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HORA SANTA 24 DE SEPTIEMBRE

DÍA DE NUESTRA SEÑORA DE LAS MERCEDES


PATRONA DE LOS PRESOS

- CANTO: CANTOS DE ALABANZA 1


Señor, que eres fiel a la alianza y al amor con los que te aman y cumplen tus mandamientos.
Nosotros hemos sido injustos y nos hemos apartado de Ti perdiendo la libertad de los hijos de Dios.
Escucha las plegarias que tu pueblo te presenta, por todos nuestros hermanos privados de libertad.
Señor, imploramos tu presencia en todos los lugares donde haya personas privadas de la libertad.
Mitiga las penas, el desamparo, la desesperanza y la ausencia de los seres queridos. Infunde en su
espíritu valor, consuelo y esperanza para que su dolor se cambie en gozo. Ilumínalos y fortalécelos
con tu palabra, convencidos de que la verdad nos hace libres.
Señor, que sepamos compartir los anhelos y esperanzas, las tristezas y desilusiones de quienes se
ven limitados en su libertad; que aprendamos a conquistar la libertad de nuestro espíritu, que
luchemos contra toda clase de opresión y que nunca limitemos de manera indebida la libertad de
nuestro prójimo.
Y que junto al dolor de cada uno de los privados de libertad, esté siempre María, la Madre de Jesús,
para acompañarlos en todas las penas, para animarlos con su mirada maternal.
1- INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO
Oh Espíritu Santo, Amor del Padre, y del Hijo, Inspírame siempre lo que debo pensar, lo que debo
decir, cómo debo decirlo, lo que debo callar, cómo debo actuar, lo que debo hacer, para gloria de
Dios, bien de las almas y mi propia santificación. Espíritu Santo, Dame agudeza para entender,
capacidad para retener, método y facultad para aprender, sutileza para interpretar, gracia y eficacia
para hablar. Dame acierto al empezar, dirección al progresar, y perfección al acabar. Amén.
- CANTO: DIIOS ESTÁ AQUÍ, TAN CIERTO COMO EL AIRE QUE RESPIRO…

1- ORACIÓN DE PERDÓN
Padre, esta noche ante tu presencia pedimos perdón por nuestros pecados. Nos acercamos a ti con
absoluta confianza porque sabemos que tú prefieres la penitencia a la muerte del pecador (cfr.
Ezequiel 33,11) A ti no te gusta ni la venganza ni el rencor, tu corazón es compasivo y
misericordioso, y sabemos que sólo estás esperando a que tengamos la humildad de reconocer
nuestro pecado, arrepentirnos y pedir perdón para desbordar la abundancia de tu misericordia.
Tu enseñanza es muy clara: para ser perdonados y poder entrar en el Reino de los cielos debemos
tener un Corazón como el tuyo. Nos pides que seamos buenos cristianos por la práctica de la caridad
evangélica. Que seamos benévolos con quienes nos han hecho daño, con quienes nos han
ofendido, nos han traicionado y nos odian, pues de otro modo no mereceremos que lo seas Tú con
nosotros.
Padre, perdona los pecados de nuestros hermanos que se encuentra privados de la libertad,
purifícalos, sánalos, restáuralos, renuévalos con la Sangre Redentora de tu Hijo; ayúdalos a tener un
corazón como el Tuyo, un corazón humilde y generoso capaz de perdonar, arranca de ellos el
corazón de piedra y dales un corazón de carne. Amén.
- CANTO: PERDÓN POR AQUEL MENDIGO.

2- LECTURA BÍBLICA

- CANTO: POR LOS POETAS QUE NACEN…


Del Evangelio según San Mateo (Mt 25, 31-46)
Jesús dijo a sus discípulos:
Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria rodeado de todos los ángeles, se sentará en su trono
glorioso. Todas las naciones serán reunidas en su presencia, y Él separará a unos de otros, como el
pastor separa las ovejas de los cabritos, y pondrá a aquéllas a su derecha y a éstos a su izquierda.
Entonces el Rey dirá a los que tenga a su derecha: “Vengan, benditos de mi Padre, y reciban en
herencia el Reino que les fue preparado desde el comienzo del mundo, porque tuve hambre, y
ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; era forastero, y me alojaron; estaba
desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; preso, y me vinieron a ver”.
Los justos le responderán: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; sediento, y te
dimos de beber? ¿Cuándo te vimos forastero, y te alojamos; desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te
vimos enfermo o preso, y fuimos a verte?”
Y el Rey les responderá: “Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis
hermanos, lo hicieron conmigo”.
Luego dirá a los de su izquierda: “Aléjense de mí, malditos; vayan al fuego eterno que fue preparado
para el demonio y sus ángeles, porque tuve hambre, y ustedes no me dieron de comer; tuve sed, y
no me dieron de beber; era forastero, y no me alojaron; estaba desnudo, y no me vistieron; enfermo
y preso, y no me visitaron”.
Éstos, a su vez, le preguntarán: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, forastero o
desnudo, enfermo o preso, y no te hemos socorrido?”
Y Él les responderá: “Les aseguro que cada vez que no lo hicieron con el más pequeño de mis
hermanos, tampoco lo hicieron conmigo”. Éstos irán al castigo eterno, y los justos a la Vida eterna.
Palabra del Señor. PALABRA DEL SEÑOR. GLORIA A TI SEÑOR JESÚS.
REFLEXIÓN
El Evangelio nos habla del juicio final, donde nuestros corazones serán expuestos ante El Señor
para ver si fueron fríos o calientes, de piedra o de carne, cerrados o abiertos. Pero no es necesario
esperar a ese día, porque una vida presente con un corazón enfriado es una vida triste, apagada, sin
aliciente, sin alegría. No se trata de hacer el bien para sufrir y conseguir un pasaje para la vida
eterna, sino de hacer el bien por convicción, sabiendo que todo el amor que damos lo recibimos ya
en esta vida, el “ciento por uno”, aunque con creces en la eterna. Mirando nuestra vida hasta este
tiempo: ¿hicimos o no hicimos las obras concretas y efectivas en favor de quien necesita lo más
básico en su existencia? Es a Jesús mismo a quien servimos en los hermanos y hermanas más
desamparados. En ellos, él está esperando el amor hecho obras. Entrenarnos para amar aquí y
ahora es a lo que nos invita la Cuaresma de manera más intensa, porque su final, la pasión, muerte
y resurrección de nuestro Señor, es la máxima lección de amor que Él nos ha dejado.
Preguntémonos hoy ¿Qué estoy haciendo o espero hacer por “los pequeños” (pobres, marginados,
etc.) en este tiempo?
CANTO: CON NOSOTROS ESTÁ Y NO LE CONOCEIS.
3- PETICIONES
PRESIDENTE: Oremos hermanos en esta noche, ante la presencia real de Jesús, pidiendo por cada
una de nuestras necesidades, especialmente por todas aquellas personas que se encuentran
privadas de su libertad. A cada una de las peticiones nos unimos diciendo:
R//: Que tu Santa Madre Señor interceda por nosotros.
1- Por la Iglesia, para que, por medio de la Virgen María, recuerden que su Salvador y Libertador
desea que todos los hombres se salven especialmente los que están en las cárceles.
Roguemos al Señor…

2- Por los que rigen los destinos de la patria, nuestros gobernantes, los funcionarios del Sistema
Penitenciario y los que administran la justicia, para que tomen conciencia de que un hermano
en prisión ya está pagando por un delito cometido y no hagan más difíciles sus cargas.
Roguemos al Señor…

3- Por los enfermos y necesitados de atención física y espiritual, para que confíen en la
presencia amorosa de nuestra Madre María de la Merced y en que la Iglesia en libertad se
ocupará de atenderles. Roguemos al Señor…

4- Por las vocaciones sacerdotales y religiosas, para que haciendo vida lo que dice la carta a los
hebreos 13, 3 “Acuérdense de los presos como si ustedes mismos estuvieran con ellos en la
cárcel” no duden nunca en visitar a Cristo sufriente en las cárceles. Roguemos al Señor…

5- Por cada uno de nosotros, los aquí reunidos, para que nuestro Señor Jesucristo ponga en
nuestro corazón la necesidad de ayudar a nuestros hermanos privados de libertad como si
fuese al mismo Cristo a quien ayudamos. Roguemos al Señor…

PRESIDENTE: Oh Dios, que has derrotado al que tenía el poder de la muerte y que en Cristo has
manifestado tu amor salvador y la luz de tu verdad a todos los hombres, escucha nuestras súplicas y
haz que vivamos en la claridad de tu presencia. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
- CANTOS DE ALABANZA 2
PRESIDENTE: Con la confianza que tenemos por sabernos hijos del Padre Dios, pidámosle que
establezcan su Reino en nuestro mundo y cantemos con fe: Padre nuestro…
- CANTO: PADRE NUESTRO

- BENDICIÓN FINAL

- CANTO: QUIÉN SERÁ LA MUJER.

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