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PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL ECUADOR.

ESCUELA DE TEOLOGÍA.
Materia:. Historia de la Iglesia en América Latina II.
Profesor: David Chamorro.
Alumno: Pablo Uruchima.
La evangelización de la cultura: Muñoz Vega, Gaudium et Spes y el Ecuador de
posconcilio (examen final).
Pablo Muñoz Vega nació en Mira, Provincia del Carchi, el 22 de Mayo 1903. Ingresó al
noviciado de la Compañía de Jesús (Cotocollao) en 1918, el cual guiaba el padre José
Jouanen S.J., así en 1921 realizó sus primeros votos religiosos e inició con el estudio de
Humanidades y Retórica. En 1923 comenzó a estudiar filosofía; ya en 1930 fue
seleccionado para proseguir su carrera en el Colegio Máximo de Oña en Burgos, dodnde en
1931 defendió su tesis “el tratado de Ecclesia” y en septiembre de 1932 fue enviado a la
celébre Pontificia Universdad Gregoriana, ordenándose Diácono el 23 de julio de 1933 y
Sacerdote el 25 de julio en la Iglesia San Ignacio, así celebró su primera eucaristía en uno
de los altares laterales de la Basílica de San Pedro (Pérez, 1987, pág. 334).
El P. Pablo continuó estudiando en la Universidad Gregoriana con un notable
aprovechamiento y obteniendo las calificaciones más elevadas. En marzo de 1934, en un
solemne acto público y ante varios Cardenales, sustentó la tesis “Christo Redemptore”
exponiendo “las grandes concepciones teológicas en torno al sacrificio de Nuestro Señor
Jesucristo, frente a Garrigan La Grange O.P un hombre dedicado por entero al humanismo
eclesial y estaba dentro de la línea tradicional de la Iglesia” (Pérez, 1987, pág. 334). En
1935 siguió su bienio de estudios de Filosofía social en la Pontificia Universidad
Gregoriana y realizó trabajos en seminarios de temas sociales con el P. Gustavo Gundlach.
En 1937 obtuvo el grado de Doctor con su tesis “Introducción a la Síntesis de San Agustín”
sobre la psicología de su conversión, tema que desenvolvía desde los años que estuvo en el
Colegio de Oña (Pérez, 1987, pág. 334).
El P. Pablo Muños Vega jamás tambaleó en su ortodoxia, esclarecido con las enseñanzas de
la Patrística, la Escolástica, el Magisterio de la Iglesia y en sus propias meditaciones en
piadosa plegaria, le condujeron a ser consultor y partícipe en el Concilio Vaticano II,
presidente de uno de los sínodos en Roma, consejero y ponente en las reuniones de la
Conferencia Episcopal Latinoamericano habidas en Medellín y Puebla. Así podemos
recordar su sobreslaiente trayectoria eclesial, primero en la Visitaduría y después el
Provincialato de los jesuitas en el Ecuador; y en Roma, los rectorados del Colegio Pío
latinoamericano y de la Pontificiía Universidad Gregoriana centros que supo dinamizar con
perspectiva moderna y sentido de futuro; y por fin el Episcopado, la Mitra Arzobispal; el
Capelo y la Púrpura Cardenalicia [CITATION Sal94 \p 241-242 \l 3082 ].
De este modo, se puede mencionar sus obras y legados más fundamentales de Mons.
Muñoz Vega que levantó con dinámico sentido de servicio social; por ejemplo: el Instituto
Psiquiátrico de Parcayacu; la casa asistencial para sacerdotes ancianos y dispensarios
médicos del Sagrado Corazón de Jesús en la Armenía (donde residió sus últimos años y
murió después de celebrar su última misa y recibir los santos óleos por él mismo
solicitados); y también sus edificaciones espirituales como la facultad de Filosofía y
Teología en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador de la que fue gran Canciller,
Radio Católica Nacional y MUNERA su obra que desarrolló en el campo de solidaridad
humana y auxilio social; así también tenemos sus legados intelectuales sobre todo basados
en San Agustín (libros, homilías, discursos, etc.) que serán perdurable fuente de sólida
doctrina [CITATION Sal94 \p 243 \l 3082 ].
En cuanto a lo político, social y económico; el nuevo pastor encontró una situación muy
agitada en lo pólitico (1965) experimentando el malestar popular contra la represiva junta
militar en las calles de Quito con choques iracundos; así Mons. Muñoz Vega hizo un
llamado a la armonía y describía que el problema en el fondo era la crisis nacional, que
consistía en “un desarrollo económico-social tan deficiente que cada día se agudiza más la
situación de pobreza y aún de miseria en muy extensos sectores de nuestro pueblo y
anunció que se gesteba una nueva conciencia por la promoción de la transformación social
y humana” (Chamorro, 2020, pág. 12). En lo económico, en cambio, la producción y
exportación de un nuevo producto tropical, el banano; dio a la economía ecuatoriana un
suceso de florecimiento que se evidenció no solo en la dinamización del comercio
internacional, sino también en la apertura de nuevas fronteras agrícolas. El crecimiento
fortificó a los sectores vinculados al auge bananero y llegó también a otros ámbitos,
inclusive a sectores de trabajadores que vieron progresar sus ingresos. Para muchos, el país
por fin había encontrado la vía del desarrollo (Ayala, 2008, pág. 35).
En la primera mitad del siglo XX también la sociedad y la vida cotidiana apreciaron
sensibles transformaciones. Ciertos elementos de modernidad filtraron las rigidas normas
tradicionales. El cine se popularizó muy pronto; los automotores fueron llegando a las
ciudades; los teléfonos eran utilizados cada vez por más gente. En dichos cambios tuvieron
mucha influencia los medios de comunicación. Los periódicos regularizaron sus
publicaciones y desde las primeras décadas circularon diarios en varias ciudades del país.
Hasta mediados de siglo, ya la radiofusión cubría las urbes. Por estas vías la influencia
cultural foránea y la dependencia adquierieron nuevas dimensiones (Ayala, 2008, pág.37).
Ya en su cátedra Mons. Muñoz Vega vivió tiempos difíciles, ya que, en 1970 se anidaron
problemas inéditos en la Iglesia ecuatoriana. Por ejemplo la crisis de autoridad que
aconteció con el presbítero Virgilio Camarata (comboniano italiano) que escribió un
manifiesto que cuestionó abiertamente al arzobispo por el nombramiento de dos obispos
auxiliares sin consultar al clero quiteño. Por su proceder Camarata fue llamado a Italia por
sus superiores. Esto fue muy debatido por la prensa. Algo inédito también que se puede
recalcar de esta época es una querella hecha por los seminaristas en contra del arzobispo
(Chamorro, 2020, pág. 16).
Pasando de los episodios de sombras que ha tenido Mons. Muñoz Vega pasamos a las
épocas de luz; así “el episcopado ecuatoriano viajó para asistir al la cuarta sesión del
Vaticano II, así en esta situación se aprobaron las constitucionees Dei Verbum y Gaudium
et spes. Así como seis decretos y la controversial declaración de libertad religiosa”
(Chamorro, 2020, pág. 12). También fue consejero y ponente en las reuniones de la
Conferencia Episcopal Latinoamericano habidas en Medellín y Puebla; así Mons. Vega
pronunció la sexta ponencia en Medellin: “La puesta al día de las estructuras pastorales en
la Iglesia latinoamericana con miras a su unidad, que resaltó aspectos como la renovación
conciliar, la desorientación en buena parte del clero y del laicado, el peligro de la
polarización, las tensiones del aggiornamento” (Chamorro, 2020, pag. 14). Además
exhortó a tener en cuenta a los seminaristas y sacerdotes jóvenes, a los universitarios y a la
juventud obrera. Entre los criterios para el aggiornamento pastoral, el arzobispo de Quito
señaló un enfoque justo de las relaciones entre sacerdocio y laicado, la revitalización de las
relaciones entre obispos, presbíteros y diáconos, la apertura a los carismas, el principio de
subsidiariedad y el testimonio de pobreza. Así Medellin significó la recepción del Vaticano
II en América Latina (Chamorro, 2020, pág. 14).
En lo que respecta a la evangelización de la cultura podemos mencionar que: las
circunstancias de vida del hombre moderno en el aspecto social y cultural han cambiado
profundamente, tanto que se puede hablar con razón de una nueva época de la historia
humana. Por ello, nuevos caminos se han abierto para perfeccionar la cultura y darle una
mayor expansión. En medio de estas antinomias se ha de desarrollar hoy la cultura humana,
de tal manera que cultive equilibradamente a la persona humana en su integridad y que
ayude a los hombres en las tareas a cuyo cumplimiento todos, y de modo principal los
cristianos, están llamados, a unirse fratenalmente. Por lo cual, la buena nueva de Cristo
revitaliza constantemente la vida y la cultura del hombre caído, que combate los errores y
males que provenienen de la seducción permanente del pecado; y así purufica y eleva
incesantemente la moral de los pueblos. Con las riquezas del Evangelio, desde lo más
profundo, fecunda sus entrañas sus cualidades espirituales y las tradiciones de cada pueblo,
las consolida, perfecciona y restaura en Cristo. Así, la Iglesia, cumpliendo su misión propia
contribuye, por lo mismo, a la cultura humana y la impulsa, y con su activida educa al
hombre en la libertad interior (GS 54, 56, 58).
Por lo tanto, con la evangelización de la cultura y el pensamiento esencial y existencial de
la Iglesia se puede exponer el discurso del papa Juan Pablo II en el encuentro con el mundo
de la cultura en la iglesia de la Compañía el 30 de enero de 1985; cunado exhortaba con
mucha diligencia y mesura a tan distinguida audiencia diciendo:
concluyó alentándoos a contribuir solidariamente, con un esfurzo cultural integral e integrador
de todos los recursos, a la elavación del hombre ecuatoriano: hombre sufiente y oprimido
muchas veces; hombre profundamente religioso y trabajador, que no quiere caer bajo la
dictadura de los materialismos; hombre con un inmenso patrimonio cultural que está luchando
por preservar, para elevar su propia dignidad; hombre que es para todos la pieza clave del
universo; y que para el cristianismo es un ser de inmensa dignidad, porque lleva en sí un soplo
de vida de Aquel que se reveló en la historia, a través del Hijo del hombre, camino, verdad y
vida.

De este modo podemos ver como hoy también es tan necesario trnsformar la cultura a
través de la evangelización donde la Buena Nueva o kerygma ilumine toda la realidad
existencial de cada persona que transforma su naturaleza; y esto necesita poder atisbar la
iglesia peregrina en el Ecuador y poner en práctica y ejecución lo que nos expone el
Concilio Vaticano II.
Referencias.
Ayala, E. (2008). Resumen de historia del Ecuador.Quito, Ecuador: Corporación Editora
Nacional.
Chamorro, D. (2020). Documento inédito/ sin publicar.
Juan Pablo II. (1985). Encuentro del Santo Padre Juan Pablo II con el mundo de la cultura
en la iglesia de la compañía. Vaticano: Editrice Vaticana.
Perez, R. (1987). PABLO MUÑOZ VEGA. Diccionario biográfico ecuador. (III), pág.334.
Recuperado: http://www.diccionariobiograficoecuador.com/tomos/tomo3/m11.htm
Salvador, J. (1994). En la muerte del Cardenal Pablo Muñoz Vega. Instituto de historia
eclesiástica ecuatoriana.(14), págs. 241-243.
Vaticano II (1993). Constitución Pastoral Gaudium et Spes en Vaticano II Documentos.
Madrid: BAC, 299-311.

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