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Fátima III

El Secreto y la
Apostasía
Seis Memorias y un secreto
• La Santísima Virgen María se manifestó a tres pastorcitos
portugueses entre el 13 de mayo y el 13 de octubre de 1917 en
seis apariciones reconocidas oficialmente por la Iglesia desde 1930,
con autorización de culto; en la del 13 de julio, les reveló un
secreto.
• Sor Lucía del Corazón Inmaculado ha redactado seis Memorias por
pedido de sus confesores o de su obispo. Gracias a la III Memoria
del 31 de agosto de 1941 conocemos las dos partes iniciales; en la
IV, del 8 de diciembre de ese mismo año, consignó las palabras de
la Virgen que dan comienzo a la tercera parte del secreto, seguidas
de un misterioso «, etc». El 26 de junio de 2000 las autoridades
vaticanas publicaron la visión correspondiente a esta última parte,
sin revelar la continuación de las palabras de Nuestra Señora.
• Dicha aparición es de tal importancia que el Cardenal Cerejeira,
Primado de Portugal desde 1929 hasta 1971, afirmó que la
complejísima historia del siglo XX, sólo se esclarece a la luz del
mensaje de Fátima.
Parte I:
El Infierno y la salvación de las almas
Texto de la III Memoria (1941)

«Nuestra Señora abrió de nuevo las manos. El reflejo de la lumbre pareció penetrar la
tierra y vimos como un mar de fuego. Sumergidos en este fuego veíamos los demonios
y las almas de los condenados. Estaban éstas como brasas transparentes, negras o
bronceadas, y poseían formas humanas. Flotaban en este incendio, levantadas por las
llamas que salían de ellas mismas con nubes de humo. Volvían a caer por todos lados
como las chispas en los grandes incendios, sin peso ni equilibrio, entre gritos y
gemidos de dolor y desesperación, que horrorizaban y hacían estremecer de pavor.
(Debe haber sido a la vista de esto cuando di aquel ‘¡Ay!’, que dicen haberme oído).
Los demonios distinguíanse por formas horribles y asquerosas de animales espantosos
y desconocidos. Espantados, y como para pedir socorro, levantamos los ojos hacia N.
Sra., quien nos dijo con bondad y tristeza:
‘Habéis visto el infierno a donde van las almas de los pobres pecadores. Para
salvarlas Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Corazón Inmaculado».
Parte II: La Consagración de Rusia y la
salvación de las naciones
Texto de la III Memoria (1941)

«Si se hace lo que os diré, muchas almas se salvarán y habrá paz. La


guerra va a acabar, pero si no se deja de ofender a Dios, bajo el reinado de
Pío XI, comenzará otra peor.
Cuando veáis una noche iluminada por una lumbre desconocida, sabed
que es el gran signo que Dios nos da con el que va a castigar al mundo de
sus crímenes, por medio de la guerra, del hambre y de las persecuciones
contra la Iglesia y el Santo Padre.
Para impedir esto, vendré a pedir la consagración de Rusia a mi
Inmaculado Corazón y la Comunión reparadora de los cinco primeros
sábados del mes.
Si se escuchan mis pedidos, Rusia se convertirá y habrá paz. Si no, ella
expandirá sus errores a través del mundo, provocando guerras y
persecuciones contra la Iglesia. Los buenos serán martirizados, el Santo
Padre tendrá mucho que sufrir, numerosas naciones serán aniquiladas.
Al final mi Corazón Inmaculado TRIUNFARÁ. El Santo Padre me consagrará
Rusia que se convertirá y será dado al mundo un cierto tiempo de paz».
Parte III:
Las palabras de Nuestra Señora

Publicadas en la IV Memoria (8-12-1941)

«En Portugal se conservará siempre el dogma de


la fe, etc. Esto no lo digáis a nadie. A Francisco sí
podéis decírselo».

• Esta declaración, seguida del ‘etc.’, da a entender


que las palabras de Nuestra Señora continúan,
pero no podían revelarse por el momento.
• La referencia a Francisco nos recuerda que dicho
pastorcito sólo veía a la Sma. Virgen, pero no la
oía, ni menos le hablaba; Jacinta veía y oía; Lucía
era la única que hablaba con la Virgen y le
respondía.
Lucía, interlocutora de la Virgen ...y
depositaria del secreto

• En 1943 la vidente sufrió una pleuresía grave, entonces su obispo


diocesano, Mons. da Silva le pidió por escrito la redacción de la parte
faltante. Después de tres meses de lucha interior y de verdadera agonía
lo hizo, terminándola el 9-1-1944; el 17 de junio de 1944 se la entregó al
obispo en sobre sellado y le solicitó guardarla mientras viviera y remitirla
después al Patriarcado de Lisboa, con la aclaración de que podía leerla, y
difundirla si lo deseaba.
• Sor Lucía actuaba sólo como depositaria del secreto; la difusión le
compete a la jerarquía eclesiástica, lo que ella reclamó reiteradas veces
desde 1946, poniendo dos fechas topes: el año 1960 o su muerte, si
ocurriese primero. Si el obispo se moría debía entregarse al Cardenal
Patriarca.
• No ocurrieron ninguna de las tres cosas y en 1957 el Santo Oficio
reclamó a la curia de Leiría los escritos de sor Lucía incluyendo el sobre
con el secreto, los que en marzo de ese año llegaron a Roma, sin pasar
por las manos del primado de Portugal, y alegándose motivos de
seguridad no muy convincentes.
• Antes de entregarlo, el obispo auxiliar Mons. Venancio observó el sobre
a trasluz, dentro del sobre mayor del obispo, y en un único papel
doblado al medio contó entre 20 y 25 líneas.
Pío XII y el Tercer Secreto
• Pío XII lo guardó en un cofre sellado que podía verse en
su escritorio, de donde desapareció a su muerte; parece
que no lo abrió y se fue de este mundo el 9-X- 1958
ignorando su contenido; algunos sostienen que iba a
hacerlo en 1960…
• Sin embargo, cuando era todavía el Cardenal Pacelli,
Secretario de Estado de Pío XI, hizo esta sorprendente
declaración sobre el Mensaje de Fátima:
• «Me preocupan los mensajes de la Santísima Virgen a la
pequeña Lucía de Fátima. Esa persistencia de María sobre
los peligros que amenazan a la Iglesia es un aviso del
Cielo contra el suicidio que significa alterar la Fe, en Su
liturgia, en Su teología y en Su alma (…) Oigo a mi
alrededor innovadores que desean desmantelar el
Santuario, apagar la llama universal de la Iglesia, rechazar
Sus ornamentos y hacer que sienta remordimientos por Su
pasado histórico».
La entrevista del P. Schweigl

El 2-9-1952, el P. Joseph Schweigl, S.J., por


orden de Pío XII interrogó a sor Lucía.
Aunque el Santo Oficio no autorizó la
divulgación de la entrevista, el jesuita del
Russicum declaró al P. Cyrille Karel Kosina:
“Puedo decir que el tercer secreto tiene dos
partes: una concierne al Papa. La otra
lógicamente –no debo decir nada de ella-
debería ser la continuación de las palabras
‘En Portugal se conservará siempre el
dogma de la fe’”
Las declaraciones al P.
Agustín Fuentes

• El 26-12-1957 el P. Agustín Fuentes, vice postulador de la


causa de beatificación de Jacinta y Francisco la entrevistó en
Coímbra.
• Las "Declaraciones de Sor Lucía al Padre Agustín Fuentes"
fueron publicadas con Imprimatur del Arzobispo de Santa
Cruz, Méjico, reconocidas por S. S. Pío XII, y reproducidas
con licencia eclesiástica en la revista Fátima Findlings de
Junio de 1959, y en el Messaggero dell Cuore di Maria de
Septiembre de 1961.
• A pesar de una censura posterior de la Curia de Leiría a una
pretendida versión de la revista A Voz, las declaró
“auténticas y verídicas” el P. Joaquín María Alonso, CMF,
archivero oficial de Fátima, de acuerdo a los documentos de
la conferencia del P. Fuentes del 22 de mayo de 1958 en
Méjico. Y sobre estos no se pronunció la Curia ni sor Lucia.
De libro La verdad sobre el Secreto de Fátima…, del P.
Joaquín Alonso tomamos los extractos citados:
• «Padre, la Santísima Virgen está muy triste, porque nadie
hace caso a su Mensaje, ni los buenos ni los malos. Los
buenos, porque prosiguen su camino de bondad; pero sin
hacer caso a este mensaje.
• Los malos, porque no viendo el castigo de Dios, actualmente
sobre ellos, a causa de sus pecados, prosiguen también su
camino de maldad, sin hacer caso a este Mensaje. Pero,
créame Padre, Dios va a castigar al mundo y lo va a castigar
de una manera tremenda. 
• El castigo del cielo es inminente. ¿Qué falta, Padre, para
1960; y qué sucederá entonces? Será una cosa muy triste
para todos; y no una cosa alegre si antes el mundo no hace
oración y penitencia. No puedo detallar más, ya que es aún
secreto que, por voluntad de la Santísima Virgen, solamente
pudieran saberlo tanto el Santo Padre como el señor Obispo
de Fátima.» 
• «Ambos no han querido saberlo para no influenciarse. Es la
tercera parte del Mensaje de Nuestra Señora, que aún
permanece secreto hasta esa fecha de 1960. Dígales, Padre,
que la Santísima Virgen, repetidas veces, tanto a mis primos
Francisco y Jacinta, como a mí, nos dijo, que muchas
naciones de la tierra desaparecerán sobre la faz de la
misma, que Rusia sería el instrumento del castigo del Cielo
para todo el mundo, si antes no alcanzábamos la conversión
de esa pobrecita Nación (...)»
• «Padre, el demonio está librando una batalla decisiva
contra la Virgen; y como sabe qué es lo que más ofende a
Dios y lo que, en menos tiempo, le hará ganar mayor
número de almas, está tratando de ganar a las almas
consagradas a Dios, ya que de esta manera también deja el
campo de las almas desamparado, y más fácilmente se
apodera de ellas.» 
• «Dígales también, Padre, que mis primos Francisco y Jacinta
se sacrificaron porque vieron siempre a la Santísima Virgen
muy triste en todas sus apariciones. Nunca se sonrió con
nosotros, y esa tristeza y angustia que notábamos en la
Santísima Virgen, a causa de las ofensas a Dios y de los
castigos que amenazaban a los pecadores, nos llegaban al
alma; y no sabíamos qué idear para encontrar en nuestra
imaginación infantil medios para hacer oración y sacrificio
(...).
• Lo segundo que santificó a los niños fue la visión del infierno
(...). Por esto, Padre, no es mi misión indicarle al mundo los
castigos materiales que ciertamente vendrán sobre la
tierra si el mundo antes no hace oración y penitencia. No.
Mi misión es indicarles a todos el inminente peligro en que
estamos de perder para siempre nuestra alma si seguimos
aferrados al pecado.»
• «Padre —me decía Sor Lucía—, no
esperemos que venga de Roma una
llamada a la penitencia, de parte del
Santo Padre, para todo el mundo; ni
esperemos tampoco que venga de
parte de los señores Obispos cada uno
en su diócesis; ni siquiera tampoco de
parte de las Congregaciones Religiosas.
No; ya Nuestro Señor usó muchas veces
estos medios, y el mundo no le ha hecho
caso.
• Por eso, ahora que cada uno de nosotros
comience por sí mismo su reforma
espiritual; que tiene que salvar no sólo
su alma, sino salvar a todas las almas
que Dios ha puesto en su camino...
• «Padre, la Santísima Virgen no me dijo que nos encontramos en
los ULTIMOS TIEMPOS del mundo, pero me lo dio a entender por
tres motivos:
• El primero, porque me dijo que el demonio está librando una
batalla decisiva con la Virgen y una batalla decisiva, es una
batalla final en donde se va a saber de qué partido es la victoria,
de qué partido es la derrota. Así que ahora, o somos de Dios, o
somos del demonio; no hay término medio.
• Lo segundo, porque me dijo, tanto a mis primos como a mí, que
dos eran los últimos remedios que Dios daba al mundo; el Santo
Rosario y la devoción al Inmaculado Corazón de María. Y, al ser los
últimos remedios, quiere decir que son los últimos, que ya no va a
haber otros.
• Y tercero, porque siempre en los planes de la Divina Providencia,
cuando Dios va a castigar al mundo, agota antes todos los demás
medios; y cuando ha visto que el mundo no le ha hecho caso a
ninguno de ellos, entonces, como si dijéramos a nuestro modo
imperfecto de hablar, nos presenta con cierto temor el último
medio de salvación, su Santísima Madre.
• Si despreciamos y rechazamos este último medio, ya no tendremos
perdón del cielo; porque hemos cometido un pecado, que en el
Evangelio suele llamarse pecado contra el Espíritu Santo; que
consiste en rechazar abiertamente, con todo conocimiento y
voluntad, la salvación que se presenta en las manos».
• «Dos son los medios para salvar al mundo, me decía Sor
Lucía de Jesús: la oración y el sacrificio (...) Y luego, el
Santo Rosario. Mire Padre, la Santísima Virgen, en estos
ULTIMOS TIEMPOS en que estamos viviendo, ha dado
una nueva eficacia al rezo del Santo Rosario. De tal
manera que ahora no hay problema, por más difícil que
sea, sea temporal o sobre todo espiritual, que se refiera a
la vida personal de cada uno de nosotros; o a la vida de
nuestras familias, sean familias del mundo o
Comunidades Religiosas; o la vida de los pueblos y
naciones. No hay problema, repito, por más difícil que
sea, que no podamos resolver ahora con el rezo del
Santo Rosario.
• Con el Santo Rosario nos salvaremos, nos santificaremos,
consolaremos a Nuestro Señor y obtendremos la salvación
de muchas almas. Y luego, la devoción al Corazón
Inmaculado de María, Santísima Madre, poniéndonosla
como sede de la clemencia, de la bondad y el perdón; y
como puerta segura para entrar al cielo. Esta es la
primera parte del Mensaje referente a Nuestra Señora de
Fátima; y la segunda parte, que, aunque es más breve, no
es menos importante, se refiere al Santo Padre.»
Silencio carmelitano

• Sor Lucía no ha hecho otra cosa que confirmar que


detrás de aquel famoso “etc”, se encuentra una profecía
celestial sobre la apostasía en el interior de la Iglesia, lo
cual no le hace olvidar de los “castigos materiales que
ciertamente vendrán sobre la tierra si el mundo antes
no hace oración y penitencia”.
• Inmediatamente después de la publicación de la
entrevista concedida al Padre Fuentes, el
Vaticano impuso silencio a Sor Lucía y prohibió a Mons.
Venancio, sucesor de Mons. da Silva, hablar sobre el
tema. Nada ya de entrevistas ni de visitas a no ser
aprobadas previamente por Roma. Así, ni sor Lucía ni la
jerarquía portuguesa, depositaria inicial del
controvertido texto han sido autorizados a revelar la
parte oculta, pese a que Paulo VI abrogó los cánones
1399 y 2318 del Código de Derecho Canónico que
prohibían propagar revelaciones privadas, etc. sin
autorización eclesiástica.
El P. Joaquín Alonso

• En su carácter de archivista oficial de Fátima, el ya mencionado P. Joaquín


Alonso, claretiano, tuvo acceso a Sor Lucía y a sus escritos, y la entrevistó
 muchas veces para redactar los 24 tomos de sus Textos y Estudios Críticos
sobre Fátima, con 5396 documentos originales, compuesta por encargo
de Mons. Venancio, y cuya publicación fue impedida en 1975 por el
Provincial de los Claretianos.
• En su opinión, el secreto no trata del fin del mundo, ya que habla del
triunfo del Corazón Inmaculado y de un tiempo de paz, ni tampoco de
una supuesta guerra atómica, negada tanto por Lucía como por Mons. do
Amaral, obispo de Leiría.
• Si en Portugal se conservará siempre los dogmas de fe…, se deduce con
toda claridad que en otras partes de la Iglesia esos dogmas, o se van a
oscurecer, o hasta se van a perder. Sería pues del todo probable que en
ese período “intermedio” (después de 1960 y antes del triunfo del
Inmaculado Corazón de María), haya luchas intestinas en el seno de la
misma Iglesia y graves negligencias pastorales de altos jerarcas” (…) tal
vez se insinúen las deficiencias mismas de la alta Jerarquía de la Iglesia”
(Alonso, VSF, pp. 73-76, cit. en WTAF, vol III, pp. 687, 704)
“¡Pobrecito el Santo Padre! ”
El P. Alonso sostiene que dada la unidad del texto, el Santo Padre debería ser
mencionado en esta última parte, en especial, porque en una carta sor Lucía
escribe: ”Grandes días de aflicción y tormento le esperan todavía”; a esto se
suman las dos visiones de Jacinta incluidas en la III Memoria:
«No sé como fue, yo vi al Santo Padre en una casa muy gran­de, de rodillas,
delante de una mesa, con las manos en la cara, llorando. Fuera de la casa
había mucha gente, unos le tiraban pie­dras, otros le maldecían y le decían
muchas palabras feas. ¡Pobrecito el Santo Padre! Tenemos que pedir mucho
por él.
En otra ocasión fuimos a "Lapa do Cabezo« (…) Pa­sado un tiempo, Jacinta se
levanta y me llama:
 - ¿No ves tantas carreteras, tantos caminos y campos llenos de gente, que
llora de hambre y no tienen nada para comer? ¿y al Santo Padre, en una
Iglesia, delante del Inmaculado Corazón de María, rezando? ¿Y a mucha
gente rezando con él?
 Pasados unos días, me preguntó:
 - ¿Puedo decir, que vi al Santo Padre y a toda aquella gente?
 - No. ¿No ves que eso hace parte del Secreto?»
El Cardenal Ottaviani
• Según el Canónigo Galamba, Sor Lucía dio una valiosa indicación al insistir que el
Obispo de Fátima prometiese que el sobre que contenía el secreto que ella
mencionó como “una carta” (…) “sería abierto definitivamente y leído al mundo
a su muerte o en 1960, lo que primero aconteciera”. Al Canónigo Barthas, que
en octubre, 1946 le preguntó el por qué de esa fecha, le respondió que : “Porque
la Santísima Virgen así lo desea” 
• Sor Lucía explicó al Cardenal Ottaviani, entonces Prefecto del Santo Oficio, el
significado de esa fecha, durante el interrogatorio de 1955. Como reveló a la
revista Life: “El Mensaje debía ser abierto no antes de 1960. Pregunté a Lucía
“¿Por qué?” – el porqué de aquella fecha –. Y ella me respondió “Porque
entonces aparecerá ‘mais claro’”.
• Él fue quien se pronunció sobre la ortodoxia. También tenía la jurisdicción sobre
la aprobación o desaprobación finales de las apariciones. Fue él quien afirmó en
un discurso que dio en 1967 en el Antonianum que el Tercer Secreto de Fátima
está escrito en una sola hoja de papel.
• Afirmó también que el Tercer Secreto no era revelado para “evitar que alguna
cosa muy delicada, no destinada al público, cayese por cualquier motivo,
aunque fuere fortuito, en manos extrañas” (Documentation Catholique, 19-03-
1967, Col. 543) 
1960...

• El 9 de Octubre 1958 muere Pío XII sin haber leído el tercer secreto. El 13 de Septiembre de 1959 el Card.
Mimmi consagra solemnemente a Italia al Corazón Inmaculado de María; el Santo Padre envía un mensaje a
los Obispos de la península, pero no se asocia expresamente al acto, ni menciona a Fátima, ni cita a su tercer
secreto, leído semanas antes. 1960 se aguardó con gran expectativa, pero Juan XXIII no hizo ningún anuncio.
• Recién en 1967 se supo por declaraciones del Cardenal Ottaviani, que estuvo al tanto del contenido del
secreto, y de Mons. Capovilla, secretario privado de Juan XXIII, que éste lo leyó ante su confesor, Mons.
Cavagna y su traductor del portugués, Mons. Tavares; su secretario dijo que comentó que «no concernía a su
pontificado».
• Extraoficialmente un cable de la agencia Portuguesa A.N.I. del 8-II-1960, proveniente de Roma pero sin citar
ninguna autoridad, daba a entender que la Santa Sede no pensaba realizar su divulgación por los siguientes
motivos:
– 1) Porque Sor Lucía estaba todavía con vida.
– 2) Porque el Vaticano ya tenia conocimiento del contenido del tercer secreto.
– 3) Porque siendo la aparición de Fátima reconocida por la Iglesia ella no deseaba asumir la responsabilidad de garantizar
como verdadero el mensaje que la Virgen habría revelado a los tres Pastorcitos!! "
Fátima, “politicamente incorrecta”
• En junio del mismo año en la Civiltà Cattolica, el P. G. Caprile, S.J.,
publicó un artículo denostando la «ansiedad morbosa» de los fieles
y señalando que nunca se prometió publicar dicho texto. Además
añadía que el mensaje disgustaba a la jerarquía por su
anticomunismo y acusaba a Sor Lucía por su «interpretación
politizada» del texto.
• Poco después, otro jesuita, el P. E. Dhanis, S.J., uno de los
redactores del Catecismo Holandés, pergeñaría la tesis de que una
cosa es la aparición y otra lo que dice sor Lucía que la Ssma. Virgen
dice, como si la vidente subjetivamente fabulase… Dice que la visión
del infierno es “exageradamente medieval e inexplicable en el siglo
XX” (sic) y la profecía de la II guerra con “el imposible remedio
propuesto, pedido impolítico y antiecuménico” (aunque su tesis fue
discutida y refutada por miembros de su misma Orden, los P.P.
Fonseca y Gonçalvez, estos criterios todavía persisten).
• Contra estos y otros clérigos «demitificadores» Juan Pablo II no sólo
declararía que el mensaje es «comparable a la Sagrada Escritura»,
sino que beatificaría a los videntes, con su entorno de religiosidad
popular, anticomunismo militante, predilección divina por un pueblo
de duros conquistadores, profecías apocalípticas, infierno, ayunos,
Rosario, devoción mariana, todo lo cual eriza los cabellos de los
«teólogos adultos y abiertos a la moda posconciliar» (Messori, V.
Wojtyla “il sovversivo”. Corriere della Sera, 12-5-2000).
La Iglesia del Silencio
• De los 100 millones de muertos que ha
traído consigo el comunismo desde que
triunfó la revolución soviética en 1917,
una gran parte de ellos corresponde a
ciudadanos de los países del Este de
Europa, que se vieron atrapados tras el
Telón de acero en 1945. 

La apisonadora comunista invadió


multitud de países y envenenó la
sociedad y la política, pero ante su
avance fueron muchos los que se
negaron a que también su conciencia
fuera sepultada bajo la ideología. Entre
ellos, muchos cristianos y católicos,
fieles laicos y pastores, que pagaron su
fidelidad a la fe en Cristo con cárcel,
torturas, deportaciones, y hasta con su
propia vida.
Una de las víctimas más célebres de los gobiernos comunistas, fue el
glorioso Cardenal Josef Mindszenty, Arzobispo de Esztergom. Su heroísmo y
santidad fueron públicamente puestos como ejemplo para la Iglesia universal por el
Papa Pío XII y se convirtió en el modelo de la resistencia católica al comunismo
soviético en Europa del Este. El cardenal  se enfrentó con los invasores nazis,
primero, y con el régimen comunista, después. 
El 26 de diciembre de 1948, le detuvieron. Nada más llegar a la cárcel, le quitaron
el traje talar, le desnudaron y le dieron un traje a rayas, mientras le decían entre
risas: ¡Eh, perro, hemos estado esperando esto desde hace mucho tiempo! 
Se negó a firmar una declaración que le autoinculpaba, y los guardias le
desnudaron y comenzaron a golpearle con porras hasta que perdió el
conocimiento. Mientras le pegaban, el cardenal rezaba los salmos: ¡Señor, que me
acosan, sal fiador por mí! Torturado y condenado por el Gobierno comunista
húngaro a trabajos forzados por resistir, en 1956, durante la revolución contra el
régimen comunista, fue liberado y se refugió en la embajada de Estados Unidos en
Budapest hasta 1971.  Fue trasladado a Roma por orden de Paulo VI (con el
consentimiento del gobierno y EEUU) y ahí depuesto de su sede episcopal.
• En muchos países, decretaron por ley la desaparición de la Iglesia católica, y
coaccionaron a obispos y sacerdotes para que se pasasen a la Iglesia
ortodoxa, más manejable para ellos.
• el beato cardenal Alojzije Stepinac, arzobispo de la capital croata, a quien Pío
XII definió como «el prelado más grande de la Iglesia católica». Fue detenido
el 18 de septiembre de 1946, y fue condenado a 16 años de trabajos
forzados. El caso suscitó de protestas as internacionales y Tito le ofreció la
posibilidad de dejar la prisión a cambio de abandonar el país, pero el cardenal
se negó.
•  el cardenal Slipyj, de Ucrania, fue arrestado el 12 de abril de 1945; tras el
juicio, celebrado esa misma noche, fue condenado a ocho años de trabajos
forzosos y deportado al gulag de Maryjinsk, a la altura del círculo polar
ártico, en donde celebró numerosos bautizos. Por su actividad pastoral en
prisión fue condenado nuevamente, esta vez por tiempo indefinido.
• En Rumanía, el régimen emitió un decreto en el que extinguía la Iglesia
católica. Numerosos sacerdotes fueron arrestados, entre ellos el cardenal
Iuliu Hossu, que pasó dieciséis años encarcelado. Cuando le ofrecieron
abandonar el país y marcharse al exilio, respondió: «Yo me quedo aquí, en mi
país, para compartir el destino de mis hermanos, de mis sacerdotes y de mis
fieles. No les puedo abandonar». 
• El cardenal Alexandru Todea fue consagrado clandestinamente en 1950, y
sólo un año después fue arrestado y condenado a prisión. Compartió una
celda con cinco obispos y otros ocho sacerdotes, y le nombraron jefe de la
brigada de limpieza del baño.
El acuerdo del silencio

Pacto de Metz: En agosto de 1962, en Metz, el cardenal Tisserant,


siguiendo órdenes de Juan XXIII, llevo a cabo un pacto entre la Santa Sede
y el patriarca ortodoxo Nikodim, enviado por el politburó soviético. La
Iglesia se comprometía a que en el Concilio no habría ninguna condena
al comunismo y al marxismo, a cambio de que los rusos enviaran dos
representantes al Concilio.
Dom Manoel Pestana Filho: “Dentro del Concilio Vaticano II, no en las
reuniones, se hicieron muchos acuerdos con los representantes de Rusia
para que no se hablase del comunismo, no se hablase de Rusia. Mas eso
es lo contrario del mensaje de Fátima. El centro del mensaje [...] era Rusia,
de la cual vendrán grandes males para la Iglesia y para el mundo. Pero
hicieron un acuerdo. Ah sí! Porque había obispos ortodoxos [para
participar del Concilio]. Y sabemos hoy que muchos obispos no sólo en
Rusia, sino también en Polonia y otros lugares, para no tener obstáculos
de parte del gobierno comunista, Hacían la vista gorda a ciertas cosas...”
(7 mayo de 2010, en Roma)
La Iglesia en silencio
Pablo VI
• Pablo VI leyó el secreto con Mons. Dell'Acqua, el 27 de marzo
de 1965 y lo devolvió al Santo Oficio sin publicar el texto,
aunque envió la Rosa de Oro al santuario. El 13 de mayo de
1967, durante su peregrinación a Fátima, Pablo VI presentó su
encíclica Signum Magnum. La frase de apertura relaciona las
apariciones de la Virgen con el capítulo 12 del Apocalipsis: “El
gran portento que el Apóstol San Juan vio en el cielo, ‘una
Mujer vestida de sol’, no sin fundamento la sagrada Liturgia
interpreta como referido a la Santísima Virgen María, Madre
de todos los hombres por la gracia de Cristo Redentor.”
• Y no es mera coincidencia que Pablo VI haya aprovechado su homilía en Fátima para lamentarse por las
amargas perspectivas de la “renovación” posconciliar: “Qué daño sería si una interpretación arbitraria y no
autorizada del Magisterio de la Iglesia hiciese de esta renovación una desintegración inquietante de su
estructura y constitución tradicionales…”
• Un año después dirá: «La Iglesia se encuentra en una hora inquieta de autocrítica o, mejor dicho, de
autodemolición. Es como una inversión aguda y compleja que nadie se habría esperado después del Concilio.
La Iglesia está prácticamente golpeándose a sí misma» (Discurso al Seminario Lombardo 7/12/1968)
• Y cuatro años más tarde insistirá: «Por alguna rendija se ha introducido el humo de Satanás en el templo
de Dios…También en la Iglesia reina ese estado de incertidumbre. Se creyó que después del Concilio vendría
una jornada de sol para la Iglesia. Ha llegado, sin embargo, una jornada de nubes, de tempestad, de
oscuridad» (Discurso del el 30/06/1972)
La desorientación
diabólica Cuando a Sor Lucía le preguntaban por el Tercer Secreto,
respondía sencillamente:
«Está en el Evangelio y en el Apocalipsis. ¡Leedlos!” (…) ¡Es la
desorientación diabólica que invade el mundo y engaña a las
almas! … Es que el Demonio ha conseguido infiltrar el mal,
con capa de virtud, y andan ciegos guiando a otros ciegos … ¡Y
lo peor es que ha conseguido burlar y engañar almas que, por
las posiciones que ocupan, tienen una gran responsabilidad!
(…) yo me ofrezco en sacrificio por todos los Sacerdotes y por
todas las Almas consagradas, especialmente por aquellos que
son más desviados y engañados».
El 13 de Abril 1971 le escribe a su sobrino, el P. José dos Santos
Valinho:
«Veo en su carta que esta preocupado por la desorientación de
nuestros días. Es triste en efecto que tantas personas se
dejen dominar por la onda diabólica que cubre hoy al mundo
entero, y que los ciega a tal punto que no son capaces de ver
el error. La mayor culpa es haberse alejado de Dios que dice
"sin Mi nada podéis hacer" (…) además en materia religiosa el
pueblo es ignorante y se deja arrastrar donde lo llevan. Por
este motivo, grande es la responsabilidad de aquel a quien se
ha encargado de guiar a la grey».
Karol Wojtyla

• A su vez, el Cardenal Karol Wojtyla, declaró ante el Congreso Eucarístico


de Pennsylvania, en 1977: «Estamos ante la contienda final entre la
Iglesia y la anti-iglesia, el Evangelio y el anti-evangelio».
• Esas palabras hacen eco a la «versión diplomática del Tercer Secreto»
que, según el periódico alemán Neues Europa, el Papa Juan XXIII hizo
circular a varios jefes de estado con motivo de la crisis de los misiles:
«Habrá cardenales contra cardenales, obispos contra obispos. Satanás
marchará en medio de ellos y en Roma habrá grandes cambios».
Juan Pablo I quería consagrar Rusia

• Juan Pablo I en 1977, antes de su elección,


peregrinó a Fátima y habló largamente con
Lucía: «Tengo que regresar a Fátima; quiero
hablar con la Virgen (…) Sor Lucía me ha
dejado un grave pensamiento en el corazón.
Ahora no podré olvidar más Fátima»
• Don Germano Pattaro narra que el Papa le
habló de su coloquio con sor Lucía: "Un
hecho que me ha turbado por un año entero -
me dijo -. Me ha quitado la paz y la
tranquilidad espiritual (…) Ahora la previsión
de sor Lucía se ha cumplido. Estoy aquí, soy el
Papa (...) Si tendré vida, volveré a Fátima
para consagrar al mundo y, particularmente,
a los pueblos de Rusia, a la Virgen, según las
indicaciones por Ella dadas a sor Lucía".
Juan Pablo II en Fulda
• De Juan Pablo II se sabe que lo leyó antes de su viaje a Fátima en 1982.
• En 1980, durante un encuentro con intelectuales católicos en Fulda, Alemania, se le preguntó:
“¿Y el Tercer Secreto de Fátima? ¿No debía ser publicado en 1960?”, el Papa respondió: «Dada la
gravedad del contenido, para no animar el poder mundial del Comunismo a cumplir
ciertas mociones, mis predecesores en el cargo de Pedro han preferido diplomáticamente
suspender su publicación. Por otra parte a todos los cristianos puede ser suficiente saber esto: Si
hay un mensaje en el que está escrito que los océanos inundarán partes enteras de la tierra, que
millones de hombres perecerán de un momento a otro, la publicación de este mensaje deja de
ser algo que sea muy deseado…
• Debemos prepararnos para sufrir grandes pruebas en un futuro próximo, que serán tales
que exigirán de nosotros la disposición de ofrecer aún la vida, y una dedicación total a Cristo y
por Cristo… Con vuestra oración y la mía es posible mitigar esta tribulación, pero no es posible
alejarla, porque sólo así la Iglesia podrá ser efectivamente renovada. ¡Cuántas veces de la
sangre ha despuntado la renovación de la Iglesia! No será de otro modo esta vez. Tenemos que
ser fuertes, prepararnos, confiar
La referencia a losen Cristo
océanos y en su
muestra queMadre
el Papa Santísima,
no y ser muy, muy asiduos a la
oración del Rosario».
solo había leído el texto del secreto con las palabras de
la Virgen, sino también la visión que Lucía tuvo el 3 de
enero de 1944 sobre la llama que toca el eje terrestre,
la cual no debe confundirse con el secreto revelado el
13 de julio de 1917 y cuya tercera parte recién pudo
escribir ese mismo 3 de enero de 1944. La visión sería
publicada solo en 2013 por el Carmelo de Coimbra.
Las consagraciones de Juan
Pablo II

• Luego del atentado del 13 de mayo de 1981, y de haber


leído la Tercera Parte del Secreto, el Papa pensó en la
consagración del mundo al Corazón Inmaculado de María
y compuso una oración para el «Acto de consagración»,
que se celebraría el 7 de junio de 1981. Estando ausente
por fuerza mayor, se transmitió su alocución grabada.
• Pero el Santo Padre quiso explicitar durante el Año Santo
de la Redención el acto del 7 de junio de 1981, repetido en
Fátima el 13 de mayo de 1982. Al recordar el fiat
pronunciado por María en el momento de la Anunciación,
en la plaza de San Pedro el 25 de marzo de 1984, en unión
espiritual con todos los Obispos del mundo,
precedentemente «convocados», el Papa consagró a todos
los hombres y pueblos al Corazón Inmaculado de María.
· El 15 de Julio, 1946, William Thomas Walsh entrevistó a Sor Lucía:
'Lo que Nuestra Señora quiere es que el Papa y todos los obispos del mundo consagren Rusia a Su
Inmaculado Corazón en un día especial. Si esto se hace, Ella convertirá Rusia y habrá paz. Si no se hace, los
errores de Rusia se dispersarán a todos los países del mundo" (p. 221)
· La Virgen María se le apareció a Sor Lucía en Mayo 1952 y dijo "… Hazle saber al Santo Padre que Yo
siempre estoy esperando la Consagración de Rusia a Mi Inmaculado Corazón. Sin la Consagración, Rusia
no se podrá convertir y tampoco tendrá paz el mundo"
El 21 de Marzo, 1982, a Sor Lucía, ante los testigos Dr. Lacerda y el Obispo de Fátima se le pidió formalmente
que le explicara al Nuncio de Lisboa, el Arzobispo Portalupi, lo que Nuestra Señora quería del Papa. Ella
explicó que el Papa tiene que escoger una fecha, ordenar a los obispos del mundo entero, que cada uno en
su catedral, y al mismo tiempo que el Papa, haga una ceremonia solemne y pública de reparación y
consagración de Rusia, a los Sagrados Corazones de Jesús y de María. El19 de Marzo de 1983, al pedido del
Santo Padre, Sor Lucía se reúne otra vez con el Nuncio papal, el Dr. Lacerda y con el Padre Messias Coelho.
Durante esta reunión Sor Lucía confirma que la Consagración de Rusia no fue hecha porque Rusia fue
claramente como el objeto de la consagración y los obispos del mundo no participaron. El texto preparado
para el Nuncio terminaba así: «La Consagración de Rusia no se ha hecho como Nuestra Señora ha pedido.
No se me permitió hacer esta declaración porque no tenía el permiso de la Santa Sede».
El 12 de Mayo de 1982, el día antes de
la consagración, L'Osservatore Romano
publicó una entrevista a Sor Lucía del P.
Umberto Maria Pasquale, salesiano,
durante la cual ella le dijo:
"… ¡No, Padre Umberto! ¡Nunca! En
Cova da Iria en 1917 Nuestra Señora
había prometido: Yo vendré a pedir la
Consagración de Rusia… En 1929, en
Tuy, como Ella había prometido,
Nuestra Señora vino a decirme que el
momento había llegado para pedirle
al Santo Padre (que hiciese) la
Consagración de ese país [Rusia]…"
J+M
Reverendo Señor P. Umberto: 
Respondiendo a su pregunta
aclaro:
Nuestra Señora, en Fátima,
en Su petición, solo se refirió
a la Consagración de Rusia.
En la carta que escribí al
Santo Padre Pio XII –por
indicación del confesor– pedí
la consagración del mundo
con mención explícita de
Rusia.
Suya devotamente y en unión
de oraciones.
Coímbra 13 IV-1980
Hermana Lucía
La consagración esperada
• Mons. Paul Jozef Cordes, vicepresidente del
Pontificio Consejo para Laicos, contó en
entrevista publicada por 30 Giorni en marzo de
1990 que el papa pensaba nombrar a Rusia en
1984 pero fue desaconsejado por sus
colaboradores, que veían la mención como
una provocación a los soviéticos; por eso de
su mano el Papa añadió al texto: “¡Madre de
la Iglesia, ilumina especialmente a los pueblos
de los que Tú esperas nuestra consagración!”
• Los PP. Gruner y Kramer, así como el P. Gabriel
Amorth, sostienen que con esto Juan Pablo II
reconocía que N. Señora aún debía esperar
que el Papa le consagre dichos pueblos, los de
Rusia! Esto no significa que el acto no haya
sido aceptado por el cielo, pero las palabras
papales indican que la consagración aún no ha
sido realizada según los requerimientos
divinos.
• Preguntada sobre la consagración de 1984, en la revista “Sol de
Fátima” de Septiembre de 1985, Sor Lucía afirmó que la
Consagración de Rusia todavía NO había sido realizada porque ese
país no había sido el objeto claro de la consagración, sino el mundo.
• En 1986 María do Fetal, prima de Sor Lucía, dijo públicamente que
ésta le había dicho que la Consagración de Rusia aún no había sido
hecha.
• El 20 de Julio de 1987, obligada por la ley portuguesa dejó su
claustro para ir a votar. Al salir del auto el periodista argentino
Enrique Romero le preguntó acerca de la consagración de Rusia. Ella
le confirmó que no había sido hecha y que a menos que hubiera una
giro espiritual enfatizando oración y sacrificio, cada nación caería
bajo la dictadura Comunista.
• En Julio 1989 ante tres testigos, el P. Messias Coelho, experto de
Fátima, revela que Sor Lucía acaba de recibir una instrucción
anónima de la burocracia vaticana, según la cual ella y sus
compañeras quedan obligadas a decir que la Consagración de Rusia
fue realizada válidamente en la ceremonia del 25 de marzo de 1984.
• Ese mismo mes fue reemplazado el Nuncio Papal en Portugal y
comenzó abiertamente el proceso de transmutar la “Consagración
de Rusia” en “Consagración del mundo.” Poco después María do
Fetal contradijo súbitamente sus declaraciones anteriores y pasó a
decir que la Consagración de 1984 fue válida.
• Aunque Sor Lucia permaneció en su obligado silencio sin hacer declaraciones públicas sin permiso del Vaticano,
aparecieron entre agosto y noviembre de 1989 notas y cartas escritas con PC y a máquina, supuestamente
firmadas por ella, diciendo que “la Consagración de Rusia al Inmaculado Corazón ya ha sido realizada.” Sor
Lucía no obstante nunca escribió a máquina, siempre a mano. Y nunca se expresó públicamente al respecto de
tales cartas.
• El 11 de octubre 1990 Carolina, hermana de sangre de Sor Lucía, dijo a un sacerdote en Fátima: «No puede
uno fiarse de ‘cartas de Sor Lucía’ escritas a máquina, porque ella ni siquiera sabe escribir a máquina.»
• El 22 de octubre 1990 un prestigioso experto forense, indica en un peritaje, que la presunta firma de Sor Lucía,
en una de esas cartas escrita en P.C., es una falsificación. El 12 de octubre de 1992, en el Centro Pablo VI de
Fátima, Frère François de Marie des Anges acusó a Mons. Luciano Guerra de haber falsificado principalmente la
del 21 de noviembre de 1989:
–Señor Rector, podría jurar sobre el Evangelio que no fue ud. quien escribió las cartas apócrifas de Sor Lucía?
–No, no quiero. No puedo hacerlo en estas condiciones...
–La crítica interna de las cartas muestra que son falsificadas.
–No voy a discutir con ud. You have no heart ...you have no heart.
• No obstante, extractos de esas cartas fueron publicados por una revista católica italiana en marzo de 1990, y se
difunden como “prueba” de que la Consagración ya fue realizada.
¿Lucía contra Lucía?

• Sin embargo, en su Presentación al texto publicado en el 2000, Mons. Bertone,


sostiene que tal acto se realizó el 25 de marzo de 1984 “como quería Nuestra
Señora”, y entonces “todas las peticiones ulteriores carecen de fundamento”. Y
aunque la Sma. Virgen pidió la consagración de Rusia y no el mundo, lo que la
vidente había ratificado hasta el cansancio desestimando por eso la consagración de
Pío XII en 1942, el Cardenal afirma que sor Lucía le habría dado su aprobación en
una presunta carta del 08-11-1989, de la que no se sabe el destinatario, ni el destino,
ni el depositario y de la que no se agrega ni una fotocopia.
• Se pregunta Socci cómo fundar un pronunciamiento tan importante en una carta tan
discutida, que desestima las declaraciones en contrario tantas veces reiteradas por
la vidente, cuando además el mismo prelado la interrogó personalmente en Coímbra
el 27-04-2000 durante varias horas sin conseguirle arrancar nada semejante.
En 1985, el Cardenal Gagnon, en entrevista
con el Padre Caillon, reconoce que la
Consagración de Rusia todavía no se ha
realizado. En 1988 atacaría al sacerdote sin
negar la veracidad del relato y del encuentro,
pero afirmando que “no era destinado para la
publicación”.
El 25 de octubre 1987, en una audiencia con
una docena de líderes católicos, el Cardenal
Mayer reconoció públicamente que la
Consagración de Rusia no fue realizada según
el pedido específico de Nuestra Señora pues
no se nombró a Rusia ni hubo participaron de
todos los obispos.
• El 26 de noviembre 1987, en una reunión privada, el
Cardenal Stickler confirma que la Consagración no se
realizó porque al Papa le falta el apoyo de los obispos:
«ellos no le obedecen», dijo. (No participaron todos.)
• En Mayo 1989 al Cardenal Law, de Boston, Sor Lucía le
dijo sobre la consagración del 25 de Marzo de 1984:
"… El Santo Padre se justificó (diciendo) que ha sido
hecha, hecha de la mejor manera posible bajo las
circunstancias. ¿Hecha sobre el camino angosto de la
consagración colegial que Ella ha exigido y ha estado
esperando? No, eso no se ha hecho".
Cardenal Paul Cordes, 2017

El 13 de mayo de 2017, el cardenal Paul Cordes,


enviado extraordinario del Papa Francisco, en el sermón
de clausura del Congreso Mariano de Kazakhstan,
declaró que Juan Pablo II el 25 de marzo de 1984
«se abstuvo de mencionar explícitamente a Rusia,
porque los diplomáticos del Vaticano le pidieron
insistentemente que no mencionara dicho país, porque
podrían surgir eventualmente otros conflictos políticos
(…)
Poco después fui invitado por él a almorzar. Le confió a
nuestro pequeño círculo el deseo que él tuvo de
mencionar asimismo a Rusia en dicha consagración,
pero que él cedió luego a sus consejeros».
Cardenal Burke, 2017: consagrar Rusia para
acabar con la apostasía
• En el centenario de las apariciones de la Virgen de Fátima,
el cardenal Raymond Burke ha hecho un llamamiento a los
católicos a “trabajar por la consagración de Rusia al
Corazón Inmaculado de María”:
• “Ciertamente, el Papa San Juan Pablo II consagró el
mundo, incluyendo Rusia, al Inmaculado Corazón de
María el 25 de marzo de 1984. Sin embargo, hoy, una vez
más, escuchamos la llamada de la Virgen de Fátima
a consagrar Rusia a su Inmaculado Corazón, de acuerdo
con su instrucción explícita”.
• Se mostró de acuerdo con uno de los estudiosos de
Fátima principales, el Hermano Michel de la Sainte Trinité,
quien dijo que el triunfo prometido del Inmaculado
Corazón de María se refiere, sin duda, en primer lugar ,a
“la victoria de la Fe, que pondrá fin al tiempo de
apostasía  y  a las grandes deficiencias de los pastores de
la Iglesia”
Los errores de Rusia

• Cuando el 13 de julio de 1917 la Virgen anunció en Fátima que si la humanidad no se


convertía Rusia difundiría sus errores por el mundo, esas palabras resultaban
incomprensibles. Los acontecimientos sacaron a la luz el significado. Después de la
Revolución Bolchevique de octubre de 1917 quedó claro que la expansión del
comunismo era el instrumento del que Dios quería servirse para castigar al mundo por
sus pecados.
• Entre 1989 y 1991, el imperio del mal soviético se desmoronó en apariencia, pero la
desaparición de su envoltorio político permitió una difusión más amplia del comunismo
en el mundo, difusión que tiene su núcleo ideológico en el evolucionismo filosófico y el
relativismo moral… y que ha impregnado la vida moderna de las naciones cristianas
mediante la filosofía de la praxis, que según Antonio Gramsci sintetiza la revolución
cultural marxista.
• Hoy nos encontramos con organismos mundialistas como la ONU, el Fondo Monetario
Internacional, el Banco Mundial, etc... plagados de principios socialistas y marxistas.
También llama la atención la difusión de las políticas internacionales para reducir la
población, entre las que destaca el crimen del aborto, siendo que el gobierno de Lenin
fue el primero en legalizarlo en 1920.
• Como señaló insistentemente el Papa Benedicto XVI, la Iglesia no se ha visto libre de ello.
El Cardenal Ratzinger lee el
secreto

• En noviembre de 1984 el cardenal Ratzinger declaró al periodista V.


Messori (revista Jesús, p. 79) haberlo leído indicando que, aunque
su publicación no añade nada a lo que un cristiano debe saber de
la Revelación, se trata de “un llamado radical a la conversión, la
gravedad absoluta de la historia, los peligros que amenazan la fe
y la vida del cristiano y, por ende, del mundo y además la
importancia de los últimos tiempos”.
• El secreto hablaría entonces de la tragedia inmediata de la historia
y de la Iglesia que nos acucian cada día. Cabe destacar que
curiosamente en la versión definitiva de junio de 1985 el texto fue
retocado...
• Dijo también: “el contenido de ese ‘Tercer Secreto’ corresponde a
lo que ha sido anunciado en la Escritura, y lo que ha sido dicho
una y otra vez en muchas otras apariciones marianas…”
Cardenal Ratzinger: “Akita y
Fátima son esencialmente la
misma cosa”

• Howard Dee, ex Embajador de Filipinas en la Santa


Sede, reveló en una entrevista en 1998 a Inside the
Vatican, que “el Obispo Ito estaba seguro que Akita
era una prolongación de Fátima y el Cardenal
Ratzinger me confirmó personalmente, que estos dos
mensajes son esencialmente la misma
cosa.” (Reportado en Catholic World News, 11-10-2001)
• La aparición de la Virgen de Akita a Sor Agnes Katsuko
Sasagawa, religiosa japonesa, ocurrida el 13 de octubre
de 1973 – en el aniversario del Milagro del Sol – fue
declarada auténtica por el Obispo John Shojiro Ito, de
la Diócesis de Niigata. He aquí lo que dijo Nuestra
Señora:
• «Como te he dicho, si los hombres no se arrepienten y
no se mejoran ellos mismos, el Padre infligirá un
terrible castigo sobre toda la humanidad. Será un
castigo más grande que el Diluvio, tal como no se ha
visto antes. El fuego caerá del cielo y destruirá una
gran parte de la humanidad, tanto los buenos como
los malos, sin perdonar ni sacerdotes ni fieles. Los
sobrevivientes se encontrarán tan desolados que
envidiarán a los muertos. Las únicas armas que os
quedarán serán el Rosario y el Signo que ha dejado
mi Hijo. Rezad las oraciones del Rosario todas los
días.
«Con el Rosario rezad por el Papa, los obispos y los sacerdotes. La obra del diablo se
infiltrará hasta por dentro de la Iglesia de una manera tal que se verá cardenales
oponerse a cardenales, obispos contra obispos. Los sacerdotes que me veneran serán
despreciados y obstaculizados por sus hermanos en el sacerdocio … iglesias y altares
saqueados; la Iglesia estará llena de aquellos que aceptan transigencias y el demonio
empujará a muchos sacerdotes y almas consagradas a dejar el servicio del Señor».
Los obispos de Fátima afirman que la
Tercera Parte habla de la Apostasía

• El Obispo de Leiria, Mons. Venancio,


citando la II Epístola de San Pablo a
los Tesalonicenses (2.7), escribe en su
carta Pastoral del 25 de Julio de 1966:
"Fátima actualiza todo el sentido de
una Iglesia abierta al futuro y
confiada a la mano del Señor, pero
que está todavía continuamente
amenazada por el misterio de la
iniquidad que ya esta actuando".
El 10 de septiembre de 1984, el nuevo
Obispo de Fátima, Alberto Cosme de
Amaral, en el aula magna de la
Universidad Técnica de Viena, declaró
claramente:
“El contenido (del Tercer Secreto) se
refiere únicamente a nuestra fe.
Identificar el secreto de Fátima con
anuncios catastróficos o algún holocausto
nuclear, significa deformar el sentido del
mensaje (…) la pérdida de la fe de un
continente es peor que la aniquilación de
una nación; y es un hecho que la fe está
continuamente disminuyendo en Europa.”
...y también los
cardenales

• Que el secreto tiene un contenido profético, lo prueban los testimonios del


Cardenal Ottaviani y del Cardenal Razinger, y la reflexión del mismo Sumo Pontífice
Juan XXIII "Todo esto no concierne a los años de mi Pontificado". Ciertamente la
profecía no se refiere al fin del Mundo porque una vez cumplido lo profetizado en
el tercer secreto, la Sma. Virgen dice que «será dado al mundo un tiempo de paz».
• El 17 de marzo de 1990, el Cardenal Silvio Oddi, amigo personal de Juan XXIII,
declaró que el Tercer Secreto “no tiene nada que ver con Gorbachov. La Santísima
Virgen nos está alertando sobre la apostasía en la Iglesia.” Y en noviembre de
1990 declaró a 30 Giorni : «Para mi el secreto de Fátima contiene una profecía triste
sobre la Iglesia y es por esto que el Papa Juan no la ha divulgado, y Pablo VI y Juan
Pablo II han hecho otro tanto. Según conozco está escrito aproximadamente que en
1960 el Papa habría convocado el Concilio del cual, contrariamente a lo esperado,
habrían derivado indirectamente tantas dificultades para la Iglesia.»
En 1995 el Cardenal Luigi Ciappi, que
debía conocer muy bien el Tercer
Secreto pues fue el teólogo personal
de los Papas Pío XII, Juan XXIII, Pablo
VI, Juan Pablo I y Juan Pablo II hizo
esta revelación impactante: 
“En el Tercer Secreto se predice, entre
otras cosas, que la gran apostasía
en la Iglesia comenzará de su
vértice.” 
(Comunicación personal al Profesor
Baumgartner en Salzburgo, Austria,
citado en el periódico Catholic, marzo
de 2002)
La decisión papal
A pesar de la persistente
oposición de ciertos
clérigos de una curia
escéptica que pretendía
enterrar un secreto que
cada día suscitaba más
interés, Juan Pablo II
decide ir una vez más a
Fátima, beatificar a los
pastorcitos y revelar la
parte faltante del mensaje.

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