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DISCAPACIDAD INTELECTUAL

YINI ROCÍO CUERVO CIPRIAN - ID 541175

SONIA TORRES LADINO


TUTOR

NRC: 1526

UNIDAD DE EDUCACIÓN LICENCIATURA EN PEDAGOGÍA INFANTIL

ELECTIVA CPC

IX SEMESTRE

VILLAVICENCIO

2020
ESCRITO

Transición de las estrategias de apoyo en la enseñanza

La evolución histórica trae consigo un ramillete de eventos que han permitido el desarrollo

gradual de lo que hoy conocemos como humanidad, dentro de este contexto, la educación

también ha sido escenario de múltiples cambios y reformas, en este sentido la década de 1900 y

el sistema de enseñanza clásico, son muestra de los hechos marcados y condicionados por una

sociedad de tipo clasista y uniforme, en la que no había espacio para hablar de diferencias en los

ritmos de aprendizaje, necesidades particulares, cultura, intereses y valores. Asimismo, la

práctica del proceso de escritura, era impuesta por el uso de la mano derecha, y en un hecho

aberrante, la izquierda era atada, sólo porque el sistema así lo establecía.

Por otra parte, en este punto, es importante denotar los métodos a los que eran sometidos y la

segregación latente para aquellos de origen indígena o afro, de hecho, no había interés alguno

por educar a quienes tuvieran alguna condición de discapacidad, por fortuna los finales del siglo

XX fueron otros y la revolución histórica cumplió su rol, al introducir nuevas herramientas y

conocimientos, de este modo, la perspectiva de la educación se amplió y dio paso a un cambio

que “acoge” la práctica de valores y un espacio de inclusión.

Eventualmente, la escuela introduce entonces estrategias en el quehacer pedagógico, que le

permiten generar ambientes amigables y significativos durante el proceso formativo, a través de

pautas que dan espacio a la total comprensión y apreciación por las diferencias, en este sentido,

la escuela debe entonces responder a la diversidad, desde una realidad más humana, más táctil y

sensible.
De este modo, las acciones encaminadas al objetivo educativo son aquellas que deben potenciar

habilidades como la comunicación y la búsqueda de información para la resolución de conflictos.

En este sentido, uno de los primeros pasos para ofrecer estrategias “positivas” responde a

factores como la conducta mutua del docente y estudiante, es decir, la forma en cómo ha de

asumir el rol el docente y el impacto que este genere frente al estudiante, para lograr el objetivo

en el proceso de formación, desde ese orden de ideas, las malas conductas, suelen manifestarse

como problemáticas en el aula y es allí donde el docente debe empoderarse del papel observador,

estar presto a escuchar constantemente y plantear una intervención conductual asertiva.

Por otra parte, estas estrategias positivas deben contribuir a la adquisición de habilidades que

resulten provechosas y para ello debe pensarse en la participación activa de los estudiantes en la

vida académica en los diferentes espacios de intervención que pudieran llegar a tener, con ello se

busca incentivar el empoderamiento y la capacidad de adaptarse a las diferentes realidades del

entorno, usualmente, se busca con estas estrategias aportar a las reestructuración la comunidad

escolar, a través de objetivos como la expansión de responsabilidades y el establecimiento de un

clima adecuado y disciplinado.


Así mismo, obtiene información para diseñar un currículo y estrategias de enseñanza de carácter

individual, definiendo los objetivos de acuerdo con la forma de pensar de los estudiantes con el

fin de respaldar y facilitar su aprendizaje.

Los docentes pueden enseñar con eficacia a todo tipo de alumno y disfrutar de su labor, sí y sólo

si diseña e implanta un currículo adecuado para todos. Logrando así que el estudiante más capaz

que haya conocido, como el estudiante más discapacitado que pueda conocer o imaginar y, por

supuesto, a todos los que se encuentran entre ambos extremos, obtengan aprendizajes que les

sirvan cotidianamente para participar como miembros activos en la vida de la comunidad. La

implementación del currículo tiene en cuenta factores como: ¿Qué se utiliza para enseñar?

(materiales), ¿Cómo organizar lo que se enseña? (diseño de clase), ¿Dónde se lleva a cabo la

enseñanza? (lugar) y ¿Qué sucede durante la enseñanza? (interacciones en el aprendizaje).

El proceso de enseñanza resalta que los estudiantes precisan docentes que les ayuden a aprender

cómo hace uso de las habilidades de forma fluida y natural en su ausencia; aprender implica,

para todos los estudiantes, establecer el significado de lo que se aprende y cómo se relaciona con

conocimientos y experiencias previas, dando un sentido a lo que se les enseña. Por lo tanto, un

docente ha de planear la enseñanza con antelación para asegurar un ambiente rico en estímulos

que asegure el éxito del estudiante en el aprendizaje.

La enseñanza debe estructurarse de manera diferente para cada uno de los estudiantes partiendo

del hecho de que sus necesidades cambian con el tiempo y según la tarea en consonancia, los

docentes deben adaptar constantemente su interpretación de los contenidos en diferentes

momentos y a diversos estudiantes. Valorando el aprendizaje como una acción más de trabajo

que de juego y más de esfuerzo que de placer. En las aulas inclusivas la enseñanza suele darse en

grupos heterogéneos que ameritan reglas y estrategias prediseñadas para el proceso de


enseñanza, ya que hay estudiantes con todo tipo de características que les genera identidad como:

el género, la raza o etnia, las habilidades de comunicación e integración, y el nivel de

rendimiento académico. Reduciendo al final, el éxito o fracaso de las aulas inclusivas a dos

factores importantes como los son: la forma de organizar a los estudiantes y la planificación de

sus experiencias.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Palacios, A. (2008). El modelo social de discapacidad: orígenes, caracterización, y plasmación


en la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.
Madrid: España. CINCA.

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