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Jaime Enrique Rodriguez Vargas T 7

1- ¿Cuáles son los principios de Derecho Administrativo interno que se han extendido a las llamadas
administraciones globales?

R-El derecho administrativo, de la administración global, es un campo emergente de las ciencias práctica
jurídica, basada en dos ideas centrales, primero, que muchos de los que generalmente se describe como
gobernanza global, puede ser caracterizado adecuadamente como procedimientos administrativos; y segundó,
que crecientemente ese campo de acción está siendo regulado por principios, reglas y mecanismos asociados al
derecho administrativos, en particular, participación, transparencia, accountability, y revisión. La llamada
administración global, se refiere a las estructuras, procedimentales y estándares normativos para los procesos
regulatorios de tomas de decisiones, incluyendo transparencia, participación y revisión, y los mecanismos regidos
por reglas para implementar esos estándares, que son aplicables a, organismos formales intergubernamentales;
Las redes informales regulatorias intergubernamentales; Las decisiones regulatorias de gobiernos nacionales que
sean parte o que se encuentren limitadas por un régimen internacional intergubernamental; y a regímenes híbridos
públicos-privados u órganos privados transnacionales regulatorios.

2- ¿Cómo el Derecho Administrativo Global, a través de la actividad administrativa de las organizaciones supra y
transnacionales, ha influido en la legislación y en la práctica de su país?

R- El derecho administrativo global se constituye en una nueva visión disciplinar de la administración


panameña, caracterizada por la cooperación intergubernamental, como método para coadyuvar a la
gobernanza, este es el norte que debe guiar la gestión pública de un estado moderno. El motivo que
justifica la necesidad de la discrecionalidad emana de las cambiantes circunstancias que transforman
la estabilidad de los intereses públicos custodiados, por ende, las facultades discrecionales son
eficaces y pertinentes puesto que, por medio de ellas, las entidades administrativas pueden dictar
actos oportunos y eficaces, tanto para la buena marcha de la administración como para el bienestar
de los administrados. El ordenamiento jurídico atribuye a la administración panameña, dos tipos de
potestades administrativas: las regladas y las discrecionales. La Potestad Reglada es aquella que se
halla debidamente normada por el ordenamiento jurídico; en consecuencia, es la misma ley la que
determina cuál es la autoridad que debe actuar, en qué momento y la forma como ha de proceder,
por lo tanto no cabe que la autoridad pueda hacer uso de una valoración subjetiva y por tanto “La
decisión en que consista el ejercicio de la potestad es obligatoria en presencia de dicho supuesto y
su contenido no puede ser configurado libremente por la Administración, sino que ha de limitarse a lo
que la propia
Ley ha revisto sobre ese contenido de modo preciso y completo”. El numeral 14 del artículo 184 de la
Constitución Política de la República de Panamá de 1972, reformada por los Actos Reformatorios
No. 1 y No. 2 de 5 y 25 de octubre de 1978, respectivamente; por el Acto Constitucional aprobado el
24 de abril de 1983; por los Actos Legislativos No. 1 de 1993 y No. 2 de 1994; y por el Acto
Legislativo No. 1 de 2004, expresa que es una atribución del presidente de la República con la
participación del ministro respectivo, el reglamentar las leyes que lo requieran para su mejor
cumplimiento, sin apartarse en ningún caso de su texto ni de su espíritu. La potestad discrecional, es
una facultad-deber que tiene la Administración Pública para poder decidir algunos asuntos con un
relativo margen de libertad, acorde con las circunstancias concretas que el Legislador en muchas
ocasiones no puede determinar de antemano en la norma jurídica, es que como dicen muchos
filósofos del derecho, es decir, cuando las circunstancias del caso superan con creces la realidad
prevista en la norma.

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