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DISLALIA

La palabra dislalia viene del griego “dys”, que significa “dificultad”; y


“lalein” que quiere decir “hablar”. Se trata de una dificultad para
producir ciertos sonidos o grupos de sonidos de la manera que se
considera adecuada. Puede detectarse, por ejemplo, cuando un niño
recurre con frecuencia a la omisión de un sonido determinado por
medio de un silencio o alargamiento vocal. O si el niño sustituye
siempre el mismo sonido por otro similar, lo que se trata de un caso de
sustitución.

Así mismo puede hacerse visible por distorsión, es decir, cuando el


niño recurre con frecuencia a la emisión de un sonido aproximado,
pero que no es el que encaja con su conversación. Finalmente puede
pasar que el niño inserte un sonido como apoyo.

Definiciones internacionales recientes


El término “dislalia” ha sido recientemente desplazado de las
clasificaciones internacionales de trastornos mentales, no obstante
continúa siendo utilizado en el lenguaje cotidiano y especializado para
hacer referencia a las dificultades de tipo fonético que presentan
algunos niños.

Para su diagnóstico, el DSM-V considera esto último ya no como


“dislalia” sino como un “Trastorno de los Sonidos del Habla” (TSH) .
Se trata de un conjunto de alteraciones centrales y propias del
componente fonológico que ocurren a nivel de la pronunciación de
algunos fonemas.
Tipos y causas
Aunque las clasificaciones pueden variar, según Aguilar-Valera (2017);
Hernández y Rubalcaba (2017), existen los siguientes tipos de dislalia:
fisiológica o evolutiva, orgánica, fonológica, funcional y mixta. Así
mismo, la dislalia puede ser dividida según la dificultad en la
pronunciación específica.

1. Fisiológica o evolutiva
Se considera una dislalia evolutiva al caso en el que el niño no repite
por imitación aquellas palabras que escucha, aun cuando su
desarrollo y edad cronológica se considera adecuada para esto. Su
desarrollo por lo tanto se debe a una maduración determinado del
cerebro y el aparato fonoarticulador. Suele presentarse alrededor de
los 4 años de edad y se hace visible por una repetición foneticamente
incorrecta.

2. Orgánica
Se trata de una dislalia de tipo funcional cuando la articulación está
relacionada con los órganos periféricos que controlan el habla. En este
caso los niños utilizan con mayor frecuencia la sustitución, la
omisión o la distorsión del sonido que se espera pronunciar.

3. Audiógena
Como su nombre lo indica, se trata de la dislalia que es
consecuencia de una deficiencia auditiva.

4. Funcional
Resulta del funcionamiento del sistema de reconocimiento gnóstico y
el sistema de producción práctico, por lo que su etiología se relaciona
con el desarrollo de los procesos cognoscitivos.

5. Mixta
Como su nombre lo dice, una dislalia mixta es aquella en la que se
presentan de manera simultánea las manifestaciones de los tipos
anteriores.

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