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VJE

HORA SANTA
Joven: Estamos en la noche del Jueves Santo. Y hemos venido para estar con el Señor.
Jesús después de celebrar la Eucarística pasa por una oscuridad muy aguda; por eso
hemos venido para estar con Él. También venimos para pedirle que nos ayude a ser más
comprometidos y más arriesgados para darle una respuesta y descubrir la vocación a la
que nos llama y ser sus discípulos y lo demos a conocer sin miedo a los demás.
Dispongamos nuestra mente y nuestro corazón para este momento de encuentro con
Jesús.
Canto: Cuan bello es el Señor (audio)
Todos: Te visito con todo el afecto de mi corazón amor mío sacramentado con todo el te
amo y deseo darme a ti y seré feliz porque fuera de ti nada más quiero nada más deseo,
donde está mi Jesús Sacramentado ahí esta mi corazón, siento mi Jesús querido haber
pecado quien siempre te hubiera amado y nunca te hubiera ofendido.
Lector: Señor, ante tu presencia amorosa, los jóvenes aquí reunidos te pedimos bendigas
nuestra juventud; di de ella palabras buenas que día a día se nos vuelvan vida. Padre
Nuestro y Ave María.
Lector: Queremos ser jóvenes nuevos. Estrenar nuestra vida recibida de ti y por ti hecha
buena. Déjanos matar al joven viejo que vive en nosotros y que a nosotros se aferra.
Déjanos enterrarlo muy hondo, bajo tierra, y que de ti nazca en nosotros el joven nuevo.
Danos un recto pensar y un actuar acorde. Padre Nuestro y Ave María.
Lector. Señor queremos vivir en paz, con la conciencia limpia de mancha, aceptamos las
penas, nada queremos hacer para evitarlas. Nos hiciste de lodo amasado con lágrimas
divinas, llanto divino de divinos ojos que miraban el futuro. Aceptamos las penas... danos
en cambio, fortaleza para vencerlas, danos una vida nueva cargada de amor y amistad.
Concédenos ser tus amigos y amarte también en maestros amigos.
Canto: Dios está aquí (audio Yuli y Josh)
Todos: Señor Jesús, queremos velar contigo, queremos estar junto a ti. Quizá no se nos
ocurran muchas cosas, pero queremos estar, queremos sentir tu amor, como cuando nos
acercamos a una hoguera, queremos amarte, queremos aprender a amar. Lo importante
es estar abiertos a tu presencia. Y agradecer, alabar, suplicar. Y callar, escuchar, no decir
nada, simplemente estar. Acógenos como discípulos que quieren escuchar tus palabras,
aprender de ti, seguirte siempre. Acógenos como amigos. Y haz de nosotros también tus
testigos, testigos del amor. Señor Jesús, toca esta noche nuestro corazón, danos tu
gracia, sálvanos, llénanos de la vida que sólo tú puedes dar.
Momentos de silencio y adoración a Jesús Sacramento
Canto: Dame un nuevo corazón Señor
NOS UNIMOS A JESUS
 En tu noche de entrega, en tu noche de soledad, en tu hora difícil, en tu lucha y
agonía, Oremos: Nosotros queremos rezar contigo.
 Cuando todos te abandonan, cuando Judas te traiciona, cuando el Sanedrín
prepara tu condena, Oremos: nosotros queremos estar contigo.
 Cuando los discípulos duermen, Oremos: R/nosotros queremos velar contigo.
 Cuando los soldados te apresaron, Oremos: R/ nosotros queremos defenderte.
 Cuando Pedro te niega tres veces, Oremos: R/ nosotros queremos ser fieles.
Lectura del Santo Evangelio según San Jn 18,1-13-15
Llegaron a un lugar llamado Getsemaní, y Jesús dijo a sus discípulos: «Siéntense aquí
mientras voy a orar.» Y llevó consigo a Pedro, a Santiago y a Juan. Comenzó a llenarse
de temor y angustia. Y les dijo: «Siento en mi alma una tristeza de muerte. Quédense aquí
y permanezcan despiertos.» Jesús se adelantó un poco, y cayó en tierra suplicando que,
si era posible, no tuviera que pasar por aquella hora. Decía: «Abbá, o sea, Padre, si para
ti todo es posible, aparta de mí esta copa. Pero no se haga lo que yo quiero, sino lo que
quieres tú.» Volvió y los encontró dormidos.
Palabra del Señor.
Momento de reflexión en silencio y canto (Oración en el Getsemaní )
Lector: Esta noche es el momento de la verdad, de la entrega, de la valentía. Jesús estás
dispuesto a aceptar las consecuencias de Tú vida, las consecuencias de Tú fidelidad a
Dios Padre y a los demás: tomar la cruz y salvar al mundo, el que podamos vivir y morir
con esperanza. Esta noche te pedimos ser como tú: Atentos a Dios Padre y a los
hermanos. Con esa entereza, esa confianza. Nosotros somos débiles y muchas veces
frágiles y muy limitados que desesperamos ante el primer problema, que huimos, que no
tenemos fuerzas, que no nos comprometemos lo suficiente. Somos un poco Pedro que
incluso te negó. Señor Jesús, que sepamos vivir “nuestra hora”, y cada día de nuestra
vida.
DEL EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS (14, 35-38)
…. y adelantándose un poco, se postró en tierra pidiendo que, si era posible, se alejase
de él aquella hora; y dijo: Abba, Padre: tú lo puedes todo, aparta de mí ese cáliz. Pero no
lo que yo quiero, sino lo que tú quieres. Volvió, y al encontrarlos dormidos, dijo a Pedro: -
Simón, ¿duermes?, ¿no has podido velar ni una hora? Velad y orad, para no caer en la
tentación; el espíritu es decidido, pero la carne es débil.
Palabra del Señor.
Momento de reflexión en silencio y canto (Ven a mi Getsemaní, escolapios)
Todos: Señor te quedas solo; será un rato. Nosotros siempre estamos aquí contigo,
esperando tu amor definitivo Tú eres realmente, el Cristo, el que ha de venir. Tú eres el
amor de Dios. Un amor que ayuda, acoge, alienta, abraza; un amor de amigo, de padre,
de alguien que no nos abandona. Haznos ser más seguidores tuyos, que podamos
parecernos a ti que acojamos a todos con un corazón grande como el tuyo. En el triduo
Pascual que celebramos queremos ser como Tú, y estar más cerca de ti y de nuestros
hermanos necesitados.
Lector: Abre la puerta a Cristo y entrará. Échate en brazos de aquel a quien buscas.;
acércate a Él y serás iluminado; no le dejes marchar: ruégale que no se vaya. Que tu
alma viva pendiente su palabra. Sé constante en encontrar las huellas de su voz celestial,
pues pasa velozmente. (San Ambrosio). Adoremos a nuestro Salvador, que, en la última
Cena, la noche misma en que iba a ser entregado, confió a su Iglesia la celebración
perenne del memorial de su muerte y resurrección: oremos diciendo: Santifica, Señor, al
pueblo que redimiste con tu sangre.
Redentor nuestro, concédenos que, por la penitencia, nos unamos más plenamente a tu
pasión, para que consigamos la gloria de la resurrección. R=Santifica, Señor al pueblo
que redimiste con tu sangre.
Concédenos la protección de tu Madre, consuelo de los afligidos, para que podamos
confortar a los que están atribulados, mediante el consuelo con que Tú nos confortas. R=
Santifica, Señor, al pueblo que redimiste con tu sangre.
Haz que tus fieles participen en tu pasión mediante los sufrimientos de su vida parque se
manifiesten en ellos los frutos de tu salvación. R= Santifica, Señor, al pueblo que
redimiste con tu sangre.
Tú que te humillaste, haciéndote obediente hasta la muerte, y una muerte de cruz, enseña
a tus fieles a ser obedientes y a tener paciencia. R= Santifica, Señor, al pueblo que
redimiste con tu sangre.
Haz que los difuntos sean transformados a semejanza de tu cuerpo glorioso y a nosotros
danos un día parte en su felicidad. R= Santifica, Señor, al pueblo que redimiste con tu
sangre.
Por los que viven en la miseria y el olvido, que lleguen a todos sus gritos silenciosos R=
Santifica, Señor, al pueblo que redimiste con tu sangre.
Por los niños esclavizados, vendidos, prostituidos, militarizados, que encuentren los
medios para rehacer sus vidas. R= Santifica, Señor, al pueblo que redimiste con tu
sangre.
Por todos los jóvenes que aquí estamos reunidos para que nos ayudes a seguir en
espíritu y verdad. R= Santifica, Señor, al pueblo que redimiste con tu sangre.
CANTO: Quédate Señor conmigo (Jesed)
Lector: Hemos pasado unos momentos acompañando al Señor. Las prolongadas horas
de la agonía de Jesús han transcurrido ya para dar lugar a una jornada de tormentos y
aflicciones y a las tres últimas horas de agonía sobre la cruz. Son acontecimientos que
conmueven a todo creyente. Vivamos la Pasión de Señor a través de la visión gloriosa de
Cristo resucitado. En el silencio de la fe, adoremos y demos gracias.
Oración final: Señor Jesús tú que dijiste: como yo os he amado, te pedimos que nos
ayude a sentir esta noche la fuerza de tu amor, y tu misericordia y tu ternura. Queremos
pedirte Jesús que nos enseñe a amar y que nos capacite para amar como Tú lo has
hecho hasta el final. AMEN
Canto: Amar como tu (hna. Inés de Jesús)

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