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Microclases y la potencialidad de las clases simuladas

“Pensar las clases como configuraciones abiertas o desarrollos

posibles, dadas las diversas formas de manifestación que adopta el
acontecer en cada caso, pareciera estar asociado a un necesario cambio en
nuestra forma de organizar las propuestas de enseñanza” Edelstein (2011)

El presente dispositivo de Residencia Educativa se propone como objetivos,

ayudar a pensar el valor de las decisiones didácticas y de aprender en situaciones de
prácticas, prestando especial interés en los residentes que no se encuentran dando
clases en la actualidad.

En consonancia con los objetivos, las microclases se ubican como prácticas

simuladas de enseñanza siguiendo a Anijovich (2009). La importancia de sus
potencialidades didácticas reside en favorecer el aprendizaje de la reflexión crítica
sobre la práctica en los residentes del Profesorado, en tanto se reconoce que la
participación en la organización y desarrollo de una situación de enseñanza a través
de la búsqueda de información, la experimentación de diferentes alternativas de
resolución y la asunción de riesgos, es lo que promueve aprendizajes más duraderos
y reflexivos, así como, los procesos de autoevaluación. En otras palabras, las
microclases se constituyen en una interesante invitación para un nuevo aprendizaje
durante la experiencia y a partir de su análisis posterior.

Si bien en esta propuesta de microenseñanza, los residentes se implican en

una situación reducida a escala en cuanto a los potenciales alumnos, a los trabajos de
la enseñanza (abordar solo un aspecto o capacidades específicas) o los momentos en
particular de las clases, siguiendo a Anijovich (2009) las microclases “son un espacio
privilegiado para el desarrollo de la reflexión sobre la práctica. Esta reflexión sobre la
acción supone el desarrollo de una habilidad para el aprendizaje permanente de los
profesionales y la resolución de problemas inherentes a la práctica profesional”.

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En otras palabras, las microclases como prácticas simuladas posibilitan asumir

el rol profesional en situaciones similares a las profesionales. Por lo tanto, pueden
resultar muy potentes para los aprendizajes de los residentes al plantear situaciones
posibles de la profesión, ensayar el rol docente y reflexionar sobre las prácticas
llevadas a cabo. En el contexto de la reflexión, se potencia la resignificación de las
prácticas, por lo tanto, las microclases como dispositivo articulan, integran y traman
distintos momentos, tareas y actividades, intervenciones y tipos de reflexión.

Esto es, la microclase aparece como una acción formativa y como una
estrategia de aproximación progresiva a la práctica profesional docente, con alta
potencialidad reflexiva en la medida en que la situación no es una simple evocación,
sino que pasa por un análisis y un proceso de relaciones entre las reglas, teorías,
supuestos, presupuestos, creencias y concepciones implícitas. Es en este sentido,
que la microclase ofrece la oportunidad de reconstruir críticamente la experiencia, da
la posibilidad de pensarse, conocerse, de dejarse afectar por un dispositivo de
significatividad social y subjetiva, facilitando re-pensar el quehacer docente desde su
complejidad.

Esquema de trabajo:

a. Trabajo individual

1. Planificación (rescate de saberes previos de Didáctica y Curriculum,

Evaluación y Estrategias Metodológicas):

1.1. Planificar una secuencia didáctica para una clase, contemplando los
momentos de la clase y acotando los espacios de tiempo que normalmente se
asigna a la construcción del conocimiento por parte de los alumnos. En este
caso, se propone una experiencia de alrededor de 10 a 15 minutos.

1.2. Marco general: destinatarios, temas definidos, bibliografía utilizada,

utilización de recursos tecnológicos, etc.

Preguntas orientadoras para pensar y armar las clases:

 ¿Qué quiero que mis alumnos aprendan?

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 ¿Qué vale la pena que aprendan hoy, en este contexto?

 ¿Por qué considero ese aprendizaje como valioso?
 ¿Cómo hacer la propuesta para que los alumnos la comprendan y además,
aprendan?
 ¿Qué es lo interesante desde los aspectos cognitivos, así como afectivos?
 ¿Qué capacidades priorizo?
 ¿Qué nos interesa que suceda con esa propuesta en el aula?
 Entonces, para ello ¿cómo comenzar la clase?
 ¿Qué actividades y recursos proponer para la comprensión de la temática?
 ¿Qué actividades y recursos proponer para el aprendizaje de los conceptos
nodales?
 ¿Cómo lograr la articulación con otros temas?
 ¿Qué propongo para saber si los alumnos comprendieron, etc?
 Etc.

1.3. Rúbrica de evaluación de la planificación de la secuencia didáctica.

2. Microclase (experiencia del rol docente)

2.1. Puesta en acto de la secuencia y filmación. Esto es, el residente se

registra en video dando esa microexperiencia.

Algo importante: para optimizar esta experiencia se les propone tener en

cuenta, por ejemplo, el inicio de la clase y motivación, así como, el nudo de la clase,
explicaciones, preguntas, etc., dado que el tiempo de la filmación es acotado. Pueden
aprovechar esta experiencia para alguna clase virtual o para la explicación de algún
tema a sus alumnos, quienes están dando clases en la actualidad.

2.2. Análisis de la microexperiencia y rúbrica de evaluación. ¿Qué tener en

cuenta para el análisis y la construcción de la rúbrica? Por ejemplo:

 Planteo de la secuencia didáctica y la articulación con el desarrollo de la clase.

 Planteo de la temática a desarrollar.
 Tipos de consignas y formas de intervenir.
 Tipos de preguntas y qué estimulan.
 Comunicación e intercambios.
 Recursos utilizados.

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 Originalidad de la propuesta.
 Etc.

2.3. Autoevaluación. ¿Qué aprendí en esta experiencia? Por ejemplo:

 Sobre mí misma/o.
 Cuando pensé y organicé una clase de estas características.
 Aciertos.
 Dificultades.
 ¿Cuál fue la parte más lograda de la clase?
 En qué necesito seguir trabajando.
 Qué modificaría en próximas experiencias.
 Otros

b. Trabajo en grupo (trabajo colaborativo)

3. Co-evaluación y retroalimentación:

3.1. Conformar un grupo de 4 residentes.

3.2. Elegir dos microclases para analizar, evaluar y reflexionar. Para llevar a
cabo esta parte, se pueden utilizar los ejemplos propuestos anteriormente y
agregar los que consideren necesarios para una retroalimentación más
completa.

3.3. Realizar una matriz FODA de la experiencia.

3.4. Elaborar un informe de lo actuado por el grupo.

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