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Introducción
Este trabajo tiene como objetivo realizar una discusión sobre las principales
características del pentecostalismo ecuatoriano. Se divide en tres puntos. En el
primer punto se realizará una breve reseña histórica del protestantismo en el
Ecuador, poniendo énfasis en la llegada del pentecostalismo a partir de la
segunda mitad del siglo XX. El segundo punto busca abordar los principales
postulados teológicos del pentecostalismo ecuatoriano, enfocándose
principalmente en el impulso que recibe cada creyente a testificar el mensaje de
salvación y en la espiritualidad pentecostal direccionada por la vida de santidad.
El tercer punto busca encargarse de ciertas prácticas contemporáneas en las
iglesias pentecostales en el Ecuador. Específicamente se busca aportar en el
debate entre prosperidad económica, santidad y salvación.
Las iglesias evangélicas2, al igual que la variada oferta religiosa que se conoce
en la actualidad en el Ecuador, y específicamente en la ciudad de Quito, pudieron
comenzar a llegar al país únicamente a partir de la llegada al poder del gobierno
liberal… Entre sus principales promulgaciones,… se encontraba la libertad de
culto, de asociación y de conciencia, así como la separación definitiva entre la
Iglesia Católica y el Estado nacional, poniendo de esa manera fin al Concordato3
garciano firmado el 1 de mayo de 1862. Solo a partir del hecho mencionado, se
logró registrar y conocer por primera vez en el Ecuador un tipo de religiosidad
diferente a la católico-romana, la cual había imperado en el país durante los 300
años que corresponden al periodo colonial y a los cerca de 100 años
correspondientes al periodo republicano. (Suárez, 2016, pág. 36)
1 Sociólogo con Mención en Política, Pontificia Universidad Católica del Ecuador. Master en
Estudios Latinoamericanos, Universidad Andina Simón Bolívar, Sede Ecuador. Maestrante en
Política Comparada, Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, FLACSO-Ecuador.
2 Por Iglesia evangélica se debe entender aquellas iglesias que tienen un énfasis especial en la
1
La iglesia católica tuvo completo dominio y exclusividad religiosa en el Ecuador
por cerca de 400 años. Durante este tiempo la mayor parte de la población
aceptó esta religiosidad como única y verdadera, siendo reacia y hostil hacia
credos diferentes. Los gobiernos liberales pensaron que la llegada de iglesias
evangélicas sería beneficioso para el país, porque contribuirían a propagar las
nuevas ideas progresistas y modernas, tanto en lo económico, social y político,
pero también en lo religioso, ayudando a liberar a la nación del conservadurismo
católico. Sin embargo, las misiones que arribaron al Ecuador poseían sus propios
fundamentalismos. El modernismo y las nuevas corrientes de pensamiento que
pretendían importar los liberales no fueron impulsados por el arribo de las
iglesias evangélicas, o por lo menos, no en la medida y rapidez en la que estos
gobiernos hubieran deseado.
Ecuador: El territorio había sido recorrido a principios de siglo (XIX) por algunos
repartidores de Biblias protestantes. Sin embargo, la llegada sistemática de sus
misioneros se hace solamente al amparo de las libertades concebidas al
protestantismo por la constitución de 1892, promulgada por el presidente Eloy
Alfaro. La Gospel Missionary Union se instaló en el país en 1896. Con el alborear
del nuevo siglo llegaron los metodistas episcopalianos; en 1904 los adventistas
y en 1922 la Christian and Missionary Alliance… En 1912 no había más que 12
2
sociedades misioneras empleadas en su suelo. En cambio, con la fundación de
la estación radiofónica de Quito, La Voz de los Andes [1930], el ritmo de los
recién llegados se acelera. Muchos de ellos vienen a reforzar el personal de la
radiodifusora. Otros se internan por aldeas y caseríos instalándose
principalmente en regiones donde no se deja sentir tanto la acción sacerdotal.
Después de la segunda guerra mundial, hacen acto de presencia numerosas
sectas pentecostales y escatológicas (Damboriena, 1963, pág. 90)
Las primeras misiones que arribaron al Ecuador a finales del siglo XIX y
comienzos del siglo XX, llegaron movidas por el énfasis evangelizador. “En
Ecuador, los misioneros no eran propiamente protestantes (histórico-clásicos),
sino mayoritariamente evangélicos (línea evangelical). No tenían intención de
integrarse al tejido social sino que solo eran visitantes pasajeros con la misión
de evangelizar” (Guamán J. , 2011, pág. 27). Estas misiones estaban
convencidas que llegaban a evangelizar a una población que nunca había
escuchado el mensaje de salvación de Jesucristo. Consideraban que la
religiosidad católica que se practicaba en el país era pagana, idólatra y carente
de verdad. Este argumento les hacía suponer que tenían una amplia población
que necesitaba escuchar las buenas nuevas de salvación, la cual era articulada
a través de un mensaje sencillo y sin mayor sistematización teológica.
4Los datos mencionados fueron recopilados por Gerardo Reed, basados en las estadísticas de
Weld 1962 y en Estadísticas nacionales de las diferentes organizaciones religiosas entre abril y
diciembre de 1973.
3
El pentecostalismo en el Ecuador, al igual que en el resto de América Latina
irrumpió con un mensaje sencillo, promulgando: una lectura literal del texto
bíblico, una vida de santidad, mucha oración, ayuno y la idea de predicar el
verdadero mensaje de Jesucristo a todas las naciones. El último punto sería una
de las claves del crecimiento del pentecostalismo, pues el fuerte impulso que
ponen en la evangelización dinamizaría la experiencia religiosa, en la que cada
creyente se convierte en un emisario del mensaje de Cristo. “Las iglesias
pentecostales tuvieron una rápida expansión principalmente en los sectores
suburbanos, gracias a un fuerte mensaje anticatólico y anticlerical” (Suárez,
2016, pág. 38). La prédica pentecostal no solamente buscaba impulsar a sus
adeptos hacia prácticas espirituales concretas, sino que los empoderaba como
testificadores del cambio que habían experimentado en sus vidas gracias a la
misericordia de Dios. Al mismo tiempo, buscaban construir un enemigo, que eran
principalmente las corrientes católicas, acusándolos de idólatras, pecadores y de
haber predicado un mensaje erróneo y lleno de falsedades. En este proceso las
corrientes pentecostales se reconocían a sí mismos como enviados de Dios para
llevar a la población hacia la única verdad, Jesucristo.
5 Se debe recordar que para la segunda mitad del siglo XX América Latina poseía índices
alarmantes de subdesarrollo, fruto de la gran expansión demográfica, las migraciones masivas
del campo a las ciudades y la poca inversión estatal en sectores estratégicos como salud,
educación e infraestructura. En este contexto se instauran en la región los mencionados grupos
religiosos, teniendo gran acogida en las poblaciones vulnerables de las diferentes ciudades de
los países latinoamericanos.
4
encuentra únicamente en la salvación del alma” (Suárez, 2016, págs. 38-39). El
pentecostalismo profundiza en las prácticas espirituales dejando de lado las
problemáticas terrenales, lo interesante es que este fenómeno ocurre, en un
primer momento, en los sectores menos favorecidos de la sociedad.
Para los años sesenta, las dos clases de protestantismo habían sido superadas
por una tercera, el pentecostalismo. Los dos tercios de protestantes
latinoamericanos eran pentecostales y dicha proporción estaba aumentando a
tres cuartos para los años ochenta. Algunos de los cuerpos pentecostales más
exitosos eran misioneros en su origen -incluyendo a las Asambleas de Dios
(Springfield, Missouri), la Iglesia de Dios (Cleveland, Tennessee), la Iglesia del
Evangelio Cuadrangular (Los Ángeles, California). Pero la mayoría eran
desprendimientos de iglesias misioneras lideradas por latinoamericanos. El
protestantismo se estaba convirtiendo en latinoamericano en dos formas, señaló
Emilio Willems. La primera era organizacional, en la forma de revueltas contra el
control misionero. La segunda era litúrgica y en menor grado doctrinal, en un
cambio hacia las formas entusiastas de culto características de los
pentecostales, incluso entre los evangélicos que decían no serlo (Stoll, 1990,
págs. 127-128)
El pentecostalismo ecuatoriano experimentó los dos procesos señalados por
David Stoll (1990), es decir, tuvo la llegada de las grandes agencias misioneras
pentecostales norteamericanas, mismas que funcionan hasta la actualidad. Y
también el desprendimiento y crecimiento de iglesias independientes de corte
pentecostal, que en un primero momento fueron escisiones ocurridas dentro de
las iglesias fundadas por las agencias misioneras antes señaladas. Gerardo
5
Reed menciona que para “abril de 1973 hubo 13 diferentes grupos de
Pentecostales trabajando en el Ecuador” (Reed, 1982, pág. 6). Este número se
incrementó rápidamente en las décadas siguientes, al igual que la proliferación
de estructuras pentecostales nacionales sin filiación a las agencias misioneras
pentecostales internacionales.
7
Las articulaciones teológicas y doctrinales del pentecostalismo ecuatoriano
comparten ciertos rasgos comunes con las diferentes expresiones pentecostales
de América Latina. El pentecostalismo tiene la capacidad y flexibilidad de adoptar
características particulares de la sociedad y cultura en la que se asienta. Pero
también, existen características que son generales a este movimiento religioso
como: el hablar en lenguas, la centralidad del Espíritu Santo en la liturgia, la
importancia de llevar una vida de santidad, la poca sistematización teológica de
las experiencias pentecostales, entre otros.
La primera noche llegaron más o menos 1.000 personas; el predicador oró por
la sanidad de varios enfermos presentes; los medios de comunicación
difundieron la noticia de lo que había sucedido esa noche; la segunda noche
8
aparecieron 5.000 personas y en las noches sucesivas las audiencias crecieron
hasta alcanzar un promedio de 20.000 personas que llenaron el estadio todas
las noches durante seis semanas. La campaña culminó el 16 de diciembre de
ese año con el bautismo masivo de más o menos 1.500 ante una audiencia de
30.000 personas que se agolparon para presenciar el evento (Padilla, La iglesia
y los dioses modernos. Historia del protestantismo en el Ecuador, 1989, págs.
399-400).
Padilla (1989) narra una de las campañas pentecostales que tuvo lugar en la
ciudad de Guayaquil en la década de los 80. Las campañas de sanidad y
milagros también servían para mostrar el poder de Dios a la población no
creyente. En estos eventos se empoderaba a cada feligrés como predicador del
mensaje de Jesucristo. La predicación y la teología eran sencillas para que
pueda ser entendida y replicada con facilidad por todos los asistentes, quienes
tenían la misión de ir y hablar a otros sobre lo que habían escuchado esa noche.
Peter Wagner8 “afirmaba que las iglesias pentecostales crecían tan rápidamente
no por su inspiración religiosa en el Espíritu Santo, sino por otras características
que las iglesias no pentecostales podían imitar, como el liderazgo seglar y la
expectativa de que cada miembro evangelice” (Stoll, 1990, pág. 99). Para la
formulación teológica pentecostal cada miembro era concebido como emisario
del Reino de Dios y su deber era predicar el evangelio en toda oportunidad
posible. Este fenómeno se encuentra muy asentado en la iglesia pentecostal
ecuatoriana y se viene desarrollando con mucha fuerza desde la década de los
70.
9
La oralidad contribuyó en un enriquecimiento teológico a partir de las prácticas y
experiencias particulares de los creyentes, quienes en cada homilía o testimonio
enriquecían la concepción que tenían de la divinidad, a la vez que la adaptaban
a circunstancias concretas.
10 Entiéndase por “mundo” la sociedad en general donde los seres humanos deben realizar su
vida cotidiana y conseguir los recursos para la reproducción material de la vida.
10
Este acontecimiento es central en el pentecostalismo ecuatoriano. Sin embargo,
es interesante como las iglesias pentecostales del Ecuador promueven este
hecho de forma permanente entre sus feligreses. “Si alguien, por algún motivo,
no logra experimentar dicho suceso podría verse aislado de las actividades
congregacionales, e inclusive su moralidad, fe y prácticas religiosas podrían ser
cuestionadas, experimentado una suerte de muerte simbólica 11 entre las
personas que profesan la misma religiosidad o creencia” (Suárez, 2016, pág. 48).
Solo una vida de santidad y una constante realización de prácticas espirituales12
llevan al creyente a experimentar hechos sobrenaturales. “El movimiento
pentecostal se caracteriza por enseñar a los fieles el hablar el lenguas, la
expulsión de demonios, la sanidad de los enfermos” (Guamán J. , 2003, pág. 48).
Ninguno de estos acontecimiento podría realizarse si el creyente no posee una
íntima relación con Dios, es decir una vida Santa.
11 Se pudo conversar con un seminarista, quien se prepara para ser ministro y pastor, el cual
experimentó una fuerte presión por parte de sus líderes religiosos porque no lograba hablar en
lenguas. Esta persona tenía fuertes interrogantes al respecto. Sin embargo, fue tanta la presión
ejercida que tuvo que fingir hablar dicha lenguas angelicales, lo cual resulta muy sencillo, pues
se trata de pronunciar palabras repetitivas, que con un poco de atención fácilmente podrían ser
emuladas.
12 Prácticas centrales en la vida espiritual del pentecostalismo ecuatoriano son: la oración, la
11
países de la región no es autóctono, sino que es fruto de las misiones
pentecostales norteamericanas, pero que una vez asentadas introducen
prácticas rituales propias del país. A continuación se analizará algunas de las
prácticas que promueve el pentecostalismo en el Ecuador, sobre todo en las
últimas dos décadas.
Max Weber es uno de los primeros teóricos en tratar de encontrar una correlación
entre el protestantismo y los cambios económicos en la sociedad moderna. “Max
Weber y Ernesto Troeltsch fueron los primeros en poner en evidencia las
relaciones íntimas y directas entre la expansión de las ideas de Calvino a través
de Europa y la evolución económica” (Meunier, 1956, pág. 70). Se ha dicho que
Calvino fue el último de los escolásticos, lo cual está cargado de razón,
principalmente por todo el estudio que realizó sobre el trabajo, lo cual se puede
leer en sus epístolas de Ginebra de 1575. “Los sistemas filosóficos Ilustrados
surgieron de la pretensión de los intelectuales calvinistas de probar la existencia
y omnipotencia absoluta de Dios. A su vez, tales argumentos teológicos fueron
utilizados para explicar la evolución sociocultural humana, la vida cotidiana de
los grupos sociales y sus instituciones” (Monares, 2003, pág. 8). Todos los actos
13 Las iglesias estudiadas poseen una asistencia semanal igual o superior a 5000 personas en
los diferentes cultos que realizan. Estas congregaciones realizan entre dos y cuatro reuniones
dominicales, superando de esa manera el número de feligreses considerado mínimo para
seleccionar las iglesias que sirvieron de muestra para el estudio empírico.
12
de la vida cotidiana, de acuerdo a los postulados calvinistas, eran determinados
por Dios14, por lo tanto, se buscaba conocer ciertas leyes que permitieran
entender cuáles eran los designios divinos. Este pensamiento generó en los
ilustrados la idea que el universo y la sociedad se dirige por leyes únicas e
inmutables.
Los teólogos calvinistas buscaban conocer cuáles eran las personas que habían
sido predestinadas por Dios para ser salvos. “El gran capitalista encontrará en
su enriquecimiento una prueba de su predestinación a la salvación; el pobre será
un pecador del cual la gracia estará ausente. Calvino sobreexcita el
individualismo. Para él, bajo su influencia el espíritu del capitalismo será un
espíritu de lucro y de injusticia teñido de fariseísmo. El hombre del capitalismo
será en adelante el puritano (Meunier, 1956, pág. 76). En esta perspectiva la
riqueza se asocia con el favor de Dios, evidenciando que un grupo de individuos
están predestinados para ser salvos.
14 Se debe tener en cuenta que una de las principales doctrinas del calvinismo es la
predestinación, la cual da cuenta de un Dios en absoluto control del mundo. Para esta corriente
teológica el ser humano, desde su nacimiento, ha sido predestinado a la salvación o a la
perdición, pero éste, al no conocer cuál será su destino luego de la muerte debe buscar
evidencias visibles y objetivas que le permitan conocer su futuro luego de la muerte, siendo la
riqueza y la acumulación de capital, la muestra principal del favor divino y de la salvación de una
persona.
13
presentar la adquisición de las riquezas como un fin en sí agradable a Dios”
(Meunier, 1956, pág. 76). El catolicismo, a través de las enseñanzas de Tomas
de Aquino, mencionaba que para llegar a la bienaventuranza eterna se debía
rechazar totalmente los bienes de este mundo. El creyente debía preocuparse
de cultivar y desarrollar tres premisas básicas: pobreza, castidad y obediencia15,
quien cumplía con los tres aspectos mencionados estaba glorificando a Dios
según la moral medieval. La principal tarea era formar creyentes obedientes a
los designios elaborados e impuestos por la religiosidad católico-medieval. Una
sociedad obediente no se revela contra la estructura jerárquica constituida, sin
embargo la reforma cambió estos preceptos de control institucional.
14
“…todo el sistema moral que los escolásticos habían construido para animar a
los fieles a entregarse al trabajo fructuoso, favorable a la acumulación de los
capitales, a dar prueba de moderación en los negocios, a no ocuparse más que
de cosas útiles y realizables; por ejemplo, a consagrarse exclusivamente y con
celo a las tareas profesionales, con el cuidado de no caer en las tentaciones del
juego, de las mascaradas y toda otra disipación. Pero Calvino Aporta algo nuevo:
considera el amor al trabajo como una vocación, en cierto modo, religiosa, y por
consiguiente, diferente de los teólogos católicos, justifica la búsqueda de la
ganancia por la ganancia misma. El enriquecimiento es legítimo, proceda de
inversiones de capitales o de intereses de préstamos recibidos en dinero. La
remuneración por el uso del dinero no es ilícita en sí (Meunier, 1956, pág. 72).
Para Weber, sin la ética del trabajo y la riqueza como un hecho visible del favor
y agrado de Dios hacia el individuo el capitalismo no se hubiera consolidado. La
idea de conocer si un individuo es salvo o no, llevó a que en determinado
momento de la historia, los puritanos, que según Weber son la personificación
del capitalista, se esforzaran mucho en su trabajo cotidiano con la finalidad de
tener evidencia visible que le den la certeza de estar agradando a Dios y de
poseer la salvación. Solo el trabajo esforzado permitiría la acumulación de un
capital creciente, el cual debía ir aumentando constantemente como un deber
moral, mas no como un medio para obtener placer y deleite en la vida. La
acumulación de dinero o capital era el fin en sí mismo y el dinero obtenido no era
para emplearlo en el deleite o en placeres mundanos, sino para guardarlo y
acumularlo.
15
En las iglesias pentecostales visitadas para la presente investigación se pudo
escuchar con mucha frecuencia la frase “Dios tiene el control de todo”16. El hecho
de creer que una divinidad está en absoluto control de todos los acontecimientos
ocurridos, e inclusive de los que ocurrirán, crea una suerte de tranquilidad en el
creyente, básicamente porque tienen fe, y sobre todo certeza, de que existe un
ser superior que tiene todo, lo bueno y lo malo, bajo su control. Si esto es así, no
habría necesidad de una intervención humana, pues qué sentido o utilidad
tendría el trabajo de un individuo o un grupo de personas, si un ser superior ha
dispuesto que los hechos ocurran de la manera como se han venido suscitado.
En este caso la intervención humana resulta estéril y totalmente innecesaria,
pues no existe acto humano que pueda modificar los designios y planes de la
divinidad.
16 Se debe aclarar que esta frese no era utilizada únicamente cuando se hablaba del aspecto
económico, también se la usaba en el aspecto familiar o de salud, lo cual muestra la total
dependencia y esperanza de los creyentes en una intervención divina de tipo sobrenatural.
17 La idea de un Dios proveedor, en constante preocupación por las necesidades de su creación,
16
seminarios y sermones para enseñar a sus feligreses a tener “finanzas
saludables”, lo que nos da un indicador, que al ser congregaciones con una
asistencia mayoritaria de personas pertenecientes a los estratos sociales medio
y medio alto, poseen deudas y compromisos financieros que superan sus
ingresos permanentes. Se evidenció que las finanzas de varias familias de estas
comunidades cristianas están atravesando problemas financieros, debido
básicamente a las excesivas deudas mantenidas en sus tarjetas de crédito18.
Este hecho se corroboró con las entrevistas realizadas a varios miembros de
estas congregaciones.
Las familias que asisten a estas comunidades religiosas tratan de llevar niveles
de vida y de consumo muy similares, identificándose una suerte de
homogenización en cuanto a modo de vestir, accesorios, automóviles etc. Sin
embargo, los ingresos económicos no son homogéneos. Se evidenció que varias
personas tratan de emular los estilos de vida de los feligreses que poseen
mayores recursos económicos, a quienes se los considera mayormente
bendecidos por Dios, radicando ahí la causa del endeudamiento de las personas
que asisten a estas ceremonias religiosas. A la par y como dato curioso, no se
pudo identificar personas con aspectos diferentes19, más bien al interior de estas
iglesias existe una estandarización en las formas culturales, entendido como
modo de reproducción de la vida social.
18 Se pudo conversar con dos líderes eclesiales, uno de Iglesia Alianza República y otro de
Comunidad de Fe, quienes supieron indicar que el principal problema es la excesiva cantidad de
tarjetas de crédito que poseen los feligreses, quienes pueden llegar a poseer entre 2 a 6 tarjetas,
lo que implica que el consumo, si no se lo maneja con estricto cuidado y racionalización del gasto,
podría llevar a serios problemas financieros a la economía familiar. Durante la última década, el
Ecuador, al igual que América Latina, experimentó un importante auge económico. Este hecho
produjo que las instituciones financieras aumentaran las líneas de crédito, flexibilizando los
requisitos y otorgando tarjetas de crédito con cupos de 2000 a 3000 dólares, para personas con
un ingreso promedio de 700 dólares mensuales. Siendo este hecho el que facilitó la obtención
de las mencionadas tarjetas a los estratos medios de la sociedad ecuatoriana.
19 Se menciona esto porque al caminar por las calles de Quito es muy fácil observar personas
con diferentes tipos de look: vestimenta, peinado o apariencia, por ejemplo, rockeros,
reguetoneros, hypster, hipees etc. Sin embargo, al interior de las mencionadas iglesias todos
tratan de llevar una apariencia o look muy similar.
17
y el despilfarro ostentoso, continúan dominados por los intereses y las urgencias
ordinarias (Bourdieu, 2003, pág. 53).
Los altos niveles de consumo están dados por la idea de llevar o poseer un estilo
de vida que no se puede pagar. Se debe aclarar que este hecho ocurre en
sectores religiosos evangélicos, como en aquellos que no lo son. Sin embargo,
las personas que poseen esta creencia religiosa, o tienen fe en su divinidad, se
guían por la idea de un Dios quien tiene preparado lo mejor para sus hijos,
entendiendo lo mejor como una mayor acumulación de capital y bienes
materiales. Esto es posible solamente si el creyente lleva una vida de santidad y
acata los mandatos divinos y eclesiales. En las liturgias pentecostales se repiten
textos bíblicos como: el agua no nos ahogara, ni el fuego nos quemará20, lo que
muestra la absoluta confianza o certeza depositada en la divinidad.
18
novedoso, básicamente porque los no creyentes también se endeudan de forma
desmedida. Lo que llama la atención en la convicción que tiene el creyente
pentecostal, o como ellos lo llaman, la fe en que Dios está de su lado y les
ayudará a salir de todo apuro financiero, personal o familiar.
21 En el texto bíblico de Job se narran los hechos de una persona adinerada que repentinamente
perdió toda su fortuna e incluso a su familia. Sin embargo, la fe de Job nunca mermó y al final
Dios lo recompensó otorgándole muchas más riquezas de las poseídas al comienzo de la
tribulación.
19
Las iglesias evangélicas pentecostales tienen la capacidad de generar en sus
feligreses la esperanza en que todo está en las manos de Dios22, y por lo tanto,
que todo saldrá bien y no hay razón para angustiarse. Esta actitud frente a
situaciones complejas permite al individuo continuar desarrollando su vida con
relativa normalidad aun a pesar de estar atravesando por circunstancias
desfavorables.
Todo lo mencionado hasta el momento, es decir, las deudas en las que incurren
ciertos estratos sociales, entre los cuales se encuentran los creyentes
evangélicos, es para afianzar la clase social a la que se pertenecen o quisieran
pertenecer, radicando ahí la causa del consumo desmedido que podría llegar a
producirse.
Es cada vez más frecuente y generalizada, la idea que Dios está de parte o mira
con mayor agrado a cierto grupo o estrato social, donde los bienes económicos
y la riqueza se han convertido en evidencia de las bendiciones recibidas por la
divinidad y garantía de la salvación. Este pensamiento va cobrando fuerza
debido a toda la enseñanza que existe en el mundo evangélico pentecostal sobre
las bendiciones recibidas de parte del ser supremo, entre las cuales, sobresale
las que son de carácter financiero. Las personas que ha logrado acumular cierta
cantidad de capital y bienes materiales se muestran como aquellas que mayores
favores o bendiciones han recibido por parte de la divinidad. En contraste,
quienes no han logrado poseer o alcanzar cierto nivel socioeconómico son vistos,
e inclusive, ellos mismo se perciben, como creyentes que no han alcanzado a
obtener la gracia de las bendiciones divinas, comenzando a cuestionar su
espiritualidad, santidad y forma de proceder. Los feligreses de estas iglesias
buscan demostrar absoluta confianza en que Dios al ser dueño de todas las
riquezas del mundo provee de lo mejor a quienes en él confían.
22 Estas iglesias cantan constante alabanzas con mensajes positivos y repetitivos, lo cual hace
que las personas interioricen y crean que las cosas siempre saldrán bien, enseñando que deben
depositar toda la confianza en Dios, canciones como: “mi esperanza está en ti, mi esperanza en
tú amor, mi esperanza en aquel, que es el verdadero Dios, Dios eterno”. Creando de esa forma
verdadera esperanza y confianza en que todo saldrá bien, independientemente del
acontecimiento suscitado. Aclarando que esto no es únicamente en el aspecto económico, sino
en todos los aspectos concernientes a la vida humana.
20
El pensamiento antes señalado ha generado que la religiosidad evangélica
centre su atención en el consumo y en el status de vida. Si se enseña o instruye
que Dios es un Dios proveedor y que él cuidará de sus hijos, siempre y cuando
estos cumplan su voluntad, se tiene la relación perfecta entre obediencia a la
divinidad a cambio de condiciones de vida favorables al creyente. La fe que
muestran estas comunidades pentecostales es lo que hace que sus creyentes
se esfuercen por mostrar, como lo hacían los puritanos en el siglo XVIII y XIX,
que Dios está de su lado, convirtiéndose en uno de los principales promotores
del consumismo moderno. Si Dios todo lo provee y quiere lo mejor para sus hijos,
éstos deben ser consecuentes con la voluntad de su Dios, en otras palabras, lo
que hacen es articularse con mucha fuerza a las dinámicas de consumo global,
convirtiéndose en uno de los principales guardianes y promotores del modelo
económico y de consumo vigente.
lo ganado el 10% debe ser entregado al templo como ofrenda a Dios por la provisión recibida.
21
las liturgias dominicales, básicamente porque es, en la mayoría de los casos, la
principal fuente de ingresos para las finanzas eclesiales. El diezmo al ser la
fuente de ingresos que solventará los gastos administrativos, se torna en
primordial. Lo curioso es el mensaje que se encuentra detrás del diezmo, pues
en ninguno de los cultos visitados en las diferentes iglesias, se dijo que el dinero
serviría para pagar los servicio básicos o las remuneraciones mensuales del
personal que trabaja en las organizaciones eclesiásticas, sino que siempre se
manejó un lenguaje religioso, poniendo mucho énfasis en que el dinero
recaudado era para Dios; y como es para Dios, es un deber sagrado el entregarlo
de forma periódica y constante.
22
relacionados con la espiritualidad y santidad de la población evangélica
pentecostal contemporánea. Si Dios multiplica hasta mil veces el valor dado, no
habría la necesidad de preocuparse por dinero, y si el dinero ya no es una
preocupación, no existiría una razón para tener un gasto medido y racionalizado,
como sí lo haría una persona que no posee la fe antes mencionada y que debe
racionalmente administrar sus recursos. Este tipo de pensamiento no es del todo
irracional, pues varias de las personas con las que se pudo conversar aseguran
que efectivamente sus recursos se multiplican cada vez que diezman u ofrendan
en la iglesia, es decir, está práctica está respaldada por una evidencia empírica
favorable en cada una de las personas consultadas.
26 La religiosidad pentecostal impulsa a llevar una vida de santidad. Este hecho obliga a los
nuevos creyentes a dejar de realizar actividades consideradas pecaminosas, por ejemplo: el
consumo de bebidas alcohólicas, los juegos de azar, drogas, fiestas de fin de semana, relaciones
extramatrimoniales o el prostíbulo. Todos los recursos que antes se destinaban en los aspectos
antes mencionados ahora ingresan a la economía familiar. Este hecho conlleva a que las
finanzas familiares mejoren, con lo cual las condiciones económicas de los creyentes, junto con
el acceso a nuevos bienes y servicios, tienden a mejorar en relación con sus pares no creyentes.
23
de personas a buscar ansiosamente toda clase de salvación que prometa éxito.
(Tillich, 1970, pág. 77)
El éxito en la sociedad actual, en cierto aspecto, está relacionado con la
acumulación de capital financiero y de bienes27 que una persona pueda llegar a
poseer. La religiosidad evangélica pentecostal de las iglesias de clase media,
busca proyectar la idea de una vida exitosa y sin sufrimientos, inclusive los
pastores y líderes de las iglesias aquí mencionadas, llevan estilos de vida muy
similar a la de un gerente de cualquier empresa medianamente próspera. La
teología y el mensaje que se predica en estas iglesias es sencillo, claro y
superficial, no le interesa ahondar en las complejidades y contradicciones de la
existencia humana, por eso reducen la existencia a alcanzar un mediano éxito
económico que provea la certeza de la salvación eterna.
4.- Conclusiones
27 Se hace esta distinción para dejar a un lado los capitales simbólicos, culturales, sociales o
intelectuales que menciona Bourdieu y que en la sociedad actual tienen tanto peso como el
económico. En este punto nos estamos refiriendo únicamente a la cantidad monetaria o capital
económico que una persona posee.
24
Las iglesias pentecostales continúan incrementando su feligresía de forma
acelerada, lo que hace que este fenómeno se vuelva cada vez más interesante
para el análisis social. Este movimiento religioso necesita ser estudiado con
mayor detenimiento porque está logrando penetrar en varios ámbitos de la vida
social, sobre todo: económico y político. Esto hace prever que los próximos años
tendremos una mayor y más fuerte presencia de estos grupos religiosos y sus
creencias en la estructuración de la vida social.
25
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27