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Materia: Arte y educación
Año: 1ero de Profesorado de primaria -I.S.F.D. y T. N° 35 "PROFESOR VICENTE
D'ABRAMO"
Profesora: Mariana Juarez
Alumna: Milca Gonzalez AÑO: P.E.P. Turno Mañana
Fecha: 29 de octubre 2018
A.M. Battisttozi tambien agrega :-” ¿Que sirve para cambiar su modo de ver las cosas, para entender las
cambiantes relaciones del mundo que le toca vivir? ¿O solo es expresión de la lógica de consumo propia del
sistema ? ...Está comprobado que en un setenta por ciento los visitantes de museos no se detienen más de
dos minutos ante una obra y pasan casi más tiempo en la tienda de regalos hojeando los catálogos que
reproducen las mismas obras que acaban de ver en las salas. No es difícil de entender que a alguien
educado en la cultura visual de la televisión, la reproducción e Internet le resulte problemático enfrentarse a
la complejidad material que anida en una pintura de Velázquez, Goya o incluso de Picasso.
El todo vale :
Mencionan F.Acosta y A.M. Battistozzi desde la interrogante ¿esto es Arte?
Pareciera en principio que la orden del día es al provocación, lo raro, lo trasgresor, lo no
convencional. Sin embargo eso no es una actitud nueva propuesta por el artista de esta
ultima década, es algo que si se vio al principio del siglo xx, M. Duchamp podría decir que
fue un gran provocador de ese ulterior momento recordemos su polémica obra llamada “la
fuente” que era un urinario, sin embargo en ese momento, la intención era claramente
utópica, la suversion, y el romper con lo establecido, era desestructurar a esa burguesía
que acotaba el arte.
Hoy ya nos e parte desde un manifiesto que contornea la vanguardia, hoy ninguna
definición de el arte se impone sobre otra postulándose como algo definitivo y superador.
Al contrario da la sensación de que viene a desmenuzar la nueva circulación del arte.
V. Gerard bien describe la pluralización del arte, la democratización, como al ampliarse
sus vertientes, las fronteras ya no se perciben como un margen señalizadas. Esta
democratización facilitada por la universalidad de la formación académica, proyectando un
ciudadano ilustrado provoca tres observaciones, primero la cantidad de ciudadanos que
concurre a espectáculos culturales.
Segundo:El consumo no es solo sofisticado, es mucho mas amplio. Y en tercer lugar cabe
aclarar que en la república democrática del Arte , nadie puede descalificar a nadie.
V.Gerard nos comparte :- ”Es más, no solo cualquier cosa puede ser una obra de arte y todo vale y
todo está permitido, sino que además, como dijera J.Beuys-, todos somos artistas. Esto es, el ser artista ya
no podría entenderse como una elección de los Dioses o de la Naturaleza que ha dotado de un talento
especial a unos pocos seres privilegiados, sino como una capacidad o rasgo de cualquier ser humano.
Cualquier ciudadano puede ejercer esa capacidad y tiene derecho a presentarse ante el resto de la
ciudadanía como artista, al menos en términos de iguales derechos. Nadie decide quién es un artista, todos
lo somos. Otra cosa es quién decide quién es un buen artista.
El siglo de la furia Pablo suarez dijo-”rasgo típico del siglo XX"furia contra la obra" de arte,”-
Aquí en la frase anterior congruente con la mirada republicana de Vilard, deja ver que la
cómoda estabilidad de lo reprimido a suerte de golpe de estado hay que provocar para
acabar con la dictadura, se debe darle impacto destruyendo lo anterior desde adentro.
En los artículos encontramos las palabras de Pablo Suárez que acusa el poder del mercado como
limitador del arte .-advierte que desde que el negocio del arte es poderosísimo, "el mercado iconiza la
bomba y le quita toda potencia"
Acosta y Batiszz mencionan que - “A diferencia de lo que sucedía en el siglo XX, pareciera que el arte ya
no puede ser irónico ni contestatario sin ser absorbido inmediatamente por el mercado. En diciembre
pasado, la Tate Gallery empleó 35.000 euros para comprar caca enlatada. Su autor, el polémico artista
italiano Piero Manzoni, las había fabricado a modo de protesta por lo absurdo que se había vuelto el
mercado de arte.”
Existe dura crítica a las vanguardias de la primera mitad del siglo XX, desmitificando su supuesto espíritu
de subversión: el ascenso del valor de cambio del arte como parte de un mercado cultural en expansión,son
todas propiedades estéticas que en el pasado se atribuían ante todo al arte y a aquellas artesanías cercanas
a él, como la joyería o la ebanistería nobles. Las obras de Rothko, Warhol o Hopper se venden hoy
masivamente en reproducciones comerciales para que la gente decore sus hogares. Encarnan este tipo de
cualidades, aun en una reproducción, que también atribuimos a unas gafas de sol de Armani, a una silla de
Stark, a una camiseta de Custó o a un reloj Swatch.
Hoy se acepta que el arte sea un bien en el que invertir o un medio para conseguir votos o estatus social lo
único que hace es extender la presencia del arte en la sociedad, multiplicando las instituciones relacionadas
con él -el mundo del arte- y democratizar sus valores al hacerlo accesible a un número creciente de
ciudadanos. La muy celebrada y comentada obra teatral de Yasmina Reza, Arte , constituye un claro síntoma
de esta presencia. Y el hecho de que actualmente toda ciudad mediana también quiera tener su centro de
arte contemporáneo, aunque el motivo de fondo sea para atraer turistas, confirma el ascenso del valor del
arte contemporáneo.
Si dejamos que nos permeen la palabras de V.Gerard así nos abrimos a la compresión
ampliada del arte nos estaremos en realidad regalando a nosotros mismos la posibilidad
de mejorar la calidad de espectadores.
-...”Lo que hay que comprender es que el mundo del arte de hoy, en el que impera un cierto relativismo,
ciertamente, no es, pese a ello, más irracional y relativista que otros mundos como el de la política o la
justicia en regímenes democráticos. Es cierto que cualquier cosa es una obra de arte cineasta o escritor,
pero, desde luego, no todas las obras de arte, se consideran o juzgan como de igual valor, es decir, todo el
mundo discrimina y selecciona entre las obras de arte aquellas que cree mejores por muy distintas razones.
Para empezar, observemos que los críticos, los comisarios, los galeristas, el público, los coleccionistas, etc.,
coinciden bastante en la lista de nombres de quienes son los grandes artistas. Solo hay que darse una vuelta
por cualquier museo de arte contemporáneo del mundo para ver que en él se encuentran los mismos
nombres que en cualquier otro museo a diez mil kilómetros de distancia, así en el norte como en el sur, en el
este como en el oeste. Lo que hay que comprender es que, precisamente todas las críticas y denuncias que
pueden y deben hacérsela al mundo del arte pluralista del presente, no lo invalidan sino todo lo contrario,
son parte básica del mundo del arte mismo, un mundo todavía muy joven que hemos de acostumbrarnos a
ver con otros ojos, lejos de aquella mirada convencida de que hay una verdad y un estilo artísticos que
marca el camino cierto de la historia del arte. Afortunadamente, esa mirada monoteísta de la línea correcta
y las verdades políticas absolutas ya la abandonamos en política; ahora toca deshacernos definitivamente
de sus restos en estética.”
A mi personalmente como espectadora me pasa que estoy en proceso de limpiar mi juicio de las
criticas básica de pensar,- pero si esto lo hago yo! Cuando estoy frente a una obra de un artista
que embolso tela en telas de arpillera dándole redondeadas, amorfas y asimétricos volúmenes
cubriendo todo el piso de una habitación de 100 m² . Mi proposito es en un futuro pararme ante
estas obras desconcertantes y valorar el proceso, y respetar lo que le paso al artista durante su
proceso gestante, seguramente no va a ser el mismo ser internamente humano que inicio la obra,
que cuando la culmino, habrá ocurrido en el una metamorfosis en lo espiritual.