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Manucci, M - Mapas de La Complejidad
Manucci, M - Mapas de La Complejidad
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Índice
Capítulo 1
Protagonistas en la incertidumbre – p.5
Los límites de nuestra realidad – p.13
¿Dónde está el futuro? – p.17
Desafiar las certezas – p.20
Metáforas del desconcierto – p.23
La importancia estratégica de las sutilezas – p.29
El destino como decisión histórica – p.35
Capítulo 2
De las máquinas a los símbolos – p.40
De la persuasión a la gestión de realidades – p.44
La trama de un nuevo contexto – p.48
Capítulo 3
Estrategia en la inestabilidad – p.55
Mapas subjetivos de la realidad colectiva – p.59
Narraciones para transitar la incertidumbre – p.63
Orientación en la inestabilidad – p.69
Respuestas en la incertidumbre – p.75
Estructura, identidad y comunicación – p.80
La construcción de lo cotidiano – p.91
3
Capítulo 4
Liderar en la inestabilidad – p.96
Gestionar en la incertidumbre – p.100
Diseñar y gestionar significados compartidos – p.103
El futuro plegado en el presente – p.106
Transformar el liderazgo para reinventar el futuro – p. 110
Recuperar utopías – p.113
Bibliografía – p.119
4
Capítulo 1
Protagonistas en la incertidumbre
Cualquier intervención sobre la dinámica del contexto, desde las acciones más
cotidianas hasta los proyectos más sofisticados, surge a partir de una lectura de la
realidad. Toda acción comienza con una mirada sobre el entorno que carga de
significación las situaciones que aparecen en el horizonte corporativo. La mirada le
da sentido, interpretación y dimensión conceptual a las experiencias cotidianas. Por
lo tanto podríamos considerar que “la mirada” es la base de cualquier estrategia, es
la que recoge, ordena, interpreta y prioriza los datos, los conceptos y los sucesos
que luego se transformarán en proyectos, programas y acciones.
5
grupo de personas interactuado para llevar adelante un proyecto común,
gestionando su propia incertidumbre ante la complejidad de los acontecimientos.
La dinámica de los sectores sociales y económicos está enmarcada por una serie de
fenómenos como la globalización, la velocidad y discontinuidad de los cambios, el
desarrollo tecnológico, entre otros, que desde hace unas décadas protagonizan libros,
estudios y ensayos. Estos procesos conforman la base de un desafío doble para las
personas. En primer lugar ¿cómo encontrarle sentido a un mundo tan complejo e
inestable para mantener un diálogo fluido con los hechos cotidianos?; y en segundo
lugar ¿cómo construir y compartir con otras personas una imagen de futuro para
desarrollar un camino compartido?
1
Wheatley, Margaret. Finding Our Way. Leadership for uncertain time. Berret - Koelher Publishers Inc. San
Francisco, 2007. p.33
6
En contextos inestables la actividad de la organización se transforma en una apuesta.
La organización apuesta a que “su propuesta” (productos, servicios, proyecto social,
etc.) sea valorada y aceptada por los sectores de la comunidad o el mercado a los
cuales está dirigida. La propuesta es la base sobre la cual, una organización, elabora
una estrategia para sostenerla y participar en la interacción de un contexto social
determinado. Pero en la dinámica de la trama actual no hay garantías de permanencia
de ninguna estrategia en el tiempo. La mayor competencia de un proyecto estratégico
es la propia incertidumbre que genera su implementación y desarrollo en la
complejidad de los hechos y en la inestabilidad de los sistemas actuales.
Cada una de las personas que integra una organización y cada una de las
organizaciones que integran una trama social transitan la incertidumbre cotidiana con
un conjunto de paradigmas, de narraciones y de metodologías a través de las cuales
intenta otorgarle significación a un conjunto fragmentado de acontecimientos. Un
grupo limitado de herramientas por las que, tarde o temprano, la incertidumbre se
escurre dejando a las organizaciones al borde de su paisaje más temido.
Ahora bien, ¿de qué hablamos cuando nos referimos a incertidumbre? Todos
tenemos sensaciones e intuiciones respecto de la incertidumbre y sus implicancias en
las acciones diarias. Pero esta pregunta necesita una respuesta operativa, una
respuesta que pueda diferenciar y enmarcar conceptualmente el territorio que hasta
ahora ha sido un espacio adonde van todos los significados a los que la organización
no les encuentra significado.
El matemático del MIT Joseph Halpern, plantea que la incertidumbre es uno de los
temas fundamentales e inevitables de nuestros días. No solo es necesario reflexionar
sobre la incertidumbre, sino que también es necesario encontrar formas de
representarla a fin de transitar inteligentemente estos fenómenos cotidianos. 2 Las
imágenes de la incertidumbre suelen ser imágenes temidas. Todo el tiempo hablamos
de la incertidumbre sin saber muy bien qué es la incertidumbre, cuáles son sus
2
Halpern, Joseph Y. Reasoning about Uncertainty. The MIT Press. Cambridge, Massachusetts. London,
England. 2003 Massachusetts Institute of Technology.
7
límites, sus amenazas y sus potencialidades. Muchas veces el espacio al que
llamamos incertidumbre carga con un conjunto de sentidos negativos y amenazadores
para la vida de la organización. Cuando no definimos claramente “qué es la
incertidumbre”, nos encerramos en un círculo vicioso que se carga de ideas generales
y totalizadoras que acrecientan la sensación de incertidumbre y generan más
ansiedad. Como resultado, la incertidumbre se transforma en un paisaje temido,
amenazante y de crecimiento incontrolado. La primera sensación de amenaza que
surge al abordar la incertidumbre, muchas veces aparece porque no sabemos muy
bien a qué nos enfrentamos cuando hablamos de incertidumbre.
8
Volviendo a nuestro planteo inicial sobre la mirada, toda estrategia comienza con una
imagen percibida, esto significa una mirada que construye una interpretación
simbólica de los acontecimientos. Por lo tanto, la estrategia no comienza con un
diagnóstico, comienza con un sueño y el papel de los líderes, en las organizaciones,
es diseñar un contexto para que esa imagen pueda concretarse. Porque en la
capacidad de percibir realidades y diseñar imágenes de futuro, radica uno de los
factores más importantes del liderazgo, porque al definir un mapa de la realidad, la
organización define un rumbo. Ahora bien, ¿cómo diseñar imágenes de futuro cuando
las variables del presente son tan inestables? Aquí radica diferencia conceptual
importante entre la complejidad y la incertidumbre.
3
Moriello, Sergio A. Sistemas complejos, caos y vida artificial. Revista REDcientífica. Ciencia, Tecnología
y Pensamiento. Madrid, 2003. http://www.redcientifica.com/doc/doc200303050001.html
9
complejo e inestable por naturaleza. Si bien la globalización, la tecnología y los
demás procesos que definen el contexto actual han exacerbado algunas variables
incrementando la interacción, la aceleración de los procesos y la volatilidad de los
fenómenos, es una ilusión pensar que la complejidad es una condición de las últimas
décadas.
10
El desarrollo de estados posibles e imprevisibles es la base de la incertidumbre. Las
organizaciones no son aparatos electrodomésticos y por lo tanto siempre están
generando situaciones nuevas en la interacción de sus miembros entre sí y con el
medioambiente. Ralph Stacey sostiene que la interacción de los sistemas complejos
es la base para entender porqué muchos proyectos corporativos fallan en su
implementación. Si la interacción intencional genera, a largo plazo, resultados
impredecibles es lógico que los esfuerzos de la planificación tradicional no alcancen
para gestionar las situaciones de acuerdo a nuestras expectativas. 4
4
Stacey, Ralph. “Organizations as complex responsive processes of relating”, en Journal of Innovative
Management. Volume 8 Number 2. London, Winter 2002/2003.
11
Una vez más, la mirada como base de la estrategia. Es lo que permite analizar y
proyectar resultados sobre un espacio complejo de múltiples variables entrecruzadas
que generan sucesos emergentes, acontecimientos que no se conocen de antemano y
que surgen por el entrecruzamiento de determinadas condiciones del contexto. Por
ello la incertidumbre está relacionada con la mirada de la realidad. Este es un factor
clave en el desarrollo de procesos estratégicos. El diseño de intervenciones parte de
una lectura de la realidad, de una mirada que guía las decisiones. Pero esta mirada
siempre conlleva el límite de un horizonte predictivo que enmarca el territorio de lo
conocido para la organización.
5
Benko, Cathleen. McFarlan, Warren. Connecting the dots. aligning projects with objectives in
unpredictable times. Harvard Business School Press. Boston, Massachusetts, 2003.
12
Los límites de nuestra realidad
Mirar está relacionado directamente con la percepción del mundo. Pero en definitiva,
¿qué significa mirar la realidad? Norbert Wiener, el creador de la cibernética, se
preguntaba “¿Cómo es posible que en las nubes, o en las manchas de un test de
Rorschach, veamos rostros, y animales, y formas de países?” 6 Ante esta pregunta,
Howard Gardner, se cuestiona si ¿existe un mundo externo o nosotros aportamos
nuestras expectativas y conocimientos en ese encuentro perceptivo? En su recorrido
por distintas teorías dentro de la psicología fue encontrando diferentes respuestas a su
pregunta. Entre otras respuestas aparecen: que la percepción depende de inferencias;
que los sentidos pueden tomar directamente del medio la información necesaria para
la supervivencia; que la percepción comienza con la detección de unidades
elementales a partir de los cuales se crean los otros objetos, hasta los que plantean
que lo que se percibe en primer lugar es una forma global, una idea general de la
realidad que nuestra mente recorta del entorno.
El físico John Archibald Wheeler plantea, al respecto, la idea que “el universo es un
acto de observación”. El universo es participativo porque sin nuestra intervención no
tiene sentido hablar de realidad. Nuestro papel como observadores es hacer emerger
una definición de la realidad. Por lo tanto la realidad es lo que las personas perciben
como tal. 9 En la misma línea de pensamiento, Danah Zohar plantea que lo que sucede
en la realidad depende de cómo la vemos, esto implica que nuestra mera interferencia
en la naturaleza, la transforma. Este postulado resalta el papel esencial de la
observación, del diálogo entre diversos factores de la realidad y el observador en la
formación de realidad. Abner Shimony sostiene que la realidad es una trama de
posibilidades que encuentran su expresión material en un punto de decisión o suceso,
7
Watzlawick, Paul. ¿Es real la realidad? Confusión. Desinformación. Comunicación. Herder. Barcelona,
1979. p. 13.
8
ibidem. p. 7.
9
Zohar, Danah. O ser quântico. Una visão revolucionária da naturaza humana e da conciência, baseada na
nova física. Editora Best Seller (13º edição). San Pablo, 2000. p. 48.
14
donde diferentes posibilidades se actualizan y generan un nuevo estado. Cuando se
alcanza ese estado, la realidad se torna tan objetiva como la estudiada por las ciencias
clásicas. Ilya Prigogine el premio Nóbel de Química resume en la siguiente frase un
nuevo rol del observador en la definición de nuestra vida cotidiana: “Sea lo que fuere
lo que llamamos realidad, sólo se nos revela a través de una construcción activa de la
cual participamos.” 10
Muchas veces, las organizaciones viven más conectadas con lo que pasó y con lo que
hipotéticamente va a pasar que con lo que está pasando. Transitan la vida cotidiana
analizando el pasado para proyectarlo hacia al futuro. Esta lógica de decisión se
transforma en una trampa en situaciones de encrucijada. Para ver otras cosas, más allá
de lo que hoy estamos percibiendo, es necesario actuar. Toda acción en el medio
transforma la mirada y genera cambios en la percepción de la realidad. El cambio
implica acción. El cambio es una instancia donde se pasa de la incertidumbre a la
acción. Por ello, para ver otras cosas hay que actuar, hay que desafiar la mirada,
revisar los límites del horizonte desde el cual se diseñan las estrategias y analizar los
caminos trazados. Toda acción en sí misma lleva a la complejidad porque produce
cambios en el entorno, que a su vez generan nuevos sucesos y acontecimientos
emergentes.
10
Prigogine, Ilya, Stengers, Isabelle. Entre el tiempo y la eternidad. Alianza. Madrid, 1998. p. 193.
15
El universo de interrelaciones conlleva una enorme cuota de riesgo. Lo que sucede
generalmente es que se busca controlar el riesgo desde un paradigma de simplicidad.
Muchas de las soluciones de gestión basadas exclusivamente en los resultados tienen
esta lógica: la búsqueda de las causas iniciales para sofocarlas. Esta visión simplista
de las relaciones y los comportamientos generalmente conlleva a acciones
estereotipadas y mutiladas que encierran a la organización en una cápsula tan cómoda
como vulnerable.
16
¿Dónde está el futuro?
El futuro no está delante de nada, se encuentra donde cada uno de nosotros quiere que
esté. El futuro se encuentra en el punto hasta donde llega la mirada corporativa, por lo
tanto no es un factor de calendario sino de visión. Muchas veces en las
organizaciones (de cualquier índole) se maneja un concepto de futuro, como
añadidura del presente. Pero en realidad lo que el presente trae como añadidura es el
devenir, es la sucesión de los días. Pero esta dinámica, en sí misma, no conduce a
nada. El devenir es una dinámica abierta de sucesos emergentes que no garantiza
ningún futuro. Para navegar en un océano de acontecimientos es necesario colocar un
17
punto de trascendencia más allá del devenir. Ese espacio de trascendencia es el
futuro. El futuro no es una cuestión de tiempo, es una cuestión de espacio que define
la dimensión de aspiración o trascendencia donde cada persona, grupo u organización
quiere estar.
Este proceso de construcción del futuro ligado al crecimiento es muy claro en las
organizaciones. La dinámica del entorno es percibida e interpretada a través de los
paradigmas de la organización. Por lo tanto, la realidad corporativa es una
construcción que emerge de la dinámica interna de la organización y transforma la
complejidad del medioambiente en horizonte predictivo. Dentro de este territorio, el
tiempo es irreversible hacia atrás e impredecible hacia delante. Lo que fue
significativo ayer no necesariamente lo será hoy y las condiciones en las que se va a
desempeñar la organización mañana son desconocidas.
Una organización corre riesgo de morir cuando no tiene futuro. Aún cuando su
devenir sea exitoso, si no tiene un conjunto de símbolos que de den sentido a su
proceso cotidiano, terminará ahogando sus estructuras, sus modelos y su identidad en
el devenir de los días. Sin futuro, aparece la sensación que el presente es todo lo que
existe como la única posibilidad de desarrollo para la organización. Y esta visión
puede afectar tanto desde una posición pesimista de la realidad en la que no se
encuentran salidas, como a una posición maníaca de la realidad en la que se percibe
que la abundancia seguirá por siempre.
Más allá de lo que hoy se puede ver como paisaje actual de desarrollo existen
posibilidades que quedan ahogadas si manejamos nuestras intervenciones desde la
certeza. Trascender las certezas implica desafiar los límites de la mirada respecto del
entorno, diseñar alternativas de acción y crear realidades compartidas que posibiliten
el crecimiento de las personas comprometidas con los destinos de la organización.
Trascender los límites de nuestro horizonte es un desafío a las creencias, los modelos
mentales y los hábitos con los que definimos nuestras propias posibilidades y
territorios de desarrollo.
Pensar la realidad como construcción cambia la concepción del espacio y amplía las
posibilidades de intervención. Trabajando sobre las percepciones que enmarcan la
construcción subjetiva de la realidad, se redefinen aspectos de esa figura subjetiva, al
20
cambiar la percepción subjetiva de la realidad se modifica la gestión de las acciones
sobre el entorno.
12
Nobrega, Clemente. Supermentes. Do big bang à era digital. Negocio. São Pablo, 2001. p. 156.
21
En determinadas situaciones aparece la sensación que el modelo de realidad se
fragmenta desdibujando el sentido global de significación. La dinámica de los
acontecimientos desbordan al modelo y la actualidad ahoga el futuro. Este es un
momento en el que las construcciones subjetivas, la concepción de espacio y de
tiempo, ingresan en un territorio de desconcierto. La dinámica de la realidad es
mucho más intensa que lo que las construcciones pueden integrar y procesar. Una
persona cae en el desconcierto cuando el modelo subjetivo sucumbe a la dinámica de
los hechos. El modelo de realidad se torna inoperante ante la complejidad de los
sucesos.
Mucha de la literatura de las últimas décadas presenta al cambio como una regla y la
estabilidad como excepción. El desconcierto pareciera ser la herencia de la segunda
mitad del siglo pasado a nuestros días. Pero la presencia del desconcierto es mucho
más profunda. La historia del desconcierto es la historia del hombre creando modelos
de abordaje, con diferentes garantías, para tratar de entender e intervenir sobre su
entorno.
Las ciencias han tenido muchos momentos de desconcierto, luego de los cuales
surgían nuevas miradas y modelos de realidad. Las metáforas del desconcierto, son
las metáforas de los hombres saltando de construcción en construcción, de
formulaciones en formulaciones, de garantías en garantías. A pesar de los siglos y las
culturas Galileo, Newton, Einsten, Heisenberg, Schroedinger, Prigogine y otros
hombres de ciencia hasta la actualidad tienen muchos aspectos en común, todos se
enfrentaron al desconcierto de sus propios modelos teóricos al tratar de entender
determinados fenómenos de la realidad. Muchos de los conceptos que conforman la
24
cosmovisión y la metodología de las organizaciones de hoy son el legado del
desconcierto de estos hombres a lo largo de la historia.
En este recorrido, hay dos aspectos de convergencia sobre los cuales consideramos
que las ciencias tienen mucho que aportar a la construcción de nuevas condiciones de
vida, tanto en lo individual como en lo corporativo. En principio, cuando las ciencias
salen del desconcierto generan puntos disruptivos, saltos cualitativos en la mirada de
la realidad a partir de los cuales los sucesos de la realidad toman otro sentido y
significación. El segundo aspecto de convergencia es que el desconcierto se produce
con el cambio de escala en el objeto de estudio. Cuando la física se introduce en la
realidad del átomo y estudia su composición, una nueva perspectiva de la naturaleza
emerge en el campo de las ciencias del siglo XX. La transferencia de lo macro a lo
micro cambió la visión respecto de las leyes mecánicas y el reduccionismo. Con el
cambio de escala del objeto de estudio aparecieron los límites de un edificio que
estuvo en pie desde el siglo XVII, hasta los primeros años del siglo XX, donde
comienza a sufrir las primeras fisuras con la aparición de la Teoría de la Relatividad.
Este modelo tiene raíces más profundas que se hunden hasta las primeras
demostraciones de Galileo, que con sus planteos introduce la complejidad en un
mundo que durante 1.500 años estuvo ordenado bajo la garantía de los postulados
griegos. Galileo cuestiona la garantía científica de su época pero no formula un
cuerpo teórico que pueda ayudar a entender el mundo que él mismo había desarmado,
por lo que queda un enorme espacio vacío en la interpretación de los fenómenos de la
realidad. 16
20
Reeves, Hubert. “Incursión en el mundo acausal”, en: Reeves, Priban y otros. La Sincronicidad.
¿Existe un orden a-causal? Gedisa. Barcelona, 1987. p. 17.
28
contextualismo donde el observador se torna un rol esencial como co-constructores de
la realidad.
El tiempo había sido condenado a muerte por Newton. Según plantea Hubert Reeves,
la relación entre el azar y la necesidad como motores del pensamiento surge de
Demócrito hace dos mil quinientos años y sostiene que la frase del filósofo “todo
sucede por azar o por necesidad”, definía los dos polos principales alrededor de los
cuales diferentes escuelas iban a situarse a lo largo del pensamiento. 21 Aquellos que
sostenían que todo es por necesidad, plantea Reeves, postulaban un conjunto de leyes
que determinaban los movimientos del mundo, siendo la libertad una simple ilusión.
Este movimiento tuvo sus horas de gloria en los siglos XVII y XVIII con el
descubrimiento de la mecánica celeste donde la naturaleza íntegra será puesta en
fórmulas. Los que postulaban todo es por azar, implicaba todo lo contrario, la
ausencia de determinación y el reino de lo fortuito y lo imprevisible. Sus días de
gloria estuvieron marcados por el desarrollo de la biología. A través del concepto de
selección natural la vida se presenta como el resultado de una larga serie de
accidentes. De todas maneras, plantea Reeves, tanto la rigidez de la pura necesidad o
desorden del puro azar, muestra hasta qué punto esos dos polos, considerados por
separados, son incapaces de explicar la riqueza y esplendor del mundo real. 22
21
Reeves, H. Malicorne. Reflexiones de un observador de la naturaleza. Emecé. Barcelona, 1992. p. 102.
22
ibidem. p. 105.
30
exacta de sus comportamientos. El horizonte predictivo será la nueva garantía de
predicción y operatividad de los modelos de realidad basados en un mundo complejo
e inestable.
Si bien es imposible predecir los caminos que tomará un sistema abierto en el tiempo,
se descubrió que en la dinámica interna de estos sistemas hay ciertos patrones
probables que atraen sus movimientos. Al observar los fenómenos que ocurren en el
mundo, es posible notar que algunos comportamientos mantienen ciertos patrones,
23
Prigogine plantea: “La física tradicional vinculaba el conocimiento completo y certidumbre, que en
ciertas condiciones iniciales apropiadas garantizaban la previsibilidad del futuro y la posibilidad de
retrodecir el pasado.” En. Prigogine, I. El fin de las certidumbres. Andrés Bello. Santiago de Chile, 1997. p.
12
31
esto quiere decir que los estados en los que se puede encontrar un sistema no pueden
manifestar todos los comportamientos, sino un conjunto restringido de ellos. 24 Estos
puntos hacia los cuales es atraído el sistema se denomina atractores. Esta propiedad
implica cierto orden dentro del caos. Los atractores son fenómenos que atrapan
trayectorias, puntos de convergencia.
Según la teoría del caos, no existen líneas simples en la naturaleza. Cada elemento
presente en la naturaleza tiene su propio reloj interno y sus ritmos varían según la
interacción con el medio, activando y desactivando otros procesos internos. Los
ritmos internos de cada uno de estos elementos serán claves para el proceso de
autoorganización en los sistemas.
Ante la pregunta: ¿La vida es simple o compleja?, Briggs y Peat responden que puede
ser las dos cosas y al mismo tiempo. La teoría del caos dice que cuando la vida
parece estar complicada al extremo puede haber un orden simple a nuestro lado. Y
cuando todo parece simple, debemos estar atentos a los matices y sutilezas ocultas. 28
Cuando las ciencias físicas ingresan en el mundo invisible, surge el desconcierto de
los científicos que no encuentran en esa realidad un mundo material, ordenado y
previsible. En nuestro mundo físico todo tiene un estado actual y un estado potencial,
partícula y onda. El término onda es un término de define la descripción de un
probable futuro de una partícula material. Al mismo tiempo somos algo que existe y
que existirá. 29
27
Hunt, Diana y Hait, Pam. El Tao del tiempo. Gedisa. Barcelona, 1996 (2º ed.) p. 33.
28
Briggs, J y Peat, D. A Sabedoría do Caos. Sete lições que vão mudar sua vida. Editora Campus. Río de
Janeiro, 2000. p. 89.
29
Land, J. y Jarman, B. Más allá del cambio. Dominando el futuro hoy. Granica. México, 2001. p. 132.
33
Los modelos de realidad de las ciencias clásicas con garantía en leyes universales
comienzan a ser cuestionados en la década de los años veinte a partir de desarrollo de
la Física cuántica y la formulación de tres principios que cambiarán el status de la
incertidumbre y la complejidad. El desconcierto de las ciencias ante algunos
fenómenos dio lugar a postulados matemáticos y físicos como el concepto de
Función de onda de Schrodinguer; el Principio de incertidumbre de Heisenberg; y el
Principio de complementariedad de Bohr. ¿Cómo es que estos principios viven la
cotidianeidad de las organizaciones? La función de onda describe un conjunto de
comportamientos posibles que conviven en todo sistema. Esta concepción es
importante para pensar en un proceso estratégico, para trascender la mirada unívoca
de la realidad y generar nuevas hipótesis de intervención a partir de la articulación de
diferentes alternativas. El principio de incertidumbre plantea la importancia del
observador en la definición de la realidad y en la manifestación de los fenómenos. No
hay fenómenos fuera de determinada relación y contexto, por lo que el observador no
sólo es importante en la medición sino en la generación. Este principio también
sustenta la incertidumbre en la imposibilidad de determinar con certeza las
condiciones iniciales de un movimiento, por lo tanto es imposible predecir con
exactitud los movimientos de un sistema, sólo se puede alcanzar mediante
probabilidades. Finalmente, el principio de complementariedad describe la naturaleza
dual de la realidad, todo es materia (sólido y limitada) y onda (fluida e indefinida) al
mismo tiempo, todo fenómeno de la realidad es presente y es potencialidad al mismo
tiempo. La interacción y la creatividad surgen a partir de la potencialidad de la
materia.
Este recorrido por los saltos cualitativos de las ciencias no han permitido entender
que las explicaciones de los acontecimientos constituyen un acto de participación de
un observador que emerge de una serie de condicionantes fenomenológicos,
culturales y subjetivos. En este proceso de interacción, el observador influye en la
dinámica del contexto, y a su vez, es perturbado por el resultado de su mirada sobre
los acontecimientos. La capacidad de las personas para integrar las perturbaciones del
contexto no está garantizada por un conjunto de acciones predeterminadas ni recetas
predefinidas. El paso del tiempo fluye generando situaciones nuevas y abriendo el
paisaje a nuevas conformaciones. A medida que el tiempo transcurre, el pasado es
irreversible porque no se puede volver a las mismas condiciones de vida del sistema.
Hacia adelante el paso del tiempo genera incertidumbre y hacia atrás es irreversible.
La capacidad de las personas para integrar las perturbaciones del tiempo se
despliegan en el presente, que aparece como el único espacio de decisión frente a la
incertidumbre e irreversibilidad del paso del tiempo.
35
marco de estabilidad transitoria en base a explicaciones y significaciones de los
acontecimientos de la realidad.
36
La fusión de potencialidades es un punto histórico para un observador, porque a partir
de un propósito, un observador marca e rumbo de su destino. Pasado, presente y
futuro se materializan al mismo tiempo a través de un propósito fusiona
potencialidades y se convierte en una trayectoria predominante. Todo “lo posible” a
partir de una decisión se transforma en “lo que es”. Es un punto histórico porque al
asumir un propósito, se integran experiencias pasadas (lo que hemos hecho, lo que
hemos sido, lo que pensamos que ha sucedido), vivencias del presente (las
emociones, las percepciones, las interpretaciones de lo que está sucediendo) y
expectativas futuras (los deseos, las perspectivas, y la incertidumbre respecto de lo
que puede suceder).
37
movimientos sobre un conjunto de variables del contexto y una hipótesis de
resultados. Algunos de estos movimientos se pueden dar y otros no; algunos
resultados se pueden cumplir y otros no. Esta dinámica de realización no depende
exclusivamente de lo cada uno define como intención sobre una trama de
acontecimientos, sino que está condicionada por el desarrollo de los sucesos y los
eventos que genera el tiempo en su diseño.
El encuentro entre las personas (como sistemas humanos) y los fenómenos (sistemas
de escala mayor) puede tener diferentes niveles de complejidad según las posiciones
que asuma un individuo en esta interacción. Como sujetos en interacción, podemos
asumir diferentes roles simultáneamente, según los sistemas en los que participamos
y los niveles de complejidad de la interacción. Generalmente somos actores dentro de
un sistema de escala mayor, como sujetos que asumimos una dinámica y un rol
predeterminado. Cuando este sujeto entra en un juego de participación, colocando un
propósito en la trama de acontecimientos, se transforma en observador. En este juego
de interacción, el observador mira y se mira mirando, ampliando las explicaciones
posibles sobre el paisaje de su vida cotidiana; cuando coloca un propósito (una
intención) en la trama de estados posibles y transforma su destino fusionando
posibilidades.
En definitiva, cada uno de nosotros se relaciona con eventos a los cuales podemos
asumir como destino predeterminado; o bien como plataforma de posibilidades. La
definición del propósito del observador le dará a los eventos una dimensión de
destino inevitable o de potencialidades a explorar. El destino no está predeterminado,
38
en la medida que podamos asumir la participación como protagonistas transformando
alternativas posibles en realidades materiales.
39
Capítulo 2
De las máquinas a los símbolos
Los conceptos que introducen las ciencias físicas desde el inicio del siglo XX han
producido saltos cualitativos en los modelos de realidad y han colocado al observador
como protagonista en la definición de los fenómenos. En esta relación del observador
con sus límites, la incertidumbre aparece como un espacio imposible de reducir con
palabras unívocas o ideas totalizadoras. Morin plantea que no hay objeto si no es
respecto de un sujeto (que observa, aísla, define y piensa) y no hay sujeto si no es
respecto a un ambiente objetivo (que le permite reconocerse, definirse, pensarse, etc.;
pero también existir). Así aparece la estructura sujeto/objeto como una unidad
indisociable. 30
Los sistemas complejos son sistemas abiertos y dinámicos, esto significa que
participan en las relaciones con el entono. La apertura y la interacción es lo que los
diferencia de las máquinas. Las máquinas son predecibles porque su interacción es
simple y lineal, los sistemas humanos son impredecibles porque en la interacción
generan permanentemente nuevas formas y nuevas relaciones. Mark Youngblood
establece que la diferencia básica entre las máquinas y los sistemas vivos es que estos
últimos están abiertos al ambiente. Los sistemas vivos evolucionan creativamente, las
máquinas se estropean. 33
35
Etkin, Jorge. Gestión de la complejidad en las organizaciones. Oxford. México 2003. p. 39.
36
Ackoff, R.; Gharajedaghi, J. “Mechanics, Organisms and Social Systems”, en Strategic Management
Journal, Vol. 5, 1984, pp. 289-300.
42
El desarrollo de los sistemas sociales implica una transformación intencional hacia
niveles de integración y diferenciación al mismo tiempo. Para trascender el propósito
de eficiencia, propio de las máquinas, o el destino de supervivencia, propio de los
organismos biológicos, es necesario destacar una serie de propiedades de los sistemas
socioculturales que caracterizan y sostienen el proceso creativo de transformación y
desarrollo de su estructura.
37
Gharajedaghi, J. Systems Methodology. A Holistic Language of Interaction And Design Seeing Through
Chaos and Understanding Complexities. Ackoff Center for Advancement of Systems Approaches.
University of Pennsylvania. 2004.
43
De la persuasión a la gestión de realidades
Las organizaciones enfrentan hoy el desafío de mantener una dinámica operativa ante
la velocidad de los procesos, las paradojas y la discontinuidad de los cambios en el
entorno que están generando un desplazamiento desde un mercado industrial físico,
basado en la materialidad de las propuestas; hacia un mercado simbólico basado en
una trama de significados. En este espacio simbólico, una organización, no sólo
compite con otros productos, marcas u otras organizaciones, sino que también son
factores de competencia la credibilidad, la confianza, las percepciones y las actitudes.
La organización debe orientar sus procesos para buscar un lugar en este universo
dinámico, complejo y subjetivo que se aleja cada vez más de la materialidad,
objetividad y predictibilidad de los mercados industriales del siglo pasado.
38
Gayeski, Diane. Majka, Jennifer. “Untangling communication chaos: a communicator's conundrum for
coping with change in the coming century”. Communication World. Sept 1996 v13 n7. p. 22.
44
complejidad, evolucionando y desarrollándose a medida que la interacción con el
medio ambiente determina adaptaciones internas. 39
La lógica de los mensajes unívocos funciona en las máquinas, pero no en los sistemas
complejos. Todo sistema complejo tiene un modelo interno del mundo que define y
mantiene sus límites para proteger su integridad. Las personas, sea individual, grupal
o institucionalmente procesan las situaciones externas con la lógica de su mundo
interno.
C. Sólo interesa lo que interesa, o lo que el sistema necesite que interese y nada
más. Sólo se aprende lo que se quiere aprender y eso que se incorpora está en
relación con el modelo interno del mundo. 40
39
Morgan, Gareth. Imágenes de las organizaciones. Alfaomega. México, 1998. p. 310.
45
El final de las certezas es el principio de la estrategia. Este postulado implica dos
acepciones. El final de las certezas como punto de partida para pensar en la gestión
de sucesos emergentes y situaciones imprevistas y el final de las certezas, también,
como principio básico para la gestión de las relaciones. La certeza funciona cuando la
comunicación se produce entre puntos específicamente localizados que transmiten y
reciben información de manera unívoca. La certeza funciona en sistemas cerrados, en
sistemas simples, en las máquinas y en los electrodomésticos. Pero en los grupos
humanos que procesan la información, que construyen significados, los puntos de
dispersan en campos de significación. La persuasión está basada en la lógica del
mecanismo, donde es posible imponer una idea desde afuera del sistema a través de la
fuerza de transmisión. Pero los sistemas humanos sólo perciben, procesan e
incorporan lo que tiene sentido para su mundo interno, para su realidad subjetiva. Por
lo tanto, la fuerza no es garantía de comprensión, el valor está en el significado.
Los espacios de significados paralelos son los espacios de diálogos entre actores
sociales en los que una organización no participa. Estos espacios, en el modelo
clásico, han sido tratados como ruidos y no como factores de ruptura o discontinuidad
en la trama de significación. Desde cualquiera de estos campos paralelos de
significación, pueden surgir nuevas percepciones, nuevos conceptos y nuevos
significados. Por lo tanto, aquí cabe una pregunta: ¿se pueden controlar estos campos
de significados paralelos y la emergencia de nuevas realidades? No se pueden
controlar en los términos clásicos de un modelo lineal. Por fuera del espacio de
mayor significación compartida, podemos trazar un mapa de la incertidumbre
conformado por espacios de significados paralelos, que pueden tomar dimensiones
propias más allá de la previsibilidad de la organización.
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La trama de un nuevo contexto
El modelo newtoniano planteaba que la realidad tenía una existencia fuera del
observador, que la ciencia es objetiva y que a través de leyes universales se puede
trascender a los cambios. Esta concepción de realidad exterior tiene implicancias
directas en las consideraciones sobre la realidad y sus representaciones. El modelo
mecanicista y reduccionista ha permitido el desarrollo de muchos aspectos de la
tecnología que nos rodea actualmente. De todas maneras hay procesos para los cuales
la mirada mecanicista es insuficiente. Los planteos de la microfísica, entre otras
disciplinas, han introducido conceptos perturbadores para la concepción de realidad
objetiva y previsible. Desde una concepción mecánica, es difícil entender cómo
personas en tiempos y espacios diferentes mediante un teclado, una pantalla y el
lenguaje puedan experimentar desde segregaciones glandulares hasta el intercambio
de bienes y servicios. Es difícil entender una lógica de comunicación global con un
modelo lineal y mecánico. Es difícil que las certezas tengan duración en el tiempo y
puedan desplegarse en grandes espacios.
En este contexto nos interesa detallar algunos factores que determinan un nuevo
espacio para el desarrollo de las actividades cotidianas de las organizaciones. Es
necesario redefinir los procesos a través los cuales las organizaciones construyen sus
relaciones con diferentes actores sociales y gestionan sus intervenciones en un
contexto social de cambios permanentes e impredecibles y diseñar vínculos
estratégicos con sus diferentes públicos.
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niveles de impacto previsibles. Cuando la organización se enfrenta con la
imposibilidad de operar en este nuevo espacio de competencia cae en un desconcierto
estratégico. Este desfasaje entre la percepción de la realidad y las acciones
corporativas va reduciendo las posibilidades competitivas de las organizaciones,
quienes frente al desconcierto, reaccionan compulsivamente intentando controlar los
acontecimientos y acomodarlos a su modelo corporativo. La consecuencia es un
círculo vicioso que lleva a mayor sensación de impotencia, lo cual lleva a más fuerza
y esto, a su vez, a menor capacidad operativa.
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través de las nuevas redes de información. La organización, haga lo que haga produce
efectos en esta trama interconectada y sus consecuencias son inmediatas. El tercer
factor, es la emergencia de nuevas situaciones que se multiplican exponencialmente
producto la diversidad de actores interactuando simultáneamente en tiempo real. La
emergencia de situaciones el punto crítico de la complejidad porque no se puede de
predecir con certezas el nivel que alcanzarán determinados eventos interrelacionados.
Este es un punto de convivencia de posibilidades y amenazas para las organizaciones.
En la gestión de la emergencia se encuentran tanto los factores de nuevos desarrollos
(nuevos hábitos culturales, nuevos productos, nuevos significados, etc.), como de
prevención de crisis (temas críticos que se van gestando, situaciones conflictivas,
tensiones políticas, etc.)
En esa trama de significados que una organización comparte con diferentes públicos,
se están generando las posibilidades (de nuevos productos, hábitos de vida,
expectativas, percepciones) y de amenazas (actitudes, sospechas, incredulidades,
desilusiones).
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