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LOS ZAPATOS ROJOS:

SÍMBOLO DE PODER,
SENSUALIDAD Y EXOTISMO
FEBRERO 2018
Símbolo de amor, pasión, peligro y libertad. El rojo cambia un look, lo
potencia, atrae miradas y hace sentir poderoso a quien lo viste. Quien no lo crea
es porque nunca ha elegido una corbata roja, se ha pintado los labios de este tono,
ha comprado unos zapatos o ha elegido un vestido de ese color y ha salido a la
calle. Puro atrevimiento, descaro y declaración de intenciones.
Nosotros lo sabemos bien, ya que trabajamos la piel en todas sus formas y
texturas y conocemos la potencia y el arrojo que tiene una pieza teñida en ese
color. Durante toda la historia de la moda y del arte hay multitud de ejemplos
que evidencian que el poder del rojo es atemporal.
LOS ZAPATOS ROJOS DEL PAPA
Aunque cuando el Papa Emérito Benedicto XVI se calzó unos mocasines rojos
muchos se sorprendieron, se trata de una tradición que data del Imperio
bizantino, cuando el rojo era considerado como símbolo de poder y solo el
emperador, la emperatriz y el papa podían lucirlo en su ropa.
Podemos encontrar representaciones de diferentes pontífices luciendo calzado
rojo en documentos del siglo V y VI d. C.. Juan Pablo II los lució en numerosas
ocasiones, pero fue Benedicto XVI quien al llevarlos consiguió acaparar la
atención de la prensa. Confeccionados de forma artesanal por Adriano
Stefanelli en el norte de Italia, fueron todo un símbolo del tiempo en el que
Benedicto XVI fue papa.
LOS TACONES DEL REY SOL
¿Cómo llegó Luis XIV a lucir zapatos con un tacón rojo de un palmo de
altura? La fascinación por Persia tuvo la culpa. Allí los jinetes usaban zapatos
con tacón para poder aferrarse mejor a los caballos. Una misión diplomática del
Sha de Persia a finales del siglo XVI a Europa creó curiosidad e interés por
Oriente y rápidamente la aristocracia quiso adoptar sus exóticas costumbres de
vestimenta para distinguirse. Los zapatos de tacón habían llegado a un mundo en
el que las calles empedradas, embarradas y llenas de obstáculos eran norma
general, por eso solo podían ser lucidos por quienes estaban en palacio.
Como teñir la piel era caro, quienes lucían zapatos lo hacían con el tacón de rojo,
para hacer notar aún más su posición económica privilegiada. Luis XIV fue
retratado luciendo tacones de diez centímetros de altura y así también Carlos II
de Inglaterra, que a pesar de tener una altura considerable (1,85cm) usó en su
coronación unos enormes zapatos con una gran lazada.

EL BILLETE DE VUELTA A KANSAS


Cuando Judy Garland lució por primera vez los famosos zapatos rojos de
lentejuelas en ‘El Mago de Oz’ en 1939 es probable que los peces gordos de la
industria no supieran que iban a convertirse en todo un símbolo. Aunque en el
cuento los zapatos eran plateados, el recién estrenado technicolor pedía cierto
color en la pantalla.

Los zapatos rojos de ‘El Mago de Oz’


fueron un símbolo absoluto del sueño americano, del valor del hogar y de la
vuelta a casa como fin perfecto para cualquier historia. Y también, de la
inocencia perdida, de la ingenuidad de la joven Dorothy, que no debe salirse
nunca del camino marcado por las baldosas amarillas… Chocando tres veces los
tacones, Dorothy volvía a Kansas, ¡ojalá fuera tan fácil!
EL COLOR DEL LUJO
Durante más de treinta años, unos sencillos salones negros se convertían en un
artículo exclusivo si quienes los portaba mostraba sus suelas: un color rojo
encendido demostraba que esos zapatos estaban firmados por Christian
Louboutin, el zapatero de las estrellas. Cantantes, actrices, celebrities de medio
mundo han lucido sus suelas rojas en estrenos de cine, conciertos y apariciones
llenas de glamour, llevando el nombre de Louboutin a lo más alto.

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