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la salud”
BIOQUIMICA I
ALUMNA:
BONILLA MUNDACA LUCERITO
PROFESOR:
Dr. Q.F. LEON MEJIA, ENRRIQUE
SECCIÓN:
FB6M1
LIMA – PERU
2020
AMINOACIDOS:
Son las unidades básicas que forman las proteínas. Su denominación responde a la composición
química general que presentan, en la que un grupo amino (-NH2) y otro carboxilo o ácido (-
COOH) se unen a un carbono α (-C-). Las otras dos valencias de ese carbono quedan saturadas
con un átomo de hidrógeno (-H) y con un grupo químico variable al que se denomina radical (-
R).
Los aminoácidos son sustancias orgánicas que las personas incorporamos mediante la dieta, a
través de los alimentos ricos en proteínas (aminoácidos esenciales), o también son aquellos que
pueden ser sintetizados directamente por nuestro cuerpo a partir de determinadas formas
químicas (aminoácidos no esenciales). Existen 20 aminoácidos diferentes que son necesarios
para el buen funcionamiento del organismo y que nos ayudan a mantener un estado saludable de
nuestro cuerpo. Dentro de estos 20 aminoácidos existe una amplia variedad según sus
propiedades bioquímicas, estas características químicas individuales le dan a cada uno de ellos
unas funciones específicas.
Dentro de las funciones principales de las proteínas, compuestas por los diferentes aminoácidos,
destacan las siguientes:
Función estructural: Los aminoácidos pueden formar parte de proteínas que dan lugar a los
tejidos propios de nuestro organismo, con una funcionalidad de sostén y de relleno dentro de la
estructura tisular. Además, ciertas proteínas que forman estos tejidos de sostén, como puede ser
la elastina, dan propiedades elásticas a los tejidos. Por otro lado, estas proteínas también pueden
servir de armazones estructurales de componentes celulares como los microtúbulos, que son
considerados el “esqueleto” que sostiene la estructura celular, o formando parte de la membrana
plasmática, que delimita el interior y el exterior celular.
Función reguladora de distintos procesos biológicos: Existen distintas funciones reguladoras
de las proteínas como la función enzimática, en la que se acelera el proceso de las reacciones
bioquímicas que tienen lugar en nuestro cuerpo. La función reguladora de la homeostasis
interna de nuestro organismo, en la que ciertas proteínas de nuestro cuerpo regulan los distintos
procesos de ósmosis que tienen lugar en las membranas celulares. O también la función
reguladora de la división celular, mediante la proteína ciclina, mecanismo muy importante a la
hora de entender distintas enfermedades como el cáncer.
Función defensiva: Muchas de las toxinas que son perjudiciales para nuestro organismo, que
son producidas por nuestro propio cuerpo o provienen de otros seres vivos como animales y
plantas a modo de defensa frente a un invasor, tienen una estructura proteica. Es el caso por
ejemplo de los venenos de distintos animales. Por otro lado, existen proteínas que forman parte
de nuestro sistema inmunitario, que tienen una función claramente defensiva frente a
organismos patógenos como virus o bacterias. Ejemplo de ello son los anticuerpos, que tienen
una estructura proteica que son capaces, en mucho de los casos, de neutralizar a bacterias y
virus, impidiéndoles el curso de la enfermedad infecciosa que pueden provocar.
Función de transporte: Muchas proteínas tienen la capacidad de acoplarse a otras moléculas,
facilitando su transporte a la largo de nuestro cuerpo para su uso o degradación. Un modelo de
proteína de transporte es la hemoglobina, que es capaz de transportar oxígeno o dióxido de
carbono por el torrente sanguíneo para ser utilizados por la célula (oxígeno); o para su
eliminación, transportándolo a los alvéolos pulmonares (dióxido de carbono). También existen
otras proteínas transportadoras como los citocromos cuya función es la de transportar energía
química en las células vivas, ya sean animales (en el proceso de respiración), o en vegetales
durante la fotosíntesis.
Función de contracción: Los aminoácidos también forman parte de proteínas musculares
involucradas en la contracción. Dentro de estas proteínas destacan la miosina y la actina, que
forman parte de las fibras contráctiles de los músculos. Gracias a ellas, es posible la contracción
muscular y por tanto el movimiento de extremidades, así como, el movimiento de contracción y
relajación de nuestro corazón, o los movimientos intestinales, esenciales para un correcto
procesado de los alimentos durante la digestión.
Función de reserva energética: cuando nuestro organismo lo necesita, puede utilizar las
proteínas para obtener energía. Esto ocurre cuando las reservas de grasas se agotan y es
necesario degradar las proteínas para obtener energía química para seguir realizando los
procesos vitales básicos, manteniendo las funciones fisiológicas básicas de nuestro cuerpo.
Los aminoácidos y su función específica:
Los aminoácidos también tienen poseen su función individual. Es el caso por ejemplo de la
histidina que favorece la producción de glóbulos blancos o la reducción de la presión arterial.
La leucina facilita la cicatrización del tejido muscular, la piel y los huesos, o la Metionina que
tiene propiedades antioxidantes.
Los péptidos, al igual que las proteínas, son moléculas formadas por la unión de diferentes
aminoácidos. Estos aminoácidos se unen mediante unos enlaces que se llaman peptídicos.
Los péptidos tienen muchas funciones en el organismo, al igual que pueden tenerlas las
proteínas. Estas moléculas forman parte de muchos procesos metabólicos.
Generalmente, cuando se unen muchos aminoácidos (más de 100) se forman moléculas muy
grandes y estas son las que denominamos proteínas. Las moléculas más pequeñas o en las que
se han unido menor cantidad de aminoácidos son los que conocemos como péptidos. Tienen
menor masa y, por eso, son menores.
Dependiendo del tipo de aminoácidos que se unan y de las moléculas que se formen, mayores o
menores, van a ser distintos y van a tener diferentes funciones. Es por ello por lo que
encontramos tantos tipos y nombres.
Funciones de proteínas
Las funciones de las proteínas son de gran importancia, son varias y bien diferenciadas. Las
proteínas determinan la forma y la estructura de las células y dirigen casi todos los procesos
vitales.
Estructural: forman tejidos de sostén y relleno que confieren elasticidad y resistencia a órganos
y tejidos. Ejemplo de ello es el colágeno del tejido conjuntivo fibroso, reticulina y elastina del
tejido conjuntivo elástico. Con este tipo de proteínas se forma la estructura del organismo.
Enzimática: Las proteínas cuya función es enzimática son las más especializadas y numerosas.
Actúan como biocatalizadores acelerando las reacciones químicas del metabolismo.
Hormonal: Algunas hormonas son de naturaleza proteica, como la insulina y el glucagón que
regulan los niveles de glucosa en sangre.
Defensiva: Las proteínas crean anticuerpos y regulan factores contra agentes extraños o
infecciones.
Reserva: Si fuera necesario, las proteínas cumplen también una función energética para el
organismo pudiendo aportar hasta 4 Kcal. de energía por gramo.
Reguladoras: Las proteínas tienen otras funciones reguladoras puesto que de ellas están
formados los siguientes compuestos: Hemoglobina, proteínas plasmáticas, hormonas, jugos
digestivos, enzimas y vitaminas que son causantes de las reacciones químicas que suceden en el
organismo.
Contracción muscular: La contracción de los músculos través de la miosina y actina es una
función de las proteínas contráctiles que facilitan el movimiento de las células constituyendo las
miofibrillas que son responsables de la contracción de los músculos.
BIBLIOGRAFIA:
Luque, Victoria. Título: Estructura y propiedades de las proteínas. Fecha de
publicación:2004. Disponible en: https://www.uv.es/tunon/pdf_doc/proteinas_09.pdf