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RESUMEN HISTORIA ECONOMICA

SEGUNDO PARCIAL

GILPIN: Tres ideologías de la economía política:


Las tres ideologías (liberalismo, nacionalismo y marxismo) difieren fundamentalmente en su
concepción de las relaciones entre la sociedad, el Estado y el mercado.

LIBERALISMO:

La teoría económica liberal aboga por el mercado libre y por una mínima intervención del
estado. Asimismo, aboga por la igualdad y la libertad individuales. El liberalismo económico
sostiene que el mercado surge espontáneamente a fin de satisfacer las necesidades humanas y
que actúa de acuerdo con su propia lógica interna. La justificación de un sistema de mercado
es que incrementa la eficiencia económica, lleva su punto máximo el crecimiento económico y,
a partir de ello aumenta el bienestar humano. El liberalismo también presupone la existencia
de un mercado en el cual los individuos estén perfectamente informados y , en consecuencia,
puden elegir la conducta mas beneficiosa.

Desde el punto de vista de la oferta económica los liberales afirman que los individuos
persiguen sus intereses en un mundo de escasez y recursos restringidos, cada decisión implica
un determinado costo. No existe nada gratis.

El liberalismo también sostiene que la economía de mercado tiene una tendencia al equilibrio
y la estabilidad, opera por si mismo y se autorregula.

Los liberales creen que el comercio y el intercambio son fuertes relaciones pacificas entre las
naciones, porque dan beneficios mutuos. Pero a pesar de que todos re enriquecerían,las
ganancias relativas serian diferentes (la distribución de la riqueza).

NACIONALISMO:

La idea central es que las actividades económicas están y deben estar subordinadas a la
construcción del estado y a los intereses de este.

El objetivo mayor del naciolismo es la industrialización por diversas razones. En primer lugar,
los nacionalistas creen que la industria tiene efectos de desborde en la totalidad de la
economía y conduce a su desarrollo general. En segundo lugar, asocian a la posecion de la
industria con la autosuficiencia económica y la autonomía politica; y en tercer lugar,valorizan
la industria porque es la base del poder militar, lo cual resulta esencial para la seguridad
nacional.

En su modalidad mas benigna, intenta proteger a la economía contra fuerzas externas tanto
económicas como políticas. Sus respectivos gobiernos imponen medidas proteccionistas para
proteger sus industrias.

En su modalidad mas maligna, el nacionalismo económico es la implementación de la guerra


económica. En un mundo en competencia, los nacionalistas consideran que es mas importante
la ganancia relativa que la ganancia mutua. Todas aspiran a ser monopolios a fin de
beneficiarse desproporcionadamente respecto a las otras potencias económicas.
MARXISMO:

Se pueden aislar 4 elementos esenciales:

1) El acercamiento dialectico al conocimiento y la sociedad, el cual define la naturaleza de


la realidad como dinámica y conflictiva, los desequilibrios sociales y el cambio relativo
obedecen a la lucha de clases YA la emergencia de las contradicciones inherentes a los
fenómenos políticos y sociales
2) Un acercamiento materialista a la historia: el desarrollo de las fuerzas productivas y de
las actividades económicas es capital para el cambio histórico y ópera a través de la
lucha de clases enfrentadas por la distribución del producto social.
3) El modo de producción capitalista y su destino están gobernados por un conjunto de
leyes económicas de movimiento de la sociedad moderna
4) Compromiso normativo con el socialismo todos los marxistas creen que la sociedad
socialista es el fin necesario y deseable del desarrollo histórico.

Según Marx el origen la evolución y la eventual desaparición del modo de producción


capitalista están gobernados por tres leyes económicas inevitables.

Ley de desproporcionalidad: Las economías capitalistas tienen producir en exceso


determinado tipo de mercancías hay una contradicción innata en el capitalismo entre su
capacidad de producir bienes y la capacidad de estos consumidores de comprar dichos
bienes. Esta desproporción trae crisis económicas que se volverían cada vez mas fuertes y
provocarían la rebelión del proletariado sufriente contra el sistema.

Ley de concentración de capital: la fuerza que mueve al capitalismo es la búsqueda de


beneficion y la necesidad que tiene el capitalista individual de acumular e invertir. Como
consecuencia, el capitalismo evoluciona hacia una creciente concentración de riqueza en
manos de unos pocos y un empobrecimiento de la mayoría. Al decender la burguesía al
proletariado empobrecido, aumentaría el numero de desempleados, decaerían los salarios
y la sociedad estará madura para la revolución social.

Ley de la caída de la tasa de beneficio: a medida que el capital se acumula y se vuelve mas
abundante, declina la tasa de redito por lo cual decrece el incentivo a invertir.

HOBSBAWM
Vista panorámica del siglo XX:

Las visiones del fin del siglo son contradictorias: el siglo mas terrible de matanzas y guerras
pero también de avance de la mujer y reconocimiento de los mas débiles, junto con la
multiplicación de la poclacion y el progreso de la ciencia. Los jóvenes actuales viven una suerte
de presente perpetuo, sin raíces, lo cual aumenta la responsabilidad de los historiadores.

El mundo del siglo xx fue el de la confrontación entre dos maneras antagónicas de organizar el
mundo: el capitalismo y el socialismo. Fue el siglo de las guerras de religión.

II- Ha terminado una época de la historia del mundo, la del siglo XX corto, que va desde la
primera guerra mundial, en 1914, hasta la caída de la URSS, en 1989.
El siglo se ha dividido en tres etapas: el periodo de las guerras mundiales: entre 1914 y 1945; la
edad de oro, de crecimiento económico y cambios sociales, entre 1945 y 1973; y la etapa de
descomposición e incertidumbre, que va desde 1973.

La primera guerra mundial demostraba la crisis de la civilización occidental del siglo XIX,
capitalista, liberal, constitucional, burguesa y brillante. Desde allí, se abrió la etapa de
rebeliones y revoluciones, con el socialismo como alternativa al capitalismo, con la crisis de las
potencias colonialistas, con crisis económicas sin precedentes, con el derrumbe del capitalismo
liberal y de la democracia, y el avance del fascismo. Y ese avance fascista permitió una rara
alianza entre el capitalismo liberal y el comunismo, que permitió salvar la democracia.

La derrota del fascismo fue el momento decisivo del siglo.

La gran paradoja fue que el comunismo salvo al capitalismo, y le permitió, con la derrota
militar de Adolf Hitler, comenzar la Edad de Oro. Ya en la edad de oro, la economía mundial
era universal, y su funcionamiento traspasaba las fronteras estatales. Pero el capitalismo del
bienestar se derrumbó, y el retorno del liberalismo estuvo ligado al resurgimiento de viejos
problemas: desempleo. Crisis, pobreza, déficit del Estado, etc.

La caída de los regímenes del este de europa solo fueron el comienzo, mostrando que tras
ellas venían una larga lista de problemas. La ciencia y la tecnología, nacidas supuestamente
para el progreso y el bienestar, comenzaron a ser vistas también como productoras de
catástrofes y guerras.

III- El mundo de los 90 fue diferente al de 1914: la población se triplico, se mejoraron las
condiciones de vida de las personas, el mundo era mas rico ya que producía muchos mas
productos y variados, la tecnología avanzaba sin cesar, dando lugar a permanentes
revoluciones en los transportes y comunicaciones. Pero aun asi, no se ve desde un lugar
optimista al fin de siglo, ya que también trajo consecuencias negativas como hambrunas,
catástrofes, guerras, genocidios, muerte por millones, torturas, etc.

DIFERENCIAS ENTRE EL MUNDO A PRINCIPIOS Y A FIN DEL SIGLO


El mundo ya no tiene a Europa como principal potencia, no es eurocéntrico. Europa ha entrado
en decadencia, sin embargo, la Europa occidental y EEUU han liderado el desarrollo industrial y
han concentrado la riqueza y el poder, elevando el nivel de vida de sus habitantes, al mismo
tiempo, las trasnacionales sobrepasan el poder de autonomía de las economías nacionales.
Otro rasgo fue la mundialización y la perdida de contacto entre las generaciones, llevando al
egoísmo individualista, el debilitamiento de las religiones y los ideales revolucionarios.

HOBSBAWM
La era de las catástrofes: la era de la guerra total.

Para hobsbawm, el siglo XX es el más corto de la historia, ya que dura entre 1914 y 1991, y el
más violento, principalmente por las dos guerras mundiales y la guerra fría.

Los conflictos mundiales se extendieron por 31 años, desde la primera en 19914 hasta la
segunda en 1945.

En la primera GM participaron casi todas las grandes potencias, fue denominada la gran guerra
y significo una perdida importante en materiales y vidas humanas para todos los países
participantes. Al finalizar la guerra, hubo quienes desarrollaron un sentimiento de repudio a la
guerra (los vencedores: Francia e Inglaterra) pero también quienes sintieron la necesidad de
venganza (Alemania).

Los bandos se componían:

LOS PAISES CENTRALES: Alemania y el imperio Austro-Hungaro

Los Aliados: Francia. Rusia; Inglaterra, Canada, y EEUU que intervino en 1917.

Hubo varios frentes importantes:

En el occidental: Alemania contra Francia e Inglaterra, este se encontraba paralizado

En el oriental: Rusia se batía en defensiva.

En los Balcanes, los cuales estaban en control total de las potencias centrales.

Ambos bandos confiaban en las tecnologías que habían desarrollado, utilizaron gases
químicos, aeroplanos, tanques y submarinos. La utilización de los últimos por Alemania contra
buques de abastecimiento norteamericanos, brindaron una excelente excusa para la
intervención de EEUU.

Con la desiciva intervención de los norteamericanos, ante una Alemania exhausta, se produjo
el fin de la guerra.

Aunque fue multicausal, el principal motivo de la guerra fue el crecimiento y la competitividad


económica, que no tenía limites; el imperialismo y el interés por convertirse en la principal
potencia condujo a esta guerra entre las potencias que buscaban la victoria total.

Las condiciones de paz impuestas por los vencedores, denominadas tratado de versalles,
respondían a cinco consideraciones principales: El derrumbamiento de varios regímenes
europeos, en especial el ruso en manos de los bolcheviques; En segundo lugar, la prioridad de
controlar a Alemania; En tercer lugar, había que reestructurar el mapa de Europa, tanto para
debilitar a Alemania como para llenar los espacios vacios que había dejado la derrota y el
hundimiento de los imperios ruso, austrohúngaro y turco; En cuarto lugar, las aspiraciones de
los vencedores que no llegaron a un acuerdo, lo que provoco grandes problemas futuros; y
finalmente, las potencias vencedoras trataron de conseguir una paz que hiciera imposible una
nueva guerra.

La alternativa para evitar una nueva guerra fue la creación de la “Sociedad de Naciones”.esta
fue un fracaso porque las naciones principales no adhirieron a sus principios.

Según Hobsbawm, la 2GM tal vez podría haberse evitado si se hubiera restablecido la
economía anterior a la guerra, pero sucedió lo contrario, ya que llego la crisis del 30, pero
desde la ultraderecha (fascismo, nazismo)

Los orígenes de la 2GM pueden rastrearse en la insatisfacción que surgio desdepues del
tratado de versalles.

Mientras que Alemania sentía que era injusto, japon e Italia sentían que tuvieron menos de lo
que les correspondia.

Durante la 2GM los bandos fueron:

El EJE: Alemania, Italia, Japon.


Los aliados: Francia, Inglaterra y EEUU y la URSS

Al principio la guerra fue favorable para Alemania, y con facilidad ocupo casi todo europa,
dejando a Inglaterra en solitario y a EEUU sin ánimo de intervenir. Esto duro hasta la invasión
de Hitler a la URSS. Después de una entrada victoriosa todo se revirtió. La decisión de invadir
Rusia y declarar la guerra a EEUU decidieron el resultado de la guerra. Las perdidas son
inestimables en vidas humanas, las guerras del siglo XX implicaron la participación de casi toda
la sociedad, la masividad requeria una alta producción de tecnología, asi cmo también
organización y gestión.

KILLICK
Estados Unidos entre las dos guerras
La vida política y social a partir de la primera guerra mundial estuvo dominada cada vez más
por consideraciones económicas y este período se contempla generalmente como un ciclo
económico completo. A la depresión posbélica le siguió una fase de prosperidad en la década
de 1920. La sociedad americana de la década de 1920 fue la primera sociedad de consumo de
masas. Los artículos de consumo duros, utilizable durante avriso años, eran producidos en
abundancia y a bajo precio. La demanda de un producto determinado fomentaba la de
productos complementarios. Los niveles de venta se mantenían mediante la publicidad en los
periódicos y en la radio, hecho novedoso de por sí. El cine llevaba a todos los rincones del país
una imagen estereotipada de la “buena vida”.
Pero a partir de mediados de 1929 el país se sumió en un gran desconcierto económico. El
sistema financiero se derrumbó y en todas partes los agricultores se arruinaron. Para la
primavera de 1935 millones de personas dependían de la caridad y hombres y mujeres morían
de hambre en las calles de Nueva York.
El proceso de recuperación fue lento y penoso y no se había completado cuando el inicio de la
segunda guerra mundial convirtió nuevamente a América en el “arsenal de la democracia”, lo
que provocó un profundo cambio en la sociedad americana modificando en particular las
relaciones entre el gobierno y la economía.
Con el New Deal, no sólo el gobierno federal intervenía en prácticamente todos los aspectos
de la vida americana, sino que la mayor parte d ela población esperaba que él garantizase su
nivel de vida.
La vuelta al aislacionismo
Al término de lo que se llamó “la gran guerra”, los Estados Unidos se habían convertido en la
primera potencia económica.
La preponderancia de los Estados Unidos era muy evidente en el plano económico, y el hecho
de que se convirtiera en país acreedor tendría efectos negativos sobre el comercio y las
finanzas de posguerra.
En 1918 Estados Unidos podía producir bienes industriales y alimentos más baratos que los
europeos, y más de lo que consumía su población. Prácticamente no había nada que Estados
Unidos tuviera que importar, lo que significaba que los americanos acumulaban grandes
cantidades de oro, con consecuencias fatales para Europa. Los países europeos, especialmente
Alemania, dependieron cada vez más de los préstamos americanos a corto plazo, sujetos a
devolución inmediata. Ése fue el principal motivo de las constantes dificultades económicas del
mundo en la década del 20 y de la rapidez con que se extendió de los Estados Unidos a Europa,
así como su gravedad.
Tan pronto como concluyó la primera guerra mundial, la mayor parte de la población
americana manifestó su deseo de tener el menor contacto posible con Europa o con los
europeos. Esto afectó a los nuevos inmigrantes de las grandes ciudades cuya situación había
sido motivo de prolongadas tensiones que la guerra no había hecho más que disimular.
En esas condiciones, y gracias a la tremenda potencia de su economía, los Estados Unidos
podían permitirse el lujo de optar por el aislacionismo político.
Los rasgos más característicos de la prosperidad americana eran la fabricación en serie de
vehículos de motor, y en particular el automóvil privado, y la producción y el consumo masivos
de energía eléctrica. Estas dos innovaciones resultaron esenciales para el mantenimiento de
un alto grado de inversión y, consecuentemente, de expansión..
También tuvieron gran importancia los cambios introducidos en los sistemas de distribución,
siempre tendientes a una mayor especialización de las ventas tanto al por mayor como al por
menor. Una amplísima gama de productos, desde los cosméticos a los productos alimenticios y
farmacéuticos, era vendida bajo marcas registradas, a menudo con el apoyo de una publicidad
a escala nacional, lo que redundaba también en beneficio del pequeño minorista.
El ejemplo de Henry Ford refleja perfectamente el proceso de conformación del mercado
americano de consumo. La intuición más importante de Ford fue la existencia de un mercado
potencial y la posibilidad de satisfacerlo con un producto único.
A los dos años de su presentación, Ford fabricaba exclusivamente el modelo T, del cual se
habían vendido 15 millones de unidades en 1927. Ford se percató que el automóvil podía
reemplazar al caballo y a la carreta siempre que tuviera tanta aplicaciones como aquellos.  El
Ford modelo T no era sólo un artículo de consumo los domingos, entre semana se utilizaba
para el transporte de las cosechas al mercado y realizaba muchas de las funciones del
moderno tractor. Era, en definitiva, un factor de producción.
 La ciudad contra el campo: conflicto entre dos sistemas de valores
La crisis agrícola de la década de 1920 puso de manifiesto el conflicto entre los valores rurales
y urbanos subyacentes en muchos acontecimientos de la época. Y la radio, la prensa y las
películas de Hollywood divulgaban una imagen de la cultura de la gran ciudad que los jóvenes
del campo absorbían como nunca lo habían hecho antes.
 Las consecuencias sociales y políticas de la depresión
La depresión modificó la apariencia social de América. En primer término, muchos de los que
todavía disfrutaban de pleno empleo percibían salarios de poca subsistencia. Este grupo
incluía, por supuesto, a los agricultores, pero al margen de la agricultura la filosofía que se
impuso fue la de “compartir el trabajo” entre tantos trabajadores como fuera posible.
Más importante que el alcance de la depresión, resultó ser su duración. En un país rico como
Estados Unidos un trabajador o un empleado estaba en condiciones de sobrevivir durante un
año de paro a base de despojarse paulatinamente de los bienes que poseía. Las mujeres
soportaban mejor la presión, al menos si se juzga por el número de suicidios que aumentó en
un 20% entre los hombres, permaneciendo estable entre las mujeres. Para entonces, de a uno
a dos millones de desocupados vagabundeaba por el país cobijándose en cajas de cartón y
hojalata en las afueras de las ciudades y tratando de sobrevivir.
 El primer New Deal
A partir del momento en que Roosevelt pronunció su discurso de toma de posesión, el sábado
4 de marzo de 1933, Inmediatamente decretó un feriado bancario de cuatro días y convocó
para el lunes siguiente a una sesión extraordinaria del Congreso. A lo largo de los siguientes
“cien días” como se conoce a este período de la Historia, el Congreso aprobó una avalancha de
leyes sobre fondos asistenciales para los desocupados, precios de apoyo para los agricultores,
servicios de trabajo voluntario para los desocupados menores de veinticinco años, proyectos
de obras públicas en gran escala, reorganización de la industria privada, financiación de
hipotecas para los compradores de viviendas y para los agricultores, seguros para los depósitos
bancarios y reglamentación de las transacciones de valores.
Tal compromiso financiero del gobierno federal no tenía precedentes en tiempos de paz.
 El segundo New Deal
En las elecciones presidenciales de 1936 Roosevelt no tenía rival posible, ganó en 46 de los 48
Estados. En su segundo discurso de toma de posesión, habló de la  “tercera parte de la nación
mal vestida y mal alimentada”. El mensaje estaba claro: los empresarios debían ser
considerados como enemigos porque podían frustrar el cambio social, y eran muy pocos los
que podían poner en duda que el cambio social no fuera esencial.
El gobierno anunció la próxima promulgación de una ley sobre la vivienda, la puesta en marcha
de la seguridad social y su propósito de crear nuevos organismos de planificación regional.
La forma en que eran llevados los asuntos exteriores era una fuente adicional de descontento;
seguía siendo opinión generalizada que la entrada de América en la primera guerra mundial
había sido innecesaria salvo tal vez para llenar los bolsillos de banqueros e industriales.
Roosevelt estaba convencido de que América podía mantenerse al margen de un conflicto en
Europa pero únicamente si disponía del necesario poderío militar. Hasta 1940 no se pudo
contar con un ejército moderno y la única flota de guerra existente era la del Pacífico.
A primera hora del domingo 7 de diciembre los aparatos de los portaaviones japoneses
atacaron y destruyeron gran parte de la flota americana estacionada en Pearl Harbour, en las
islas Hawai. Este hecho podría atribuirse a incompetencia militar: el 8 de diciembre de 1941 el
Congreso apoyó la declaración de guerra a Japón con un solo voto en contra. Alemania e Italia
declararon la guerra a Estados Unidos, como habían estipulado y los Estados Unidos volcaron
la totalidad de los recursos de su economía y de su sociedad contra las potencias del Eje.
FERRONATO
Durante el periodo de la gran depresión, se interrumpió el flujo internacional de capitales. El
crack financiero de Wall Street, produjo el derrumbe del precio de las acciones, de las 1000
empresas mas importantes de EEUU, cotizantes en la bolsa de valores de New York. El PBI de
los estados unidos disminuyo un 30% y los índices de desempleo de la población se
cuadruplicaron.

La retracción del crédito, la caída de los precios de las materias primas, la quiebra de miles de
empresas con su secuela de despidos, la falta de alimentos e insumos básicos, provocaron una
psicosis social tanto de los sectores obreros como de la burguesía.

John Keynes rompió el modelo de los clásicos, proponiendo una agresiva intervención y
planificación de la obra publica, por la cual el gasto fiscal se transformaría en una herramienta
de política económica imprescindible para modificar la demanda agregada y
fundamentalmente, el nivel de empleo.

La crisis se agravo por la desconfianza hacia el sistema financiero, que termino


derrumbándose. Las finanzas mundiales basadas en el “patrón oro” habían colapsado.

En 1933 asumio como presidende de los Estados Unidos Franklin Roosvelt, quien desde el
comienzo de su gestión aplico una política económica basada en un importante protagonismo
del Estado, dentro del mercado. A estas propuestas se las denomino New Deal, y se puede
definir a partir de 5 caracteristicas:

1. Fuerte presencia estatal de asistencia a los desocupados e indigentes


2. Grandes inversiones en obra publica, orientadas a ocupar mano de obra
3. Garantía estatal a los depósitos bancarios( la reserva federal ofrecia un reaseguro a
todas las entidades financieras, como incentivo para vencer la desconfianza de los
inversores y ahorristas)
4. Regulación de precios, por la cual el Estado influia por sobre el mercado en la
elaboración de los precios relativos.
5. Incentivo estatal hacia pequeñas y medianas empresas, auxiliandolas, con créditos a
largo plazo y minimo interés.

La economía de los países de europa central había colapsado. Entre 1920 y 1930 fueron
surgiendo movimientos políticos nacionalistas, como el fascismo en Italia, fundado por
Mussolini, proponiendo la dictadura de un partido único, que exaltaba al Estado nación
por encima de todo.

Las ideas del fascismo y el nacionalismo se fueron propagando por las fuerzas armadas de
America Latina, creían en un orden jerarquico, donde un pequeño grupo de “iluminados”
decidia por el conjunto de la sociedad.

En 1933, también fue elegido canciller de Alemania Adolf Hitler, quien en poco tiempo
logro disolver el parlamento, limitar la libertad de prensa y concentrar todo el poder en sus
manos. Rápidamente comenzó un programa de desarrollo de la industria belica que iria
acompañado por la expansión territorial e imperial. El conflicto belico desatado en Europa
por los nazis se convirtió en la mas espantosa tragedia de la historia. Se trato de un estado
totalitario que quiso imponer su voluntad y para ello no dudo en asesinar opositores,
invadir países, experimentar en prisioneros, y sobre todo exterminar de forma sistematica
y masiva al pueblo judío.

El imperio nazi se derrumbo finalizada la segunda guerra mundial, dejando paralizados de


espanto a toda la humanidad. La ideologiannazi se baso en la superioridad del pueblo ario.

El fin de la 2 GM catapulto a los EEUU como una superpotencia mundial. America latina
paso a tener una relación de mayor dependencia con aquel país, que se ocupo de
consolidar una influencia política, económica y militar, que alejaría a LATAM de la otra
superpotencia, la URSS.

Hacia 1946, el mundo quedo dividido en 2 bloques. Una capitalista y otro socialista. Lo que
dio lugar al conflicto en un mundo bipolar, denominado guerra fría.

HOBSBAWM
El abismo económico
I
El mundo de la segunda mitad del SXX es incompresible sin entender el impacto de la Gran
Depresión de entreguerras. Donde la economía capitalista pareció derrumbarse y nadie sabía
cómo recuperarse.
En épocas anteriores los hombres de negocios y los economistas aceptaban la existencia de las
ondas y los ciclos, largos, medios y cortos como si nada pudiera hacerse al respecto. Existía la
convicción de que la economía mundial continuaría creciendo y progresando como había
sucedido durante más de un siglo, excepto durante las breves catástrofes de las depresiones
cíclicas.
Desde la revolución industrial la historia de la economía mundial se había caracterizado por un
progreso técnico acelerado, por el crecimiento económico continuo (aunque desigual) y por
una creciente mundialización, que suponía una división del trabajo, cada vez más compleja, a
escala planetaria y la creación de una red cada vez más densa de corrientes e intercambios que
ligaban a cada una de las partes de la economía mundial con el sistema global. El progreso
técnico continúo e incluso se aceleró en la era de las catástrofes, transformando las guerras
mundiales y reforzándose gracias a ellas. De 1929-1933 el crecimiento económico no se
interrumpió, sino que se desacelero.
Sin embargo, la economía mundial si freno su expansión; la mundialización de la economía
parecía haberse interrumpido.. El comercio mundial se recupero de las conmociones de la
guerra y la crisis de posguerra para superar ligeramente el nivel de 1913 a finales de los años
20, luego cayó durante el periodo de depresión y al finalizar las eras de las catástrofes (1948)
su volumen no mucho mayor que antes de la primera guerra mundial. Durante la gran
depresión pareció interrumpirse incluso el flujo internacional de capitales. Entre 1927 y 1933
el volumen de los préstamos internacionales disminuyo más del 90%
Una causa evidente de alarma, fue que todos los estados hacían cuanto estaba a su alcance
para proteger su encomia frente a las amenazas del exterior, es decir, frente a una encomia
mundial que se hallaba en una difícil situación.
Al principio todos los agentes económicos como los gobiernos esperaban que una vez
superadas las perturbaciones causadas por la guerra volvería la situación de prosperidad
económica anterior. La bonanza inmediatamente posterior a la guerra precia un signo
prometedor, aunque tanto las empresas como los gobiernos veían con recelo el enrome
fortalecimiento del poder de la clase obrera y de sus sindicatos, porque que aumentaran los
costos de producción.
En suma, se esfumó por completo e l ahorro privado, lo que provocó la falta casi total del
capital circulante para las empresas. Para cuando terminó el proceso de inflación en 1922-
1923 las capas medias y medias bajas de la población de Europa central habían sufrido un
efecto traumático que preparo a la Europa central para el fascismo.
La situación parecía haber vuelto a la normalidad en 1924, En efecto se reanudó el crecimiento
económico mundial, aunque algunos productores de materias primas y productos alimentarios
básicos sufrieron las consecuencias de un descenso del precio de los productos primarios.
Además, aun en los años de bonanza económica el desempleo continuaba siendo
sorprendentemente alto. La única economía que funcionaba a pleno rendimiento era la de los
EEUU. Más allá de ello los dos factores citados indicaban que la economía estaba aquejada por
graves problemas.
Por consiguiente, no fue una gran sorpresa que la economía mundial atravesara por nuevas
dificultades pocos años después. Sin embargo lo que nadie esperaba era la extraordinaria
generalidad y profundidad de la crisis que se inicio con el crac de la Bolsa de Nueva York en
1929. Fue un acontecimiento de extraordinaria magnitud que supuso poco menos que el
colapso de la economía capitalista mundial, que parecía atrapada en un círculo vicioso donde
cada descenso de los índices económicos (positivos) reforzaba la baja de todos los demás.
Debido a la caída de las grandes economías se produjo una crisis en la producción de los
artículos de primera necesidad, tanto alimentos como materias primas, dado que sus procesos,
ya no se protegían acumulando existencias como antes, iniciaron una caída libre. Ese
fenómeno transformo la Depresión en un acontecimiento mundial
Esta situación llevo a la ruina a los agricultores que dependían del mercado, salvo en los casos
que pudieron volver a refugiarse en una producción de subsistencia, último reducto tradicional
del campesino. Eso era posible en una gran parte del mundo subdesarrollado. Sin embargo los
efectos de la crisis se dejaron sentir incluso en los países agrarios coloniales.
Para quienes no poseían control o acceso a los medios de producción, es decir, para los
hombres y mujeres que trabajaban a cambio de un salario, la principal consecuencia de la
Depresión fue el desempleo de una escala sin precedentes y por mucho más tiempo del que
nadie pudo haber previsto. La recuperación, que se inició en los 30, no permitió reducir la tasa
de desempleo lo suficiente. El único estado occidental que consiguió acabar con el paro fue la
Alemania nazi entre el 33 y el 38. Lo que hizo tan dramática la situación fue que los sistemas
públicos de seguridad social no existían o eran externadamente insuficientes. Aquellos que se
había acostumbrado a trabajar intermitentemente o a atravesar periodos desempleo cíclicos
comenzaron a sentirse desesperados cuando, una vez gastados sus pequeños ahorros y
agotado el crédito en las tiendas de alimento, veían imposible encontrar un trabajo.
De ahí el impacto dramático que tuvo en la política de los países industrializados el desempleo
generalizado, consecuencia primera y principal de la Gran Depresión para el grueso de la
población. No puede sorprender que el desempleo fuera considerado como una herida
profunda que podía llegar a ser mortales en el cuerpo político
Curiosamente, el sentimiento de catástrofe y desorientación fue mayor entre los responsables
de las decisiones económicas que entre las masas. Los estados comenzaron a levantar barreras
cada vez mayores para proteger sus mercados nacionales y sus monedas frente a la crisis.
Midiendo las consecuencias a largo plazo y en pocas palabras la Gran depresión desterró el
liberalismo económico durante medio siglo. Más concretamente la Gran Depresión obligo a los
gobiernos a dar prioridad a las consideraciones sociales sobre las económicas en la
formulación de sus políticas.
Durante la Depresión, subvenciono la actividad agraria garantizando los precios al productor,
comprando los excedentes o pagando a los agricultores para que no produjeran. En cuanto a
los trabajadores una vez terminada la guerra, el pleno empleo pasó a ser el objetivo básico de
la política económica en los países en los que se instauro un capitalismo democrático
reformado, cuyo pionero fue Keynes. La doctrina keynesiana propugnaba la eliminación
permanente del desempleo generalizado por razones tanto de beneficio económico como
político; sostenían que la demanda que generan los ingresos de los trabajadores ocupados
tendría un efecto estimulante sobre las encomias deprimidas. Otra medida imprentada fue la
implementación de sistemas modernos de seguridad social.
Un hecho subrayaba el trauma derivado de la Gran Depresión: el único país que había
rechazado el capitalismo, la URSS, parecía ser inmune a sus consecuencias. La URSS estaba
inmersa en un proceso de industrialización acelerada con la aparición de los planes
quinquenales y se encontraban en una situación de pleno empleo.
II
Para explicar las causas de la Gran Depresión hay que entender el contexto internacional de la
época. La primera guerra mundial lejos de desquiciar la economía de los EEUU la beneficio de
manera espectacular. Ya en 1912 EEUU era la mayor economía del mundo. Al terminar la
guerra mundial el predomino de la economía estadounidense en el escenario internacional era
muy claro. La guerra no solo reforzó su posición como principal productor mundial sino que lo
convirtió en el principal acreedor del mundo. En suma, solo la situación de EEUU puede
explicar la crisis económica mundial. Fue también EEUU el país que más sufrió la crisis.
Las conmociones de la guerra y las posguerras y los problemas políticos europeos solo explican
en parte la gravedad del hundimiento de la economía en el periodo de entre guerras. El
análisis económico debe centrarse en dos aspectos: El primero, fue la existencia de un
desequilibrio notable y creciente en la economía internacional, como consecuencia de la
asimetría existente entre el nivel de desarrollo de los EEUU y del resto del mundo. El sistema
mundial no funcionaba correctamente porque EEUU no necesitaba al resto del mundo; El
segundo aspecto destacable de la Depresión es la incapacidad de la economía mundial de
generar una demanda suficiente que pudiera sustentar una expansión duradera. Al no existir
un equilibrio entre la demanda y la productividad del sistema industrial el resultado fue a la
sobreproducción y la especulación
Lo qua hacia que la economía fuera especialmente vulnerable al boom crediticio era que los
prestatarios no utilizaban el dinero para comprar los bienes de consumo tradicionales
necesarios cuya demanda era inelástica; sino que compraban los bienes de consumo
duraderos, típicos de la sociedad moderna de consumo, que era muy elástica en relación a los
ingresos
En resumen, los nuevos productos y el nuevo estilo de vida requerían, para difundirse con
rapidez, unos niveles de ingresos cada vez mayores y un elevado grado de confianza en el
futuro; pero era esto era precisamente lo que estaba derrumbado
III
La gran depresión confirmo que algo andaba muy mal en el mundo capitalista en el que se
vivía. La ortodoxia del mercado libre debió ser desacreditada por su incapacidad para
presentar soluciones a la crisis.
Nada demuestra mejor la universalidad de la Gran Depresión y la gravedad de sus efectos que
el carácter universal de las insurrecciones políticas que desencadeno. Pero por dramáticas que
fueran las condiciones políticas inmediatas no son el único ni el principal criterio para juzgar a
la gravedad de la Depresión. Fue una catástrofe que acabo con cualquier esperanza de
restablecer la economía y la sociedad del SXIX.
El viejo liberalismo estaba muerto o parecía condenado a desaparecer. Tres opciones
competían por la hegemonía político-intelectual. La primera opción era el comunismo
marxista. La segunda opción era un capitalismo que había abandonado la fe en los principios
del mercado libre, y que había sido reformado por una especie de maridaje informal con la
socialdemocracia moderna de los movimientos obreros no comunistas. La tercera opción era el
fascismo, que la Depresión convirtió en un movimiento mundial o, más exactamente, en un
peligro mundial
A medida que la Gran depresión fortalecía la manera de fascismo, empezó a hacerse cada vez
más patente que en la era de las catástrofes no sólo la paz, a la estabilidad social y la economía
sino también las instituciones políticas y los valores intelectuales de la sociedad burguesa
liberal del SXIX estaban retrocediend
o o derrumbándose.
GALBRAITH
CAP XVII

La ortodoxia económica no podía explicar los fenómenos de la Gran Depresión. En ella, la


economía encontraba el equilibrio en el pleno empleo y este, a su vez, provenia la demanda
que lo sustentaba. Asi dice la ley de Say. Persistía la posibilidad solo de déficits pasajeros. De
estas sircunstancias surgio el pensamiento de Keynes. Según el, la economía mmoderna no
encuentra necesariamente su equilibrio en el pleno empleo, sino que puede hallarlo aunque el
desempleo subsista. Entonces el gobierno debe y puede tomar medidas para subsanarla. El
equilibrio con subempleo, la abolición de la laey de Say, la necesidad de promover la demanda
recurriendo a gastos públicos, son elementos básicos del sistema keynesiano.

Para Keynes, la cuestión importante es averiguar como se determinan los niveles de


producción y empleo. Cuando aumenta la producción, el empleo y la renta: decrece la
propensión marginal al consumo.o sea que los ahorros aumentan. No hay ninguna seguridad
de que estos ahorros vayan a ser gastados, pueden en efecto permanecer sin gastar por varias
razones que responden al deseo del individuo o de la empresa de contar con liquedez. Si los
ingreso se ahorran y no se gastan tendrá lugar una reducción de la demanda total de bienes y
servicios y del producto y el empleo.

El ahorro y la inversión deben ser iguales, pero para Keynes ya no se igualan necesariamente al
nivel del pleno empleo. Para igualar los ahorros a las inversiones, y para asegurar que los
primeros sean gastados, puede resultar necesario reducir los ingresos y forzar a una reducción
del gasto. A este fenómeno se lo llama equilibrio con subempleo.

Si los empresarios en general redujeran los salarios en una situación de desempleo, el flujo de
la capacidad adquisitiva (demanda agregada) disminuiría con la reducción de los salarios, en
ese caso la contracción de la demanda incrementaría el desempleo.

Ya no podían los gobiernos esperar el remedio de las fuerzas auto correctivas, pues el
equilibrio con subempleo podía resultar estable y persistente. Quedaba solo un recurso: la
intervención del Estado para elevar el nivel de los gastos de inversión: la emisión de deuda
pública y el aumento de gasto público. Se confiaría al Estado la misión de dirigir el
funcionamiento general de la economía.

CAP XIX

Los keynesianos en 1945 prepararon un proyecto de ley destinado a incorporar a la legislación


la economía de Keynes. En su texto definitivo, el proyecto de ley anunciaba que las energías de
la industria, la agricultura y los recursos humanos serian coordinadas y utilizadas en forma
calculada para fomentar y promover la libre empresa competitiva y el bienestar general.

Los 25 años después de la adopción de esta ley fueron económicamente prósperos. El paro era
relativamente reducido. Lo mismo sucedió con los movimientos de precios, los cuales no
subieron ni bajaron drásticamente.

En esa época una serie de fuerzas expansivas, habían estimulado la economía mundial. Entre
ellas contaba la inyección en los gastos de consumo de los abundantes ahorros acumulados
durante la guerra. El dinero así disponible convirtió la depresión de posguerra en una
prosperidad sin precedentes.

Intervino también el efecto estabilizador del estado de bienestar. El subsidio al desempleo


presentaba una oportuna tendencia a aumentar cada vez que disminuían la tasa de actividad
económica y el empleo, actuando asi como fuerza compensatoria de la contracción económica
y de la falta de trabajo.

El gobierno federal había contribuido a mantener un flujo de gastos constante y creciente.


También tuvo su influencia el sistema de impuestos, progresivo, que transferia recursos de los
ricos a los necesitados, manteniendo la capacidad adquisitiva de estos últimos, a la vez que
sostenía moderadamente la propensión marginal al consumo tanto de los contribuyentes
como de quienes recibían fondos del gobierno.

HOBSBAWM:
CONTRA EL ENEMIGO COMUN
El factor que impulso la unión de Inglaterra y Francia capitalistas y la URSS comunista contra
Alemania era que esta no se trataba de una nación descontenta de su situación, sino de un
país en el que la ideología determinaba su política y ambiciones. Era una potencia fascista.

En 1935 Alemania denuncio los tratados de paz y volvió a mostrarse como una potencia militar
y naval de primer orden, y abandono la Sociedad de Naciones. Mussolini invadió ese mismo
año España y a continuación abandono también la Sociedad de Naciones. Estos países junto
con Japón conformaron lo que durante la 2GM se conoció como el Eje.

La creciente debilidad de las democracias liberales y su incapacidad o falta de voluntad para


actuar y resistir el avance de sus enemigos fortaleció los argumentos y las fuerzas del fascismo.

Tanto Gran Bretaña como Francia habían quedado devastados de la guerra anterior, por los
que se resistían a declararle la guerra a la Alemania de Hitler. Para ellos la política más lógica
era negociar para alcanzar una situación más estable en Europa, lo cual no resulto ya que el
compromiso y la negociación eran imposibles con Alemania, y la agresión y la expansión eran
parte de su sistema. La guerra era inevitable.

La ocupación alemana de Checoslovaquia fue el episodio que decidió a la opinión publica de


gran Bretaña a resistir al fascismo. Ello forzó a la decisión del gobierno británico y este forzó a
su vez al gobierno francés.

El triunfo de la izquierda en España llevo al surgimiento de un movimiento de ultraderecha


liderado por Francisco Franco, lo cual desencadeno en un golpe militar sin éxito que dio lugar a
la guerra civil española. Esta guerra se puede considerar como predecesora de la guerra
mundial, ya que fue un claro enfrentamiento entre un gobierno autoritario de régimen fascista
contra otro frente comunista, apoyado por una alianza entre naciones, unidos para derrotar al
enemigo común. (1936)

La guerra finalizo en 1945 con el triunfo de la alianza estratégica por encima del Eje,
destruyendo así a los regímenes totalitarios europeos.

En Italia, luego de la guerra, hubo un gran movimiento armado de resistencia contra el


fascismo, mientras que los alemanes no pudieron distanciarse del periodo nazi. Los
movimientos de resistencia se orientaban notablemente hacia la izquierda.

La cooperación entre el capitalismo liberal y el comunismo contra el fascismo, demostró la


fuerza y amplitud de este último. Se trataba de una alianza militar que nunca habría llegado a
existir de no haber sido por las agresiones de Alemania que culminaron en la invasión de la
URSS y en la declaración de guerra contra los Estados Unidos.

En la época de la posguerra, hubo un periodo de transformación social en los países de Europa


occidental. En las zonas víctimas de las invasiones del Eje, del genocidio, el desplazamiento en
masa de la población o la expulsión forzosa, se hace imposible comparar la situación de antes y
después de la guerra.

La URSS, junto con EEUU, fue el único país en el que la guerra no entraño un cambio social e
institucional significativo.

La derrota del Eje no trajo amargura, salvo en los países que formaban parte de el. El principal
atractivo del fascismo le había deparado un importante apoyo entre las clases adineradas.
Pero el fascismo desapareció junto con la crisis mundial que había permitido que surgiera.
Nunca había sido un proyecto político universal.
El antifascismo consiguió unir a un extraordinario expectro de fuerzas. Desde el punto de vista
ideologico, se fomento el progreso mediante la razón y la ciencia, la educación y el gobierno
populares, el rechazo a la desigualdad social; sociedades que miraban hacia el futuro. Tanto el
capitalismo como los sistemas comunistas y el tercer mundo defendían la igualdad de
derechos, todos eran laicos y eran partidarios de la gestión y planificación de la económia por
el Estado.

HOBSBAWM
La Revolución social

El cambio social más drástico de la segunda mitad del siglo XX es la muerte del campesinado.
Desde siempre, la mayoría de los seres humanos había vivido de la tierra y los animales.
Excepto en Gran Bretaña, agricultores y campesinos siguieron siendo una parte importante de
la población activa, incluso en países industrializados, hasta bien entrado el siglo XX.
Para principios de los años 80, ningún país al oeste del telón de acero tenía una población rural
mayor al 10%, incluyendo a América Latina (al término de la segunda guerra mundial). Solo
tres regiones del planeta seguían estando dominadas por sus pueblos y sus campos: El áfrica
subsahariana, el sur y el sureste asiático y China.
Todo esto se logró gracias a un extraordinario salto en la productividad con un uso intensivo de
capital por agricultor. En los países ricos y desarrollados los campesinos tenían a su disposición
grandes cantidades de maquinaria. La agricultura ya no necesitaba la gran mano de obra de la
era pretecnológica y el transporte moderno hacía innecesario que tuvieran que permanecer en
el campo.
El mundo de la segunda mitad del siglo XX se urbanizó como nunca, en parte debido al éxodo
del campo a la ciudad.  Las aglomeraciones urbanas más grandes se encontraban en el tercer
mundo, mientras que las ciudades del mundo desarrollado se disolvían debido a la huida de las
personas hacia los suburbios y ciudades satélites. Servicios comerciales y de entretenimiento
se fueron desarrollando en los distintos barrios y complejos residenciales suburbanos, junto
con grandes redes periféricas de circulación subterránea. En cambio, la ciudad del tercer
mundo estaba dispersa y mal estructurada, aunque conectada igualmente por redes de
transporte público y un sinfín de autobuses.
Otro cambio social drástico y mucho más universal fue el auge de las profesiones, para las
cuales se necesitaban estudios secundarios y superiores. La demanda de espacios de
enseñanza secundaria y, sobre todo, superior, aumentó extraordinariamente. El estallido
numérico se sintió con fuerza en la enseñanza universitaria, hasta entonces poco común. Las
mayores poblaciones estudiantiles se encontraban en países no avanzados, como Ecuador y
Perú.
Era evidente para los planificadores y los gobiernos que la economía moderna exigía muchos
más administradores, maestros y peritos técnicos que antes, y a que a éstos había que
formarlos en alguna parte. La enseñanza superior se convirtió en la mejor forma de conseguir
ingresos más elevados y un nivel social más alto.
La gran expansión económica mundial hizo posible que una gran cantidad de familias humildes
pudieran permitirse que sus hijos estudiasen a tiempo completo. El estado de bienestar
occidental proporcionaba abundantes ayudas para el estudio. A medida que la cantidad de
estudiantes aumentaba, los gobiernos multiplicaron los establecimientos que pudieran
absorberlos, especialmente en los años 70.
Esta multitud de jóvenes y sus profesores eran transnacionales. Sus ideas y experiencias se
desplazaban y comunicaban más allá de las fronteras nacionales. Eran radicales y explosivos y
tenían una eficacia única a la hora de expresar el descontento político y social de forma
nacional e incluso internacional. A causa de la revolución de mayo de 1968 en Paris, se generó
un estallido mundial simultáneo donde los estudiantes se rebelaron desde EEUU y México
hasta el bloque socialista. Sin embargo, distó mucho de ser una revolución ya que por más
numerosos y movilizables que fueran los estudiantes, no podían llevar a cabo una revolución
solos y tras veinte años de mejoras para los asalariados de las economías de pleno empleo, la
revolución era lo último en lo que pensaban las masas proletarias.
La explosión de descontento estudiantil se produjo en el momento culminante de la gran
expansión mundial, porque estaba dirigido contra las características propias de esa sociedad y
no contra el hecho de que la sociedad anterior no hubiese mejorado suficientemente las cosas.
El hecho de que el nuevo radicalismo procediese de grupos que no estaban afectados por el
descontento económico estimuló a los grupos acostumbrados a movilizarse por motivos
económicos a que descubrir que podían pedir a la sociedad mucho más de lo que imaginaban.
Como consecuencia se generó una oleada de huelgas de obreros en demanda de salarios más
altos y mejores condiciones laborales.
A diferencia de las poblaciones rural y universitaria, la clase trabajadora industrial no
experimentó grandes alteraciones hasta los años 80 cuando comenzó a entrar en decadencia.
Al final de los años dorados, gran parte de la población mundial eran trabajadores industriales.
Pero durante los años 80 y 90 las viejas industrias entraron en decadencia a causa de la crisis
económica y por primera vez en 40 años se produzco un paro masivo.
Al mismo tiempo, durante los años 80, se formó en los países desarrollados una especie de
aristocracia obrera conformada por la mano de obra cualificada y empleada en tareas de
supervisión, que pasaron a tener un ingreso bruto del triple que los trabajadores en peor
situación. Por lo general, la clase obrera más beneficiada consideraba que con sus impuestos
estaba subsidiando a los “subclase”, a aquellos que vivían del sistema de bienestar público. Así,
los trabajadores cualificados y respetables se convirtieron en partidarios de la derecha política
y se marcharon de los centros de la ciudades, al mismo tiempo que las industrias se mudaban a
la periferia y al campo, dejando que los viejos barrios urbanos de clase trabajadora se
convirtieran en centros de marginados con problemas sociales y dependientes de los subsidios
públicos.
Un cambio importante que afectó a la clase obrera fue el papel de una importancia creciente
que pasaron a desempeñar las mujeres. A finales del siglo XX, el trabajo de oficina, en las
tiendas y en determinados tipos de servicios experimentó una fuerte feminización.
La entrada masiva de mujeres casadas en el mercado laboral y la extraordinaria expansión de
la enseñanza superior configuraron el renacer de los movimientos feministas, sobre todo en
los países desarrollados de los años 60. Así, las mujeres, como grupo, se convirtieron en una
fuerza política destacada.
Los motivos por lo que las mujeres en general, y las casadas en particular, se lanzaron a buscar
trabajo remunerado tenía que ver con la preferencia de los empresarios por la mano de obra
femenina en vez de masculina por ser más barata y tratable, y por el número cada vez mayor
de mujeres en el papel de cabezas de familia.
Sin embargo, en el tercer mundo, la gran mayoría de las mujeres de clase humilde
permanecieron apartadas del ámbito público, excepto un reducido sector de mujeres
excepcionalmente emancipadas y avanzadas, principalmente de clase alta.  Este reducido
sector de mujeres contaba con un espacio público propio en los niveles sociales más altos, en
donde podían actuar de forma más o menos igual que en Europa y Norteamérica.
En el mundo socialista casi la totalidad de las mujeres formaban parte de la población
asalariada. El comunismo era un defensor de la igualdad y la liberación femenina.
La Revolución cultural
Tradicionalmente, la inmensa mayoría de la humanidad compartía una serie de características,
como la existencia del matrimonio conyugal, la superioridad del hombre por sobre la mujer, de
los padres sobre los hijos y de las generaciones más ancianas sobre las más jóvenes. El patrón
básico de la sociedad occidental durante los siglos XIX y XX fue la familia nuclear (la pareja con
hijos). Sin embargo, a fines de los años 70, la cantidad de divorcios era cinco veces mayor que
en 1960.
La cantidad de gente que vivía sola también empezó a multiplicarse y la típica familia nuclear
occidental pasó a estar en franca minoría.
La crisis de la familia estaba vinculada a importantes cambios en las actitudes públicas acerca
de la conducta sexual, la pareja y la procreación. Durante los años 60 y 70 se dio una
liberalización extraordinaria tanto para los heterosexuales como para los homosexuales. En
Gran Bretaña, la mayor parte de las actividades homosexuales fueron legalizadas, y unos años
más tarde en EEUU. Estas tendencias no afectaron por igual a todas las regiones del mundo. El
divorcio era mucho menos corriente en la península ibérica y en Italia, y aún menos en
América Latina. 
Al mismo tiempo surgió el auge de la cultura juvenil, que indicaba un profundo cambio en la
relación existente entre las distintas generaciones. Los jóvenes se convirtieron en un grupo
social independiente y radical en concepto político. El surgimiento del adolescente como
agente social consciente, recibió un reconocimiento cada vez más amplio por parte de los
fabricantes de bienes de consumo. Se crearon tensiones entre los jóvenes y sus padres y
profesores que insistían en tratarlos como menos adultos de lo que ellos creían ser.
La juventud pasó a verse no como una fase preparatoria para la vida adulta sino como la fase
de pleno desarrollo humano.
La segunda novedad de la cultura juvenil es que esta paso a ser dominante en las economías
desarrolladas de mercado, gracias a la velocidad del cambio tecnológico que daba a la
juventud una ventaja sobre edades más conservadoras, no tan adaptables. Los nuevos
ordenadores y sus nuevos programas los diseñaba gente de veintitantos. La generación que no
había crecido con ellos se daba cuenta de su inferioridad respecto a las generaciones que si lo
habían hecho.
El surgimiento de esta nueva cultura estaba relacionada con la prolongación de la duración de
los estudios y la aparición de grandes conjuntos de jóvenes que convivían en grupo dentro de
las universidades. Incluso aquellos que entraban en el mercado laboral al término del período
mínimo de escolarización gozaban de un poder adquisitivo mucho mayor que sus
predecesores, gracias a prosperidad y el pleno empleo de la edad de oro. 
La cultura juvenil se convirtió en la matriz de la revolución cultural en el sentido de una
revolución en el comportamiento y las costumbres, en el modo de disponer del ocio y en las
artes comerciales. Sus dos características más importantes son que era una revolución
populista e iconoclasta. Populista porque provenía de los sectores populares e inspiraba a los
niveles sociales más altos. Iconoclasta porque buscaba romper con las ataduras del poder, las
leyes y normas de estado y los valores tradicionales. Las formas más evidentes de llevar a cabo
esta liberación eran las drogas y el sexo, en forma más pública.
La importancia principal de estos cambios es que rechazaban la vieja ordenación histórica de
las relaciones humanas dentro de la sociedad.
La revolución cultural de fines del siglo XX debe entenderse como el triunfo del individuo sobre
la sociedad. Las instituciones más afectadas por este nuevo individualismo fueron la familia
tradicional y las iglesias tradicionales de occidente. La liberación de la mujer, o más
exactamente, la demanda por parte de las mujeres de más medios de control de natalidad,
incluido el aborto y el derecho al divorcio, abrió la brecha más honda entre la iglesia y la
familia.
La revolución cultural se hizo sentir con más fuerza en las economías de mercado
industrializadas y urbanas del capitalismo.
HOBSBAWM:
LOS AÑOS DORADOS
I)
Hacia 1950, la mayoría de los países que había participado de la segunda guerra mundial
(1939-1945) lograron volver a la situación económica en la que estaban antes de empezar la
guerra.
Para Estados Unidos, por ejemplo, no significó un gran cambio; supuso una prolongación de la
expansión de los años de la guerra, que fueron de una benevolencia excepcional para con el
país. Debido al tamaño y a lo avanzado de la economía estadounidense, su comportamiento
durante los años dorados no fue tan impresionante como los índices de crecimiento de otros
países, que partían de una base mucho menor. En el resto de los países industrializados la
edad de oro batió todas las marcas anteriores.
En los años sesenta se generalizó el pleno empleo y así terminó una de las pesadillas más
grandes que había sufrido la economía en la crisis del treinta. La edad de oro fue un fenómeno
de ámbito mundial. Al tiempo que se multiplicaba la población, la esperanza de vida se
prolongó. En los países desarrollados se comenzó a producir un increíble nivel de excedente
alimenticio. A partir de los ochenta comenzaron a producir menos y a exportar, inundando
algunos mercados de países dependientes. El contraste entre los excedentes de alimentos, por
una parte, y, por otra, personas hambrientas, fue un aspecto de la divergencia creciente entre
el mundo rico y el mundo pobre que se puso cada vez más de manifiesto a partir de los años
setenta.
El mundo industrial se expandió por doquier, por los países capitalistas y socialista y por el
tercer mundo. La Unión Soviética y los países de Europa del este crecieron a una velocidad
significativa, aunque para los años sesenta era claro que los países industriales capitalistas
avanzaban más rápido económicamente. La economía mundial crecía a un ritmo explosivo. Al
llegar los años setenta era evidente que nunca había existido algo semejante.
Hubo un efecto secundario de esta extraordinaria explosión: la contaminación y el deterioro
ecológico. Durante la edad de oro apenas nadie se fijó en ello, porque la ideología del progreso
daba por sentado que el creciente dominio de la naturaleza por parte del hombre era la justa
medida del avance de la humanidad. La ecología y la contaminación no eran consideradas un
problema. El impacto de las actividades humanas sobre la naturaleza sufrió un pronunciado
incremento a partir de mediados del siglo, debido en gran medida al enorme aumento del uso
de combustibles fósiles (carbón, petróleo, gas natural, etc.).
Mientras el petróleo fue barato y permitió el crecimiento económico tan fuerte durante estas
décadas, la preocupación ecológica no fue importante. Cuando su precio aumentó y fue
necesario recurrir a menores niveles de consumo, comenzó a hablarse de smog y de las
consecuencias contaminantes.
II
Buena parte de la gran expansión mundial fue un proceso de ir acortando distancias o, en los
Estados Unidos, la continuación de viejas tendencias. Lo que en otro tiempo había sido un lujo
se convirtió en indicador de bienestar habitual, por lo menos en los países ricos: neveras,
lavadoras, teléfonos
Lo más notable de este período fue la revolución tecnológica., que no sólo contribuyó a la
multiplicación de los productos de antes sino a la de productos desconocidos. La guerra, con su
demanda de alta tecnología, preparó una serie de proceso revolucionarios luego adaptados al
uso civil. La edad de oro descansaba sobre la investigación científica más avanzada, que ahora
encontraba una aplicación práctica al cabo de pocos años.
Hubo tres efectos fundamentales generados por la tecnología:
1. transformó la vida cotidiana, más en los países ricos que en los pobres,
mediante la aparición de la radio, el cine, el televisor y las heladeras, así como
el progreso del transporte.
2. a medida que la tecnología se complejizaba, más complicados se hizo el
camino desde el descubrimiento o la invención hasta la producción. Cada vez
se emplearon más cantidades de científicos. La ya entonces ventaja de las
economías de mercado desarrolladas sobre las demás se consolidó.
3. las tecnologías desarrolladas requería cada vez menos mano de obra y una
inversión mayor. Se necesitaban grandes inversiones constantes y en
contrapartida menos hombres, salvo como consumidores. Sin embargo, el
ímpetu y la velocidad de la expansión económica fueron tales, que durante
una generación, eso no resultó evidente.
III
Vista en perspectiva, la edad de oro fue sólo otra fase culminante del ciclo de Kondratiev.
Los demás países trataron sistemáticamente de imitar a los Estados Unidos, un proceso que
aceleró el desarrollo económico, ya que siempre resulta más fácil adaptar la tecnología ya
existente que inventar una nueva. se produjo una reestructuración y una reforma sustanciales
del capitalismo, y un avance espectacular en la globalización e internacionalización de la
economía; una economía mixta, que facilitó a los estados la planificación y gestión de la
modernización económica, además de incrementar muchísimo la demanda. La
industrialización no se desarrollaba espontáneamente como antes, sino que era producto de
esfuerzos realizados por el estado en base a una planificación previa. Los gobiernos adoptaron
el compromiso de llegar al pleno empleo y en menor medida, de reducir las desigualdades
económicas. Esto generó un mercado masivo en el cual muchas personas podían comprar
productos antes inaccesibles. La edad de oro democratizó el mercado.
Un segundo factor de importancia fue el surgimiento de una nueva división del trabajo en los
países desarrollados capitalistas. Los países del tercer mundo que lograron industrializarse lo
hicieron con una planificación independiente y sin una conexión importante con el mercado
mundial.
Había cuatro cosas que los responsables de tomar decisiones económicas tenían claras:
1. no debía producirse nuevamente el colapso de los treinta
2. así como a finales del siglo pasado y principios de este Inglaterra había
desempeñado un papel central en la economía mundial y la libra esterlina
tenía un papel preponderante, ese lugar debía ocuparlo ahora Estados Unidos,
y su divisa, el dólar.
3. el mercado libre, sin intervención del estado había sido un fracaso y había
provocado la Gran depresión. Se debía implementar una planificación de la
economía por parte del Estado.
4. era necesario evitar el desempleo masivo y sus consecuencias políticas y
sociales.
A los responsables de tomar decisiones fuera del mundo anglosajón, les resultaba atractivo el
rechazo al viejo liberalismo económico.
En cuanto a los partidos socialistas y a los movimientos obreros que tan importantes habían
sido en Europa después de la guerra, habían moderado sus posiciones y ahora no entraban en
contradicción con el capitalismo y el modelo económico que se implantaba.
Lo único que exigía la socialdemocracia era una prosperidad económica que permitiera
mejorar el nivel de vida de las masas, y esto no sólo era posible en los años dorados, sino que
era lo que los gobiernos proyectaban.
Los objetivos económicos fundamentales de los gobiernos capitalistas keynesianos eran:
- generar pleno empleo
- detener el avance del comunismo (que ya se había extendido a Europa del
este)
- modernizar la economía.
Todo esto, se pensaba, debía lograrse con una planificación estatal y no debía volverse al
laissez faire, dejar hacer, es decir, una política liberal en la que el estado no interviene y deja
hacer al mercado lo que éste decide por su cuenta.
IV
En 1944 se realizaron en Brettin Woods una serie de acuerdos económicos internacionales,
entre los cuales figuró la creación del Banco mundial y del FMI, instituciones que todavía hoy
siguen en pie. Gradualmente estas instituciones quedaron subordinadas a la política de los
Estados Unidos. Tenían como objetivo , supuestamente, facilitar la inversión internacional a
largo plazo e impedir la inflación, además de resolver cuestiones en torno a la balanza de
pagos.
Luego de la segunda guerra mundial, estados unidos ayudó a Europa, empujado por la guerra
fría. La Unión Soviética había logrado fortalecer su lugar político económico en el mundo,
había sido una de las potencias vencedoras y eso le había permitido extender su régimen
político a todo el este de Europa.
Luego de los años cincuenta, Estados Unidos y la URSS tenían un lugar de preeminencia
mundial. Estos dos países se encontraban en una competencia que en algunos momentos
alcanzó niveles de tensión considerables. Como no se trataba de una guerra abierta, sino de
una hostilidad permanente se la llamó guerra fría. Se disputaba en ella el dominio político
sobre el mundo, y la prosperidad soviética generó un miedo, por parte de los poderosos del
mundo, a la expansión del comunismo.
Luego de la crisis del treinta y dos guerras mundiales, una Europa destruida y con una
población con altos niveles de desocupación y pobreza, era el terreno propicio para la
extensión del auge del comunismo como tendencia política.
Esto llevó a EEUU a decidir que era necesario dar una ayuda económica a Europa como medio
de facilitar su desarrollo e impedir el avance del comunismo. De esta manera, la guerra fría
contribuyó al crecimiento económico de los años dorados.
Otro aspecto de la Guerra fría, como la magnitud del gasto militar, actuaron de un modo
contrario, retrasando el desarrollo de la economía.
Durante la edad de oro la economía siguió siendo más internacional (entre naciones) que
transnacional (por encima de las naciones). El comercio recíproco entre países era cada vez
mayor. Aunque las economías industrializadas comprasen y vendiesen cada vez más los
productos de unas y otras, el grueso de su actividad económica siguió siendo doméstica.
La economía desde allí, comenzó a transnacionalizarse a pasos agigantados. Las empresas
trasnacionales pretenden convertirse en independientes de los estados y de su territorio.
Nace una economía mundial, que se convirtió en una fuerza de alcance mundial en los
principios de los años setenta. Este proceso vino de la mano con una creciente
internacionalización. De ella resultaban particularmente visibles tres aspectos las compañías
transnacionales (multinacionales), la nueva división internacional del trabajo y el surgimiento
de actividades offshore (extraterritoriales) en paraísos fiscales, lo que permitía a los
empresarios evitar impuestos y demás limitaciones que les imponían sus propios países.
.
V
Las industrias comenzaron a desplazarse lentamente a los países donde la mano de obra era
más barata, fortaleciendo así la industrialización en muchos países del tercer mundo.
Las nuevas industrias del tercer mundo abastecían no sólo a unos mercados locales en
expansión, sino también al mercado mundial, cosa que podían hacer tanto exportando
artículos como elaborando una parte del producto que luego se ensamblaría con otras partes
provenientes de otras regiones del mundo. Esto en gran medida fue posible por el desarrollo
del transporte.
La tendencia de las transacciones comerciales y de las empresas de negocios a emanciparse de
los estados nacionales se hizo evidente, las industrias comenzaron a trasladarse, lentamente al
principio, más aceleradamente luego, fuera de los países europeos y norteamericanos. Ya que
en estos países existían leyes laborales que protegían a la clase obrare, pleno empleo, mejoras
salariales y de condiciones de vida, etc.
Con lo cual, las ganancias de las empresas eran mejores en los países del Tercer mundo donde
los sueldos eran más bajos.
A partir de fines de los años sesenta comenzaron a aparecer una serie de indicios que
mostraban que la edad de oro y su auge económico no podía continuar indefinidamente.
Los movimientos estudiantiles tomaron por sorpresa a los políticos maduros. Los estudiantes
franceses tomaron el control del país en mayo del 68, en lo que se conoció como el mayo
francés, y varias ciudades del mundo vieron masivas marchas de estudiantes contra la invasión
de los estadounidenses en Vietnam o contra dictaduras, etc.
A fines de los años sesenta también cambió la relación entre la clase obrera y los empresarios.
Repentinamente la clase obrera comenzó a pasar por encima de los sindicalistas y a exigir
sumas mayores en los sueldos, lo cual era posible para los empresarios aunque disminuía sus
ganancias.
Otro signo de decadencia fue la decadencia del rol hegemónico de los Estados Unidos y, como
consecuencia, del sistema monetario mundial, basado en la convertibilidad del dólar, que se
vino abajo.
 HOBSBAWM:

TERCER MUNDO
A partir de 1950 la población mundial creció a un ritmo sin precedentes, especialmente en los
países más pobres del mundo. Esta explosión demográfica se dio en esos países porque su tasa
de natalidad solía ser mucho más alta que la de los países desarrollados y porque los índices de
mortalidad cayeron en picada a partir de los años 40, gracias a las innovaciones médicas y
farmacológicas. Un efecto secundario de este fenómeno fue el aumento de la diferencia entre
ricos y pobres, avanzados y atrasados.
El predominio de los regímenes militares o la tendencia a ellos, unía a los estados del tercer
mundo, sin importar sus modalidades políticas o constitucionales. La situación de los estados
tercermundistas era mucho más favorable a una intervención militar, sobre todo en aquellos
de creación reciente, débiles y en ocasiones diminutos. La política de los militares solía llenar el
vacío que dejaba la ausencia política o de servicios ordinarios.

A partir de los años 50, se produce una enorme migración del campo a la ciudad. El atractivo
de la ciudad residía en las oportunidades que ofrecía de educar y formar a los hijos. En la
ciudad, éstos podían llegar a ser algo, la posibilidad de una vida mejor.

Hasta los años 60, la población rural del resto del mundo, además de América del Sur, veía la
modernidad como algo amenazante. Sin embargo, a partir de la política de desarrollo
económico conocida como la reforma agraria, la modernización comenzó a resultarles más
atractiva. Esta política general de los países agrarios podía implicar la división y reparto de
latifundios entre el campesinado y los jornaleros sin tierra,  la abolición de regímenes de
propiedad y servidumbres de tipo feudal, la nacionalización y colectivización de la tierra.

Para los modernizadores, las ventajas de la revolución agraria eran políticas (ganar el apoyo del
campesinado para regímenes revolucionarios o para regímenes que evitaran la revolución),
ideológicas y a veces económicas. La reforma agraria demostró que el cultivo de tierra por los
campesinos podía ser tan eficiente y más flexible que la agricultura latifundista tradicional, las
plantaciones imperialistas y que cualquier intento de practicar la agricultura con métodos
industriales. Pero el argumento más poderoso a favor de la revolución agraria no se basaba en
la productividad sino en la igualdad. De hecho, la gran desigualdad social de América Latina
guarda una gran relación con la ausencia de reforma agraria en muchos de sus países.  

Los estados poscoloniales que surgieron después de la segunda guerra mundial, junto con la
mayor parte de Latinoamérica, se vieron agrupados con el nombre de “tercer mundo”, con el
fin de distinguirlos del “primer mundo”(países capitalistas desarrollados) y el “segundo
mundo” (países comunistas).

En los años 70 se hizo cada vez más evidente que un solo nombre no podía abarcar
adecuadamente a un grupo de países cada vez más diferentes. El tercer mundo había dejado
de ser una entidad única. En primer lugar, lo que lo dividió fue básicamente el desarrollo
económico. El triunfo de la OPEP en 1973 generó por primera vez un grupo de estados del
tercer mundo, en su mayoría atrasados y hasta entonces pobres, en supermillonarios a escala
mundial. En segundo lugar, parte del tercer mundo se estaba industrializando rápidamente
hasta unirse al primer mundo, a pesar de que continuaran siendo mucho más pobres.

En los años 70, los observadores empezaron a llamar la atención sobre la nueva división
internacional del trabajo, es decir, sobre el traslado de las grandes empresas industriales del
primer mundo de parte o de la totalidad de la producción o de los suministros e incluso de
procesos de fabricación muy complejos hacia el segundo o tercer mundo. La revolución del
transporte y de las comunicaciones hizo que este proceso fuese posible y rentable al mismo
tiempo. El fenómeno se debió también a los esfuerzos de los gobiernos del tercer mundo por
industrializarse incluso a expensas de la protección tradicional del mercado interno.
En tercer lugar, emergieron una serie de países que resultaban difíciles de describir ya que su
pobreza y atraso cada vez mayores era todavía más evidente. Una gran cantidad de estos
países se encontraba en el continente africano. El fin de la guerra fría los privó de la ayuda
económica militar que había convertido a algunos en campos de entrenamiento militar y en
eventuales campos de batalla.

Además, con el aumento de la división entre los pobres, la globalización de la economía


produjo movimientos migratorios desde los países pobres hacía los países ricos y más
adelante, durante los años 70 y 80, un nuevo torrente de hombres, mujeres y niños que huían
de la guerra, el hambre y la persecución política.

El gran avance de la economía del mundo capitalista y su creciente globalización situó a la


práctica totalidad de sus habitantes en el mundo moderno. Pueblo y ciudad se
entremezclaron. La idea de modernidad pasó de la ciudad al campo a través de la revolución
verde, esto es, al cultivo de variedades de cereales diseñadas científicamente capaces de
alcanzar altos rendimientos por medio del uso de fertilizantes, pesticidas y riego, la cual se
difundió a partir de los años 60.

El tercer mundo y la revolución

El primer mundo se mantuvo estable política y socialmente cuando comenzó la guerra fría. Por
el contrario, el tercer mundo se caracterizó por un período de revoluciones, golpes militares
para reprimir, prevenir o realizar la revolución, o cualquier otro conflicto armado interno. Casi
desde el principio de la guerra fría, los Estados Unidos intentaron combatir el comunismo
soviético por todos los medios, desde la ayuda económica y la propaganda ideológica, hasta la
guerra abierta. Esto fue lo que mantuvo al tercer mundo como una zona de guerra, mientras
que el primero y el segundo iniciaban una larga etapa de paz.

Durante varias décadas la Unión Soviética adoptó una visión pragmática de sus relaciones con
los movimientos de liberación radicales y revolucionarios del tercer mundo, ya que ni se
proponía ni esperaba ampliar la zona bajo gobiernos comunistas más allá de los límites de la
ocupación soviética en Occidente y de la intervención china en Oriente. Lo que esperaba
Kruschev era que el capitalismo fuera enterrado por la superioridad económica del socialismo.
Cuando el régimen de Fidel Castro se declaró oficialmente comunista, sorprendentemente la
Unión soviética la puso bajo su protección, pero no a riesgo de poner en permanente peligro
sus relaciones con los Estados Unidos.

El tercer mundo se convirtió en la esperanza de quienes seguían creyendo en la revolución


social. Esto llevó a los liberales europeos de la segunda mitad del siglo XX a apoyar las
revoluciones del tercer mundo.

La forma más común de lucha revolucionaria en el tercer mundo era la guerra de guerrillas.
Sus tácticas fueron propagadas por ideólogos de la izquierda radical. Mao Tse-tung y Fidel
Castro (luego de 1959) sirvieron de inspiración a los activistas. Fidel Castro se rebeló contra el
gobierno del general Fulgencio Batista, quien había tomado nuevamente el poder en 1952 y
derogado la Constitución. Ganó porque el régimen de Batista era frágil, carecía de apoyo real y
estaba dirigido por un hombre al que un largo período de corrupción lo había vuelto inútil.
Fidel lo puso en evidencia y sus fuerzas heredaron el gobierno.

Los rebeldes latinoamericanos estaban a la vez a favor de una reforma agraria y en contra de
los Estados Unidos, especialmente en América Central.
Aunque radical, ni Fidel ni sus camaradas eran comunistas ni admitían tener simpatías
marxistas de ninguna clase. Sin embargo, todo empujaba al movimiento Castrista en dirección
al comunismo, desde su ideología revolucionaria hasta su apasionado antiimperialismo
estadounidense. Si el nuevo régimen se oponía a los EEUU, podía confiar con la segura
simpatía y el apoyo de la Unión Soviética. Además, el Partido Comunista era el único
organismo del bando revolucionario que podía proporcionarle cierta organización estatal. Los
dos se necesitaban y terminaron acordando. Pero mucho antes de que Fidel descubriera que
Cuba tenía que ser socialista y que él mismo era comunista, los Estados Unidos ya habían
decidido tratarlo como tal y se autorizó a la CIA a preparar su derrocamiento.

Ninguna revolución podía estar mejor preparada que esta para dar a la estrategia guerrillera
una mejor publicidad. El ejemplo de Fidel inspiró a los intelectuales militantes en toda América
Latina. Al poco tiempo, Cuba empezó a alentar una insurrección continental. En toda América
Latina grupos de jóvenes entusiastas se lanzaron a unas luchas de guerrillas condenadas de
antemano al fracaso. La mayoría de los intentos fracasaron casi de inmediato. Las guerrillas
pocas veces fueron un movimiento campesino, excepto en América Central y Colombia.
Fueron llevadas a las zonas rurales del tercer mundo por jóvenes intelectuales que procedían
de la clase media y de la burguesía rural.

La vía guerrillera a la revolución no tenía sentido en los países desarrollados. Sin embargo, las
guerrillas urbanas del tercer mundo sirvieron de inspiración a un número creciente de jóvenes
revolucionarios del primer mundo.

En los países en que florecía el capitalismo industrial nadie volvió a tomar en serio la idea de la
revolución social mediante la insurrección y las acciones de masas. Y sin embargo, en 1968, en
el corazón de la sociedad capitalista, los gobiernos tuvieron que hacerle frente, de forma
inesperada, a una ola de rebelión que sacudió a los tres mundos, encabezada por la nueva
fuerza social de los estudiantes.

Éstos, siendo miembros de las clases instruidas, con frecuencia hijos de la clase media
establecida, no resultaban tan fáciles de abatir como los de clases sociales bajas.  Así, las
revueltas estudiantiles resultaron eficaces, en especial donde, como en Francia,
desencadenaron una enorme oleada de huelgas de los trabajadores que paralizaron
temporalmente la economía de países enteros.

Pero no eran revolucionarios. Los estudiantes del primer mundo rara vez se interesaban en
cosas como derrocar gobiernos y tomar el poder. La revolución de los estudiantes occidentales
fue más una revolución cultural, un rechazo a los valores de la clase media.

Ya nadie esperaba una revolución social en el mundo occidental. La mayoría de los


revolucionarios ya no consideraban a la clase obrera industrial como revolucionaria. El futuro
de la revolución estaba en las zonas campesinas del tercer mundo, pero el mismo hecho de
que sus componentes tuvieses que ser sacados de su pasividad por profetas armados de otras
regiones y dirigidos por Castro y Guevara, comenzaba a debilitar la vieja creencia de que los
“parias de la tierra” romperían las cadenas por sí mismos. Incluso donde la revolución era una
realidad o una probabilidad, ya no seguía siendo universal. Los vietnamitas, los palestinos y los
distintos movimientos guerrilleros de liberación colonial se preocupaban exclusivamente por
sus propios asuntos nacionales. La prueba más concreta del debilitamiento de la revolución
mundial fue la desintegración del movimiento internacional dedicado a ella. Luego de 1956, la
Unión Soviética y el movimiento internacional que dirigía perdieron el monopolio de la causa
revolucionaria, de la ideología y la teoría que los unificaba. Lo que quedaba del movimiento
comunista internacional se desintegró entre 1956 y 1968, cuando China rompió con la Unión
Soviética. El fin del movimiento comunista internacional fue también el fin de cualquier tipo de
internacionalismo socialista o revolucionario.

Sin embargo, la inestabilidad social y política que generaban las revoluciones proseguía. A
principio de los años 70, una nueva oleada de revoluciones sacudía gran parte del mundo, a la
cual se le añadiría en los años 80 la crisis de los sistemas comunistas que finalmente concluyó
con su derrumbe en 1989. A finales de los 70, esta nueva oleada revolucionaria apuntó
directamente a los Estados Unidos cuando Centroamérica y el Caribe (zonas de dominación
estadounidense) parecieron virar a la izquierda. La mayor novedad de estas revoluciones era la
presencia de sacerdotes católicos marxistas que apoyaron e incluso participaron en las
insurrecciones.

Estados Unidos vio estas revoluciones como una ofensiva global de la superpotencia
comunista. Además, Washington estaba preocupado por el progreso del armamento nuclear
soviético, sumado a la derrota en Vietnam, la cual debilitó considerablemente la posición de
Estados Unidos como superpotencia

- GALBRAITH
LA CULTURA DE LA SATISFACCION
Estados Unidos, en 1932, la gran depresión, el desempleo generalizado, los desastres agrícolas,
los ancianos sin penciones, la resistencia de los sindicatos y la explotación abusiva en lsa
fabricas de las mujeres y los niños habían planteado serias dudas sobre si el sistema
económico capitalista podría sobrevivir.. los que estaban favorecidos no estaban dispuestos a
aceptar las acciones económicas que podrían salvarlos.
Roosvelt tranquilizaba a una oposición satisfecha prometiendo el presupuesto equilibrado y el
reducido gasto publico que garantizaría en ña practica que no iban a cambiar mucho las cosas.
La revolución de roosvelt salvo el sistema económico capitalista de EEUU y el bienestar de
aquellos a los que el capitalismo más favorecía.
Los afortunados no contemplan el bienestar a largo plazo y no son sensibles a él. Reaccionan a
la comodidad y la satisfacción inmediatas.
La satisfacción imperante son ahora cuestión de muchos, no de unos pocos. El resultado es un
gobierno que se ajusta no a la realidad o la necesidad del bien común, sino a las creencias de
los satisfechos, que constituyen la mayoría de los que votan
2- El carácter social de la satisfacción
La mayoría satisfecha incluye a las personas que dirigen las grandes empresas financieras e
industriales y a sus mandos medios y superiores, también a los empleados bien remunerados y
a la importante población que forma la moderna clase profesional.
La primera característica de la mayoría satisfecha es que creen que los que la componen están
recibiendo lo que se merecen en justicia. Lo que aspiran a tener y disfrutar es producto de su
esfuerzo, su inteligencia y su virtud.
La sefunda característica es su actitud hacia el tiempo. Siempre priefiere la no actuación
gubernamental, ya que el costo de la actuación de hoy podría recaer sobre la comunidad
privilegiada: podrían subir los impuestos. Los beneficios a largo plazo pueden ser para que los
disfruten otros.
La tercera característica es su visión selectiva del papel del Estado. El estado es visto como una
carga aunque hay excepciones a este pensamiento: se han excluido de la critica a las pensiones
profesionales, los servicios médicos, el sostén a las rentas agrarias, las garantías financieras y el
gasto militar. Lo que queda es lo que consideran carga del Estado, la ayuda a los pobres.
3- La subclase funcional
la subclase se compone de negros o extranjeros. Esta subclase contribuye al nivel de vida y al
desahogo de la comunidad favorecida. Dependen de su presencia.
Esta subclase es necesaria para hacer los trabajos que los mas afortunados no hacen y que les
resultaría desagradable y doloroso
El uso del termino trabajo constituye un espejismo ya que es utilizado para designar tanto lo
que para algunos es placentero, socialmente prestigioso y económicamente provechoso, como
lo que para otros es monótono, doloroso y degradante.

FERRONATO
APROXIMACIONES A LA GLOBALIZACION-
PILARES DE LA SOCIEDAD GLOBAL
1- EROSION DEL ESTADO NACIONAL
Refiere a la perdida de funciones del Estado por parte de fuerzas erosionantes que
pueden ser empresas trasnacionales, organismos internacionales como el FMI o el
banco mundial, o también organizaciones legales como la ONU, UNICEF, entre otras.
Estos organismos toman decisiones por encima del Estado, haciendo que este pierda
sus funciones.
La respuesta es la regionalización que forma conglomerados de estados que se
relacionan por diversos motivos, por ejemplo el MERCOSUR o la Union Europea. El
origen de las regiones fue un objetivo comercial, aunque ya se ha desplazado al ámbito
político.
2- EL IMPACTO TECNOLOGICO Y LA COMUNICACIÓN SOCIAL
La difusión de la tecnología en las comunicaciones coincide con una creciente
subordinación de una porción de la población mundial, hacia las culturas
trasnacionales hegemónicas que presionan para imponer una homogeneización
estética e ideológica planetaria.
Las computadoras, la tecnología móvil e internet mejorar la calidad de vida de las
personas y contribuyen a achicar drásticamente las distancias en todo sentido, aunque
también sugieren algunos problemas como la pérdida del contacto real, el aislamiento,
la primacía de la imagen, etc.
Otro aspecto relevante es la video política. (acción persuasiva de la publicidad que nos
indica lo que debemos desear)
3- LA MUNDIALIZACION DE LAS FINANZAS
Las finanzas en la era de la globalización se articulan en un mercado internacional,
donde el mercado mundial exige la eliminación de trabas estatales, el achicamiento
del déficit fiscal, la desregulación de los mercados, etc. En esta etapa las operaciones
comerciales superan a la producción ya que son más rentables.
Se pierde el origen del capital por el flujo internacional poco controlado.
4- CAMBIOS EN LOS SISTEMAS DE PRODUCCION INDUSTRIAL
La revolución tecnológica y la incorporación de las innovaciones técnico-científicas al
proceso productivo generaron un escenario novedoso creando nuevas formas de
producción que desplazan continuamente a la mano de obra.
La investigación científico tecnológica y la implementación de la robótica se insertaron
al proceso productivo, demandando especialización y mano de obra calificada. Ha
surgido una nueva división del trabajo donde solo hay lugar para los más aptos y
calificados.
El nuevo sistema de producción tiene un eje en la CANTIDAD de producto y no en la
calidad, ya que así se evita la saturación del mercado y porque el continuo desarrollo
tecnológico hace que no exista la lógica de consumo de bienes durables.
El actor fundamental son las empresas trasnacionales.
5- ALDEA GLOBAL, MEGACIUDADES, POLITICA Y CULTURA
La aldea global hace referencia a que vivimos en un mundo cada vez mas
homogeneizado y parecido a la lógica norteamericana de consumo.
Las megaciudades son el actor de la globalización, lugar donde se da el desarrollo
tecnológico. La globalización y el posicionamiento de las megaciudades hace que se
diferencien cada vez más del interior.
Estas desempeñan un gran papel en la aldea global, ya que las actividades económicas
se llevan a cabo cada vez más entre ciudades que entre naciones.
En la política, los partidos políticos y los políticos subren un descredito importante, por
una mala administración pública, y un sistema inestable de partidos que lleva a una
alta volatilidad del voto. Esto se ha puesto de manifiesto a partir de la televisión,
donde se visibilizan los reclamos, las denuncias y las críticas a la política, haciendo
aparecer una crisis de representación social.
En cuanto a la cultura, su factor determinante en la globalización es la homogenización
de ella dentro de las diferentes sociedades, donde los habitantes toman lo más
representativo de cada cultura y la vuelven inmersa en la aldea global.
6- IMPACTO GLOBAL SOBRE EL MEDIO AMBIENTE
Los efectos del crecimiento industrial crean desechos que no son absorbidos ni
requeridos ni biodegradados por la naturaleza, lo cual ha producido la contaminación
de casi todo el planeta.
La contaminación es uno de los más serios problemas que la política mundial debería
descifrar, ejerciendo estrategias globales tendientes a lograr una distribución acorde
con esta problemática.
FERRER
HECHOS Y FICCIONES DE LA GLOBALIZACION-
HECHOS
COMERCIO INTERNACIONAL: El comercio internacional ha crecido mas rápido que la
producción

CORPORACIONES TRANSNACIONALES: en la actualidad operan en la econoia mundial 39 mil


corporaciones transnacionales que cuentan con 270 mil filiales distribuidas en todo el planeta.
Las corporaciones y sus filiales forman redes de producción internacionales, donde los costos
de mano de obra, la oferta de recursos naturales, el acceso a los mercados y otros factores
inducen a organizar la producción a escala mundial. La internacionalización de la producción al
interior de las corporaciones se refleja en un intenso comercio de materiales, productos
finales, tecnología y servicio entre los matices y sus filiales.
CORRIENTES FINANCIERAS: Las operaciones financieras han crecido mas rápido que las
inversiones en activos reales y la producción mundial. Estas consisten principalmente en
operaciones de capital de corto plazo desvinculadas a la actividad real de producción,
comercio e inversión. El objetivo dominante de la mayor parte de las transacciones financieras
es realizar ganancias especulativas. Los mercados financieros son protagonistas decisivos del
proceso de globalización
EL MARCO REGULATORIO:

FICCIONES
LA REVOLUCION TECNOLOGICA: Los avances tecnológicos han puesto en marcha fuerzas que
escapan del control de los actores sociales y de los estados. Viviríamos así, en una aldea global
unificada por la revolución informática y el dominio del espacio.
COMANDO DE RECURSOS: la mayor parte de los recursos de la econoia mundial están bajo el
comando de actores transnacionales: las mega corporaciones y los mercados financieros
globalizados. Las transacciones económicas no se realizan en los espacios nacionales, sino en el
mercado planetario. En consecuencia, la capacidad de resolver sobre la asignación de los
recursos, la acumulación de capital radicaría en centros de poder transnacional.
CONDICIONES DE LA COMPETENCIA: En el mercado mundial compiten formas, no países. La
capacidad de las empresas de sobrevivir y de crecer en el mundo sin fronteras depende de su
aptitud competitiva fundada en su propia capacidad de organización de recursos, cambio
técnico, acumulación y acceso a las oportunidades que ofrece el sistema global.
GLOBALIZACION SIN PRECEDENTES HISTORICOS: La ficción de la globalización sugiere que la
revolución técnico científica ha provocado una fractura en el desarrollo histórico de la
humanidad y en comportamiento del orden mundial. En materia económica y financiera, la
soberanía de los estados habría sido arrebatada por la globalización. El mundo hoy es una
aldea global y en ella el poder de decisión radica en los actores trasnacionales.

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