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LA ETNOGRAFIA COMO UNA METODOLOGIA


Y SU APLICACION AL ESTUDIO
DE LA ESCUELA: UNA REVISION * 1

Kathleen Wilcox

INTRODUCCIÓN
1 1
: I · 1
La metodología de la etnografía se ha desarrollado y utilizado dentro de i
! li !

la disciplina de la Antropología. Como metodología, es bastante más que


1 •

'¡ 1

una serie de técnicas de recogida de datos que se puedan describir y : '1'1


adoptar cori facilidad. Su soporte conceptual y su modo de utilización
· reflejan básicamente las características de la disciplina dentro de la que :'!: : :I
fue concebida y desarrollada. Etnografía no es sinónimo de observación
participante, trabajo de campo o investigación cualitativa. Una compren­
sión más profunda de la etnografía requiere así mismo una comprensión
de la disciplina de la Antropología.
La etnografía ha sido definida· de diversas maneras conforme los ., 1

antropólogos han intentado construir un instrumento de investigación al ' ~


tiempo que captaban su esencia y la desarrollaban: Malinowski 1922,
Kluckhohn 1940, Herskovits 1954, Powdermaker 1966, Berreman 1968,
Cohen 1970, Freilich 1970, R. Wax 1971, Spindler 1971, Geertz 1973,
Pelto y Pelto 1973, 1978, Hymes 1974, Spradley 1979, 1980. Reciente­
mente, una serie de antropólogos y otros estudiosos han intentado seña­
lar y definir las características de una aproximación etnográfica al estu­
dio de la educación: Burnett 1968, Erickson 1973, Lutz y Ramsey 1974,
Rist 1975, Wolcott 1975a, Burns 1976, Smith y Póhland 1976, Overholt

• De «Ethnography as a Methodology and Its Application to the Study of Schooling: A Review»,


en G. Spindler (ed.), Doing the Eth11oiraphy of Schooling. Educationa! A11thropolology in Action, Holt,
Rineharr and Winston, Nueva York, 1982, pp. 456­488. Traducción de M. Lourdes Soto Páez.
l. Estoy especialmente agradecida a Henry Levin y a George Spindler por su apoyo a este proyec­
to. También me gustaría agradecer a Frederick Erickson, Christine Finnan, Judith Hanna, [ohn Ogbu,
Hervé Varenne y Harry Wolcott sus atinados comentarios al escrito más amplio del que surgió este ar­
tículo.

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LA ETNOGRAFIA COMO úNA METODOlOGIA
KATH~EEN WllCOX

S Hin 1976 Sanday 1976, Erickson 1977, Herriott 1977, Rist 19978
Y ta · gs '¡ ne 1979 Spíndler 1982, Knapp 1981, Ogbu 1 ·
i, .~f~· . -,
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ceso continuado de investigación en el que hay que seguir ciertas normas
antropológicas fundamentales. Primera, intentar dejar a un lado las pro­
Wilson 1977f~ Sa orno d de'Wolcott (1975b) sobre el método, titulada
·~'.:!
;i¡i.f,.·.
pias preconcepciones o estereotipos sobre lo que está ocurriendo y ex­
L bíblíogra
ª 1 hicraAcomenta a ld plorar el ámbito tal y como los participantes lo ven y lo construyen. Se­
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roacbes to Research in Bducation, es un manua, e es­ t•.~···
gunda, intentar convertir en extraño lo que es familiar, darse cuenta de
Et~:zograp , til :fra aquellos que quieran realizar una lectura mas pr~r que tanto el investigador como los participantes dan muchas cosas por
: <lºa ~:~s~amateria; también: lo es el libro Fieldwork Manual for Stu Í supuestas, de que eso que parece común es sin embargo extraordinario,
yi~g Desegre~ated· Schcols; escrito por Joan Cassell (1978) para e y cuestionarse por qué existe o se lleva a cabo de esa forma, o por qué no
National Insritute of Education. : es de otra manera (Erickson 1973, Spindler y Spindler 1982). Tercera,
asumir que para comprender por qué las cosas ocurren así, se deben ob­
La cien~ia de la descripción cultural servar las relaciones existentes entre el ámbito y su contexto, por­ejemplo
entre el aula y la escuela como un todo, incluyendo la comunidad, la co­
La definición de etnografía de Wolcott (19!~a) como u~¡a ciencia dbl~ munidad a la que pertenece el profesor, la economía, etc. Siempre se debe
descripción cultural capta un tema quedesbásico parattode~~:;5pt~~~r:nia realizar un juicio sobre el contexto relevante y se debe explorar el ca­
· L fí es primero y ante to o una propues a rácter de este contexto hasta donde los recursos lo permitan. Cuarta, uti­
~~~eii~r:e~~f:adorintenta ser fiel a la hora de describir e¿nterpr(I~~1) lizar el conocimiento que uno tenga de la teoría social para guiar e in­
naturaleza del discurso social de un grupo de p~r??nas. ee~tz formar las propias observaciones. ·.
b d la tarea de la descripción con gran sensibilidad­ Sugiere que e1 La experiencia directa en otras culturas, o al menos cierta familiari­
~r~;ó~ito del etnógrafo es hacer una «de~~ripció~ densad en la que
iño se ueda distinguir de una contraccion nerviosa, o e una simu. a
l~ dad con la literatura transcultural, es muy útil para establecer las dos pri­
meras características de la mentalidad etnográfica. Una familiarización
g~ del :uiño mismo y contrasta la descripción densa con upa desc~1p­ con el pensamiento antropológico y de otras ciencias sociales es esencial
~l~~ ral~ en la que u~ guiño pudiera ser descrito ~~roo u?ª contra~cion para los dos últimos. Sin estos antecedentes es muy difícil analizar o va­
lorar totalmente el significado de lo que se ha visto. Aunque es posible
ni""°ida del párpado. Cuanto más rala es la descripción, mas se de_spo~ 1e
sí~ificado social múltiple. Muchos otros comparten esa conc~t'º~b e. ª emprender una observación participante sin este tipo de formación pre­
etnografía que tiene Geertz y que consiste en qu~ lo qu(~ se ': esc~9;jb via, sin émbargo el etnógrafo podría estar limitado por sesgos y cegueras
clu 'e tanto el significado como el coi;npor~a~:uento eanng . : culturales que le impidieran ver la significación de lo observado, o podría
S .Y dler 1974b) Hay que situarse en una posición que permita tanto .ob concentrarse demasiado en lo individual como algo separado del con­
s~~ar la condu~ta en su situación natural c~~o obtener. de las personas texto social, lo que le impediría hacer una buena etnografía.
qu~ son observadas las estructuras del significado que mformal Y d~n . Una de las tareas iniciales al realizar .una etnografía es decidir en qué
cuer 0 al comportamiento. Tal y como Spindler (~982). resume, a prac­ nos vamos a concentrar. Se hace evidente, enseguida, para un observador
·.¡-1' perspicaz, que no se puede describir todo. Incluso las primeras etnogra­
ti ~e la etnografía permite descubrir el conocimiento cultural que p~­
: i. s~:n las personas en tanto que nativos (miembros d~ ~rupos o lcom¡m­ fías, que intentaron ser extremadamente comprehensivas en sus descrip­
dades), así como. las ~~rmas. en las que el conocimiento cu tura es ciones de las formas de vida de las personas en comunidades totales, aca­
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utilizado en la interacc1on social. · :. . . l baron concentrándose, sin pretenderlo y sin estar obligadas a ello, en
Aun ue la etnografía se ha considerado trad1c10.nalmen~e como a ciertos tipos de creencias y de comportamientos. A medida que la etno­
:_¡'· grafía se ha desarrollado como un instrumento de investigación, el al­
descri cln de la cultura de. toda una comunidad, ha s1d? y es 1gualment~
aplic1ble a la descripción del discurso s?c1al en ~ualqmerlrupo 1e per _ . cance del enfoque se torna cada vez más delimitado. A lo largo de la his­
sonas entre las cuales las relaciones sociales es~an regula as· J?Or . ~ cos toria de la etnografía, sin embargo, el etnógrafo ha tenido que tomar
los colegios se adaptan bien a la mvest1gac1on. et­ decisiones sobre aquello en lo que centrar su investigación. El marco con­
tum b re. L as au las Y , bi · · ertas ceptual de la antropología ha guiado desde el principio a los etnógrafos
nográfica, aunque la diferencia en enfoque y am no requiere ci
adaptaciones (Erickson 1973). a la hora de tomar estas decisiones (Malinowski 1922). Hay muchas es­
cuelas de pensamiento antropológico y los investigadores han comenza­
do su tarea con temas de interés muy variados y posicionamientos teóri­
El proceso de investigación_. cos muy diversos. Sin. embargo, el· investigador competente siempre ha
comenzado con algún tipo de esquema, basado en el conocimiento del
El objetivo· de un etnógrafo es conce~trarse en un ámbito ~e trabajo y, en trabajo científico social y antropológico, que le ha permitido elegir entre
palabras de Wolcott, descubrir lo que ocurre en ese ámbito. Es un pro­
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KATHLEEN W.tLCOX LA ETNOGRAFIA COMO UNA METODOLOGIA

los fenómenos de observación y conceder importancia a fenómenos des­ · Case Studies in Education and Culture (particularmente los de Wolcott
cubiertos en el propio proceso de la investigación. . · · 1967 y 1973, Singleton 1967, King 1967 y Warren 1967) para tener, de
Al comenzar el trabajo, la mente del etnógrafo no es una tabula esta manera, una muestra amplia del uso de los diferentes métodos y
rasa, sino que anida en ella un problema aún oscuro. Ese problema está técnicas. ,
por necesidad general en su enfoque. Dado que se intenta comprender un La variedad en los tipos de recogida de datos y en las técnicas em­
sistema en sus propios términos, con sus propios criterios de significa­ pleadas puede desconcertar a los que no son etnógrafos (Mulhauser
cíón, no se puede predecir con anterioridad qué aspectos del sistema 1975), ya que es muy difícil definir lo que una etnografía podría o de­
serán significativos o qué tipo de significado tendrán. Y puesto qué el et­ bería ser y juzgar así su calidad. Tradicionalmente, desde el punto de
nógrafo asume que las partes particulares del sistema se pueden coro­ vista del etnógrafo, se ha considerado que la recogida de diferentes tipos
.prender tan sólo en el contexto del funcionamiento de. la totalidad, no es de datos incrementaba la validez y fiabilidad del estudio, y puesto que
posible para él predecir con anterioridad sobre qué debería centrar exac­ cada ámbito y cada área de estudio son únicos, se creía que era necesario
tamente su estudio. Es crucial comenzar la investigación sin categorías.de adaptar los métodos y las técnicas. · . ·
observació~ cuestionarios, hiJ:?ótesis precisas, etc:, específica~e:ite pre­ . Sin embargo, Pelto y Pelto (1973) señalan la tendencia general a in­
meditadas. :t.s.ta puede ser considerada como fa quinta caractenstica de la crementar en todas las áreas de la antropología la cuantificación y la ope­
investigación etnográfica. Los instrumentos ya elaborados y las formu­ racionalización, a prestar una mayor atención a la entrevista estructura­
laciones precisas del problema pueden abortar prematuramente el pro­ · da por muestreo en lugar .de a informantes clave y a dedicar una mayor
teso de descubrimiento de lo que es significativo en el ámbito de trabajo. observación a los ámbitos de comportamiento significativos. Brim y
Una ·parte esencial de la misión de la investigación es descubrir lo que es Spain (1974) recomiendan estos procedimientos en su monografía sobre 1
1 :
significativo, lo" que tiene sentido (Eríckson 1977), lo que es importante la metodología en antropología. La etnografía de la escuela es testigo de
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.., observar. Uno está continuamente inmerso en el proceso de investigación.
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esta corriente, aunque hay una resistencia bastante sólida a la implanta­ T'
Este proceso de investigación se lleva a cabo a­ través de una serie de ción de un enfoque propio de las «ciencias duras». ·
"'" acciones realizadas por el etnógrafo: mantener y desarrollar una relación
con la gente para asegurar la afluencia de los datos; emplear una serie de
El proceso de observación en la etnografía de la escuela se ha carac­
terizado por la recopilación de una serie de detalles descriptivos sobre los
técnicas de investigación para recoger un amplio número de datos; per­ «imponderables de la vida real y el comportamiento diario» (Mali­
manecer en el campo el tiempo suficiente como para asegurarse de que se nowski 1922:22). Los observadores han intentado captar con detalles
han podido observar los sucesos con una frecuencia tal que permite dis­ concretos la conducta cotidiana en las aulas y escuelas, a menudo re­
criminar entre lo que .es regular y lo que es irregular, e interpretarlo co­ copilando con largas y detalladas descripciones la ­ínteracción en ellas
rrectamenre, etc. Con todo­esto, el investigador.debe aplicar constante­ (LeCompte 1978, Burnett 1968, Varenne 1976). En algunos casos los et­
mente. las partes más relevantes de la teoría. y el conocimiento para nógrafos .han desarrollado y utilizado con menor frecuencia instrumentos
llevar el proceso de investigación hacia delante, para valorar el signifi­ de observación estructurada (Wilcox 1978, 1982, Talbert 1970, Leacock
cado de lo que ha visto y oído, para desarrollar hipótesis específicas y ca­ 1969). Han utilizado cassettes (Borman 1978, Spindler 1974c), cámaras
tegorías de observación y para redefinir continuamente el tema y depurar (Collier 1973:; Spindler 1974c) y películas o vídeos (Erickson 1976, Me­
el .proceso de .estudio. El lector .interesado puede encontrar más infor­ Dermout y Gospodinoff 1977, Florio y Schultz 1978, Byers y Byers
mación en Spindler (19$2) y puede también leer a Erickson (1973, 1972, Spindler y Spindler 1982) para aumentar la precisión de sus ob­
1977), Hansen (1979), Lutz y Ramsey (1974), Ogbu (1974a), Overholt servaciones. Sin embargo, estos instrumentos mecánicÓs de recopilación
y Stadings (1976); Rist (1975, 1977), y Smith y Pohland (1976) para una de datos no se consideran sustitutos de la presencia directa y activa del
discusión sobre los diversos aspectos del proceso de investigación. etnógrafo en el lugar. El proceso de investigación requiere la presencia in­
mediata del etnógrafo, quien absorbe constantemente una amplia varie­
Métodos de recogida y análisis de datos dad de datos que cualquier instrumento mecánico podría grabar.
Los etnógrafos también utilizan entrevistas y cuestionarios como
Los etnógrafos de la escuela han empleado una tremenda variedad.de técnicas de recogida de datos. Las entrevistas varían desde las más in­
métodos y técnicas para la recogida. de datos. En esta sección trataré ··.·y.:· formales hasta las más estructuradas, aunque la mayoría de las preguntas
algunas de las técnicas· más destacadas. Los trabajos a los que haré refe­ que se realizan son siempre bastante abiertas. Los etnógrafos han utili­
rencia. son ilustrativos más que. exhaustivos, y citaré ejemplos de la li­ Y·. zado, también cuestionarios para recoger datos sociométricos y de otros
... P~­
teratura etnográfica para mostrar­ la utilización de ciertos métodos par­ tipos quizás con una .mayor frecuencia de lo que se podría imaginar
ticulares y de ciertas técnicas. El lector interesado puede consultar la serie (Burnett 1969, Lacey 1976, Ogbu 1974b, Peshkin 1978, Rist 1978, Sin­

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KATHLEEN WILCOX LA ETNOGRAFIA .COMO UNA METODOLOGIA

gleton 1968). Por supuesto, los cuestionarios nunca constituyen la técnica · como las notas de campo, los documentos, los textos solicitados a los in­

~~~­
principal de recogida de datos. · · formantes, la información demográfica, las entrevistas no estructura ­
. En ocasiones, los etnógrafos diseñan instrumentos diferentes a las en­ .
trevistas para conseguir los datos. El desarrollo de Spindler (1973, Otro enfoque en el análisis de los datos se basa en la cuantificación
1974c) del Instrumental Activities Inventory es un ejemplo del papel de los datos cualitativos. Esas dos formas de aproximación no son de
que instrumentos de este tipo pueden jugar en el trabajo etnográfico. ninguna manera mutuamente excluyentes y se pueden integrar fácilmen­
Spindler ( 1974a) 'también ha utilizado 'en la· investigación· etnográfica una te en el mismo estudio. Los datos cualitativos pueden ser cuantificados a
serie de instrumentos estandarizados, tales como el T AT y el Rors­ través de una codificación de los informes escritos a mano, o de los re­
chachs, desarrollados 'en el marco de la psicología clínica. Otros han ob­ gisrros de interacción grabados en vídeo o audio (Wilcox 1978, 1982,
tenido los datos por otras vías, por ejemplo pidiendo a los niños que hi­ Borman 1978, Erickson 1976, LeCompte 1978). Los trabajos de Rist i
ciesen un diario en el que registrasen sus experiencias dentro y fuera de la (1970) y Leacock (1969) proporcionan ejemplos de la eficaz utilización ¡,

I',
escuela (Peshkin 1978). de una tabulación simple de los tipos de interacción entre el profesor y el
.Aparte de procurarse sus propios datos, los etnógrafos también han · alumno. Otros han empezado a utilizar técnicas estadísticas más com­ i,

recopilado. asiduamente. datos ya existentes en diversas fuentes de infor­ plejas (Wilcox 1978, Erickson 1976, Spindler 1974c, Spindler y Spindler : 1

mación. Entre éstas se incluyen documentos de la escuela (Ogbu 1974b), 1982). Tal y como Erickson (1977) afirma, las técnicas estadísticas que '!'
actas (Sanday 1976), trabajos y otra serie de productos procedentes de parecen más apropiadas para el análisis de los datos derivados cualitati­
.i ;
los alumnos (Warren 1974), librosde texto y otros materiales curricula­
res (Spindler 1973, 1974c), así como cualquier otro tipo de material
vamente son relativamente simples (el chi cuadrado, el test Mann­Whit­
ney para análisis de datos «categoriales» y el análisis multivariado). JI'
ni .
imaginable que pueda ser relevante para el tema estudiado. Dado que el Al final del proceso de investigación, que incluye la recogida y el aná­ i' í
investigador intenta continuamente explorar la naturaleza de la rela­ lisis de los datos, lo tradicional es que el etnógrafo haga un extenso in­ 1 '

ción entre el ámbito y su contexto, puede ser útil contar con una amplia forme por escrito. Este informe suele estar escrito en un estilo descriptivo, 1

variedad de material. . . · intentando transmitir al lector los detalles más minuciosos del discurso . '
De manera similar, el etnógrafo suele decidir invertir un tiempo en social que le permitieron, al etnógrafo, ver e interpretar las pautas de la '
una diversidad de lugares tanto dentro como fuera de la escuela. Mien­
¡1. '
vida social. Es frecuente incluir extensas citas y descripciones de los ám­
tras que la observación dentro del aula suele ser una observación no par­ bitos e interacciones con la intención de presentar un dibujo del ámbito :.:.¡~ 1: : '

ticipante, el etnógrafo con frecuencia se mete dentro del rol de observa­ tan general como sea posible, y de proporcionar una evidencia que vali­
1 ''

. dor participante cuando toma café en el bar del personal, merodea por la de la interpretación de los datos que presenta el etnógrafo. . · ¡': ! ! 1 1'

pista de deportes, va a las reuniones de profesores, etc. · . . . Esto, de una forma resumida, es la estrategia de investigación de la ¡i',
¡,, ! ,'
Los enfoques a la hora de hacer el análisis de los datos dependen, por etnografía. Es un modo de investigar naturalista, basado en la observa­
supuesto, de los tipos de datos recogidos y del marco conceptual utiliza­ ción, descriptivo, contextual, abierto y en profundidad. Dentro de estos .
do. La cuantificación de los datos varía, ampliamente.según el estudio, en límites, se pueden emplear una variedad de instrumentos y técnicas de re­
algunos no aparece, en otros. se utilizan técnicas estadísticas de distinta ' cogida de datos. El objetivo de la etnografía es el de combinar el punto
complejidad. El enfoque del «incidente clave» ha sido utilizado frecuen­ de vista de un observador interno con el de un observador externo para
temente en el análisis de los datos del aula (Erickson 1977, Burnett describir el marco social. Es de esperar que la descripción resultante sea
1969, Dumont y Wax 1969, Peshkin 1978, Rist 1978, Rosenfield 1971). más profunda y completa que la del observador exterior ordinario, y más
Implica el análisis de datos cualitativos en los que se han registrado am­ extensa y menos limitada culturalmente que la del observador interno
plias y detalladas descripciones de incidentes o sucesos. El análisis de común..
datos lleva al investigador a centrarse en ciertos incidentes como claves o
ejemplos concretos del funcionamiento de los principios abstractos de la
organización social. Tal y como Erickson resume (1977:61): «Se trata de UNA VISIÓN ElNOGRÁFICA DE LA ESCUELA EN CONTINUIDAD
resaltar entre las.notas de campo un incidente clave, unirlo a los otros in­ Y·EN TRANSFORMACIÓN
cidentes, fenómenos y constructos teóricos; y redactarlo de forma tal que
los demás puedan ver lo genérico en lo particular, lo universal en lo con­ Los etnógrafos han dirigido su atención al proceso de la enseñanza y del
creto, la relación entre la parte y el todo». Erickson destaca que.el enfo­ aprendizaje en una. amplia variedad de situaciones y con una amplia
que del incidente clave puede conllevar fallos masivos de inferencia eri re­ variedad de materias o de asuntos a investigar. Han observado la ense­
lación con la gran variedad de datos procedentes de diversas fuentes; ñanza y el aprendizaje en fas escuelas urbanas, en las escuelas rurales, y

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LA ETNOGRAFIA COM.O UNA METODOLOGIA
KATHLEEN WILCOX

en situaciones donde las escuelas no son parte del medio cultural. Han · muchos estudi?s~s de la educación, administradores de la enseñanza,
observado también estos procesos tal y coino tienen lugar en la totalidad profesores y publico en general, según la cual la escuela se ve como un
de la vida, tanto en situaciones formales como informales. Han estudia­ 1~str~~entQ de reforma· y de cambio La visión dominante de la escola­
e .

do a los alumnos, a los profesores, a los padres y a los administradores ~1zac1on dentro de la cultura es la de una. institución que existe para me­
·de las escuelas; individuos, grupos, aulas, escuelas, familias, vecinda­ jorar la soc1eda~, no par~ reproducirla más o menos como es. Una gran
. .rios, distritos escolares, y comunidades. parte del trabajo etnográfico contribuye a poner en tela de juicio esta
· . Es imposible, ·dado el­ alcance de este artículo, revisar totalmente el . forma acostumbrada de pensar sobre la escuela. .
campo de la etnografía escolar. Mis comentarios se refieren al trabajo . Las escuelas se han considerado reproductoras o transmisoras de la
que; en mi opinión, está más directamente relacionado con la política que cultura ~~ una generación a la siguiente según formas muy variadas. La
s~: ha llevado a cabo .en los ·Estados Unidos, ofreciendo una serie de cor:cepc1on nativa comun de lo que se transmite en las escuelas es el con­
ejemplos más que una crónica exhaustiva del trabajo realizado hasta la tenido d~l currículum: un cuerpo de habilidades académicas sobre las
fecha. Puesto que la negación de la igualdad de oportunidades en la cuales existe _el acuerdo de que deben ser transmitidas en. la escuela. Los
educación para los diversos sectores de la población es probablemente la etnografos, ~m embargo, han diri&ido sus estudios hacia lo que se ha lla­
clave· del problema de la educación contemporánea, este artículo se cen­ mado «curri~u~um oculto», es decir, aquello que se enseña implícitamen­
tra particularmente en el trabajo etnográfico que tiene una relevancia di­ te, y no explícitamente. Este e~foque implica una visión que concibe al
recta para este tema. Hay diversas bibliografías excelentes y otras bi­ personal.do_ce~te como un.conjunto de seres culturales activos, imbuidos
bliografías comentadas a .disposición del lector quedesee realizar una de las o.nentac10~es de la cultura, más que como distribuidores neutrales
exploración más profundaenesta literatura (Rosenstiel 1977; Roberts y de una 1~formac1on que ver~9: sobre la lectura, la escritura y la aritmética.
Akinsanya 1976a; Burnett 1974; Wax, Diamondy Gearing 1971), así Se piensa que la transmisión de lo que está implícito en la cultura in­
como otras revisiones de resumen o críticas (Ogbu 1981, Hansen 1979, cl~ye un grupo de habilidades diferentes a las que se imparten en el cu­
Comitas y Dolgin 1978, Gearing 1973a, Sindell 1969); Aunque la ma­ rrículum f?r~al, como }os. valores, las estrategias motivacionales y las
yoría de los estudios analizados aquí son claramente etnográficos, al­ met~s, las 1mageµ~s de si mismo, las relaciones con las autoridades y con
gunas veces se mencionan algunos que: no son del todo estrictamente los.iguales, etc. Aun no.se ha desarrollado totalmente una teoría formal
etnográficos, pero que sin embargo tienen un gran interés por sus ob­ sobre l~ ~~ucación c~mo transmisión cultural. Aunque se han dado los
.servaciones cualitativas de la vida en las escuelas, pasos. iniciales (G~ann~.1973b, Spindler 1974b, Dobbert 1975), aún
Dos amplias categorías abarcan gran parte del trabajo etnográfico no existe ~na te<;ma .~mftcada o ~odelo que guíe las investigaciones. El
realizado hasta la .fecha: la exploración de la escuela· como un instru­ cuerpo de invesngacron que estudia el proceso de la transmisión cultural
mento de transmisión cultural y la exploración del conflicto cultural en el es, podo tanto, muy diverso. . · . ·
aula. Estas­categorías generales incluyen diferentes tendencias de inves­ Una gran cantidad de estudios gira alrededor de una teoría estructu­
tigación, según una diversidad de campos analíticos (Hansen 1979, ral­funcio~al de tipo general, que, analiza lo que ocurre en las aulas
Ogbu 1981). como r~fle¡o de la sociedad más amplia. Los etnógrafos se han interesa­
do particularmente por el estudio de cómo la naturaleza de la sociedad
La escolarización como transmisión cultural · general restringe el proceso educativo. .· · '
Gran ~úmero. de estudios han señalado y explorado de formas di­
Con frecuencia, los etnógrafos han forjado su visión de las escuelas al­ ~ersas la influencia de la estructura económica general sobre la ense­
rededor del concepto de transmisión cultural. Bajo este punto de vista, la· nanza. Eddy (1978) ofrece una visión histórica global de los cambios en
escuela actúa primordialmente como un agente de la cultura, transmi­ los. modelos de la. organizacióf} de. la enseñanza en los Estados Unidos y
tiendo un conjunto complejo de actitudes, valores, comportamientos y e~la~a esos .cambios con los. cambios en el modelo de organización eco­
expectativas que permitirán a tina nueva generación mantener la cultura· norp.1~~· Cohen (1973) sugiere una relación similar; centrándose más
como un fenómeno en .continuidad (Spindler 1955, 1963a, Kimball esp~c1f1camente en lo~,cambi?s durante los últimos veinte años. Eddy es­
1974). Este tipo de análisis se.encuentra en la tradición estructural­fun­ tudia la transformación hacia el.modelo corporativo moderno remar­
cional del pensamiento científico­social. Los etnógrafos a menudo han cando el paralelismo en términos de recursos materiales despliegue de
utilizado sus ­conocimientos­contextuales dela cultura en su totalidad pe.rsonal, sistemas de dirección, tipo de flujo laboral, etc. 'La autora des­
para ilustrar sus investigaciones de lo que se transmite en la escuela. ~nbe l~s valores y las l?~rcepciones que. subyacen al enfoque profesional­
La conceptualización de la escolarización como transmisión cultural industria] de la educación y el conocirmento antropológico que desafía la
está 'en oposición directa a la concepción de la escuela que comparten validez educativa de este enfoque. . . · .·

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KATHLEEN WILCOX
LA ET.NOGRAFIA COMO UNA METODOLOGIA

Muchos estudios etnográficos detallan las formas en las que las es­ · Spindler 1963a y 1974a, Sennett y Cobb 1972). Así, parece ser que laes­
cuelas pueden preparar al alumno para. la vida en una economía indus­ cuela ejerce una educación y una socialización diferencial, según la clase
trial capitalista. Los paralelismos entre las estructuras de la escolarizaeión social del alumno y su origen étnico. Esta. percepción está en directa
y la uniformidad y la reglamentación en la industria han sido estudiados. oposición con. la percepción cultural común de que las escuelas son
y desarrollados por gran número de observadores (Lynd y Lynd 1929, agentes que proporcionan una igualdad de oportunidades y que enseñan
Jackson 1968, LeCompte 1978, Clusick 1973, Wilcox 1978). Estos ob­ a los alumnos de todas las procedencias culturales lo que necesitan para
servadores y· otros (Henry 1963) han ligado fa estructura del poder y la
,
conseguir el éxito, aun aceptando que los niños sólo aprendan lo que se 1 ·'
autoridad en el aula a esas características de la industria. Otro testimonio les enseña. También está en oposición con las conclusiones de algunos
.de la influencia de la estructura económica general sobre el aula es la ob­ científicos sociales destacados (Coleman 1966, 1971, Jencks 1972), que
servación de la presencia de una evaluación constante de la actuación del piensan que las escuelas tienen escasa efectividad sobre el futuro de los .
alumno y de la ética competitiva (Jackson 1968, Henry 1963). La es­ alumnos.
tructura de autoridad, la competencia, la rutina, la disciplina, la orien­ Lacey (1976) y Sennett y Cobb (1972) han estudiado el impacto
tación temporal, el proceso discontinuo y la alienación relativa de las ta­ que el éxito, obtenido desigualmente por los mismos alumnos en el
reas del aprendizaje que. caracterizan a las aulas en los Estados Unidos se mundo estratificado y altamente evaluador de las escuelas, tiene sobre los
· han comparado con características similares existentes en los lugares de alumnos y sobre las relaciones entre ellos. Estos autores presentan una vi­
trabajo. · . sión del rechazo que ciertos grupos de alumnos manifiestan hacia las nor­
· La orientación individualista de la escolarización en la sociedad ame­ mas y los valores de la escuela, y la polarización que se desarrolla entre
ricana se puede relacionar también con la estructura económica. Aunque los alumnos que se identifican con el mundo de la escuela y aquellos que
Varenne (i~976) no muestra una conexión explícita entre ambas, su aná­ · crecen en oposición a ésta. Henry (1963) señala la utilidad económica de
lisis nosilústra la transmisión de una orientación individualista en la es­ producir grandes grupos de alumnos que se vean a sí mismos como fra­
cuela. Varenne nos muestra sus observaciones en una clase· de sociología casados y pasen sin quejarse a las posiciones más bajas de las estructuras
de una' escuela de bachillerato en la que, a pesar de las intenciones cons­ del trabajo burocrático e industrial. · . .
cientes del profesor, la orientación cultural hacia el individuo como uni­ · Con esto ni siquiera comienza a agotarse la lista de las formas en las
dad fundamental de la sociedad se transmitía de tal forma que la «so­ que las escuelas transmiten las estructuras y orientaciones de la sociedad
ciología» tenía una tonalidad fundamentalmente psicológica. .· : general. Sin embargo, los trabajos citados anteriormente sirven como
El significado de estas características del aula se 'puede apreciar mejor ejemplos de los posibles modos según los cuales los etnógrafos han in­
cuandojmo se da cuenta de que los procesos de. enseñanza y aprendiza­· tentado penetrar en los aspectos esenciales de la cultura, y han intenta­
'1' je son sustancialmente diferentes en las sociedades no industriales de do explorar el aula como un campo en el que se revelan estos aspectos
pequeña·escala (Mead 1974, Fortes 1938). . · · · esenciales. Hasta ahora las etnografías han ofrecido ilustraciones im­
·I Aparte de enseñar un conjunto de valores, orientaciones y estructuras portantes sobre las formas en que las escuelas pueden reproducir la so­
'l
.1
de motivación comunes, las escuelas en las sociedades industriales capi­
í. ciedad estratificada, pero aún no se ha conseguido una comprensión
talistas enseñan a los alumnos su probable posición social futura en la je­ total de las variables implicadas en esa reproducción. No. existe. una
i
rarquía del trabajo. En términos de las actividades extracurriculares, la comprensión precisa de los tipos de conexiones que pueden existir entre
i·Ju b .organización social de la escuela, con sus clubes y sus élites; ha sido con­
f :,·
la escuela y otras instituciones sociales. En este sentido, el intento de Wil­
·I
n siderada durante mucho tiempo un reflejo de la estratificación de la cox (1978, 1982) por encontrar las conexiones entre la socialización
,
,.¡.
vida social de la comunidad (Hollingshead 1949). La estratificación para el trabajo en el aula y las características de los roles laborales de los
n1; según las clases sociales y el bagaje étnico es endémica en el sistema adultos, es un ejemplo muy útil del tipo de trabajo que se debe de rea­
;¡ económico, y los etnógrafos han señalado el impacto de estos dos tipos lizar ..
:1 de estratificación dentro y fuera de las aulas. Se· ha observado la exis­
tencia· de expectativas más bajas y de una enseñanza de destrezas y acti­ Las escuelas como escenarios de los conflictos culturales
íl' tudes apropiadas a los niveles más bajos en la jerarquía del trabajo en
aulas en fas que los alumnos procedían de minorías y de clases medias­
:P.

Otro gran concepto en la etnografía de la escuela es el del relativismo cul­


I ·1 bajas y bajas; por el contrario, se ha observado que se transmiten ex­ tural. Los esfuerzos por entender y documentarse sobre la totalidad de las
pectativas altas y posibilidades y actitudes apropiadas para los niveles minorías culturales han sido frecuentes. Se han estudiado las aulas como
1 superiores de la jerarquías en aulas de alumnos blancos con una proce­ .¡ . . :, escenarios de conflicto cultural en los que la falta de entendimiento
dencia cultural media­alta (Leacock 1969, Wilcox 1982, Rosenfeld 1971, 1:::·.
mutuo produce dificultades en el aprendizaje.· Las dificultades en el
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KATHLEEN WILCOX LA ETNOGRAFIA COMO UNA METODOLOGIÁ

aprendizaje no son debidas a una falta de capacidad por parte del niño nerar. e interpretar el Jenguaje y la acción comunicativa que se le asocia
que procede de una cultura minoritaria. Los temas tratados han incluido difieren entre los profesores y los alumnos. ·
el lenguaje y los procesos cognitivos,­así como los conflictos en valores . . Los etnógrafos también han comenzado a estudiar la relación entre la
culturales, normas de interacción, estilos de aprendizaje, etc. cultura y los procesos cognitivos, en la medida en que éstos puedan
ElIenguaje y la etnografía del lenguaje han sido temas de investiga­ afectar al éxito en clase de los niños de minorías culturales. Así como se
ción muy importante durante los últimos años .(Cazden,. John y Hymes ha comprobado que el proceso de la comunicación está totalmente sa­
1972; Hyhieid971;··tea:cock 1971, Aarons, Gordon y Steward 1969). turado de cul~ura, igual~e?~e lo están los procesos ~e ~nseñar, de apren­
Una de fas ramas de esta investigación ha sugerido que el habla vernácula der y de medir la adquisición de las destrezas académicas. Aunque aún
de cada grupo social está basada en estructuras complejas que sori simi­ queda mucho trabajo por realizar, importantes descubrimientos hasta la
Iares y .que muestran una integración similar de· pautas (Labov 1969, fecha indican que diferentes ambientes culturales ofrecen tipos diferentes
_1972). Lo que califica a unas lenguas, dialectos o estilos lingüísticos de habilidades cognitivas y estilo~ conceptuales (Cohen 1969; Cole, Gay,
como superiores o inferiores 'se debe al estereotipo social más que a los Glyck .Y Sharp ~?71; .Cole y Scnbner 1974). Tal y como ocurre con el
hechos objetivos. Hymes (1972:xxxiii,,xxiiv) resume las implicaciones lenguaje, la habilidad para demostrar una destreza particular depende del
i
.prácticas,.evidentes para.la.etnografía del aula, de los estereotipos nega­ contexto (la falt~ d~ ac~uación en una situación determinada no se puede
r tivos sobre el lenguaje del niño o sobre los estilos lingüísticos: t<_:>?lar com~ ~ md1cat1v:o de falta de competencia). Además, la adquísi­
c1011 de habilidades particulares no depende tanto de las características
Guarido se rechaza el·habla de un niño, probablemenrese le comunica ese rechazo individuáles;c?mo de los tipos de destrezas requeridas por el entorno .. Las
al niño. Al rechazar lo que se desea cambiar (o· aquello sobre lo que· sé desearía aña­ tareas ·y.act1v1dades en las que uno se compromete conforman los tipos
.dir algo), probablemente se esté impidiendo la oportunidad de cambiar. Cuando se ~e habilidades que llega a desarroJlar. A los niños se les presentan las di­
.acepra lo que sequiere cambiar (o aquello.sobre lo que se desea añadir algo), f1cu~tades cuando las escuelas reconocen o incorporan un grupo muy re­
·probablemente se está maximizando la oportunidad para cambiar en lo que se re" d~_c1do de destrezas y estilos conc~i:tuales que no incluyen aquello que los
fiere al niño ... Siempre se ha creído, y aun parecerá razonable para muchos, que el runos han llegado a aprender y utilizar, Lo que subyace aesta cuestión es
individuo estigmatizado es el que ha de realizar la adaptación. Cuando vemos las
grandes 'limitaciones de este enfoque, lo que podríamos considerar su fracaso a gran
que hay más de un método legítimo de conocer y aprender y más de un
escala, encontramos razonable insistir también en la adaptación de los que esrig­ cuerpo de habilidades significativas. En consecuencia la atención se di­
matizan... · · ·· · rige hacia la v~da fuera del aula, donde constante~ente se enseña y
Las actitudes son fundamentales, pero es obvio que la buena voluntad no lo es todo. aprende u11 conjunto enorme de destrezas. Estas investigaciones sugieren
Elmejorprofesor puede transmitir inconscientemente su rechazó a un niño negro que hay que esforzarse por transferir las destrezas aprendidas y usadas de
mientrasfavorece a un niño blanco, simplemente a través de las­diferencias en sus un entorno a otro. . , . . , . . · . ..
indicaciones a la hora de pedirle o prestarle atención ...­De ahí surge la necesidad de En este punto, también. se han señalado los conflictos de valores
la etnografía del. aula ... entre_~na cultura y ot~a (Cazden y .John 1971, Henry 1963). Puede que
los. runos tengan que _mtentar funcionar en un entorno extraño que re­
Es la etnografía de la comunicación en el aula, y no simplemente el quiera un comportamiento que esté en continua contradicción con lo que
· estudio del uso de las reglas gramaticales que hacen los niños o incluso de se les ha enseñado a valorar. · · . . · ..
su comportamiento verbal.Jo que puede iluminar las áreas de falta de en­ El problema fundamental aquí ha sido señalado por Burnett (1970)
tendimiento mutuo y de.frustración, con el consecuente cese del apren­ en su exposición acerca de la cultura de referencia de la escuda. La au­
dizaje (Me Dermott 1974; Dumonty Wax 1969). En este sentido, los et­ tora su9iere q~e 13: escuela, como una organización que es parte de un
nógrafos han comenzado .a ­urilizar películas y vídeos para captar en todo más.amplio, nene una cultura .de referenciar.la cultura del sector do­
todo lo posible el intercambio comunicativo con objeto de realizar un minante de la comunidad de la· cual es parte. La cultura de referencia si­
análisis más detallado: la dirección de las miradas, las posiciones del . guiendo a Goodenough (1963 ), proporciona las normas para decidir
cuerpo, el ritmo del discurso, etc. (Byers y Byers 1972, Erickson 1976, qué es la r~al~dad, para decidir qué puede ser y para decidir qué hacer, o
Me Dermott y Gospodinoff 1977). Se ha prestado una especial atención los procedimientos operativos para tratar con las personas y las cosas.
a la etnografía de las estructuras de participación en el aula, o de la or­ Factores económicos y políticos tienden a asegurar que los profesores
ganización cultural de los derechos y obligaciones en fa interacción social estén a tono con la cultura de referencia: Las dificultades surgen cuando
cara a cara (Philips 1972, Erickson y Mohatt 1982, Au 1979). Este tipo la cultura de referencia esdiferente de la cultura.de los alumnos. En este
de investigación microetnográfica es muy prometedor para hacer posible caso, no sólo son inapropiados la organización y el currículum de la es­
. una .comunicación funcional en situaciones en las que los modos de ge· cuela, sino que es probable incluso que los profesores, como.seres cultu­

106 107

1....
1:­ .
KATHLEEN WILCOX LA ETNOGRAFIA COMO UNA MHODOLOGIA

rales que han emergido de la cultura de referencia, estén incapacitados Primero, voy a tratar de lo que la etnografía de la escuela sugiere en
para comunicarse con los alumnos, y más aún para responder con flexi­ lo que respecta al proceso de cambio tal y como se lleva a cabo dentro
bilidad a sus necesidades. Jackob y Sanday (1976) plantean la hipótesis del aula. El aula ha sido, teóricamente al menos, la escena de una serie de
de que las situaciones de conflicto cultural en el aula producen una serie reformas educativas muy significativas. Dada la relevancia tradicional de
de efectos·no deseables sobre los alumnos. la díada profesor­alumno y del currículum formal, las reformas educati­
Trabajando en este tipo de análisis, los etnógrafos han empezado a vas, o intentos de transformación, se han venido orientando hacia el aula.
intentar­medir: las­diferencias entre 'culturas de la: 'escuela y culturas do­ En los últimos años, se han introducido una serie de reformas con res­ :l!
mésticas como un paso hacia la creación de una cultura pública común pecto a los métodos de instrucción y a la organización de la clase, como :~I'
del aula (Jack<;>b y Sanday 1976, Burnett 1969 y Sanday 1976). Un tra­ la enseñanza en equipo, los diagnósticos a través de tests, la enseñanza
. bajo de Kileff (1975) nos proporciona un ejemplo rriuy útil, procedente individualizada, la utilización de máquinas para enseñar, el aula abierta,
,!
de· otra cultura, de lo que puede ocurrir en una clase cuando el profesor y otras muchas más. Al evaluar el impacto de estas reformas surgen va­
es capaz de actuar como un mediador y como agente de la.cultura entre rias preguntas muy importantes: ¿Realmente estos cambios se introducen
los mundos de la escuela y del hogar. Lightfoot (1978) subraya una y en el funcionamiento diario de la clase? ¿De qué forma es diferente, en
otra vez la vitalimportancia de incorporar la cultura del hogar a la cul­ grado o en tipo, la interacción en la clase como resultado de la supuesta
tura de la escuela, mientras que Rist (1972) realiza una serie de su­ introducción de la reforma? ¿Son las consecuencias de estas reformas las
gerencias específicas sobre cómohacer esto en una clase con un número planeadas o surgen consecuencias no intencionadas, deseables o indese­
importante de niños negros. La investigación surgida del programa «Ka" ables?, y si es así, ¿de qué tipo?
mehameha Early Education», ·en Hawai, indica el impacto positivo po­ El trabajo etnográfico tiende a sugerir que es muy difícil introducir
. tendal sobre:los logros escolares de niños pertenecientes a minorías que ~:.·. cambios significativos en el marco del aula. Una reforma puede ser ins­
tienen los métodos de enseñanza que se hacen más coherentes con las for­ :,:.; tituida por decreto, pero se pueden observar fuertes continuidades en re­
mas en que los niños aprenden en s~ propio entorno (Jordan y otros lación con las disposiciones anteriores, aunque las formas en las que la
1977, Au y Jordan 1981). Aunque hay limitaciones en nuestra capacidad continuidad se exprese puedan variar en algo. Se necesita un enfoque sen­
para acercar más la cultura del hogar y la cultura de la escuela, tanto por sible y abierto para percibir la nueva forma en que resurgen las viejas di­
lo que se refiere a nuestros procedimientos como podas realidades po­ námicas. Algunas de las evidencias etnográficas en este punto tienen
líticas que rodean el aula, parece probable que este tipo de esfuerzo que ver con la organización del aula, en particular con la forma de or­
consiga. unos resultados más fructíferos que los obtenidos por los ·es­ ganización del «aula abierta». En estos casos, el aparente cambio en la
fuerzos basados en la «cultura de la pobreza», es "decir, en la formulación organización de la clase puede no estar asociado a un cambio sustancial
de la diferencia como déficit, que tanto abunda en los círculos educativos en otros aspectos de la dinámica de interacción del aula. .
actuales. . · Ninguno de los estudios que he mencionado anteriormente se llevó a
cabo con la intención específica de juzgar o evaluar los cambios en la or­
Una perspectiva a nivel micro de las escuelas y el cambio· ganización del aula. Podemos considerarlos como de «investigación bá­
sica»; todos ellos comenzaron con un enfoque más bien general. Una de
Fomentar una transformación efectiva requiere no sólo un conocimiento las propiedades de la investigación etnográfica básica es que su mirada
profundo' del status quo en el aula y en la escuela, sino también una teo­ amplia hace posible obtener datos acerca de un número sustancial de
ría del cambio y un método para investigar el proceso de transformación. cuestiones que van más allá de todo enfoque específico de investiga­
Los etnógrafos han proporcionado directa o indirectamente amplias ción. ·
perspectivas o visiones del proceso de cambio en la escuela, y han con­ Un estudio importante es el análisis de Borman (1978) sobre las di­
tribuido en algunos casos a la producción de una teoría general del námicas del control social en. dos aulas de una guardería urbana. La pri­
cambio en relación con la institución escolar y con la transmisión cultu­ mera era un aula abierta de una escuela abierta organizada con arreglo a
ral globalmente considerada. Esta parte.del artículo trata sobre la con­ la escuela infantil británica, y la segunda, unaclase con un programa tra­
tribución de las etnografías de la escuela a nuestro conocimiento del dicional en una escuela tradicional. Los resultados de las investigaciones
proceso de transformación tal y corno se lleva 'a cabo a un nivel micro revelaron que, en contra de lo que uno podía esperar, el profesor del aula
dentro del aula y la escuela, o en el distrito escolar. Más adelante plan­ abiertautilizaba con mayor frecuencia estrategias de control o regulación
tearé­fa visión de las escuelas y de su rransformación a un nivel macro, con sus·alumnos que el profesor en el aula tradicional. Una de las con­
perspectivadesde la que ~e examina el papel de la escuela ·como agente de secuencias de la organización era que el profesor permanecía con mayor
cambio dentro de la sociedad en general. · · frecuencia entre los alumnos y como resultado de ello parecía controlar

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KATHLEEN WILCOX LA ETNOGRAFIA COMO UNA METODOLOGIA

personalmente las activida,des de una forma m~s cercana que en.e~ caso Estudios de este tipo hicieron aparecer una serie de temas en relación
del aula· presuntamente mas controlada, es decir, de la clase tradicional, con la escolarización y su transformación. En primer lugar, se dejaba en­
l No se observaron diferencias en el tipo de control utilizado por los pro­ trever la complejidad del problema del cambio y de la valoración de este
u' fesores en las dos aulas, cuando el control fue codificado en los términos cambio. ¿Cuándo es posible decir que ha tenido lugar un cambio real en
de la categorización de Bernstein (1971) de sistemas de control abiertos el programa? ¿Cómo puede valorarse totalmente la naturaleza de la
ycerrados, o elaborados y restringidos. Los dos profesores utilizaron sis­ transformación? El número de variables que deben ser observadas para
'; temas cerrados de control o· lenguajes restringidos para reforzarlo. Bor­
man observó una mayor. regulación conjunta (profesor­alumno) en el
valorar la naturaleza del cambio parece ser bastante más grande que el
que pudiera haber anticipado el que tuvo la idea o el que lo planificó. Pa­
i
1¡ aula más abierta, aunque· estaba claro que el profesor mantenía una· rece bastante difícil predecir con antelación qué variables serán relevan­
gran parte del control social. Resumiendo, el aula «abierta» no era tan tes para esta valoración y cuáles no. La naturaleza del cambio, inclu­
]¡ abierta como se esperaba y, en algunos aspectos, el control del profesor yendo todas sus consecuencias anticipadas y no anticipadas, se debe
era mayor que en el aula tradicional. . · .· comprender totalmente para evaluar su significado educativo. ¿Qué es lo
. El trabajo de LeCompte (1978) también señala la existencia de una que los niños aprenden en esta nueva situación? ¿Aprenden a hacer elec­
continuidad muy fuerte entre aulas que superficialmente parecían estar ciones educativas en un, «aula abierta» si a la vez están monitorizados
organizadas de una forma bastante diferente. LeCompte estudió en pro­ más de cerca por el profesor que en la estructura tradicional? ¿Hasta qué
fundidad cuatro ·aulas de cuarto grado con estilos de enseñanza que punto aprenden a escoger si a la vez están siendo controlados y regulados
iban desde las estructuras más rígidas hasta. la enseñanza centrada en la de una forma bastante autoritaria y cerrada? Este tipo de preguntas son
apertura, en lo .individualizado y en lo no convencional. Encontró que a muy difíciles de responder, pero evitarlas es eludir la responsabilidad de
pesar de las considerables variaciones en los estilos de enseñanza era po­ asegurar que el «Cambio» es de hecho un cambio, en lugar de una reuti­
sible identificar un «núcleo directivo», universal y uniforme, del com­ lización de Ias pautas conocidas. Dada la pasión que en los Estados
portamiento del profesor, que abarcaba al menos un. SO% de la comu­ Unidos despiertan las reformas educativas y las líneas según las que esas
nicación oral no docente en cada clase. El núcleo directivo suponía reformas se han llevado a cabo eri las aulas americanas, se hace crucial
enunciados de· autoridad, disposiciones de orden y orientación de tareas investigar su significado real en la vida diaria de los alumnos, . ·
y tiempos, que parecían emerger inevitablemente de la estructura y del Los etnógrafos han comenzado a examinar directamente la intro­
contenido de la escuela, es decir, como demandas de actuación que los ducción de otras reformas educativas, entre las que se incluyen la edu­
profesores debían hacer para que los niños llevasen a cabo una serie de cación multicultural (Rosen 1977, Anthropology and Education Quar­
tareas que les eran exigidas por la institución en el marco de un aula mul­ terly, número especial de 1976) y la desegregación. Aunque el trabajo
titudinaria. Incluso las supuestas aulas abiertas no convencionales esta­ sobre la educación multicultural ha desarrollado una seriede datos muy
ban regidas por un núcleo directivo muy tradicional. importantes sobre los factores que afectan al grado de éxito de los pro­
. La investigación de. Wilcox (1978) sobre 32 aulas se inclina hacia la gramas multiculturales, aquí me centraré en el tema de la desegrega­
idea de que el aula abierta está más regulada por los profesores de lo que ción, que ha recibido una atención etnográfica más afianzada.
se puede esperar, y su estudio en profundidad de dos aulas de primer La desegregación de las escuelas americanas es una reforma a la que
grado pone en evidencia asimismo que las aulas abiertas pueden tener sis­ se le ha prestado una tremenda atención, tanto por parte de los profe­
temas cerrados de control. La autora insiste en la influencia decisiva de la sionales de la educación como por el publico en general. Como piedra
clase social de los profesores y de los alumnos sobre los sistemas .de con­ angular de la política educativa en los Estados Unidos es un buen ejem­
trol de las aulas, frente a la que pudieran ejercer las estructuras de orga­ plo de una reforma que requiere una intensa y profunda investigación de
nización formales del aula. De las dos aulas que estudió, la que superficial­ su impacto en la realidad cotidiana de la vida del aula. El estudio etno­
mente­parecía más «abierta»; organizada a base de áreas de aprendizaje, gráfico de Rist (1978) sobre la integración que se produce en la escuela es
trato individualizado con los alumnos, etc., era sin embargo la que más .un ejemplo del tipo de contribución que los etnógrafos pueden realizar a
cargada estaba de mecanismos de control autoritario· por parte del.pro­ la hora de observar el cambio en la escuela.
fesorado. También sucedía así en el aula cuyos alumnos procedían.de un El estudio de Rist examina una situación de integración en Portland,
vecindario de clase media­baja, en oposición al entorno de clase media­ Oregón. Un pequeño número de alumnos negros fue insertado en una es­
alta de otra aula de primer grado. El trabajo de Wilcox sugiere que la cuela elemental donde predominaban niños blancos de clase media­alta.
clase social del barrio, así como la del profesor, ejerc_e una fuerte in­ Las observaciones en. el aula, llevadas a cabo por Rist y· un ayudante
fluencia sobre la selección que los profesores hacen de las estrategias de graduado, muestran la existencia de una dinámica general que obstaculi­
control, más incluso que la estructura de la organización formal del aula. zaba el intento de integración: los niños negros de estas aulas volvieron rá­

110 111
..... . . • l:"
KATHLEEN WllCOX LA ETNOGRAFIA COMO UNA METODOlOGIA

pidamente a ser segregados debido a la disparidad en los niveles de é~to También se ha estudiado el impacto del aparato administrativo en el
académico que se daba entre ellos y los niños blancos. El tremendo valor proceso de cambio. Prestar atención al componente administrativo de las
concedido a los logros académicos por parte de la cultura blanca de la escuelas para redirigir la excesiva atención que se concentra en los pro­
clase media­alta dominante hizo que los alumnos negros fueran inmedia­ fesores y en los alumnos, y encaminarse así hacia una visión más holística
tamente relegados a las posiciones de más bajo mérito dentro del aula, en de los distintos actores implicados en el proceso de cambio, parece ser
las que ·como veremos más adelante permanecieron a lo largo de todo el muy útil. Rist (1978) investigó el papel que desempeñaban los adminis­
.año .. que­duró el­trabajo de­campo. Rist analiza la dinámica dela escuela y tradores a todos los niveles en el sistema escolar de Portland en Ja plani­
de la sociedad responsable de situarlos y mantenerlos en esas posiciones. ficación y la puesta en práctica de la desegregación dentro de las escuelas
Sus observaciones sugieren que. hasta que la naturaleza de la experiencia de la ciudad. Describió la evolución de su acercamiento a la integración
en el aula no cambie, no podremos decir que en las escuelas se ha supri­ y las presiones políticas que llevó consigo, y asoció todo ello con la difí­
mido la segregación. Tal y como demuestra Hanna {1982), la integración cil experiencia de los niños de las minorías en el aula. Investigó las no­
no se ·puede provocar simplemente trasladando a unos­ alumnos de una es­ dones de sentido común sobre la integración que regían la actuación de
cuela a otra. Está claro que es necesario hacer observación en profundidad los administradores del distrito y de las escuelas, y describió la filosofía.
para comprender la naturaleza del cambio que se ha provocado, y rediri­ de la asimilación racial y su impacto final sobre los niños: los hacía in­
gir; mejorar y replantear nuestros esfuerzos de transformación. visibles y por tanto los abandonaba sin ofrecerles la asistencia y el apoyo
Los etnógrafos también han observado fuera de los muros del aula el · que necesitaban para escapar de sus posiciones de bajo merecimiento
proceso de. cambio tal y como está institucionalizado en las escuelas y en dentro de la estructura de la escuela. Rist subrayó una dinámica en la que
los. distritos escolares, y la relación entre los acontecimientos que se dan la subestructura conceptual de .carácter asimilatorio de los administra­
. dentro ­del aula y los. que tienen lugar en sus inmediaciones. La investi­ dores escolares permaneció incuestionada durante el intento de la des­
gación del proceso de segregación en el nivel global de la escuela ha pues­ gregación, haciendo fracasar el. programa antes incluso de que éste co­
to de relieve la relativa superficialidad de los cambios que se han llevado menzase. En este sentido, el autor apunta la incapacidad del director para
a cabo. Por ejemplo, el estudio de Eddy (1975) sobre una escuela de ciclo ayudar a los profesores a que aprendiesen a tratar las dificultades aca­
inicial de enseñanza media recientemente desegregada, aunque realizado démicas de los nuevos alumnos y la incapacidad de la oficina del distrito
en un período de tiempo muy corto, consigue ilustrar claramente la per­ para ayudar al director en esa misma tarea. Las personas que se encon­
sistencia de una serie de modelos de interacción que sostenían la relación traban en posiciones de liderazgo, cegadas por su. insistencia en que
subordinada tradicional entre blancos y negros. La escuela que Eddy es­ todo el mundo fuese tratado .de igual manera, fueron incapaces de con­
tudió .pasó de ser un centro tradicional de 7.0 y 8.º con personal y alum­ . tribuir a la puesta en marcha del programa, y de percibir y tratar las ne­·
nos negros a ser un centro integrado (de 6,º y 7.º). La autora escribe:· cesidades particulares de los alumnos de la minoría. A los profesores se
les ofreció un programa ineficaz que: les parecía racista y que no conse­
. La transfor~ació~ de la (Booke; T.) [junior High] Schooi Washington en Long­el guía proporcionar nuevos estilos. de enseñanza o información histórica
view Middle School representaba una reivindicación· de los blancos para tener una
escuela del Royal Palm. La asignación de un director blanco fue el primero de una
sobre Jos negros. No se llevó a cabo ningún esfuerzo por desarrollar un
serie de actos simbólicos que comunicaban a todos que no serfanunca una escuela currículum multicultural coherente. Rist concluye afirmando que conocer
donde los negros desempeñasen los papeles principales. La construcción de un el contexto administrativo y directivo del aula es altamente relevante para
cercado alrededor de la escuela para apartarla de la comunidad negra, el cambio de entender e interpretar los acontecimientos que en ella se producen.
la entrada de la escuela para que no estuviese frente a la comunidad negra y el darle Otros etnógrafos han incluido algún tipo de descripción y análisis del
un ·nuevo nombre, fueron otros· tantos actos simbólicos que reafirma han el status aparato administrativo en sus estudios sobre las escuelas. Tradicional­
dominante de los blancos dentro de la escuela (1975:170). mente, los antropólogos han dirigido su atención «hacia abajo» más
. . . . .
que «hacia arriba», por tanto hay mucho más material etnográfico dis­
. La revisión que hizo Clement ( 1978.) 'a una serie de artícul~s que ponible sobre las aulas que sobre los administradores y los que toman las
planteaban perspectivas etnográficas sobre las escuelas desegregadas decisiones educativas. Aun así, el trabajo que se ha realizado apunta al
concluye con la idea de que aunque etnografías diferentes ofrezcan de al­ valor de este tipo de investigación. Entender el proceso de gobierno tal y
guna manera diferentes visiones de los resultados de la desegregación y como se lleva a cabo en situaciones concretas y conocer los valores, su­
den fe de las complejidades de la situación, revelan por otra parte que la puestos y creencias que lo guían es algo esencial para entender el proce­
s~gregación·informal es con­frecuencia evidente, y que los alumnos ne­ so de cambio. El informe de Wolcott (1973) sobre «el hombre en el
gros· .. s~ implican en experiencias y actividades de aprendizaje menos despacho del director» es un ejemplo de un intento por definir y articular
presngiosas. · la cultura del liderazgo y el gobierno de la escuela a un nivel local. Ga­

112 113

i.
~ ... ' ..
KATHLEEN WILCOX LA ETNOGRAFIA COMO UNA METODOLOGIA

>llaher (19.73) y Spindler (1963) ofrecen análisis adicionales. Son de par­ cuela, y que el alcance de su participación es un reflejo, entre otras
ticular importancia para la investigación sobre el cambio los informes cosas, de su_cl,ase social, raza y grupo étnico. Aparentemente los profe­
sobre los intentos administrativos de introducir el cambio en las escuelas. sore~ Y. administradores tie.nden a temer la intrusión de los padres en el
E[ examen de Wolcott (1977) sobre esos intentos en relación con un pro­ ~~mm10 ?e la escuela previendo sus interferencias, sus críticas y su hos­
grama que supuestamente aseguraría una mayor responsabilidad del tilidad. Tienden a dar la bienvenida sólo a los padres y a las asociaciones
profesor en un distrito escolar particular es una visión de los logros y fa­ de padres que les ayudan directamente. El poder social y el status de al­
llos" delesfuerzo 'reformador, así como una interpretación interesante de gunos grupos de padres les facilita su penetración a través de los muros
la cultura· de los profesores y de los administradores con respecto al de la e~cuela~ hayan sido invitad?s o no, para conseguir que sus quejas
proceso de cambio. . . sean 01~as. Dado q_ue l~s fl:eces1dades de los padres y los hijos de la
· Rist (1978) y Smith y Pohland (1974) tratan de las formas en lasque clase baja y d~ las mmonas tienden a estar peor atendidas por parte de la
los que toman las decisiones educativas se anticipan o responden a las escuela y requieren un cambio más sustancial, esta dinámica funciona do­
ble~ente para retardar el cambio: la crítica que puede apuntar a la ne­
presiones políticas· que les rodean, con consecuencias educativas apa­
rentemente negativas para los niños en las aulas. Rist señala, entre otras cesidad del cambio se ve impedida por la junta directiva y los que tienen
cosas; las consecuencias negativas para los alumnos de. las minorías .que más necesidad de cambio desisten en su intento. .
se derivan .de escoger un enfoque emblemático sobre la integración .. La exclusión de los padres de la escuela tiende a mantenerlos relati­
Smith y Pohland describen las presiones políticas locales que llevaron a vamente desinformados sobre lo que tiene lugar dentro de .ella. Esta si­
los que toman 'las decisiones a dispersar los escasos recursos educativos tuación, como señala Rist (1978), también puede retrasar el.cambio ne­
(como los ordenadores que ayudan a la enseñanza de las matemáticas) en cesario. Rist observó que los padres de las minorías generalmente no eran
campos totalmente dispares, manteniendo y· aumentando­de esta forma conscientes de la posición estratificada en la que sus niños se situaban
los problemas y disminuyendo la capacidad de los profesores y de los dentro de las aulas integradas de reciente creación, y por tanto no se con­
alumnos· ·para hacer uso de los recursos. · · · · · sideraban a sí mismos efectivos de una fuerza del cambio.
El contacto entre los padres; el personal de la escuela y los adminis­ . La relación ~ntre los directores de la escuela y los padres ha ~ido am­
tradores también ha sido estudiado ·por los etnógrafos de la escuela:. pliamente descrita, entre otros, por Fuchs (1966) y Rist (1978). Ambos
Lightfoot (1978), Wilcox (1978), Ogbu (1974b) y Rist (1978) han des­ · e~tudios describen conflictos públicos sobre afirmaciones hechas o posi­
crito las diversas facetas de las relaciones de los padres con la escuela y la ciones tomadas por parte de los directores con respecto a los niños de mi­
· respuesta del· personal y los administradores a los padres. La relación norías. Los estudios de incidentes de este tipo son válidos para ilustrar los
entre padres y escuela puede ser importante con respecto a la.continuidad problemas en las relaciones entre la comunidad y la escuela. .
·y el cambio en la.escolarización, ya que los padres están potencialmente En resumen, los datos etnográficos .sobre los administradores. reflejan
capacitados para pedir la continuidad o el cambio y paraintentar influir que las personas que se hallan en estas posiciones poseen un escaso Iide­
de distintas· formas en lo. que ocurre dentro de la escuela. Lightfoot revi­ r~zgo real y rechazan generalmente un cambio sustancial. Por supuesto,
sa y critica la literatura sobre los padres y las relaciones entre éstos y la sr nos atenemos a una perspectiva holística y atendemos al contexto
escuela, y señala que estas relaciones se han concebido de forma distor­ c~~o lo ~xige la bue,na~tnografía, debsmos tratar. el comportamiento .ad~
sionada y excesivamente simplificada y estereotipada. Según ella, el pro­ muustranvo en los termmos de las realidades estructurales que.lo rodean,
ceso transaccional entre las familias y las escuelas no ha sido descrito y que probablemente lo explican. En otro nivel, los etnógrafos también se
desde los puntos de vista. de todos los implicados; La Iiteratura mantiene han ~e~trado en este ~ontexto más extenso, en el que los profesores y los
una visión de la relaciónque emerge de la descripción y del análisis de las administradores realizan y responden al cambio.
'perspectivas y los comportamientos del grupo dominante más poderoso. . . . .
i'-
:1 Los grupos de padres, especialmente pobres y/o de minorías, son consi­ Una perspectiva de la escuela y el cambio a un níve/ macro
" derados como consumidores reacios que cooperan poco y que se limitan
a responder al poder de la escuela, o como ignorantes despreocupados o Gr~~ parte de ~a aparente ineficacia de los dirigenes y de los que hacen Ja
'faltos de cultura. Los datos etnográficos obtenidos hasta ahora cuestio­ política educativa se puede derivar en última instancia de las limitaciones
nan todos estos estereotipos y empiezan a proporcionar la información impuestas por la cultura como un todo sobre la institución de la escuela
necesaria para comprender, y no juzgar o.condenar, la postura de los pa­ y sobre las perspectivas de los que toman las.decisiones y de los actores
drescualquiera que ésta sea. ­, · · . · educativos. Ha habido una falta fundamental de .conocirniento del rol
· Lighfoot plantea, y los datos de Wilcox apoyari su perspectiva, que que desempeña la escuela en la cultura, y una tendencia a la mistificación
los· padres están sistemáticamente excluidos de fa. vida dentro de la es­ de su papel, tal y como éste es promulgado por la cultura misma. Es sa­

i14 115

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KATHLEEN WILCOX LA ETNOGRAFIA .. COMO UNA METODOLOGIA

bido que las culturas mistifican la realidad de su propio funcionamiento las minorías que son semejantes a castas y las que no lo son, según sea
de' diversas formas. Los antropólogos han aprendido a obtener el cono­ que el status se adscriba por nacimiento, la condición de miembro del
cimiento de los miembros de la cultura y a considerarlo como un con­ grupo. sea endógena, y que el grupo denigrado esté excluido de los sec­
junto de datos importante.s, per? sin tomar las explicacion7s que los tores principales de la estructura social, aunque se le requiera para reali­
miembros ofrecen del funcionamiento de las cosas en su sentido super­ zar funciones sociales y económicas importantes para la sociedad. Clasi­

~· ,­­ ficial. Al estudiar las escuelas, tanto "los científicos sociales como los fica a los negros y a otras minorías no emigrantes en los Estados Unidos
¡, 1
. ­actores­ y· Ios poderes··educativos· que .. recurreIT'a los· estudios 'científico­ "r.• :­­indios americanos, inéxico­americanos y puertorriqueños­ entre las
sociales o a su propio sentido común han permanecido en gran parte minorías similares a castas, y subraya la naturaleza rígida del sistema de
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embaucados debido a la mistificación de la cultura. estratificación respecto a estos grupos, particularmente en términos de lo
;¡ · Como ya sé ha resumido antes, muchos etnógrafos han investigado que él llama· techo laboral o· limitación de oportunidades laborales des­
¡_

L
1r
las escuelas como 'instrumentos de transmisión cultural. El resultado de
sus investigaciones plantea una visión de la escuela como reproductora
del status ·quo de la cultura en muchos aspectos, con una estratificación
pués de acabar la escuela. Además, documenta la existencia del techo la­
boral para los negros en los Estados Unidos y relata su modo de avanzar
en el trabajo con respecto al techo laboral más que con respecto a los lo­ .
ij 1 jerárquica de las personas según su pertenencia a determinados grupos .ét­ gros educativos. A continuación, argumenta que la actuación de los ne­
..
~ .i; rucos, de 'clase social o de sexo. Estas investigaciones sugieren también gros en .la escuela se puede· considerar· fundamentalmente como una
que esta situación es funcionalmente necesaria para el mantenimiento de adaptación al techo 'laboral.' La naturaleza adscrita del status de los ne­
la· ·Cultura (esta· estratificación jerárquica que se reproduce mediante la: gros y la existencia del techo laboral son percibidas por éstos; y ello ine­

r
~ 1
pertenencia a un grupo no es accidental, sino una necesidad funcio­ vitablemente socava la motivación a la hora de progresar en la escuela.
nal para el mantenimiento de las estrucutras políticas y económicas exis­ Por otra parte; siguiendo elmodelo de los Whiting (1963, 1975) de so­
tentes)·. · \ r cialización y de adquisición· de habilidades cognitivas, sugiere que los
¡ \. El trabajo de Ogbu (1978b, 1974b) y Wilcox (1978) es relevante en
este punto; no obstante Ogbu utiliza un esquema ecológico­ en lugar de
adultos ­tanto en el hogar como en Ia escuela­ aprenden por sí mismos
y socializan en los niños las habilidades, las actitudes y la motivación que
L· uno estructural­funcional y una visión más dinámica del proceso de es­ son adecuadas a sus roles políticos, laborales y sociales adscritos.
l 1
tratificación. Los estudios de Ogbu tienen importantes implicaciones . Por tanto, para conseguir un·cambio fundamental, lo que debe pro­
ducirse no es un cese de la instrucción en el aula, sino una.eliminación de
l
! 1 para la política educativa. Los hallazgos de su trabajo etnográfico sobre
i las escuelas y las comunidades de los EKUU., su status de extranjero na­ las barreras de casta y de la estratificación política, económica: y social en
cido en Nigeria y su perspectiva transcultural le han llevado, por decirlo el conjunto de la sociedad. Lo que se requiere es el establecimiento de un
así, a colocar el pensamiento educativo boca abajo y a proponer unas co­ nuevo orden social. Ogbu (1978b:358­360) lo resume así:
nexiones justamente opuestas a las que sugiere la perspectiva cultural de . . . . .. . ­ . ~ . . .
. los Estados Unidos. En Minority Education and Gaste: The American Mientras que la casta siga siendo. el principio de. organización social,. no podrá
System in Cross­Cultural Perspectiue (1978b), revisa y critica las expli­ · tener éxito ningún esfuerzo en el que se utilicen las escuelas para igualar el status la­
boral y social de las diferentes castas mayoritarias y minoritarias, porque el sistema ·
caciones corrientes y estándar en torno .a la actuación de los niños blan­ · ~ial exige que las posiciones laborales y social~s deseables y no deseables se cubran
cos y negros: ­las teorías sobre la deprivación cultural, el conflicto cultu­ sobre una base de adscripción, Así, las escuelas siguen preparando a un número des­
ral, la deficiencia institucional, la herencia y la falta de igualdad de proporcionado de grupos pertenecientes a castas de bajo nivel para ocupar sus
oportunidades educativas. Sugiere que ninguna de estas teorías refleja tradicionales posiciones serviles; aunque puede que no lo hagan de forma cons­
realmente la causa fundamental del fracaso escolar de los negros, aunque ciente... Para cambiar.esta situación (eliminar el retraso académico de los negros)
la teoría de la deficiencia institucional, que mantiene que. el fallo de los . hace falta, en primer lugar, una destrucción total del sistema de castas .(es decir, la
niños negros en la escuela se puede atribuir al hecho de que las escuelas creación de un.nuevo orden socialen el que los negros no ocupen una posición su­
se organizan para promover el éxito de los niños .blancos de la: clase bordinada vis­a­vis con los blancos). Si destruimos el sistema de .castas, las. escuelas
y los negros empezarán a manifestar cambios compatibles con el nuevo orden social
media y el fracaso de los niños negros, es la que más se acerca. Ogbu se­
y el retraso académico desaparecerá. Bajo el nuevo orden social, las escuelas no ten­
ñala que esta teoría no explica realmente por qué fas escuelas se organi­ drían otra opción que cambiar sus políticas y prácticas, y educar a los negros de
zan así, y por tanto se dispone· a hacerlo él. Se .centra en el rol instru­ forma tan efectiva como a .Ios blancos, porque la nueva sociedad les pediría el
mental de la educación en la cultura, apuntando .que siempre se ha mismo grado de competencia a ambos. Destruir el sistema de castas tendría impor­
considerado que su valor está en proporcionar un billete de viaje hacia el . tantes consecuencias ·para la respuesta de los negros a la escolarización ... Los negros
éxito en la vida adulta, es decir, hacia el dinero y los empleos de presti­ responderían a sus nuevas oportunidades perseverando en sus trabajos escolares y
gio. Siguiendo a Berreman (1967) y a Bohannan (1963), distingue entre desarrollando pautas de comportamiento compatibles con el éxito académico.

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KATHLEEN WILCOX LA ETNOGRAFIA COMO UNA METODOLOGIA

. . Otros etnógrafos escolares también han sugerido que se debe desviar texto, el alcance ilimitado de la investigación, el intento de hacer una des­
la atención de la escuela en sí misma para llegar a una solución durade­ cripción empírica detallada y la naturaleza minuciosa del análisis cues­
ra a los dilemas educativos contemporáneos. Wilcox (1978) lleva a cabo tionan. el enfoque tecnocrático dominante sobre la educación (Eddy
un ­estudio de caso similar al de Ogbu sobre el éxito educativo de los 1978, Wolcott' 1977) de una forma fundamental: La etnografía escolar
niños· blancos de clase media­baja. Sus datos indican que la distinción plantea upa y otra vez la complejidad del proceso educativo y la necesi­
entre casta y status de· clase puede ser exagerada. Documenta las formas dad de. superar el enfoque del examen pretest y postest para la· solución
en­las­que los niños de·clase me~ia­baja son socializados en las escue~as de los problemas de la educación. , · .. .
en habilidades y actitudes propias de roles laborales de la clase media­ Aunque la etnografía escolar ha contribuido de forma sustancial a la
baja mientras que los de la clase media­alta lo son para los roles ­labo­ desmitificación del proceso educativo; hasta la fecha su aportación se ha
rale; de su clase, y sugiere que no es probable que esta dinámica cambie visto limitada por el nivel de desarrollo de la metodología y de los mar­
hasta que se erradique la estratificación por clases. · · cos analíticos que han regido .su uso. Hay muchos campos en los que la
El trabajo de Spindler.(1974) aclara más aún el rol ele la escuela en la teoría y la práctica están poco desarrolladas, y ello en detrimento del
sociedad. Sus datos sugieren que la escuela, cuando expresa·valores que avance en el trabajo tanto académico corno aplicado. Haré una breve
se oponen a las corrientes dominantes en momentos de cambios cultu­. mención de estos dos campos.
tales, tiene sólo una influencia limitada sobre la actividad instrumental de En primerlugar, el origen histórico de la etnografía ha llevado a los
toma de decisiones por parte de los niños .. Es decir, los niños muestran etnógrafos a centrarse en el nivel de la. interacción cara a cara, de mane­
una .identificación idealizada con valores tradicionales que se enseñan en ra que se han visto menos preparados para investigar o tratar de una
la escuela, pero hacen elecciones prácticas con respecto a roles y formas forma analítica los procesos sociales que van más allá del nivel local. En
de vida a desempeñar como adultos que.se basan en los valores urbanos la medida en que la vida escolar se ve afectada por las estructuras y los
modernos, tanto si éstos se enseñan como si no se enseñan en la escuela. procesos del todo social a gran escala, el análisis etnográfico puede ser
Parece que en condiciones de rápido cambio social, cuando la socializa­ .n,
inaceptablemente ingenuo y simple si se limita a los procesos locales
ción en las escuelas no marcha paralela­ con respecto· a las realidades so­ (Eríckson 1979b). La inevitable tensión entre el alcance y la especificidad
ciales más amplias, las que dominan son, en cualquier caso, las realidades de la investigación se resuelve normalmente inclinándose hacia lo espe­
económicas. cífico, de forma que se describe una pequeña porción del. universo social
a falta de un conocimiento completo de los procesos sociales a un nivel
macro (estoy utilizando los términos «alcance» y «especificidad» de
CONCLUSIÓN forma diferente a­ como lo hace Erickson 1979b). Esta ingenuidad puede
llevar a. una excesiva dependencia del modelo del conflicto cultural y a
Como hemos visto, los etnógrafos han investigado las escuelas y las 'fracasar en el intento por conocer el enlace micro­macro 'en el ámbito de
aulas desde lasperspectivas de la­estabilidad y el cambio, Se han centra­ la educación (Ogbu 1981). . ·
do en .la dinámica de la interacción en las escuelas y las aulas: en las re­ En segundó lugar, en los casos en que los etnógrafos han incorpora­
laciones entre el personal de los centros educativos y en las formas en que a
do modelos de los procesos sociales gran escala en sus análisis, estos
se expresan los presupuestos, valores y; estructuras ~e la cultura en el es­ modelos han sido casi siempre estáticos en lugar de .dinámicos. Un es­
cenario de la escolarización. De este modo, .han aclarado el rol de la es­ quema ecológico (Ogbu 1978a, Hansen 1979) puede ser más útil que el
cuela, que perpetúa la estratificación social basada en las clases sociales esquema estructural­funcional tradicional, pues reconoce la naturaleza di­
t y la etnicidad, y han explorado cierto número de dinámicas .que limitan námica del proceso social y de la interacción interpersonal. ·
1
la igualdad de oportunidades. Los etnógrafos han llevado a cabo este tra ­ No obstante, la etnografía es un instrumento extremadamente útil
bajo siguiendo los principios de investigación de la disciplina de la An­ que nos permite explorar minuciosa y detalladamente las series 'alta­
·' tropología. · · . · · · . .·
'' mente complejas de fenómenos que operan dentro y alrededor del aula.
:· · ¿Qué se puededecir, a modo de resumen, sobre las formas en que ha Sólo por medio de nuestra capacidad para construir un cuadro detallado
contribuido la etnografía de la escuela a comprender el proceso educati­ de toda 1a gama de dinámicas en funcionamiento podemos mantener la
vo en una sociedad industrial como la de los Estados Unidos? En mi opi­ esperanza de intervenir de forma efectiva para resolver .los constantes
nión; es muy importante el reto que la etnografía ha planteado a la for­ problemas educativos. . .
mulación. tradicional de los problemas educativos. Este reto surge del uso
de unos marcos conceptuales determinados y de un estilo particular de
investigación. El conflicto entre culturas, la orientación hacia ~l con­

11s· 119

1
:__ .
KATHLEEN WILCOX lA ETNOGRAflA COMO UNA METODOLOGIA

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. John Wiley and Sons. · · ·
Whiting, B.B. y J. Whiting, 1975. Children of.Six Cultures: A Psycho Analysis. En mayo de 1981, el autor fue invitado a participar en un seminario de
. Cambridge, MA, Harvard University Press. · · · alumnos graduados organizado por el Departamento de Administra­
.~
Wilcox, J(.A., 1978. Schooling and Socialization for Work _Roles: A Structural In­ ción Educativa en la Universidad de Alberta. La misión colectiva del se­
1
quiry. into Cultural Transmission in an Urban American Community. Tesis r. minario era plantear cuestiones sobre la investigación descriptiva y su
1 Doctoral, Anthropology Department, Harvard University. tarea era discutir sobre la etnografía. El University Council for Educa­
·i ­, 1982. Differential Socialization in the Classroom: Implications for Equal tional Administration copatrocinaba el Seminario y más tarde apareció
.l Opportunity. En G. Spindler (ed.), Doing the Ethnography of Schooling. un resumen de las sesiones en su boletín, la UCEA Review2• Al leer el re­
1 New York; Holt, Rinehart and Winston. ·
i sumen, este escritor recordó el sentimiento de incomodidad que había ex­
Wilson, S., 1977. The use of Ethnographic Techniques in Educational Rese­
arch, Reuieur of Educational Research, 47(1):245­265 (invierno). perimentado a un nivel consciente durante el seminario: se trataba de
Wolkott, H.F., 1967. A Kwakiutl Village and School. New York, Holt, Rinehart otro esfuerzo bien intencionado ­por parte del autor de informar a
and Winston. sus colegas educadores sobre lainvestigación etnográfica, y por parte de
­, 1973. The Man in the Principal's offiee: An Ethnograpby, New York, Holt, éstos de informarse sobre la materia­ que estaba saliendo mal.
Rinehart and Winston. Las sesiones sobre etnografía se describían en la UCEA Review de
­, 1975a. Criteria for an Ethnographic Approach to Research in Schools. este modo:
Human Organization, 34(2):111­127 ·
­, 1975b. Etbnographic Approaches to Résearch in Education: A Bibliography .Se habló de la etnografía con una gran profundidad, aunque ni los presentadores ni
on Method. Anthropology Curriculum Project Publication n.? 75­1. Athens, los participantes fueron capaces de definir claramente lo que es una etnografía. Por
· University of Georgia. . · el contrario, los participantes caían en la trampa de definir la etnografía en términos
­, 1977. Teacbers us. Technocrats: An Educational Innovation in Anthropolo­ negativos, sin .decir realmente cómo se' distingue un estudio etnográfico de otras
. gical perspectiue. Eugene, OR,. Center for Edúcational Policy and Manage­ cuestiones naturalistas . que
. ment. · · . se exploran
. por inedio de una metodología
. cualitativa;
.

• De «On Ethnographic Intent», en Bducationai Administration Q11arterly, Vol. XXI, nº. 3,


1985, 187­203. Traducción de M. Lourdes Soto Páez.
L Una revisión anterior de este articulo se presentó como una charla en el tercer foro anual «Eth­
nography in Education», Universidad de Pennsylvania, el 21 de marzo de 1982. El autor desea mostrar
su agradecimiento a David Smith, que realizó la invitación original y que, junto con Richard K, Blot, so­
licitó al escritor que desarrollara sus comentarios en un artículo, y también a Emil Haller, quien le ayudó
y alentó a preparar el informe tal como aquí se presenta para incluirlo en n.º 3, Vol. 21, del Educational
Administration Quarte'rly. · ·
2. R. Risr, «Blirzkrieg Ethnography: On the Transformation of a Method into a Movement»,
Educational Researcher,Vol. 9, nº 2, 1980, 8­9.

126 127

¡.
SOBRE LA INTENCION ETNOGRAFICA
HARRY F. W,OLCOTT

Aunque, en el re~t;men ya mencionado, el encarg~do de informar diente~ «indispen~a.bles pero no suficientes» de la etnografía: sin él la et­
sobre la reunión reflejó el fracaso en definir la etnografía como un pro­ nografo~ no es suf1cient~, pero con. él no.es indispensablemente etnografía.
blema general del seminario, el autor de este artículo aparecía como Dependiendo de la habil~dad de~ myestigador, su sensibilidad, el proble­
culpable del origen de e~e prób~ema en el infor~e r:ifs detallado de las .ma X el contexto, los pe~1odos «op~1mos» en el trabajo de campo pueden
actas. He aquí lo que se informó sobre su contribución particular: van~r tanto c?mo las circunstancias. que fo demandan, pero el tiempo,
considerado aisladamente, no garantiza que se haya llegado a conocer y.
Wolcott describió la etnografía haciendo una lista 'de lo que la emografía no es: co~prender un contexto com~letamente. Y aunque hay un consenso no
1) La etnografía no es una técnica de campo, e~cnto acere~ de qµe se debena permanecer en el campo «al menos un
2) La etnografía no es' estar mucho tiempo en el campo. ano», un penad~ de doce. mese~ e~ un contexto tan complejo como una
3) La etnografía no es simplemente hacer una buena descripción. escuela actual, e mcluso sr el objetivo se redujera a un solo alumno a un
4) La etnografía no se crea mediante la obtención y mantenimiento de relaciones
·~
·¡
con los sujetos. ·
El único requisito que planteó Wolcott para tal investigación es que se debe orien­
profesor o.ª un ~dm!?istrador,, podría incluso dar lugar a lo que ~e co­
noce en la mves:igac1on educativa como «etnografía relámpago».
. L~ e~"!ogra{t{l no es simplemente una buena descripción. Una buena ,.­­
1
tar a la interpretación cultural.
.J '.: descripción puede c,onducir a una buena etnografía, pero el buen etnó­
i .·1· grafo es capa~ no solo de ~ac~r. una b~ena descripción,sino también de
No se pidió a los presentadores que prepararan artículos para el se­
!
¡:
:: minario. Así, las palabras atribuidas a este autor y citadas arriba se re­ r~ocer que element~s justifican mas la atención· cuando 'lo que se
cogieron a partir de una combinación de notas introductorias ~reves y P rsigue es ~a e~ografia, mas que una novela, un catálogo de viajes, un
del diálogo posterior. Más tarde, al examinar· estos cornentartos tal y tr~ta~? de ~1ologia molecular o cualquier otra cosa que requiera una des­
como los había resumido otra persona, este autor se vio satisfecho al cnpci?n cmda~o~a y de:all~da. Algunos etnógrafos cumplen los com­
·1=
comprobar que ésas eran de hecho las ideas que él ~abía esperado co­ ;. .prom1sos d:scnptivos mas .bien superficialmente; más a menudo, los su­
municar; .sin embargo, en caso de tener otra oportunidad para expresar­ Ji puestos etnógrafos prop?rc1~:>nan u~a exquisita descripción pero fallan en
.ij
'!
las, habría de poner más cuidado en ~segurarse de qi:e cada punto se es~
tableciera con claridad y de que reflejase la etnografía por lo que es, así
·I la tarea esencial y relacionada de intentar dar sentido a lo que han ob­
serv:ado_.. su error está en la suposición equivocada de que la observación \ v··~"--
como por lo que no es. Este artículo le ofrece al autor la oportunidad de es científicamente «pura», algo que se da aparte de los científicos mismos Y '('" ·
. explicar con detalle los ·comentarios que ha reflejado sucintamente más ­una .idea a ~a 9ue a veces se refieren despreocupadamente los investí­ J
arriba y de llamar la atención sobre lo que ha denominado la «intención gadores descriptivos como la «doctrina de la percepción inmaculada» 3. , ,

etnog;áfica». La reflexión empezará por una revisión de los puntos se­ ,.


~'. Los sup1;1es~c:is etnógrafos también tienen la idea equivocada de creer J 'I :

~ue ~a descripción es ';ll~ pas~ que debe completarse antes de que se dé el


n
1
ñalados anteriormente, que plantean lo que no es etnografía. · · 11¡

siguiente p~~o del análisis. Sin e~bargo, e~la­~~ograffa..los dato~ ,,.~( .'
1~t­~~tac1onse des~llaE:_~coniun~am~.1­1!.~1u119J.nfo.rm­ª~1'Q~~9·
Los atos nuevos proporcionan ,lllia ilustrac1on, comprueban la exactitud 1 ~ ,::''
1)·,,
.i ' . j
]
Ji.;,•'~
r
de lo desarrollado y sug~eren vias: P.~ra una nueva investigación. Así, el 1/ r,. .
11'
LO QUE NO ES ETNOGRAFÍA
; ;· ': 1•

La etnogrufía"no es una técnicade tampo. Las té~nicas d~ campo e!­1 y trabajo de campo y la interpretación marchan uno al lado del otro 11

por sí mismas no pueden componer una etnografía. Podría concebirse como pasos ':_Oncurrentes más que secuenciales. El proceso, como Mi~ ; 1·

que un investigador usase una técnica de campo fundamental (J?or ejem­ chael Agar senala en ull:a monografía titulada The Professional Stranger, i 1

plo, la observación participante '? la entr~~ista), muchas técmcas a un An Informal lnt;oductto_n to Etnography, es dialéctico, no lineal 4• 11 [

tiempo (como en el caso de «la triangulación» o del respetable enfoque L~ etnogr~{t~ .m? se gen­era· c~eando y­manteniendo una relacién con · i¡ !

multi­instrumental) o cualquier técnica de campo utilizada en alguna oca­ los.sujetos. N1 s~qmera la capacidad para desenvolverse brillantemente • .1·· ~··
sión por los etnógrafos, y que sin embargo no llegase a hacer un estu­ ~urante el trabajo de campó ­con la atención debida a la toma de con­ 1 1 •
111

dio etnográfico. Es cierto, se tendría el material con el que se construye la fia?z~, el re~p:to. a las confidencias; el estar al tanto de las creencias y , .
etnografía, pero eso no seríapara vanagloriarse demasiado, ya que la et­ practicas m.as mt~mas de las personas y el _comportarse de tal modo que • 1,'!¡
nografía está hecha de material cotidiano. · los futuros investigadores puedan profundizar en la investigación­ con­ . · l1 r
La"etnografía··no··es•pasar·mucho tiempo enel campo. Permanece~ . 3, Véase,.por.ejemp!o, la breve discusión sobre observación «pura» de C, G. Beer, ~A View of
1
• '11
mucho tiempo haciendo un trabajo. de campo no produce, en y por si Birds», Mmnesota Sympos1a on Ch~ld Psychology, Vol. 7 (Universiry of Minnesota.Press,.1973), 49. : ' lj.
·mismo, una «mejor» etnografía, y no asegura de ninguna manera que el _ 4. M. H, Agar, The Professional Stranger: An Informal Introduction to Ethnography (Nueva · 11 · ·11
York, Academic Press, 1980), 9. ' · . . · · · !
producto final será etnográfico. El tiempo es uno de los diversos ingre­ , 1
.1

¡1

128 129 . )1 i!
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JI 1 :1: j
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HARRY F. WOLCOTT
( SOBRE LA INTENCION ETNOGRAFICA

duce· necesariamente o asegura una etnografía de éxito. De hecho, .a. por la interpretación cultural no se hace evidente en el informe de un ob­
menudo lo contrario.es más frecuente. Algunos etnografos arrogantes, servador, entonces el informe no es etnográfico; a pesar de lo adecuado,
egocéntricos y autosuficientes, traba¡a.~~res de campo detestables, que lo sensible, lo completo o lo profundo que sea; Y sir «etnograficidad» no
hart aparentado tener una despreocu~ac10n.p?~­sus colegas o su ~<gente» se aumenta simplemente haciendo notar que el.investigador tomó pres­
y que, han violado un mon~on de ~anone~ et1co_s, han producido co,n tadas algunas de las técnicas de campo usadas por los etnógrafos, que
frecuencia trabajos etnográficos satisfactorios, mien.tras .que otros ~tno­ pasólargas horas en el lugar de campo, que proporcionó una descripción
..grafos (o supuestos· etnógrafos] se .han 'visto vencidos po~ ~uestiones cuidadosamente detallada, que mantuvo un alto nivel de compenetración
personales, éticas y humanitarias que rea~n::ente no les permitían produ­ o que llegó a realizar una profunda apreciación de algún grupo ajeno de
cir los informes que se esperaba que escribieran. · personas por la resolución de sus problemas humanos.
En los últimos años ha sido desalentador ver que los investigadores
educativos atribuyen potencialmente'el' rótulo· «etnografía» . a cualquier in­
QUÉ ES ETNOGRAFÍA . tento.de.investigacióndescriptiva.La posición que este autor sostiene con
firmeza y que ha establecido frecuentemente es que el rótulo debería re­
H~y que ­r.~corc:!ar. que el r~s~men. de las anotaciones del. seminario sob~e servarse para los esfuerzos descriptivos que poseen claramente una in­
etnografía hacía una lisrade.puntos describiendo lo que.no ~s etnografía tención etnográfica. Hay otros muchos términos. para referirse al trabajo
y terminaba con un breve enunciado queJue trata?o c?mo s1 fu~r~ parte que no poseen una intención de ese tipo, y. debernos ser cuidadosos a la
de la trampa en la que el au~or de este: a~1culo h.aJ:i1a caído al definir la et­ hora de seleccionar un rótulo «genérico» y amplio u otro que refleje
( nografía en términos negativos: «El .umco req~1s1to que ~?lcott impuso con precisión un enfoque o una estrategia de investigación particular de
t'~ a tal investigación .esque ,5~ d~b~,.a~ieritar· a'~ª .mrerpretacron cultural». · entre términos como investigación­en el lugar, investigación naturalista,
! Ese enunciadoni.es negativo mes fortuito, y es exactamente.la 1d~a estudio de observación participante, estudio de observación no partici­
que el escritor intentaba trans~tir. El ·error táct~co: durante el_ semmano pante, investigación descriptiva, estudio de caso o estudio de campo 5•
fue que esa declaración no se hizo lo bastan~: energica;nente ni ~on la s~'
ficiente frecuencia; y puesto que tal declaración con~ena un sentido de di­ El concepto de cultura
·, rección al intento etnográfico en esas circunstancias, no fu~ a~ecuada­
.j
Lo que preocupa al leer la mayor parte de la investigación educati~a· dé

mente considerado. Dicho con franqueza, antes del sermnano y d~l

·1 reaprovechamiento de su boletín informativo, este autor no. se había supuesta orientación .etnográfica es la ausencia de reflexión auto­cons­
dado cuenta totalmente de las implicaciones del ·hecho de que est~ ~unto ciente sobre la naturaleza dela cultura. No es que seespere, o ni siquie­
:1_!
crucialdela investigación etnográfica, el atributo crítico que la distingue ra se desee, que alguien establezca definitivamente lo que se implica en la
de otros.enfoques cualitativoscse.da porsentado ent~e los ~ntropologos, cultura, pero los supuestos etnógrafos nunca parecen luchar por .aclarar
aunque sigue sin reconocerse virtualmente en!r~ los investigadores edu­ (ni por reconocer) en qué sentido es fundamental su visión de trabajo
cativos orientadosde. una forma no­antropológica. · . · sobre la cultura en relación con aquello .hacia lo que miran, lo que bus­
Esta última afirmación es muchomás importante que cualquiera de can. y el modo en que tratan de darle un sentido.
los·· puntos que he discutido preyian_iente, O; incluso, par~ ~uestro asunto, Un asunto tan básico como que uno se 'incline hacia el punto de
que todos ellos juntos. Cualquier lista qu~ comience d.1c1en?o «la etno­ vista .de que la cultura se revelamejor enlo que fa gente.hace,,en lo que
grafía no es ... » se podría ampliar a ocho, diez, o cua)qmer nu~ero de ne­ .dicetodice.que.baeel.o en algún tipo de tensión molesta entre lo que
gaciones ~la. etnografía no'""~­'­e~p.a~~•. la· etn.~graf1ano es_s1,mplemente realmente­hace y lo que dice que debería· hacer, conlleva ­distintas estra­
el. relato en primera.persona o ~1 «yo e$J!.~alli»;la etno?raf1a no es a~­ »'.· tegias para la recogida de datos, tanto si uno va a conceder una mayor
quirir un respeto novedoso hacia otracultura, la etnogra~1a.no ~s «un día f credibilidad.a.sus ­técnicas .como observador participante, a las palabras
en la vida», .la etnografía no es. un estudio del rol; y ·a~1 suce~1vamente,
aunque todas esas cosas puedan enco!ltrarse entr~ sus mgre~1entes. · J r
de Jos informantes captadas ·a·través ­de su habílidad··como entrevistador,
o a una. una mezcla de estas dos formas de realizar el trabajo de campo
· ­Para hacer énfasis en ella, esta. importante idea. debena volver a ii·
plantearse de una forma apena~ alterada: el propósito de la investigación "
v.
:~.f:· . 5, En.otro artículo ~l autor ha identificado un cierto nfunero de procedimientos para la investi­
etnográfica tiene que ser describir e ~~terpretar ek_on:iportam1ento cul­ gación cualitativa y descriptiva que comparten semejanzas con la etnografía sin proporcionar necesa­·

· I~
i:·.
rural. Notemos que «único» y «requisito» se han eliminado de la expre­ riamente una interpretación cultural como propósito fundamental. Véase H~ F, Wolcott, «Differing Sty­
les of On­SiteResearch, Or, If It Isn't Ethnography, What Is Itj», Reuieu/ [ournal of Philosophy and
sión original del informador de la sesión. La .inte~p~et.a~ión. <:,"!11~µ~~~-Hº es Social Science, Vol. 7, n." ­1­2, 1982, 154­169. Todo el nwnero se dedica al tema «paradigmas de in­
lÚ:i· «requisito», es la.esencia del esfuerzo.etnográfico .. Cuando el mteres t
t. vestigación naturalistas'." · ·

E'. 131
13.0
···· ­ 11r
'
'!:'··

so·BRE LA INTENCION ETNOGRAFICA


HARRY F. WOLCOTT

~~.~:·
.que pareciendo similares son, sin ~mbargo, engañosamente diferentes. ,J:· .•. La ta~~a del etnógrafo, como Frake la describe, no se centra en la
Esta es la razón por . la que los etnografos. con experiencia se muestran
. j;.:.;.::
enumeracio? de s.ucesos, sino en ofrecer una teoría .del comportamiento

r
evasivos al abordar directamente preguntas como: «dígame solamente lo culturaf.. Mas recientemente, Wa~d Goodenough ha definido el proceso
que usted hace realmente cuando está haciendo una investigación etno­ etnográfico com<? aquel que «atribuye» una teoría del comportamiento
gráfica» o, «¿cuál es la primera cosa que hace un etnógrafo?, ¿y la si­ colectivo a los miembros de un grupo particular:
"·. ·guiente?.,.¿yla.siguiente??>. He aquí todo lo que uno puede decir acerca ::WJ:.
La cul~~ra de cual~ui~~ sociedad está hecha de conceptos, creencias. y principios
.de· éstas cuestiones:.~<echo una mirada 'alrededor' para. acostumbrarme al A.
······~···
:¡::­;­. de a~c1?.n Y organ~zac1on que.el etnógrafo ha ·descubierto que podían. atribuirse
contexto y a su gente». No obstante, la mitad de las veces la respuesta es
~. con exno .a los miembros de esa sociedad en el contexto de sus relaciones .con
simplemente: «depende­vSe puede hablar de la etnografía en abstracto, ~~~ ·.
~ :.¡
pero no se practica de esa forma. Hacer explícito el proceso etnográfico
es casi tan difícil como hacer explícita la cultura. . · La idea de que .la cultura se «~tribuye» ha sido de gran ayuda para
Una de las dificultades de comprender la carrera que uno sigue con la comprender Y ~xphca~ la ~t1.1ogi::afia. ~a cultura no espera pacienternen­ ·
etnografía (y de ese 'modo con la: Antropología de una forma más general) te a s~r descubierta; mas bien se debe .ínferir de las palabras y acciones de
es 'quesu concepto nuclear ~l.concepto .. de cultura­ees ensí mismo losdmiembros del grupo que se estudia, para ser luego literalmente asig­
1
J.
ínrrlgantecpero también evasivo, globalizador y conceptualmente débil. na a a ese g~?Pº po~ ~l a~tropólogo ­. La «cultura», como tal, en tanto
.1 Algunos antropólogos hannegado que el concepto desempeñe o tan si­ qu~ declar~ci<:>n explícita ~obre cómo actúan los miembros de un grupo
quiera haya .de tener un lugar en el pensamiento antropológico con­ social pa~icular y s~bre como creen que deberían actuar, no. existe.hasta
temporáneo. Por mi parte, me niego a· contemplar la posibilidad de una que alguienque actua en el rol del etnógrafo fa sitúa, allí ..
Antropología que carezca de tal concepto. Sin embargo, cuando se ha de Cada ?uembro,de un gr1:1Pº tiene una versión personal (si se prefiere
imaginar el: paso intelectual que va desde la tarea, ya lo suficientemente u~a «reoría») de como funcionan las cosas en un determinado grupo y
difícil, de observar y recopilar el comportamiento en los contextos coti­ asi de su cultu~a, o, por usar un concepto más útil, de su «micro­cul{u­
dianos, hasta el trabajo altivo, e incluso arrogante, de proponer afirma­ ra». Cada sociedad. consiste en una multitud de tales grupos, y cada
ciones sobre las suposiciones y expectativas mutuamente comprendidas, p~rsona d~ esa sociedad ha de tener una versión personal acerca de
aunque nunca examinadas, subyacentes e implícitas, que guían el com­ como ÍUD;c10nan las cos~~ ei:i, cada uno de los subgrupos en los que esa
portamiento (o incluso· «lo determinan»] -:-Y aquí de nuevo la percepción
de la influencia· de la cultura' en la formación de las interacciones se hace
per~o.na tiene o busca a~ihacion. Goodenough se refiere estas versiones a
mdlVl~uales o constelaciones personales del conocimiento cultural como
crítica­, se debe comprender no sólo la dificultad de .instruir a otros propnospects 8• · · · · ·
sobre cómo entender Ia etnografía, sino también la absoluta necesidad de ·. Hay. liria diferencia entre la cultura tal y como es percibida por cual­
implicarlos en el diálogo acerca de lo que trata.la «cultura», Es preciso en q'­1­1er miembro de un grupo y la cultura tal y como es atribuida a ese
este punto anotar brevemente algunas fuentes que han sido de especial mdmo ~r.upo por p,:irte. del etnógrafo. El etnógrafo intenta hacer explícita
ayuda a la hora de afrontar el concepto. cultura. de manera que sirva de Y . escn~ir ~n. los termm.os de la interacción social que se produce entre
guía al trabajo de campo sin confundir al investigador. Una idea impor­ much?s mdlVldu<?s la micro­cult':1ra de to~o el grupo, los propriospects
tante por lo que a esto se refiere es· la distinción entre hacer la crónica de recogidos, es decir, l~ ql!­e. sus diversos miembros conocen· sólo tácita­
sucesos particulares y mirar debajo de ellos para comprender cómo fa mente Y comprenden indiuidualmente. Los etnógrafos son acusados jus­
gente hace frente a tales sucesos y maximiza o minimiza la probabilidad tamente de hac:.,er obvio~~ que ya es obvio (o, dicho con más amabilidad,
de su recurrencia­. Charles Frake expone sucintamente esta idea: ~~ ~acer extrdano lo familiar) 9 porque, por así decirlo, su tarea es descri­
. ~r ? q':1e. to o .el m~ndo ya sabe. La trampa es, por supuesto, que nin­
Para describir una cultura ... no hay que enumerar los acontecimientos de una so­
ciedad.sino que hay.que especificar lo que se debe saber·para hacer que esos sucesos
gun mdlVl~UO, incluido el ,etnógrafo, lo sabe todo O fo comprende todo.
:sean probables al máximo. El problema no es establecer lo que alguien hizo, sino es­ ~n. ,c~a1lqmercaso, los etnografos reconocen que ellos no tienen que des­
<,; r-101 ...- v · t Ctl.O . ­· . .
pecificar las condiciones bajo las cuales es culturalmente apropiado anticipar que él,
o las personas que desempeñan su rol, realizarán· una actuación [performance]
~· W. H. Goodenough, «Multiculruralism as rhe Normal Hwnan Experience» Anthropofo...,, &
equivalente. Esta concepción de la ·descripción cultural, implica que una> etnografía Ed11cat1011 Quarterly, Vol. 7, n.º 4, 1976, 4­7. '
0-'
6
debería ser una teoría del compo.rtamientó cultural en una sociedad concreta.i. ': ~· W1. ~oodenough, Culture, Language, and Society (Menlo Park, California Benjarnin
eummmgs, 9H8. 11, 111. · '
6. C; o, Frake, •A Srructural Description of Subanun 'Religions Behavior'», en Explorations in h 91. Véase, por ~jemplo, F. Erickson, •What Makes School Erhnography 'Erhnographic'P» An­
t ropo ogy & Education Quarterly, Vol. 15, n.º 1, 1984, 62.
CulturalAnthropology, W. H. Goodenough (ed.) (Nueva York, McGraw­Hill; 1964).

132 133
.. ··~~'·;

HARRY F. WOLCOTT SOBRE LA INTENCION ETNOGRAFIC.A

cribirlo todo .. Más aún, como otros investigadores, tienen que empezar leer)]; el~lenguaje rev~la. en un alto grado cómo se supone que son las
por algún sitio, y eso proporciona la oportunidad de echar una mirada cosas +fdealmente, s~ bien no necesariamente en la realidad.
más de cerca a cómo proceden. · . . Se supone que ?e~ería haber otros términos útiles, que sin embargo
no lo son: en la practica. El concepto de «valores» está tan unido a las
preferencias personales que es difícil impedir que los alumnos impongan
HACER ETNOGRAF1A sus p5op1os valores y sus propias escalas de valores sobre las de sus in­
formantes. Las «expectativas» invitan a entrar en un nivel de detalle que
En un curso para estudiantes· graduados que lleva por título «Ethno­ ?scur;c~ los temas fundamentales. más que revelarlos. «Las premisas
graphic Research in Education», el autor propone a sus alumnos la . ideológicas» o, «lospostulados cult!lr,ales» puedenparecer un poco pre­
tarea imposible de «hacer» etnografía dentro de los límites de tiempo de ~enciosos a~,Prmc1pio, aunque nos sitúen en el cammo adecuado hacía la
UD trimestre de once semanas. Su tarea incluye: identificar un informan­ mterpretacíon cultur~l. «Las reg!as», en el sentido de guías tácitas para el
te o contexto, completar una serie de entrevistas y ejercicios de observa­ comportamiento social, proporcionan otro medio de identificar la cultura
13•
ción participante, ypresentar un.informe .final que trascienda a los in­ en proceso En ~ualquier.c3:so,. según mi experiencia personal los alum­
formes ·de campo...individuales. e.indique.al.menos.el camino ..hacia . el :­::.·.
nos pierden de v1st_a la distinción entre reglas implícitas y explícitas.
'.I
desarrollo. de. una etnografía completa .. El encargo que se les da para ayu­ ~uando se ponen a identificar las g~ías tácitas comienzan a exponer una
~j darles a orientarse en su tarea es que traten de identificar P,<l:U.t!l~.~oµiµnj::s ~1sta de «leyes» y «mandatos», y mientras tanto se olvidan de que lo que
·.~ queparezcan explicar una gran parte .. del comportamiento que han ob­ .. ·~- importa norma~mente no es la ruptura de las reglas (como conducir con
servado, o que parezcan preocupar a los informantes en sus discusiones, e:xceso de velocidad o llegar tarde a clase), sino las consecuencias que se
por ejemplo, la relación de un individuo con su familia, la importancia siguen del hecho de que te sorprendan rompiéndolas.
;·1
que se concede a la reputación, las medidas y los caminos hacia el éxito, · Dada la cortís~maduracióntemporal para un '«trabajo de campo» en
:i la naturaleza defuerzas externas que puedan amenazar o favorecer a al­
i.:
:.::­:· una clase _de un trim~s~e, me sirvo de.otro medio para mejorar (aunque
'.i
...·' guien, o las cualidades admiradas o temidas en los otros ­todo lo cual no garantízar) la posibilidad de .q~e los alumnos observen e interpreten el
t. ofrece pistas para poner de relieve las visiones del mundo que son reve­ comportamiento en sus dimensiones culturales. Potencialmente todo
:¡' Iadoras de cultura. . . · comportamiento está influido por la cultura, por supuesto, pero lo que
Las etiquetas que ·uno escoge para describir estas pautas o preocu­ un profesor desea es que la cultura salga al encuentro de sus alumnos de
1
'1. paciones tienden a configurar la investigación y el análisis posterior. ..: la manera ~n que_ lo hizo para los etnógrafos cuando la Antropología es­
Agar se refiere abiertamente a ellas denominándolas «ternas clave» 10• En ~' taba en su infancia y localizar una tribu exótica para uno solo estaba a la
mi propio trabajo de campo, así como en mi actividad docente; el tér­ orden del d_ía. En con.secuencia, insisto en que mis alumnos americani­
mino «temas» ha venido mostrándose útil porque se ajusta muy bien al zados localicen a un informante de una sociedad «drásticamente dífe­
de cultura para sugerir temas culturales. La idea de «temas» no es am­ rent~» (para este propósito no pueden seleccionar a un compañero ex­
pliamente usada porlos antropólogos (fue introducida en los. años cua­ tranjero, aun:que se aceptan los cónyuges extranjeros de esos alumnos
renta por Morris Opler 11 y parece que no ha captado la imaginación an­ extranjeros siempre _que esos cónyuges no sean a su.vez alumnos) 0 un
tropológica), pero tampoco ha sido sobrecargada con precedentes context~ o ''.escen3:no» ~ultural drásticamente diferente en relación con
suficientes de otras ciencias sociales. · . SU expene:°ci~ l?revia (así, se podría aceptar una clase de kárate, pero una.
El término de Goodenough «modelos» ­modelos para «percibir, clase de e1em~ios de tazz, de alfare~ía o de dibujo, probablemente no).
creer, evaluar y actuar» 12­ 'proporciona otpJ, organizador que es parti­ Por el c~~trar10, ~os alumnos extranjeros pueden escoger un individuo 0
cularmente útil cuando los informantes expresan sus opiniones en los tér­ u:°a familia americana, o también un esce~ario cultural americano (por
minos de lo que tanto ellos como los otros deberian o no deberían hacer. ejemplo, u~ ,cl1;1b local feme~mo. ?e estudiantes, una cooperativa, o un
Los educadores son propensos a expresarse en estos términos [por ejem­ grupo eclesiástico de denominación diferente a la propia).
plo, «los directores deberían ser líderes académicos», «los profesores
deberían ser cuidadosos con la ortografía», «los niños tienen derecho a La etnografiafrente al estudio del rol
leer» (aunque aparentemente no existe un derecho equivalente a no
A me~udo los alumnos con algún trabajo previo en el curso de Antro­
10. M. H. Agar, The ProfessionalStranger, 164. pología Cultural, o aq.uellos que han leído etnografía de una manera ex­
· 11. M. Opler, «Themes as Dynamic Forces in Culture», American [ournal of Sociology, n.º 51,
1945, 198­20f). , 13. Para ~ ejempl~ excelente que utiliza regias implícitas para analizar el comportamiento social,
12. W. H. Goodenough., Culture, Lang11age and Society, 110. vease S. E. Estroff, Markrng It Crazy (Berkeley, California, University of California Press, 1981).

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HARRY F. WOLCOTT SOBRE LA INTENCION ETNOGRAFICA

tensiva, tienen alguna idea sobre el individuo o el contexto que les gi:s­ en las palabras de los informantes y que se pueden someter a examen­y a
. ,,~.
taría estudiar, y huyen tan pronto como se dan cuenta de que lo esencial una clasificación por temas. No hay mejor manera de empezar este pro­
del ·curso es producir una «etnografía inicial». Otros se desconciertan por ·­~­ ceso que dejar que la gente le cuente su «historia» personal a un oyente
la vaguedad de la tarea: no quieren empezar hasta no tener claro adónde .interesado. Clifford Geertz se refiere a este proceso como «el poder de la
se supone que conduce todo esto. Otros,ii:icluso s~ i,n.olestan, porque ve­ imaginación científica para ponernos en contacto con las vidas de los ex­
nían dispuestos a probar sus alas etnográficas (quizá mcluso a probar al~ traños» 17• Mi convicción personal es que cada hombre tiene una historia
guna idea para un estudio de tesis) y les cuesta creer que el ª':1tor de "!he que contar ­si la persona que se sienta a escuchar es adecuada y escucha
Man in the Principal's O{fi((e: An Etnography 14 no les permita acudir a comprensivamente.
un distrito escolar cercano ­o al que hay detrás de su casa...;_ para· «se­ Pero, ¿por qué historia preguntar? Michael Agar sugiere dos me­
guir la pista» deotro profesor, directoro superintendente. Tan pronto ···~· dios para conseguir que empiece el proceso de la entrevista, y mis alum­
como la cultura se convierte en· el atributo fundamental, se desorientan; :l.~·­:
',10
nos los encuentran útiles, aunque parece que se mueven entre ambos más
habían entendido que la etnografía era el estudio del rol. · ·.1' ~·
.):.i,
que seguir uno de ellos exclusivamente 18• Una aproximación consiste en
Los estudios del rol son algo que Ios educadores y los sociólogos invitar a Jos informantes a que cuenten su biografía; cada persona nueva
hacen· 'tan bien que· los· etnógrafos no tienen por qué ayudarles. Por mi o cada nuevo suceso que se introduce proporciona al entrevistador sen­
parte, dudo de que mi estudio sobre la fig17ra del director sea. de gr~n . sible un punto posible para una futura elaboración. La otra aproxima­
ayuda para los alumnos que estén confundidos acerca de la diferencia . ción consiste en pedir a los informantes que cuenten los sucesos de sus
entre la etnografía y los estudios del rol, porque en su concepción tal. es­ vidas y de sus rutinas. cotidianas. Nuevamente, cada suceso ofrece un
tudio está orientado al rol. Bajo los auspicios del Center for the Advan­ punto de elaboración potencial conforme el etnógrafo busca los temas y
ced Study of Educational Administration, tenía que orientarse de mane­ las pautas subyacentes. Ambas. aproximaciones hacen que veamos a los
ra que el patrocinio institucional estuviese garantizado. En cualquier sujetos de la investigación como personas más que hacernos ver a las per­
caso, el estudio proporciona un modelo adecuado de minuciosidad en el sonas como sujetos, y nos llevan a reconocer que las personas viven
paso de los datos al análisis, y al menos en sus últimos capítulos ofrece vidas completamente contextualizadas en 'Ias que se es un ser humano
un ejemplo modesto de. interpretación cultural 15• todo el tiempo, aunque una parte de ese tiempo, no necesariamente la de
los momentos más interesantes o completos, se sea alumno, profesor o
Entrevistar a un informante administrador.
. . En el trabajo de campo que llevé a cabo.a lo largo de los años; unas
A los alumnos que siguen teniendo problemas sobre cómo proceder se les veces me basé. más en la entrevista y otras en la observación participante.
ofrece algún consejo más, basado en la experiencia personal así como en (Nunca quise que las dos se hallasen en perfecto equilibrio, la una o la
los conocimientos recopilados de otras personas que enseñan trabajo de otra debían ser el modelo preferido en cada investigación específica, así
campo a los investigadores de la educación 16• Se les sugiere que trabajen como los significados y las acciones compiten por lograr la mayor aten­
con uno o con unos pocos informantes por medio de .una serie de entre­ ción del etnógrafo). En consecuencia, motivo a mis alumnos para que
vistas semiestructuradas. Está demostrado que entrevistar a un infor­ pongan de relieve cualquiera de las dos aproximaciones, sea la entrevis­
. mante es un punto de partida excelente para comenzar una etnografía. ta o sea la observación, eso es «lo conveniente». Pero para los alumnos
Como cada entrevista ha de completarse y transcribirse (lo que se con­ que no intuyen cómo actuar de una manera óptima, estoy de acuerdo

.t
vierte en una tarea no precisamente pequeña), el investigador empieza a con Michael Agar en que la entrevista. es la actividad de investigación
acumular una cantidad considerable de «datos» tangibles que se recogen fundamental. Las oportunidades para hacer observación participante

t¡.:
que se presentan con posterioridad pueden servir para comprobar per­
14. H. F. Wolcott, The Man;,. the Principal'« office: An Ethnograp/;y [Prospect HeighrsIll, W~­ cepciones y para sugerir temas que habrán de ser explorados en profun­
veland Press, 1984, publicado originalmente en 1973). . · · didad durante las entrevistas. .
15, He discutido el problema del libro como un modelo para la etnografía en un capítulo titulado Dados los límites temporales del trimestre, los alumnos descubren en
· «Mirrors, Models, and Monitors: Educator Adaptations of the Erhnographic Innovation», en Doing j­: su mayor parte que sus esfuerzos se centran en un número limitado de
Ethnography of Schooling:Bducational Anthropology in Action, G. Spindler .(ed.) (Nueva York, Holt,
R.inehart & Winston, 1982). Los lectores interesados en la investigación etnográfica en las escuelas des­ entrevistas con un informante. Para perfeccionar la experiencia, se les re­
cubrirán que todo este volumen es una fuente valiosa. . • .
16. Véase el número especial «Teaching Fieldwork to Educational Researchers­, Anthropology &· ·I'·
• ..
,:
1
:. 17. C. Geertz, «Thick Descríptíon. Toward an Interpretative Theory of Culture», en The Inter­
pretation of Cultures, C. Geertz (ed.) (Nueva York, Basic Books, 1973), 16.
Education. Q11arterly,Vol. 14, n.º 3, 1983, que incluye una bibliografía útil. Véase también J P. Goetz
y M. D. LeCompte, Eth11ography and Qualitative Design i11 Educational Research {Orlando, Fla., 18. M. H. Agar, The Professional Stranger, véase también L. L. Langness y G. Frank, Lives: An
Academic Press, 1984 ) .. Anthropological Approach to Biography (Novato, California, Chandler and Sharp, 1981).

136 137

:­··­·· .·
......,,.,_ ..
1
HARRY F. WOLCOTT SOBRE LA IN.TENCION ETNOGRAFÍCA

.comienda que se unan a su(s) informante(s) en alguna actividad que les considerar y presentar el trabajo de uno como si fuera el modesto co­
permita experimentar el rol de observador participante. Sin embargo, con mienzo de _u~a etnografía. Al principio; denominábamos a los proyectos
frecuencia este intento se convierte en 'otra entrevista, aunque menos de clase mmi­etnog~afías. Un ~lumn? me convenció sobre lo útil que era
formal. · representar el 1'.!abaio como si estuviera en sus primeras etapas más que
rep:esentarlo simpleme~te como modesto en su alcance. En general, los
Pequeñas Ns y grandes generalizaciones etnografos hacen las mismas advertencias, y por una buena razón. Con
respecto a los procesos.de la vida humana que afirma revelar la etno­
Como etnógrafo, nunca he experimentado el problema de la magnitud de ~rafía nunca p~ede ser más que parcial e incompleta. Incluso' aquellos
la muestra: los antropólogos normalmente trabajan con el número· uno mformes que disfrutan por un breve instante de la condición de ser tra­
en cualquier cosa que estudien ­un informante (así por ejemplo un in­ bajos definitivos reflejan en el mejor de los casos, sólo una parte de la
formante «clave» como Sun Chie!), una familia (Children of Sanchezi, forma de vida total que pretenden representar.
una tribu o dan (The People of Gilford), una aldea (Life in Lesu) o una
sociedad (We, the Tikopia)­. Pero con «Ns» intencionadamente pe­ Aumentando las diferencias
queñosseconfrontaun problema crítico: ¿cómo trabajar con un infor­
mante (ofamilia o tribu) y a pesar de todo apañárselas para aproximar­ Pedir a los alumnos que escojan informantes o escenas de sociedades ra­
se a la 'interpretación cultural? dicalmente diferentes a las suyas es una condición relativamente nueva
Intencionadamente, corro el riesgo de que mis alumnos se permitan que se ha añ~dido ~ fa tarea. La impongo para aumentar la probabilidad
hacer estereotipos culturales. Aunque se han convertido en detestables de que las diferencias que los alumnos identifican se asocien 1) con as­
para el pluralismo autoconsciente recién descubierto, la cuestión de los . pect<?s de una cultura a un nivel macrocultural o nacional y no a un mi­
estereotipos resulta ser un· asunto en el que uno debe inmiscuirse si ~s que cromv~l y 2) con diferencias de la magnitud de un sistema total de
desea hacer generalizaciones sobre las expectativas o pautas que se con­ cr~encias y no con las variaciones secundarias que se dan dentro de una
tienen en las categorías de otras personas. Para hacer etnografía, los et­ misma .cultura, por ejemplo, entre los profesores de aulas contiguas o
nógrafos han de dedicarse explícitamente a construir estereotipos cultu­ entre directores de escuelas en el mismo vecindario. A una escala mayor,
rales. est~ n:iismo argumento ha ganado partidarios, según ha sido expresado
La verdad es que el etnógrafo, como cualquiera, hace enormes gene­ energ~camente; para ­~acer que los alumnos de Antropología (y Antro"
. ralizaciones a partir de observaciones más bien modestas de unos pocos pología de la Educaci~n)' hagan su primer trabajo de campo importante
'casos 19~ Su punto fuerte radica en conocer esos casos 'extremadamente ­tipicamente el estudio de tesis­ en una sociedad distante o al menos
bien y en reconocer una distinción crítica entre generalizar y generalizar con una ~icrocultura dramáticamente diferente (por ejemplo, trabaja­
demasiado P. Pero los límites de tiempo a veces hacen que a mis alumnos dores emigrantes, gitanos, una minoría étnica o una secta religiosa)
les resulte imposible (como a algunos etnógrafos de la educación) obtener antes que en la cultura demasiado familiar (aunque también evasiva y
suficiente información para reconocer.el grado hasta el que una genera­ truncada) de la escuela o el aula.
lización. o· un estereotipo resultan justificados. La solución que se les Esto plar_it,e~ ot~a de las cu~stiones, que hacen que la etnografía esco­
puede sugerir es que se esfuercen por sorprenderse a sí mismos en el acto· lar .sea tan dificil e mcluso tan inverosímil, Las personas más interesadas
de construcción de la generalización o el estereotipo, extendiendo así sus en h~cerla son, en su mayor parte, individuos que han pasado casi toda
informes. tentativamente antes de que otras personas les sorprendan a s1:1 vida en las escuelas ­pnmero como alumnos, después como estu­
ellos. En este punto, parece útil hacer dos advertencias. La primera con­ diantes del proceso escolar y finalmente como educadores profesionales.
siste en­permanecer cerca de lo que uno ha observado o escuchado real­ Dada su entrega a la educación formal y su inmersión en ella, es tan pro­
mente, y postular cómo puede la cultura reflejarse en ese comportamien­ b~ble que «descubran» la cultura escolar como lo es que el pez prover­
to, antes que considerar torpemente que el comportamiento observado y bia.! de Kluckhohn descubra el agua. Lo que les falta es la base compa­
«la cultura en acción» son dos cosas equivalentes. (Aquí se nos ofrece rativa y tra~s~ultural .que ayuda a los etnógrafos a identificar lo que
una nueva oportunidad para recordar que la cultura nunca se observa di­ desean describir tentativamente como cultura en el comportamiento que
rectamente; sólo puede inferirse). La segunda advertencia consiste en s~ ~a en alguna otra pilrt~ ­dado que ese comportamiento se distingue
fácilmente del suyo propio­"­. Estas personas irremediablemente encul­
19. También las generalizaciones que se· hacen sobre los «educadores» y los «antropólogos» turadas aceptan com~ naturales y apropiadas las cosas que un etnógrafo
vienen aquí a cuento; en ninguno de los dos grupos se encuencran realmente individuos tan homogé­ de ?tra soci~~ad_ ­­­.o mcluso un etnógrafo de la misma sociedad que no
neos en sus opiniones como lo que parece darse a entender.
20. W. H. Goodenough, Culture, Languag«and Society, 12. este tan familiarizado con las escuelas­ podría querer cuestionar.

138 139
HARRY F. WOLCOTT .
' .~·
SOBRE LA INTENCION ETNOGRAFICA

. ¿Por qué, por ejemplo, los administradores educativos tienen «ofici­ de etn~g~a.fía.s~ Se ~rata. ?e un cua~r? de individuos que son competentes
nas» que además se· encuentran normalmente «en la ·parte delantera»?, para d1!1gu invesngacion etnográfica en contextos educativos, y para
¿por qué se cambian las alturas de los pupitres.escolares en reconocí­ c~nducu a aquellos otros que deseen seguir esa aproximación. Un cierto
miento de la madurez física, pero sin embargo los pomos de las puertas nume~o de.antropólogos. de la educación ha tenido oportunidad de hacer
siguen siempre .a la misma altura}, ¿por qué parece «natural» que la es­ trabajo de campo transcultural, y ha podido además prestar atención a
cuela deba durar de lunes a viernes mientras que cuando la escuela abre las escuelas y procesos educativos en su propia sociedad. · ·
los sábados y. domingos se limita a cuestiones punitivas, extra­curricula­ Hay o~r~ ~azón para ser cautelosos a la hora 'de dar bombo al papel
res o religiosas?, ¿por qué se espera que los alumnos expongan sus de­ Y a las posibilidades de la etnografía. ~n investigación educativa. Una pre­
beres en público y no que los mantengan en privado como lo hacen los gunta cnnca a este respecto es: ¿quien la necesita realmente? Los infor­
administradores y los profesores?, ¿por qué se espera comúnmente que mes etnog~áficos só~idos cumplei:i con lo. que prom~ten. Nos ayudan a
los profesores se queden después de las clases para hacer su trabajo y se entender co.mo funci?_nan det~r~mados sistemas sociales proporcionán­
,1
les recrimina que intenten hacer ese mismo trabajo en un período de d.~rn;>s una .1?formacion descriptiva detallada, junto con una interpreta­ !
c~on.' y relac~ona~~o esa descripción e interpretación con las pautas y los
'1

tiempo equivalente antes de las clases?, ¿cómo es que reside la autoridad ~.


o el· rango superior para evaluar en personas que no tienen responsabili­ significados im~hcitos que mantienen, más o menos en común, los miem­ ;1,

dad en el aula?; si la evaluación es tan crítica para la empresa educativa bros de esa sociedad (o uno de sus subgrupos). No obstante tales infor­
(y ¿cómo es que hemos llegado a esa situación?), ¿quién evalúa entonces mes no nos facilitan la base para que podamos juzgar a ios sistemas
a los evaluadores educativos? · · ·· . · · · · como buenos o malos, como eficaces o como ineficaces, salvo cuando las
Se podrían ofrecer, para. estas· observaciones, informaciones· proce­ personas que ~e~tenecen al grup?, que estudiamos expresan esos juicios 0
. dentes de la subcultura del profesor y de sucontexto cultural más am­ p~nen de ?1~mfiesto su frustración cuando tratan de conseguir sus pro­
plio. Por ejemplo, los objetos se diseñan para que resulten cómodos a los pros proposi~os,. º. ~uando las personas que dirigen tales estudios irnpo­
niños, que asisten a la escuelaefímeramente, siempre que no molesten a ne.? sus propio~ jureros, Los .estudios etnográficos, en y por sí mismos, no
los adultos que viven en ella un año tras otro. Por otra parte, dado que sen.alan el cammo para mejorar las cosas ni para saber cómo deberían
no estamos seguros de cómo juzgar la ­calidad de la actuación del profe­ meiorarse. · ·
sor, se quiere que los profesores tengan un trabajo donde al menos . Por lo general, el tipo de información que la etnografía no está adap­
pueda juzgarse la cantidad (por ejemplo, el tiempo que se pasa traba­ tada para proporcionar es la clase de ayuda que los educadores buscan
jando). Además, los profesores están demasiado ocupados juzgando su más ª. !11enudo; la etnografía educativa suele emprenderse con la. preo­
· propia enseñanza, y son demasiado conscientes de su vulnerabilidad, cupacion del profeso~ por un~ mejora (o al menos por un «cambio»]. Pa­
como para preocuparse del trabajo de sus compañeros. rafr~sea~do al fallecido T. Kimball, la mayor parte de la así llamada in­.
vesngacion educativa· es realmente una reforma educativa disfrazada.
El objetivo etnográfico de comprender otro modo de vida no es suficiente
ETNOGRAFíA EN LA INVESTIGACIÓN EDUCATIVA para. Jos e~?cadores. orientados 'hacia la 'reforma, que esperan que la
«compre1:1sion» se unaa los esfuerzos por la mejora. Es típico que el edu­
Los problemas inherentes a la etnografía ni son exclusivos de la etno­ cador qmera pasar a .la acci~n en el mismo momento en que el etnógra­
grafía escolar ni son insuperables; pero hay que reconocerlos y tratarlos. f~ considera su trabajo termmado. Ante la cuidadosa descripción del et~
Por ejemplo, las desventajas de ser un miembro de la escuela totalmente · nógrafoacerca del status .quo, se puede esperarque un miembro crítico
familiarizado con ella pueden ser más que compensadas por la com~ perteneciente a la escuela reaccione legítimamente diciendo: «Por. su­
prensión que puede aportar un investigador sensible en esas circunstan­ puesto que lo hacemos así, ¿y qué?».. . · .
cias. Este mismo argumento lo proponen personas que son miembros de . Los educadores tienen sus propias «buenas costumbres». El sistema
otros grupos y que desean estudiar a su propia gente, sobre la base de funciona; ellos lo entienden, al menos im:plícitarriente, y saben cómo
que los miembros que pertenecen al grupo comprenden mejor la com­ hacer sus tareas. En general, al encontrarse con sus círculos de activida­
plejidad total del sistema. Algunos educadores han demostrado una gran des.cotidianas, los atareados profesores y administradores necesitan es­
astucia al identificar temas penetrantes, al reconocer influencias culturales· rudios sobre la cultura escolar y los roles escolares casi en la misma me­
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en su vida y al analizar sus propias expectativas profesionales y sus: dida ~n que los puertorriqueños, los japoneses o los kwakiutl necesitan 1 1

bases para alcanzarlas. Hay también. entre ellos etnógrafos intuitivos y :~·s' estu~10s ac~rca d~ SU!) culturas. En este sentido, la etnografía tradicional 1.

preparados, muchos de los cuales han prestado una seria atención al es­ ha sido (y sigue siendo) fuertemente académica en su naturaleza e inten­
tudio sistemático de la Antropología, lo que significa una lectura voraz · ción. En su esfuerzo por comprender la vida social humana, proporciona

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HARRY F. WOLCOTT SOllRE LA INTENCION' ETNOGRAFICA

mejoras. modestas, pero no ofrece una b~se para dife~enciar lo que los conferencia de antropólogos y educadores para discutir sus problemas 22
hombres deberían hacer de una forma diferente o mejor, No obstante, comunes ha sido un reconocimiento (que comenzó en forma· de toleran­
existen estudios de todos estosgrupos, incluidas las escuelas. Así, está cia y se convirtió en los setenta en un abrazo sincero) de la contribución
creciendo el volumen de etnografías que merecen .ser tenidas en cuenta de la investigación cualitativa y descriptiva a una metodología educativa
sobre la escuela, .como sobre la educación concebida en su más amplio general. Es hora de que los antropólogos den un nuevo paso y sugieran
sentido y está creciendo ante los ojos de críticos que afirman que todavía (primero con precaución y después más descaradamente) que para el et­
astán.esperando v.erlo.2.1.. . .. . ··· · ,... . . ·. · . nógrafo él método en sí no es todo lo importante. Nunca lo fue y nunca
.. En cualquier oaso.Ia mayor parte de la­llamada etnografía escolar es lo será. Lo que los etnógrafos procuran es «hacerlo bien» y, a largo
realmente una descripción rápida. (que no debe. ser confudida con la plazo, es la «cuestión» evasiva de determinar con precisión lo que cons­
«descripción densa»), cuyo propósito es revelar las debilidades, señalar. tituye las· dimensiones culturales del comportamiento en un contexto
las necesidades, o:preparar el camino para el cambio y la reforma. En el. social particular lo que crea más dificultades· que la búsqueda de una pre­
mejor de.. los casos, se trata de .una etnografía utilitaria, pragmática y ad . cisión, también evasiva, en el informante. ·
hoc, Revela mucho más el compromiso del educador con lo que es po­ La investigación etnográfica no proporciona la estructura consola­
sible (un aspecto importante dela.visión global del educador que po­ dora de los niveles aceptables de significación; las tasas adecuadas de res­
dría .señalarsé) que el esfuerzo esmerado del etnógrafo por documentar puesta o las «Ns» suficientes para asegurar que aparecerá un valor
­e incluso por «respetar», en el sentido de demorar el juicio­lo que ya mayor que «O» en cada cuadro de cada matriz. Sin embargo, fa etno­
viene.dado.· ·· · · ·· · · .·· ·: .; .· · ·... · : . · ·. .. . ·. grafía se acerca más que cualquier otra estrategia de investigación a ex­
· . . Durante años, he prevenido. y estimulado a aquellos investigadores de plicar, por ejemplo, por qué Ed Bell, el personaje clave en la etnografía
. la educación cuyos propósitos iban más allá de la etnografía (o la su­ que realicé sobre un director de escuela, podía lamentarse de haber teni­
bordinaban, dependiendo· del punto de vista de .cada uno) para que. re­ do que contemplar cómo el conserje se ausentaba de la escuela. o de
conocieran y declarasen con. franqueza estar tomando· prestadas. tecmcas haber tenido que seguir la pista a un alumno de segundo grado que se
etnográficas para cumplir propósitos· diferentes a los de los etnógrafos había comido el sandwich de otro durante el recreo de la mañana, si bien
«puros». En la mayoría de est~s intentos,. !os educadores no hacer: et­ se encargaba servicialmente de estas tareas por temor a que se le acusara
nografia porque no buscan fo. mterpretacíon como· un producto. final, de fracaso por no haber actuado satisfactoriamente como administrador
sino queunen la· investigación descriptiva con los esfuerzos por la mejo­ educativo. La interpretación cultural invita (e insta) a que se eche una
ra y el cambio. · . · . amplia mirada al comportamiento que se observa, para .examinar ese
Al insistir en. la distinción entre tomar prestadas técnicas etnográficas comportamiento en su contexto social. Sin intentar predecir, consignar o
y hacer etnografía, se espera que los verdaderos etnógrafos de la educa­ enumerar todos los «sucesos» posibles de una micro­cultura, por ejemplo
ción '""'."'."pq.eos en número, pero con una contribución, propia­ puedan la de una escuela elemental suburbana, podemos llegar a saber bastante
continuar con el trabajo esencialmente «académico» de atribuir cultura a bien cómo se espera que actúe un buen director (o un profesor, o un
las unidades sociales más pequeñas que constituyen una preocupación.in­ alumno, o incluso un padre). Organizar y presentar esa información ex­
mediata para los.educadores profesionales ~los·alumnos en la escuela, plícitamente ­buscando las «tendencias» y las «obligaciones», los idea­
los profesores en las aulas· y los administradores en los sistemas escola­ les y las realidades, las satisfacciones, las contradicciones y las parado­
res­ así como a los macrosisternas en los que esas unidades están. in­ jas­ es la tarea del etnógrafo. Cuando los directores, así como los otros
miscuidas, No toda la gente de la educación tiene por qué ir tras la cul­ educadores, nos hablan de su rol tal como les gustaría que fuera, acep­
tura, pero no se puede esperar. llegar aun entendimiento equilibrado o tándolo al mismo tiempo como verdaderamente es, nos están ofreciendo
completo de lo que los educadores están haciend? o. de cómo van.ª ac­ el «material» del que se nutre la etnografía. No es probable que una
tuar, .si las dimensiones culturales del comportamiento humano se igno­ comprensión de esta naturaleza haga que los directores sean mejores,
ran u . oscurecen por puntos de vista tradicionales dominados por la Psi­ aunque puede concebirse que algunos de ellos se volverán más sensatos.
cología. ,_. . . . · , · · . Ese propósito es suficiente. .
4 contribución más importante de fa Antropología a la educación en Dejemos que los investigadores educativos de otras convicciones rea­
los ·treinta. años transcurridos desde que George Spindler convocara una licen las cuentas y tomen las medidas que saben tornar tan bien. Los et­
21 .. Las páginas del Anthropology & Educational Q11arterly ofrecen un acceso rápido a esta lite­
nógrafos tienen su cometido y su genuina contribución que hacer dentro
rátut~. Véase también el volumen editado por G. Spindler (1982) citado más arriba. Para una colección
de textos dedicada específicamente a la administración educativa, véase R. Barnhardt et al., Anthropo­ 22. Las actas de la conferencia de 1954 las editó posteriormente G. Spindler y las publicó con el tí-
logy and.Educational Ad1ni11istration (Tucson, Arizona, Impresora.Sáhuaro, 1979). · • · tulo Education and A11thropology (Stanford University Press, 1955).

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de la comunidad educativa. Ese cometido no consiste en la técnica per se, '·~·
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ni en el tiempo que se pasa en el campo, ni en la descripción «pura» o ·r
«completa»; tampoco consiste en conseguir una relación· social o en un 1 ii ~
desarrollar una multitud de procedimientos de trabajo de campo. Con­
siste en llevar a cabo la interpretación cultural. Su contribución radica en ETNOGRAFIA ESCOLAR~
ayudar a los educadores a entender mejor las pequeñas tradiciones de la UNA APROXIMACION A NIVEL MULTIPLE * 1
· escuela y las grandes tradiciones de la sociedad más amplia. Está claro ·
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que: no todos 'los educadores 'buscan ese tipo de entendimiento; pero John U. Ogbu
muchos lo hacen. En este sentido, parece oportuno aconsejar a los po­ t
tenciales promotores y reformadores de la educación que presten más
atención ­a la cultura si es que quieren comprender a fondo cómo las es­
cuelas permanecen tan extraordinariamente iguales a sí mismas a pesar
de .los esfuerzos bien intencionados y persistentes que se realizan por
cambiarlas ...

EL PROBLEMA

Este. artículo centra su interés en la forma y en la adecuación con que la


etnografía escolar aborda la comprensión del proceso educativo y con­
tribuye a la teoría de la antropología de la educación. Prestará especial
atención. al estudio de la educación de minorías y al problema de aportar
explicaciones válidas sobre el desproporcionado fracaso escolar de gru­
pos tales como los negros, los indios, los chicanos y los puertorriqueños
en las escuelas públicas americanas. Hay tres razones para justificar este
interés, La primera es la errónea manera de entender la etnografía y su
creciente popularidad y superficial aplicación en la .investigación educa­ ·
tiva. Como muestra, basta leer las comunicaciones presentadas a las se­
siones de etnografía de AERA, o. los proyectos que se presentan a insti­
tuciones que proveen fondos para investigación;' o .los artículos que
aparecen en determinadas revistas y que pretenden estar basados en es­
tudios etnográficos de la escolarización. . · .
La segunda razón es el sesgo hacia.la microetnografía que aparece en
la investigación educativa. En los artículos del Anthropology and Edu­
cation Quarterly, la principal revista en temas de Antropología de Ja
Educación, y en los de otras revistas, predomina la microetnografía.
Entre los 51 resúmenes presentados en 1980 al Ethnographyin Educa­

• De «School Ethnography: A Multilevel Approach», en Anthropology and Education Quarterly,


1981, Vol. XII, nº. 1, pp. 3­29. Traducción de Honorio M. Velasco Maillo y Ángel Díaz de Rada.
1. La preparación de materiales para este artículo ha sido posible gracias a una beca del National
Institure of Education (NIE­G­800045) y al Fondo de investigación de la Universidad de California, Ber­
keley .. Anteriores versiones fueron leídas en el encuentro anual AERA sobre «Valores impuestos por la
Antropología: Implicaciones para la investigación y el desarrollo educativo» de San Francisco, Califor­
nia, abril.1979, y en el V Symposium Anual de Educación, «Investigación etnográfica en las escuelas: ¿en
qué consiste?», Universidad de Delaware, Nerwark, Delaware, mayo 1980.

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