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Una vez que hayas completado el cuadro, escribe en tu cuaderno o en una hoja de
reúso las preguntas de investigación de hoy:
¿Cómo y en qué órgano de nuestro cuerpo se producen los recuerdos?
¿Dónde se almacenan los recuerdos?
Escribe en tu cuaderno o en una hoja de reúso, una o dos posibles respuestas a las
preguntas de investigación. Añade, al lado de cada respuesta, una idea con que la
fundamentes. Ordena tus pensamientos antes de escribir.
¡Tus respuestas son muy interesantes! Sin embargo, recuerda que estas son, por
ahora, tus hipótesis. Ya sabemos que necesitamos investigar más para sustentar tus
respuestas con argumentos basados en evidencias y en fuentes de información o
experiencias obtenidas de investigaciones científicas.
Elabora un plan sencillo para realizar la investigación y escriben en su cuaderno.
Recuerda que dicho plan debe presentar los siguientes elementos:
- Una lista de acciones a realizar para responder las preguntas, según el orden
de prioridad: qué harás primero, qué harás después, etc. De esta manera, al
realizarlas, podrás obtener ideas y la información necesaria para responder,
científicamente, las preguntas.
- Una lista de los materiales o recursos que necesitarás (lecturas, videos,
entrevistas, etc.).
- Si eliges una lectura, un video o una entrevista, ten presente que la
información que obtengas de estas fuentes debe ser confiable. Anota los tres
criterios de confiabilidad que te presentamos y, cuando ejecutes el plan, coloca
un visto (✓) si la información obtenida los cumple.
Criterio 1: ¿El autor del texto, video o entrevistado pertenece a una entidad de prestigio
académico (universidad, Gobierno, empresa)? _____________________
Criterio 2: ¿El autor es citado en libros, estudios, investigaciones o tesis universitarias?
_____________________
Criterio 3: ¿La información ha sido publicada en...
una revista de divulgación científica? _____________________
un libro académico (dirigido a especialistas del tema)? _____________________
otro medio? _____________________
Ejecuta el plan para ello responde a las preguntas de investigación.
Te invito a leer el texto de la ficha “¿Cómo se producen los recuerdos y dónde
se almacenan? Parte 1”, (Anexo 1).
Durante la lectura, te sugerimos que analices lo siguiente:
- ¿En qué órgano o sistema del cuerpo humano se
forman o producen los recuerdos?
- ¿Dónde se almacenan los recuerdos?
- ¿Qué se entiende por memoria?
- ¿Qué clases de memoria existen?, ¿qué función
cumplen?, ¿qué duración tienen?
- ¿Cómo es un circuito de conexiones neuronales?,
¿a qué se parece?
- Observa la siguiente imagen. En ella hay algo que
has podido conocer a través de la lectura.
- ¿Qué crees que representa la totalidad de la
imagen? En tu cuaderno o en una hoja de reúso,
escribe una explicación al respecto.
Escribe y copia la siguiente lista en tu cuaderno y completa los números que faltan.
1. Identificamos un problema a investigar 1
2. Hacemos una pregunta de investigación 2
3. Elaboramos nuestro plan de investigación
4. Formulamos nuestras respuestas a la pregunta o hipótesis
5. Verificamos que la información sea confiable.
6. Contrastamos nuestras primeras respuestas o hipótesis con la
información que hemos recogido
7. Ejecutamos nuestro plan y recogemos información confiable
8. Evaluamos nuestra investigación
9. Formulamos nuevas respuestas a la pregunta de investigación
10. Comunicamos a otros nuestra investigación
CIERRE
Conversa sobre la indagación realizada de los órganos que intervienen en los
recuerdos familiares.
Reflexiona respondiendo a las siguientes preguntas:
- ¿Qué aprendí hoy sobre los textos narrativos y los recuerdos?, ¿cómo lo hice?
- ¿Qué se me hizo fácil aprender? ¿Qué fue difícil?, ¿por qué?
Aplican lo aprendido realizando las actividades de extensión (Anexo 1)
Anexos
Anexo 1
¿Cómo se producen los recuerdos y dónde se almacenan? Parte 1
Si un amigo de tu salón te preguntara, por ejemplo: “¿Te acuerdas de Melisa, una niña
con la que compartimos salón en inicial, a quien le decíamos
Meli?”, posiblemente, antes de responder, te llevarías la mano
a la cabeza y cerrarías los ojos tratando de traer los recuerdos
a tu mente y la imagen de tu compañera de clase. Pues bien,
no estás muy lejos de saber dónde buscar y encontrar los
recuerdos: están dentro de tu cabeza, concretamente, en el
cerebro, que es donde se producen y guardan la mayoría de
los recuerdos, en un almacén denominado memoria.
Los recuerdos se guardan en el cerebro, a través de las
neuronas (células del sistema nervioso); esto puede implicar la
participación de unas cuantas de ellas o de hasta miles o
millones.
Sin embargo, no todos los recuerdos se guardan en un mismo lugar. Para saber dónde
se guardan, es necesario distinguir entre los recuerdos de los conocimientos generales
y los recuerdos relacionados con los hábitos.
Los recuerdos de los conocimientos generales son los referidos a la geografía, a la
ciencia, a los acontecimientos históricos, etc., y también a los recuerdos de nuestra
propia vida (como cuando vimos un rayo caer sobre un árbol o cuando vimos por primera
vez a nuestra cantante favorita). Estos recuerdos se guardan en estructuras del cerebro
denominadas hipocampo y corteza cerebral.
Los recuerdos relacionados con los hábitos son los referidos
a cómo hacemos las cosas: bañarnos, vestirnos, nadar,
hablar en nuestra lengua, tocar un instrumento, montar
bicicleta, etc. Estos recuerdos se guardan en estructuras
como la amígdala cerebral y el encéfalo, denominadas
estructuras subcorticales porque están debajo de la corteza
cerebral.
Como podemos apreciar, en la formación y el
almacenamiento de los diferentes tipos de recuerdos están
comprometidas muchas partes del sistema nervioso.
Ahora, preguntémonos: ¿Qué ocurre cuando aprendemos algo? Cuando aprendemos,
se activan unas sustancias químicas en las neuronas, con las que se forman conexiones
entre ellas, las que, luego, según la complejidad de lo que hemos aprendido, forman
complicados circuitos.
Una vez que se han formado los circuitos neuronales, los
recuerdos pueden aparecer cuando los evoquemos: ese es el
momento en el que se reactivan dichos circuitos. Existe
similitud con lo que ocurre cuando activamos una computadora
para buscar lo que se encuentra almacenado en sus archivos,
¿verdad?
En resumen, diremos que en la formación de los recuerdos
están involucradas numerosas sustancias químicas y
complicadas conexiones entre las neuronas. Ahora, es el
momento de distinguir entre aprendizaje y memoria. De
manera simplificada, podemos decir lo siguiente:
El aprendizaje es la capacidad para adquirir nueva
información.
La memoria es la capacidad para retener la información aprendida, de modo que pueda
ser recordada.
Las clases de memoria
A lo largo de la historia del estudio de la memoria, se han distinguido tres clases: la
memoria sensorial, la memoria a corto plazo y la memoria a largo plazo.
La memoria sensorial. Es de muy corta duración (dura una fracción de segundo). Allí
se almacena rápidamente toda la información obtenida a través de los sentidos. Esta
información estará disponible para su procesamiento posterior en la memoria a corto
plazo.
Por ejemplo: La información captada por los sentidos al percibir una flor (olor, forma,
color, etc.) en un jardín botánico se almacena en nuestra memoria sensorial, por muy
poco tiempo, para luego pasar a la memoria a corto plazo.
La memoria a corto plazo. Se llama así porque tiene una duración limitada, pero muy
importante. Allí pasa una parte de la información proveniente de los sentidos para ser
evaluada y separar la información que vale la pena guardar de la que se debe desechar.
Esta memoria es llamada, también, memoria operativa, porque se encarga del control y
almacenamiento, por poco tiempo, de la información, mientras es procesada en tareas
más complejas, como el razonamiento, la comprensión lectora o la solución de
problemas. Una vez procesada la información, la información seleccionada pasa a la
memoria a largo plazo.
Siguiendo el ejemplo: La información sobre la flor, recogida por la memoria a corto plazo
procedente de la memoria sensorial, es procesada: se asocia la información (olor, forma,
color, etc.) al nombre que está escrito en un cartelito junto a la flor, que dice "rosa”, y
que podemos comprender. Una vez procesada la información, pasa a la memoria a largo
plazo.
La memoria a largo plazo. En esta memoria se almacena la información durante
periodos considerables de tiempo. Allí, la información, primero, se codifica y, luego, se
guarda en un almacén organizado. Esta memoria tiene una capacidad "casi” ilimitada, y
la información se guarda Indefinidamente. En resumen, la función de esta memoria es,
básicamente, la retención y la práctica, puesto que retiene y guarda la información que
será útil siempre para la persona. Así, por ejemplo, en la memoria a largo plazo de un
matemático se guardará la información que utilizará para hacer sus cálculos; en la de
un médico, la información para reconocer una enfermedad y prescribir un medicamento;
en la de un mecánico, la información para reconocer las fallas de un motor y repararlo,
etc.
Continuando con el ejemplo anterior, la información procesada por la memoria a corto
plazo pasa a la memoria a largo plazo, donde se codifica en categorías: FLOR, ROSAL,
VEGETAL, SER VIVO, etc., y quedará almacenada allí para cuando la necesitemos.