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Historia del Calzado

La historia del calzado es mucho más importante de lo que pueda parecer. Si


miras a tus pies y piensas como sería la vida sin esta prenda que los protege y
cubre, te puedes hacer una idea. Pero, ¿sabes quién inventó el calzado?, ¿cuál es
su origen?, ¿cómo ha evolucionado con el paso de los años?. Para responderte a
estas preguntas y muchas otras, En CurioSfera.com nos gustaría explicarte la
historia del zapato. ¿Comenzamos?

También te puede interesar conocer la historia de los calcetines

Índice de contenidos

1 Historia del zapato

2 Origen del zapato

3 Evolución del calzado

4 Rarezas y curiosidades en la historia del calzado

Historia del zapato

La documentación más antigua conocida alusiva al calzado tiene más de 15.000


años. Se trata de unas pinturas rupestres halladas en una primitiva cueva. De
forma esquemática aparecen hombres con una especie de botines y una mujer
que calza algo parecido a unas botas de piel.
Por tanto se puede afirmar que quién inventó el calzado fue el hombre
prehistórico. Y respecto a cuándo se inventó el zapato es imposible saber con
exactitud, pero como mínimo hace 15.000 años

Origen del zapato

Podríamos afirmar que el origen del calzado comenzó con la sandalia. En el


Antiguo Egipto se confeccionaban con paja trenzada o láminas de hoja de
palmera, y era de uso masculino del que estaban excluidas mujeres y esclavos.
Su uso era ceremonial ya que la tendencia a ir descalzo perduró durante muchos
siglos en la Historia.

En esos casos el faraón o cualquier alto dignatario caminaba seguido por un


servidor que llevaba las zapatillas de su señor en una bandeja. Así se muestra en
una paleta de piedra de maquillaje, donde se ve a un faraón del 3000 a.C. seguido
de su chambelán de las zapatillas, uno de los cargos protocolarios más antiguos
conocidos.

También fue signo externo de éxito y de victoria sobre los enemigos: en Egipto, las
sandalias del faraón llevaban pintados los rostros de los enemigos vencidos en la
suela en las ceremonias oficiales.

Las sandalias dejaron de ser artículo de lujo en Mesopotamia, cuna de la


civilización sumeria, donde fue el calzado por antonomasia. Sobre ella recayeron
los imperativos de la moda. Hay que decir que la moda es siempre una
contradicción de lo útil, una especie de impulso artístico que suele desvirtuar la
tendencia lógica hacia lo práctico y se pierde en perifollos y adornos. Puedes
obtener más información en la historia de la alta costura.

Evolución del calzado

Respecto a como ha sido la evoloción de los zapatos, ya en la Antigua Grecia,


Homero describe a los héroes calzando lujosas sandalias. Un poco más adelante,
el historiador y geógrafo griego Pausanias asegura que solo los dioses deben
calzar sandalias doradas.

Mientras tanto en la antigua Persia se imponía el calzado flexible: las persikai,


calzado cómodo para mujeres y ancianos. Se conocía el borceguí o zapato de
caza o calzado de viaje, así como las botas lazadas llamadas endromides.

Algunos diseños de calzados pueden ser considerados casi un elemento de


tortura. A Confucio, pensador chino, se le ocurrió decir hace 25 siglos que la mujer
debe imitar al andar "el ondear flexible del sauce".

Con este fin, en la Antigua China, se les impuso a la mujer la reducción del tamaño
del pie hasta un tercio de su desarrollo natural para conseguir lo que ellos llaman
"la flor de loto", ideal de sensualidad y elegancia. Toda una barbaridad.

Los ciudadanos del imperio romano llevaban sandalias en casa: las solae, o
simples suelas de cuero unidas al pie mediante correas y sujetas con lazos y
cintajos. Puedes ver la historia de la alpargata.
El calzado solía combinar con el atuendo, por ejemplo, con la toga se usaba el
calceus o especie de borceguí, de empeine recortado en varias tiras de cuero que
se anudaban sobre el tobillo, que suele encontrarse en la mayoría de las estatuas.

Los patricios calzaban el mulleus de cuero rojo, anudado a la pantorrilla, con su


media luna decorativa sobre el cuello del pie. En el siglo III las mujeres pudientes
de la Antigua Roma lucían lujosos calzados en los que no faltaban las perlas y
piedras preciosas.

En la Roma clásica el zapato rojo en la mujer era propio de las cortesanas, hasta
que el emperador Aureliano decidió llevarlos él…, decisión que afectaría luego al
Sumo Pontífice, de ahí que los Papas calzaran babuchas coloradas.

Pero todo esto era un calzado abierto. No podríamos llamarlo zapato. El zapato
comenzó su larga evolución a finales del siglo IV, y fue consolidándose en el
mundo bizantino tras la caída de Roma. Nacieron los zapatos cerrados y las
chinelas de cuero marrón oscuro o negro.
Entre los siglos VII al X el calzado occidental se transformó. Son célebres por su
elegancia los zapatos de Carlomagno. La Edad Media impuso nuevos derroteros.
Triunfa el zapato en punta curva, moda sorprendente por lo poco práctico que
resultaba, sobre todo cuando empezó a exagerarse.

Surgió el zapato de punta retorcida como distintivo de clase social: mientras más
centímetros medía la punta, mayor prestigio social denotaba quien lo calzaba. Se
llegó al absurdo, de modo que a menudo era imposible caminar con tales
artefactos, pero en vez de renunciar a tan absurdo aditamento lo que se hizo fue
sujetar la punta a la rodilla mediante una cadenita.

Aquella moda repercutía negativamente en el rendimiento de los caballeros: hay


que tener en cuenta que a principios del XIV había zapatos cuya punta alcanzaba
el medio metro y cuyo usuario tropezaba con sus propios pies. A esta moda
ridícula siguió otra igualmente absurda: al zapato alargado y puntiagudo siguió el
zapato corto y muy ancho o zapato morro de vaca o zapato pata de oso.

Una moda de origen español revolucionó el calzado a finales de la Edad Media: la


de los chapines, moda que triunfó en Venecia y Florencia donde hicieron furor los
zapatos de plataforma, de madera ligera forrados de tisú o cuero. Para caminar
sobre este zapato femenino se requería el apoyo de un galán o de una sirvienta;
las caídas eran peligrosas, y se vio gran número de mujeres tullidas por haber
caído de lo alto de sus chapines que alcanzaban los veinte centímetros de altura.

Pero en muchas ocasiones el calzado era fuente de problemas. Estrenarlos


suponía una tortura en una época en la que no existía la idea de zapato a medida.
En la Edad Media este trabajo se confiaba a un criado, encargado de llevar los
zapatos nuevos durante una temporada para que tomaran la forma del pie.
Además existía la idea de que estrenar algo nuevo era cosa plebeya, de mal
gusto.

Otro ciclo revolucionario en la historia del calzado se inicia en 1600 con la


resurrección del tacón. No fue asunto exclusivo del hombre. En el Museo Bally de
Schoenenwerd (Suiza) hay chapines del XVI con plataforma inclinada de corcho
de diecisiete centímetros de altura. Los tacones crecieron centímetro a centímetro
a lo largo de los siglos para llegar al paroxismo en el XVI: fueron los hombres los
primeros en usarlos.

Ya los grandes zapateros de la Antigüedad, los hititas, clavetearon por primera vez
la suela de cuero de la bota con gruesas tachuelas de hierro para facilitar el
agarre, e inventaron el tacón como elemento que ayudaba a fijar el pie del jinete
en el estribo: las botas fueron las primeras en llevarlo. A su popularidad contribuyó
el que al ser de tierra las calles, la lluvia las convertía en un barrizal, por lo que el
tacón alto ayudaba: así aparecieron los zuecos.

El tacón influyó en la forma de andar y transformó las costumbres de vestir en el


renacimiento porque modificaba la disposición del cuerpo; lo realzaba. Se empezó
añadiendo suelas de corcho, de cuero e incluso de madera que dejaban casi
vertical la superficie de apoyo de la planta del pie, a la que añadieron un tacón
más bien alto que iba estrechándose según alcanzaba la superficie del suelo.

Cuando la bota se convirtió en pieza palaciega se constató que el tacón daba


prestancia a la figura, realzaba el porte y elevaba la estatura. El tacón desempeñó
función psicológica a partir del siglo XVII, en que comenzó a hacer furor en
Francia.

El Barroco, de marcada preferencia por las curvas, puso de moda los zapatos de
tacón alto en un intento estético de realzar el busto en las damas, señalar
rotundamente los escotes y establecer el equilibrio de la silueta, aunque para ello,
como escribiría en sus Memorias el conde de Vauban, tuvieran que caminar
echando el cuerpo hacia atrás para no caerse de narices al suelo.

Se buscaba como sucederá en el siglo XIX, la mujer "S" invertida: impresión de


mucho pecho y trasero. También se quería dar prestancia a la estampa masculina.
Pero se abusaba tanto que los caballeros tenían que ayudarse del bastón para no
caerse: ésa es una de las razones por las que se puso de moda el bastón de
mano.

Todo fue cosa de Luis XIV, que no llegaba al metro sesenta, y era natural que
añadir a su calzado centímetro tras centímetro. Los nobles querían imitarle y no se
daban cuenta de que si todos aumentaban la altura de su tacón el monarca
quedaba siempre relativamente bajito.

Por eso el zapatero de Su Majestad, Nicolás Lestrange, recibía órdenes


frecuentes para que se hiciera cargo de la situación. El rey llegó a apreciarle tanto
que colgó su retrato en la galería de palacio junto a los de la alta aristocracia.

En la elegante Francia del XVIII se puso de moda lo que se llamó la fine fleur de
las damas de la Corte, moda consistente en caminar sobre zapatitos de estrechez
increíble, con los que apenas se podía avanzar unos cuantos metros antes de
dejarse caer sobre los suntuosos sillones.

Se cuenta como anécdota que cierta cortesana del entorno de Eugenia de Montijo,
no pudiendo sostenerse por más tiempo sobre sus zapatos, cayó sentada sobre la
parte noble de un joven italiano que ocupaba el ángulo de un sofá.
Dicho caballero lanzó un quejido y la dama se disculpó. El caballero la tranquilizó
gentilmente, pero no sin cierta ironía diciendo: "Señora: el placer de teneros en
mis brazos es superior al dolor de sentiros de tal guisa entre mis piernas".

La Revolución Francesa prohibió la peluca empolvada y los tacones como símbolo


de una época deplorable e impuso el zapato plano para todos. Pero el tacón no
tardó en resurgir de sus cenizas con Luis Felipe II, el Rey Ciudadano. El tacón alto
empezó entonces a ser patrimonio exclusivo de las mujeres hasta nuestros días.

Rarezas y curiosidades en la historia del calzado

Ha existido, en cuanto al color del calzado, un código definido. Lo normal y lo


aceptable era que fueran de color marrón o negro. Los zapatos blancos o rosados
podían hacer pensar cualquier cosa al respecto de la persona que los calzaba. Los
zapatos y botines amarillos eran propios de rufianes y golfos.

En la Biblia el simbolismo del calzado es grande: el invitado deja en el umbral de


la casa un zapato como muestra de respeto; en los tratos el vendedor cede en
prenda una sandalia al comprador; y antes de celebrarse la boda el novio da un
anillo a la novia a la par que le deja en prenda una de sus sandalias, sandalia que
se quita al quedar viudo. Puedes ver más en la historia del anillo.

Son numerosas las rarezas y curiosidades al respecto de esta prenda. Los hititas,
que fueron los mejores zapateros de la historia, ofrecían a su dios de la lluvia un
vaso votivo en forma de zapato.

En Oriente, donde el calzado es símbolo de realeza, se cuenta que habiéndose


ausentado un rey de su reino, dejó sus sandalias en la sala del trono para que
impartieran ellas justicia; los pleitos se veían ante ellas, y si la sentencia
pronunciada era justa permanecían inmóviles, no así si la sentencia era injusta.

En la Biblia el calzado simboliza la propiedad cuando se entrega a quien adquiere


un bien. Todavía en el norte de China el término para significar acuerdo mutuo es
el mismo con el que se designa al calzado. Desde antiguo significó armonía: por
eso se regala un par de zapatos a los recién casados.

El procurador imperial romano Plinio cuenta en su Historia natural, del siglo I, que
para acabar con un hechizo o prevenirlo se escupía en el interior del zapato
derecho. Es asimismo antigua la convicción de que acarrea desgracia echar a
andar con un zapato solo, o perder un zapato mientras se camina o se baja una
escalera.

Ninguna explicación tiene querer huir del calzado verde. Pero las creencias
populares son así. Tiene sueño tranquilo quien coloca los zapatos de modo que
uno mire al interior del cuarto y el otro al exterior; si además se toma la precaución
de colocarlos en esa posición bajo la cama se evita contracciones o calambres en
las piernas; y poniéndolos bajo la cama en forma de cruz de san Andrés se cura el
reumatismo.

Da suerte lanzar un zapato a quien sale de viaje sin que él se dé cuenta; también
la da a quien queda en casa. No es bueno guardar zapatos viejos ni tirarlos, sino
quemarlos: esto último evita fiebres y otros desórdenes en la salud. Sin embargo,
la suela molida del zapato usado remedia el dolor de estómago; esta sorprendente
medicina estuvo entre los medicamentos favoritos de la farmacopea inglesa del
siglo XVII.

Es aconsejable colgar un zapato viejo en el revellín de la chimenea como conjuro


contra la mala suerte. Antes de estrenarlos da suerte ponerlos de puntillas tras la
puerta una noche entera, sobre todo si se pone dentro del zapato derecho una
moneda, así los pies conducirán a donde está el dinero (ver historia del dinero).
Pero si los zapatos nuevos crujen, es indicio de que su dueño no ha terminado de
pagarlos.

No deben ponerse sobre la cama, quien lo haga corre peligro de muerte, o perderá
el trabajo, el dinero y la casa. Colocar un par de botas sobre la cama augura
muerte en la horca.

Hoy atamos zapatos viejos al coche de los recién casados para desearle fortuna,
pero antiguamente se arrojaban a la cabeza de la novia para desearle
descendencia: el origen de esta creencia está en la asociación del zapato con el
pie, símbolo fálico en el mundo antiguo, de ahí que la relación del zapato con la
fertilidad sea universal: los esquimales escondían en la ropa de la mujer estéril o
entre sus cosas un trozo de zapato viejo.

En relación con el ambiente nupcial el antropólogo de principios de siglo Enrique


Gaspar Casas explica que en algunos pueblos es costumbre enviar un par de
zapatos a los parientes de la novia.

En otros lugares, el novio cargaba con treinta pares de zapatos y los repartía entre
los parientes de la novia para que los lleven en su boda (ver historia de la pedida
de mano). En otros, solo la futura suegra recibe zapatos, acaso porque se dice
que regalar zapatos nos asegura que jamás volveremos a ver a la persona objeto
del obsequio.

Respecto a la palabra "calzado", es una voz que tiene un origen algo incierto. En
el poema del Mio Cid, del año 1140 se puede leer el vocablo "çapato". Del mismo
modo, en escrituras castellanas del año 978 se puede encontrar escrito
"zapatones aut abarcas". También en la Vida de Santa María Egipciaca, poema
hagiográfico del siglo XIII se lee: "Por alimpiarse de sus pecados non calçava
çapatos".

En cuanto a la zapatilla, históricamente, es proverbial su connotación erótica y su


simbolismo de dominio de la mujer sobre el varón. Afrodita advertía a los faunos
que se abstuvieran de acercarse a ella con fines lascivos, y les amenazaba
portando en su mano su zapatilla a modo de arma arrojadiza.

Las sandalias de Cenicienta forman parte del mundo mítico y su historia se


remonta al cuentista romano del siglo III, Eliano, que cuenta cómo mientras la
cortesana Rhodopis se bañaba, un águila le robó las zapatillas y las llevó al
faraón, que quiso conocer a su poseedora, a quien una vez hallada desposó. Es
antigua la costumbre de denominar "gobierno de la zapatilla" al gobierno de las
mujeres.

En partes del imperio austro-húngaro sigue viva la tradición de que los recién
casados pugnen por pisar uno al otro la zapatilla o el zapato en la convicción de
que quien lo consiguiera prevalecería sobre el otro.

Partes de un zapato

Aunque algunos zapatos tengan más elementos que otros (no podemos comparar
unas botas a unas chanclas), estas son algunas de las partes que nos
encontramos en un zapato común.
Suela: es la parte trasera del zapato y es la que hace contacto con el suelo.
Plantilla: la plantilla se coloca en el interior del calzado y es lo que separa nuestro
pie de la parte inferior del zapato. Protegen la zona interior del zapato y en
muchas ocasiones se pueden quitar y reemplazar.
La plantilla también ayuda a reducir el impacto del pie contra al suelo cada vez
que caminamos, y hoy en día se utiliza incluso en zapatos para mujeres. El
zapato es una pieza que se lleva en los pies y que sirve para proteger los pies
mientras realizamos diferentes tareas. El avance de los zapatos ha sido tal, que
hoy en día, algunos de ellos se los considera como obras de arte, y han recopilada
una larga lista de fetichistas tras ellos. Pero hasta llegar aquí, el calzado recoge
una larga historia
CARACTERISTICAS DE LA MATERIA PRIMA Y PRODUCTOS DEL
GIRO

Productos del giro y sus características básicas

En el mercado se encuentra una gran diversidad de calzado:

 De acuerdo al género: para hombre, mujer y niño.


 De acuerdo al material: sintético (P.V.C.), mixtos de materiales sintéticos y
naturales tela, lona, yute. y otras.
 De acuerdo al estilo ó tipo de uso: bota, sandalia, tenis, huarache, zapato
industrial, zapato de vestir, colegial y pantuflas.

A cada medida o tamaño específico se le conoce como punto. El sistema


empleado para la asignación de medidas a las hormas es el sistema métrico
decimal, tomando como número de partida el 10 (o 1 como se le conoce en el
ambiente zapatero) que equivale a 10 centímetros, hasta el número 29 que
equivale a 29 centímetros.

Existen el y una inmensa gama de modelos al gusto y preferencia de cada


consumidor, por lo que la variedad y diseños son múltiples, determinados por el
tipo de uso y la moda.

Los materiales empleados para la fabricación de calzado son:

Tipo de Calzado Materiales Materiales Acabado


para Corte para Suela Suela
Piso Cuero Pegado
Glacé Crepé Inyectado
Piel sintética Cuschon Cosido
PVC
Poliuretano
Sandalia Cuero Pegado
Glacé Crepe Inyectado
Poliuretano Cuschon Cosido
Lona y Tela PVC
Malla
De vestir Oscaria Cuero Pegado
PVC Suela Cosido
Hule sintética
Zapatilla PVC Crepe Cosido
Oscaria Cuschon Pegado
Poliuretano Cuero
Hule Cuero
aceitado
PVC
Poliuretano
Tenis Lona y Tela Crepé Cosido 
PVC Cuschon Inyectado
Oscaria Cuero Vulcanizado
Hule Cuero
aceitado
PVC
Poliuretano
Pantuflas Glace Cuero Cosido
Peluche PVC Pegado
Ternera
Bota Becerro PVC Pegado
Cabra Poliuretano Inyectado
Ternera Crepé Mixto

 Suavidad
 Comodidad
 Buen amortiguador de choques
 Facilitar el impulso del pie
 Prevenir accidentes

Por su importancia dentro del giro se ha escogido la fabricación de calzado


sintético tenis como el producto que se detalla en la presente guía.

La forma de presentación de los productos del giro se realiza en:

 El empaque se realiza mediante cajas de cartón que llevan en el exterior el


número del modelo, lote y número del calzado.

Características de las materias primas:

Las principales partes que forman el tenis son:

 El corte
 La planta
 La suela
 El forro

El corte: Constituye la parte externa del zapato, y esta formado por: el empeine, la


pala, el collarín, el chaleco, el antifaz y la puntera.
El corte es de plástico, de lona o de tela, el corte es la parte del tenis que envuelve
al pie.

La planta: Es la parte del zapato que sirve de base para el montado del mismo y
es de cartón o material sintético, la planta está entre la suela y la plantilla, en
algunos zapatos lleva una costilla, que es una pieza de lámina que sirve para dar
firmeza y resistencia a esta parte.

La suela: Es la parte del zapato que está en contacto con el suelo y puede ser de
diferentes materiales como: cuero sintéticos, hule negro o de color, suelas
prefabricadas, crepé, o P.V.C (policloruro de vinil); sobre la suela la que descansa
todo el peso del cuerpo.

Forro: El forro puede ser de piel, de: carnaza, tela, piel sintética u otros
materiales.
En la parte del talón entre el forro y el corte, el zapato lleva una pieza llamada
contrafuerte, que le da forma y lo refuerza; en la punta del zapato se coloca un
refuerzo llamado casquillo.

Plantilla: Es una pieza de piel natural, o piel sintética, plástico o hule espuma, que
lleva el zapato por la parte interior y es para que no lastimen las costuras al pie,
muchos fabricantes le ponen una etiqueta de tela con la marca o nombre del
producto.
Las materias primas utilizadas en la elaboración del calzado sintético son:

INSUMO

Piel Sintética (lona, tela, PVC, oscaria y hule) 


Suelas sintéticas de PVC 
Carnaza 
Cajas blancas de carton 
Hormas 
Endurecedor líquido 
Lacas 
Hilo 
Tinta 
Thiner, aguarras 
Hebillas, adornos 
Elásticos 
Etiquetas 
Marcadores 
Crayones 
Cartón 
Cuchillas 
Pegamento 
Lijas 
Moldes para tenis 
Plantillas 
Pedreria para tenis 
Telas para tenis 
Terciopelos 
Agujetas 
Papel para troquelar 
Pinturas y barnices 

La característica principal de los insumos son: la resistencia, elasticidad y


porosidad en general.
Hay una gran variedad de colores y grabados en los materiales sintéticos, sin
embargo, los colores más utilizados para este tipo de calzado son los blancos,
azules, negros y rojos.

La piel sintética puede estar formada por resinas de PVC o de poliuretano y


constar de una o varias películas formadas por el sistema de calandreo.

Para el corte también se utilizan telas no tejidas (non woven) o fieltros por su
suavidad y flexibilidad.

Otro material sintético con estructura semejante a la piel con características de


buena la permeabilidad, es el portador (sustratos y bases). Dos de los más
demandada dos son el poliuretano blando y el poliuretano con respaldo de tela
cuyas imitaciones de la piel los hacen muy comerciales.

Una ventaja notable en el uso de estos materiales, en comparación con las pieles,
es que el corte se realiza con menor de mano de obra, por la regularidad de sus
resistencia al corte; por otra parte la uniformidad de tamaño y calidad contribuye a
lograr un menor desperdicio.

Las suelas son construidas en poliuretano.

En los tenis la mayoría de los materiales sintéticos utilizados están hechos con
telas y sólo una mínima parte se fabrica con fieltros (non woven).

La mejor mezcla de tejidos es la de algodón-poliester, aunque su desventaja está


en la poca resistencia de las costuras, sin embargo para solucionar este problema
es conveniente utilizar PVC, como recubrimiento posterior.

Para los recubrimientos, o acabados del corte, la tendencia es ha utilizar el


poliuretano, el cumple con las altas exigencias que se presentan sobre todo en los
materiales sobre tejidos.

En lo que respecta a los materiales para forros los básicos son los fieltros; también
los materiales tejidos pueden ser útiles. La importancia del forro es muy grande, ya
que aun con la mejor piel en el corte si el forro es de mala calidad, el resultado es
un mal calzado.

Las características deseables en los materiales sintéticos son:

 Buena permeabilidad y transpiración


 Buen poder de absorción y
 Capacidad para captar la humedad

En general es recomendable el uso de forros de piel en cortes sintéticos.


Con lo que respecta al precio los materiales sintéticos son más baratos en
general, el único problema que surge es la gran demanda, producto de la moda, lo
que ocasiona que los precios se eleven en exceso según los estilos en voga.

Relaciones insumo-producto:

Concepto Cantidad precio ($)


Piel sintética (vinil) 5000 decímetros 5,000
Hormas 500 pares 40,000
Suela sintética PVC 1,000 pares 2,500
Forro 2,000 decímetros 2,000
Plantilla 2,000 piezas 500
Contrafuerte 2,000 piezas 400
Pegamento resistol 3080 4 latas 500
Caja de cartón lisa 1,000 piezas 400
Hilo costura 2 carretes 40
Papel china 1,000 piezas 100
TOTAL $51,440

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