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Actividad 1. Ensayo reflexivo sobre el por qué profundizar en Educación Inclusiva

Autores

Dani Saúl Benavides Caicedo Cod.1085284898

Yessenia Córdoba Rentería Cod.1045487656

Yuri Tatiana Morales Ospina. Cod.1023880756

Pilar Paola Pérez Pérez Cod.1065004542

Adriana Marcela Suarez Conde Cod.1096195396

Tutor

Mag. Reisner De Jesús Ravelo Méndez

Corporación Universitaria Iberoamericana

Facultad En Educación

Estrategias pedagógicas y comunitarias para la educación inclusiva

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Bogotá, Colombia

Noviembre Del 2023


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“Las personas, al igual que las aves son diferentes en su vuelo, pero iguales en su

derecho a volar” Anónimo.

El término “inclusión” se ha universalizado desde hace muchos años, tomando relevancia

en el ámbito social, cultural, educativo, etc. Por tal razón, es habitual escuchar esta expresión en

la actualidad para hacer alusión al mejoramiento de oportunidades de cada individuo y a

disminuir las brechas de inequidad que permitan que todas las personas tengan las mismas

posibilidades de ser partícipes en la sociedad. Como profesionales inmersos en contextos

educativos se evidencia como las dinámicas han cambiado con el pasar de los días, pues se

reconoce grupos heterogéneos de estudio con diferentes capacidades y talentos, lo cual implica

un reto para desaprender y buscar nuevas estrategias didácticas y pedagógicas que den respuesta

a la educación inclusiva y a la diversidad.; así mismo, resignificar los imaginarios que se tienen

frente a la atención de grupos poblacionales neurodiversos.

Hablar de inclusión requiere un conocimiento de conceptos sobre el tema; por tal razón,

se toma como referencia lo mencionado por Figueroa, et al. (2011) quienes definen inclusión

“como una forma de interacción en la que los interlocutores se reconocen mutuamente como

sujetos sociales competentes, singulares y dignos de reconocimiento, todo lo cual promueve la

activa participación de cada uno y la formación de vínculos afectivos”. Con base en lo anterior,

cabe mencionar que es responsabilidad de todos y todas hacer del termino inclusión un hábito

social, un ejemplo de esto es el campo educativo, en lo cual no se puede señalar o dejar la

responsabilidad solo a un sujeto, ente u organización, pues como seres pertenecientes a la

sociedad existen varios agentes que intervienen. Para mencionar algunos, la familia quien crea y

fortalece vínculos afectivos para el desarrollo de la personalidad, los cuales serán la base para el
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desenvolvimiento adecuado en la sociedad, los maestros como mediadores u orientadores en el

proceso de enseñanza – aprendizaje, fortaleciendo competencias y valores para la formación de

personas que conviven como seres sociales e incluyentes y el Estado quien debe garantizar el

acceso a la educación para todos y todas desde la singularidad, esta última entendida como “ la

pertenencia a un grupo respetando la diferencia”. (Figueroa, et al, 2017, p 15).

Sin duda alguna, conocer las singularidades o particularidades de cada persona, implica

entender que todos y todas poseen la capacidad para realizar las diferentes actividades que en el

diario vivir se deben afrontar, pero cada uno es capaz de resolver de acuerdo a sus

potencialidades y destrezas; por tanto, el maestro procura propiciar los espacios, estrategias,

actividades y oportunidades para que todos los educandos aprendan y avancen en su formación

siendo conscientes de dicho proceso; así mismo, fortalecer desde la escuela los vínculos

afectivos entre estudiantes y docentes. La inclusión es un compromiso compartido que permite la

eliminación de obstáculos para una convivencia y armonía con igualdad de oportunidades para

cada individuo.

En el marco de la inclusión, entender la diversidad como potencia y fortaleza, es

reconocer la forma en que se expresan, conviven o se relacionan las personas en los diferentes

contextos, algo primordial para lograr satisfacer sus necesidades desde la singularidad,

comprender que las personas son neurodiversos y, por ende, con derecho a ser partícipes en la

sociedad desde un punto de vista inclusivo, mas no solo integrarlos de acuerdo a su condición

física o médica.

En ese orden de ideas y desde el ámbito educativo, los aspectos para lograr un

aprendizaje significativo se debe tener en cuenta que existen diversas estrategias didácticas que

le facilitan al docente la enseñanza de los conocimientos. Durante el diseño de estas, es


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importante clasificarlas de acuerdo al contexto y al sujeto; es decir, abarcan tanto al docente

como al estudiante y su entorno. Si bien son estrategias aplicadas por el docente, entrarían a

jugar las estrategias de enseñanza las cuales son de tipo presencial y requieren de interacción

docente-estudiante; estrategias instruccionales en donde mayormente son de tipo virtual

sincrónico/asincrónico responsabilizando al estudiante de su proceso; y estrategias de evaluación

cuya finalidad es reflexionar en torno a los logros de los estudiantes, enmarcados en metas de

aprendizaje. Una última estrategia, y que aborda únicamente al estudiante, es la estrategia de

aprendizaje; esta compromete al estudiante a organizar su manera de aprender para facilitar su

desarrollo. Ahora bien, para el diseño de estrategias didácticas en la labor docente se debe incluir

algunos elementos pertinentes tales como el nombre de la estrategia, el contexto, el tema, la

duración y los objetivos o competencias. Estos últimos para su redacción requieren de un verbo o

acción a realizar, un objeto de estudio y una condición de calidad que englobe la competencia a

desarrollar. De igual forma, para construir competencias se sugiere realizar las siguientes

interrogantes: ¿Qué tiene que saber el estudiante?, ¿Qué procedimientos debe hacer el

estudiante? ¿Cómo debe ser, actuar y estar el estudiante?

Si bien, considerando a Fernández y Salinero (2006) las competencias son un

conglomerado de capacidades cognitivas, sociales, actitudinales, emocionales puestas en escena

para alcanzar cierta meta que, en la práctica en un determinado contexto, tendrán un impacto

positivo en los resultados de la actividad desempeñada. La inclusión se refiere a las

oportunidades: donde los seres humanos disfruten de una vida digna y puedan satisfacer sus

necesidades.

En este orden, Rigo (1998) plantea que, para poder reestructurar los procesos educativos,

se deben implementar por parte de los docentes estrategias las cuales permitirán a los niños y las
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niñas tener una educación inclusiva, en donde se incluyan sus diferentes características

individuales.

 Fomentar el trabajo colaborativo, donde los estudiantes trabajan de forma unida,

facilitando el intercambio de ideas, para alcanzar los objetivos propuestos en la escuela

 Crear las competencias necesarias en los docentes en temas de inclusión, para de

esta forma brindar un acompañamiento de calidad y mitigar las barreras existentes

 Contar con recursos de apoyos, didácticos y tecnológicos, los cuales puedan

adaptarse a las necesidades de los educandos.

Para concluir, el alcanzar una inclusión educativa requiere de un cambio de paradigma,

donde emerjan nuevas estrategias que satisfagan las necesidades de los estudiantes, lo que

conlleve a una sociedad más inclusiva. Es tarea de todos y todas lograr hacer del concepto

inclusión el diario vivir de toda la sociedad, como maestros romper las barreras de inequidad y

desigualdad, que la escuela sea el espacio de aprendizaje de los educandos para potenciar sus

capacidades, teniendo como prioridad sus particularidades, necesidades, capacidades o talento.


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Referencias bibliográficas

Feo Mora, R. J. (2010). Orientaciones básicas para el diseño de estrategias didácticas. Tendencias

pedagógicas, (16), 221-236.

Fernández, et al. (2006). Las competencias en el marco de la convergencia europea: Un nuevo concepto

para el diseño de programas educativos. Encounters on Education, 7(1), 131- 153.

Figueroa Ángel, M. X., Gutiérrez de Piñeres Botero, C. y Velázquez León, J. (2017). Estrategias de

inclusión en contextos escolares. Diversitas: Perspectivas en Psicología, Vol. 13 (1).

Rigo Lemini, M. A. (1998). Estrategias docentes para un aprendizaje significativo, de Frida Díaz Barriga

y Gerardo Rojas Hernández. Revista Mexicana de Investigación Educativa, Vol. 3 (5), 179-182.

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