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Sociología Política - Catedra Thwaites Rey – Nahuel S.

Iervasi – DNI 32322639 Primer Trabajo

Primer Trabajo (Acompañamiento pedagógico)


Materia Sociología Política – Cátedra Thwaites Rey
Nombre del Alumno: Nahuel S. Iervasi DNI: 32322639
Fecha de entrega: 29/06/2020
Preguntas:
1. ¿Cómo impacta la lucha política, tanto en la dominación de clases como en el aparato de Estado,
en los análisis que realizan Marx en el XVIII Brumario (1852) y en La Guerra Civil en Francia
(1871) y Engels en la Introducción de 1895? ¿En qué aspectos estos análisis complejizan la relación
clase-Estado esbozada por Marx en el Manifiesto Comunista, donde sostenía que “el gobierno del
Estado moderno no es más que una junta que administra los negocios comunes de toda la clase
burguesa”?
2. Analice la siguiente frase de Lenin en El Estado y la revolución: “La sustitución del Estado
burgués por el Estado proletario es imposible sin una revolución violenta. La supresión del Estado
proletario, es decir, la supresión de todo Estado, sólo es posible por medio de un proceso de
´extinción´”. Y responda: ¿por qué en la argumentación leninista es central el carácter violento de la
revolución y la instauración de la “dictadura del proletariado” ?, ¿qué definiciones sobre el Estado
burgués llevan a Lenin a desarrollar tal argumento?
3. Si bien tanto Marx como Gramsci apelan a la noción de sociedad civil, hacen un uso diferente de
ella al momento de conceptualizar el Estado. ¿En qué sentido la utiliza cada uno de ellos? ¿Qué
vínculo establece Gramsci entre sociedad civil y sociedad política, y en función de ello, por qué
concibe al Estado en un sentido “ampliado”?
Pautas formales para la entrega de actividades:
En el encabezado incluir los datos de la materia, del estudiante y referencia al trabajo que se
entrega.
Extensión máxima de 6 carillas (o 25.000 caracteres con espacio). Recomendado: a espacio simple,
con margen normal (sup. 2,5 cm e izq. 3 cm), fuente Times New Roman 12, tamaño de hoja A4 con
alineación justificada.
Las limitaciones de espacio requieren presentar argumentos concisos, claramente referidos a la
pregunta y correctamente redactados. La bibliografía debe ser citada adecuadamente, las citas en el
texto deben mantener un estilo uniforme y seguir las normas APA 6ta Edición.
Fecha de entrega: lunes 29 de junio de 2020
El trabajo será calificado con nota y será ser defendido en un coloquio grupal.
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1. En La ideología Alemana (1846) Marx y Engels plantean la relación clase-Estado y aseguran:

La burguesía, por ser ya una clase, y no un simple estamento, se halla obligada a organizarse
en un plano nacional y no ya solamente en un plano local y a dar a sus intereses comunes una
forma general.(Miliband, 1991, p. 50).
Siguiendo esto el Estado sería la forma en que la burguesía se organiza como clase dominante en la
lucha política. En concordancia con ello encontramos que en el Manifiesto Comunista los autores
aseguran que “el gobierno del Estado moderno no es más que una junta que administra los negocios
comunes de toda la clase burguesa” y que el poder político “es simplemente, el poder organizado de
una clase para oprimir a otra”. Partiendo de esto pareciera que quienes gobiernan el Estado deben
pertenecer a la clase económicamente dominante.
Lo antedicho sería lo que Miliband llama “concepción primaria del Estado” (o concepción marxista
clásica). Sin embargo para nuestro análisis es necesario retomar lo que Miliband denomina
“concepción secundaria del Estado” en la que Marx afirma que “el Estado es independiente de todas
las clases sociales y superiores a ellas, que es la fuerza dominante de la sociedad y no ya el
instrumento de una clase dominante” (Miliband, 1991, p. 51).
Miliband asegura que la manifestación extrema del papel independiente del Estado ha de buscarse
en el bonapartismo. En el “XVIII brumario de Luis Bonaparte” (1852) Marx realiza un análisis
tanto de la lucha política como de la dominación. En este aspecto Marx afirma:
Parece que Francia solamente ha escapado al despotismo de una clase para caer bajo el
despotismo de un individuo, y concretamente bajo la autoridad de un individuo sin autoridad.
Y la lucha parece haber terminado porque todas las clases, igualmente impotentes e
igualmente mudas, se postraron de hinojos ante la culata del fusil” (Marx citado por
Miliband, 1991, p. 52)
Por lo anterior pareciera que el Estado bonapartista (con su inmensa organización burocrática y
militar y su compleja maquinaria de Estado) es independiente de cualquier clase y superior a la
sociedad. Sin embargo, esto no significa que el bonapartismo sea neutral para Marx en lo que
refiere a la lucha de clases ya que en realidad ha sido creado con la finalidad de mantener y reforzar
el dominio del capital sobre el trabajo. Dicho de otra forma el Estado Bonapartista es un Estado
Burgués aunque a la cabeza este un personaje que no sea un miembro de la clase burguesa.
Consideramos que para Marx “el estado Bonapartista, por independiente que haya podido ser
políticamente de una clase determinada, sigue siendo -y no puede ser de otro modo en una sociedad
de clases- el protector de una clase económica y socialmente dominante”. (Marx citado en
Miliband, 1991, p. 56)
Marx reconoce en “XVIII brumario de Luis Bonaparte” que es la masa burguesa la que pide por el
cambio del orden político para poder mantener el orden económico. En consecuencia, la burguesía
con el propósito de mantener su dominación económica, está dispuesta a perder su dominación
política y el control del aparato del Estado.
Bajo esta misma idea podemos encontrar que en “La guerra Civil en Francia”(1871) Marx escribe
que el aparato del Estado centralizado se forjó en la época de la monarquía absoluta como “un arma
de la sociedad moderna naciente en su lucha emancipadora contra el feudalismo”. Y que desde la
Revolución Francesa y durante los gobiernos siguientes se culminó la obra de la monarquía absoluta
al extender el poder represivo del Estado. El gobierno parlamentario quedaba en manos del control
directo de las clases poseedoras y por ello fue adquiriendo cada vez más “el carácter de poder
nacional de capital sobre el trabajo -de maquina del despotismo de clase” ante la amenaza de un
alzamiento del proletariado. Como consecuencia de la lucha, la burguesía se vio obligada no solo a
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dotar al poder ejecutivo de facultades represivas cada vez mayores sino que también a “despojarse
de su propio baluarte parlamentario” (Tarcus, 2004, p. 56)
Marx continua su argumento y menciona que el Segundo Imperio fue el sucesor de la república
burguesa porque la lucha política había llegado a tal punto que este “eran la única forma de
gobierno posible en una época en que la burguesía había perdido ya la capacidad para gobernar la
nación” y la clase obrera “no la había conquistado todavía”. Cabe destacar que como afirma
Miliband siguiendo a Marx: “Fue precisamente entonces cuando la sociedad burguesa, liberada de
preocupaciones políticas, alcanzó un desarrollo que ella misma jamas había esperado” (Miliband,
1991, p. 55).
Luego de la caída de Luis Bonaparte frente a Prusia, se proclama en Francia la Tercera República
en 1870. Al año siguiente acontecerían las revueltas en París. La Comuna no fue una revolución
contra una forma de poder estatal, sino una revolución contra el “Estado como tal”. La misión de la
Comuna, encabezada por la clase obrera como actor central en la lucha política, no era transferir el
poder de una fracción de la clase dominante a otra sino destruir al Estado en tanto maquinaria de
dominación de clase, mas allá de si este tiene una forma imperial o de república parlamentaria. Es
por ello que Marx entiende que la Comuna como medio de acción organizado era “la forma política
de emancipación social” ya que suprimía las actividades parasitarias del Estado.
Para el análisis de la Introducción de 1895, nos parece valida la hipótesis de Hernan Ouviña quien
afirma:
Si bien Engels realiza en la Introducción de 1895 una (parcial) reformulación de sus posturas
con respecto a las diversas formas de lucha en pos del socialismo, esta lejos de haber
descartado la necesidad de la revolución en tanto proceso superador de la barbarie capitalista.
(Ouviña en Engels, 2004, p. 6)
Como Ouviña consideramos importante destacar el contexto histórico en el cual se escribe la
Introducción de 1895. En este sentido cabe destacar que ya habían transcurrido 45 años desde la
publicación de “La lucha de clases en Francia”. En esos años distintos acontecimientos modificaron
la lucha política; entre ellos destacamos la conquista del derecho al voto por parte de los obreros
que permitió que los socialistas llevaran al parlamento sus primeros diputados, la fundación del
Partido Obrero Socialista Alemán, la Comuna de París que trajo como reacción la represión en
Europa contra las diversas corrientes socialistas y la fusión entre lasalleanos y eisenacheanos en el
Congreso de Gotha. Durante esos años el Partido Obrero Socialista Alemán obtuvo un crecimiento
abismal tanto de votantes como de escaños obtenidos en el parlamento pese a haber sido victima de
la la censura y el encarcelamiento de muchos de sus dirigentes.
Entendemos que la lucha política asume diferentes formas de acuerdo a la coyuntura especifica de
cada sociedad y que lo dicho por Engels en la Introducción no debe ser generalizado para cualquier
lugar y época. En la Introducción Engels reconoce la caducidad de las revoluciones efectuadas por
minorías conscientes a la cabeza de masas inconscientes y que “la rebelión al viejo estilo, la lucha
de calles, con barricadas, que hasta 1848, había sido la decisiva en todas partes, estaba considerada
anticuada” (Engels, 2004, p. 58) debido a diversos factores tales como el avance de la tecnología
militar y cambios culturales y urbanísticos los cuales resultaron más favorables para las tropas y en
consecuencia una desventaja para los combatientes civiles. Pero esto último no niega la necesidad
de una revolución ya que el mismo Engels afirma que “una futura lucha de calles solo podrá vencer
si esta desventaja de la situación se compensa con otros factores”(Engels, 2004, p. 62).
Para superar esta desventaja y lograr una completa transformación social Engels entiende que las
masas tienen que comprender la necesidad de la transformación para poder así intervenir
directamente en la misma. Para que esto pase es menester que el partido realice “una labor larga y
perseverante”(Engels, 2004, p. 63) en la cual el trabajo de propaganda y actuación parlamentaria
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resultan claves. Es justamente gracias a la implementación del sufragio universal que esta labor se
ve facilitada. Por ello Engels afirma:
Con este eficaz empleo del sufragio universal entraba en acción un método de lucha del
proletariado totalmente nuevo, método de lucha que se siguió desarrollando rápidamente. Se
vio que las instituciones estatales en las que se organizaba la dominación de la burguesía
ofrecían nuevas posibilidades a la clase obrera para luchar contra estas mismas instituciones.
Y (…) se le disputó a la burguesía cada puesto, en cuya provisión mezclaba su voz una parte
suficiente del proletariado. Y así se dio el caso de que la burguesía y el Gobierno llegasen a
temer mucho más la actuación legal que la actuación ilegal del partido obrero, más los éxitos
electorales que los éxitos insurreccionales. (Engels, 2004, p. 57)
Es por este avance del Partido Socialista Obrero Alemán en el marco de la legalidad que Engels
entiende que los partidos del orden se “van a pique con la legalidad creada por ellos mismos”
(Engels, 2004, p. 65) y que “no pueden prosperar sin violar las leyes” (Engels, 2004, p. 66) y que
por ello se ven motivados a romper la legalidad para poder garantizar el orden.
Si bien Engels ve beneficiosa la participación parlamentaria por parte del partido socialdemócrata
esto no nos debe hacer creer que él sea un “adorador pacifico de la legalidad a cualquier precio” -ya
que afirma que los camaradas extranjeros no deben renunciar a su derecho a la revolución-, sino de
una legalidad que ve que es conveniente en el contexto histórico de la Alemania que él analiza en la
que es necesario mantener el avance de la socialdemocracia por la vía electoral hasta que “desborde
el sistema de gobierno” (Engels, 2004, p. 65) y por ello considera necesario evitar un choque a gran
escala contra las tropas que desgaste innecesariamente a las fuerzas de choque de la
socialdemocracia que deben conservarse intactas hasta el día decisivo. Así, en el caso de que las
fuerzas del orden terminen rompiendo la legalidad el avance de la socialdemocracia (como lo fue el
del cristianismo como “partido de la subversión”) sera inevitable.

2. En el “El Estado y la Revolución” Lenin nos invita a repensar a Marx y a Engels para restaurar
lo que él entiende como “la verdadera doctrina de Marx acerca del Estado” (Lenin, 1950, p. 27) la
cual según él estaba tergiversada por el “kautskismo”.
Lenin comienza usando la definición de Estado planteada por Engels en “El origen de la familia, la
propiedad privada y el Estado” según la cual “el Estado no es de ningún modo un poder impuesto
desde fuera de la sociedad” sino que es “el producto de un “determinado grado de desarrollo de la
sociedad” en el cuál aquella se encuentra en una contradicción consigo misma y “dividida en clases
antagónicas irreconciliables que no puede conjurar”. Para evitar que estas clases antagónicas se
“devoren” a si mismas, el Estado surge como un poder aparentemente situado por encima de la
sociedad” con el fin de mantenerla “en los limites del orden”. Esto da a entender que el Estado no es
algo eterno, sino más bien un producto histórico plausible de ser destruido. Por ello Lenin sugiere
que:
El Estado surge en el sitio, en el momento y en el grado que las contradicciones de clase no
pueden conciliarse. Y viceversa: la existencia del Estado demuestra que las contradicciones de
clase son irreconciliables. (Lenin, 1950, p. 29).
Bajo la mirada de Lenin no debemos creer que el Estado sea un “órgano de conciliación de clases”
sino que es “un órgano de dominación de clase”. Esto último lleva Lenin a considerar que no es
posible la vía del sufragio universal como camino al socialismo y a considerar que “la república
democrática es la mejor envoltura que puede revestir al capitalismo” ya que en dicha república el
capital “cimienta su poder de un modo tan seguro, que no lo conmueve ningún cambio de personas,
ni de instituciones, ni de partido”.
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Por lo anterior para Lenin resulta claro que la liberación de la clase oprimida es imposible “no solo
sin una revolución violenta, sino también sin la destrucción del aparato estatal” ¿A qué se refiere
Lenin con la destrucción del aparato Estatal? ¿y como debe destruirse?
Lenin polemiza contra los oportunistas y contra los anarquistas y de la lectura de Engels llega a una
serie de conclusiones. En primer lugar afirma que cuando Engels dice que “al tomar estatal el
proletario destruye, con ello mismo, al Estado como tal” Engels habla de la destrucción del Estado
Burgués por la revolución proletaria, mientras que las palabras relativas a la extinción del Estado se
refieren a los restos del semi-Estado proletario después de una revolución socialista. En segundo
lugar, al ser el Estado una “fuerza especial de represión” del proletariado por la burguesía, este debe
sustituirse por una “fuerza de especial de represión” de la burguesía por el proletariado -que no es
otra cosa sino que la dictadura del proletariado-. La “destrucción del Estado como tal” consiste
entonces en el reemplazó del Estado Burgués por el semi-Estado proletario y en ello es clave la
toma de posesión de los medios de producción en nombre de la sociedad. En tercer lugar, Engels, al
hablar de la extinción del Estado, se refiere a un tiempo posterior a la toma de posesión de los
medios de producción por el Estado en nombre de toda la sociedad es decir a un tiempo posterior a
la revolución socialista.
Lenin cita a Engels quien afirma que “la violencia desempeña en la historia un papel
revolucionario, de que según la expresión de Marx, es la partera de toda vieja sociedad que lleva en
sus entras otra nueva, de que la violencia es el instrumento con la ayuda del cual el movimiento
social se abre camino y rompe con las forma políticas muertas y fosilizadas” (Lenin, 1950, p.42)
para justificar la necesidad del carácter violento de la revolución para destruir al Estado Burgués y
por ello considera que es imposible conciliar la doctrina revolucionaria de Engels con las ideas
reformistas de los socialdemócratas alemanes.
Que el “Estado es un órgano de dominación de clase” y que “el poder político es violencia
organizada de una clase para la opresión de otra” se vuelven una idea central para entender la
necesidad de la instauración de la dictadura del proletariado. De las lecturas de la “Miseria de la
Filosofía” y del “Manifiesto Comunista” Lenin concluye que es imposible que el proletariado
derroque a la burguesía sino empieza por conquistar el poder político o dicho de otro modo “si no
transforma el Estado en el proletariado organizado como clase dominante”, es en esto último
justamente en lo que consiste la dictadura del proletariado.
Por ello asegura que el Estado “en tanto es una organización especial de la fuerza, una organización
de la violencia para reprimir a una clase cualquiera” (Lenin, 1950, p.46) sirve a los trabajadores
para aplastar la resistencia de los explotadores, y esto solo puede ser llevado a la practica por el
proletariado “como la única clase consecuentemente revolucionaria, como la única clase capaz de
unir a los trabajadores y explotadas en la lucha contra la burguesía, por el completo desplazamiento
de esta” (Lenin, 1950, p. 46). Producto de esto es que considera que “el derrocamiento de la
burguesía solo puede realizarse mediante la transformación del proletariado en clase dominante
capaz de aplastar la resistencia inevitable y desesperada de la burguesía y de organizar para el
nuevo régimen económico a todas las masas trabajadoras y explotadas”.
Lo antedicho concuerda con la carta que Engels enviá a Babel en la que asegura:
“Mientras el proletariado necesite todavía del Estado, no lo necesitará en interés de la libertad, sino
para someter a sus adversarios, y tan pronto como pueda hablarse de libertad, el Estado como tal
dejará de existir.” (Lenin, 1950, p.86)
Cabe considerar entonces que Lenin siguiendo la doctrina marxista entiende que “Todas las
revoluciones anteriores perfeccionaron la maquina del Estado, y lo que hace falta es romperla,
destruirla”, en consecuencia en “El Estado y la Revolución” llama al derrocamiento del Estado
Burgués y la sustitución de este por un Estado proletario la cual debe organizarse de tal manera que
tenga como resultado final la extinción del Estado.
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Para que esto pueda llevarse a cabo es necesario que una vez destruida la máquina del Estado
Burgués (con su ejercito permanente, policía y burocracia entre otras instituciones) esta maquinaria
sea reemplazada por nuevas formas de organización.
Por ello retoma las experiencias de la Comuna de París planteadas en “La Guerra Civil en Francia”
y entiende a la Comuna como algo que que no era un Estado propiamente dicho. Lenin ve en la
experiencia de la Comuna la puesta en practica de la dictadura del proletariado y nota que en ella
por un lado “el órgano represor es ya la mayoría de la población y no una minoría como había sido
siempre” y por ello afirma que: “Desde el momento en que es la mayoría del pueblo la que reprime
por si misma a sus opresores, no es ya necesaria “un fuerza especial”de represión! En este sentido el
Estado empieza a extinguirse.” (Lenin, 1950, p.87)
Finalmente Lenin plante la necesidad de transformar las funciones de la administración del Estado
(burocracia) en operaciones de control y registro “tan sencillas, que sean accesibles a la inmensa
mayoría de la población, primero, y a toda la población sin distinción, después”. Sumado a esto,
plantea una serie de reformas para transitar desde la destrucción del Estado Burgués hasta la
extinción del Estado que implican cambios en la representación: la necesidad del reemplazo del
parlamento por los soviets y cambios en el derecho que si bien persiste como regulador de la
distribución de los productos y la distribución del trabajo entre los miembros de la sociedad deja de
reconocer la propiedad privada de los individuos sobre los medios de producción.

3. Para entender como Marx apela a la noción de sociedad civil y como hace uso de ella al
momento de conceptualizar el Estado, conviene comenzar por la critica que Marx hace a Hegel.
Marx confirma que Hegel ve acertadamente que existe una separación de la sociedad civil y la
sociedad política en dos esferas diferentes. Pero Marx critica a la concepción hegeliana y afirma que
el “Estado político no puede existir sin la base natural de la familia y la base artificial de la sociedad
civil, que son las condition sin equa no para la existencia del Estado” (Tarcus, 2004 ,p.54)
A la inversa de Hegel, Marx nota que es de la familia y de la sociedad civil que emana el Estado.
Esto lo lleva a analizar al Estado concreto (con su administración burocrática y su régimen político)
y no como “el espíritu real infinito para si”. Por ello va a analizar como se realiza un Estado desde
lo concreto (y no desde la idea) y a interrogarse acerca de como y quienes resuelven la escisión
entre las dos esferas de la sociedad moderna. Al analizar al Estado concreto concluye que este no
puede resolver las contradicciones y la única forma de resolver esta escisión es a través de la
democracia (lo que entendemos que luego denominara comunismo).
Para conceptualizar acerca del Estado, Marx afirma que todas las formaciones estatales modernas
(ya sean monarquías o repúblicas) son solo una determinada “forma” del Estado en la que “el
hombre político vive su existencia particular junto al hombre no político -junto al hombre- privado”
(Tarcus, 2004, p. 77). Él ve que en esas formaciones estatales hay una escisión entre el hombre y el
ciudadano; ve que coexisten el hombre de la sociedad civil y el ciudadano de la sociedad política.
Además, entiende que esta escisión se produce en todos los Estados (distintos a la verdadera
democracia)y que el Estado “es lo dominante sin que realmente domine” en tanto parece que
domina pero lo que realmente domina es la sociedad civil (los intereses privados) ya que el Estado
(con su constitución y su ley) no penetra de modo material en el contenido de la esfera no política.
Entonces bajo el Estado político (El Estado abstracto) podemos ser iguales ante la ley (eso es lo
que se busca con la emancipación política) pero en el Estado no político (la sociedad civil) se
manifiesten las desigualdades entre las personas. O dicho de otro modo, en un Estado Abstracto
(una república, una monarquía) pueden escribir una constitución que construya una igualdad formal
pero esta no penetra en las formas materiales que están por fuera de las esferas del Estado.
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Por ende, es en la sociedad civil donde se llevan a cabo las relaciones materiales, las condicionas
materiales de existencia y donde reinan los intereses egoístas y mercantiles, allí se lleva a cabo la
lucha de clases y la sociedad se transforma en una sociedad de clases, fruto de las contradicciones
entre el interés particular y el interés común. El Estado surge como resultante del modo material de
los individuos y cuando la burguesía presenta sus intereses particulares como los intereses comunes
de toda la sociedad el Estado se convierte en una “comunidad ilusoria” que le sirve para su
dominación.
Si bien Marx y Gramsci abordan la cuestión del Estado partiendo de dos premisas básicas (su
carácter de clase y la necesidad de su destrucción), Gramsci lo hace desde una perspectiva con la
que Marx no podía haber contado: la experiencia histórica del fracaso de la revolución en Occidente
y el ascenso al poder del fascismo.
Fruto de aquello Gramsci se proponé estudiar al Estado italiano desde su unificación hasta el
régimen fascista. Allí Gramsci produce “una relación de conservación/superación con los
aportaciones de los clásicos” (Thwaites Rey, 1994, p. 27) y se eleva de la idea de que todo Estado
es un Estado de clase a la determinación de las formas de adquirir el carácter clasista en las
sociedades capitalistas de Occidente del Siglo XX” (Thwaites Rey, 1994, p. 27).
Vale la pena puntualizar el concepto Estado que brinda Gramsci que indefectiblemente esta ligado
a la forma concreta que adquiere la supremacía burguesa en una nueva coyuntura. Gramsci observa
transformaciones en el capitalismo occidental y por ello plantea la necesidad de reformular la
relación sociedad-Estado para poder analizar las formas de dominación burguesa.
Si bien esta ampliación del concepto del Estado encuentra en Gramsci mismo antecedentes en los
escritos de “L’ Ordine Nuovo” en donde entiende al Estado como “el lugar donde las clases
dominante se unifican para materializar su dominación no solo mediante la fuerza sino por una
complejidad de mecanismos que garantizan el consentimiento de las clases subalternas”(Gramsci,
1986) y también en la “Carta a Togliatti, Terracini y otros del 9/2/24” donde aprecia las dificultades
para realizar la revolución en Occidente respecto a Oriente por el desarrollo de estas
“sobreestructuras políticas creadas por el superior desarrollo del capitalismo”; es en las “Notas
sobre Maquiavelo” de los “Cuadernos de la Cárcel” donde Gramsci al plantear la formula “Estado=
sociedad civil + sociedad política” profundiza su pensamiento y termina de producir un cambio en
la concepción marxista sobre la sociedad civil ya que advierte que en los Estados más avanzados la
sociedad civil “se ha convertido en una superestructura muy compleja y resistente a las “irrupciones
catastróficas” del elemento económico inmediato (crisis, depresiones, etc); las superestructuras de
la sociedad civil son como el sistema de trincheras de la guerra moderna” (Gramsci, 2008; p. 35).
Bajo la formula antes mencionada advierte entonces que el fenómeno de dominación burguesa en
Occidente es un proceso complejo que ademas del aparato de represión (Estado en sentido
restringido) el cual representa una especie de “limite último” que garantiza la persistencia del orden
burgués, interviene toda una serie de mecanismos de transmisión ideológica ubicados en la sociedad
civil “tendientes a lograr un consenso que otorga bases más solidas a la dominación” (Thwaites
Rey, 1994, p. 20). De esto se trata la concepción de Estado como Estado en sentido ampliado.
En este sentido, la supremacía de la burguesía en el capitalismo desarrollado no se debe solo a la
existencia de una aparato de coerción sino que logra mantener su poder mediante una compleja red
de instituciones y organismos -los partidos políticos, la Iglesia, los sindicatos y otros “aparatos
privados de hegemonía relativamente autónomos tanto del mundo económico como del aparato
represivo”- ubicados en el seno de la sociedad civil que tienen como finalidad organizar el consenso
de las clases subalternas para la reproducción del sistema de dominación. En conclusión, Gramsci
afirma que el Estado en su sentido ampliado, en su formula valida para la supremacía de las clases
dominantes en Occidente, es coerción y dominación pero también consenso, dirección y hegemonía.
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Referencias Bibliográficas

ENGELS. F. (2004): Introducción a la lucha de clases en Francia de 1848 a 1850 de Karl Marx, Bs.
As., Papel Negro Ediciones

GRAMSCI, A. (2008): El estado en los Cuadernos de la Cárcel(selección anotada de fragmentos de


los Cuadernos de la Cárcel, ficha de cátedra de la materia Sociología Política, cátedra M. Thwaites
Rey, Departamento de Ciencia Política –UBA, 2008 realizada por A. Bonnet

GRAMSCI, A. (1986) : Antología, México, Siglo XXI (selección de artículos de L ́ Ordine Nuovo).

LENIN, V. I. (1950), El Estado y la Revolución, en Obras completas, Buenos Aires, Cartago, tomo
XXIV

MARX, C. (1871) “Manifiesto del Consejo General de la Asociación Internacional de los


Trabajadores sobre la Guerra Civil en Francia en 1871”. Version disponible en:
https://www.marxists.org/espanol/m-e/1870s/gcfran/index.htm

MILIBAND, R. (1991), "Marx y el Estado", en R. MILIBAND, N.POULANTZAS y E. LACLAU:


Debates sobre el Estado Capitalista, Buenos Aires, Imago-Mundi.

OUVIÑA, H. y CORTES, M. (2008): “La revolución permanente contra el estado. El problema de


la transición en el pensamiento político de Lenin” en M. Thwaites Rey (comp.): Estado y marxismo.
Un siglo y medio de debates, Buenos Aires, Prometeo.

TARCUS, HORACIO (2004), “Marx y el Estado”. Cuadernos de la cátedra Teorías Sociológicas


del Estado, carrera de Sociología, Facultad de Ciencias Sociales-UBA, Buenos Aires, Mimeo.

THWAITES REY, M (1994): “La noción gramsciana de hegemonía en el convulsionado fin de


siglo. Acerca de las bases materiales del consenso” Publicado en GRAMSCI MIRANDO AL SUR.
SOBRE LA HEGEMONIA EN LOS 90, L.Ferreyra, E.Logiudice, M.Thwaites Rey. K&ai Editor,
Colección Teoría Crítica, Buenos Aires .

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