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ESTUDIOS CIENTÍFICOS

En la actualidad existen multitud de estudios científicos en el redescubrimiento de


los aceites esenciales. Existe un creciente interés en descubrir y comprobar que nos
puede ofrecer la naturaleza en su estado puro. Después de 100 años de química
sintética, los profesionales miran hacia atrás buscando respuestas respetuosas con
el medio ambiente y con nosotros mismos, lejos de los intereses económicos de las
grandes multinacionales. He aquí algunos resúmenes y extractos de algunos
estudios que hemos considerado más destacados teniendo como referencia el
estrés, la concentración y la eficacia.

 La investigación reciente del profesor Hanns Hatt y colegas en Alemania ha


descubierto que dos fragancias “tienen el mismo mecanismo de acción
molecular y son tan fuertes como los barbitúricos comúnmente prescritos
[calmantes y drogas para fomentar el sueño] o propofol [un tipo de
anestésico]. Calman, aliviar la ansiedad y promover el sueño”. Una de estas
fragancias de jazmín es de Gardenia jasminoides . El Profesor Hatt y su equipo
probaron cientos de diferentes fragancias. Los dos más fuertes “fueron capaces de
aumentar el efecto del GABA en más de cinco veces y así actuar con tanta fuerza
como los medicamentos conocidos.”

 HiroyasuInoue y sus colegas en Japón han encontrado que seis aceites


esenciales pueden reducir la inflamación de una manera similar a
Resveratrol – el producto químico relacionado con los beneficios para la salud de
vino tinto. Estos seis aceites esenciales son de tomillo, clavo, rosa, eucalipto,
hinojo y bergamota.

 Los investigadores en el Departamento de Psiquiatría de la Facultad de


Medicina de la Universidad de Mie, Japón estudiaron los efectos de Esencias
cítricas en 12 personas con depresión. Los investigadores dijeron que, en lo que
respecta a inhalar el aroma cítrico: “los resultados indicaron que las dosis de
antidepresivos necesarias para el tratamiento de la depresión podrían
reducirse notablemente”.
 Ochenta y seis enfermeras de un servicio de urgencias en Australia se les dio
masajes de aromaterapia con música durante un periodo de 12 semanas. Sus
niveles de estrés fueron probados antes y después del período de 12 semanas. Los
investigadores concluyeron que: “El masaje de aromaterapia con música reduce
significativamente la ansiedad en las enfermeras de emergencias.”
 En 2009 ScienceDaily informó sobre “la primera evidencia científica de que la
inhalación de ciertas fragancias alteran la actividad de genes y la química de
la sangre en formas que pueden reducir los niveles de estrés.”

Los científicos AkioNakamura y sus colegas en Japón expuso ratas de


laboratorio a condiciones de estrés mientras se inhala y no inhalar linalol. El Linalol
es una molécula aromática común en aceites esenciales. Los científicos
descubrieron que el linalol redujo los altos niveles de dos tipos de glóbulos
blancos en la sangre a niveles casi normales. Glóbulos blancos de las ratas
eran altas debido al estrés. “La inhalación de Linalol también redujo la
actividad de más de 100 genes que van a toda marcha en situaciones de
estrés. Los resultados podrían ser la base de nuevas pruebas de sangre para
identificar fragancias que pueden calmar el estrés, dicen los investigadores “.
El resumen del estudio declara: “Los cambios significativos en las variaciones
inducidas por el estrés fueron causados por la inhalación de aceites esenciales
aromáticos en 115 niveles de expresión génica. De ellos, 109 genes fueron
regulados rebajando sus niveles mientras que los seis restantes fueron aumentados
“.

 En 2009 El New York Times hizo público que un equipo científico que estudia
cómo afecta el sueño en la memoria, ha descubierto que percibir un aroma
conocido puede ayudar a un cerebro dormido a recordar mejor las cosas
aprendidas la noche anterior. Durante su investigación los expertos descubrieron
que el olor a rosas -aplicado a la nariz de los participantes mientras estudiaban, y
después mientras dormían- mejoró en torno a un 13% sus resultados en una prueba
de memoria.El nuevo estudio, publicado en la revista Science, es el primer
ensayo riguroso acerca del efecto del olor en la memoria humana durante el
sueño. Los resultados, ayuden o no a los estudiantes a memorizar para los
exámenes, esclarecen la panorámica sobre qué hace el cerebro dormido con
el material aprendido recientemente, y ayudan a comprender qué hace falta
para que este proceso se efectúe con éxito.Hace tiempo que los investigadores
saben que el sueño es crucial para asentar nuevos recuerdos, y estudios realizados
en los años ochenta y noventa demostraban que la exposición del cerebro dormido
a ciertas señales -por ejemplo, un chasquido- podía mejorar el proceso. Pero hasta
hace unos años los científicos no han empezado a entender cómo es posible este
fenómeno.“Por aquel entonces, la idea no gozó de aceptación entre los científicos
porque no tenía sentido”, comenta Robert Stickgold, catedrático adjunto de
psiquiatría en la Universidad de Harvard (EE UU), que no ha participado en la
investigación. El nuevo estudio, añade, “no sólo demuestra que el sueño es
importante para la memoria declarativa, sino que también nos permite observar
exactamente cuándo y cómo podría ocurrir este proceso”.
En la investigación, neurocientíficos de dos instituciones alemanas (la Universidad
de Lübeck y el Centro Médico de la Universidad de Hamburgo-Eppendorf), hicieron
que grupos de estudiantes jugaran con una versión de concentración, memorizando
la situación de parejas de cartas en un ordenador. Mientras aprendían la localización
de cada pareja, los estudiantes recibían un soplo de aroma de rosas en la nariz a
través de las mascarillas que llevaban puestas. Los investigadores suministraron la
fragancia en soplos porque el cerebro se adapta con rapidez a los olores fuertes del
ambiente y empieza a dejar de percibirlos.

Los estudiantes se echaban a dormir aproximadamente media hora después, con


electrodos en la cabeza que medían la profundidad del sueño. Los neurocientíficos
dividen el sueño en fases, incluido el sueño profundo (o de onda lenta) y el ligero,
la fase rica en sueños denominada de movimiento ocular rápido (REM, en sus siglas
en inglés).

Se cree que, durante el sueño profundo, el cerebro asimila con más eficacia los
datos, las cifras y las localizaciones aprendidas recientemente. Este estado de
reposo normalmente se produce durante los primeros 20 minutos de sueño, y puede
durar una hora o más y reaparecer en una o más ocasiones a lo largo de la noche.
Los investigadores emitieron ráfagas de olor a rosas durante esta fase de onda
lenta; el olor no interrumpía el sueño, y los estudiantes no lo recordaban.

Pero su cerebro sí, y retenía un recuerdo casi perfecto de la localización de las


cartas. La media de puntuación de los estudiantes fue del 97% en el juego de cartas,
frente al 86% obtenido cuando dormían sin recibir el perfume de las hadas
neurocientíficas nocturnas.

Los estudiantes no recibían el mismo estímulo al aplicarles los soplos de la fragancia


inmediatamente antes de dormir o durante la fase REM que al aplicarlos en el sueño
profundo, y sus mejoras no obedecían a la práctica, según descubrió el estudio.

Con el tiempo, los resultados de la investigación podrían ayudar a los médicos a


mejorar la memoria de los pacientes confeccionando tratamientos dirigidos al sueño
profundo. A medida que la persona envejece, pasa cada vez menos tiempo en esa
fase del sueño, y los actuales somníferos no suelen aumentarla. Pero las empresas
farmacéuticas están investigando compuestos que sí lo hacen.

Investigaciones anteriores han demostrado que ciertas regiones de la corteza, la


zona del cerebro que piensa y planifica, se comunican durante el sueño con un tejido
situado en un lugar más profundo del cerebro conocido como hipocampo, que
registra los recuerdos diarios. Lo más probable es que durante esa comunicación,
según proponen los autores del estudio presentado en Science, la corteza le pida al
hipocampo que reactive las mismas neuronas estimuladas cuando se percibió o
aprendió un hecho determinado. El hipocampo lo hace codificando la secuencia de
activación de la corteza y consolidando así el recuerdo.
“Cabría esperar una reactivación espontánea desencadenada por el sueño de onda
lenta, pero al presentar las señales del olor a rosas intensificamos esta activación y
mejoramos la transferencia de los recuerdos”, explica JanBorn, neurocientífico de
Lübeck que ha realizado el estudio en colaboración con BjörnRasch, Christian
Büchel y Steffen Gais.
Las rutas cerebrales de la percepción olfativa conducen más directamente al
hipocampo que las visuales y las auditivas. Tal vez ése sea el motivo por el que los
olores pueden hacer revivir con tanta claridad cosas del pasado como juguetes o
humillaciones olvidados.

Los nuevos resultados no ofrecen ni mucho menos respuestas concluyentes sobre


cómo se forman y consolidan los recuerdos durante el sueño. Otros científicos han
hallado pruebas de que en lugar de reactivar la señalización entre neuronas, el
estado cerebral de onda lenta induce un debilitamiento general de la misma,
haciendo que los recuerdos adquiridos recientemente parezcan más pronunciados
al reducir el ruido neuronal de fondo. Y tal vez, opina Born, ambos procesos se
produzcan durante el sueño: una reducción del ruido producido por las
observaciones intrascendentes del día y una repetición de las importantes.
En todo caso, dicen los investigadores, es probable que los nuevos resultados
susciten ideas creativas en los estudiantes que afrontan el terror de los exámenes
finales. (El grupo de investigación alemán tiene pruebas preliminares de que los
olores acres pueden ser incluso mejores para potenciar la memoria).

“Utilizamos un aparato para percibir el inicio de la fase lenta del sueño y emitir el
aroma” en soplos breves y alternos, comenta Born, y añade: “Supongo que a
algunos estudiantes no les sería ndemasiado difícil desarrollar algo parecido”. Para
eso están los departamentos de ingeniería”.

Otras investigaciones a nivel mundial confirman cada día la importancia e influencia


de los aromas en nuestro éxito, memoria y capacidad mental. He aquí un breve
resumen:

 El profesor de psicología Robert A. Baron en el Instituto Politécnico


Rensselaer en Troy, Nueva York, encontró que las personas en habitaciones
agradablemente aromatizadas realizan su trabajo con más confianza, más
eficiencia y con mayor disposición a resolver los conflictos.

 En Japón, la compañía de perfumes Takasago (ahora una subsidiaria de Avon)


ha demostrado que los errores de entrada de datos se redujo en un 20% cuando
la lavanda se difunde en la atmósfera, en un 33% con el jazmín, y el 54% con
limón. Además, cambiando periódicamente la alternancia de los aromas, la
sensibilidad de los trabajadores al olor y su eficiencia se podría mantener.

 El Dr. Alan Hirsch de la fundación para la investigación del gusto y el olfato de


Chicago descubrió que la gente juzga un producto con un mayor valor si se
compra en una tienda donde hay un aroma agradable.
 En otro estudio realizado por el Dr. Hirsch, encontró que cuando una mezcla de
aromas florales se difundió en una habitación de estudiantes de cálculo,
aumentó su velocidad de aprendizaje en un 230%.

 En el hospital de Worcester en Hereford, Inglaterra, una prueba de 6 meses


mostró que la difusión de lavanda a través del aire ayudaba a los pacientes a
dormir de forma más natural y los hizo menos agresivo durante el día. Durante
los 6 meses, a algunos pacientes se les retiro los tranquilizantes y se substituyo por
la difusión de lavanda en la atmósfera, que tiene un efecto calmante en el cerebro.

 Sexo y el aroma están tan estrechamente entrelazados que alrededor de un


25% de las personas que pierden su sentido del olfato, también pierden su
capacidad para excitarse sexualmente.

 Un estudio de la Universidad Jesuita de Wheeling, en Wheeling, West Virginia,


encontró que los sujetos que inhalan el aroma de menta mientras hacían
ejercicio, durante 15 minutos se sentían menos fatigados, con más energía y
más positivos que los que no inhalaban el aroma. También fueron más
propensos a correr más rápido durante esos quince minutos.

 Un estudio llevado a cabo en Las Vegas, en el casino Hilton reveló que un


cierto aroma que se difunde en torno a las máquinas tragaperras dio lugar a un
aumento del tiempo que los jugadores pasaban en las máquinas, así como
un aumento del 45% en la cantidad de dinero que gastaban.

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