Está en la página 1de 17

Revista Española de Sociología (RES)

2016, Vol. 25 (2), 241-257. ISSN: 1578-2824


© Federación Española de Sociología

El legado del funcionalismo. Limitaciones teóricas y excesos


etnográficos
The legacy of functionalism. Theoretical limitations and
ethnographic excesses

*David Lagunas
Departamento de Antropología Social. Facultad de Geografía e Historia. Universidad de Sevilla.
España/Spain
dlagunas@us.es

Recibido/Received: 23/02/2015
Aceptado/Accepted: 15/02/2016

RESUMEN Abstract
En la historia de la antropología la corriente funcio- In the history of anthropology the functionalist
nalista y posteriormente estructural-funcionalista school and later structural-functionalist marks a
marca un hito en el desarrollo de la antropología milestone in the development of modern anthro-
moderna. Con frecuencia se obvia que la calidad pology. Often it is obviated that the descriptive
descriptiva de las monografías funcionalistas y quality of functionalist monographs and other
otras aportaciones pioneras que anuncian corrientes pioneering contributions which announcing later
posteriores han quedado oscurecidas por la crítica currents have been obscured by the criticism of
al débil aparato teórico funcionalista, inspirado en weak functionalist theoretical apparatus, inspi-
la sociología y la teoría política. A partir del forcejeo red by sociology and political theory. Since they
que realizan entre teoría y conocimientos etnográ- do the struggle between theory and ethnographic
ficos, proporcionando un excedente de información knowledge, providing a surplus of ethnographic
etnográfica que no se explica, planteamos que las information that is not explained, we propose that
contribuciones de los autores funcionalistas conti- the contributions of functionalist authors conti-
núan influenciando, teórica y metodológicamente, a nue to influence, theoretical and methodological,
la antropología social. social anthropology.

Palabras clave: Sociología, antropología, funcio- Keywords: Sociology, anthropology, functionalism,


nalismo, teoría, etnografía theory, ethnography

*Autor para correspondencia / Corresponding author: David Lagunas. Dpto. de Antropología Social, Fac. Geografía e Historia,
Universidad de Sevilla, 41004 - Sevilla (España).
Sugerencia de cita / Suggested citation: Lagunas, D. (2016). El legado del funcionalismo. Limitaciones teóricas y excesos
etnográficos. Revista Española de Sociología, 25 (2), 241-257.

RES n.º 25 (2) (2016) pp. 241-257. ISSN: 1578-2824


El legado del funcionalismo. Limitaciones teóricas y excesos etnográficos

INTRODUCCIÓN dad de descripciones precisas. El modo de trabajo


de los autores que se adscribieron a la escuela fun-
La tentativa de este texto consiste en analizar cionalista3, entre ellos Malinowski, Firth, Schapera
las contribuciones del funcionalismo antropológico1 y Fortes —entre éste y Radcliffe-Brown la corriente
de la tradición británica y paralelamente indagar se convertiría en estructural-funcionalismo—, se
acerca de la influencia que la teoría sociología de caracteriza porque a diferencia de lo que ocurre en
Durkheim ejerció sobre los autores funcionalistas. la actualidad en que no hay muchas monografías
El auge del funcionalismo antropológico se sitúa carentes de soporte teórico los funcionalistas des-
entre los años 20 y 50 del siglo pasado y su pre- bordan con datos sus monografías.
cepto metodológico central se basa en la idea de Nos ubicamos así en la línea avanzada por Te-
que las acciones de los individuos se explican por rradas (2004) quien reivindica el legado de la “et-
las funciones que cumplen en el sistema social nografía realista” de Malinowski y sus herederos.
de creencias y prácticas colectivas; a su vez, es- Por un lado, esta opción realista quería descubrir
tas prácticas de la vida social deben explicarse a con detalle sociedades exóticas que se conocían
partir de su interdependencia mutua así como por de manera simplista y estereotipada; por el otro,
las funciones que desempeñan en el mantenimien- el realismo etnográfico no se ha querido apartar de
to del orden social y su reproducción a lo largo del los métodos e interrogantes de las ciencias sociales
tiempo (Holmwood, 2005). (Ibíd., p. 2). Terradas afirma que la etnografía rea-
Las sociedades etnografiadas por los autores lista desarrollada por los autores funcionalistas se
funcionalistas en África y Oceanía durante este pe- mueve entre una realidad que siempre le sobrepasa
riodo se encontraban en una fase de colonización y una teorización que es aproximación (Ibíd., p. 5).
y, por tanto, de preponderancia de la desigualdad. Por tanto, es a partir del forcejeo que realizan entre
La aplicación del modelo funcionalista se produjo teoría y conocimientos etnográficos como los auto-
en determinadas áreas y territorios caracterizados res funcionalistas proporcionan un excedente de
por la conciliación de intereses entre sus habitan- descripciones o explicaciones y teorías (Ibíd., p. 8),
tes así como por su carencia de Estado y clases el cual no se explica pero que impulsa el avance de
sociales. Aunque el modelo funcionalista no fue el la disciplina antropológica. De este modo, sostene-
más adecuado2 para entender estas sociedades mos que la calidad descriptiva de las monografías
exóticas, a partir de las etnografías funcionalis- funcionalistas y el hecho de que cualquier tipo de
tas apreciamos que este modelo fue el único que explicación teórica es aportada a posteriori consti-
permitió observar y analizar con detalle el funcio- tuyen una contribución metodológica fundamental
namiento de sociedades sin clases y sin Estado. para la antropología social.
Nuestro argumento se basa en la idea de que en El principio fundamental del funcionalismo se
el funcionalismo antropológico —derivado del fun- basa en la idea del equilibrio de intereses en el sis-
cionalismo sociológico— no se halla un exceso de tema social. No trata de buscar tanto equivalencias
conceptos sociológicos abstractos sino una varie- entre variables como hallar las claves del equilibrio
entre fuerzas en tensión y lucha. El único autor que,
1 De entre las obras de síntesis sobre la escuela funcio- aparte de sus trabajos etnográficos, ha definido
nalista destacan Goldschmidt (1966), Kuper (1971), qué es el funcionalismo es Malinowski (1981) en
Jarvie (1973), Stocking (1984; 1995), Kuklick (1991) y Una teoría científica de la cultura. No obstante, Ma-
Goody (1995). linowski en la presentación de sus investigaciones
2 El declive y crisis del funcionalismo se inicia con la opta por una faceta más contextualista, mientras
crítica marxista (ver Eriksen y Nielsen, 2001:112-122) que en abstracto es más funcionalista. Así ocurre
y la teoría del conflicto de Gluckman, Leach y Wright
Mills, las cuales inciden en la preponderancia de las 3 Una aproximación al legado de Malinowski así como del
relaciones de fuerza y poder desiguales a través de los funcionalismo puede consultarse en el reading de Firth
procesos históricos. (1974).

RES n.º 25 (2) (2016) pp. 241-257. ISSN: 1578-2824


242
David Lagunas

en su obra Magia, ciencia, religión (Malinowski, en relación a una teoría del equilibrio político y no
1994), en la cual hallamos una exposición más en relación a una teoría de funciones entre varia-
abstracta y sistemática que la expuesta en sus bles. Desde este punto de vista, sostenemos que
etnografías tales como Los argonautas del Pací- el funcionalismo no se describe sólo como la inter-
fico occidental (Malinowski, 1986) y El cultivo de dependencia de variables ni en relación a la teoría
la tierra y los ritos agrícolas en las islas Trobriand general de sistemas sino que se define por la osci-
(Malinowski, 1977). lación entre la teorización puramente sociológica y
A partir del primer funcionalismo de Mali- la teorización política.
nowski, Radcliffe-Brown y Fortes desarrollaron el Firth asume que la sociedad es un sistema
estructural-funcionalismo, un modelo interpretati- funcional e integrado, pero al igual que los auto-
vo que se basa en la idea de una estructura abs- res estructural-funcionalistas no es excesivamente
tracta —el principio de organización social— que funcionalista en su producción etnográfica (ver Fir-
presenta la ventaja de ser más que estrictamente th, 2011). Firth es ante todo un investigador em-
una sociología comparada. Radcliffe-Brown (1972) pírico, como Malinowski, y considera la interacción
expone la teoría sociológica estructural-funciona- y el flujo de la vida social más fascinante y real
lista en la introducción a Estructura y función en la que las estructuras abstractas (Eriksen y Nielsen,
sociedad primitiva. Considera que las estructuras 2001:72). Ello se debe a un planteamiento de fi-
socio-culturales son independientes de los indivi- delidad a los datos que refleja un acusado contex-
duos y cuyo principio rector es un principio cultural tualismo, el cual desborda con datos empíricos la
e ideológico y de estructuración social, la suma de teoría de la cual desconfiaba por su escaso poder
una idea y un principio social. explicativo. Firth (1975:4) explica este hecho por
Firth recuerda en un artículo publicado en el la existencia de un problema de prioridades en el
Annual Review of Anthropology (Firth, 1975) que contexto académico de los años 30 y 40 en el cual
la teoría de las necesidades de Malinowski es un trabajó. En aquellas décadas los antropólogos no
elemento clave del funcionalismo (cfr. Geertz, llevaban a cabo etnografías generales sino etno-
2003:132). Malinowski piensa que cada sistema grafías intensivas cuyo tratamiento era muy poco
social tiene una serie de necesidades psicobio- abstracto. Los autores funcionalistas estudiaban
lógicas, instrumentales y simbólicas, las cuales cosas concretas como la magia (Fortune), magia
conforman la peculiaridad cultural de la sociedad. y brujería (Evans-Pritchard), tierra y trabajo (Ri-
Por tanto, cualquier rasgo de una sociedad se ha chards), matrimonio y ley (Shapera), ritual (Bate-
de explicar por la utilidad que posee dentro de este son) o parentesco y economía (Firth). Este énfasis
complejo. en el tratamiento discursivo de los datos y no sobre
La británica Lucy Mair en su Introducción a la la teoría se explicaba debido a que los grandes
antropología social (Mair, 1998) indica que el fun- problemas teórico-metodológicos todavía tenían
cionalismo se inspiraría en la idea matemática de que formularse y clarificarse. El propio Malinowski
función: cada elemento social dependería de la to- (1986), impulsor del funcionalismo psicobiológico,
talidad, lo cual se identifica con un funcionalismo se refirió a la primacía de los datos así como la
vulgar. Precisamente ha sido este funcionalismo necesidad de una teoría que se adaptara comple-
vulgar, fácil de divulgar como paradigma sistemá- tamente a los hechos4.
tico y, por tanto, permitiendo dar una presentación El funcionalismo parte del principio básico de
monolítica de la antropología, el que se ha popu- que las sociedades constituyen sistemas naturales
larizado. Sin embargo, salvo los trabajos etnográ-
ficos en el Sudán y Nigeria (Nadel, 1942; 1947), no 4 “Cuantos más problemas se plantee [el científico social]
aparece ninguna monografía realizada con este sobre la marcha, cuanto más se acostumbre a amoldar
planteamiento vulgar. Esto es debido a que el fun- sus teorías a los hechos y a ver los datos como capaces
cionalismo constituye una corriente intelectual que de configurar una teoría, mejor equipado estará para su
postula la defensa teórica de la idea de función trabajo” (Malinowski, 1986:26).

RES n.º 25 (2) (2016) pp. 241-257. ISSN: 1578-2824


243
El legado del funcionalismo. Limitaciones teóricas y excesos etnográficos

cuyas partes están relacionadas entre sí y cumplen pología social debido a la influencia de sus teorías
determinadas funciones orientadas al equilibrio sociológicas, así como la aplicación de las mismas
sistémico de la sociedad. El funcionalismo no se en las sociedades exóticas por parte de sus colegas
define por un conjunto de partes que se integran y pupilos (Evans-Pritchard, 2013:51).
mecánicamente sino por el equilibrio psicológico y Las aportaciones de Durkheim al funcionalismo
social entre tensiones. Desde este enfoque, la orga- antropológico se resumen en tres aspectos: 1. los
nización social de los pueblos exóticos se imagina hechos sociales constituyen los objetos de estudio
compuesta por instancias muy definidas (clanes, cardinales, sobrepasando las concepciones biológi-
linajes, tribus, etc.) con intereses concretos, reglas cas, naturalistas y psicológicas. 2. la ciencia socio-
y formas de actuación que siempre tratan de equi- lógica positiva ha de apoyarse sobre un objeto real,
librar los intereses de todos los grupos. contrastable, lógico y útil. 3. la cohesión social ge-
nerada por medio de la solidaridad y la integración
funcional de los elementos participantes de una
LA VERTIENTE SOCIOLÓGICA sociedad es un objeto teórico y práctico de primer
orden. En efecto, uno de los aspectos fundamenta-
Los principios básicos del funcionalismo, y en les de Durkheim es el concepto de integración y de
especial, la idea del equilibrio político no se com- solidaridad orgánica, característicos de las socie-
prenden si no examinamos las contribuciones y dades industriales con una alta especialización en
aportes de la teoría sociológica. La sociología del los roles productivos. Asimismo, la distinción entre
siglo xix es el primer precedente de la corriente fun- función y causa clarifica la causalidad y la finali-
cionalista en antropología. Comte aporta el concep- dad de los hechos sociales (Durkheim, 1997).
to del funcionamiento equilibrado y sistémico de En general, los funcionalistas emplean varias
los sistemas sociales y los organismos biológicos. definiciones de función: 1. en un sentido cuasi ma-
Defiende la idea de un principio de equilibrio en los temático: cualquier hábito y costumbre está conec-
sistemas sociales de forma que los procesos que tada con el resto de costumbres de la comunidad.
alteran esta situación son considerados anómicos 2. la empleada por Malinowski: la función de las
y patológicos. Por su parte, Spencer aporta el con- costumbres consiste en satisfacer las necesidades
cepto de diferenciación e interdependencia como biológicas primarias individuales por medio de la
proceso irreversible entre las diversas partes de un cultura. 3. la desarrollada por Radcliffe-Brown a
sistema integrado. Esta idea antecede a la elabo- partir de las teorías de Durkheim: la función de
ración de Durkheim sobre la integración funcional cada costumbre es parte del mantenimiento de
del sistema social. No obstante, y a diferencia de la integridad del sistema social (Layton, 1997:28;
Durkheim, Spencer considera que la evolución social Martínez-Veiga, 2010; Radcliffe-Brown, 1972).
se explica en términos del evolucionismo biológico, Cabe destacar que Radcliffe-Brown es quien
las motivaciones individuales y la búsqueda de la asume de manera axiomática la herencia de
máxima utilidad. Posteriormente, Pareto es quien Durkheim y Spencer al postular la conformación
concretiza un análisis del sistema social basado en orgánica de los sistemas sociales en los términos
las analogías orgánicas y en las interdependencias de especialización, diferenciación progresiva, equi-
entre las partes del todo sistémico, compartiendo librio sistémico e interdependencia funcional. De
esta visión utilitarista de las pulsiones psicológi- Spencer retoma el concepto de adaptación en su
cas individuales. dimensión ecológica, social y cultural; y de Durkhe-
Durkheim representa el adalid de la fundamen- im toma prestada la idea de la solidaridad en los
tación tanto de las bases teóricas, metodológicas términos de consistencia interna, unidad y armonía
y aplicadas de la sociología como de las doctrinas sistémica.
sociológicas, las cuales resultarán de inspiración La monografía de Radcliffe-Brown (1922) The
para el funcionalismo británico. Durkheim consti- Andaman Islanders: A Study in Social Anthropolo-
tuye una figura central en el desarrollo de la antro- gy es un estudio clave en el cual se aprecian de

RES n.º 25 (2) (2016) pp. 241-257. ISSN: 1578-2824


244
David Lagunas

manera nítida las ideas sociológicas de Durkhe- a toda la sociedad y sus múltiples relaciones, lo
im5. Radcliffe-Brown asume la epistemología de cual origina una vaguedad6.
Durkheim y se muestra conforme con el sociólogo Junto a Durkheim, existen otras derivas so-
francés acerca de la relación entre el individuo y la ciológicas en el pensamiento de Radcliffe-Brown.
sociedad, aunque elimina sus abstracciones reifi- Homans (1954:118-119), en su reseña a la prime-
cadas. La monografía de Radcliffe-Brown se distin- ra edición de Estructura y función en la sociedad
gue más por su teoría que por su etnografía. Así, el primitiva, señala que el funcionalismo de Radcli-
principal valor del texto es su interpretación de las ffe-Brown y Durkheim propugna que la función de
costumbres y creencias en las islas Andamán en cualquier actividad social se explica por su papel
referencia a sus efectos sociales. La novedad de la en el mantenimiento de la continuidad estructural.
orientación de la antropología británica que repre- Sin embargo, cuando Radcliffe-Brown analiza el
senta el trabajo de Radcliffe-Brown es la aplicación totemismo australiano no define precisamente qué
directa del análisis durkheimiano a los materiales es lo que debe ser mantenido y cuáles son las con-
de campo, convirtiendo casi inmediatamente la diciones por las cuales una estructura particular de
obra en un modelo a seguir. una sociedad [el totemismo] debe ser mantenida.
Radcliffe-Brown descubre dos dimensiones Para Homans, Radcliffe-Brown está asumiendo
importantes en el archipiélago andamanés. Por un que se mantienen determinadas estructuras inal-
lado, revela la sociedad durkheimiana en su cali- teradas y por tanto está asumiendo implícitamente
dad de solidaridad orgánica —no mecánica— a la definición de equilibrio social de Pareto.
través de la división ocupacional. Se trata de una Pareto (2010) sostiene que el estado del siste-
sociedad compleja y orgánica —la prevista sor- ma social en su condición de sistema equilibrado
prendentemente para las sociedades complejas—, y funcional responde a necesidades de orden psí-
con reciprocidad constante que desborda al siste- quico, siendo las principales los sentimientos e
ma de parentesco. Por otro lado, descubre la forma instintos. El sistema social refleja una tendencia a
de vivir la solidaridad a través de la danza, la cual un equilibrio dinámico y móvil, ya que si se genera
constituye un operador de primer orden empleado una modificación en su forma (movimientos virtua-
por los humanos frente a los espíritus. A partir de les) se producirá inmediatamente una reacción;
aquí elabora una teoría del poder durkheimiana: la ésta tenderá a restablecer la forma cambiante a
idea de que el poder y la autoridad recaen en la su estado primitivo, modificado por el cambio real.
sociedad. Esto resulta afín a la teoría de la inte- Las modificaciones se producen a través de los in-
gración durkheimiana en relación al reconocimien- tercambios y circulación entre las clases selectas y
to existencia/vivencial de la necesidad de vivir en no-selectas. Pareto señala que no se puede mejorar
sociedad y contar con la sociedad. La sociedad, por la situación de un individuo sin empeorar la de otro,
tanto, representa la supervivencia de todos. Con con lo cual resulta complejo lograr el equilibrio.
una sorprendente lucidez Radcliffe-Brown plasma El funcionalismo durkheimiano resultó exitoso en
una teoría fenomenológica del poder, opuesta a las la sociología estadounidense de Parsons y Merton en
teorías institucionales predominantes enunciadas los años 50 y 60, lo cual podría explicar su homología
durante el positivismo. Así, entre los andamaneses con la trayectoria intelectual de Radcliffe-Brown. Fue
descubre que el poder procede de la sociedad y no Parsons quien contribuyó a la corriente estructural-
es directamente perceptible, sino que corresponde funcionalista al clasificar los fenómenos sociales
en términos de actores sociales y sistemas que los
5 Para ampliar el conocimiento de las influencias de engloban. Para ello conceptúa el universo social en
Durkheim en The Andaman Islanders puede consul- cuatro tipos y niveles de sistemas de acción: sistema
tarse el capítulo editado por Stocking (1984:106-130)
“Dr Durkheim and Mr Brown. Comparative Sociology at 6 Ello coincide con la teoría relacional del poder de
Cambridge in 1910” de las 12 lecciones de sociología Foucault y la idea de la difuminación del poder en la
comparada impartidas en 1910 en Cambridge. sociedad.

RES n.º 25 (2) (2016) pp. 241-257. ISSN: 1578-2824


245
El legado del funcionalismo. Limitaciones teóricas y excesos etnográficos

cultural, sistema social, sistema de personalidad y formula un principio constitucional, sino más bien
sistema orgánico cuya función sería responder a las un principio formal de interdependencia de las di-
necesidades del sistema7. Los dos puntos focales de ferentes instituciones sociales. Desde este punto de
Parsons son la relación del actor individual al siste- vista se imagina el equilibrio político basado en: a)
ma y la interdependencia de los sistemas y subsis- una igualdad de poder —unos intereses no deben
temas, contribuyendo al mantenimiento del conjunto dominar sobre otros intereses— y b) una simulta-
de la sociedad (Caplow, 1974:221). neidad en el ejercicio del poder. Por ello se sostiene
El funcionalismo sociológico plantea que en que los pueblos exóticos funcionan social y políti-
un sistema social donde aparezcan más indicios camente a partir del mantenimiento de un equili-
de desequilibrio surgirá mayor marginación social. brio constante de las tensiones. Y dado que todos
Este postulado constituye la base de la teoría de los sectores al interior de las sociedades poseen el
la integración de Durkheim (1982) al contraponer mismo poder éste construye conjuntamente una
la solidaridad orgánica a la solidaridad mecánica. obra social. De este modo, los intereses opuestos se
En la solidaridad orgánica los individuos y grupos contrarrestan y la tensión proporciona el equilibrio.
dependen de las interdependencias con los demás Los aportes de la sociología clásica van cons-
para su integración social, especialmente a través truyendo el idealismo del funcionalismo antropoló-
del contrato y las leyes. A mayor división social ma- gico, el cual se basa en el postulado de la exis-
yor solidaridad orgánica, de forma que la división tencia de un orden y un equilibrio que funcionan y
del trabajo funciona para que todos los sujetos de- mantienen la cohesión social. No obstante la idea
pendan unos de otros. En cambio, en las sociedades del equilibrio, que evoca rasgos y postulados psi-
donde predomina la solidaridad mecánica los indi- cológicos, no se corresponde con la realidad de los
viduos no tienen que lograr la integración ya que la sistemas sociales tanto en las sociedades occiden-
igualdad de derechos es natural y es la conciencia tales como en las sociedades exóticas. Incluso el
colectiva la que trabaja internamente para que los propio Parsons había descrito situaciones de con-
individuos y grupos cooperen. Durkheim (1998) flictos y tensiones, a pesar de que no llegara a pro-
manifestó que el fin de la sociedad es integrar y fundizar en ellas (Holmwood, 2005). De igual forma
si este objeto no se logra la sociedad falla. Según en las sociedades exóticas siempre surgen fallas
este planteamiento se ha de interpretar la totali- y contradicciones, y pueden aparecer grupos con
dad social en términos de integración y para ello funciones e intereses diferentes, lo que causa que
el analista debe privilegiar el estudio de las insti- unos entren en tensión con otros. Las operaciones
tuciones que se generan para el funcionamiento de de los intereses en contradicción se dan de manera
la sociedad. Para Durkheim la comunidad ideal es asincrónica, pero si el juego de intereses al inte-
aquella en la cual la lucha de clases marxista es rior del sistema social se produce de una manera
una anomia o una enfermedad social. concomitante los conflictos finalmente se resuelven
El funcionalismo de Malinowski, Radcliffe- oralmente y en el instante en que se producen. En
Brown, Firth, Fortune y otros tiene en común el pos- estas sociedades el conflicto y su resolución fre-
tulado del universalismo sociológico, es decir, la cuentemente son parte del mismo momento, mani-
idea de que toda población humana mínimamente festando mayor simultaneidad respecto a nuestra
adaptada a un medio y no sometida a otra posee sociedad en la cual existe una mayor separación8.
un orden y un trato humanos (e históricos) propios El funcionalismo antropológico representa una
que son universalmente inteligibles como teoría y teoría del equilibrio cuya aplicación se proyecta en
práctica (Terradas, 2004:23). El funcionalismo an- sociedades exóticas y tradicionales en las cuales
tropológico retoma la tradición sociológica pero no
8 En los pueblos exóticos y sociedades tradicionales la
7 El hecho de dar cuenta de un fenómeno y mostrar qué vinculación entre conflicto y resolución es más próxi-
necesidad social satisface no explica cómo se originó el ma como ejemplifica el derecho vindicativo (Terradas,
fenómeno o por qué es lo que es (Kucklick, 1996:250). 2008).

RES n.º 25 (2) (2016) pp. 241-257. ISSN: 1578-2824


246
David Lagunas

los individuos no actúan de manera delegada sino destaca la aportación de Pareto sobre las relaciones
directa y simultáneamente. Así, si previamente se funcionales entre hechos psicológicos. Pareto iden-
elimina el problema de la alienación del individuo, tifica la parte lógica y la parte no-lógica en interac-
tal como refiere el marxismo, la aplicación del pos- ción en una misma cultura y señala que en todos
tulado funciona. Ello no significa que no existan en los periodos de la historia los europeos han estado
estas sociedades determinadas autoridades, sobre involucrados en sentimientos e instintos expresados
todo personales, inhibiendo o potenciando ciertas en una amplia variedad de acciones, conductas y no-
actitudes y comportamientos. No es casual que el ciones absurdas. Pareto otorga un mayor peso a los
individualismo emerja en las descripciones de las residuos que brotan de los sentimientos, los cuales
sociedades pre-capitalistas y no alienadas que gobiernan el mundo, son durables y pueden dar lugar
realizan los autores funcionalistas, en las cuales a derivaciones; por ejemplo, un mismo sentimiento
se observan personas e individualidades con dife- puede generar dos ideologías opuestas (Evans-Prit-
rencias. Firth (2011) por su parte expresa una pre- chard, 1978:65). Si Lévy-Bruhl había considerado a
ocupación moral/psicológica e interpersonal entre los “salvajes” como poseedores de una mentalidad
los tikopia y se interesa por conocer “cómo funcio- pre-lógica, Pareto considera a los europeos “civiliza-
na el líder”. La base del poder, argumenta, es la dos” como no-racionales y no-lógicos. Si Lévy-Bruhl
creencia en los poderes sobrenaturales —mana— considera a los “salvajes” socialmente determina-
de los jefes de aldea. Desde este punto de vista, no dos por las representaciones colectivas y participa-
existiría división entre la personalidad individual y ciones místicas, Pareto considera a los “civilizados”
la función social de los sujetos. Así, sostiene que psicológicamente determinados por derivaciones,
es necesario estudiar culturas a partir de las bio- residuos y otros elementos controladores psicológi-
grafías de aquellas personalidades que por su li- camente misteriosos (Ibíd., p. 67).
derazgo moral e intelectual ejercen un importante Evans-Pritchard señala que Pareto ha identifi-
papel en la constitución de tales sociedades, es- cado un problema básico en sociología (la compa-
cogiendo personalidades representantes de aquella ración) y cómo resolverlo (el método inductivo) con
cultura. Este enfoque se contrapone a la influencia, el fin de generar una unidad de comparación entre
más sociológica y estructural, desarrollada por el sociedades “civilizadas” y sociedades “primitivas”
funcionalismo sociológico norteamericano que se (Ibíd., p. 72). Las teorías de Pareto tendrán dificul-
pregunta “cómo se crea el líder”. tades para imponerse en el ámbito occidental no
Los conceptos de líder y élite provienen de la así en el universo de los pueblos exóticos. Afirma
teoría sociología clásica. La obra de Pareto ejerció que las creencias irracionales son también defini-
una gran influencia sobre el concepto de equilibrio torias de las sociedades “civilizadas”, como es el
en Radcliffe-Brown y casi al mismo tiempo influi- caso de las pulsiones irreductibles, representacio-
rá en el pensamiento de otro de los grandes au- nes, sentimientos e instintos.
tores estructural-funcionalistas, Evans-Pritchard. Estos hechos psicológicos son manipulados
A diferencia de Radcliffe-Brown, Evans-Pritchard por los líderes para producir estabilidad o cambios
reconocerá explícitamente la influencia de la obra sociales, generando en la masa una conciencia de
de Pareto y la aplicará a la antropología social. Un lealtad y responsabilidad hacia la élite. Esta teo-
texto casi desconocido de Evans-Pritchard publica- rización difícilmente encuentra su parangón en el
do en 1936 en el Bulletin of the Faculty of Arts de El mundo occidental debido al racionalismo imperante.
Cairo (Evans-Pritchard, 1978) y no discutido por los En cambio, en los pueblos exóticos la irracionalidad
sociólogos, los historiadores de la sociología y los resulta ser más tolerable, incluso fascinante para el
paretólogos, da cuenta de la influencia del análisis propio Evans-Pritchard. Este propugna la presencia
sociológico en el funcionalismo británico (Rossetti, de líderes naturales en las sociedades nilóticas del
1978:75). Sudán y Egipto, quienes por razones supuestamen-
Evans-Pritchard revisa el Tratado de sociología te naturales son más inteligentes y por ello se im-
general y la teoría sobre las élites (Pareto, 2010) y ponen a los demás, se unen entre sí y forman élites

RES n.º 25 (2) (2016) pp. 241-257. ISSN: 1578-2824


247
El legado del funcionalismo. Limitaciones teóricas y excesos etnográficos

(Evans-Pritchard, 1977; 1978; 1987:138-163). Se y Mitchell, estos últimos africanistas en el Copper-


trata de la autoridad carismática weberiana, ema- belt y artífices junto con John Barnes de la teoría de
nada de consideraciones psicológicas y naturales: redes. Los estudios etnográficos comienzan a incor-
el líder convence más por lo que es que por aquello porar el estudio de los conflictos, la manipulación
que dice. Cabe señalar que la teoría del liderazgo de las reglas en la lucha por el poder, la perspectiva
es muy popular entre 1910-1930 coincidiendo con histórica y la metodología de los estudios de caso.
el ascenso de los totalitarismos y especialmente el Leach (1961) es uno de los primeros en cuestionar
irracionalismo fascista admirado en Italia y Alema- el excesivo énfasis normativista de los funcionalis-
nia. Aunque la teoría se abandona en sociología y tas sobre determinadas instituciones sociales como
ciencia política no ocurre lo mismo en antropología. el parentesco sin tener en cuenta los mecanismos
Los antropólogos estudian a los chamanes de los económicos y de adaptación ecológica, las relacio-
pueblos exóticos y descubren cómo estos líderes nes de poder reales y las decisiones estratégicas,
naturales transforman la mente de las personas, introduciendo la ambigüedad. Leach (1966) tam-
manipulan las conciencias y suscitan estados de bién acusa al funcionalismo, y en especial a Evans-
ánimo. Evans-Pritchard (1978:68) sostiene que si Pritchard y Fortes, de construir modelos ideales que
el estudio de Pareto es correcto las sociedades “ci- no tienen concreción empírica.
vilizadas” deberían ser explicadas de igual forma Posteriormente, Leach (1971) realiza una revi-
que las sociedades “primitivas”, por ejemplo, la sión de Kimil, una categoría central del pensamiento
existencia de líderes capaces de hacer resonar los andamanés que Radcliffe-Brown examinó en su cé-
instintos e impulsos de las masas para fomentar lebre monografía. En la primera parte de este artí-
revoluciones, rebeliones o cambios sociales. A par- culo Leach inicia una crítica contra el funcionalismo
tir de Pareto y Evans-Pritchard la conducta ritual, y contra Radcliffe-Brown, considerando su análisis
la magia, el mito, la cosmología, la irracionalidad, como intuitivo y meramente interpretativo (Ibíd., p.
lo ilógico y la manipulación psicológica de los re- 23). El funcionalismo, según Leach, postula: 1. una
cursos instintivos de las masas englobarán tanto a naturaleza humana universal. 2. reacciones huma-
las sociedades modernas como las exóticas. nas universales. 3. un común denominador: el valor
social de las cosas en la medida que contribuyen
al sostenimiento de la sociedad. Notoriamente ha-
CRÍTICAS llamos una reacción contra la doctrina de Durkheim
quien concibe la sociedad como un organismo sui
Gledhill (2008:2-3) recuerda que en 1951 el generis que se auto-preserva (Ibíd., p. 25) por medio
antropólogo norteamericano George Peter Murdoch de instituciones sociales (mitología, ritual, parentes-
criticó duramente la tradición británica funciona- co, etc.), las cuales actúan como fuerzas cohesivas,
lista en un célebre artículo publicado en American inculcando en los individuos los sentimientos apro-
Anthropologist. Murdoch despreciaba esta tradi- piados (Ibíd., p. 27). Si el funcionalismo postula un
ción por el hecho de tratarse —según su punto de interés por las partes de un sistema y a partir de ahí
vista— de sociólogos, no de antropólogos, carac- explica las relaciones, Leach considera que es el di-
terizados por una mirada especialmente limitada, namismo social el que explica las partes de la socie-
obsesionados por sistemas de parentesco y una dad. Leach señala que lo relevante es la naturaleza
visión estrecha de la “estructura social”, así como de la relación (la naturaleza del crisol —Kimil—),
dedicados a un proyecto ilusorio de construir “le- las situaciones, las propiedades y las condiciones de
yes” científicas “en base a una muestra pequeña contacto entre personas.
y no aleatoria de sociedades”, sin validación com- Firth (1975) señala que el funcionalismo no es
parativa en términos de estudios sistemáticos de asumible como teoría científica sino como un mo-
variaciones culturales. delo de interpretación y, por tanto, de cierta vague-
En los años 50 surgen las primeras heterodo- dad. Este modelo serviría exclusivamente para el
xias por parte de Leach, Gluckman, Barth, Epstein análisis de sociedades no colonizadas que deciden

RES n.º 25 (2) (2016) pp. 241-257. ISSN: 1578-2824


248
David Lagunas

la política día a día y en donde estas decisiones liberal y conservadora en donde se prevé siempre
son a la vez sociales y personales (por ejemplo, en un dominio del orden social. Así, se infiere que si no
relación a la política y la familia). Firth considera funciona el modelo, no produciéndose integración
que la labor antropológica no es científica sino que social, quien falla es el individuo tal como se ma-
resulta una tarea interpretativa al insuflar razona- nifestaría en el suicido egoísta (Durkheim, 1998).
miento especulativo (intelectualismo) al material Esta postura indicaría que quien no está integrado
empírico (pragmatismo, utilitarismo) (Ibíd., p. 18). socialmente es egoísta, patológico, desviado, mar-
Su análisis defiende una noción de creatividad ginal, excepcional. Los casos de personas y grupos
personal en la que a semejanza del estilo de los no integrados que Firth y Malinowski narran en sus
actuales posmodernos se señala la necesidad de etnografías ponen en evidencia las fallas del mo-
aprender de las novelas históricas y de la litera- delo de Durkheim. Las excepciones, el conflicto y los
tura en general (Lagunas, 2011). Firth (1975:4-5) fallos son continuos en las sociedades etnografia-
señala que su obra más importante We, the Tikopia das, las cuales, además, se hallaban cada vez más
se leía en su tiempo “como si fuera una novela”, afectadas por la colonización, con lo cual resultaba
debido a que la audiencia para quien escribía era muy complicado aplicar en ellas el funcionalismo.
mucho más amplia que los pocos antropólogos pro- El funcionalismo radical y absoluto fracasa
fesionales. Firth reconoció esta obra como un tra- ante el tratamiento de opiniones alternativas,
bajo experimental que planteaba varios problemas considerándolas como un ejemplo de no plena in-
para ser resueltos a posteriori con el desarrollo de tegración. Couldry (2005) critica la persistencia del
la teoría antropológica. pensamiento funcionalista en ciencias sociales, el
Uno de los principales pilares del funcionalismo cual ignora los procesos transgresores, disfuncio-
es el dogma durkheimiano de la integración social. nales y disociados del orden dominante. Es eviden-
Según Gluckman (1988), Malinowski toma al pié de te que en cualquier sistema social existen alterna-
la letra a Durkheim y realiza un énfasis excesivo en tivas y otras opciones, las cuales pueden motivar
la estabilidad y la ausencia de conflicto en el siste- un cambio de costumbres y de orden social. Merton
ma social. Gluckman en sus estudios sobre las ciu- (2002), representante del funcionalismo relativiza-
dades africanas reivindica, por un lado, y frente a do, critica el funcionalismo absoluto de Malinowski
la negación de la historia de Malinowski, el análisis cuestionando los postulados de la unidad funcional
histórico; por otro, la idea de que el conflicto entre de la sociedad —no todo está integrado—, del
blancos y negros es parte de un mismo campo so- funcionalismo universal —no todo elemento de
cial, una totalidad, que además conduce al final a una sociedad desempeña una función— y de la
la armonía entre las partes (Martínez Veiga, 2010). necesidad —no todo elemento es indispensable—
Así, hallamos en el funcionalismo que no resulta (Ibíd., capítulo III). Merton asume el cambio social
posible una explicación que tenga en cuenta la his- al criticar este último postulado según el cual cada
toria y el cambio (Harris, 1996:483) sino que son institución social cumple una función positiva e in-
necesarios modelos de historia acabados, al igual dispensable para el funcionamiento del todo. Para
que el liberalismo expresado por Fukuyama (1992). Merton, el problema es que Malinowski no consideró
El funcionalismo carece de teoría de la historia, así ni las alternativas funcionales (una misma función
como una teoría acerca de ideas y planteamientos puede ser desempeñada por cosas diferentes), ni
alternativos que pueden aparecer como meramente las disfunciones (que son parte del sistema social y
anómicos. Ello ha generado una omisión de la his- se restan a las funciones obteniendo un saldo neto)
toria y el cambio social de los pueblos exóticos. ni tampoco las a-funciones (funciones presentes
Probablemente, el funcionalismo se asemeje pero irrelevantes).
más a una ideología del orden social que a una teo- Por tanto al funcionalismo extremo, centrado en
ría interpretativa. La idea de Durkheim acerca de la el dogma de la integración social, le resulta imposi-
capacidad de integrar a todos los miembros de una ble normativizar lo marginal al eludir cualquier expe-
sociedad se confunde con enunciados de ideología riencia que no corresponda a la sociedad dominante

RES n.º 25 (2) (2016) pp. 241-257. ISSN: 1578-2824


249
El legado del funcionalismo. Limitaciones teóricas y excesos etnográficos

e integradora. Lo marginal se considera que, o no concepción del campesinado como expresión de un


tiene entidad, o tiene una conducta desviada, pato- ‘alma viviente’ de un espíritu fuera del tiempo, fija-
lógica y marginal9. El problema estriba en que el fun- do a un territorio, viviendo cercano a la naturaleza y
cionalismo sociológico no emplea un vocabulario de unido por el parentesco. Los funcionalistas reprodu-
marginalidad como fenómeno normal y mayoritario. cirían en su ‘sociología primitiva’ la idea universal
Aunque numéricamente el fenómeno de la margina- de sociedades fuera del tiempo, lo cual les impidió
ción sea poco importante en las sociedades exóticas apreciar el movimiento y la migración.
la marginalidad es un elemento normal del análisis. Según Firth (1975), el principal problema del
A ello se opone el uso de la integración en el sistema funcionalismo es que constituye un modelo que
social (Parsons, 1970:26-50) como concepto de la en ningún momento corresponde al modelo que
ideología hegemónica y entendiéndolo como elemen- tiene la sociedad etnografiada, sino que busca un
to dominante. Por ello, la no-integración se derivaría modelo válido para las referencias cognitivas oc-
de una opción individual. En ello coincide Durkheim cidentales. El funcionalismo se movería entre una
(1998) quien al referirse al suicidio egoísta lo consi- perspectiva emic (punto de vista del nativo e inter-
deró como resultado de una consecuencia personal y pretación) y el planteamiento antropológico (etic y
no social, como mencionábamos anteriormente. En explicativo). Firth lo expresa señalando la existen-
cambio, en el suicidio anómico teóricamente se prevé cia de un condicionante social que implica que la
la posibilidad de que la sociedad falle, mientras que subjetividad determina la atribución de significado
el suicidio altruista, resultado de un exceso de socia- y nuestra aprehensión de los patrones de la estruc-
lización, sería su antagónico. tura social, con lo cual es imprescindible la síntesis
La teoría funcionalista ha sido cuestionada por ente los modelos nativos y los del antropólogo. Firth
suponer la existencia de un estado de equilibrio defiende la necesidad de considerar la posición, los
político. La crítica comienza por observar si ello re- intereses, el compromiso y en general la experiencia
sulta ser una ilusión circunstancial —en un corte del antropólogo (Ibíd., p. 9-10). Firth se acerca con
sincrónico— o un fenómeno permanente. O bien, si ello a la crítica fenomenológica: la idea del fenóme-
en un sistema social existe un desfase temporal en no irreductible al analista a través del observar y
la delegación de poderes y privilegios temporales que participar. De manera similar, Fortes (1978) indicó
obtienen determinadas personas. Por ello, se prevé que en el funcionalismo el elemento de metodolo-
la posibilidad de que el orden social no integre total- gía común es el empirismo y la observación in situ
mente. De hecho, en las sociedades precoloniales se del trabajo de campo, siendo reacio a aceptar pro-
producían fisuras cuando las gentes emigraban de- posiciones no emanadas de esta experiencia (cfr.
bido a que no les resultaba posible la aceptación del Leach, 1974:16). Esta experiencia empírica radical
orden social. Ello revelaba un equilibrio no funcional define más justamente al funcionalismo además
en el sentido de la anomia/desviación de Durkheim. de posibilitar el diálogo con la fenomenología10. Se
Como Firth en Tikopia y Malinowski en las Trobriand trataría de una forma de minimalismo antropoló-
demostraron, las sociedades que por un lado se ex- gico constituida por la observación/experiencia
plicaban por un modelo de equilibrio también pre- radical e irreductible del trabajo de campo y por
sentaban altos casos de fisura social y migraciones la contextualización fenomenológica del trabajo de
compulsivas por motivos económicos. Hart (2003:2) campo derivado de la experiencia empírica.
señala que la antropología social británica mimeti-
zó el triunfo del nacionalismo central europeo y su
10 Fortes, Schapera y el propio Firth, quienes alcanzaron la
9 Esta postura ha sufrido fuertes críticas por parte de la plenitud en la década de los 30, estuvieron fuertemente
fenomenología y el marxismo. Ver, por ejemplo, al primer influidos por la fenomenología. Consideraban a la antro-
Sahlins (1972) sobre las sociedades caza-recolectoras pología como una artesanía en la que se combinaban
y la tesis de Worsley (1980) sobre los cultos del carga- elementos técnicos y elementos de interpretación depen-
mento en Melanesia. dientes de la formación y cultura del propio investigador.

RES n.º 25 (2) (2016) pp. 241-257. ISSN: 1578-2824


250
David Lagunas

A partir de su propuesta de un funcionalismo todo conspira a favor de un orden social totalitario,


matizado y parcial, Firth realiza una nueva lectu- sin escapatoria. Todo ello genera una serie de para-
ra del funcionalismo respetando la observación dojas. Por ejemplo, Poulantzas (1978) y su teoría del
empírica y la interpretación mayoritaria —pero aparato del Estado desarrolla el concepto del autori-
parcial— de la sociedad. Firth manifestaría una tarismo del aparato de control estatal argumentando
desconfianza hacia el funcionalismo positivo, pero que todo elemento existente en una sociedad cons-
enarbolaría el valor metodológico y heurístico del pira para mantener tal situación. El objetivo y fin de
modelo mediante un cierto interpretacionismo, si- toda institución no sería otro que el de mantener el
milar a la hermenéutica, como revela en su intro- orden existente. En suma, todo conspiraría a favor de
ducción a We, the Tikopia (Firth, 2011). El objeto una única idea, la de orden social y sin que nada ni
sería dar relieve a las diversas ideologías que con nadie pueda cambiar lo existente.
intereses diferentes coexisten en una misma socie- El problema es que este planteamiento marxis-
dad, así como enfatizar y dar relieve a las persona- ta nuevamente abole la noción de historia. Resulta
lidades que componen esta sociedad. paradójico que a pesar de que son los marxistas
El mayor problema sería la dificultad existente quienes más critican al funcionalismo, en sus et-
en la teoría funcionalista para desarrollar teorías nografías las sociedades exóticas aparecen sin
alternativas al partir de la premisa que cada socie- historia. Este planteamiento de análisis, acepta-
dad posee un orden hegemónico e integrador, el cual do en la antropología francesa antes de Georges
se presenta como el más dominante. Por ello, no es Balandier, coincide con la obra más marxista de
casual que el marxismo sea el que más ha criticado Sahlins (1983) Economía de la Edad de Piedra, la
al funcionalismo y que no haya marxistas estudian- cual constituye un modelo de intercambio para las
do estas sociedades exóticas, a excepción de casos sociedades “frías” y sin historia (cfr. Lévi-Strauss,
significativos como Godelier o Meillasoux. Los auto- 1997). Aunado a ello, los analistas marxistas creen
res marxistas tanto franceses (Meillassoux, Godelier, descubrir en los pueblos exóticos una relación de
Terray, Rey) como los habituales de la revista Critique poder total expresada en modelos formales (modos
of Anthropology (Friedman) han exagerado el funcio- de producción, relaciones de dominación, etc.),
nalismo, contribuyendo a que el mismo marxismo se dando cuenta de la existencia de desigualdades y
definiera a partir de un desplazamiento del paradig- aplastando las diferencias. Podemos concluir di-
ma funcionalista. En este sentido, los predicados ciendo que el funcionalismo triunfó en el marxismo
marxistas resultan simplistas y en ocasiones meras francés y que, por paradójico que resulte, en donde
boutades sin evidencias etnográficas, construidas menor presencia del llamado funcionalismo vulgar
bajo la premisa de que los aspectos económicos y hallamos es en el mismo funcionalismo.
tecnológicos dentro de la infraestructura interaccio- Como expresó Gluckman (1991; 2003; 2006) en
nan recíprocamente con la estructura11. su reformulación del funcionalismo el objeto de la
Este es el caso del marxismo estructuralista fran- antropología sería hacer entender otras sociedades
cés de Balibar, Althusser y Poulantzas, para quienes trasladando el máximo de conocimiento del otro
pueblo. De ahí que por su honestidad científica y
11 En cambio, el materialismo cultural, una expansión su excepcional recolección de datos etnográficos
del materialismo marxista, plantea que la relación resulte sencillo criticar la teorización funcionalista,
infraestructura/estructura es unidireccional y que es si bien no así tanto su labor descriptiva.
la producción/reproducción la que determina los otros
sectores de la estructura El materialismo cultural expli-
ca el cambio cultural en las condiciones materiales, en EL FUNCIONALISMO INTERPELADO
oposición a los postulados idealistas de Durkheim y el
estructuralismo de Lévi-Strauss para quienes el cambio Quisiera detenerme en una etnografía clásica
social se produce en los sistemas de pensamiento (Ha- estructural-funcionalista, dividida en dos partes
rris, 1979; 1996:277-278). y dedicada al análisis del sistema de linajes de

RES n.º 25 (2) (2016) pp. 241-257. ISSN: 1578-2824


251
El legado del funcionalismo. Limitaciones teóricas y excesos etnográficos

los tallensi de Ghana, realizada por Fortes (1967; relaciones intertribales en los pueblos africanos
1969). He seleccionado este trabajo por varias ra- como los tallensi se debe partir del derecho público
zones. La primera porque resulta un planteamiento y una teoría de relación política basada en grupos
a medio camino entre Radcliffe-Brown y Leach, al corporados, no limitándose al núcleo familiar con-
explicar Fortes las partes de la organización social sanguíneo (Fortes, 1969: 45 y ss).
tallensi pero manifestando abiertamente su inte- Fortes señala que su experiencia entre los ta-
rés por la relación entre ellas. La segunda, porque llensi le mostró que este grupo posee un modelo
ejemplifica el tipo de descripciones y explicaciones no elaborado conscientemente, el cual constituye
funcionalistas focalizadas en una organización, las un paradigma contrastable con el modelo del ob-
cuales acaban sobrepasando los propios objetivos servador externo (Fortes, 1967, cap. III; 1978:10).
funcionalistas. Estas explicaciones han sido ma- Fortes imagina que la propia sociedad tallensi es
leables, fáciles de entroncar con otros argumentos poseedora de la idea de un orden, simbolizado en
y útiles para la reconstrucción histórica (Terradas, la estructura de linaje. Esta idea abstracta debe
2004:21) como se demuestra en la crítica de Wors- cumplir una serie de condiciones (los principios de
ley (1956) al trabajo de Fortes. Y en tercer lugar, linaje: consistencia, coherencia y continuidad) para
porque permite apreciar más detalladamente cómo actuar como principio organizador de las prácticas
los estructural-funcionalistas definen principios sociales. No obstante, la estructura de linaje seg-
rectores y de orden de la estructura social, en el mentaria es fluida, de cambio continuo y muestra
caso que nos ocupa, la estructura de linaje como una enorme fluctuación y mayor dinámica en la
principio estructural básico. distribución territorial.
El primer investigador en tratar la estructura de El modelo estructural-funcionalista que em-
linajes fue Evans-Pritchard, describiéndola en sus plea Fortes es heurístico para describir e interpre-
monografías sobre los nuer a mediados de los años tar un fenómeno social fluctuante y amorfo que
30 del siglo pasado (Evans-Pritchard, 1977). Casi sólo posee una relación de correspondencia seg-
al mismo tiempo, Radcliffe-Brown en un artículo mentaria. Esta es la única regla socio-política en
de 1935 “Patrilineal and Matrilineal Succession” una estructura basada en el linaje. Entre los ta-
(Radcliffe-Brown, 1972) proporcionará un trata- llensi las identidades y solidaridades surgen sólo
miento teórico al considerar al linaje como una idea cuando se necesitan, con lo cual la unidad social
abstracta, no como una institución equilibradora. existe pero se expresa dinámicamente cuando es
Sin embargo, no será hasta los trabajos de Fortes necesaria. Los clanes y todo tipo de linajes se re-
sobre los tallensi cuando se logrará su principal velan a través de una historia de las relaciones,
formulación. mutuas y simétricas, entre cada segmento de
La definición de linaje de Fortes constituye una igual condición, los cuales sólo son potenciales
definición política, jurídica y social (sucedáneo de cuando no resultan necesarios.
lo que sería una definición de Estado, nación o po- La premisa de Fortes es que a través de esta
lis) de una entidad corporada que proporciona un fluctuación en la identidad de linaje se genera un
grado de cohesión social, política y jurídica. Esta equilibrio dinámico a través del tiempo12. La expli-
definición se aleja de la ecuación que considera el cación estructural-funcionalista de Fortes, es decir,
parentesco como sinónimo de familia, acercándo- su teorización respecto al equilibrio interno de las
se a una noción institucional de parentesco más sociedades, es expuesta a posteriori. Si bien en sus
próxima al concepto de Estado y con mayor relación reflexiones posteriores (Fortes, 1978) es redundante
respecto a fenómenos de gran política y cultura. En en su idea de equilibrio social, en sus monografías
general, cuando los estructural-funcionalistas es-
tudian el parentesco perciben que se trata de un 12 Ello se relaciona con la metáfora de la tienda de los be-
ámbito relacionado con fenómenos sociales y po- duinos, que expresa la temporalidad y provisionalidad
líticos que ultrapasa el círculo de parentesco. En de la residencia, aunque sus ocupantes pueden tener
este tenor, Fortes muestra que para entender las tradiciones fuertemente arraigadas.

RES n.º 25 (2) (2016) pp. 241-257. ISSN: 1578-2824


252
David Lagunas

(Fortes, 1967; 1969:74) hace referencia a un con- ca, considerando que realiza un estudio científico de
flicto en el seno del grupo doméstico que no se halla la sociedad. Fortes defiende vehemente el empirismo
resuelto. El resultado de este conflicto son constan- como la característica esencial de una ciencia, in-
tes fisiones, dispersiones y migraciones, lo cual cluyendo hechos de experiencia inmediata. Paradó-
contribuye a la explicación del modelo de equilibrio. jicamente, en Fortes encontramos una doble faceta
Fortes muestra fracturas importantes que transcu- cuando en sus textos más científicos se muestra más
rren a lo largo de toda la sociedad y que darán lugar rígido, lo cual contradice los aspectos más fluidos de
a muchos conflictos en el momento en que diver- sus monografías.
sas comunidades aceptan que son descendientes Y las comparaciones son difíciles. El modelo de
de grupos inmigrantes de origen no-tallensi. A lo las mafías italianas ha evocado el modelo de lina-
largo de su monografía se describe una comunidad jes africano, aunque entre los tallensi los linajes se
tallensi no cerrada, producida por migraciones que estructuran en circunstancias igualitarias hacien-
han dejado un fractura fundamental en la socie- do la comparación mafías/linajes generalmente
dad. Esta fractura dual (inmigrante/no inmigrante) difícil. Blok (1974) ha realizado estudios sobre la
permea toda la estructura social, siendo notorio mafia en Sicilia demostrando que las familias ma-
en diversos aspectos como guerras o los mitos de fiosas no son súbditos del Estado sino que pactan
origen. Por ello, el hipotético equilibrio no queda con éste: o bien no entran en el modelo social ordi-
demostrado. nario o bien lo desafían, compitiendo con el mismo
El planteamiento de Fortes tiene un punto dé- aparato estatal a fin de obtener así un mayor nú-
bil y es que nos hallamos frente al idealismo de mero de privilegios. En algunos momentos históri-
un principio rector: el idealismo de las funciones cos, las mafias italianas, de igual manera que los
debido a que se supeditan a un ideal (el linaje). El caciques y oligarcas rurales españoles de los siglos
mayor inconveniente de Fortes es la propia totali- xviii-xix, han tratado de igual a igual al Estado. En el
dad del modelo. Todo queda explicado a partir de caso español, la relación no es de parentesco, sino
un principio rector, el cual puede reflejar meramen- de patronazgo, y su importancia radica en que han
te los intereses de un grupo dominante tal como jugado el papel estructurador del Estado en un mo-
afirma Worsley (1956). Worsley realiza la crítica a mento en que el éste ha sido débil y precario (Costa,
la obra de Fortes a partir de los textos sobre los 1975; Contreras, 1991).
tallensi del mismo Fortes, lo cual demuestra la im-
portancia de su obra y del excedente etnográfico en
ella presente. Para Worsley el modelo se fisura ya CONCLUSIONES
que no resulta tan monolítico como aparenta y re-
vela cómo la fluidez de la sociedad tallensi expulsa La crítica de Ulin (1990:46) plantea que la an-
constantemente a los individuos, crea inmigrantes tropología funcionalista británica no fue otra cosa
y permite la entrada del colonialismo y difuminando que la aplicación de la sociología durkheimiana a
la sociedad. las necesidades de la administración colonial. Su
La teoría de linajes africanos se construye por tesis es que el propósito expreso del funcionalismo
parte de los estructural-funcionalistas como ideo- era describir y analizar la vida social de los pueblos
logía. Pero no constituye una explicación total de la exóticos, pero estando implícito un proceso de ob-
sociedad aunque puede verse como posición parcial, jetivación que producía conocimientos utilizables
intentando ver si existen otras ideologías y cómo pre- para controlar y administrar a los pueblos coloni-
dominan unas sobre otras. Retrospectivamente, el zados. Asad (1973:17) explica esta omisión debido
sistema de linajes debe entenderse como un elemen- a que los funcionalistas dependían de los gobier-
to de estudio y no como una herramienta de explica- nos coloniales para obtener el acceso al trabajo
ción total. Años más tarde, Fortes (1978) realiza una de campo y por ello no estaban interesados en dar
presentación más simplista y matizada del problema forma a un pensamiento radical en contra del poder
y emplea el paradigma del linaje de manera empíri- colonial. Eriksen y Nielsen (2001:56) sostienen que

RES n.º 25 (2) (2016) pp. 241-257. ISSN: 1578-2824


253
El legado del funcionalismo. Limitaciones teóricas y excesos etnográficos

los funcionalistas británicos legitimaron, directa e no tanto heurísticos, como los más cerradamente
indirectamente, el poder colonial. Desde este punto estructural-funcionalistas. Este hecho se aprecia
de vista, el apoyo brindado por los gobiernos fa- más claramente en la biografía intelectual de Ma-
cilitaría el intento de establecer académicamente linowski y Radcliffe-Brown, las dos mayores figuras
la disciplina. Ello condujo a los funcionalistas y del funcionalismo y del estructural-funcionalismo
estructural-funcionalistas a intentar establecerse respectivamente. Por un lado, la publicación a tí-
como científicos, redundando en el estatuto cientí- tulo póstumo de la obra Una teoría científica de la
fico y académico de la antropología. Pero el resulta- cultura de Malinowski en 1944 presenta su teori-
do fue el fracaso y no el prestigio social esperado. zación definitiva sobre el funcionalismo. Esta obra
Hemos señalado cómo Firth supo anticiparse en supuso el intento más serio de construir a posteriori
su posición escéptica respecto al estatuto científico una metodología científica con planteamientos po-
de la antropología, compuesta por una diversidad sitivistas, a la vez que implicó un retroceso de la
de elementos que la alejaban de lo que era ciencia, sofisticación metodológica lograda. Por otro, expli-
y evitando así los riesgos del cientifismo antropoló- ca la marcha de Radcliffe-Brown a la Universidad
gico. El funcionalismo constituye un paradigma de de Chicago entre 1931 y 1937, donde sus estudian-
explicación nebuloso. El paradigma funcionalista tes publicaron extractos de sus lecciones a título
nunca pudo aplicarse al pie de la letra, de manera póstumo en 1957, A Natural Science of Society. De
sistemática o exhaustiva, sino que debía utilizarse Chicago, Radcliffe-Brown retornaría a Gran Breta-
como una justificación a posteriori. Ni el propio Ma- ña radicalmente ya como un estructural-funciona-
linowski optó por esta justificación como se apre- lista, con una teoría sociológica cerrada, frente a la
cia en la calidad descriptiva y la riqueza de datos tradición británica —más fluida— de Needham,
empíricos que aparecen en Los jardines de coral y Leach y Firth.
su magia o Crimen y costumbre, y tampoco en su A partir de los planteamientos teóricos del fun-
polémica psicológica (Malinowski, 1982) en la cual cionalismo y estructural-funcionalismo que hemos
sigue un planteamiento opuesto. El funcionalismo analizado los estudios se caracterizarían por dos
se caracterizaría por una gran riqueza etnográfica aspectos: el sincronismo y el hecho de realizarse en
reducida a un molde encarcarado e inerte. Ello ha- comunidades cerradas, aunque ello no se constata
bría derivado de una actitud de defensa en pro de en sus monografías. En relación al primer aspec-
su carta de estatuto científico a fin de que otras to, tanto el modelo estructural-funcionalista como
disciplinas como la economía o el derecho respe- funcionalista comparten un problema: la dificultad
taran su objeto científico, los pueblos exóticos. Con de cualquier reconstrucción histórica de las socie-
ello los funcionalistas pretendían que se produjera dades objeto de estudio. Por ejemplo, la segmenta-
una interrelación e interdisciplinariedad hacien- ción de linaje expuesta por Fortes entre los tallensi
do que otras disciplinas se interesaran por ellos. simboliza la forma política de legitimidad de las
De este modo, para validar sus modelos optaron actuaciones y expresa una estructura de continui-
por exagerar al máximo el estatuto científico y la dad en el tiempo de larga duración, manifestándo-
presentación de la antropología como una socio- se en el tiempo como segmentación. El principio de
logía de los pueblos tradicionales y exóticos. Todo autoridad se construiría por medio de la segmen-
lo contrario que los posmodernos quienes optaron tación articulada ritualmente con antepasados a
por el extremo opuesto negando el método cientí- través del tiempo. Pero este vínculo es inferido y no
fico, el objetivismo y el positivismo característicos puede demostrarse mediante una relación directa.
del estructural-funcionalismo, así como en gene- En relación al segundo aspecto, a pesar de
ral los paradigmas de la modernidad (Lagunas, las apariencias, los intentos de estudiar comuni-
2011:104). dades cerradas no son propios del funcionalismo.
Por tanto, los autores funcionalistas en lugar Estos más bien se realizaron entre las décadas de
de afirmarse como filósofos prefirieron identificar- los 40 y 60 del siglo pasado en comunidades de la
se como científicos a fin de defender los aspectos, Europa mediterránea como Grecia e Italia, siendo

RES n.º 25 (2) (2016) pp. 241-257. ISSN: 1578-2824


254
David Lagunas

un paradigma de esta labor España con la célebre y modo de cambiarla. Madrid: Revista de Tra-
monografía de 1954 sobre Grazalema, The people bajo.
of the Sierra, de un joven Julian Pitt-Rivers. Estos Couldry, N. (2005). Media Rituals: Beyond Functio-
estudios se realizaron por parte de autores, como nalism. En E. W. Rothenbuhler, M. Coman
resulta sintomático en Pitt-Rivers, que no han de- (Eds.), Media Anthropology (pp. 59-70). Thou-
jado un gran legado teórico. sand Oaks: Sage.
¿Qué legado ha brindado el funcionalismo? El Durkheim, E. (1982). La división del trabajo social.
funcionalismo y el estructural-funcionalismo son Madrid: Akal.
representativos de una época muy fértil en la pro- Durkheim, E. (1997). Las reglas del método socioló-
ducción de etnografías comprensivas en relación a gico. Madrid: Akal.
diversos campos y facetas, con trabajos de campo Durkheim, E. (1998). El suicidio. Madrid: Akal.
extensos y con gran observación y participación. Eriksen, T. H., Nielsen, F. S. (2001). A History of An-
Podemos concluir señalando que la teorización thropology. London: Pluto Press.
funcionalista y estructural-funcionalista, excesiva- Evans-Pritchard, E. (1977). Los nuer. Barcelona:
mente esquemática, constituiría una guía acadé- Anagrama.
mica parcial en sus énfasis sobre la idea durkhei- Evans-Pritchard, E. (1978). Science and Sentiment
miana de cohesión e integración social. an Exposition and Criticism of the Writings of
La ironía es que la comprobación del funciona- Pareto. Revue européenne des sciences socia-
miento no pleno del modelo funcionalista sólo ha les, 16(43), 51-73.
sido posible gracias al exceso de información etno- Evans-Pritchard, E. (1987). Historia del pensa-
gráfica que los autores englobados en esta corrien- miento antropológico. Madrid: Cátedra.
te proporcionaron, si bien ocultando u obviando Evans-Pritchard, E. (2013). Social Anthropology.
aquellos datos discordantes con su teoría explica- London: Routledge.
tiva. De este modo, las limitaciones teóricas serían Firth, R. (Ed.), (1974). Hombre y cultura. La obra de
sobrepasadas por la excelente calidad descriptiva Bronislaw Malinowski. México D. F.: Siglo XXI.
y el exceso de datos etnográficos que aportan las Firth, R. (1975). An Appraisal of Modern Social An-
monografías funcionalistas, así como las contri- thropology. Annual Review of Anthropology, 4,
buciones metodológicas en relación al trabajo de 1-25.
campo intensivo y el estudio de las interrelaciones Firth, R. (2011). We the Tikopia. A Sociological Study
funcionales entre las instituciones sociales. of Kinship in Primitive Polynesia. London: Rout-
ledge.
Fortes, M. (1967). The Dynamics of Clanship among
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS the Tallensi, being the First Part of an Analysis
of the Social Structure of a Trans-Volta Tribe.
Asad, T. (1973). Anthropology and the Colonial En- London: Oxford University Press.
counter. London: Ithaca Press. Fortes, M. (1969). The Web of Kinship among the
Blok, A. (1974). The Mafia of a Sicilian Village, Tallensi. The Second Part of an Analysis of the
1860-1960. A Study of Violent Peasant Entre- Social Structure of a Trans-Volta Tribe. London:
preneurs. Cambridge: Waveland Press. Oxford University Press.
Caplow, T. (1974). Sociología fundamental. Barce- Fortes, M. (1978). An Anthropologist’s Apprentices-
lona: Vicens Vives. hip. Annual Review of Anthropology, 7, 1-30.
Contreras, J. (1991). Estratificación social y rela- Fukuyama, F. (1992). El fin de la historia y el último
ciones de poder. En J. Prat et al (Eds.), Antropo- hombre. México D. F.: Planeta.
logía de los Pueblos de España (pp. 499-519). Geertz, C. (2003). La interpretación de las culturas.
Madrid: Taurus. Barcelona: Gedisa.
Costa, J. (1975). Oligarquía y caciquismo como la Gledhill, J. (2008). Inaugural Keynote Lecture La An-
forma actual de gobierno en España. Urgencia tropología Social en la Tradición Británica (Social

RES n.º 25 (2) (2016) pp. 241-257. ISSN: 1578-2824


255
El legado del funcionalismo. Limitaciones teóricas y excesos etnográficos

Anthropology in the British Tradition), Confe- Kuper, A. (1971). Antropología y antropólogos. La


rence on La Antropología en España y Europa, escuela británica: 1922-1972. Barcelona: Ana-
Madrid, September 2-6, 2008 (en línea). http:// grama.
jg.socialsciences.manchester.ac.uk / Conferences Lagunas, D. (2011). Sobre antropología, posmoder-
/.pdf, acceso 16 de noviembre de 2014. nidad y teoría crítica. Desacatos, 35, 97-114.
Gluckman, M. (1988). Datos etnográficos de la Layton, R. (1997). An Introduction to Theory in An-
antropología social inglesa. En José R. Llobe- thropology. Cambridge: Cambridge University
ra (Comp.), La antropología como ciencia (pp. Press.
141-152). Barcelona: Anagrama. Leach, E. R. (1961). Pul Eliya, A Village in Ceylon:
Gluckman, M. (1991). Custom and Conflict Africa. A Study of Land Tenure and Kinship. New York:
Oxford: Blackwell. Cambridge University Press.
Gluckman, M. (2003). Análisis de una situación social Leach, E. R. (1966). Malinowski Revisited. New York
en Zululandia moderna, Bricolage, 1, 34-49. Review of Books, 26 May 1966, vol. 6, no. 9.
Gluckman, M. (2006). Order and Rebellion in Tribal Leach, E. R. (1971). Kimil: A Category of Andamanese
Africa. Collected Essays with an Autobiographi- Thought. En P. Maranda, E. K. Maranda (comp.),
cal Introduction. London: Routledge. Structural Analysis of Oral Tradition (pp. 22-48).
Goldschmidt, W. (1966). Comparative Functiona- Filadelfia: University of Pensilvania Press.
lism, An Essay in Anthropological Theory. Ber- Leach, E. R. (1974). La base epistemológica del em-
keley: University of California Press. pirismo de Malinowski. En R. Firth (Ed.), Hom-
Goody, J. (1995). The Expansive Moment. The Rise of bre y cultura. La obra de Bronislaw Malinowski
Social Anthropology in Britain and Africa 1918- (pp. 291-312). México D. F.: Siglo XXI.
1970. Cambridge: Cambridge University Press. Lévi-Strauss, C. (1997). El pensamiento salvaje.
Hart, K. (2003). British Social Anthropology’s Natio- Santafé de Bogotá: Fondo de Cultura Econó-
nalist Project. Anthropology Today, 19(6), 1-2. mica.
Harris, M. (1979). Cultural Materialism. The Stru- Mair, L. (1998). Introducción a la antropología so-
ggle for a Science of Culture. New York: Random cial. Madrid: Alianza.
House. Malinowski, B. (1977). El cultivo de la tierra y los
Harris, M. (1996). El desarrollo de la teoría antro- ritos agrícolas en las islas Trobriand. Los jardi-
pológica. Historia de las teorías de la cultura. nes de coral y su magia. Barcelona: Labor.
México D. F.: Siglo XXI. Malinowski, B. (1981). Una teoría científica de la
Holmwood, J. (2005). Functionalism and its critics. cultura. Barcelona: Edhasa.
En A. Harrington (ed.), Modern Social Theory: An Malinowski, B. (1982). Estudios de psicología pri-
Introduction (pp. 87-110). Oxford: Oxford Uni- mitiva: el complejo de Edipo. Barcelona: Paidós
versity Press. Ibérica.
Homans, G. (1954). General and Theoretical: Struc- Malinowski, B. (1986). Los argonautas del Pacífico
ture and Function in Primitive Society: Essays occidental. Barcelona: Planeta-Agostini.
and Addresses. A. R. Radcliffe-Brown. With a Malinowski, B. (1994). Magia, ciencia, religión.
foreword by E. E. Evans-Pritchard and F. Eggan. Barcelona: Ariel.
American Anthropologist, 56(1), 118-120. Martínez Veiga, U. (2010). Historia de la Antropo-
Jarvie, I. C. (1973). Functionalism. Minneapolis: logía. Formaciones socioeconómicas y praxis
Burgess Publishing Company. antropológicas, teorías e ideologías. Madrid:
Kuklick, H. (1991). The Savage Within: The Social UNED.
History of British Anthropology, 1885-1945. Merton, R. K. (2002). Teoría y estructura sociales.
Cambridge: Cambridge University Press. México D. F.: Fondo de Cultura Económica.
Kuklick, H. (1996). Functionalism. En A. Barnard, J. Nadel, S. F. (1942). A Black Byzantium. The King-
Spencer (Eds.), Encyclopedia of Social and Cul- dom of Nupe in Nigeria. New York: Oxford Uni-
tural Anthropology. New York: Routledge. versity Press.

RES n.º 25 (2) (2016) pp. 241-257. ISSN: 1578-2824


256
David Lagunas

Nadel, S. F. (1947). The Nuba. An Anthropological ciones de Antropología del Estado español (en
Study of the Hill Tribes of Kordofan. London: línea). http://www.lacentral.com, acceso 18 de
Oxford University Press. septiembre de 2014.
Pareto, V. (2010). Forma y equilibrio sociales. Ma- Terradas, I. (2008). Justicia vindicatoria. Madrid:
drid: Minerva. CSIC.
Parsons, T. (1970). The Social System. London: Ulin, R. (1990). Antropología y teoría social. México
Routledge & Kegan Paul. D. F.: Siglo XXI.
Poulantzas, N. (1978). Poder político y clases so- Worsley, P. (1956). The Kinship System of the Tallen-
ciales en la sociedad capitalista. Madrid: Siglo si: A Reevaluation. Journal of the Royal Anthro-
XXI. pological Society, 86, 37-75.
Radcliffe-Brown, A. R. (1922). The Andaman Islan- Worsley, P. (1980). Al son de la trompeta final. Ma-
ders. Cambridge: Cambridge University Press. drid: Siglo XXI.
Radcliffe-Brown, A. R. (1972). Estructura y función
en la sociedad primitiva. Barcelona: Ediciones
Península. NOTA BIOGRÁFICA
Rossetti, C. G. (1978). Evans-Pritchard e Pare-
to. Revue européenne des sciences sociales, David Lagunas es profesor titular del departa-
16(43), 75-90. mento de Antropología Social de la Universidad de
Sahlins, M. (1972). Las sociedades tribales. Bar- Sevilla. Ha desempeñado su labor docente e inves-
celona: Labor. tigadora en la Universidad Autónoma del Estado de
Sahlins, M. (1983). Economía de la Edad de Piedra. Hidalgo, la Escuela Nacional de Antropología e His-
Madrid: Akal. toria en México y la Texas University at Austin. Autor
Stocking, G. W. (Ed.), (1984). Functionalism Histo- de más de un centenar de publicaciones, sus tra-
ricized. Essays on British Social Anthropology. bajos se enfocan al estudio de minorías étnicas en
Madison: University of Wisconsin Press. Iberoamérica (Gitanos, Tepehuas, Otomíes, libane-
Stocking, G. W. (1995). After Tylor: British Social ses), así como culturas del trabajo (mineros). Otra
Anthropology, 1888-1951. Madison: University línea de su pensamiento ha sido la antropología del
of Wisconsin. turismo. Actualmente su trabajo aborda cuestiones
Terradas, I. (2004). Realismo etnográfico. Una re- en torno a las ciencias cognitivas y la práctica cul-
consideración del programa de Bronislaw K. tural. Es miembro regular de la Academia Mexicana
Malinowski. En J. Bestard (editor). Después de de Ciencias y de The European Academic Network
Malinowski. Las Palmas: Federación de Asocia- on Romani Studies del Consejo de Europa.

RES n.º 25 (2) (2016) pp. 241-257. ISSN: 1578-2824


257

También podría gustarte