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"LO NATURAL" PARA EL IUSNATURALISMO

La clase pasada vimos cómo el iuspositivismo se erigía como teoría del derecho hacia fines del siglo XIX,
en clara confrontación con el iusnaturalismo. En esta clase profundizaremos el concepto de
iusnaturalismo como camino preparatorio para estudiar en las próximas clases las críticas que el
iusnaturalismo contemporáneo hace al positivismo jurídico. 

Recordemos que hacia el final del texto “Iusnaturalismo y positivismo jurídico”, Norbeto Bobbio
presentaba en un cuadro modos de comprender la relación entre el Derecho y la justicia:

a) “La leyes deben ser obedecidas en cuanto tales porque son justas”. Se trata de una ideología
positivista extrema que establece solamente la obligación jurídica: las leyes creadas por los mecanismos
y por la autoridad competente son válidas, y su validez es razón suficiente para que sean justas. No
existen criterios extra-jurídicos de justicia.

b) “Las leyes deben se obedecidas porque la legalidad garantiza la realización del valor específico del
derecho”. Se trata de una ideología positivista extrema que establece, al igual que la anterior, una
estrecha relación entre legalidad, validez y justicia, aunque no fundamenta la justicia en la mera validez
sino en la función especifica del derecho: garantizar el orden social.

c) “Las leyes deben ser obedecidas solo cuando son justas y, como no todas las leyes válidas son justas,
existe el derecho a la desobediencia”. Aquí existe una clara distinción entre validez y justicia, es posible
hablar de la justicia como un criterio extra-jurídico. Se trata, al decir de Bobbio, de una ideología
iusnaturalista extrema, donde se diferencia entre la obligación moral y la obligación jurídica. Puesto que
se justifica la no obediencia a las leyes en criterios morales extra-jurídicos, estaría justificada
la desobediencia civil.

d) “Las leyes pueden ser injustas, pero deben ser obedecidas, salvo en caso extremo”. Se trata de una
ideología iusnaturalista moderada, donde, si bien se mantiene la distinción entre obligación jurídica y
obligación moral, esta última no prevalece sobre la primera en todos los casos. Pareciera que la cuestión
sobre la desobediencia debería evaluarse caso por caso.

La enumeración de estas cuatro respuestas al problema de la relación entre justicia y derecho, de la


obediencia jurídica y la obediencia moral, nos sirve como marco para la comprensión de la filosofía del
derecho contemporánea de corte iusnaturalita. Las dos primeras (a y b), propias del iuspositivismo en
sus versiones extrema y moderada, excluyen el análisis de fundamentos morales para establecer que
sea lo bueno, lo malo, lo justo o lo injusto. Mientras que las dos últimas (c y d), propias del
iusnaturalismo extremo y moderado, introducen el fundamento moral. Justamente, los críticos al
positivismo jurídico centran su argumentación en la imposibilidad de excluir la moralidad, y
consecuentemente la política, del estudio del Derecho.
 

Problemas que dan origen a la noción “lo natural”

Antes de analizar las críticas contemporáneas al positivismo jurídico, haremos una descripción de las
distintas acepciones del término “natural” que aparecen en el concepto “derecho natural”. Cristóbal
Orrego Sánchez, profesor de Filosofía Jurídica y Política en la Universidad Católica de Chile, nos dice que,
en lugar de buscar una definición de “lo natural”, deberíamos revisar los problemas que dieron origen a
la noción, puesto que al fin y al cabo, al filósofo del derecho no deben interesarle tanto las definiciones
como los problemas del derecho. Así, “lo natural” puede referir a distintos órdenes de la realidad:
teológico, ontológico, lógico, ético-político, técnico, etc. Entonces, podemos encontrar autores que son
iusnatualistas en un aspecto, pero que no lo son en otros. Veamos cuáles son esos problemas y a qué
orden de la realidad refieren:

1) El problema del origen del mundo y del ser humano. Claramente estamos en el plano ontológico. La
filosofía occidental nace como intento de dar explicación racional al origen del mundo. Desde entonces
la naturaleza y la razón van juntas, la razón puede explicar la naturaleza. El tipo de iusnaturalismo que se
inscribe en esta tradición es aquel que confía en la razón humana como capaz de darle sentido a la
naturaleza, dándole continuidad al iusnaturalismo moderno de corte ilustrado.

2) El problema de la dignidad del ser humano y sus límites. En el plano antropológico surge la cuestión
del puesto del ser humano en el cosmos. En un extremo están las teorías que sitúan al ser humano
como ente supremo entre todas las cosas, en el otro cierto materialismo que exalta la dignidad de los
animales no humanos, pasando por un punto medio que iguala a la humanidad y a la naturaleza. El
iusnaturalismo contemporáneo busca fundamento ontológico en estas ideas para abordar problemas
referidos a la justificación de sistemas jurídicos.

3) La cuestión sobre los criterios de lo bueno, lo malo, lo justo y lo injusto. Obviamente, esta
problemática se sitúa en el plano ético moral. Una de las primeras cuestiones que se plantean es la
relativa al carácter universal o relativo de las pautas morales. ¿existe un criterio válido para todos las
culturas capaz de establecer que sea lo justo o lo injusto?, o ¿en realidad cada sociedad, cada cultura ,
establece en base a sus opiniones y prácticas sociales su propio criterio para determinar qué es justo y
qué no lo es? El tipo de iusnaturalismo que discute esta problemática es el que hemos estado
estudiando hasta ahora y el que se refleja en las dos últimos modos de comprender la relación entre
Derecho y justicia que enuncia Bobbio.

4) El problema filosófico-teológico del fundamento trascendente del orden natural. Aquí la pregunta
remite al plano religioso: ¿existe un Dios ordenador del universo y legislador supremo? ¿o en realidad el
orden moral es independiente de la voluntad divina? El tipo de iusnaturalismo que se ocupa de este
aspecto es el cristiano, al interpretar la ley divina como la ley de Dios. Actualmente, el iusnaturalismo
cristiano recoge los aportes de Santo Tomás de Aquino, teniendo en el filósofo del derecho australiano
John Finnis a uno de sus principales representantes.

5) El problema del fundamento moral y de las explicaciones suficientes de las leyes
humanas. Fuertemente emparentada con la problemática que mencionamos en el inciso 3,  aquí aparece
la cuestión de si la obligatoriedad jurídica debe fundarse en función a su ordenación a la justicia y al bien
común; o si para comprender el orden jurídico positivo hemos de atender a valoraciones éticas o
políticas; o si en el funcionamiento del sistema jurídico positivo intervienen exigencias de justicia y si
deben intervenir razones morales. En síntesis, la pregunta es ¿la ley natural es una ley propiamente
jurídica y parte esencial del derecho vigente? A este tipo de problemáticas refiere el iusnaturalismo
contemporáneo que se autodefine como postura crítica a la pretensión aséptica (moralmente hablando)
del positivismo jurídico. En esta postura se inscriben John Finnis, a quien mencionáremos más arriba, y
el filósofo del derecho norteamericano, Ronald Dworkin.

6) Cuestiones especiales de justicia y ética personal y social. Relacionados con los incisos 3 y 5, los
problemas que aquí surgen son los relativos al concepto de buena vida. Más allá del acuerdo universal
sobre el valor de la vida humana en sí misma, existen discrepancias sobre qué sea la buena vida. ¿Qué es
vivir bien? ¿Cómo debe definirse la familia? ¿cuáles son los recursos que garantizan un buen vivir? ¿son
económicos solamente? ¿han de incluirse otros bienes como la educación, la salud? son preguntas que
forman parte la ética personal y social. Como verán, estas cuestiones trascienden lo ético-moral y se
sitúan en el plano político, dado que las respuestas a esta preguntas se plasman en políticas públicas. En
consecuencia, el tipo de iusnaturalismo contemporáneo que atiende esta problemática es aquel que
piensa al derecho como ineludiblemente unido a la moral y la política.

La enumeración de Orrego Sánchez nos muestra que el abanico de posturas iusnaturalistas


contemporáneas es increíblemente amplio. En esta materia no nos ocuparemos de todos y cada uno de
los autores iusnaturalistas. Haremos un recorte menos pretencioso. En las próximas clases, vamos a
estudiar a dos autores solamente.

La propuesta del autor chileno nos sirve, sin embargo, para enmarcar las críticas contemporáneas al
positivismo jurídico: todas se centran en la cuestión de la moralidad y la política, bien sea en la cuestión
sobre lo justo o lo injusto (3), o en el problema del fundamento moral (5), o bien en las cuestiones de
justicia y ética personal o social (6).

Actividad

Como actividad asociada a esta clase se propone seleccionar uno de los cinco tipos de iusnaturalismo
contemporáneo mencionados por Orrego Sanchez. Luego, utilizando un buscador web, investigar sobre
las ideas fundamentales del autor o teoría seleccionado. Compartir la información obtenida en el
espacio de debate habilitado.

La actividad puede realizarse en forma grupal.

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