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Tomás Urra Zambrano

Paradigmas de la Comunicación

Prof. Paula Jarpa

01/09/2020

Ensayo 1: El paradigma constitucional en Chile y su


posible cambio
El 18 de octubre de 2019 fue un día clave para nuestro país. Se produjo un quiebre en nuestra sociedad y
diversas personas se manifestaron para reclamar en contra del Gobierno por las medidas que se habían
adoptado en días anteriores, una de ellas la alza en la tarifa del metro. Sin embargo, con el paso del tiempo, las
manifestaciones se fueron prolongando y las demandas eran de distinta índole; la falta de líderes y estatutos
encargados de resguardar a la clase media y el rechazo generalizado a la clase política dirigente, que ha sido
protagonista de múltiples actos irregulares, ha provocado que la población sienta que las reglas del juego sólo
benefician a algunos pocos y perjudiquen a la gran mayoría, por lo que creen que una buena y viable opción es
cambiar la Constitución de 1980 instalada en dictadura por Augusto Pinochet. ¿Cómo es que la Carta Magna
actual ha afectado al desarrollo íntegro de nuestro país y al progreso de cada individuo que las acepta como tal?
Es una pregunta que dejaremos planteada y será desarrollada más adelante. Por ahora, seremos precisos en
comprender el significado de paradigma empleado por Kuhn, quien sostiene que son “realizaciones científicas
universalmente reconocidas que, durante cierto tiempo, proporcionan modelos de problemas y soluciones a una
comunidad científica” (Kuhn, 1971, p. 13).
A pesar que el oficialismo ha manifestado que esta Carta Magna ha traído beneficios a largo plazo para el
desarrollo del país, no ha sido capaz de cubrir las demandas de todas las personas, siendo la clase media la más
afectada. Unos de los conceptos que se relacionan con esta problemática es la incertidumbre. Cuando los
propios experimentos comienzan a entregar resultados discordantes con el paradigma, en este caso la actual
Constitución, se produce una disonancia con la experiencia. Esto sucede porque el paradigma no puede dar
respuesta a toda la gama de problemáticas que existen en el país.
A lo largo de este tiempo, han sido múltiples los argumentos, ya sean a favor o en contra de cambiar la
Constitución, que han sido adoptados por la gente. Entre los argumentos del bando proclive a cambiar las leyes
fundamentales, se repiten dos conceptos que son claves en el desarrollo de un país: educación y salud. La
característica esencial de nuestro estado es que cumple la función de subsidiario, esto quiere decir que el Estado
se desmarca en la entrega de servicios sociales, como la educación, y los deja en manos de privados,
interviniendo sólo de forma reguladora. Es por esto que el Estado asegura el derecho y tiene la misión de
otorgar un sistema educacional que permita el acceso a toda la población. Además, permite una libertad de
enseñanza, que permite la apertura, organización y mantener establecimientos educacionales. No obstante, en
la práctica esto muestra falencias, ya que las escuelas con un mayor nivel de calidad en educar, tienden a ser
más caras, por ende, el que gasta más, recibe más, lo que produce una desventaja considerable. En el sector de
la salud se produce el mismo fenómeno, ya que el Estado el libre e igualitario acceso a la salud, ya sea pública o
privada. Sin embargo, esto produce que la gente con mayores recursos acuda al sector privado aportando más,
lo que deja a este sector en una mejor posición que el público.
Por otro lado, existen opositores a un cambio de Constitución. Uno de los argumentos que ha sido replicado por
este bando es que, si llegase a concretarse una nueva redacción, esta se escribiría en una hoja en blanco, es
decir, nada de la actual Carta Magna se conservaría. O sea, sería realizar un experimento en el que su efectividad
sería incierta y también, no se sabe si la gente está dispuesta a ser parte de este, ya que hoy en día, la población
espera soluciones rápidas y concretas. En simples palabras, formular una nueva Constitución no sería un paso
seguro, sino un salto al vacío. Otro de los argumentos tiene relación con los costos que tendría este proceso
constituyente, ya que los delegados encargados de redactar una nueva Constitución, más todo el gasto
operacional que conlleva este, daría un presupuesto muy elevado en el que el bolsillo de todos los chilenos se
vería afectado. Además, estas nuevas reglas entrarían en vigencia en un período de 2 años, por lo que habría un
ambiente de inseguridad constitucional.
Teniendo en cuenta estas dos posturas, en donde se manifiestan diferentes argumentos a favor o en contra de
una nueva Constitución, se puede afirmar que el próximo plebiscito será una etapa de crisis paradigmática. Este
concepto es el momento previo al cambio de paradigma, debido a que compiten varios paradigmas alternativos
como solución, en este caso la redacción de una nueva Constitución. Algunos factores externos permean el
campo del paradigma, donde las manifestaciones multitudinarias protagonizadas por las personas pidiendo
cambios, tendrían una relación directa. Además, la aplicación de normas que en su momento surtieron efecto,
ahora fallan de manera sistemática. Esta última característica se puede vincular con las diferentes medidas que
ha realizado el Gobierno por mejorar la situación en el país que, si bien en un corto plazo aminoraron un poco el
panorama, ahora no son suficientes. “El significado de las crisis es la indicación que proporcionan de que ha
llegado la ocasión para rediseñar las herramientas” (Kuhn, 1971, p. 127), esto quiere decir que quizás es el
momento de replantearse el funcionamiento óptimo de nuestras leyes para que cubran a toda la población por
igual.
Ahora bien, durante este período de cuarentena a causa del coronavirus, se han podido encontrar ciertas
anomalías en el modelo paradigmático vigente. Este concepto trata de que a partir de un paradigma se
descubren hechos no tenidos en cuenta, cosas no calculadas o sucesos que no tenían que ocurrir. “La
percepción de la anomalía –o sea, un fenómeno para el que el investigador no estaba preparado por su
paradigma” (Kuhn, 1971, p.100). Esto no quiere decir que no se haya descubierto nada, sino, más bien se
entiende que se descubrió algo que no se tenía esperado ni planeado. Esta definición se puede relacionar con
los dichos del ex-ministro de Salud, Jaime Mañalich, en donde manifestó que en algunos sectores de Santiago
“hay un nivel de pobreza y hacinamiento del cual yo no tenía conciencia”. Este anuncio demuestra que la actual
Constitución que rige en nuestro país reveló falencias de las cuales el Gobierno no tenía noción o no supo
calcularlas a tiempo.
Después de analizar las diferentes posturas y explicar qué significa para nuestro país el plebiscito para elegir una
nueva Constitución, es momento de analizar la pregunta planteada al inicio. Para esto explicaremos el concepto
de estructuralismo, enfoque de las ciencias humanas que plantea que el reconocimiento del que el todo no es la
suma de sus partes, sino una totalidad regida por relaciones internas que constituyen una estructura, por lo que
el sistema estructural es un sistema cerrado de normas. Por ende, busca la interrelación de diversas partes que
construyen el objeto que es materia de análisis. Si relacionamos estas características con la pregunta planteada,
podemos ver que nuestra actual Constitución está constituida por diversas aristas, ya sean salud, educación,
pensiones, entre otros. Por ende, la alteración de alguna de estas reglas afectaría directa o indirectamente en el
desarrollo, ya sea en el ámbito personal o a nivel país. Cada una de las reglas que componen la Constitución
tienen que ser seguidas por toda la población. Sin embargo, en la práctica esto no se cumple como debiera ser,
ya que, en algunas ocasiones, estas reglas se alteran, mediante reformas constitucionales, lo que trae ventajas
para algunos y desventajas para otros, provocando una brecha de desigualdad importante entre las diferentes
clases sociales de nuestro país.
A modo de cierre, el próximo plebiscito en donde se decidirá si hay o no una nueva Constitución marcará un
antes y un después en nuestro modelo paradigmático. Si lo relacionamos con los postulados de Kuhn, hoy en día
estamos en la etapa de crisis, en donde diversas ideas compiten para ver cuál es la que predominará en un
futuro. Además, es evidente que los métodos o herramientas para el funcionamiento de estas reglas no han
podido funcionar de manera completa, por lo que urge un rediseño de estas. El modelo paradigmático actual de
nuestro país no ha sido capaz de solucionar las diferentes problemáticas de cada uno de las personas que se
rigen por él, lo que produce diversos problemas en nuestra sociedad.
Bibliografía
 Kuhn, T. S., & Solis, C. (1971). La Estructura De Las Revoluciones Cientificas. México: Fondo de Cultura
Económica.

 Veloso, L. (2019, 14 noviembre). Las 13 falencias de la Constitución, de acuerdo a expertos. BioBioChile -


La Red de Prensa Más Grande de Chile.
https://www.biobiochile.cl/noticias/nacional/chile/2019/11/14/las-13-falencias-de-las-constitucion-de-
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 Rivas, J. S. (2020, 20 febrero). Razones para votar Rechazo. El Quinto Poder.


https://www.elquintopoder.cl/politica/razones-para-votar-rechazo/.

 González, F. (2005, abril). ¿Qué Es Un Paradigma? Análisis Teórico, Conceptual Y Psicolingüístico Del
Término. Scielo. http://ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1316-00872005000100002#:
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 (Jarpa, P. PPT Paradigmas y Teorías, Thomas Kuhn, 2020).

 (Jarpa, P. PPT Comunicaciones y su llegada al funcionalismo, Robert Merton, 2020).

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