Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Ir a la navegaciónIr a la búsqueda
Mirandés
Mirandés
Hablad Portugal
o en
Otros[mostrar]
Famili Indoeuropeo
a Itálico
Romance
Occidental
Galo-Ibérico
Ibero-Romance
Ibero-Occidental
Astur-Leonés
Mirandés
Escritu Latino
ra
Estatus oficial
Oficial Tierra de Miranda12
en
Códigos
ISO -
639-1
ISO mwl
639-2
ISO mwl
639-3
Índice
1Paisaje lingüístico
2Evolución
3Aspectos fonéticos
o 3.1Vocalismo tónico
o 3.2Vocalismo átono
o 3.3Sistema consonántico
4Características comunes con el resto de variedades lingüísticas asturleonesas
5Influencia del portugués y sus variedades regionales
6Reconocimiento oficial
7Vitalidad
8Ejemplo
9Véase también
10Referencias
11Enlaces externos
Paisaje lingüístico[editar]
El paisaje lingüístico del dominio astur-leonés se ve ampliado en Portugal por tres
dialectos: mirandés (incluyendo el sub-dialecto sendinés), riodonorés y
guaramilés. Todos ellos se hablan en la llamada Tierra de Miranda, una región de
unos 500 kilómetros cuadrados, en localidades no más lejos de cinco kilómetros
de la frontera con Zamora y que se situaban dentro del territorio histórico del Reino
de León. Son estas las únicas hablas que no pertenecen a la zona galaico-
portuguesa dentro de la República, y en eso reside también su motivo de
curiosidad. En Portugal, las demás no se consideran siquiera distintos dialectos,
utilizando como razonamiento el hecho de que “un campesino del norte de
Portugal entiende sin dificultades a uno del sur”. Esta idea se basa en los modelos
de Italia, Suiza o Francia, aunque bien sabido es que un italiano del norte no
podría entenderse con uno del sur sin hacer uso de la lengua estándar y por ello
en Portugal no se consideran verdaderos dialectos, más bien variedades
diatópicas. Leite de Vasconcelos, uno de los más ilustres lingüistas portugueses,
además de arqueólogo y etnógrafo, descubrió este idioma en 1882 y lo dio a
conocer al público en su ensayo O dialecto mirandês, con el que ganó el galardón
de la Sociedad de Lenguas Románicas de Montpellier. Vasconcelos describió el
idioma como “la lengua del campo, del trabajo, del hogar y del amor entre los
mirandeses” y reconoció que el portugués no era la única lengua hablada en su
país, sino que también existía otra lengua (co-dialecto lo denominó en su
momento) que pertenecía al dominio español por su proximidad al leonés. Los
estudios sobre este idioma se ampliaron más tarde con el trabajo del eminente
lingüista español Menéndez Pidal cuando publicó su obra El dialecto leonés (1906)
y desarrolló un mapa lingüístico de toda la península ibérica.
Evolución[editar]
Las razones por las que un dialecto del grupo astur-leonés se habla en Portugal
dejaron de ser una incógnita hace tiempo. En el 297 d. C. la división administrativa
de la Península terminó definitivamente tras el periodo de expansión romana. La
Tierra de Miranda quedó ligada al Conventus Iuridicus de Asturica Augusta, y no al
de Bracara Augusta, como el resto de Trás-os-Montes. De esta manera, la zona
de Miranda no perteneció desde el principio al posterior Condado Portucalense, y
por tanto se situaba dentro del ámbito astur-leonés, en vez del gallego-portugués.
La cristianización de esta zona se llevó a cabo por misionarios procedentes de la
actual Astorga.
Entre los siglos VII-VIII y XII el actual concejo de Miranda do Douro perteneció a la
diócesis de Astorga, y no a la de Braga, y como explican las Inquisiciones de
Alfonso III[cita requerida], la Tierra de Miranda fue repoblada entre los siglos XII y XIV
por gentes oriundas de tierras leonesas. La repoblación fue llevada a cabo por el
cisterciense monasterio de Santa María de Moreruela, el monasterio de San
Martín de Castañeda, el monasterio de Castro de Avellas y por la Orden del
Temple de Alcañices. Esta relación privilegiada con León duró al menos hasta el s.
XIV y el idioma del Conventus de Asturica Augusta, el leonés occidental, fue
efectivamente implantado y posteriormente desarrollado en territorio portugués.
Las razones que han llevado a la conservación de esta habla fronteriza, a pesar
de que al otro lado de la frontera la lengua leonesa ha prácticamente
desaparecido, en el distrito de Braganza se mantiene con asombrosa vitalidad
debido a la distancia que separa esta zona de los principales núcleos urbanos del
litoral portugués. En la provincia de Zamora, el contacto con el castellano hizo que
comenzara la recesión ya a finales del siglo XIX. La “tiranía” de la oficialidad tuvo
diferentes consecuencias, además de tener en cuenta los aspectos geopolíticos
más relevantes. La cuestión es que a pesar de que faltó poco para que en España
la lengua leonesa desapareciera, en Portugal continuó viva. Algunos lingüistas han
pretendido atribuir la conservación del mirandés al dinamismo del castellano frente
al portugués, una teoría bastante rechazada en la actualidad. Rafael
Lapesa mantenía esta teoría en su obra Historia de la lengua española y
consideraba que el estancamiento del leonés y del aragonés se debió
principalmente a ese supuesto dinamismo y a que todos los dialectos colindantes
“dudaban largamente”. La consideración actual de los hablantes del mirandés
frente a su lengua, sobre todo en las aldeas más pequeñas, es que su forma de
hablar difiere del portugués, y que ellos tienen un “falar mal, charro”. Ya en el
siglo XVII se tenía constancia de la divergencia entre las hablas fronterizas de
Trás-os-Montes y del Alto Miño. D. Jerónimo Contador de Argote comentaba en su
libro Regras da língua portuguesa que “hay algunos dialectos locales (…) que son
muy bárbaros y apenas pueden llamarse portugués…”. A pesar de no ser una
definición con criterios demasiado lingüísticos, puede ser que trate de una
mención alusiva al mirandés. La opinión de este académico frente a la lengua que
describe se simplifica de manera similar con el término “falar rústico”.
Aspectos fonéticos[editar]
Vocalismo tónico[editar]
El sistema vocálico tónico del mirandés al igual que en el resto de las lenguas
castellanas y asturleonesas se basa en la existencia de cinco vocales
diferenciadas por tres grados abertura y dos localizaciones anterior y posterior,
pero a diferencia de aquellas, reconoce por excepción la existencia de un cuarto
grado de abertura por interferencia de sonidos velares o palatales. 5
Así en el caso de diptongos el efecto de la yod o el wau, según el caso,
determinará la regresión o ascensión de la vocal adyacente mediante la
apreciación de un cuarto grado de abertura. En el caso del diptongo ascendente
-jɛ, la interferencia de los sonidos palatatales determinará la regresión también en
un grado e > ɛ (fièrro ([fjɛro], pièdra [pjɛdra], tièrra [tjɛrra], etc ). En caso de verse
además afectado por el vocalismo velar se producirá la igualación (así bui 'buey',
cuiro 'cuero', nuite 'noche'). Cuando es el wau quien entra en contacto la solución
será wɔ, dando lugar a la regresión en un grado de la vocal adyacente o < ɔ puòrta
[pwɔta], fuònte [fwɔte], puònte [pwɔte].
Este efecto también se observa en el caso de interferencia de sonidos
consonánticos palatales, en el que se mantiene la solución original del romance
presente en los dialectos del Norte de Portugal y en el gallego, véase:
Protorromance
Occidental
*i *e *ɛ *a *ɔ *au *o *u
jɛ, i,
Mirandés i e, ɛi a wɔ, u ou o u
e
Español y asturleonés
oriental y central
i e je a we o o u
La profesora Aurelia Merlán, estima que estos cuatro grados de abertura no serían
alófonos del sistema vocálico, sino un sistema vocálico estable de siete sonidos
que presentaría, no obstante, un carácter muy diferente no solo respecto del
portugués sino del resto de las lenguas peninsulares. Tal, afirmación que en
principio carece de explicación fonética alguna, supondría un hecho insólito dentro
del contexto de la romania occidental, y desde luego no se adecúa ni a las
soluciones que el cuestionario Alpi da para la zona, ni al sistema vocálico descrito
por Vasconcelos.6
Vocalismo átono[editar]
El Mirandés presenta al igual que la mayoría de las lenguas peninsulares un
vocalismo átono de cinco unidades, las cuales se reducen a tres en posición inicial
y final. Existe en estas lenguas al igual que en el asturleonés y el castellano una
marcada tendencia a cerrar estos sonidos, si bien las soluciones alcanzados en
Mirandés difieren de modo sorprendente de los dialectos vecinos. Así frente al
sistema de marcado distanciamiento del Portugués y del asturiano occidental i-a-u,
el mirandés adopta un posicionamiento más relajado e-a-o semejante al gallego y
en cierto sentido al castellano. Según la profesora de la Aurelia Merlán, en
mirandés, esta tendencia se manifiesta tanto en posición pretónica como
postónica, indiferente al carácter de la vocal tónica: a átona es pronunciada como
[å], e átona como [´] y o átona como [u]: amar [å»mar], parar [på»rar], faca [»fakå],
bertude [b´r»tud-´], molino [mu»linu]. En gallego, son las vocales /i/, /u/ y el
diptongo /ej/ en posición tónica que pueden producir el cierre de la vocal pretónica:
espido [es»pid-o] pasa a pronunciarse como [is»pid-o], comida [ko»mid-a] como
[ku»mid-a], peteiro [pe»tejro] como [pi»tejro], costume [kos»tume] como [kus’tume]
etc. También en asturiano, el cierre de las átonas no finales está condicionado por
el carácter de la vocal tónica, que debe ser /i/ o /u/. 7
Sistema consonántico[editar]
El mirandés presenta las siguientes características propias del grupo asturleonés
como son:
/tʃ/ «ch»
/ʃ/ «x»
/z/ «z»
/ṣ/ «s» / -«ss»-
/ẓ/ «s»