal, entes des-
centralizados, autárquicos, etc-.
La sentencia que admite la acción preventiva, a tenor de lo dispuesto por el
art. 1713, CCyCN, debe disponer de oficio o apedido de parte, en forma definitiva
o provisoria, obligaciones de dac hacer o no hacer, según corresponda. ponde-
rando los criterios de menor restricción posible y del medio más idóneo para ase-
gurar la ejicacia en la obtención de la finalidad. El pronunciamiento judicial que
se persigue puede ser dictado:
a) de modo provisorio, al estilo de las medidas cautelares tradicionales o defini-
tivo, en un proceso aiitónomo como el de las medidas autosatisfactivas.
b) en un proceso principal(autónomo, novinculado con otro juicio) o accesorio
(en el marco de un juicio rápido como el amparo o de conocimiento amplio).
c) de ofiio o a pedido de parte, es decir que el contenido de la orden que pos-
tula el actor no resulta vinculante para el Magistrado quien, evaluando las
herramientas de que dispone, puede apartarse total o parcialmente de lo pe-
ticionado, disponiendo que se ejecute otro comportamiento que considere
más apropiado para la fi~ialidad('~).
(17) Se ha considerado análoga a la disposici6ii del art. 204 del ~ ó d i g "Procesal nacional. que
asigna al juez ia posibiiidad de disponer una medida precautoiia distinta de la solicitada o limitarla,
ieniendo en cuenta la importancia del derecho qiie se intenta proteger.
LA RESPONSABILIDAD CIVIL 143
reuención y precaución
demás de su incorporación al CCyCN el principio de prevención tiene ex-
nsagración legislativa en la Ley General de Ambiente 25.675 (LGA), de
resupuestos Mínimos Nacionales en materia de protección del ambiente, los
ecursos naturales, el equilibrio de los ecosistemas, la biodiversidad y también
patrimonio histórico/cultural del que gozamos no solamente las generacio-
es actuales sino también, con un criterio transgeneracional, velando para que
a utilizacióri actual de tales bienes colectivos no perjudique, limite o impida sil
ce por las generaciones futuras.
El art. 40 de la LGA establece los principios generales en materia de interpre-
aplicación de la norma, entre los que incluye los principios de preven-
y precaución -o principio o enfoq.de precautorio-.
- Principiodeprevención. Las causas y las fuentes de los problemas ambien-
tales se atenderán en forma prioritaria e integrada, tratando de prevenir los efec-
s negativos que sobre el ambiente se pueden producir.
- Principio precautorio. Cuando liaya peligro de daño grave o irreversible
la ausencia de inforinación o certeza científica no deberá utilizarse como razón
(18) CS, en autos "Salas, Dino c. Salra, Provincia de y otro - Estado Nacional- shmpaxo - Juicio
oiipinarid: Bxpte. S 1144-I.XLKVdei 29/12/2O0R.
(lg)'CCCom. hijuy, sala 1, 29/6/2011, "Castilio Pedro c. Mutual Risadaiiia'; LLNOA, 2011 (ocni-
bre), p 1007
para postergar la adopción de medidas eficaces, en función de los costos, para
impedir la degradación del medio ambiente.
Si bien el estudio específico profundo de ambas categorías excede el ámbi-
to de nuestro estudio, podemos señalar que entre ambas existe una relación de
género y especie: la precaución es una forma de prevención del daño -expresa-
mente regulada en materia ambiental pero trasladable a otras actividades como
la regulación de la producción de alimentos y medicameiltos- y la diferencia
principal radica en que en la prevención propiamente dicha, existe una certeza
más o menos significativa de peligro de producción de un daño que ocurrirá si
ciertas actividades subsisten.
(20) 'En caso de grave peligro para la salud de la publación, que ConsidereJundadamente atri-
buible a determinados alimentos, la autoridad sanitaria nacional podrá suspender por un t4rmino
110lnavor a treinta días la autorización de colnercializaciún v e x ~ e n d i o
Quese hubiere concedido en
ciones ~iiacticadas~ . .
pard diCundii la rehdbilitaclón del uroducto o las sanciones que ~ u d i e i a ncorres- i
ponder por aplicación del an. gO'!Conf. CANTAPIO, FABIOF., " P T O ~ U Calimenricios
~OS elaborados. Ac-
ciones del elaborador y estado en resguarda de la salud de los consuinidores'; enDI del 16/11/2005,
p. 764.
(211 En febrero de 2005 las Naciones Unidas, a travhs de la Organización de las Naciones IJnidas
para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), emitió un iinportante documento titulado "In-
forme del Grupo de Expertos sobrc el Principio de Precaiición': Este documento fue aprobado por
la Coniisión Mundial sobre Etica del Conocimiento Cienxifico y Tecnológico (COMES). Un s u p o
de experros dirigido por Maithias Kaiser, director del Comite Nacional de Investigaciones Eticas en
Ciencia y 'Temologia de Oslo, r integrado entre otros por Aída Kemelmajer de Cdriucci, elaboió una
propuesta de definición del princbio precautorio, en los siguientes t6rminos "Cuando la actividad
Iiuniana puede conducir a un ddño moralmente inaceptable que es cientificamenrc plausible pero
incierto, diversas medidas pueden ser tomadas para evitar o disminiiir la posibilidad de ese daño'!
1en las causas "Mendoza" y sala^")^^), las enfermedades
los teléfonos celulares, los alimentos transgénicos, entre
22) CS, "Mendoza, Beatriz Silvia y otros c. Estado Nacional y otros sidaños y perjiiicios (da-
osderivados de la contaminaci6nambiental del Rio Matanza-Riachuelo, expíe M. 1569. XL, sen-
encia del 8 de julio de 200% idem "Salas, Dino y otros c. Salta, Provincia de y Estado Nacional S/
aniparo: juicio originario, S 1144, LXI.IV, resolucidn cautelai. del 29 de diciembre de 2008, que en
a parte peitiiiente dice: todavezque en elcaso media suficienteverosiinilitud en el derecho y eii
particular la posibilidad de peijuicios inminentes a irreparables, de canforiliidad con lo estable-
l . t . ! ' 1
., ,.,,l,?<!iil.i,
e ! t . , . , , , , ,, ,
1 ,,.,,.;.,
cido en el ari. 232 de! Cddieo Procesal S. 1144. Xl.ii? Civil y Comercial de la Nacihn, vpor
. . resultar
. t.., P i . . , 1 iIc.1.. le.\ 2: (>-í . < , i r , \),l....Iv l.i,.i..
Iu,;:,.
H .\ l . l
.i,,'<.l.,i .i>l l . , , ,
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I).líI X i . l , l . I)i,ii.lliiii .ll.I 1P.1r.l !<><!/ li:
,liiiii..ii ~ . ' i i ~ i . i i i ~ . ~L<l IiI:
~ . I.:lii.l .I,-2,
li,ll(.
F.,
110s: 330:1915, eiiire otros).
(23) "La falta de certeza científica no pucde equipararse a capricho o a pdlpi1o"sostierien Esirada
Oyuela y Aguiiar en "El principio o enfoque precautorio en el derecho internacional y en la Ley Gene-
ral del Ambiente'! Siioieineirto de Dciecho Ambiental. Revista Juridica La ¡..?Y, 22/12/2002.
d) Juicio cientifico sobre el riesgo. Debe disponerse en base a elementos empí-
ricos y sistemáticos. No configuraría una hipótesis de riesgo plausible la que
implicara el rechazo de teorías científicas o hechos ampliamente reconoci-
dos u omitiera enunciar los mecanismos o procesos causales en que se fun-
da, aunque sea de manera indiciaria o indirecta('".
e) Provisionalidad de h s medidas. La inclusión del instituto dentro del marc
de las medidas deprevencióny el presupuesto básico quelo anima-la incer-
tidumbre- nos lleva a establecer como pauta para la adopción de medida
fundadas en el principio precautorio su carácter provisional y sujeto a nuev
evaluación posterior. El legislador, adminisuador o juez deben atender a 1
situación existente a la fecha en que emiten su pronunciamiento y puede
modificar e1 contenido de su decisión, a la luz de la nueva información qu
incida sobre el grado de certeza del que se disponía a aquel momento.
En base a estas pautas las medidas deben ser: limitadas en el tiempoCz6),
visables a la luz de nueva evidencia científica o de nuevas medidas que fuer
adoptadas, que impliquen una neutralización de los riesgos(z7),modificables e
cuanto a su contenido y extensión según el nivel de peligro sospechado y no dis
criminatorias ni arbitrarias, pues frente a situaciones de incertidumbre similares
las medidas de restricción de las actividades deben resultar consistentes con las
adoptadas en dichas situaciones análogas.
S; 4. Función punitiva
(25) COMEST,
cit., p. 15.
(26) Como hemos visto en e1 pmcedimiento del Código Nimentario Argentino.
(27) h a es la postura Que respaldan los productores de alimentos en los Estados Unidos v en
Australia, alinead& e n l o &e se cinoce camk el Grupo de Miami, que se posiciona como opuesto a
la visión de la Unión Europea.
(28) "Wilkes vs. Wood y "Ruclde vs. Money"; el primero nivo lugar cuando se publicó en un pe-
riódico una ouinión contra el rev v aleunos de sus ministros, lo que determinó aue o1 Secretario de
. ..
.!3 1.1 'i!l 1u:l .i<: ( < .l~y,.> ,!v ..i i ' r b ~ i i ; , . ~dr. Cliirlir< <!ti (.;ir,.l<l:~<¡o ii.i;>ir.i<iori c ~ i ~ ~ ~ ~ , ~ ~ ~ r ~ l , ~ l
i.:l 4 .+u, 1 i..:ii.Iii l., ,e\ !II<,\F.~ 1.. unii~,,iii<,~>iI.iiii>h c ir>i..iv;c\ (,i.!iirivi>s e:I inritiiu .i<i piir<lr i.v
6 d . . e . . ... > . .,,I . . , i r # . i<i.i.. pp..i.g i,v,:iii.tr ,u ii!.,.iiiii I'<VVL.! i.\,,t 1.11, ,1.1111,> P L I I I I I I \ C . ,,< , : i l r , ~ 1 , ~ >
tomando en ciieiita las circunstancias aom'iiadas, en oariiciiiar 12,rravedad de la falta cometida oor i
stados Unidos, donde el instituto ha tenido la expansión
(31) Donns, DANB. Law ojRemedies, 2'1 ed., West Publishin~;Co., Sr. Paui, Minnesota, 1993, p. 12,
citado por LÓPEZHERRERA, GDGAKI>O, imnunl...,cir., p. 76.
(32) "GertzvRohcrt~Velsií~ Iiic. 418 IJS 323,350 (1974).
(33) BUSTAMANTE AI.SINA,JORGE,Teoria general..,, cit., p. 682, quien señala la cxiianeidad del
sistema de multas civiles a nuestro modeio tributario del derecho romano y coniinentai europeo,
cuya iiplicacióii sería violaioria aipiincipio del art. 18 dela C.N.
(34) CS, 19/9/2002, "Tessone c. Kreiitzei': JA 2003.1-763;CNCiv., sala D. 28/2/1996, "G., F. M y otro
c. Centro Mddico taci.oze'; 1,ALT;Y. 1996-D. 419 con comentario elogioso deVAz~uazF~RREYRA, Ro-
B6RTO. "1inpoi.fanlisirnos aspectos del derecho de datios cn iin fallo sobre responsabilidad mddica";
CNCIv, sala F, 5/12/1995, "Craien c. Coca Cota SX: JA 1997-111-195, coi1 nota de PICASSO,SEsns1.1h~
positivo argentino aparece por primeravezen la Ley de Defensa del Consumidor,
más precisamente en la reforma del texto original -ley 24.240- sancionada bajo
el número 26.631, que agregó el art. 52 bis con el siguiente texto
"Dañopunitivo: N proveedor que no cumpla sus obligaciones legales o contrachales
con el consumidor, a instancia del damnificado, el juez podrá aplicar una multa civil
a favor del consumidor, la que se graduará en función de la gravedad del hecho y
demás circunstancias del caso, independientemente de otras indemnizaciones que
correspondan. Cuando mas de un proveedor sea responsable del incumplimiento
responderán todos solidariamente ante el consumidor, sin perjuicio de las acciones
de regreso que les correspondan. La multa civil que se imponga no podrá superar el
máximo de la sanción de multa prevista en el art. 47, inciso b) de esta ley'!
Por su parte, el art. 80 bis autoriza a imponer daños punitivos cuando se viole
el deber de trato digno hacia el consumidor.
La jurisprudencia se ha mostrado muy prudente en cuanto a la imposición
de condenas por daños punitivos, pudiendo citarse ejemplos tales conlo: no te-
ner instalada una rampa de acceso para discapacitados para un usuario de tele-
fonia celular, realizar débitos indebidos en la tarjeta de crédito del actor y violar
el derecho al trato digno, actuar groseramente al no dar respuesta al pedido del
usuario de dar de baja un servicio de telefonía celular, haber llenado una botella
de gaseosa con un envoltorio de gel íntimo, entre otros(3G)).
colectiva. Su monto se fiia tomando en consideración las circunstancias dei caso. en esDecial los be-
deudores insolventes que se cree en las respectivas iurisdicciones.El tribuiial o o d ~ 4destinar a la vic- !
tima del caso un porcentaje de la multa no mayor al treinta por ciento.La multa sólo podri imponerse
unavez por los mismos hechos. A tal fin. el Ministcria de Justiciacenualizaiá en un registro especial
¡a iniolmación cobie las multas que se impongan por los distintos tribunales del país, informe qiie
deberán pedir los rribuiiales antes de resolver sobre su imposición"
(36) Casos citados por LOPEZ H E R R E EDGARDO,
~, Manual..., cit., p. 86.
~stitutode la sanción pecuniaria disuasiva o daño
o tal decisión con el fin de
e aplicación mantenga sus potestades inhibiendo a la autoridad
isdiccional de resolver estas cuestiones':
iene el art. 1715 del Anteproyecto sobre punición exce-
edacción en el art. 1714 que textualmente dice
de la aplicación de condeiiaciones pecuniarias administrativas, penales o civiles
ca uiia punición irrazonable o excesiva, el juez debe com-
udencialmente su monto"
el supuesto previsto en el art. 1714 el juez puede dejar sin efecto, total o parcial-
.Funcióii resarcitoria
responsabilidad civil u obligación de reparar el daño injustamente causa-
ro -o sufrido por otro- requiere la concurrencia de cuatro requisitos(38):
on antijurídica o antijuridicidad, factor de atribución, relación de causalidad
ño, cada uno de ellos regulados en el nuevo Cód. Civil y Com. de la Nación.
El daño injusto puede tener su causa en el incumplimiento de un contrato u
igación, dando origen a la denominada responsabilidad contractual u obli-
ional, o en la comisión de un acto ilícito atribuible al sujeto en virtud de un
c or de atribución de responsabilidad subjetivo u objetivo, denominada res-
nsabilidad extracontractual o aquiliana. Los códigos decimonónicos, tenien-
o en cuenta esta distinción de las fuentes de la obligación de reparar, previeron
ormas diferentes para regular una y otra. Es así que en la doctrina extranjera
se discutió acerca de una dualidad de sistemas de responsabilidad -contrae-
-
JORGE M.,en ~ o n ~ m r ~~
(37) GAI.D~S, o ~ . ,...,cit, t . 8,p. 324.
r ri rc, ~ x n cddigo
JUAN MANUEL,"La antijuridicidad en el Proyecto de Re-
~ ~o c i ocitado por PR~~VOT,
(38) P ~ i n n F
foimas del Código Civil y Cornerciai: KCyS, iio 8-2013, p. 23, define los requisitos como las circunstan-
cias o condiciones de existencia iiorrnalme~itenecesarios y suficientes para configul.ar el nacimiento,
en un caso dado, de la obligación de reparar que está enla base de ia responsabilidad civil),
tual y extvacontracmal-, o de un único sistema -el exiraconiractual- (tesis
morii~ta)(~"). ..
na obligación, da lugar a la reparación del daño causado, conforme con las dispo
ones de este CCúdigo':
n principio la sanción resarcitoria se rige por las mismas reglas (arts. 1708
Normas que se u n ~ i c a n
Plazos de prescripción Lberatoria. Se establece la unificación del plazo de
ipción en tres años (art. 2561) para las acciones destinadas a lograr la in-
ización de los daños y perjuicios derivados de la responsabilidad civil -
actual y extracontractual-. Este plazo de 3 años abarca las acciones para
lamar daños y perjuicios --que se refieren a los denoniinados "mayores daños'
ivados del incumplimiento obligacionaly, también, resulta aplicable a las ac
nes por daños de origen extracontractual o aquiliano-. Por su paite, como
emos enseguida, el art. 2560 establece un plazo genérico de prescripción de
o años para las acciones en general -como antes lo hacia el art. 4023 del
. Civil derogado-. Esta norma se aplica a las acciones destinadas al cumpli-
irento forzado específico o a las que persiguen el cobro del contravalor dinera-
io de la obligación incumplida.
Pese a la unificación en tres años de las acciones de responsabilidad poi da-
ños, se prevén algunos supuestos especiales. Citando sólo alenas, el art. 2562
incu,npliiniciita, de la ejecuciúri lorzosa v del cuuivalenie ilecuniario. En esto; casos tanto ia eiecii- 1
1
.s . . i:a!,~.~~sl> 1 1 ,¿ul$ilpr 115. i 16 la :~i1iiiilri<lii'i
P ~<. S, i<~( ~, . ~ I >1l,,niilli:i<~1~~,
I<.
Ikicic, Ipriu,iil.i, !.rit;ir lpur cii.i!iti>ii.n5liii.i.. ~ ~ , l i l r ; i l rililii
i.i, i.uii~rii,
&id v i inprrndr ~;~iiiliivii > ii).
(57) BuEnes, ALBERTO, A~~t<iuridicidady daiio injusto..., cit., ps. 474 y si. criticaildo los argumen-
tos de ia tesis neratoria sostiene que en ia resnoiisabilidad ~ o iiesro,
r es licito uoiier un rieseo en
ieclamaii el da& previo de la iiicitud objetiva. Con respecto a los supuestos de los ans. 2553 y 2627
del Código derogado, dice que el argumento para enraer de ellos la negación de la antljuiidicidad
es insostcnible, ya que en todos los códigos existen normas que cstabirccn indemniiaclóii por con-
ductas lícitas.
.Antijuricididadformal y m a
antijuridicidad formal es si
sinónimo de atipicidad.
ecisión en una o varias normas mientras que en el segundo caso el Juez la
ntra en el derecho tras un juicio de a x i ~ l o g i a (A~diferencia
~. de1 derecho
donde rige la tipicidad de la conducta, en el derecho civil no hay exigencia
e que la ley o las normas describan cada especi
(63)
, ~Tnino, -R~pnpsas.
~
~ 1.2 antiiuridicidad ..., cit., P.8.
~~
I J ~ ,::>
liui~n:l1, , i ~ , ~ r , ,Yl >iir.n:,. . ~ I , I ~ ~ , ~ ~c,,ii?,~ ~iilcc~dc<c.i!
, <IcI . i i l > ~)ill><l.; ~ , cii 111 ,I.~I.:$I .; 111.1 . 1.1
mínimo sentido de solidaridad humanag amor al pr6jirno generan iin deber de actuar inexcusable
(informa) en semejante situación.
(74) Pxr~sso,SEAASTIÁN, en LorteNzsrTI, ~?I<:ARDO (dir). Código...,cit., ps. 3681360 citando a Za-
vala de González: Buen%s.ALBERTO, Antiiuridicidndy dañ o..., cit., ps. 537/39.
(75)Ar.or,r ra. Manía -'Roilanl~a. iriix CARLOS - MEZA,IORGE, Resyioi~sabiiidodaor hecho aieno.
(76) PxAníID, RAMÚN D. - VALLESPINOS, CARLOS G., Instituciones..., cit., t. 2, p. 492; BUERBS,
AL-
BanTo. "Resuonsabiiidad conrractuai obietiva': en Derecho deDaños, Harnrniirabi, Bs.As., 2001, D. 35;
- !
RUERES, ALBERTO,"La culpa como norma de clailnira del sistema. ¿Es un postulado ircidadero?':
RCyS 2010-XI, 3.
-
(77) Pizn~no,UM6n D. ~ALLESPINOS, CARLOS G., instiruciones.., cit., i.2, p. 495. il
-- -
LA RESPONSABILIDAD CIVIL- 159
(78) B U S ~ M A N T ALSIYA,
B JORGE, Teoriagtnernl deia responsnbilidndciuil,$4" ed., Abeiedo-Perroi,
,
) l . l .
.1 \ ll ! l .
. ! . . i . i % j l :>i i>. LJL..i'I. i<'ii;l:II:l
dri i,i.,i.ii:<.it,s.i.. it :. I ,, ,.iiti.i.~!~
lis,~!i~l~..
l I ~ : ~ ~ .;,iiii
i .:iic- < . ~<l:;p>,,\..r, ,Ir < t .:.<I i.:r i t. <I<
airibu~iúntambién pioduce efectos juridicoi y es )uiidicumenre iel~vanteen tanto e1 o~drnnmienro
jurídico 10 permite.
(80) Paialadoctririarnayori(uria, no esiccesarioqueladeudacxigible seaiiquidaparaqiie eldeu-
dor inciiira en mora por cuanto se debe evitar que a expensas de¡ acrcedor el deudor se cliriquezca
invocando la iiiquidez.
(81) ALTBniKl, ATIL~OA . - AMEAL, OCCAII 1. - LUPEZ CADAN1, ROBSHTO M., Derecho ...,cit.. p. 166.
160 NORMA O SiLVLSTRC (DIRECTORA)
De val suerte, la situación de demora de tina de las partes produce las siguien-
tes consecuencias: permite oponer la excepción de incumplimiento contractual
como defensa para la otra parte frente a la acción judicial que aquél iinpulsara;
o bien permite la invocación del denominado pacto comisario del art. 1083 del
CCyCN. Otros efectos destacados por la doctrina son: el comienzo del cómputo
del plazo de prescripción liberatoria, la puesta en marcha de plazos de caduci-
dad, la posibilidad -junto con otros recaudos- de solicitar medidas cautela-
resla), posibilita la neutralización de ambas prestaciones en la compensacióii
(art. 921, CCyCN) a partir del momento en que éstas coexistan en condiciones
de ser compensadas legalmente, torna viable el ejercicio de la acción subroga-
toria (art. 739, CCyCN), permite al deudor ejercerla acción directa (art. 736 y SS.,
CCyCN) -la doctrina dominante entiende que no es necesaria la mora para tal
extremo- y es presupuesto suficiente para el ejercicio del derecho de retenciórr
(art. 2587 y SS.,CCyCN)(n3).
8.6.2. Requisitos
Para que se verifique la situación de mora, además del retardo en el cumpli-
miento, deben sumarse otros elementos que lo tornan juridicamentecalificado, y
consecuentemente, vehículo para la asignación de responsabilidad ciuil del deu-
dor. Esto es, el retardo debe provocar daño al acreedor(8'),este dano debe encon-
trarse en relación de causaiidad adecuada con el retardo, debe existir un factor de
imputación o atribución -subjetivo u objetivo- por el cual corresponde asignar
al deudor las consecuencias de dicho retardo y -como un elemento particular
del instituto- y debe cumplirse con un requisito particular del instituto, es decir,
la llamada constitución en mora.
(82) ALTEI1INI. AT~LIO A. - AMEAL, OSCAR J. - I.ÓPEZ CABANA, ROBERTOM.; D B I # C ~ ...,Ocit., ps. 166
Y 178.Los autores agregan la posibilidad de pedir la qiiicbra del deudory la imposición de iiitereses
retributivos, supiiestos que, a iiucstn, criterio, requieren la siruación de rnorpsidatl.
(83) Plz~RliO,R A M ~D. X - Vni.Lnspi~Os,C ~ n i a s G . lnstitucianos
, ...,cit., t. 2, p. 570.
(841 IJorejcrnplo, en el caso de las deudas de dinero el daíio moratoria lo constituyen en principio
a nueva posibilidad de cumplir. Presume que el acreedor a falta de interpela-
n consiente o tolera el retraso y no sufre daño.
8.6.4. La interpelación
Es definida como un acto jurídico unilateral y iecepticio("), judicial o extra-
cial, que contiene una categórica exigencia del acreedor de la satisfacción del
rama presiacional de una obligación exigible.
El requerimiento, para ser válido y que permild tener al deudo1 por interpe-
c, debe reunir los siguientes requisitos intrínsecos:
encia de pago categórica. Sus términos han de ser indudables e
rativos.
b) Cocr~iiiv;~pu: III iluk: \'a 'ico~iil~añad;~del opcrcibi~ilieiiioclc requerir Ins
sancioni3<qur 11rev6el c~rdcii;iliiieiiiojiiriilicc~para c.1 c;iso de persistir eii la
situación de incumplimiento.
Apropiado a las circunstancias de objeto, modo, tiempo y lugar de pago, por
lo que debe identificarse claramente el objeto debido y requerido.
De cumplimiento factible. Por tal motivo no puede intimarse a cumplir la
prestación en un plazo que materialmente no resulte posible hacedo, no de-
biendo ser intempestiva.
Circunstanciada, es decir, se deben indicar las circunstancias de tiempo y
igar, monto, forma etc., en el cual el deudor debe efectuar el pago.
iniismo, se consideran requisitos extrínsecos de la interpelación los si-
a) Cooperación del acreedoi; en caso de ser necesaria debe ser ofrecida
r su parte y b) Ausencia de incumplimieiito por parte del mismo. Por ello, el
dor no debe estar en mora con respecto a dicha obligación. Lamentable-
e, el nuevo Código no mantiene una norma semejante al derogado art. 510
ódigo de Vélez que, relativo a la restricción para la constitución en mora al
or cuando el acreedor, a su vez, se encuentra en mora, ha tenido muy fruc-
ras apli~aciones(~@. No obstante, es de suponer que dicho principio seguirá
aplicado en la práctica por 'azones de evidente justicia y tradición que
'rán sea dejado de lado.
(85) Unilateral, puesto s61o depende de la voluntad del acreedor; iecepticia, puesto que debe noti-
ficarse para poder ser constituido en mora; no formal por cuanto no se exigen s«lernnidades, si bien
enla prácticaes recainendabledotarladealgunafornia que facilite su~irueba, por ej., telegrama, acta
otarial, caria documento, etc.
(86) Bspecialmente, consuviiicuiación con el art. 1201 del Cód. Civil derogado que consagrabala
xceoción o defenra de incurnofimientn ~n IasXXVL Tornadas Nacionales de Derecho Civil, celebradas
iio enunciaba una regla general y excepciones, sino que preveía diversos supues-
tos específicos, de modo que la regla era inferida del primer párrafo de la norma,
que por referirse a las "obligaciones a plazo'; era aplicable a la mayoría de lo
casos.
El CCyCN mantiene el principio general de la mora automática, pero m
jorando la técnica legislativa sieiita dicho principio general de modo expreso
disponer en el art. 886 que: "la mora del deudor se produce por el sdlo hanscurso
del tiempof7jado para su cumplimiento"(87). Se entiende que este principio es el
que protege en forma más justa y adecuada al crédito, lo cual es indispensable
en toda sociedad moderna(88).La buena fe lleva a aue las oblieaciones deban
ser satisfechas en la fecha convenida sin necesidad de requerimiento alguno.
principio del favor debitoris se encuentra en la actualidad suverado Dor el a 2 ~
r-. ~
) el 1541 del CCyCN que establece la extinción del comodato -y, conse-
entemente, la obligación del comodatario de restituir la cosa al comodante-
os voluntad unilateral del comodatario, puesto que el beneficio del plazo opera
u favor, salvo que se hubiera pactado lo contrario en forma expresa y, ade-
S, siempre que dicha restitución no provoque perjuicio al comodante o sea
mpestiva o maliciosa;
En las XXVI Jornadas Nacionales de Derecho Civil. celebradas en 2013 en la Facultad de De-
de la llniversidad Nacional de Bs. As., el despacho de la Colnisiún n" 2: "Obligaciones':sobre
en las obligaciones piiias y simples, hie dividido. distribuyfndose eniie quienes
Ostuvieron la posNr.3 de ia mora automática y otros que entendieron que debería requerirse la iii-
3) el art. 1359, CCyCN -obligación de1 depositante de recibir la cosaentrega-
da en depósito gratuito "en todo tiempo': es decir, cuando el depositario lo exija, y
4) las obligaciones contenidas en letras de cambio, vales o pagarés sin indica-
ción de plazo o con la cláusula "a la vista': que deben abonarse a su presentación
(arts. 36 y 102 del dec.-ley 5965163).
n el sistema del Cód. Civil derogado tal como surgía del art. 509, tercer
,si no hubiere plazo, se podrá requerir sii fijación judicial en proceso su
pudiendo acumularse dicha acción con la de cumplimiento de la obligacion
cuyo caso el deudor quedará constituido en mora en la fecha indicada
encia para el cumpIimiento de la obligación.
El art. 871, del CCyCN dispone que
ago debe hacerse:... d) si el plazo es indeterminado, en e
'citud de cualquierade las partes, mediqnte el procedimiento más breve qiiep
de antemano cuándo va a llegar el término,'como ocurre en los casos de plazo incierto. por ej., en el
Supuesto "cuando iniiera x'; e] cumpliinienio del término no pucdc dejar ai deudor en mora. Alguna
doctrina cnrendia que era necesaria intcrpeiar al deudor Para los autores citados en cambio, la inter-
Peladún era exceshia, basiaiidn una declaraciúii iecepticia acerca de la exigibilidail de ia pre~taci6n~
es decir, basta hacerle saber que su plazo vcnciú a raíz de ia muerte de X.
problenia más delicado que tiene la norma en su aplicación práctica: los supu
tos de duda en que resulta muy difícil de precisar si el plazo es tácito o indete
iniilado, resolviendo el art. 887 infine que se entenderá que es tácito y, por end
la constitución en mora será por interpelación, sin necesidad de acción judici
coi1 lo que se apunta a evitar las consecuencias de una errónea constitución
mora o una improcedente petición judicial. Para diferenciar un supuest
otro debe indagarse la voluntad de las partes, las cláusulas contractuales
ese modo establecer si han querido integrar el coiivenio con una decisión ]u
cial posterior relativa al morneiito preciso en que la obligación debe cu
o que la determinación surja simplemente de la naturaleza y circunstanc
la obligación. El plazo se considerará indeterminado, dicen los miembros
Comisióii.
"sólo cuando resulte ineqiiívoco para el juez que las partes han querido diferir1
fijación judicial. Ante la duda, se considerar6 que es tácito, con lo cual se alcanza un
solución mucho más dinámica, previsible y eficiente desde cl punto de vista d
economía del proceso':
.Cesación de la mora
(96) No obstante, \%lez eii iu nota al art. 509 del Cúd. Civil ilerogado, sibwienda a Maynz, dernues-
Lra que la tuvo en cuenta al expresar: "EL acreedor se encuelilra en mora todavcz quc por un hecho
o por una omisiún culpable hace iiliposible o impide la ejeciicióii de la obligaciún, p. ej., rehusando
aceptar la prestación debida en el lugaiy tiemoo oportuno, no encontrándose en el luear convenido
comendó la apiicaciún aiialúgica de las normas sobre niora dcl deudor 'Tarnliién advierten sobre la
irgidación expresa eii los ordciiainieiiios aieinán, suizo, biasiieiio y portuguk.
(97) S l l . ~ ; e s ~ Nolihl,\
n~, O..''Mora di.1 acreedor: ieiluisiios y eieclos: 1.A LEY 19S5-U,815.
(98) CNac. de Paz, 18/9/1963.Ricllinond Hotel SRL c. hrgentiiia Nueva Cia. Gral. de Navegaciúii
%LA LEY 122,175.
Los efectos de la moia del acreedor son:
1)Atribucién al deudor pala proceder al pago por consignación
) Responsabilidad del acreedor por los daños moratorios sufridos por el
r y, en su caso, por los que se deriven de la frustxación total 11 definitiva del
imiento.
Liberación total del deudor si el cumplimiento, por causa atribuible al
reedor, resulta imposible.
Traslación al acreedor de los riesgos que soportaba el deudor, p. ej., pérdi-
eierioro del objeto debido.
5) Improcedencia de toda sanción por incumplimiento del deudor, aunque
materia de obligaciones dinerarias, resultarfa admisible la incorporación de
ereses compensatorios, pues el capital sigue en poder del deudor.
) Impedimento para la constitución en mora del deudor y para reclamar la
cución forzada directa o indirecta.
cesación de la mora accipiendi puede suceder poi:
Aceptación del cumplimiento por parte del acreedor, aunque deba ab
o moratorio experimentado por el deudol.
) Renuncia expresa o tácita del deudor.
3) Imposibilidad de pago de la prestación, lo que no obsta a que el acreedor
a el daño moratorio antes señalado.
4) Extinción de la obligación quegeneróla
- A
mora del aaacedor, por cualquiera
us modos.
(102) DI:CIINTO, Ndo L., "La aniijiiridicidad y la responsabilidad por acto lícito': disponible en
iuu,wderecko, uba.nr/pubiicnciones/1ye/r~visi~¿s, ps. 80!81.
(103) DE CUNTO, ALDQL.. "Laat~tijuridi~ldad ...,cit., p. 87, dicequese trata deunsiipuestodeesca-
do de riecesidad y resarcible; MOSSETITTURRRSPE, <:iladopor LOPEZHERRCRA, BD<iARDO, en MBDINA
GnAcIcLA - RIVBRA, ILILIO (dixs.),ESPER,MAR~,\UQ (c00i.d.). Código Ciuily Commial de ia nacidn, La
l.l?y, 2014, corneiir. al ar!. 1718.
(104) ORGAZ,ALFRWO, citado lior Plznnno, R A M ~1) R.- VALLBSPINOS, CARLOS G., lmtituciunes...,
Cit., t. 2, p. 502.
el conductor que intencionalinente embiste a un automóvil estacionado para
tar atropellar a un niño que cruza la calle en forma totalmente imprevisible. El
damento dsla justificación radica en la desproporción de los males en juego,
cuanto el que se ocasiona es menor que el que se evita, por lo que el orde-
iento jurídico considera a tal conducta como axiológicamentcválida('0"). La
encia con la legítima defensa radica en que los actos defensivosy los actos
cesarios son de carácter lícito en ambos casos; sin embargo, los resultados o
aciones que se derivan de ellos son diversas. Lavíctima en la legítima defensa
agresoi; en el estado de necesidad, el damnificado necesario es ajeno alma1
or que se pretende evitar con lalesión a un bien suyo. El art. 1718inc. c) esta-
ce que cuando se causa un daño en estado de necesidad cumpliéndose todos
rcsupuestos del mismo (daño causado para evitar otro mayor, amenaza de
un daño para sí o para un tercero actual e inminente, no haber originado
peligro), el damnificado tiene deieclio a una indemnización, no plena, con
amento en la equidad('06).En realidad se trata de un supuesto de responsa-
r acto lícito, pues aunque el hecho dañoso esté autorizado por laley, se
'ndemnización que el juez fijará teniendo en cuenta las circunstancias
e caso O'). El fundamento del resarcimiento del dario necesario reside en que
damnificado no tiene porqué contribuir con sus bienes a la salvación de bienes
nos. Si el damnificado necesario fue quien originó la situación de necesidad,
hay obligación alguna ya queno ha sido ajeno al mal mayor inminente, por lo
e su situación puede fundarse en el art. 1729, CCyCN. El responsable obligado
arcir, es el interesado o ben
puesto previsto en el art. 1710 inc. b) que contempla el dafio sufrido por quien
procura evitar o disminuir los efectos de la producción de un daño del cual
tercero sería responsable. El reembolso se regirá también por las nornias del
riquecimiento sin
sadu ¿I ioiiipaiieif, ioii cl jiiego tleteiiido. 111csiii, cjsos la lii.iiiid dc lbs clniioi
iiormrilrs o propio, c%;i fiiiidada cii la aiitoiizaciuii ~.sininl?Sra >u l>riciic+"' .
onsideramos que la expresa introducción en el nuevo Código Civil de esta
al de justificación, abre camino para su aplicación a otras actividades, con-
se expresa en los Fundamentos del Código Civil, donde se dice "También
orpora el consentimiento libre e informado del damnificado porque de lo
rario muchos vínculos contractuales no serían posibles'! Pensamos que que-
rcadas contrataciones referidas a prácticas de deportes riesgosos y extre-
tividades recreativas de aventura que de otro modo carecerían de viabi-
que en ellas, con frecueiicia, y sin defecto a l y n o en la organización, o
la información, o en la fabricación o funcionamiento de las cosas o elementos
vana, 2006, p. 1630; MEDINRALCOZ, MAR~A, "La asunción de1 riesgo por parte de lavícti-
aurinosgdeportivos':Dikynson,Madrid, 2004, p. 23; SILVESTRE, NORMAO., "Laasunci6n
riesgos y el consentimiento del damnificado en el proyccto de Cddigo Civil de20i2. Su aplicación
as actividades turísticas de aveiitura'; LA LEY de1 22/11/2013.
(11~)I>icASso,SEBASTIÁN, en LORTNLETTI, RICARDO,Cddigo..., cit.. p. 379.
AI,FRI;»O,
( I l i ) OKGAZ, La iiiciiud...,cit., ps. 160/61; DE CUYTO,Aritij!n'idicidad ...,cit.. p. 84.
(118) VÁzgusz rennsunn, RonEliTo, ~ n t j i ~ i - i d i c i d...,
a d cir.; ~ r c ~ s sSoE ,~ A Y ~ I Á Ncn
, LORENZEITI,
1CARI)O L., Cddigo...,ps. 379180.
174 NORMA O. SIIYESTRE (13IRECTOM)
que se utilizan, es decir sin conducta negligente del proveedor del servicio, el
hecho causante del daño igualmente puede acaecer("8). Se ha dicho también
que la nueva norma puede aplicarse a los derechos de disponibilidad relativa,
entendiéndolos por aquellos en que se tolera en ciertos casos el consentimiento
para la afectación de los mismos, con la facultad de la libre revocación en cual-
quier momento[i20).Para que la voluntad de la víctima excluya la responsabili-
dad deben reunirse ciertos requisitos a saber: que el consenlimiento sea libre e
informado (arts. 59y 260, CCyCN), es decir que se haya cumplido con el deber de
información fijado por la ley -por ej., consentimiento para actos médicos, para
prácticas de deportes riesgosos, etc-; que la cláusula que se instrumenie no sea
abusiva (arts. 988,989,1119 a 1122, CCyCN) y que los bienes sobre los qiie recae
el consentimiento sean bienes disponibles, por ej., bienes patrimoniales, rio pa-
trimoniales permitidos (art. 55, CCyCN) como sería por ej., la explotación de la
imagen de una persona(12').
S 9. Daño resarcible
Este elemento ha sido definido coino el centro de gravedad y primer presu-
puesto de la responsabilidad civil -pero no en sentido cronológicosino metodo-
La constatación de un daño en sentidojuridico -o clallo resarcible-
motiva al operador jurídico a indagar si se configura el resto de los requisitos o
presupuestos que generan la obligación de repararlo. Este carácter de elemento
central del sistema le ha sido asignado al daño en las últimas décadas. Antes, en
el sistema clásico de responsabilidad civil, la culpa era el único fundamento po-
sible para que procedierala reparación del daño y poseía una función eminente-
mente sancionatoria: penar a quien culpablemente con su conducta habíaviola-
do una norma y había dañado a un tercero, cometiendo un "pecado,juridico"que
debía ser castigado(12"y el autor del hecho ilícito-culposo debía responder por
(119) Para ampliación ver SiWEsTEE, NORMAO., "La asunción de riesgos...': cit.
(120) Toi.osh, Pnk<er.h- Go~zÁr.xLRoo~í~ucz, LORENA, "Asunción de riesaos v consentimiento - .
del damnificado en el Código Civil y Comercial: KCyS no 4, abril 2015, p. 31, quienes cjemplifica:~
con los contcatos celebrados para ciertos programas ieievisivos con formato siinilar al conocido "Big
Brother" enlos que la persona presta consentimiento para la iiitromisión en su intimidad y mientras
dirho consenuniiento no sea revocado. no vodria reciamar dañosi 1
dades de deportes extremos vmrismo aventura, se vuede vei comoromeuda la inteeridad fisi~a.oero 1
. . ~
:l, <Iri i I i i l . i i i < I I i i i i , . . < i r . r.! <li~:i.~ii,!iiii\ii~, i~.l..i.idi. l i i i r \ i i i \ r . . i i i i i : s . 1'i:i.i.i 1:) zirrii, l.,;
.<.iiil.t';"l..!<s<lt~i> i i i . v l r y lr~.hli:.l.i~i!i,It~ ici:ur:ilad. R < : \ i 1, li, i~iiii1irt~:~Ol:~ 11. '.i.
! L'! l l I I < A i 3 1 1 1 0 . 1 > 0 . 1 Id.,:. > ~ ~ <iiil,, . r . 1 i l i w r (.<ii<Ii>li;1 2111 1 11. I i . I:I ,i:iiai , t i c ~t:\Ii:.i!n,~iite.
'Íio alendemos a la cronolom'la va QUP d e ~ d este e ounto dewsta es razonablemente el úitimo como !
I
eiuste rin daíio'
LA KESI'ONSARILIDAD CIVIL 175
24) Da Lon~xzo,MIGUEL F., El daño injusto en la responsabilidad civil, Abeledo-Perrot, Bs. As.,
, p. 13, calificada opinión además por tratarse del Sccietaria de la Comisión de Reiornlas desig-
por decreto PEN 191/2011, de cuyohnteproyecto surgió el actual CCyCN.
* Uusiu:~,ALBERTO J., "El iuturo de la responsabilidad civil: ihdcia dóndevamos'C en M. W.,
OR GUARDIA, MARIANO J. (coo~d.),Derecho rle daños, Asociación Justicia y Opinión, Sepin,
España, 201 1; BUBIIES, ALBERTO J., "El daño moral y su conexión con las lesiones a la es-
, a la sique, a la vida de relación y a la pcrsona en general: en RDPyC, "Daños a la Persona';
iiizal-Culzoni, Santa Fe, 1992;Biisnes, ALBERTO l., "El daño injustoy la ilicirud e ilicitud de la con-
cia: en Derecho de danos, libro hanienaje al profesor doctor Jorge Mosset Iturraspe, 1889, ps. 166
SS. DE CUPIS,ADRIANO, 11 danno. Teorla generale della responsabilita civile, vol. 1, Giuiire, Milano,
1979, nro. 21 bis, ps. 169 y 5s.; SCOGBAMIGI~IO, RBNAI'~,"lllecilo civile" en Novirirno Digesto italiano,
R, Utet, Torino, 1969, p. 171; id., "~esponsabilithCivile: en Nouirirno Digesto Italiano, t. 15, Utet,
orino, 1969, p. 638; Rouo~;i,STEFANO, ii problema della RaponsaDilitR civil@,Giuilre. Milano, 1964,
Lis. 71 p SS.;ALTani~i,kr11.10 A,, AMCAL, OSC,~R - LOPEZCAXANA, ROBERTO M., Derecito de obligacia-
es, Abeledo- Perrot. Bs. AS., 1996, nro. 350, p. 145; LAMXERT-FAIW, IVONNE,en "Renie Trirnestre-
Ue de Droit Civil: 1. 1, parís, 1987, publicado en casiellano en la obra de ALTBRINI, ATJLIO -
A. 1 . 6 ~ ~ z
ABANA, ROBERTO, ~ e w c h ode daños, La Ley, BB AS., 1992; LORENZETTI, RICARDO, "El sistema de
responsabilidad civil: juna deuda de responsabilidad, un crédito a la indemnización o una rela-
ción jurídica?: LA LEY ~ g s - n1140; , ZAVALA UB GONZÁLEZ, MATJI.DE, Resarcirnieiito de daños, t. 4,
Hamrnurabi; BS. AS., 1999, p. 313; GAMAIIRA, JORGE, nUtado de derecho ciuil uruguayo, t. XIX, vol.
: "Responsabilidad civil extracontractual'; Fundación de Cultura Universitaria, Z1ed., Montevideo,
1
Uruguay, 1991, p. 15; CALVO COSTA,CARLOSA., Daño res~rcible,Haminurabi, Us.As., 2005.
(126) n lo que deberíamos agregar, como dice Bueres "no hay responsabilidad sin la presencia de
un criterio legal de imputación apiopiado". BUERBS, ALBERTO l., en prólogo de VÁzyriaz F B ~ R ~ ~ Y I & ,
ROBERTO A,, ~a oblipción deseguridaden la responsabilidad civily Ley de Contrato de 7'rnbajo, pez
Sarsfield, Ilosaria, 1988, p. 13.
sabilidad ciuil. En cualquier caso, ni las medidas de prevención más eficaces ni
la indemnización podrán evitar que existan danos -resultaría imposible-. La
reacción del derecho frente a la situación de la víctima será impulsar un despla-
zamiento de las consecuencias económicas desfavorables desde su patrimonio
de la víctima hacia el de quien debe responder por el menoscabo.
De tal modo la obligación de resarcir ya no puede entenderse como el efec-
to de un sistema unitario anclado en la culpa, sino que existe ahora un sistema
múltiple o policéntrico con varios criterios valorativos (equidad, riesgo, garantía,
solidaridad social, abuso del derecho, etc.) que reacciona frente al dano injus-
tamente sufrido, frente al daño ocasionado sin causa de justificación alguna; el
daño asícausado motiva que sean reparados todos los perjuicios que el sujeto de
derecho sufra en su patrimonio y en su faz espiritual, con excepción de los que se
irrobwe el propio damnificado. Esta nueva realidad se halla íntimamente ligada a
18 concepción del alterum non l~edere('~') como norma primariay cláusula gene-
ral del sistema, con jerarquía constitucional, tal como tiene resuelto desde hace
cuatro décadas la Corte Suprema de Justicia de la
(127) La frase de Uipiano completa dice iurispraecepta huecsunl: koneste uiuere, alterurn non lae-
dere, ssuum ciuque tribuere, lo qiie significa: "Los man~atosdel Derecho son. Vivir honradarncnte, no
inolestar1daiiar a los otros y dar a cada uno lo cuyo". Laederequiere declr pezjudicai, dañar
(128) CS, 5/8/1986, "Santa Coloma, Luis T. y otros c. Ferrocarriles Argcnlínos: 1A 1986-IV-624;y
CSIN, 5/8/1986, "Cunfher, Feriiando Raúl C. Naci6ri Argentina: ED, t. 1201522.
(129) ATAZL~PEz,, IOAQU~N,LOSmédicosy la res~onsahilidndciuil,Monlccoivo, Madrid, 1985, p. 31 9.
.- LA RLS1'ONSAI)ILiDAD CIVIL 177
l.C:!1>1~1.. 1 , , , l . , l ,:::,.i<l.iii . l . . .
,,!,. l>,,>.,ii.l., . ~ . i ! : l i . t l l < ~ ~ ~ l i ~I . ,r.iIIl..ill.i..<lililrilli<
iltl . I.iii.,ii<<11~.I>
.
consecuencia de ün diagnóstico errado a mcdir~mentodefectuoso. porque allí estaría en juego la
Garantia derivada de las leyes de ejercicio de la oiediciiia y10 la de s e g ~ r i d a dde ios medicamentos.
( I ~ P EHORRERA,
Z EDUAIIDO, iManual 'le r-espomhilidad..., cit., p. 143).
(1311 I,ALIENZ,IC\ni., Deieclio de obiieacionex, t. 1, tiad. dc Jaime Santos Briz, EDERSII, Madrid.
pairirnonial no origina necesariamente un daño patrimonial directo, sino que
puede ocasionar un daño patrimonial indirecto e incluso un menoscabo espiri-
tual (v.gr., un incumplimiento de contrato de transporte que frustra las vacac'
nes de los damnificados o la destrucción de una obra de arte que provoca u
pérdida patrimonial y, a la vez, tristeza por la afectación a preferencias estética.
de su dueño); a la recíproca, el me~ioscaboa bienes extrapatrimoniales, suel
tener repercusiones en el ámbito patrimonial (por ej., hay supuestos de evento
que lesionan bienes extrapatrimoniales -vida, salud, &c.- y sin embargo, di
cho menoscabo provoca impacto en la esfera patrimonial del damnificado, ya
que puede acarrearle incapacidadlaboral, gastos de curación, de medicamentos,
etc.). Carnelutti y en nuestro derecho Bueresil") establecieron que el daño era
mucho más que la lesión de un bien, para pasar a ser la lesión a un interés del
damnilicado, toda vez que el daño no está dado por el bien en si mismo, sino por
la idoneidad del bien para satisfacer las necesidades del perjudicado. El derecho
no prutege bienes en abstracto sino que lo hace siempre que esos bienes satisfa-
gan necesidades humanas, es decir, intereses dignos de tutela.
o surgía de ningún texto iegal- por entender que era dable pensar que, al integrar de hedio un
cleo iatniiiar con la víctima, era razonable esperar una respuesta futura de quienes han sido
ados con un esluerio ejemplar, por lo quo lapdrdida dela menor debescr considerada como la
(138) PiznRno,RAMÓN D., Dano moral. Preuencidn. Rewaraciótz.Punición. 2. cd.. Hammurabi, Bs.
AS., 2004, ps. 37 y SS. 60; ZAVALA DE GONZÁLEZ,~AT~~o~,'~esarCimient de daños: Da>íosa tospersa-
nus (integridadsicofisica),Sra. reimpresióri, Hammurabi, Bs.As., t. 2-A, 1996, p. 38.; También Orgaa
se p i e ~ c u p ópor aclarar que el carácter uatrimonial o extrauatrimonial del daño no se encontraba
subordinados ia naturalcia del derecho icsionado.
(139) CALVOCOSTA,CARLOS A., en Daño resarcible. cit., ps. 70 y si.)considera que las "discrepun-
cias" entre las posturas de daño como lesión a un interés y daño &finido por sus consecuencias es
sólo aparente pues no hay coniradicción alguna entre ambas, que ei auto>.advierte "conipiementa-
rias" y "compatibles'! 1.a piataforrna do partida es el interés del sujeto, que elie@sladory10 el intéi,
prelr vprecian al monieiito dc calecci<~nai ias daños iesarcibies; recién en una segunda instancia, a
la hora de iijar el resarciniiento,si se deben apreciar las consecuencias (definir el q u n t u r n a iiidcm-
niiar, puesto que la sola mención de que se ha lesionado uii inierós protegido no baste.
esta última, en los arts. 1738 a 1748 regula de manera detallada los princip
y particulares que nos permiten delinear su contenido y alcances.
b*
.Individual y col
egún el arr. 1737, CCyCN,
En el individual se afecta un der to
patrimonio o la persona, cuya titularidad corresponde a un sujeto o sujetos
erminados; en el colectivo se afecta un derecho o un interés que recae sobre
bien de incidencia colectiva, es decir, cuya titularidad recae indeterminada-
ente sobre un número indefinido de sujetos, sin perjuicio -o a la par- de las
sibles afectaciones individuales que tales sujetos pudieran acreditar. Dentro
ta categoría la doctrina y jurisprudencia han establecido dos subespecies
(140) En los autos '"HalabiErnesro c. PEIi $/inconstitucionalidad ley 25.873. dec. 1563/04 s/ampa-
roley 16.986", que tramitó bajo clnúmeroH. 270. XLIII, la Corte Suprema cieá ladenominadaaccidn
tieclasepara pioieger dereciios hamog4iieos, en elmarca de una caiisacn la qiieseanalizóla consti-
tucionalidad de ¡as normas que autorizaban las intervenciones de comunicaciones ielefónicas y por
Interne:, en este caso, respecto de un abogado del iucro capiiaiino.
182 --
N O R M A O. SiLVESTKf (DIRECTORA)
--
(141) GALDÚS, JORGE M., Daño u la uida de relacid~i,Revistadel Colegiu,de Msgistradosy Fiintio-
narior del Poder ludicial de Sal? Isidro N o 19, p. 31, LA LEY 2006-D. 97.1; ídenr: ':#ay daño al proyecto
de vida'?: 1.A 1.EY 2005.E, 1027.
(i42)Ver inflaia explicnciún sobre lesibn a intereses extrapatrimoniales antes llamada "dario mo-
rar!
'miento (art. 1728). Conforme al art. 1082 la reparación del daño contrac-
eda sujet$..a las reglas propias.
nstantáneo y continuado
e una vez -reparación de un automotor- sea en el pre-
n futuro o que permanezca prolongado en el tiempo -incapacidad la-
inanente o transitoria-, lo q
Consolidado y variable
denomina daño consol~dadoaquel que no registrará modificaciones con
rer del tiempo, mientras que seiá variable cuando es previsible que las
cuencias del evento dañoso puedan modificarse, favorable o desfavorable-
hacia el futuro.
43) Hemos dicl~oames que la indemnización por incumpliiniento obiigacionai -hoy prevista
1art. 730 inc. c del CCyCN, ames art. 505 inc. 3 del Cód. Civil derogado-, consiste en la misma
igación originrrl.iameziteconcebida -de dar, hacer o no hacer- que experimenta una muración
etiva que no es novatoria, es decir, no extingue a la original. Se trata del valor dinerario dc la pres-
ión, a la cual, en su caso y si se acreditara, deberán adicionársele los inayoies daños que, además
elvalor de la prestación, pudiera constatar ei acreedor.
porque el negocio deviene nulo o queda sin efecto por rescisión o resolución.
Por el otro, sucederá cuando durante el curso de las negociaciones te~idientes
a celebrar un contrato, una de las partes abandona intempestivamente lastra-
tativas, violando los deberes de confianza y buena fe que deben guiar esas vin-
culaciones. No se trata, en este caso, de una reparación por la no celelirr~cióndel
contrato, dado que la parte es libre de llevarlo a cabo o no, sino de no defraudar
tales expectativas. Son rubros de la indemnización, en este caso, los gastos que
hubiera realizado el afectado para estudiar la viabilidad del negocio, transpor-
te, estadía, ho~iorariosde expertos que lo asesoraron, etc. Corresponde aquí ci-
tar el art. 991 del CCyCN:
"Deber de buena fe. Durante las tratativas preliminares, y aunque no se haya formu-
lado una oferta, las partes deben obrar de buena fe para no frustrarlas injiistiiicada-
mente. El incumpliiiiientode este deber genera la responsabilidad de resarcir el daño
que sufra el afectado por haber confiado, sin su culpa, enla celebración del contrato'!
y el art. 992, CCyCN:
"Deber de confidencialidad. Si durante las negociaciones, una de las pai-tes facilita
a la otra una información con carácter confidencial, el que la recibió tiene el deber
de no revelarla y de no iisarla inapropiadamente en su propio interés. La parte que
iricumple este deber queda obligada a reparar el daño sufrido por la otra y, si ha obte-
nido una ventaja indebida de la información confidencial,queda obligada a indem-
nizar a la otra parte en la niedida de su propio enriqiiecimiento<
(144) Z A N N ~ NEDUARDO
I, A,, El daño..., cit., p. 74.
(145) El ejemplo que brinda Zavaia de González expresa que si la viiida de una pcrsoila asesina-
da contxac nuevas nupcias y el segundo esposo cubre sus requerimientos de subsistencia, quedará
limitado el oeríodo durante ei cuai a ~ u é l l aexyieiiinenta e1 daño cconómico derivado del homicidio,
el titular del interés afectado es la propia víctima del ilícito (v gr. una persona
que resulta lesionada en un accidente de tránsito y reclama los perjuicios sufri-
dos en su integridad física) o será indirecto cuando el perjuicio a los intereses
propios del demandante se deriva de una lesión a los intereses de un tercero,
sitilacjóil en la que el daño se produce de manera refleja o "de rebote'' tal como
sucede, por ej., en el supuesto de homicidio en el cual la viuda y los hijos del
muerto -damnificados indirectos- pueden reclamar iure proprio la repara-
ción del perjuicio material y moral derivado de la muerte de un tercero (vícti-
ma). Existen situaciones en que el perjuicio ocasionado a terceros constituye a
la vez un daño para el accionante en razón de una obligación legal o converi-
cional preexistente: v gr. la persona obligada a prestar asistencia alimentaria
a un familiar, puede -en razón de un daño sufrido en su propia salud que le
impide cumplir con dicha obligación- incluir en su demanda el importe de los
alimentos adeudados durante el tiempo necesario para su restablecimiento. Bn
estos supuestos se configuran paralelamente los perjuicios del accionante y del
tercero afectado.
d) El quid de la magnitud o significatividad.Algunos autores('") sostienen
que el daño para ser resarcible debería revestir cierta importancia cuantitativa.
A esto se contrapone el criterio que, de manera congruente con el espiritu actual
del Derecho de Daños, rechaza la posibilidad de que se prive a la víctima de la
reparación de un perjuicio argumentando su insignificancia, lo que no surge de
regla alguna de derecho (v.gr., los servicios masivos prestados a gran cantidad
de personas, en base a condiciones generales de contratación, que se verifican
cuantiosos daños que individualmente no resultan significativos peio importan
un verdadero supuesto de enriquecimiento sin causa).
(146) Aguiar, Colombo y Orgaz, entre otros, aunque este último sólo en sus primeras ediciones
de su obra Eldaño iesarcibieva s u e Iiiexo modificó su vensamiento inicial. En efecto. la edición im-
;>,?a,, 1, ,
l.. ,.,l.!,,,,,!. l . 2 , , : < ! 1:<1,t ,,;.,l\l. <.,
:e!,, ,N,. :111 1 t.<.<<l ll,., ,l. '>:S ,\l.t,,,I., l., > c r>tc., l . , . 2 <le
l',,ll.~tr ? C . t I ~ , i . i ~,:>c
~ ! c.21 ,<
, C d \ , , , ' i , ! ~,<.,,p,e.,,, t,,,. ~l.,<i.i, l < ~ , , . , , ! . , , < ,,e,l<<.rit?,,<,p,,rc ,.,,,,,.<, .:2 .s.)
no establece positivamente una exceución d e esa naiiiraleza por lo que. aunque fuera de manera sim-
9.5. La indemnización
arl. 1738, CCyCN, no la define sino que enumera los rubros que la coinpo
, en tal sentido dice que
(150) ~iemosdichoaiitesqiieeldewcb~delafectadodeaccederalajr~sticin~araobtenercom~ulsi-
vameniedelrespotisablelasindenini?a~ionescorrespoiidie~ites y que éstnsseaníiiiegirs,completas,
plenas, provielie de la Coiistituciún Nacioiiai (interpret$cióii de los atis. 16 -igiial<iad ante la le),-,
17 -piopiedad- y 19 -Icgalida<l--, eiicon:tando también hindamenio en cl carácrei de derecho
implícito tiel arr. 33 y del ara. 75 inc. 2 2 , 2 3 y cuiics.)en el proccEO qiie se ha dado eil lianlar de corüli-
trccionniizacibiz del derecho pririado.
(151) ORGAZ, A L F R B I ~Eldailo
~, rosarcibi<..., cit., p. 287.
(152) Eiilineasgenerales,tanto en el régimen del Cód. Civil derogado y e?, el CCyCN sólo ser6.n
resarcibieslas consecueiicias queaprriebeii un juicio de probabilidad oiireoisiQilidad erialención
a lo qile era conociblepor el ageille, como ejemplar del tipo de Iiornbic nirdio; pero si la previsibi-
lidad del agente concreln esa sr:pcrior a la r:oriientc (deciinos, promedio) por sus aptitudes sobre-
Otras lin~itacionesjurídicas a la reparación se encuentran expresamente
evistas en el CCyCN, por razones de equidad (art. 1742)('"), daño involuntario
t. 1750)('"47_en estado de necesidad (art. 1718 inc. c)('jS),supuestos de valua-
n convencional (la cláusula penal regulada por los arts. 769 y concs.) o de limi-
ión n exclusión de responsabilidad (arts. 1743y concs.), que no podrían apli-
rse en casos de bienes indisponibles o la especial tutela de la persona humana,
o por ej., el caso de la responsabilidad por daños corporales o muerte en el
,porte de personas, supuesto previsto en el art. 1292, o el caso del contrato
caja de seguridad del art. 1414, en que el monto indemnizatorio no puede ex-
es el monto máximo informado, siempre que no desnaturalice la obligación,
responsabilidad del hotelero del art. 1374 y establecimientos equiparados
el resarcimiento.
(153) Según este aniculo eljuez, al fijar la indemnización, puede atenuarla sies equitativo eiifiin-
ci6n del patrimonio del deudor, la situación personal de ia víctima y las circunstancias del hecho,
salvo que se constatara dolo del responsable. Rescata en general el ariiigiio art. 1069 del C6d. Civil
a) Valuación legal
'También llamada Earifada surge de determinaciones indemnizatorias mini-
mas y máximas, sea que estén directamente liquidadas o que fijen pautas con-
cretas para su liquidacióii. Tal el caso de las leyes de Riesgos del Trabajo (topes
establecidos por la ley 24.557), de Contrato de Trabajo (el caso de la indemni-
zación por despido que asigna al trabajador despedido sin cansa justa un mes
de sueldo por cada año de antigüedad laboral o fraccióil mayor de tres meses,
arr. 245, L a ) , también en el Código Aeronáutico, entre otros supuestos.
b) Valuación convencional
Puede daise eii dos inoinenros: con posterioridad al evento dañoso, en cuyo
caso estaremos en presencia de una transacción, extrajudicial o judicial según
que las partes sc encuentren ya en un proceso judicial o no('5s), o antes de que
se produzca el incumplimiento obligacional, situación en que las partes que la
cosicibieron h;sn pactado cuál será la suma dineraria que deberá quien iucumpla
su prestación derivada de la relacióii obligatoria, lo que se conoce con el nombre
de cláusula penal.
(158) Nosremiiimos a ia parte de esta obra en laque se trata este modo de extinción de las obliga-
ciones que, por otra parte, ha sido reguiado por el CCyCN como contrato.
(159) BUSTAMANTEALSINA, ]ORGB,Teoriflgeneiul..., cil., p. JRG.
(160) I.I.AMB~AS, JORGE J. - RAWO BENBGAS,PATRICIO - SASSO.?, RAFAEL,~ila>zualLle derecho civil:
Obligaciones, 1 Si ed., Perrot, Bs. As., 1997, p. 125; ALTERLNI,ATILIO A.; AMEAL, Oscar José; L ~ P E z
CABANA, Roesnro, Derecho de obligaciones Civilesy Comerciales,4" ed. actualizada, Abeledo-Perrot,
Bs.As., 2009; SILVESTRE, NORMAO. (directora y couutora) - MARINO,ABBLE. - MAGLIO,M A R ~CLAU- A
DIA E. - Buiicos, D ~ B U R(coauiores),
A Obligucioiies, 11 e& Thoiiipson-ReuiersILaLey, Bs.As., 2015.
N R , Teoríageneral...,cit., ps. 185y SS. El autor sosiiencquela cláu-
(161) B U ~ ~ A M A N T E A L S I JOIZGE,
sula penal no constituye ensimisma unaobiigaci6nquescparticuiaricepor su objer«. sino que dada
su iiiiición fundamcntalrnente rosarcitoria, debe ser iegisladn junto con los daíios c intereses.,es de-
cii; desde cl ángulo dci inciimplimieiiio contracmal y ia coiisiguiente responsabilidad. Así io preveía
el Anteorovecro Ribiloni en los arts. 1060a 1074, el Prosecto de 1936. arts. 599s 609vel1\ntepi-oyI?cto
192 NORMA O -
SILVLSTKC (UIRLCTOW\)
torias o cutreirztes ya que, constituyen, en realidad, un medio legal que tiene una
finalidad distinta consistente en sancionar a quien no cunlple con un deber im-
puesto por una decisión judicial, sea que esta se haya dictado frente al incumpli-
miento de obligaciones o por la inobservancia de cualquier otro deber jurídico.
Por lo tanto, en todo caso, y teniendo en cuenta el propósito del instituto, destina-
do a procurar la satisfacción eri especie de tales deberes, debería examinarse su
reubicación en el Código, emplazando el instituto próximo al art. 730 que regula
los efectos con relación al acreedor.
Las previsiones contenipladas desde el art. 790 al 803 del nuevo Código re-
producen, en términos generales, la regulación que traían los arts. 652 a 666 del
Cód. Civil derogado. En cuanto al concepto incluido en el art. 790, se trata de
una casi literal transcripción del art. 652 del Cód. Civil derogado, incluyendo dos
especies de cláusula penal: la moratoria, en caso de retardar, o compensatoria,
en caso de no ejecutar, en referencia a la obligación. No obstante esa similitud,
se introduce gramaticalmente un cambio al reemplazar "en que" por la conexión
más apropiada "por la cual':
Puede definirse a la cláusula penal coino aquella estipulación que, para ase-
gurar el cumplimiento íntegro y oportuno de la obligación emanada de un can-
trato, una parte se sujeta a una sanción civil para los supuestos de retardar o no
ejecutarla. Se trata de un supuesto de valuación anticipada y conve.nciona1del
daño, por el que las partes acuerdan el contenido de la indemnización que Ile-
vará aparejado el incumplimiento obligacional, sin necesidad de que se constate
el perjiticio real sufrido ni que se arrime prueba sobre su magnitud o entidad. Es
una pena generalmente diiieraria, aunque, en verdad, puede consistir en cual-
quier prestación de dar o de hacer.
Salvo convenio en contrario, el deudor no puede optar por abonar la pena e
incumplir la obligación principal ni el acreedor puede demandar en forma con-
junta el cumpli~nientoy la penalidad. Es facultad judicial la morigeración de la
pena, especialmente en los casos en que la obligación hubiera sido cumplida por
el deudor, aunque sea parcial o deficientemente. La cláusula penal es accesoria a
la obligación principala laque sirve demedida coactiva, de tal suerte que, desapa-
recida la obligación principal, se desvanece la cláusula penal pero no a la inversa.
b).2. Clases
De la definición incluida en el art. 790 se mantiene la existencia de dos tipos
de cláusulas penales que coexisten del mismo modo que en el anterior art. 652
del Cód. Civil derogado:
a) illoratoria: se acuerda para el supuesto de un retardo imputable en el
cumplimiento de la obligación principal y presenta la particularidad de que su
paga puede ser acurnulable a la ejecución de la prestación principal, como susti-
tutiva de los daños y perjuicios moratorios.
b) Compensatoria: se estipula para el caso deinejecución definitiva dela obli-
gación principal; no es acumulable al cumpli~nientode la prestación principal.
No obstante, se ha apuntado(16¿' que la cláusula penal también puede ser
pactada para los casos de cumplimiento defectuoso, parcial, fil'era del lugar con-
-- 1 A RLSPONSABILIUA~>CIVIL 193
b).3. Caracteres
Durante lavigencia del Código Civil deVélez se han enunciado los siguientes
caracteres de la cláusula penal, los que pueden considerarse mantenidos en el
ordenamiento vigente: es accesoria, pues su existencia depende de la obligación
principal, cuya nulidad o extinción acarrea la de la accesoria; condicional, está
sometida a la condición suspensiva de carácter negativo, consistente en que la
obligación principal no se cumpla por el deudor por causa imputable a él y, al
mismo tiempo, estásujeta a otracondición que depende de lavoluntad del acree-
dor: que éste opte por la cláusula penal si aún es posible el cumplimiento especi-
fico, porque si no lo fuera, s610 podría reclamar esta última; subsidiaria, porque
reemplaza la prestación principal no cumplida, no resultando acumulable con
ella conforme surge del nuevo art. 797, análogo al anterior 659 laparte del Cód.
Civil. Ello, salvo que se hubiera pactado la pena por el simple retardo o cuando se
estipuló que por el pago de la pena no se entiende extinguida la obligación prin-
cipal; defiizitiua, porque a diferencia de las astreintes, ante el incumplimiento del
deudor la cláusula penal se hace exigible y aquél debe pagarla, sin poder negarse
una cláusula venai aicanza a uncaso o no. debe entenderse oue nolohace; si !a uena Fue establecida
r4 al más grave de aqiiéllos cnire los que se duda; si comprende o no el incumplimiento inculpabie,
La respuesta es negariva.
(168) Por ejemplo, se ha dispuesto que "no se debe !a clánsuta penal si el vendedor incurnplió
la obligación de entregar porque un tercero ocupó iiegítimamente el inmueble (CNCiv., sala G,
7/5/1906, "Russo, Francisco c. Ber Natarius Jaiine'; LA LEY 1987-A, 181). o si la escriniración se vio
demorada por In traba de una inhibición ordenada desde un proceso penal de! cual el vcnciedor iue
finalmente absuelto (CNCiv, sala R. 25/6/1981, "Mudrik C.. Briñon: ED, 941640, aunque en eslc úl-
timo caso, la solución fue errónea porque el vendedor había sido notificado d e . u i ~embargo un día
antes de aue se hubiera firmado el bolero. Casos citados uoi I < r i ~ l . i s ~ . ~ ~ue~ rCARuiCCr.
sii AioA., en
LA KCSI'ONSABILIDAD CIVIL 195
sentido o disposición legal que la autoriza. En cambio, por los distintos fines
que cumplen, no resultan acumulables a las astreintes ni a las multas por incon-
ducta procesal("0). La doctrina y jurisprudencia elaboradas durante la vigencia
del Código derogado advertían una serie de supuestos que, entendemos, deben
continuar considerándose como excepciones al principio de la cláusula penal
como topeindemnizatorio, sino que en estos casos, el deudor debe reparar todo
el daño producido al acreedor aun cuando éste sobrepase a1 numkicamente
prefijado.
El art. 793 del CCyCN establece que
"La pena o multa impuesta en la obligacibn entra en lugar de la indemnizaciónde los
danos cuando el deudor se constituyó en mora; y el acreedor no tiene derecho a otra
iiidemnización, aunque pruebe que la pena no es reparación culiciente':
La redacción, casi idéntica a la del anterior art. 655 del Código derogado,
permite establecer que cabiía extender el reclamo a la reparación integral -en
exceso de lo pactado en la cláusula penal- en los siguientes casos: iiicumpli-
iento doloso -no se considera admisible que el deudor pueda invocar la cláu-
sula penal para disminuir la responsabilidad por el daño que él mismo ha oca-
ionado deliberadamente con S; inejecuciónfi7l)-; cláusulas penales ínfimas o
risorias, claramente inferiores al perjuicio provocado, loqueles restaría eficacia
atentaría contra el propósito resarcitorio &l instituto y supuestos de daños a la
idad física de las peisonas. En estos supuestos nace para el acreedor un de-
de opción: o reclama la cláusula penal sin necesidad de probai los daños,
anda la ieparación de los daños y perjuicios por los principios comunes de
la responsabilidad civil("z).
A estos supuestos debemos agregar la previsión del art. 1747, CCyCN, que
dmite la acumulabilidad del daño moratorio, en su caso a la cláusula penal
ompensatoria, sin perjuicio de las facultades de mori
caso de acumulación abusiva.
, BUERBS,ALBERTOT. - HIGIITON,
A ~ D ACn
(170) K B M E L M A ~ E R DCARLUCCI,
~ ..., cit.,
ELENAl., Códigi~
t. 2-A, p. 553, cita un caso que adopta temperamento contrario; se reclamaba la exigiliiiidad de una
cliusrila pcnnlprevistaporlaiiolaciúndeuna obligación deno establecer otro fondo decomercioen
Competencia con el negocio vendido y el tribunal aplicó una sanción procesal del 20 % delvalor del
juicio a surgir dc la liquidaci6n a practicarse, además de la pena pactada (CNCom., sala A., "Piñeiro
C.Perrone: LA LEY 1986-C, 92).
11711 BUS~AMANTD AI.SINA,IOROE, Teoría ene eral..., cit., p. 206, con citas de Demomie, Planiol,
tintos tipos de plazo, según lo prevé el nuevo art. 886 y siguientes, que establecen
el principio general de mora ex re por el sólo transcurso del tiempo fijado para el
cun~plimieiltode la obligación y las excepciones del arl. 887 para las obligaciones
a plazo tácito -en las que se debe interpelar- e intedeterminado -sujetas a fi-
jación judicial-. En consecuencia, la exigibilidad de la cláusula penal nos remite
a las normas generales de constitución en mora.
b).7. ~ n k t a b i l i d a drelativa
Cnnio hemos visto, uno de los caracteres de lacláusula penal es su inmutabi-
lidud, cuyo motivo radica, por un lado, en evitar en el futuro toda cuestión'sob~:e
la existencia y monto de los daños, lo que se vería perrnrbado si fuese posible
alterarla modificando su monto; por el otro, se trata de reafirmar el principio de
respeto a la voluntad de las partes, libremente expresada en el acuerdo, lo que
incluye las penalidades convenidas para el caso de incumplimiento. El Cód. Civil
derogado en sil redacción primitiva, consagró en términos enfáticos la inmutabi-
lidad de la cláusula penal, tanto a favor del deudor como del acreedor, con base
axiológica en la voluntad de los contratantes. Esto fue modificado por la reforma
de la ley 17.711, que incluyó un segundo párrafo al art. 656 del Código deroga-
do, autorizando la facultad de morigeración judicial, aunque la jurisprudencia al
aplicar la norma, lo ha hecho con suma prudencia y criterio restrictivo, interv-
niendo sólo cuando se advirtiera un aprovechamiento abusivo de la situación del
deudor, provocando un verdadero desequilibrio entre la importancia de la pena
y la conducta dei iilcumpiidor("~. Este segundo párrafo resultaba congruente
con el principio de la lesión subjetiva legislada en el, también reformado, art. 954
ahora derogado.
El CCyCN mantiene la regulación prevista en el art. 656 derogado, con la
única modificación del tiempo verbal "lia sufrido" por "sufrió- Dice el art. 794,
CCyCN, bajo el rótulo "Ejecución":
"Para pedirla pena, el acreedor no está obligado aprobar que hasufridoperjuicios,ni
el deudor puede eximirse de satisfacerla, acreditando que el acreedor no sufrió per-
juicio algirno. Los jiieces pueden reducir las penas cuando su monto desproporcio-
nado con la gravedad de La falta que sancionan, habida cuenta delvalor de las presta-
ciones y demás circunstancias del caso, configuranun abusivo aprovechamiento de
la situación del deudor'!
En tal sentido debe tenerse en cuenta que, de acuerdo a lo previsto en el
art. 332 del CCyCN, el vicio de lesión subjetiva se presume iuris tantlcm en caso
de existir desproporción notable entre las prestaciones, de modo que en tales
casos estará a cargo del acreedor la prueba de 12 inexistencia de dicho aprove-
chamiento para evitar la nulidad parcial que motiva la reducción de la pena.
Son pautas para la determinación del exceso: la gravedad de la falta sancionada
-será considerado "grave" el supuesto de inejecución dolosa-; el valor de las
prestaciones y el dañq sufrido -la valorización depende de las circunstancias
del caso, por ej., si el comprador gozó o no de la posesión del inmueble en caso
de no escrituración, si pudo o no resolver rápidamente el vínculo contractual, si
(173) CNCiv, sala C, 2811 111991,"Gridel Rita c. C:aicía y oiios': LA LEY 1992-11,575; CNCoiii., sala
R,221711991, "Roteda José C. ASorleSX 1.A LEY 1991-E, 392, enlre inuchos otros citados por I<BMPL-
eri BUCRGS,ALBERTO 1. - HIGH'ION,ELENAE., Código...,cir., t. 2-A, p. 560.
M A J E I ~DE C A ~ U C CAÍDA..
I,
LA I1lSI'ONSARILl~AD CIVIL 197
demnizarse el daño emergente y el lucro cesante; los daños deben ser estima-
dos --ualuados- al momento de la sentencia; deben fijarse intereses sobre la
indemnización -agregamos, con origen en el momento del evento dañoso-;
debe comprender la reparación del daño futuro y de la p6rdida de cliances; la
indeninización no debe ser inferior ni superior al perjuicio y la apreciación debe
formiilarse en concreto.
Por nuestra parte agregamos que, luego de su ualuución o cuant@cación
--que, coincidimos, debe efectuarse al momento de la sentencia- y teniendo
eii cuenta que desde ese momento hasta la efectiva percepción por el afectado
puede transcurrir un lapso significativo, la liquidaciún("" de la deuda indemni-
zatoria debe ser muy cercana -si es posible coincidente- con el momento del
cumplimiento, especialmente teniendo en cuenta que la obligación de reparar
el dafio es, según la opinión generalizada de la doctrina y jurisprudencia, una
obligación de ualor.
En tal sentido, debe tenerse presente la normativa que rige el proceso de
daños en el que, luego de una etapa de conociniiento -demanda, contestación,
prueba y alegatos- desemboca en una sentencia definitiva -pronunciamien-
to firme, no susceptible de recurso alguno-. Es éste el momento en que se pro-
duce la ualuución o cuantificación, operación jurídica en la que el Magistrado,
luego de constatar si, a su criterio, se Iian reunido los requisitos de procedencia
de la reclamación de resarcimiento, determina las conductas que deberá cum-
plir forzadamente el sujeto responsable y, de tratarse de la entrega de sumas de
dinero, establecerá los montos de la reparación. Este momento puede ser -y
de hecho lo es, a raíz de la duración de los trámites procesales- diferente y a
veces muy distante en el tiempo al de la liquidación y de su cumplimiento, por
lo que las reglas de juicio o, en su defecto, ias disposiciones judiciales deben,
a nuestro criterio, asegurar que tales determinaciones se produzcan sin dila-
ciones que, de verificarse, atentarán contra la integridad de la indemnización,
violando de tal forma el derecho coi~stitucionala obtener "un completo y cabal
re~arcirniento"('~@).
En el orden de la justicia ilacional y federal corresponde tener presente lo
regulado en el Código Procesal Civil y Comercial de la Nación. El art. 165 regula
el marco del monto de la condena al pago de frutos, intereses, daños y perjuicios.
Establece que 1~sentencia
"...fijará su importe en cantidad líquida o establecerá las bases sobre que liaya de
hacerse la liquidaciói~.Si por no haber hecho las partes esiimación de los frutos o
intereses, no fuese l~osiblelo uno n i lo otro, se los determinará en proceso sumarí-
simo...".
(181) Diceii los autores que han "discutido si es necesaria clasificar el daiio patrimonial, extrapa-
irirnoiiiai o moral, distiiiguiendo distintos supuestos. pero sc ha considerado que es una tarea que
coirespoiide a la doctrina y iu jurisprudencia. ya que una norma general no podría dar cuenta de la
enormevariedad de casos que se presenlan".
para cada uno de los supuestos de daño, a saber: fallecimiento de una perso-
na humana, lesiones o incapacidad física o psíquica e intereses, sitiraciones que
brevemente explicaremos:
(182) CS, Wllos: 31fi:912; 317:7'28, 1006, 1921; 320:536 y 3221393; 323:3614; 324:1253y2972 32.51
156; 329:4944. No obstante, cabe corisignai que aigiind antigua jurisprudencia -y doctrina- ha ad-
herido a una concepción que asigna a la vida humana un valor económico por simisma. Esto liene
algunas consecuencias prácticas como la innecesaricdad de probar daño alguno porque éste existiría
en cualquier caso, por lo menos en uri rninimum, aún cuando la iicliina fuera toiaimente impi-oduc-
liva (v. gr.; CCiv y Com., Córdoba, en pleno, 19/12/1969,"Zitelli, losé c. Lowe, Dieto': JA 6-1970-687).
(185) CNCiv., sala J, 28/11/2013. en autos "Nogiieiia, María Nataiia c.,Trenes de Biienos Aires g
olros s/dnños y perjuicios'!
(184) El CCsCN cambia la enniesión "necesario "ara la sobsistcncia de Iaviiida c hiios deimiierto"
miteniáticas previstas eii ei art. 1746 para ias iesioncs qiic provocan incapacidad pennanciite. prie-
presume que los nombrados en este inciso eran quienes efectivamente depen-
dían econóiniqamente del muerto, recayendo sobre el demandado la prueba de
que la víctima'iio trabajaba, que no aportaba al hogar, que representaba una
carga económica o que los beneficiados por la presunción de daño iio recibían
en concreto la ayuda y asistencia material. Si se tratara de otras personas -hi-
jos mayores, ascendieiites- deben acreditar que han sido perjudicados por la
muerte y en qué medida lo Iian sido, no surgiendo presunción alguna a su favor.
c) La pérdida de la chance de ayuda futura coino consecueiicia de la muerte
de los hijos, derecho que rambién corresponde a quien tenga la guarda del me-
nor fallecido. Esta hipótesis presume la pérdida de chance de asistencia mate-
rial y espiritual en la ancianidad y en caso de necesidad de los padres, debiendo
nderse a la distinta situación vivencia1 -hijo pequeño es distinto a quien está
llegar a la mayoría de edad- de cada uno de ellos.
Asimismo, el art. 1741, CCyCN, reconoce la procedencia de la reparación del
ño moral. Si del hecho dañoso resultara la muerte -se equipara el caso de
n incapacidad- se reconoce acción para reclamar a titulo personal y según
circunstancias, a los ascendientes, los descendientes, el cónyuge y quienes
nvivían con el fallecido, recibiendo trato familiar ostensible. En el párrafo final
esta norma se establecen pautas para la fijación de la indemnización, pon-
rando las satisfacciones sustitutivas y compensatorias que pueden procurar las
reconocidas. La legitimación que reconoce esta norma es más amplia que
blecida por el Cód. Civil derogado(I8" y se incluye el caso de gran inca-
ad -v.gr., el damnificado que permanece en estado vegetativo-. Volve-
os sobre el punto al analizar el daño a intereses extrapatrimoniales, lugar e11
1 que explicaremos la referencia a las deiioininadas satisfaccionessustitutivas y
den scr de utilidad para ser aplicadas al caso de fallecimiento,pero, como la Corte Suprema la dicho
n 'hróstegui" ("Aróstegui,Pablo Martín c. Omega ART y Pametal Peluso y Cía. SRI. s/Acc. Trabajo,
ciónciW1: del 81412008"). no consrituyen más que un "punto de partida" para la determinación del
onio indemnizatorio.La Corte disouso 4uc, . vara
. evaluar el resarcimiento oleiio del daño fundado
vii VIiiiir~Ii<i civil que ~p.,.lc<.ciii> truli;l~;i<li>i>i.tiiii;i .i<~ ,.ti .t.,¡ ICIIIC ,lvl i1.41z.8 < ) l i i >L d<1~<.~1
iql~r.tr
IJ> !..rri:iil., i~i.ii~iii.it:i.i,. o i . . t i i;?!i.iii\l i , . i i i ~ i i.% . i i i : ! ~ ,-.'.n !.:> u:,I'i:iii.,.i.:i.i.., ..,i.i,
L i s ,le lil 1.1.) <I<.Ii,, ,,;,,i <¡l.! / 1<111,< i l <l,,r
-.1111,.i,!.li .
I l l<lllli.i..l 111 i I .:t I i :111111 2 ll.i<l<ll!liill.
1 , , l < Vi',
emoleada oor aleunas Salas de la Cdmara Nacional de Aoelaciones d?iTiabaio. oor la cual e1 mon
año anterrol al hecho v oue devSiis.kdo iin interks ouio, se amoitice rii ?l ociiodo oue abaira de3
-
~ccidented e ~ r a h a i n- Acci6n Civil'! fallo del 16 de lunio de 1988.
modo que sus renias cubran la disminución de la aptitud del damnificado para rea-
lizar actividades productivas o económicamentevaloiablesy que se agote al término
del plazo en que razonablementepudo caiitiniiar realizando tales actividades. Se pre-
sumen los gastos médicos, farmacéiiticos y por transporte que resnlcaii razonables en
fiin(:ióri de la índole de las lesiones o la incapacidad. En el supuesto de incapacidad
permanente se debe iiidemnizar el daño aunque el damnificado continúe ejerciendo
una tarea remunerada. Esta indemnización procede aun cuando otra persona deba
prestar alimentos al daninificado'!
El texto reemplaza al art. 1086 del Cód. Civil derogado y contempla el dafio
patrimonial por incapacidad permanente, física o psíquica, total o parcial., si-
guiendo el criterio amplio aceptado por doctrina y jurisprudencia respecto de
toda alteración desfavorable el ejercicio de las potencialidades humanas en ple-
nitud o incapacidad o daño a la salud. En ese caso, el valor indemnizable es la
afectación o modificación desfavorable al potencial que posee la persona huma-
na para producir ganancias, pero no sólo comprende las efectivas y concretas
que ha dejado de percibir, sino también incluye la afectación vital de la persona
en su desarrollo individual y social.
En tal sentido, sólo a titulo de ejemplos, corresponde citar los siguientes ca-
sos de alteración, minoración, detrimento o supresión de: capacidad laboral o
productiva, que repercute en la pérdida de ingresos o ganancias o rentas espe-
cíficas, lo que se mide en función de la cuantía de los sueldos o ingresos, la edad
y vida útil restante, las relaciones de familia y sociales, etc.; la capacidad vital o
la aptitud y potencialidad genérica, que no es estrictamente laboral y recae en la
idoneidad intrínseca del sujeto para trabajar, lo que todas las personas poseen
en potencia, por lo que la prueba eii contrario recae sobre la persona que alega
que no existe; el daño a la vida de relación o la actividad social, cultural y depor-
tiva, lo que implica una consiguiente frustración del desarrollo pleno de la vida;
cualquier otro detrimento que afecte a la integridad psicofisica, incluidos los de-
nominados "nuevos daños" (al proyecto de vida, el daño biológico, el daño a la
integridad sexual, la invasión a la intimidad), que si bien podemos autonomizar
conceptualmente, desde el punto de vista jurídico no son más que descripciones
de situaciones de hecho particulares, que desembocan necesariamente en el re-
conocimiento de un daño patrimonial o moral.
La incapacidad, en tanto secuela o disminución física o psíquica, puede ser
transitoria o definitiua, según que dure remporariarnente porque, transcurrido
cierto período de curación, desaparece o remite o que esto no suceda y la mi-
noración se proyecte hacia el final de al vida de la víctima; esta situación es di-
ferente del lucro cesante derivado de la misma, que consiste en el resarcimiento
de las ganancias dejadas de percibir durante el tiempo que baya demandado la
curación de la víctima(i87).
El CCyCN introduce la referencia a una pauta objetiva para lavaloración de
las lesiones e incapacidad -que algunos sugieren que podría aplicarse a los da-
ños por fallecimiento- que radica en un criterio matemático de ponderación
para determinar una suma global definitiva a título de capital que, invertido
adecuadamente, produzca una renta o ganancia que le permita al damnificado
LA RESPONSABII.II>AD CIVIL
(188) CS, 28/4/98, "Zacarius, Claudio 1.1. c. Provincia de Córdoba y otros: 1A 1999-1.361; "Morales,
María B. c. Provincia de Buenos Aires: JA 1992-lV-fi24;CNCiv., sala D, 11/3/2002, "HMDF y OSOS c.
Arcos Dorados SA': RCyC, 2003-83; ídem, sala F, 30/9/2003, "Busema, Gustavo c. Digigllo, Sergio': 1A
2004-1-226,entre otros.
(1891 Debemos recordar niiesu.a o ~ i n i 6 nseaiin la cual en caso de incumplimieilto la prestación
El CCyCN establece una regla general -la del art. 1747- que consolida
la mentada imificación de las dos esferas de responsabilidad, pero establece
una regulación especial para el incumplimiento de las obligaciones en gene-
ral -arts. 730 inc. c y 955- y, particularmente, las derivadas de los contratos
-ayt. 1082-. En este sentido, establece el distingo entre daño moratorio y com-
pensatorio que es propio del ámbito obligacional, según que se trate del incum-
plimiento total y definitivo de la prestación situación en la que, como vemos, la
Reforma admite la existencia de una mera mutación en el objeto, supuesto dis-
tinto del daño derivado del retardo de la obligación. La solución legal, en defini-
tiva, puede sintetizarse de la sigiiiente
a) la indemnización por daños compc.nsatorios no puede acilmularse a la eje-
cución efectiva de la prestación, porque son incompatibles: la indemniza-
ción compensatoria sustituye a la original.
h) en caso de inejecución total y definitiva de la prestación por causas atribui-
ble~al deudor, éste debe el valor de la prestación frustrada -equivalente di-
nerario o id quod interest- más los daños derivados del incumplimiento o
daños compensatorios.
c) el daño moratorio es acumulable a la indemnización por la prestación prin-
cipal, generalmente mediante el pago de intereses, precisamente a partir de
la constitución en mora, sea ésta automática o mediante interpelación.
d) en el ámbito extracontractual, el daño compensatorio es el perjuicio principal
a resarcir -el valor de la incapacidad psicofísica o de la cosa dañada- y el
moratorio es el que se deriva de la mora i? retardo en su pago -también se
traduce en los intereses adeudados durante la tardanza y a partir de que se
produjo cada pequicio.
e) el límite de la acumulabilidad de los distintos tipos de daños aparece hacia el
final del art. 1747, CCSCN, que reitera las hipótesis ya vistas en otras normas
(arts. 10,961,965,771,793, 1714 y 1715, CCyCN) en cuanto a la prevención
del abuso del derecho y la reafirmación de las facultades morigeradoras del
Juez.
9.6.4. Intereses
El art. 1748, CCyCN, determiila desde cuándo se deben los intereses mora-
torios(ln)en el caso de responsabilidad extracontractual, estableciendo que "co-
mienza desde que se produce cada perjuicio"('92).En el ámbito obiigacional rige
el acuerdo de partes o, respecto de los intereses moratorios, desde la [echa de la
mora.
deudai La concreta refqeiicia a la mutación en el objeto que establece el art. 955, CCyCN, implica ia
adhesión a ia posnira a la que hemos adherido.
p. 309.
(197) CNCom., sala C. 29/3/1994, '%Ibade Pereira, Victorina c. Morán': caso del choque entre dos
veliiculas en que el responsable Iiabia actuada con cuma imprudencia y producido graves lesiones.
ndientes a eliminar o atenuar aquellas sensaciones dolorosas que antes reci-
ó, de modo deygrar un nuevo equilibrio('gD).
En tal sentido, el nuevo art. 1741, CCyCN, dice:
"Está legitimado para reclamar la indemnización de las consecuencias no patrimo-
niales el damniricado directo. Si del hecho resulta su muerte o sufre gran discapaci-
dad también tienen legitimación a título personal, según las circunstancias, los as-
cendientes, los descendientes, el cónyuge y quienes convivían con aquél recibiendo
trato familiar ostensible. La acción sólo se transmite a los sucesores universales del
itimado si es interpuesta por éste. El monto de la indemnización debe fijarse pon-
ando las satisfaccionessustihitivas y compensatorias que pueden procurar las su-
s reconocidas'!
a superación del concepto limitado de "precio del dolor: lleva al legislador
erirse expresamente al fundamento de la sanción, a la que describe como
cciones suslitutiuas y compensatorias. Se ha dicho que esto implica tanto
aceptar que lo resarcible es el "precio del con su el^"(^^^^. Esto consiste en
ocurar la mitigación del dolor de la víctima a través de1 dinero, como vehículo
ra acceder a gratificaciones viables, confortando el padecimiento con bienes
os para consolarlo, o sea para proporcionarle alegría, gozo, descanso de la
alivio(2o0).
La Corte Suprema ha dicho que mediante la entrega de la suma
ero impuesta en la condena por daño moral se permite a la víctima "obte-
atisfacción, goces y distracciones para restablecer el equilibrio en los bienes
patrimoniales"(20')En definitiva, se trata de destinar el dinero a la compra
ienes o la realización de actividades recreativas, sociales, de esparcimiento,
le confieran al damnificado consuelo, deleites, satisfacciones que resultarán
pensaciones sustitutivas del padecimiento, dolor o sufrimiento.
das a personas de bajos recursos, por lo que se supone uri inayor grado de incideiicia del incumpli.
miento sobre el Aninio del oeriudicado.
. .
l .1 : l i . n , 1 : 1 ' 2- 11 1 I r5 .c 1l . 1 l 1l . l . 821.
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<.K H ',LO7 l>t..\c IIoii<o!l~iiiadl.\I.F\ ?<,,il l<.1%!l.
12041 Existe abundante iuris~rudenciae n casos de desoido incausado, cuando se constatan "ex
10.1. Funciones
La relación de causalidad cumple una doble función en la responsabilidad
(207) Así, puede existir nexo de causalidad sin que exista criipabilidad: por ej., el ddíio causa-
por una persona privada de razón. Pucde existir también causalidhd siii iiicitu& como ocurre
Coi1 el daño causado en legíiirna. defensa o estado de iiecrsidad, y puede haber culpabilidad sil1
causdiidad. Por ejrmpio, el caso de quien queriendo matar a una persona le pioparcionaveneIio.
Peroiavictiina muere ames de que ci iiiisrna h a ~ cfccto
d por si: asesinado de un disparopor otra
N n ~ ú hD.
(209) PI~APRO, ; -VALLESPINOS. G.,Insiitr~ciones..., cit., t. 2, p. 98.
CARLOS
LA RESPONSABILIDAD CIVIL 21 1
eoría resulta contradictoria por cuanto si se dice que la causa es la suma de todas
condiciones, luego no puede afirmarse que cada parte (condición) sea equi-
.
ente al todo (causa) Y es asimismo injusta por cuanto por mínima que sea
a participación de una condición en el resultado dañoso, es equiparada al resto
e las condiciones a los fines de la atribución de responsabilidad. En la doctri-
a clásica, se ejemplificaba con el caso del sastre que se retrasa unos días en la
ntrega del traje encargado por el cliente, y que por ello es responsabilizado por
accidente de tránsito sufrido éste cuando regresa de su taller. Ello, con el sólo
rgumento de que si el retraso no hubiera sucedido, el cliente no hubiera sido
tropellado cuando fue a retirar el traje. O hien, con el caso de quien causa a otro
na herida leve, lo que motiva la necesidad de recibir atención deprimeros aux-
os en la guardia de un hospital, pero por falta de higiene contrae una infección
spitalaria que le ocasiona la muerte.
210) Siguiendo con el anterioi ejemplo, suprimida la invitación al campo de goli, la iesióii nohu-
hiera sucedido, por lo cual la InMiaciún es consi<leradacaiisa del daño.
ter de causa, aquella condición necesaria que según el curso natural y ordinario
de las cosas, resulte idónea o adecuada para producir el resultado. Es decir, sólo
son tomadas en cuenta las condiciones o situaciones en las que el resultado re-
sulta probable, con un criterio de previsibilidad basado en la experiencia de lo
que normalmente sucede, o es verosímil estadísticamente.
Se ha dicho que esta teoria es la más justa, por cuanto toma en cuenta la
condición humana cuya nota distintiva es la aptitud para prever los sucesos que
se dan regularmente. A los fines de determinar cuál es la causa del daño el juez
realizará ex post facto, un juicio de previsibilidad en abstracto a los fines de de-
terminar si tal acción u omisión era idónea para producir normalmente el re-
sultado que prodiijo. Por ello, se dice que es abstracto, por cuanto se prescinde
de lo realmente ocurrido en el caso concreto, a los efectos de asignar el carácter
de causa sólo a la que lo produce normalmente(2"). Y también es abstracto, por
cuanto se hace en función de lo que hipotéticamente un hombre medio, dotado
de inteligencia normal hubiese podido prever como resultado de la acción en el
momento del hecho, y sin que se tomen en cuenta las condiciones personales
del agente Las restantes condiciones que normalmente no producen ese efecto,
son descartadas del concepto de causa; y asimismo nada impide que las causas
adecuadas sean varias, es decir que existan concausas. El Cód. Civil derogado
adoptaba implícitamente la teoria de la causalidad adecuada, interpretando la
doctrina que ello era aplicable para ambas órbitas de responsabilidad, sea con-
tractual o extracontractual.
(212) WIERZBA, SANDRAM., Manual de obligaciones civiles y comerciales, segun el nuevo C6digo
Ci¿,ilyCome~ciuldcla Nacidn, Abeledo-Pcrrpr, Rs. As., 2015.. p. 311. La autora explica que si bien po-
dría argumentarse que ei nuevo regimen icgal supone un recorre en materia de indemnizaciones en
medida en que a diferencia de lo que sucedía en d C6d. Civil derogado ya no resultanindemniza-
les las consecuencias casuales en el supuesto de ilícitos dolasos, en id práctica la distincióri entre
S consecuencias mediaras y casuales fue siempre dihisa de modo cal que no se observa un cambio
a partir de la letra del CCyCN.
Si hubo dolo, también al momento
a) Orbita obligacional
Al existir una obligación previa cuyo incumplimien?~ puede gerierar respon-
sabilidad para el deudor, el caso fortuito o fuerza mayor opera extinguiendo la
rbita extracontractual
En la órbita extracontractual o uquiliana, el caso fortuito actúa como exi-
mente de responsabilidad por obstar a la configuración de la relación de cau-
alidad que debe necesariamente y como presupuesto elemental, existir entre
la conducta antijuridica y el resultado dañoso. El daño, proviene en verdad del
caso fortuito que es su verdadera causa generadora. A modo de ejemplo, damos
el caso del vehículo que estando detenido ante la senda peatonal resulta em-
bestido violentamente desde atrás por otro rodado, a raíz de lo cual es desplaza-
do violentamente hacia delante y de esa forma lesiona a un peatón que cruzaba
correctamente.
d) Casuistica
-*do que no era ilidispensable quc la coiidiicta dei teicero presentara los caracteres úei caso ftirtuiro
que opere la exirnentc, siciido suficieiite a tales fines con Que ei Liecho no fuera imuutablr a la
'1 nmisi6n del deiiiaiidadi>,riebierido dicha prueba ser aportada por e! mismo y valorada en
''cta.
---
1.A RESPONSABILIDAD CIVIL 225
(231)BUSTAMANTBA L S I N AJORGE,
, Tkoríageweral de la responsabilidad civil, 9r ed. ampliada y ac-
tualizada, i\ueiedu-Perrot, 3s. As., 1997, p. 382.
(232)VÁzyii~zF ~ n ~ n u nRossR~<>,
n, Responuibilidudpoi.daños. Elemento* Depalma, 1993, ps. 207
Otra ~ p i n i ó n r --que
~ ~ ~ )coinpartimos- ha venido sosteniendo que la res-
ponsabilidad objetiva no puede ser considerada en modo alguno excepcional y
que se eiicuenira en el mismo plano de jerarquía cualitativa que la subjetiva. Se
argumenta que la culpa ha dejado de ser el epicentro del sistema y por el contra-
rio desde una perspecfiva cuantitativa, los casos en los que se tiene en cuenta a
la colpa son cada vez más reducidos, en tanto que la responsabilidad objetiva ha
ido ocupando cada vez un lugar más importante y los supuestos más relevantes
de responsabilidad civil, tanto en la órbita contractual como extracontractual,
encuadran actualmente bajo la esfera de aplicación de los factores objetivos.
Por tal motivo, se postula una interpretacibn amplia y flexible de las normas que
consagran responsabilidades objetivas, que permita a los jueces adecuarse a las
nuevas hipótesis de daño que a diario se suscitan, y les autorice a formular inter-
pretaciones extensivas.
Frente a la redaccióli del párrafo final del art. 1721 del CCyCN, se ha sos-
tenido que el nuevo cuerpo legal no establece gradaciones o jerarquías de los
factores de atribución, los que gozande igual importancia cualitativa, siendo que
en la práctica los supuestos fácticos de responsabilidad objetiva, sor1 cuarltitati-
vamente mayores. La colpa reviste el carácter de norma de clausura o factor resi-
dual, pero únicamente en caso de silencio y laguna normativa sobre el factor de
atribución aplicable al Ello no impide que pueda aplicarse por analogía
un [actor objetivo de atribución, toda vez que se entiende que si se presenta un
supuesto en que hay una cosa riesgosa o una actividad riesgosa, nada impide la
aplicación de la analogía porque ello implica definir iin supuesto de hecho simi-
lar al contemplado en la nornia. En cambio cuando hay una laguna, es decir no
hay ninguna norma ni es posible la aplicación analógica, rige la ~ u l p a ( ~ ~ ~ 1 .
Por nuestra parte, compartimos la idea que postula Bueres hace muchos
años. iVo hay relación de jerarquia entre los factores objetivos y subjetivos. En
efecto, existe paridad desde el punto de vista cualitativo entre los diversos cri-
terios de imputación. Además, en los Fundainentos del Proyecto, se agrega que
10s factores objetivos son mencionados eii primer lugar por ser mayoritarios en
cantidad. Con estos contenidos parece que el Código ha suprimido la regla y la
excepción en la materia. Los factores objetivos surgen de la ley con amplitud,
vale decir, que no son específicos y restrictivos como pensaban los culpabilis-
tas defensores de la regla de la culpay la excepción del riesgo. Es más; los factores
objetivos pueden extraerse por interpretación extensiva y analógica. Por tanto,
(233) BuEREs, AIBBRTOJ., ''Uilpa y riesgo, Sus dinbitos': Revista dc Derecha de Daños. 2006.3,
"Creacibir de Riesgo'; Rubirizul-Culzoiii,Canta Fe; PIZARRO, RAMÓND. - VALLESPINOS. CARLOS G., Iru-
litllcionils.... cir.. t. 2, p. 576 citaiido a Uiieies, Mosset INrraspe, I<einelmajer de Carlucci, Loienzctti
y otros.
(234) G ~ ~ n bJORGE s , M., en LORBNZS1T1, RICARDOL. (dir.) - DE LORENZO, MIGIJELF. - LOKENZET-
TI, PARLO (<:oords.),Código C i ~ i l y Con~e~.ciulde la Nacidn, comentado, t. S, Rubinzai-Culzoni, 10 ed.
encuadernada, p. 385.
(235) En los Fundamentos del Airteproyecro se explica "que no hay una jerarquía ordenada legal-
mente entre ellos. Si11embargo, no sc puede igiiurar la pdctica jtlrisprudencial que reveia que la ma-
yoría de los casos tiene relación con factores objetivos, y por esa razón se los regula en primer Lugar,
s i ~ i i oclaro del cambio de los ticmoos:! Es distinto el suoiiesto cil aue no hubiera ninmina iirevisidn
todo es responsabilidad objetiva salvo cuando haya una laguna que resulte im-
posible de suplir, en cuyo caso surge la culpa de manera residual, que no es lo
mismo que ésta venga a ser la norma de cierre del sistema(23@.
-
en el art. 16'3 inc. S.
(240) ü r ~ D 6 sloRGc
. M., en Código Civil.., cit., t. 8, ps. 508 a 512.
el que el transportista no responde por pérdidas o daños por objetos de valor
e~traordinario~que el pasajero lleva consigo y no los declaró (art. 1294, CCyCN).
En cuanto a la dispensa total o excluyente, no esválida la que contradice las cir-
cunstancias invalidantes legales de la dispensa. De tal modo, no se admite la li-
beración de culpa en caso de daño a la integridad física o psíquica, salvo que se
trate de bienes disponibles (art. 1720).Y en materia de derechos indisponibles,
no son válidas las cláusulas limitativas de responsabilidad del transportista de
ersonas por muerte o daños corporales (art. 1291). En los contratos celebra-
os por adhesión a cláusulas generales predispuestas, rige lo establecido por
art. 988 del CCyCN. Tampoco es admisible la dispensa anticipada de culpa
grave, que se equipara al dolo("')).
El texto legal reproduce así en esencia al art. 512 del Cód. Civil derogado, que
mereciera fundados elogios de la doctrina por dar a los jueces las pautas con-
cretas verdadeí5mente Útiles y prácticas para a tener en cuenta a los fines de la
apreciación de la culpa en el caso particular. En el texto derogado, la norma, de-
finía a la culpa para la órbita contractual pero era válida para ambas órbitas de la
resvonsabilidad, atento el carácter unitario que reviste el concepto de culpa. Co-
rrigiendo la criticada expresión "diligencias" delviejo texto, en su lugar emplea el
término "dili~enciadebida" que alude m&scorrectamente a la conducta que es
exigible del deudor, y no a la idea de trámites a la que la expresión en plural de la
expwsión podía aludir.
La culpa se caracteriza fundamentalmente por dos notas negativas: por un
lado la carencia de diligencia, que es la falta de cuidado u omisión de cierta ac-
tividad exigible. Y por otro lado, la carencia de malicia. El agente quiere el acto
que realiza, que como hemos visto es voluntario, pero no quiere el daño. Por tal
razón, su conducta es menos reprochable que el dolo.
Recogiendo las enseñanzas de la doctrina en la materia, el texto legal esta-
blece las diveisas manifestaciones o versiones posibles que puede tener la culpa:
a) Negligencia. Es la omisión de cierta actividad por parte del agente, que hu-
biera permitido evitar el daño. Es no prever lo previsible o aún habiéndulo
previsto, no adoptar las medidas necesarias para evitar el daño. El sujeto
hace menos de lo debido. Por ejemplo: se deja abierta una llave de gas o se
deja el auto estacionado con las llaves puestas.
b) Imprudencia. Es un accionar excesivo,precipitado, irreflexivo sin prever las
consecuencias que de ello se pueden seguir razonablemente. El sujeto hace
más de lo que debía hacer. Por ejemplo, circular a velocidad excesiva.
c) Impericia en el arte o profesión. El sujeto carece de la capacidad técni-
ca o conocimientos necesarios para el ejercicio de una profesión, activi-
dad o arte. Por ejemplo, por un error de cálculo del ingeniero, peligra una
construcción.
2-1 1 \ t i 1 Iri'ci .\iiii o . ! .\:.::u CJ;, , I I ! . l CJI.,, , .\u SS> I ~ ~ ~ I W I I I ~I I~~ \, ,I. . l t ~ ~ ~ l ~ ~ ~ l ~ l ~
%
el deudor ponia en sus propios negocios. Finalmente, existia la culoa levisima. ciivo . . era
. arauetioo
un superhombre. un muy bixcri padre de fainiiia, comparado con qiien la más iníriima desatención
significaba ciilpa. En lanotaal art. 512seagrcgabaquelas diversas culpas se asignabansegúnei pro-
vecho obtenido por el deudor en ia ejecución delconuato. Si la utilidad era comúnpara el deudor v
acreedor, se rcspoiuiia por la culpa leve y por la grave. Si la utilidad era exclusiva para el acreedot el
deiidor respondía solo de la leve; y si la utilidad era sólo para el deiidor, éste respondía incluso por
la ievísima.
(245) BUERES, ALBERTO l., Derecho de Dafios, 1"ed.. Hammurabi, Bs. As., 2001, p. 346.
(246) CAI.VOCOSTA, CARI.OSA.,Derecho de lar obligaciones...,cit., t. 2, p. 318, citando a BUERES. El
autor ejernpiiiica con el caso de un médico cirujano cardiovascular que siendo pasajeroen un vuelo
internacional. en observancia de sil deber de asistencia, presta atención médica a u11 pasajero que
sufre una desc«mpensacióii ~ o una r obstriicciiii~artenai aue io coloca ?u rieseo de iiiirerte. El nro-
r - ~
fesional, valiéndose de los pibres eiementos materiales de que disponía (unakoja de afeitar y iiiia
elemental c&lu!a) logra compensar ai pasajero hasta que previo aterrizaje en ei aeropuerto de una
ciudad es trasladado a uiiceiiiro asistencia1enel que esoverado vvuesto
.. asalvo.Si bienlaconducta
del cirujano no coindice con e! patrón abstracto de coiidiicta exigible para un profesional de su care-
goi-fa,la urgencia y auseiicia de elementos con las que conlaba mi didjac circiiiisrancias concretas de
iiempo y lugar en que actud, determinan que el juezdeha tornarlas en consideración a fin devalorar
su conducta y deremiinar si la misma es o ti« reprochahie.
- --
LA RESPONSABII.IDAD CIVIL - 237
modelo objetivo, sólo que éste no es rígido o inflexible, sino que fluctúa en cada
caso. El modela comparativo de conducta, será entonces el que corresponda al
de un deudor diEgente, prudente, de la misma categoría o clase en la cual quepa
encuadrar la conducta del deudor, y que hubiera debido actuar en las mismas
circunstancias en las que actuó el agente.
El CCyCN establece asimismo en el art. 1725, ciertas reglas específicas que
ambién existían en el Cód. Civil derogado en los viejos arts. 902 y 909, las que se
tegran con el art. 1724 como parámetro a los fines de la valoración de la con-
La norma del art. 1725 establece sobre la valoración de la conducta, las
a) Deber de o b ~ acon
r p~.udenciay conocimiento: "Cuanto mayor sea el deber
brar con prudencia y pleno conocimiento de las cosa, mayor es la diligencia
'ble al agente y la ualorfición de la previsibilidad de las consecuencias... Al
al que lo hacía el derogado art. 902, esta pauta de valoración viene a significar
ue, a mayor conocimiento es dable exigir mayor diligencia y previsibilidad. Por
lo, como ejeinplificaba la doctrina clásica, a un enfermero no es posible exigir
mismo que a un médico, y a un médico especialista es dable exigirle más que a
n médico generalista. Pero la diligencia o previsibilidad exigible es la normal u
rdinaria para un patrón de médicos especialistas de nivel medio o normal, ni el
'or ni el peor de su categoríaG4!').
b) Supuestos de confianza especial: "Cuando existe una confianza especial,
e debe tener en cuenta. la naturaleza del acto y las condiciones particulares de
spartes. Para valorar la conducta, no se toma en cuenta la condición especial,
a facultad intelectual de una persona deterinlnada, a no ser en los contratos
e suponen una confianza especial entre las partes. En estos casos, se estima el
rudo de responsabilidad, por la condición especial del agente? Asimismo, y al
al que lo hacía el derogado art. 909, se establece como principio, que para
orar la conducta de los sujetos, no se toma en cuenta la condición especial o
acultad intelectual de una persona determinada, sino el modelo de diligen-
media y ordinaria. La excepción está dada por los contratos que suponen
na confianza especial entre las partes, en cuyo caso se estima el grado de res-
nsabilidad por la condición especial del agente. Ello es así, para evitar que
esté en mejor condición el ignorante, el torpe o el débil que el sabio, el hábil
el fuerte, para que a éstos se los culpe en las mismas circunstancias en que a
110s se los excuse, y que las víctimas de éstos últimos estén en mejor situa-
que las de los primeros(249). Se entiende que esta pauta no sólo se aplica
S contratos intuitu personae, sino a todos los que suponen una confianza
ecial, tales como el mandato, la sociedad, la locación de obra o de servicios;
e las pautas de los viejos arts. 902 y 909 del Cód. Civil derogado, han sido
icadas para ambas órbitas, resaltando la incidencia de la confianza nego-
(247) No obstante, eii los Pundarnentos se deja en ciaro que se asigna adicha regla, un doble campo
accibn: en ia culpa y enla causaiidad.
248) Pero destacamos quc en la valoraciónde la culpa, el juez u1,aiiza la previsibilidad de las con-
uencias por parte del sujeto oii coiicreta, y en base al niodelo decomparaciún queelabora. Ello es
rente a lo que sucede eii materia de causdlidad, en la que el juicio acerca de ia previsibilidad, es
ctuado en abstracto, cor~farrncal corso natural y oidinario de la expeiieiicia) coiifoiiile a: parj-
netro de un hombre medio dotado de inteligencia normal.
(249)B~STAMANTEALSIP:A, JORGE, Tcorfa@iierul...,Cit., p. 343.
cial y de las condiciones de las partes que fueron tenidas en cuenta al celebra
el contrato(z50).
En síntesis, y de conformidad con todo lo expuesto, a los fines de establec
la culpa de un sujeto autor de un acto ilícito o deudor de una obligación, el ju
deberá:
1) Analizará en concreto la naturaleza de la obligación y las circunstancias
las personas, el tiempo y el lugar y, teniendo en cuenta esos elementos, re
construir la conducta obrada por el sujeto.
2) Especulará en abstracto acerca del deber de obrar con prudencia y conoc
miento exigible a los sujetos en análogas circunstancias a las acontecidas
teniendo en cuenta el comportamiento de un sujeto promedio -no qu'
decir mediocre, sino que no será ni el mejor, ni el peor de la categoría en
cabría encuadrarlo según sus antecedentes personales-. La apreciaciún d
la conducta estará vinculada con el sitio en que los hechos acaecieron -
ej., no será igual la valoración que se haga respecto de un médico de
dia en un centro de salud periférico que el que corresponda a un médico
guardia en uno de alta complejidad, no será lo mismo el análisis sobre un
cirugía programada que una de urgencia, etcétera-.
3) Construirá con dichos elementos un modelo de comparación abstracto, per
hecho a la medida del caso concreto con las condiciones personales de ui
sujeto promedio que vive las circunstancias de tiempo, lugar y naturaleza de
deber que sucedieron realmente.
4) Las condiciones personales del agente deben ser tenidas en cuenta a los so
los efectos de estimar el tnayor o menor deber de previsión que permite e
mejor dominio -previsibilidad- que establece el art. 1725, CCyCN, ante
902 del Cód. Civil derogado.
5) Finalmente, confrontará el modelo idealiabstracto con el realiacaecido, d
cuya comparación resultará si el sujeto obró o no en la emergencia con 1
diligencia, prudencia o pericia que debía observar.
i~tiismocabe aclarar q
derecho civil y en penal. Lo que varia es el criterio de apreciación que en
prudencia, negligencia, impericia o inobservancia de los regla-
beres efectúa el juez penal. En efecto, el juez civil apreciará la culpa
nados, llegando iiicluso a admitir presunciones de culpa a los
de favorecer a la víctima en determinados supuestos, para que no quede un
'njusto sin reparación. E1 juez penal, en cambio, jamás presumirá la culpa
ntrario presumirá la inocencia en virtud del principio constitucional
go. La culpa penal, será apreciada por el juez con más rigor que en civil y
o de duda, siempre estará a favor de la irresponsabilidad del imp~tado(~"1.
51) CAEN%, LUIS,en CAI.V«COSTA,CARLOSA. (dit.), Código Ciuily Comercial de la Nación, Con-
ado, Comentodoy Comparado con los Cód. Ciiiil de V6lezSarsjieldy de Comercio,i. 2,Thornpso11-
tersILaLey, 2015, p. 705.
252) ALT~RINI,ATiLro A. - AMBAL,OSCARJ. - LOPEZCRBANA, ROBBRTO M., Derecho de obligacio-
W i r l « ~ D -. VALLESPINOS,
253) PIZAIIRO, CARJ.OS ..., ciL, L. 2,p. 619.
G., In~titllcione~
254) PIZARIIO,
U M Ó N D. -VALLBSPINOS, CARLOSG., Insiitucioncs...,cit., t . 2, p. 621.
240 N O R M A O. SliVESTRE (DIRECTORA)
11.9.9. Dolo
En el Cód. Civil derogado, existían tres acepciones del dolo. En el CCyCN,
como veremos a continuación subsiste11sólo dos. Las tres de la norma derogada
eran:
a) E1 dolo cono vicio de la voluntad. Es el error inducido por la otra parte que
causa la nulidad del acto, cuyo concepto surgía del art. 921 del Cód. Civil
derogado y que el actual art. 271 del CCyCN, mantiene precisando sus re-
quisitos y alcances. Su estudio corresponde a la teoría de los actos jurídicos.
b) El dolo obligacional o contractual. El art. 521 del Cód. Civil derogado, se
refería a la "inejecución maliciosa de la obligación", entendiendo la doc-
trina mayoritaria que ésta consistía en el incumplimiento deliberado o
intencional de la obligación. Era no cumplil; pudiendo hacerlo y aún sin
intención de dañar, lo que era suficiente para extender la responsabilidad
del deudor por las consecuencias mediatas. La malicia, se sostenía rnayo-
ritariamente era equivalente al dolo obligacional, y no requería además de
la intención de dañar par cuanto de exigirse dicha intención para agravar
la responsabilidad del deudor, se arribaba a la injusta solución de tratar de
igual modo al deudor que incumplía culpablemente, que al que lo hacía
deliberadamente.
C) El dolo delictual o extracontractual. Surgía del art. 1072 del Cód. Civil dero-
gado y requería de dos presupuestos. Era el acto ilicito ejecutado a sabien-
das (elemento intelectual) y con intención de dañar (elemento volitivo). Era
elemento caracterizante del delito civil, por contraposición al cuasidelito
que era el realizado con culpa. Se discutía en doctrina acerca del elemento
intelectual. Para algunos significaba que el autor era consciente de la ili-
citud de la conducta, pero la mayoría pensaba que no era necesario tener
conciencia de la antijuridicidad, y que lo determinante era la previsión del
resultado dañoso por el agente. En cuanto al elemento volitivo, el resultado
no siempre es querido con la misma intensidad, de lo que se derivan las
diversas clases de dolo:
1) El dolo directo, en el cual existe voluntad concreta de dañar, tal el caso del
que mata disparando un arma con la intención directa de matar.
2) El dolo indirecto o de consecuencias necesarias, en el cual la intención está
dirigida a otro resultado directo, pero resulta indirecto respecto de otros
daños que son consecuencia inseparable de la conducta; tal el caso de
quien queriendo matar a una persona, produce la muerte de otras por ha-
cerlo colocando una bomba que necesariamente puede matar a varios.
3) El dolo eventual, en el cual no existe voluntad concreta de dañar, pero no
se descarta que se pueda producir el daño y pese a ello sigue adelante con
la acción menospreciando la consecuencia probable. Por ejemplo, el con-
ductor que circula a velocidad muy elevada, aún imaginando que puede en
su marcha herir o matar a alguien y afronta el riesgo de que ello ocurra. En
muy delgada línea con el dolo eventual, se sitúa la culpa ~onscienteo culpa
con representación, en la cual el agente si bien se representa la posibilidad
del resultado dañoso, confía en que por pericia o buena suerte el mismo no
se producirá.
En nuestro sistema, la opinión mayoritaria de la doctrina entendia que para
e se c o n f i g ~ r adelito civil, debia existir dolo directo. Otra opinión, entendia
e para que hubiera delito, bastaba con que el sujeto se representara interna-
ente el resultado necesariametite ligado al efecto querido, lo quiera y actúe, por
cual abarcaban también al dolo indirecto. Se afirmaba que lo verdaderamente
deteriiiiii:tiitr cs Iti aciitiicl del ngeiirc ; i i i t t , ei rciiilindo que se I i t i rcl)rc.;ciii;iclo,
o ))o i~~/<>)~<:i~i)l
/~(?IJu de j)ru\.~c;irel d;iiio. Se cjcinpiiiic;iha cuii iliie el I;iclróii roba
par;! eiiriiliicrcrse. )' iio par? c1aii;ir n lii viciiiiiii - " . .2i c;igii%?iii:iyoriinri;iiiiei>ie
dolo directo para que se configurara el delito civil, la consecuencia era que el
o eventual encuadraba en la noción de culpa.
as como por ej., cuando se establece en el art. 1273 del CCyCN que para
onstructor no constituye caiisa ajena el vicio del suelo ni de los materia-
;o el caso del hotelero que se libera sólo si prueba el caso fortuito ajeno a la
dad hotelera (art. 1371, CCyCN), entre otros y sin perjuicio de las leyes
Riesgo creado
Es el factor de atribución objetivo cuya aparición dio nacimiento a la res-
sabilidad objetiva en el derecho francés a fines del siglo XIX, inspirado en las
s de Saleilles y Josserand. Puede sintetizarse de la siguiente manera:
--
(258) En tal sentido, ia noiina citadaerradicade plano la existencia de toda posible presunción de
culpa queno admita prueba en contrario.
"Quien es dueño o se sirve de cosas, o realiza actividades que por su naturaleza o
modo de empieo generan riesgos potenciales a terceros, debe respoiider por los da-
ños que ellas originan"(25g).
A diferencia de quienes postulaban que sólo se debía responder objetiva-
mente, por aquellos riesgos que permiten la obtención de un beneficio o prove-
cho, y como contl-apartida del beneficio obtenido; para la opinión mayoritaria,
quien introduce en el medio social un factor generador de riesgo para terceros,
debe responder objetivamente exista o no beneficio con el mismo, pues la res-
ponsabilidad objetiva deriva de la mera creación del riesgo introducido en la
sociedad.
En el CCyCN, ei factor riesgo es el fundamento de la responsabilidad del due-
ño o guardián por el daño causado por el riesgo o vicio de ias cosas riesgosas o
peligrosas, o de quien realiza, se sirve u obtiene provecho de actividades riesgo-
sas (art. 1757, CCyCN). Lo es también del daño causado por animales (art. 1759,
CCyCN), del daño derivado de los accidentes de tránsito (art. 1769, CCyCN), y
de los causados por las cosas arrojadas o caídas de parte de un edificio para los
dueños y ocupantes de dicha parte (art. 1760); en los casos de responsabilidad
de u11 grupo determinado en caso de autoría anónima (art. 1761, CCyCN) y la del
grupo en caso de actividad peligrosa (art. 1762); erltre otros supuestos previstos.
Nos remitimos al tratamiento que infa, efectuaremos respecto de cada uno de
los mencionados supuestos de responsabilidad.
b) Factor garantia
Se puede definir a este factor objetivo como el deber que se atribuye a un
sujeto de procurar la inocuidad y uelar por la seguridad ajena en el desarrollo de
ciertas actividades, lo que trae aparejado el compromiso de que si se producen da-
ños en determinadas circunstancias, se afontará su r e ~ a r c i m i e n t o ( ~ ~ ~ ~ .
Por razones de justicia e interés social, y para proteger a las víctimas ante la
posible insolvencia del autor directo del daño, se impone a quienes delegan fun-
ciones y amplían el ámbito de su accionar, el deber de garantizar por la acción
eventualmente dañosa de las personas que actúan en su interés(2"). En virtud
de ello, ocurrido el daño nace la responsabilidad objetiva del obligado con pres-
cindencia de su obrar diligente. Este factor se manifiesta en ambas órbitas de
responsabilidad.
-
(259) PIZARRO, RAMON D. VAI.LRSPINOS,CARLOSc;,. Instituciones..., cit., t. 2: p. 528.
(260) C*LV0 COSTA, CABLOSA., Derecha de las oblignciones t. 2, Derecho de Daños, Haniiniiiabi,
2010, p. 338, citando a Zavala de González.
(261) BUSTAMANTR ALSINA, JORGE, Teoriagenei-al...,cit., p. 387.
LA RESPONSABILIDAD CIVIL 245
(267) PICASSO, SaB,iSTiAN, '"El fin de la obligaciún de seguridad el1 el derecho común: LA LEY del
3/9/2015, 1; 1.a Lev Online AR/DOC/29R3/2015
los que o ~ ~ eeli eincumrrlimiento relativo de la obli~aciónde semilidad ~ o elr deudo, i ~ oei
i entre 1
icpercusi6n el1 los iiiterescs dc la obi a social Un rai caso, dPdIece como absolutamente orocedente 1
demandar el cumplimiento en especie y la adopci6n de rnedidas de seguridad que correspondan en
estricto cumpliinieiito de dicha obligación, expresa o tbcita asiimida. Mas aún, ello dada lugar a ia
rlitela preventiva (art. 1032). o a la suspensirin del propio cumplimiento (art. 1031) Igualinente, para
la resoluci6n por incurnplimieiiio se requiere qiie dicha obligación exisray sea incumplida. Y en el
plano resai-citoria,niantieiie iitilidad a los efectos de la aplicaciiin del esiándar de airarnienlo da la
iesponsabiliiiad en caso de dolo.
(269) I~I'LARR~, 6 -~VALI~SPINOS,
l i n ~ D. Cniiros G.. 1mtilucione.v.... cit., t. 2, p. 630 citando a Bus-
taba la responsabilidad obligacional por el hecho ajeno, por
o resultaba indudable que, no obstante la ausencia de norma expresa, la
ación deLcumplimiento de las propias obligaciones O deberes, no era cau-
exoneración cualquiera sea la órbita en que tuviera lugar. Asimismo dicho
cipio se infería de diversas normas que dispersas en el ordenamiento jurí-
co(L70),hacían aplicación del mismo. Y la cuestión era incluida en todos los
oyectos de reforma. El CCyCN en el art. 732, ha incorporado en forma expresa
te principiogeneral de la responsabilidad por el hecho ajeno, bajo el rótulo Ac-
ación de los Auxiliares, Principio de Equiparación. Sin perjuicio de remitirnos a
expuesto oportunamente al sobre el tema en ocasión de estudiar a los sujetos
interesa, que es lo vinculado alfactor de aatribución, el
n viene a significar que la conducta de los auxiliares se
valorar como actuaciAn del propio deudor, en virtud de la irrelevancia de
(270) Por ejemplo, las arts. 132 y SS. del Cód. dc Comercio, y aris. 1118, 2230. 1561, 1631, 1924 y
2274 del Cód. Civil derogado.
(271) MARINO, AREL- MAOI.IU,M A R ~ A CI.,\UDIA, "Responsabilidad obligacional por el hecho de
.terceros': Ponencia piesenrada en las Joriladas Nacionales de Derecho Civil llevadas a cabo e!]
IaFacoltad de Derecho de IaUBAensepiiembre de 2013. aprobada por unanimidad por la Comisión
supuesto en que el autor del daño se hiibiere enriquecido con el mismo(272). La
ley 17.711 efectuó un agregado al art. 907 citado, incoruorando el factor eoiiidad
"teniendo en cuenta la importancia del patrimonio del autor del hecho y la si-
tuación personal de la víctima': Más adelante se tratará en particular este factor.
(272) En tai caso, laiueiitedeldeber era cl eiiriquecimieiiio sin causa, yporej., respondía cldemen-
ie que hubiera cometido u11robo por cuariio con ellnscenriquecia.pexonosi cometia un homicidio.
(273) C A ~ B A U X ,
PEllnO N. - T ~ r t i aREpsesns, I;Br,rx A,, Derecho de las obligacwnes, t. 1,Za ed., la
reimpiesióii aumentada y aciuaiizada, Librería Editora Piatense, La Plata, 1979, P.120, citando a Mos-
se1 Iturraspe y Rofii Boggero.
(274) I.r.~Mlii~s,JORGE J. - RAFFO BBNBGAS, PA~.RICIOT. - SASSOT,RASAEI., Compendio de derecho
civil. Oblipciorzes, ed., Perrot, 1977, p. 39.
recho constituye una modalidad de la antijuridi-
n del ordenamiento jurídico, que no es franca o
respetando en apariencia la letra de la ley me-
o, se quiebra el espíritu o finalidad del orderia-
tela jurídica. Siendo entonces el acto abusivo,
ilícito se dice que no determina por sí sólo la
ón, que se sostiene podrá ser objetivo o subje-
El CCyCN consagra la figura del abuso de derecho en el art. 10, del Título
reliminar, Capítulo 3 -referido al "Ejercicio de los Derechosn- junto con la
uena fe, el fraude en general, el orden público, etc. Con ello, lo incluye como
n Principio general del ejercicio de los derechos, calificación que ha sido am-
pliamente receptada en la jurisprudencia, con lo que se lo eleva a la categoría
de pauta general orientadora referida a todo el Código. Los principios generales,
tal como se expresa en los Pundamentos, luego se complementaii con reglas es-
La norma reproduce básicamente el texto del anterior art. 2618 del Cód. Civil
derogado y por su claridad exime de efectuar mayores comentarios. Sólo cabe
destacar que f$cogiendo las críticas doctrinarias, utiliza la conjunción "y: en
ión "o" que traía el anterior texto, de modo que queda claro
las molestias no puede obstar o excluir el derecho a la repa-
do largamente acerca del fundamento de esta responsabili-
gunos la responsabilidad emerge pura y simplemente de la
que parece fácil de descartar por cuanto e1 deber se impone
de que se haya incurrido en negligencia o descuido, otros lo
e derecho. Una tercera opinión entiende que ei fundamento
encuentra en la teoría de la intromisión, que proveniente del derecho romano,
stiene que a cada uno le es lícito hacer en e1 propio fundo cuanto le plazca, con
1 de que no severifique intrusión en el fundo ajeno. A dicho principio obedecen
uchas limitaciones que la ley establece positivamente o por vía de la doctrina
trosfactores objetivos
En doctrina, se admiten asimismo otros posibles factores objetivos de atribu-
itamos los siguientes supuestos("o1.
La igualdad ante las cargas ppúblicas (art. 16 de la CN). Es el factor objetivo
que sirve de fundamento a la responsabilidad del Estado por los actos li-
citos. A él acudió la CSJN en reiterados casos por cuanto si el Estado daña
para beneficiar a todos, es justo que todos lo soporten por igual. Es por eso
que el Estado que representa a la comunidad, debe responder frente a la
víctima sielido ejemplo típico el supuesto de la expropiación por causa de
utilidad pública, o cuando se indemniza a un comerciante por el lucro ce-
sante experimentado a consecuencia del cierre de una calle por una obra
) Solidaridad social. Para cierta doctrina, la solidaridad social que lleva a los
hombres a prestarse ayuda mutua y no desentenderse los unos de los otros,
impone incluso ciertas obligaciones y deberes. Tal sería el caso del funda-
mento de la responsabilidad en caso de daño causado en estado de necesi- ..
dad, en el que se justifica que no sea desatendida la sixuación de quien sufre
el mal menor, imponiendo a cargo del beneficiario del acto necesitado, la
reparación de ese daño.
--
(279) B U S T A M A N ~ALSINA,
E JORGE, Teoriageneral..., cit., p. 307.
(280)VÁzyuez FBRREYRA,KORER.I.O, Responsabilidad por daiios Elemenlos..., cit., ps. 207; 208; 212
a217.
251
- NORMA O. SILVESl-RE (DIRECTORA)
d) Tutela especial del crédito. Cierta doctrina que venimos comentando, de-
nomina así al factor de atribución objetivo que da fundamento a la respon-
sabilidad contractual objetiva en las obligaciones de resultado. Se sostiene
en definitiva, quelo que justifica esa responsabilidad objetiva es la especial
confianza depositada por el acreedor, en razón de que a él se la ha asegura
do la obtención del resultado final esperado.
5 12.Responsabilidad Directa
En este capítulo se trata a las responsabilidades directas que pueden surgir
de los dos ámbitos de la responsabilidad civil contractual y extracontractual. El
nuevo Código Civil y Comercial distingue en las secciones quinta y sexta, entre
la Responsabilidad Directa (sección quinta) y la Responsabilidad por el Hecho
de Terceros (sección sexta). Es una clasificación de origen doctrinario no exis-
tente en el Código derogado y es compatible con otra, también utilizada por la
doctrina, que distingue entre la responsabilidad por el hecho propio y por el he-
cho de tercero~@~'i equiparable a la de responsabilidad directa y por el hecho de
terceros del nuevo Código. La clasificación tiene en cuenta, quién es el ejecutor
material del hecho dañoso. La responsabilidad es directa cuando el daño es pro-
d u ~ i d opor la acción del mismo responsable. Quien ejecuta la acción dañosa es
la persona que debe responder(28').La responsabilidad por el hecho de terceros,
también llamada indirecta, refleja o de rebote, se configura cuando alguien debe
responder por el hecho de otro; la relación básica de la víctima con el dañador
nes, t. 4 Hnmmiirabi, Buenos Aires, 2008, p. 208; PrzhRno, KAMÓN D.. Trztndo...,cit., t. 2, p. 6. "
sc e.\iicii<lc.I L I I Iictrccio :ijerii, :i Iki i<~l:iciiiii
priiii;iii:i . -\ i i i c ~ ( 1 i 1dc rji!iii~~l~~,
I:i
r ~ ~ j ~ ) o ~ ~ ~dt~l ; ~ prit1(:1~1;11
l ~ i l i ~ ipor l IIVCIIO dcxl d c ~ ~ t ~ ~ i ~o ldi,
a ~ i>l i c losi ~ ip;~drc,
~! por
de gravedad de la responsabilidad en el
víctima, sin importar que el mismo provenga
de atribución, o del incumplimiento de la
la responsabilidad directa abarca los daños cau-
res subjetivos u objetivos. Prueba de ello es
das responsabilidades objetivas (art. 1750,
s por actos involuntarios), y subjetivas(2s6).
Noso-
D. - VALLOSPINOS,CARLOSG., Jm-
(2R3) Trigo Represas y Ldpez Mesa, citados por I'izARRO, Rnhró~
'luciones... Obligaciones, cit., t. 4, p. 209.
284) Prznnno, RAMÓN D. - VALLESPINOS,CARLOSG., lnsliluciones... Obligacioner, cit., t. 4,
ps. Z00iz01).
(285)Bueres,AlberloyZavaia deGoiizáiez, citadospoiP~z~n~~o, I L Z M ~ X U-VAI,LBSPI~\'OS,
. CAIILOS
G., Instituciones... Obligaciones,cit.,t. 4, p. 209.
(286) Eii conna Pic~sso, SBBAS~IÁN, en LORENZETTI,RICARDO,Código...,cit., p. 542, quien expresa
Que auiioiie el COdieo iio ii> dice exoresameiiic. está claro oiie el factor dc atribución no ~ u e d eser
256
-- NORMA O. SILVESTRE (DIRECTORA)
--
ilaiios~aucadosporel empleo de cosas que, por respoxider dócilineiite al obrar humano no sonries-
gasas ili viciosas (cosas instiurnentales).
(287) Ari. 907, Cód. Civil derogad«: "Cuando por los hechos imoliintarios i e caiisare a otra algún
-
d.,d i o cir si) prnuiia o iiienes, sólo sc iespoiiderá con ia indemnización correspondie~ite,si con el
- LA RrSPONSAUlI.IBAD CIVIL 2S7
ón, teniendo en cuenta el patrimonio del autor del tieclio y la situación per-
nal de la víctima. En el Código Civil y Comercial se trata ahora de una respon-
bilidad ple115, ya que categóricamente se establece que el autor de un daño
sado por ti6 acto involuntario, es responsable en virtud del facto objetivo
idad(2sU).
La equidad puede definirse como una forma de justicia ajustada a las es-
ciales circunstancias de cada caso, una suerte de justicia humanizada, más
'da e individual que aquella que surge de la rígida aplicación de la regla dura
sed le^(^^^). ES, sin duda, un factor objetivo, que prescinde de la culpa, ya
e el acto del sujeto es involuntario. Ahora bien, la equidad actúa como [actor
atribución de responsabilidad, pero también como circunstancia que pue-
de iiiilizar i.1 jiiez para arcriti;ir In iritlt~iiiiii~rrcióii
en 10s i i ~ r i i i i i i u(Icl
~ arr. 1:II.
CCy(:Z "' , ieriit~iitlorii r.iieiiin iiclcniric del pnrrinioiiio clcl dcullor!. 1s siiuncióii
personitl de la vicriiiia !a c~iiisignados1.11 el dero#itlu ;irt. 907, la., <.i~.r~i~rircrnciai
deIiri/i« " , ni, picvista rri el art. YO: tlrl (:titi. í.ivil deru#i~I~.
El artículo se aplica a los actos involuiitarios. Se entiende por "acto" el he-
o humano que supone aiitoria, acción, lo que quiere decir comportamiento
mano, con abstracción de la voluntariedad o involuntariedad, y a condición
ue ese comportamiento refleje la personalidad del sujeto. La acción se tra-
a como una emanación de la persona""), por ello, por no ser acto, ya que
emanación de la persona, el segundo párrafo del art. 1750 dice que el acto
s consecuencia de una fuerza física irresistible, no genera responsabilidad
su autor, sin.perjrricio de la que corresponda a titulo personal a quien ejerce
. Cuando el sujeto actúa bajo el impulso de una fuerza irresistible, no
iza un "acto" sino que es mero instrumento del agente que ejerce la fuerza
istibie. El caso típico es el de accidentes de automotores en cadena, donde
'eto que daña es empujado por una fuerza irresistible o de quien hallándo-
minando por la vereda es empujado por otro y al caer es atropellado por
auto que pasaba por la acera(293). Se consideran actos involuntarios y atribui-
es a su autor en virtud del factor equidad, los practicados sin discernimiento
.261, CCyCN), también en los que falta la intención, sea a causa de error o
. .
erjuicio a la victima).
(297) LÓPEZIIER~ERA, EDGARDO, en MEDINA, GRACIELA - RIVERA, JULIO CASAR, Código..., cit., CO-
meniario al art. 1751. Sostienen lo coiitraiio'interpretai~doque la regia es que si el hecho dañoso
fuese doloso o inteiicional, no podrán los coautoxes vligirselaparte del daño que hubiesenpagado.
(298) Ver en esta obra el Capitulo IiI, "Eieinentoí':
(299) SII.VESTREAIMO, NORMAOLGA - MARINO,ABELE., RCyS, añoXVII, núm. 4, abril 2015, ps. 155
ss., Thornpson-Reutcrs/La Ley, edici6n especial, Cúdigo Civil y Comercial de la Nacihn.
260 NORMA O.SILVES~'RE
(DIRECTORA)
"La obligación del que ha causado un daño se extiende a los daños que causaren los
que están bajo su dependencia, o por las cosas de que se sirve, o qtie tiene a sil cui.
dado':
genialidnd deVé1ez al incluir este articulo que, a diferciicia de sus fuentes, consagra con carácter ge-
neral la responsabiiidad extracontractualindirecia. para luego reg~lardiversos stipuestos de respon-
sabilirlad por el hecho dc terceros (padres,tutores, curadores, maestros artesanos, etc.).
(301) PI~ARRO, hM6N D. - VALLBSPII\'OS, CARLOSG., Imlitucione~~.. Oblieaciones cit.. t. 4. "s. 449
(305) Es importante destacar el argumento, a la luz de lo que luego se expresará en este artículo
acerca del denominado principio de equiparación.
(306) La expresión se iiiilizaba en Roma respecto de iodos los sujetos a la palria potestad a quienes
eveía como una mera extensiún dela personalidad delpnler,
(307) BUSTAMANTEALSINA,JORGE, Teoría general..., cit., p. 387.
(308) ZAVALA DE GONZÁLBZ, MATILDE,Persona$ casos y cosas en el derecho de danos, Rammiirabi,
Bs. AS., 1991, ps. 76 y stes; PIZARRO,ILIMÓN D. - VAI.LESPINOS, CARLOSG., b~stifuciones... Ohligacio-
nes, cit., t. 4, p. 450.
(309) BuER1;s. ALBERTOJ.,Elfindnnentode la respoiisabiliduddcl principal por el hecho del depcn-
icnte, !levista de Derccho de Dafios 2003-1. Riihiiizal-Cuizoni.ps. 7 y 45.
(310) BUERP.~, ALBERTO J., Elfrrndnmento ..., cit., p. 46; en el mismo sentido, conforme también con
ta modalidad del riesro en su amolia dimensión coma iiesxo de insolvencia, B o n A G i N ~ IiJnN ~. CAR-
LOS - MEZA,JORGE A., La responsabilidad drl principal ...,cit.
tos dentro de la esfera de control del principal("", o la mera autorizació
tácita para operar dentro de la esfera propia del principal, en su interés(3'21
la mera autorización para obrar proveniente del principal y a condición qu
éste detente un poder efectivo o virtual de im~artirórdenes o instriiccinne~
-
(311) PrzARRO, hM6N D. VALLGSPINO~, CARLOS G., Instiluiiones ... Obligacionec, cit., t. 4, cit.,
.
U. 455.
A , MARTii.4 - BORAGINA,
(3121 A G ~ G L IMARÍA JUAN CAnLOs -MEZA,IORGE A,, Responsabilidad por
hecho ajeno...,~ i t .ps.
, 40/41.
(313) Conclusioiies de la Com. 2: "Responsabilidad Contiacual por hecho ajeino y extracotltrac-
lual por el hecho del dependie~iie':N Joriiadas Bonaerenses de Derecho Civil, Comercial y Pmcesal,
Jiiní~i,1990.
(314) AGOGLIA. M~lliAMARTI1.4 - BORAGINA, Iu:!N CARI.OS- MEZA,JORGE A,, lfespo~~abilidud
Por hecho ajeizo ...,cit., ps. 71175; B o u ~ l i i .JUAN
~ , CARLOS - MEZA,JORGE A., La i.es~~onsabilidadd<!l
principal...,cit.; PiaAnRo, IUIIIÓN D. - VALI.ESI'INOS, CARLOSF., InEtiíuciones... Ohliguciones, cii., r. 4,
ps. 477178.
(315) BORDA, GUILLGRMO A., Tmtado de derecho ciuii Obligaciotzes, t. 2, Sa'ed. achializada y am-
oliada, Pciiot, Rs. As.. 1983, p. 207. El aiitoi ceíiala qiic ia ibrmizia ciristicn de la razonable relación ha
sido expresameiitc reconocido por fallos de la CSJN -ver LA LEY 1978-ü, 75- y de la CNCiv., sala
D;wrED51-373.
3. El Código Civily Comercial de l a Naciún
El Código ~ & y lComercial de la Naciónparece inclinarse por el carácter in-
cto de la responsabilidad al establecer dos secciones, la quinta (arts. 1749 a
52) titulada Responsabilidad directa, y la sexta (arts. 1753 a 1756) titulada Res-
.abilidad por hechos de terceros, incluyendo bajo este título, además de la que
mos tratando, típicos casos de responsabilidades indirectas o reflejas como
los padres por los hechos de los hijos y de los tutores y curadores por los
S causados por las personas que tienen a su cargo.
(316) Fundamentos del Aiiteproyecto del que luego se sancionó como Código Civil y Comercial
de la Nacidii. ntulo V; no 13, "Respoiisabilidad por el Iiecho de terceros': En este pasaje los autores
explican que el fundamento de la responsabilidad consiste en la estructura del vNzcu1o oblizacional,
'!..lo que es coircordante coii el t e s o que se propone en materia de obligacion~s..:: Paraun panora-
ma más amplio, ver SAGARNA, FERNANDO, "Responsabilidad Civil directa y por el hecho de terceros';
piiblicndo el1 RIVERA, JULIO C ~ S A(dii)R - MEDINA, GKACIBLA (coord.), Cbmerztaiio,~al P~oyectode
Cddigu Ciuiiy Conzdrcialdela húcidn. Abeledo-Perroi, Bs. As, 2012, ps. 12'3 "si.
N O ~ O.R[dlieciora y caautora) - M,\RIND,Axol. E. - MAGLIO,
(3171 SI~.\'FST:IE, -
M A R ~CI,AITDIA
A
BUIiGos. Dbnom (coaurores), Obligacio~zes,La Ley, 1. ed., 2014,11.80. siguiendo la postura que, res-
pectp del concepto de objelu de las oblig<~dio,zes, adoptan Biieres. P i z ~ n n oy Valiespinor.
sal adecuada con la susodicha encomienda. Volveremos sobre este lema ha-
1 final de esle pasaje de La obra.
) El quid del daño producido "con ocasión de las funciones': pese a los pro-
emas interpretativos que ha generado en doctrina y jurisprudencia la aplica-
ón al art. 1113 del Código Civil de la expresión con ocasión cle lasfunciones
manada del art. 43, esta locución es incluida por el CCyCN en el art. 1753. De tal
este, el principal o el deudor contractual responde también cuando el daño fue
usado en ocasión de las funciones encomendadas, tanto cuando este proviene
un acto ilícito o de un incumplimiento contractual.
L 1 :<c:\Il i \: q. i<iii l..il<iiil:< I . \ i i > i . J,,h\<< ~ ~ < . ~ / < v1, ). l <~, , ~ I ~ ~ii:zr!.!~,~ ~ 8ral1c
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l:.,,<,.o'(,.,1
l.ii<i . c i l l . 4 ! 1 3 ~ 1411,. . 1'1111 1.1 \ 1 > \ ( 31111i5.
i i i ? i . i i b i g o ' , l l r ~i ) ~ > < l i rrl<iil,/<
i' <l.i.i/(,i.
cit., p. 136; COMPAGNUCCI DE CASO, RUBB~\.,"Responsabilidad coritracluai indirecta': LA I,EY 1992.~;
311; EXNECCERUS, LIJDWlG - LBHMANN, HEINRI~H, li-aludode derecho ciuil. Oblignciones,trad. de la
35- ediciún alemana, Barcelotia, 1954, Cap. 111, nota 5, p. 235 n. 9; i.AReNz, ICIRL, Derecho de oblign-
ciune,$,t. 1, versión española y iiotas de Iniirir Santos Briz, Editorial Revista de Derecho Privada. Ma-
drid, 1958.
(322) l'rc~sso,SeBAsTliN,La si,igulardad...,cit., p. 121,donde expresa "01 abuso de luricioiies del
dependientc que en el cainpo aquilianu libera al priricipal, iio podria tener el misino eiecto en ina-
teria contracruai. piies ello impiicvria afirmar, por ej., que el depositario no respoiide por e1 lieclio de
su dependiente que roba o incendia la cosa deliositada':
LA RCSPONSABiLlDAD
- CIVIL 267
ds que el riesgo creado. Esto no implica considerar que engendrar un lzijv es una actividad ries-
saporsimisrna, peiosiquelosprogenitoies, ai tiempo que deben soportar lascargasquesurgen
e la responsabiiidad parental, deben soportar objetiuumente las consecuencias disvaliosas que
neran los daños causados por los hijos.
268 -
NORMA O. SIIVESIRE (DIRECTORA) -
emancipación en razón de matrimonio, la responsribilidad cesará a partir de su
celebración -art. 27, CCyCN-.
Las condiciones que deben reunirse para que opere esta responsabilidad
soti, justamente, el ejercicio de la responsabilidad parental y la conuivencia de
los padres con los hijos, según las pautas establecidas por el art. 641 y su concor-
dancia con el 1754, CCyCN. De ello se sigue que: si ambos progenitores convi-
ven con el menor, deberán resarcir solidariamente el perjuicio (641 inc. a); en
caso de divorcio o nulidad de matrimonio o separación de hecho de los proge-
nitores, en principio, la responsabilidad continuará porque se presume qiie los
actos realizados por tino de ellos cuentan con la conformidad del otro, salvo
decisión judicial que, en interés del menor, la atribuya a uno sólo de ellos (641
inc. b), No obstante, se ha apuntado que, resultando justamente la separación
de hecho o divorcio uno de los supuestos en que cesa la convivencia de uno de
los padres con el menor, el que no convive podría intentar eximirse de respon-
der acreditando que no se cumple este requisito, Más adeiante, en el art. 1735, e1
CCyCN dispor:e que la cesación de responsabilidad por falta de convivencia no
podrá surtir efectos exonerativos en caso que la falta de cohabitación se deba
a una causa atribuible al progenitor que no convive, por ej., no cesa el deber de
responder en el caso de abandono del menor o cuando uno de los ascendientes
se retira del hogar sin una razón legítima. De ello se sigue, agregamos, que en
los casos de separación de hecho o divorcio, la falta de convivencia no será por
si sola invocable como eximente(32").
En caso de fallecimiento de uno de los progenitores o cuando el hijo extra-
matrimonial cuenta con un sólo vínculo filial o si se ha establecido judicialmente
que uno sólo de los ascendientes tiene la responsabilidad parental, el deber de
indemnizar recae sobre quien ejerce la responsabilidad parental.
Tampoco podrá imputarse responsabilidad a los padres cuando el daño se
prodw~camientras el menor se encuentra realizando una actiuidad inherente a
su profesión o cuando desarrolle tareas bufo el control de terceros(325).
Debe acla-
rarse que tal exención ocurrirá cuando el daño provocado a terceros tenga re-
lación causal con la actividad laboral o profesional desarrollada por el menor,
quedando subsistente en cualquier otro supuesto.
Finalmente, los padres tampoco responden cuando se reclamen al menor las
consecuencias dañosas del incumplimiento de una obligación contraída válida-
mente por el menor; el deber de resarcir los daños a terceros queda emplazado,
únicamente, a los supuestos de respo?zsabilidadexbacontractzlal sea porque no
existía víncuio alguno previo entre el menor y el tercero o porque el negocio ju-
rídico fue aniilado.
Como dijimos al principio, entre ellos los padres responden solidariamente,
pero con el menor, la obligación de los progenitores será concurrente(326)
pues la
(324) GALDOS, JORGE M., en LORENZE~~TI, RlCAKDO L., Cddlg~..~, cit., t. 8,p. 565.
(325) Según el art. 30, CCyCN,el menor deedad que ha obtenido rftuio habiiicante. puede ejercersu
profesión por cuenta propia y sin necesidad de previa autorización; asimismo, cuenta con capacidad
suficientepaiaadministrarydisporier ciclos bienesque adquiere con el producto desu trabajo y pue-
de estar en jiiicio civil o penal por cuesrioiies>+nculadascoii tales tareas.
(326) Al consagrar la responsabilidad concurrente de las padres con los hijos, se les coiifieie en for-
ma expresa laacción de contribución prevista en el art. 851 inc. h), CCyCN.
LA RLSPONSABILIDAD
Civil -
269
ausa de ambos deberes es distinta (art. 850 y concs. del CCyCN), debiendo en
e punto efectuarse una aclaración según si el menor ha llegado o no a los diez
os -edad enda que adquiere el discernimiento para los actos ilícitos-. Si ha
mplido esa edad, el deber de resarcir del menor se rige por las normas de la
sponsabilidad directa (arts. 1749y SS.,CCyCN) y la obligaci
hecho voluntario del hijo será refleja y concurrente; si no
ez años, se tratará de un hecho involuntario del menor, é
tor equidad (hipótesis prevista en los arts. 1750 y concs.,
3) Delegados por los padres: como hemos visto, en el art. 643 la responsabili-
d parental puede ser delegada en un pariente o tercero idóneo por el término
n año, previa homologación judicial. El deber de responder se extenderá du-
e el tiempo que se extienda su ejercicio y la mera delegación, por sí sola, no
onsabilidad de los progenitores.
iferencia del caso de los padres que hemos explicado precedentemente,
.esponsabilidad en estos supuestos es subjetiva, lo que se desprende del se-
ndo párrafo del art. 1756, que establece que los representantes ya menciona-
s se eximen de responsabilidad si prueban que les ha sido imposible probar el
año. Sin embargo, coino son los curadores, tutores o delegados quienes deben
ohar la imposibilidad, existe una presunción iuris tantum de culpa a favor de la
ctima, que debe ser desvirtuada por prueba en contrario. No obstante, el hecho
327) El juez puede restriiigir el ejercicio de la capacidad de una persona mayor de trcce años
ue padece una adicción o una alteración mental permanente o prolongada, de suficiente gravedad,
ernpre qiic estime que del ejercicio de su plena capacidad, puedc resiiitai daño a su persona o bie-
s.Siporia enfcr~nedadmciitalscenciientraantela falta ahsoiuta dcapiiiudparadirigir su persona
administrar sus bienes, el juez puede declarar la incapacidad, designando un curador o los apoyos
e resulteii necesarios, debiendo Cstos proinovei la auionomía y favorecer las decisiones que res-
ndana las preierencias de la persona protegida (art. 32, CCyCN).
de que cl representante no se encuentre presente al momento de producirse el
hecho, no será suficiente para que éste se exima de responsabilidad. Al igual que
la responsabilidad de los padres, el deber de responder de los tutores, curadores
y delegados es concurrente con el de sus pupilos (arts. 850 y 851, CCyCN).
(328) El art. 1113 decía: "La obligacióii del que ha causado un daño se extiende a las danos que
causaren liis que están bajo su dependencia, o por las cosas de que se sirve, o que tiene asii cuidado.
En los supuestos dedaños causados con ias cosas, el dueño oguardián, para eximirsede iesponsabi-
iidad, deberá demostrar que de si, parte no hubo culpa: pero si el daño hubierc sido causado por el
riesgo o vicio de la cosa, sólo se eximirá iotai o parcialnienre de responsabiiidaa acreditando la cui-
pa de ia víctima o de un tercero por quien no debe responder Si la cosa iiuliicsc sido usada contrala
voluntad expresa o presunta del dueño o guardián, no ser4 responsabic" (Párrafos agregados por la
ley 17.711).
RILiDAI) CIVIL
b) daños causados por el riesgo o vicio de las cosas, en los que la responsabi-
en el factor de atribución riesgo creado.
Para la doctrina mayoritaria, la distinción entre daño con la cosa (factor
vicio o riesgo de la cosa (factor objetivo), estaba afincada en
anera en que intervenía la cosa en la causación del daño. Los supuestos
años con la cosa abarcaban aquellos en que la cosa asumía un rol pasivo,
spondiendo dócilmente a lo que el hombre que la manejaba
Los supuestos de daños causados por el vicio o riesgo de las cosas, compren-
que ésta tomaba un rol activo en la causación del daño, ya
r su.peligrosidad intrínseca o por su propio dinamismo: ej., energía eléc-
dinamita, o por la manera en que era utilizada o colocada, ej., fardos mal
daños causados por el hecho del hombre, sin cosas o con ellas cuando
umplen un rol pasivo; aplicaba el art. 1109, culpa probada.
daños con las cosas, se refería a cosas que intervenían activamente en
sación del daño, que no tenían riesgos ni vicios, pero que debían ser vi-
saran daños, o cosas que no ofrecen peligro sea por
opia naturaleza o por el uso que se les dé. Ponían como ejemplo de esta
goría la caída de árboles expuestos a caer por causa ordinarias, humareda
(329) ORUAZ, ALFREDO, La culpa, Lerner C6rdoba 1981, ps. 17ü y SS.;ZAVALA D6 GONZÁLEZ, MA-
LnE, Resarcimiento de...,cit. r. 4, ps. 595 y SS.;PizAuno, R A M ~D.N- VAI.LESPINOS. CARLOS G., Imli-
ciones... Obligaciones, cit., t. 4, p. 545; ~GMELMAIER DE CARI~UCCI, AIDAen BELLUSCIO, AUGUSTO C.
ir) - ZANNONI, EDUARDO A. (coord.), CddigDCivily leyes complerneiitarias, L 5, no 13, Asrrea 1984,
34) CEnRulTr, M ~ DBLACARMEN, La responsabilidad ...,cit., p. 317; PIZARI~O, RAMÚN D., Trata-
la ..., cit., ps. 481 y 50310%GAI.D~S, J O R G en
~ LORENZBTTI, RICARDO (dir.) Códlpo..., cit., p. 576;
Paz Iio~iieiu,en MenrNA, GRACIELA - RIVERA JULIO (dirs.), C6digo..., cit., comentario ai art. 1757.
(335) GAI,DOS, ~ORGE'en LoRENZEl"C1, Ricanno, Patado..., cit., p. 583).
(336) TRIGOREPRESAS, FBLIXcitado por P~ZARRO, DANIEL? 1iTltado de ..., cit., t. 1, 1.a Ley, 2015.
(337) Ver Pzznnno, DANIELTmlado de ..., cir., ps. 5021504 quien expreso "La intervciición causal-
ente activa de iiria cosa en la producción del daño (daño por la cosa) representa una noción que
be ser asimilada a daño causado por el ricsgo o vicia, sin que sea menester indagar acerca de la pe-
sosidad de la cosa. .. Todo daño causado por la iriterveiiciót~activa de una cosa queda eniplazado
10s arts. 1757 a 1759, CC..CN,. Daños causados por el riesgo o vicio de la coca (ait. 1757) y por las
sas (ait. 1758) representan conceptos sinóniinos. En todos los casos el factor es objetivo y con ha-
lnento en el riesgo creado. Conf. tambibn con lo ehpresado en el texto, GALDOS,JORGE, en LoREN-
ni,Rrcnmo, Código...,cit., p. 581, quien dice que "se deben valorar después de acaecido el hecho
lidad ..., cit., p. 318, quien expresa que para las cosas iurnpliendo un rol activo, deberíamos aplicar
ei art. 1721, que establece que en ausencia <lenomiativa, el factor de atribución es la culpa pero la
autora rnanifjmta que esta solución es un retraso respecto del Cddigo derogado qiie en el art. 1113
establecía una presunción de culpa.
274 .- NORMA O. SILVESTRE (DIRECTORA)
riesgo o vicio de las cosas. Una actiuidad es riesgosa cuando por su propia natu-
raleza (esto es por sus características propias, ordinarias y normales), o por las
circunstancia de su realización genera riesgos o peligro para terceros, intervenga
o no una cosa, activa o pa~ivamente(~"). Por ejemplo, el transporte de sustan-
tura, por ej., montañismo, rafting, algunas prácticas deportivas como buceo; sep
vicios defectuosamente prestados (ley 24.240).
El vocablo actividad denota la existencia posible de uno o más hechos
humanos, aislados o combinados con otros elementos mecánicos o materia-
les@3"!.Las actividades peligrosas por las circunstancias de su realización son
aquellas en las que no obstante no revestir ordinariamente un peligro regular
o constante, las modalidades de tiempo, modo y lugar la tornan especialmente
peligrosa. 01 artículo contiene una formula amplia, no requiere que las acti-
vidad sea especialmente peligrosa, o exige que las actividades tengan aptitud
causal para provocar daños frecuentes o graves. Un supuesto de actividad pe-
ligrosa por las circunstancias de su realización lo observamos en el caso sen-
t e n ~ i a d o ( ~en
~@ que
) , un guía de montaña encargado de la cátedra Caminata de
Montaña, llevó a sus aluinnos a una práctica y su elección del camino por el
que debían descender produjo una avalancha de nieve que causólamuerte y le-
siones de varios de los estudiante^"^'). Sin embargo, algunos autores destacan
que es necesario que la actividad tenga una notable intrínseca potencialidad
dañosa para terceros@42).
(338) GALDOS, JORGE, en LORBNZF.~I, RICARDO, Tratado... cit., con cita de Zavala de Goiizáiez y
Pt~arro,p. 580.
(339) PizAnno, DANIEL,iiaiudo de la ...,cit., p. 579.
(340) Tribunal Oral en io Criminal Federal de Gral. Roca -Tomo Sentencias i P ili05, 41512005,
causa "Larnuniere, Andres Daniel sidelito contra las personas':
(34i) Paya ampliar ver Sl~vosTno,NORMAEl turiSmO aventura, RCyS, mayo 2008, p. 20 La Ley).
(342) Cerruni, Espinoza Espinoza, Zavrila de Gonailez, citados por PIZARHO,DANIFL,en Tratado
de la .... cit., 1,s. 584185. Sostienen los autores citados aue una actividad normalmente inocua. oue se
~onsabiiidadcivil, pues casi no hav actividad nile de uno u otro modo no Eenere rieseos o oelieros
en la causalidud adecuada.
1.A RESP<INSAL)ILIDADCIVll.
(348) C G ~ J T TMAR~A
I, DEL CARMEN, La responsabilidad ..., cit.
(349) 'limado de ..., cit., p. 549.
(350) Debe presumirse que el tallerista, el garajista o el dependiente que utilizan elvehiculo, no lo
hacen contra la vali~ntadexpicsa presunta del dueña o guardi2ii).
(351) BUERES, ALBERTO, Responsabilidad de los niidicos, 3' ed. renovada, Hemrnurabi, Bs. As.,
2006. p. 248; i'I"Ann0, DANIEL, Tratado de...,cit., p. 545.
.%Dañoscausados por animales
En el C6dig6 derogado se consideraba un supuesto de responsabilidad del
eño o guardián al que se aplicaba el factor culpa presumida, aunque prevalecía
a interpretación amplia que propiciaba un estándar de responsabilidad obje-
con basamento eil el riesgo creado que surgía del art. 1113 texto ley 17.711.
uevo Código, art. 1759, establece que estos daños quedan compreildidos en
t. 1757. En el nuevo texto se aclara que se aplica el factor riesgo, cualquiera
la especie del animal feroz, o doméstico, distinción que traía el Código dero-
Trarándose de una resp
elte sin culpa de los que
a1 de eximición de respons
a víctima como causal de e
o por ej., el animal es golpe
la instancia civil por aplicación del art. 1102 de dicho Cód. El art. 1119
del Cúd. Civil derogado responsabilizaba a
=...lospadres de familia, inquilinos de una casa, en toda o en parte de ella, eii cuanto
eldafio causado alos que transiten, por cosas arrojadas ala calle, o en terreno ajeno o
en terreno prapio sujeto aservidumbre de tránsito o por cosas suspendidas o puestas
de uii modo peligroso que lleguen a caer;... Cuando dos o rnás son los que habitan la
casa y se ignora la habitación de donde procede, responderán todos del daño causa-
do. Si se supiere cuál fue el que arrojó la cosa él s6l0 será responsable'!
Paralelamente, el art. 95 del Código Penal preveía el supuesto fáctico de la
riña o agresión de las que resultara la muerte o lesiones sin que constara quien la
ca~isó,disponiendo que todos los que ejercieronviulencia sobre la víctima serán
tenidos por autores.
Esas normas, aunque parezcan escasas, fueron muy Útiles para aplicar en el
derecho civil argentino el principio de la responsabilidad colectiva("'j y pernii-
tieron que se extendieran analógicamente a todos los supuestos, e n que acredi-
tado el daño, no puede llegar a identificarse el autor("').
(355) L 6 ~ m
CABANA, -
ROBERTO,M. I.LomIWS, NÉsron, L., "La responsabilidad coiectiva'; ED 48-
804.
(356) L~I,EI:
CABANA, colectiva. Régimeii iegal en Argentina y La-
ROBERTO, M. '"Respon~abilidad
iir>oanikicd" dl., p. 889, Cap. IV; L ~ P E CABANA,
Z ROBERTO, M. y LLOVERAS.cit., "LA iespoiisabiiidad
coleciiva ...7 cit., p. 804.
(357) I'ARELLADA, CARLOS,A., cit., "Responsabilidad colectiva y daBo anóninio..!: punto 111.
(358) Snux, B~tinnuol., "Un caso de responsabilidad colectiva. Miembro iio identificado de un
grupo agresor': R Q S 2010-11.67, U.Litoral2010 (inayo),301, ARIDOCi15212010.
(359) SAUX,EDUARDO l., "lJn caso de responsabiiidad colectiva ...,cit.
(360) LoRefizZTri, ~IICARDU, l.., "Responsabilidad colectiva, grupos y bienes colectivos: cit.,
p. 1060.
(361) GOLDENBER~~, lsiwo~oH., "Irarelación de caiisaiidad en la responsahilida civil':Astica, Us.
l i s . , 1954, ps. 150 a 15i; LOl?3UZElTI. RICARDO, L., "Responsabilidad coiectiva, grupos y bienes colec-
tivos': cit., p. 1060.
(36.2) BIJSTA~~ANTE ALSINA, l., Teoríogenrrtil..., cit., p. 596.
e la doctrina sostiene que en este tipo de intervención al igual que en la cau
dad conjuntaso común, la responsabilidad era individual. La circunstancia
ue estos debieran respoi~dersolidariamente (art. 1081, Cód. Civil derogado)
ambia que allí la responsabilidad es individual y110 colectiva("3).
y Comercial de la Nación
1nuevo CCvCN tomando como fuente la doctrina ha receptado los dos su-
stos: la responsabilidad por daño anónimo y la responsabilidad por la ac-
-
ión de los grupos
- de riesgo. Los arrs. 1760 y 1761 han incluido dos normas
e se refieren el llamado daño anónimo. La primera norma reconoce como
tecedenle las disposiciones romanas referenciadas que receptara el art. 1119
e C6d. Civil derogado, en cuanto a las cosas caídas o arrojadas desde edifi-
S;la segunda se refiere al daño que proviene de un autor indeterminado pero
que forma parte de un grupo determinado. Varios autores(36G) consideran que
en el art. lf61, autor andniko, se establece el principio general y en el art. 1760,
un supuesto particular de autor anónimo, el de las cosas arrojadas o suspen-
das. Por lo tanto comenzaremos por el estudio del art. 1761, autor anónimo.
(372) PARELLADA, Cani.«s, A., "Responsabilidad colectiva y daño ailónirna..!~cit., piiiiro WII, 3.
TAN?, Sl~VviaY. - CAS~ZZA,
MI\R~ASOI.ED,~» ...,cit., punto y b).
e11 R~~yo~zsaDi1idad~ole~riua
LA RESPONSABII.IDAD CIVIL 281
(373) PARELLADA, CARLOS,A,, "Responsabilidad colectiva y daño an6nimo...': cit., punto VII1, 4.
TANZI,SILVIAY. - CASAZZA,MAR~ASOLEDAU en" Responsabilidad colectiva, anónima..,'^ cit., p. V,b).
(374) PARELLADA, C~n1.o~. A,, "Responsabiiidad colecdva y daño anónimo..,': cit., punto VliJ, 4.
(375) BURGOS,DBRORA, La Responsabilidadcolecliuay anónima, el el nuevo Código Civily Comer-
cialde la&-ación,Revista de ResponsabiiidadCivil y Seguros, Númem 1, La Ley, Rs. As., 2015.
(376) PARBLLADA, CARLOSA,, "Responsabilidad coieciivapdaño anóiiimo...7 cit. punto W. l.,'TAN-
Zl, SII.SIAY. - CASAZZA,M A R ~SOLEDAD
A en 1Zesponsabiiidad colectiva, anónima y por la actividad pe-
ligrosa de ungrupo en el Código Civil y Comercial, LALEY 2910112015, 1, puntoV, a).
(377) PARELLADA, CARLOSA., "Kesponsabiiidadcolectiva ydañoanónimo...: cit. TANZI,Slr.vinY. -
CASAZZA,M A R ~SOLEDAD
A en Re~ponsabllidadcofecti~a..~,Cit., punto Y a).
-
282 - NORMA O. SILVESTRE (DlREC-KlRA)
385) PARELLADA, CARLOS, A,, "Responsahiiidad colectiva y daño anónimo... cit., punio IX 3. :
386) GESIIALDI, DORAM., "La responsabilidad de los miembros de un grupo que desarrolla acti-
ad riesgosa para terceros: Reir. de Derecho de Daños, 2015-3, Ruhinzdl-Cuizoni.
307) P A ~ L L A DCARLOS,
A, A,, "Re~ponsabilidadcolectiva y daño anónimo..,': cit., punio iX, 3.
388) CSaCiv. yCom., Cúrdoba, 11/3/2014,"F.,C.A.c. L. M. J.y otros/ordinario - Daños y perjuicios
-Otras formas de responsabilidad extracontracual: LC 2014 (junio), 568; RCyS 2014-X, 3018 La Ley
OnlineiZR/]UR/6031/2014. CCiv., Com., Laboialy Minería de Neuquén, sala lII,19/4/2012, "D. S. c. R.
My otros s/daños y perjuicios: LLPatagonia 2012 (agosto), 435, LLParagonia 2013 (febrero), 724 con
nata de Pablo Daniel Rodriegiiez Salto. La Ley Online ARlllJR/213fi012012. CCiv. y Com., Formosa,
'¿4/08/2009, "Cabrera, Norma c. Matorias, Lidia y otro'; RCyS2010-I1,68connota de Edgardo 1. Saiix,
LLLitorai 2010 imavo). 381,I.a Ley Oniine hR/IUR/48540/2009. CCiv y Coni., Iunin, 16/9/2008, "L.
,. .
lliti1 l i 1 i ? i r . \ ~ i i iiiio] .<.lerti\.l . # l . 1) U: di.-<<{iiziioIi.ii'i!i.i>ii~i.l:ii.ii.
1 ir<~ilri>iir.i!iiiiiil~~I
Irvi. .liili ,,i Li>lt,;ii>.i i l ~ : i ~ lt T < i I eii lbi.,$,i>: Jr iuiigril~>.,
1 , r * i i i i i <iiii >,ili.vri~:i!iil > i<~rl~,~~~:,il~i;iil;iil
284 NORMA O. $ILVESIRE (DIRECTORA)
La fuente princlpai de ¡os articiiios iefcridos a las personas juridicas fue el Esbozo de Freitas, quien
inspimba cn Savigny. Para resolver el problema de qiie los entes que 1x0 fueran personas lísic~s
pudieran tener derechos y contraer obligaciones, diclio jurista había elaborado la teoria de la ficción
legal, pem esta expiicacidn sólo alcanzaba para haceiias rosponsabies por el iriaimpiimiento de obli-
g¿ciories convencionales contraídas por sus representantes (arts. 35 y 36 de¡ Cód. Civil derogado),
pera no par daños caiisados por actos iiicitos cometidas por estos.
(391) El 43 estabieciú: "Las personas jurídicas responden por ¡os daños que causen quienes las di-
rijan oadrninistre, en ejercicio o en ocasión de sus fiinciones. Respondeii tambiénpor losdaños que
lisen siis dependientes olas cosas, eiiias condiciones estabiccidas cri el tinilo quenacen de los he-
s ilicitos que no son delitos'!
392) Fallos: 169:111, 22/9/1933, "Tomás Devoto y Cia. Lrda. SA c. La Nación'!
393) I;allos: 306:2030, "Varlell, Jorge F. c. Provincia de Buenos Aires'!
286 NORMA 0 SILVFSTRE
(DIRFCTORA)
dad "pcr ios hechos y ias omisiones de los funcionariospúblicos enel ejercicio desus
funciones, por no cumplir sino de una manera irregular las obligaciones legales que
les están impuestas':
Unos años después, e n "Tejedurías Magallanes" (1989)(394),
la Corte añadió
que
"Quien contrae la obligación de prestar un servicio lo debe realizar en coiidiciones
adecuadas para Llenar el fin para el que ha sido establecido, y es responsable de los
perjuicios que causare su incumplimiento o ejecución irregular. Esta idea objetiva
de la falta de servicio encuentra fundamento en la aplicación por vía subsidiaria del
art. 1112 del Código Civil, pues no se trata de una responsabilidad indirecta, todavez
que la actividad de los órganos o funcionarios del Estado realizada para el desen-
volvimiento de los fines de ias entidades de ias que dependen ha de ser considerada
propia deéstas, que debenresponder demodo principaly directo por sus consecuen-
cias dañosas'!
A partir de esta evolución jurisprudencial, quedó consagrada la responsa-
bilidad del Estado vista desde una perspectiva de derecho público, que implicó
ciertas particularidades respecto de la aplicación de los principios de ia respo
sabilidad civil entre los particulares.
Los autores adininistrativistas sefialan que hay requisitos que son comu
como el daño, la causalidad y la imputabilidad jurídica, diferenciándose en otros
requisitos como por ej., un factor de atribución de base objetiva, ilamadofalta de'
servicio.
En este sentido el Superior Tribunal sostuvo que si el dañados es el Estado, a
los fines de comprometer su respoilsabilidad por actiuidad ilicita o ilegitima, el
damnificado deberá acreditar: a) la existencia de un daño o perjiiicio; b) la posi-
bilidad de imputar jurídicamentelos daños a la persona jurídica estatal; c) la exis-
tencia de un factor de atribución determinado por la falta de servicio; y d) la rela-
ción de c a u ~ a l i d a d ( ~
Si~se~ demanda
). al Estado por su actividad licita o legitima,
deberán agregarse la necesaria verificación de la existencia de un sacrificio especial
en el afectado (que exceda de la obligación de soportar las cargas que imponen
las leyes), y la ausencia de un deberjurídico a su cargo de soportar el
Desde el ámbito del derecho la discusión se dio respecto de los otros
requisitos de la responsabilidad. Así, con relación a la antijuridicidad, se sostuvo
que no era u n requisito esencial en la responsabilidad del estadd, ya que éste
debe responder por actos lícitos e ilicitos, en tanto la responsabilidad también
puede derivar de la competencia general que al Estado le asiste para sacrificar
derechos subjetivos de conteni40 patrimonial por razones de bien común, y con
ello la correlativa posibilidad de comprometer la responsabilidad, sin antijuri-
di~idad("~1. En cuanto a la extensión del resarcimiento, sobre todo en el caso de
Era requisito inobjetable que e1 autor del hecho dañoso fuera un funcio-
io público. Se considera tal a todo aquel que en forma permanente, acci-
tal, gratuita o remunerada, ejerce una función o empleo estatal, cualquiera
su jerarquia. Además el funcionario debe haber obrado como "órgailo del
ado'; es decir en ejercicio de las funcionespropias del ente público en el cual
sta servicios. Ello sin perjuicio que el mismo haya actuado con motivo de
función, o con la finalidad de cumplir la función (criterio subjetivo), o que
a obrado dentro del marco legítimo o aparente de sus funciones (criterio
(399) B U ~ T ~ ~ M A I V TE
ALSINA, JORGE, Teoría geizeiul de la responsabilidad civil, Bs. As., Abeledo-Pe-
1,1987,p. 433.
(400) CS, Palios: 31t2824, 293:617 y 308:641.
(401) CSIN, 197915115,"Cantón, Mario B. c. Gobierno Nacioiiai: LA LEY, 1979-C:,219, con nora de
rge Mosser lturraspe - ED 83-323.CSJN., 19891519. "Motor Once, SA c. Municipaiidad dc Buenos
ires': LALEY, 1989-D, 25, con nota <ieMacarel- LI-C 1989,955; DI 1989-2,748.
288 NORMA O. SILVESTRE (DIRECTORR)
iies en la que está prevista legalmente la exclusión del lucro cesante, y dejando a
salvo el tema de SU con~titucionalidad(~"~'.
(402) CNCiv., sala C, 8/11/1987, "Perruccelii, Wdrl P. c. Municipalidad de 8s. As! con nota d e
Ezequiel Sarrnienio, LA LEY, 1989-11. 14 (revocada por la CSIN, 198916113. LA LEY 1990-A, 469).
CSIN, 151711997, "'iaredeiuti S. A.cl17rov d e Buenas Aires", LA LEY 1998-8. 13.2; DJ1998-2, 1031
(CSIN. 198419120,"Sánchez. Granel. Obrasde Inwniería, SAc. dir. Nac. d e v i a l i d a d . LALEY 1985.
\ 11:l l l . ( . ~ j l > j. 5:,1 ! ' ! > l . ! -,;.. ,
,.$.., N , , :41,.1 1 ,l\ l!,ll., 5 :!{ 1 o , , , l , , . l , , , ~ , , J l ~ . \ < . l ~ < , , ~ ~ .
3.
.,, l?\1. c . . . ,. >l.. i, , 1 > l \ l,l.#., , :s . , L . : , L ? . $ 8 . < > > C i , 1 > . 1.4, \ \ l'?,,, < l e >,I.:,,..,y
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. , l . . , > < . > , ,D..,, , ,. O . ! . S:,,,,, !S!< >l.,\,.l4$..',> ,>,,,u SI?<
<,d.
nos y pel.j."FaiIos: 316:1355. CSJN, 199311211, "Puse, Jos6Dviliel c. I'rov. ?JeC l ~ u b uyt ar: LA LEY
1994-8,434 y E» 157.85.
(403) G n ~ n b sioncc,
, ci! LonLYzm rl, Rich~uo,(:ddiro ...,cir., p. 617.
(404) htip:~/ccyn.congreso.goh.a~;donde puede consuliarse laversiónraquigdfica d e la exposici6n
de motivos delos iiunciaiiaiios del Poder Ejecutivo Nacio~ialdel 2110812012.
-- LA RESPONSABILIDADC I V I L 289
aso del tiempo puso en evidencia que los cambios sociales y cultura es
s debían reflejarse en la legislación toda vez que la presunción de culpa
blecía el Cód. Civil de Vélez Sarsfield, tenia como base una reducida or-
zación escolar y una relación personalizada enhe los maestros y director
sus alumnos. La masiflcación de la educación, los cambios sociocultural
mayor autonomía de los educandos, tornaron imposible en los hechos la vi-
ncia estrecha de los alumnos que suponí
pase tornó incompatible con la realidad y c
sistema educativo al generar un estado de preoc
estros que atentaba contra las 1
vas y variadas actividad
otra parte, Ia educació
e una persona, y se hizo
sujeto responsable que era el establecimiento ed
etrás del maestro y director, brindando a las vícti
Z3.Daños cubiertos
Manteniendo el criterio introducido por la ley 24.830 en el art. 1117 del Cód.
1 derogado, el titular del establecimieiito responde tamo por los daños cau-
os por los alumnos a los terceros, como por los daños sufridos por los propios
mnos, incluyéndose así daños provenientes de ambas orbitas de responsabi-
ad. El espectro de daños amparados es muy amplio, toda vez que comprende
la órbita extracontractual los daños causados por los alumnos a otros alum-
S, a los docentes, a dependientes o a terceros. Los daños causados por alum-
S, pueden haberlo sido dolosa o culposamente, o también de modo accidental
in incluso sin mediar discernimiento.
En el ámbito contractual, en virtud de la obligación de seguridad secunda-
a existente en el contrato de enseñanza, compreiide los daños sufridos por los
umnos cualquiera sea su causa: ello incluye los daños que puedan provenir de
echos de terceios, o de la naturaleza, o de hechos del personal docerite o admi-
istrativo, o causado por cosas riesgosas o no iiesgosas, o producidos a sí mismos
or los propios alumnos, y aun cuando no se conozca cuál fue la causa que lo pro-
jo, en tanto guarde relación de causalidad adecuada con la actividad educativa.
Y así, entran dentro del espíritu de la norma las lesiones o caídas que pue-
an padecer los alumnos durante una clase de educación física, sea por empujón
por compañero, o por mero accidente aunque sea un alumno-entrenado o
ialmente dotado para la actividad, y aunque no medie falta de cuidado de
S profesores. Ello, tratarse de una áctividid regular asumida, y no resultar
previsible la ocurrencia de tales hechos, que por ello no pueden considerarse
caso fortuito. El daño puede ser tanto patrimonial por afectar a la integridad
cofisica, de los alumnos también sus pertenencias materiales, como extra-
atrimonial o moral.
-
Consiste en un defectuoso funcionamiento de las medidas de orgai~ización,que
~ ~Cnn~uccl,A í n ~ "La
(412) K B M E L M A Juc , responsabilidad de los..:: cit.
es la verdadera causa de los daños que se derivan de esta actividad. Para otra opi-
nión, el fundamento de la responsabilidad es el riesgo creado(413) por co~isiderar
que la actividad educativa es riesgosa en si misma. Ello, toda vez que las activi-
dades de los nienores de edad y adolescentes, son potencialmente dañosas pues
por las características propias de su desarrollo evolutivo son propensos a realizar
actos que puedan provocar daños para sí o para terceros.
1%5. Eximentes
Sólo se exime de responsabilidad el titular del establecimiento acreditando
el caso fortuito. No menciona la norma al hecho de la víctima ni al hecho del
tercero que segun el CCyCN, también eximen en materia de responsabilidad
objetiva. Y por ello, la doctrina interpreta que los misinos eximirán en ranto
revistan los caracteres del casus. Se ha objetado por ello desde cierta postura
el carácter excesivamente riguroso y hermético de esta responsabi1ida.d que
pudiera llevar a un efecto no deseado de restringir o limitar actividades inte-
resantes y miliosas para el desarrollo de los alumnos por ser estadísticamen-
te riesgosas tales como ciertas actividades deportivas o viajes de estudios o de
esparcitniento.
El sistema adoptado determina que el tituiar del establecimiento será res-
ponsable entonces frente a todo daño que tenga relación causal adecuada con
la actividad educativa, aunque sea derivado de una actividad cotidiana regular
que encaje dentro del normal desarrollo de la vida escolar, causado por la pro-
pia víctima, aunque se acredite haber adoptado todas las diligeircias posibles
para evitarlo, y aunque no pueda conocerse cómo se produjo el mismo. Ello,
claro está a menos que pruebe que el mismo ocurrió por un caso fortuito. Se
trata así de un estricto réginien de responsabilidad objetivo que apunta a brin-
dar garantía de indemnidad tanto a los alumnos como a los terceros, y a cuyo
fin se impone la contratación del seguro obligatorio. En caso de ser responsabi-
lizado como propietario o guardián de las cosas que causaron el daño, o como
principal por los dependientes, el titular podrá valerse de otras eximentes que
correspondan.
(416) AI.TBRINI,
~ ~ I O- LOPEZ CARANA,
I L H. ROBERTO M.,Derecho de Dniios, cit., p. 253; SznFiI?,
ORA, Análisis exegdtico de la ley 17.189, Fundación de Culiiira Universitaria, Montevideo, 2000,
304, citados por G~Lnbs, JORGEM., en LOAENZETTI, RICARDO Ir., Código...,cit.. t. 8, p. 631.
desarrollan tareas manuales en forma independiente como el plomero, electri-
cista o carpintero("').
En suma, consideramos profesionales liberales únicamente a quienes re-
quieren título universitario para el ejercicio de su actividad y realizan una tarea
de índole predominantemente intelectual -lo que tiene directa relación con el
factor de atribución subjetivo que se asignará a esta responsabilidad- y al hecho
de asumir, por lo general, obligaciones de medios, a diferencia de quienes de-
sarrollan oficios, quienes actúan generalmente por contratos de obra y asumen
obligaciones de
El régimen del nuevo C C ~ C N ( ~puede
' ~ ) sintetizarse de la siguiente forma:
se somete la actividad de los profesionales liberales a las reglas de las obliga-
ciones de hacer (art. 773 y SS., CCyCN); como regla general (art. 1768, CCyCN),
la responsabilidad se entiende subjetiva -por culpa o dolo-, salvo cuando el
profesional hubiera comprometido un resultado concreto; no se aplica a su res-
pecto el régimen de responsabilidad por el riesgo de la cosa ni por acti~idades
riesgosas, aunque sí por el vicio de las cosas que se utilicen en el desernpeiio
de su cometido. Veamos pues, las consecuencias del régimen establecido por
art. 1768y concs.
nuncias, que no se vincularen con la publicidad de los servicios, presentadas & los usiiarios y coii-
sumidores, la aiitoiidad de aplicucihn <ic esva ir? informara al denrinciante sobre el ente qiie controle
la respectiva mdtricuia a los efectos de su liainitación'~
(419) VÁzQuezFtimsunn, ROBERTOA,, La responsflbilidad ciuilpro/esional en el nuevo Código, LA
LEY del 6/4/2015,ps. 1 y SS. seiiaia que eii el estudio de esta responsabilidad -y médica en particu-
lar- no se puede prescindir de la lecnird de, entre otros, los siyientcs artículos del CCyCN: 17 -de-
rechos sobre e1 cuerpo humano-, 55 a 60 -disposicióii sobre derechos persondlisimos, actos sobre
elnroPiocucr~o,Dr~cticaSorohibidas. investiaacionesensereshumanos, consentimientoinformado
sultado corrcreto con indeperidencia de su eficacia (inc. b) o en procurar al
reedor el resultado
.. eficaz prometido (inc. c).
-.e
420) El medico no puede garantizar sanación. sí "curacióri"; "curare" quiere decir "ciiidar" y no
ana1':ver Bucnes. ALBcnTO l., Resoonsabilidadcivildelosm4dicm18 ed.,Abact~,Es. As., 1979 yRes-
269. cabe recordar que el parametro dci buen profesional significa que, conforme a esa categoria,
sponde exigirle un coinportarnietito promedio, ni ei mejor ni el peor, lo que iia quiere decir me-
Ese modelo de cuii<iuciase coiistr~irAen base a las circunstancias j>~iticlbiareSde la ?cilla-
una suexte de sistema mixto que liemos explicado en la parte de esta obra en la que analiza-
Oslos m8todos de apreciaciún dc la culpa.
Tal como ha sostenido Bueres en referencia al art. 512 del Código Civil de-
rogado, la culpa de los profesionales en general -y, particularmente, de los
médicos- está gobernada por las reglas generales orientadoras de la especie;
echando mano a esa norma, el magistrado valorará en concreto la naturaleza de
la obligación y las circilnstancias de personas, tiempo y lugar, utilizando como
auxilio la norina del art. 902 del Código Civil derogado (actuales arts. 1724y 1725,
CCyCN). Una vez realizada esa operaciói~inconcreto, imaginará el tipo abstracto
que le sirva de comparación, estándar fluido, variable, laxo y referido al obrar de
uii médico prudente de la categoría o clase a que pertenezca el sujeto
-por caso, al especialista se le exigirá mayor diligencia que al generalista, al que
opere en una emergencia se lo tratará distinto que ante una cirugía programada,
al que tenga apoyo en equipamientos de alta complejidad $e le exigirá mayor
diligencia que quien actúe sin dicho soporte, etc.-. Las condiciones personales
del profesional sólo tendrán relevancia ciiando ellas determinen una "corifianza
especial" (art. 1725 infine, CCyCN) entre las partes.
Bn cuanto al rnétodo de apreciación de la culpa en la responsabilidad de
los profesionales, coincidimos con el jurista en cuanto a que no es diferen-
te al método general, modelo elástico que se correspondería -si tuviéramos
que escoger alguna de las categorías utilizadas par la z~eoriade la prestación
de culpa utilizada en el Derecho Romano- con la culpa leue. En tal sentido,
compartimos que la apreciación de la conducta -y de la culpa- será segíin el
estándar de iiii '<profesionaldiligente medio -que no es lo wlismo que mediano
o mediocre- "Va de suyo que la culpa del profesional no es igual que la del
hombre común profano, y que ese modelo único se concretará en cada uno de
los infinitos casos que muestra la praxis judicidl, por lo que no hay grados de
culpa ni piuialidad de modelos o apreciaciones estrictas o riauiosas. El modelo
de comparación será el de un profesional diligente, pruderit;, que corresponda
a la categoría o clase e11la cual quepa encuadrar la conditcta del deudor en cada
caso c o n c r e t ~ @ ~ j ) .
(422) BIJSRES,ALHERTO J. Ne.cponsabZidad civilde los rn4ciicos, t. 2, 2*ed. actualizada, 1994, p. 118,
con crítica de unanlgiio fallo dela CNCiv., sala A, 29/6/1977, publicado cn LA LEY 1977-D,91 a 104,
voto de¡ Dr. Vocos, que -aúnsin ~ r n ~ o n e r s eexvresamente-
lo llevaba avareiada una suerte de esci-
trina¡ ni pretoriaiio': "estimaron, sin iiorma o principic justificante algiino, que en materia do erro-
res científicos o de dificultades if!cnicas, el facuitativo s61o respondería si aciuara con culpa giave':
(CNCiv., Sala K, 71911989,lA 1991-1-221;sala E, 31/5/1996, LA LEY 1996-D,705), citados eiiBuER~s,
ALEBRTO l., "La apieciaciún de la culpa en la iespoiisabilidad de ios profes(oiiales: Revista de De-
recho de Ddños, N" 8, "Daños Profesionales': I>octrina, Jurisprudencia, Rui>inzal-Ciiizoni,Saiita Fe,
agosto d e 2000, 13s. Zí.i/ZU.i.
(423) BUBRES, ALREI(TO ?.;La apreciaciúnde la colpa...': cit., p. 285.
IA KLSPONSABILIDAD CIVIL 299
arts. 1757 y SS. del CCyCN. La exclusión es necesaria, porque la utilización de co-
sas riesgosas -por ej., el bisturí eléctrico en las cirugías- es muy usual en ciertas
actividades pr&sionales, como la médica o la de ingeniería. Si no se hubiera
xcluido del modo que lo hace la norma, bastaría con probar que se utilizó una
osa riesgosa en el desarrollo de la tarea para que el profesional responda, por
ás diligente que haya sido su conducta o bien que la actividad es riesgosa lo
ue, por ej., en el caso del médico, sería una obviedad. Por ello, no se aplica a los
rofesionales liberales la responsabilidad por factor riesgo,salvo el caso en que
daño es ocasionado no ya por el riesgo de la cosa o actividad, sino por el vicio
e la cosa(4";. No basta, pues con que la actividad que se despliega o la cosa que
e usa, puedan ser riesgosas en abstracto, sino que es preciso que aparezca una
a que presente un defecto, un vicio que constituya causa adecuada del daño.
el caso del bisturí eléctrico, el mero empleo es insuficiente para que el médico
ponda, pero si ese bisturí posee un defecto y provoca daño al paciente, entra
jugar el factor riesgo(42".De todos modos, para que el profesional -por ej.,
1 médico- responda objetivamente, deberid sumarse la condición de dueño o
uardián de la cosa viciosa[426).
r sas rieieo\ai
~" - en el rarnoo de la medicina tiene su r a ~ o nde sei': en virtud del .progieso
. que gene-
a la utilización de todi tipo de aparatos, desde lo más seiicilio a lo m i s complejo -simple bis-
turi manual a aparato de caieterismos-. Los mayores riesgos que aparecen van de la mano con
f sianificativos beneficios para los nacientes por tecnicas diagnosticas y quirúrgicas cada vez más
..
a cargo de una demolición en la que se usan explosivos que no poseen vicio alguna, están enper-
fecto estado y cumplen la función que le es propia, generando un daño a terceros, concluyendo
que no resulta aceitada transformar en regla general lo que constituye enverdad una excepción.
(VÁ~OIIEÍ-FBRREYRA, ROBERTO,'"Laresponsabilidad civil profesional en el nuevo Código': LA LEY
del6 de abril de 2015; p. 1).
(425) El profesional no garantiza la inocuidad de la cosa, pero si de que aquélla no va a presentar
defectos.
(426) Gn~oós,)or,c~. M., en LoRf~zVrTi,RICARDOL., Código..., cit., t, 8, p. 634.
(427) Gn~nOs,JORGE M., en LORENZE~TI,RICARDOL., Código...,cit., p. 635. Segíndec.-ley 6582158
quedan comprendidos, automóiiiies, camiones, tractores para semirremolque, ómnibrls etcétera.
300 NORMA0.SILVESTRE (DIRECTOK/I)
sito 24.449 a nivel nacional y las leyes provinciales que reglamentan la circula-
ción vehicular en las diferentes jurisdicciones. Estas normas si bien no pueden
modificar lo previsto en el Código Civil acerca de la responsabilidad objetiva por
cosas y actividades riesgosas, establecen pautas de conducta para los automo-
vilistas y prescriben infracciones, lo que trae aparejado el presupuesto de la an-
tijuridicidad en la conducta del conductor y muchas veces, expresamente esta-
blecen rigurosas presunciones de culpabilidad i161is t a n t ~ r n ( ~La
@violación
. de
estas normas o la existencia de presunciones de culpabilidad, si bien no deter-
minan por si mismas la responsabilidad del agente, sirven muchas veces junto
con otrascircunstancias para calificarlaconductade!avíctimaodeltercero(42~).
(434) ~ O L D E M R B I ~ISIDOKO G, H., "1.a tutela de la vida privada': LA LEY 1976-A, 576: CIP~IBNTES,
SANTOS, H., "El derecho a ia intiniidad': ED 57-832; idein, Los <ierochorperson~lirimos,20 ed. acttiali-
zadii~amvliadi~, Bs.As.. 1995, u. 546.
( 4 3 5 ) ~ i cr a s o i i d e r ~ ~ , ~ a l 306:1892,11/12/1984,
ioi: "Ponzerti deBalbin, Indalia c. Editorial Adán-
tida SA sldaiios y perjuicios'!
LA RESPONSABILIDAD CIVII. 303
ilidad puede ser directa y por hecho propio o indirecta por los dependientes
A esto cabe apuntar que la prueba de la verdad del hecho reputado calumnioso,
es defensa que impide la reparación del daño, conforme lo establece el art. 1779
inc. a), CCyCN.
En cuanto a la protección al horior, corresponde reconocer dos aspectos, a
saber: la honra u honor subjetivo, es decir, la propiavaloración y el honor obje-
tivo o fama, esto es la reputación o imagen que la persona humana tiene a juicio
de los demás. Lamención exclusiva a esta hipótesis no obsta a otras hipotesis de
lesión al honor -como las de calumnias o injurias que preveía el art. 1089 del
Cód. Civil derogado- no obstante lo cual, entendemos que en tales circuns-
tancias la reclamación sería procedente por el principio constitucional nlterum
non laedcre y los arts. 1721, 1737 y concs. del CCyCN, requiriéndose en tales
casos un factor de atribución subjetivo -culpa o dolo- pero sin la calificación
agravada que surge del supuesto de acusación caluinniosa, que describiremo
enseguida.
Para que se configure la hipótesis de responsabilidad deben reunirse los
guientes presupuestos:
a) denuncia o querella ante autoridad;
b) falsedad de la imputación;
c) previsión de la conducta dentro de las normas tipificadas por el Códig
Penal;
d) dolo o culpa grave, dejando sentado el segundo párrafo del art. 1771 que
la responsabilidad se configurará si se prueba que el demandado/denunciante/
querellante no tenía razones justificadas para creer que el damnificadolact
denunciado,estaba implicado en el delito.
La indemnización comprende los daños materiales y morales, señalándos
entre los primeros los gastos que demandó la defensa de la causa penal incoad
y, en su caso, los efectos patrimoniales en términos de imagen comercial de la
persona humana denunciada y el daño moral o lesión a los intereses extrapatri-
moniales provocados a raíz de la denuncia o querella.
. ,
dc mcyores precisioiies que ameriia la determiiiacidn del Ambilo de aplicación de la doctrina, en
principio se aplica a las informaciones sobre fiincionarios públicos, que impliquen rina critica
contra su conducta oficial.
ra actuar en un proceso judicial en el que se reclama la in-
daños y perjuicios, sea como actor o como demandado. Di-
aptitud, si bien se relaciona con el derecho procesal, proviene del derecho de
s el que reconoce a lavíctima el carácter de titiilar del interés
el daño injusto que lo habilita para accionar y es la medida
acción (legitimación activa). Asimismo, el ordenamiento de fondo es el que
e frente al daño es llamado a responder (legitimación
.Legitimación activa
1 damnificado directo, es lavíctima del daño, el sujeto sobre cuya persona o
cae el perjiiicio. El damnificado indirecto, es quien sin ser
tima del daño, experimenta un perjuicio personal o propio en su persona
nes a consecuencia del hecho dañoso. Se dice que la víctima sufre el daiio
de rebote, proyecta susconsecuencias perjudiciales sobre
ndirectos, quienes a consecuencia del
439) El poseedor eii cambio, es quieii sc comporta como tiniior del dcieclio real.
cado directo o indirecto. En el supuesto de que la víctima fallezca a consecuencia
del ilícito, sólo existirán damnijicados indirectos pala el reclamo de la indenini-
zación por fallecimiento. En tal caso, los sujetos legitiinados para reclamar los
diversos rirbros que pueden integrar el reclaino son los que se mencionan en el
art. 1745 del CCyCN, tal coiiio hemos visto al cstudiar el daño resarcible y a cuyo
comekitario nos remitimos.
c) Daño extrapatrimonial
En lo que se refiere a la indemnización de las consecuencias no patrimo-
niales, cabe remitirse a lo previsto por el art. 1741 del CCyCN, en cuyo caso es
más acotada la legitiniación activa por cuanto le corresponde e» principio sólo al
damnificado directo. Los damnificados indirectos, sólo estarán legitimados iure
propio para reclamar el daño extrapatrimonial si se tratare de los ascendientes,
descendientes, cónyuge o convivientes que recibieran trato familiar ostensible
de la víctima y siempre que del hecho ilicito resultare la muerte o grave discapa-
cidad del damnificado directo.
.l.Principiogeneral: independenciasustancial
El art. 1774 del CCYCN expresamente adopta este principio al establecer que
"La acción civil y la penal resultantes de un mismo hecho pueden ejercerse inde
dientemente':
Si bien la norma admite a continuación que
cho criminal, la acción civil puede interponerse ante los jueces penales co
las disposiciones de los códigos procesales o las leyes especiales':
CCyCN, corrige así las
o y el sistema adoptado
nal, que en su Título VI, den
ocer en la cuestión civil atinente a los daños y perjuicios. Pero como es na-
ural, dicha reparación no podrá ser ordenada de oficio por el juez penal, sino
e deberá ser peticionada por el damnificado a cuyo fin deberá constituirse
o actor civil en el proceso penal. Ello podrá efectuarlo en cualquier esta-
el proceso mientras se ericuentie pendiente la acción penal (CPPN, Cap. 11
ccióñ civil': arts. 14 a 17). Estarán légitimados activamente para reclamar la
(443) Conforinelo establece el art. 71 del Cód. Penal, son de acción pública, esto es debeniniciar-
se de oficio todas las acciones, excepto la:; siguientes: 1) las que depeiidieren de instancia privada
(lo son la violación, estupro, rapto, lesiones ie.i,es, e impedimento de contacto con los hijos según
1. 72, Cúd. Penal) y, 2) Las acciones privadas (lo son ias calumnias e iiijurias, la violación de se-
'etos, concurrencia desleal, incumplimiento dc los deberes de asistencia fliar repecto del cónyuge
según art.73, Cód. Penal).Ello, sin perjuicio delderecho del ofendido de constitiiiese en parte quere-
llante en los delitos de acción pública (art. 82, Cúd. Penal).
310 NORMA O SILVL5IKE (DiKECrORA)
--
(444) El escaiidaia jutídico se veriíicaria si en sede civil resuI1ara Iib~radude respoiisabiii<iadun
sujelo que hubierasido coiidenadopenaimente, o biense tuviera por Mjrtciiteunliechoq~ieensede
iiei~alsc declaró inexistente.
icable la norma en análisis, y proceda la suspensión del dictado de la senten-
se requiere que la acción penal haya sido efectivamente iniciada, y
ue lo sea po&l mismo hecho ilícito, y no por otro.
oducen una dilación irrazonabie que en los hecho provoca una denegación de
ticia. Se trata en definitiva de una cuestión de hecho, que deberá ser apreciada
cada caso particular, lo que aparece como justificado pueda ser evaluado por
juez civil a los efectos de poiier fin a la circunstancia que lo paraliza, tenien-
o-en cuenta las posibilidades concretas de avance de la Causa penal en tiempo
ximo, o la conducta de las partes y hacer efectivo el derecho de la víctima a
ener la reparación. Es que de no habilitarse esta posibilidad, se podría termi-
as consagrando una trampalegal todavez que el derecho de lavíctimaa obtener
reparación, que se deriva de su derecho de defensa en juicio reconocido por el
t. 18delaC.N.(44n) y tratadosinternacionales, debe estar por encima de lanorma
el CCyCN que impone la suspensión del dictado dela sentencia civil. El CQCN
45) La suspensión también se aplica lógicamente de darse los presupuestas analizados al dicta-
de la sentencia en sede comercialylaboral.
(446) La acción penal se e n i n y e por prescripción, amnistía, indulto, renuncia del ofendida en los
litos de acci6ii privada, failecimienta del imputado o por el pago voluntario de la multa. T;1 Cód.
¡vil derogado en el art. 1101inc. 1 s61o preveía el supuesto de fallecimiento del acusado antes del
ictado de la sentencia penal, en cuyo caso la acción civil podía ser intentada o continuada contra los
spectivos herederos.
(447) El C6d. Civilderogado, enelviejo 1101 inc.2, sóiopreveiaeisupuostode ausenciadel acusa-
o en que la acción criminal no puede ser iiiteniada o contiriuadd.
(446) E1 an. 18de la C.N.nos remite& PacfodeSnn)osé de Costa Rica, el que incluye en su art. Bo.
entro dc ias Garantías Judiciales, el dcrecho de toda persona obteiier dentro de un plazo razonable
or iin juez competente y can las debidas garantías la determinación de sur derechos y obligaciones
e orden civil, iahoraf, fiscal o dc cualquier otm car4cier.
al incorporar excepción recepciona la doctrina sentada por la CSJN en los céle-
bres casos "Zacarías" (28/4/1998); "Atalta " (20/11/1973) y "Atanor" (111712007).
c) Si la acción civil por reparación del daño estúfundada en unfactor objetivo
de resporzsabilidad. E1 presente inciso es también una novedad que incorpora el
CCyCN, recepcionando el criterio doctrinario y jurisprude~~cial conforme al cual
al fundarse la acción civil en un supuesto de responsabilidad objetiva, no se veri-
ficaría la liipótesis de sentencias contradictorias en ambas sedes. Ello, por cuanto
la conducta del responsable civil no sería objeto de análisis en id senteucia a dic-
tarse en esa sede en virtud de un fundamento objetivo, trátese del mismo agente
del daño o de bien un tercero obligado. Y de tal modo es perfectamente posible
atribuir responsabilidad civil objetiva a un sujeto sin necesidad de aguardar al
dictado de la sentencia penal tal como lo reclamaba la doctrina.
La suspensión del juicio penal a prueba de conducta o probation, Por ex-
presa disposición del art. 76 qualer del Código Penal, la suspensión del juicio a
prueba no es caiisal de suspensión del dictado de la sentencia civil.
( 4 5 0 ) S Á ~ ~ zLUIS¡?.
. J., encódigo Civil...,cit., t. 8, p. 664.Todavezquelasenlenciapendise~i1cula
con la conducta del condenado, las manifestaciones que haya vertido el juez penal respecto del ac-
cionar de la víctima no iiicluyen unavaloración do su accionar, por lo que no impiden al demandado
ilivocar el hecho concurrente del damnificado.
514
- NORMA O SILVLSTRT IDIRFCTOIIA)
(45") S,<ENZ,LUIS R, 6, cn Código Civil ..., cit., t. 8, p. 668, citando a :<crneiii,;ijer de Cailiicci,
(453) SAENZ,LUIS R. l., eil (%digo C i ~ i...,
i cit., I. 8, p. 664, citando a Saux, I<einelmajeide Cailncci
y Cornpagiiucci dc Caso.
LA RESPONSABILIDAII CIVIL 315
(454) Son ios siguientes casos: A1.t. 115, CP (injurias vertidas en juicio por ios iirigantes no dados a
Pubiicidadsólo quedan sujetas a las correcciones disciplinarias) Art. 116,CP (injurias recíprocas, el
tribunal podrá según las circunstancias dedazar exentas de pena a ambaspartes o a alguna de ellas);
att. 117, CP (el acusada deinjuria o caiumniaquedaráexento de penasi se retracta públicamente an-
tes o al contestar la querelis) y art. 185, CP(ios hurtoos, defraudaciones o daños recíprocos entre pa-
rierites cercanos están exentos de responsabilidad penal sin pctjuicio di la ci\>il).
( 4 5 5 ) V Á z p u e z F ~ ~ ~en~ B
, mu s, n ~ sALBERTO
, f. - HIGKTON, EZ.BNAL, Código..., cit., t. 3-A, p. 283.
316 N O R M A O. SII.VESTKE (DIRECTORA)
-
Se xnaritiene así el principio general que establecía el viejo art. 1106 del Cód.
Civil derogado, referido a la inmiitabilidad de la cosa juzgada civil. Ello quiere
significar que en los supuestos de excepcionales en los que la sentencia civil fue-
ra dictada antes de la sentencia penal, su dictado no produce en principio efectos
sobre la sei~tenciacivil que rnantiene su firmeza e inm~tabilidad(~").
23.8.L. Excepciones
El art. 1780 establece a continuación los siguientes supuestos de excepción:
a) Si la sentencia civil asigna alcances de cosa juzgada a cuestiorzes resueltas
por la sentencia penal y ésta es revisada respecto de esas cuestiones; excepto que
derive de un cambio de legislación. El CCyCN consagra por medio del presente
inciso un recurso hasta ahora inexistente en el proceso civil: se trata del recurso
de revisión respecto de una sentencia civil que fue dictada en base a una senten-
cia penal que tenia sobre la misma valor de cosa juzgada (art. 2776, CCyCN). La
revisión sólo procederá a petición de parte. La hipótesis en examen supc.ne la
existencia de una sentencia penal condenatoria, en base a la cual se dictó
teriormente una sentencia civil que por el efecto de la cosa juzgada, conde
pago de los daños y perjuicios; liiego de lo cual la sentencia penal fiie revi
en aquella sede p resultó absuelto el condenado. Es que en materia penal, e
el recurso de revisión (art. 487, CP), que si bien excepciorial, permite que
sentencia penal condenatoria(R5'! aún firme y en todo tiempo pueda serre
en base a nuevos elementos que no fueron tenidos en cuenta en el juicio anterior.
Y en base a ello, se demuestva que ia condena se basó en pruebas falsas, o me-
diando prevaricato, o qiie por hechos posteriores o nuevos elementos queda en
evidencia que el condenado es inocente o que el hecho no fue cometido por 61;
o que no existió el hecho. En suma, para que proceda la revisión de la sentencia
civil, será necesario qiie existan dos elementos fundamentales:
l.) que el juez civil haya valorado aspectos decididos por el juez penal con
carácter de cosa juzgada;
2) que esos aspectos que son el f~indamentoLógico del fallo civil, sean revi-
sados en sede penal.
De no darse ambos elementos, no será procedente la revisión de la sentencia
civil. Y por ese motivo, tal como surge del párrafo final del inciso a) que comenta-
mos, ello no ociirrirá en el caso de que la revisión de la sentencia penal derive de
un cambio de legislación. Tal sería por ej., el caso en que se derogara una figura
penal y el hecho ya no constituya delito, lo que motiva la revisión de la sentencia
penal. Pero dicha revisión penal no determina la revisión de la sentencia civil,
por cuanto ello no eliminará la que naturalmente derivada la conducta antiju-
(456) Cabe rccordarquebd suspensióndel dictado de Lusenlcnciacivil esrablecida eii ei ari. 1175dei
CCyCN seiálo qiie mits habiiilalnieniesepr<!senteeniaprócrica,lo qucúciie lugar enloscasos enios
que ia acciún penal es intentada antes del jiiicio civil, o diirante su curso. Pero iainbiéil podría darse
el siipucsto rneiios habitiral sin duda, en e1 que el pmceso civil se hubiere sustanciado totalmente y
obtenidosentenciafiriilesntcsdeliniciode iaacciúnpenai. Bn tal caso clpri~icipiodeiiimutabilidad
de la cosa juzgada civil deiermina que in nrisma mantiene sii iirme~ay rio se ve a l m a d a por la sen.
ieriUa pen;i! posterior
(457) Sólo es susceptible de revisibn la seilieiicia penal condenatoria, no la absoiutoria.
LA RESPONSABI1.IDAD CI
V
CAP~TULO
MODIF~CACIONES
SUBJETIVAS
NO EXTINTIVAS
a transmisión de créd
a transmisihn de dese
n de los derechos")
stión es tratada, asimi
os causa de muerte") a partir
alelamente a la in
derechos -amen
contrato de cesión de
ta última como un pas
odo exiiniivo de las ob
ance la inclusión de 1
"Contratos en particular>que no lo estaban en el Cód. Civil derogado, y eran
gran recepción doctrinaria por su importancia en el tráfico negocial.
1. Xormas generales
En cuaiito a las normas generales, el art. 398 del CCyCN establece el princi-
pio de transmisibilidad de los todos los derechos
"excepto estipulación vAlida de las partes o que ello resulte de una prohibición legal o
que importe transgresión a la buena fe, a la moral o las buenas costumbres':
Seguidamente, el art. 399 mantiene el principio conocido con el brocardo
nemo plus iuris a d aliurn transferre potest yuam ipse hahered2)y el art. 400 dis-
tingue al sucesor urziuersal -aquel que recibe todo o una parte indivisa del patri-
monio de otro- del sucesor singular -quien recibe un derecho en particular, es
decir, sobre un objeto o conjunto de objeros especificamente determinado.
La transmisión de derechos puede originarse e n el acaecilniento fáctico pre-
visto por la ley para concretarse ministerio legis -el caso de la sucesión mortis
causa- o por un acto voluntario que tiene dicha finalidad -el caso de la cesión
de créditos, contrato regulado en el CCyCN en el Cap. 26 del Título iV "Contratos
en particulnr"de1 Libro tercero "Der<?chospersonales"enire los arts. 1614y 1635..
Como hemos adelantado, según la extensión de la transinisióii, y confor
lo dispuesto por el ari. 400 del CCyCN, podemos encontrarnos frente a una:
a) Sucesióil a titulo unive~sul-cuando comprende todo o una parte alícuo-
ta del patrimonio de lino persona, por lo cual sólo es concebible por cansa de
muertei*-. Tiene por objeto un todo ideal, sin consideración a los objetos indi-
viduales que lo componen, tal como sucede con los herederos, que reciben los
derechos activos y pasivos que componen el patrimonio de una persona fallecida
(art. 2277, CCyCN, "la herencia comprende todos los derechos y obligaciones del
causante que no se extinguen por su fallecimiento" y 2486, "Los herederos inc-
tituidos sin asignación de partes suceden al causante por partes iguales y tiene
vocaci6n a todos los bienes de la herencia a los que el testador no haya dado un
destino diferente"), sea a la totalidad del mismo o a una parte, como podría ser
en el caso de haberse otorgado un legado de parte alicuota (arts. 2278, CCyCN) o
de haberse instituido un heredero de cuota (se trata de herederos instituidos en
unaj?ucción (le la herencia conforme lo dispone el art. 2488, CCyCN).
b) Sucesión a titulo singular o particular, cuando se refiere a uno o más obje-
tos o bienes particulares y puede ser mortis causa (el legado de un'bien particular
o un conjunto de ellos, conforme art. 2278, CCyCN) o por acto inter viuos (e1 con-
trato de cesión de crtditos).
art. 1614 define el contrato de cesión como aquel que existe "cuando una
partes transfiere a la otra un derecho'; y remite a las normas sobre compra-
, permuta o donación según que se haya realizado con la contrapxestación
(4) La definición ha sido criticada por cuanto con la cesión no se trata simplemeiite del hecho de
obli~arsea hansfert sino lisa 1, llaiiarnente se transfiereel crédito. Por otro Lado. oarece innecesaria
tizada o, en su de
ndo retransmitir lo
oce la posibilidad d
ato, o para alcanzar una compe
proceso judicial, etcétera.
3.1.10. Endoso
Se trata de un "acto escrito, unilateral e incondicional, formalmente acce-
sorio, que tiene por objeto latransiiiisión de un título y la legitimación de su
poseedor para el ejercicio de los dereclios cartulares"('). El endosante transmite
el titulo -letras, cheques o pagarés nominativos o al portador- firmándolo y
el endosatario lo recibe, adquiriendo todos los derechos emergentes del título,
ranto los principales (propiedad del título y del crédito) como los accesorios (in-
tereses). El receptor queda legitimado para accionar para el cobro forzado del
titulo y, a la vez, asume la obligación autónoma e independiente de garantizar su
.Sujetos. Capacidad
Son el cedente, quien transmite el
raspaso y ocupa la posición del acreed
el contrato de cesión y hasta la noti
o en el concepto de tercero(9).
Si la cesión es a titulo oneroso, la capacidad de hecho requerida para ceie-
arla es la necesaria para comprar o vender; si fuera a título gratuito, la capaci-
d es para donar. Los representantes legales de los incapaces no pueden ceder
s derechos de sus representados sin autorizaci
)El art. 1618 inc. b) del cQCN aclara que si se trata de inmuebies, puede hacerse por actajiidi-
cial "siernprc que ci sistema informgtico asegure la inalterabilidad del instrumeiitaí
(9) CNCom., en pleno, 181411975,JA 26-1975-103.
(10) El Cód. Civil derogado traía algunas incapacidades de derecho, reiteracián de las establecidas
ra ei contrato de compraventa, que alcanzaban a ¡os esposos entre si, ¡os padres, tutores y cura-
res respecto de los que están sometidos a la patriia potestad, tutela o ciiratela, ai igiiai que los ad-
inisuadores de establecimientos púbiicos, corpoiacioiies civiles o religiosas sobre crédiios contra
les cstabiecirnienros ni s los jueces, abogados o piocuradoies judiciales sobre acciones en los que
ercieren o hubiesen ejercido sus servicios, o de los funcioiiarios píiblicos respecto de los créditos
ntralz jurisdicción esWtal que administraren o estuvieran empleadas [arts. 1441,1442y 1443, Cód.
¡vil); entre otros supuestos. 1.a cesióii efectuada enviolación a estas proiiibiciones era nuia o aiiula-
le, estoúitim~en caso quese hubieradisimiladoio incapacidad dc dereciio y cllano iiiera conocida
orla una parte, ai tiempo del acto.
La primera excepción al piincipio se encuenlia consagrada en el art. 1617,
CCyCN,y se refieie a los derechos ~nherentesa la persona humana~"J.Otros casos
particulares son el pacto sobre herencia futura (art. 1010, CCyCN) y el derecho
real de habitación (ait. 2160, CCyCN).
3.6. Efectos
Los efectos de la cesión respecto de terceros suceden desde la notificación
al cedido por instrumento público o privado de fecha cierta (art. 1620, CQCN),
aiinque la norma prevé que los pagos hechos por el cedido al cedente antes de
serle notificada la cesión y las demás causas de extinción de la obligación, son
liberatorios para él (art. 1621, CCyCN).
En caso de concurrencia de cesionarios, la preferencia corresponde al pri-
mero que iiotificó la transferencia al deudor aunque ésta sea posterior en fecha
(arf. 1622, CCyCIV). En caso de coricurso o quiebra del cedente, la cesión no tiene
efectos respecto de los acreedores si es notificada después de la presentación en
concurso o de la sentencia declarativa de la quiebra (art. 1623). Antes de la noti-
ficación de la cesióii, tanto el cedente como el cesionario pueden realizar actos
coriservatorios del derecho (art. 1624).
Los arts. 1628 a 1630 regulan las garantías que debe el cedente: la evicción, si
la cesión es onerosa da cuenta de la existencia y legitimidad del derecho al riem-
po de la cesión, salvo que se trate de un derecho litigioso o que se lo ceda como
diidoso, pero no gaianiira la solvencia del deudor nide sus fiadores, salvo pacto
en contrario o mala te. Si, luego, el derecho no existe, el cedente debe restituir al
( i l ) Los derechos inherentes a la persona, ya analizados cii esta obra, qiie comprenden a ios per-
soiialisimos, los ati-ibutosdelapersonalidady iama)~oipariedelos derechosderivados delestado de
familia, siii embargo, las derivaciones patrimoniales que surjan de La lesióii a taies derechos, puede11
ser liiotivo de ccsióil.
Cnirws (;., Insliluciones...,cit., t. 3., p. 372. La doctriria hd-
(i2)Iiiznnar>, Ri\16S D. - I'~i.i.ssi~i~or,
bia agregado elescrito prcseniatio por las paiies ante el tribunal y luego ratificado ante ei secretario,
no rerjuiiiéndoso la ho~iiologacióiijudicial dc la resibn.
e pacte la garantía de solvencia, se aplican las reglas de la fianza y el cesionario
o puede recurrir contra el cedente, después de haber ejecutado los bienes del
eudoi; salvo que éste se halle concursado o quebrado.
4.2. Requisitos
Para que se configure la hipótesis deben reunirse los siguientes requisito
a) El objeto de la obligación debe ser efectivamente satisfecho por el tercero
acreedor, en todo o en parte. Bn verdad, no se trata de un "pago: porque
que actúa no es el deudor, pero si de una adecuación objetiva al comport
miento que debe observar dicho deudoi:
b) En la subrogación convencional, el "pago" debe ser anterior o simulthe
momento de la subrogación. En la legal ella opera ministerio legis en
concomitante con el desembolso practicado por el tercero.
c) El tercero debe tener capacidad suficiente para efectuar pagos y, ade
debe obrar sabiendo que se trata de una deuda ajena.
d) La prestación debe ejecutarse con fondos que no sean del deudor, pues e
caso, habria pagado el deudor.
e) El tercero no debe tener ánimo de liberar a! deudor originario de su o
gacibn; si así fuera, se trataría de tina liberalidad. La actuación se debe d
sobre el presupuesto de que el tercero, luego, intentará recuperar lo paga
f) El crédito que se satisface debe existir y ser transmisfble, lo que desc
por ajenas a la figura, ias hipótesis de créditos inexistentes o de dere
personalísimos.
Reunidos estos requisitos y a partir del momento del pago, se transmiten os
tferechos del acreedor pririiitivo al tercero subrogante, en la medida del desem-
bolso efectuado, y éstetoma su posición jurídicaen el ejercicio de los derec
acciones y garantías --reales y personales- que el acreedor primitivo tenía
trae! deudor.
o s ~ ~ i g e n e r Instituto
is. dual o complejo
ago de características especiales presentaría tres notas esenciales.
ntre acreedor originario y tercero, opera un "pago de efectos limi
4.4. Especies
incs. iy 4, es decii; el pago a iin acreedor que.le ksulta preferente o el efeChiado por el'ackluirente
de un inmueble al acreedor que tieiie una hipoteca sobre ese bien. Debemos considerar a ambas
incluidos como paga de terceros inieueszdos. Sc ha sciíaiado conlo ejemplo tarnbién el paga de la
aseguradora que resarce a la vlctima asegurada y luego actúa por recupero coniorme el arr. 80 de la
Ley de Contrato de Seguro 17.418.
están obligados al pago íntegro de la obligación. El CCyCN también conce-
de la subropción a los codeudores de una obligación divisible, lo que era
vedado en Cód. Civil derogado(24).No la tiene el mandatario que, por los
términos del mandato, acepta pagar con dinero propio deudas del mandante
cuya administración desempeña.
Deudores subsidiarios: son aquellos que se obligan por otros. Es el caso del
fiador simple, que debe cumplir la prestación ante el incumplimiento de la
deuda por parte del deudor principal, siendo justo que se le conceda la su-
brogación legal, a fin de ejercer los derechos respecto del deudor afianza-
do. Igualmente, quien otorga una cláusula penal o constituye una hipoteca
o prenda sohre un bien propio para asegurar el cumplimiento de una deuda
ajena y paga para evitar las consecuencias que puede generarle en caso de
incumplimiento del deudor por el que se obligó!".
2) Pago efectuado por tercero -interesado o no- con asentimiento o igno-
cia del deudor (inc. b): la hipótesis tiene una amplitud inédita en el derecho
arado, ya que prácticamente abre la puerta para la acción de pago con su-
ción para todos los terce
nto no se oponga el deudo
egla general de la que sólo q
a la voluntad del deudor!z6).
io se subroga legalmente y só
b) yiir eii el recibo qu(. eiiiiia el acieedor consir ex1Jii3saiiic~nif- qiit' .l' I J ~ 11,a
O
sido ei<,ciii:ido(:o11tlincro prcsr;i~lon t;il fiii por cl icrc<,rosiil>rogaiite(¡:#c.b).
e el instrumerito del préstamo conste -en forma expresa- que el im-
te del mismo -ese dinero- será destinado al pago de la obligación del
eudor (inc. c), es decir, debe ser afectado al pago de la deuda anterior.
8) Puede suceder en casos en qiie el deudor no pueda abonar el crédito, pero logre una
nanciación con tasa más baja o mejores coiidiciones de cumpiimiento que el anterior, m4s gravoso.
cero, a su turno, presta el dinero no tanto porquc persiga el crédito del acreedor primitivo, sino
ue pretende reforzar su propio crédito, que proviene del préstamo que hace al deudor i>rimii<vo,
as garantiasque tenia cl acreedor originario (p. ej., una hipoteca, uiiafianza) que si no fuera por
go con subrogación, no podría obtener
1
334
--- NORMA O SILVESTRE ( V I R t C i O R A ) --
deudor "de manera pioporcionalo Debemos entender que ello sucedería en caso
de insuficiencia de bienes del deudor para pagar en forma íntegra la parte restan-
te del acreedor %ladel subrogante. En tal caso, ambos concurren a prorrata -de
manera proporcional, con igual derecho sobre la parte que les es debida, salvo
convención en
5.1. Concepto
) Solución que se aparta d d Chdigo francés, que otorga prioridad de cobro al acreedor
ario y posterga al tercero.
O) Rocc~ RrcARDo. en CALVOCOSTA.CARLOS A. (dir.), Códim Civily Comercial de la Nación, l. 2,
el cambio de deudor fuera acomoañado nec~saiiamenlcDor una novación subietiva, sue surione
!.,t,xliniii>ri di. l:i dcuda urigiti.<r!.>,i:uii su, :irczsariu\ i' gar;iiirini.
ncc~r.iri.~iiit.iiir
i 'l . ,l . i . \.al L ~ T P I S OC~ A
, R I C ~ > ,il <. .I~ , P. 415 ,1<15iirlri)
(, ~ l ~ r , l ~ r ~ ~ ~ l ,< <il q111,
uestos particulares de los cuales es posible inferir, por analogia, el principio general enunciado.
ejemplo, mencionan el conuato de Locación (art. 1498), las deudas hipotecarias (arts. 3172 y
cs.) y la transmisihn de fondos de comercio (segúnley 11.867).
33) En la actualidad se encuentra orevista en el numeral 414 del Código alemán como "contrato
niente a sunacimiento, lo que será liberatorio del deudor primitivo o no, según
cuente o no con la conformidad del acreedor(").
.l. Concepto
Esta situación tiene una mayor complejidad que las anteriormel~tedescrip-
as y concierne a la sustitución de uno de los contratantes por un tercero en la
osición jurídica que el sustituido tenía en la relación contractual, la que perma-
ece idéntica en su dimensión objetiva(3G). El Código Civil derogado no regulaba
rgáuicamente esa figura, corno sí lo hacen losmás modernos(37),aunque lama-
or parte de los sistemas jurídicos aceptan la figura como un contrato innomi-
Hasta la sanción del nuevo CCyCN así lo sostenía la doctrina nacional en
prácticamente unánime y, si bien aisladamente, dentro del nuestro sisre-
rídico se pueden advertir varias hipótesis legales en que ella se verifica(38).
La estructura que estudiamos se funda en la existencia de u n contrato bási-
,que obviamente debe tener existencia ailterior a l a cesión, que debe contem-
laiprestaciones recíprocas, es decic generar derechos y obligaciones a ambas
artest3$).Dichas prestaciones no deben haber sido ejecutadas totalmente por
bas partes y debe tratarse de u n contrato de ejecución diferida, no de eje-
[dica generada por el consato, rechazando la consideracibn atomislica que refieren de antano.
ncluyen aclarando que la hipótesis es la de un "paso del contrato".
(37) Por ejempio, el de Italia de 1942, de Portugal, Perú y elcolombiano de Comercio.
(381 Ver inás adelante las referencias a los arts. 1498, C6d. Civil: 9@de la lev 23.091 de locaciones
rbunás, 240 de la Ley de Concursos y Quiebras, 02 deja ley de Sociedades &merciaies y 225 de la
Y de Contrato de Trabajo,
(39)PlzAwno, RAMÓN D.-VALLESPINOS, CARLOS G., cit., t. 3, p. 422, advierten que si se tratarade
n contrato unilateral s61o podría hablarse técnicamente de cesión de cr4ditos o de deudas, pero
o de posición contiaclual.
338 NORMA 0.
SILVESTRE (DIRECTORA)
..,,..-.-.
.~
(41) P1%RIIoi R h M Ó N ..., Cit., t. 3, S?. 424.
I). - V&LI,BSPINOS.CARLOS ü.,In~R'I1(~i01les
MODIFICACIONES SUB ETIVAS NO EXTINTIVAS 339
Resulta aclaratorio el tratamiento qiie brinda el art. 1637 del CCyCN, según
el cual los efectos
ii
de la cesión de posición contractual suceden de la siguiente
1 art. 1189 inc. b) del CCyCN, dispone que, excepto pacto en cont
ación subsiste durante el tiempo convenido, aunque la cosa sea en
efecto, si durante la vigencia del plazo locativo el locador vende el inmueble,
nquilino pasa a serlo del nuevo propietario (comprador) quien asume la posi-
' contractual de su antecesor.
.2. Quiebra
En el caso de contratos en curso de ejecución, con prestaciones recípro-
s pendientes, a partir de la declaración de quiebra, el juez puede disponer SU
tinuación. La doctrina que considera al concurso o quiebra como un sujeto
nto del fallido, ha considerado este caso como una sustitución de posición
ractual, en que el fallido sería sustituido por la quiebra y los creditos que el
o genera quedan encuadrados en el art. 240, LCQ.
tuidos bajo condición suspensiva, están en esa situación a partir del cumplimiento
e la cond~cición,sin perjuicio de las medidas consewatorias que corresponden. En
incipio, responden por las deudas del causante con los bienes que reciben, o coi1
valor en caso de haber sido enajenados':
nto especial para dicha clase de transmisiones sea por venta o por c
o título oneroso o gratuito de un establecimiento comercial o industr
a privada o en público remate, sea en block o fraccionadas de las e
embargo judicial. Vencido dicho plazo sin que se haya trabado embargo, los fon-
dos pueden ser retirados por el depositante.
De no mediar oposiciones o cumpliéndose con el requisito de la retención y
depósito, el documento de venta podrá ser válidamente otorgado y producirá sus
efectos respecto de terceros cuando sea extendido por escrito e inscripto dentro
de los diez días en el organismo registra] competente en el lugar
Las omisiones o transgresiones a lo establecido por esta ley hacen solidaria
meute responsables a comprador, vendedor, martillero o escribano que las hu
bieren cometido por el importe de los créditos que resulten en pago como conse
cuencia de aquéllas y hasta el monto del precio de lo vendido (art. 11,ley 11.867).
VI
CAI>~TULO
EFECTOS PNNCIPALES
DE LAS OBLIGACIONES
pririrarios" que son las consecuencias que se derivan de la aciiiación ilornial del progiama
de un enfoque rnas an~plio,no cabe separar los que atañen al acreedor de los que
se refieren al d e ~ i d o r y( ~por
) esa escisión, dejar a estos últiinos en el momento del
pago'"). También se utiliza la palabra efectos como sinónimo de ejecución de los
derechos del acreedor sobre el patrimonio del deudor[') o bajo la expresión tutela
juridica del crédito(@.El Código Civily Comercial de la Nación tratalos efectos en
relación al acreedor y al deudor conjuntamente en el Libro 111, Tít. 1, Cap. 1, en
los arts. 730 y 731, manteniendo en esencia el contei~idodel Código derogado.
Si reducimos la idea a una sola palabra los efectos de la obligación con rela-
cibn al acreedor ésta seria satisfacción, comprensiva de@):
a) Los efectos principales) que son los medios legales que el ordenamiento jurí-
dico asigna al acreedor para que obtenga Ia satisfacción inmediata de su in-
terés, sea a través del cumplimiento específico de la prestación debida, por el
propio deudor o por un tercero, o sea por equivalente dinerario. Los efectos
principales se orientan de manera inmediata -directamente- a la sarisfac-
ción del derecho del acreedor. Estos a suvez, se clasifican en
obligatorio y "efectos secundarios" que san los que se refieren a las medidas que se pueden adoprar
para manrcner la iiitegridad del patrimonio. La doctrina italiana. asi, p. ej., GIORGIANI, MICHEL~,
La obligación, edición en castellano traducida por Verdera y Tuells, Bosch, Barcelona. 1955, o. 3,
>tili.i:i Ii ~ , : i l A i r : i I ~ K < . . . % IJ<U,~ <i<,ii>:nur
.
ri><i.,\ I k i i iiit-dio, < ~ r .il:i~izi.ii
. <:tic i.1 ncri,c<l.>rI > ~ I . ,
..igi.ii !;S ]'rcrt.i, ii,li c i <1i!;ii, ri l i i i i i ilehiil.>. 5.1 rvticre .i 1i.r ptvct,h d? l., iil>lig:irii~li i i i r~l;~i.:i
i i nii
el acreedor.
(5) DIEZ-Picmo,Lrlis, Fun&menios del derecho ciutlparn>noniai, t. 2, í aieiaciones ~ obligatorias,
RegistradoresdeEsparia, 6" ed,, Thomson-Civitas, 2008, p. 511.
(6) Busso, EDUARDO R., C6dip Ciriii anotado, t. 3, Bs.As., Ediar, 1949, p. 208; LAPAILLE, HECTOR,
Tratadodedereckodelasobligclciones, vol. 1, Buenos Aires, Ediar, 1947, ps. 53/55.
(7) CAZEAUX, PEDRON. - 'TRIGO REPRESAS, FELIXA., Derecho de las obligaciones, t 1,La Plata,
LibreriaEditorial Platcnse, 1987, ps. 198,223 y 565.
(8) PIZARRO, WMÓND. - VALLBSPINOS, CARLOSG.,IxsLiiu~ione~ ...,cit., t. 2, ps.47 y 55. Con un
orininai e n f o ~ u elos , aulores sislernatizan los erectos o Ntela iurfdica del crédito. en cuatro mandes
relación al acreedor
~ N ~ , A. - AMEAL,
( ~ ) A L T F I <ATII^LO OSCARJ. - L~PB~CAUANA, ROBERTOM., Derecho...,cit., p. 83. Sigiien
el criterio pero innovan al tratar el pago dentro de los efectos en relación con el deuda&scpaiándolo
del res30 de los medias de exrincióii. En cuanto a los efectos auxiliares, distinguen entre: a) medidas
precautorias (cmbnrgo, inhibicidn de biencs, etc.) y, b) acciones dc ii>tegracibilo dcsiiride (acciones
de simulación, revocatorkd, subrogaioria y separación de patrimonios!. CALVOCOSTA,CARLOS A.,
Derecho de las obligaciones, 3. 1,Iíammurabi, losé Luis Depalina Editor, Buenos Aires, 2009, p. 111.
Por su parte, los efectos en relación al deudor, pueden reducirse a la palabra
eración; de ?se modo, el cumplimiento exacto de la obligación (o pago conf.
5 del C C ~ ~ Nproduce
), su liberaci6n, pudiendo repeler cualquier acción
eedor que invoque como fundamento el reclamo de la obligación cumpli-
art. 731, CCyCN). Dicha liberación puede suscitarse por otras distintas razo-
que se analizarán en el Capítulo IX de esta obra.
eglageneral. El contrato solo tiene efectos entre las partes, no tiene efectos r
erceros, excepto en los casos previstos por la Ley':
art. 1022 completa la idea al establecer que
l contrato no hace surgir obligaciones a cargo de terceros, ni los tercero
recho a invocarlo para hacer recaer sobre las partes obligaciones que éstas no
nvenido, excepto disposición legal" 1").
r su parte el art. 1024 consagra la regla de la transmisibilidad de los efectos
s y pasivos del contrato, lo que resulta congruente con la solucióli general
s actos jurídicos establecida por el art. 398 del CCyCN -salvo estipulación
de las partes o que ello resulte de una prohibición legal o que importe trans-
n a la buena fe, moral o buenas costumbres, todos los derechos son transmi-
10) El art. 503 do1 C6digo Civil derogado establecia: "Las obligaciones no producen efectos no
ucen efectos sino entre acreedor y deudor y sus sucesores a quienes se transmitiesen'! PIZARRO,
M6N D. - VALLESPINOS. C ~ R L OG., PEDRO N. - TRIGO RE-
S Instilucion~s..., cit., t. 2, p. 48; CAZEAUX,
sns, FÉLIxA., Derecho ..., cit., t. 1,p. 191. El nuevo CCyCN no reproduce tina norma de similar te-
r, por lo que estos conceptos deben buscarse enla parte general de los coiirraios.
(11) Eiiw Los"casosprevistospor1a ley"pode!noccitarelcupueslo dela estipulaci6n afav«rde tercero
1027, CCyCN), los arrs. 1073 a 1075, que reguian ios denominados conhalos conexos, y reconocen la
nsión o psivación de cienos efectos directos de un connato hacia otros con los ciiaies se encuentra
ado, aceptando la unidad negocia1 que hace pariiupes a todos los inreresados y las disposiciones
obre acto de consumo (arts. 1092del CCvCN y 19 40,5",36y 40 de la Ley de Defensa del Consumidor,
"Sucesores universales. Los efectos del contrato se extienden pasiva y activamente, a
los sucesores universales, a no ser que las obligaciones que de él emanan sean in-
herentes a la persona, o que la transmisión sea incompatible con la naturaleza de la
obligación, o este prohibida por una cláusula del contrato o la ley'!
Veamos a continuación los distintos sujetos sobre los que recaen los efectos
del contrato y, por ende, los efectos principales de las obligaciones que de ellos
emanan.
(13) C ~ B A U X ,
PEDRO N. - TRIGOREPRESAS. FÉLIXA,, Der~'cho ...,cit., t. 1, ps. 1971198. PIZARRO,
~ M U 1N 1. -VAI.LESPINOS,C A ~ OC., ...,cit., t. 2, p. 50. el nlievoart.958,CCyCNcoilsagra
S bi~ti:w~iories
el principio de autonomia de la voluntad en materia de contratación, con limite en la ley, e1 orderi
Público, la moral y las buenas costuinbres.
sión, es decir, es tercero en un contrato -y consecuentemente, en las obligacio-
nes que del mismo emaneri- todo aquel que no asume el rol de parte. En conse-
cuencia, el principio general es que los terceros ino resultan alcanzados por los
efectos de las obligacioiies, de lo que se deriva que las mismas rio pueden serles
opuestas ni se les puede exigir el cumplimiento de una obligación que les es ex-
trafia; no los beneficia ni los perjudica ni pueden éstos invocarlas. En tal sentido,
el art. 1022 del CCyCN dispone(''):
"Situación de los terceros. El contrato no hace surgir obligaciones a cargo de terceros,
ni los terceros tienen derecho a invocarlo para hacer recaer sobre las partos obligacio-
nes que éstas no han convenido, excepto disposición legal'!
Como previo, cabe aclarar que sobre los terceros recae un deberjuridico ge-
ndrico -derivado de la convivencia social- de abstenerse de perturbar el ejer-
cicio de los derechos subjetivos que corresponden a los sujetos -partes- de la
obligación. Dicho deber resulta violado, p. ej., si un tercero adquiere de maia fe
una cosa que con anterioridad fue enajenada a otro o si es partícipe de u11 act
fraudulento.
Sentado ello, además de ese deber genérico, por excepción los terceros están
facultados para intervenir en una relación obligacional ajena, en circunstancias
en las que demuestran que sus propios intereses resultan afectados. Así sucede
cuando deben impugnar actos fraudulentos o simulados que les ocasionen per-
juicio; o bien cuando se los autoriza a intervenir en. una relación ajena y, reem-
plazando a su deudor y en nombre de &te, ejercen las acciones que dicho deu-
dor no impulsa contra otros sujetos por créditos de los que es titular, tema que
se tratará al abordar la acción subrog~toria(~~)
en el Capítiilo "Efectos auxiliares'
También será objeto de estudio oporturio la posibilidad del cumplimiento de
la obligación por parte de terceros (a iniciativa del tercero) situación que varía si
se trata de terceros interesados o no interesados. Estas categorías surgen del hecho
de que tales terceros puedan o no invocar una situación de perjuicio que se derive
del incumplimiento de la obligación por parte del deudor, y la posibilidad de eje-
cutar la prestación debida en lugar del mismo.
En sentido similar, cabe apuntar que eri ciertas circunstancias, algunos te
ceros deberán admitir las virtualidades de una obligación ajena. Así sucede en el
caso de una obligación de dar, en la que el acreedor a la entrega de la cosa, que no
recibió la posesión, debe respetar el mejor derecho de otro acreedor de buena fe,
a quien el mismo deudor hizo entrega de la cosa (arts. 750,756y 757 del CQCN).
(14) El art. 1195,C6d. Civil derogado estahlecia que "Los efectos de Los contratos se extienden activay
pasivamenteaiosherederosysucesoresuniversales,anoser quelas ohligacionesquenaciercndeeiios
fuesen inherentes ala persona. o uueresultareio contrario de una disoosiciún exoresa delalev. de una
queintroducíalaestipulaci61lafavordetercero.
diasiimariaprei~ist~porelaii.~o~,de~ic!ioCúd.Civil,
(15) ALTERINI, A.ri~,loA.
- AMEAL,OSCAR~.
- LOPEZ CABANA,ROBERTOM., DeiecIzo...,cit.,p. $5.
EFECTOS PRINCIPALES DE [,AS OBLIGACIONES
- 349
-
(16) ALTBRINI,ATILIO A. - AMBAI., OSCARI. LÓPEZ CARANA, ROBERTOM., Derecho...,cit., p. 85.
) Ei aar 1161, C6d. Civil derogado, disponia: "Ninguno puede contratar a nombre de un tercero,
'nestar autorizado por él, o sin tener por la ley su representación.E! contrato celebrado anombie de
1x0,de quién no se tenga autorización o representaciónlegal, es de ningúnvalot y no obliga ni al que
lo hizo. El contrato valdrá si el tercero ratiRcase expresamente o ejecutase el contrato'! El 1162, decía:
cia razonablemente exigible para la aceptación, lo que resulta congruente con
lo dispuesto por el art. 774 inc. a) del CCyCN, que consagra esta clase de obli-
gaciones de mera diligencia con independencia de la consecución del resulta-
do. No obstante, esta obligación puede convenirse de modo más exigente, bajo
la forma de una garantia de aceptación, es decir, el promitente garantiza que la
promesa sea aceptada. En tal caso, queda obligado a obtenerla como una obli-
gación de resultado y, si no lo logra, queda obligado como si hubiera contratad
per~onalmente(~"'.
Al tratar los efectos del instituto el art. 1028, CCyCN dispone, por una par
e oponer al tercero las defensas derivadas del contra
a acción de cumplimie
digo Civil derogado(").
(25) El ait 1829 relativo a donaciones parecía negarla. Ver MBRNÁNOEZ,CARLOSH., en i.ORn.~zTTrl,
Ano0 L. Código...,cil., t. 6, p. 33
26) Ver HERPÍÁNDFZ,CARLOS ....
A,, en LOAENZETTI,% c m 0 L., Código cit., t. 6, p. 33
(27)PIZAKRO, RAMÓN D.- VALLESPINOS. CARLOSü.,111~tih~ciones..., Cil., t. 2, p. 53.
te, el estipulante y el beneficiario. Por ejemplo: en el caso del contrato de seguro
de vida, la aseguradora es el promitente, el tomador del seguro es el estipulante, y
la persona indicada para cobrar la indemnización es el beneficiario; quien podrá
iniciar una acción directa contra la aseguradora para el caso que fallezca el to
mador del seguro. El nuevo Código admite también el mecanismo estipulatori
eri los contratos de donación, cesión, fideicomiso, renta vitalicia sin perjuic'
orras figuras innominadas o atípicas que pudieran surgir por la propia aut
mía de la voluntad.
(28) h r , ~ c n r ~ ATILIO
i, y de consumo. Teario general Ehhddo de
A,, Conl~utosciuiles, con~er~iales
"Libros jiiridicos digitalcs argentinos: ii?iéicoies9 de abrii de 2008 y CNCam., sala D,14112/1%3.La fi-
&"ira d c la "compra en comisión" reconoce dos especies: una, citando el celebranre a c i ~ en a su propio
iloinbre aunque )ioi uienla ajena y sin ideiiiiíicar la persaiia del "comilente: difiriendo la designaci6n a
un tienliio poslerioi; bajo apericibimiento de que,si no lo I>iciera,se entenderh'quecontrajo la obligaciún
a nombre propio y e11interes propio; otra, cuando celebra la compraventa por cuenta propia, sin edstiu
snandante alguno. pero con el derecho potestativo de sustituii; en oua persona a designa&la cdidad de
coniprador;unai'ezdesig~~ddo, se considerara que Iiabda vendido direciamenre,que la relación de com-
praventa se eswbiecióenire el tiiuiai regisiral de los terrenosg el iiue\?oadqiiirciite.
L OBLIGACIONES 353
S directas. Ubica
emos dicho anteriormente q
ermite al acreedor dirigirse contra un tercero -deudor de su deudor- y en
e de éste ejercer la denominada acción subrogatoria a los fines de integrar
imonio de su deudor. Esto sucede cuando el deudor permanece inacti-
el ejercicio de la facultad de reclamar sus propios créditos, lo que afecta
antía de los acreedores. Adelantamos, también, que la mencionada acción
'eto de tratamiento exhaustivo en el capítulo "Efectos auxiliares: por tra-
un mecanismo de protección o tutela conservatoria del patrimonio del
r, toda vez que de concluir exitosamente, la acción subrogatoria tendría
efecto el ingreso del créditoen el patrimonio del deudor subrogado, para
cio de todos los acreedores, no solamente del que la ejerció. No hay, pues,
cción inmediata del interés, sino integración del patrimonio para luego si
ar dicha satisfacción.
ntado ello, vamos a dar ahora una primera aproximación sobre las accio-
eclas, las que configuran una excepción al efecto relativo de las obliga-
. En efecto, si bien se trata de una situación que, a primera vista, parece
a la que se presenta en la acción subrogatoria, en verdad, su sentido y
son bien distintos, debiendo emplazarse dentro de los Efectos principa-
vez que se trata de un conjunto de acciones que, de manera excepcional
azonesjustificadas, el ordenamiento provee al acreedor para perseguir la
cción directa e inmediata de su crédito, demandado por propio derecho a
cero, deudor de su deudor, con quien no ha tenido uinculo inmediato2sino a
s de otro sujeto intermedio.
Las acciones directas serán objeto de tratamiento especifico más adelante,
cia el final de este mismo Capítulo de "Efectos principales':
ij 5. Efectos con relación al acreedor
parte del acreedor. Suele decirse aquí que la obligaaón muere de muel te na&ral
bligaciones de dar
caso de una obligación de dar cosa cierta -sea mueble o inmueble- de-
inada desde el origen de la obligación y que está en poder del deudor, el
or puede recurrir al auxilio.dela fuerza pública, a través del embargo o el
ti.0. Caso similar lo configura el desalojo del inmueble ocupado. Cuando
aparta -aún violentamente- al deudor de la cosa a la que no tiene derecho,
tenta contra su libertad sino que se I
i33) !'oTi<IER,Rounnr J., Truitédes ohligations, i. 3, no68y, t. 4, nP 66,Paris, 1848, sostenia que esa
regla sólo se aplicaba a las obligaciones cuyo objeto consistia en un acto corporal de la persona del
deudor, al cual no se lo podría constreiiir sin atenlar coritra su iibcrtad. El Cddigo Napoleón sigue la
influencia de! viejo adagio, y eii si! arr. 1142 establece: "Toda obligación de hacer o de no hacer se
rrsueivc en la de iridemnirar daiios y perjuicios, en caso de iircun~plirnie~to por parte dci deudor",
dicha redacción se mantiene en el Código francés vigente (consiilia efectuada al: Cód Ciuilfrnncds,
Cade Ciilil edición bilingüe, Marcial Pons, Madrid, 2005).
(34) LXWAILLB, H., irafcdo .... cit., t. 6, xrol. 1, cit., p. 159;Cnzeiurx, Psuno N. - TRIGOREPRESAS,
FÉLIXR., D B T ~ ...* O 1. 1, p. 201; ECFIEVESTI,CARLOSA,, e11 BUERBS,
C ~cit., ALBEK~O J. - HIGHTON,ELBNA
1.. Código..., l. 2-A, p. 65.
J.3. Obligaciones de no hacer
Pese al silencio del Código Civil derogado y del nuevo Código, resultaban
licabies a las obligaciones de no hacer las mismas restricciones que en el caso
las obligaciones de haces por lo que no será posible ejercer violencia sobre la
rsoiia del deudor que incumple la abstención prometida, a los fines de obtener
ecie de la prestación.
e una obligación cle no hacer instantánea. Para que ptre-
forzada de unaobligaciónde no hacer, debetratasse
nente, o sea, no instantánea. Si la obligación de no hacer
como por ejemplo la obligación de no presentarse a un concurso
isma fuera incumplida, tal violación configura un incumplimien-
ión, que no es susceptiblede~umplimientoespecífico
el art. 730 inc. b), CCyCN, en cuanto confiere medios legales al acreedor para
por otro a costa del deudor;...': Se trata de facul.taFal;~aerea-
esecurra. (por su propia iniciativa) a la actividad:de.sperso-
+-en principio- extrañas a la relación obligaciona1,-alosfines de~obtener.Ie~
está, n costa del deudor, por lo cual 1uego.de obteilidadei,
Derecho...,cit., t. 1, p. 203
A los fines de que proceda la ejecución por otro, no resulta necesario que
previamente el acreedor haya fracasado en el reclamo del cumplimento en es-
pecie por parte del deiidor. La doctrina sostiene que súlo se requiere la mora del
deiidor, frente a la cual el acreedor puede optar por la ejecución en especie por
el deudor, o por un tercero a su costa. Asimismo, se debe tratar de una prestacióii
que sea fungible y, en principio, obtener autorización judicial, si bien este último
requisito tiene ciertas particularidades que luego veremos.
Al igual que en la ejecución forzada por el deudor; existen limitaciones que
también deben ser analizadas distinguiendo si se trata de una obligación de dar,
de hacer y de no hacer.
(46) Se ha aclarado que el deudor podría probar -corno dcfensa- que no existe tal id quod incerest
constatando que el acmedor se ha boneiiciado con la h-usbaciún.C~i.voCOSTA,Can~os R., en LoREN-
ZE?'l"I, RICARDO L., CÓdlg~.., cil., t. 5, p. 525
(47) El art. 889 del Cúdigo Civii derogado, al tratar la imposibflidad de pago, utilimb;ibael vocablo "con-
vierte': qiic hemos eiiteiidido en cuanto no iinpiica ima extincióii de la obligación origina¡ siim aplicable
súlo al objeto.
EFECTOS I'KINCII'ALES DE LAS OBLIGACIONES 363
n s e g u ~ ~ lugar,
d o si el
portando alguna demor
iento pueda serle impue
-
) Piznnno, RAMÓN D. VALLESPINOS, CARI.OS G., Inslitucianes ...,cit., t. 2, p. 203.
1 LLAMBÍAS, ~ U R G El.. Tratado..., Cit., 1. 1, PS. 120/121. BUSSO, El>UiiIiDO B., Cúdigo..., Cit., 1. 32
E l autor señala que '!..es Bste un recurso subsidiaria que normairneiile $610procede en tercer
streintes. Concepto
6.4. Fundamentos
Las astreintes han sido utilizadas como medio de hacer respetar las decisi
nes de los jueces. Se entiende que no basta con sancionar la desobediencia a 1
mandatos judiciales, sino que debe asegurarse que las decisiones sean efecti
mente cumplidas. De allí, que su fundamento debe buscarse, en el concepto
jurisdicción -del latínjuris dictio, decir el derecho- que se integra no solamen-
te con el poder de decidir quién tiene razón en un conflictc sino, y fundamenta
mente, con el Nnperium o poder de los jueces de hacer ejecutar forzadamente
decisiones. La posibilidad de compeler pecuniariamente al sujeto pasivo que
cumple un mandato judicial, tiene base en los poderes implícitos de los mag
trados. Con razón se ha dicho que "la jurisdicción sin el poder de ejecución
''
(71) El ait. 37, Cód. de Proced. de la Nación, dice asi: "Los jueces y tribunales podrán imponer
saiicionespecuniarias compulsivasy progresivas tendientes a que las partes cumplan sus mandatos,
yo importe será afavor del litigante perjudicado por el incumplirnienio.Podrán splicarse sanciones
nniinatorias a terceros, en los casos en que la ley lo establece. Las condenas se graduarán en
roporción al caudal económico de quien deba satisfacerlas y podrán ser dejadas sin efecto, o ser
bjeto de reajuste, si aquél desiste de su resistencia y justificatotal o parcialmente $ti pr(~ceder'!
(72) CNFed. Civ yCom., sala 1,19R9/04/06,"Maciel c. Comisión Nacional de la Vivienda", LA LEY
1989-C,397. CNCix, sala C, "Cvjeikovich, Olga slsuc.,2004111123,La Ley Online:ARlJUR16587/2004.
(73) ~(EMBLIMAIBRDE CN~IUCCI,AIDA, en,BUBRES,ALRERTO 1. - H1GI1.roNr ELBNA L, Código..., Cit.,
(74) Queda claro que de los Fundamentos del Anteproyecto surge, que el inisma es un "código
de la igualdad" y que en 41 se busca plasmar 'una igualdad ieai" ya qui, ...tcnia muy en cuelita los
tratados en general, en pariicular los de Derechos Ilumanos, y los derechos ieconocidos en todo ei
bloque d c constinicionalidad.,... estableciendo una comunidad de principios entre ia Constihicióll,
Poder Ejecutivo al Anteproyecto de la Comisióri- en materia de Responsabili-
dad del Estado y de los funcionarios públicos(75)(arts. 1764 a 1766). E» lo que
allora nos toca, la enmienda del Poder Ejecutivo['" determina la imposibilida
de aplicar las astreintes al Estado y a sus Cuncionarios públicos, qne se nieguen
cumplir una decisión judicial, los cuales quedarían sometidos, a normas local
de derecho administrativo.
Por tal motivo, se crea una situación de privilegio a favor del Estado, que i
sulta inconstitucional por ser violataria del derecho a la igualdad garantizada p
el art. 16 de la C.N. y los arts. loy 24 de la Convención Americana de Derech
Humdnos. Por todo lo expuesto propiciamos volver a la redacción propuesta p
la comisión en el Anleproyecto de Código Civil y Comercial.
el derecho ~iiblico,y el derecho privado, ampliamente reclamada Dar la doariria iurídica nacioiial:
canrninatoria.
(751 La Res~onsabilidaddel Estado ha sido debatida eri las "XXIV ioniadas Nacioirales dc Dere-
por los criterios que inspiran la soluciúri propuesla por el Anteproyecto de laCornisi<iiide Reformas
del C6digo Civil y Comernal delaíio 2012':
(76) La razóii alegada por el PodeiEjecuti%~ Nacional, para justificar la enmienda al Anteproyecto
de IaComisii>n,es la doctrina esbozada por la Corte Suprema en la causa, Fallos: 329:759,2006/3/21;
donde la CorieSu~mmaabandona el criterio aiiloiio, de indemnizacibn de danos, auc se había con-
ilj,l.l.!i,i.rl ,.
.,(.<,, ! ., ,:,ji, i,.li.,, lilll<i. :I'>L111'1 1..,.! ,,) i i
i
..
\ 1 ,
1 \t \ . o.., l . .. , l,.,,,, i 1 , 1 1 . > ,t . 4
ps. 244/245; AIIBRINI,ATILIO A. - AMEAI.,OSCARl. - L ~ P E ZCABANII, O nerecho.... cit.,
R O R ~ ~ R . TM.,
p. 136; CA~FAIIX, PEDRON. - Tllloo LIEPRBSAS, FIFLIxA.,Derecho ...,cit., t. 1, p. 204; I , I . A ~ I R ~ ~ ~ JORGE
.s, J.,
liotado...,cit., t. 1,ps. lOo/iOi.
(i3j P,ii.viBao, JUAN CARLOS, iulelr;,jur;dica deicr4dito. Astrca, Ws. As., 1975, p. 167.
ro, a los fines de que el deudor deje de resistir el cumplimiento. Son fijadas
ma pr$soria por el juez y se gradúan en función del caudal económico
on la cláusula penal
as astreintes sólo puede
que la cláusula penal se origina en la voluntad de las partes. La cláusula pe
1puede establecerse a favor del acreedor o de un tercero, y consistir en un da&
hacer o un no haceli Las astreintes son siempre pecuniarias, y sólo se impo-
iieii a ia\.or ilcl iicretdoi. l:iiialiiit~tite,las astreinles so11iiiiciiilnieiiie piovisori:i?
¡ y ~niiisbics,~iiieiirrasqiie la cliiisuln peiial es cii priiicipio iiitiiuiable y detiiiiiivti.
mbito de aplicación
astreintes pueden aplicarse a toda persona (humana o jurídica) que
pla con un deber jurídico de cualquier clase, sea patrimonial o extra-
imonial impuesto en una resolución judicial. En el ámbito de los deberes
imoniales, pueden aplicarse en las obligaciones de dar, hacer y no hacer
carácter Su aplicación es muy frecuente en el ámbito de las
aciones de vecindad, en el derecho de familia, el derecho laboral y, antes del
evo Código, en el Derecho administrativo.
En el caso de las obligaciones de dar, si bien en teoría podrían ser aplica-
,su utilidad resulta dudosa atento la existencia de otros medios más eficaces
ara obtener el cumplimiento de la prestación. De allí, que no se apliquen si la
restación es Ilingible por cuanto puede obtenerse a través de otras personas; ni
o se trate de obligaciones de dar suma de dinero. Enlas obligaciones de dar
iertas, en principio tampoco hay razones para imponerlas, siendo lo efec-
esapoderamiento forzoso, salvo que el mismo resultara extremadamente
ificultoso o costoso.
(79) CNCiv, sala E., 291612005, "C. C., G . S. c. Fraternidad Sacerdotal de San Pío X: LA LEY del
28/12/2005, p. 7 con nota de Ii4lU:Alberto MontillaZavaiia, LA LEY, 2006-A, 290, La Le), 0nline:ARl
En cuanto a las obligaciones de hacer, son sin duda el campo más propi '
6.10. Caracteres
Las astreintes presentan las siguientes caracterisficas:
1) Conminatoiius, así lo sostiene la mayoría de la doctrina, porque
como hemos dicho constituyen un medio de compulsión sobre la voluntad d
obligado(82).
2) Judiciales y discrecionales. S610 pueden ser impuestas por los tribunale
teniendo los jueces un amplio margen de discrecionalidad, para determinar su
procedencia, monto, graduación, pudiendo también a su criterio dejarlas sin
efecto. No se fijan teniendo en consideración el valor del interés en juego en el
pleito, sino que se gradúan en proporción al caudal económico de quien deb
satisfacerlas, debiendo apoyarse el juez en las constancias del expediente y
mando en cuenta datos concretos sobre el monto del juicio, y presunciones q
indiquen el estándar de vida del deudor.
3) Prouisorias. Impuestas por el juez, no pasan en autoridad de cosa juzga
ni son afectadas por la preclusión procesal. Las condenaciones conminatorias
no tienen;carácterrigida;; ellaspueden ser dejadas sin:efecto o reajustadas si el
deudor desiste desu.re6istenciay justifica total o parcialmente su proceder. Este
carácter provisorio, flexible,permite también al juezaurnentarlas cuandolas fija-
das-primeramentese ban reve1ad~-insuficientea Sólo pueden considerarse defi-
nitivas una vez que ha sido fijado el monto mediante decisión judicial firme que
las impone, cuando ya existe un panorama concluyente acerca de la conducta
del deudor.
Una opinión destaca que lo expuesto sólo resulta aplicable en la primera eta-
pa, en la que el juez puede hacer uso de sus facultades discrecionales, en cuanto
a imposición, y a la cuantía de las mismas. Pero cuando las astreintes han sido
cibidas en viitud de uiia decisión firme, contra la cual ya no caben recursos,
eneficiario n6 podrá ser obligado a devolverlas, aunque una nueva resolución
deiara sin efecto; la soluciónopuesta provoca inseguridad y desconfiariza en
decisiones judiciales(83).
) Progresivas y no retroactivas. Suelen fijarse por día, semana o mes, y pre-
el aumento gradual en la medida en que se persista en el incumplimiento.
icadas hacia el futuro, y no retroactivamente toda vez que buscan que el
umpla con el deber impuesto.
id de la subsidiariedad. Para una opinión, sólo son aplicables cuando
os medios para lograr el cumplimiento de la prestación(a4).Otro crite-
amplio que compartimos, sostie~ieque de acuerdo con lo dispuesto en el
del CCyCN, no hay ninguna razón para sustentar un carácter restrictivo
streintes; porque la aplicación de las mismas no está condicionada a
cia de otras vías idóneas para compeler al obligado a ejecutar la prest
debida, al no exigir la norma citada dicho recaudo(85).Una tercera postu
que más que la subsidiariedad, la eficacia es el valor que
ión. Si hay imposibilidad procesal para llegar al cumplimien
restación, o existen otras vías para acceder a él, pero de acu
tancias del caso o la índole de la prestación son inadecuadas, in
ntes de daños importantes, el carácteriubsidiario no pondrá
El criterio de la no acumulabilidad
ra el criterio mayoritario, nunca es posible acumularlas de modo que el
r se beneficie a doble título. Se sostiene que el damnificado se enrique-
(88) LLnMsins, JonGe J., %lado ...,cit., r. 1, p. 109;CAZEAUX, PEnno N. - T R I G O RzPnzsns, FeLrx
A., Derecho.... cit., t. 1, p. 217; AMBAI., OSCARJ., en UELLUSGIO, AUGUSTOC. - ZANNONI.EDUARDO A.,
Cúdigo..., cit., t. 3, ps. 2491250.
(89) CNCiv, sala G, 201912007. "VaLqucz, ln6s c. Consorcio de Prop. Ecuador 1478 sldañas y
perjuicios': La Ley Online: ARlJüRI9397/2007.
I90) PIZAKRO, RAMÓN D. - VALI.ESPINOS, ...,cil., f. 2, p. 223.
C:ARI.OS (;., Iri~lim~iones
(S~]L~PEZCABANA, ROBERTO,M., Lademoraen elderechoprivado, Abeledo-Perro?, Buenos Aires,
1989, ps. 147 y SS.
, (dix.) .
M.,
(92) AMEAI.. OSCARJ., "Astreinfcs e indemiiizacióii> eri LdPrz CABANII,K O ~ B I ~ T O
ALTERINI, ATluo A. (dir.), La responsabilidad. Libro homenuje al pro/csor Isidoro Goldenberg,
LexisNexislAbeiedo-Perm, Biienos Aires, 1995.1.4sN. 10091003115.
EFECTOS PRINCIPALES DE
art. 804 del CCyCN dispone que las astreintes podrán aplicarse
mpIieron deberes jurídicos impuestos por una resolución judi
sión implica que comprende no solamente a los que fueron part
o también a otras personas. En efecto, si un tercero ajeno al litigio, d
una orden judicial, por ejemplo, el tribunal dicta una resolución en
a a una empresa a que agregue una documentación, que se encuen
y la empresa omite hacerlo. En tal caso, frente a esa desobedien
serle aplicadas las astreintes. El art. 37 del CPCCN, en su párr.
la ley 22.434 dice: "Podrán aplicarse sanciones conminatorias a t
asas que la ley establece". Frente a la discrepancia entre amb
stiene que debenprevalecer los criterios amplios del C
de legitimación activa está más vinc
en que éste puede ser ejercido
5 7. Acciones directas
7.1. Concepto. Su incorporación a l Cdd. Civil y Comercial de la Nación
Se ha definido a las acciones directas como las que competen al acreedurp
derecho propio y en su exclusivo beneficio, para percibir de un tercero lo que d
adeuda a su deudor, hasta el importe de su propio crédito. Se trata de una prote
ción excepcional, que requiere de expresa consagración normativa, orientada
brindar al acreedor, bajo ciertas circunstancias, una tutela enérgica y eficaz("
'También se ha dicho que consiste en la acción que tiene una persona contra o
a la que personalmente no le liga ningún lazo de derecho, en razón de la inter
ción de un tercero y que ejercita sin recurrir a este último(io').
Como en la acción subrogatoria, aquí también intetvienen tres sujetos: acr
dor (actor), el deudor, y el tercero (demandado), que es deudor del deudor.
a diferencia de aquélla, los casos de acciones directas tienen carácter ejecu
efecto principal de las obligaciones, por cuanto los bienes obtenidos ingresas
directamente al patrimonio del acreedor que demanda.
No obsante, el CQCN en el Libro 111, Título 1, Cap. 2, Secciún l a , las t
entre las "acciones y garantía común de los acreedores'! Dicho capítuio incl
tres secciones e n las que trata, sucesivamente, a las acciones directas, a la uccz
subrogatoria y finalmente, a lo que denomina garantía común de los acreedore
Estos últimos temas, que entendemos corresponden a los denominados Efecto
Auxiliares, serán tratados en el próximo capítulo de esta obra.
En cuanto al concepto de acción directa, el CCyCN, el art. 736 la define:
'Xcci6n directa. ...es la que compete al acreedor para percibir lo que uli tercero d
a su deudor, hasta el importe del propio crédito. El acreedor la ejerce por derec
propio y en sil exclusivo beneficio. Tiene carácter excepcional, es de interpretacid
restrictiva y sólo procede en los casos expresamente previstos por la ley':
b) es excepcional, n
ente consignados p
o de duda habrá que e s t a
(102) P~ARRO,
R ~ M O ND. - VALLBSI'
(103) c ~PeDRo N,.~ TRIGO~RePmSns. ~ FBLIxA.. ~ Derecho~..., cit.. t.,1,p. 619; PIZARRO,W M 6 N
.v ~1 rARLO$
,
G., ~ ..., Cit., t.~2. P. 233; ALTEXKL
~ Instituciones ~ i t ~~i ~ 1A.0 - .&ME.&L,>
~ OScnRN
J. - ~ ~
Derecho...,cit., PS.2*8/249.
PEZCABANA,
Los efectos de la acción directa, también tienen como fuente la doctrina
y se encuentran previstos en el art. 738 del CCyCN, que dispone:
"Efectos. La acción directa produce los siguientes efectos:
a) la notificación de la demanda causa el embargo del crédito a favor del deman-
dante;
b) el reclamo sólo puede prosperar hasta el monto menor de las dos obligaciones;
c) ei tercero demandado puede oponer al progreso de la acción todas las defensas
que tenga contra su propio acreedor y contra el demandante;
d) el moiilo percibido por el actor ingresa directamente B su patrimonio;
e) el deudor se libera frente a su acreedor en la medida cn que corresponda en fnn-
ción del pago efectuado por el demandado':
(108) CSIN, 211411992, 1:A I.FY del 30!9/1992, citario por P ~ ~ . A R R OK, A M ~ ND. - VALLBSPXN~S,
CAHr.os <;., Instituciones..,cit., t. 2, p. 239.
.4. Embargo ejecutivo
La ejecuc&n individual comienza por el embargo de los bienes del deudor.
s remitimos, a fin de evitar reiteraciones innecesarias, a los conceptos que va-
os a estudiar en el próximo capítulo al reierirnos a las medidas cautelares, en
articular, el embargo preventivo, secuestro, medidas conservatorias, etc., por 10
nos referiremos ahora sólo a algunas situaciones procesales vinculadas con
'ecución individual. El embargo ejecutivo, es el que se solicita en un juicio
cutivo o en un proceso de ejecución de sentencia, siendo el paso previo para
venta judicial del bien, que luego de desapoderado el deudor, es puesto a dis-
ición del juez para proceder a la subasta.
.Subasta y liquidación
Cuando lo embargado es dinero, el acreedor sólo debe limitarse a practicar
idación y una vez aprobada ésta, proceder al retiro inmediato de los fondos
61, CPCCN). Cuando se trata de otros bienes, corresponde proceder al re-
'udicial o subasta de los mismos, que es la venta pública del bien embar-
a realizarse por parte de un martillero designado de oficio, previa publica-
edictos y con valor base de conformidad con las normas establecidas al
o en los Códigos procesales. En la subasra resultará coiriprador aquella
rsona que ofrezca el mejor precio a cambio del bien subastado. Del produci-
de la subasta, que es dinero, el acree
a y si existiera un remanente, pe
LLAMBiAs, JORGE J., Tratado de derecho civil. Obligaciones, t. 1, I'error, 1980, ps. 73 Y 500;
ALTERINI, ATILXO A. .AMEAL, OSCAR J. - LÓPEZCABANA~ ROBERTO M., Derecho de obligacionesciuiiesy
comerciales, laed., Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1995, p. 83.
(2) CAZEAUX, PEDRON. - 'TRIGO REPnEsAs, FÚLIXA,, Derecho de las obligacio17es,1. 1, 2' ed., 1"
reirnpresibii aumentada y actualiiada, Librería Editora Platense, La Plata, 1979, ps. 56, 198, 223;
CALVO COSTA,CARLOS A,, Derecho de ias obligaciones, t. 1, Ilammurabi, Buenos Aires. 2009, p. 111.
(3j PALME~O, ]UANCnnLos, Tutelajurídica del crddito, p. 55, Astrea, Buenos Aires, 1975.
(4) PrzARno. R A M ~D. N- VALLESPINOS, CARLOS c., Instituciones de derecho privado. Obligaciones,
2.1;. ed. agosto de 1999 y 1. reimpresión abril de 2006, Hamrnurabi, Buenos Aires, 2006, P. 47.
384 NORMA O ~LLVCSTKt (DIRECTORA)
-----
bienes qiie integran sil faz activa (art. 26, CCyCN), está afectado al pago de las
deudas que lo gravan. La responsabilidad del deudor tiene carhcter universal,
porque responde con sus bienes presentes y futuros, de allí que, en principio, to-
dos los acreedores concurren en pie de igualdad -pan conditio creditorum- y
pueden satisfacer su interés sobre cualquier bien del deudor(5).En suma, la parte
activa del patrimonio, o sea los bienes del deudor, constituyen la garantía(" o
"prenda"(7)común de los acreedores.
La doctrina no es pacífica en cuanto a si las expresiones "prenda" y "garantía
común" pueden ser utilizadas conio sinónimos. En tal sentido, se ha dicho que
"hablar de garantía para hacer referencia a una situaciún que es común a todos los
acreedores no deja de alguna manera de ser inexacto, pues la garantía es siempre algo
que tiende a reforzar la posición jurídica de 10s acreedores y a concederles algo que
normalmente no tendrían"(").
En realidad, los acreedores no tienen ningún potencial derecho de prenda,
sobre el patrimonio del deudor, sino un derecho a la solvencia de dicho patri-
monio(@'.Cabe añadir que ese derecho estricto al mantenimiento de la solvencia
global del deudos, no supone una facultad de contralor del acreedor sobre la ac-
tividad del deudor, mientras éste obre de buena fe(l0).Cuando esta última falta, s
pone en funcionamiento entonces el derecho de los acreedores, que nace de es
principio general.
ntrovierte en doctr
patrimonial[I3).Por ende
. . .
ctadi, el Defensor del Pueblo, las asociaciones registradas y otros sujetos que dispongan
especiales, tienen legitimación para el ejercicio de derechos que protegen al ambiente, a la
mpetencia, al usuario y al consumidor, así como a los derechos de incidencia colectiva en general
a levnn arnnara el eiercicio abusivt~de los derechos individuales cuando ~ u e d afectar e gravement
al snitieiiip. .I Id L d ~ ~ ~ ~ ) ~ al t c Lr ~~~ cU t: I. ,i~)< :II, c u r ~ , ~ l i i tS,, LIZ I I I C I ~ C I I C I ~
~ d L~V~~ ~ aN >l.,, c!t~i~~c/icis
t V . 1 1t 1 m i ir l 1 s J d : ! s . V I 1.1 l>err<liu\
,! ividuaies; de incidencia colectiva. En este Código se reconocen: a) derechos individuales; b)
d t r v c l ! <le
~ ~inclclenc~~ ~ ~ i < i t li va ,Ii.y i . iiu :imp.ir.i cl q v i c i c i a ai,ii\ii.u dc ¡u*Jcrcihos iiidividiiiler
Cilai>du pueda ;,iectnr .di ; , i r i I i l i ni? y s # L \ t l t ' ~ ~ , ~de I l I~I I Li / < I C I I . 13cuicill~ :, pul bll Pürlr
.i C I gcn<>~ili
~
cl sir I í dice I'iiu!.iridsiI Id. iii.i,iiri;ir suii iiiiiirir> di- lbs deiri hu, individiislr, robir lo; bir.nL.5
sactualizidos en esta materia. En efecto, aparecieron bienes que, siendo de la persona, no tienen
valor económico, aunque sí una utilidad, como sucede con el cuerpo, órganos, genes, etchlera.
relación exclusiva entre los bienes y la persona también ha mudado y aparecen las comunidades,
m0 ocurre con los pueblos originarios. Finalmente, los coiiflictos ambientales se refieren a bienes
e sonmencionados en el Código como del dominio público, pero la Constitucióny laley ambiental
S considerancoieciivos, y no solamente dcpropiedaddcl Estado. Todo ellorequierc una concepción
4s amplia; que ha sido receptada en ei Proyecto (arts. 15 a 18 y concs.)'! ALTBRINI,
ATIL~O A., ElnUEUO
digo Ciuil, LA LEY 2012-8,1259. CS, 21/9/2004, 'Xquino, Isacio c. Cargo Servicios industriales S x ,
P. Esp. LA LEY 2004 (septiembre), p. 39, con nota de R A M ~ ND. PIZARRO, "Prinleras reflexiolles
tornos un fallo trascendente y a sus posibles proyecciones futuras" y en Responsabilidad Civil.
CIrinasEsenciales, t. 1. o. 529.
(13) CALVO COSTA,CARLOS A,, Derecho.... cit., p. 144
386 NORMA O. SII,VESTRE(DII1FClORA) ----
tir de que e! obligado responderá por las deudas contraídas con su patrimonio,
nunca con su persona("). De ello se sigue que cualquier acreedor que pretenda
hacer efectivo el cobro de su crédito tiene el indudable interés en que el respaldo
tenido en cuenta al nacimiento de la obligación, se mantenga incólume hasta
que la deuda sea satisfecha.
El Cód. Civil de Vélea no establecía un principio general'en la materiat's),
pero el mismo podía extraerse de varios artículos que no dejaban lugar a du-
das respecto de su admisión legislativa, que se extraía, eritre otras, de los artc.
505, inc. 3,3474,3797 de dicho Código del art. lode la Ley de Coiicursos 11 Quie-
bras 24.522, que reconoce el efecto del concurso sobre la totalidad del patrimo-
nio del deudor('G).
El nuevo Código Civil y Comercial de la Nación, trata el tema con claridad
y establece una norma general en el Libro 1, Tít. 111 "Bieries" en el art. 242 que
dispone:
"Garanria común. Todos los bienes del deudor están afectados al cumplimieiito de
sus obligaciones y constituyen la garantía común de sus acreedores, con excepción de
aquellos que este Código o leyes especiales decldran inembargables o inejecutables.
Los patrinionios especiales autorizados por la ley sólo tienen por garantía los bienes
que los integran'!
En el Libro 111, dedicado a los derechas personales, en el Cap. 11 se refiere
específicameiite a la "garantía común de los acreedores", eii el derecho de las
obligaciones, y el art. 743 establece:
"Bienesque constituyen lagaraiztía. Los bienes presentes y futuros del deudor consti-
tuyen la garantia coniún de sus acreedores. El acreedor puede exigir la venta judicial
de los bienes del deudor, pero sólo eii la medida necesaria para satisfacer su crédit
Todos los acreedores pueden ejecutar estos bienes en posición igualitaria, except
que exisia una causa legal de prefereiicia':
Los '?Fundamentosnque expone la Comisión de Reformas explica que
"La solución propuesta respeta adecuadamente el carácter unitario que debe
tener la regujación de la garantía patrimonial del deudor, de los bienes que la
comprenden y sus exclusiones, que no deberían razonablemente mutar por el
carácter individual o colectivo que tenga el proceso de ejecución: e». referencia
a posibles diferencias de tratamiento en la ejecución colectiva que se verifica en
el marco de los concursos y quiebras con relación a las ejecuciones individuales.
) en relación a los bienes, porque no todos los bienes del obligado responden
por el pago de las deudas. Ilay ciertos bienes que por razones de interés pú-
blico o 8% humana consideración, son declarados inejecutables -más co-
múnmente conocidos como inembargables- por los acreedores[18).
b) en relación a las personas, porque no todos los acreedores del deudor concu-
rren en pie de igualdad para el cobro de sus créditos. Existen acreedores con
derecho a preferencia -o sea, con derecho a percibir sus créditos antes que
los demás- y acreedores comunes o quirografarios, que cobran del saldo que
quede después de haberse pagado los acreedores preferidos(lg).
En el punto siguiente examinaremos más detenidamente ambas hipótesis.
(19) LLAMB~AS,JORGE J., Tratada de derecho civil. Obligaciones, cit., t. 1, ps. 5041505; C~znAux,
EUlioN. -TRIGOREPRESAS,FRI.IxA.. Derecho...,cit.. t. l. p. 556.
dispoiler de ellos y quedando obligados a rendir cuentas a pedido del hijo.
Las rentas iio pertenecen a los padres (por eso deben rendir cuentas) y sólo
pueden ser usadas por éstos con los fines establecidos (arti 697, CCyCN)(ZoI
c) Los bienes dejados a los deudores que gozan del denominado benejicio de
conzpetencia, se mantiene en los arts. 892 y 893, del CCyCN, aunque con m
liinitaciories respecto a las personas incluidas en dicho beneficio.
d) La renta vitalicia regulada en los arts. 1599 a 1608 del CCyCN no cont'
ninguna nornia relativa a su inembargabilidad, a diferencia del art. 2
Cód. Civil derogado. Pero entendemos que cuando tiene carácter alimenta-
rio, debe quedar excluida de la garantía común.
e) El derecho de iico gratuito de los frutos está regulado en los arts. 2154 y 21.
del CCyCN, este último dispone la inembargabilidad de tales frutos ' h u a
do el uso de éstos se limita a las necesidades del usuario y s u familia ...:
f) El derecho de habitación, está regulado e n los arts. 2158 a 21 61 del CCyCN,
el art. 2160, lo excluye de la garantía comúii.
g) En cuanto al carácter inembargable de los bienes públicos del Estado, el
iiuevo Código contiene una inetodología mucho más clara que la del Có
Civil de Vélea. 13 art. 237 declara el carácter inenajenable, inembargab
imprescriptible de los bienes públicos del Estado sujetos a las disposicio
de derecho público federal y local; el 243 declara inernbargables, los bien
de los particulares directamente afectados a un servicio público, y dispo
:..el poder de agresión de los acreedores no puede perjudicar la prestución
servicio?
h) En relación al bien defamilia previsto en la ley 14.394 (derogada por el art. 30
de la ley 26994), en el nuevo CCyCN este tema se encuentra legislado en el
Título 111, Sección 3a, Capítulo 3, bajo el titulo: Viuiendu, en los arts. 244 a 25
El nuevo Código se iilclina por una posición más protectora del inmueb
destinado a l a ~ ~ v i e n d a ( en
~ ' )este
; sentido el art. 249 dispone:
'Efecto principalde la afectación. {.a afectación es inoponible a los acreedores de ca
sa anterior a esa afectacióii.La vivienda afectada no es susceptible de ejeciición
deudas posteriores a su iriscripciún, excepto: a) obligacionespor expensas comun
por impuestos, tasas o contribuciones que gravan directameiite al inmueble; b) o
gaciones con garaniia real sobrc el inmueble, constituida de conformidada lo pre
to en el ariícuio 250; c) obligaciones qiie tienen origeii en construcciones u otras me-
joras realizadas en la vivienda; d) obligaciones alimentarias a cargo del titular a favor
de sus hijosuieriores de edad, incapaces, o con capacidad restringida. Los acreedores
si11derecho a requerir la ejecución iio pueden cobrar sus créditos sobre el inmueble
afectado, ni sobre los irnportes que la susiiiuyen en concepto de indemnizaciún o
precio, aunque sea obtenido en subasta judicial, sea 4sta ordenada en una ejecución
(25) El problema de la respuesla jurídica frente a la insolvencia excede el marco de esta obra y
se estudia con profundidad en la niaieria concuirios y quiebrns tanto civiles como coinerciales. 8n
nuestro sistema, rige actualmente la Ley de Concursos y Quiebras 24.522, norma sustancial pero col1
importante contenido procedimental que, ante el supuesto de cesación depagosdel deudor, csrablece
un complejo sistema de convocatoria a iodos los acreedores para quc se presenten a la verificación
de sus créditos, el examen de tales presentaciones mediante ia intervención de un funcionario
denominado Síndico Concuisai. la resolución sobre la adniisibilidado no de tales créditos. la fiiación
-~
EFECTOS AUXILIARES 391
l a ni;iit!ri;i 11c 10.; privilegios ri, iibi<ii<.ti <rl tiiie\.o (:odigu ?ti 111 I.ihn>>cxtu,
'Iitulu 11 I)i\l>osicioiii.$ioliiiiiici los ~lerccliosrcaltas \ per<ui~;iles':titi el (:31>. 1.
' SI
-
- de las pases
y mediato
La ley lo concede en razón a la causa, Se fundan en la
calidad o natuialeza del crédito. tad de las partes
El tiempo, en principio, es indiferente. El tiempo es relevante, rige el princi-
pio: "Primero en el riempo, primero en
el derecho':
Carecen de efecto reipersecutorio, sal- Tienen efecto reiperseccitorio.
-
(45) PIZARRO, hM6N D. VALLESPINOS,CARLOSC.; In~ciluciones ..., cit., t. 2, p. 371.
(46) Mnnrnnr ~ E V I W A MAniivn,
L, -
en BuEnas, ALBERTO J. HIGHTON~ELENAI., Código..., cit., t. 6-Bi
o. 218.
~ A s , iiuiado...,cit.,t. 1, p. 635; LArAIL1.E. HÉCTOR,Tratado...,cit.,i I,ps.665/66;
( ~ ~ ~ L L A M BJORGEJ.,
PizARno, RAMÓN D. - VALLESPINOS.C~n1.o~ G., Instituciones...,cit., t. 2, ps. 3711372; ALTERINI, ATlLlO
A . - AMEAL, Oscnn l. - LÓPEZ CABANA, Derecho...,cit.,p. 355.
(48) PADILLA, RODRIGO, El rdgimen de los privilegios en el proyecro..., cit.; MARIANI DE VIDAL,
MARINA, LOSprivilegios en el Proyecto decódigo..., cit.
"caos legislativo"(49).
Ello porque los distintos privilegios se encontraban legis-
os, no sólo en el Cód. Civil de Vélez, sino también en la Ley de Concursos, la
de la Naveg&ción,el Código Aeronáutica, el Código de Minería, el Código Pe-
,la Ley de Entidades Financieras, la Ley de contrato de trabajo, leyes fiscales,
es sobre Prenda con Registro, Warrants, Debentures, Propiedad Horizontal,
icio hipotecario, t. 3, Harnrnurabi, Buenos Aires, 1996, ps. 44/45" HionToN I., ELENA,"Extcnsió~l
ncionaniiento del ~rivileeiooor sastos de iiisticia en el Proyecto de iinificación legislativa civil y
378-
- NORMA O SILVESTRE (DI RFC1 ORA)
del deirdor que constituye su asieizto, ya que resulta que los últimos (sobre la gene-
ralidad de los muebles) pueden ejercerse sobre los inmuebles del deudor, cuando
los muebles no alcancen a cubrirlos, según lo que surgía de los arts. 3889 y 3915(52).
Con este criterio, la Ley de Concursos y Quiebras 24.522 dispone que los pri-
vilegios generales se hacen efectivos sobre el 50% del producido líquido de los
bienes del deudor, sin distinguir entre muebles e inmuebles (art. 247), y la Ley
Contrato de Trabajo, se refiere a los privilegios generales, sin mencionar los b
nes sobre los que recae (art. 273).
-
(52) MARIANI DEVIUAL, MARINA,
(53) PizAnRo, R % M ~U.
MARIANIDEVIDAI., MARINA,
- .
en RUERCS, ALBERTO1. HIGIITON,ELENAI.,Código...,cit., t. 6-B, p. 23
N VALLESPINOS,CARLOSG., Insrititciones..., cit., t. 2, ps. 377/379, p. 38
Los privilegios.., cit.. p. 237; HIGHTON,ELENAl., en BUERES,ALBERTO 1..
HIGHTON,EI.ENAI., Cddigo.., t.6-B, p. 259;
(54) MARIANIDE VIDAL, MARINA,I . ~ s p r i ~ i l ~..., g icil.,
o ~ ps. 2361237.
(55) MAIXANIDE VIDAL, MARINA,LOSprivilegios..., cit.; idom en Butnes, ALBERTO J. - HIGI~TON,
ELENA 1. Código...,t. 6-B. p. 237.
(56) isA~BiAs,lOliOe J., Tratado..., cit., l. 1, ps. 6501651; CAZEAUX, PEDROI i . -TRIGOREPRESAS,
x Derecho ...,cit., l. 2, ps. 7851790; t,lnmbiasyRorda~iradosporFI~mi~ox,E~csnl.
F b ~ i A., ~~BuERES,
ALBERTO -J. HIGHTON,ELENA1. Cddigo...,cit., t. 6.8, p. 259. notas 1 y 2.
-- EFECTOS AUXILIARES 399
5 5. Derecho de retención
5.1.Concepto yfundaaento
E1 Cód. Civil derogado e n su art. 3339 lo definía de la siguiente forma:
aracteres
Legal. Este carácter sur
rior. Aunque, tal como lo
ractual, si es un contrata
un contrato a título gratuito,
preferencia se concede si se
b) Accesorio. Es un accesori
ne vida propia e independiente. Lo establece el art. 2592, inc. b. del CQCN,
si: ':..se transmite con el crédito al cual accede...': Su ejercicio es sobre
,no sobre créditos o prestaciones.
Indivisible. Aunque la obligación garantida sea divisibley se abone parcial-
e no se fraccionará el derecho de retención. El art. 2592, inc. a,, del CCyCN
':..se ejerce sobre toda 1 porción del crédito
dada al retenedor...':
d) Transmisible. El art. .se transmite con el
rédito al cual accede...': Durante la vigencia del Código anterior se discutía si
a transmisible. 1,a doctrina en forma mayoritaria admitía que podía trasmitirse
or actos mortis causa. En cambio existían controversias doctrinarias, cuando se
ataba de la transmisión por actos entre uiuos. Una posición, sostenía que se po-
ía transmitir por actos entre vivos, porque no existía ninguna disposición en las
ormas de la cesión de créditos que se opusiera a ello. Desde esavisión se enten-
ía que la cesión del derecho de retención procedía ampliamente por actos entre
vos de manera inseparable con el crédito, sin necesidad del consentimiento
1 deudor, propietario de la cosa(65).Otra postura se oponía a su transmisión por
OS entre vivos"(66).
(65) Pxanno, H ~ M O D.
N - VALU~SYINOS, CARLOSG., 1 ~ i ~ I . i l ~ ~..., i z e ~:. 2, p. 441.
i o cit.,
PEDROS., 'Kp ~ o p ó ~del
(66)LE~>N, i t dereciio
~ de retenciún': en Comercio ylulicia, núm.Bodas de
iata, Cúrdoba, 2/10/1964, p. 5.
e) Ejercitable por uia de acción o de excepción. E1 art. 2589 dice: "Ejercici
El ejercicio de la retención no requiere autorización judicial ni manife
previa del retenedor...': Un sector doctrinario, sostiene que a través del derecho
de retención, se busca paralizar la acción de quién reclama la restitución de
cosa sobre que se ejercita hasta tanto se pague la deuda. Tiene como objet'
defender y no atacar, de allí su carácter de "excepción: y como tal debe ventilar
oportunamente ante el juez de la causa("). Otro sector doctrinario, sostiene
nada impide que el derecho de retención pueda ser también ejercido por
acción; porque el retenedor puede estar interesado en el reconocimiento e
judicial de su derecho a fin de dotarlo de fecha cierta[68).
f) Sustituible por una garantia suficiente. El art. 3943 último párrafo del,
Civil derogado establecía: ':..El juez podrá autorizar que se sustituya el derech
de retención por una garantía suficiente...'! La enmienda efectuada por la ie
17.711 era compatible con la opinión de la doctrina y jiirisprndencia de aquel1
época que admitían la sustitución del derecho de retención, porque alnn tratar
de un derecho de garantía, se consideraba abusivo que el retenedor se aferrara
la cosa, si se le ofrecía una garantía eq~ivalente[~~j.El art. 2589 del CCyCN
último párrafo recepta esta postura con mayor claridad y dispone:"El juez
autorizar que se sustihiya el derecho de retención por una garantía suficient
g) Interruptiuo del curso de la prescripción. El CCyCN innova en este aspe
al establecer que el derecho de retención interrumpe la prescripción. Estable
en el art. 2592, inc. e: ':..mientras subsiste, interrumpe el curso de ia prescrip
extintiva del crédito al que accede...':
El tema lo trataremos, al referirnos a las causales interruptivas de la pres
ción adonde remitimos.
( 6 7 ) L ~ ~ M s iJORGEI.,
~s. Obiigaciones,cit., t. 1, p. 900. CAZEArix, PEDRO N.
Tratbdodedere~ko~ivii.
-TRIGO REPRESAS, PÉLIXA,, Derediodelasobli~ncion~s,
cit., t. 2. D. 801.
1 a) a diferencia dc 10s <Icrcclio% realei, r.1 drrc>cliod r it,ti.iicióii 110 otorgii el ius
1 d i 1.1 ius ~~i?rsr.y~rv~~cii;
p r e j e ~ a ~ ni
no figura en la enumeración taxativa del art. 2503, Cód. Civil derogado;
s notas del Cód. Civil no son obligatorias;
no constituye afectación de la cosa al pago del crédito, porque no actúa como
un derecho real de uso ygoce.
echo...,cit., p. 363.
72) Piz~mo, R A M ~ ND. - VALLESPINOS, CARLOSG., Instituciones ...,cit., t. 2, p. 422. .Sostiene que
derecho puede ejercerse sobre una cosa que es parcialmente ajena, por ejemplo el derecho de
tención ejercido enne condóminos, y tambibn sobre una cosa exclusivamente propia, como el caso
..
1nudo oraoietario, frente al usukuctuario testamentario.
73) LLAMB~AS, JORGE J.,Tratado...,cit., t. 1, p. 897; CAZEAUX,PEDRON. -TRIGOR~PRESAS, FÉLIXA.,
echo..,cit., 1. 2, p. 898.
debe1 El art. 2587 del CCyCN dice que debe tratarse de una "obligación
cierta y exigible':
La norma implica que, según el inc. a), la cosa no debe ser usada, sin em-
argo resulta posible establecer lo contrario mediante una estipulación expresa.
inc. b) establece que una vez efectuadas las mejoras necesarias tiene derecho
epetirlas. El inc. c), que al restituir la cosa debe rendir cuentas acerca del saldo
la deuda si imputó frutos natur
El art. 2593 del CCyCN establece, también en forma expresa las causales de
extinción. Dicha norma establece:
"Extinción. La retención concluye por: a) extinción del crédito garantizado; b) péi.
dida total de la cosa retenida; c) renuncia; d) entrega o abandono voluntario de 1
cosa. No renace aunque la cosa welva a su poder; e) confusión de las calidades
retenedor p propietario de la cosa, excepto disposición legal en contrario; f) falta
cumplimienio de las obligaciones del retenedor o si incurro eii abuso del derecho'
Cabe aclarar sobre el inciso b) que incluye la pérdida, destrucción total
parcial. Si es parcial, se podrá ejercer sobre el resto que se conservase. En cuan-
to al inciso c) que la renuncia es un modo de extinción de las obligaciones es
tudiado en el capimlo perlinente. Lo mismo ocurre con el inc. e). En cuanto a
inc. d) agregamos que el abandono de la cosa debe ser voluntario. Si no esvolun
tario el retenedor podrá realizar todas ias acciones previstas en el arl. 2590 ii
CCyCN. Si la cosa es restituida a su duefio, no renace el derecho de reten
En cuanto al inc. f), dicha causal no fue prevista por el Código derogado ni p
el Proyecto de 1998. Cuando el retenedor adopta uiia actitud que contraríe 1
Eines del ordenamiento jurídico, o que exceda los límites impuestos por la bue
fe, la moral y buenas costumbres, el magistrado podrá decretar la extinción de
derecho. Se transforma en un caso particular de aplicación del art. 10 del Códig
Civil y
oncepto. Clasificación
4. Prohibición de innovar
s una medida judicial que tiene por finalidad impedir que mientras se en-
tre pendiente un juicio, las partes introduzcan modificaciones en la situa-
de hecho o derecho existente en el momento en aue se solicita.
nde a asegurar que al momento de la sentencia se mantenga la
stente al comienzo del juicio.
Procederá sólo en el caso de que el acreedor acredite ciertos recaudos, pre-
tos en el art. 230 del CPCCN. Tales recaudos son: que el derecho del acreedo
a verosímil; que exista peligro de que si se mantuviera o alter
ación de hecho o de derecho, la modificación pudiera influ
onvirtiera su ejecución en ineficaz o imposible. Por último, el acreedor de
editar, que dicha finalidad no pueden obtenerse por otra medida
ejemplo, en el caso de que se inicie una obra en un inmueble aje
icitar se suspenda la obra hasta tanto se resuelva el derecho sobr
619. CPCCN, interdicto de obra nueva).
6.2.Acciún subrogatoria
6.2.1. Noción
3. Fundamento
6.2.4.Naturaleza jurídica
Existen discrepancias en torno a la naturaleza jurídica. Enunciareinos breve-
mente algunas de las teorías expuestas por la doctrina.
a) Teoría del mandato legal. Según esta postura la acción se asimila a ese con
trato, pero de origen o fuente legal. Esta postura es inaceptable, porque e
subrogante sólo actúa en su propio interés -aunque a nombre del deudor
B-, y en el mandato no cabe que el mandatario actué en su interés exclusivo,
conforme surge de la interpretación del art. 1319, CCYCN(~~).
b) Teoría de la cesión tácita Para esta concepción, la acción configura un su-
puesto de cesión tácita de derechos-del-titulara-favordel subrogante. Tal
criterio-noes aceptable, porque elsubrogado.contii~úasiendo dueño de los
derechos ejercidos por el sitbrogantu, que no se transmiten a
c) Teoría del titulo propio. Una opinión bastante difundida sostiene que el su
brogante ejerce un derecho propio, que integra el contenido de prerrogativas
que confiere la ley para conservar el patrimonio del deudor y para obtener,
mediatamente en su caso el Esta explicación es exacta
pero no parece suficiente para describir la naturaleza jurídica de esta figura
compleja(".
d) Teoría de la sustitucidn procesal. Esta postura sostiene que el acreedor actúa
como un sustituto procesal del deudor. La sustitución procesal es una Figu
según la cual un tercero actúa en el proceso ejercitando en beiieficio propi
derechos
e) Teoria de la representación legal en interés del representant$. Según esta po
tura, que compartimos se trata de un instituto complejo que participa
otras instituciones afines sin identificarse con ellas. Es un representante,
que el subrogane, ejercitaderechosajenoa que.siguen manteniendo la
dad de,tale%Dicha-represeníacióntiene carácterlegal, porque la confiere la
Iey~Por último, se instituye emiterecdelreprese~itante,que busca mante
la integridad del patrimonio del-deudor(g'1.
(91) LLAMAÍAS, IORGE l., Tratado de derecho iiuil »blip~cionc$,cit., t. 1, ps. 5401541; ALTBRINI.
AMeAL - LóPaz CABANA, Derocho..., cit., p. 336. PrzARno, RAMON D. - VALL~SPINOS,CARLOSG.,
Inslituciones...,cit.,t. 2, ps. 3161317.
.2.5. Requisitos
La proced'ésicia de esta acción requiere la presencia de ciertos requisitos.
ustunciales.
1l 1:s iiecrsario que el siibroganrc: arredire Iti calidad de acreedor e inaccióii del
deiidor. L'sros requisitos surgen expresünieiiie de lo pré\,isto eii el art. 739 del
CCyCN.
crédito debe ser cierto, es decir, que no puede tratarse de un crédito litigio-
que haya sido desconocido por el deudor; no interesa qué tipo de obliga-
n se trate, puede ser de dar, hacer o no hacer. Tampoco importa la fecha
di, nacimii~nriidcl csédii«. No si, hacc disrinción enrrc cr(.diros cumiiiics o
~~rivilcgiado.;. Iliiiarire I í i i.igericitt del <:ddigo ;~iitcriors1, disctiria si 14 cri.dito
1 debid \es lícluiilo. Creeiiius cluc iio c i ~ieuei:iiiu,b:i>i;i cuii qiic piretl;~clc,ter-
! iiiiiiar5e vil el iiionii,iito del pago.
6.2.7. Efectos
1-Iayque distinguir los efectos de esta acción que se producen e n t r e Y
I , 1:rrlr-eucri,edoi si~bl-ogni?l~~
lc~
(ncror.)J, rl frrceru rlr~~ra~~dad»lil
;ic.rt.edor subn,.
U I L ~ O ; 10s ~ < - I C ~ C I I ~~J t>t . 1tit;iid~~s
~ ; I I I T (p, h ~ v ~(~¡csc:itar, el ter- si1111oei1d~~
cuntrtk
"
cero &mandado. 1-Iay que distinguir tres cuestiones importantes:
El monto de la condena. Es por el monto del crédito que tenia el deudor
subrogado.
Disponibilidad del crédito. El acreedor subrogante no puede transar, no-
varo renunciar al crédito.
Defensas oponiblespor el tercero demandado. La doctrina anterior a la re-
forma, interpretaba que sólo se podían oponer las que el tercero tuviera
contra el deudor subrogado. Ahora se permite oponer cualquier excep-
ción, no solo las anteriores sino también las que provengan de hechos
del deudor posteriores a la deinanda. El art. 742, CCyCN, establece:
"Deleiisas oponibles. Pueden oponerse al acreedor todas las excepciones y cau-
sas de extinciún de su crédito, aun cuando provengan de hechos del deudor pos-
teriores a la demanda, siempre que éstos 110 sean en fraude de los derechos del
acreedor"
Idas defensas nacidas con posterioridad a la demanda son oponibles
siempre y cuando no se demuestre un fraude concertado entre el tercero
demandado y el deudor subrogado. Así si el crédito se extinguió por un
hecho posterior a la demanda, la acción no puede prosperar, salvo que el
hecho extiiitivo haya sido realizado sólo nominalinente para defraudar
al acreedor subrogantc.
2) Entre acreedor subroganle y deudor subrogado. La acción subrogatoria, pro-
duce una "sustitución procesal" del deudor subrogado por el actor, quien
queda colocado eii lugar de aquel para ejercitar todos los derechos frente
al demandado. Al no ser privado el deudor subrogado de la titularidad de
sus bienes, puede transar, recibir pagos o extinguir la relación jurídica res-
pecto del tercero demandado. Todo ello es oponible al acreedor subrogante,
sin perjuicio de las acciones que éste puede ejercer ante la coinisión de un
acto fraudulento El resultado de la utilidad obtenida en la sentencia por el
acreedor silbrogante, beneficia a todos los acreedores, pues el bien ingresa al
patrimonio del deudor subrogado.
3) Entre deudor subrogado y tercero demandado. El deudor subrogado, conser-
va la libre disponibilidad del crédito por lo que, como hemos dicho antes,
puede transaz novar, compensar, recibir y hacer pagos, a inenos que medie
un embargo. EL deudor subrogado al ser citado e11el juicio obligatoriainente
según prescribe el art. 740, queda alcanzado por los efectos de la sentencia.
Así, si en la causa se determina la ilegitimidad del crédito respecto del terce-
4 1 Se eierce resoecio de créditos nems v exi- 1 Puede ejercerse por créditos engibles o no 1
1 CCyCN). 1
ración d e inoponibilidad
3.1. El fraude. Concepto y denominación en el Código de Vhlez
Esta acción es la que pueden intentar los acreedores perjudicados por la si-
tuación conocida comofraude, que es la que se verifica cuando un deudor insol-
vente enajena bienes con la finalidad de sustraerlos a la ejecución de sus acree-
dores. Era criticada la denominación "acción revocatoria" que se le asignaba,
toda vez que en vei-dad la acción no deja sin efecto el acto impugnado, sino que
lo declara inoponible al acreedor impugnante. También se la llama pauliana, en
homenaje al pretor Paulus, a quien se atribuye sir creación.
El CCyCN, en Libro 1, Sección 3*, art. 338 trata el "Fraude" coino vicio del
acto jurídico, y hace referencia a la "Declaración de inoponibilidad:'en lugar de
accibn fraudulenta o pauliana:
"Todo acreedor puede solicitar la declaración de inoponibilidad de los actos c
brados por su deudor en fraude de sus derechos y de las renuncias al ejerc:icio
derechos o facultades, con los que hubiese podido mejorar o evitado empeorar
estado de fortuna':
6.3.3. Fundamento
El fundamento se encuentra en el principio de la garantia colectiva, pue
objetivo de la acción es mantener la integridad del patrimonio del deudor pa
el cobro de su crédito. El acto impugnado por la acción revocatoria -en tan
provoca o agrava la insolvencia del deudor- afecta directamente dicha gara
y la acción es el remedio legal que la hace efectiva, al recomponer el putrimonr
afectado por el acto viciado por fraude.
6.3.4. Caracteres
-
(94) AI~TERINI,ATILIU A. - AMEAl., OSCARJ. LÓPEZ CABANA,ROBEIirO EiI.>Derecho...,cit., &>. 334.
cen que la inoponibilidad es una categoría de ineficacia de los actosjuridicos,
e el acto inoponible no tiene efectos respecto de ciertos terceros.
n tal sentido el art 342 con relación específicamente al vicio de fraude dice:
"La declaración de inoponibilidad, se pronuncia exclusivamenfe en interés de los
acreedores que la promueven y hasta el importe de sus respectivos créditos':
na acción ejecutiva
ersigue el cobro del crédito, por lo cual, cuando ella prospera, los bienes en
ión pueden ser ejecutados por el acreedor impugnante.
uisitos generales
.Acción de simulación
96 W i e x i r ~ SANDRA
, bI.,lV~;ziiald e obligaciorzes ciciles 31 comcrcinles, Abeledci-Perrol. BuenoS
res, 2015, ps. 79 y85. I-IERRERA, MARICA- CARAMEIO,GTJSTAVO - I'ICASSO,SEBASTIÁN (dir5.). (;ddi@
iwily Comercial de la Nacidn comentada Arts. 2 0 a 400. Infojus 2015, ps. 552153.
referido a "Los hechos y actos jurídicos': E1 art. 332, reproduce el art. 955 del Cód.
Civil derogado:
"Caracterización.La simulación tiene lugar cuando se encubre el carácter jurídico
de un acto bajo la apariencia de otro, o cuando ei acto contiene ciáusuias que no son
sinceras, o<echasque no sonverdaderas,o cuando por él se coiistituyen o transmiten
derechos a personas iiiterpuestas, que no son aquellas para quienes en realidad se
constituyen o transmiten':
El deudor puede mediante actos simulados, aparentar la salida de bienes de
su patrimonio para evitar la acción de los acreedores. En tal caso, éstos tienen a
su alcance la acción de simulación, que con base en el principio de la garantía
colectiva, constituye el remedio legal que les permitirá declarar judicialmente la
nulidad del acto simulado que les ocasiona perjuicio.
6.4.2. Especies
Existen distintas clases de simulación. La doctrina distingue:
.lo. Efectos
i la acción es procedente, se declara la nulidad del acto imp
o en los arts. 334 y 336 del CCyCN. Si la simulación era abs
stener que el bien objeto del acto jamás salió del patrimo
iendo la totalidad de los acreedores -y IZOsólo el impugnan
erechos respecto del bien, embargarlo y ejecutarlo. Si la simulaci
eclaración importará la nulidad del acto aparente, al inismo tie
rá la existencia real del acto oculto. Gste es plenamente eficaz si
equisitos propios de su categoría (art. 334).
Por último la norma indica que el que contrató de buena fe y a título gratuito
con el deudor responde en la medida del enriquecimiento. Es lógica la disposi-
ción, porque hay que tener en cuenta la buena fe, lo que indica que tomar una
medida extrema y despojar al adquirente en forma total de su derecho seria in
justo. Por eUo, responde en la medida de su enriquecimiento.
A, - C A R A M B LGUSTAVO
(103) H E R ~ ~ R MARISA ~, -PICASSO,SEBASTIÁN(dirs.), (;ódig~Civil y Culner-
IdelaNnción Comentado, Infojus. 2015.
Z I . Fundamento
Con claro fundamento en el principio de la garantía colectiva, la norma tie-
ne por finalidad preservar el patrimonio del deudor (causante), a los efectos de
que ios acreedores de una persona fallecida puedan cobrar sus créditos de los
bienes que integran el patrimonio de su deudor, evitando se confunda dicho
trimonio con el del heredero insolvente. Es que, como hemosvisto, las obligaci
nes producen efectos respecto de las partes y también respecto de sus sucesor
universales.
De tal modo, al producirse el fallecimiento del deudor, el patrimonio del ca
sante se transmite a los herederos de éste, quienes ocupan su lugar y deben p
ello responder por las deudas que el mismo tuviera, lo que harán en princip
sólo con los bienes recibidos. Se comprende entonces la necesidad de que lo
acreedores del causante, y de la sucesión, no vean peligrar la garantía del pat
monio de su deudor para el cobro de sus créditos por la circunstancia de que
herederos del deudor fallecido carecieran de bienes propios con los que ha
frente al pago de sus propias deudas.
La garantía del patrimonio del deudor se ve así protegida mediante la pr
ferencia cozicedida. Y en tal caso, los acreedores de los herederos sólo podr
cobrar sus créditos con los bienes integrantes del acervo hereditario una vez q
los acreedores del causante hayan sido satisfechos. La norma del art. 2316 es
innovación del CCyCN, que es asimismo coherente con la responsabilidad li
tada de los herederos a los bienes recibidos, o con su valor en caso de Iiaber
enajenado, que introduce el art. 2280. Así, en el CCyCN los herederos respond
por las deudas del causante únicamente con los bienes recibidos, salvo que se
verifique alguno de los supuestos de excepción previstos por el art. 2321 en
que el heredero responde con sus propios bienes por el pago de las deudas
causante y cargas de la herencia.
(104) El art. 3433 del C6d. Civil derogado estabiecia: "Todo acreedor de la sucesión, sea pridegia-
do o hipotecario. a termino o haio condicibn, o oor renta vitalicia. sea su tinilo baio firma orivada, o
heredero. Lon ei fin de hacerse pasar Lon !os bienes de la sucesión con oreferencia a !os acreedores
del heredero. El inventario debes& hedio a costa del acreedor que lo pidiere':
(105) DANES:,CECILIA, en CALVOCOSTA,CI~RLOS A. (dir.1, Códlgo Civil y Cumercial de la Naciún,
Concordado, Cumenrndo y Comparado con (as C6d. Civil de Vdlez Saarslield y de Coniercio, t. 3,
'Ihompsoii ReutersiLa Ley, 2015, p. 555
.Naturalezajuridica
Doctrinari&siente se discutia durante la vigencia del Cód. Civil derogado la
turaleza jurídica de esta preferenciaci"l. 1.a postura que considera que su na-
.aleza jurídica es una preferencia no privilegio, es la que resulta acorde a la
inoÍogía empleada por el CCyCN.
.Sujetos beneficiados
La norma establece claramente que la preferencia es concedida a favor de:
acreedores del causante (inc. a); los acreedores por cargas de la sucesión
c. b) y los legatarios (inc. c). Con respecto a los acreedores del causante, si bien
se especifica como lo hacía el derogado art. 3433, se entiende que al igual que
régimen anterior, beneficia a todos ellos, sea que se trate de acreedores pri-
iados , quirografarios, sujetos a condición, o plazo, cualquiera sea su clase o
rina de estar instrumentada la deuda. El CCyCN incorpora expresamente a
indicados en los puntos b) y c), que no lo estaban en el régimen anterioli En
to a ios legatarios, es claro que la norma establece una preferencia de los
arios respecto de los acreedores p
cumplirse con la voluntad del causa
'enes no son sus acreedores. Por coi
e pretender un derecho mejor que su
no frente al legatario('07).
') Ai,~Em~;ui, ATILIOA. - AMEAL, OSCAH J. - LÓPEZCXRA~VA. ROn81Vio M., Uel.ech0...,cil., p. 341.
o aLlambias, Borda, Diai de Guijarro y Goyoia Copcllo. Se dieron das posturas. Para una cons-
egio, tada vez que determina uno causa de prcferei~ciaentre acreedores, siendo sólo
a o s « acreedor en conilicto. En la medida en que no existan acreedores del lieredoro,
no resulta procedeme. Para otros, la separacidn consiste en una preferencia que surge del
ocimiento legal en cabeza de los acreedores hereditarios para cobrarse sobre los bienes, sin
sa preferencia implique técnicamente iin privilegio del cr8dit0, que a ese respecto conserva la
anaturaleza que teiiía ensu origen. Ello se basa enquelosprivilegiosnacen enformaconcomi-
conelcrédito al cual acceden, circiinstanciaqueiioseverificaenestecaso. Asimismo, los privi-
giUs se dan frente a las acreedores de un niismo deudor, mientras que aquíla preferencia se otorga
a los acreedores del Iieredero del deudor.
7) HEHRERA,MAIUSA - CARAMEI.~, GUSTAVO - PICASSO, SEBASTIZ~N(dits.), Cúdigo...,cit.
8) PIZARRO, R X M ~D.N - VALLESPINOS. CARLOS G., lmtimcion~&... cit., t. 2, p. 354, citando a
a los herederos del causante, sino tambihn a los acieedoies de éstos, todavez que
impide que el patrimonio del heiedero se confuiida con el del causante, y deba por
ello el heredero responder con sus propios bienes por las deudas de su aiitecesoi.
De tal modo, si el heredero realizara alguno de los actos previstos por el
art. 2321, CCyCN, que determinan la responsabilidad del mismo con sus propios
bienes por las deudas del causante y cargas de la herencia, los acreedores del
heredero que por ello ven afectada la garantía del patrimonio de su deudor, po
drán solicitar la declaración de inoponibilidad de tales actos por fraude (art. 338,
CCyCN). Por esavia, los acreedores del heredero pueden obtener el mismo resul-
tado, es decii; evitar la conEusión del pairirnonio del causante con el del herede-
ro, que les ocasiona perjuicio en el caso de que la herencia sea deflcitaria.
(6) Larescisiúnopera para el futuro y depende de una causa sobreviniente; puede ser conven
nal (uni o bilateral) o legal, p. ej., el caso del art. 1638, Cúdigo Civii derogado. en que la Ley autoriza
al dueño de la obra desistir de su ejecuciún por su sola voluntad, aunque haya empezado, indenlni-
zando al locador noi todos los eastos. trabajos v utilidad aue oudicra obtener oor e¡ contrato. La re-
de una disnosiciún tesiamentaria En cuanto a la resoluciaii, ooeta Lon efectos ieuoactivos vla más
.Concepto de pago
El art. 725 del Código Civil derogado decía que
Casi igual resulta el texto del art. 865, CCyCN, que define al pago como
"el cumplimiento de la prestación que constituye el objeto de la obligación':
De los propios textos transcriptos se desprende que el pago no es un mero
dio deextinción de las obligaciones,ya que importa la realización del propó-
o principal en miras del cual la obligación se constimyó,su efectofundamental,
ncipal y normal. Por otra parte, la definición del Código derogado -en crite-
ue no es seguido por la reforma- se preocupa por destacar que el concepto
ca a todo tipo de prestaciones, sea
una cosa o hacer algo- como n
tido corriente, se utiliza la palabra
de dar una suma de dinero, cri
.t. 244, que utiliza ei vocablo "ejec
emás obligaciones.
gar es algo tan cotidiano que
la mayor parte de las veces; la ge
rante el día llevan implícito u11 acto de cumpliiniento de una conducta que,
el lenguaje corriente, denominamos genéricamente pago, con referencia es-
ífica a la entrega de una suma de dinero a cambio de cualquier otra presta-
n o, con desarrollo creciente en las últimas décadas, la utilización de medios
(7) Ver DOMINGOS SANCA,FERNANDINHO, Comercio clec¿rónicoy pago mediante tarjeta de crddito
n d ordenamienlo jurídico español, Tesis doctora1 para la Universidad Carlos 1x1 d e M'idrid, España,
rafe, 25 de cneio de2013.
(8) Para un breve resunien sobre disrinros medios de "pago electrónico'^ ~ ~ ~ ~ S A N T ~ M A ~ U N ~ A D E L L A ,
VIER. "Nuevos medias de uaeo elecrrónicos: hacia la desintcrmediacidn bancaria': en El Comercio
Por nuestra parte, adelantamos nuestro criterio en cuanto a que tales ope-
raciones, que en la actualidad resultan la enorme mayoría de las transacciones
que realizamos, pese a su aparente simplicidad, se encuentran precedidas por un
complejo sistema de hechos y actos jurídicos fundados, principalmente, en las
figuras de la cesión de créditos y la compensación de obligaciones, temas a los
que remitimos en los capít~iloscorrespondientes de esta obra.
2. Naturaleza jurídica
(14) CAZEAUX, PEDRO N. -TRIGOREPRESAS, FÉLIX A., Derecho..., cit., p. 25, qiii adhiere a esta pos-
tura desarroilada en nuestro medio por SALAS, ACDEELE., "La naturaleza jurídica del pago': JA 1950-1,
secc. Doctrina, p. 25. LOSautores encuentran incorrecta la definici6n de "hecho jurídico" del art. 096,
Chdigo Civii dero~ado:"todos los acontecimientos susceptibies de ~roduciralrmiia... esincihn de
.l.Identidad de objeto
El Código Civil derogado trataba el requisito en los arts. 740 y 741, en que
pectivamente se refería a las obligaciones de dar -debe entregarse la misma
su a cuya entrega se obligd, no una distinta, aunque sea de igual o mayor va-
r- y hacer -no puede ejecutarse otro hecho que no sea el de la obligación-.
t. 868, CCyCN, unifica ambas hipótesis y se refiere a la iiiviabilidad da recibir
mplir una prestación distinta a la debida, cualquiera que sea su valor.
Como vemos, lo expuesto rige para ambas partes de forma ta
r puede pretender unilateralmente desobligarse cumpliendo
tinta de la debida, ni el acreedor podrá ser obligado a recibir en pagola e
n de otro hecho. En esta materia juega el principio de la buena fe en la
n de la obligacióii, por lo que no resulta admisible por abusiva todapret
echazar el pago por falta de identidad, si se trata de variaciones intrasc
e las que no sederiva ningún perjuicio económico para el ac
Por ello, la identidad asume plenitud y mayor vigor cuando
ciones con prestación determinada en su individualidad al constituirse la obli-
ción, tal como lo son las obligaciones de dar cosas ciertas, las de hacer y las
no hacer. En cambio, en las obligaciones con prestación temporaria y relati-
mente indeterminada, el principio de identidad mantiene relevancia pero es
flexible su aplicación. Así, por ejemplo, en las obligacioiiesde género en que
la calidad media, no se considera menoscabado el principio si en la elección
eudor elige una calidad ligeramente superior a la media o si, inversamente el
reedor elige una calidad algo inferior a esta última('").
Obviamente, nada impide que las partes de común acuerdo acepten can-
lar la obligación mediante una prestación diferente a la prevista inicialmente.
ro en tal caso, operará otro modo extintivo distinto del pago, que es la dación
3.2. Integridad
El pago debe ser completo, abarcar todo lo debido, por lo que ni el deu
puede fraccionar la prestación para desobligarse sus partes ni el acreedor pu
pretender aceptar sólo una parte de la deudaposresgando el cobro de larestan
dejando así subsistente la obligación y las responsabilidades del deudor por
saldo impago. En el Código Civil derogado el art. 742 establecía que:
"Cuando el acto de la obligación no autorice los pagos parciales, no puede el deudor
obligar al acreedor a que acepte en parte el ciirnplimiento de la obligación'!
En el CCyCN bajo el rótulo "Integridad" el art. 869 establece que
"El acreedor no está obligado a recibir pagos parciales, excepto disposición legal o
convencional en contrario. Si la obligaci61ies en parte líquida y en parte iliquida, el
deudor puede pagar la parte líquida".
(16) Esto es, el iibradorideudar cede al acreedor un crédito que 61 tiene contra el banco quien,
como deudor cedido, queda notificado de la cesión al presentarse el cheque al cobro.Nos remitimo
al pasaje de esta obra enla que se tiataia modificaciónsubjetiva que implicalacesión decrddito.
(17) Una de las excepciones ia establece la ley 25.345 denominada antieuasiúri según el cual en los
actos jurídicos que tienen por iinalidad la transferencia de derechos reales sobre inmuebles, puede
prescindine del medio bancario, pudiendo ieenrplazarse por la declaración ante el escribano ac-
iuaiite sobre el Ilecilo de la entrega del dinero en el momento de celebrar la escritura traslaliva de
dominio.
Seguidamente, en el art. 870, trata el caso particular de la deuda de dar una
uma de diner&-capital- más intereses y resuelve que "el pago sólo es integro
el capital más los intereses: norma que rescata el antecedente del Có-
derogado que en los arts. 776 y 777 se referían al tema de La imputación
el pago, estableciendo que en los casos en que se debiere capital más intereses
deudor no puede, sin consentimiento o recibo otorgado por el acreedor, impu-
r el pago al principal.
El rigor de este principio ha sido atenuado por la doctrina y jurisprudencia
uando lo que falta para completar la totalidad de la prestación resulta insignifi-
nte ya que en tales condiciones, la negativa a recibir el pago por falta de inte-
'dad, podría resultar abu~iva('~).Asimismo, cabe consignar una serie de excep-
nes al principio de integridad, que pueden surgir de la voluntad de las partes
e la ley que se detallan a continuación.
8) CAZEAIJX, -
P m n o N. T R ~ GREI'RESAS,.FBLIX
D A., Derecho..., cit., t. 1, p. 127.
9) CAZEAUX, PEDRON. - TI~IGO REPRESAS. FÉLIXA,, Derecho..., cit., t. 3, p. 129, y SU referencia a
PAiLta, Fikcíon, Curso de obligaciones, vol. 1, p. 237, ~i.
454. Este Último proporcioila, además, ou'os
mplos como la rendición de cuentas en la que existenrubros determinados y otros pe~~aieilces de
Uidación o si en un trámite judicial estuviera establecido el nionto de capital y Ilonorarios regula-
6n pendientes de deterniinación olros rubros como los intereses y gastos.
E) El caso de la deuda parcialmente ilíquida, que faculta al deu<iora pagar la
parte líquida (art. 869, CQCN). El Código Civil derogado sólo facultaba al
acreedor a exigir el pago de la parte líquida; en el CCyCN se establece la fa..
cultad del deudor de pagar la parte líquida aun cuando el acreedor no lo exi-
ja. Es que conforme lo sostenía la doctrina, era injusto que no pudiera el deu-
dor hacerlo ante la falta de reclamo del acreedor; y asimismo la negativa de
acreedor a recibirla devendría abusiva. La jurisprudencia dominant
admitiendo que existiendo decida parcialmente iliquida, el pago de la
liquida es procedente y exigible a iniciativa de ambas p a r t e ~ ( ~ ~ j .
Por el contrario, no se han considerado excepcioiies a la integridad del p
a) Los casos de pluralidad de deudas de fuente distinta entre un misino deu
y acreedor, como, p. ej., se compra en cuotas un vehículo a quieii !uego
atropella con el vehículo. Hay dos deudas separadas, porque los títulos s
distintos -la deuda por el contrato de compraventa y la deuda por la inde
nización del daño-.
b) Las prestaciones periódica$, como las cuotas del alquile& en que c
mensualidad aparece distinta e independiente entre sí, o la mensuali
del trabajador en relación de dependencia, en que cada uua conse
individualidad.
c) El caso de obligaciones de sujeto plural simplemente rnancoinunadas
decir, no solidarias- y objeto divisible. La integridad del pago se cum
porque, en esencia. existen tantas obligaciones distintas como deudor
acreedores hubiese (art. 025, CCyCN).
d) La hipótesis de pluralidad de cofiadores, es d e c i ~cuando existen dos o m
fiadores de una misma deuda que no se hayan obligado solidariamente
pago (art. 1595, CCyCN) en que se entenderá dividida la deuda entre el1
por partes iguales. Llegado el inomento de hacer efectivo el cobro, cada c
bligado cumplirá por su cuota parte íntegra, pero no más que su parte. Si
biera cumplido en exceso de la parte que le corresponde, queda subrog
en los derechos del acreedor contra los otros cofiadores,
3.3. Puntualidad
21 En los Fundameiitos del Anteproyecto explican: "La regulación de la mora se ha incluido den-
de la materia obligacional y no como un elemento de la responsabilidad civil, como lo hiciera e
yecto de 1998, por tratarse dc un elemento que es aplicable a un género de situaciones muy a
q u e excede el campo de la responsabilidad'!
22) El art. 508, Código Civil derogado, disponia que: "El deudor es igualmente tespo
os e intereses que su morosidad causare al acreedor en el cumplimiento de la obligación'! Esta
einnización puede ser acuniulada al reclamo dirigido a la ejecución tardía --si hiera de interés
acreedor- e inclusive, sumarse a la indemnización por equivalente dinerario que surja por la
'ecución absoluta y definitiva de la prestación (art. 505, inc. 30, Código Civil derogado), sumando
ño moratoria al conipensatorio, el1 el caso de que se acrediten los presupiiestos de la respoilsa-
ad civil, es decir, antijundicidad, factor de impufaci6ii, daño y relación causal con el retardo y, en
so, el incumplimiento total y deiinitivo.
(23) El CCyCN, se enfola asi en una de las posturas que en doctrina existían sobre el tema. Ngunos
nsiderahanquese tratabadeunacondición porserlamejoradefortuiia iin hecho futuroe incierto;
110s lo corisidcraban uilplazo incierto ynu condición por cuanto al ser un beneiicio qiie cesaba con
amuerte del deudor fatalmentevencia, Y. Data . unatercera oostura se trataba de un plazo indetermi-
nada pues queda librado a la determinación judicial.
4'12 NORMA O SILVTSTKt (OIREClOKA)
deuda se transmite a los helederos como una obligación pura y simple. Se pone
con ello también fin a oiia cuesttón que eia debanda en el régimen anterior ante
la falta de norma previsión legal expresa.
3.3.2. El beneficio de competencia
Se encuentra definido de manera muy paiecida en el art. 892, CCvCN, aue
lo define como un derecho que se concede a ciertos deudores, para que paguen
lo que buenamente puedan, según las circunstancias, hasta que meioreri de
hriuna.
El Código Civil derogado aclaraba que dicho beneficio debía d
lo indispensable para una modesta subsistencia, según su clase y circun
y con cargo de devoluciói~cuando mejoren de fortuna. Se ha señalado la inuti-
lidad de la norma, habida cuenta de la gran caritidad de bienes del patrin~onio
deldeudor que se encuentran excluidos de la garantía común, conocidos genéri-
camente como bienes inembargables, como por ejemplo las sumas destinadas
pago de alimentos, las jubilaciones y pensioiies, el salario mínimo
las indemnizaciones por accidentes de trabajo, el lecho cotidiano uel deudor,
iiistrumentos necesarios para el ejercicio de su profesión, arte u oficio, el "b
de familia"; entre otros, con lo cual se encuentra plenamente resguardado
necesario para una modesta subsistencia':
No obstante, el CCyCN mantiene la figura que, en caso de conceders
ce los siguientes efectos: la prestación queda reducida a lo que el d
mente pueda pagar"; el saldo insoluto recibirá un tratamiento simi
a mejor fortuna: pudiendo en tal caso requerirse judicialmente que se fij
po en que debiera abonarse el saldo. El beneficio es personalísimo y cesa con
muerte del deudor sin pasar a sus herederos.
El art. 893, CCyCN, prevé ciertos casos en que el acreedor está obligado a
ceder este beneficio. Estos son: a los ascendientes y descendient
(dice ascendientes, descendientes y colatemies hasta el segundo grad
hubieran iilcurrido en causa de desheredación (habla de causai de i
para silceder); el cónyuge no estando divorciado por su culpa (se refier
ge o conviviente); a los consocios respecto de las acciones recípro
del contrato de sociedad (hipótesis omitida por el CCyCN); y al dona
to a hacerle cumplir la donaci6n prometida12".
(24) El Cádigo Civil dei-ogadoieferia en el ait. 800,inc. 6*, al caso del deudo1 de buena fe que hizo
cesión de bienes y es perseguido eii los que despues ha adquirida para el pago carnpleio de la deuda
anterior a la cesión, pero sólo le deben este beneficio los acreedores a cuyo favor se hizo, hipótesis no
contempladaen el CCyCN que reconoce la cawnciade utilidad do1 precepto, atento el régiinende la
Ley de Concursos y Qiiiebras, en que ia cesión de bienes en cl concurso libera al concursado de sus
deudas civiles ídoct. art. 76, K0).Conf l.6~ezC z n d i i . Ro~ñivro,en Her,~uscrO.Aucusro C. - ZAN-
~ 0 x 1CU~JAKUO
, A,, Código..., Cil., t. 3, p. 652.
D E LAS OBLIGACIONES
EXTINCION
Tal como lo prevfn los arts. 873 y 874, CCyCN, 747 y concs. del C
b) Obligaciones de dar suvias de dinero: el arí. 6i8, Código Civil derogado con.
signa tres reglas: primero, el lugar designado para el cumplimiento, en de-
fecto de ello, el lugar de celebración del contrato que dio nacimiento en la
obligación y en cualquier otro supuesto, el domicilio del deudor al tiempo de
vencimiento de la obligación. Esta última hipótesis se corresponde con las
obligaciones de origen extracontractual, aunque algunos autores la extien
den a las obligaciones contractuales, salvo que expresamente la ley determi
ne una solución distinta, como el caso delarts. 1411y 1424, Código Civil der
gado, casos en que la entrega del dinero es la contraprestación por la ent
de una cosa, por lo que debecumplirse en el lugar de entrega de esta últi
Con lo dispuesto en el art. 874, primer párrafo del CCyCN, no caben d
de que la regla general prevalece, salvo las dos excepciones expresamente pr
tas: la de dar cuerpo cierto -antes analizada- y las obligaciones bilaterales
cumplimiento siniultáneo, en que el lugar de pago será donde debe cuniplirse 1
prestacióri principal(2n).
3.5. Propiedad de la cosa cuando se pretende constituir derechos reales
Cuando a través del pago se transfiere el dominio de una cosa cierta, es m
nester que el deudor sea el propietario de la inisma y tenga capacidad para
jenarla (art. 738, Código Civil derogado, que disponia que tal requisito "es p
para sil valide^")(^^. En este punto el CCyCN, en e1 urt. 878 esiublece, dentro
requisitos del pago, que el deudor sea propietario de la cosa, cuando se trut
"cumplimiento de una obligacióil de dar cosas ciertas para corlstituir derec
reales", agregando que el pago con una cosa que no pertenece al deudor "se
por las normas relativas a la compraventa de cosa ajena".
Esta remisión determina los siguientes efectos: segúii el art. 1132, la venta
es decir, el pago- es válida en los términos del arr. 1008,por lo que el vende
se obliga a transmitir o hacer transmitir su dominio al comprador -en este c
el acreedor-.
Esta última norma permite que los bienes ajenos sean efectivamente obj
de estos contratos y admite dos hipótesis:
1) una, que el vendedor -deudor- garantice el éxito de la promesa cie ira
misión, por lo que en todos los casos, debe indemnizar al acreedor en cas
de no cumplimiento.
2) dos, que no lo hubiera garantizado, en cuyo caso sólo estaría obligado a
emplear los medios necesarios para que la prestación se realice, por lo que
responderá por daños y perjuicios en caso de culpa.
(28) Aún antes de la apariciún del CCyCN, en el contrato de compraventa la doctrina consideró
"principal" a la entrega de la cosa y "accesoria" a la obiigociún de pagar el precio; y tal conio lo expr
sabanlos arls. 749,1411 y 1424. del Cbdigo Civil derogado, el lugar de pago del precio deberá coin
dir con el lugar de entrega de la cosa. Ve1 Cnzo~irx,PEDRO N. - TRIGOREPRSSAS. F ~ L I x A .Detzcho
, ...
J
cit., t. 3, p. 143.
(29)La norma aclaraba adeinis que "Si el pago h e s e de iiiia suma de dinero o de otra cosv que
consiiina por el uso, no puede ser repetidd contra el acreedor qire la haya consiimido de buena f
disposiciún que ha sido considerada innecesaria, pues la imposibilidad de repeu'r -es decir, obtenel
la devolución de lo pagado- surge de Lu imposibilidad de hecho de lograr la dwoiucibn de algo que
se lia ~oiisuinido,aunque cabe aclarar que eii estos casos, procede la li~demriizucibndineraiia susa
riitiva. Ver Prznnno, RavOs Ii. - VAI.LI?SPINOS,CARJ~OS G.,In~tiiucioI2es...,cit., t. 2,p. 144.
.6. Libre disponibilidad de la cosa o crédito con el que se paga
Para queel pago sea eficaz, quien lo realiza debe tener libre disponibilidad
e la cosa qu8 entrega, lo que claramente se aplica a los supuestos de obligacio-
es de dar ya que en las de hacer y de no hacer no hay entrega de cosa alguna.
1 art. 877, CCyCN, dispone bajo el título "Pago de créditos embargados o pren-
ados. El crédito debe encontrarse expedito. El pago de un crédito embargado o
dado es inoponible al acreedor prendano o e~nbargaiite"(~~). Si la cosa se en-
ara embargada(3')y el deudor ocultara dicha situación, vendiéndola como
tuviera libre de gravámenes, comete el delito de estafa previsto en el Código
c. 90). En el caso de inmuebles o muebles registrables, la hipóte-
resulta de muy difícilconsumación, todavez que unavez inscripta la orden de
tricción en los registros pertinentes, la transferencia no podría consolidarse
1 acreedor. Por otra parte, el acreedor de buena fe que recibió
muebles no registrables en pago, puede repeler las acciones de reivindi-
con apoyo en lo dispuesto por el art. 1895, CCyCN (la posesión de buena
a mueble no robada ni perdida vale título).
n créditos, es condición de eficacia que los mismos se
itos, lo que no sucede cuando se encuentran embargados o
nto al embargo, se practica mediante una orden judicial que
ser notificada al deudor (art. 533, CPCCN), por la cual el deudor debe abs-
se de efectuar el pago a su acreedor, quien resulta ser, a su vez, deudor del
argante. En cuanto a la prenda civil de créditos requiere que el crédito conste
rito, que sea entregado al acreedor prendario o a un tercero
notifique de dicha circunstancia al deudor.
1 embargo o la prenda del crédito no afectan la titularidad del crédito por el
dor ni provocan modificacijn alguna respecto de la exigibilidad de la deu-
to es, simplemente, la orden negativa dirigida al deudor, consistente
abstenga de pagar lo que se debe al acreedor y que, si desea
nsignar judicialmente lo debido, pero no puede pagarle el
prendado al acreedor.
pago será inoponible al acreedor embargante o prendario,
e en esta materia el principio según el cual quien paga mal, paga dos
ago hecho al acreedor no ~ e r á v á l i d o y( ~en~ tal
) caso "la
oponibilidad) del pago aprovechará solamente a los acree-
(30) Se discute si esta inoponibilidad se extiende íntegramente al inonto del credito embargado o
s autores -en posición que compartimos- sostienen que ia indisponibiiidad debe interpretarse
mo parcial, en la justa medida dci embargo, por lo que no media obctácuio alguiio para la realiza-
6n do un pago válido y eficaz por encima del monto de ;iqu6i.
(31) Ei embargo es ia afectación por orden de iin 6rgtno jurisdiccional de uno o varios bienes del
eudor para asegurar la ejecución futura, individualizándolos y iiinirando las lacuitades de disposi-
dores cjecutantes o demandantes o a los que se hubiese constituido la prenda,
a quienes el deudor estarB obligado a pagar de nuevo, salvo su deiecho a repetii
contia el acrecdoi a quien pagó':
»e todos modos, el deudor que efectúa un pago y, como consecuencia de
ello, debe pagar nuevamente, tiene derecho de repetir contra su propio acreedor,
por aplicación de las reglas del pago indebido, si se reúnen las condiciones del
art. 1796, CCyCN.
En este seiitido, el art. 339, CCyCN, establece, por tin lado, que el efecto de la
de la acción revocatoria o paiiliana, será la declaración de inoponi-
aaos -en este caso el pago- celebrado por el deudor en fraude a
s. Por el otro, dispone los requisitos, esto es, que el crédito del actor
de causa -fuente, título- anterior al acto impugnado, salvo que
dor haya actuado con el propósito de defraudar a futuros acreedores, que
usado o agravado la insolvencia del deudor y que quien recibió el
conociera o hubiera debido conocer que el acto provocada o agravaba la
39 Cabe aclarar que el derecho de pagar, los incapaces lo tienen siempre en tanto son sujetos de
recho; lo que no pueden, por si mismos, es ejercer el derecho de pagar, sino con la asistencia 0 te-
esenración de otros, atento al carácter deincapaces de hecho, absolutos o relativos, supuestos en
ue debe intervenir sii representante legal (canf. arts. 54 y 55, Código Civil derogado, referidas a
ersonas por nacer, ios menores impúbeies, los dciiienics y los sordomudos qiie no saheri darse
entende1 por escrito).
(40) P~ZARRO, M M ~D.N- VALI.ESI~INOS, CARLOS G . ,Instituciones..., cit., t. 2. P. 123.
el incapwr, cuando, como consecuencia del pago, ha obtenido un beneficio de
tipo patrinionial por vía de incremento de activo o disminución de pasivo (p. ej.,
se utiliza el dinero recibido para pagar una deuda exigible que el incapaz efec-
tivamente tiene o para costear gastos indispensables para su existencia, coi110
hospedaje, alimentación, asisieiicia médica, vestido o educación).
El art. 735, dcl Código Civil derogado establecía otro supuesto de validez d
pago efectuado a un incapaz, que es el caso de la incapacidad sobreviniente
acreedoi; es decir, que al tiempo de contraerse la obligación, el acreedor era
paz y su incapacidad se produce con posterioridad, lo que debe sumarse a qu
el deudor obra de buena fe, esto es, creyendo que el accipiens continuaba sie
persona capaz, situación que ha sido considerada análoga a1 pago al acree
aparente.
4.2. Legitimación
1.a cuestión nos pone frente a los sujetos a los que la ley reconoce derec
para llevar adelante el programa prestacional y para recibir las prestaciones co
prometidas, con verdadero carácter extinrivo. Como se ha diclic, los roles s e .
vierten y el sujeto pasivo de la obligación será el activo del pago y viceversa.
El deudor no sólo posee el deber de pagar, sino que también tiene el deno
nado ius solvendi o derecho de pagar. Por consiguiente, en una primera mir
el fenómeno de cumplimiento gira en torno de la persona del deudor, quien
realizar la conducta prestacional para que el pago se materialice(R". Pero
bién la ley reconoce el derecho de pagar a los terceros que tengan algún i
en el cumplimiento de la obligaci611, con lo que aparece la categoría de tercero
interesado (ver art. 881, CCyCN).
. ~ ..
eociones solidarias lart. 8271 oconcurientes (art. 850).
tarta exnnción de un d e r e ~ h oDada sii naturaleza, los actos de diswosición no deben realizarse Por
quien tiene solamente facultades de administración o carece de capacidad para efectuar aqiiélloS8
pues sus alcances no se lii~iitniia asegurar la conservación de los bienes y derechos integradores del
pairimonio que se administra, para lograr la pienitiid de sus tincs.
í43)Salvoquese tratara de una obligacidn no Fuiigible oesa intuitupersonae,e11 quela caiidaddei
deudor ha sido particularmente tenida en miras por el acreedor para satisfacer S¡J interés.
E X T ~ N C I DE
~ NLAS ORLiC.%CIONES 451
El deudor
o y el deber de pagar espontánea y apropiadamen-
o subsista. Puede aCNar por si o por representante
al o voluntario -salvo e1 caso de las obligaciones inluitu personae-. En el
o de la representación voluntaria -p. ej., el contrato de mandato- el poder
a efectuar actos de disposición debe ser especial, por lo que de no poseerlo,
pagar salvo que se tratara de actos comunes de administración o
niediara mandato tácito. A su muerte, la obligación se transmite a los
os en la proporción de su respectivo haber hereditario. Habiendo plura-
res, debemos estar a la categoría de obligación de sujeto múltiple,
obligaciones simplemente mancomunadas y de objeto divisible,
a codeudor tiene el deber de pagar al acreedor la parte que le corresponde en
euda como consecuencia del principio defraccionamienta. Si se trata de una
sible o de mancomunación solidaria, todos los deudores están
plir íntegramente la prestación.
En segundo lugar, la norma prevé que la prestación tampoco podrá ser eje-
tada por un tercero, "si hubiere oposición conjunta del acreedor y del deudor".
se agrega en el párrafo final, que si se tratare de un tercero interesa-
4) PLZARRO,
X A M ~ ND. - VALLBCI>INOS, 0 8 Instituciones..., cit., t. 2, p. 88, con cita de Cris.
C ~ ~ 1 . G.,
do &te "puede pagar contrala oposición iridividuai o conjunta del acreedorydel
deudor" (ver art. 881 in jine CCyCN).
b).l. Naturaleza jurídica de la ejecución de la prestación por un tercero
Se ha considerado que no se trata de una hipótesis de verdadero pago,
que la ejecución por el tercero 110 extingue la obligación ni provoca la libe
ción del deudor, quien continúa obligado sólo que frente a un acreedor distin
el que ejecutó la prestación a favor del acreedor Habría,
tos casos, una suerte de transmisión de crédito entre vivos, no extinriv
obligación.
La doctrina requiere que el tercero que paga lo haga con plena conciencia
que está prestando uiia deuda ajena -animus soiuendi- puesto que no bas
ría la mera adecuación objetiva entre la actuación del tercero y el objeto debi
Cuando éste falta -p. ej., el tercero paga considerándose a sí mismo deudor-
generaría una hipótesis de pago indebido, que jtistificaría su repeticióri. Por otr
parte, segúil opina la doctrina mayoritaria en nuestro medio, resulta irrelev
que el tercero que paga lo haga a nombre propio o en nombre dzl deudor,
cuanto las razones por las que se autoriza a pagar a terceros, no tienen vinc
ción con estas circunstancias(46).
(45) PIZARRO, RAMDND. - ~GLI.LCSPINOS, CAIILOSG., IrL~titu~iones ...,cit., t. 2, p. 90; ídem, CAZBAU
PEDRO N. -TRIGO RF.PRESAS,Ftz.lxA., DereCIzO..., cit., t. 3, p. 61.
(46) PIZARRO, RAMÓN D - VALLESPINOS,C A ~ L O C.,S Instituciones..,cit., t. 2, p. 96, quienes refieren
ia opini6n d e Colomhres Gormendia, segúri la cual svlo cuando ei tercero actuara a nombre propio,
se confimiraria el suuuesto de DaFo oue la autorimría a siibm~as.
Al encontrarse en peligro
ede imponer el pago al acreedoli Tal como lo expresa la norma, "puede pagar
ra la oposición individual o conjunta del acreedor y deudor". Este derecho
r del tercero (ius solvendi), le autoriza a imponer el pago al acreedor y, en
de ello sortear la opos
udor, o ambos conjuntamente.
ada para efectuar el pago por consignación, atento a que la i
gar, derivada de la oposición q
abilidad de sufrir un daño patr
abuso del derecho por parte del
anto a la oposición conjunta, tamp
lo contrario se favorecería la posib
).s.Terceros no interesados
Por exclusión, son todos aquel
e a obligación y se introducen e
s de que algún interés los
or por razones de amist
camente irrelevantes. En
imo en dicha obligación,
unta el acreedor y el deudor.
Desde este punto de vista, tal interpretación lleva a concluir que el CCyCN
'Fica el Código Civil derogado, toda vez que esta posibilidad le estaba com-
mente vedada en el régimen anterior. Este ius solvendi -si bien discutible
uanto tal- que el CCyCN reconocería a los terceros no interesados, cons-
e un derecho a pagar reducido o disminuido a una mera expectativa de
pago(">,toda vez que sólo procede ante la oposición conjunta de ambas partes
de la obliga~ión@~j.
En nuestia opinión, la solución adoptada sólo parece tenei fundamento en el
propósito de evitar supuestos -posibles aunque no demasiado frecuentes en la
práctica- de ejercicio abusivo de parte del acreedor de su facultad de rechazar
el pago de partc del tercero, aún si el mismo no fuera interesado
da) eii cambio corisidei-abanque el tercera no interesado también poseía d derecho de »atlai
. " conla
única diferencia de que en caso de oposición conjunta del acreedo; y deudor, no podían efectuado.
(53)Piz~nno,U M ~ - Vnr.L~spiYos,CARLOSG., Insticrzciones...,cit., t. 2, p. 97.
D. N
b).5. Efectos del "pago" por tercero
Unavez ~ulizado,el denominado "pago"(54) por tercero produce los siguien-
fectos. El acreedor queda desinteresado, extinguiéndose el crédito. Y el ter-
puede dirigir su pretensión contra el deudor originario -también llama-
us debitor-. No se produce extinción de la obligación porque el deudor
úa obligado, aunque ahora frente al tercero. Mejorando la redacción del
7, Código Civil que erróneamente disponía que "la obligaci6n queda extin-
con todos sus accesorios y garantías: el art. 882, CCyCN, que expresa "La
ución de Ia prestación por un tercero no extingue el crédito...". Se produce un
doblamiento en la relación ohligacional que lleva a ponderar, de manera dife-
ciada, las relaciones entre el tercero y el deudor, entre el tercero y el acreedor
e el deudor y acreedor:
(55) P i z ~ m omM6~
, D. - VALLFSPI~OS, .., Cit., t. L. p. 102.
CARIOSG., h~slitu~iones
En nuestra opinión, sólo existe una desarmonía entre los textos de los
ts. 882 párraf&.finaly art. 915, CCyCN, y en verdad no hay cambio en relación al
ma, por cuanto la acción de subrogación legal se encuentra concedida exclusi-
vamente a favor de los terceros que, en lo que aquí interesa, menciona expresa-
nte el art. 915, es decir, a favor de
tercero -interesado o 130-, que paga con asentimiento del deudor o en
) PIZARRO, -
RAMÓND. VALLBSPINOS, CARI.OS G., Insciluciones...,cit., t. 2, p. 109, con cita de Car-
ellada. Bl ejemplo de la percepción del precio de venta surge claramente del art. 1883, Código
erogado, que requiere poder especial para recibir el precio de tina venta cuando se hubiese
El inandato tácito es el que surge nosolamente de los hechos positivos del mandanre, sino
ién de su inacción o silencio, o no impidiendo, pudiendo liacerlo, cuando sabe que alguien esti
nda dgo en su nombre (art. 1814, Código Civil derogado).
O) P i z ~ n ~Wa ,Ó N D. - VALLBSPINOS,CARLOS ..., cit., 1. 2, p. 110, y citas de Trigo
G., ~mfitr~ciones
Presas, Llambías, Sdlvat y Galli.
conrinuación, el pago a un tercero no habilitado para recibirlo es inoponible a]
acreedor verdadero, quien no ve conmovida su situación por tal circunstancia,
que le resulta coinpletamente ajena, salvo dos excepciones, expresainente pre-
vistas por los arts. 885, CCyCN: cuando hay utilidad para el acreedor, es decir,
beneficio ingresado a su patrimonio o cuando el acreedor ratifica el pago efec-
tuado al tercero("'.
(61) En este último caso, la ratificaci6n equivale al rnandaioy Uene enire las partes efecto reuoac-
tivo al día dei acto. según surge del art. 1936, Cúdigo Civil derogado.
(62) Significa literaiilienle adjunto para recibir e1 beneficio. Cuanclo las partes habían iiombrado
dicho adjunto, el deudor adquiría el derecho de pagar la deuda a éste o alacreedar, una vez llcgado
el vencimiento de la obligación.
(63) CNConl., sala A, 25/3/1995. ED 166.303.
(64) Pizhiiil~,H A M ~ ND. - VALI.ESI>INOS,CARLOS G., Instituciones..., cit., t. 2, p. 112, con cita de Wa-
yar, LópezCabana y Llanibias.
consolidado en cabeza del adjectus definitivamente e incor-
inc. c ) qii(! coiice~lelegiiitii;iciÚii ~iiiiniicialpiirn rt'cibir piigus iil ( I C / ~ ~ ~ L . I CU~SL,I < >
.70, Código Civil derogado. si-mismo, para el caco en que según la relación
tancial el actjectus no resultara destinatario final del crédito -cuando actúa
mandatario- el art. 884, iilc. a) del CCyCN le concede la acción que co-
ondiere a los términos de la relación interna entre acreedor y adjectus.
En caso de muerte del adjechls su derecho se transmite a los sucesores y en
uesto de incapacidad sus derechos no se ven conmovidos, ya que puede
rlos a través de su representante legal.
N - VALLESPINOS.
) PlZnnnO, ~ M Ó D. G.,Inbtitl(~ione5..., cit., 1. 2, p. 115
CARLOS
462 -
- O R M A C) SilVLSTRt
N- - (DIRECTORA)
L.a titularidad del crédito debe ser pacifica y pública, de forma tal que al tiem-
po del pago no se controvierta o impugne su condición de acreedor, de modo que
no basta con suscitarse frente al deudor, sino también en relación con la comu-
nidad en general.
Suelen citarse como acreedores aparentes: el heredero aparente respecto de
los créditos del causante; el cesionario de un crédito luego de haberse declarado
su anulación por lesión en sede judicial; el legatario de un crédito que luego fue
anulado o revocado; el esposo que, luego de disuelta la sociedad con)wgal, cobra
un crédito perteneciente a esta
Para que el pago al acreedor aparente sea eficaz, el deudor debe actuar de
buena fe, es decir, con una verdudera conuiccióiz sustentada en bases objetivas
de que esa persona es el acreedor verdadero, lo que, a tenor del art. 883, inc. e),
surge de las circunstancias del caso. No resultaría justificada la actitud de un
deudor que actúe negligentemente o que no adopta las medidas más elemen
les para constatar si el acreedor esverdadero.
El pago efectuado al acreedor aparente en las condiciones indicadas prece
dentemente, es eficaz frente al acreedor verdadero. La obligación se eningue o
todos sus accesorios y garantías y el verdadero acreedor pierde la acción p
intentar el cobro contra el deudor, quien queda liberado. El acreedor verdad
tiene un nuevo crédito contra el aparente que ha ocupado su lugar a la ho
percibir su crédito, ya sea por vía del enriquecimiento sin causa -caso en
acreedor aparente actuó de buena fe, es decir, en la creencia de que era titu
crédito- o de la responsabilidad civil extracontractual -ante el dolo o la cu p
del acreedor aparente, que le provoca daño al acreedor verdadero-. El CC
le asigna a este Último la acción del pago indebido.
--
(66) Piznnno, I~AMÓND.- \IALLESPIWOS, C ~ t l ~ a s GInstifuciorzes
., ..., ci!., t. 2, p. 116, quienes citan a
Liarnbias, Trigo Represas, Alrorini, Ameal, I.6pez Cabana, Salva!, Galii g Aisiqa .4rieiiaa, y rechazantal
carkAei- cuando se Lraia de quien pieteiide sustentar su calidad de acreedor cn uii titulo que ha sido
falsificado, p. ej., un falso cesionatio que irivocatal derecho coiiniotivo de un acta falsificada o quien
actúa a partir de un poder igualmente fragiiado.
días contados desde la entrega del bien o la celebración del contrato, sin respon-
sabilidad alguna. En tal caso, los gastos de devolución son a cargo del vendedor.
'
a
6.4. El recibo
Constituye la prueba por excelencia del cumplimiento. Se trata de una cons-
tancia escrita, que emana del acreedor, destinada a constatar el pago efectuado.
El art. 896, CCyCN, lo define corno
"...un instrumento público o privado en el que el acreedor reconoce haber recibido la
prestación debida".
Pizarro y Vallespinos lo definen como
'!..una declaración unilateral de voluiitad, recepticia, a través de la cual, quien
ne aptitud para hacerlo, afirma la verdad de la recepción del pago que le ha sid
efectuado, con el propósito de suministrar prueba a favor del deudor, oponible
declarante"("'.
Quien lo otorga debe tener capacidad para recibir el pago, por lo que si em
liara de una persona iilcapaz para ello, el recibo será inválido, no obstante
cual, el deudor podría acreditar el pago de una obligación de aquellas que se
convalidan cualido son realizadas a incapaces -y producir la consecuente libe
ración- por cualquier otro medio('").
probanda. Ver Piznuno, R i ~ 6 D. x - VAI.LE~PINOS,CAnLos G., lizsiit~zcio,ies..., cit., t . 2, p. 167, coi] cita
de Riisso,VonThur y Enneccerus.
(72) Piz~ntto, RAMÓN D. - VALI,ESI~NOS, CARLOSG., Instituciones ...,cit., t: 2, p. 170#con cita del fa-
llo de la Camara Civil y Coniercial de Baiiia i3laiica que lo ha considerado ' u n a confesion doi hech
extintivo de ia obligación': en LA L,EY 1984-A, 429.
(73) Nos remitimos a lo expuesto sobre e: pago efcchiado apeisonas incapaces de hecho.
FX1 INCION DE LAS OBLIGACIONLS 465
1) si se otorga un recibo por saldo, quedan canceladas todas las deudas corres-
pondientes a la obligación por la cual fue otorgado.
7.1.Efectosprincipales
i El pago produce como efecto esencial la extinción definitiva de la obligación
y la consecuente liberación del deudor(7o).Esto opera con carácter irrevocable,
por lo que acreedor y deudor no pueden unilater&nente restablecer la obliga-
ción extinguida. Estos efectos se proyectan sobre sus respectivos patrimonios
como derechos adquiridos con raigambre constitucional (art. 17, CN)(79).Tam-
poco podrían de común acuerdo dejar el pago sin efecto, cuando ello pudiera ir
en desmedro de los derechos de terceros (p. ej., un adquirente de la cosa entrega
en pago o el fiador de la deuda extinguida). Esa eventual revocación del pago
sería anulable por objeto prohibido (art. 725, CCyCN).
Z2.Efectos secundarios
Son aquellos que se proyectan en las relaciones entrelaspartes, conindepen-
dencia de la ya apuntada función cancelato~ia.Se citan como tales los siguientes.
Cabe aclarar que este efecto no se produce en el pago por tercero, salvo cuan-
do éste actúa con la coiiformidad del deudor o cumpliendo sus instrucciones.
co cuando el pago iio es efectuado espontáneamente, como cuando el
paga urgido por la promoción de un juicio ejecutivo, o, cuando ejecuta
prestación bajo protesta, en todos los casos en los que queda habilitado para
petir lo pagado. En el sistema del Código Civil derogado el pago parcial no con-
ertía a la denominada obligación natural en civil o perfecta, ni daba derecho
exigir el saldo insoluto (art. 517, Código Civil derogado). Cabe recordar que,
omo se ha dicho antes, el CCyCN no reconoce la existencia de esta categoría,
denominándola simplemente "deberes morales" en el art. 728.
78) Es importante recordar lo ya expuesto sobre el "cumpiiiniento" por tercero, que no resulta
intivo de la obligación y, por ende, no hay t4cnicamente "pago'; aunque sí hay satisfacción del
eedor. Satisfacción y cumplimiento no obran como sinónimos ni son las das caras dc una misma
neda. El pago o cumplimiento sólo puede ser llevado a cabo por el deiidor (Conf. Piz~nno,R A X ~ N
.- VAI.LESPINOS, CARLOS ...,' cit., t. 2, p. 179, con cita deTrigo Represas).
G., In~titucion~s
(79) Esto ha generado una friictífera aplicacibn en materia de obligaciones iribuiarias, ya que en
rnla reiterada se ha declarado ia incuiistiiiicioiiaiidad de ias normas impositivas qxe disponen la
liquidación de impuestos ya satisfechos por los contribuyentes a quienes se pretende realizar un
bio suplementario (Fallos: 1675; 188:293; entre muchos otros).
468 NORMA 0. SILVESTRE (C)IRECTORA)
(80) Por ejemplo, el lugar en que se realizaron los pagos parciales ha permitido inferir la voluniad
dc las partes eii cuanto a1 lugar de cuinplimiento del contrato (CS. 28/10/1924, JA 15.404).
EXTINCI6N DE LAS OBLIGACIONES 469
~ ~ , D. -VALLESPINOS,CARLOSG.,~ n ~ t i t u ~ ...,
(81)P I Z A RAMÚN ~ ~ et. s% p. 182, conciladeCnrs-
i o cit.,
T ~ R AMONTES,
L AN<;EL,El pago o cumplimiento de las obligaciones, Tecnos, Madrid. 1996.
410
- NORMA O. SII.VESTRE (DIRLCTOIW)
8.1.2.Límites de contetiido
E1 derecho del deudor de imputar no es absoluto y reconoce limites que el
ordenamiento jurídico impone:
a) Liquidez de las deudas(8z):habiendo deudas líquidas e iliquidas, el deudor
no puede imputar el pago a estas últimas (art. 900, CCyCN). Esto se funda en
la imposibilidad de conocer si dicho pago es integro en los casos en que no
se ha definido aún el monto de la deuda, que será establecido al momento de
la practicar la liquidación.
b) Plazo vencido: el deudor tampoco puede imputar el pago a una deuda de
plazo no vencido (art. 900, CCyCN). En el Código Civil derogado, el plazo
se presumía establecido a favor de ambas partes, salvo pacto o disposición
legal en contrario. Por ende, el deudor no podía pretender que por la vía de
la imputación, el acreedor renunciara a un plazo que favoreciera su iiirerés.
En el CCyCN, el plazo se presume establecido en beneficio del obligado, a no
ser que por la naturaleza del acto o por otras circunstancias, resulte que ha
sido previsto a favor del acreedor, o de ambas partes (art. 351, CCyCN); por lo
que la situación es distinta a la existente en e¡ anterior régimeri,dado que la
regla es que el plazo se encuentra establecido en beneficio del deudor y éste
puede pagar la deuda antes del vencimiento del plazo, si así lo desea,-salvo
las excepciones establecidas.
c) Capital e intereses: según el art. 900 in fine del CCyCN, si el deudor adeuda
capital e intereses, el pago no puede iniputarce a la deuda principal, es decir,
al capital, sin consentimiento del acreedor. Otra consecuencia del principio
de integridad del pago, que resultaría afectado en caso de permitirse al deu-
dor imputar el pago a los intereses, estando pendiente de pago el capital. Por
otra parte, la imputación a capital puede llevar aparejada la extinción de los
intereses, por lo que si el pago se hace a cuenta de capital e intereses y no
se precisa su orden, se imputa en primer término a intereses a no ser que el
acreedor otorgue recibo por cuenta de capital (art. 903, CCyCN).
d) Pago no coincidente con el importe de la deuda: ni el Código Civil derogado
ni el CCyCN lo establecen expresamente, pero la doctrina admite pacifica-
mente que, si la suma entregada alcanza para pagar íntegramente una de las
deudas y sólo parcialmente las otras, el deudor no está autorizado para im-
putar el pago a las de pago parcial, por cuanto esto significaria imponer al
acreedor un pago parcial, violatorio del principio de integridad del pago.
Según el 775, del Código Civil derogado esta hipótesis se configuraba cuando
el deudor no escogía una de las deudas líquidas y vencidas para la imputación
del pago y hubiese aceptado el recibo del acreedor, imputando el pago a a l y -
na de ellas especialmente. Con un enfoque ligeramente diferente se expresa el
art. 901, CCyCN, que expresa
(82) La Íiyi<idezesuiia cuaiidad de ius bienes para ser convertidos en dinero de uiia forma más o
menos inmediata. Si se trata de sumas de dinero, Sa liquidación consiste en Sadererininación emc-
ta de la cantidad de monedaidineio que debe entregarse.
"Si el deudor no imputa el pago, el acreedor se encuentra faculiado a hacerlo en el
niomento d$ recibirll~,conformea estas reglas: a) debeilnpiitarlo a aiguna dc las deu-
das liquidas y exigibles; b) una vez canceladas totalmente una o varias deiidas, puede
aplicar el saldo a la cancelación parcial de ciialquiera de las otras'!
En el sistema del Código Civil derogado, se discutíasi se configuraba una tras-
ción al acreedor del derecho no ejercido por el deudor, de modo tal que la im-
utación por el acreedor constituiría un acto unilateral, válido sin necesidad de
conformidad del deudor. La doctrina mayoritaria opinaba en este sentido("),
ero otros decían que se trataba de un acto bilateral, al requerir la conformidad
el deudor quien podría rechazar libremente la imputación efectuada por el
creedor, caso en el que no procedería esta última y entrarían en juego las reglas
e la imputación legal("). Si el deudor aceptaba la imputación del acreedor, ésta
revalecía pero 1x0 porque el acreedor la haya formulado, sino porque el deudor
aceptado. Desde esta postura, la determinación del acreedor obraría como
imple propuesta de imputación efectuada en una declaración de voluntad
cepticia del acreedoi; contenida en el recibo. Sólo de esta forma se entiende
prescripción del art. 775, Código Civil derogado, que permite al deudor invo-
r vicios como los de "dolo, violencia o sorpresa" a los que la doctrina agregaba
error, que le permitiría al deudor cuestionar la imputación efectuada por el
c r e e d ~ r ( ~Carecería
~). de sentido la asignacibn de una facultad de impiignarla,
o debiera contarse con su anuencia para que la imputación tenga valide
Como se desprende del CCyCN (art. gol), la facultad de imput
res unilateral, y de carácter subsidiaria adoptando el criterio m
'eta a reglas similares a las de la imputación del deudor:
Boggeio, ~ o m ~ a g i i ~dc
c cCaso
i y Gioigi.
(84) PrzAnnu, R A M ~ D.N - VALLESPINOS, CARLOSG., hz~titucione~.,.,cit., L. 2, p. 186, y opiniones fa-
vorables de Horda, Salva!, Galli, Herndndez Gil, Puig Brutau y iosserand.
(83) Siempre Ilaindio atención la inciusióncn ei ait. 775, Cód. Civil derogado, del vicio de "sorprc-
san que no integia el elenco de vicios de la voluntad de nuestro derecho. VL"le7 tomó el vocahlo dei
art. 1255del Cúd. Civ. francés, en referencia al-aprovecliaiiiiento del acreedor que loma desprevenido
al deudory concreialainiputacióii que perjudicaaeste úiiimi>;se trataría de un dolo meiior, unades-
lealiad o iin ahiiso de coiifiaiila, suficiente como para corregir la ahusiva aplicación que se ha hecho
de ese pago a la satisfacción de una deuda en lugar de otra. Ver PizARRo, RAMÓN D. - \r~~.l~ES1~II\'oS,
Cnni.osG.,Insliluciones...,cit., t.2, p. 187,con cita de BUCHES,Snr.vA'ry GALLI.Asimislno, apuntamos
la falta de nienciún al vicio de erroi-
8.3. Imputación legal
No mediando imputación del deudor ni del acreedor, la propia ley determina
las reglas aplicables para dilucidar la cuestión. El art. 902, CCyCN, coiisigna el
que el paga se impurdrí.
a en primer término a la obligación de plazo vencido más onerosa para el
deudor (principio de mayor onerosidad para el deudor);
b) cuando las deudas son igualmente onerosas, el pago se imputa a pror1:ata.
Se trata de un procedinliento subsidiario, de pleno derecho, dirigido a de-
terminar la forma y modo de efectuar la imputación del pago ya efectuarlo. La
mayor onerosidad no puede ser establecida a partir de moldes rígidos. En el
Código Civil derogado se mencionaba la existencia de intereses, o de haberse
constituido una pena por incumplimiento o por encontrarse garantizada con
prenda o hipoteca, pero ello no agota las situaciones posibles, por lo que la nor-
ma indica que se puede determinar por "otra razón semejante". Según Pizarro
y Vallespinos la mayor o menor onerosidad de la deuda debe ser ponderada con
criterio amplio y finalista, según las particularidacies del caso concreto y los
efectos patrimoniales negativos que cada obligación produciría en caso de per-
manecer impagam6).
El requisito que las iiorrnas prevén junto al de la onerosidad, es que se trate
de obligaciones de plazo vencido, que prevalecerá -8in importar la mayor o me-
nor onerosidad- sobre las que todavía no resultan exigibles. Quedaría por plan-
tear la situación -no previsra particularmente ni en el Código Civil derogado ni
en el CCyCN- en que se verifica un pago de obligaciones todavía no exigibles,
caso en que la doctrina ha considerado de aplicación analógica la norma de ma-
yor onerosidad.
En cuanto al prorrateo, significa que ia imputación se distribuirá porcentual-
mente segtín el grado de participación que cada una de ellas posea en el total de
las obligaciones consideradas, teniendo por extinguidas las deudas parcialmente
en la medida de dicha participación en el universo global de deudas homogé-
neas entre el mismo acreedor y deudor.
Una vez efectuada la imputación del pago, en cualquiera de las forinas in-
dicadas anteriormente, la misma deviene definitiva, intangible, irreversible por
voluntad unilateral de cualquiera de las partes. Nada impide que de común
acuerdo ellas dejen sin efecto la imputación, o que ésta fuese anulada en caso
de verificarse la impugnación por el deudor cn los supuestos de dolo, error ovio-
lencia. Cabe aclarar, empero, que la modificación de la imputación por acuerdo
sobreviniente de acreedor y deudor no puede afectar derechos adquiridos por
terceros durante el lapso transcurrido entre la formulación de la imputación y
el convenio modificatorio (p. ej., no podría hacer renacer una fianza o hipoteca
(Ufi) Piz4nn0, RAMÓX E. - ~IZLLCSPIXOS, C ~ i i ~ C., ..., cil., t. 2, p. 188, citando como
o s InsLiluciUlie.~
ejemplos el riesgo do resolución coniracniai si la obligacióii es recíproca, la inminencia de desalojo
en caso de alquile&una posible cadiicidaddeplazos en caso de inci~mpliniiento.
EXTlNCiON DL LAS OCILiGACiONLS 473
5 2. Caracteres
En el sistema del Código Civil derogado se destacan los siguientes caracteres,
de cuya mayor parte también participa el sistema extrajudicial:
2.2. Excepcional
El pago por consignaciún es un medio de excepción, ya que lo normal es
que el pago se realice de manera directa, privadamente, entre deudor y acree-
dor. Por ello, la demostración de las dificultades en el ejercicio del derecho de
pagar, corren por cuenta del deudor, El art. 904, CCyCN, dispone que el pago por
consignación procede cuando: a) el acreedor fue constituido en mora; b) existe
incertidumbre sobre la persona del acreedor; c) el deudor no puede realizar un
pago seguro y válido por causa que no le es imputable. De ese modo se resumen
las hipótesis que preveía el art. 757 del Cód. Civil derogado, cuyo carácter mera-
mente ejemplificativo nos lleva a adherir a la solución del CCyCN, en línea con
los códigos modernos.
D. - VAI.LESPINOS, CARLOS
(90) Piz~wno,UMON G., I n ~ t i l ~ ~ i o ncit.,
e ~ .t.. ,3, p. 459.
anda, como veremos más adelante- y recorriendo el proceso judicial ante el
e debe cumplirse la obligación, hasta la sentencia definitiva.
ito eti un banco o en una escribanía, eran inidóneos para confi-
ar una consignación válida.
El CCyCN prevé una iiinovación para las obligaciones de dar una suma de
ero, permitiendo que el deudor deposite los fondos ante un escribano de re-
ro, conforme el procedimiento que explicaremos más adelante.
e de obligaciones de d a r
Sea que se trate de una cosa cierta o de una no individualizada desde el prin-
ipio o de una suma de dinero, la figura queda limitada a las obligaciones de en-
.ega de objetos, resultando ajenas las obligaciones de hacer y de no hacer. Algu-
la que sería una excepción a esa regla las llamadas obligaciones
&S, esto es, que comprendería11 a su vez un dar y un hacer. Por ejemplo, el
ompromete a realizar una joya y debe entregarla al adquirente
vez terminada o el mandatario que se dirige a realizar una cobranza y debe
n erirregarlos valores percibidos a su mandante. Pizarro yValle~pinos(~') sos
s supuestos o bien hay dos obligaci
a de hacer- o, como entendernos más apropiado
de dar- que absorbe y predomina sobre la otra
satisfacción del interés del acreedor.
.2.1. Sujetos
Están legitimados para consignar todos los que tienen derecho de pagar (el
deudor, los codeudores, los garantes, los fiadores) y los terceros interesados cuya
situación fue analizada al momento de tratar los sujetos del pago. Es, por consi-
guiente, más controvertida la situación deltercero no interesado, debiendo por
nuestra parte reiterar lo dicho en aquel pasaje en cuanto a que podría consignar,
salvo que mediara oposición conjunta de acreedor y deudor en base a la interpre-
tación literal del art. 881 oportunamente citada. Al igual que con el pago, es preci-
so que el corisignailte tenga capacidad para pagar, con más razón aun si se actúa
en el marco del proceso judicial, que requiere capacidad para estar en juicio.
La acción debe dirigirse contra el acreedor a quien se procura imponer for-
zadametite el pago y si hubiera un tercero designado para recibirlo, debe ariicu-
larse contra él.
--
~ - Vni.~ssnisos:CARLOS
[9!1 rima,I t i & s 61). ..., cit., t. 3, P. 481. En el a i t . 840 dcl
G., hz~lit?icioties
476 NORMA O. SIL.VESTRE (DIRECTORA)
3.2.2. Objeto
Es preciso que medie total adecuación cucalitativa, cuantitativa, temporal y
espacial entre lo debido y lo consignado. Cualquier desarmonía entre ellos,
gitima el rechazo del acreedor quien no puede ser forzado a recibir algo inco
pleto o distinto de lo debido. De todos modos, si las diferencias fueran mínima
podría considerarse abusiva la postura del acreedor de pedir el rechazo de
demanda[%).
3.2.4. Tiempo
Debe practicarse en tiempo propio, ni prematuro ni tardio. Prematura
consignación que se realiza antes del moinento oportuno previsto para el
plimiento, p. ej., estando pendiente el plazo suspensivo pactado, salvo que
previsto a favor del deudor. En cuanto a la consignación tardía, se ha conside
un temamás controversial,ya que para ciertos autores, el límite dela oportuni
sería el momento de constiiución enmora del deudor, unavez ocurrido ello, seria
e ~ t e m p o r á n e a ~Seha
~ ~ )considerado
. que elcarácter tardio de la consignación sólo
tendría lugar cuando mediara un incumplimiento absoluto y definitivo de la pres-
tación, situaciónirreversible queimpide todaposibilidadde cumplimientoposte-
rior a la fecha fijada (citan el caso del plazo esencial o cuando operó la resolución
expresa0 implícita delcontrato, supuestosenlos cuales caduca el iuss~lvendi)(~~
3.2.5. Lugar
La demanda judicial -y la oficina notarial en la que se lleva a cabo la con-
signación extrajudicial de la suma de dinero en el CCyCN- debe ser iniciada
en el lugar previsto para el cumplimiento, de lo contrario podría ser recliazada
válidamente por el acreedoc
.3.Entrega d e un inmueble
En la práctica judicial es muy frecuente la denominada consignación de Ila-
de acceso al lugar, sea edificado o rural con cerramiento, en que el deudor
orta al tribunal interviniente un juego de llaves de la o las puertas de ingreso
o elementos como tranqueras que sirven de acce
os de dar cumplimiento con dicha obligación.
cit., i. 3. o. 475
s - V&I.LCSPINOS, CAni.os G., Ir~stilricior~cs..,
197) P ~ z h ~ nRo ,n ~ d D.
posicián deBorda y Colmo y la expuesta por Pizairo yVailespinos que distingue el caso dela consig-
nación irnoueiiada ~Alidamenteoor el acreedor oor defettos sue lueeo son subsanados por el deu-
pago un acto jurídica unilateiai, la extincián opera por la piopiavoluntad del deudor. Busso, por su
parte, brindaun argumento distinto, al considerar que durante el juicio los derechos delas partes es-
tán inrnovilizadosy pendientes de lo que se resuelva, pero ai retirar el deudor la consignación, la deu-
da recobra su estado primitivo, de lo que se desprende la correcia utilización del vocablo.
(100)PIZARRO, R A M ~ ND. - VALI.ESPINOS.CARLOS G., Instituciones...,cit., t. 3. p. 481.
6.6. Ingluencia enjuicios conexos entre iguales partes
Es sumamente frecuente que cl proceso de pago por consignación tramite al
mismo tiempo que otro -ordinario, ejecutivo o de desalojo- en el que se dis-
cutan iguales ciiestiones que las mantenidas entre las partes sobre la forma de
liberación que se propone el deudor. En este caso, los procesos deben acumulai--
se, porque no se justifica que ambas sentencias se mantengan separadas, por el
riesgo de sentencias contradictorias. La acumulación se efectúa ante el tribunal
donde se tramite el prin~erode los juicios que haya sido notificado al contrario
(arg. art. 189, CPCCN) y lasixstanciación y sentencia serán conjuntos.
Según el art. 760, Código Civil derogado los gastos que demande el depósi
y las costas del proceso judicial deben corren por cuenta del vencido, es decit del
acreedor que se opuso injustificadainente al depósito o del deudor que pierda el
juicio o setire el monto consignado. Actualmente prevalece un criterio ampl'
para analizar esta norma, examinatido si la cuestión ha ofrecido alguna com
jidad que autoriza a apartarse del principio general. El CCyCN no reprodu
norma del Código derogado, por lo que debemos esta¡ al sistema geneial de
tribución de costas procesales, teniendo en cuenta las posturas esgrimidas
las partes y demás circunstancias del proceso.
(101) SANTAREI.I.I. FDLWO, "La extiiicióii de las obligacioiies'; en Rsmiol, Ivrio C&SAR (dir) - MB-
DINA, GRACIELA(coord.), Comentario n / Proyecto de Código Civil y Comei?-i"l de la Nucicjn 2012,
Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 2012.
(102) El despacho por iinariiniidad eiaborado por la Comisión núm. 2, Obiigado~~csen ocasión de
las XXVT larnadas Nacionales de Dereclio Civil, celebradas en la Facultad de Derecho de la Univcrsi-
dad Nacioiial de Biici~osAires en ZOi3,consideró "acertada la iiicorooracióii del mecanismo de con-
. l . : . : . X 1 . 1 : . . . .i. ! t i ?,t.¡ .ii.iii, . , d i . 1 i < < : ,.. i~ii. iii q i l v . ~ . c p i :L.II
. ri i c l
> . 8 ~ c ~ l l ~ Id,:
l : < l !!,r!,,'>rl< .L,,s.t ,!, ~,<!.$,..\.,. ,.,.,<,,:.,:'<:,, .>.2,!r.,,! ,.,,,<
rechazar el procedimiento y el depósito o no expedirse. En ambos supues-
tos, el deudor puede disponer de los fondos y recurrir a la consignación
A) CCMPENSACI~N
(1) Al decir de Lareni se trata de la liquidacion rcciproca de dos ciéditos bilaterales, cuyas partes
son. al mismo tiempo, acreedores y deudores, una de la otra. Citado por ZANNONI, EDUARDO A. en
colaboración con tdpez CneANA, RonenTo, en B ~ ~ r u s c iAUG~JSTU
o, C (dir.) - ZANNONI, EDUARDO A.
coord.), Código Ciuily leyer complerneittaiias, comentado, anotadoy concordado, t. 3, laed. 1981, Ir
eimpresión 1988y 2*ie¡rnpresión 199% hsiiea, Buenos Aiicc, p. 681.
486 NORMA O. SILVESTIIE ( D I R E C T O I W )
S 2. Naturaleza jurídica
Es correcto su emplazamiento como medio de extinción de obligaciones,
pero no puede ser identificado con el pago ni como un doble pago automático
o un pago abreviado. En el pago lo relevante es el comportamiento del solvens,
congruente con la conducta prometida, lo cual le impone un hecho positivo en
las obligaciones de dar y hacer y uno negativo en las de no hacer.En la com-
pensación la situación es distinta: ambos sujetos tienen que observar, recípro-
camente, comportamientos positivos; deberian entregar la prestación que, res-
pectivamente, adeudan al otro sujeto, pero en verdad, hacen todo lo contrario:
cada uno retiene lo que debe, es decir, observan un comportamiento negativo
que determina la simultánea extinción de dos obligaciones que imponían con-
ductas positivas. Se trata, pues, de un modo autónomo de extinción obligacional,
mero subrogado del c~rnplimiento(~)). 1.a s~tisfaccióndel acreedor se alcanza
por la obtención del bien jurídico al que aspiraba, pero no por una actividad del
deudor, sino por dos comportamientos negativos.
3. Especies
Existen cinco especies o mecanismos de compensación, cuyo estudio se
propone efectuar de manera separada: legal, facultativa, judicial, convencional
-o voluntaria- y azctomática. El CCyCN legisla sobre la legal, la facultativa y la
judicial (arts. 923,927 y 928) y menciona a la convencional (art. 922), aunque sin
establecer un régimen propio, dejándolo librado a lo que las partes acuerden.
3.1. Legal
Es la que funciona ministerio legis, siempre que se configuren los requisitos
exigidos y mediante alegación de parte interesada pues no se admite la declara-
ción de oficio. Tales requisitos, que en el CCyCN son abreviados con respecto al
Cód. Civil derogado, son los que establece el art. 923 son los siguientes: ser pres-
taciones de dar, reciprocas, homog4neas, exigibles, disponibles, y que no afecten el
derecho de tercerost3).
3.1.3. Homogeneidad
Para que pioceda la compensación legal es preciso que las prestaciones sean
homogéneas ofungibles entre sí y que pertenezcan al mismo género. Por ello, se-
án compensables entre sí obligaciones de dar sumas de dinero, o de entrega de
oneladas de maíz de la misma calidad(6).El CCyCN ha reemplaza
de lafungibilidad (art. 232, CCyCN) por el más adecuado de homo
dan por ello fuera las obligaciones de hacer. Las obligaciones de
ras, por ser infungibles, no pueden ser objeto de compensación(').
3.1.4. Exigibilidad
(4) ZANNONI.
EOIIARDO A. en colaboración con Lúi5ez CASAN,\, RORERTO, el1 SU aporte a BE-
LLUSCIO,AUGUSTOC. - ZANNONI,BDUARDO A,, Cúdieo...,cit., t. 3 , 689,
~ ciia el caso de qiiien vende
b) Prenda de crédito
Muy similar a la situación anterior, aunque aquf no interesa la fecha de
coexistencia de ambos créditos, por cuanto la constitución de ese derecho real
de garantía implica, de parte del constiruyente, la afirmación de que la obligación
subsiste y la consecuente renuncia a la posibilidad de imputar ese crédito al pago
de otra deuda que aquél tuviese con el tercero cieudor del crédito prendadora).
c) Cesión de erddito
Se perfecciona respecto del deudor cedido a partir del momento en que es
notificada o aceptada por éste. 1.0s crédiios contra el cedeilte posteriores a esa
fecha, no son coinpensables entre el deudor cedido y el cesionario.
d) Paspaso de deudas
Simétrico al caso anterior, el caso es el de la obligación que ha sido asumi-
da por un tercero que se ha convertido en nuevo deudor. Cuando el acreedor
(delegatario) acepta a iin nuevo deudor (delegado) desobligando expresamente
al primitivo obligado (delegante) los créditos contra este último que sean poste-
riores a la aceptación de la delegación, no son compeiisables. La delegación im-
porta extinción de la deuda primitiva, con o sin novación según los casos. Luego,
la deuda posterior que pueda contraer el acreedor delegatario con el delegante
-deudor originario- no puede ser compensada, pues éste ya no es sujeto de la
obligación anteriorCg).
1 3.1.6. Embargabilidad
Si bien no se exige expresamente, se entiende que es requisito que el crédito
ue se pretende neutralizar por vía de compensación legal sea embargable. No
ueden compensarse el crédito por alinientos legales, que no pueden ser embar-
ados por acreedores, ni los provenientes de relaciones laborales, de accidentes
de trabajo, de jubilaciones y pensiones, etc. Si la inembargabilidad es parcial, se
admite la compensación en la parte embargable.
3.1.7. Liquidez
El CCyCN no exige en el art. 923 la liquidez de las deudas que exigía el
art. 819, Cód. Civil derogado. Es decir, para compensar no sería necesario que
las deudas se encuentren definidas en su cuantía de modo que pueda saberse
cuanto se debe. El tema era debatido en doctrina(lz).
opinaban lo contrario: por ilfquida que sea una deuda, no deja por ello de ser deuda y si la compen-
sación opera de pieno derecho, aun ignoi.4ndoio los interesados,por qué no admitida aunque haya
¡liquidez, si ésta puede reducirse a un asunto secundario. de pericia o contabilidad,a fin de no caer
en abusos?
(13) I - f E W R A , MAR~SA - CARAMELO,GUSTAVO- PICASSO,SEBASTIAN (dirs.),Código Civily Comer-
cial de la Nación comentado,Infojus, 2015, p. 285.
(14) Pizn~Ro, N - VALLESPINUS,
~ A M O D. ,.., cit., t. 3, p. 559.
CARLOSG., hi,~titu~ione$
OTROS MODOS D t E -X T ~ N C ~ ~ N 491
3.4. Judicial
Tampoco estaba prevista en el Código Civil derogado; es la que dispone el
juez que interviene en un proceso cuando admite la demanda y almismo tiempo
la reconvención, siempre que se trate de prestaciones de objeto homogéneo. En
tal caso, el magistrado puede neutralizar ambas pretensiones hasta el monto de
la menor de ellas y condenar a satisfacer el excedente. Se declara la admisibili-
dad de ambas pretensiones y la compensación hasta dicho monto('5).Resultaría
injusto que el demandado debiera pagar al actor en el expediente en que es de-
mandado y promover otra acción por el cobro de su crédito,
de la insolvencia del actor.
Para este tipo de compensación es necesario que e
cido rec~nvención('~), es decir, una acción del demandado contra el a
la que se plantea procesalmente la pretensión homogénea que luego h
ser compensada, no bastando la mera invocación como
defensa(17).
El art. 544, inc. 70 del Cód. Procesal nacional, admite
excepción de compensación de crédito liquido que result
traiga aparejada ejecución. Esta facultad no es admisible en as ejecucio
potecarias, prendarias, comerciales o fiscales (arts. 597,600,603 y 605,
El CQCN, establece en el art. 520 que
"Cuaiquiera de las partes tiene derecho a requerir a un jue
pensación que se ha producido. La pretensión puede ser deducida simultáneamente
con las defensasrelativas al crédito de la otra parte o subsidiariamente, para el caso
en que esas defensas no prosperen'!
El dispositivo pone en manos de cualquiera de las partes el requerimiento
juez de que se declare una compensación ya operada.
(15) PIZARRO,R A M ~ J ND. - VALLESPINOS, CARLOSG., hzsliiilciones..., cit., 1. 3, p. 559. 1.05 autores
describen el debate sobre el momento en que se considera operada la compensación, prevaleciendo
el criterio segon el cual, aten10 el carácter declarativo del decisorio judicial compensatorio, sus efec-
tos deben reti-otiaerseal moniento en que se traba iaiiiis, salvo que algrinade las deudas compensa-
bies haya nacido con posterioridad a ese momento.
(161 CALVOCOSTA.CARLOS A,. e11LORENZLTTI.RICARDOi.. ldir.? . . CddiPO Ciiiil..., cit., t. 5, U. 465. No
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declarar lacompensación legal que oponga ei demandado.
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g 5. Imputación de la compensación
Puede suceder que quien alega la compensación tenga varios créditos de la
misma naturaleza contra la otra parte, surgiendo el problema de determinar a
cuál de ellos se imputará la compensación. Asumiendo que se trata de créditos
compensables en forma simultánea y no en distintos momentos, corresponde
aplicar por analogía las reglas ordinarias de la imputación del pago, solución que
es expresamente prevista por el art. 926, CCyCN.
(18) Esta posibilided es clara en los contiatos paritakios, pero no cn'ei dewciio del consiirno,
cuando afecte ai usuario o consumidor. Una cláusula que impido al consiimidor opoiier la deisnsa
de com~e~~sacióii, podría ser considerada abusiva por desnaturalizar sus derechos y obligaciones
(art. 37, ley 24.240).
g 6. Obligaciones no compensables
Idacompeiasaciónlegal no se produce, pese a estar presentes todos los requi-
tos previamente analizados, cuando se dan determinadas circunstancias que,
acuerdo con la finalidad del instituto, la impiden o la hacen desaconsejable.
trata de los supuestos contemplados en el art. 930, CCyCN:
eudas por alimentos, conforme art. 930, inc. a) del CCyCN. Se trata de cré-
ros inembargables destinados a satisfacer necesidades primarias de las
personas, sean éstos futuros -ninguna duda cabe en doctrina- como de-
vengados -con alguna opinión diferente-.
Obligaciones de hacer y no hacer, hipótesis prevista en el art. 930, inc. b) del
CyCN, lo que es lógico por el carácter no homogéneo de las prestaciones.
Cabría la pregunta sobre si subsiste la restricción cuando la ejecución por el
obligado es irrelevante.
3) Daños y perjuicios provenientes del despojo o de la no restitución de un de-
pósito irregular (art. 930 incs. c y g, CCyCN). El primer caso ocurre si uno
espojó a otro de una cosa y, no obstante ser condenado a restituirla al due-
ño, no puede hacerlo porque la ha consumido, enajenado o destruido. En tal
caso, la restitución es imposible en especie y se deben daños y perjuicios que
deberá pagar y no podrá compensar con créditos que pueda tener contra ese
dueño. Se procura evitar la justicia por mano propia. Lo mismo ocurrirá en
el caso del depósito irregular, es decir, cuando lo depositado es dinero o una
cantidad de cosas consumibles, concediendo el depositante su uso al depo-
sitario. Se funda, en este caso, en la especial relación de confianza del depó-
sito irregular, que evidenciaría un grave abuso si se resistiera la restitución.
) Ciertos créditos entre el Estado y los particulares: el CCyCN prevé las hipóte-
sis en el iilc. e, apart. i) del art. 930, donde no resultan compensables las obli-
gaciones que provengan del remate de bienes pertenecientes a la Nación,
provincia o municipio o de rentas fiscales,contribuciones directas o indirec-
tas o de otros pagos que deban efectuarse en aciuanas como los derechos de
almacenaje o depósito. El principio general es que los créditos y deudas del
Estado con particulares son compensables, salvo los casos aquí menciona-
dos o los que surjan de leyes especiales. En verdad, el principio general se
invierte por la enorme cantidad de excepciones. El fundamento es la incon-
veniencia de limitar los ingresos del Estado.
5) Créditos provenientes del precio del remate de bienes privados del Estado.
Esto es lo que sucede cuando los particulares adeudan el precio por la ad-
judicación de tierras públicas o en la venta de bienes que corresponden a
herencias vacantes, que no pueden ser compensadas con créditos que, por
cualquier otro título, tenga el adquirente.
6) Créditos de los particulares comprendidos en la consolidación de deu-
da pública, es decir, cuya exigibilidad se ha diferido temporalmente o el
pago dispuesto conforme a ciertas condiciones o modalidades (art. 930,
inc. e, apart. iii, CCyCN).
7) Créditos derivados de impuestos, contribuciones de mejoras y tasas. Se en-
tiende que la asignación y destino que tales recursos tienen dentro del pre-
supuesto nacional y su afectación para atender al gasto público, podría verse
494 NORMA O. SILVESTRE (DIIIECTOIM)
S 1. Concepto
El vocablo tiene distintas acepciones jurídicas, p. ej., en condo~niniopor con-
fusión de limites, o cuando se trata de cosas mezcladas de manera iiiseparable o
cuando el usufructo se extingue por reunión de la propiedad y del derecho de
usufructo en la persona del usufructuario, cuando el dueno sucede a quien es
titular de un derecho real de uso o habitación o cuando el acreedor hipotecario
adquiere el inmueble hipotecado.
En nuestra materia sc aplica como modo de extinción de las obligaciones,
cuando las calidades de acrecdor y deudor de una única obligación se reúnen en
O I l < O S M O D O S DE LXIINCION 4%
$5 2. Naturaleza jurídica
Es pacífica la doctrina que la configuia como un modo de extinción de las
obligaciones, pero causaba alguna duda lo que disponía el art. 867, Código Civil
derogado según el cual la confusión podía ':..cesar por un acontecimiento poste-
rior que restablezca la separación de las calidades de acreedor y deudor':
Esto ha llevado a calificados juiistas a afirmar que no habiía estrictamente
una extinción de la obligación, sino tan sólo unaparalzzación o znhibiczón transi-
toria de la acción, que subsistiríaen tanto y cuanto se configurara la situación fác-
tica de la reunión de calidades de acreedor y deudor en una misma persona('s).
Esta tesis choca con la norma del CCyCN que la ubica como un medio de
extinción de la obligación, tanto de la principal como de sus accesorios, por lo
que no puede hablarse de una mera paralización. Esto no se ve conmovido por
el posible resurgimiento posterior, al igual que 1%nulidad de la transacción o la
novacióil -que hacen revivir la obligación tramada o novada- no le quitan su
carácter extintivo. En verdad, ningún modo de extinción de las obligaciones po-
dría ser considerado como tal, por cuanto siempre estaría latente su renacimien-
to, por un acuerdo posterior de las partes(2u).
S 3. Requisitos
La extinción obligacional por confusión requiere:
1) Una sola relación obligatoria: a diferencia de la compensación, cuyo presu-
puesto es la existencia de dos obligaciones entre los mismos sujetos, que en
forma invertida revisten calidades de acreedor y deudor.
2) Calidades de acreedor y deudor unificadas en un mismo sujeto -el mismo
acreedor o el deudor o un tercero sucesor de ambos-.
3) Una sucesión del deudor en la posición del acreedor o viceversa. Una de las
dos partes contrapuestas en la relación obligatoria debe suceder a la otra -
por causa de muerte o por acto entre vivoc- pasando a ocupar integranien.
te su posición@".
4) Crédito y deuda deben corresponder a una misma persona, por derecho pro-
pio y a un mismo patrimonio. Por ello, no operará la confusión si se trata de
dos patrimonios diferentes en cabeza de un mismo sujeto. De no ser así, se
sustraerían de la acción de los acreedores del causante, los bienes del deu-
dor fallecido que son la garantía de sus créditos. En el Cód. Civil derogado la
herencia podía aceptarse pura y simplemente o con beneficio de inventario.
La confusión no se producía en este último caso, toda vez que el instituto
justamente apuntaba a evitar se confundieran los patrimonios del causante y
de sus herederos.
El CCyCN elimina la doble forma de aceptación y establece que la respon-
sabilidad de los herederos es limitada al valor de los bienes recibidos (art. 2280);
a menos que se verifique alguno de los supuestos de excepción previstos por el
art. 2321 en los que el heredero responde con sus propios bienes por el pago de
las deudas del causante y cargas de la herencia.
De tal modo, actualmente si por causa de muerte se reúnen en una misma
persona las calidades de acreedor y deudor, los patrimonios se mantienen se-
p a r a d o ~ ( ~Si~el
J .heredero es deudor del causante, deberá satisfacer la deuda
en beneficio de los acreedores del causante; si es acreedor del causante, deberá
concurrir con los demás acreedores sobre los bienes de la herencia, que limitan
la responsabilidad, en la proporción que corresponda a su propio crédito. De ese
modo, se evita que el heredero deba afrontar deudas del causante con sus pro-
pios bienes, y asimismo se asegura que los acreedores del causante puedan hacer
efectivos sus créditos respecto de los bienes que integran el patrimonio de su
deudor fallecido con preferencia a los acreedores de los herederos.
Por lo tanto, en el sistema actual (antes de la partición) la cuestión relati-
va a la confusión sólo reviste interés en los supuestos previstos por el art. 2321,
CCyCN; en tal caso, si el heredero es deudor del causante deberá pagar la totali-
dad de la deuda con sus propios bienes a los fines de que el producido se aplique
al pago de los acrcedores y legatarios. Pero en cambio, si el heredero es acreedor
La confusión puede ser total o parcialy asilo prevé el art. 932, CCyCN cuando
reconoce el efecto extintivo de la confusión sobre toda la deuda o parte de ella. Se
aclara que los efectos extintivos serán totales o parciales, en proporción a la parte
de la deuda en que se produce la confusión. Será total, por ejemplo si el deudor
del causante resulta luego su único heredero. Casos de confusión parcial se dan
cuando el acreedor cede su crédito al deudor y a otras dos personas, en cuyo caso
la prestación se fraccionará, siempre que el objeto sea divisible.
Aclarado ello, la confusión produce la extinción de la obligación con todos
sus accesorios, aunque la extensión de tales efectos varía según sea total o par-
cial. Veamos, pues, algunos casos particulares previstos en el Código Civil dero-
gado, dado que el CCyCN nada dice sobre el tema:
a) Obligaciones afianzadas: según expresaba el art. 865, Código Civil derogado
la confusión del dereclio del acreedor con la obligación del deudor extingue
la obligación accesoria del fiador, pero la confusió
con la obligación del fiador no extingue la del deu
lo accesorio sigue la suerte de lo principal, extinguida la obligación princi-
pal, ello arrastra a la accesoria. En cambio, la confusión entre el derecho del
acreedor y la obligación del fiador ninguna incidencia tiene, ya que se trata
de sujetos diferentes. No está previsto el caso de confusión entre deudor y
fiador, pero sin dudas en este caso la obligación subsiste y el sucesor reunirá
el doble carácter frente al acreedoi; subsistiendo además las otras garantías
que pudieran existir (hipotecas, fianzas, etc.).
b) Obligaciones de mancomunación solidaria o de objeto indivisible: la confu-
sión operará totalmente respecto de la persona alcanzada por ella, pero sub-
sistirá intacta en relación con los demás coacreedores o codeudores ajenos a
ese hecho. Por lo tanto, y como lo preveía el art. 866, Código Civil derogado,
cualquiera de los coacreedores podrá ejecutar la deud
ción parcial de la obligación por confusión.
5 5. Extinción de la confusión
Si desaparece la razón por la que se reunieron las calidades de acreedor y
deudor en la misma persona, se extingue la conhión. Esto puede ocurrir por nn-
lidad, resolución de los derechos adquiridos, acuerdo de partes o cualquier otra
causa. Si fuera por nulidad del acto que aparentemente produjo la confusión o
por resolución de los derechos, la confusión se tendrá por no sucedida. Por ejem-
plo el caso del heredero testamentario si sobreviene luego la nuiidad del testa-
mento, o si el heredero declarado es luego declarado indigno, etc. La obligación
renace y la causa de nulidad opera retroactivamente. La obligación subsistente,
que es la misma anterior, deriva de una única causa que es la originaria. De todos
modos, durante ese lapso, el curso de la prescripción liberatoria ha quedado sus-
pendido por imposibilidad de hecho de ejercer la acción(2". Este renacimiento
C . - ZANNONI,EDITARDOA., CÓdigo..;,.cit.,
(23) ZANNONI.EDUARDOA., eii B E L L U ~ ~ IAOGO~TO
O.
498
- - NOR~',A
O. SILVESTRE (1)IRECTOKA)
-
de la obligación puede provocar afectación de los derechos de terceros, como
posibles fiadores(24).
Si la confusión se extingue por voluntad de las partes, coino ocurririd si e1
acreedor que heredó a su deudor cede su. crédito a iiii tercero, aquí se separan
nuevamente las calidades de acreedor y deudor, supuesto en el cual el cesionario
del crédito puede exigirle a su cedente que cumpla, puesto que Este es sucesor
del cfeudor. En este caso, no podría haber afectación de terceros como los fiado-
res cuya deuda se debería considerar extinguida, siendo indispensable un nuevo
consen?imiento suyo para que p e d a renovarse(*".
9 l . Concepto
El art. 801, Código Civil derogado la definía como "la transformación de una
obligación en otra': Más preciso y receptando las críticas doctrinarias al viejo tex-
to, el art. 933, CCyCN, la define como la ':..extinción de una obligación por la
creación de otra nueva, destinada a reemplazarla".
Importa, en definitiva, una siistitución o cambio en una obligación origina-
ria -p. ej., la entrega de un caballo de carrera se cambia por la entrega de un
cuadro-. No hay en verdad una mera transformación -cambio deforma- sino
un auténtico cambio de la relación jurídica obligacional, sea porque se sustituye
el objeto de la obligación original, la causa fuente o titulo o sus sujetos, es decir,
cualquiera de los elementos estructurales de la obligación. Esto implica simultá-
neamente la extinción de la obligación originaria y la creación o nacimiento de
una nuevaOG),en un caso de interdependencia causal rigurosa@)'.
5 2. Naturaleza jurídica
No hay discusión eri cuanto a considerar a la novación como integrante de
los medios extintivos de las obligaciones, pero si en cuanto a si puede conside-
rársela una convención o un contrato. Ello pues si adoptamos una posición li-
initativa del concepto de contrato, en tanro creador de obligaciones, dejando la
denominación convención para los acuerdos que tengan otra finalidad (modi-
fica,; transmitir o extinguir obligaciones) la figura no sería un contrato sino una
mera convención extintiva, 10 que se descarta a poco que se repara en la propia
definición de contrato, que por su amplitud, comprende no sólo los actos crea-
dores sino también los que regulan, modifican, declaran, transmiten o extinguen
relaciones jurídicas patrimoniales, es decir, se trata de un contrato extinti~~o[~",.
En cuanto al reconocimientodc obligaciones, si bien es cierto que la novación
implica hacerlo respecto de la obligacióii anterior, también lo es que ella queda
g 3. Requisitos
3.1. Existencia de una obligación primitiva
Es preciso que exista una obligación anterior, previa, válida y efectiva, cuya
extinción sirva de causa a la nueva obligación que se gesta con motivo del acuer-
do novatorio (art. 938, CCyCN). No daián lugar a acuerdos que impliquen nova-
ción dc obligaciones y subsiste la obligación anterior:
a) las obligaciones primitivas deiivadas de actos nulos de nulidad absoluta,
puesto que si padecieran vicios de nulidad relativa, podrían ser novadas,
toda vez que se reputan válidos hasta su declaración de nulidad y, en ca
de novación, podría interpretársela como acto de confirmación del acto y
nuncia a la acción de nulidad (arg. art. 938, inc. a, CCyCN). El CCyCN agrega
que, en estos casos, La novación vale si en el mismo acto se la confiima.
b) las obligaciones sujetas a condición suspensiva cuando ésta se fiustra o a
condición resolutoria que se cumple (ait. 938, inc. b, CCyCN).
La novación hecha a partir de ellas es inválida, porque mal puede extinguir-
se una obligación que no alcanza a tener efectividad; no obstante, prevalece
ciiterio de que se trata de una norma supletoria, por lo que nada impide que
las partes acuerden la novación de una obligación condicional que deja de
serlooO).En este caso, el CCyCN agrega que la nueva obligación produce 10s
efectos que, como tal le coiresponden, pero no sustituye a la anterior.
c) el caso de las denominadas "obligaciones naturales" en que la inayor parte
de la dochina consideraba que podían ser novadas por una obligación civil, a
excep~iúiide las deudas de juego(3'). Entendemos que actualmente, la -obli-
gación natural" no puede ser n ~ v a d a (por
~ ~cuanto
) no constituye en sentido
estricto una obligación jurídica en los términos del ait. 724, CCyCN.
(33) Pizarro y Vallespinos citan como ejemplo el caso en que luan debe a Pedro 15.000 pesos
por honorarios profesionales impagos y luego aparece debiendole al mlsmo acreedor un auton~bwl,
por lo que no hay razón para considerar que la primera obligación se exiiiigiiió por novación, dan..
da Iilgar a una nueva de entregar una cosa cierta. Si surgicrari dudas al respecto; la ley prcsunie qiie
se trata de dos obligaciones distintas. PIZARRO,R A M ~ ND. -VALLESPINOS,CAHLOS G..Ins~imciones...,
cit., 1. 3, p. 499.
(34) ZAnnOnr, EnuAnr>oA., con Va rolaboración de L ~ P BCASANA,
Z ~onrtir;,en Liri.i.uscro,Au-
Gusro C. - ZANNONI, Eoumr?oA., Cúdign...,cit., t. 3, p. 665.
(35) PIZARRO, h m 6 D. U., Ittsfituciunes..., cit., t. 3, p. 499, cori cita de
~ - V A L ~ S P I N O SCARLOS
,
SANCFIO RBGULI.IDA, FRANCISCO DB Asís, Ln noiinci<inde las obligaciones, Barcelona, 1964, p. 305, ci-
OTROS MODOS DE E x T I N C I ~ N 501
primitiva al tiempo que la nueva obligación absorbe esa causa que "transmigra"
o se "transmuta" de la anterior obligación a la nueva(3G). Por ejemplo, no es igual
1 deber de reastitución del depositario que si se transforma en mutnario o el de-
es canon locativo como inquilino que como comprador. Sólo se infiere nova-
ión cuando se priva de causa-fin al negocio anterior y se insufla a la relación de
ila causa-fin nueva, incompatible con la primera.
4. Especies de novación
Para que exista novación, deben existir modificaciones esenciales q
inen el nacimiento de la nueva. Existen por lo tanto dive
.l.Novación objetiva
g 6. Novación legal
$ Paialelamente a la novación convencional se admite la existencia de noua-
ción legal cuyos efectos se producen ministerio legis con total abstracción de la
voluntad de las partes y, aún, contra dicha voluntad. En estos casos, se prescinde
del animus nov;ndiy del requisito de la capacidad. Se trata, simplemente, de un
hecho extintiuo. El CCyCN establece en el art. 941 que las disposiciones de esta
sección se aplican supletoriamente cuando la novación se produce por disposi-
ción de la ley. Son los siguientes casos:
1) Asicnto de deuda en la cuenta corriente mercantil. La admisión en cuenta
corriente de valores precedentemente debidos por uno de los contiatantes
a1 otro, produce tiovación de tales valores y tamb
del uno contra el otro, por cualquier título y época,
a la cuenta corriente. Para impedir la novació
menos uno de ellos- deben formula^ reserva
2) Acuerdo homologado judicialmente en el concurs
art. 55 de la Ley de Concuisos y Quiebras 24
puesta de pago de las obligaciones que formule e
situación de insolvencia- resulte aceptada por 1
la ley, se produce la extinción de las obligaciones del concursado anteriores a
la presentación de concurso, y el nacimiento por novación de nuevas obliga-
ciones con causa fuente y objeto fijados en el acuerdo homologado judicial-
mente, el que iesulta oponible aún a los acreedores que votaron contraria-
mente a su aceptación. La novación no alcanza a las obligaciones del fiador
ni de los codeudores solidarios, que siguen respondiendo por la obligación
originaria, exiinguida para el concursado.
2) Consolidación de deudas del bstado, por ejemplo, las alcanzadas por las
leyes 23.902 y 25.344, las deudas alcanzadas por la consolidación, quedan
novadas, extinguiéndose junto con sus accesorios, naciendo en sustitución
de ellas otras obligaciones distintas, que tienen por objeto la entrega de los
títulos de la deuda pública, conforme al diferimiento y mecailismos estable-
cidos por la normativa.
g 7. Efectos de la novación
La novación extingue la obligación originaria con todos sus accesorios y crea
una nueva obligación (art. 941, CCyCN). La deuda principal es aniquilada por la
novación y, consecuentemente, quedan sin efecto también los accesorios de la
obligación -privilegios, intereses, garantías reales y personales- y las obligacio-
nes accesorias -la fianza y la cláusula penal-. Con la novación queda, asimis-
mo, purgada la mora en que pudieran haber incurrido el deudor y10 el acreedor,
queda confirmado el acto afectado por nulidad relativa y reconocida la primitiva
S06 NORMA 0 $ I L V E S T R(DIKLCTORA)
~
g 1.Concepto y naturaleza
Conforme al principio de identidad del pago el acreedor no puede ser forzado
a recibir una prestación distinta a la debida; existe un deber genérico de entregar
la misma cosa -o realizar el mismo becho- a que está obligado e1 deudor con-
forme el título de la obligación. No obstante, nada impide que, mediando acuer-
do entre acreedor y deudor, éste pueda liberarse de la obligación ejecutando una
prestación diferente de la debida.
Se ha definido, pues, la dación en pago como todo acto de cumplimiento de
una obligación que, con el corzsentimiento del acreedor, se lleva a cabo mediante
la realización de una prestación distinta de la que Nzicialmentesehabia estableci-
do[47,.El Código Civil derogado aludia a este modo extintivo de las obligaciones
rega de bienes (arts. 779 y SS.)la doctrina nacional y el CCyCN,
3, coinciden en denominarlo Dación en pago(4B).
El art. 779, Código Civil derogado expresaba que el pago quedaba hecho
recibía voluntariamente por pago
que no sea dinero en sustitución de lo que se le debía
(40) Esta saluciói>se encoritraba cxpiesamente prevista por el Proyecto 1998, en el art. 880, que
dejaba subsistentes, pese a la noiaci611,los privilegios y garantías reales constituidas por las partes,
si el beneficiario hacia reserva emresay las zaraiitias personales o reales coiistituidas por terceros, si
1 ésroslo aceoiaban exnicsamente
\l. Il,.,,1 , l . , .. l . ' I 1 l ; " / 1 . 1 I'i~iiii,i\l.iili.<l.
l.l!i!
, i ." 1 l . , \ : 1 , \ 1, ( . 1 1J . . < i I l ,> í l i
. . Se ieciieida su oilzen
(48) " en el derecho iomano baio la denominacioii daho rrrsolutuin
(49) Gni1.1, E u n l ~ iV N - VALLESPINOS,
i.~citado por Pizuino, R A M ~ D. CARLOS G., I i z s l i l u ~ i ~...,
~ze~
cit., t. 3, p. 516.
(50) PIZARRO, RAMUN D. -VALLESPINOS, CIIRI.OSG., inslitucionen ....cit., t. 3, p. 510.
508 NORMA O. SILVESTRE (DIRECTORA)
no compartimos. Tal como hemos dicho al estudiar los efictos principales de las
obligaciones, entendemos que la hipótesis del art. 730 inc. c), CCyCN -iirdem-
nización de daños y perjiiicios derivados de la insatisfacción de la prestación en
especie- se trata de una modificación que no es novatoria.
Por consiguiente, la restricción del Cód. Civil derogado era injustificada y así
lo admite el art. 942, CCyCN, que la define como la extinción de la obligación
"cuando el acreedor voluntariamente acepta en pago una prestación diversa de
la adeudada". Se exclirye,pues, la limitante del régimen anterior. Luego, muy bre-
vemente, en el art. 943 reenvía a las disposiciones aplicables al contrato con que
tenga mayor afinidad.
5 2. Requisitos
Para que exista dación en pago debe verificarse la existencia de una obliga-
ción válida, de dar, hacer o no hacer que le sirva de causa. De lo contrario, cual-
quier prestaci6n ejecutada constituiría un pago indebido.
Asimismo, debe darse cumplimiento efectivo de una prestación disiintade la
debida, con el consentimiento del acreedor.
Debe haber un pleno acuerdo devoluntades entre acreedory deudor, por tra-
tarse de una conuención extintiva y no resultar factible forzar al acreedor a recibir
sin su acuerdo, una prestación distinta de la debida originariamente (identidad).
Finalmente, debe existir intención de pagar, porque si la transmisión se hace
con otra finalidad, no hay dación en pago, tal el caso de la entrega al acreedor de
un título de crédito para que proceda a cobrarlo e imputar su producido al pago
de la deuda. La recepción por el acreedor debe ser claramente en pago de la deu-
da. Si fuera la entrega de una cosa, se le transfiere la propiedad (dominio)sobrela
cosa; si se tratara del traspaso de un crédito, la transferencia generará una nueva
titularidad sobre el cddito.
En cambio, si se le entregan bienes para que el acreedor los venda y con el
producido se cobre, no habrá dación en pago sino dación pro soluendo para que
el acreedor se cobre(").
Por tratarse de una convención, requiere que ambas partes tengan capaci-
dad genérica para coiitratar y, cuando se trate de la entrega de cosas, la específica
para celebrar el contrato de compraventa. Si cualquiera de las partes designara
representantespara efectuar este acto, no bastará con un poder general, sino uno
especial con facultades para otorgarlo. En caso de representación legal, resultará
necesario solicitar una autorización judicial para celebrarla. La falta de persone-
ría de los representantes determina la inoponibilidad del pago al representado,
salvo que luego lo ratifique expresa o tácitamente.
'5 3. Efectos
Así como la novación crea una nueva obligación en reemplazo de la anterior
y el pago ec el cumpliiniento de la prestación originaria debida, la dación en pago
es un medio satisfactivo de extinción, de carácter bilateral porque exige necesa-
riamente el acuerdo entre acreedor y deudor.
A,. en LORENZFXTI,
(51) CALVO Cosr;~,CARLOS Ricniiuo L. (dir.), Código Ciuil...,cit., t. 5,p. 500,
Son sus efectos la extinción de la obligación principal con todos sus acce-
soiios y la liberación del deudor, colno consecuencia análoga a la de rodo pago.
Pero asimismg los efectos de la dación en pago varían según cuál sea la naturale-
za de la prestación que es cumplida en sustitución de la originariamente debida.
El art. 943, CCyCN, dispone que
"La daciún en pago se rige por las disposicionesaplicables al contrato con el que ten-
ga mayoi afinidad. El deudoi responde por la evicción y los vicios redhibitor~osde
lo entregado, estos efectos no hacen renacer la obligaciún primitiva, excepto pacto
expreso y sin perjuicio de terceros"
. . LÓPEZ CABANA.
1521 ROBERTO M.. en BELLUSCIO,AUGUSTO C. - ZANNONI, EDUARDO A,, Cúdi~o ...,
.
cii i 3 11. blz . i > ~ i. ~ ( H J Y Oo,: .\lieiiiii ! .!inc.il \,i Ici , > i , i L , i . >~l ti:i iiil l ilv. I'i.>),.ci<ii!,!L. ;irolxk.,.,
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> ii, IOP,.~
ceiión, con independencia de su i-esiiltado.
(53) Piiarro yvallespinos (InsIih<ciones...,cit., t. 3, p. 522). participan de estaúltima postura.
(54) Conforme art. 1628, CCyCN, "Si ia cesión es onerosa, el cedente garantiza la existencia y le-
~itirnidaddel derecho ai tiemoo de la cesión, excwto . que . sc trate de un derecho litigioso, o qiie se lo
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aplican las reglas de la fianza, con sujeción a lo que las partes hayan convenido...'!
-
S10 -- NORMA O SlLVF5TRt (DIRLCIOIU) -- -
acto mismo de dación en pago; si se entrega una cosa en sustitución del pago de
una suma de dinero, es obvio que se ha asignadi>tácitainente a la cosa el valor de
dicha suma y cuando la entrega se efectúa en susiilución de otras cosas o servi-
cios, el precio será el valor de dichas cosas o servicios.
E1 art. 783, Código Civil derogado disponia qiie si se entregara uria cosa en
pago y el acreedor que volilntariamente la recibió fuera vencido en juicio por
un tercero que le hace perder la propiedad de la cosa, dicho acreedor sólo tiene
derecho para ser indemnizado como comprador, pero no puede hacer revivir la
obligación originaria. Esto implica una diferencia con el pago, en cuyo caso ante
idéntica situación, renacería la obligación primitiva.
En la dación en pago, la evicción no altera la extinción obligacionai produci-
da y sólo da derecllo a obtener las indemnizaciones pertinentes.
B) RENUNCIA
g 1. Concepto
La renuncia de derechos, en sentido amplio, constituye un acto por el cual
una persona, en forma libre y espontánea, abdica de un derecho disponible,
cualquiera que sea su naturaleza. Importa el abandono de un derecho reconoci-
do a su titular en su exclusivo interés particular("). En e1 sentido que resulta de
interés en el Derecho de Obligaciones estos actos abdicativos deben ser aplica-
derechos reales, a derechos derivados de¡ estado de familia,que resulten disponibles ya los derechos
lecia una situación especial relativa a los documentos
protocalizados y lo que posee el deudor es una copia legalizada, sin anotación del pago o remisión
del crédito, anotaciones que tampoco se Iiallaii en el documento original, en cuyo caso el deudor
debe probar que se lo entregó por remisión de deuda.
(57) Así lo plantea la generalidad de Va doctrina, pero con disiiiitos alcallces; p. ej., para Pizarro y
Vallespinos la relacióp seria entre la renuncia como abdicación de cualquier derecho y la remisión
como especie de renuncia vinculada con derechos de crédito -con apoyo en Borda, Salvat,Trigo Re-
presas, Bofñ Boggero;entre otros-; Lafaille,por su parte, corno una variante dentro de esta postura,
lacircunscribea la remisión como renuncia referidaa derechos creditorios que sólo opera mediante
la entrcga dei respectivo instiumento. Asi surge del texto del arl. 950,CCyCN. Otros aiitores llegan a
considerar que se trata de dos modos de extinción distintos, en que la renuncia sería la declaración
del acreedor de que no cobrará su credito mientras que la remisión consistiría en darse ficticiamente
por pagado, en una suerte de condonación o peidán del débito.
ubicación como medio de extinción de obligaciones- qiie parece propia de ulia
parte geiieral del Código.
g 2. Naturaleza jurídica
Se admite pacíficamente que la renuncia es un acto o negocio jurídico, acto
voluntario lícito que tiene por finalidad inmediata la extinción de un derecho.
Entendemos que se trata de un acto jurídico utiilateral, dado que sólo requiere
para lograr su eficacia, de la voluntad del acreedor("). La aceptación sólo hace
a su irreuocubilidad ya que puede ser otorgada hasta el momento de la retrac-
tación. Por otra parte, el acreedor, con sólo abstenerse de reclamar el pago de la
deuda, dejando que transcurra el plazo de prescripción liberatoria, consumaría
un acto de renuncia túcita, lo que, desarticula la posiciiin del acto bilateral.
La redacción del CCyCN, que en el art. 946 establece que "la aceptación de la
renuncia por el beneficiario causa la extinción del derecho", lo que determinaría
el requisito de la aceptación para producir el efecto extintivo, aunque inniedia-
tamente el art. 947 parece apoyarse eri la doctrina actualmente mayoritaria, en
cuanto a asignar la posibilidad de retractación "mientras no haya sido aceptada,
quedando a salvo los derechos adquiridos por terceros". En suma, para el efecto
extintivo de la renuncia, requiere aceptación, aunque se admite la retractación
del emisor hasta la consumación de dicho efecto.
g 3. Caracteres
La renuncia de derechos es un acto no formal; no está sujeta a ninguna forma
exterior, puede surgir tácitamente a excepción de los casos en que laley exige que
sea matiifestada de manera expresa -reiiiiiicia a la solidaridad pasiva, al dere-
clio de hipoteca, a la herencia, a la garantía de evicción, eiitre otros-. Asimismo,
es de interpretación restrictiva pues no se presume "la voluntad de reniiilciar no
se presume y la interpretacióii de los actos que permitan inducirla es restrictiva"
(art. 940, CCyCN).
Al ser un acto jurídico no fonnal, puede efectuarse verbalmente o por escrito,
por instrumento público o privado. Esta libertad de formas cede cuandolarenuri-
cia del derecho recae sobre in~nuebleso sobre derechos hereditarios, supuestos
ambos en los que se exige escritura pública. Puede ser manifestada expresamen-
te o surgir de manera tácita si la ley no exige la forma expresa, pero tal circuns-
tancia debe surgir de modo claro e ineqiiívoco de la conducta del renunciante.
g 4. Especies
ados por matrimonio respecto de los bienes recibidos a título gratuito, tampoco
estringidos en el ejercicio de la capacidad. Si fuera onerosa, la capacidad re-
rida es la que rige para los contratos onerosos, resultando aplicables en este
supuesto las normas generales sobre capacidad para contratar y en particular las
e la compraventa, como tipo más corriente de los contratos onerosos(").
En el supuesto de tratarse de disposiciones de Última voluntad, es conside-
da como un legado y se rige por las normas sobre los legados. Se ha definido
situación como un legado de liberación, especie del legado de crédito cuando
testador dispone a título particular, de obligaciones patrimoniales a su favor,
ansmisibles por sucesión, y el crédito se tiene contra el mismo legatario(").
.2.Gratuita u onerosa
La renuncia por acto entre vivos puede ser gratuita u onerosa (art. 945,
yCN). Izaprimera se configura cuando el acto de abdicación es realizado por
renunciante, sin recibir contraprestación alguna, constituyendo una liberali-
ud. Cuando es realizada por vía testamentaria, el acto por el que el testador de-
ra sin efecto la renuncia no se denomina retractación sino revocación.
La segunda se produce cuando es efectuada por un precio o prestación
ualquiera -ventaja es el término que utiliza el CCyCN- y se gobierna por los
rincipios de los contratos onerosos -conforme art. 945, CCyCN-. La renuncia
nerosa requiere la capacidad para realizar ese tipo de actos para las dos par-
S, tanto el renunciante como el aceptante. Si versara sobre derechos litigiosos
dudosos, debe estarse a la capacidad para transigir. La doctrina la considera
omo un contrato, por lo que no podría ser dejada sin efecto uiii
lguna de las partes.
En cuanto a la legitimación para renunciar por otro, debemos distinguir: en
caso de representación voluntaria, los mandatarios sólo pueden renunciar los
rechos de sus mandantes con poder especial para ello. Si fuera gratuita se de-
en indicar cuáles son las facultades determinadas que se desea renunciar. Esto
xcluye la factibilidad de conferir un poder con atribuciones amplias para renun-
ciar cualquier derecho, lo que es diferente a los requisitos exigidos en materia de
transacción, a cuyo análisis remitimos.
En el caso de representación legal, la situación es similar alavoluntaria, acla-
rando que los padres no pueden renunciar los derechos de sus hijos sin autoriza-
ción judicial y la restricción va más allá en el caso de tutores y curadores, que no
pueden renunciar ni siquiera con autorización judicial.
f
Z
L
5 5.Objeto
Por tratarse de un acto jurídico, su objeto debe observar los requisitos de
licitud, posibilidad y carácter no contrario a la moral, buenas costumbres, or-
den público o lesivo a derechos ajenos o dignidad humana (art. 279, CCyCN).
Se permite la reniinria sobre todos los derechos establecidos en su interés parti-
-3 6. Efectos
La renuncia extingue el crédito con todos sus accesorios y garantías (art. 946,
CCyCN). Este efecto extinlivo resulta plenamente eficaz entre acreedor y deudor,
pero respecto de terceros, debe tenerse en cuenta si les resulta perjudicial o
eii esre último caso, los terceros perjudicados quedan legitimados para accio
por fraude, a través de la acción revocatoria o pauliana, o la acción de nulida
otras que pudieran llevarse a cabo.
-3 7. Retractación
La renuncia puede ser retractada mientras 110 haya sido aceptada, quedando
a salvo los derechos adquiridos por terceros (art. 947, CCyCN).
La renuncia gratuita(O8 y por actos entre vivosíG3)puede ser relractada, es
decir, dejada sin efecto unilateralmeilte, recobrando plenamente el acreedor su
derecho, mientra:$ no fuera aceptada por el deudor. La retractación por vía testa-
mentaria, configura una revocación del testamento.
Ya hemos dicho que la aceptación no es requisito esencial de la renuncia,
que es un acto pleno y perfecto desde que es emitida, pero implica un límite tem-
poral para el ejercicio del derecho de retractarse. Este derecho puede ser ejer-
(61) I>IZARRO, -
Rh~blVD. VAI.LDSPINOS,CI~RIOSG., Insfituciones...,cit..t. 3, p. 570.
(62) PIZAKRO, RAMÓN U. - VALI.ESI~INUS, ...,cii.,t. 3, p. 574.
CARLOS G., ~ns~itucio~tes
(63) LbPEZ CABANA. -
RORERTO M., en BBLLIISCIO, AUGUSrO C. ZANNOX~. E~IIAIIDO A,, Código...,
cit.. 1. 3. P. 766. numeral 2. aclurai~doque denominar "reniincia" al acto U iíruio oneroso es "discilri-
hle': coi1 cita de Burda, Cazeauxy Trigo Represas.
o expresa o tácitamente, en este último caso, a través de actos inequívocos,
ompatibles con la intención de renunciar, p. ej., la ejecución del crédito por
Iioiiorarios regiilados i~iil>urtirr(~ir;icr;iciú~i <leL I I I ; ~riiiiiiiic~t~ci~n
'interior di, nu
col>rarlos.eii tanto iio 1i;iy;i \iili> ;icepi;td;i por rl deudor "
Ahora bien, cabe aclarar que la retractación de la renuncia no puede afectar
s derechos adquiridos por terceros a raíz de ella, que son plenamente operati-
desde el momento en que tuvo lugar, aun cuando el acreedor se retracte de
enuncia antes de la aceptación por el deudor, el efecto extintivo se mantiene
pecto de los terceros como fiadores, avalistas o acreedores del deudor que han
bargado el bien, luego de efectuada la renuncia y antes de la aceptación. Esto
prueba del carácter unilateral de la renuncia.
Si bien el arl. 947, CCyCN, no efectúa distinciones, larenuncia onerosa, como
'do considerada como un contrato, no podría ser dejadas
le poi alguna de las partes.
E) REMISIÓN DE DEUDA
oncepto
s el modo extintivo de las obligaciones, como especie
'a(65),que se configura cuando el acreedor, por
ona, quita, perdona la deuda que esté documentada (art. 950,
de, son aplicables a la figura todas las explicaciones suministradas en el
lo destinado a la renuncia, con las aclaraciones que siguen, especialment
'ón a la forma en que debe efectuarse, ya que las normas citadas limi
ra al caso en que el acreedor hace "entrega voluntaria al deudor del docu-
o original en que constare la deuda, si el deudor no alegare que
ue la doctrina la ha considerado como el caso mAs corriente
o- de reinisión(").
§ 3. Caracteres. Formas
Se trata de un modo de extinción unilateral, por un acto o hecho del acree-
dor, no satisfactivo de los intereses del acreedor y iiberatorio del deudor por la
--
(68) ~ . ~ PCABXNX,
EZ ROBERTOM., en BBLI.USCIU, ALIGIISTO C. - Z N N O N I , EDUARDOA., Cddip...,
cit., t. 3, p. 769.
(69) L ~ P E ZCXBANA,ROBERTOM.. en REI.IUSCIO, f i U ü l l S T 0 C.- ~ ~ L N M O NEDUARDO
I, R., CddigO...,
Por lo tanto, tal como lo exigía el Cód. Civil derogado en el art. 877, bastaría
n que el ddudor alegue que pagó, para que quede en cabeza del acreedor la
rga de desvirti~arlo('~).
No obstante, durante la vigencia del código anterior la
octrina estaba dividida sobre el tema(7').
El tema reviste importancia por cuanto goza de más protección el deudor
pagó que aquel a quien fue remitida la deuda por cuanto al tratarse de un
to gratuito, es más fácilmente atacable por vía pauliana.
I,a remisión de la deuda produce los efectos del pago (art. 952, CCyCN). El
incipal efecto es la extinción del crédito, con todos sus accesorios y garantías.
o obstante, el CCyCN trae algunas previsiones especiales en materia de fianza
6) IMPQSLBILIDAD DE CUMPLIMIENTO
El Código Civil derogado trataba la figura de la imposibilidad de pago den-
tro de los modos extintivos de las obligaciones (arts. 888 y SS.).No obstante, su
íntima vinculación con el casofortuito aconsejabaubicar el instituto en la parte
general de obligaciones o bien en la parte general del Código, como una forma
de extinción de cualquier derecho subjetivo y no sólo de los credit~rios('~). El
CCyCN no modifica la ubicación metodológica y, tan sólo en dos artículos, a
partir del 955 regula dentro de los modos de extinción de las obligaciones a lo
que define como.
"la imposibilidad sobrevenida,objetiva, absoluta y definitiva de iapresiación, pro-
ducida por caso fortuito o fuerza mayor, extingue La obligación, sin responsabili-
dad. Si la iinposibilidad sobreviene debido a causas imputables al deudor, ia obii-
gación modifica su objeto y se convierte en la de pagar una indemnizacióii de los
daños causados:
En el artículo siguiente, distingue esta situación de la refei-ida a una imposi-
bilidad temporaria, a la cual asigna iguales requisitos -sobrevenida, objetiva y
absoluta- pero sólo asigna efecto extintivo "cuando el plazo es esencial, o cuan-
do su duración fri~strael interés del acreedor de modo irreversible':
El CCyCN retoma la cuestión cuando trata la Responsabilidad Civil como
fuente de las obligaciones, al disponer en el art. 1732 que
"El deudor de una obligación queda eximido del cumplimiento y no es responsable,
si la obligación se ha rxtinguido por iinposibilidad de cuinplimiento objetiva y ab-
soluta rio iiiiputabie al obligado. La existencia de esa imposibilidad debe apreciarse
(73) AMEAL, OSCAR J.. en Be~~uscio, AUGUSTO C. - ZANNONI, EDUARDO A., C6digo..., cit., t. 3,
p. 777. El autor senala que pueaeil crlinguirse por este medio la posesión (a1.t. 2451, CÁdigo Civil
derogado), Ios servidumbres (ari. 3051, Código Civil derogado) y el doininio (arr. 2604, Código Civil
de~gada).
teniendo en cuenta las exigenciasde la buena fey la prohibición del ejercicio abusivo
de los derqshos'!
Luego, en el 1733 establece los supuestos en que, aun cuando sucede un
caso fortuito o la imposibilidad de cumplimierito, igualmente el deudor es
responsable, a saber: cuando asumió el casus o imposibilidad, cuando existe
una disposición legal que impide la liberación, cuando hay mora del deudor
-salvo que ésta fuera indiferente para la producción de las causas exonerati-
S- cuando tales causas surgen del riesgo propio de la cosa, o de la culpa del
eudor o en la obligación de restituir la cosa como consecuencia de un hecho
2.1. Imposibilidad
La prestación debe ser de ejecución imposible, desde el punto de vista ma-
terial y legal. Los ejemplos típicos de imposibilidad material son la desaparición
sin noticia alguna sobre su localización o la destrucción de la cosa cierta debida o
cuando la actividad debida es de realización imposible, p. ej., la ceguera sobre-
viniente del pintor que le impide cumplir con la realización de un cuadro; en las
obligaciones de no hacer, cuando la actividad debe llevarse a cabo por un he-
(74) La causa ajena es un <:onceptoque abarca diversos supuestos corno e1 caso foriiiito, la fuerza
mayor, el Iiccho del acieedni; el Iiecho del tercero por cl que no se debe responder, previstos por los
arts. 513, 514 y concs. del Código Civil derogado.
cho necesario(75).La imposibilidad es legal cuando, p. ej., la cosa cierta debida es
puesta fuera del comercio o expropiada por causa de utilidad pública; o en las de
hacer, cuando se prohibe la construccióna mayor altura de la convenida contrac-
tualmenteo lainstalación deuna fábrica endeterminadaz~na(~".También se cita
como ejemplo la denominada irnposibilidadmoral, esto es, p. ej., enelcaso en que
uncantantedejadeactuar debido al fallecimientorepentino deun familiar directo.
En cualquier caso, la imposibilidad debe ser irrefragable, no una mera di-
ficultad, o una excesiva onerosidad que podría dar lugar a la aplicación de otra
figura, la denominada teoria de la impreuisidn(") que da lugar a un mecanismos
de rescisión de ciertos contratos por el deudor perjudicado, pero admite un pro-
ceso de revisión que permita un reequilibrio de las bases afectadas por el hecho
externo que la ocasiona, cuestión que será abordada en el próximo punto.
..
7) li)~.iii~il~,.ii,.
\iii:ii t ~ s .IR
i 1 c:. 1 3 i i ir,. .!ii,<i\. .: c: . ,.\,.hcn) i:nu;,b,~~<):$1 ,,dig<,
1, 1 .l 11 :. 5 < c > n <,1:,.<1,,l.,~.;t:>>,:,I,.t, c!:<l 1 ( :3?,,fi,:~ y '1 r! ;<,I I " , , ~ P > . ~ . .
;*>' b!l ,.$,.t.> .a\<,, ,>,.,!,;,
<h:,t. ,,,,,,
,P. .:, ,,\,\,l,l, <~,,><.!!+:,l,,!,,~,,\!~ 1 l',t,,.l<, ~4 ,
, > , l , <,l .t<> l,<,,<,
pero no la del deudor que, por causa ajeno, s e v e impedido de satisfacer el débito.
í i i ) Regolada por el arf. art. 1091. CCyCN.
(781 Esto ha permitido. p. ej., adiiiiiir e1 concepto d e imposibilidad moral, antes descripm.
(79) BIISSO, EDUARDO B., CÓdh.... .
cit.. t. 3. D. 310:. CK'EAUX, PEDRO N. TRIGO RBPRESAS. FÉLIx
A., ~ e + c h o...,cit., t. 2, 11. 430.
OTKOS MODOS DE E X T I N C I O N 521
-
2.3. Definitiiv
La imposibilidad sobrevenida de la prestació
iameilte transitoria no alcanza por si misma para 1
ga incidencia para eximirlo de la responsabilidad p
dure la imposibilidad. La transitoriedad implica que en algún momento
rece el obstáculo. El1 el Cód. Civil derogado la hipútesis no estaba conte
por lo que aparece VpVrNm la regulación del CCyCN (
efecto extintivo.
"cuando el plazo es esencial, o cuaiido su duració
modo irreversible'!
Esto debe ser poiiderado atendiendo a la natur
obligación, la causa final del contrato, el principio de
gular de los derechos y, particularmente, el contexto e
tro del cual la obligación se despliega(8').
(80) Pizanilo, Ru~iarhxD. ViLLesrisos, C,ir,!.os G., hisrilr!cioiies,.,, cit., l. 3, p. 311, i o n cita de
Rueres, Osti y sii influencia en los arts. 1218 y 1256, Cód. italiano, Crislóbal Montes, Trimarclii; entre
otros.
(81) PiznnRo,KAMÓN D. - VALLRSI>INOS, CARI.OSG., Institiuciones...,cit.. t. 3, p. 313.
-
522 NORMAO SILVES'TRT (DIRECTORA)
(8")El :ir(. 1730, CCyCN, emplea los terininos como sinónimos y agrcga, como causa de exención
de responsabilidad, ci hecho del damnificado o deun tercero por quien no se debe respondei; siem-
pie que este último caso satisfagalos requisitos del caso fortuito.
OTROS MODOS DE EXTINCiON -- 523
(83) BUSTAMAWTE AI.SINA, JORGE, Teoría general de ia r~.spon~scibilidad civil, 9' ed. ampliada y ac-
tualizada, Abelcdo-Perror, 1997, p. 317.
(84) O extracontractual, es d e c i ~dei.ivado de aqiiellos hechos o actos iliciros qiie provocaninfiac-
ciiin al dcher ge~?érico de no daña]; siii que exista una ohligaci<iiipreexistente en sentido técnico. Se
trata de los delitos y cuasidelitos civiles cuyo examen pairiculai se eiechia al abordar la Tcoria Gene-
ral de ia Responsabilidad Civil, iesultando el deber de reparar el daño injustamente sufrido, hielite
principalisima de obligacioiies en sentido técnico.
se trate de los acontecimientos que suelen suceder regularmente, quedando
fuera de esa imputación aquéllos derivados de la acción de fuerzas naturales
(fenómenos de la naturaleza en como terremotos, inundaciones, vientos, etc.
acaecidos en lugares inusuales) o actos de autoridad pública (los denomina-
dos "hechos del príncipe" que modifican la situación impidiendo, p. ej., al
deudor obtener los insumos que le permitan satisfacer el débito) o huelgas
(cuando el empleador no ha dado motivo a su concreción) o guerra.
c) la ajenidad al hecho del deudor o supuesto responsable así como al riesgo o
vicio de la cosa, tema que por su relevancia, será apreciado de manera sepa-
rada en el inciso siguiente.
d) la no asunción convencional o legal del casus al deudorlautor, toda vez que
la ley admite que, en principio, el deudor pueda tomar a su cargo las conse-
cuencias del caso fortuito, lo que seria válido en principio como aplicación
de la autonomía privada. Pero este principio cedería en el caso de contratos
en los que una de las partes aparece debilitada frente alaotra -p. ej., e! dere-
cho del consumo, el laboral- en que podría considerarse una cláusula nula
por atentar contra el orden público o configurar un abuso de derecho[85).
5 3. Efectos
La imposibilidad sobrevenida no imputable al deudor provoca la extinción
de la obligación y la disolución del vínculo entre acreedor y deudor.
Si sucediera en el marco de una relación sinalagmática o bilateral, los efectos
extintivos se proyectan a la causa generadora de las obligaciones, es decir, queda
disuelto el contrato para ambas partes, sirviendo como un motivo de iesolución
contractual. Se extingue la obligación para el acreedor, a quien el deudor debe
restituir todo lo que hubiese recibido por motivo de la obligación extinguida.
. .
81 dcudor/actoi invocar ia exirriente.
(87) AMEAL, OSCAR J., en EIELLUSCIO, AUGUCTOC. - ZANNONI, EDUARDOA . , Código..., cit., t. 3,
p. 781.
-- OTROS MODOS D t LXTINCION 525
1. Concepto
lil prin(:ipio denoiiiin;ido porra sir111si,rim~~d(c -los acuerdos deben ser res-
petados- iiiil>ont>alusconirntaiiies iijusi;ir ,115 coiiduci:iba los ibrniiiios exactos
a los 14111, SP c ( ~ n ~ ~ > i o ~ ~ iEsto
~ i i ctieiir
r i ) nreccpciijii
. rii el tlrrecho esciitu ürgenii-
no enél ait. 1197, Código Civil derogado, queconsagró el principio de autonomía
de la voluntad, y el art. 1198,piimera parte, que agregó . . la buena fe como regla de
interpretación de los contratos(89). -
No obstante ello, puede suceder que, en los contratos cuya ejecución se ex-
tiende hacia el futuro, las condiciones o circunstancias que las partes tenían en
cuenta -expresa o implícitamente- al momento de celebrarlo, expeiimenten
modificaciones sustanciales, que provoquen fue1tes desequilibiios en los benefi-
cios y desventajas que razonablemente esperaban aquéllas obtener, desbordan-
do de maneia significativa los avatares del riesgo negocial.
En efecto, hay situaciones en las que acontecimientos sobrevinientes, impre-
visibles, extraordinaiios y ajenos a las partes, afectan la ecuación del negocio ju-
rídico, tornando excesivamente onerosa la prestación de uno de los contratantes,
lo que beneficia simétricamente a la otra, desnaturalizando las bases económi-
cas previstas por los que lo generaron.
Este "cambio en las circunstancias" nos lleva a mencionar otia alocución lati-
na rebus sicstantibus; el principio según el cual la afirmación anterior debe inte-
grarse con esta otra: dicho respeto (a los acuerdos) sucederá en la medida en que
las circunstancias se mantengan estables. De tal suerte, la teoria de la imprevisión
(88)S1~~e~~~~,N0~~~O.,~Lalmprevisiói1atravésdeunaperspectivafilos6fica'~LALEY
1983-C,847.
(89)En materia de conaatas comerciales. las ienlas de interuretaci6n fueron escritas en los
ci6n del acto iuridico que ha sido imvu~nadopor nulo, la nresunción de onerosidad de los actos de
los comei-cia"tes, los uios y cosnimb;es~corner~iales,
la re& de favordebitioris; entie otras.
o de la excesiva orzerosidad sobreviniente proporciona una respuesta razonable,
justa y de restal~lecimientodel equilibrio desquiciado por un hecho externo a
las partes que, si bien encuentra cercano parentesco con el casoJortuito, se dife-
rencia de éste en tanto el efecto que produce es distinta: la obligación es, en los
supuestos que ahora analizamos, material y jurídicamente susceptible de eje-
cución, pero la satisfacción del interés del acreedor provocaría una situación de
ruina para el deudor, lo que es inaceptable para el ordenamiento
No cualquier alteración de las circunstancias fácticas tenidas en miras por
las partes al contratar autoriza a su invocacióii y, de hecho, su aplicación gene-
ralizada ha quedado reservada a situaciones o contextos históricos inuy escasos.
El principio general de ciimplimieiito de la palabra empeñada no sufre mella
por la atenuación que, sólo en circuristancias excepcionales, permite al deudor
perjudicado solicitar la rescisión del contrato, al tiempo que habilita al acreedor
propoiler una reformulación de los térmiiios del mismo, en condiciones equi-
libradas. Veamos pues, los fundamentos, elementos, aplicacioiies y efectos del
instituto cuyo tratamiento abordanios ahora.
5 2 . Fundamentos
Se han postulado diversos argumentos para justificar la rescisión o revisión
contractual invocando el cambio de circiinstancias descriptas en el punto ante-
rioi; que pasamos brevemente a considerar.
(90)La reforma de la ley 17.711 incorporó otra figura en la teoria de los actos juridicos -la lesión
. .
subletiva delart. 954, Cddiao Civil deroeado- oiie tambien hace nie en la des~rooorciónde l a s ~ r e s -
raciones y la posibilidad de reajuste en términos equitativos. Pero en la lesión, la desproporci6n de
las prestaciones es originaria, sc produce cuando nace el acto y para su confipración se requiere el
aprovechamiento por el lesionante de una situación de inferioridad del perjudicado por necesidad,
ligereza o inexperiencia. 1.0s efectos son distintos, ya que la lesión provoca la anulaci6n del acta y la
iinprevisión la rescisiónp revisión de un acto afectado por riii desequilibrio sobreviriiente y por cau-
sas ajenas a las partes.
1911 PiznnHi), ~ A M D.~ N- V~\LLESPIUOS, CARI.OSC., Instituciones ..., cit., t. 3, D. 527. La teoría ha
3. Ambito de aplicación
La teoiia de la imprevisión
vos de ejecución diferida o per
cuando la excesiva onerosidad
es totalmente extraño al ámbito aquiliano y, como veremos, tampoco alcanza a
la totalidad de las relaciones contractuales.
Los contratos pueden clasificarse en
3.1. Bilaterales y unilaterales
Art. 966, CCyCN:
"Los contratos so11unilaterales cuando una de las partes se obliga hacia la otra sin
que ésta quede obligada...':
Por ejemplo, los contratosde donación, de rentavitalicia omandato gratuitos.
'!..Son bilaterales cuando las partes se ohligan recíprocamente la una hacia la otra';
p. ej., la compraventa determina las obligaciones de entrega de la cosa y el pago
del precio.
3.2. Onerosos y grueuitos
Art. 967, CCyCN:
"Los contratos son a título oneroso cuando Las ventajas que procuraii a una de las
partes, le son coiicedidas por una prestaci6ii que ella ha hecho o se obliga a hacer a
la otra..::
sido esoerada o no oor las nanes. Unaversión subietivlstala dantea Oertmdnn.quien pondera como
-
actos iuridicos -&o de las oblisaciones- nos hemos expedido par unavisión objeti~~a-silbjeliva,
sin-
crktica o dualista delmismo.
(9'3) Przmno, RAMÓN D. - VALLESPINOS,CARLOS G., Instituciones..., cil., t. 3, p. 329.
528 NORMA O. SILVESTRE (DIRLCTOIW)
3.6. Síntesis
En consecuencia, sentadas las diferencias entre las clases de contratos abar-
cadas, corresponde fijar el ámbito de aplicación de la teoría de la imprevisión
que se aplica a los contratos:
(94) Pizanno, R A M ~ ND. - VAI,LESPINOS. CARLOSG., Instituciones ...,cit., t. 3, p. 331, con cita de
Lúpez de Zavaiía. Los autores apuntan qiie la ielaciún de onerosidad quc se loirnuia entre ventaja y
sacrificio puede ser igual, mayor o ineilor. Si la veiiiaja de iiiia parte es osigii?ariainenle ilespiopor-
cioi~adacon el sacrificio de la otra, estamos ante iin caso de lesión subjetiua. Si ello sobreviene por
razones ajenas a las partes, estamos ante la teoría de la imprevisión.
(95) PizARRo, R ~ M D.~ -NVALLESPINOS, CARLOSG.,Imtih~ciones ..., t . 3, p. 332.
O1 IZOS MODOS DE EXTINCION 529
g 4. Condiciones de ejercicio
Para que proceda la teoría de la imprevisión deben reunirse los siguientes
requisitos:
g 5. Mecanismo y efectos
Cuando se configuran todos los extremos de aplicación de la teoría de la im-
previsión, la parte perjudicada puede demandar la resolución total o parcial del
co;zti.ato, o su adecuacióiz.
La excesiva onerosidad sobreviniente, no produce la extinción del contrato,
todavez que no autoriza a la parte a declarar su resolución o modificación, sino a
530 N O R M A O. SlLVESrRE (L>IRECIKIRA)
F, 3. Requisitos
dos o más personas con la finalidad de extinguii aquellos derechos sobre los que
recae el consentimiento, es decir, sobre todos los aspectos que las partes hayan
previsto, principales y secundarios, de manera de prestar un consentimiento
integral.
(101) No obstante, !a Corte Suprema se ha expedido eii contra de uiia posible aiiulación por elvi-
cio de lesióii en autos"Kestner SACl C. YPF"del 5/4/1994, publicado eii 1A 1997-1V-símecis.
(10") ZnNwoNi, EDUARDOA. en colaboración con 1 . 6 p ~ C,%DA~A.
z R O B F ~ ~M., O en (:ódip .., cit.,
r. 3, p. 706; PIZARHO,RRhlhx D. -\~ALLESI>INOS,CARLOS G., i~lstimci~nm,.. cit., t. 3, p. 592.
(103) HERREUA, MARISA- CARAMZI.~, -
GUSTAVOPICASSO. SEBASTIÁN (dirs.), Código Civily Comrr-
cialdeia Nación comanlado, t. 4, linojjiis, 2015, p. 338.
OTiiOS MODOS DE ExTINCION 533
dentro de los contratos. Por llevar aparejada una clara abdicación de una pre-
tensión originaria, se exige que quien la efectúa tenga capacidad para ceder o
enajenar de:mchos a titulo oneroso('04).
El CCyCN sintetiza con mayor precisión que el Cód. Civil derogado los prin-
cipios referidos a los sujetos que pueden celebrar transacciones al establecer en
el art. 1646 que no pueden realizarlas: a) las personas que no puedan enajenar
el derecho respectivo (lo que remite a los arts. 22 a 61, CCyCN); b) los padres,
tutores o curadores respecto de las cuentas de su gestión, ni siquiera con autori-
zación judicial (lo que remite a los arts. 130 a 134,138 a 140y 677 a 698, CQCN) y
c) los albaceas, en cuanto a los derechos y obligaciones que confiere el testamen-
to, sin la autorización del juez de la sucesión (art. 2523, CCyCN).
En cuanto a las incapacidades de derecho, se citan como ejemplos, los ca-
sos de; la incapacidad del tutor para transigir sobre las cuentas de la tutela que
funciona con carácter transitorio después de la rendición de cuentas, y se funda
en la razonable presunción de que el tutor mantiene todavía autoridad y poder
de convicción sobre el ex pupilo pudiendo abusar de esa situación; y también el
aso de quien ha sido declarado en quiebra, que no puede realizar transacciones
obre todos los bienes que no estén excluidos de desapoderamiento (arts. 107 y
oncs. LCQ). La transacción realizada en esas circunstancias selrá ineficaz en los
términos del art. 119 de dicha ley.
En cuanto a la representación legal o convencional para transigir por otro,
requiere el otorgamieilto de un poder especial para tal fin n de un poder general
en que conste la facultad del mandatario de hacerlo sobre todos los derechos
del mandante, aunque sin determinación particular concreta respecto de estos
5 6. Forma de la transacción
Según el art. 1643, CCyCN,
"La transacciún debe hacerse por escrito. Si recae sobre derechos litigiosos sólo es
eficaz a partir de la presentación del instrumento firmado por los interesados ante el
juez en que tramita la causa. Mientras el instruinento iio sea presentado, las partes
pueden desistir de ella':
El principio general es que la transacción no está sujeta a formalidades para
su existencia por lo que las partes puede elegir libremente laque mejor se adecue
a sus intereses, por instrumento público o privado. Pero a los fines de su prueba,
se regirá por las normas referidas a los contratos.
Este principio general reconoce excepciones de importancia en las que debe
observarse una forma determinada. Ngunas estaban ya consagradas en el Códi-
go Civil derogado y otras surgen del Derecho administrativo o del trabajo.
g 7. Caracteres
En virtud de la naturaleza contractual de la tiansacción, sus caracteres son:
7.3.Indivisible
Las cláusulas de la transacción deben ser aplicadas de manera indivisible;
la nulidad de una de sus cláusulas, como regla, provoca la nulidad de toda la
(106) PrzmnO, RAMON D. - VALI.ESPINOS, CARLOS G . , Instituciones..., cit., r. 3, p. 604. y CNCiv., sala
C, 8-11-3988, JA 1989-11-524.Zannoni explica que la presentación al expediente constituye un requi-
sito de eficacia de cardcter eMrinsec0 al negOcio en sí -Laren% dice que estájiuera del negocio juti-
dico- pero hace a la perfección del acto. Hasta dicha agxegación. el acto es regular pero irlcornpleio,
tiene una ineficacia peiidieitieque piodiiciid siis efectos propios ciiaiido se ci!mpla el reqcisito de en-
cacia del que todcvia carece. Z,nvnoni, Eniinn»o A,,en coiaboiación can Lúpez CABAWA, liOBERTU,
en BeLi.uscio, AUGUSTO C. - ZANNONI, EDUARDO R., Código..., cit., t. 3, P. 717.
536 NOIIMA O. SII.VESTRE (IJIIIECTOKA)
I ~ O ~ ) Z A N N OEDUARDO
NI, A. encolaboraciún ~ ~ ~ L ~ P ~ Z C A Roberto.
B A N AenBcLLuscro.Anr,iis~o
.
jUei no tiene por qué decidir sobre qu6 es lo iniportante.de la transaccihri, costeniendo Is indiiisibi-
lidad.
(108) WIEIIZBA, SANDRA M.. Manlmi de ohligrrcioncs civileiy co»iercinIcs, scggn el r~ueuoC6digo
.
zuily Lo?ncrciuldela Nacwn, Abeledo-Perrot. Bs. As., 2015 p. 163.
g 8. Efectos
Se han identificado los siguientes efectos de la transacción: la fuerza obliga-
toria, el efecto extintivo, su carácter generalmente declarativo y excepcionalmen-
te constitutivo de delechos y la fuerza de cosa juzgada. Veamos, seguidamente,
cada uno de ellos.
i RAMÓMV. - VALI.ESPINOS.
ilO9l PIZAARRO, G., I ~ ~ l i L u ~ i...,
CARLOS o ncit.,
e ~ t. 3, P. 628. Estos autores,
. "
seria incompauhle con el electo de cosa~mgadaderivado de la hoi11ologac16.i~udicial.en el caso de
. .
miiehie y vaii a &¡o. ¡ucgo iransan d i la sigui&ntéfoima:"E? reconoce a "X el dominio ex$lusivo
538 N O R M A O SLLVESTRF(DiRFCTOIIA)
transmitente del nuevo bien, sin que se pueda hacer revivir la obligación extiii-
guida por la transacción.
ritaria, preiiere jusiiíicar esta entrega de bien difetentécomo compensuciói~o r&ibucidn por
La transacciún.
(111)PIZARRO, KAMÚN D. - VALLESPINOS, CARLOS G., Instiluciones..., cit., t. 3, p. 623.
(112) P I Z A R RR~~, M Ú ND. - VALLESPINOS, CARLOSG., Instilucionesl.., cit., 1. 3, p. 626. I,a defensa
o excepción procesal de transacci6n requiere, al igual quc la de cosa juzgada, identidad de objeto
--controversia sobre ios mismos derechos y obligaciones que fueronobjeto de la riansacciún- ideii-
tidad de personas -!m sujetos de la transacción o sus sucesores- y debe mediar identidad de Causa
-1ieclio jurídico que dio nacimiento al derecha transario--, lo que no sucede si una de Inspartesde
la tinns<icciÚnadqiziriere un nuevo dereclzo sobre la cosa ieconocida o renunciada a favor de ia oua
paite en la transacción (ait. 856, Código Civil derogado).
ción de sentencias y para su ejecución se requiere un trámite de conocimiento,
salvo que se trate de un instrumento que lleve aparejada ejecución("").
La norm* del art. 1642 resulta coherente con la modificación producida al
art. 500 del CPCCN por el art. 56 de la ley 26.589 del año 2010, que incluyó dentro
de los títulos ejecutables por el procedimiento de ejecución de sentencias a los
acuerdos instriimentados en actas suscriptas por mediadores, con la certifica-
ción de su firma, salvo el supuesto en que se hayan controvertido derechos de
menores e incapaces, en cuyo caso se exige la homologación judicial.
--
(1 13) HDnRrKA, M ~ n i s n- C n i i n ~ ~Gus.r.vo
~o, - Picxsso, SEBASTIÁN ( d i ~ ~ Código .), Ciuiiy Conleli
cinlde la Nacidn cornrntrrdo. Infojis 2015 ? 4, p. 339.
(114) Pizn~no, RAm6iu D. - VAL.LESPINOS, C,IRI.OS G., I n ~ t i l r ~ ~ i..., e s 1. 3, p. 632, COL]cita de
~ ncit.,
S Bomr Roccerlo, Luis M
540 N O R M A O. SILVESTRE ( D I R C C T O M )
J) PRESCRIPCI~NLIBERATORIA O EXTINTIVA
excepciones legalmente vrcvistas (arts. 11987 1199. CCvCNJ: liav derechos riue no aueden tener más
otro 1ado;más alláde unadefinición tdcncca, lanoción aeneralizada es clara y sus efectospuedenscr
9 4. Requisitos
a) El transcurso del tiempo establecido por la ley (elemento objetivo): el le-
gislador fija el plazo durante el cual la inactividad de las partes, provocará la ex-
iinción de la obligación, lo que varía según el tipo de acción de que se trate.
b) Inactividad tanto del acreedor como del deudor (elemento subjetivo): la
inacción del acreedor('" significa que éste no ejerza contra el deudor las accio-
nes de ejecución que le confiere cii derecho de crédito, dentro del plazo que es-
tablece la ley. Pero igualmente es necesariala inactividad del deudor, pues si éste
reconoce la deuda, el plazo de la prescripción se habrá interrumpido y comenza-
do a correr nuevamente a partir del reconocimiento. El reconocimiento de deuda
constituye en nuestro sistema un acto interruptivo de la prescripción, que emana
unilateralmente del propio obligado(123).
c) Que se trate de derechos y acciones prescriptibles. El principio general,
coherente con el fundanlento del instituto, es que toda acción es prescriptible,
salvo que la ley disponga lo contrario. Excepcionalmente existen derechos y ac-
ciones imprescriptibles, Las que son inmunes al transcurso del tiempo, es decir,
jamás prescriben.
posibilidad de replantear sine die, créditos que pudieron haberse extinguido por
cualquier otro medio legal, y cuyos títulos se han perdido.
<e
g 6 . Caracteres
a) Fuente legal: sólo la ley regula las cuestiones atinentes a los requisitos, pla-
zos y efectos de la prescripción[L28), resultando ajena a la potestad de creación
normativa de los sujetos.
b) De naturaleza sustancial o defondo: atento su naturaleza de defensa de
fondo o sustancial, tradicionalmente en nuestro sistema la competencia para
legislar en materia de prescripción ha sido considerada materia reservada al
Congreso de la Nación de conformidad con lo dispuesto por el art. 75 inc. 12 de
la C.N., careciendo las legislaturas provinciales de facultades para regular el
tema por constituir una facultad delegada(L29). La Comisión redactora del An-
teproyecto 2012, en los Fundamentos destacó la importancia de brindar una
solución armónica sobre el tema para todo el ámbito Nacional. No obstante, el
criterio expuesto registraba grarides controversias en doctrina, y jurispruden-
cia(130)en torno a si la facultad no delegada por las Provincias al Gobierno Na-
cional de establecer sus impuestos, incluía o no la de fijar la prescripción de los
aludidos tributos, en razón de lo dispuesto en el referido art. 75 inc. 12 de la C.N.
La Comisión Bicameral que revisó el Proyecto elevado por el PE, incorporó
en el art. 2532, una norma que habilita expresamente a las legislaciones locales
a regular los plazos de prescripción en materia de tributos locales. De tal modo,
se pone fin a la controversia a favor de la postura publicista que sostiene que
las provincias no han delegado las potestades tributarias y que en virtud de ello
pueden establecer los plazos de prescripción de los tributos locales, incluso más
allá de lo normado por el Código de fondo, el que sólo se aplica alas obligaciones
entre particulares, y no a las obligaciones tributarias que deben regularse por el
derecho público (arts. 50y 121 de la C.N.). Se entiende que el art. 2532, CCyCN,
debe interpretarse en sentido estricto, esto es, sólo reierido a la facultad de las
legislaciones locales para regular el plazo de la prescripción liberatoria de los
'
tributos, pero no otras cuestiones tales como el comienzo del
sales de suspensión o interrupción.
c) De orden público e irrenunciable: por afectar el interés
cial, los plazos de prescripción no pueden ser convenidos por las partes, las que
no pueden ampliarlos ni abreviarlos a fin de que los mismos no sean burlados,
o bien se transforme en una cláusula de estilo en los contratos de adhesión la
renuncia a la prescripción futura. No se puede renunciar anticipadamente al de-
recho de invocar la prescripción futura, ni convenir la imprescriptibilidad de una
acción dete'rminada. Es lo que surge del art. 2533, CCyCN, en cuanto establece
S 7. Sujetos
Conformelo establece el art. 2534, CCyCN,
"La prescripcióti opera a favor y en contra de todas las personas, excepto disposiciú~i
legal en contrario. Los acreedores y cualqiiier interesado pueden oponer ia prescrip-
ción, aunque el obligado... iio la iilvoque o renuncie'!
--
(131) I'ARSLLAUA, CAIILOS,"Elart.3964, C6d. Civil: prohibición de iaaclividadoficiosa del jilcz y el
iurn n0uitcurict:eii Idefwircm,1s. 4/5, p. 161.
(132) UclanEs, ALBERTO l., "Objeto dei negocio jurídicr)..: cit., p. 37.
(133) Roiinüilc~, JUAN CARLOS,"Prescii~ci6n ...': cil.
:. 1 l . t . , l . :1 ic i 2, I lI.:ii, Ir.,. ,,.k. 11,. u l , , : ? . ~ . , : c.,
~,~ ,p<r,m<, 1;~~lt..
' 1; . ' : ! \ 1. . : . l ! , l . 1 ' 1 ,,
:!.: .< ,,.L,, !,],, ,,,
, .
. l 3' >: : ..:...' ..,. , ...,.., \:,c.),:,, ,<Y, ,,<,:,,<,..:,,.,,
,)>,.,,# : , , < f , , t 2 , > l < \ , , l ~
La prescripción corre sin distinciones a favor y en contra de todas las perso-
S, sean de existencia visible o ideal, sean éstas, de derecho público o privado.
mbién coma contra los incapaces que tuvieren representantes legales. Cuando
arecieren de representación, se aplicará lo dispuesto por el art. 2550, CCyCN.
r ello, puede ser invocada libremente por todo sujeto a quien beneficie y debe
soportada por todo aquel a quien perjudique(135).Esto es una consecuencia
el carácter de orden público de la institución.
Pueden asimismo los acreedores por medio de la acción subrogatoria, opo-
es la prescripción que su deudor no opone ante el reclamo de otros acreedores,
a los fines de conservar el patrimonio del deudor como garantía de sus créditos.
8. Objeto de la prescripción
El principio general es que todas las acciones son prescriptibles. Sin embar-
o, dicha regla reconoce variadas excepciones previstas por la ley o la jurispru-
ncia. El CCyCN en su art. art. 2536 innova al establecer en forma expresa dicho
ipio, disponiendo que
a prescripción puede ser invocada en todos los
tos expresamenteprevistos por la ley".
De tal modo, se mantiene el principio gene
'ca legislativa que en el Código Civil derogado, no existe
1viejo art. 4019, que pretenda enumerar en forma expresa
rescriptibles. De tal modo, se evitan discusiones acerca del
de la enumeración y el riesgo de incurrir en
upuestos. Rajo esta categoría, a lo largo del a
aii numerosas normas eii las que se establece 1
cbos y acciones. Las mismas son ajenas en genera
y pertenecen al ámbito de los derechos personalísimos, reales o de
mos entre algunas de ellas a las siguientes:
a) las acciones reales (reivindicatoria, negatoria, confesoria
de) art. 2247, CQCN;
b) la acción para reclamar una servidumbre forzosa, sea de tránsi
ducto (art. 2166, CCyCN);
c ) acción de petición de herencia (art. 2311, CCyCN);
d) la acción de división del condominio excepto
visión (arts. 1996y 1997);
e) la acción de partición de herencia (art. 2368, CCyCN);
f) la acción para readquirir la medianería (art. 2030, CCyCN);
g) la acción para pedir se arranque un árbol o arbusto que causa perjuicio
(art. 2035, CCyCN);
h) las acciones de estado de familia (art. 712);
i) la acción de reconocimiento e impugnación de filiación (arts. 576 y 593);
(140) CS, 23/5/2006. "Torrorelii, Mario NicoiAs C. Pcia. de Rs. As., y otros': RCyS2006-VII-28,LALEY
13/7/2006,p. 5. SCBA, 20/4/2005, "Chakcrs Sociedad de Heclio y/" otros c. Muiiicipalidad de Nueve
de iulio': I.LBA 2006 (febrero), 20. CS, 15/7/1997, "Constructora Rarcale SA c. Uco. Cenrral: M LEY
1997-E 344 - DI 1998-1.407.CS, 15/7/1997,"Larroude, María A. y otros C. Estado Nacional: 1.A LEY
1998-A, 413 - DI 1998-2,539.CS. 26/5/1985, "Hariiel, SA Iusn A. y orros c. I'cia. de Córdoba y otras';
LLC 1986,514 - CS, Fallos: 307:7ii - ED 115,167 - JA 985-i\< 468. CS, 30/9/2003,"Vicente, Adriana E.
c. Pcia. de Us. As., y otros': Siip. Esp. Intereses 2004 (julio), 144 - LA LEY 2004.8, 336 - DJ2004-1, 417.
CS, 27/1011994, "Sociedad Cooperativa Transporte !\uiornotoi Litoral Lrda. c. Pcia. de Bs. As., y otros':
LA LEY Online. CS, 8/9/1987. "Santa Clara, SCA c. Pcia. de 8s. As!: 1.. LEY 1988-A, 563 .CS, Palios
310.1774.
9.3. Alteraciones del curso de la prescripción
El curso @ela prescripción puede resultar alterado por la presencia de causas
que lo suspenden o paralizan, o por acaecer actos que lo interrumpen y aniquilan
el lapso de la prescripción corrida('").
9.3.1. Suspensión
1 a) Concepto yfundarnento
Es la paralización o detención del curso de la prescripción en virtud de una
causa legal concomitante o sobreviniente a su inicio. Cesada la causal suspen-
siva, se reanuda el curso de ia prescripción, computáudose el período anterior
no se pierde. Si la causal suspensiva resulta contemporánea o concomi-
e a su nacimiento, de hecho impedirá que principie su curso, y no habrá en
este caso que sumar ningún lapso anterior('"'). De allí que la suspensión de la
prescripción provoque la inutilización del lapso d
(145) CAZEAUX, PEDI<ON. - TRI<;OREPRESAS, PÉLIX A,, Derecho...,cit., t. 2, p. 480; Lópaz HERRERA.
E., Tralado...,cit., p. 174; PIZARRO, R A M ~ ND. - VALLESPINOS. Imlitucioncs...,cit.,t. 3, p. 735.
(148) CAZEAUXPEDRO-N. - TRIGOREPRESAS, FÉLIxA., Derecho.., cit., t. 2, D.480.
11471
. . CAZEA~IX, PEDRON. -TRIGORBPRESAS,
! 18 1 1 <ir1i<illii;i.ii~L -t..:iiii
F~LIxA., Derecho.... cit.. 1.2.D. 4.59.
1i.iti Ir! 1- - 1 1 i n i tl.:i.,i<1.i1 . . i Ik. 1.'
.
, 5 5 . q 1 1 < ~ i ? c. jk;!o
,3cii.l\c> iki c >ii*riliiciGi! iii
;i <ti-i drii ii: ili-.i.,.t.l.i , i . !< i i i i : ~.iiili~'iii.., .I.ir;$i.li ii!i .ii,ii ii i I
i!iiiit
menor plazo Qiie. ~. u d i e r ecoriesvondei a la acciún Pue criticada ooi la doctrina por . orovocar
. una
desarmknia con el principio de ia mora exre incorporado i o r la ley 1?.711al ari. 509, y con-
forme al cual CII las obligaciones a plazo la interpelación para constiti>iren mora al deudor era ex-
cepcional; asimismo iiie criticado pues a pesar de referirse a la susoeiisiún, la norma estaba ubicada
incoirectainenre en el Cap. 11, ~ec.-3*~ibi-k1V referido a iiireriupción de ia prescripción.
El CCyCN deja en claro que la causal suspensiva contemplada legalmente
debe consistic,gn el requerimiento o interpelaciónfehaciente del pago de la deuda
por ejemplo: por telegrama colacionado, carta documento o acta notarial. Asi-
mismo, se establecen límites muy claros y precisos a esta facultad:
a) Sólo produce efectos suspensivos por seis meses o en su caso, por el plazo
que corresponda a la prescripción de la acción que se pretende suspender,
si resulta menor.
b) Sólo puede realizarse una única vez, a los fines de impedir que por reitera-
ción del mecanismo se dilaten los plazos de prescripción.
(149)AnE~N.B., en BiiBnns, ArBEmo J. - I-IIGHTON, ELENA L, Cddigo..., cit., T. 6-B, ps. 6701672.
(150) Eii 2002 laley 25,661modificó el art. 29 de laley 24.573 estableciendo qiie lamediaciónsus-
pendía el plazo de la prescripción liberatoria en los tdrminos y con los efectos previstos en el segun-
do oárrafo del arr. 3986. del Cód. Civil. En la mediación oficial la susuensiún se merabu desde s u e el
i
.
rrilsiiiiiiitr. fi,riix.,li,;ii>.i . t i I I ~ . T < : , I , " : ~ . > ~ I 1,)
"[,?,.?tl., :t ,,Ir,, l,,.i<,,!, ,,~,,,,,.l,,l,,,l.,, ., ,,,<
C III,.\:I ~c>111.r.~l i ~Ii W
civ ~ > ~ > i ~ l LIL < iPl T ~~I I I C : o
:cit.>< l.,,, l,,.~.~,l',, \ e , >..>p<,><!l,3
triimcnto auténiico mediante el cual se mteiitaba noriiicar fehacientemenre al requerido la audien-
< l < ~ . l .!:.
. rris~<>!
,>
: I V L I > , %,Id
l~li~
cia de mcdiaciún y operaba sólo contra quién iba dirigido. Liiego, la ley 26.589 sancionada en 2010
modificó a la ley de mediación estableciendo en ei ait. 18 lo siguiente "1.a mediación suspende el
plazo de la prescripción y do la caducidad en los siguientes casos: a) En la mediación por acuerdo de
Dartes. dcsde la fecha de imoosición del medio fehaciente de notificación de la orimera audiencia al
diencia ai requerido o desde la celebración de la misma, lo que ocurra primero. En los dos primeros
Supuestos, la siispensión operaba contra todas las partes. En el caso del inciso c) únicamellte contra
aquel a qiiieii se dirige la notificación. En todos los casos, el plazo de prescripci6ii y de caducidad, se
reanudaba aparrir de los 20 días coiibdos desde el moinonro qiie elactade cierre delprocedim$enio
de mediación prejiidicial obligatoria se criciieiitre a disposición de las partes':
En los juicios laborales en jurisdicción nacional la presentación ante el Ser-
vicio de Conciliación Laboral Obligatoria (SRCLO), tiene efectos suspensivosque
le asigna la iey 24.635, pero sólo por seis meses, aunque la conciliación dure me-
nos tiempo('51).
(151) CNTrab., en pleno, 6/6/2006, "Martinez, Alberto c. IP ' IPF S.4: sentó doctrina obligatoria para
!os jueces del fuero laboral en el sentido de que la citaciún para el tramite coiiciliatorio ante el SE-
CLO, no surte los efectos dela intcrpeiaci6n prevista cn cl arr. 3986, del Cód. Civii, y que suspended
cdinputo de piazo de prescripción de las acciones judiciales por seis meses, aunque el frániitc admi-
nistrativo demoreinenos tiempo.
(152) AREAN, B., en BUZRES, ALBERTO J. - HIGNTON, ~LENAI., C6digu..., Cit., 1: 6-B, p. 641.
(153)I.~PEZ HERRERiI, E., Tratado...,cil., p. 180;ARSAN, B., en B u e ~ e sALBEKTO
, J. - HIGNTON, ESE-
NA l., Coldigo..., cit., t. 6-B, Ps.643; PIZARRO, N - VALI,ECPINOS,
R A M ~D. CARLOS G., Imtiniciones.... cit.,
t. 3, p. 705.
la sentencia de divorcio declarado judicialmente('"). Tampoco se suspende
prescripció~,en los supuestos de nulidacl del matrimonio pero únicamente
specto del cónyuge de buena fe dado que para el de buena fe el matrimonio
rodiice todos los efectos del matrimonio válido hasta el día de la sentencia que
eclare la nulidad (art. 429, CCyCN)('").
Por iguales fundamentos, y actiializando la terminología y alcance de sus
ormas, el CCyCN asigna efectos suspensivos a las uniones convivenciales mieil-
as dure la convivencia. La doctrina se plantea si en tal caso la suspensión co-
enzará desde el inicio de la convivencia o si, como pareciera surgir del art. 510
c. e) del CCyCN, lo hará a partir de los dos años del inicio de la misma.
deudas y legados de la sucesión sólo hasta la concurreiicia del valor de los bienes
hereditarios recibidos (art. 2317, CCyCN), impidiendo que los créditos que el he-
redero aceptante tenga contra la sucesión se extingan por confusión. Además, el
heredero es administrador de la herencia y, por esa razón está obligado a contes-
tar las demandas que se formulen contra ella teniendo la obligación de realizar
todos los actos conservatorios en relación con los bienes de la herencia, entre los
que están los de interrumpir la prescripción.
La norma tiende a evitar que el heredero -para interriiinpir la prescrip-
ción- se vea forzado a accionar contra una sucesión de la cual es administrador,
teniendo que demandarse a símismo. Si nolo hiciese, no podrá invocar su propia
torpeza incurriendo en adininistración culpable si perjudicase los intereses he-
reditarios. Inversamente, tampoco podrá invocar a su favor la prescripción que
?e hubiese cumplido en perjuicio de la sucesión que administra. Se entiende que
la suspensión comienza desde el fallecimiento del causante.
d) Efectos de la suspensión
Conforme el art. 2539, CCyCN, el efecto de la suspensión es que
'!..detiene el curso de la prescripción por el lapso que dura, pero aprovecha el tiempo
transcurrido hasta que ella comenzó'!
a) Conceptoyfundamento
Tiene lugar cuando erivirnid de una causa legal, se
transcurrido hasta el momento del hecho o acto que la genera, comenzando a
correr nuevamente cl plazo a partir de la cesación de la causal iilterruptiva. Así lo
establece el art. 2544, CCyCN, al decir
"El efecto de la interrupci6n de la prestación es tener por no sucedido el lapso que la
precede e iniciar un nuevo plazo'!
A diferencia de la suspensión, que como vimos supone la paralización del
curso de la prescripción mientras dura la causal suspensiva, la interrupción tiene
efectos más radicales, porque aniquila el término transcurrido y la prescripción
comienza a correr de nuevo, desde la causal interruptiva(IG0). La interrupción se
sustenta en una acliuidad de las partes, que demuestra de manera inequívoca la
voluntad de mantener viva la relación obligat~rial'~').
b) Causales interruptiuas de la prescripción
El curso de la prescripción puede interrumpirse por actividad del acreedor,
del propio deudor, o de ambos conjuntamente.
b).I. Interrupcibn por actividad del deudor
Conforme el art. 2545, CCyChr
"El curso de la prescripción se interrumpe por el reconocimiento que el deudor efec-
túa del derecho de aquel contra quien prescribe'!
1031; CNTrab., sala 1,30/8/1985, D'i' 1985-B. 1607. Se I i a adniitido ci carácter iiiterruptivo de la ac-
CiSn dirigida contra un tercero, cuando ha mediado u n error de hccho excusable (CNCiv.. sala A,
30!8/1984, LA LEY 1985-B, 577). y cuando el error ha sido provocado por el propio deudor.
(169) CNCiv., en pleno, "Bernardino Rivadavia Coop. de Seguros Ltda. c. 'Iosunian, Carlos':
9/28/1976, LA LEY 1976-D. 298; y CS 12!10/76, iA 1977-1.560 En contra de esta postura, por tratarse
IJn supuesto controvertido en doctrina y jiirisprudencia es el de las recla-
maciones administrativas, ya que se ha discutido si las mismas pueden ser asi-
miladas a una "demanda'; y por lo mismo asignarles eficacia interruptiva. Tanto
el art. 2546, CCyCN. como el viejo art. 3986, Código Civil derogado hablan de
dcmanda o petición judicial, de allí que los reclamos o gestiones de cobro extra-
judiciales caiezcan de virtualidad interiuptiva, salvo disposición legal expresa eii
coillra~io('~~).
El Anteproyecto 2012 incorporaba en el ait. 2548 al reclamo admi-
nistrativo con~ocausal interruptiva, pero la misma fue finalmente eliininada del
texto por el Poder Ejecutivo('").
la prescripción de una institución de derecho sustancial, PIZARRO,~ M < > D.N - \IALLESPINOS, CNII.OS
G., Inslihiciones...,cit., t. 3, p. 724, ysus citas.
(170) CS, 612712002, "Robledo de Pacini, María J. c. Provincia de Buenos Aiies': dispuso que
':..La preserrtación administrativa ekctuada ante el Miiiislerio de Obras y Servicios Públicos de la
Provincia de Buenos Aires a raíz de los daños sufridos en uii accideiite ferroviario no interrurnlie el
c) Efectos de la interrupción
Conforme el art. 2544, CCyCN,
"El efecto de la interrupción de la prescripción es tener por no sucedido el lapso que
la precede e iniciar un nuevo plazo':
La prescripción produce dos efectos primordiales: uno mira hacia el pasado,
y consiste en aniquilar o reducir a la nada la prescripción hasta entonces en cur-
so; el o e o se dirige al futuro, por constituir la causal interruptiva punto de partida
para un nuevo periodo de prescripción, en virtud de la inacción del titular del
derecho['77).
(175) Piz~nao,
KAMON D. - VALLESPINOS. CARLOSG., In~tiluciones..., cit., t. 3, p. 731.
(176) Pri~pno, N - VALLESPINOS,
R A M ~ D. CARLOSG.,Inslitucioncs ...,cit., t. 3.17. 731.
1177) CAZEAUX,PEDRON. - TRIGOREPRESAS,F ~ L XA,,
X Ue~ccho .., cit., t. 2, ps. 506.
OTROS MODOS U L CXTINCION 561
(178) R ~ R A G I N AJUAN
, CARLOS,"Prescripción ...' cit., p. 1161.
(179) LÓPEz HERRERA, E., Tratado..., cit., p. 319. PIZARRO, - D. VALT.OSPINOS,
KAM~M CARLOS G.,
Instiluciones ...,cit., t. 3, p. 736.
562 N O I W A O SIIVLITRL (DIRECTORA)
res, 1976, quien senala quoel aforismosignifica: '!..que el tribunal 110 se haya atado por errores o las
omisiones de las nartcr. v. aue en la bfisoueda del deieclio todos los caminos se hallan ahiervos a él...':
1 ,,,,.,, l
,
., ! , l l . 1! \ l . , , 1 , 1 c . 1 3 \ l. i:i
p , 1 , 8 , , , 1.1 ! ! . I l i 1 1 1 :1l . 1 1 c i l . 1 L.
. . l . .1 1 1 ; l l i . J 6 iil. 1 A 11% íI 1 : l . >
al invocado, estaría a l t e r a n d o l o s t é r m i n o s de l a litis en perjuicio del actor, q u e -
d a n d o é s t e en un v e r d a d e r o e s t a d o de indefensión.
(188) El art. 3962, Cód. Civil en si>redacción orlainaria. aermitia ovonerla en - ciialouier instancia
y estado del juicio, antes de que la sentencia pasara eii autoridad de casa juzgada. De extrema flexi-
bilidad, la norma perinitia oponer ia prescripción al alegar o al fundar la apelación, lo que resultaba
inconvenielite por resultar un estado muy avanzado del proceso. El texto fue modificado por la ley
17.711, aue vino a estabiecer oue debia ononerse alconleslar la demanda o en la srimera ~ireseilta-
riesco do semiir un larm iiuicio. con todos los castos consiauientes. oara encontrarse de nronto. cuan-
cía a ia"pr1mera presentación en juicio". expresión cene16 distintas interaretaciones. Unos sostenían
<l?i),.l <,;,ojr<'r5? > O l < > < , t ,l., pr,,,,c,., ~ ~ C , C ~ , , ~ , Z < , < , , :,UrK].k,
,, c<>2#,]>:%le,icr" .,,,lo< ,lc rc,!,t,~:,,tr l., ~l?,,,:<l,-
<l.> I X U <'jerg~pl,,l>:.iic ,..l., iii1ii.I. ii .t?-li~ii,l..iri,.. inieJiil.3 ~ : > i i r < l .i~i rri l i i i d i ~ , i i J < ii , p i i i < . r l ; i 1iii.s~ I,or
pip.iiiiiii.c rli re,111!1.~,$. I)i.i>.t ] I I I \ : U < ~ $ 111, : ~ t l ~ j i iCII d .CI~ ?.11I.>1'1 > ~ l , s r . <(.Y(':
, cIi.I : 1.1 1.1 -0 1'1111-
iii~l'liianvda. de Katcherian ~a&nirac. CSFluh~rw.Enrisuet. slcobra". 1-A LEY 1976-B. 285. Otros.
/ > i ~ l , l l l t l , l l l <,/,(1ielli1/,,,,t.i v i ,tllJ,i,PI,I~> ,IP I i , , t : c t . i :i, t l i ! l l :,..l.! <tL.ll.ll,<- I:.i.t,l ll , l . />l:*i,!l.:,l.lll<li
,,,,l.:rl,,r<~L >l l..,, O,,l~..\..l>.$l<.\lc,: ,,,,,,,'>< P <.,,,,,<l<.r.,,,., 1,Nt ...,,, l., \LA <!<-,'.:l,,l (l,,, , 1,,,,,.,.<.<..,,.,:,~,\
PEDIXO N.-TRIGO¡<SPRESAS, FÉI-LxA., Derecho...,cit., 1.2, 11. 515: PIZARRO. R A M ~ ND. - VAI~ESPINOS,
o la reconvencióny respecto del rebelde sólo podía hacerlo con posterioridad siempre qiie justifique
haher incurrido en rebeldía Dor causas oue no havan ectadoasuaicance suonrar En los casas enuue ~~~
12.2.1. Principio general: los plazos en curso se rigen por la ley anterior
De tal manera corresponde diferenciar:
Excepción: que la nueva ley acorte('"k1 plazo de prescripción con relación
a la ley anterioc en cuyo caso rige el plazo nuevo más breve desde la entrada en
vigencia nuevaley que comenzó el 118115.
Excepción a la excepción: que, en el caso concreto, el plazo fijado por la ley
anterior venza primero, en cuyo se mantiene el plazo anterior.
(190) Queda en claro que si la nueva ley alarga el plazo o io mantiene. sigue rigiendo el principio
general; es decir, se aplica el plazo de la ley anterior
-568 NORMA O SILVESTRT(DiRtCTORA)
digos de procedimientos son por ejemplo: el plazo para contestar demanda, para
interponer excepciories, para apelar, etcétera).
Citamos% modo de ejemplo algunos de los supuestos de caducidad previstos
por el CCyCN;
1) En el caso de la entrega de cosas muebles cerradas o bajo cubierta, si el acree-
dor no la inspecciona al tiempo de la tradición, hay un plazo de caducidad de
tres días para reclamar por defectos de cantidad, calidad o vicios aparentes
(art. 748, CCyCN).
2) La acción de impugnación de la filiación de los hijos nacidos durante el ma-
trimonio, por parte del o de la cónyuge de quien da a luz, salvo el caso del
hijo que la puede ejercer en todo tiempo, caduca si transcurre uii año desde
la inscripción del nacimiento o desde que se tuvo conocimiento de que el
niño no podía ser hijo de quien la ley lo presume (art. 589, CCyCN).
3) El plazo de 6 meses para interponer una acción cuyo término de prescripción
ha sido dispensados (art. 2550, CCyCN).
4) Para que sea aplicable la iesponsabilidad prevista en los arrs. 1273 y 1274
para los casos de obra en iuina o impiopia para su destino, el daño debe pro-
ducirse deniro de los diez años de aceptada la obra.
(194) Calvo Costa cita como ejemplo el art. 16 de la ley 24.240. CF. CALVO COSTA,
CARLOS(dir,),
C6digo Civil y Comercial de la A'acldn, comentado concordado y comparado con !os Cddigvs Ciuil de
Vélez Sarsfieidyde Comercio, t. 3, p. 781. La Ley, Due,iosAires, 2015.
WROS MODOS DE E X T I N C I ~ N 571
Ello evidencia que se trata de institutos diferentes. Puede, según el caso existir
estos en los que la caducidad opere sin que simultáneamente corra un plazo
escrip&n, pero también existirán supuestos en que caducidad y prescrip-
funcionen de manera simultánea o sucesiva. Se cita como ejemplo el caso
de la caducidad de las garantías contractuales, en cuyo caso el hecho impeditivo
(exteriorización del defecto oculto, ocurrencia de la ruina) no obsta al curso de la
prescripción, sino que supone el inicio del cómputo de dicho plazo('33).
5 3. Plan de estudio
Estudiaremos con mayor profundidad aquellas clases de obligaciones suje-
tas a un régimen propio, dejando de lado a las categorías que, tal como ocurre
con las obligaciones civiles o las puras y simples, quedan sujetas a los princi
generales.
4. Criterios de clasificación
Conforme a lo expuesto, los criterios de clasificación de las obligaciones o-
man en cuenta sus diversos elementos, las características que estos presentan,
la fuente de la que proceden, o la iricidencia del tiempo en la producción de sus
efectos, todo lo cual permite agruparlas de modos diversos. En el siguiente cua-
dro exponemos de modo sinrético las clasificacionesmás importantes, que ser
objeto de desarrollo a lo largo del presente capítulo.
A) En cuanto a1 Vínculo jurídico.
1) Por su naiusaleza.:
a) Civiles.
b) Naturales -ahora convertidas en deberes morales (art. 728, CCyCN).
2) Por su autonomía o interdependencia:
a) autónomas o de vínculo singular.
b) conexas o interdependientes.
b.1) conexas por reciprocidad.
h.?) conexas por accesoriedad.
b.2.1) priiicipales.
b.2.2) accesorias.
3) Por la presencia de modalidades:
a) obligaciones puras y simples.
b) obligaciones modales.
b.1) condicionales.
b.2) a plazo.
*<
b.3) con Cargo.
En cuanto al objeto o prestación.
1) Por su naturaleza:
a) De dar:
a.1) Según el grado de determinación del objeto.
a.1.l) de das cosas ciertas.
a.l.2) de género.
a.1.3) de dar sumas de dinero (y de valor).
a.2) Según la finalidad económica jurídica perseguida.
a.2.1) para transmitir o constituir un derecho real.
a.2.2) para restituir al dueiio.
a.2.3) para trasmitir el uso.
a.2.4) pasa transferir la tenencia de la cosa.
b) De hacer.
c) De no hacer.
2) Por el grado de determinación inicial del objeto:
a) obligaciones de prestación determinada.
a.1) obligaciones de dar cosas ciertas.
a.2) obligaciones de hacer.
a.3) obligaciones de no hacer.
b) obligaciones de prestación transitoriamente indeterminada.
b.1) obligaciones facultativas.
b.2) alternativas.
b.3) de género.
b.5) de dar sumas de dinero (y de valor).
3) Por su complejidad:
a) objeto simple o singular.
b) objeto múltiple o complejo:
b.1) conjunto.
'0.2) disyunto.
b.2.1) alternativas.
b.2.2) facultativas.
4) Por la ínrlole del inreids coinprornetido:
1) obligaciones de medios.
2) obligaciones de resultado.
5) Por el cnrdcler del comportamiento del deudor:
1) positivas.
a) obligaciones de dax
b) obligaciones de hacer.
2) negativas o de no hacer.
6) Por la aptitud para serfraccionado:
1) obligaciones divisibles.
2) obligaciones iildivisibles.
a) propias.
b) impropias.
C) En cuanto a lo8 sujetos:
1 ) obligaciones de sujeto singular.
2) obligaciones de sujeto plural:
a) obligaciones de pluralidad disyunta.
b) obligaciones de pluralidad conjunta.
b.1) pluralidad conjiinta activa y/o pasiva.
b.l.1) simplemente nlancomunadas (de objeto divisiule o
indivisible).
b.l.2) solidarias (de objeto divisible o indivisible).
b.2) pluralidad conjunta pasiva.
Obligaciones concurrentes.
D) En cuanto a fa causa fuente.
I ) contractuales.
2) extracontractuales.
3) legales.
E) En cuanto a la incidencia del tiempo en sus efectos.
1) Respecto de la exigibilidud de Ia prestación:
a) de ejecución inmediata.
b) de ejecución diferida.
2) Rqsecto de la duración del acto de cumplimiento:
a) de ejecución instantánea.
b) de ejecución duradera.
b. 1) obligaciones coir:inuadas.
b.2) obligaciones de tracto sucesivo o periódicas.
X1
CAP~TULO
5 l. Nociones previas
Según la naturaleza del vínculo las obligaciones pueden clasificarse en obli-
ciones civiles y naturales. La clasificación toma en cuenta la eficacia de la pro-
ccion jurídica que le otorga el ordenamiento a su titular. mientras las civiles
confieren acción para exigir el cumplimiento, 1
ber sido suprimida por el CCyCN, la presente clas
al y sólo reviste actualmente carácter doctrinari
2. Noción histórica
Las obligaciones naturales reconocen sus orígenes en el derecho
onde surgieron como una creación pretoriana para mitigar el excesivo
smo del derecho quiritario, que en muchos cas
onía obstáculos al nacimiento de obligaciones civiles. Es común la referencia
omo ejemplos de obligaciones naturales en el derecho romano primitivo a las
contraídas por el esclavo, a los contratos concluidos entre personas sometidas a
un mismo poder familiar y también a los celebrados por quienes habían sufrido
una capitis dirninutio('1.
No existió en el derecho romano una teoría orgánica de esta institución sino
amente una casuística de los distintos supuestos en que se presentaban. Las
ligaciones naturales alcanzaron algún grado mayor de sistematización duran-
te el siglo XIII en L a partidas, que constituyen una de las fuentes principales
tenidas en cuenta por Vélez Sarsfield, quien las reguló expresamente en el Cód.
Civil derogado dedicándoles un título especial.
4.1. Teoriasafirmatorias
(3) AGOGLIA,MARTA,e11 BUERES, ALBERTO 1. - fiiGltToN, ELUNAl., Código..., cit.,t. 2-A,p. 189,ci-
tando a COLMO, A., Delusoblipcionesengeneral.., cit., p. 60.
(4) Se la define también como "doctrina clásica"o de "las obiigaciories ciuiies iinperíoctas" y, se-
gún Pizarro y Vallespinos goza de gran predicameilto en el derecho arpentino. Cí. I J i Z ~ a ~RAMÓN
o,
D. - VALI.ESPINOS, CARLOSG., Imtituciones...,cit., t. 1, p. 214,
(5) SALVAT, RAIMUNDO M., Trat@do de derecho civil argentina Obligacidnes en genoul, t. 1, 68 @d.,
actualizada con textos de doctrina. legislaci6n y jurisprudencia por Eiiriqiir V Gaiii, TEA, Buenos Ai-
res, 1952, p. 272.
U., Wdigo..., cit., 1.3,p. 347, nilm. 111, citando a Pacchiniii.
(6) Busso, EUUANDO
0BI.IGACIONES CIVILES Y NATUKALES 579
denamientos positivos, cierm reglas del pago u otras reglas propias yue, en a
iiipotesis, Ilrvaroi~a suponer que esa atribución es una especie de acto gratu
suma 1 2 aniplia y fructíferanociól? de vinculo jurídico no puede reducirse a la í
y anómala posibilidad de aducir ia irrepetibilidad del pagon(").
Siendo el vínculo compulsivo elemento esencial de las obligacioi~es,las d
nominadas naturales no merecen estrictainente ese rótulo.
Coincidimos por nuestra parte con la tesis negatoria, toda vez que el víncul
jurídico es el elemento m&simportante y que mejor caracteriza a la relación.
rídica obligacional, del ciial las obligaciones naturales carecen. Ello es cohete
con la postiira que sustentamos en cuanto a la naturaleza jurídica de la obli
ción desde la teoría de la deuda y la respoiicabilidad, conforme a la cual no s
admite la existencia de supuestos de responsabilidad sin deuda ni deuda sin re
ponsabilidad, por integrar ambos tramos de modo necesario e inescindible iae
tructura institucional de toda obligación. Sin acción, no puede existir obligació
Desde este punto de vista, una "obligacicin no obligatoria" en tanto no
ble, es no sólo una contradicción terminológica sino una verdadera paradoja.
decir de Giorgi y Carnelutti la llamada "obligación natural" resultaría un ex@añ
y absurdo ser juridico qiie cobra vida s61o al extinguirse por n~ediodel pago. An
tes del pago no puede ser exigida, y luego de extinguida resulta eficaz. No
no son obligaciones. sino tampoco deberes jurídicos por cuanto no pueden
lo en la medida en que para el ordenamiento jurídico pueden ser incumpli
impunemente. Su verdadera naturaleza es la de deberes morales, sociales o
conciencia cuya irrepetil~ilidadresponde a un fundamento ético, social o m
al que la ley considera una justa y legítima causa de atribución patrimonial.
Su cumplimiento no es pago, por cuanto no preexiste obligación. No se t
tampoco de un pago indebido, por cuanto la ley autoriza a retener lo reci
pero la causa de atribución que jusrifica la retención resulta asimismo difer
de la donación al no existir animus donandi.
5.1. Concepto
Eran definidas por el art. 515 cuyo texto establecía
"Las obligaciones son civiles n meramente naturales. Civiles son aquellas que dan
derecho a exigir su cumplimiento. Natiirales son las que, luiidadas sólo en el dere-
cho naiural y en la equida~i,no confieren acción para exigir su cumplimiento, pero
que cumplidas por el deudor, autorizan para retener lo que se ha dado por razón de
ellas...".
(11) BUFKES, ALBERTO l., Objeto del ....cit., p. 38, con apoyo de Prznnso, &MON D. - VALLESP~N~S,
Cnn1.o~G., I~*-iituciones...,cit., l. 1,p. 218, queernpiazan el tema como iiopropio<le is teoría geiieial
de !a$ obligaciones. sino de la teoría Seneral [le las atribuciones palrimoniaies. Coincide AGOGI.IA,
MARTA,en BUERES, AI.UER.~OJ. - iilGIil'o~, ELENAl., Código C i v i l j ~ i ~ o n nronzpIcr~ent~,rin~,
as aadirlisis
l. 2-A, Hamiiiiirabi, Buenos Aires, 2006, p. 189.
doctri~inrio:~ji!rispi.iideiiciiil,
Las obligaciones civiles configuraban la regla en la teoría general de la obli-
ación toda ygz que sólo ellas producíari la plenitud de los efectos jurídicos. Ve-
ficado el incumplimiento del deudor sólo las obligaciones civiles brindaban al
creedor la protección jurídica consistente en la facultad de poner en marcha
der de agresión patrimonial para obtener el cumplimiento forzado de la
ación.
Las obligaciones naturales, eran la excepción en la materia, y sólo producían
gunos efectos jurídicos limitados. Si bien no brindaban acción, le conferían al
reedor una justa causa para retener lo dado en razón de ellas, si es que el deu-
r las cumplía espontáneamente.
de obligaciones naturales
El art. 515, Código Civil derogado enumeraba de modo meramente enuncia-
vo algunos supuestos de obligaciones naturales. Entre dichos supuestos expre-
mente previstos, se incluían:
Inc. 2) las obligaciones extinguidas por prescripción: la inactividad del acree-
r de una obligación civil durante el plazo fijado por la ley para ejercer su dere-
o, determinaba la pérdida de la acción, desvaneciéndose la obligación civil y
ansformándose la misma en natural por el solo transcurso del tiempo.
Inc. 3) las prouenientes de actosjuridicos a los cuales les faltaran las solemni-
ades que la ley exigia para que produjeran efectos civiles, tales como la obligación
e pagar un legado dejado en un testamento al cual lefaltaban lasforrnas sustan-
cia1es:pese a exigirse cierta iorina bajo pena de nulidadpara lavalidez del acto, si
(12) LLAMB~AS, JORGE J,, Tratada dederecl~ocivil. Obligaciones l. 2-A, Periat, BuenosHires, 1975,,
- 16, citando a Parhiei R., Tratado de obligaciones, B~iigiiet,t. 2, números 1 y 197. Bl aiiror diferencia
ias "obiigaciones cR4ies o perfectas': ias "oliligncir,ni~sriaiu~ales"y ios deberes inoiales a los que de-
omina "obligaciones irnperfcclas': Ei autor coiiicide con Poihier pero disienlc con la terminología
orla emoicada rodavez airelas ohiinaciones iinoeriectas son ias naiiiiales y 110los debcrcs de cari-
dad, que nada tienen de jiiridico.
582 NORMA O. SILVESTRE (DIRECTORA)
un heredero cumplía con los términos del testainerito por razones de conciencia
se consideraba que estaba cumpliendo una obligación natural.
Inc. 4) las que no hubieran sido reconocidas en juicio por falta de prueba o
cuando el pleito se habia perdido por error o malicia de1,iuez: bastaba que una
sentencia injusta desconociera por cualquier motivo el derecho del acreedor,
para entender que el cu~nplimientoposterior de la obligación por parte del deu-
dor pese a ello, se fundaba en su deber de conciencia.
Inc. 5) las deudas dejuego: dejando de lada las provenientes de juegos tiite-
lados por el ordenamiento jurídico (loterías, rifas, quiniela etc.) que dan origen
a verdaderas obligaciones civiles, y descartando asimismo los juegos prohibidos
por disposiciones legales que no conceden acci6n por provenir de causa ilicita,
se entendían abarcadas por ese inciso las provenientes de juegos no prohibidos
o tolerados. Estos, si bien socialmente inútiles, tampoco representa11 un peligro
para la comunidad por lo que resultan indiferentes para el derecho. Quien c
plía con tales deudas, como por ejemplo las procedentes de juegos de aza.
casas de familias o amigos, consideradas mera forma de entretenimiento o
tracción, se entendía cumplía una obligación natural.
Dado el carácter meramente ejemplificativo de la enumeración referida, 1
doctrinacn) y la jurisprudencia admitía como tales a otros casos no incluidos en
la norma, a saber: a) las contraídas por personas que teniendo suficiente juicio
y discernimiento, fueran incapaces para obligarse, como e! caso de los menores
adultos o por dementes en intervalos lúcidos; supuesto que previo a su deroga-
ción por la ley 17.711era previsto expresamente por el inc. 1del art. 515; b) pago
de saldos inexigibles de obligaciones extinguidas por quitas, renuncia o remisión
total o parcial, c) pago de Intereses no estipulados en un mutuo civil siempre que
no fueran usurarios, d) alimentos prestados entre parientes no obligados legal-
mente, e) pago de daños a personas no legitimadas para su reclamo y, f) pago
de indemnización por ruptura de esponsales (art. 165, Cód. Civil derogado),
etcétera.
113) AGOGLIA, M.. en BUEREs, AIRERTO f. - HIGHTON, ELENA~., Código Ciuil...,cit., t. 2-A, p. 206, con
reieiencias a Bixsso. Caieuux, Trigo Represas, Nrerini, Ameal, López Cabana.
OBLIGACIONFS CIVILLS Y NATURALES 583
5.4.2. Requisitos
El Código Civil derogado exigía dos requisitos para que pudiera producirse
dicha legítima retención de lo dado en pago.
a) El pago debia emanar de un sujeto capaz, pues en caso contrario, podría
declararse su nulidad.
b) El pago debiu haberse realizado "uoluntariarnente?Este término fue en-
endido como sinónimo de "espontáneo", es decir sin mediar dolo, violencia ni
intimidación, y aunque se ignorara que se Graba cumpliendo una deuda no exi-
'ble civilmente. Ello, por cuanto era vedada expresamente la repetición de lo
agado por error -por no constituir error esencial- el caso del pago de obliga-
nes no exigibles según el Cód. Civil. Así lo ha interpretado la jurisprudencia
en un caso sentenciado por la Cámara Nacional Civil("), con lo que se descarta la
postora minoritaria, que interpretaba al vocablo voluntario como representativo
del acto celebrado con discernimiento, intención y libertad, lo que implicaría la
exigencia del conocimiento de que se pagaba una obligación no exigible para
ndar la retención del pago.
.4.3. Ejecución parcial de una obligación natural
I,a ejecución o pago parcial de una obligación natural, no modificaba a la
obligación ni la transformaba en civil, por lo que el acreedor carecía de derecho
a exigir su cumplimiento por la diferencia adeudada.
(14) Asilo explica el codificadar en la nota al ari. 516, Cód. Civil derogado.
(15) Ello traería como consecuencia práctica la posibiiidad dc considerarlo sujeto a colación o re-
ducciónpor afectar lalegíiima delos herederosforzosos, o biensomelido alas formalidadesocargas
tributaxias establecidas para los actos gratuitos.
(16) LLAMB~AS, E - RAPFO BBNBGAS,PATRICIO
J O ~ G J. - SASSOT,FAE EL, Manual de rlcrccko ci~ii:
Obligaciones, S* cd., Pcrrot, Bs.As., 1997, p. 224.
(17) JA 1995-1-317.El caso se irferia al pago de obligaciones cuya prescripción se discutia, vin-
culados con servicios sanitarios y de aguas a los fines de posibilitar tina escritriraci6n del inmueble
Servido. Ei pago fue efectuado mediante retención de parte del precio, bajo reserva de repeticiónpoi
Parte del ueildedor, pilesto que de lo contrario la escritura no podía otorgarse. El pago no se consi-
deid espontáneo.
aftanzadas o garantizadas por terceros o poi el propio deudor mediante la cons-
titución de derechos reales, o bien mediante fianzas, hipotecas, prendas o cláu-
sulas penales. Se excluía de esa posibilidad a las deudas de juego[l8),por cuanto
por dicha vía se eludiría muy fácilmente la prohibición de accionar por ellas. La
doctrina se preguntaba sobie la naturaleza y régimen jurídico aplicable al deber
asumido poi el tercero o por el mismo deudor en tales casos.
Se ha sostenido, al respecto, que se trataría de deudas principales('", no re-
vistiendo el tercero el carácter de garante, sino de deudor único; o que consisti-
ría en una suerte de anomalía o particularidad de las obligaciones accesoria^(^^^;
o para el caso del deudor que afianzaba su propia obligación natural, que im-
plicaría una novación de la obligación natural pura en una obligación
Para otros, cuando el deudor suministraba seguridades para su cumpliniiento
mediante fianzas personales o reales, creaba un nuevo vínculo de derecha, iiide-
pendiente del deber moral o de conciencia garantizado(22).Como la obligación
nat~irales inexisterite, la garantía operaba en el caso como una obligación civil
independiente, sujeta a la condición suspensiva de que el deudor inc-umplierael
deber moral que constituía la obligación natural.
- . ..
petirse Sin embargo, corno la ley reprueba la causa de la obligaciún y por consiguientela obligaci6n
misma, reprueba también las obiigacidnes accesorias que teiigan por objeto asebwrar la ejecución':
(19)Bussü, EiluARDOB.,Cddigo Ciuilnnotado...,cit., p. 388.
(20) BO~DA.G.. Tratado... Obliglnciono, cit., t. 2, p. 318; SAI.VAT,RALMUNOO M. - GALLI,ENRIQIIEV.
(acr.). Traladodedoacko...,cit., t. 1, p. p. 292, núm. 300.
(21) LLAMB~AS, IORGE Trut~dO..~ Obligucionei, cit., t. 2, p. 64, núin. 779; ALTLRINI, ATII.IO A. .
AMI-AL, OSCAR 1. - L6PEZ CAAANA. ROBERTO, Derecho.., cit., p. 407, niegan esta posibilidad por la
carencia de nnirnus nouandi, es decir, intenciún de extinguir el vinculo anterior y c r e a uno nuevo,
siendo que el deudor seiimlta a agregar unagarantía para asegurar el cumplimiento deia obiigacióri
naturalque perdura en suvigencia.
(22) AGOGLIA. M., el?BUXRES. ALBERTO 1. - HIGATON, ELI3NA l.. Cófiiro....cit:. l. 2-A. o. 218. fundan,
5.7. Ausencia de compensación y derecho de retención
Al no ser las obligaciones naturales "subsistentes civilmente" ni "exigibles"
no podían ser compensadas legalmnite, admitiendo cierta opinión lo !%eran en
forma voluntaria y facultativa(25).Tampoco poseía el acreedor el derecho de re-
tención de la cosa del deudor que estuviese en su poder en razón de la obligación
ilatural, pues su admisión restaría espontaneidad al pago que hiciera el deudor
para obtener la devolución de la cosa[2@.
(24) PIZARRO, RAMÓND. - VALLBSPINOS, CARLOS G., Irrrtiluciones..., cit., l. 1, P. 219, con cita de De
Gisperi y Morello, Derecho Ciuil, 1. 2, "Obligaciones e n general", 1964. p. 113, quienes recurren a la
pinióii de Gionoi, J., Teoría de las Obligaciones en el derecho niodcr.iio, Marliid, 1909. Este autor es
también citado por Busso, EDUAI~DO R., cit., p. 390, nQ 28. AoooLiA, MARTA, e11Buenss, A~uctli'oJ. -
IUHTON,EI,ENAl., Código..., cit., t. 2-A, p. 229, coiiicide con esrd última posliira citando la opiriión
ncordante do Diez-l>icaio.
(25) ALTERINI, ATILIOA. - AMFAL,OSCARJ. - LÓPBZ CABANA, ROBERTO, Derecho...,cit., p. 407, no
924 y remisión al niímeia 1491.
(26) LLAMSÍAS, JUPIGE T. - RAPPOBENEGAS, 1~1i1.fiIClO- SASSOI; RAFAEL,Compendio..., Cit., p. 224.
(27) La solucióri adoptada por el CCyCN deteriiiiria asirnisino que no puedan ser objeto de com-
pensación legal ni de novacióii, por presuponer tales actos juridicos la existencia de dos obligaciones
civiles existentes. Y si las pestes decidieran acordar expresamente el carácter civil al \,íncuio que carr-
~ i de
ñ exieihiiidad, estarían creando cn !al caso una ohlieación civil nueva, uiie tendria conio antece-
Por otra parte, el nuevo CCyCN prevé diversos supuestos particulares eri 10s
c~raleslo pagado por el deudor es irrepetible. Tales son:
1) Obligacio'es prescriptas: El art. 2538, ubicado en el Libro Sexto, Título 1,
Prescripción, dispone: "Pago espontáneo. El pago espontáneo de una obli-
gación prescripta no es repetible': La norma, recoge la opiniún doctrinaria
y jurisprudencia] antes citada, en cuanto a que el pago de una obligación
prescripta debía ser efectuado de modo espontáneo, es decir sin qiie
diara dolo, violencia ni intimidación, y aunque se ignorara que se es
cumpliendo una deuda inexigible, lo que es coherente con el criterio genera
adoptado en cuanto a la lrrelevancia del error en materia de repetición del
pago indebido (art. 1797).
2) Pago de intereses no estipulados en el inutuo dinerario: El art. 1527,
CCyCN referido al contrato de mutuo establece en su último párrafo
"Si se ha pactado la gratuidad del mutuo, los intereses que haya pagad
mutuario voluntariamente, son irrepetibles':
3) Pago de deudas de juego y apuesta de puro azar. El art. 1611, CCyCN, esta
ce: "No hay acdón para exigir el cumplimiento de la prestación prometida e
un juego de puro azar, esté o iio prohibido por la autoridad local. Si no e
prohibido, lo pagado es irrepetible. Sin embargo, es repetible el pago he
por persona incapaz, o con capacidad restringida o inhabilitada'!
4) Situación de la cláusula penal. Finalmente cabe tener presente también
en lo referido a la posibilidad de asegurar el cumplimiento de este tipo d
beres iro obligacionales mediante cláusulas penales, elart. 803, CQCN,
blece que "la cláusula penal tiene efecto, aunque sea puesta para asegura
cumplimiento de una obligación que al tiempo de concertar la accesoria
podía exigirse judicialmentc, siempre que no sea reprobada por la ley':
De tal modo, y a pesar de no estar actualmente reguladas por no ser con
deradas obligaciones por defecto de exigibilidad, el CCyCN adopta en norm
particulares idénticas soluciones a las estudiaclas en el presente capítu
varios de los tradicionales supuestos de obligaciones naturales, de acuer
que establecían las normas del Cód. Civil derogado, la doctrina y jurispr
elaborada en la materia. Y por ello, la supresión legal de la categoría no parece
la práctica llevar a situacioiies de inequidad o injusticia.
XII
CAP~TULO
AUTONOM~AO INTERDEPENDENCIA
DEL V~NCULO.OBLIGACIONES
PRINCIPALES Y ACCESORIAS
2.1. concepto
Conforme el art. 856, CCyCN, se define a las obligaciones principales como
"aquellas cuya existencia, régimen jurídico, eficacia y desarrollo funcional son autó-
nomos e independientes de cualquier otro viiiculo ohligacioiial...'!
Receptando las críticas que la do~trina(~)formnlaba al art. 523, Cód. Civil de-
rogado, la definición adoptada por el CCyCN deja en claro que para diferenciar
ambas especies de obligaciones, no debe repararse exclusivamente en lo relativo
a la existencia de la obligación puesto que la diferencia de efectos entre ambos
tipos no se limita sólo a dicho tópico, sino que también abarca, desde una óptica
sustancial, lo relativo a lavalidez, eficacia y extinción.
La obligación es entonces principal cuando tanto su existencia, e$cacia, va-
lidez, estructura externa y desenr~oluiinientofincional,resultan absolutameiite
independientes de cualquier otro vínculo obligacional. Por el contrario es acce-
soria, aquella que en cualquiera de las facetas referidas, está indefectiblemente
subordinada a otra obligación hegemónica (principaij, la cual constituye su pr
pia razón de o fundamento.
(2) MEZA,JORGE el1 BIIERcS, ALBERTO 7. - HIUHTON.ELENAl., Cddigo..., cit., t. 2-A, 0.234, comen-
tario al art. 523,C6d. Civil derogado. Coinciden Piznnno, WMON 11.- VA~.LESPIN~S, CARLOSG., Insli-
tiuciones...,cit., t.l, p. 203.
(3) LAPAILLE, WECToR, Derecho civil, Tmlcdo de obligaciones, t. 2, 2%ed. actualizada y ampliada
por Alberto Bueres y Jorge Mayo, La Ley-Ediar, 2009, p. 45. Se explica que la dependencia de un de-
recho con relación a otro, no es privativa de iosvíncuias creditorios.Se ejemplifica con el dominio y
susderivados,siendoinnegableque el usufructo no podría continuar una vez cesado el primero, y La
prestación dc alimentos esi6 supeditada al ~dnculode parentesco, etcétera.
(41 CAZEA~JX, PEDRON.-TRIGOI<EPRI?SAS, FÉLIX A,, Derecho...,cit., t. 2, p. 357, nora 211 citando a
Alfredo Colmo.
(5) SALVAT, RAIMUNOOM. - GAI.LI,ENnlQUEV (act.),Datado de derecho..., cit., t. 1, p. 69, niim. 52.
( 6 ) Piznnno. ~ M Ó D. N - VAI,LESPINOS,CARLOS G., ~>~~tituciones
...,cit., t. 1, p. 204, con referencias a
Busso,Alterini, Aiiiio, Ameal, Lúpcz Cabana y Meza.
AUTONOMiA O INTERDEPENDENCIA DEL VINCULO ... S89
4. Fuentes de la accesoriedad
Las obligaciones accesorias tienen su origen en 1
a ley, tal como lo entiende la doctrina mayoritaria.
En la accesoriedad voluntaria, la obligación es contraída en consideración a
principal, cumpliendo en realidad, una función de medio para el logro del ob-
tivo de la otra, como por ejemplo, la cláusula penal con que se tiende a asegurar
ejecución de la obligación principal(8).
En la accesoriedad legal, la obligación es la consecuencia legal de una obliga-
ión principal en virtud de un precepto expreso de la ley, como por ejemplo, para
uienes así lo entienden, la obligación de pagar daños y perjuicios por inejecu-
de la prestación - que vendría a resultar la obligación principal(g).
MBZA,JORGE,
en RuaREs, ALBERTO ELENAl., Código..., cit., t. 2-A, p. 235,
J. - HIGRTON,
g 6. Funciones de la accesoriedad
Suele vincularse al nexo de accesoriedad, con el propósito de asegurar.el
cumplimiento de la obligación principal. Pero es claro que además puede con-
cebirse la finalidad de agregar algo al objeto de esta última, para hacerla más
provechosa('R)para el acreedor. Así a la tradicional función de garantia debe
agregarse la elongación de la utilidad o beneficio que recibe el acreedor en vir-
tud del deber accesorio. Este se suma a la prestación principal, debiendo para-
lelamente considerarse ei valor de cada una de las prestaciones -la principal y
las complementarias- y la manera en que ellas operan para satisfacer el inte-
rés del acreedor('5).
"Los derechos y obligaciones son accesorios a una obligación principal cuando de-
penden de ella en cualquiera de los aspectos piecedentemente indicados, o cuando
resultan esenciales para satrsfacer el iiiterés del acreedor':
La norma se refiere a otros 'ácccsorios de la obligación" que no solamente
consisten en las obligaciones accesorias, sino también en los "derechos acceso-
rios del acreedor", como la prenda y la hipoteca, a los que la doctrina agrega la
anticresis. Se trata de derechos reales y no de obligaciones accesorias, aunque
desde la perspectiva de la relación con la obligación principal, resultan alcanza-
dos por los efectos de la interdependencia, y tengan un régimen legal propio. Se
caracterizan porque, como regia general y salvo pocas excepciones, no pueden
existir con independencia del crédito al que acceden.
Otros derechos accesorios pueden encontrarse en el art. 918, CCyCN (el caso
de subrogación legal o conuencional por la que se transmiten al nuevo acreedor
todos los derechos, acciones y garantías del antiguo acreedor, y los accesorios del
crédito, no sólo contra el deudor principal y codeudores, sino también contra los
fiadores).
O)MEZA, FoRce~. en HUBRES, AreenTo J. - HIGI<TON, ELENAI..Código..., cit., t. 2-A, p. 238, citan-
MAZEAUD,HENRIy Léo~ J., Lecciones dederecho civil, 1969, t. 2, vol. 11, p. 43; BUSTAMANTEALSI-
Jonce, "Responsabilidadcivil de los establecimientos de ensefianza: LA LEY 1984-Fi 73.
21) STIGLITZ,G., "El deber de seguridad en la responsabilidad por producros elaborados: LA LEY
85-D, 18;VÁz~uszFERXEYw, ROBERTO, La obligación de seguridad en la responsabilidad ciuily en
Y de contrato de trabajo, V4lezSarsfield. Rosario, 1988, p. 107.
22) Piz~nno, RAMÚN D. - Vni.i,as~iNos, CARLOSG., Iiislii~cioi~e~ ...,Cit., t.3, p. 137; Maz-2, JOliGEA.
Buenas, A~nemoJ. - HIGIITON,ELENAI., Código...,cit.,t. 2-A, p. 239, con abiindantes Citas.
(23) PIZARI~O,R A M ~ ND. - VALLFSPINOS,CARLOSG., Insiiluciones..., cit., t. 2, p. 207.
--
574 NORMA O
- S I l V t 5 T R-(DIPFCTORi\)
t-p. p
"Lo accesorio, con todos sus efectos, no puede ejercer influencia sobre lo principal,
que tiene una existencia independiente de todos sus accesorios"("].
1. Mociones previas
Las obligaciones también pueden clasificarse en relación al vínculo, toman-
do en consideración la existencia o inexistencia de modalidades en el acto jurí-
dico que las crea. Conforme a ello, se clasifican en puras y simples o modales.
. Obligaciones modales
Son las que, por presentar modalidades el acto jurídico creador, están sujetas
ondición, plazo o cargo.
Las modalidades son elementos accidentales del acto jurídico, que modifi-
n o alteran sus efectos normales. Su rasgo común, es que quien introduce una
ellas en el derecho que crea o transfiere resta algo de su plenitud, sea haciendo
ra su existencia, limitando en el tiempo su exigibilidad o ejercicio u obli-
a efectuar una prestación accesoria a quien pretende ser su titular.
as modalidades, pueden ser de tres tipos, y en el orden mencionado, corres-
en a la condición, el plazo y el cargo respectivamente.
No siendo esenciales del acto jurídico, ni de la obligación creada, quien in-
oque su existencia debe probarla, presumiéndose en caso de duda que la obli-
ación es pura y simple.
5 3. Obligaciones condicionales
3.1. Concepto
La obligación es condicional cuando en ella se subordina a un acontecimien-
to futuro e incierto, la eficacia o la resolución de un derecho.
lo, debiendo estarse alcarácter susnensmo o resolutorio de la condición para determinar sus efecios
(7) Wiom~n SANDRAM., ~aniGl de obligaciona civilesy comercialer'según ~INueuoCódigo CiU
y Comercialde laNación,Abeledo-Perrot,Bs. As., 2015, p. 250, ejemplifica con el caso de un profesi0
nal que contratara uii seguro de mala praxis interesado en tencr cobertma por ieciarnos de clientes
terceros inter~uestoscon uosierioridad al inicio de la coberiura.nero referidos a actos de mdla Pra-
nal) y son de gran utilidad para los casos de falta de segara ariterior y de 1i~uidaci6.n
del ascgurad
que amparaba un Iiechó acaecido con anterioridad a la contratación del nuevo seguro.
(8)CAze~ux,Pcuno N. - Tiirco RoPnesns, FBLIX A,, Derecho ..., cit., t. 2, p. 197, señalan que los
arts. 529v 569, C6d. Civil derosado claramente entendían oue existe olazovno corididóii cuando el
. Caracteres de la condición
La doctrina reconoce los siguientes caracteres de la condición.
1) Voluntaria: son incluidas libremente por las partes en el acto jurídico, lo
ue permite distinguir esta figura de las denominadas condictiones iuris, o presu-
uestos necesarios exigidos por la ley para la validez de un acto o ejercicio de un
erecho("). Estas últimas están determinadas por la ley, son extrínsecas al acto
situación jurídica y actúan con prescindencia de la voluntad de las partes. En
ase a los textos del Cód. Civil derogado, la doctrina se dividía existiendo quie-
es sostenían que la condición podía ser impuesta por la ley misma. Otro sector
e adherimos, entendía que las condiciones legales o conditio juris, no son
iciones en sentido propio, sino que constituyen un presupuesto extrínseco
jetivo del acto y no les resulta aplicable el mismo régimen legal. El CCyCN
su art. 343 al definir a la condición como una cláusula de los actos jurídicos
ece dejar en claro que la condición es siempre voluntaria.
2) Accidental: la condición no es un elemento esencial de los actos jurídicos,
o una modalidad que puede o no ser introducida por las partes. Cuando así
curre, produce importantes efectos y asume el mismo valor que los elementos
(12) RUSSO, ED~JARDO B., Código.., cit., t. 3, p. 456, no 38 con cira de de Ruggieru y Savigny.
(13) ALTERINI.ATIL~OA. - AMBAL, OSCARJ. - L ~ P E Z CABANA, ROBERTO M., f l e r e c k ...,
~ cit., p. 409,
señalan que el derecha sometido a una conditio iuris debe ser caracieiizado como cventiial.
o bien tácitamente por los otorgantes del acto bilateral o unilateial, rigiendo al
respecto las normas genelales en materia de manifestación de la voluntad en los
actos jurídicos.'%
Es expresa, cuando surge en forma positiva e inequívoca, sea verbalmente o
por escrito, o por otros signos inequívocos, o por la ejecución de un hecho ma-
terial (art. 262, CCyCN). Es tácita cuando resulta de los actos por los cuales se la
puede conocer con certidumbre (art. 263, CCyCN). Se citan como ejemplos de
esta última los casos de gratificaciones a los dependientes, que se entienden im-
plícitamente ligados a la condición de que se obtengan ganancias(14).
Dado que la condición no se presume por su carácter excepcional, quien in-
voque su existencia deberá acreditarla por los medios probatorios que corres-
pondan. En caso de duda, la obligación se tendrá por pura y simple.
a) Utilidad de l a clasificaci6n
Resulta útil para la explicación de ciertos efectos, como por ejemplo, cua
estamos en presencia de condiciones ilícitas, toda vez que la condición ilíc
invalidd la obligación si es, a su vez potestativa o mixta y, no afecta la validez
es casual. Es el caso del seguro contrarobo, que es contratado en previsión d
hecho ilícito cometido por un tercero para prevenir sus consecuencias. A su
el cumplimiento ficto coiitemplado por el art. 345, CCyCN, sólo se explica tr
doce de una condición potestativa y mixta('").
a) Casual: lo es si el acontecimiento resulta enteramente ajeno a la volu
tad del agente del acto juridico del que emana el derecho condicional. P
ejemplo los hechos naturales, los hechos humanos de terceros extraños
negocio y aquellos que, aún cabiendo la intervención de la voluntad de
sujetos, su realización o no realización fue prevista con prescindencia
esa voluntad. Por ejemplo, la condición consistente en que las partes t
gan hijos, no es ajena pero es casual en tanto la aptitud para concebir es
elemento fortuito("].
b) Meramente potestativas o condición potestativa propia o de mera volun
son aquellas ciryo acaecimiento depende de la exclusiva voluntad de uno
(15) CAZEAUX, PsDnON. -TRIGO RI~PRESAS, P~LIXA., Derecho...,cit., t. 3, ps. 206 a 208.
D O- G,%LL:,ENRIQUEV,
(16) CAIVAT,R A Y R Y Y U ~M. Tracodo,.., cit.. t. 1, p, 552, 110 655 U.
(17) Busso. EDUARDO U.. Cddigo..., cit.. t. 3, p. 493, n* 2; S~r.vxr,GGnL1.r. Trntndo.... cit., t. 1, p. 552.
los sujetos, sea éste el acreedor o el deudor. En tal caso, no existe verdadera
intención de obligarse por lo que en tal caso no existe obligación. Al ejem-
plo clásEo del si voluero, se agregan las Ilainadas cláusulas de "consenti-
miento", "aprobación" o "ratificación" deferida a una de las Estas
son las condiciones desaprobadas por el art. 344, CCyCN.
c) Simplemente potestativas o potestativas impropias: si bien la obligación
depende de un hecho voluntario de una de las paites, porque el aconteci-
miento puede o no ser ejecutado por el promitente, en esta decisión inciden
elementos ajenos a su propia voluntad, lo que impide al promitente actuar
caprichosamente('*. Estas son admitidas por la norma.
d) Mixtas, son hechos voluntarios, materiales o jurídicos, que deban realizar los
sujetos en el futuro, por sí solos o con intervención de terceros, a los que debe
sumarse la conciirrencia de un hecho totalmente exterior a las partes(20).
>>,,.IIC~,,, 0 I<Y">,,:,, <,l 1,r:,,,> <l,,t. a<!,,,,l:t l., !?,<',a,!', , , l b p<,l:%l,:lt,(1 ,:t .!lIC > ~ l l <d, < ~ ) ~ . ' , , ~ k,, I :,r1>,1r,,,
~~<l~.
tcsluar el nail,.. $>rcv,,iii I>i.<.iiili<i !Ni\:<)\1) \':u 1 bbwsc,~<'$bu,,S(> l ~ l ~ I . ' l ! . . d ~ ,,cit. ~ : . ~ .t . 1 $1. Ti:),
S enfahzan la neresidad de oue la conducta iinolisue el desarrollo de una deirreza, un ~shlerzoo una
. . . ~
parece tan clara la diferencia enne las mixtasy las potestatiiias impropia^ sólo se aprecia tina mayor
discreciunalidad en la actitud del proiniteilie.
(21) BUSSO,EDUARDO, Códip..., cit., p. 495, núm. 13cita el caso delart. 1365, Cód. Civil, derogada
M . , ..., Cit., t.
delaventaasatisfaccióndel comprador, acreedorala e n i r e g a d e l a c o s a . A G O ~ ~ ~ ~Código
2-A, p. 285, agregaeicasodelriai>ajosubordiiiaduaprueba; MAYO, IoRoEi\., ~~BBLLUSCIO, AUGIJSTO
C. - ZANNON~, EDITARDO A. Código...,cit., 1.2, p. 779, agrega la venta con cláusula de arrepentimiento
(art. 1373. Cód. Civil derogado).
606 NORMA (1 SILVFSTIIE (DIRECTORA)
a) Imposibilidad material
Se trata de acontecimientos irrealizables en absoluta, contrarios a las leyes
naturales o humanamente in~~jecutablec. Son los clásicos ejemplos del derecho
romano de cruzar el océano a nado, o de tocar el cielo con las manos. El cartabón
con que se mide la imposibilidad es el curso natural y ordinario de los a c o n t e c i -
mientos (art. 1727, CCyCN) según el cual encuadran dentro de esta categoría los
sucesos que contradicen la causalidad lógica de la naturaleza, de La técnica o de
la ciencia. Igual se consideran a las condiciones que requieren de circunstancias
o medios extraordinarios,lo que no debe confundirse con la simple dific~ltad1~~1
Se ha dicho que estas condiciones carecen de interés práctico y llevan a duda
sobre la sesiedad de las partes que la han estipuladoc2*.
El criterio de la apreciación ha de ser objetivo, y abstracto, es decir, contern-
plado con relaci6n a toda persona, y no sólo para el obligado a menos que surja
que la intención de las partes h e la de tomar en cuenta las aptitudes especiales
del deudor("). Esta última postura se funda en el principio general de la buena fe
Imposibilidadjuridica
La imposibilidadjuridica se suscitaría, en el caso en que se condicionara una
igación a que se verifiquen actos o negocios contradiciendo los presupuestos
ales que determinen su existencia, por ejemplo, la condición de que se con-
tratara laboralmente a una persona jurídica, ya que según la ley de contrato de
trabajo sólo puede ser trabajador una persona física, o que se contrajera matri-
onio antes de los doce años o que prendare un inmueble, o hipotecare un bien
mueble.
(28) AGOGLIA,M., en BUERES, ALBERTOJ.: HIGHTON, ELENAl., C ú d i s . . , Cit., t. 2-A, p. 259 cita a
Saivat y Galli quienes ponen como ejcmplo la condición de que escriba con las manos quien no tie-
e brazos o quien es analfabeto. En el primer supuesto, la condición es imposible pues el deudor no
odrh ciimpliila jamds; en el segundo, es reaiizable y el derecho queda subordinado al apiendizajr
e la escritura por ei oblirada.
(29) A G O G L I ~M.,
, Código ..., cit., 1. 2-A, 1). 260.
Podemos sintetizar lo expuesto del siguiente modo:
Condición Hecho condicional iinposible y positivo. Obligación inválida.
suspensiva.
I-lecliocondicional iinposible y negativo. Obligación pura y simple.
- -
Condición -Hecho condicional imposibley positivo. Obligació~ipura y simple.
resolutoria. Hecho condicional imposible y negativo. Obligación inválida.
Las condiciones ilicitas son todas aquellas cuya realización está prohibida
por el ordenamiento jurídico, integralmente considerado. A diferencia de las
imposibles, versan cobre hechos que son susceptibles de realización, pero se
encuentran vedados, por ejemplo, la obligación contraída bajo la condición de
cometer un robo("). Se asimilan las ilícitas, a las contrarius a las buenas costum-
bres, que se oponen a las normas éticas predominantes e n la sociedad. Lo sería
por ejemplo que el dinero donado no se emplee e n la curación del padre d
donatario, que está enfermo(")).
(33) Pizmno, RAMÚN D. - VALI,ESPINOS, CARLOSG., Institucion~s ..., cit., t. 1, p. 246. Fundado en
este criterio, se haii considerado igualmente prohibidas las condiciones que obliguen a una persona
avivir su sexualidad de una inanera deleirninada, las que impongan una formación o educación de-
terminada, como ingresar a una academia militar o a uii semiiiario, las que restrinjan la iibertad de
finespoliticos, religiosos, económicos, laborales, sociales, ciilturales, deportivoso deciialquier indo-
le, conforme los aitículos 14 de la C.N. y 16 de la CADH y lasque restrinjan el derecho de tener hijos,
m0 se desprende expresamente de los artículos 177 a 179 de ley 20.744, que prevé el caso de indem-
izaci6n agravada para el caso de despido durante la gestación y con posterioridadai riacimiento.
(34) CAZEAUX, PBnno N. -TRI<ioRLPRBSAS,FBLIxA., Derecho...,cit., t. 2, p. 223.
"casarse", concebida en términos generales, lo que ha dado lugar a diversas pos-
niras. Por un lado, se la considerado lícita e inclusive satisfactiva de un interés
social, siempre que no contenga particularizaciones que la restrinjan(35).Estos
supuesros de condiciones especialmente prohibidas caen dentro del régimen del
art. 530, Cód. Civil derogado conforme al cual resulta nula la obligación(3G).
A diferencia del Código Civil derogado, que establecía como sanción la nu-
lidad del acto para este tipo de condiciones, el CCyCN establece como novedad
que dichas condiciones "se tienen por no escritas", con lo que establece como
sanción la nulidad parcial de la cláusiila y no la del acto jurídico.
3.11.1. Efectivo
Las condiciones deben cumplirse de la manera en que las partes verosirni -
mente quisieron y entendieron que habían de cumplirse, aplicando a tal efecto el
principio general de la autonomía de la voluntad.
De tal modo, el cuinplimienlo efectivo de la condición opera cuando el he-
cho condicionante realmente sucede en forma íntegra y en su caso, si se le fijó u11
tiempo dentro del cual debía suceder. Esto, puede resultar de sencilla comproba-
ción, pero a veces requiere de un esfuerzo interpretati~o(~~).
(35) CAZEAIJX, PEDRON. -TRIGO REPRESAS, PBLIXR., Derecho..., cil., 1.2, p. 223, la rechazan por
cuanto pese a que pudieran existir propósitosloables no es ético influir con perspectivas econóiiiicas
sobre decisiones que deben depender exclusivamente de la conciencia.
(36) CAZEAUX, PEDRON. - TRIGOREPRESAS, PBI.I>LA.,Derecho...,cit., t. 2, p. 225.
(37) Por ejemplo, te dar4un millbn de dálaros si le casas y te vasa Europa, en que deben darselos
dos acontecimientos (siispensivn).
(38) PIZARRO, RAMÓND.- VALLESPINOS. CARL.OS CI., lnslituciones..., cit., 1. 1,p. 247, que citan corno
ejemplo la promesa delpresidente deunclub defútboi de otorgar a los jugadores u11premio endine-
ro en cnso de ganar ci próximo partido por más de das goles de diferencia, caso en que habri que ii-
rnitarse a verificar el resultadodel juego para dererininarsi la condiciónse hacumplidoono. Losau-
1 1'0s aplic;iciúii (le r;ilcb [>riiicipio,,IIJ qlie rt~ro.;iiiiilriieiireeiircsii<lierono pii-
de 11iicii;ife y ciiii ciiidadu y ~>scvisiOii
<lieioiietiteiiiler 1.1s p;iries oi>r;in<li~ (lel~t~rá
1 ser ;tilcc~inifniiiciirciiitcrprrrri<lucü\o por c;iso, cii liinciúii de bu literülidad y ilt.
la real intención de los otorgantes, haiiendo prevalecer su voluntad real. En tal
apreciación resultan aplicables las reglas generales en materia de interpretación
tos, destacándose la necesidad de advertir la existencia de motivos
(39) o finalidad que persiguieron las partes al iiitroducirla condición,
nar si la misma se cumplió. Tales reglas habrán de prevalecen por
mas que el CCyCN dedica a las modalidades de los actos jurídicos,
e asigna carácter supletorio y operan a falta de todo otro elemento
J1.2. Ficto
El cumplimiento ficto o ficticio de la condición opera cuando la ley la juzga
cumplida pese a que en realidad el hecho condicionante no ha sucedido, tenién-
osela por cumplida ministerio legis.
Los efectos del cumplimiento ficto variaban
n el tipo de condición a la que se subordinó el acto: si era suspensiva, se
a condición por cumplida y si era resolutoria,
mos mantienen plenavigencia los supuestos
Derogad pese a que el CCyCN sólo preví? de modo
de cumplimiento ficto.
Renuncia de l a partefavorecida
La condición eii general favorece a un sujet
' éste renuncia a ella, la obligación condiciona
arte beneficiada" es aquella cuya obligación
condición(4". Esto es así en el caso de con
solutoria, y renuncia el beneficiario, corre
ión y firme el derecho transmitido. Renu
s contraponen cse supuesto con otro de mayor complejidad, como es la promesa de donar50.000
lares si el donante recibe un inilióii de dólares del tio que vive en Francia. La donación se produce
Ysereciben seismillones de h-ancos,que superan en algo al millón dedólares o bien recibedos mdn-
siones en París cuyo valor supera largamente csa cantidad. iCabe tener por cumplida la condición?
(39) P r i ~ m oRAMÚN
, D. - VALLESPINOS, CARLOS G., Instiluciones ...,Cit,, t. 1, P. 247.
(40) RIISSO,EDUARDO, C6digo...,cit., t. 3, p. 474, no3.
(41) SALVAT, RAYMUNUU M. - GALLI,ENRIQUEV., Trucado...,cit., l. 1, p. 561, n9668dan como ejem-
plo eicaso del dueño de una obra que sc obliga a pagar al constructor una bonificación silaconcluye
tes de uii plazo dado. El dueíio puede ienunciar a la condición y pagarla bonificación en cualquier
omento. sin subordinado al hecho establecido.
(42) MAYO, JORGE A,, en B ~ ~ ~ u s cAUGUSTO
ro, C. - ZANNONI, EDUARDO A, Código..., cit., t. 2, p.,766,
6i2---
- NORMA O. SILVESTRE (DlliECTORA)
3.11.3. Indivisibilidad
En cuanto a la indiuisibilidad, sigriifica que para que la condición se consi-
del-e cumplida, el hecho condicionante debe suceder en su totalidad, no resul-
tando suficiente el cumplimiento parcial o fraccionado. Así, por ejemplo si una
persona promete donar a otra la suma de $1.000.000 si gana la lotería por la suma
de $2.000.000 y luego gana, pero el premio es de $1.500.000, no podrá el acreed
prerender cobrar $750.000 por haber el deudor ganado solo la ~ n i t a d ( ~ ~ ) .
a).l. Coiidicioi~espositivas
Si la condición es suspensiva, la misma caducará si pasa el término sin re
lizarse, o desde que sea indudable que no puede cumplirse. Por ejemplo: Le re-
galaré a Juan mi biblioteca si éste se recibe de abogado antes de cumplir los 25
años. Si cumplidos los 25 años, Juan no obtuvo el título, la condición se tiene por
no cumplida. O igualmente si con anterioridad al momento en que habría de
cumplir dicha edad, resultase indudable que no puede cumplirse, porque Juan
ha cambiado de carrera.
(47) Cxzir~ux,PEDRON. - 'TRIGO REPRESAS, F):LIXA,,Derecho. . ,cit., l. 2, j). 248, ciia cl ejemplo.
Saavedia SA c. Fiar SX: 1.A LEY 1989-8.4.
(48) CSIN, 4/8/1988, '%~iiiomóviicc
614 NORMA O S I L V L I I R F
(VIRFLTORA)
Condición suspensiva
(53) CAZEAUX, PEDRO N. -TRIGO ~IEPRESAS, FÉLIXA.,Derecho...,cil., t. 2, p. 253. con citas de Salvai,
usso, Colmo, enUe otros.
(54) El desarrollo de eslos teinas sigue en lincas generales la detallada distribución de títulos in-
uida cn CAzenux,PEnno N. -TRIGOREPRESAS,FÉLIX A., Derecho..., cit., l. 2, ps. 250 a 288.
(55) PmtnRo, ~ A M 1).~ N - VALI.ESPINOS,CARI,OSG., Instituciones..., cit., t. 1, p. 2%. Esta postura
tienesustento enlo dicha oor elcodificadorenla nata alait. 543, Cód. Civilderoaado en que, citando
(56) En el Cód. Civil derogado la condición operaba retroacilvarnente por lo que podían resuliar
ravemente ~eriudlcadoslos terceros de biiena fe a uuieneii se hubieran transmitido las derechos sil-
. .
onización, que en los hechos significaba una drástica limitación al efecio retroactivo a los fines de
a).3. Condición suspensiva frustrada
Si la condición suspensiva se frustra, se considera como si la obligación no
hubiera existido nunca. En verdad, el vínculo obligacional "se formó" y luego
desapareció definitivamente, al fracasar la condi~iÚn(~~).
En la medida en que no medie causa atribuible a alguna de las partes, la frus-
tración de la condición no genera derecho alguno a
Los efectos de la desaparición del nexo obligatorio dependen, como se ha
dicho, de que la cosa haya sido o no entregada al acreedor.
1) Cosa entregada al acreedor, El art. 348, CCyCN, establece que
"si el acto celebrado bajo condicion siispensiva se hubiese ejeciitado antes del cum-
plimiento de la condición y ésta no se cumple, debe restituirse el objeto con su!; acc
sorios pero no los frutos percibidos'!
Esta atribución de los frutos al acreedor, que también era concedida en el
Cúd. Civil derogado en el art. 548 era explicada por el codificad01 en la nota al ar-
tículo sosteniendo que "los frutos siempre corresponden al poseedorj~ridico"(~~),
o bien encuentra11 apoyo en el consentimiento tácito del deudor que, al entregar
la cosa, habría admitido que los frutos fueran para el acreedol: La solución
criticada por algunos como anómala pues el acreedor condicional no tiene tí
para retener esos frutos("),.
1.1.) Actos de disposición efectuados por el acreedor que recibió la co
ticipadamente. Si el acreedor condicional que recibió la cosa anticipada
hubiera realizado actos de disposición, al frustrarse la condición, deberían
renciarse según el tipo de bienes entregados a terceros.
Si se tratare de muebles: Si el tercero es de buena fe, el acto resulta vá
a su respecto conforme arts. 1895, CCyCN. Pero si es de mala fe, o adq
rente gratuito el deudor puede reivindicar contra el tercero.
Si se tratare de inmuebles, existe acción reivindicatoria contra el te
salvo que en el instrumento de dominio se hubiera ocultado laexist
de la c~ndiciún(~').
2) Cosa no entregada alacreedor. Cesa la obligación del deudor de entregar1
cosa así como también los frutosy consecuentemente se extingue el derecho de
acreedor de exigirla. Y los actos de disposición que hubiere r;alizado el deudo
durante el período de pendencia, quedan definitivamente consolidados.
proteger los derechos de esos terceras de buena fe, que ignoraban la existencia dela obligación c
dicioiiai anterior. Así, la cuestión se reducía a un problema más teúrico que práctico.
(57) CAZEAUX, PEDRON. - TRIGO REPRESAS, FOLIXA., Dei-echo...,cit., t. 2, p. 261. Encoma, S
RAYMUNDOM. - GALLI,ENRIQUEV., Tratedo..,cit., t. 1, p. 582, no 700, para quienes "si la condici6n
hita, la obligaciónno llega a existir".
( ~ ~ ) S A L RAYMUNDOM.
~AT, - GALLI,ENKIQUEV., Tratado...,cit.,t. 1, p. 5R3, n"04. Cnzanux, PEDRO
N. - Tnioo REPRESAS, Ffi.1~A., Derecho...,cit., t. 2, p. 267, agregan que cilq es así si cl fracaso se debe
al curso normal y ordinario deias cosas.
(59) COLMO,ALFnEDo, De ia.robli~cion~sengenera1. Mcii6ndezl p. 172, &m. 237.
(60)PIzAnRo, RIIMÓN D. - VALLESPINOS,CARLOSG., Iwtitu~iones ...,cit.,1. 1, p. 156.
(61) CAZEAIIX, POoRo N. -TRIGOIIEPRESAL FÉl.lxA., Derecho..., Cit., t. 2, p. 265.
b) Condición resolutoria
--
(62) CAZEAUX, PEDRO N. -TRIGO RI~PRESAS,FBLIXA,, Derecho...,cit., L 2, p 280 COI1 Cila de SALVE~
GALLI,Tratado..., cit., t. 1, p. 595, no 731 7 rernisióii ai a i t . 1371 inciso l. del C6d. Civil que recorioce
expresamente ese derecho aivcndedor que ha hecho entrega del bien enuna compraventa bajo Con-
dición rcsoiutoria.
620 NORMA O SILVESTRE (DiRtCTOU)
(63) CAZEAUX PEDRON. - TRIGO REPRESAS, FBLIX A,, Derecho...,cit., t. 2: p. Sal, quienes reinarcan
que etr la nota al art. 543, Cúd. Civii Vélez dice que en las obligaciolies de hacer las condiciones no
ticnzii efecto relroaciivo.
(64) BUSSO, EDUARUU, Cúdigo..., cil., t. 3, p. 529, núm. 2, 7.
0BI.IGACIONES PUllAS Y SIMPLES Y MODALES 621
Los arts. 760 y 761, CCyCN, regulan de modo claro y sencillo los casos de en-
trega de la cosaea quien no es propietario, distinguiendo según se trate de bienes
muebles no registrables y bienes registrables y aplicando los criterios que daba
la doctrina con base en los textos del Cód. Civil derogado. En el primer caso, el
acreedor (que reviste carácter de duefio) no tiene derecho contra los poseedo-
res de buena fe, sino salameiite cuando la cosa le fue robada o se ha perdido, y
siempre lo tiene contra los poseedores de mala fe. En el segundo caso, si se trata
de bienes registrables, sean muebles o iiiinuebles, el acreedor tiene acción real
coiitra terceros que aparentemente adquirieron derechos reales o que la tengan
en su posesión por cualquier hecho con el deudor.
das conservatorias.
S 4. Obligaciones a plazo
4.1. Plazo. Concepto
El plazo es la modalidad del acto jurídico que posterga o pone una limitació
temporal a su eficacia. La voluntad d e las partes, puede limitar la eficacia
acto jurídico, sea subordinando a la llegada d e un cierto momento el inicio
los efectos (plazo suspensivo) o bien estableciendo la duración de los mism
durante un cierto período, luego del cual finalizarán (plazo extintivo).
La obligación es a plazo cuando el inicio o el fin de la exigibilidad se subord
na a un acontecimiento futuro y cierto, que fatalmente sucederá.
4.2. Plazo y t é r ~ n i n o
Algunos diferencian "plazd' y "término", entendiendo que el primero cons
tuye el lapso durante el cual el derecho podrá o n o podrá ser ejercido. El tSrmino,
en cambio es el momento temporal perfectamente individualizado en que ven-
cerá el plazo, es decir, el punto final del plazo(66).
Ejemplo de una obligación a plazo suspensivo, lo constituye la obligació
d e pagar la suma de $15.000 el día 30 d e diciembre de 2016. Mientras el plazo
p
.-
(661 COMPAGNUCCI DE CASO,RIIRÉN, Código..., cit., p. 322, citando a Diez-Picaio; Brrssc), EDuAR-
Do U., Cddigo..., cit., t. 3, par. 554 núm.5,considera importan nociones equivalentes, el concepto de
o referirfaalconvericionai y o1 de termino al iegal o judicial.
p k ~ se
OBLICACIONFS PURAS Y SIMPLES Y MODALES
l
1 lo coiiriiiilirii 1.1 li~l>so
<.oiiipr~ndido
enire lii celel>ruci<jiidel acto \ el día 30 de
tIir.it~inl>rr.
<le%Olb,periodo duruiiic cl ciinl la ul~lig;it.ii)iiino puJr;i scr tarigiil;i,1.1
r>rniino ser: rl ~&iiiofinal drl pl:izo. es tli.cir Iit llora 2 4 del clia rek~icltr.
i
4.3. Comparaciones
5. Caracteres
En la nota al art. 570, Cód. Civil derogado VS exponía las razones por las que
optó dicho criterio, apartándose del seguido por el Código francés y lamayoría
e los códigos exeanjoros que presumen su establecimiento a favor del deudolr
os motivos se vinculaban con el perjuicio que podría sufrir el acreedor en caso
e pago anticipado cuando lo debido no es dinero, por ejemplo en las obliga-
ciones de entregar ganado o u11 buque. El acreedor puede no estar pronto para
recibirlo y haberse preparado para hacerlo el día del vencimiento.
La presunción legal era iuris tanlum y reconocía importantes excepciones,
as que el plazo era determinado a favor del acreedor o del deudor. Ello podía
er lugar por acuerdo de partes, sea expresa o tácitamente, en cuyo caso se
(74) V6lez Sarsiield hacia referencia al plazo degracia en la nota al ait. 755, Cúd. Ci\.il.
interpretaba confoime las circunstancias del caso y naturaleza de la obl~gación,
o cuando la propia ley lo estableciera('j).
a) Plazo pendiente
1)El derecho existe plenamente, pero no resulta exigible. El acreedor no p
de realizar actos de ejecución.
2) El acreedor puede realizar actos de conseruación de su crédito, sie
que así no obtenga el cumplimiento anticipado de la obligación.
3) El acreedor puede realizar actos de transmisión de su derecho sea po
tos entre vivos o mortis causa.
4) No corre el curso de la prescripción liberatoria.
5) No es procedente la compensación legal.
6) La parte a quien beneficia, puede renunciarlo.
7) Si el deudor cumple antes del vencimiento, el pago es válido e irrepeti
importando una renuncia al plazo (arts. 352, CCyCN).
(75) Pizn~mO,R A M ~ ND. - VALLESPINOS, CARI,OSü., Inslifucione~..., cit., p. 269 Se Ila interpreta
como supuesto de acuerdo rdcito de beneficio para el deudor el caso del plazo suspensivo en la ob
gación dineraria. lyalmenlc la opción de prórroga enla locacihn de irimuebles a Cavar del locatari
o la opción de compra del inmiicble dcntro de un plazo; coino supuesto de excepción legal, la hip
tesis elart. 51 deialey24.441, quepresuincsalvo disposición en contrarib, qliecii ioscréditasliipot
caiios para vivienda el plazo sc encuentia establecida a favor del deudor. A fivor del acreedor, el cs
del depGsiroregular delaii.2217, Cód. Civil derogado en que la faculiud derequerir la devoluciónde
depósito cs a favor del depositante, o la obligación de requerir la devolución de la cosa entregada e
comodato (arts. 2284 y 2285, U d . Civilderogado).
OIII.IGACIONES PIJRAS Y SIMPLES Y MODALES 627
RAMÓN D. .VAI~LESPINOS,
76) Prz~nno. ....cit., l. 1, p. 274.
CARI.OSG . ,Imtitucione~
628 NORMA 0 S I L V ~ S T R(DIRTCTORA)
~
5.3. Comparaciones
/ o es pvsil~lr.rrcliiii~arcl ciii~ipliiiiieiitodc la coii~lii.iÚii.
1 , Lotr la ~o/?d;~.iu?r.
i niieiiiras qut. si st, piic<lcreclaiiiar el cumplirnicii~odel cargo. l t i coiidicióii üfec-
rala elicacia del acto, c.1 ciirgu simplc iio incide sobre c4la siciidi~Iiriiie cl dcreclio
quirido con cargo, sin perjuicio-de que le pueda ser reclamado el cu
de la obligación accesoria.
En caso de duda acerca de si el hecho previsto constituye condició
ondicional, conforme el art. 354, CCyCN, se entiende que talcondición
Ello es conforme a lo que establecía el Cód. Civil derogado en el art. 5
sultar la solución más favorable al titular del derecho.
2) con el plazo. El plazo difiere la exigibilidad o ejercicio del derecho, y
coercible. El cargo es una obligación accesoria que se impone al beneficia
un derecho gratuitamente recibido, y es coercible.
Ámbito de aplicación
Prestigiosos autores sostienen que ante la falta de limitación legal, el car
ede ser impuesto tanto en los actos a título gratuito como en los onerosos(
sería el caso de la venta de un inmueble con el cargo de instalar una escuela
Para otro criterio, en cambio, el cargo es una modalidad que sólo procede en
actos a título gratuito y en la institución de heredero o legado. Esta postura se
circunstancia de que el cargo supone necesariamente un propósi-
ciar a otro, finalidad que sólo es compatible con un negocio a titulo
otra parte, en las transmisiones a título oneroso, el cargo integra
y ilanamente la contraprestación, entendida Ssta con sentido amplio(0", por
Para quienes admiten el cargo suspensivo, el sujeto pasivo del cargo no pue-
e exigir el cumplimiento de la prestación que le es reconocida como derecho
cipal hasta que no cumpla con la imposición accesoria.
El beneficiario del cargo puede optar entre exigir el cumplimiento del cargo o
xtinción del derecho principal. Esa extinción no opera de pleno derecho sino
requiere sentencia judicial.
. Cargo y contraprestacidn
La obligación accesoria en que consiste el cargo, no constituye contrapresta-
n. De allí que a nuestro criterio, y siguiendo importante doctrina entendemos
e un acto jiirídico a título gratuito, no pierde tal carácter por la presencia del
84) P i z n ~ n oRAMÓN
, D. - VALI.ESPINOS, CARLOSG., In~tituciones....cit., p. 261.
85) PIZARRO, RAMÓN D. .VALI.BSPINOS. CARLOSG., úzstiti~ciones....Cit., P. 262.
86) M e z ~ Jonüe.
, en HUERBS, ALBERI.~ j. . i i i < ; i ~ ' ~ ~E~i:xh
i i . , l., Vdiligo...,cit., 1. 2-A, p. 314. can
nisión a los arrs. 2670,2671 y 352, Cód. Civil.
( ~ ~ ~ B u E RALBERTO,
Es, Objeto..., cii., p. 135, y 136.
5.7. Cunzplimiento del cargo y transmisibilidad
El obligado a cumplir con en el caigo es el adquirente del derecho transmiti-
do por el acto principal. Si no es una obligación inherenie a su persona, puede ser
satisfecho por terceros e inclusive transmitido a los heredeios.
Es lo que surge del art. 356, CCyCN, en cuanto establece que el derecho
adquirido es transmisible por actos entre vivos o por causa de muerte, y con él
se traspasa la obligación de cumplir, excepto que sólo pueda ser ejecutado por
quien se obligó inicialmente a cumplirlo.
5.8. 'Dansmisiónhereditaria
En este último caso, la norma prevé que si el gravado falleciere sin cuniplir-
los, "la adquisición del derecho principal queda sin efecto, volviendo los biertes
al titular originario o a sus herederos': Es la denominada reversión de los cargos.
Sin embargo, esta reversión no tiene efecto respecto de terceros, "sino en
cuanto pudiere afectarlos la condición resolutoria" (art. 356, CCyCN).
OBLIGACIONES DE DAR
do..., cit., t. 2-A, p. 67, explica que aunque la palabra "cosa" tiene en
iitado de objeto corporal, en Ias obligaciones se extiende el concep-
para abrazar los bienes inmateriales, conforme nota al art. 495, Código Civil derogado. Busso,
U4RDo B., Código..., cit., t. 4, p. 12, no 7, limita la exteiislón a los derechos siempre que ellos colis-
por Instrumento. B1 CCyCN en el urt. 764, expresamente estmblece que las normas referidas a las
lipaciones de dar cosas ciertas, se aplican en lo pertinente a las obiigaciones ceiativas a bienes que
de la prestación de un servicio, la creación de un bien o la realización de una
obra. En las de dar, por el contrario, la conducta se circunscribe a la entrega de
un bien.
No obstante, pueden presentarse casos en los que no resulte sencillo deter-
minar si se está frente a una obligación de dar o de hacer, lo que importad a los
fines de determinar el régimen jurídico aplicable en un caso o eii otro, el que
puede llegar al desapoderamiento forzado del deudor en una hipótesis, y en la
otra determinar la imposibilidad de ejercer violencia sobre la persona. Así, si el
deudor se compromete a llevar a cabo una actividad que se traducirá en la elabo-
ración, fabricación o construcción de una cosa mueble o inmueble, la que luego
de creada deberá ser entregada al acreedor, como sería el caso de la realización
de una obra de arte por un escultor para su entrega al acreedor, cabe preguntarse
si se trata de una compraventa de cosa futura que constituye una obligación de
dar, o de una locaciún de obra, que configura una obligación de hacer. Lo mismo
cabe plantear respecto de la obligación de dar un inmueble para transmitir su
dominio, la que lleva aparejadala obligación de realizar la escritura pertinente o
los trámites administrativos de inscripción en los registros, o la transferencia
permiso para explotar un vehículo de alquilerc3).
Según calificada doctrina, la índole de la obligación se define por el conte-
nido principal de su objeto. Si el objeto de la obligacióri recae sustancialmente
sobre una cosa, la obligación será de dar, aunque su cumplimiento importe la
necesaria y previa realización de actividades subordinadas orientadas a efecti-
vizar dicha entrega. Si por el coiitrario, lo determinante para las partes es el pro-
ceso de elaboración del objeto, el trabajo bumar~o,la obligación se considerará
de hacer aunque su cumplimiento importe la provisión de elementos necesar'
para su realización y la entrega del objeto como consecuencia de la activid
desplegada"'.
La doctrina mayoritaria descarta así la existencia de obligaciones mixtas
o complejas, que serían aquellas cuyo objeto es al mismo tiempo un dar y
hacer que einergen de una misma causa fuente, como ocurre en los ejemp
vistos. Se entiende que en tal caso, se trata de obligaciones distintas de dar
de hacer, cada una de las cuales conserva su individualidad, debiendo estable-
cerse cuál de ellas resulta preponderante a los fines de determinar el régime
unitario aplicable(5).
(3) LLAMBIAS,IOIIUE J. Tratado..., cit., t. ¡[-A, p. 68, cxplica qiio paz. aplicación de estos ciiterios
se entendió que existía obligaciún de dar en la provisión de aparatos folográíi~osque debíaarmar Y
montar el ~roveedor(CNCorn.. LA LEY 30,158):v de hacer en la insiaiación de un Drovcctor cinema-
También pueden distinguirse se@n la finalidad económico-jurídica perse-
guida. Así, las obligaciones de dar pueden desde el punto de vista teleológico
constituirse coalas siguientes finalidadesiG):
1) Transmitir o conslituir un derecho real. Por ejemplo, la obligación del ven-
dedor de entregar la cosa al comprador.
2) Restituir la cosa a su dueiio. Por ejemplo la obligación del locatario de res-
tituir la cosa al. propietario al vencimiento del contrato de locación.
3) Transmitir el uso de la cosa. Por ejemplo la obligación de entregar la cosa
al locatario o comodaiario.
4) Pasmitir la tenencia de la cosa. Por ejemplo, la obligación de entregar el
objeto en el depósito regular.
La diversa finalidad perseguida por las partes i n t e ~ n i e n t e en
s el acto jurí-
dico generador determinará el régimen jurídico aplicable al caso particular, va-
riando las consecuencias no obstante ser materialmente idéntico el hecho de la
E1 CCyCN, sólo regula en el Cap. 3, Sec. l a , Obligaciones de dar, los dos pri-
meros supuestos, remitiendo en los casos de obligaciones de dar cosas ciertas
so o la tenencia, a las nor.mas contenidas en los titulos espe-
4.1. Concepto
La obligación de dar cosas ciertas es aquélla cuyo objeto se encuentra plena-
ente determinado en su individualidad desde el momento del nacimiento de
la obligación. El deudor cumple la prestación entregando ese objeto y no otro.
Por ejemplo la obligación de entregar el inmueble sito en la Avda. Rivadavia 6578
Piso 4 O unidad funcional 20 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, inscripto
en el Registro de la Propiedad Inmueble al FR 18-9965120;o la de entregar el ve-
(6) PI~ARRU, RAM6N D. - \'ALLESPINOS. CARLOS G., h?siiluciones..., cit., t. 1, p. 285, entiende que
esta clasificación se aplica a todas las obligaciones de dar y no s61o a las de dar cosas ciertas como
parecía desprenderse del tch~odel art. 574, Código Civil derogado. En igual sentido opiiia C x z ~ ~ u x ,
PEDRON. -TRIGORBPRESAS, FFL~xA,, Derecho...,cit.. t. 2, p. 620.
638 -
NOIlMA O SILVFSrRt (DIRECTORA)
hículo marca Pord, Patente SDK- 456, o la obra original denominada "Materni-
dad" pintada por Pablo Picasso.
La determinación precisa y concreta de la prestación desde el momento mis-
mo de gestarse la obligación constituye su nota distintiva('). Esto las diferencia
de las obligaciones de género, en las cuales al nacimiento de la obligación no se
sabe con qué objeto será efectuado el pago. En ellas, el objeto inicialmente iilde-
terminado, debe ser objeto de una posterior individualización, luego de la cual
quedarán transformadas en obligaciones de dar cosas ciertas, resultando desde
entonces aplicable el régimen jurídico correspondiente a éstas.
01 deudor debe entregar la cosa con todos sus accesorios. Ello es consecuen-
cia de los principios de identidad e integridad del pago, por lo que si aquellos
faltaren, el acreedor podría negarse a recibirla cosa (art. 868 y 869, CCyCN).
Son cosas accesorias
"aquellas cuya existencia y naturaleza son determinadas por otra cosa de la cual de-
penden o a la cual estan adheridas. Su régimen jurídico es el de la cosa principal,
excepto disposición legal en contrario. Si las cosas mueb
mar un todo sin que sea posible distinguir la accesoria d
de mayor valor. Si son del mismo valoi; no hay cosa pri
La ley 24.240, establece que las cosas deben ser entregadas al consumidor
en forma tal que utilizadas en coiidiciones normales o previsibles de iiso, no
presente11 peligro alguno para su salud o para su integridad física o espiritual
(art. 50).Ello se complementa con el llamado "deber de advertencia" (art. 60),que
implica el deber de comercializar la cosay servicios observando los mecaiiismos,
instrucciones y normas razonables para garantizar la seguridad. En tales casos,
debe entregarse un manual en idioma nacional sobre el uso, la instalación y el
manteniiniento de la cosa o servicio de que se trate y brindarle adecuado aseso-
ramiento. Igual obligación regirá en todos los casos en que se trate de artículos
importados, siendo los sujetos eiiiinciados en el art. 4 responsables del conteni-
do de la tradiicción.
(9) ¡.a docrrina se dividía respecto del carQctcr de los muebles puestos intencionalmente como ac-
cesorios de un inmueblepor el propietario, sin estarloJisicamente, que según el art. 2316, Cód. Civil
derogado eran considerados irimuebies.Asi, algunos entendían que en el caso de un estabiecimienio
agricola ganadero, la entrega del inmueble abarcaba tainbieii la de las cosas muebles puestas conla
intención de contribuir al destino del fuildo, como los iitiles de labranza, maquinarias, y animales,
Oira opinión enieiidia que no eran iniiiuehlcs por accesión moral. porque rio estaban al seMcio del
inmueble, sino de la familia que en ella moraba y por estarazón, la venta de una casa n o comprendia
los muebles cxistenres cii ella, como debería entenderse si se las consideraba inmuebles por acce-
n i ~ s ,Tratado...,1.2-A,mjin. 1323, p. 214). En coiitra adverlia Borda que del
sión m o r a l ( L ~ ~ ~ ionc~,
propio ari. 2323 inJinc ei Cód. Civil derogado se inferia que L>smuebles que consiiiuyen ei ajuar de
uiia casa sonirimiieblespoi desiiiio, y que siempre que las cosas muebles estári eri un inmueble sir-
ven a su diieño y el hecho de que la venra de iina casa no kmprenda sus rnucbles, debia atribuirse a
la cosiiimbre juridica y a la inierprctacibii de la voluiirad tácita dc las partes (donor\,Guir.i.snh?oAS
ii-aludo de driedto civiliirgeniino Panege:e,7e,al,t. 2, Buenos Aires, 1976,ps. 37 y 38).
(10) C,I~.€,IUX,1'zDxo N. -TRIGO R I I P I ~ ~ ~FB1,ix
S I ~ SA,,
, Derecho.., cii., t. 1, p. 623.
Ol3i iGACiONES DE DAR 641
4.3.5.Inspección d e la cosa
Conforme el art. 747 del CCyCN
"Cualquiera de las partes tiene derecho a requerir la inspección de la cosa en el acto
de su entrega. La recepción de la cosa por el acreedor hace presumir la inexistencia
de vicios aparentes y calidad adecuada de la cosa, si11
la obligación de saneamient~('~)" (Sec. 49 Cap. 9, Tít. 11
La norma permite a las partes verificar de forma
dad, integridad y estado de la cosa, purgando los defectos aparentes que pudie
ren presentarse al tiempo de la recepción.
l
1
los terceros que han adquirido sohre el mismo inmueble detechos su]etos a pu-
9
blicidad (art i n c i ) l l 7 ) .
Se consagró de tal modo un régimen de inscripción registra1 declarativa. Ello
significa que el derecho real sohre los inmuebles, se transmite entre las partes
por el solo consentimiento y genera efectos respecto de ellas y de ciertos terceros
que tienen conocimiento efectivo del acto a partir de ese momento. Por eso es
un sistema consensualista, pero mitigado, porque para que el derecho real pro-
duzca efectos respecto de otros terceros, es indispensable la inscripción registral
que publicita el acto y lo torna oponible a todos(18).La inscripción, no hace a la
adquisición del derecho, pues no constituye su estructura.
(22) En la nota al art. 577 VS exrilicaixd con detalle los fundamentos de esta decisibn. Citati
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< . t r u 3,q:!~,.\ (1 ic o. .t.,,r> :b, d:4 ~ C ~ V I ~ I J
uersonal Y Queesos sienos. deben ser tanvisibles v n&licos cuanco sea8osible. oues no se concibe
acuerdo de uoiuntades, sólo tomo a la nroniedud en sir awecto md~urdiralv no arend~óa su elemento
social. "conrú con la buena fe de las ~"nv~nciones.
climo'si la mala fe tio hiese norible" Consides6 a
semndo ~ornoradoroodria de buena fe tiariarnitir taiubren la cosa aue asi ira siicesivarnerite oasan-
. . . .
la cama y el efecto:
(23) En la nota al att. 3203 Vélci. Sarsfield explica por qué no adoptó el sistema de la inscripci '
registral enmaieiia de derechos reales, lo quc se discute eiidoctiina. Para algunos no loliizo por r
zonec ciicunstaziciales y prdcricas vinculadas con la epoca y la coniplejidad de las leyes de
la inexistencia de catastro y personal técnico adecuado que teimiiiarian ppr perjudicar a
hipotecario por esos tiempos, aunque anhelaba lograrlo en el Siit~iro;otros sostienen que su co
ción era contraria al sistcnla registial pos considezar que atacaba cn siis fundainentos al derecho
propiedad (Ailcnde).
OULIGACIONES DE DAR 647
4 La haditio brevi munu se daba en los casos en los que quien tenia la cosa a nombre de otro
asaba a poseerla a ndiiibre propio, conio el caso del inquilino que adquiere el do~niniodel inmueble
orcompraveiita, por lo queno esnecesario entregarle eliiimueblccuya tenenciayarecibió, oelcaso
uicn la poseía a nombre del propietario, y pasaba a poseerla a nombre del nuevo adquirente, por lo
ue tampoco es necesaria la eniiega. El constilu~oposesoi-io se refería al supuesto del propietario de
cosa, que la transmite a otro y se constituye poseedor a nombre del adquirente, coino el caso del
dedor que pasa a ser comodatario de la cosa vendida.
5) CS. 25/11/35, IA 52- 359; 18/2/38, LA LEY 9-528, citados por PIZARRO, RAMON D. - VA1.LESPI-
OS, CAI~LDS G., Instiluciones...,cit., t. 1, p. 299
4.5.í. Rdgimen aplicable a los bienes inmuebles
La ley 17.711 sustituyó el art. 2505, Código Civil originario por el siguiente:
"La adquisición o transmisión de derechos reales sobre inmuebles, snlilmente se juz-
gará perfeccionada mediante la inscripción de los respectivos títulos en los registros
inmobiliarios de la jurisdicción que corresponda. Esas adquisicioneso traiismisiones
no serán oponibies a terceros mientras no estén registradas':
Contemporáneamente se dicto la ley 17.801 sobre régimen nacional
tral, cuyo art. 4 establece el carácter declarativo de la misma al disponer que
"La inscripción no convalida el título ni subsana los defectosde que adoleciere s
las Leyes".
Con la sanción de dichas normas, se configuraron los requisitos para la con
titución de derechos reales sobre inmueble$: el titulo (el acto jurídico caus
debe revestir la forma de la escritura pública) y el modo (la tradición).
Adernás, se requirió la inscripción en el Registro de la Propiedad inmue
de la jurisdicción correspondiente, pero sólo a los efectos declarativos, es d
como presupuesto para su oponibilidad a terceros(26).
De tal modo, no se abandonó el sistema del titulo y el modo para la consti
ción del derecho real sobre inmuebles con la ley 17.711, por cuanto el derec
real se adquiria igualmeme con la reunión de ambos elementos entre las partes
los terceros que han tomado conocimiento del acta (escribano y los t e ~ t i ~ o s ) ~ ~ '
El requisito de la publicidad registral se exigía para la oponibilidad del derec
erga omnes. No constituía el derecho, sino que solo lo publicitaba y hacía op
ble a terceros.
De tal modo, quien ha obtenido la inscripción registral, pero no ha reci
por tradición el iiimueble adquirido, no tiene el doininio del mismo y goza de
acciones que la ley le coiifiere para lograr la propiedad del vendedor(28).
Si se trataba de terceros, carecería de la acción reivindicatoria por cuan
para ejercerla conforme lo dispuesto por el art. 2758, Código Civil derogado
necesario haber tenido la posesión de la cosaIZg).
(26) LLAMRiAS, IORGE, %lado ...,cit., t. 2-A, ps. 84/85; LLAMB~AS, Jorge- I~I:?:iF.RINI,
ATILIO, C6dig
Ciuil anotado..., 1979t. 4-A, p. 289; MAYO,JORGE en BUERES, ALBERTO J. - HIGHTON, ELENAl., Cdd
go...,cit.,t. 2-A,p. 340; PrznRno, R A M ~D. N - VALLESPINIIS, C,,RLOS C;., Institucion8s..,,cit., t. 1,p. 300
(27) Asi ia jurisprudencia que soshivo que: "En el supucsro de mediar iin poseedor por boleto d
fecha anrerio,; ei posterior comprador por escritura pública nunca Iia adquirido realmerite e1 d
nio al no poder hacerse cíecrivamenle de la posesión, que con anterioridad detentaba iin te
(art.577, Código anterior).Ello resuita doterriiiiiante pira acordar a aquel la preferenciaen el en
tamiento deintereses.siempre queeladquirenteporboletosea de buena fe (CNCiv.,salaE1B13/
LA LEY 1986-D,236);en el mismo sentido y rechazando la acción rcivindicatoris entablada por el
quirente de uri inmueble por escriluia pública, contra un adquirente que por boleto de comprave
y Uadicibn había recibido la p0spsión con anterioridad(CCiv.y Com. iunin, 12/8/2009,'Xrmenda
Pélix y Otros c. Gdliardo,,HéClorsireivindicciún",publicado cn lJrS1~pra.mrn.j~ el 18/8/2009].
(28)MAYO,JORGE, en BUERES, ALBERTO J. - HIGIITON, ELENAl.. Cddigo..., cit., t. 2-A,ps. 340134
129) (27) Sin embargo, la jurisprudeiicia plenaria de la Cbm. Nac. en lo Civil, le ha reconocido
accidn a quiencarecedetradiclón.Serrara del Fallo PlewduiooAicariinic.Malecg del 11/11/58dond
se sentó la siguientedoctrina legal: "El comprador de un inmueble a quien lo ha otorgado la pe
tiiienre escritura traslativa de dominio, puede aún antes de la uadicidn de ia cosa, ejercer la uccib
reivindicatoria contra el tercero poseedor de iu misma': Se basa en el art. 1441,C6d. Civii derogad
según el cual "...puedenser cedidos todos los derechos y todas las acciones sobre una cosa que se
Con relación a los bienes muebles cabía distinguir según sean o no regis-
trables, y en pe caso de las registrables, según lo sean con efecto declarativo o
constitutivo del derecho, existiendo así lo que se ha dado en llamar un mosaico
e soluciones(30).
(32) CS, Fallos: 325:1156,21/512002, "Cainargo,Martinay otros c. Pcia. de San Luisslds. y ps::
al Civil, se funda en que si la ley exime de responsabilidad a
uien formaliza unilateralmente y sin comprobación algcna la referida denuncia
e venta, coaiguraría un excesivo rigorismo formal privar de igual beneficio a
uien acredita fehacientemente en el proceso judicial que el vehículo se hallaba
poder del adquirente o de terceros que de éste lo hubieren recibido, con an-
ioridad al hecho. Se agrega que no surge de la ley el establecimie~itode una
resunción iure elde iure de que el propietario que no denunció haber vendido y
ntregado el automotor, conserve la guarda del mismo.
Pese a tales fundamentos, existe sin embargo una fuerte critica de cierta doc-
rina a este criterio, por cuanto implica en los hechos desvirtuar el sistema de
al constitutiva previsto por el ordenamiento jurídico para los
utomotores, y asimismo coloca a las potenciales víctimas de accidentes de trán-
to en situación de indefensión, puesto que facilita de tal modo la concreción de
a provocar la liberación del titular registral de un automotor
onado por el vehículo inscripto a su nombre(33).
9ues y aeronaves
Los buques (arts. 155 a 159,ley 20.094) y las aeronaves (arts. 36,49 y 50, Códi-
Aeronáutico), se encuentran sometidos a
xige para la constitución del derecho real, el título y el m
33 CALVOC o s r ~ CnnLos
, A, Dereciio de las obligaciones, t. 2, p. 468 Derecho de daños,
4) PrzAnao, iuhróx D. - VALLESPINOS, CARLOS G., institztcionm..., cit., t. 1,p. 302, pto. 2-2, aclara
ue en el caso de los animales de raza, la propiedad se prueba con los certificados de inscripción en
iegistros que tradicionalmente han sido llevados para los bovinos, ovinos. y porciilos por Iri Socie-
d Rural Argentina y para los equiiios por el Jockey Club.
35) En los Fundamentos del Antepiayecto 2012 se aclara que la sustancial modificación en
ta materia, hubiera sido sustitiiii la tradición poscsoiia por la inscripción registral coma modo
652 NORMA O SILVCSl RE ( D I-
RFCJOM)
En primer lugar, el art. 750, referido a las obligaciones de dar cosas ciertas
para constituir derechos reales, replicando al derogado art. 577, dispone que
suiiciente para la adquisición, transmisiún o niodiiicación de derechos reales sobre cosas reg
trables, abandonando la miienariv reoria del titulo y el modo como pilar del sistema trans
entre vivos de los derecbos reales ejercitables por la posesióii. Eilo considerando las criticas
el mismo merece en las modernas saciedades y citando eii apoyo del cambio a los diversos Ant
proyectos de reforma al Código veleziano. Sin embargo, a pedido de escribanos y registrador
invocando la falta de preparación de los registros, se mantuvo el sistema en el cual la inscri;>ció
constitutiva solamente se iiicliiye corno excepción para ciertos objetos, como por ejemplo ios a
tomotores, mas no para todas las cosas cuyo dominio es iegistrable, especialmente los inmuebl
para los cuales mantiene la tradición posesosia como modo suficiente. Se explica esto a Los fin
desatisfacerlosintereses de la comunidadsii>hacer pievalccer las ideas propias delosmiemhr
de la Comiciún redactora sobre las necesidadesde la "oblación.
con todas las caigas o gravdmciies que aieciaban a la cosa, como la tiadición y la sucesión mo
carrsa. Es orieinaria la adouisición cuando el adnuirente obtiene la cosa oor si mismo, sin re
birlo de otloantecesor coiocido, de tal forma q i e el derecho a d q u i r i d ;lo reconoce más iími-
tes que los impucsias por la ley. Son inodos originarios la apropiación, la cspecificaciúii, la a
cesiiin y la percepción dc frutos. Lafaiiie y 0oid; agregan como tales a la us&api6n y Borda a 1
expropiación.
"Título suficiente": es el acto juridico revestido de lasfornzas establecidas por
le% que tiene
i- porfinalidad transmitir o constituir el derecho real (art. 1892,
rr. 20). "
ciones a la tradición
n el párr. 30 se prevén los casos en los que la tradición no es
"cuando la cosa es tenida a nombre del propietario, y éste por un acto jurí-
dico pasa el dominio de ella al que la poseía a su nombre'! Por ej., el caso del
locatario que adquiere el dominio de la cosa por compraverita, por lo que no
es necesario entregarle el bien cuya tenencia ya recibió.
"cuando el que la poseía a nombre del propietario, principia a poseerla a
nombre de otro". Por ej., es el caso de venta de la cosa alquilada, que conti-
úa poder del locatario a nombre del nuevo adquirente, quien debe respetar
contrato de locación.
uando el poseedor la transfiere a otro reservándose la tenencia y constitu-
yendose en poseedor a nombre del adquirente". Por ej., el caso del pi-opieta-
rio que enajena la cosa y continúa poseyéndola en carácter de comodatario.
Seruidurnbres: en cuanto a estas, se establece que "El primer uso es modo su-
ficiente para la adquisición de las servidumbres positivas':(3~Coincidecon el
art. 2977, Cód. Civil derogado, según el cual el uso que haga el propietario del
'nmueble a cuyo favor es concedida la senidumbre, tiene lugar de =adición.
Los supuestos analizados en los puntos a), b) y c), coiiiciden coi1 los llamados casos de "tra-
ficia" del derecho romano que preveía elCúdigo Civil derogado: eran los ya mencionados su-
tos de traditio brerii rnaizu, y constituto posesol-io
(33) Conforme al art. 1891, CCyCN, "Las seividumbres positivas se ejercen por actos posesorios
1 tos y determinados, sin que su titular ostente la posesión". Y el art. 2164, CCyCN, establece
a servidumbre es positiva si la carga real consiste en soportar su ejercicio; es negativa si la c u -
Selimita a la abstención determinada inipuesta en el título'!
654 NORMA O. SII.VES1~RI:(DIIIECTORA) - -
e) Hipotecas: tampoco es necesaria en v~rtudde tratarse al igual que las servi-
dumbres de un derecho real que no se ejerce por la posesión, de conformi-
dad con lo dispuesto por ei art. 1891, CCyCN.
Ínoponibilidad a terceras
De modo coherente con el sistema del título y el modo y la inscripción r
tral declarativa, el art. 1893, CCyCN, establece que
"La adquisición o transmisión de derecliüs ;i,?les constituidos de conformidad
la? disposiciones de esle Código, no so11 opunibles a terceros interesados y de bu
fe, mientras no tengan publicidad suficiente".
Agregando que
"?e considera ptiblicidad siificierite la iilscripción registral 'o' la posesidn s8gÚn
caso...".
En verdad, debería haberse dicho publicidad posesoria "y" registral, to
que e n materia de ii~mueblesno resulta dudosa la necesidad de publicida
junta y simultánea registral y posesoria. Asimismo, debe extenderse ello a o
clasc de cosas con registración declarativa y tradición como modo, tales co
buques y aeronavesf4').
Finaliza el artículo en cuestión estableciendo que
"Si el modo consiste en una inscripción constitutiva, la registracióir es presupuesto
necesario y suficiente para la oponibilidad del derecho real".
La norma dispone asimisrno que
~eblesno registrables
.t. 1895, CCyCN, actualiza y mejora la redacción de la norma de
,Cód. Civil derogado que consagraba el principio fundamental en
propiedad de cosas muebles, según el cual "la posesión vale título".
a norma precisa adecuadamente los términos y ámbito de aplicación
principio recogiendo la interpretación de la doctrina.
zones de orden práctico y económico, llevaron aVélez Sarsfield a adoptar
rido principio en aras dela seguridad y celeridad del tráfico jurídico en ma-
mobiliaria, ponderando que las transmisiones de cosas muebles no dejan
eneral rastros documentales que permitan reconstruir su historia jurídica
constatar la perfección de los
onforme era interpretado por la doctrina, se aclara que el principio sólo
able a la posesión de:
A título oneroso
Con base en los arts. 2767 y 2778, Código Civil derogado, se enteii
el poseedor requería del título oneroso para poder repeler la acción re
catoria del verdadero propietario. El CCyCN recepta dicho recaudo, e inc
ra asimismo la presuiición de adquisición de la cosa a título oneroso. Ello, t
vez que pone en cabeza del verdadero propietario demostrar que la adquisi
fue gratuita. Esta presunción se basa en que lo normal en el comercio es q
enajenaciones sean a título oneroso, y normalmente no se guardati las fa
recibos y boletas de compra de cosas muebles(").
Pero queda eil claro que el título oneroso, sólo es exigible frente al verdadero
propietario, y ng. frente a cualquier otro tercero que pretenda reivindicar la cosa(4").
Se ha discutido acerca del fundamento que explica esta posible adquisición
de un derecho inejor que el de aquel que lo ha transmitido. Mientras que para
cierta doctrina el art. 2412, Cód. Civil derogado establecía una presunción depro-
iedad para el poseedor, erigiendo la ley en regla jurídica el hecho de que nor-
almente las cosas muebles se encuentran en poder de su propietario; algunos
stenían que se trataba de una prescripción instantánea, lo que era criticable al
minar el tiempo que es elemento esencial de toda prescripción. Finalmente,
desde otra postura se sostenía que se trataba de un supuesto de adquisición legal
propiedad, en el que la ley confiere la propiedad al poseedor, siempre que
urran los requisitos que ella exige. Esta última opinión, parece ser la adop-
a expresamente en el art. 1895, CCyCN.
a).6.2. Muebles registrables
Respecto de éstos, el art. 1895, CCyCN, establece que no puede haber buena
sin inscripción reaistral. Se trata de una consecuencia lógica de dicha inscrip-
ue altenei finalidad publicitar los derechos, nelesariamente obstará
ena fe de quien pretenda sin ella invocar u n derecho real sobre muebles
46) HIGHTON,EI.ENAl., DCICC~ZOS reales..., cit., vol. 1, p. 148. Si el tenedor abusando de coiitianza
iala cosa u un tercero, éste es propietario frciite a todas y puede repeler toda reivindicación o rei-
icarta6linlsrno silo despojimpiies es propietario deiacosa.Pero si elverdadero poseedor, queia
gó en miit~ioo depúcito, inicia la acción de rrivirin<iicacióii,el pnsecdol- de buena fe que obtuvo
a a titulo graruito debe entregarla.Ello, por cuanto es dueño contra todos, con la excepción del
itlvo dueño. En cambio, si el ex tenedor le hubieravendido la cosa, el poseedor de buena fetarn-
Podría repeler la reivindicación del verdadero dueño, pues es dueño contra iodos.
-
658 NORMA
-. O. SILVESíRC
-. (UIRCCTOPA)
Corresponde en primer lugar estudiar los efectos entre las partes, y luego los
efectos frente a los terceros, debiendo tenerse presente las diferentes cuestiones
objeto de estudio en un caso y en otro.
1) Efectos entre partes: la cuestión a estudiar es la denominada Teoría de los
riesgos, que tiene por objeta resolver lo alinente a la pérdida, deterioro, aumen-
tos, frutos y mejoras producidos en la cosa en el periodo que va desde que la obli-
gación nace, hasta que la misma debe ser cumplida. Sabiendo que el propietario
de la cosa es el que soporta los riesgos de ésta, será básicamente deteriniiia~ido
quién reviste el carácter de dueño según el modo de adquisición del derecho real
adoptado por el sistema, que se conocerá quien se beneficiará o perjudica
te a las diversas contingencias posibles.
2) Efectosfrentc a terceros: la cuestión a estudiar es la relativa al conflicto que
se plantea entre diferentes acreedores que pretenden la cosa, cuando el deudor
de una obligación de dar una cosa cierta, se obliga de mala fe respecto de varias
personas.
Ambas cuestiones serán estudiadas cuando la obligación tiene por fin trans
mitir un derecho real sobre la cosa, y cuando la obligación tiene por objeto re
tuir la cosa a su dueño.
-
(47) MAYO, loncn. en lillsi~iis,ALiiERTo !. 1:lGIi.roli. SLI:NA
i., Codip.., cit., t. &A, p. 345, pa 4.
-
(48)MAYO. Ionci.:, en Buslw.s, AI.BEHTOl. HIGHTON, ELGXA1.. Cc5digo...,cit., t. 2-A, p. 315, pa
ItihlóN D. - VAI.LE.~PINOS,
(49)Plz2~liRo, C~P.I.OSG., In~titiz~iones..,Cii., l . 1, p.304, citandoal3
OBi IGACiONES DC DAR 659
Estudiaremos en primer lugar estos efectos entre las partes, en los casos de
obligaciones de dar una cosa cierta para tiansferir derechos reales y luego los
efectos frente a los terceros. Luego haremos la propio con las obligaciones de dar
cosas ciertas con el fin restituirlas a su dueño.
b).2. Efectos entre partes de Las obligaciones de dar cosas ciertas para
transmitir o constituir derechos reales
(50) CNCiv.. salaA05104/1988, "Foni, Marta E. c. Parapel, SRC; 1.A LEY 1988-D,279; DJ 1988-2,97
(51) L I . A M ~ ~ A SIORGE,
, Trnlado...,cit., t. 2-A, ps. 97198.
(52) PiLARRU, R A M ~ ND., Clases de obligaciones en RIVERA, J U L I O CÉSAK (dii) - MEDIIVA,G R A C ~
LA (cootd.), Conlenfario 111 Proyecto de Código Civil y Comercial de ia Nación 2012 Buenos Aires
Abcledo-Perrot, 2012, p. 532,
(53)GARRIDOCoRaon~.~, I.ioi,z M. R. - Bonon, ALEJANDRO- AI.FE~ILI.U, FASCUALE. - I<lllliG
WALTER E. Código Ciuily Comerciaianoíudo y co>icord&, t. 2, Astrea, Bs. As., 201 5, p. 33.
OBLIGACIONES DE DAR 661
"E1 deudor está obligado a realizar las mejoras necesarias, sin derecho a percibir su
valor. No tiene derecho a reclamar indemriizaci6n por las mejoras Útiles ni por las de
mero lujo, r k e o o sunniarias,pero puede retirarlas en tanto no deterioren la cosa':
a) Necesarias. Es correcta la solución adoptada y pone claridad sobre el tema,
ue era discutido en el Cód. Civil derogado(jR):toda vez que el deudor de la obli-
ar una cosa, tiene el deber implícito de conservar la misma en el es-
se encuentra desde el nacimiento de la obligación y hasta la entrega,
e rea Izar los actos de cuidado y conservación que fueren necesarios para
eservarla conforme las circunstancias. Lógico es que los gastos que tienden a
ar esa pérdida o deterioro sean soportados por el deudor. Por excepcióil, la
trina entiende que el deudor tendría derecho a reclamar el pago de las mejo-
s cuya realización hubiera sido impuesta por la autoridad pública el1 ejercicio
sus poderes, tales como e1 caso del dictado de una norma municipal que obli-
a a la construcción de un cerco o vereda frente al inmueble, o a la instalación
redes de servicios de gas o agua, o el supuesto de pavimentación de calles. Son
stos que si bien no alteran directamente la estructura de la cosa, claramente
mentan su valor y respecto de los cuales el deudor no habrid in
de no innovar la cosa.
o se discule que las expensas necesarias no pueden ser cobrada
constituyeii gastos necesarios para la conservación de la
'
esan en principio sobre el propio deudor.
b) Útiles.Tampoco se discute la improcedencia de la indemniz
uanto el deber de conservación implica asimismo la prohibición genera
roducir cambios en la cosa vendida. De lo contrario, se dejarid li
luntad del deudor, a través de la simple realización de una mejora útil alte
e las condiciones negociales previstas(55).Pero si la mejora fue realizada y es
rés del acreedor conservarla será procedente su indemnización. De no r
interés del acreedor su conservación, tiene derecho a exigir
a, reponiendo la cosa al estado original sin costo alguno asu c
icio de los mayores daños que la situación le pudiere haber oc
n de la posible resolución de la obligación en caso de que pudier
irreversiblemente su interés.
) Suntliarias:Por iguales motivos, tampoco resultan indemni
dor. Este tiene igual derecho a mantenel-la si le interesa abonando su costo;
olicitar su retiro sin dañar la cosa y sin costo alguno a fin de reponer la misma
4 P I ~ A R RRAMON
O, cit., t. 1, p. 314, citap.do a Linln
D. - VALI.BSPINOS,CAIILOSG., iiz~ii~iu~ioiies..,,
Y Busso para quienes las mejoras necesarias eran indemnizables según ei art. 582.
R O , D. ..VALI.ESPINOS, CARLOSG., Instituciones...,cit., t. 1, p. 314.
~ ~ P I Z A RRAMÓN
del enriquecimiento sin causa. Es decir, el acreedor deberá abonar al deudor el
costo del gasto efectuado en la realización de la mejora, en tanto no supere el
mayor valor adquirido por la cosa como consecuencia de la introducción de la
mejora.
Respecto de las mejoras suntuaiias, la doctrina enriende que se debe reinte-
grar sólo el importe de costo, puesto que por definición tales mejoras no implica-
rían un aumento en el valor de la cosa, por cuanto de incrementar10 serían%tües
y no suntuarias. En contra, se sostiene que una mejora suntuaria puede asimis-
mo importar un incremento en el valor de la casa objetivamente, coino ocurrt: en
el caso de una piscina, por lo que se propicia adoptar idéntico criterio que para
las mejoras útiles y necesarias(5@,. Así se evita tratar de modo más favo~dliica
las mejoras suntuarias que a las útiles cuando el acreedor opta por mantenerla
abonando su valor.
b1.2.4.1. Clases
Según el origen, la norma establece que pueden ser:
1)Naturales: "son las producciones espontáneas de la naturaleza"; sin inter-
vención alguna del hombre como los vegetales y crías de animales, o la leche,
aunque el hombre intervenga en su separación o exploración.
2) Industriales: "son los que se producen por la industria del hombre o la cul-
tura de la tierra", los que no se generarían sin su actuación, como las cosechas, o
las plantaciones.
3) Civiles: "son las rentas que la cosa produce. Las remuneraciones del tra-
bajo se asimilan a los frutos civiles". Prwienen del uso y goce de una cosa tales
como los salarios, los honorarios, los alquileres y los intereses ?iel,capital.
(56) Piz~~no,
RAM6N D.- VALI~ESPINOS, ...,ci!., t. 1,p. 314.
CARLOS G., Jnstillicio~zes
0IIl.iGACIONES DE DAR 663
2) Frutos pendientes, los que no han sido aún separados de la cosa fi-uctífera;
3) Frutos devengados: son los frutos civiles que es siendo ya exigibles, aún no
fueron cobrados.
El Cód. Civil derogado, se refería a los frutos percibidos y a los pendientes,
omitiendo toda mención respecto de los devengados. Las opiniones doctrinarias
se dividían al respecto: mientras para la minoría eran considerados pendientes,
la mayoría consideraba a los devengados una tercera categoría, diferente de los
percibidos y de los pendientes.
viejo art. 583 referido a las obiigaciones de dar cosas ciertas para constituir un dereclio real.
(58) PizAnno, U M ~ - VALLIISPINOS,CARLOSG.. Instituciones...,cit., t. 1, p. 317, coincidiendo
D. N
con Alterini, Ameal, Lbpez Cabana, Borda, Russo Saivat, Galli, Llambias.
luego de la tradición. Tales frutos, no son percibidos por ciianto no íueron cobra-
dos, pero tampoco son pendientes por cuanto se han devengado con motivo de
los períodos locativos vencidos, generándose un crédito a favor del diieño de la
cosa, esto es el locador, e incorporado a su patrimonio. Al no ser materia de orden
público, pueden las partes libremente apartarse de la regla citada.
El art. 755, CCyCN, transcripto nos lleva directamente al art. 955, referido al
vo de la obligación denominado: Imposibilidad de cumplimiento,
el cual si el objeto se torna imposible por causas fortuitas, la obligación se
ue sin responsabilidad alguna para el mismo; en tanto que si ello obedece
ible, lo hace responsable de los daños y perjuicios (art. 955,
bJ3.1.Bienes inmuebles
El art. 756 establece que
&.e
"Sivarios acreedores reclaman la misma cosa inmueble prometida por el deudo^ son
todos de buena Fe y a título oneroso, tiene inejor derecho:
a) El que tiene emplazamiento registral y badición.
b) El que ha recibido la tradición.
c) El que tiene emplazamiento registral precedente.
d) En los demás supuestos, el que tiene título de fecha anterior".
Los incisos a) y b) se refieren a un supuesto en el que existió tradición del
inmueble a favor de uno de los acreedores. Los incisos c) y d), presuponen en
cambio un conflicto entre acreedores sin posesión.
Requiere expresamente la norma para invocar la protección que brinda, que
sean todos ellos de buena fe y a tinilo oneroso, excluyéndose en principio de di-
chas reglas a los adquirentes a título gratuito.
La buena fe, que se presume, es el desconocimiento dela existencia de la otra
obligación, lo que supone asimismo que esta tampoco pudo ser conocida. Por tal
motivo no es de buena fe quien no la conoció pero debió o pudo conocerla y no1
hizo por negligencia, tal el casa de quien ign,ora una inscripción registr
en cabeza de otra persona al momento de la celebración del acto.
(65) Así, se ha dicho con relación alviejo art. 594, Código Civil (pretendiente de buena fe con Va
ción a su favor, Eiente a otro sin iradición) que quien iiubiere obtenido primero iaiiiscripción~egisir
ser6 preferido aiinqiie no se ie hubiese hecho tradición, salvo el caso de coliisión fraudulenta o malaf
del adquirente (Ver CAZEA~JX, PEDRO N. - TXGOREPRESAS, FÉirlñA., Derecho..., cit., 1.1, p. 648, citand
a Colmo y a I.aquis) Y con relación al art. 596 (diversos acreedores sin oue a niiieuno se hava hech
drá acción realcontra tercerosque sobre ella hubieren adquirido derechos reales o que ia tuvieren
su posesión por cuaiquier contrato hecho conel deudor) Ia acción realno prosperar6 contra tercer
adquirentes de buena fe y a tituio oneroso (ut. 1051, C6d. Civil temo ley 17.711) que tuvieran la in
ciipciiinregisrrala su favor. Cnzsnux. PEDRO N. - TRIGOREP~ESAS, A,, Derecho...,cit., t. 1, ps. 64
Fi-LIX
nota 58 y 649, exolicaba su Dosición dando oreeminencia a Quieninscribió su iinilo en el redslro de
do. ~ n c a n t r a~ i z n n ~U&N
o, D. -VALLESPINOS, CARI.OSG.,InstituCio>les...,cit., t. 1, p. 320, dabaP
ridad al adquirentc de buena le que tuviera tinilo oponihic con fecha anterior al de aquel que efec
la registración. En igual sentido MAYO,JORGE, e11 BUERES, ALBBI~TO J. - HIGATON, ELENAl., Cddig
cit.. t. 2-A, p. 381, par. 3; LLAMB~AS,
JORGE,citado por CAZRA~IX, PEDRO N. -TRIGO REPRBSAS, F~LIX
Derecho...,cit., 1.1,p.640, nota58,daprioridad al tercer adquirentede buena fecon tradición, aclar
do quenose necesita para la prioridad que haya otorgado escriiurapública de dominioa favor de e
tercero, ini menos queella se heya inscripto en elregisao de ia propiedad de acuerdo coneiart. 2505
(66) CNCiv., sala E 161811988, " Z a p e de I,iermanos, Rosa V. c. Ponce, Luis E. y otros", LA L
1989-A, 93; CNCiv, sala F, 181311986, "Feiencich, Pedro í. c. D o m i n y e a Carios A,: LA LEY 1986-l?
236; CNCiV, sala C. 7/9/1976, LA LEY 1977-A,518, con voto del doctor Brliuscio y del 171511977, LA
LE? 1978-A, 79, con voto de1 doctor Nterini.
qiie en el caso de que se dispiilaian la entrega iin acreedor con escritura pública a instrumento
vado con fecha cierta oor un lado, frente a otro con iiiscriución reaistrai la doctrina rnavnriraria
bJ3.2.Bienes muebles
Respecto de 1;s bienes muebles, el art. 757, CCyCN, establece que:
"Si varios acreedores reclaman la misma cosa mueble prometida por el deudor, son
todos de buenn fe y a título oneroso, tiene mejor derecho:
a) Izaregla general
La enuncia expresamente el art. 759, CCyCN, al decir que
"Eii la obligaci0n de dar para restituir, el deudor debe entregar la cosa al acreedor,
quien por su parte puede exigirla'!
Es claro que en este caso, al tener la obligación de dar como finalidad la re
titución de la cosa al duefio, a diferencia del supuesto antes estudiado, inversa-
mente, aquí el duefio de la cosa es el acreedor, y no el deudor.
-
D. VALLESPIUOS, (;,%HI,OS G., Inslitll~iones,..,cit., l. 1,ps. 322, ~ 3 2 3citando
( 7 5 ) PiZ,iIlIio, Ri~i~ldi\ ,
ii Salvai, Gaili y l.afaiiie.
"Si quien debe restituir se obligó a entregar la cosa a más de un acreedor, el deudor
debe entregarla al dueiio,... Se impone como requisito... la previa citación fehaciente
a los otros qke la hayan pretendido" (art. 759).
La norma solo se aplica a los casos en que el acreedor sea el dueño de la cosa,
y no si no lo es. Por ejemplo, si un locatario subalquila la cosa y la misma le tiene
que ser devuelta, se aplicarán las normas relativas a la transferencia del uso o la
tenencia (art. 749, CCyCN).
Los arts. 760 y 761 regulan los casos de entrega de la cosa a quien no es pro-
pietario, distinguiendo bienes registrables y no registrabies.
"El acreedor tiene acción real contra terceros que sobre ella aparentemente adqui-
'eron derechos reales o que la tengan en su posesión por cualquier hecho con el
La solución coincide con la que traía el art. 599, Cód. Civil derogado para los
odo tipo de bienes registrables. Es aplicación del prin-
ie puede transmitir a otro un derecho mejor ni más
orlo que es claro que siempre se prefiere al dueño. Es
e buena fe por parte del tercero, dado que las constan-
iedad publicitan que el propietario no era el vendedor,
D. -N
(76) PIZARR0, U M ~ ...,Cit., T. 1, P. 329.
VALI.ESPINOS, CARLOS G.,IIIsL~~UC~O?ICLS
b).J. Acción resarcitoria subsidiaria
Resultará procedente respecto del deudor en todos los casos eil los que el
acreedor no logrc reivindicar la cosa contra los terceros.
c) Los efectos entre partes las obligaciones de dar para restituir al dueno
Alguna doctrina señala como incongruente la norma referida con el art. 1211,
CCyCN, que, e 2 materia de locación veda al locatario el derecho a percibir las
mejoras útiles, aún estando autorizado a hacerlas, lo que es por otro lado conce-
dido por el 1938 al poseedor de mala fe(''].
A los fines de comprender mejor la cuestión, corresponde distinguir ante
todo:
1 ) Buena fe en la realización de una mejora. Es la persuasión del deudor de
encontrarse habilitado o autorizado para realizar la mejora. Esta faltará cuando
la realización de las mismas haya sido prohibida expresamente o cuando por la
naturaleza de la relación jurídica entre deudor y acreedor no estuviera habilitado
para efectuarlas. La buena o mala fe paralas mejoras útiles, consiste en lapersua-
sión de estar habilitado para realizar esa clase de mejora(79).
2) Buena fe eiz la posesión de la cosa. 13s la persuasión del deudor en la legiti-
idad del título en virtud del cual detenta la cosa con carácter de dueño.
(~~)'IAL CAMILO,
E, Ponencia en las XXlVlornadac Nacionales de Derecho Civil, Bs. As., set. 2013.
(79) PIZARRO,RAMÓND. - VALLESPINOS, CARLOSG., Instituciones....cit., t. 1, p. 526, par. 2, citando
larnbias.
(80) PiZAll~0,h M 6 N D. - VAL~.ESPINO~,
CARLOSG., InstituciOnCS ....cit., t. 1, P. 326.
Toda vez qiie el articiilo dispone se realice al tiempo de la restitución, algu.
nos autores(u')dicen qiic debe interpretarse literalmeilte, y valuai-ie a dicha fe-
cha y pagar su importe.
Derecho de retencidn. El deiidor de la cosa a restituir al dueño, goza del de-
recho de retención sohre ella, en tanto no se le abonen las mejoras y expensas
indeinnizables. El derecho de retención se conser~~a mientras el reteiitor se man-
tiene en la tenencia de la c o ~ a ~ ~ ~ ) .
Con relación a los Irufos civiles, el art. 1934 aclara que si es fxuto civil, "
considera percibido el devengado y cobrado", por lo que se consideran pendi
tes a los frutos exigibles pero no cobrados efectivamentey corresponden poi.
to al acreedor que tiene derecho a la restituciún.
En este caso, la soluciósi luce justificada por cuanto el poseedor ha dej
de tener derecho para percibir los frutos, y sí lo tiene el propietario acreed
la cosa. Es diferente a la situación prevista por el art. 751 que arites criticam
la que el deudor es el propietario de la cosa y por ello los frutos le correspo
hasta la entrega de la cosa.
Observamos hay un tratamiento diferente respecto de los frutos deveng
o pendientes, según que sean naturales o civiles: Mientras los frutos natu
devengados se asignan al deudor, los civiles corresponde~ial acreedor.
Por apiicaciúil del principio res perit domino, la pérdida o deterioro sin
ponsabilidad del deudor serán soportadas por el duefio, que en este caso
acreedoi; sin derecho algurio. Por ei contrario, si se tratare de un supuest
pérdida o deterioro imputable al deudor, o tratándose de un poseedor de ma a
éste será responsable por su equivalente y los daños y perjuicios.
EFECTOSENTRE
registra1 precedente.
o registrable: Pievalecc quien recibió la tradi-
XV
CAPITULO
OBLIGACIONES DE GÉNERO
(ODE DAR COSAS INCIERTAS)
l. Concepto y clases
Son las obligaciones de dar en las que el objeto no se encuentra determinado
su individualidad desde el nacimiento de la obligación. En estos casos, la cosa
ser entregada se encuentra inicialmente indeterminada, toda vez que al nacer
obligación se configura de manera amplia y objetiva, únicamente
ncia a un determinado género. Sin embargo, ello es una situació~
ativa, todavez que se requiere la realización de una actividad ulter
a lograr la determinacióri del objeto, previa al pago.
En el Código. Civil derogado, estas obligaciones se subclasificaban
n el diverso grado posible de indeterminación del objeto, en:
) Ol?ligacionesde dar cosas inciertas nofuizgibles o degénero. Eran re
el Cap. 11, del Título VII, en artículos 601 a 605. En ellas, el objeto el
en función de una elección a realizarse dentro de cosas perte
género.
Obligaciones de dar cosa inciertasfingibles o de cantidades de
adas en el Cap. 111, en los arts. 606 a 615. En ellas, el objeto era
n función de una individualización a realizarse contando, pesando o in
bjetos en cuestión.
3) Cosasfilngibles y nojungibles. El tema nos remite a la clasificación de a
sas fungibles y no fungibles Las primeras, son aquellas en que todo individuo
la especie equivale a otro individuo de la misma especie y pueden sustituirse
por otras de la misma calidad y en igual cantidad (art. 2'32, CCyCN). Por ejemplo,
un libro, una fanega de trigo, o el dinero. Son cosas que dependen para su indi-
ualidad del peso, medida o número. Las segundas en cambio, no son sustimi-
s pues en el comercio jurídico se toman en cuenta por sus circunstancias es-
ecíficas.Así, la iilfungibilidad depende de la cosa o de la intencióil exteriorizada
01 el sujeto. Un libro firmado por su autor es infungible aunque existan otros
'emplares, tambien lo es u11cuadro de un pintor famoso, o un animal señalado
sus cualidades[').
g 2. Concepto de género
Entendido en sentido económico, el género, es un conjunto de cosas en el
que todas presentan las características contempladas como decisivas de la obli-
gación. Es nota distintiva del género en sentido jurídico la homogeneidad de
los elementos que lo componen. No es por ello ei género un conjunto de cosas
heterogénea~(~1.
Es el concepto que permite precisar qué objetos pueden ser o no objeto del
pago, pues en estas obligaciones, sólo está determinado el género al cual perte-
nece la prestación, y no la prestación misma.
Pero el género es un concepto que puede tener mayor o menor amplitud,
resultando por ello ambiguo en la medida en que al ser posible que un género
comprenda varias especies, cada especie es a su vez género de las subespecies
que comprende. Así, el género aparatos electrodomésticos, es a su vez género
respecto de las heladeras, que a su vez es género respecto de beladeras con free-
zer, que a su vez es género respecto de las diversas clases de heladeras con freezer
que se venden en el mercado, siendo infinitas las posibles categorizaciones.
(2) PIZARRO, RAM6N D. - VALLESPINOS, CARLOS G., Imtituciones ...,cit., t . 1, p. 331, citando a Diez-
Picaio.
(3) PZARRO,RAMON D. - VALLESPINOS, CARLOSG.. Instituciones ..., cit., t. l. p. 332, pto. c), citando
a Llambías, Galli, Hernándec Gil.
(4) PrznRRo. R A M ~D. N- VALLESPINOS, CARLOSG., Inslituciones ..., cit., t: l. P.322, plo. c).
(5) No obstante, en una de las niodiricaciones introducidas por el PEN al Anteproyecto 2012, en
el art. 7% referido a !as ob!igacionrs de dar sumas de dinero, erróneamente se hace referencia a la
desaparecida ripología. debiendo entenderse se refiere a las obligaciones de género.
O U L ~ G A C I ODE
N EGtNLRO
S ( O DE DARCOSAS INCIERTAS) 683
41 5. Obiigaciones de género
5.1. Concepto
Según el art. 762, CCyCN,
"La obligacióii e s de giinero si recae sobre cosas determinadas sólo por su especie
. Caracteres
1) S610 resulta necesario designar el género o la especie y el número
s que deben entregarse. Se trata por tanto de cosas fungibles.
2) Como género y cantidad nunca perecen, hasta que no sean elegidos y de
erminados los objetos, el deudor no puede liberarse por imposibilidad de P
sucederá solo por excepcióii en las obligaciones de género limitado.
(10) I.LAMB~AS, TORGE,TratadoL., cit., t. 11-A, p. 150. citando a Salvat, Busso, Gafli y Machado En
contra de su postina; os sor,^, FEDEnlco A,, en L o m ~ í e l ~RrchnDo
i, L. (dir),.Código Ciuily Comer.
cial deluNación, t. 5, Riibinzai-Culzoiii,Bs. As., 2015, p. 111.
(11) LIA~SBÍAS,JORGB, Trufado..., cit., t. Z-A, p. 150.
(12) CAZBAUX, P n ~ n N.
o -TRIGO RBPRESAS, FBLIXA., Derecho..., cit., t. 1, ps. 738/39.
OBI.IGACIONES
DE G E N E R O ( O D E DARCOSAS INCIERTAS) 685
Así, salvo pacto en contrario, por razones de buena fe, y para el caso de que
existieran diversos tipos de calidades dentro del mismo género -lo que puede
er dudoso aterfto al carácter Eungible de los objetos integrantes del género- se
debe la calidad media y por ello, el deudor no podrá escoger la cosa de la peor ca-
lidad de la especie, ni el acreedor la de la mejor calidad, cuando a él le correspon-
bien nada indica el texto del art. 762, CCyCN, son válidas las considera-
s que frente al silencio se efectuahan en base a los tezos del Código Civil
lo regulaba expresamente. La doctrina mayoritaria(15)se
ia de la declaración recepticia, según la cual la elección
una declaración de voluntad de quien tiene el derecho
su vez debe ser coiiocida por la otra parte. Es en dicho
erfecciona la elección, por cuanto hasta entonces puede
revocada o modificada por quien la realizó. Es que de tenerse por consumada
elección mediante la sola separación de la cosa, teorla de la separación, la otra
imiento de la misma; pero si se exigiera la declaración
te, se desvirtuaría en los hechos el derecho de elección
al le ha sido conferido, transformándolo en un acto bi-
(13) A c r ~ n i n i ATILIO
, A. - AMEAL, OSCAR1, - LÓPEZ CABANA, ROBERTO M., Derecho...,p. 446, ci
do a Greco.
(14) LLAMBÍAS, JORGE, Tratado...,Cit., l. i r a , p. 150.
(15) P I ~ R R OR ,A M ~ N D. - VALLESPINOS, CARLOS G., InstiiuciOn@S...,Cit., t. 1, p. 336.
686 -- NORMA O. SILVESTIII: (DIRECTORA)
- -
lateral. Finaliilente, se descarta también la teoría de la tradición por cuanto si
recién quedara perfeccionada en el momento de la entrega de la cosa, resultaría
u11 tanto deinorada, pues se entiende que lo lógico sería que a ese momento ya se
conociera cuál habrá de ser objeto del pago.
El acto es iio formaly se prevé que puedaefectuarse demodo expreso o tbcito
(art.;. 262 y 264, CCyCN).
de liambias y Borda.
(26) PIWRRO, R A M ~ ND. - VALIBSPINOS,CARLOS ..,cit., t. 1, p. 506; Busso, EDU
G., 111~tiruciones
o0 B., Código...,cit., t. 4, p. 176no 25, "El géiieio tiene carictei abstracto porque es una noción Liigica
qiie se elabora como clasiiicaci6n de ia realidad, hacienda abstracciún de las notas particidaiizantes
de los individuos reales y concretos que quedan comprendidos en eiia. Por lo mnto, el géricro como
concepto tiene aptiiud ideal para contener un ilimitado número de caso3 individuales. precisanierlt~
Porque se irata de un concepto no está restringido por Los límites de la realidad. El genero es irnpe-
recedero e inagotable. Bn cambio el g6nero limiiado e6 una drsigntciún coiectiva de los individuos
pariiculai-es a que alude y se agota con cllos. entonces bajo el bngulo de la 16gica. no es iin genero'!
XVI
CAP~TULO
.Introducción
En el parág. 6 O de la Sec. la"Obligaciones de dar" del Cap. 3, "Clases de Obli-
Tít. 1 "Obligaciones en general: el Código Civil y Comercial de la
ción trata las obligaciones de dar sumas de dinero. Este tratamiento autónomo
'ustifica atento a la importancia cualitativa y cuantitativa que posee el dinero,
sencial para el tráfico fluido de,bienes en la sociedad.
Son innumerables los negocios jurídicos que generan obligaciones de dar
mas de dinero como por ejemplo la compraventa('), la locación de cosas, el
utuo, la renta vitalicia, operaciones comerciales, bancarias, las remuneracio-
es que percibe el trabajador en el derecho laboral y la amplísima gama de obli-
son tratadas en el derecho público. Asimismo, la entrega de una
ma de dinero es el modo corriente de reparación de los daños derivados del
cumplimiento de obligaciones que originariamente tuvieron otro objeto -el
ntraualor dinerario- así como en los supuestos de resarcimiento de los da-
tes de ilícitos exiracontractuale~(~~.
La entrega de dinero es la
frecuentemente incluida como objeto de una relación jurídica
Result:i olivio st.ii:iliis qiie t8\reripi] de i~Liligncioiic,siieiic pos objeru Irr zmre-
1 rIt, r r ~ i ( d SUIII(/ (Ir d i t ~ ~' r, por
, lo qiic ri;irespoii(le efecriinr un;i t>re\.cclescri~i-
1
) P i z ~ n ~RAM6N
o, D. - VAI.LESPINOS,CARLOS G., In~titucion~s de derecho privado. Obligacio-
es, t. 1, laed., 2* rcirnpresión, Iiammurabi, Buenosilires, 2006, p. 347. El precio endineroenlacoin-
raventaes la contrunresración aue debe el comvrador 1, oue tivifica a ese contrato.
ción del bien que el deudor se compromete a entregar, advirtiendo desde ahora
que una de las mayores dificultades con que tropieza el operador jurídico, se en-
cuentra en que no puede prescindir de los conceptos y regulaciones brindad
por la teoría, política y legislacióil moi~etarias(~).
Para el economista el dinero es un instr~iinentoutilitario por el qiie se cre
transforma y consume la riqueza, es lo que tiene aceptación como insirumei~
de pago y de En una obra clásica se lo ha definido como.
"aquellascosas que, en el coinercio, se entregan y reciben, no como lo que iísicam
te representan, sino solarnente como fracción, equivalente o múitiplo de una iinid
ideal"('),
a lo que cabe agregar su utilización como
"medida de valor para toda clase de bienes, pudiendo por lo tanto emplearse co
medio general de
Corresponde poner acento en la función principal del dinero, que es
servir corno instrumento general de cambio y medida común del valor de t
las cosas, partiendo del presupuesto sociológico de que el dinero, que tam
es una cosa, es aceptado por la comunidad para tales fines. Esta caracterís'
la aceptación social de la rnoneda como medio de intercambio de bienes,
su carácter de común denominador o como bien de referencia generalizado,
encuentra reforzado -algún autor llega a decir desplazado["- por la autorid
de ley que le otorga el Estado al asignarle el denominado curso legal, es
poder cancelatorio de obligaciones, irrecusable para el acreedor.
En suma, coincidimos con la defiriición de dinero como.
"la moneda que autoriza y emite el Estado con la finalidad priniordial de se
unidad de inedida de valor de todos los bienes, como iiistrumeiito de cambio
medio de pago de las relaciones patrimoniales"('").
por medios clectrditicos, ni ia emisión de cheyue.~o ciialquier otro hecho o acto quc rio sea es
inerite In entrega material dc csros objetos.
(5) Mossin ITUIIIUSPI~, JORGE - LORENZETTI, RICAIIDO L., Derecho monetario, Riibinzal-Cuiz
Santa Fe, 1909, p. 42; WAYAR, ERNEsro C., Deiecho ciuil. Obligaciona~,t. 2, Abeleo'o-PerrotlLexid
Buenos Aires, 2007, p. 477.
(6)MnssEr I?.URRASPE, JOA<~B - L«~N%ETTI, RICARDOL., Derecho Manelurio ..., cit., p. 43.
(7) NUS!~IIAUM,A I ~ T I ~ UTeoría
R, ji~ridlcadel dinero, 1929. p. 33, citado por Cnsie~~o, JUAN 10
en HUIIRES, AI.BEnT0 J. - HlGnTON, ELFNAI., Cddiga...,cit., t. 2, p. 416.
(8)VoN Tllon, ANDREAS,Llerecho civil Tiutado de ins obligncioilcs, t. 1, Reus, Madrid, 1934, p. 4
(9) CASIRLLO.J ~ J A Nlosi!. en Bunnes, ALRen.roJ. - HrGriroN, I-LEN,~ l. Código..., cit., t. 2-A, pi 4
Entendemos, rio ~ibstolite,que la función del dinero conio medio eficaz d e intercambio de biei
sólo ser&ii<isibIe.en la ,medida en qrre ios integrantes de l a coniirnidad e66n ronv~ncidosde
elvalor rie ese objeto es adrcilado para csa fiiisli<inu,no resultarido suiicieiite elacto de oiitorida
(10) PrznRRo, itihfI>,u D. - VALI.IISPINOS,CARLOS G,, i>lstilr(ci0n8s
..., cit., t. 1, p. 348.
oneda de un determinado país, según la ley positiva que la crea y le otorga
es cancelatorio de las obligaciones.
<>
La moneda es una objetivacióilmaterial del concepto de dinero, en la medida
que ha sido emitida y autorizada por el Estado("). El dinero tiene un alcance
%acto, si bien no pierde su condición de cosa mueble, más que una cosa es
titulo, un derecho de demanda sobre bienes del r n e r ~ a d o (No
~ ~toda
~ . moneda
stituye dinero, dependiendo del sistema monetario de un Estado en parti-
ar, pues cada sistema monetario se halla edificado sobre una unidad ideal y
bre tipos monetarios coordinados a partir de esa unidad(':').
Este misma criterio, su emisión por el Estado, nos sirve para distinguir la
neda extranjera del dinero nacional. En principio, aquellos signos monetarios
eda, cuerpos materiales- no son dinero fuera de los límites del país que
tió y sólo pueden ser identificados como moneda extranjera. Por otra par-
ignos también son designados con los nombres de billete, pieza mone-
.La, especie monetaria, entre otros.
. .
N - VALLESYINOS,
M ~ D. CARIOSG., Instituciones.., cit., t. 1, p. 354. Normas de politica monetaria d
terminan pautasinderogabies do redniideo, es decii, ciirniiiaciúii de la fraccióii hacia la unidad a q
se refiere,p. ej., e! peso.
laiites, que carecen de ese valor intrínseco. En nuestro país, encontramos
aún hoy al .argentino
e
oro, creado por ley 1130, como explicaremos enseguida.
Moneda de papel. Es la moneda que emite el Estado dentro de un esquema
de cnnvertibilidad monetaria, de manera que cada billete circulante es sus-
ceptible de conversión por una determinada cantidad de nioneda metálica o
divisas que le siiveii de respaldo (moneda representativa). El Estado garan-
tiza al portador una cierta cantidad de metal precioso o divisas a cambio del
billete que éste le entregue. Es la moneda que existió durante la vigencia de
los períodos de convertibilidad de la moneda nacional -sea contra el oro o
el dólar norteamericano-.
Papel moneda. Son también billetes emitidos por el Estado, pero sin nin-
n respaldo en metal precioso ni divisas, son inconvertibles. Su valor esta
dado por la confianza que merezca el Estado que la emite (moneda fiducia-
ria) y le otorga curso legal pero no forzo~o('~~).
Es la moneda, cuyo valor no-
minal es el número o cifra impresa en el billete, impuesto normativamente
por el Estado, con independencia del valor de cambio, que consiste en es el
poder que tiene la moneda para adq
bio interno), o divisas n monedas e
19) El valor de este tipo de signos monetarios no dcpcnde del mayor o menor respaldo en divisas
etálico, sino en ascectos de política econhmica comola relacihn entrela cantidad de circulante"
b) Cursoforzoso
Es una característica propia del dinero inconvertible, papel moneda que, a
tenor de la regulación monetaria del país, no puede ser canjeado forzadamente
por su eqiiivalente en metal precioso (oro, plata) o moneda extranjera (divisas),
por lo que circulaforzosamente como medio de pago. El emisor queda dispensa-
do de reemplazar los billetes qiie emite por bienes equivalentes. El papel moneda
inconvertible posee curso legal noción que es aplicada a la relación entxe acree-
dor y deudor y cursoforzoso, nnción aplicable a la relación entre el emisor y el
tenedor del billete(z").
En nuestro país la moneda de curso legal resulta actualmente inconvertible,
por lo tanto, tiene cursoforzoso, luego de la reforma introducida por el art. 30 dela
ley 25.561, que derogó y modificó la mayor parte de los artículos de la ley 23.928,
que establecía la convertibilidad de1austral -con posterioridad al lo de enero de
1992 el peso- con el dólar no~leamericanoi~~), lo que se mantiene al deiugarse
su conuertib~hdad,En la actualidad, pues, el peso es la moneda de curso legal y
forzoso en la Argentina
la figura, en iiuestro sistema las deudas pecuniarias son sumas por lo que 1
signos, piezas o medios solutorios son indiferentes en su individualidad, co
que posean curso legal. En tanto el dinero siempre existirá, se aplica el pr
pio según el cual el gknero nunca perece -genum nunquam perit-, por lo
si el deudor no se halla en situación de proporcionarlo, ser tratará de una i
tencia meramente subjetiva, que no puede actuar como causal de liberació
ley 1734 que declaró la inconvertibilidad de los billetes que circiilaban por entonceí e n el p
emitidos aor el Ranco Nacionalv orros bancos dcla Re~ública.coexisten e n l a Areentina dosm
náutico o de la navegación por daños a terceros: el argentino oroy el medioargentino oro, aunque
recienlemente se acude a esos Fines. a los denominados Derechos Es~ecialesde Giro. Esto sieni-
. .
teriorkente, hasta el año 1991 v baio diversas dcnoinimci&es del sieno inonerariri:el dinero fue
iiorteaniericanos. Este sistema fue derogado Dor la ic~25.651de 2002. volviendo al sisteiia oue rige
3.1. Nominalisrno
De este principio se desprende la regla según la cual la obligacióii de dinero
se extingue siempre de conformidad entregando la cantidad nominal que surge
del titulo. Una unidad monetaria es siempre igual a sí misma, por lo tanto la obli-
gación se extingue y debe cumplirse de conformidad con la cantidad de medios
de pago consignada en el título original. Si el deudor se obligó a pagar $100 se
era pagando $ 100, cualquiera que sea la fluctuaciCn del poder adquisitivo de
N - VAI.LF~SPINOS,
(26) P i z ~ n a oP, A M ~ D. CARLOS ..., cil., t. 1, p. 365.
G.,Insfillu~iones
(271 Las causas de la aita inilaciónvivida en la Araentina desde lince irás de medio sigio. Iiansido
niknto de los costos de producción de ciertas aciividades o insumos: cornbusdbies, iliatcrias i>riIlias
importadas, las expectativas innacionaiias como un componenle psicoibgico social.
(28) PIZARRO, ~ M O D.N - VAI.LRSPINOS, CARLOS G., Inslituciones..., cit., t. 1, p. 383.
696 NORMA O SiLVtSrRl IDIRLCTORA)
la inonedaC2"'. Existe, pues, identidad entre la suma debida y la suma que cancela
la obligación, sin importar elvalor rval de la moneda de pago y su eventual modi-
ficación entre el momento de nacimiento de la obligación y el pago(30).
El funda~nentoconsiste en que el dinero que emite el Estado tiene el valo
nominal que éste le fija con total independencia de su mayor o menor poder ad-
quisitivo, que es contingente y secundario. El riesgo de pérdida de poder adqui
sitivo de la rnorieda pesa sobre el acreedor, quien también se beneficiaría encas
de incremento del valor de la moneda -el fenómeno inverso, denominado de
flacidn- 1.a ventaja de este sistema consiste en la seguridad jurídica que repr
seiita el conocer exactamente cuánto se debe, lo que facilita el cálculo Conierc'
y sus proyecciones contables, pero estas ventajas desaparecen citando los nive
intlacionarios dejan de ser tolerables(").
3.2. Valorisw~o
Este criterio sostiene que la extensión de las deudas dinerarias no se det
mina por su valor noniinal, sino por el poder adquisitivo de la moneda. L o re e
vante no es la cantidad de moneua comprometida al principio de la obligación
sino el valor que esa cantidad poseía en aquel momento, por lo que, en el c
de pérdida del poder adquisitivo de la moneda, el valor comprometido debe
representado por las sunias nominales que sean necesarias para alcanzarlo
Así como el nominalisnio parte de la irrelevancia de las variaciones que pu
diera experimentar el signo monetario durante la vida de la obligación, en un
siterte deficción legal o presunción iuris et de iure de identidad de valor de uili
des monetarias en épocas diferentes, el valorisrt~oconsidera que la suma qu
Estado asigna al signo monetario al acuñarlo puede rio expresar el valor real qu
ese signo posee y, consideraiido a esta función como la esencial para su finali
social y razón de ser jurídica, la liberación del deudor sólo podrá tornarse op
tiva siempre que con esa cantidad de medios de pago pueda adquirirse la m'
cantidad de bienes y servicios que al comienzo de la relación. Esta línea de
permite establecer una categoría distinta de obligaciones que, si bien t i e ~ e
(29) PIZARRO, RAMÓN D. - VALLESPINOS, CARLOS G., InStilucionm...,cit., t. 1, p. 367. Los autores
vierten dos posibles variantes delsistema nominalista: uno relativo, que lo recepla de modo gene
pero permite su apartamieiito mediante la insercibn, convencional o legal, de inecanisnios de ajus
citando como ejeniploc España, Italia, Francia, Portugal, Brasil, Chile y, según muchos, la Argcniin
antesdela ley 23.920del aaño 1991, queprohibi6 todo tipo deajuste por inflación. E! otro es absolilt
inderogableporia volunlad de las partes e imperativo, pues el orden público cierra las puertas a tod
apartamienlo por vía legislativa, judicial 0 convencional, tal como el sistema alemdn y el actual en
ArEentiiii. con oosterioridad a la lev 23.928.
(33) Entre 1900 y 1939 la iiifiación fue tan s6lo del 18% para todo el periodo; entre 1940 y 1945
06 al 137%.eii la década del sesenta osciló en el 12%anual: enlos setenta suveraba el 60% anual.
das de curso lcgai por el valor de deteiiiiiiiada moneda de aro; ciáusula de ajuste en funcfón de la
lzacidn de ia moneda extranjera, como el d d a r estadounidense; Cláusiila.de obiiguciones en mo-
@daextranjera, en las que sc estipuia direclameiite la obligación en moneda extranjera y clu~sula
e reuisidn oeriódica v de cscala móvil o de indice uariable, tienen Dar obicto el re~iustedelvaloi de
. , .
ntidad de dinero necesaria para adquirir veinte quiniaies ;e trigo, eic. Ver Al.TEnrN1, ATlLlO A. -
BAL, Oscnn J. - Lórez CABANA, R o n e ~ r oM., Dereclio... cil.. p. 454.
35) El primer falla de la Cone Suprema alrespecto fue dictado en autos "Aiin de Machuca c. Go-
bierno Nacional" del 30 <ledicienibre de 1959, en el que se admitió el reajuste de Und indemiiizacióii
or daños por hecho ¡licito, a la fecha de la seniencia definitiva. Pubiicado en lA9FO-11-453.
361 La inpoción entre mayo de 1975 y de 1976 ascendió al 77786, como consecnencia; entre otros
eclos, del plan econ(>inicodiseñado por ei ministzo de economia de entonces, Celestino Rodriga.
698 NORMA O. SILVESTRE( D I R E C T O R A )
L - -
explicaremos.
de cuyo apeilido puede extraerse el nombre del fenómeno econúmico, que producirla impo
efectos de indole jurldica y político-instiliicional.
(37) En este punto cabe citarlospronunciaiiiientos de la CS de fecha 23 de septiembre de 197
autos "Vieyies de Fernández c. Prov. de Buenos Aires': LA LEY 1977-D,341 y "Vaidés c. Gobiern
cionai'; ED 69-190. El concepto fue recibido por dos pienal.ios, uno de ia Cámara Civil r n auto
A~nistadc.lriarte';derecha9 deseptiembre de 1977,LALEY 1977-D,1 yotroenconvocatoriaabs
ta de la Cámara Comerciai, de fecha 13 de abril de 1977, LA LEY 1977-B. 186.
(38) Gran caiitidad de leyes incluyeroii ajuste o indexaciún de cierros creditos, como, p. ej.,
materia Laboral, tributaria, de locaciones urbanas, de contratos dc obra pública, de cr6ditos verifi
dos en concursos y quiebras, eic. Un fallo dela Cámara Civil y Cnmerciai dc Bahla Biaiica Iiegb a
mar en 1976 que el nominalismo había caído en desuetudo (ver 1A 1977-1-1613).Durante la hip
flaciún de 1989 liubo faiios de la Corte Suprema -luego repioducidos eri instancias inferiores- e
los que el ajuste, que seeiectiiaba con Frecuencia mensual, pasó a ser considerado de manera diaria,
proti-atando la depreciacidn del periodo por los días transcurridos enrre,ei comienzo del mes y ei
dla de efectiva pago.
(39) La cilestiún de la Le), de Convertibiiidad num.23.928 será iatomada ai refcriinos al regiinen
de ¡as obiigaciones en inoiieda iiacionaly extranjera.
Dice el art. 765:
"Concepia..La ohligacióii es de dar dinero si el deudor debe cierta cantidad de mo-
neda, deteginada o determinable, al momento de constitución de la obligación. Si
por el acto por el que se ha constituido la obligación, se estipuló dar moneda que
no sea de curso legal en la República, la obligación debe considerarse como de dar
cantidades de cosas y el deudor podrá liberarse dando el equivalente en moneda de
(40) hii. 1390, CCyCN: "Hay deposito de dinero cuaiido el depositante iiaiisiiere la propiedad al
banco depositario. 'juieri tiene la oblig~ci6nde restituirlo en la moneda de la misma especie a sim-
pic requerimiento del depositante o al ve~icimienrodel termino o del preaviso coni~encioiiaimcnte
prevista':
- NORMA O. SILVESTRE (DIRECTORA)
(41) Resulta tambióli de iiiterhs desde la perspectiva de la legislación ii~onetaria,la ley 25.651 de
2002, por la cual se deroga elslsleina de convertibilirlad del peso y se estairlece un mecanisnio excep-
ciolial --de emergencia- depos@cacidn de las obligncioiics en monedaextranjera. No obstante, esta
nornia dictada en medio de una aguda crisis institucionai, no afect6 sustanci;~lmeiiieei régimen del
Cúdigo derogado con sil inodificacidn por la lcy 23.928.
R SIJMAS DE DINERO 701
asta la sanción del art. 11de la ley 23.928, que suprime toda referencia a la
ad del deudor de entregar otra especie de moneda nacional, una obligación
aída ei+argentinosoro podía cancelarse forzadamente mediante la entrega
otra moneda de curso legal -en sus diversas denominaciones como pesos,
s ley 18.188, australes- y viceversa. En realidad, como el argentino oro es-
fuera de circulación y su valor era puramente numismático si se convenía
ación de ese tipo, era una verdadera cláusula de estabilización, suhor-
la cantidad de numerales a entregar en papel moneda, al valor del oro
nto del pago. Se eliminó, así, la hipótesis que contemplaba la redacción
en cuanto al pago entregando otra especie de moneda nacional, dando
aldada una polémica
La redacción originai del Código Civil derogado establecía una alternativa consistente en
iberación entregando otra especiede moneda nacional al cambio que corra cn el lugar. La refe-
encia a otra especia tenía reiación con las otras monedas reconocidas coino dbleio par ei Esiado,
o es, el argentino oro y el medio argentino oro. Esta inclusi6n en el Código original generaba
epancia doctrinaria acerca del tipo de cambio peso/oro que se debía aplicar para solventar
3) I,I.AME~AS,JORGEI., '¡?atado...,cit.,<.2, ~ . ~ ~ ~ ; A L TATILIO
B R IAN. -IAMEAL,
. OSCAR1. - LÓPEZCA-
NA, ROBERTOM., Derecho de Obligacionesciviles y comercinles, Za ed. actualizada, Abeledo-Perrot.
UenoS Aires, 1YY8,p. 465; ALTERINI, ATILIO A,, Bcsindmación, el retorno al nominalismo. Andlisis de
ley de converlibiiidad del ambal, Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1991,ps. 22/30. No obstante, en
Poyo de una supuesta admisión del unlorismopor parte del codificador,suele citarse sil inciusión en
misma nota al art. 619 dc la frase:"si hubiirc de darse ley,suponiendola alteración de 11.8 monedas,
osoiros aceptaríamoscl arlícuio del Código de Austria: que prevé dicho criterio.
(44) En la nota al art. 61:) el codificadorciia como fuente el ait. i895, C6d. Civ. fiaiicGs,qlIb iam-
en consagra el nominaiismo que, como venimos diciendo, puede sintetizarse afirmando: "la mane-
avale lo que la faimula impresa por el Estado afirma quevale':
vicios. Esta derogación se aplicará aún a los efectos de las relaciones p situaciones
jurídicas exisieiites, no piidiendo aplicarse ni esgriinirse ninguna cláusula legal, re-
glamentaria, contractual o convencional -inclusive convenios colectivos de tra
jo- de fecha anterior como causa de ajuste en las sumas de pesos que correspon
pagar""!+).
No obstante la contundencia de los preceptos legales, atento la persistencia
dcl fenómeno inflacionario en Argentina, no podemos soslayar el análisis de la
respuesta jurídica frerite a la desvalorización monetaria.
fuerza legal en todo e1 territorio dela Nación, se ñinda en la autoridad del Estado que es su crea
y, por consiguienre, la perdurabilidad de ese valor como signo riioiinario de fuerza legal, en 1
to no sea alterado por el propio Estado de quien dimana, no puede estar a merced de las conve'
ciones concertadas por los particulares entre si" (C$ Massolo, Alberto José c. Transporte del
SR: 201412010, La Ley Online: AR/JUR/7507/2010). Ver los corneiilarios que suscit6 este pronu
miento del cimero tribunal: BORM, GIIILI.BIIMOJ. (h), "Inflación
vía de aplicar una tasa de interés que contemple como componente o resaca
na prima po<rr¿rdidadel poder adquisitivo de la moneda que, indirectamente,
túa como factor de actualización.
En efecto, la aplicación de intereses acumulativos a una deuda que debe
er abonada hacia el futuro -sea en una vez o en cuotas- no colisionan con la
23.928 que, al reformar el art. 623 infine del Código derogado, norma con-
ente con el art. 770 del actual CCyCN, prevé expresamente la posibilidad de
brar acuerdos de capitalización de intereses -acumulación de intereses al
'tal con una periodicidad no inferior a seis meses-. Obviamente, en caso de
s excesivas, siempre podrán ser morigeradas judicialmente con base en las
1 dis]>osi<iniii~s
qtie l i i i i i r i i i i 1s ;iiiroiioriiin (le iii \,i~liinc;id,
como ex~>rt~sriiiien~e
pir-
1
te- del costo medio del dinero.
ebemos recordar, empero, la doctrina legal vigente('" en la Provincia de
enos Aires, reiteradamente ratificada por la Suprema Corte de esa jurisdic-
n, cuando al mantener la aplicación de la tasa pasiva -la que abona el Banco
Provincia de Buenos Aires- para fij
(46) El voto mayoritario en los autos "Ponce, Manuel Lomnzo y otra c. Sangalli, Orlando Bautista
otros sidaños y perjuicios': causa C.101.774 del 21 de octubre de 2009.
(47) En el comeiitario al fallo "Ponce c. Sangalli': Ghersi establece una clara división enne la "re-
ración del daño oor el Iieclio" del "datio auc sufre el acreedor oor el retardo en reoararlo< de lo
. . "
ese i~xllo- deben iespetarse los criterios adoplados por los magistrados de grado, quienes con
ucha prudencia': deben resolvcr cada caso concreto. El autor distingue, a esos fines, la división del
esarcimierito por intereses por inciimplimiei~toscontractuales del derivado de dafios extracontrac-
uaies "va aue en los rimer ros iueedn los factores relacionados con el comercio de bienes vseivicios'!
años': Cabe aclarar Que, como hemos dicho anteriormente, por amplia mavoría la Suvrema Corte
ecidió mantener su doctrina legal en cuanto a la aplicación de la tasa pasiva
704 NORMA O. SIl.VES1'IIE (DIRECTORA) -A---
%
(50)r \ i r n i i i ~ i , K r i i . i o A - .A,?!i.i~.,Osc~ii -
1. i ú p i i z <:ABANA, L~OBERTO M . , Derecizo.., cit., pi ,470.
l J ~ ~ h i lR
l ~~ ~l r)i ,ó xD.-VAI.LGSPINOS. C,IRIOS G., ins2itl~cione.s ...,cil.. I. 1,p. ~ ~ ~ . M ' A Y AERNES~O,
II, o@"-
valor(5'),"se debe un valor y se paga con dinero': es decir, el dinero no está in
ligatione (porque se debe un valor), aunque sí está in solutione (porque dicho
lor se t r a d u s en dinero y se paga con él), se debe un quid('*), que necesaria-
nte se medirá en dinero al momento del pago, previa liquidación convencio-
o judicial que produzca dicha traducción.
a doctrina mayoritaria interpreta que la distinción es ontológica, la diferetl-
ntre ambas especies radica en el objeto debido, no obstante que ambas se
en en dinero. Prestigiosos autores, empero, entendían que la distinción no
ese carácter sino que el reajuste de las deudas de valor consistía solamente
recurso técnico al que los juristas apelaron, para actualizar deudas dinera-
S que estaban inmovilizadas por los efectos del nominalism~!~~).
di r I . ~ < l . .I',,;JK"
~, 1,, \.S:,t,i.t. P i .'n T.31 i.(.iC'S rclirodiicc m>.irxiiisl-
KIII:%
i
-
RAM6N D. VA~LESPINOS,CARLOS C., Inctiluciones...,cit., t. 1, p. 372.
1) PSZARRO,
ATILIOA. - AHBAL,OSCARJ. - LÓPBZCABANA,
) ALTERINI, ROBERTO
M., DURECHO
DE ORLIG
es crviLas Y cowencrALes..., cit., p. 478, p. ej., la deuda de alimentos, la iiidernnizaclón de da-
erjuicios, la deuda de mediami-ía, la oliligaci6n de colacionar, las recompensas dela sociedad
al.
PIZARRO, RAMÚND. - VALLESPINOS. CARLOS C., Imtituciones ..., cit., t. 1, p. 373, consideran
ario dividir la cuestión en dos periodos: antes y después do la ley dc Convertibllidad 23.928,
o que antes de ella, postulaban el caracter no ontológico del distingo y consideraban a las ohli-
ones de valor como un mero recurso iécnico para superar sirnaciones injustas originadas por la
ci6n del principio iiomirialista eii épocas de inflación elevada. En apoyo de la postura ontolo-
ciian las opiniones de Atilio Alteririi, I,lambías, Biistamante Alslna, Borda, Banchio, Casiello.
utorcs que citamos entienden que, habiéndose consagrado en nuestro país un sistema nomina-
rigido, absolutq han revisado su postura y se iiicluyen dentro del ciilcrio mayoritario.
54) El primer fallo de ia Corte Suprema al respecto fue dictado en autos "Alin de Machuca c. Go-
no Nacional"del30 de diciembre de 1959, en el que se admitióelreajiiste de una indemnización
r daños par liecho ilícito, a la fecha de la sentencia definitiva. Publicado en IA 960-11-453. Ante-
[mente liemos referido también los casos de las deudas por alimentos, por ~emuneracionespor
ciones de dinero y de valor. SituaciOn actual, coiiclusiones, punto 11) '!..I.as deudas de valor fi
v n o más aún, el carácter irrito que afectariaa las noimas nrohihitivas de todo reaiuste ante ulire-
s61o e? cornpatlble con una econornia estable i.r que . ante id oerdida del vdior adouisitivo de la mo-
n ~ c l .1 ~8 p . o t . i I ~ ~ . ~ O~ ~~ . d < bIL\.OII.$
>! d > ~ . ~ c l~~r < u .~ s f ~ ~ ! i ~<l., ~ r ~i>..:l..,i
i ~ ;l. ..~. ;J ~ . ~ , ; . ~ , !,>
, n a.
II..!' v . : , . . ! , , l . , !<..!. ,,,h>.,,j,.,,,.<,,., .,,,,
~1 ,, t,t ,,t. u,:,,, ,,,, :,
,, ,121l.,, <l., <,C.l<. 1; r,.,.%ce~3
:>I;.~.I-I .l< l <b $ 2 ~j,.>t~>ro,,tl>t,, V Z I );tvwr,t: !,,, ...;~I,OI,,, ,IC,,, tu,,.e w , . . ,cI,,,
~ C . ) ) ,-I ,~L.~KC,I<Cde.
saiario rnintmo mreri>rofesionalaaranti7ado o sobre indice? de oreuos o salarios o sobre los DIeCiOs
escrito y el real poder adquisirivo de nuestra morieda, can su sccueln de iiijtisticias, elvaloiisnio v
avoivei':
(56) Eiiel orden nacional se trata deia ley 21.499; en la Provincia de Buenos Aires la ley5708.
(57) CS, 319i2010, causa C.662.XXXN.
OBLIGACIONES DE DAR SUMAS DE DINERO 707
os precios ovalores de cada uno delos elementos tomados en cuenta para fijarlos. Además coin-
ndeián el justovalor de la cosa o bien a la época de la desposesión y los perjuicios que sean una
secuencia forzosa y directa de la expropiación. 'lambién debe comprender los intereses del inl-
te de la indemnizacihn. calculados desde la énoca de la desoosesibn, excluido el i m ~ o r t e d e l ode-
lk>it.i<l~ .I r ~ . ~ n tdi. . i l, r ~ , t v , ~11
. ~ ir/>.30,1<; 1,ic l , , C C ~ . . I I I ( 1 I \ i i i i i r i i c ~ t ~ r i iacr ,t h t ~ c <l>,illur:trliiC~>
~).
<irlIiii.i!v l , r i i l > i . i < l < . i1i.i i.i iiciriiii:,1<ii <k.31.<1<. t LI !hl<)llvii ~ i ~ ~ t ~ r ~ . < l iIl~l ~
d Il .~l lv~~ p r ~ ~ i i l ~ i u l l
(bl L . > ' 3 , ~ 11 :,1!,.3 l..\ 1 1 \ i,).l5. \ S:,: \ ( \ l~l~!.S(11. , l c J ( ' \ ?: .2- 2 1, 1; i:.3lirc; 329.c2t17%> L'<>l>
c Fallos: 327:3721.
) CS, 27 de diciembre de 2006, "Ramundo, luvenal contra Estado Nacional Ministerio del
iior y otros - Personal Militar y Civil de las FE .a. y de Seg.'; Expte. R. 1203 .?ZXIX en materia
%visional y frentz a créditos de carácter alimentarlo, en este fallo el Alto Tribunal ha aplicado la tasa
zacioiies laborales por despido y niuitas por incoimcth regisiración dc un trabajador sentencia
21/10/2009. Hay muchos antecedeiites, partiendo del precedente "Zsonc'; sent. de 21/5/1991,
43.418 y "Ciiadern: sent. dei21/511991; ac. 49.439.
( 6 i ) No obsianie, la aplicacióli de la tasa activa para las deudas aiimenriirias ha sido adm
la Prooviiicia de Buenos Aires faiios de las Cámaras de Apelacioiies de Mercedes, Saii Maitin yMar
Plata, tenierido en ciieirta el particular carácter que revisten las cuotas aliinentarias, qiie prociir
cubrir las necesidades básicas de su destinatario en el tiempo presente y actual en que debe recib
ios, correiponde fijar la tasa que cobra el Banco de la Provincia de 1:uerios Aires en sus opcraci
de descuento de docuineiitos comerciales -rasa activa-.. Estos pronunciamientos se apartan
doctrina legal del Supremo Tiibiiiiai Provincial, analizada eii el párrafo anterior.
(68)CCiv y Con. lunBi, Pcia. de Biienos Aires, 10/1!2n13, en causa 4788-2006 carahiibda: "
K.L. y oltos sidivorcio, liquidacibn aliinentos atrasados. ha resilello en sentido contrario, ma
tando queinás allá delaopiiiióilparticular delasinagistiados que decidieronelcaso, lasuje
tasa pasiva coiifigiiia doctrina legal de la Suprema Corte de Buenos Aires que se debe acatar, aun
se tiate de i i i i a materia miicretalnrnte librada a la priidente y raiotiada discrecioiialidad judicia
(69) Eii el oiden nacional, se trata del art. 650 del CPCCN. Esta solucibn fiie propuesta a poc
sancionado 01 régiilien nominalista Extrenio en 1991 por MEDINA, CIRACIELA,"influencia de la ley
convertibilidrid y desindeuacióii en el régimeri alimentaric: ¡A 1991-111-602.
(70) Cahe aquí citar ia autorizada opiriión de Eossem, GUSTAVO A., Régimen jurídico de los a
nlentos, <ia reiin~i.,Asiica, B~ienosAires, 2000, ps. 381/383 y 467/468. Ei auto? sostiene adeudándos
los alimeaiosdssdc 1s iiotificaciórl de ia demanda, se siipone el conocimiento por el deinnndado d
estado dc necesidad del acioi y la vol~inradde este úiiimo de que aquél sea el primero que atiend
L'sa iiecesidad. El aliirientante no podi8 aducir que Iiizo uso de a n capital que le correspondía ai
BI.IGACIONES
.- DE DARSUMAS DE D I N E R O
(74) Como veremos, el Proyecto 2012 incorpora la cutegoria a nuestro derecho escrito.
L ~ O A ~ . ..., cil.,p. 134.
( ~ ~ ) A I . T E X ~ N I , A T ~Desindexación
(76) Dejanios sentado que en orden a las expropiaciones por causa de utilidad pública, exist
procedimienro especilico establecido en las leyes correspondieiitcs, que determitia el mornento
que se debe practicar la estimación de los valores y cbmo deben ajustarse Iiasta el efectivo paga (
ley nacional 21.499 y provincial 5708).
(77) Y concluye: "Aplicar el priiicipiu iiominalisla cuando se está conlreruiido sobre iiii valor,
un contraseiitido; el nominaiisino s6lo es aplicable a lo que tiene un valor riominai: La rn0neda.U
deuda de valor siempre es deuda de valor, no se ciistaiiia sino para el pago':
lizaremos más adelante, consisten en sumas de dinero accesorias (frutos) al
'tal y no debe;/an ser confundidos con su matriz. El problema del deterioro
apitdl -por el efecto de la inflación- ha encontrado una respuesta
áctica con la aplicación de intereses, pero dicha respuesta no contempla
ente naturaleza de ambos institutos.
perjuicio de tal aclaración, si el aumento de precios de la economía fuera
a tasa muy superior a dicha tasa de interés, ello generaría iin desequilibrio
oreceria injustificadamente al deudor provocando a nuestro criterio una
'tuación de enriquecimientosin causa, es decir, un desplazamiento incau-
e bienes de un patrimonio a otro, que genera la obligación del deudor de
ir al acreedor, en este caso restableciendo el equilibrio perturbado por la
cidn, con un pago adicional de sumas nominales de dinero sin qiie aquel
con la entrega de dinero histórico pueda ser liberatoria. La actio in rem ver-
ría, a falta de otro dispositivo legal la vid por la cual debería
el acreedor la pretensión de restablecer el desequilibrio generado por
M-
iuaies rurales.
(83) Ver iambióii SPo'rA ALueRTa, A,, "190cacihn de obra, lveiitajrs e iiicaiivenienrcs de los
irras de cjecuciún de obras: LA LEY 141, RG1. L O ~ N Z E T T IRICARDO
, L., 'Tratado de los contrutoSj
Rubinzal-Culzolii, ps. GG7lG73.
<>RI.IGACIONCS DE DAR SIJMAS DE DiNE
pleados de la construc
gentina de la Construcción o
ibición generaly de
en que es preferible
o se declare nula la cláusula
continuar la ejecuciónde
ostos, colocará al empresa
tomados por dichos particularcs. io iueioii a raz6n de S 1 por cada dólar. A ia csntidad resultant
esa operación, se la rnriiliplica por el coeficiente que corresponda segiin La regia de eniergeiici
deudor se libera entregando los pesos que resultaran de dicha multiplicaci0n. Es, como vemos, 3
mecanismo de excepción y no afectó a las obligaciones en nionedu extranjera que iueron contraída
y canceladas totalmente conanterioridad ai 6 de enero de 2002 ni a las contraídas con posreriori
a esa fecha. En los albores del siglo XXI la normativa que se describe geiierú gran conwlsión soci
contiadictorios proni~nciamientosjudiciales sobre su constitucionaiidad, qike partieioii de la de
ración de iriconstitucionaiidad inicial (CS. "Smitli" y "Provincia <le San Luis") y, con la modiiicac
dc ia conformación de siis niienihros, la consritucionaiidad del sistema (C$ 'Massa" y "~inaldi"].
(87) Ver al respecto, MARINO, ABELE. "Obligaciones en iiioneda extiaiijeta", Diario 1.A L E '
17¡09/2015, p. 1 y SS.,La Ley Online: ARIDIC. 319112015.
j. - HIGI~TON,
o , losé, en BnEnEs, ALBERTO
C n s l i i ~ ~JUAN ELENA l., Código..., Cit., t. 2-A, p. 433,
señala que la soluciún del "pagopor eqiiir~alcnte"sc encuentra expresamente dispuesta por
a) L a Ley de Convertibilidad23.928
La l e y de convertibilidad m o d i f i c ú el a r t . 617, C ó d i g o Civil derogado,
quedó r e d a c t a d o de la sigu't e n t e manera:
"Si por el acto por el q u e s e ha coiistituido la obligación, s e hubiere estipulado
moneda q u e no sea d e curso legal en la República, la obligacibn debe coi?sider
como de dar sumas d e dinero':
L a obligacióii de dar moneda extranjera a p a r t i r de esta norma d e j ó de
a s i m i l a d a a la de dar c a n t i d a d e s de cosaspara transformarse en una deuda de
nero. El c a m b i o era radical, puesla moneda extranjera -queno eradhe
carecia de curso legal- debía ser t r a t a d a como sifaera nzoneda nacional, s'
pre que l a s partes la h u b i e r a n i n c o r p o r a d o v o l u n ? a r i a m e n t e a sus contrato
a p l i c a n d o a e s t a e s p e c i e l a s reglas de los arts. 616 a 624, C ó d i g o Civil deroga
toda otra disposición que a l u d a a las obligaciones dinerarias. Esto producía
g i t i m a c i ó n del uso uoluntario de la m o r l e d a e x t r a n j e r a - predo en los c o n t r a
c o m p r a v e n t a y locación(") e i n c l u i d a s i n problemas como p a r t e del contra
h i p o t e c a y prenda con registro(")- y la d e r o g a c i ó n de l a regla d e c u m p l i r z i e n t
equi~~alente, que sostuvo la d o c t r i n a p r á c t i c a m e n t e unánime!") toda vez
aplicación d e l p r i n c i p i o de i d e n t i d a d del pago, debía e n t r e g a r s e necesar
(90) Por ejemplo. el 3108 que establecía que se constituía en seyridad de un crkdito en
ei 3109, quealudía aiasuma dc dinero ciertn.vdererminndn.
(91) Por ejemplo, el ari. 125 del dec. 2080/8I, de organización del Registro de Propiedad
bie de La Capital Federal. Esta regla fue modificada, iuego de ia saiicidn de ia ley de Coiivei '
por el dec. 62811991, que autorizú lainscripción de hipoteca en monedaenranjera
hacer coniwrsióu alguna a inoneda ilacionai. Esta norma se encuentra aiin uigente.
(92) FaIiopub!icado eniA 1988-VI-384,concriticadeia Dra. Elena 1. Highfon. bajo el titulo
caen moneda extranjera (que cs monedcb, pero no es dine~o).La actual inlegrante de ia Corte S
yde la Comisión Reformadora,sostuvo en todo rnoniento que, a diferencia de ia hipoteca cons
en inonedaodinerodelpais. sujeta a ciáusiiladeestabilizacián -aceptada porla doctrinae i
por la iey hipotecaria 21309- no resultaba admisible la hipoteca en moneda extranjera, por
en el régimen del Código originario se tenian como obligaciones de dar cantidades dc cosa
derias, no dinero. Esto afectaba decisivaniente el denominado principio de especialidadde
cecas. La autora preveia la hipótesis de posible reforma al 617 y, en tal caso, sostenía que "mie
asi no se disponga o no se reforme en tal sentido el C6d. Civii (en referencia al art. 617 que eral
de esta tesitura), la moneda extranjera no es dinero'! Ver HIGIITON,ELENA l., en BUZRES, AL%E
- m ~ ~EI.EXA ~ l., ~ , .., cit., t. 5-C. p. 239. Asirnisrno, SILVESTRE,
o Código NORMA O., El CrdditoHl
caria, Hamiiliirabl,Buenos Aires, 1989, sobre la base de IaTesis Doctoraldela autora.
(93) CASIBLIXI, JUAN Josó. en BuBRas, ALBERTO J. - HIGIITON, l., Código...,cit., t. 2-A, P.
ELENA
(94) En este punto. la ley de convertibilidad prevaleciú sobre ciertas normas relativas a las
cioiles urbanas, que proscribían eiuso dcia moneda extranjera, como, p. ej., ia21.342.
(95) En el caso de las hipotecas, en el ordeii de la Ciudad de Buenos Aires, por ei antes menci
do dec. 620191; en el caso delas prendas, por dec. 897195.
(96) CASIBLLO, JUAN JosÉ, en B U E ~ ALB~~RTO
S, J. - HIGHTON, ELENA
l., Código.;, cit., t. 2-A,P.
y su referencia a Moisset de Espanés, Andorrio, Trigo Represas, Bustammle Alsina, Ale@ Y RiVe
Casiello agrega que al haberse suprimido en ei 619 !a facultad de pagar con otra especie de ?nono
nncional, no caben dudas de que el deudor sOio puede liberarse cniiegando las especies moiietar
pactadas.
especie designada(gi).No obstante, ante la aplicación de sistemas estatales de
ontrol de cambios, el hecho extraño al deudor y sobreviniente al nacimiento de
prestación:que incidiera de manera decisiva en la obtención de la moneda
ranjera, podía ser invocado para denunciar imposibilidad de cumplimiento
la especie comprometida y proponer una liberación forzada mediante dinero
acional suficiente para adquirir el dinero extranjero(gs).
Sentado ello, cabe describir algunas excepciones legales al pago en especie
moneda extranjera, Los procesos concursales (arts. 19 y 127 ley 24.522 para el
mputo de mayorías en el concurso preventivo y la quiebra); las leyes de emer-
ncia que pesificaron las obligaciones en moneda extranjera, contraídas antes
pendientes de cumplimiento total o parcial al 6 de enero de 2002, en virtud de
anción del dec. PEN 21412002 y de la ley 25561)(") y la normativa sobre letras
cambio y pagarés (arts. 44 y 103 del dec. 5965163 aplicable a tales títulos valo-
cuando hubieran sido librados para ser pagados en moneda sin curso legal
nLALEY 2013-1:. 198, y la cita de diversos fallos en juicios de amparo promovidos en distintas
icciones del país). Noiinas posteriores fueron flexibilizandola posibilidad de obtener dicha
da para, finalmente, en diciembre de 2015 establecer u n sistema de libre negociaciún cdnl-
s u j e t o a algilnas restricciones ciiantitativas.
91 Semjn esta normativa de emergencia se terminó con la oaridad cambiaria de un ocso conver-
contraban derogados ticitamente por la ley 23.928, por cuanto admitir lo coixrario, sería co
una válvula de escape ai nominalisma rígido que propone la norma, por la via do instrume
diante letras o pagarés, obligaciones con una cláusula de ajuste en moneda extranjera PIZARRO
MOND. - VALLESPINOS, CARLOS G.. Inslituci~nes..., cit.. t. 1, p. 392, Con fecha veintiséis de abr
2012, la Sala Civil y Comercial del Superiur Tribunal de Justicia de Santiago del Estero resolvi
recurso de casaci6n en el Expie. n(im. 17.405, año 2011, caratulado: "Alluz, Rene Guillemo c.
inaschi, Juan Carlos s/cobm de dólares estadounidenses, casaci611civil" declarándose la proce
cia de la denianda por la suma de Dólares estadouiiidenses Seseiita y dos inil cuarrocienios die
(U$$62.416) o SU eqiiivalelite en inoneda naciona! a la fecha del cumplimiinto dela obligació
(104)Asílas expone HIGIITON,ELENA l., en BUERES,ALBERTO 1. - HIGIITON,
ELENA~.,CÓ111ga
t. 2-A. p. 444.
(105) CASIELLO. JIJAN loSE,enBUERES, A1.BERToJ. - 1-ll<iHTON,ELENAI., mdig0 ...,cit., l. 2-A, P.4
citas de la Dra. IilGiiiox a las opiniones de Lapez Cabaoa, Rivera, Moisset de Espan6s;i'rigo Rep
sas, Rinessi. Andorno, Bustaiwantc Alsina, Salerno; entre otros.
2.2. Código Civil y Comercial de la Nación: Anteproyecto y Ley
El Antepk6yecto elaborado por la Comisión Redactora incorporó al art. 765
esis de las obligaciones sin curso legal, manteniendo lo previsto en el
Código derogado en su redacción de 1991 según ley 23.928, ratificada
02 por la ley 25.561. A tenor de la redacción propuesta, debían ser conside-
S como obligaciones de dar sumas de dinero. Por último el art. 766, según el
del Anteproyecto, preveía que la liberación sucedía al entregar la especie
nada, tanto para la moneda con curso legal como sin curso legal. Luego de
mpletar su trámite legislativo, ei art. 765 en su primera parte, ratificó el texto
eproyecto y lo modificó en su última parte, relativa a las obligaciones de
neda extranjera. En ese pasaje dispone que
i por ei acto por el que se ha coiistituido la obligación, se estipuló dar moneda qiie
- -
ea de curso leral en la Re~ública,la ohli~acióndebe considerarse como de dar
antidades de cosas y el deudor podrá liberarse dando el equivalente en moneda de
urso legal':
e vuelve en lo sustancial al sistema que surgía de la redacción original del
,617, Código Civil derogado, antes de su modificación po
'gaciones en moneda extranjera vuelven a ser obligacione
de cosas y se crea una facultad del deudor que contrata en moneda extra
de liberarse entregando el equivalente, en moneda de
ce desarticulado con otra modificación al Anteproyecto, 1
ibir la obligación del deudor, señala que éste debe en
ondiente de la especie comprometida, eliminando la referencia a las do
cies de moneda -con o sin curso legal- que poseía el artíciilo
a Comisión Redactora. Analizaremos a continuación las pr
icas y efectos que lleva aparejada la nueva regulación de
nes, su admisibilidad y su tratamiento en los negocios pa
e consumo.
exto admite expresamente la concertación de obligaci
e no tenga curso legal en la República, pero no con la asimilación a la mone-
e tiene esa característica, sino concebidas como obligaciones de dar canti-
de cosas. Esto debe integrarse con la normativa de fondo y reglamentaria
e actividad cambiaria y de ingreso/egreso de divisas, así como con la que
fica delitos penales vinculados con infracciones a la precitada normativa y
coi1 la coiiiiriuidüd <lelii proliibiciúii de utilizar la iiiuneda rxtraiijtir;~-coiii~l
cualqtiicr otro ~necliocxpliriio eiiciibierto de reporciicisci~ii- para el rr;ijustc
esvalorización monetaria.
La moneda extranjera no puede ser catalogada como una simple cosafun-
le; ciertamente participa de esa calidad, pero su tratamiento jurídico debe
eivar las caracteristicas particulares que se derivan de su condición de dine-
11 otros Estados -lo que explica la intervención estatal en todo lo relativo a
actividad de negociación internacional de bienes y servicios-, la costumbre
igada en nuestro país para la utilización de dicha moneda con finalidades de
oramiento -lo que motiva el dictado de normas restrictivas asu libre comer-
zación, especialmente en épocas de disminución de la oferta de divisas- y
asta 1991 de su corriente utiiización como cláusula de estabilización monetaria
contratos locales sobre bienes nacionales.
t ii"
.
- NORMA O. SILVESTRE (DIRECTORA)
a) Operacio>zescainbinrias
La operación de cambio consiste en el traspaso de divisas, primordialmente
incluida la moneda extranjera y siempre por moneda nacional. Existen dos es-
pecies: las operaciones de contado, en las que las partes intercambian. sus mo-
nedas sin continuidad en el o a t d r r n i ~ ~ o ~es' ~decir,
~ ) , cuando existe
un acuerdo anticipado del tipo de cambio al cual debe liquidarse la transacción
en cierto tiempo futuro. En ambos casos, el denominado cierre de cam,bioes el
momento clave de la operación, productor de conseciiencias concretas jurídic
civiles (irrevocabilidad del acto) y penales (autoría y consum.ación de un ilíc.
cambiario). En el caso de las operaciones cambiarias y de comercio exterioi;
norma de fondo debe necesarianiente integrarse coi1 sistema integrado por no
mativa de carácter público que rige la materia(l0").
Además de la normativa cambiaria que regula la compraventa de moned
extranjera y el ingreso y egreso de divisas, deben tenerse presentes las siguien
leyes: la núm. 18.924, o de Entidades Cambiarias, la núin. 19.359 y modifica
rias especialinente la 24.144, cuerpo normativo ordenado por decreto 4801
también conocida como Ley del Régimen Penal Cambiario, y la Ley N
núm. 26.683, de lavado de dinero, que tipifican infracciones y sus conse
sanciones pecuniarias o, en caso de reincidencia, privativas de la liberta
mas aduaneras, de derecho internacronal ~ ú b l i c ov vrivado v remi¡uciones imouestas oor las autori-
Dar niiestro Dais, de carActer b~lateralo multilateral Encuanto a las normas de Deie~lioInternacio-
como casade cambio, aeeriiias de cambio u oficinas de cambio" fari. 101.También oueaeri realizar
v.tiir figiri.$,ii,i:c i.Ik,, e i , i ~ i l . j i l <ii i < ~,,.!.>\
, , >it.;;:i:.,d;<,
~ 11 n !a 2 1 í-ti .,:t 2:' iii; 'i .iis i i i u J ~ f -
t . 1 l
<i,lifi.(.lr;sd.,
: ,l
. 7 < ~ 1 ! i 1 0u
.l . ! ! : . : 1 ' i . . ...; l:, ii., ir,.. ,,. .vi.:>¡;! A, . c l., :,,i<.%,.~,
.
< I : , , ~ , uI, , > , , L I ~ <, <,,,L , , A, ..I.I,I,I,, ; , , l IIII.,,,,:~,,,~.
*,J;
,,.
%!ll?~l.l
,I,./<,,>>rt./<tt; 1
-- OBLIGACIONES
D E D A ~ I S ~ J M ADE
S DINERO 721
stacado- por hiera del sistema formalmente autorizado parallevarla a cabo, ya sea en forma de bi-
te o divisa, mediante entrega manual directa de la moneda extranjera o translerencias, giros, órde-
s de pago, eic., enire eniidades bancarias o financieras, que finalmentese completen conla entrega
iiual dela divisa o morieda extraniera. En cuanto a la confiauración del tiao aenal, la doctrina aere-
(1131 Ver CSIN, in re"Eaer1ina': 23/10/1994,Fallos: 312:1920, rambien aublicado en LALEY 1995-
1 u 1 t . ! . : i rp . 1 I : i t . l . i l I,,,:. ..*,<~,,. . > i.iii:,i.!ii, li.,i
ci E51:,,1,, :,,$+n.,,<, - c . , , <,pv,;,:,LIS, c ; . <.l,.l,r'3<l.,> $1 ,!,<,,,:?rl<l?i ,,,,,,<.3<1 , , < , l . c",: l < . rv.;,.,
,
L.,r!,l,.,L<<[,,t!
<.<,,,,,\,<:\~
al I ~ ~ t ~,!v l I ~ . ~ e\, l.. <c,ln:d<>o!,(1,. I 3 O S Y X , 0, > c,v<,, e,. d<,l,tr.> <:,t.i<\<,,,"i<lfi">~>
:S,,,,.
ado. que había ahsizelto a los suinariadoc,por cuanto las operaciones en cuestihn no fueron de
mbio en su sentida iécnico. dado uue sólo se verificó el iritercarnbio de nesos o divisas ooi tinilos
lores. rio habla norma punitiva pievia.
(114) CSIN, 14 de julio de 2015, "SA Banco Fraiicéa y otros s/ii,lracción Icy 24.244." CPE,
48/2012/lIlRHZ.
-
722 - NORMA O SILVESIRF (DIRECTORA)
iMULC al momento de realizar la inversión así como también una serie de requi-
sitos que deben cumplirse para su efectiva concreción -por ej., la conformidad
previa estatal para la realización de tales operaciones, salvo los casos expresamen-
te previstos, entre otros, la suscripción de títulos públicos del Gobierno Nacional
emitidos en moneda extranjera, el pago de deudas con acreedores externos,
pago de importaciones y la realización de inversiones directas en el exterior
(115) Se sostiene que era err6neo el distingo entre obligacionesde género y cantidad quec
nía ei C6digo Civil derogado pues en ambos supuestos estamos ante obligacionrsdegéner
que ambas -género y cantidades de cosas- se rigen por los mismos principios. No se jus
distingo entre género -o entrega de cosas inciertas no lriiigibles- y Eantidad. Esa es la soluc
que se sigue el1 el C6di.p aiemán, italiano, brasilefio asi como el Proyecto de 1998, resuita
contradicrorio proclaniar el carácter infurigible de la cosa en esta c!ase de obligaciones y IU
admitir qiie sean sustituidas las unas por las otras dentro de la especie, !o que implica recono
que se trata de cosasfiingibles (ver PIZARRO, R a h i 6 ~IJ. - V ~ r i , s s ~ r u oCs ~, n i . oGs . , I~isiitucione
cil., t. i, p. 532, Con cita de Llambías y Lafuilie). Enigual sentido, Hernáidez Gii agrega que en
obligaciones genéricas la prestacid" está siempre relativamente indeterminada. La relativa ind
ntrega se debe, éstas han quedado individualizadas.
alidad, obsarnente, no estará en discusión (los billetes valen por su carácter
resentativo y no por su calidad individual) aunque sí la especie (será el signo
onetario del país o autoridad monetaria emisora y asíveremos que la determi-
ción será de dólares, euros, yenes, etc.).
neda extranjera como una cosafungible y la dero-
su anterior asimilación al dinero, nos permite extraer las siguientes
17) Esto implica una imporrante reforma, por cuanto durairte el periodo post ley 23.928, la ~ 1 0 ~ -
entendió qiie esra l q , que admitía en general la contiataciún e n moneda emanjera como di-
prevalecía sobre el art. Iio de la Ley de Locaciones Urbanas niim. 23.091, que lo i>robíbe(lrei;
, cit., l. 11-A,140; Plz~nKo,RAMON D. - VALLBSPINOS,
B i ~ sob. C ~ 1 t l . G.,
o ~ I n ~ l i l u c i ~ > l e scit.,
. . , ti 1.
1. Con el CCyCN ios dólares no podr6n ser precio de lalocación iirbana.
ma especie("D'.Si se concretara un depósito en moneda extranjera, la in
bancaria estaría en condiciones diferentes al deudor no bancario, ya qu
incluye la facultad que este último tiene para liberarse entregando mone
curso legal. De todos modos, provoca incertidumbre la nominación de este
trato, que se refiere al depó.sito en dznero, y como hemos visto, la moneda ex
jera ha dejado de serlo.
El resto de los contratos bancarios, al perder la moneda extranjera su calidad
de dinero, asícomo su aptitud para generar intereses, deberá ser revisado, alaluz
del nuevo tratamiento aplicado por la segunda hipótesis del art. 765, juntamente
con la Ley de Entidades Financieras y la normativa reglamentaria del BC:RA, rei-
teradamente mencionada en el CCyCN (v gr., arts. 1738, 1739, 1387,etc.).
(118) No existen iguales previsiones para los contratos de préstaino y descuento ban
(arts. 140819)nipara el contrato de apertura de crédito (arts. 1410111). enios qiiese prevésolam
ia hipótesis de negociación mediante dinero
(119) PIZARKO, R A M ~ ND., en RIVElM, JULIO CBSAR(dir.) - MGDINA,G ~ I F I . A(coord.), Come
rios al proyecta de Código CiiJilg Cornerciaidc 10 ,Vaci<jn2012, abeledo-Perrot, Bs.As., ps. 53915
ConC Lorenzetli, Ossola, Marquez y Paolantonio consideran que sc trata de una norma supielo
rt. 765 infine del CCyCN tiene carácter dispositivoy ya sea por decisión de las
teso de la,&y, puede ser dejada de lado la facultad de conversión['").
Hemos dicho antes que, a diferencia del rkgimen de orden público aplicable
s denominadas operaciones cambiarias, el resto de los negocios jurídicos que
olucran la entrega de ino~iedaextranjera se encuentra incluido en un sistema
el que predomina la autonomía de la voluntad (ans. 958, 959, 962 y concs.
CCyCN). En especial, nos parece oportuno remarcar la claridad con que el
962 explica el funcionamiento de las normas legales relativas a los contratos
carácter, en principio, supletorio de la voluntad de las partes, y, como excep-
es a dicho principio, los supuestos en que tales normas resultarían indispo-
les en atención a "su modo de expresión, su contenido o su contexto". En tal
ido, en cuanto al rnodo de expresisión, entendemos que la utilización delverbo
itivo podrá(I2'),no consagra un derecho irrenunciable para el deudor, quien
e abdicar de dicha facultad tanto in obligatione -al momento de coiltraer
igación o en cualquier momento posterior antes de la exigibilidad- como
utione -al momento del pago-.
n cuanto al contenido ycontexto, la remisión al sistema de dar cantidades de
-hoy absorbido por la clase de obligaciones de género- es otro elemento
levancia al momento de interpretary aplicar la especie en estudio. En efecto,
ornar al régimen anterior a la Ley de Convertibilidad, cabe recordar lo an-
xpuesto en estas líneas, en cuanto a los casos en que el deudor en moneda
urso legal carecía de posibilidad de liberarse mediante el
Por ejemplo, cuando se consideraba a la moneda extra
'eto específico'; insustituible, propio de los contratos d
N), o como hoy prevé el art. 1390, CCyCN, para el contrat
en cuyo caso la entidad bancaria debe restihiir dicho de
ada.
n otro orden, al no mencionaise el dec.-ley 5965165 sobre letra de cambio y
ré, dentro de las derogaciones derivadas de la aplicación del nuevo Código,
bemos entender que nosufre modificaciones. porlo tanto seríaválido inseriar
sos papeles de comercio la cláusula de "pago efectivo en la moneda extran-
" Sin ella, el importe puede ser abonado en moneda local, al cambio del día
a especie designada" (Conf. OSSOLA. FEDERICO A,, en I.ORONZETTI, RICARDOL. (dir.), Código Civil
mercial de la Nación omentado, t. 5. Rubinzal-Culzoni,Bs.As., n. 126.).
121) Del latín potere, según el Diccioiiario de la Real Ácademia Española lencr la/acultad vpo-
tia de hacer algo.
podría entenderse que se trate del valor real del mercado libre, que es el valor
necesario para poder obtener la divisa extranjera cuando existan restricciones
para su adquisición.
Además de la hipótesis resuelta en este supuesto, el deber de cancelar en
especie y la inviabilidad del ejercicio de esta facultad por el deudor, se configura
también en los casos en que la moneda extranjera ha sido considerada por 1
partes como esencial por la finalidad tenida en cuenta por ellas partes al celebr
el negocio Dicha finalidad no podria resultar ilícita, por violent
prohibiciones legales -por ej., no podria ser utilizada como cláusula de aj
encubierta o como operación cambiaria por fuera del MULC-. Pero sí po
admitirse su utilización en negociosvinculados con el pago por la entrega de
nes o la prestación de servicios('23)en el país, cuya contraprestación sea m o
extranjera como condición de la operación. En el caso, no existiría elintercam
de divisas por pesos, propio de la operación cambiaria y, siempre que
invocarse -y probarse- cualquier finalidad lícita -no lo sería si se interpret
como un escape a la prohibición indexatoria- no habría inconveniente a!
para su inclusión en los contratos y ejecución específica.
1122) Ver ai resvecto, MARINO.ARBLE.. '?.a causa fin del contrato': Suvl. La Lev, Códizo C
< . ii:iriii i l <le 1.1 : x ! i . i i Ciii.ii.tio; dii [ior iliili..ii iSiiglii, .!ili: 1121. ii. lo, .I;it,rii,.; iit l . refoi~~~.i
..,ii.i.ii< i i i : i . j i ? i r r i i i . c.ti 1.1iii:liiiiiii: I: rl ,i.;lii, e5:rii .l. !:S fii..lli.l.i.l .< i i i . ~ . I ~ i . i : i i . . . ; ~ l i : i i I
denamierito jurídico que ha sido determinante de la uoluntad asícomo de los motivos exterior1
cuanlo sean líciros y hayan sido incorporados al acto enforma expresa o rácilamrnte sison es
para arnDaspartes.
(123) Debe observarse que ei an. S251 define la obligación del comitente en el conwdto de o
de sei\lcios como una retribución, omitiendo calificarla como dinerario.
(124) SALVAT. RAYMUNDO M., Tratado de derecho civil argentino. Oblipuciones en general,
saed., ucliializada con textos de doctrina, legislaci6n y jurisprudencia por Enrique V. Galli
Buenos Aires, 1952, p. 409, nota 464* del actiializador que, en el sistema del C6d. Civil 0
previo a la ley 23.928, reconocía el carácter de deuda de valor de tales obligaciones. Esto imP
que, cn defccto del ciimpliiiiicnio especifico, el deudor sólo podrá verse desobligado entrega1
la cantidad ea inoneda iiacional necesaria paia adquirir la cuma de moneda extranjera Coi1
da.
OBLIGACIONES DE DAR SUMAS DE DiNERO 727
nstinicionalidad del art. 4" de la ley 25.561, modificatorio del ait. 70 de la ley 23.928, que prohibe
cnialización monetaria, indexación por precios, variación de costos o repoteiiciación de deudas,
]quiera fuere su causa, haya o no mora del deudor. Lo no\edoso de este falla es que ratifica la
nstinicionaiidad de la prohibición niantenida por el art. 4" de ia ley no 25.561 (de Emergencia Eco-
mica). resilecto
- r - - ~ - ~ ~ ~"
~ .
a deudas a ser ooearias en un escenario dc ausenci~deuaridad cainbiaria~deflo-
'6n administrada del tipo de cambio, existente a partir de enero de 2002. Luego ratificaría la doc-
a en autos "Belatti, Luis E. c. EA sicobra" de fecha 20/12/2011, rechazaiido la indexación judicial
un crédito de naturaleza laboral
728 - O SILVLSTlIL (DiRLClO M )
NORMA
(127) La indemiiizaciún por el valor de reemplazo es aceptado por toda la doctrina, por C
I O R G ~J., Trnt<zdode derecho civil. Obligricioiies: 1 9 i 3 , t. 2, p. 175, no884,nola 59 Y 16
LLAMB~AS,
SUS citas.
028) MAYO,JORGE A., e11 BUERES, ALBERTO ELENAl., C6dig0...,cit., 1. 2,p. 404.
1. - HIGHTON,
OBLIGACIONES VE DARSUMAS DE DINERO 729
bligación que propone el nuevo Código, recobran vigor las normas rituales
ue, como el art. 520, CPCCN, aplicable al juicio ejecutivo, determina que las
bligaciones & moneda extranjera incluidas en u
cución, deberá promoverse por el equivalente en moneda nacional S
ización del banco oficial que corresponda al día de la iniciación o la
artes hubiesen convenido, sin perjuicio del reajus
ía del pago. En otros casos, si la obligación puede demandarse en espe
Itarán de aplicación normas procesales como la actual del art. 515, CPCCN
prevé el libramiento de mandamiento para desapoderar de elia al venc'
o 2* y luego proceder a su entrega al acreedor. Si a
revé que la condena se transforma en la entrega del equi
revia determinación si fuese necesaria, con los daños y perjuicios
lugar, fijando el monto ante el mismo Juez en el proceso de eje
5 5. Intereses
Los intereses en las obligaciones de dar dinero se definen como los au
tos que las deudas pecuniarias devengan en iorma paulatina durante un tie
dado, sea coino precio por el uso de un dinero ajeno o como indemnización
el retardo en el cumplimiento de una obligación dineraria('"1.
5.2. Caracteres
Las características más salientes de los intereses son:
1) Accesoriedad: como se ha dicho, los intereses son e1 fruto civil accesori
capital y por ello:
a) La extinción del crédito por capital iiacc: cesar el curso de los interese
b) El pago del capital no se considera íntegro si no con~prendelos inter
c) El recibo del capital sin reserva de los intereses, determina la e
de estos últimos;
d) El pago de los intereses importa el reconocimiento de deuda e inierr
pela presrripción.
2) Porcenlualidad o proporcionalidad: los intereses se establecen siempr
relación al capital, y con el ticinpo que el acreedor se ve privado de él(
3) Periodicidad: se calculan siempre en función del tiempo. Cuando mayo
tiempo, mayor será el interés(IR5!.
ti l. 1 j' lis i.i< . i i l l . i ! . , 5 c i.. .,:<-!ri!i.>, .<\j>i.!..~:r,.\ ,,.di! .!n .i.:~.:l.i~.i.,\. t . # .li.ii iii~;i:i.',il
t l(.::.i.ii. i.8i.l ii..,)<
1, :..h., ,.iiri, 4 :>.ii>iir..:i.,: e n , ~ i i , c l . i ii~iiiii,ai.,ii<.i.id:..ti..iuo i i t I:>I i.i:irr'ii --le$
mite en caso de mala feeii la conducta del deudor, y e11 e1 c6d. paraguayo 1988
. . Afilio Alrerini, Llarnbtas,Casiello, Iiivera. Alemia,
(1421 " . Caeeaux i,rTrieo" Rer>resas.
' Vei- al IesP
ALTcnINi, AI'ILIo A,, Desiridexación..., cit., p. 109.
(143) OSSOLA, i"hut~ic0 A., el1LoliENz~n.I. R:cAnOOL. Cddico...,cit., t. 5 , o. 144.
(144) WAYAR,ERNIISTOC., i?erecko ...,cit., 1. 2,p. 518.
(145) PIZARRO, RAM6N D. - VAI~LBSPINOS,CARLOS ...,cit., t, 1, p. 401.
G., In~liluciones
OBLIGACIONES
.- DE DAR SUMAS DE DiNERO 733
b) Intereses legales
En nuestro país no se ha dictado una ley general que determine los intereses
legales, lo que era explicado en la nota al art. 622, Código Civil derogado, en aten-
ción a lavariabilidad de la tasa. Sin perjuicio de lo expuesto, existen distintas nor-
mas a nivel nacional y provincial que, para supuestas específicos, prevén la apli-
cación de tasas de interés legal, en especial en materia iinpositiva y previsional.
En el contrato de mutuo comercial, en ausencia de interés pactado, el art. 565, del
código comercial derogado disponía que se aplique la tasa de interés que co
el "Banco Nacional': expresión equivalente a Banco de la Nación Argentina.
e) Intereses judiciales
Si bien hemos abordado indirectamente el tema al tocar la respuesta
jurisprudencia1 frente a diversas obligaciones de valor, corresponde ahora a b o ~
dar específicamente la cuestión de qué tasa fijan los jueces en sus resoluciones,
en los tribunales de distintas instancias de nuestro país. En el tiempo inmediata-
mente posterior a la sanción de la ley 23.982, la Corte Suprema Nacional, desde
el fallo "WF c. Pcia. de Corrientes': sostuvo que correspondía aplicar de manera
generalizada, la tasa pasiva que informa el Banco Central de la República Ar-
gentina(ls2).Esta jurisprudencia, que contenía pronunciamientos disidentes en
minoría, se mantuvo basra el 17/5/1994, fecha en la que, en decisión recaída in
re "Banco Sudameris c. Belcam SA'; la Corte decidió promover la llamada "fe-
(150) SILVBSTRE, NORMA O., "Intereses excesivos. Carácter de la nulidad: LLBA, año 2, núm.1995.
(151) Prznmto, RAMOND.-VALLESPINOS, CARI.OSG.,Instituciones..., ch., T. 1, p. 428.
(152) 1;aallos de la CS dcl3/3/1992, "WF c. Pcia. y Bdlico de Corrientes'; en disidencia votaron los
Dres. BELI.uscro, Petracchi y Moiiné O'Connors, Ver ED 146-321; JA 1992-1-570;LALEY 1992-B, 216;
RDCO año25 1992-216yTSS 1992-208:24/3/1992, "Juncalán Foreslal Agiopecuaria c. Pvcia. de Bue-
nos Aires'; LA LEY 1992-D. 251 y JA 1992-IV-430;19/5/1992, "Entidad Hinacional Yaciretá C. Pcia. de
Misiones'~1.A LEY 1992-E, 166; 10/6/1992, "López h r o n i o c. Expiotacion Pesqitera Ue ia Paragonia';
LALEY 199?E, 47; JA 1992-111-10,ED 148-389;RDCOaño 25,1992-425.;DTLlI-B-1215;TSS 1992-477;
7/10/1993. "Ciabasa SA C. La Buenos Aires, Cia.De Seguios': JA 1994-11-383).
OBLIGACIONES DE DARSUMAS DE DINERO 735
. .
del día cn que corresponda efectuar el pago, salvo que la utilización del coeficiente de actualización
prcvisto eii las normas de emergencia económica -anteriormente analizadas- arroje un resultado
superioi; c o ~más i una tasa de interés del 7,5% anual, no capitalizable, entre moratorios ypunitorios
. .
desde la fecha en oue se Droduio la mora v Iiasta la del efectivo oago. . ..
,15:) í:i Daldrrio Iui,:~ \I~ri.i< . \ i i r c s r r<'?11!,!~, > . ! r i ~ > 1.I j 201i6 ,ill.~iiil.\lll~l>l,Sp~I&lc
! (l..illi,r :~~:.j'21) J X ,n ~~>~!<,n . ~ F:iIIi>> ,125118.; ,lgiiil.ir ca.i\a 1.1555 L\X\'lii: I.onil>-rdu,
LO,)!
.lz~tot~~c, c .\S%\ $ ~ ~ c ~ I , r,,m, ~ L ~;c!ile~l:~:t v s 23 LIV al.t~lJQ,2UIj.l; c , 3 u 5 ~ ,1). 2173 X.U\'ili,
~ ~ ~ ti<,¡
! I d 1 c . . . t t i 1 I U U I. i I l 16 U R.~iicoSiliria
S.\. yuirlir.i. iii,idciitc<Ic<ulir<dc Iii>cioi;siiiiidi..\iicl i>.i>>bi,!lOti<l \.\lt'-11:
-
1
t 1%) \!ILIUC¡~ ~ , ~ t + ~ , ,lwr
i d aI k h i I l v 5 . 1 o r ~ ~ ! ~Y ~l'ctl;,~~h.
tos c Promcia de ~a>amoa"ilA 2007-113-555) que ~ i t aentie
c l ! ~ en L . , + u > ~ ; ~ C ~ L I C , I I , ~ \ el ti 3 ?UV:, Bus-
, olios ~iecedentes,"Seicnar SAc Pcia
l l .\ 1 l 0 Il~,.!iiei1cuiiii!ii,loL I'ci:i.<I<s ~ iliii,, i .¡e¡^ ii 2IIUí. t.ii i.%:3\<Ic.ii:i,ilra
ir cir.i LOI1!D , , d h ~ r ~ , i ~:3~i:i
. , IIIIIIIJII,, ,t:,s,i ,1<11vi< ,> l i i i \ < ~ i < . J\ i I ~ I . I I . U I I : I\ O' )~ ~ I uU c 5/ ZUllti
i . i : : l .1 , Y . ? < i 21 i ,i <?,c.,<Y~,,:%,¡c. l)< ,:ir, 1 1 , ~ ><.<,.tl . ih f',cs,\it~l,~ia ,ic i,, s a -
ción': LA LEY 2005-D. 35<[indemnizaci6n por expropiación).
(157) CS, Fallos: 3192788; 321:3701; 323:847, y sus citas, criterio ratiiicado despues de la crisis del
2001, según sentencias del 5/8/2003, 30/9/2003, 11/6/2003. Ver Sup. Esp. La Ley, "Intereses: 2004
iiuliol, 0s. 1411145.
convención o de leyes especiales, según la tasa pasiva promedio que publica mensualmente el Ranco
Centraldela HepúblicaA~gentinadeacuerdo roniopreviaopor elari. 8"deI dec. 529191, inodiíicedo
por cl dec. 94119: (Adla, Ll-R. 1816: 1940)..:!
736 -- NORMA O. SI ILVfSlRE (DIRECIOIU) - -
lidad eri el afio 2004('"). En cambio la CAmara Nacional Comercial en pleno, en
"La Razón SA sIquiebra"('") del 2711011994 resolvió que debía aplicarse la tasa
activa. Ante el retorno del fenómeno inflacionario a fines de la primera década
del siglo, tribunales de distintas jurisdicciones('"') comerizaron a aplicar la tasa
activa('"). Por igual razón, la Cámara Nacional Civil volvió a reunirse en pleno
con fecha 20 de abril de 2009, para revisar la doctrina fijada en los antecitados
plei~arios"VAzquez" y "Alaniz': El Fallo Plenario "Saniudio de Martinez, Ladislaa
c. Transportes Doscientos Setenta SA" determinó la doctrina legal aplicable a la
tasa de interés moratoria que deben seguir los tribunales del Fuero(IG3). En tal
sentido, dejando sin efecto la doctrina fijada en los anteriores plenarios, esta-
bleció que debe aplicarse ln tasa actiua -cartera general (pr~stamos)- nominal
anual uencidu a treNzla dias del Banco de la Nación Argentina. La tasa de interés
fijada debe cornputarse desde el inicio de la mora hasta el cumplimiento de la
sentencia, salvo que su aplicación en el período transcurrido hasta el dictado de
dicha sentencia inlplique una alteración del significado económico del capital de
condena que coiifigure un enriquecimiento indebido para el acreedor.
La Suprema Corte de Buenos Aires mantiene la tasa pasiva de interés para las
obligaciones de dinero(lG4),criterio seguido por la Corte Suprema de Justicia de
Santa Fe con fecha 11de diciembre de 2012, enuncaso de expropiación caratula-
do "Dirección Provincial de Vivienda y IJrbanismo c. Anatro, Alberto y otro"(165)
por la Corte de Justicia de C a t a m a r ~ a ( ' ~y ~el' Superior Tribunal de Justicia d
Santiago del Estero('").
(159) Palio plenario de la CNCiv., en autos: "Aldniz. Ramona E. y otro c. Transportes 123 SACI
23/3/2004, Sup. Esp. LaLey, "Int~reses'~ 2004 (jiillo), p. 171; IA LEY2004-C,782 con nord de Edu
L. Gregoiirii Clusellas.
(160) LA IAY 1994-E-412;La 1.ey Onliile: AR/JUR/G58/1994.
(161) CFed. Mendma, en pleno, 24/6/2009, "Revecn, José Marcelo c. YPF SR; LLGran Cuyo 2
(setieinbre), p. i 8 l ; La 1.ey Online: AR/JIiR/21886/2009.
(162) Fallos: 315:2980, 316:3131,304:556; entre olios.
(163) CNCiv., en pleno, 20/4/L004, eii autos "Samudio de Martiiiez, Ladislaa c. Traiisporres Do
cientos Serenta SA sidaños y perjuicios'; con notas aprobatorias vertidas en Sup. La Ley, "La nue
tasa de iilteris judicial" 2009 (mayo) en los artículos de TRIGOREPRESAS, MLIX A,, "El plenario
CArnara Nacionai en lo Civil, que se enrola en la tendencia que aplica la tasa Xctiva' de interés: BJ
27/5/2009, 1449; COMPAGNUCCI DE CASO,IIURÉN H., "LOSintereses a la luz del pleiiario 'Samud
p. 7; DRUCAROFE AGIIIAR, AI.BJANDRO, "Tasa de interbs: La facultad judicial para determinarla o m
iigcrarla y su ejercicio razonable': p. 19; Gaensi, CARLOS A., "¿El plenario Samudio esla soluci6n? La
tasa activa es una de las soluciones': P. 43: PI~.ARRO, ~IAMÓND., "IJn fallo olenario sensata v realista:
2009-C, 223. En especial, respecto a los honorarios dei abogado, atento su carácter aliinenterio ver
IJRe, CARi.os EnNasTo, "Un verdadero'leading case'! Tasa activa de inteiés para las deudas de hono-
rario<: LA LEY del 5/10/201 0, p. 7).
(164) La doctrina legal de la SC Uuenos Aires ha sido rciteradameiiie establecida en las causas L.
94.446 en autos "Glriossi: sent. del 21/10/2009; L.. 88.156, "Cbamorio'; sent. de 8/9/2004; "Mena de
Benitez': sent. del 5/4/2000; L. G6.036, 'knronelli': sent. de 201411999; L. 62.096, "Vassaia: sent. de
3/3/1998; 1.. 49.809, "Sierra de Bibu': sent. de 7/7/1992: AL. 43.858, "Zgonc': sent. de 21/5/1991 AC.
tubrc).
(i65)CS Santa Fe, 11/12/2012, Ays, t.255, ps. 1/16.
(166) CS, Catamarca, 2/9/2003. en auloj. "Morales c. Estado Provincial?
(167) SU Sto. del Estero. 5/12/2005. en autos"Cardazo c. Taiib
1 1 1 <.iliinro;i ia ~~roriricia
(le í : i ~ r ~ i ~ 1.i1l ~'liil)tiiiiil
;i, > i ~ p e i ide
~ ~ltisticin,
s ,ala I;i
boriil, cuii Ircli;i 3 de bel>ticiiibre<It,2009, eii atiio, IOpez I,riiai4 c. 311~1n11lincr;i
I;crroiii S:! \ orriis" "" , resol! ii, 11uc' rr;~:indosedc1 t.;;lciili~d1, la iri~l~~rniii~;ici~~ri
por incapacidad laboral debida a un trabajador, debe aplicarse al monto de con-
dena correspondiente al período en el cual estuvo en vigencia la Ley de Converti-
bilidad la tasa bancaria pasiva promedio mensual, según la encuesta que realiza
el Banco Central de la República Argentina, que es la que hubiera obtenido de
h;ibCrselc rselel~uiiadu1.1 ca]iital rii ticiiil)ii upoitiirio, (uii in;is uiiu iios cieiiiii iioriii-
tial iiieníiisl a Iiii dt, psescrv:ii el rontriiido ~~(.»110nii~u d<'Ics¿~<li[<>.
En cuanto a la aplicación de la tasa acliva debe destacarse el denominado
Plenario "Aguirre" de la Suprema Corte de Mendoza, del 28 de mayo de 2009, que
al disponer sobre la inconstitucionalidad de la ley provincial 7198 que ordena ia
liquidación a tasa pasiva de las obligaciones reclamadas judicialmente cuando no
existe normativa convencional o legal diferente, resolvió que dicha norma -que
el mismo tribunal había declarado constitucional en 2005 en el Plenario 'Xma-
ya"- ha devenido en inconstitucional atento que la tasa pasiva que la misma fija
no cumple con la función resarcitoria que deben tener los intereses moratorios,
correspondiendo aplicar la tasa activa cartera general nominal anual vencida a
reinta días del Banco de IaNaciÓn Argentina (TNA). Se
ueces tienen la obligación de verificar si en cada caso e
que ordenen aplicar resulta razonable y conlleva un resa
to. La tasa de interés fijada debe aplicarse a partir del dic
rio, lo que no impide que, en cada caso particular, severifique si en
pasiva resultaba inconstitucional, pudiendo el sentenciante as
5.5.Anntocismo
3 más oue -inclusive- la tasa activa, dado oue suclen ddicionarse a los intereses punirarios los com-
. ..
casos de ejecuciones alimentarias- existe una condena que irripone a un sujetoabollarle a otro iina
cuotainensual. Si la cuota es nlimcntaria jno es suficiente con lariaturaleza jurídica del iilstituto para
presumir que al no contar con el dirlero de la cuota, debib el alimeniado cubrir sus necesidades de
otra forma?': Ver también SASTRE, M ~ i l i nIWLA,"El plenario Aguirre: una mirada a la acnialidad",
LLGran Cuyo 2009 (noviembre); GIOXDA~\;O, ALDO L., '"Plenario Aguiiie: iina corrección plausible';
LLGran Cuyo 2009 (seticrnbre), 750.
s , J., TratUd0...,cit., t. 2, p. 246.
(170) L ~ n ~ u i nJOR<iE
Código original de Vélez prohibía esta práctica, entendiendo que aume
significativamente la deuda en un corto período, provocando la ruina de
dor, lo qiie haría presumible un apremiante estado de necesidad o ignoran
sobre el compromiso asumido del cual se derivaría la ineficacia del acto("'.
También se lo ha considerado como uno de los medios más refinados d
usura("2).
Actualmente la visión sobre la figura ha variado; es más, la capitalización
intereses de la deuda cuando la moneda se ve afectada por la iilflación, en
marco de un nominalismo rigido, ha sido interpretada como tino de los mecanis-
mos para mantener estable elvalor real de la prestación dineraria. El crecimie
significativo es sólo en valores nominales, pero la verdadera carga
- de la obl
c%n es la misma.
) las partes pueden pactar la acumulación de intereses, pero con una periodi-
cidad no inferior a 6 meses, prescripción que es de orden público (inc. a).
) si la deuda se demanda judicialmente, la acumulación de los intereses se
produce a partir de la notificación de la demanda. Tiene antecedente en el
art. 569 del código comercial derogado('77),relativo al mutuo comercial. Se-
gún el CCyCN existe la posibilidad de aplicar el anatocismo desde la fecha de
notificación de la demanda y no es requisito que los intereses se adeuden por
algún período determinado (inc. b).
Se mantiene el caso de que liquidada judicialmente la deuda con intereses,
el juez mandase pagarla y el deudor fuere "moroso" (en realidad, sería una
suerte de "retardo" en el cumplimiento de la resolución judicial)
En el inc. d, se prevé la posibilidad de que otras normas legal
n la acumulación de intereses, tal el caso de la cuenta corriente bancaria
.t. 1398, CQCN) y cuenta corriente engeneral (art. 1433, CCyCN).
Cabe apuntar, finalmente, que en relación a las tarjetas de crédito, el art. 18
e la ley 15.06.5 establece que, independientemente de lo dispuesto por las leyes
e fondo, los intereses punitorios no serán capitalizable~('~~).
175) Uno de los primeros recayó en la causa "Garcia Vdzqucz, Iléctor y o t ~ oc. Sud Atlántica Cia.
Seguros: sentencia del 2211211992, ED 152-185, donde expresó que "la aplicación dc la senicn-
de la alzada que por rernisión al fallo plenario del fuero dictado en la causa 'Uzal SA c. Moreno,
iriqiie: convalida la capitalización permanente y en breves lapsos, lleva a una consecuencia paui-
onial equivalente a u n despojo del deudor, cuya obligación no pucde exceder el crédito acNalizado
n iin interés que no trascienda los limites de la moral y las buenas costumbres. Por tales razones
nsideró que la sentencia vulneraba garantias constitucionales y debid ser descalificada como acto
risdiccional [Fallos: 315:2980). El criterio se reiteró en iilteriores decisiones [ver Palios: 316:3131;
(1) En ia nuia al ari. 495, Cúd. Civil de Véiez Saisfieid, destacaba qiie ''El hecho debido compren-
de todos ios actos u omisiones que iio pueden entrar en ia daciún: yo puedo abligaiine a construir
una casa o también puedo obligarme a no impedir que iiii rercria pase por mi propiedad".
"despliegue de energias de trabajo, sean físicas o morales, prestado por el deudor
a favor del acreedor"(2).
5 2. Importancia
Las situaciones jurídicas que generan obligaciones de hacer son muy nume-
rosas, tanto en la esfera contractual como extracoi~tractoal.Basta con recorda
su presencia en los contratos de locación de servicios y de obra, en los contra
profesionales, en el mandato, depósito, transporte, comisión, agencia
cial, seguro, consultoría, de asistencia administrativa, de publicidad, de viaje y
turismo, de hotelería, etc., para advertir la enorme trascendencia que posee su
adecuada regulación e interpretación. Tambiéii aparecen al considerar la posi
bilidad de optar por la reparación en especie, en materia de hechos ilícitos ei
el art. 1740, CCyCN(3).Todo el ámbito del derecho del trabajo gira e» derred
de la energía laboral (hacer), aunque desplegada en un marco de subordir
jurídica que permite establecer un sistema con principios generales pro
distintos al del derecho privado.
La prestación de s e ~ c i o de
s todo tipo, efecruada por sujetos públicos
vados, en diversas materias como las de educación, seguridad, justicia, sa
mantenimiento, informática, comunicación, esparcimiento, espectáculos
cos, etc., exhibe una sofisticación que se potencia día a día, lo que deter
necesidad de analizar esta figura con nuevos e imaginativos criterios.
En efecto, las pautas bajo las cuales se valora su cumplimiento o incu
miento, los deberes secundarios de conducta qus impone la relación labora y
límites a la autonomía privada en esta materia, imponen una unloración di
ca de los principios cl~sicospensados al regularse las obligaciones de h
el Cód. Civil veleziano. Vaya a mero título de eiemplo, la elaboración de
nuevo subsistema de dericho, generado a partir de la presencia de una relaci '
de consumo, cuyo tratamiento normativo se expresa de manera liminar en la
24.240.
Ha sido esta probablemente, una de las materias que más controve
generado históricamente en nuestro país al momento de evaluar Las pos
des de reforma al Cód. Civil, especialmente en lo relativo a la determina
responsabilidad por incumplimiento contractual.
Prestación: Prestación:
Esencialmente consiste en la entrega de Esencialinenle consiste en la eje
una cosa. un hecho.
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De ordinario la prestación de las energías de trabajo del deudor tendrá un
sultado material que consistirá en una obra, un objeto material susceptible de
..L._-. (:)<:S).
d i I~
X J~, (
-
por parre
J
alor, es decir, en una cosa. Esto puede generar dificultades al tiempo de estable-
es el régimen jurídico que se aplicará al caso, ya que puede resultar necesario
antener la unidad de la obligación en supuestos en que existe un dar y un hacer
o, y pueden estar regulados por principios normativos diferen-
arte, el "dar" supone una "conducta o actividad de dación", lo
mplica un "hacer", a los que se agregan a veces otros deberes de
(7) Vos Teon, ANDREAS, Tratado de las oblignciones, 1.1, Reus, Mediid, 1934, p. 34.
(81 Buiints, ALBERTO 1. - MAR~NO, ABELE., aporte en BIIER~S,ALBERTO 1. - HIGHTON, ELENA l.
digo..., cit., t. 2-A, p. 500, quienes además recuerdan que la obligación de iiidemnizar no consti
iina nueva obligación sino la misma obliguci6n originaria, con una tiansformaciátien el objeto.
(91 PIZARRO, RAMON D. - VALLESFINOS, CARLOSG., rnstituciones...,cit.,,l.1, p. 445.
(10) BuCnEs, ALnElmO J. - MARINO, AREL E., aporte en BUERFS, ALBERTO J. - HIGI~?ON,ELEN
Código..,cit., t. 2-A, p. 504.
( i l ) BUERES,ALBERTO J. - MARINO,AREL E., aporte en BIIERES, A L B E X ~ OJ. - I ~ ~ O H T O NELENA
,
Código..., cil., t. 2-A, p. 504. Citan como ejemplo ia del irahajador en virnid de un rontrato de lr
El carácter fungible o infungible de la prestación deberá determinarse aten-
diendo a lo pactado por las partes, las que pese al carácter fungible de una obli-
ación pueded.haber estipulado su infungibilidad. También se tomará en cuenta
naturaleza de la obligación y las circunstancias del caso, correspondiendo en
so de conflicto al juzgador valorar la cuestión conforme criterios objetivos, am-
ios y flexibles correspondientes al lugar y al momento de cumplimiento de la
levancia de la clasificación
Al respecto, el art. 776, CQCN, establece: Incorporación de terceros:
"La prestación puede ser ejecutada por persona distinta del deudor, a no ser que de
la convención, de ia naturaleza dc la obligación o de las circunstancias resulte que
éste fue elegido por sus cualidades para realizarla personalinente. Esta elección se
presume en los contratos que suponen una confianzaespecial':
Como puede apreciarse, la relevancia está dada por cuanto permite decidir
a obligación admite o no la posibilidad del cumplimiento por terceros, sea a
tiva del propio deudor para liberars
iva del acreedor. También, por cuan
e extingue o no con la muerte del de
"La actividad del profesional liberal está sujeta a las reglas de las obligaciones de ha-
cer. La responsabilidad es subjetiva, excepto que se haya comprometido un resultado
concreto. @ando la obligación de hacer se preste con cosas, la responsabilidad no
está comprendida en la Sec. 7 a de este Cap., excepto que cansen un daíio derivado de
su vicio. La actividad del profesional liberal no está comprendida en la responsabili-
dad por actividades riesgosas previstas en el art. 1757':
16)Przn~no. N - VALLESPINOS,
R A M ~ D. CA&SG., Instituciones...,cit., t. 1, p. 45.3,ojemplificacoil
caso del deudor que se comprometió a pintar un cuadro de la Catedral del Córdoba y en su lUgar
t6 la Catedral de Rosario, o ei caso de quien debía plantar 400 robles en un campo y en su lugar
(18)Vinnio. un iurista holandés del sielo 17. sostuvo aue no todas las oblieaciones de hace1
imposibilidad de usar contra el obligado la coacci6n fisica para noviolemar la libertad del hombx
en las otras, resulraria admisible cierto tipo de compulsión.
(19) I>izARRo,R A M ~ N D. - VALLESPINOS, CARLOS G., bstituciones...! cit., t. 1, p. 457, cita arnb
ejemplos.
(20) Piznimu, RAMÓN D. - VALLESPINOS, LARLOSG.,Instimciones.., cit., 1: I, p. 456).
(21) "El juez debe10 apremiar que lo faga ansi como fue puesto o lo prometió"(L.12,Tit. 11, Parte
y 1,. 5, Tít. 27, Part. 3>).
El art. 777 inc. a) del CCyCN no establece expresamente lalimitación referida
a prohibición de ejercer violencia física sobre la persona del deudor en la eje-
ción forzada''e las obligaciones de hacer que traía el Cód. Civil veleziano en el
rogado art. 629. No obstante, entendemos que la limitación referida mantiene
vigencia toda vez que el empleo de violencia personal implicaría la afectación
la dignidad de la persona humana, lo que ha sido expresamente consagrado
el CCyCN en el art. 51 que, ii~corporandolos principios consagrados en la CN
s Tratados Internacionales establece:
"Inuiolabdicladde la persona humana: La persona humana es inviolable, y en cual-
quier circunstancia tiene derecho al reconocimientoy respeto de su dignidad
car que no estamos en presencia de una obligación alternativa,
doble objeto sería la ejecución del hecho prometido o los daños y perjui-
r no cumple, el acreedor no puede exigir sino lo que se le debe,
o prometido. El tribunal lo condena a realizar el hecho y sólo
isface la prestación objeto de la condena procederán los daños
requisito ineludible la previa constitución en mora del deudor, que debería ex-
presar las razones de urgencia o conveniencia que motiven el reemplazo.
La doctrina niayoritaria destacaba que en la práctica la autorización judicial
no era solicitadaen casos deurgencia, pudiendo el acreedor prescindir de lamis-
ma por resultar su tramitación incompatible con las circutistancias. Se ejempl
ficaba con e1 caso del empresario de turismo que contrata un gula para llevar
un contingente de turistas y pocas horas antes de la partida el mismo se nieg
cumplil: Es claro que el empresario no necesitaría solicitar la autorización ju
cial previa y podía contratar otro guía en forma inmediata a los fines de ejecu
la prestación.
Pero una corriente aún más flexible, entendía que en los hechos dicha a
rización nunca era solicitada siendo pacífica la jurisprudencia que sostenía
los jueces no podían negarla, ni tampoco su falta privaba al acreedor del dere
al cobro de la prestación. Ello por cuanto el acreedor siempre tiene derecho
daños y perjuicios derivados del incumplimiento de la obligaciún y dent
éstos se encuentra aquello que ha debido pagarle al tercero. Y a los fines de
ner dicha indemnización, no se requiere autorización judicial previa de nin
tipo(Z7).
Receptando la postura doctrinaria referida, el CCyCN 1x3 eliminado el
caudo de la autorización judicial, sin distinción alguna
- ni iimitación a casos
urgencia.
b) Reembolso
Una vez realizado el hecho comprometido mediante la intervención de t
ceros, nace el derecho del acreedor de pedir el reembolso de los gastos e
dos a fin de dar cumplimiento a la presración.
Resulta claro que la ejecución por otro no podrá significar una
yor onerosidad para el deudor, ni tampoco impedirá la reparación del
moratorio.
(23) PIZARRO, ~ A M ~D.N- VALLESPINOS. CARLOS G., Institudoncs..., cit., t: 1, p. 460, citatido
da, Bueres y Marino explica que en el rhgirnen derogado que exigía la autorización, algunos a
obseivaban que, salvo el caso de iirgeiicia, la extensidn del reeinbolso variaba. Mediando auto
ción judicial el acreedor estaba habilitado para reclamar el reembolso de la invertido hasta el
de Lo autorizado por el juez. De no mediar dicha autorización judicial deberá deruostrar el caiá
iirgente de la situacióii y la razorlabliidad del gasto realizado que se pretendía recuperar del deu
a título de daños y perjuicios.
ceptar el pago que le es ofrecido por un tercero ajeno a la relación obligacional,
debe tratarse de una obligación intuitu personae, carácter que en principio no
6 -~V~~l,sSPinos,
(26) ~ i Z , i R n O ,i l ~ M D. <:ARIOS U., Instilucionm...,cit., 1. 1, p. 464.
(27) CNCiv., e n pleno, LA LEY 64,538,
E1 art. 1018, CCyCN, ha receptado la referida evolución doctrinaria y
risprudenigal consagrando expresamente la facultad del juez de hacer la escri-
ra en representación del deudor.
Se exige que el adquirente pague el total del precio, caso contrario, el vende-
os no podrá ser obligado a satisfacer la prestación.
Cabe aclarar, finalmente, que la obligación de escriturar incumbe por igual
bos contratantes, los cuales deben actuar de buena fe, poniendo todo su
erzo y cooperación para que esa finalidad se cumpla(28).
e obligaciones" se incorpora
un régimen de carácter ge-
d. Sólo el Código Comercial
a esta institución en sus arts. 68 a 74.
5.7.2.Requisitos
Conforme el art. 859:
"La rendición de cuentas debe:
a) ser hecha de modo descriptivo y documentado;
b) incluir las referencias y explicaciones razonablemente necesarias para su
prensión;
C)acompafiarlos comprobantes de los ingresos y de los egresos, excepto que sea d
uso no extenderlos;
d ) concordar con los libros que lleve quien las rinda'!
La norma mantiene y mejora los criterios sustentados en el Cód. Come
La rendición de cuentas debe ser instruida y documentada y presentar
ordenada forma descriptiva de todas y cada una de las operaciories realiza
exponiendo la explicación clara de cada negocio, las razones de las inversio
las circunstancias favorables o desfavorables y los resultados. Estos extremos
se satisfacen con el envío o resumen, o la puesta a disposición de los libros
comercio, o la exposición sinóptica, limitada a operaciones aritméticas o de
tabilidad. Supone una cuenta formal, con la doble serie de partidas que c
tituye el debe y el haber, justificadas(33)documentalmente con los respec
comprobantes.
) E l . J . l . ! : S t i l . . , \ , l . 1, -*O.
Según el a r t 864:
"Unavez aprobadas las cuentas:
a) su saldo debe ser pagado en el plazo convenido o dispuesto por la ley o, en su de-
fecto,en el de DIEZ (10) días;
b) el obligado a rendirlas debe devolver al interesado los títulos y documentos que le
hayan sido entregados, excepto las instrucciones de carácter personalo
a) Instantdrzeas
la omisión se lleva a cabo y se agota en un único acto o momento. Por ejein
plo, la obligación de no presentarse a un concurso literario a celebrarse un de
terminado día.
b) Continuadas
la omisión o actitud pasiva debe proyectarse o permanecer a lo largo de u
tiempo, sea que ello tenga o no una delimitación temporal. Por ejemplo la obli
gación de no competir comercialmente con el locatario durante un período de
años.
a) Legales
Resultan impuestas por la ley, tales como la del nudo propietario de un
mueble respecto del usufructuario (art. 2151, CCyCN) o los que la ley 24.2
impone a los que efectúan ventas domiciliarias consistentes en no realizar pr
puestas al consumidor, sobre una cosa o servicio que no haya sido requerido pre
viamente, y que genere un cargo automático en cualquier sistema de débito q
obligue al consumidor a rechazarlo para que el cargo no se efectivice.
b) Convencionales
Las que las partes estipulan libremei~te,tales coino la de no competir, no
velar secretos industriales, no presentarse a licitaciones, concursos, remates,
reclamar determinadas deudas, etcétera.
.3. Efectos d e las obligaciones d e no hacer
6.5. Ejecuciónforzada
En el supuesto de incumplimiento de la abstención, al igual que en las obli
gaciones de hacer, el acreedor puede accionar para la ejecución forzada direct
de la prestación por el deudor. En este caso, existen las mismas limitaciones ex
plicadas para el supuesto de las obligaciones de hacer, esto es, no se puede eje
cer violencia física sobre la persona del deudoii No obstante, en los casos en qu
esta persona resulta esencial para la abstención de que se trate, por ejernplo
obligación de no revelar secietos empresarios, o la de un artista de no presenta
se a una exhibición, no será posible lograr el ciimplimiento especificoy el a
dor sólo podrá exigir los daños y perjuicios que el incumplimiento le irrogu
Distinto es el caso en que la persona del deudor no resulta esencial par
cumplimiento, por ejemplo la instalación de un comercio en una zona deter
nada que previamente había sido prohibida por las partes, supuesto en qu
dría exigirse el cumplimiento, clausurando el local con el ejercicio de la
--
-
AYM MUNDO M. GALLI,ENRIQUEV., Tratado...,cit., t. l. i>:477, núm. 549.
(41) SALVAT,
(42) CAZEAUX.PEDRO N. - Tnioo Rspnashs, ~'BLIX
h., Derecho...,cit., t. 1,p. 696, yremisi6n a1 fallo
cii el cnso "Mclazo~Ufredoc. Bruno .4ifredo2 LA LEY 55,9,consid.90.
(43) CAZEAUX, PEDRO N. -TRIGO REPR~SAS,FÉLIXA., Derecho...,cit., t. 1, p. 695.
OBLIGACIONES DE HACER Y NO HACER
OBLIGACIONES DE MEDIOS
Y DE RESULTADO
1. Nociones previas
I.as obligaciones también pueden clasificarse en relación al objeto o pres-
ción tomando en consideración la índole del interés comprometido por las
rtes. Conforme a ello, pueden ser de medios o de resultado. La presente clasi-
ción no estaba prevista en el Có
trinario, gozando de aceptación
ralizado aunque no unánime.
Las opiniones diferían entre quienes 'las consideraban herramienta
ascendente al proyectarse al plan
. os de la responsabilidad contractual subjetiva y objetiva; quienes lavalor
forma relativa o limitada, no faltando quienes la rechazaban e
CCyCN ha receptado por primera vez en nuestro
en estudio, si bien lo hace con algunas modificac
e análisis particular al finalizar el presente capítulo.
Obligaciones de medios
on aquellas en las cuales el deudor se compromete a llevar a ca
c a diligente, orientada a la obtención de un resultado, esperadoy
creedor, pero no asegurado(').
romete a defender a su clien
arias para obtener un resultado favorable, pero sin poder prometer ganar
p eito, dado que ello no depende exclusivamente de su conducta sino también
e circunstancias ajenas a la misma. También la obligación del médico que se
promete a tratar al paciente con la finalidad de curarlo, pero sin garantizar la
iva curación de la enfermedad.
g 3. Fundamento
Como se aprecia, la distinción se relaciona con el objeto de la obligación
toma en consideración la diversa índole del interés comprometido por las part
en un caso y en otro.
E11 efecto, concebido el objeto de la obligación como el plan prestaci0na
proyecto de conducta que el deudor debe llevar a cabo para satisfacer el inte
del acreedor, tanto la conducta del deudor como el interés del acreedor result
ser los componentes indispensables del objetoo). Ahora bien, e11 esa estru
interna del objeto de la obligación, ambos componentes -conducta e int
pueden presentar distinta jerarquía según la clase de deber asumido.
En las obligaciones de medios existe un doble juego de intereses o bien
interés dual. Hay en primer término un interés primario que es satisfecho en
to el deudor lleve a cabo una conducta diligente tendiente a lograr el fin que
Y existe asimismo un interésaleatorio ofinal que consiste en el logro de ese r
tado esperado y buscado, pero no asegurado, cuya obtención no depende s6
la conducta del deudor, sino de otras contingencias inciertas y ajenas a su o
Se postula que en las obligaciones de medios, el interés final aleatorio, c
tingente, o potencial -en el ejemplo del médico, la curación del enfermo-
tegra el objeto de la obligación pero no el objeto del pago'". Por ello, basta p
tener por cumplido el objeto con la obsewancia de la conducta prudente y
gente por parte del deudor, siendo suficiente que el deudor satisfaga el in
primario para que la obligación se tenga por cumplida. Es por ello que la
de obtención del resultado no determina el incumplimiento de la obligación.
cambio, en las obligaciones de resultado, el deudor compromete su conduc
para el logro de un interés final del acreedor ilo contingente ni aleatorio.
me para ello todas las contingencias que pueden presentarse en desarrollo
la ejecución del plan proyectado, salvo aquellas que resulten exlrañas o ajen
a su conducta y fortuitas. La sola frustración del interés del acreedor o
obtención del resultado -por ej., la falta de pago del precio o la falta de
de la cosa vendida- equivalen al incumplimiento de la obligación. El re
los riesgos difiere de tal modo en un caso y en otro(". La situación del deu
como se aprecia, resulta más beneficiosa cuando la obligación es de ~nedi
más gravosa cuando es de reuultado.
5 4. Otras denominaciones
Predomina en general el uso de la deiioiniuación empleada en el presente
capitulo, pero también se las suele designar frecuentemente a las obligaciones
de medios como obligacionesgenerales de prudencia o diligencia; obligacionesde
rígenes de la teoria
ente la distinción es atribuida al jurista francés René
había sido esbozada en el derecho romano, en el que se
contratos en los cuales la prestación comprometida era
a y determinada, y otros en los cuales sólo bastaba una actnación de buena
deudor. Luego fue receptada por el derecho francés antiguo y también por
erecho alemán, asentándose asimismo en España e Italia antes de proyectar-
En efecto, la forinulación de la di
ada en un contexto de responsabi
célebre polémica doctrinaria sost
alidad de culpa. Los partidarios de la distinción entre cul
racontractual, estimaban que una de las diferencias más
ncia del doble sist
en de la carga probatoria de la culpa. Se sostenía por ese entonc
eria contractual, probado el incumplimiento material de la oblig
lógico que sea el médico quien acredite que la frustración del resilltado esperado
se debió a causas extrañas y no imputables a la atención profesional brindada('8).
Bsta doctrina prefiere el mantenimiento del criterio tradicional conforme
cual probado el incuniplimiento, debe ser el deudor quien demuestre que cu
plió en forma diligente o pruebe el casus a los fines de eximirse.
,. ! , 2 ' 1 , , , \ ! j, iib
2. l . , 1 % l , . . ,l . , : , , . , , I ;. - 1 1 i
parte del acreedor, que la conducta del deudor tiende a satisfacer. Lo que su-
es que eseinterés presenta distinta entidad o jerarquia en un caso y en otro.
tras en 1a~'obligacionesde resultado la sola frustración del interés patentiza
incumplimiento, en las de medios basta para tener por cumplida la obligación
on la actividad diligente del deudor, sin importar que pese a ello se baya frustra-
1 resultado final esperado(23).
Lo expuesto, lleva además a la lógica consecuencia de que en materia con-
tual la responsabilidad es en general objetiva, pues la culpa campea como
or de atribución sólo cuando estan en juego obligaciones de medios, circuns-
ncia ésta que en la realidad se da en escasisimos supuestos. La prepnnderan-
cuantitativa de las obligaciones de resultado, permite considerar que en la
yoría de los casos la responsabilidad contractual será objetiva y en la menor
ntidad de supuestos, se sustenta en la culpa(z4).
-
(25) PS'ARRO, ~ n w 6 D. ...,cit., t. 2, PS. 598 a 600.
CARLOSC., Imtitu~iones
x VALLBSI~INOS,
776 NORMA O SILVESTRE (DIKLCTOM)
OBLIGACIONES ALTERNATIVAS
Y FACULTATIVAS
.Introducción
Las obligaciones pueden clasificarse en relación a la complejidad de su obje-
en obligaciones de objeto simple o singular y obligaciones de objeto múltiple
complejo. Las primeras, tienen por objeto una sola prestación; en las segun-
as, existe más de una conducta debida. Estas últimas se subdividen, a su vez, en
ligaciones de objeto múltiple conjunto, que son aquellas en las que el deudor
be entregar o realizar todas las prestaciones que integran el objeto, o de ob-
tu mmúlfipledisyunto, en las cuales el obligado cancela el crSdito realizando o
tregando una de las prestaciones debidas(2a).Las conjuntas se identifican por
uso de la conjunción copulativa "y" mientras que las disyuntas se distinguen
r la conjunción disyuntiva "o". Las obligaciones de objeto múltiple conjunto
ólo difieren cuantitativamente de las de objeto singular, lo que justifica la falta
regulación legal específica.
En las de objeto múltiple conjunto, como por ej., la de entregar u11 automóvily
,000, el acreedor puede exigir al deudor e1 cumplimiento íntegro de Ia presta-
y por ello, estálegitimado para rechazar todo pago que no contemple la tota-
d de objetos prometidos como si fuesen obligaciones independientes. Existe
una diversidad de prestaciones debidas en forma acumulati~a(~". En las
éto múltiple disj~unto,como por ej., la de entregar un automóvil o $50.000;
eudor se libera entregando una de las prestaciones. Si bien stiele incluirse en
stegrupo a las obligaciones alternativas y lasfacultativas, se apunta que en este
ltimo caso hay una falsa disyunción(30).
2.1.1. Alternatividad
En términos generales, existe alternatiuidad
':..cuando el contenido de iin derecho o de una obligaciún, el alcance de una fa
rad jurídica o el ejercicio de una potestad (de fondo o procesal) quedan subordi
das a tina opción prevista en el titulo por el cual fueron constituidas esas situacione
jiirídicas" 1").
La nota distintiva de esta especie es la opción, cualidad sin la cual no se col
figura la alternatividad, la que puede presentarse en diversas situaciones jui.
dicas tales como las ofertas alternativas de contratos o los legados, y no sólo I
materia de obligaciones.
Aplicado a las obligaciones, existe en estas figuras un solo vínculo obliga
cional que contiene una pluralidad de prestaciones in obligatione y una unid
de prestación in solutione. Todas las prestaciones debidas alternativam
tegran el objeto de la obligación desde su nacimiento hasta el momento
opera la elección de aquella que deberá ser cumplida. Cuando esto ocurre,
restantes prestaciones no elegidas se desvanecen como una consecuenci
pia y normal de la alternatividad.
Las prestaciones que integran el objeto de la obligación se encuentran e
tuación de paridad. Las mismas son estabiecidas en el titulo disyuntivament
modo distinto e independiente entre si, pudiendo consistir en un dar, un
o un no hacer.
El deudor sólo debe ejecutar una o algunas prestaciones para cumplir la ob
gación y no ejecutar todas ellas. Cada una de las prestaciones, asume el carác
específico e individualmente determinado. Esto último marca una diferencia
portante con relación a las obligaciones de género(32).
El CCyCN, se ocupa de las obligaciones alternativas en la Sec. 3a del Cap.
"Clases de obligaciones'; manteniendo básicamente las soluciones del Cód.
vil derogado, pero con mejor técnica de redacción y una notable depura
legislativa.
2.1.2. Concepto
Lo da el art. 779, CCyCN:
"La obligación alternativa tiene por objeto una prestación entre varias que son
pendientes y distintas entre sí. El deudor está obligado a cumplir una sola de ellas
Por ejemplo, la obligaeiún de entregar el automóvil Peugeot 308 Dom
FSH 343, o el inmueble sito en la Avda. Córdoba 2346 Piso 5 de la CABA, a el
ción del deudor.
--
(31) BUSSO. EDUARDOB., Cddigo..., cit., t. 4, p. 385, núm. 2. Da el ejemplo: "si apruebas el examen
te dar6 un autoinóvil y si no lo apruebas, una bicicleta" no iiiiplicn el ejercicio de una opciSn para el
deudor, sino que se iraia de una obligucidn condicional.
(32) PIZAURO, b ~ 6 D. N - V.%LLESPINOS,<:ARLOS G., Institiiciones..,cit., t. 1, p. 476.
La definición adoptada parece adherir a la postura doclrinaria conforme a
cual en estas obligaciones hay un vínculo jurídico unitario, con pluralidad de
estaciones in oblQutione y unidad de prestación in solutione.
que éste es, por lo general, la parte más débil, especialmente en los contratos de
Iliia pi)stura 110 alr;iiiza ti resolver el papel quc ciiiiipleii las presr;icioiit!s
iio elegid;^.; eii periodo qtie rraiisrurre entre el iiaciiiiieiito de la ol>liga<:i<iii
131
!.el niomciiio eii qiie i e coiisuiiiii la elccciúii, coi1 lo qiic se osrlirrcc, la eirriic-
rusa pliiriil q11e tiene la obligación iil~eriinii\~;i in oDl;garion<~. ,\si qiieds siit ex-
cación el interés que podría tener el acreedor en efectuar, durante este pe-
do, actos de conservación respecto de las prestaciones que luego no serán
39) Piz~nno,R A M ~ ND. - VALIBSPINOS,CARI.OS G., Instituciones...; cit.. t.], p. 480, señalan como
tegantes de esta corriente de opiiii6n a Llambias, Nierini, Ameai, I.6pez Cabana, Barda, Colmo
-
(44) YI'LARHO, RAMÚN D. VALLESPINOS,CARLOSG., InstinLciones... cit., t. 1, p. 506.
nsecuencia de un pacto ulterior entre las partes. Además, tampoco existe pari-
d entre las @xstaciones.
.1.9. Caracteres
Conforme con la postura adoptada en cuanto su naturaleza jurídica, presen-
los siguientes caracteres:
Se trata de una obligación con pluralidad de ohjet'os debidos (in obligatio-
ne) y unidad de objeto de pago (in solulione).
Su cumplimiento se abastece con una sola de tales prestaciones debidas in
ohligatione, que debe ser elegida por el deudor, el acreedor o un tercero.
Presentan vínculo único y unidad de causa.
Las prestaciones comprendidas en el objeto son entre si distintas e inde-
pendientes, se encuentran en situación de paridad y no son subordinadas ni
Concentración
ifica que si una de las prestaciones es eliminada por no resul
.e imposible, la misma se descarta y el vínculo se con
prestación, debiendo considerarse como si hubiera sido siempre pura
Otra postura prefiere hablar de "concreción o concentración", dad
elección en realidad concreta o determina la prestación descartando las
ntes. No hay transforinación en pura y simple por cuanto no existe condi-
alidad en el vínculo ni novación objetiva, sino solo la precisión del objeto
ncentración puede producirse por elección o por imposibilidad
(45) HBcron LAFAILLE,Delecho civil. Tratado de las obligaciones, t. 2.2. ed. actualizaday alnpiia-
por Nberto J. Buercs y rorge A. Mayo, La LeyIEdiar, 2009, p. 239.
(46) Przmo, R A M ~ ND. - VALLESPINOS,CARLOSG., Instituciona.,,, cit., t. 1, p. 483.
AMEAL, AL, OSCAR,en <,%digo...,cit., t. 3, p. 172, núm. 3.
-
786 NORMA O SILbFSTRE (DIRECTORA)
iacióri d~visibley otra iridivisible. También pueden guardar relación con otras
circunstancias, relativas amodalidades, tiempo o lugar de pago. Lo esencial de la
alternativa no es lo que se debe sino cómo se debe(48).
Pero se aclara que si las prestaciones fueran de igual naturaleza, debe evita
se que la determinación de la cantidad produzca la absorción de una prestació
por la otra, por ejemplo, deber 20 kg. o deber 150 kg., porque ello afectaría a 1
independencia de las prestacione~(4~).
2.1.13. La elección
En toda obligación de objeto indeterminado, resulta necesario un act
lo individualice. En las alternativas el CCyCN utiliza el vocablo "elección'
referirse a la determinación de la prestación, lo que se concreta en una o
La concentración es una etapa necesaria en la vida de la obligaci
nativa y la elección es la forma normal de haceria efectiva, por medi
manifestación de voluntad, determinativa de la prestación debida, lo que d
vinculo en estado de ~ u m p l i m i e n t o ~ ~ ~ ) .
Se ha definido la elección coino la
':..declaración unilateral recepticia, expresa o tácita, emitida por quien est
para practicarla, por la que se determina cuál de las prestaciones qi~eint
nativamente el objeto de la obligaciún habrá de ser cumplida y, ai mismo
descartan aquellas que queden al margen de dicha sele~ciÚn..!(~').
Es la manera normal de designación de la prestación que será cumpli
es una actividad complementaria a la constitución del vínculo e integrativa
vínculo mismo. Apartir de la elección, la obligación deja de ser alternativa.Al
dar concentrado el objeto, pierde su nota distintiva y pasa a regirse por las r
correspondientes al tipo de obligación correspondiente a La prestación ele
a) Naturaleza jurídlca de la eleccióa
Para algunos se trataría de un verdadero derecho siibjetivo o poder-d
cuyo titular sería la persona indicada para ejercerlo. Otros, la consideran
mero derecho potestativo, accesorio del crédito o del débito, que sigu
de tales posiciones y se transmite con ellas por actos entre vivos o m
por no resultar un derecho inherente a la persona del acreedor o del d
obstante, cabe apuntar que cuando la facultad de elección correspon
dor, asume un contenido más rígido pues, obviamente, es indispensable
pago. En tal supuesto, es además deber,juridico pues el deudor no es 1
ejecutar o no dicha elección(52).
(48) BUSSO,
ED~IARDO
R., Código..., cit., t. 4, p. 391,110m. 46.
AMEAL, AL, OSCAKen CÓdigO..., Cit., t. 3, p. 172, "\>m. 3.
(501 Busso, fiouhni>»B., Código... cit., 1.4, p. 397, no 1.
(51) PrzAnRn, R ~ M Ó Ni>.- VALI~ESPINUS, CARLOS G., Instilu(:iune,7...,cit., t. 1, p. 484.
(52) PIZARRO, RALIMÓN D. - VAI.LBSPINOS,CARLOS ..., cit., t. 1 , p. 485.
G., In~titu~io?zes
debitoris. En vista de que la alternatividad es utilizada frecuentemente por los
roveedores profesionales de bienes y servicios (deudores de esas prestaciones),
ues ella representa un instrumento útil para co~npetiren el mercado seducien-
o al consumido&la aplicación sin más de la interpretación a favor del deudor
dría ahondar la desigualdad entre las partes. Se postula entonces que en esos
sos, en ausencia de previsión contractual, la facultad de elegir sea asignada al
reedor y no al deudor. El favor debitoris cede frente al principio tuitivo de los
nsumidore~[~~).
A quién corresponde
El art. 780, CCyCN, aplicando el principio del favor debitoris dispone que
"Excepto estipulación en contrario, la facultad de elegir corresponde al deudor':
No siendo una norma de orden público, nada obsta que las partes en forma
piesa o tácita, confieian ese derecho al acreedor, o a un tercero.
La doctrina define el supuesto de elección por el deudor con el nombre de al-
rnativa regular, y si es por el acreedor alternativa irregular. También puede ser
ctuada por un tercero. En tal caso se entiende que si bien implica una mayo
ertidumbre en la obligación, la misma no se convierte en condicional. Asi-
mo, los acreedores e; ejercicio de la accan subroga
ción.
Supuesto de sujetos plurales. Si fueran varios los sujetos
. 780, CCyCN, expiesamente exige la unanimidad, sin di
emente mancomunadas o solidarias.
Esta circunstancia no estaba prevista en el Cód. Civil derogado y ante el silen-
la doctrina entendía que en caso de obligaciones simplemente mancomuna-
as, debe realizarse por unanimidad de los sujetos con facultad de elegir, y en su
efecto por el juez. En caso de ser solidarios, cualquiera de los sujetos acreedores
deudores podría practicarla, prevaleciendo quien primero la realice(54).
Modo
e) Límites
Por la cooperación que las partes se deben recíprocamente ambas deb
cumplir con lealtad y buena fe el derecho-deber de elegir("). Cabe señalar q
deudor alternativo, al decidirse, no necesita tener en cuenta para nada el in
del acreedor; puede con entera libertad elegir entre las previstas, aquella pr
ción que mejor convenga a sus intereses, con lo que se distingue esta sima
de la que establece el art. 762, CCyCN, para las obligaciones de gbnero. No
la calidad media.
f)Tiempo de la elección
Cualquiera sea el sistema que se adopte, el acto por el cual se concr
elección debe efectuarse en tiempo propio, es decir, en el estipulado por la
(56) A favor deesta postuia, Brrsso, EDIJARD~B., Código...,cit., t. 4, p. 402, riúin. 34.
(57) BIISSO, EDUARDO R., Código...,cit., t. 4, p. 402, no 31.
(581 Bllsso, EDUARDOR., Código...,cit., t. 4, p. 406, nDS7.
(59) Brrsso, EDUARDO3.. Código...,cit., l. 4, p. 408,núm. 71.
(60)BUSSO, E,Código..., cit., t. 4, p. 397, nros. 1y 2.
OBLIGACIONES- -
ALTERNATIVAS Y FACUI.TA'T1VAS 789
61) PIZARRO, RAM~N D.- VALLESPINOS, CARLOSG., Insfifuciones ..., cit., t. 1,p. 489.
(62) Algunos sostenkan que la mora del deudor en realizarla no permitía transferir dicha facultad al
reedoi por entender que ello implicaría una suerte de pena civil que ningún texto consagraba,por lo
ue se postulaba que la elección fuera efectuada por el juez, quien debia suplir suvoluntad y optar por
prestación mbs favorable para el deudor. Otros entendían que debía intimarse al deudor para que
iciera la elección y si éste rehusase hacerla, ei acreedor podía pedir al juez que lo autorizara a escoger
su lugar (PIZARRO,R A M ~ D. N - VALLESPINOS, CARLOS G., Inslituciones..., cit., t. 1, p. 490). En caso de
rresponder la elección por el acreedor: entcndiet~doque el acreedor no podia demorar la elección
forma tal que privara al deudor del derecho de liberarse de la deuda,se entendía que por aplicación
-
(65) BOWGINA. JUAN. en BUORES, AI.BP.RTO 1. !IIGNTON, OLENA l., CbdipO.., cit., t. 2-A, p. 524
(66) BUSSO, EDUARDOB., Cddigo..,, cit., t. 4, p. 412, núm. 99 explica que defendían los efecr
rroactivos de la elección los partidarios de La ieoría d e la condicionalidad de las prestaciones. Par
otros, dicho efecto retroactivo no surría de la iev ni derivaba de la namraleia de la obli~aclóll.L
2.2. Obligacionesfacultatiuas
2.2.1. Concepto
Lo da el art. 786, CCyCN, al establecer que
"la obligación facultativa tiene una prestación principai y otra accesoria. El acreedo
s61o puede exigir la principal, pero el deudor puede iibeiarse cumpliendola acce
Por ej., Juan debe a Pedro la suma de $40.000, pero puede liberarse de la obli
gación entregando el automóvil de su propiedad Dominio FG11-43.5.
Son poco habituales en el tráfico jurídico al implicar una situación de im
portante ventaja para el deudor y mayor incertidumbre al acreedor. Es mayor s
aparición en materia de testamentos.
La definición legal hace hincapié en las siguientes notas:
1) el carácter accesorio de la prestación facultativa;
2) el derecho exclusivo del deudor para optar por ella.
Crttica a l a denominación
Toda vez que obligación y facultad son términos antagónicos, el término
bligación facultativa podría dar lugar a pensar que el deudor puede elegir entre
gar y no pagar. Es preferible referirse a la "obligación comprensiva de una pres-
ión facultativa, anexa a la prestación obligatoria(i0)':
Nota distintiva
La estructura de estas obligaciones es particular por cuanto existe unidad de
estación debida in obligationey pluralidad de prestaciones idóneas para satis-
cer el interés del acreedor in s~lutione('~).
Estamos frente a un deber calificado con objeto único pero integrado por una
restación principal y otra accesoria, infacultas solutionis.
h) Caso de duda
Conforme el art. 788, CCyCN,
"En cavo de duda si la obligación es alternativa o facultativa, se la tiene por alterna-
tiva"
Se mantiene la solución que traiael art. 651, Cód. Civil derogado, y constit
un apartamiento delfavor debitoris, pues el deudor pierde el derecho de susti
que le confiere el tipo facultativo.
No obstante, se considera atinada la solución al procurar una mayor 1105'
Edad de cumplimiento en especie, con énfasis en el principio de concentrac'
propio de las obligaciones alternativas, evitando la extinción de la obligación
imposible cumplimiento. Además, la facultad de sustitución es un derecho
cepcional otorgado al deudor que, como tal, necesita consagración expresa y
caso de duda, se lo debe tener por no conferido(83).
j) La opción
Se rigen por las reglas aplicables a las obligaciones accesorias. Por tal motivo,
1 CCyCN ha suprimido por innecesaria y sobreabundante la regulación efec-
ada por el Cód. Civil derogado en los arts. 645, y 647 a 650 al constituir simple
aplicación práctica del principio de accesoriedad.
--
(86) Pizaano, Ra~ónD. - VALI.ESPINOS, CARLOSG., Insiiii<cio~~es ...,cit., T. 1, p. 5 1 6 SAE,VK~, %\Y-
~IUNDOM - GAI,LI,
. ENRIQURV., Tlatado..., cit., t 1, p. 515, elicontrai>acomo iiiiica capli.czciónp~si-
ble la imposición de una pena ciuil; Busso, Euu~mo B., C 6 d i p . . , CIT., l. 4, p. 448, riúin. 3, a favor de
la soluciún legai y ciiandu a Coima, quien consideraha quc la suliición era justa y el deudor no podía
impugnarla equivalencia por cuanto había sido el inisino quien la estableciera 81 reservarss la faclll-
tad de siistitución.
XX
CAP~TULO
OBLIGACIONES DIVISIBLES
E INDIVISIBLES
g l. Introducción
Las obligaciones también pueden clasificarse en relación al objeto tomando
n consideración la aptitud de éste para ser fracciona
tinguen las obligaciones divisibles de las indivisibles.
) Obligaciones diuisibles: son las que tienen por
de cumplimiento parcial (art. 805, CCyCN) Por ej
regar de una suma de dinero.
2) Obligaciones indiuisibles: son las que no son sl~sc
arcial (art. 813, CCyCN). Por ej., la obligación de entregar
Por ello, cuando existen varios acreedores o deudores conjuntos, sólo excep-
ellos recibirá íntegramente la prestación o cargará con el
egro(". Es necesario entonces conocer cuándo una prestación
sible, para lo cual existen diversos criterios en la doctrina y en
4.2.1. Divisibilidad
4.2.2. indivisibilidad
La opinión admitía en nuestro sistema, paralelamente a
divisibilidad material, la indivisibilidad ideal ovoluníaria, que es la que pro
de la intención o finalidad perseguida por las partes. Estas, pueden librem
convenir que una prestación materialmente divisible sea cumplida como i
sible, lo que puede surgir de un pacto expreso o tácito, e inclusive emanar
acto de última voluntad.
Se utiliza en los negocios contractuales cuando el proyecto de coi
prometido por el deudor, sólo resulta apto para satisfacer el interés del acre
cuando es cumplido de manera no fraccionada(". Así por ej., Luis y José
den obligarse a entregar a Carlos un terreno compuesto por dos lotes, los q
obstante ser en sí mismos materialmente divisibleq se consideren como un
bien, con la finalidad de que el acreedor lo destine en su totalidad a la constr
ción de una edificación sobre todo el inmueble.
Por ello, nuestro sistema admite dos tipos de indivisibilidad -la material
convencional o intelectt~al- y una sola divisibilidad, la material.
En el art. 814, el CCyCN recepcionó legalmente la denominada indiv
dad convencional, consolidando la interpretación dominante. Establece
mo la norma la indiuisibilidad de origen legal y dispone que "en caso de du
.2.3. R e q u i s i t o s de l a d i v i s i b i l i d a d
e c o g i e n d o los r e c a u d o s q u e establecía l a doctrina, el art. 806, CCyCN, ex-
m e n t e establece c o m o requisitos legales necesarios del objeto, a los fines de
ivisibilidad, los siguientes:
"Requisitos. La prestación jurídicamente divisible exige la concurrencia d e los si-
guientes requisilos:
a) ser materialmente fraccionable, de modo que cada u n a d e sus partes tenga la mis-
m a calidad del todo;
b) n o quedar afectado significativamente elvalor del objeto, ni ser antieconómico su
uso y goce, por efecto d e la división':
a ) l i i ciiiiiiio iil !~riii~c.r
iiiciso, sigiiifica q u e la c o s a delle reiier aptitud naiiiral
para s e r dividida. Coilforine ril ari. 128. CCyCS,
(10) Esta norma del CCyCN constituye una innovación, y nos piaiitea Las siguientes cuestiones:
1.u presunción de solidaridad en caso de duda, resultaría en principio contradictoria con lo esfa-
ecido en el art. 828, que establece que la solidaridad no se presume, y debe surgir inequívocamente
ela ley a del titulo constihidvo de la obligación. 1.a connadiccibn surgiría, porque en este inc. b) Se
staria presumiendo una solidaridad, no surgida ni de la ley ni del título. 2) Otra opción a considerar,
que el codificadorhaya querido establecer,aunque no haciéndolo expresamente, un principio ge-
tal de piesunci6n de solidaridad en caso de pluralidad sujetos obligados, como lo hace el Código
liano, por considerarlo iin principio más acorde a tos tiempos que corren, y que mejor se adecua a
os postulados de una economia moderna. Si así fuera, este principio debiá ser colocado en la sección
orrespondientc a las obligacionesde sujeto plural, y no en las obligaciones iridiv;sibles.Se corisidcrz
adecuado establecei la presunción de solidaridad en las obligaciones de sujeto plural, salvo que 10
contrario surja de la ley o de la voluntad de las partes.
una unidad económica compuesta por lotes situados en diferentes niveles, en los
cuales hubiera un arroyo que pasa por el terreno superior y que sirve para riego
del inferioi; la única forma de realizar la división sin convertir en aniieconómica
la misma es realizarla de forma vertical, de modo que los diversos lotes reciban
agua proveniente del sector superior(").
5 5. Obligaciones indivisibles
Conforme el art. 813 citado, son aquellas "obligaciones no susceptibles de
cumplimiento parcial."Lo determinante en ellas es el carácter compacto que pre-
senta el objeto debido, que no es susceptible de fraccionamiento alguno.
La indivisibilidad, proviene del objeto de la obligación. Por ello, si el objeto
debido queda sustituido por una cosa divisible, como ocurre típicamente con la
indemnización de danos y perjuicios, la obligación indivisible pierde tal carácter
y se gobierna por los principios de las obligaciones de objeto divisible(I3).
Conforme al art. 814, CCyCN, existen tres tipos de indivisibilidad:
--
(11) CALVO COSrA, CAIIL~>S H., Delecho de las obligacio~rs,t . 1, p. 391, ~ a k ~ u i a bBs. i ,As., 2009
(12) Pizanno,RAXÓN D. - VALLESFINOS,CRI~LOS G., l n ~ t i f v c i o n e , .cit.,
. , t. i , p. 525.
(13) LLAMBÍAS, JORGE, Tratado..., cit.,t . 2-A, 2' ed., p. 446.
(14) PIZARRO, KilMUN D. - VALLGSPINOS. CARLOSG . , b2sliiu~ione~ ...,Cit., l. 1,p. 536.
19.550 referido a las acciones de la sociedad anónima y los arts. 1336 (contrato
de consignacih) 2576 (priviliegios)y 2191 (garantías reales) del CCyCN; entre
otros.
medida de una obra, sin designación del número de piezas o de las medidas, son
cualitativamente igual a sí mismas y por consiguiente sustancialmente divisibles,
siempre, claro está que no surja de la voluntad de las partes o de la naturaleza
de la obligación que el plan de conducta esté orientado a la obtención de un re-
sultado, en cuyo caso la obligación es indivisible. Por ej., la construcción de una
casa es materialmente divisible en diversas prestaciones de hacec sin embargo
-toda vez que no puede tener partes aquello que no existe- la misma no pue-
de ser cumplida fraccionadamente y sólo puede tenerse por cumplido el objeto,
considerándola como una unidad y realizándola por entero("). Aplicación de la
divisibilidad en la locación de obra es la norma del art. 1266, CCyCN.
5.4.3. De no hacer
Innovando con relación al Cód. Civil derogado según el cual la divisibilidad o
indivisibilidad de la obligación, se decidía por el carácter natural de la prestación
en cada caso particular (art. 671, Cód. civil), siguiendo a la doctrina mayoritaria
se adopta el criterio según el cual son siempre indivisibles. Otra postura entiende
que si bien como regla son indivisibles, excepcionalmente pueden ser considera-
das divisibles. Dichos escasos supuestos requieren que el interés del acreedor no
resulte frustrado por una infracción parcial a la omisión prometida, o bien que se
trate de obligaciones de no hacer permanentes, como la obligacihn de no hacer
competen~ia('~),
(17) PIZARRO, -
R A M ~D. N VALLESPINOS. CARLOSG., ZnSlitUciones.... Cit., t. l. D. 5 2 5 . ~ 5 2 6
.,
I H \ 1 1 1 1 1 1 \ 1 . .\111.1<1 \ 1 : u 1, 1 l . , 6 , l ! ' l .L . , , i.,l 1,. :!l.
! l . 1 l ; : ,,,,,,,
,1 l ! , , , , 1 . \,,,,,,,,, ! , . ; l,,,, , ti, i
1, p. 527.
(19) CAZEAUX,PEDRO N. - TRIGOREPRESAS,
FBLIXA., Derecho...,cit., t. 2, p. 33, cilando a Gaiii.
PEDRO N. - TRIGOIIEPRESAS,
(20) CAZEAIJX, FELIXA,, Ue~echu...,cit., t. 2, p. 34.
-- OBLIGACIONES DiVlSiHLES T. INDiViSlBLES 807
a) Exigibilidad de la prestación
Ningún acreedor puede exigir más que su parte en el crédito. La parte de cada
acreedor se considera un crédito distinto, razón por la cual nunca podría reclam
un crédito ajeno. Si pese a ello uno de los acreedores reclamara la totalidad de
deuda a uno de los deudores, el deudor demandado sólo estaría obligado a pag
su parte y enlo que exceda lamisma puede oponer como defensala faltadeacción.
En caso de existir pluralidad activa y pasiva, la división debe hacerse primero
en el sector activo y luego en el pasivo, conforme al número de deudores(25).
b) Pago
Del mismo modo, cada deudor sólo está obligado a pagar su cuota en la deu-
da y en la medida que el crédito le corresponda al acreedor.
(26) CAZEAUX,PBDRON. - niiGo REPRFSI~S,F h ~ ii., x 1 1 ~ 1 ~ e..., o t. 2, ps. '41 y 478 y SS. citando a
~ hcit.,
Colmo y Galli. ü s controvertida !a norma por contiadccir ia amplitud establecida por el i2iejo art. 768
inc. 3 en cuanto a los efectos subiogatarios del pago por tercero. Sin enibargo, la mayoría de los au-
tores, no obstante criticar por injusta el rcchaio de la subi-ogacibn, se inclinabar>coiisidcrar que. i,?;
norma cn cuesiióii coiirigurnba una excepción al principio general p. por Iunto, 6cbia ser respetada.
810
- NORMA 0 Sil-VESTRE (DIRFCIORA)
d) Insolvencia
Según el art. 808, CCyCN,
"los deudores no responden por la insolvencia de los demiis':
Por aplicación del principio general, la mora en que se encontrase uno de los
sujetos, sea acreedor o deudor, no implica la mora de los restantes.
La culpa y el dolo de uno de los sujetos, sea acreedor o deudor, son persona-
les y no tienen efecto respecto de los otros sujetos.
j) Cldusula Penal
Los efectos de la cláusula penal son siempre personales cuando la obliga-
ción de sujeto plural es simplemente mancomunada, sea divisible o indivisible
la obligación principai. Sólo incurre en la pena el codeudor que incurra en mora
,:
JORGE, Tratado...,cit., t. 2-A, p. 401.
(30) LLAMB~AS.
o incumplimiento y en proporción a su parte, siempre que sea divisible la obli-
gación de la cláusula penal (art. 799, CCyCN). Si es indivisible la obligación de la
cláusula penal, cada deudor deberá el todo, sin perjuicio del posterior reintegro.
b) Principio de prevención
Determina que el deiadorpuede elegir a cuál de los acreedores efectuar el pago,
en tanto no haya sido demandado por alguno de ellos. En tal caso, estará obligado
pagar al primer acreedor que haya demandado el cumplimiento. Nos remitimos
a lo dicho en el punto a) siguiente:
a) Exigibilidad de la prestación
Conforme a1 art. 816, CCyCN,
"Cada uno de los acreedores tiene derecho de exigir la totalida
de los codeudores, o a iodos ellos, sirnultánea'o sucesivam
N ser compacto el objeto debido, se produce la concentración
del vínculo, no pudiendo fraccionarse su exigibilidad iii su
se comprometen a entregar a tres acreedores el caballo Ro
cómo podría reclamar cada acreedor sólo su parte, o cada deudor entre
parte. Aunque en rigor de verdad cada acreedor no debería tener dere
una parte en el crédi~o,y cada deudor no debería satisfac
rte en la deuda, el cumplimiento debe ser exigido y sa
da acreedor está legitimado para reclamar el todo, no porque sea
,sino porque no puede demandar una parte(33).
Lo novedoso del CCyCN en este aspecto, es que se acl
arel reclamo total a cualqiiiera de los deudores en form
Existe endoctrinauna posición minoritariaque sostiene quela insolveiiciala
soporta el acreedor, ya que los deudores no son garantes los unos de los otros"4).
b) Pago
Igualmente y como reverso del derecho a la exigibilidad total por parte de
alquiera de los acreedores, según el art. 817, CCyCN,
"cualquiera de los codeudorec tiene derechó a pagar la totalidad de la
quiera de los acreedores'!
Cualquier deudor, está obligado a cumplir con el pago i
ación y tiene asimismo el derecho a pagar la totalidad de la deuda. Atento el
carácter único y compacto del objeto, el primer pago que se realice extingue la
bligación liberando a deudores y cancelando el crédito de los demás acreedores
ue no lo percibieron, originando las acciones de contribución o
e correspondan en las relaciones internas, que luego estudiarem
Si por error, ignorancia o mala fe, se realizaran nuevos pagos poste
duandola obligación ya había sido extinguida, los mismos quedan
bilitando la correspondiente acción de repetición.
Si bien se habilita a exigir el pago íntegro a cualquier deudo
mayores previsiones, puede suceder que la prestación no pueda ser cumplida
por cualquiera de los deudores, sino sólo por alguno de ellos. No se discute que
se puede demandar a todos los deudores, o bien admitir la citación al juicio de
aquel que está en condiciones de cumplir. Así, en el supuesto en que se exige a
Pedro el caballo Rocinante, que se encuentra en posesión del codeudor Juan, que
no ha sido demandado. Corresponde distinguir asimismo:
c) Insolvencia
Al establecerse en el art. 816, CCyCN, que los acreedores tienen derecho a
exigir el pago total a cualquiera de los deudores en forma simultánea o sucesi-
va, puede deducirse que la insolvencia de alguno de los deudores es soportada
por los codeudores y no por el acreedor, dado que el mismo puede ir contra
los restantes deudores en forma sucesiva hasta satisfacer su interés. Durante la
vigencia del Cód. Civil derogado entendía la doctrina mayoritaria que la insol-
vencia perjudicaba a los restantes codeudores pues, mientras quede un deudor
en condiciones de cumplir la prestación, pitede ser dirigida contra él la acción
del acreedor. Pero si la prestación originaria es reemplazada por la indemniza-
ción de daños v ~>erjuicios. enroi~ceila itisolvt~nci;~
era s~~portadupor (.I aciec-
dor. al ser tina deiida divisible " .Con el &gregadumeiicioiiado, cabe ]>la!neiirse
si esa solución mantiene o no vigencia en el nuevo texto legal.
obligación.
e) Prescripción extintiua
El art. 822, CCyCN, se refiere a la Prescripción extintiva y al igual que en el
Cód. Civil derogado, se mailtiene en la sección una disposición expresa que se
refiere a la propagación de efectos de la prescripción cumplida, la que
"es invocable por cualquiera de los deudores contra cualquiera de los acreedores':
Respecto de la suspensión y la interrupción de la prescripción, se remite al
Libro Sexto, donde son tratadas en el, Tit. l. Cap. 1, en las Secciones 2a y 3 a , ar-
tículos 2540 y 2249 respectivamente, estableciendo como principio general el al-
cance subjetivo de ambas al determinar que ni la Suspensión ni la Interrupción
se extienden ni a favor ni en contra de los interesados, excepto que se trate de
obliga.cionessolidarias o indiuisibles.(").
De tal modo, el CCyCN al igual que el Cód. Civil derogado mantiene para la
obligaciones indivisibles la propagación de los efectos en materia de interru
ción y suspensión de la prescripción que surgía de los arts. 3996 y 3982, Cód. Ci
derogado.
Se ha intentado justificar la solución normativa en virtud de la unidad
acción que se requiere para exigir el cumplimiento. Durante la vigencia del Co
Civil derogado, la mayoría de la doctrina criticaba dicho efecto propagatorio
expansivo de la prescripción en las obligaciones indivisibles entre la totalida
de los integrantes del polo activo o pasivo, en razón que existiendo pluralida
de vínculos, la prescripL76n debiera correr en forma independiente('". La pro
pagación de efectos se dice, obedece a la voluntad del legislador y no a la 16gi
de la cuestión, toda vez que el hecho de no poderse fraccionar el cumplimie
to del objeto, no parece exigir necesariamente el Cuncionamiento unitario de
prescripción.
g) Cluusula penal
Sea divisible o indivisible la obligación principal, si esta es simplemente
mancomunada, los efectos de la cláusula penal son siempre personales y sólo
h) Cosa Juzgada.
La cuestión no ha sido objeto de regulación legal en el CCyCN ni en el Cód.
Civil derogado en materia de obligaciones indivisibles, a diferencia de lo que
sucede en materia de obligaciones solidarias (ait. 832, CCyCN). Frente a ello,
podría piopiciarse la aplicación analógica de la solución prevista paia aquellas.
No obstante, durante la vigencia del Cód. Civil derogado la doctrina mayoritaria
sostenía que la cosa juzgada no propaga sus efectos en materia de obligaciones
indivisibles pni entender que ante la falta de norma expresa al iespecto, la no
propagacióil es la solución que mejor se adecua a la estructula no asociativa de
la pluralidad de vínculos, piefiriendo aplicar analógicameute la solución prevista
para la transacción(").
--
(48) CAZEAUX, N. -TRIGORBPRESAS, FBL~xA,, Derecho ...,cit., t. 2, p. 64.
PEDRO
$1.000 en la proporción de 44 el primero y 3/g el segundo. Pagado el todo por
Juan, tendrá una acción de reintegro contra Pedro por la suma de $750(49).
b) Si no hubiese pacto al respecto en los tinilos de la obligación, se estará a la
fuente de la obligación, esto es por ejemplo, los contratos celebrados entre
los acreedores o deudores entre sí. Por ejemplo, Juany Pedro, luego de recibi-
do el préstamo convienen que devolverán la suma recibida en la proporción
antes expresada, por lo que si Juan abona al acreedor el total, tendrá acción
de reintegro por la misma suma de $750. En su defecto, se estará a la finalidad
(la causa fin que llevó a las partes a obligarse conjuntamente). Por ejemplo,
Juan y Pedro contraen un préstamo para la compra de un campo en la pro-
porción de 113 para el primero y 213 para el segundo. Cuando Juan abona
la totalidad de la deuda por saldo de precio de $15.000 para evitar la reso-
lución por falta de pago, podrá demandar a Pedro por reintegro de $10.000
dadoque la causa de haber contraído la obligación mancomunadamente es
la adquisición del condominio sobre el campo. En cuanto a la causa de la
responsabilidad a que refiere la norma entendemos que podría haber conni-
bución diferenciada si el incumplimiento fue doloso
los codeudores.
c ) Si ello no fuere posible, se estará a las demás relaciones en
entre sí y a las restantes circunstancias del caso. Po
son socios en una sociedad y afianzan una deud
toda la deuda podrá reclamar al otro el reintegr
cual cada uno deba participar en las deudas sociales.
d) En el supuesto de no poder determinarselas cuotas
se consideran por partes iguales.
Observamos que hubiera sido positivo que la n
que la contribución rige también en casos de otros mo
el pago, a saber compensación, novación, dación en p
6,3.2.Normas subsidiarias
Se@n el art. 823, CCyCN,
"Las normas relativas a las obligaciones solidarias, so
las obligaciones indivisibles'!
Esta norma, que fija un criterio de aplicación subsidiaria de las normas de
las obligaciones solidarias a las indivisibles, parece ir en contra del carácter ex-
cepcional de la solidaridad, el que no se presume y debe ser expreso conforme lo
establece el art. 828, CCyCN.
interpretamos que el sentido de la norma es la aplicación de las reglas de la
solidaridad, a supuestos o efectos no previstos de las obligaciones indivisibles,
los cuales podrían surgir de la enunciación existente en el art. 818. La regla es
conveniente porque da completitud al sistema de las obligaciones indivisibles.
Al mismo tiempo es posible pensar, según la interpretación que se adopte, que lo
--.-
~ ~ , Tratado...,cit., 1.2-A, p. 408, brinda los ejemplos dados para cada uno de los
(49) L L A M E ~Jonos,
supuestos que preve la norma en anhlisis.
establecido refuerza lo previsto en el art. 814 inc. b), según e1 cual, que en caso ae
duda sobre si la obligación es solidaria o indivisible, se la considerará solidaria.
5 7. Indivisibilidad impropia
7.1. Concepto
El CCyCN incorpora en el art. 824 alas obligaciones de indivisibilidad impro-
pia, estableciendo que
"Las disposiciones de este parágrafo se aplican a las obligaciones cuyo curnpliiniento
sólo puede ser exigido por todos 10s acreedores en conjunto, o realizado por todos
los deudores en conjunto, excepto las que otorgan a cada uno el derecho de cobrar o
pagar individualmente':
La incorporación de estas obligaciones, también llamadas de indivisibilidad
irregular o imperfecta, como norma positiva constituye un novedoso acierto,
al implicar la recepción de una categoría que era reconocida por la doclrina y
juri~prudencia~~~).
Junto a las obligaciones indivisibles previstas en el Cód. Civil derogado, la
doctrina y jurisprudencia reconocía que en la práctica se daban orras obligacio-
nes que también son indivisibles, por cuanto la prestación no puede ser cumpli-
da sino por entero, pese a ser su régimen distinto a las que eran reguladas como
tales.
En efecto, a diferencia de lo que ocurre con las obligaciones indivisibles pro-
pias, en las que la prestación puede ser exigida por cualquiera de los acreedores
a cualquiera de los deudores, en las indivisibies impropias, el cumplimiento re-
quiere la colaboración organizada de todos los deudores y en consecuencia sólo
puede demandarse el cumplimiento a todos ellos en conjunto[5i).
El deudor demandado por una obligación indivisible impropia, tiene el de-
recho de citar a sus codeudores, no siendo aplicables los arts. 816 y 817, CCyCN,
Por tal razón cada sujeto, sea acreedor o deudor, carece de la facultad de actuar
independientemente de los otros, estando obligado a actuar conjuntamente col1
los demás.
OBLIGACIONES DE SUJETO
SINGULAR O PLURAL
5 1. Introducción
Según el sujeto, las obligaciones pueden clasificarse en obligaciones de suje-
to único o singular, y obligaciones de sujeto múltiple o plural.
1) Obligaciones de Sujeto Singular: son aquellas que presentan un solo deu-
dor y un solo acreedor.
2 ) Obligaciones de Sujeto Plural: son aquellas
o varios acreedores, o varios deudores y acreedor
(1) CAZEAUX, PEDRON. -TRIGO REPRESAS, FÉLIXA,, Derecho de las obligaciones, Za ed., 1. reimpre-
siónaumentada y actualizada, Libreda Editorapiatense, La Piata, 1979, p. 4, citando a Busso, enseña
que el distingo eiiire piuraiidad originaria o derivada no es sólo teárico, sino que presenta interes
.~ . " varcial:
nriicriro a los fines de determinar la orocedencia o no del oaeo
~ . cuando La pluralidad es origi-
naria en iina deuda de objeto divisible, y luego uno de los deudores sucede al otro, concentrándose
en un solo sujeto, se mantiene ei carácter divisible de la obiigación, y es posible el pago de la Cuota
de uno de los deudores oriainarios que efecnie el deudor, sin que se considere que su pago es parcial.
(5) ~.,LAMBV\S, IOROE,Tratudo de derecho ciuii. ObLigacione,~,t. 1V-A, Perrot, 8s.As., 1976, P. 451.
(6) CAZEAUX, PEDRO N. -TRIGOREPRECAS, FBLIXA,, ~ e r e c k...,
o cit., t. 2, p. 70. Explica que el objeto
único puede ser múltiple, debiendo entenderse Único eii el sentido dc comprender a rodos los deu-
dores y acreedores, asi la obligación de entregar el caballo Practicante y el Automotor Fard Chapa
330.440 que Pedro y luan deben hacer a favbr de Santiago. En cambio, aunque mediase unidad de
titulo si Juan debiera entregar el caballo y Pedro el automóvil, iio se estaria frente a una abligaciún
mancomunada sino ante dos obligaciones independientes.
(7) PIZAnRO, R A X ~ ND. - VALLESPINOS, CARLOS G., Insfiri~cionesde derecho pi?tiada Obligaciones,
t. 1, 18 ed., 2a reimpresión, Harnrnurabi, Buenos Aires, 2006, p. 558. Par 256.
828 NORMA O SILVESTRE (DIRLCTORA)
plimiento total de la suma adeudada. Juan y Pedro están por su parte obligados a
cumplir en forma íntegra la prestación, respecto de cualquiera de los acreedores
que les reclanie el pago. Rige el régimen excepcional de la solidaridad que estu-
diaremos en este capítulo.
3.8.1. Concepto%
Según el art. 825, CCyCN,
"La obligaciún simplemexite mancomunada es aquella en la que el crédito se frac-
ciona en tantas relaciones particulares independientes entre si como acreedores o
deudores haya. Las cuotas respectivas, se considerar1 deudas o créditos distintos los
unos de los otros'!
Lo verdaderamente característico de estas obligaciones es la presencia de
vínculos jurídicos disociados entre sí, que determinan la existencia de una plu-
ralidad de relaciones jurídicas funcionalmente independientes. Bajo uira confor-
mación conceptualmente unitaria, se agrupan un número de obligaciones fun-
cionalmente disociadas, igual al número de acreedores vinculad os("^). El liecho
de coexistir en la obligación varios sujetos acreedores o deudores no introduce
asociación de intereses entre los mismos, p,:r lo que la pluralidad de sujetos re-
ta extrínseca a la estructura de la obligacion, que sigue gobernada por el prin-
io de división o fraccionamiento(").
ste fraccionamiento de la obligación, sólo puede cump
o a las relaciones entre acreedores y deudores, si la pr
uando la misma es indivisible, el régimen aplicable es el de la indivisibili
allí que se haya discutido si es posible que existan obli
objeto indivisible, o si por el contrario resulta impres
ea siempre divisible, considerando la mayoría de La doctr
iones siniplemente mancomunadas de objeto indivisibl
eben ser confundidas pues responden a distintos parámetros d
La mancomunación en cualquier de sus manifestacione
on el número de sujetos que intervienen en los polos de
on la estructura del vínculo jurídico; la divisibilidad o indivisibilida
e relaciona con la aptitud de la prestacidn para ser cumplida frac .
Otros participan de posición contraria sosteniend
debe ser divisible('".
3.9. Obligacionessolidarias
a) Teoría de la correalidad
En el derecho romano, existidn las obligaciones correales o solidarias. El tér-
mino solidaridad, deriva del latín solidum, que significa "total, entero". Para evi-
tar la división del objeto entre varios acreedores o deudores, lo que constituía la
regla general y característica en materia de obligaciones mancomunadas o par-
ciarias, se admitió excepcionalmente se contrajeran en forma convencional ias
obligaciones correales. Estas, a diferencia de las mancomunadas, recaian sobre
todo el objeto debido en provecho de cualquier acreedor o a cargo de cualquier
deudor. Para ello, era necesaria la presencia de todos los acreedores o deudores
en un mismo acto, lo que llevaba a entender que si bien en ellas había pluralidad
c) Evolucidn posterior
Se discutió en Francia la existencia de las dos clases distintas de solidaridad
aceptadas en el derecho romano. La discusión se justificaba por cuanto e1 Cód.
Civil francés no establecía la solidaridad legal entre los coautores de un hecho
ilícito. Frente al silencio de la ley y el carácter expreso de la solidaridad, se in-
tentó por vía de la solidaridad imperfecta suplir el vacío legal. Auhry y Rau eran
partidarios de la existencia de dos clases de solidaridad, una perfecta, nacida de
la voluntad de las partes y otra imperfecta instituida por la ley por razones de
den público y para garantía de las víctimas de hechos dañosos. Demolombe,
cambio negó la existencia de esas dos especies sosteniendo que la ley sólo in
tuye una forma de solidaridad, y el intérprete no puede crear otras, limitando sus
efectos. Hay solidaridad o no la hay, y si la hay es perfecta(").
En nuestro país, la doctrina unánime sostuvo que en el Cód. Civil derogado
existia un tipo único de solidaridad y la referida discusión doctriinaria no tuvo
mayor eco al consagrar la ley la responsabilidad solidaria de los coautores de un
delito o cuasidelito. Se sostenía que solo habia un tipo de solidaridad, sin perjui-
cio de que conforme al art. 1082, Cód. Civil derogado, la obligación solidaria que
pesa sobre los autores, consejeros o cómplices de un delito recibiera una sola-
ción especial conforme a la cual, una vez indemnizado por uno de ellos todo el
dafio, no tenía derecho a reclamar el reintegro de su parte a los otros. Era la úni-
ca diferencia, justificada por el principio conforme al cual nadie puede alegar la
propia torpeza para fundar en ella un derecho y ello no se consideraba suficiente
para avalar la existencia de un doble tipo de Solidaridad. Esto, sin perjuicio de
reconocer la existencia de las obligaciones concurrentes o indistintas, mal Ilama-
das in solidum, que no pertenecen al género de las obligaciones solidarias y a las
ue nos referiremos al finalizar el presente capítulo.
a) Pluralidad de sujetos
Se requiere pluralidad, sea de acreedores (activa) o de deudores (pasiva) o
bien de acreedores y deudores (solidaridad mixta).
c) Unidad de causafuente
El título o fuente de la obligación tiene que ser el mismo para todos los acree-
dores o deudores(20)(art. 825, CCyCN). Si la fuente de la obligación fuera distinta
para cada deudor, se estaría ante obligaciones concurrentes, conexas, indistintas
-
(19) PIZARRO,RAMÓN D. VALLESPINOS.CARLOSG., Imlil~ci~nes.,.
1. 1, p. 571.
(201
~ ~, CazEAux.
- I>EDRo N. - TnWO RBPRESAS, F ~ L I A,,
X Derecha.., di., 1'2,p. 10;PIZARRO, U M Ó N
D.- VALLESPINO$C ~ ~ H L O ...,cit., t. 1, p. 609.
G.,S Ii?~lii~~iOl~es
(21) CAZEnWX, PEDRO N. - T R I G OR r ~ n e s n s FBL~x
, A,, Derecho...,cit., t. 2, p. 83,citando a Morello,
836 -
NORMA O.SILVESTRE (DIRECTORA)
1 3.9.6. Fuentes
Según &art. 828, CCyCN,
"La solidaridari no se presume y debe surgir inequívocamente de La ley o del títuio
constitutivo de la obligación'!
La norma establece de modo explícito el carácter excepcional de la solidari-
dad, que impide aplicarla por analogía o presumirla.
Cabe tener presente que en virtud de la unificación producida en el CCyCN,
dicho carácter excepcional de la solidaridad resulta también aplicable en mate-
ria comercial tal como lo sostenía la doctrina mayoritaria(32),sin perjuicio de que
en el derecho mercantil los supuestos de solidaridad sean más numerosos.
(32) B S C H ~ R R YRAÚL
, A,, Derecho comercial y económico. Parte general, Astrea, Bs. As., 5' reim-
presi6ii. Bs. As., 2005, ps. 162y ss.
CCyCN); en derecho cambiario, la letra de cambio (art. 51 dec.-ley 596511963) y
cheque (art. 40, ley 24.452); en materia laboral, quienes cedan a Otros el estable-
cimiento habilitado a su nombre (art. 30, ley 20.744); en materia de transferencia
de fondos de comercio, la obligación del compradol; vendedor, martillero o es-
cribano que incurriesen en incumpliiniento a las exigencias de la ley 11.687 por
los créditos que resulten impagos como consecuencia de la transferencia y hasta
el precio de la venta; la consagrada por diversas normas tributarias respecto de
los distintos responsables; los integrantes de la cadena de comercialización en
un contrato de consumo art (40, ley 24.240) etcétera.
c) El caso de la serztenciajudicial
El Cód. Civil derogado establecía en el art. 700 que la solidaiidad podía ser
"constituida por decisiúii judicial que tenga fuerza de cosa juzgada". La doctrina
unánime afirmaba que pese al referido texto legal, los jueces no pueden crear
una solidaridad fuera de los supuestos que la ley lo establece. Se sostenía que la
sentencia es por principio declarativa y no creativa de derechos, por lo que no es
concebible una solidaridad de origen judicial, es decir que una obligación man-
comunada, sea en virtud de una sentencia transformada en solidaria. El CCyCN
ha eliminado la norma citada.
Derecho....cit., T. 2 , p . 88
PEDRON. - TRIGOREPRESAS, FI?I.IxA.,
(33) CAZEAUX,
OBLIGACIONES DE SUJETO SINGULAR O PLIJRAI. 841
a los demirs toda la deuda sin dediicción aigrina ar&nentando que la solución del Código llevaba
conhindirlos efectos de la remisión de deuda con la renuncia relarivd a la solidaridad, toda vez que la
dispensa deia solidaridad equivale a un pago parcial con relación a los deinás deudores ajenosa esa
dispensa no existiendo razón parastiponer qiic el acreedor haya querido hacer esa remisión (LLAM-
B~AS,JORGE, Tratado...,cit., t. 2-12, p. 481). Otros sin desconocer ci peso de estos argumentos adinitian
la soliicidn dcl Código por razones práaicas y por entender que entre las'finalidades de la solidari-
dad. no está la de consagrar ese discrecionalismo del acreedoi; que importa la facultad de liberar a
s i l arbitrio a iinn de los codeudoias, pretendiendo iilíiii$eiiexiiiiaao su driccho contia los restanies
(CAZEAUX. PEDRO N. -'TRIGO REPRESAS, FELIxA.,Derecho ...,cil., t. 2, p. 162).
(38) PIZARRO. R A M ~ ND. - VALI.GSPINOS. CAIZOSG., Instiiuciones.., cit., t i, p. 560.
OBLIGACIONES DE SLJJETO SINGULAR O PLURAL 843
en forma ordenada, simétrica y analógica para cada especie, las soluciones apli-
cables a los diversos supuestos. Se regulan en forma expresa para los casos de
solidaridad activa y pasiva, los modos extintivos incluyendo algunos que no lo
estaban expresamente en el CÓd. Civil derogado.
(39) L I ~ ~ B ~ioncs,
A S , Tratado...,cit., 1.2-A, p. 483.
ción contra los restantes obligados. El Cód. Civil derogado, el art. 705 disponía
que
':..si reclamasen el todo conlra u n o d e los deudores y i-esiiltase iiisoivente, pueden
reclamarlo contra los demás...':
En base a ello se sostuvo que el acreedor puede elegir a quien demanda&d
igual modo que en la solidaridad activa puede el deudor elegir a quien paga
Pero si elige a uno y lo demanda, con ello cesa la facultad de reclamar a los res-
tantes, en tanto el accionado no resulte insolvente(40).
Cuando el acreedor demanda a uno solo de los deudores, agota con ello su
derecho a requerir el cobro a los demás, salvo que el deudor demandado r
insolvente(4'),lo que ha sido denominado por Colmo coino una suerte de
cipio d e prevención a la inr~ersa.
Otra opinión entiende que exigir la prueba de la insolvencia para ir co
otro deudor no se justifica, siendo un resabio proveniente del derecho roiiia-
no'42).Subordinar la acción contra los demás deudores a dicha prueba, puede
incluso frustrar las posibilidades reales de cobro y contradice la finalidad eco-
nómica y jurídica de la solidaridad, así como las amplias facnltades que la ley
acuerda al acreedor solidario, que quedarían injustamente restringidas por esa
vía. Al no prohibir la ley la tramitación simultánea de demandas sucesivas cont
diferentes deudores, se entiende que nada obsta a la promoción de otras acc'
nes sin previo desistimiento del juicio iniciado contra algunos de ellos(43),
lo q
a su vez podría llevar a frustrar el cobro del crédito por la vía de la imposicion
de costas al accionante. Sin embargo, la jurisprudencia mayoritaria requiere la
demostración de la insolvencia del demandado para habilitar el reclamo a otros
codeud~res(~ Obvio
~ ) . es que el acreedor jamás podría pretender más de un pago
total y en caso de que ello sucediera, el exceso quedaría como un pago sin caus
La comprobación de la insolvencia del deudor demandado que posibilire a
acreedor requerir el pago a otro sujeto pasivo, no debe ser apreciada en forma
estricta o rigurosa, sino que debe quedar librada al prudente arbitrio judicial,
admitiéndose incluso la prueba de presun~iones('~).
El CCyCN no trae una norma como la del derogado art. 705, por lo que S'-
guiendo a Pizarro, nos inclinamos a favor de la postura que prevalece en derech
comparado conforme a la cual deben ser admitidas las demandas sucesivas con-
tra los deudores, sin supeditar las mismas a la prueba de la insolvencia de quien
fue deman&do en primer t6rmino.
a).l.lO.Compensación
El art. 835, CCyCN, incluye asimismo a la compensación estableciendo en el
inc. b) que
"la obligación se extingue en el todo...si se produce la compensación entre el acree-
dor y uno de los deudores solidarios'!
Es una solución amplia que coincide conla prevista en el Cód. Civil derogado
y guarda armonía con el principio de unidad de objeto y estructura comunitaria
de la obligación, sea la compensación total o parcial. En caso de quiebra de uno
de los codeudores solidarios, la compensación sólo producirá efectos a su res-
pecto cuando se haya operado antes de la sentencia de quiebra (art. 130 de la
ley 24.522).
a).l.ll. Confusión
El CCyCN en el art. 835 inc. c) establece que
"la confusibn entre el acreedory uno
la de la deuda que corresponde a 6st
solidario'!
La solución adoptada es la correcta
sobre su efecto expansivo en el Cód. C
tintivo mencionado expresamente en
carácter personal de la confusión, que no extiende sus efect
los, con la única excepción de la deducción al m
daria, de la parte en que operó la confusión.
a).1.12.Transacción
El CCyCN en el art. 835 inc. d) establece que
"la transacción heclia con uno de los codeudores solidarios, aprovec
pero no puede serles opuesta'!
La transacción es incluida así expresamente, adoptando el mis
del derogado art. 853, expandiéndose a los demás vínculos, sólo en los casos de
beneficio para quien la invoca, no habiendo participado de ella. En este sentido,
el CCyCN se aparta del Proyecto de 1998 en cuyo art. 759 inc. b) establecía que la
transacción entre el acreedor y uno de los deudores solidarios extingue la obli-
gación en el todo. Consideramos más apta esta última solución por cuanto no se
justifica que tenga un tratamiento distinto al de los otros modos extintivos, que
expanden plenamente sus efectos, como la novación, la renuncia y la compensa-
~ i ó n ( ~Nos
~ )remitimos
. a lo expuesto al tratar los efectos de la solidaridad activa
en la relación externa.
(47) Según art. 866, Cód. Civil derogado la confusión operada entre iin codeudor solidario y ei
acreedor sólo amducia efectos oeisonales, DOr lo 4ue s6io se extinmía la obli~acióndel deudor res-
"
excluyó a ia confusión del efecto expansivo,manteniendo la solución dei arr. 866.
(40) esta es también ia solución que desde antaño proponía Héctor Lafaiile (Derecho ciuii ...,cit.. t
2, p. 475, par. 1133)
848 NORMA O SILVESTRE (DIRECTORA)
a).2.6. Suspensión
Rige el art. 2540, CCyCN, conforme al cual
"la suspensión de la prescripción no se extiende a favor ni en contra de ios interes
dos, excepto que se trate de obligaciones solidarias o indivisibles'!
Es un cambio con relación al Cód. Civil derogado, en el que la suspensión
sólo tenia efectos expansivos en las obligaciones indivisibles (art. 398112, Cód.
Civil derogado) pero no en las solidarias,
a).2.7. Interrupción
Rige el art. 2549, CCyCN, conforme al cual
"La interrupción de la prescripción no se extiende afavor iii en contra de los intere
dos, excepto que se irate de obligaciones solidarias o indivisibles':
Se mantiene la solución del régimen anterior que establecía la propagación
de los efectos de la interrupción de la prescripción eii las obligaciones solidarias
(art. 3994, Cód. Civil derogado) en beneficio de iodos los acreedores y perjuicio
de todos los deudores solidarios; sea ello por demanda o compromiso arbitral.
Respecto de la interrupción de la prescripción por el reconocimiento de la obli-
gación, la doctrina exige se practique en instrumento público o privado de fecha
cierta, para evitar el riesgo de que el mismo pueda insertarse en un instrume
privado can fecha antedatada, en perjuicio a los restantes c o d e ~ d o r e s ( ~ ~ ) .
En materia cambiaria, los actos interruptivos de la prescripción tienen efe
personal contra el deudor con respecto al cual se han cumplido, sin propagac
de efectos hacia los demás (arts. 97, dec.-ley 5965163 y 61, ley 24.45~)(~").
b).2. Fundamento
Estas acciones responden a un doble funda
1) En primer lugar se puede basar en la relación juridica interna existente
entre los codeudores. Por ejemplo, si hay una sociedad o relación contractuai
paralela entre ellos y para cuya realización fue contraída la obligación solidaria-
mente, el soluens puede invocar la acción de mandato pues es razonable consi-
derar que se ha conferido un encargo para liquidar la deuda común. Del mismo
modo, puede que la solidaridad provenga de una garantía brindada, en cuyo
caso si quien pagó era el garante el soluens podrá invoca1 las normas de la fian-
za. Si no se hubiere acreditado debidamente una relación juridica interna entre
ellos, siempre el soluens podrá pretender el reintegro de lo
su parte por medio de la acción de gestión de negocios.
2) Sin peijuicio de los casos vistos, el soluens puede pretender el reembolso
de lo pagado en virtud de la acción nacida del pago con subrogación legal con-
ferida por ait. 915 inc. a) a los que pagan una deuda a la que estaban obligados
con otros o por otros, y hasta la concurrencia de la parte por la cual cada uno
de éstos últimos estaba obligado a contribuir en el pago de la deuda. Si se opta
por la acción de mandato o de gestión de negocios, se dispondrá de la ventaja
de percibir intereses compensatorios legales desde el momento del efectivo. En
cambio, en caso de ejercitar la acción que nace del pago con subrogación, podrá
beneficiarse con las garantías y demás accesorios que tenía el créditot"). Las ac-
ciones de mandato o degestión de negocios ~ u e d e nejercerse en forma separada
(57) L L A M R ~ A SJORGE,
, Tratado..., cit., t. 2-A, p. 530.
(58)PiZARRO, RAMÓN D.- VALLESPINOS, CARI.OSG., ~ratituciones ...,cit.. t. l. p. 597.
(59) LLA??BiAs, JORGE, Traiado..., cit., p. 548.
(60) PIZARRO, RAMÓN D., cn BUCRES, ALBERTO J. - HIGHTON, ELEWAI., Código..., Cit., ti 2-A, P. 7 0 2 .
o acumulada con la derivada de la subrogación legal, según lo que el codeudor
que haya efectuado el pago estime convenienteíG1).
a).l.l. ~x:~ibilidad
de la prestación. Derecho al cobro total
Conforme el art. 844, CCyCN,
"el acreedor o cada acreedor o todos ellos conjuntamente pueden reclamar al deudor
la totalidad de la obligación':
Es una norma simétrica a la del art. 833, referida al aspecto pasivo.
(64) LLAMB~AS, JORGE, Tratado..., cit., t. 2-A, p. 489. Consiaeraba más congruente con el intetés
coniunitario de !a solidaridad limitar ia eficacia de ia remisión liecha por u n acreedor a sdio su pro-
pia parte pues no resulta justo asimilar el pago a la reniisión, acento su diferente naturaieza. Carece
de lógica y justicia enterider que el acreedor que ! m e esa remisión estP ejerciendo el interés comu-
nitario del freiite de acreedores, prefiriendo limitar la eficacia a la liarte de! crédito del acicedor que
!a ercctfia.
(65)CAZEAUX.PEmO N. -TRIGOREPRESAS,FBL~xA.,Derecho..., cit., t. 2, p. 107.
ese deudor pagaría doblemente la obligación, por cuanto pagaría a un acreedor
por compensación, sacrificando el valor que tenía a cobrar contra él y a los otros
acreedores me&ante el pago de la obligación solidaria[G6).
a).1.5. Confusión
El art. 846 inc. c) del CCyCN, establece que
"la confusión entre el deudor y uno de los acreedores solidarios,sólo extingue la cuo-
ta del crédito que corresponde a éste'!
a).1.6. Ti-ansacción
El CCyCN establece en el art. 846 inc. d) que
"la transacción hecha por uno de los coacreedores
oponible a los osos acreedores, excepto que &tos qu
Se mantiene así la solución prevista por el art. 853, Cód. Civil
sigue el criterio del beneficio. Es claro entonces que en materia
CCyCN también se aparta del principio general de propagación
modos extintivos, adoptando una solución diferente que
por no ser congruente con la adoptada en materia de semi
Por lo tanto, el principio a tener en cuenta es que la trans
no propaga sus efectos a los demás coacreedores ajeno
car sacrificios y concesiones, no puede ser impuesta a l
la misma. No obstante, pueden darse las siguientes
criterio del beneficio:
Los acreedores ajenos, pueden optar por ella i
cuyo caso los alcanza con toda plenitud. Es inobjetable dicha facultad, toda
vez que el deudor carece de interés legítimo para oponerse a ello.
El deudor puede oponerla a los acreedores ajenos a la transacción, pero úni-
camente por la parte que corresponda al acreedor que la celebró.
La doctrina clásica brindaba un ejemplo clarificador de la aplicación del
art. 853, Cód. Civil derogado: A se obliga solidariameiite a proveer a B y C soli-
dariamente durante un año, 100.000 kilos de fruta mensuales. La fruta sube de
precio yA seniega a cumplir invocando la teoría de la imprevisión. Para evitar un
juicio, A y B trancan acordando un leve aumento del precio por unidad inferior
(71) Según el ait. 3981, C6d. Civil derogado la suspensi6n de la prescripci6n era un beneficio
personal que s61o propagaba sus efectosen las obligaciones indivisibles, pero no en las solidarias.
A y B y un crédito de $2.000, correspondiendo el 50% a cada uno. El acreedor A
renunció al crédito, o lo compensó con una deuda suya por $2.000. No hay varia-
ción de la suma en el crédito original.
2) Si el crédito se extinguió por compensación convencional ofacultativa, no-
vación, dnci6n en pago o transacción, se otorga un derecho a los acreedores de
elegir, entre participar en el crédito según la cuota que les correspondería en la
deuda original, o según lo que le correspondería percibir a cada uno, conforme
lo resultante de los actos extintivos.
Ello por cuanto si, por ej., se trató de una transacción por un valor menor a
los $2.000, en el caso $1.600, el acreedor podrá optar entre reclamar los $1.000 de
la obligación original, o los $800 resultantes de la transacción. El riesgo de tener
que participar por una mayor suma, lo corre el acreedor que realizó la transac-
ción, salvo que hubiera obtenido la conformidad del otro acreedor.
En el inc. c), de modo equivalente se prevé el derecho del acreedor que reali-
zó gastos razonables en interés común para solicitar el reembolso.
En cuanto a las cuotas de participación, en el art. 848, CCyCN, se, establece
que
"Izascuotas de participación se determinan conformelo dispuesto en el art. R41",
es decir, igual que en la solidai.idad pasiva por lo que cabe remitirse a lo dicho en
oportunidad de comeutar esa norma.
Ello, sin perjuicio de que como hemos visto, en el inc. b) del art. 847 se esta-
blecen cuotas de participación específicas, según cuál sea el acto realizado por el
acreedor, que haya producido 12.extinción de la obligación con efecto expansivo
para los demás acreedores.
-
(72) Pizaano, RAMUN D. VALLFSI>INOS, ...,Cit., 1. 1. PS. 601, a 603
CAnLoS C., I~~~lituciofies
OBLIGACIONES DE SUJETO SINGlILAII O PLlJRAL. 859
posibilitar una reducción delmouto total de la deuda que se les reclama, hastala con
currencia de la parte perteneciente en la deuda al codeudor que las puede invocar'!
%
..
. "
parcialmellre (CAZEAUX, PEDRO N. - TRIGOKF.PI~FISAS, FIILIxA., fiereclz~~,., cit., t. 2, p. 126). Lo lnismo
en el caso de solidaridad activa, la cosa juzgada no propaga eiectos contra los coacreedores que no
fiieronparre enel juicio. Ellos, si~iemburgo,pueden invocarla contrae1 codeudor coinúnqiiefuepar-
le en el juicio, siempre que 6ste no tenga unnadefensa personai contra ellos, por ejemplo, existencia de
un plazo o una condici6n suspensiva ( P r z ~ n ~RAMÓND.,
o, en Biraaes, ALBERTO l. - HIGI~TON, ELENA
I., Cddigo..., cit., t. 2-A, p. 700, par 3 citando a Borda, Ameal, Llambias; AMEAI.,OSCARJ., en BBLLUS-
CIO. AUGUSTO C. - ZANNONI, EDU~ZRI)OA,, Cddigo...,cit., D. 600, Dar. 363 h).
(77) CNCiv Coni. y ~oiitenciosoadminisu-arivo~ioCuailo,'1/4/2009, "Icona de San Luis SA c.
A ~ o v eSR%
t LLC2009 Uiinio), 569.
(78) CNPed. Civ. y Com., sala 1,261812003,"Ascensoiec Seivas SA c. Capital y/o Ariliador vio Pro-
oiciaria del buque iito Y otros': 1.A LEY 2004-B. 1019.
(79) CNCiv. bmn. dei'l'iabajo y Fanliiia de ~ c iVille,
l 26/3/04, "Oriega Hnos. SA c. Ori7.1, 1,uis E y
otros" L1.C (dicienibre) 1187.
En cambio, el art. 832, CCyCN, establece que
"1.a sentencia dictada contra uno de los codeudores no es oponible a los demás, pero
Sstos pueifen invocarla cuando no se funda en circunstanciaspersonales del codeu-
dor demandado. El deudor no puede oponer a los demás coacreedores la sentencia
obtenida contra uno de elios, pero los coacreedores pueden oponerla al deudor, sin
perjuicio de las excepciones personales que éste tenga frentea cada uno de ellos':
El CCyCN innova así el criterio con respecto al Cód. Civil derogado, estable-
ciendo un principio general en virtud del cual si la cosa juzgada se funda en de-
fensas comunes, la misma puede ser invocada u opuesta por cualquier acreedor
o deudor, aunque no hubiera sido parte en el juicio y dejando siempre a salvo la
posibilidad de que cada uno haga valer las excepciones o defensas personales
que tuviere frente a cada uno de ellos.
Se deja de lado el criterio del beneficio exclusivo seguido por el C6d. Civil
derogado y adopta el más amplio que se basa en el catActer común de la defensa.
El sistema adoptado parece más justo y equilibrado, garantizando el derecho
de defensa en juicio de las partes y estableciendo una razonable armonía en la
expansiún de los efectos de la cosa juzgada, que toma e n cuenta la pluralidad de
vínculos coligados, y el carácter personal o común de las defensas("O).
b) Limitaciones a la solidaridad
A continuación, se sefialan las siguientes limitaciones a la solidaridad.
parte en la deuda (art. 3491, Cód. Civil). Cuando la solidaridad es activa y muere
uno de los coacreedores, su crédito se divide entre sus herederos(8').
La muerte de un codeudor o coacreedor introduce una importante variante
en la obligación solidaria, tanto en la estructura como en la cuantía del crédito o
deuda de cada heredero del acreedor o deudor solidario, teniendo el hecho del
fallecimientovirtualidad cualitativa y cuantitativa. Mientras continúa siendo so-
lidaria entre los cointeresados primitivos y los herederos de alguiios de ellos, que
por razón de la sucesión habida se han incorporado a la relación obligacional, se
desvanece esa solidaridad entre los herederos aludidos que no son copartícipes
de un crédito o deuda común sino, cada uno acreedor o deudor de una obliga-
ción distinta de la de su coheredero, provenientes todas del fraccionamiento del
la obligación del causante(u2).El fallecimiento innova parcialmente la estruc-
tura de la obligación que sigue siendo solidaria para todos los implicados frente
a la otra parte. Sólo influye ese fallecimiento en el limite del crédito o deuda, a
favor o en contra según el caso de los respectivos herederos originándose asi una
solidaridad limitada. Si el heredero es único, no se produce ese fraccionamien-
to en cuanto al monto del crédito o deuda, quedaiido él en el lugar y grado del
nomia funcional.
--
(86) LLnMBinS, JORGE J., Tratado...,cit., p. 534.
...,cit., t. 1, p. 606.
(87)Piznnno,RAMÓN D. - VAI.LESPINOS,CARLOSG., lmli~ucione~
864 NORMA O. SILVESTRE(DIRECTORA)
1 1 1
ts parre. Cada sucesor debe pagar o da en defensas personales
puede exigir el total. de los codeudores deman-
dados. También pueden in-
vocarla los coacreedores
ajenos a ella, sin perjuicio
de las defensas personales
de los codeudores deman-
dados.
Despub de la partición, la
deuda se divide entre los
herederos según su cuota
en la herencia.
a) Concepto
Son aquellas q u e tienen u n mismo acreedor e identidad d e objeto, aunque
diversidad d e causa y d e deudor(RR!.Por ejemplo, las obligaciones q u e pesan so-
b) Antecedentes histdricos
And~rno~~')expresa que en el derecho romano se distinguieron la solidari-
dad perfecta o correalidad tanto de acreedores como de deudores, y la solida-
ridad imperfecta o in solidum. La solidaridad perfecta provenía de la ley o de la
voluntad de las partes, suponía una asociación para obligarse, una especie de
conocimiento previo entre las partes(gn).
Con el término in solidurn se hacía referencia a acciones derivadas del daño
cometido por uarios, generalmente como consecuencia de un delito. La expresión
in solidum, significaba que la pena podía ser perseguida y ejecutada por el todo
contra cada uno de los culpables. El pago efectuado por uno de ellos no liberaba
a los restanres. Los supuestos que daban lugar a estas obligaciones se e.'>contra-
han mayormente en el campo extracontractual o delictual. Por ejemplo, en los
delitos de injuria, delito de hurto. Fuera del marco delictual, también se daban
en los legados de obligación(9*.
Los romanistas que acepfan la presente distinción, no se ponen de acuer-
do en considerar si las ohligaciones in solidum eran un sucedáneo o especie
de solidaridad, con su misma naturaleza, o si en realidad, no eran una simple
modalidad de la solidaridad, sino una clase diferente que resultaba de la propia
naturaleza de las cosas. Los de esta segunda posición consideran que eran una
categoría autónoma, que no nacía de la intención de las partes y acarrreaba de
pleno derecho la responsabilidad de todoslos deudores por el total(10".
Todas estas concepciones pasaron al antiguo derecho francés. Domat y
Pothier en sus obras, asimilaron ambas especies y como resultado de la influen-
cia que estos autores tuvieron en el código francés, ningún texto del mismo Iiabla
de las obligaciones in solidum, como tampoco lo hacían nuestro Cód. Civil dero-
gado, el uruguayo o el español.
La categoría de las obligaciones in solidum, reaparece con algunos comenta-
dores del código francés. Así, Demol~mbe('~') sostuvo que respecto a la respon-
sabilidad por actos ilícitos cometido por varias personas, no hay solidaridad, sino
que estamos en presencia de las obligaciones in solidurn cuyas diferencias más
importantes son:
a) la solidaridad es una cualidad excepcional en virtud de la ~ u auna
l deuda co-
lectiva que en principio debería dividirse, no se divide sino que se concentra.
Es necesaria una disposición expresa de la ley o una convencion para impe-
-
3.10.1. Las obligaciones concurrentes en el CCvCN ('O3)
En la Sec. 8abajo el título "Obligaciones concuirentes': y dentro de las obliga-
ciones de sujeto plural, son reguladas por primera vez exp;esamente en nuestro
derecho.
Su incorporación es una novedad de importancia toda vez que tampoco
se encuentran reguladas en otros ordenamientos juiídicos, y viene a consaglar
la iecepcióri legislativa de una figura ampliamente receptada por la docuina y
jurisprudencia.
Desde el punto de vista metodológico es correcta su ubicación toda vez que
constituyen un caso de pluralidad pasiva. Desde el punto de vista del contenido,
sil regulación independiente de las obligaciones solidarias nos parece un acierto,
por cuanto a pesar de sus aparentes similitudes, posibilidad de reclamo total por
parte de cualquiera de los deudores, ambas categorías poseen difercncias de im-
portancia que justifican su regulación separada y con régimen propio.
(108) C N k d . Contenciosoadministrativo
,RCyS 2001-Vi, 50. con nota de Norma O
109) Mismo fallo citado nota 112.
110) CCiv. y Com. Tuciimán, cala 11, 18110/
;CNCiv., salaE,4/311997, "Piolvadeiide
19; UJ1997-3,962;CS Tiiciiriiin, sala crimi~iaiy~enal,
22/5/1995, "Rorges, Ramún A. c. Frandoiig,
ino y otros"; SC Buenos Aires, 2/9/1980, "D'Amico,carlos A. y otra c. Caporaietti, Juan J. y otros'!
111)CNCom., sala C, 28/2/1979, "Onapri, SRL, quiebra c. Banco de la Provincia de Santa Cruz y
otro: LALEY 1980-D,746.
(112) ALTBRINI, ATILIO A, - AMBAL,OSCAR1. - LOPEZCARANA, ROUERTOM., Derecho de Obligacio-
n&s civilesy comerciales, 2. ed. actualizada, Abeiedo-Perro?,Buenos Aires, 1998, ps. 5361530; G A R ~ I -
no, ROQUEF. - ANDORNO,LUISO., El art. 1113del Código Civil comentado, anotado, Ed. Hamrnurabi.
Bs. As.,1983, p. 394; BORDA, GUILLERMOA,, Ma>iualde obligaciones, 6* ed., Bs. As., 1975, PS. 245146;
ENNBcERus, Derecho de obligaciones, val. 5,ed. 1933, p. 43s; RÚA, M A R ~1.A- IVl~nznA,SANDMM. -
SILVESTRE, NORMAO., "Obligaciones concurrentes....cit.
(113) el ejemplo es de KI;MELMATBR nB CARLUCCI, A~DA en años causados por los dependientes,
liamrnrirabi, Bs.As., 199'2, p. 32, aunque estd referida a la responsabilidad directa por ci hecho del
propio comitente; ROA, MAR~Al. .WIERZBA,SANDRAM. - SILVESTRB, NORMAO., "Obligaciones con-
currentes ...,cit.
éste no se ha desentendido del estado material de la misma, ya que tiene el deber
de conservarla en buen estado. Por ejemplo, en el supuesto de una construcción
arruinada que estaba arrendada o dada en usufructo, el dueño deberá indemni-
zar los daños que ella cause("4).
La Corte Suprema registra una pacífica jurisprudencia que reconoce con
muy buen criterio la acción recursoria en las obligaciones concurrentes. Se dijo
que dicha acción no es una consecuencia de la estructura de las mismas, puesto
que no existen relaciones internas, sino que su fundamento reside en razones
de equidad y justicia, que obstan a que alguien soporte en definitiva un daño
mayor del que efectivamente causó("5). La contribución se regirá por la causali-
dad que cada uno de los responsables haya puesto en el resultado La
jurisprudencia de la Corte Suprema resulta todavía más flexible al admitir dicha
acción aun cuando no se pueda demostrar categóricamente la influencia causal
de la conducta de uno y otro obligado, supuesto en el cual la distribución deberá
hacerse por paites iguales(1ií).
(114) ¡~~~ARRO,P.AMON D., Respon~~bilidadporel riesgo o viciodela cosa, Bs.As., 1983, p. 418;RilA.
MnniAi. - WisnLua, SANDRAM. - SII,VESTRE,NORMA O., "Obligaciones concurrentes..., cit.
(115) PrzARno, R A M ~ ND. - VALLESPINOS, Ci~~1.05 ...,cit., t. 1,p. 608.
G., institucioi~es
(116) CS, 21/12/1989, "Provincia de Buenos Aires clArniro Julio Sala slcobro de australes" y "Pa-
loika. David Daniel c. Provinciade Bueiioshiress/daños y perjiiicios'; 171111994,IA 1995-Ii-199.Dijo
iacorte en el fallo "Sala': quc sino se puede discriminar en cuanto a la inddcncia causal ueiinau otra
ciiipa o sii gravedad, la distribución del dafio debe hacerse por parres isales'por aplicacidn del prin-
cipio de ia causalidad pariiaria.
(117) CS, 17/11/94, En 163-817.
(118) LrnMnias, IonGh, Tratado...,cii., t.2-A, p.567.
3.10.4.Algunos c a s o s d e obligaciones concurrentes
El CCyCN'expresamente dispone varias aplicaciones espec@cas("~d e obli-
gaciones concurrentes e n materia d e responsabilidad civil, e n los arts. 1751
(pluralidad d e responsables e n la producción d e u n hecho q u e derive d e causas
distintas); 1753 (Principal y dependiente); padres e hijos e n caso d e q u e este
último resulte imputable); 1758 (dueño y g u a r d i á n de l a cosa riesgosa); 1243
(dador y tomador del leasing c u a n d o n o s e haya contratado seguro); 1274 (cons-
tructor, contratista, subcoñtratista, proyectista, director d e obra y cualquier
otro profesional ligado a l comitente, e n caso d e obra e n r u i n a o impropia p a r a
Dudieren corres&rider:i) ia dei i~&iicov ia clínica ii obra social frente al pacierire; j) en el contrato
de turismo, los daños originados por incumplimientosdc la agencia de viajes y del prestador directo
de los servicios frente ai viajero.
g) la sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada dictada contra uno de los codeu-
dores no es oponible aloi demá?,pero éstos pueden ~nvocarlacuando no se funda en
circunstanciaspersonales del codeudor demandado,
h) la acción de coi~tribucióndel deudor que paga la deuda contra los otros obligados
concurrentes se rige por las relaciones causales que originan la concurrencia':
Lo establecido en los incisos a) y b) se deriva de la propia esencia de estas
obligaciones.
Luego, en los restantes incisos del art. 851, CCyCN, se establece de qué forma
repercute en cada uno de los vínctilos, las vicisitudes o efectos que se produzcan
en el otro u otros, siempre teniendo en cuenta que las causas del deber son dis-
tintas, pero cl objeto debido es único.
En el inciso c) de la norma en análisis, se prevé11 cuatro modos extindvos:
dación en pago, transacción, novación y compensación celebradas con uno de
los deudores concurrentes y se establece que, en tanto satisfagan íntegramente
el interés del acreedor, extinguen la obligación para los otros deudores. La solu-
ción es claramente adecuada en general, puesto que por definicióri estos modos
extintivos no agotan totalmente el derecho del acreedor al no ser plenamente
satisfactivos de su interés. De tal modo, se permite al acreedor no satisfecho ín-
tegramente por la transacción o compensación realizadas con uno de los deudo-
res, reservar su derecho a reclamar la diferencia respecto de los restantes codeu-
dores, estando a su cargo la prueba de esta circunstancia, por resultar mayor el
daño efectivamenie sufrido.
Coi1 respecto a la novación, habrá que tener en cuenta las diversas situacio-
nes que se presenten y los tipos de novación existentes. Así, en el caso de la no-
vación objetiva, en la que el acreedor aceptó el cambio de la obligación primitiva
por otra diferente en cuanto al objeto debido, la satisfacción siempre resultará
integra y se extinguirá la obligación respecto de los otros codeudores. En cambio
en el caso de la novación subjetiva, ante el cambio de alguno de los sujetos sin
alterar el objeto debido, pareciera subsistir en principio la obligación del otro
obligado concurrente.
En el inc. d) se establece que la confusión entre el acreedor y uno de los deu-
dores concurrentes y la renuiicia al clédito a favor de uno de los deudores no
extingue la deuda de los otros obligados. Es correcta la solución, toda vez que en
la renuncia hay abdicación del derecho y no satisfacción del mismo, pudiendo
el acreedor renunciar respecto de un deudor sin por ello abdicar su derecho res-
pecto de los restantes obligados.
En el inc. e), se trata la prescripcióil y la suspensión e interrupción de su cur-
so, y en el inc. f) la mora: La no propagación de efectos aparece como correcta,
atento tratarse de obligaciones distintas que funcionan independientemente.
La cosa juzgada es tratada en el inc. g) estableciendo que no es oponible a
los codeudores que no fueron parte en el juicio, pero que éstos pueden invocarla
cuando no se funde en circunstancias personales del codeudor demandado. Se
adopta, al igual que en materia de solidaridad, el sistema más justo y amplio ba-
sado en el carácter común de la defensa, que a la vez que garantiza la defensa en
QRLlGACiONLS DE SUJETO SINGlJLAR O PLURAL 873
(124) Pizarra cniendiendo oue el temoeramcnto e.r euurvocado vaue deheria admitii.re la DroDa-
d e debate en las reicridas ioinadas El d e s ~ a c h ode la minoría fue el sieuieiite "Las obliga-
fue ob1~10
-
mente identificadas como concurrenies..."; en igual sentido OSSOLA,FEDERICO
A,, "ObligacioneS SO-
lidirias y concurrentes ...,cit.
OHLIGACIONLS DE SUjFTO SINGULAR O PLU
(130) CNCiv.. sala D,301911997, "Ciiiiczuk, Sergio c. Monlero, 13. O!: LALEY 1998-B.93.
(131) CNCom., saia C, 61211901, "Pugach, Mauricio D. c. Omega. Coop. de Segs.Ltda'!
(132) CCiv., sala L.. "Roinero, Norma y otros c. 1.N.S.S.P.LyP. s/Ds. y Ps!: i21811992.
(133) CCiv., sala A, 301811994, "Aguer de Moreno, Koxana María c. Moreno, Carlos Apsrín losé Y
otro slsimulacii>n'!Se dijo que cl ejercicio de la facultad de recusación sin causa ai juzgado por parte
de un codeinandado, agota la oportunidad conferida por el ari. 15 del CPCC a todos los Iitisconsor-
res, sin importar el tipo de relacibn que exista entre ellos. Ver cita en LAFAILLE, II~CTOR, Derecho...>
cit., l. 2, D. 464.
(134) CNCom., sala E, "Provincia Seguros SA c. Cato Cicsa slordinario: E x ~ M598612008, . del
27/8/2015, ElDirrldel19/2/2016.
(135) A\rB?.L, O., en ~iii.~Uscio,
(136) J,AFAII.LE, HÓCTOR,
AUGUSTO C. - ZANNDNI.EDU~~RDOA..
D@recho...,cit., t. 2, p. 377.
.
Código ... cil.. t. 3. D. 252.
OBLIGACIONES DL SUjtTO S I N G U L A R 0 PLURAL 877
actuar uno de ellos en falta del otro (art. 1899 inc. 3); o en materia de designa-
ción de albaceas, para ejercitar tal función alteinativamente (arts. 3870 y 3871).
En derecho cbkercial, en materia de letra de cambio, se admite que ésta puede
contener la indicación de varios tomadores en forma alternativa, en cuyo caso
los derechos camhiarios solo pueden ser ejercitados por cada beneficiario de la
letra excluyendo a los demás (art. 10 inc. 6, dec.-ley 5965163). También el pagaré
(art. 103, dec.-ley 5965163). En ciertos contratos de seguro, es frecuente la desig-
nación de beneficiarios en forma alternativa('i7).
Una corriente doctrinaria numerosa y calificada asimilaba las obligaciones
disyuntas, a las obligaciones solidarias(138).
Otros admitían en principio la aplica-
ción de las normas de la solidaridad, pero no de todas sus reglas, excluyendo las
referentes a los coacreedores o codeudores. En esta misma línea Marcadé, De-
molombe, Laromhiere, Busso, I , l a m b í a ~ ( ~entienden
~~), que en las obligaciones
disyuiitas existen solamente relaciones de obligación, o sea las que correspon-
den al haz vertical. No hav en ellas relaciones de contribución o de distribución,
ni tampoco el derecho de.prevención que hallamos en la solidaridad.
Asi en las obligaciones solidarias, todos los sujetos que aparecen en la
obligación son acreedores o deudores. En las obligaciones disyuntas, los suje-
tos no adquieren el carácrer de acreedor o deudor hasta que no se practique
la elección. Hasta tanto no se determine la persona del acreedor o del deudor,
los diversos beneficiarios o los diversos obligados son sólo candidatos a acree-
dores o deudores. Una vez hecha la opción, solo revestirá la correspondiente
calidad, aquel que haya sido designado. No son obligaciones de sujeto múltiple
sino de sujeto indeterminado('R0)
tivo consideraba más razonable
mancomunadas.
En cuanto a los depósitos a la orden indistinta o re
bancos y en instituciones financieras, una parte de la
caso de disyunción Pala otr
Vallespin~s~'~~),es derechamente un caso de obligación solidaria, pues el banco
no tiene facultad de elegir aqué acreedor habrá de devolverle el depósito obrante
en cuenta corriente. El pago debe ser efectuado a cualquiera de ellos que lo recla-
me, desde el mismo momento en que son titulares conjuntos de ellos.
La jurisprudencia, refiriéndose a la relación externa de los beneficiarios
disyuntos, ha establecido que siendo varios los titulares en forma indistinta de
un certificado de depósito a plazo fijo, se presume un supuesto de solidaridad
1) . \.~I.LI:>I~Iso\
( 1 3-1 P ~ , . > H R UK.\U"\ (:,$tu us(, , / , ~ J ~ ¡ , ~ I L W ~.,,
~ u,,
S p. "12 SII.!L\IHI., SUR,!.*
J .-1 ~ 1 .l1 .l : . , L . . ~ i i 1 , S\ 1.FI'di.l 13 Y Z U I ?
, . 'lni<;<iRepat\.\i. l ' t i u 4 . I>,.r(~,.l~i>, ,i< f 2 , p. 1.2, ~ 1 f ; l n d iai Sahnt
(l:3s)<:izr,\iix, P i , n n ~ S
~eizbnico,Borda, Piiig Brutaii y Colmo.
(139) Citados por CAzenUX, PEDRO N. - TRIGOREPRESAS, FEI,IxA.,Derecho..., cit., t. 2, ps. 1721173.
(140) CA~EAUX, PeDRoN. - TRIGOREPRESAS,F ~ L I x A .Derecho , ..., cit., t. 2, p. 173, citando a Brisso.
(141) Ob. cit., p. 615, parág. 293.
(142) CAZEAUX, PEUI~O N. - TnlGO RP.PRESAS, F ~ L I X A,, Derecho ..., cit., t. 2, p. 174,citandu a Saivat
y Gdii.
(143) CAZEAUX, PEORUN. - TRJGOREPRESAS, FBLIxA., Dereclzo...,cit.,t. 2, p. 174.
(144) ~ZARRO,R~M~ND. -VAI.I.BSPINOS, CAn~UsG.,Instifuc~ones ...,Cit.,t. 1,p. 616
878
- NORMA 0.
-SILVESTRE
. -
(DIRECTORA)
activa['4", que permite a los titulares reclamar el pago del crédito mediante el
retiro total de depósito.
En cuanto a la relación interna, se ha dicho que los fondos depositados a la
(145) CNCiv., salaE, "E. W.Vyolro c. I<.,R. E 2111/2004,1,AI,EY 2005-B, V29; saiaD; LALEY 1991-
B, 257; TS <:drdoba, sala civ y com., 24/6/i994, "Barico Serrano Coop. Ltdo. c. Cerrolaza, Luis y ol~o:
I.LC 1994, 977; CNCom., sala U, 31 110!1996, "The Wrst Natianai Bank of Bbsloil c. De Biase, Carlos Y
otro': Ídem, sala E, 8/7/1988, "Banco Argcnle SA c. Amado Federico y otro': LALEY 1990-A, 275.
(146) SC Uiienos Aires, 11/3/1997. LLBA 1997,550.
(147) Aisonlxi, kri1.10 A. - AMEAL,OSCARJ. - LÚPEZCAHANA. RURERTO M., en Derecho..., cit.,
OBIIGACIONCS DE SUJETO SINGULAR O PLURAL 879