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Marcas, huellas de una travesía no

elegida(educadores en tránsito )

Bernardo Blejmar.

Cuando despertó el dinosaurio todavía estaba allí.


Augusto Monterroso

Un día despertamos y la pandemia estaba aquí, no allí.


La cotidianeidad de las aulas entonces tuvo un profundo e inesperado
quiebre que nos arrojó a una travesía no elegida, allí estamos, en esta
cuarentena tan difícil como necesaria. No lo elegimos pero no estamos
exentos de la responsabilidad de gestionarlo.
Lo sabemos, los quiebres externos, los que nos pasan, desafían primero
nuestro intento de comprensión y ahí nomás la capacidad de respuesta.
La primer protagonista de toda interrupción de supuesta “normalidad “es la
emoción gatillada, el temor, la angustia, a veces la exaltación.
Aparece la necesidad de encontrar palabras que nombren lo difícil de
nombrar, a veces lo indecible.
El reto: aceptar la emoción vivida y poder Pensar para hacer y hacer para
volver a pensar.
Pensar, nos dice Amado Savater, es abrir un agujero en la situación saturada
y no temer el agujero abierto sin cerrar.
1er marca Levantar el derecho a la perplejidad, al desconcierto, al no sé, a
las pregunta sin respuesta, no huir hacia la compulsión a la acción (como
falsa calma de la angustia ) ni a la procrastinación de las decisiones, del no
hacer hasta la claridad total (que nunca llega).
No hay continuidad de lo quebrado, sí puede y debe haber en la búsqueda
de sutura: exploración, ensayo, error, desde la aceptación de lo nuevo en lo
nuevo.
Hubo y hay emergencia / urgencia sanitaria, no educativa, teníamos y
tenemos tiempo, si nos lo damos.

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2da marca De las ideas globalizadoras y la fantasía de un mundo ancho
abierto y en continuo progreso nos replegamos en nuestro país, en nuestra
comunidad, en nuestras casas (cuando las hay), en nuestros cuerpos.
Esos cuerpos que habitaban la escuela, que celebraban la cercanía, el estar
juntos, se transformaron en sospechosos, peligrosos como posible
transporte del mal.
La búsqueda de cercanía social compitió con la obligada distancia física.
El libro de los abrazos de Galeano mutó en los protocolos sanitarios.
El calor de nuestros cuerpos se enfrió en las caritas del zoom y fueron
nuestros maestros, nuestros chicos, chicas los que les devolvieron la
temperatura desde la palabra, el gesto y la mirada.
3era marca El equipaje con que iniciamos esta travesía era el que teníamos
(la excepcionalidad nunca empieza cuando empieza, empieza antes con lo
que traíamos) el desfinanciamiento educativo, nuestras debilidades
institucionales, brechas en las capacidades, competencias y equipamientos
tecnológicos, las profundas inequidades sociales que arman mundos para
unos y expulsan a otros, la brecha con la escuela requerida, la indiferencia
pública son y fueron parte del equipaje y de nuestra capacidad de respuesta ,
junto a la tejida trama vincular, amor por el servicio y la garra solidaria que
supimos construir.
Por eso también el día después será lo que hagamos hoy.
4ta marca Los educadores son, somos “también” personas, tenemos
familias, padres, soledades, hijos, incertidumbre económica, salud o no.
También necesitamos pensar comprender, preparar las propias vidas para la
travesía.
“No somos héroes”, proclamaban algunos médicos, somos personas
trabajando y necesitamos que también nos cuiden con lo que necesitamos.

Los educadores también necesitan que los cuiden, cuidarse para poder
Cuidar. Aire Respiración, Tiempo Contención, Recursos, salarios
Insumos, Comprensión y claro desafío “administrado”.
La red de colegas, el tejido de los pares se fortaleció en lo virtual como red
de sostén Soy porque somos. Estoy porque estamos.
No hay sacerdocio ni entrega, hay vocación, trabajo y compromiso.

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Los buenos docentes están y estuvieron dispuestos, pero no pueden estar
disponibles (las cosas están disponibles, no las personas).

5ta marca El quiebre empujó la postergada alfabetización digital de los


docentes: el lunes empiezo…
Hoy crecieron nuestras capacidades tecnológicas y el aprendizaje de que a
veces son las condiciones que fuerzan los hechos más que las voluntades
individuales (no quedaba otra, aprender o…)
Estamos aprendiendo el oficio indirecto de crear condiciones para que las
cosas sucedan. Como servir la mesa para estimular apetitos.
La tecnología, lo digital hace tiempo que irrumpió en el paisaje educativo,
mostró su valor y potencial para conectarnos, abrir nuevos y desconocidos
mundos, posibilidades, bienvenida sea. Pero desnudó al mismo tiempo la
obscenidad de las desigualdades sociales, económicas de un mundo que
también indigna en sus injusticias.
Volver a Comenio Educar todo a todos
El reclamo educativo necesita mutar en compromiso político, equipar
tecnológica y ediliciamente a las escuelas para que todos todas estén adentro
y tengan su lugar, especialmente en la vuelta gradual a los edificios escolares.
También, en la obligada pérdida, en la falta, se fortaleció la importancia
insustituible del lazo, del vínculo, la mirada, la vecindad de los cuerpos y de
esas temperaturas emocionales de la cercanía física, emocional que nunca
podrán ser reemplazadas por ninguna pantalla y virtualidad. También eso es
Escuela .
6ta marca La insuficiencia del mapa (plan, curriculum), bueno como guía
pero obsoleto para las texturas del nuevo territorio.
Se hizo necesario elegir, privilegiar y también inventar recrear contenidos
(Tonucci dixit) fuera de las planificaciones oficiales que tuviera como figura
la familia y fondo los chicos.
Ahí emergió un nuevo dispositivo planificador “Lo vamos Viendo” como
un radar sensible para captar nuevas e inimaginables posibilidades de
acciones acompasando los aires del tiempo oportuno.
Ver, comprender y actuar fue la maniobra requerida.

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Hubo que aceptar la pérdida de control, la ausencia de prescripciones y
surfear la emergencia de lo contingente, la hoja vacía.
Evaluar sí, acreditar lo veremos.
7ta marca A más de 60 días de iniciada la travesía y aún con las marcas del
cansancio, el hastío del aislamiento, el dolor por el sufrimiento, los muertos
y la ominosa presencia del miedo se hace necesario ya pensar en la “vuelta”
apostando a la serenidad, desde las casas y sin ver la otra orilla.
Una vuelta imposible porque ni el lugar dejado ni nosotros seremos los
mismos, se trata de inaugurar, con la mochila cargada de lo vivido.
Si nadie es poseedor total de las certezas del día después, es momento de
pensar y hacer palabras nuevas entre todos, docentes directores supervisores
alumnos, padres para incidir en quienes legítimamente fueron elegidos para
decidir Qué y Cómo hacer escuela en la futura vieja nueva presencialidad.
Tarea de todos celebrando diversidades, sin tutelas patriarcales.
“Nunca he tenido una buena idea que no haya surgido de una buena
conversación con otros.
Restituir el lugar de la palabra.
Para eso tendremos que dejar de hablar A otros y poder escuchar para
hablar CON otros, tal el freireano desafío de todo maestro con sus alumnos.
Finalmente, si hay marca, habrá huella, entonces puede haber aprendizaje
para ser y hacer mejor.
¿Lo habrá? Yo, por lo menos, no lo sé. Nos queda sí, activar la esperanza.

“Todo tiene una grieta,


pero también por allí es por donde entra la luz”
Leonard Cohen

Invitación: extender las marcas según el tránsito de cada uno por esta
travesía no elegida y así seguir inacabando la tarea de escribir dando
testimonio.

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