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Las previsiones y el enfoque de la Ley 4/1993 resultan insuficientes para dar satisfacción a las expectativas
de derechos sociales de las gallegas y gallegos del siglo XXI. La propia dinámica de innovación y
transformación de los servicios sociales y de las políticas públicas de inclusión, igualdad y bienestar, tras casi
tres lustros de vigencia de dicha norma, aconseja una revisión de la estructura, contenidos y relaciones entre
las personas que actúan en el sistema. Y, además, nuevos problemas sociales obligan a una actualización y a
un nuevo diseño estratégico de los dispositivos y recursos, cuya eficacia va a depender de su coherencia y
adecuación a la cambiante realidad social.
La publicación de disposiciones legislativas en el ámbito del Estado, en las que destaca especialmente la Ley
de la promoción de la autonomía personal y atención a las personas en situación de dependencia, contribuye
a evidenciar las limitaciones del actual modelo. Efectivamente, en el sistema para la autonomía y atención a
la dependencia se hacen efectivos nuevos derechos subjetivos en función de situaciones de dependencia
objetivables, y corresponde al sistema gallego de servicios sociales que la presente ley crea, como verdadero
cuarto pilar del estado de bienestar en Galicia, su desarrollo y aplicación.
En este nuevo escenario resulta decisivo un nuevo pacto social a favor de los sectores más vulnerables y de
la calidad de vida para todas y todos, pacto que se debe sustanciar en un compromiso presupuestario;
efectivamente, la norma hasta ahora vigente trataba de cifrar aquel esfuerzo en unos determinados
porcentajes de los presupuestos públicos de los ayuntamientos que, de acuerdo con la normativa de régimen
local, no estaban obligados a la prestación de servicios sociales. Hace falta ahora consolidar y ampliar esa
previsión presupuestaria con el objetivo de conseguir un compromiso de esfuerzo financiero público que se
puede cifrar, a medio plazo, en torno al siete por ciento de los presupuestos de las administraciones públicas
competentes y que se concretará en el marco del Plan estratégico de servicios sociales.
Estos referentes son expresivos de la necesidad de una puesta al día de los instrumentos legales en el campo
de los servicios sociales, no sólo para actualizar contenidos ya superados, sino para introducir nuevos
mecanismos de intervención y nuevos diseños de organización que permitan conseguir una igualdad real y
efectiva en el acceso a los recursos y servicios sociales de nuestro país, implantando, cuando es preciso,
estrategias diferenciadas que den respuesta a las necesidades propias de Galicia, y todo ello bajo los
principios de igualdad de oportunidades, no discriminación y acceso universal de las personas con
discapacidad.
ESTRUCTURA
Por lo que se refiere a la estructura de la ley, La ley 13/2008, do 3 de diciembre, de servicios sociales
de Galicia se estructura, a lo largo de 97 artículos, en:
El título preliminar contiene las disposiciones de carácter general, estableciendo su objeto, la
definición del sistema gallego de servicios sociales y sus objetivos, así como los principios generales por los
que el mismo se debe regir.
Se incluye también en este título la delimitación de quién es, con carácter general, titular del derecho
de acceso a los servicios sociales, así como el conjunto de los derechos y deberes de las personas usuarias
con relación a los servicios y prestaciones del sistema.
El título primero se divide en tres capítulos, relativos al sistema gallego de servicios sociales, en
los que se determinan su estructura, funciones, intervenciones, programas, servicios y prestaciones, así como
los aspectos básicos del equipo de profesionales de los servicios sociales.
En el capítulo I se estructura el sistema gallego de servicios sociales en forma de red, de
conformidad con dos niveles de atención, diferenciándose los servicios comunitarios, que comprenden, a su
vez, dos modalidades -básicos y específicos-, y los servicios sociales especializados, señalando las funciones
correspondientes a cada uno de ellos. En este capítulo se incorpora la tarjeta social gallega, que deberá
facilitar la continuidad y coherencia del itinerario de intervención social.
El título VIII se ocupa de los mecanismos de control y garantía pública del sistema gallego de
servicios sociales. Para ello se divide en dos capítulos, estando el primero de ellos dedicado al régimen de
registro, autorización administrativa y acreditación de entidades, centros, servicios o programas, y el
segundo, a la regulación de la función inspectora.
Los títulos IX y X regulan de modo exhaustivo el régimen de infracciones y sanciones en
materia de servicios sociales, diferenciando un régimen general y otro específico de infracciones y
sanciones para las personas usuarias, dada la especial posición en la que se encuentran dentro del sistema
gallego de servicios sociales. En diferentes capítulos se regulan las disposiciones generales de cada régimen
sancionador y el catálogo correspondiente de infracciones y sanciones, así como el procedimiento
administrativo, con expresa remisión a la regulación contenida en el título IX de la Ley 30/1992, de 26 de
noviembre, y a su desarrollo, aprobado por el Real decreto 1398/1993, de 4 de agosto, previéndose la
adopción de las medidas provisionales necesarias para asegurar la eficacia de las resoluciones
sancionadoras que se hubieran podido dictar, así como el destino del importe de las sanciones impuestas a
la mejora de los servicios sociales.
Preámbulo
Capítulo primero:
Capítulo segundo:
Capítulo tercero:
Título Séptimo:
11 disposiciones adicionales
4 disposiciones transitorias
2 disposiciones finales
CONTENIDO
Preámbulo
En este apartado se expone el marco en el que se desarrollan los servicios sociales en la comunidad
autónoma de Galicia, justificando posteriormente la necesidad de elaborar esta nueva ley, sobre todo en lo
referido a la participación de la iniciativa privada, al voluntariado y a la revisión global del sistema.
Título a título va comentando paso a paso esta ley, razonando y justificando el contenido de cada uno
de ellos.
El objeto de esta ley es la ordenación y estructura de un sistema integrado de servicios sociales como
servicio público de la Comunidad Autónoma de Galicia, así como la regulación de su promoción.
Los principios inspiradores del sistema de servicios sociales son los siguientes:
Constituyen el nivel más próximo al ciudadano y su entorno, desarrollan programas y prestan ayudas
que favorecen la participación y el bienestar social de las personas y los grupos en su comunidad,
especialmente de aquellos en situaciones o en riesgo de marginación.
Elemento básico de prevención, detección, análisis de necesidades, programación del trabajo social y
prestación de servicios.
Será responsabilidad de los entes locales detectar las necesidades en su ámbito territorial,
confeccionar estadísticas de las distintas áreas de actuación, poniendo a disposición de la Administración
Autonómica estos datos y facilitarle a ésta la información solicitada en las materias objeto de esta ley.
Asimismo se promoverá la coordinación en el ámbito local con otros servicios (sanitarios, culturales,
educativos y urbanísticos) así como con la iniciativa privada.
Los centros de servicios sociales, propios de las administraciones públicas, se crearán por decreto e
iniciarán su actividad por orden de la consellería competente.
La administración autonómica podrá concertar plazas en los centros de la iniciativa privada, tanto
social como lucrativa, sin que en ningún caso el precio pueda superar el coste medio de las mismas en los
centros públicos en el área de actuación correspondiente.
Derechos:
Acceso y asistencia sin discriminación de sexo, raza, religión, ideología o cualquier otra
circunstancia o condición personal o social
Consideración en el trato, tanto por el personal como por los otros usuarios.
Sigilo profesional acerca de su historial sanitario y social
Realizar salidas al exterior
Mantener relaciones interpersonales (recibir visitas)
Asistencia individualizada de acuerdo con sus necesidades específicas
Acceso a todas las atenciones que precise para conseguir su desarrollo integral
Dejar de utilizar los servicios o abandonar el centro por voluntad propia.
Asociarse para favorecer su participación en la programación y prestación de actividades
(pudiendo llegar a constituirse en asociaciones de usuarios de distintos centros o servicios)
Deberes:
Cumplir las normas establecidas en el régimen interno (el cual deberá contar con la
autorización administrativa correspondiente)
Observar una conducta de respeto mutuo, tolerancia y colaboración
Colaborar en determinadas tareas que no supongan un peligro para su integridad y que sirvan
para mejorar su autonomía y facilitar su participación social.
Integrado por representantes de: la administración autonómica y de entes locales, de entidades que
colaboren en la prestación de servicios sociales, de asociaciones de usuarios de centros y servicios, de
entidades vecinales, de colegios profesionales y una representación paritaria de organizaciones empresariales
y de centrales sindicatos.
A nivel provincial se crean los Consejos Provinciales y se promueve la creación a nivel local de
Consejos Locales, que serán desarrollados por las entidades locales afectadas.
Trabajo voluntario: acción solidaria de carácter altruista a favor de la comunidad con el objeto de
mejorar el bienestar y la calidad de vida de sus integrantes. El trabajo voluntario no tendrá el carácter de
relación laboral, mercantil o retribuida, ni podrá suponer una reducción de la oferta pública de empleo.
Las actividades del voluntariado social se podrán desarrollar a través de entidades de iniciativa social
o de organizaciones de voluntarios creadas por las entidades locales.
Tipos de subvenciones:
Inversión: destinado a todas las entidades prestadoras de servicios sociales. Puede ser para la
adquisición, construcción, reforma, ampliación o mejora de inmuebles, o bien para equipamiento y
mobiliario.
Mantenimiento y promoción de actividades básicas o innovadoras referidas a centros, programas y
servicios. Destinadas a las entidades locales y a las entidades de iniciativa social.
Promoción de actividades complementarias, destinadas a las asociaciones de usuarios.
Actividades básicas (imprescindibles para la consecución de los fines del centro, servicio o programas),
las que no tengan esta consideración serán complementarias.
Las sanciones graves o muy graves podrán conllevar además de la multa económica, el cierre
temporal de los centros, la prohibición de financiación pública y la inhabilitación en cargos de carácter
análogo.
Las diputaciones provinciales y los ayuntamientos de más de 20.000 habitantes también deberán
consignar partidas presupuestarias para llevar a cabo los compromisos establecidos en la presente ley.
Los ayuntamientos de menos de 20.000 habitantes que opten por asociarse para la prestación de
servicios sociales deberán consignar un mínimo de un 4% de su presupuesto. En el caso de que opten por
prestarlo por si mismos deberán consignar un mínimo de un 6%.
Las Comunidades Autónomas podrán colaborar con estos ayuntamientos de menos de 20.000
habitantes en la financiación de actividades básicas o innovadoras propias, teniendo preferencia las que
destinen un porcentaje superior.
Aunque con tendencia a la gratuidad, se podrá establecer por baremo la participación de los usuarios
en la financiación según sus ingresos económicos. Se podrán establecer otras formas de financiación para
personas sin recursos corrientes, pero con patrimonio, el cual sería susceptible de estar afecto a los gatos
ocasionados por su atención.
8 disposiciones adicionales
3 disposiciones transitorias
1. Se establecerá el procedimiento para transferir a las entidades locales una serie de equipamientos,
personal, medios materiales y dotación presupuestaria de: guarderías infantiles, centros sociales, hogares y
clubs, centros de menores y residencias de tercera edad (excepto las asistidas)
2. Mientras no se constituya el Consejo Gallego de Servicios Sociales, las funciones contempladas en esta
ley serán desarrolladas de acuerdo al Decreto 31/1989 de 3 de febrero.
3. En las normas de desarrollo de esta ley se establecerán los plazos máximos para la adaptación de los
equipamientos.
4. Mientras no se apruebe el Plan gallego de equipamientos y servicios sociales las entidades locales y
demás entidades prestadoras de servicios sociales se adaptarán a las directrices de planificación efectuadas
por la consellería competente en esta materia.
Deroga las disposiciones legales vigentes de igual o inferior rango que se opongan a lo dispuesto en
esta ley, principalmente la ley 3/87 de servicios sociales y demás decretos y órdenes que la desarrollan.
4 disposiciones finales
1. Se autoriza a la Xunta a dictar las disposiciones necesarias para el desarrollo de esta ley.